FUNCIONES
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FUNCIONES
Para alcanzar esa meta, las vías más consecuentes con la tradición de la filosofía
política moderna son las democráticas. Se espera que los sistemas políticos
alcancen de nuevo cotas altas de legitimidad democratizando efectivamente el
acceso al poder y su ejercicio, mediatizados ambos por los partidos políticos y los
grupos de intereses. En el plano estrictamente jurídico, para conseguir ese fin se
considera imprescindible potenciar la participación de los ciudadanos en la
creación y aplicación del Derecho.
El resultado de la forma liberal de Estado así como de orden social liberal que lo
justifica es la miseria de amplísimas capas de población. Este dato explica por sí
mismo la necesidad de algún mecanismo capaz de poner coto a la pobreza y a la
conflictividad que de ella se deriva. Ese mecanismo es el Estado social, al cual
acompaña una gran transformación en las funciones que desempeña el Derecho:
al Derecho represivo le siguen el Derecho regulativo o intervencionista y el
Derecho promocional.
Funciones Sociales del Derecho
Sección a las que pertenece el artículo: La Eficacia del Derecho
Con el fin de verificar si un sistema jurídico es o no eficaz, tendremos que ver previamente
cuáles son las funciones de ese sistema.
Según la mayoría de la doctrina, se puede afirmar que las funciones del Derecho son las
siguientes:
Lo que el Derecho mande o prohíba son orientaciones que van educando a la sociedad en un
determinado modo de actuar y pensar.
Esta función se cumple no sólo por parte de los operadores jurídicos (jueces
fundamentalmente) al aplicar el Derecho, sino por todos y cada uno de los sujetos que utilizan
el Derecho en sus relaciones sociales.
La mayoría de los autores coinciden en afirmar que la función de control social es la más
importante que tiene atribuida el Derecho.
Los medios a través de los que ejerce esa función el Derecho son variados, destacando las
siguientes técnicas:
Aquellas mediante las cuales el Derecho organiza la estructura social y económica, define y
distribuye “roles sociales”, define y otorga poderes, otorga competencias, regula la
intervención política en la actividad social y económica mediante programas intervencionistas
y redistribuye los recursos disponibles.
Para ello utiliza las leyes-incentivo, así como un tipo de sanción “positiva”, que puede consistir
en la concesión de un premio o compensación por una determinada acción.
Esta función parte de la constatación de que las relaciones sociales son de por sí conflictivas.
La convivencia social lleva consigo una interacción cuya estructura, lejos de ser armónica, es
conflictual, y ello es así porque esa interacción está caracterizada por exigencias de
comportamiento antagónicas entre sí.
Además, hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones el mismo derecho crea los
conflictos. Así, la legislación puede ser impulsora de transformaciones sociales y económicas,
y estos mismos cambios pueden originar conflictos. Incluso la misma resolución judicial puede
verse como productora de los mismos, no sólo porque puede ser recurrida ante otras
instancias judiciales, sino porque la situación que ha creado no es más que un cambio de
situación susceptible de crear nuevos conflictos.
En realidad, cualquier objetivo social y personal que pueda lograrse a través de una norma
jurídica puede dar lugar a una función secundaria.
En cualquier caso, todas las funciones particulares vienen a confluir en la realización de una
básica que es general y común: la organización y regularización de la vida social.
Esta función puede manifestarse de varias formas: como función reguladora, función
represora, función orientadora12:
- Como función reguladora: cuando el derecho acepta y absorbe el conflicto porque las
razones del conflicto tienen respaldo en la opinión pública o en el poder político, dando
lugar a normas reguladoras. Ejemplo: normas sobre propiedad intelectual, normas
protectoras del medio ambiente etc.
- Como función represora: cuando la razón del conflicto no tiene justificación para el
poder político. Aquí estarían las normas que estatuyen como delitos, determinadas
conductas.
Esta función significa que el derecho sirve como justificación del poder, en tanto este
se ejerza conforme a los modelos normativos reconocidos por los sujetos obligados
como derecho valido. Obra así una identificación entre legitimidad y legalidad. En esta
perspectiva el poder es legitimo si se sujeta al derecho.
Función distributiva
El derecho se encarga de repartir ventajas y cargas entre los ciudadanos y los grupos
sociales.
Función promocionadora