Casa 712
Casa 712
Casa 712
Arquitectos
H Arquitectes
Arquitectos de proyecto
David Lorente, Josep Ricart, Xavier Ros, Roger Tudó
Colaboradores
Montse Fornés, arquitecta (Harquitectes) / Anna Bonet, interiorista (Harquitectes) / Iñaki
González de Mendiguchia, arquitecto técnico
Costo de la obra
120.000€
Constructora
Construcciones Jufraed 2001, S.L.
Website
www.youtube.com/watch?v=N2xI0nwS2wU
Área
127.0 m2
Año Proyecto
2011
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa era para una pareja joven sin hijos, con
unas demandas programáticas iniciales bastante convencionales, garaje, tres habitaciones,
estudio, etc.). La parcela, triangular y de unos 400 m2, formaba parte de una promoción de suelo
protegido para auto promotores del Incasòl y estaba sujeta a un calendario fijado para el
desarrollo de la casa.
COTIZAR PRODUCTO
El proceso proyectual se basó en una reducción continúa de las demandas de los clientes, y de
nosotros mismos, para disminuir el precio final de la casa sin dejar de reconocer las
especificidades de la pareja, del solar y del contexto (geográfico y económico).
Durante este proceso de renuncias el coste se redujo a menos de la mitad. La primera decisión
fue no hacer ningún gesto respecto al solar, renunciamos a concentrar espacio exterior en
alguna de las fachadas, puesto que esta estrategia pasaba necesariamente por una vivienda de
dos plantas, y entendíamos que para lograr los objetivos constructivos y económicos hacía falta
sólo planta baja... esta renuncia volumétrica implicaba una renuncia programática: no habría
garaje, no habría vestíbulo y no habría más que un baño.
Asumimos la geometría triangular del solar y establecimos una distribución sistemática a partir
de dos tipos de espacios básicos equivalentes, que sólo se calificaban en función de su
orientación y relación con el exterior: tres espacios de 8 a 10 m2 y tres de 15 a 18 m2. Todos
ellos en fachada, alrededor de un espacio central triangular no programado, pero con una
superficie suficiente para asumir usos no previstos (almacén, comedor de verano, estudio, bicis).
La casa se construyó con una doble hoja con cámara, con el muro estructural en la hoja interior
para evitar puentes térmicos. Este muro, de gero colocado para quedar visto, cómo el resto de
muros de carga interiores, se construye encima del forjado sanitario, sobredimensionado para
soportar un pavimento de hormigón que se completó antes de iniciar la construcción de las
paredes, ocultando juntas y evitando las dificultades de aplicación que implica un pavimento de
hormigón a posteriori.
La fachada se realizó con el mismo ladrillo gero visto pero girado, con los agujeros a la vista,
configurando una fachada ventilada con una cámara que drena las aguas muy fácilmente por
geometría. En el forjado de la cubierta se dejaron viguetas y bovedillas vistas estrictamente
apoyadas en los muros de carga, para evitar la transmisión de momentos a la estructura mural.
La cubierta se protegió con el material reciclado obtenido de los residuos cerámicos generados
por la misma obra. En cuanto a los ventanales, sólo los espacios amueblados como habitación
(dos piezas) se cerraron con carpinterías superpuestas (no encajadas) a las paredes de carga.
Todas las instalaciones verticales de electricidad y de datos se dejaron vistas, ocultando las
horizontales en el hormigón de pendientes de la cubierta. Finalmente se pintó toda la fábrica
cerámica interior de color blanco. Al exterior, para nivelar y allanar ligeramente el terreno se
utilizó un sistema de muros de tierra armada, y con las mismas barras de acero corrugado se
realizó una valla muy ligera que servirá de apoyo para la vegetación.
El proceso constructivo es el de la reducción continua. La base teórica es
pura práctica: renuncia, también continua. Se trata de salvar la propuesta,
de dejar a un lado todo lo que no es estrictamente necesario para poder
hacer algo.
Para empezar, la casa solo puede tener una planta. Subir encarece. La
vivienda, un triángulo paralelo a los límites del solar, tiene un patio central
que actúa como distribuidor. Sin pasillos y aprovechando todo el solar se
obtienen suficientes metros cuadrados, 127, como para vivir
holgadamente. El sacrificio no está en la luz ni en los espacios. La renuncia
es a cierta comodidad –solo hay un baño- y a los acabados: crudos, casi
inexistentes.
Ahorra espacio y recibe luz de una claraboya. Además, sirve para guardar
las bicis o como comedor de verano.
5-Planificación:
6- Sin revestimientos:
La fachada se realizó con el mismo ladrillo gero visto pero girado, con los
agujeros a la vista, configurando una fachada ventilada con una cámara que
drena las aguas muy fácilmente por geometría. En el forjado de la cubierta
se dejaron viguetas y bovedillas vistas, estrictamente apoyadas en los
muros de carga, para evitar la transmisión de momentos a la estructura
mural. La cubierta se protegió con el material reciclado obtenido de los
residuos cerámicos generados por la misma obra. Sólo se pintó de color
blanco el interior de la casa.
7-Reciclaje de partes: