Narcisismo Primario y Secundario en Caroline
Narcisismo Primario y Secundario en Caroline
Narcisismo Primario y Secundario en Caroline
En la película se presenta la historia de una niña que por el trabajo de sus padres debe mudarse
con ellos a un nuevo apartamento, allí descubre una puerta que la lleva a un mundo de fantasías,
al estar disconforme con su vida en el mundo real, prefiere pasar cada vez más tiempo en el
mundo fantástico con su nueva familia, pero con cada visita va descubriendo que ese mundo
fantástico no es tan maravilloso como ella pensaba…
Caroline, la protagonista de la historia, desde el principio se ve como la típica adolescente
egocéntrica representada en la cultura popular moderna. Sus padres se presentan como unos
cuidadores muy desinteresados en el plano emocional, proporcionando un apoyo afectivo casi
nulo a Caroline, o al menos así se ve en un principio. Esto sin duda frustra a la protagonista,
quien demanda la atención que cree merecer.
En el psicoanálisis de habla de narcisismo primario como una etapa normal del desarrollo del
Yo, el niño concentra su energía en su supervivencia y deseos. Es esta misma energía que el niño
pasaría de dirigirla únicamente hacia él a dirigirla ahora hacia objetos externos que le sirvan de
proveedores de afecto. Cuando el Yo en vuelve a redirigir sus energías a sí mismo y únicamente
a él, sucede el narcisismo secundario. Una hipótesis de que esto suceda puede ser que el sujeto
interprete que sus figuras objetales principales (como sus progenitores o cuidadores) no cumplan
con sus necesidades emocionales de afecto, por lo que pierde interés en dirigir sus pulsiones al
exterior y se resigna a dirigir esta energía nuevamente hacia él mismo. Al emplear este
mecanismo que resultó una vez en su infancia, el sujeto termina actuando de manera infantil, lo
que hace evidente la regresión que supone este narcisismo secundario.
En la película se puede notar el narcisismo de Caroline, como se siente más cómoda en un
mundo de fantasía donde todos sus deseos son concedidos y su concepción de cómo deberían
actuar las otras personas es la ley. En este mundo la comida es deliciosa, sus padres son atentos
con ella en todo momento, sus vecinos son divertidos y también atentos, todo está hecho entorno
a ella, en resumen, su ideación de un mundo perfecto. Es solo cuando se percata de las
verdaderas intenciones de la madre del mundo fantástico que se da cuenta que ese mundo no es
más que una fantasía vacía, que no es más que un insecto que cayó en la telaraña de una araña
tan narcisista como ella. Es esta decepción que trae a Caroline de vuelta a ver la realidad, y luego
de ella es que la niña empieza a dirigir su energía de forma más equilibrada hacia los demás y no
solo hacia ella. En la segunda mitad de la película vemos a una Caroline más madura, que se
preocupa por sus padres, por los niños que fueron víctima de la malvada “otra madre” y agradece
lo que tiene en el mundo real. Logrando así una trascendencia que la libera de la distorsión
cognitiva que es la idea narcisista de que todo y todos deben estar para ella cuando ella lo desee,
sin dar nada a cambio.