Historia 3
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¡VIVA LA REVOLUCIÓN!
Traducción de
Alfredo Grieco y Bavio
Edición de la traducción
Gabriela Esquivada
CRÍTICA
Introducción
4. Ibíd., p. 255.
5. Capítulo 1, «Los horizontes de Cuba», a continuación.
6. Fue en Londres, en octubre de 1960, poco después de su regreso
de Cuba, que conocí a Eric. Ambos vivíamos en [el edificio de] Gordon
Mansiones, en la calle Huntely, en [el barrio de] Bloomsbury, cerca de la
universidad. Yo era un estudiante graduado de Historia en University Co-
llege y tutor de la rama londinense de la Asociación de Trabajadores de la
Educación (WEA). Acababa de regresar de mi primera visita a Brasil, donde
investigué para mi tesis de doctorado sobre la abolición del tráfico de escla-
vos brasileño. Con veinte años más que yo, Eric era un profesor de Historia
en Birkbeck College y, lo que me impresionaba todavía más, el crítico de jazz
en New Statesman (con el seudónimo de Francis Newton).
7. Carta a Andrew Weale, 21 de abril de 1984. Weale lo había con-
sultado sobre Tynan y Cuba en nombre de la biógrafa de Tynan, su viuda
Kathleen. (Archivo Hobsbawm, Universidad de Warwick, Caja 1.) Actual-
mente está disponible en línea un catálogo de los papeles de Eric Hobsbawm
(https://mrc.epexio.com/records/EJH).
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11. Eric se había casado con Marlene pocos días antes de partir hacia
América del Sur, y le dijo que si la Crisis de los Misiles se agravaba debía
comprar un pasaje a Buenos Aires y encontrarse allí con él.
12. Crítica, Barcelona, 2014, traducción de Joaquín Romero Maura.
[Primitive Rebels, 1959.]
13. La visita de Eric a América Latina, como sabemos, despertó las
sospechas del Servicio de Seguridad Británico, más conocido como MI5,
que había estado monitoreando cada uno de sus movimientos —y su co-
rrespondencia y sus llamadas telefónicas— durante años. Ver el artículo de
Frances Stonor Saunders en el London Review of Books (9 de abril de 2015)
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que le ha dado al país sus bandidos más famosos [y] sus revueltas
campesinas». Las Ligas Campesinas, que encarnaron los pri-
meros sacudones de movilización política en el Brasil rural han
estado activas desde 1955. El movimiento, sin embargo, «tuvo
escasa presencia nacional» y, recordó luego, «claramente pasó su
punto más alto».15 A finales de la Segunda Guerra Mundial, el
Partido Comunista Brasileño (PCB) era el partido comunis-
ta más grande de América Latina. No obstante, fue declarado
ilegal a comienzos de la Guerra Fría, en 1947. (Eric parecía
no saber que el PCB estaba activo de todos modos, junto con
los sacerdotes católicos progresistas, en la organización de los
peones rurales en sindicatos en el nordeste.) En todo caso, en
marzo de 1964, un año después de la visita de Eric, un golpe
militar, que condujo al establecimiento de una dictadura militar
que duró veintiún años (1964-1985) destruyó la esperanza de
una revolución social en Brasil.
Eric escribió relativamente poco sobre el potencial de re-
volución en Brasil. Por lo general, en cambio, se hizo tiempo
para escribir un artículo agudo sobre la bossa nova, la novedad
última de la música popular brasileña, para New Statesman. Era,
escribió, «un cruce entre la música urbana brasileña con el jazz,
criada en el mundo de playboys de la juventud dorada del Bra-
sil [… y] los músicos profesionales que tienen más chances de
rozarse con músicos visitantes llegados de Estados Unidos. […]
Todo estudioso del jazz lo observa con temor reverencial y con
un sentido de la ocasión histórica. Porque la bossa nova es la pri-
mera conquista importante de nuevos territorios por el jazz […
significativamente,] en el único país latinoamericano que parece
haber entrado de modo irreversible en la moderna civilización
industrial». Y lo que es más, concluyó, «no solo va a durar, sino
que se va a desarrollar».16
26. Capítulos 24, «Los militares como revolucionarios», y 26, «La pe-
culiar revolución del Perú», a continuación.
27. New Society, 22 de mayo de 1975.
28. Capítulo 27, «Chile, año uno», a continuación.
29. Capítulo 28, «El asesinato de Chile», a continuación.
Eric y América Latina 21
35. Ibíd.
36. Ibíd. [Edición en inglés, p. 362.]
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40. Veja, 4 de junio de 1984. Veja comentó además el amor de Eric por
el jazz, pero entonces, de manera extraña, lo criticó por una «megalomanía
intelectual» sobre la base de que el nombre con el que firmaba como crí-
tico de jazz, Francis Newton, ¡era una amalgama de Francis Bacon e Isaac
Newton! En realidad, el nombre era un homenaje a Frankie Newton, el
trompetista negro que había acompañado a Bessie Smith en sus últimas
grabaciones y a Billie Holiday en los registros originales de Strange Fruit,
quien además era comunista.
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51. Crítica, Buenos Aires, 1998. Traducción de Juan Fací, Jordi Einaud
y Carmen Castells.
52. Paulo Drinot, un historiador de América Latina en University Col-
lege London, escribió un artículo sobre el tratamiento que Eric dio a Amé-
rica Latina en su gran tetralogía, para la conferencia «La historia después
de Hobsbawm» que se realizó en Birkbeck en abril de 2014. En La era de
las revoluciones, concluyó Drinot, América Latina apenas aparece. En La era
del capital las referencias a América Latina son «escasas e incidentales». En
La era del imperio América Latina «aparece fugazmente». Pero en Historia
del siglo XX América Latina recibe, por fin, un «tratamiento más extenso».
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