MALICIAS ESPIRITUALES EN LOS AIRES

La contaminación del aire es uno de los problemas ambientales más

importantes, y es resultado de las actividades del hombre.
Se denomina contaminación ambiental a la presencia en el ambiente de
cualquier agente (físico, químico o biológico) o bien de una combinación de
varios agentes en lugares, formas y concentraciones tales que sean o
puedan ser nocivos para la salud. La contaminación es un problema
incluso en niveles relativamente bajos.

Hoy, los aires están altamente contaminados; esto en el ámbito natural, y

lo es sin duda, también en lo espiritual. Por un lado, sabemos que las
palabras, sentimientos, emociones y acciones que tenemos como
personas producen cantidades de niveles de influencias buenas o malas
según la condición que se tenga.
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Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid

de aquella casa ó ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
Mateo 10:14
Jesús mencionó al enviar a los discípulos a la gran comisión, que si en
alguna casa los rechazaban, debían sacudir el polvo de sus pies. Esto era
no debido al polvo natural del lugar, sino al polvo espiritual que
predominaba en ese lugar. Entonces, nuestros sentimientos, pensamientos,
palabras y acciones liberan niveles de contaminación espiritual si ellas son
malas, negativas, o pecaminosas….
Generan influencias.

Imaginemos entonces… en nuestro

planeta se dice que habitan unos siete mil
millones de personas, y en comparación a
esa cantidad, el número de cristianos que
supuestamente hablan palabras y generan
acciones santas y correctas… sabemos
que no es la gran mayoría. Entonces ¿no
es grande la contaminación espiritual en la
que nos movemos debido a la mala
condición y la influencia de las masas que
no tienen a Cristo? Sin duda alguna, esto
afecta a toda persona, y más si no es
cristiana.

Por otro lado… Además es increíble la gran

diversidad de criaturas siniestras de las
tinieblas que se mueven en el mundo
espiritual invisible y que son parte de la
gran contaminación espiritual en la cual nos
movemos.

La Escritura expresa que nuestra lucha no es contra sangre y carne; contra

las personas, contra el hermano en la fe, contra la familia, contra las
amistades, los compañeros de trabajo, etc. La mayor lucha que tenemos
como cristianos, proviene de criaturas invisibles, pero tan reales que a
cada momento somos el blanco de sus ataques e influencias.

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra

principados, contra potestades, contra señores del mundo,
gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en
los aires. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que
podáis resistir en el día malo, y estar firmes… Efesios 6:12-13

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Hoy cuando estamos viviendo unos instantes antes del Rapto de los
Vencedores, parte de la lucha y ataque, es de “Las Malicias espirituales
en los aires”….
Otras Versiones de las Sagradas Escrituras dicen: “…contra los Espíritus
del Mal que están en las alturas” “…con malicias espirituales en lugares
altos” “…contra los espíritus del mal, que habitan en los espacios
celestes”.

Pero ¿Qué clase de lugar son esos

lugares altos en los aires, o espacios
celestes?. Esos lugares en donde se
mueven preferencialmente las
Malicias espirituales son por así
decirlo, la “antesala” del Lugar Alto
donde habita el Padre Celestial, es el
Ámbito o Dimensión del Padre. El
Padre habita en el Cielo de los cielos,
en lo Alto de las alturas. Ese Cielo
está por encima de toda creación.

Jehová bramará desde lo alto, y

desde la morada de su santidad
dará su voz…. Jeremías 25:30
¿No está Dios en la altura de los
cielos? Job 22:12
En la casa de mi Padre muchas moradas hay: de otra manera os lo
hubiera dicho: voy, pues, á preparar lugar para vosotros.
Juan 14:2
Si vamos a crecer espiritualmente hasta los Lugares Altos; si esperamos
regresar a la Casa del Padre; si deseamos experimentar la dimensión del
Ámbito del Padre en el Lugar Alto, es necesario remontarnos a ese lugar
para adquirir más de la Santidad, Verdad, Justicia y Amor del Alto Dios.
Sin embargo, existe un muro, una barrera espiritual que trata de impedir
el acceso al Cielo de los cielos…. Esa barrera u obstáculo, se llaman:
Malicias espirituales… Son espíritus del Mal o de Maldad.

Hoy necesitamos tener el debido entendimiento de cómo trabajan esas

siniestras criaturas, pues para tener experiencias gigantes en el Ámbito del
Padre, es necesario saber cómo vencerlas para que abran paso. y nos
permitan ir en pos de una extraordinaria y alta experiencia con Dios. Pero
¿Qué encontraremos en el Lugar Alto, en el Cielo de los cielos donde
habita el Padre?

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¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de

nosotros habitará con las llamas eternas? El que camina en
justicia, y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias,
el que sacude sus manos por no recibir cohecho, el que tapa su
oreja por no oir sangres, el que cierra sus ojos por no ver cosa
mala: Este habitará en las alturas… Isaías 33:14-16
Y el parecer de la gloria (kabod) de Jehová era como un fuego
abrasador… Éxodo 24:17

En esas Alturas o en el Cielo de los

cielos, hay fuego consumidor, llamas
eternas. El fuego procede de la Gloria
Kabod de Dios. Ahí se encuentra esa
Gloria encendida, de ahí surge un
deseo intenso, ardiente y encendido;
un deseo por la Verdad, por la Justicia,
por la Santidad y Amor; deseo de
abrazarse, adherirse, y ser unido al Alto
Dios. Todo esto se encuentra en las
Alturas, en el Lugar Alto, en el Cielo de
los cielos.

Sin Embargo, hay “diablos o espíritus”

que se oponen a que obtengamos ese
vivo y encendido deseo por la Verdad del
Señor; todo se origina en el hecho de
que ellos se movieron y habitaron en
esos niveles o ámbitos de Dios.
Veamos ahora los significados de la
palabra Malicias.

MALICIAS Griego: Poneria 4189

Hebreo: Rishah 7564
Significa: Malicia, iniquidad, inicuo, mala voluntad, disgusto,
molestia, herir, lastimar, intriga, enredar, guardar rencor, travesura,
diablura, picardía, complot, conspiración, alborotar, negligente en
sus deberes, perturbar, violar, injusticia, malas cosas, envidia.

Estos “espíritus o demonios” son Serafines caídos. Originalmente los

serafines son las criaturas celestiales que se movían más cerca del Alto
Dios, en lo Alto de las alturas.
En el año que murió el rey Uzzías vi yo al Señor sentado sobre un
trono alto y sublime, y sus faldas henchían el templo. Y encima de

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él estaban serafines: cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus
rostros, y con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al
otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los
ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria. Isaías 6:2-3

Estos Serafines (6 alas) se movían por encima del Trono Alto y Sublime del
Padre.... ellos daban voces “Santo...Santo...Santo”. Ellos se movían en el
fuego que salía de la Gloria kabod de Dios*. Ellos eran Serafines
ardientes, quemantes, abrasadores, y encendidos.

SERAFINES Hebreo: Saráf 8314

Significa: Una serpiente, una
criatura color bronce, poner fuego,
encender, prender, quemar,
incendiar, arder, consumir, destruir,
abrasar.
En un tiempo lejano en el pasado....
muchos de ellos pecaron, se
corrompieron y fueron expulsados del
Cielo de los cielos, del Lugar Alto.

Hoy... son “espíritus…serpientes

voladoras quemantes” promueven el
fuego corrupto que ellos conservaron al
ser derribados. Encienden pasiones**
hacen arder las entrañas de las
personas con deseos, pasiones,
enojo, codicia, celos, iras,
desesperación. Por ello los índices de
Adulterio, alcoholismo, drogadicción,
celos, ira, furor y violencia se han disparado altamente, como nunca antes
se había visto.

Veamos una breve aplicación de algunos de los significados de Malicias o

la influencia de esos Serafines caídos.
MALICIA.- Esto es, la tendencia o inclinación apasionada a lo malo o a lo
contrario a lo virtuoso; habla de la intención oculta y mala con que se
procede; propensión a pensar mal; habla de una sagacidad para engañar.
INICUO.- Habla de lo contrario a la equidad o igualdad, a la falta de
equilibrio; se refiere a lo que es injusto.
MALA VOLUNTAD.- Habla de la fuerza o vitalidad para pensar, hablar y
pensar con dolo o maquinación para perjudicar; ganas o deseo de actuar
mal para dañar o herir.

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DISGUSTO.- Aquí, no hay gusto por nada, todo le enfada, le molesta, le

irrita, y llega a la contienda.
MOLESTIA.- Habla de perturbación, fastidio, o inquietud de ánimo, de
sentimientos y emociones.
HERIR, LASTIMAR.- causar heridas sentimentales, emocionales, físicas
por medio de la ofensa, del agravio, las agresiones físicas.
ENREDAR.- Enmarañar, embrollar, confundirse, meter discordia,
complicarse la vida.
GUARDAR RENCOR.- Conservar y
defender resentimientos.
PICARDÍA.- Son dichos injuriosos, de
doble sentido, denigrar los valores
morales de buen habla.
DIABLURA.- Travesuras y acciones
temerarias a hacia lo malo y perjudicial;
bromas que llevan incluso a poner en
riesgo la vida de las personas.
COMPLOT.- Confabulación entre dos o
más personas contra otra u otras;
tramas, intrigas, conspiración.
Esto, y mucho más son los procederes
con que se conducen muchas personas.
Todo ello proveniente de la influencia de
estas siniestras criaturas llamadas
Malicias espirituales.

Además abrasan con fuego a los

cristianos para buscar sus propios
intereses con pasión y de manera
fogosa. Son muchos los cristianos que se sienten más apasionados y
fervorosos por sus trabajos, sus posesiones, la posición en la sociedad, por
sus propios pensamientos, ideas y conceptos. Esto lo manifiestan al ser
negligentes y faltos a sus deberes cristianos y como personas.

Sin duda, esos “espíritus o demonios” son como largas y delgadas

serpientes… son como delgados hilos de acero; aparentemente
insignificantes, pero fuertes y resistentes. Al inicio generan ligeros y
delgados sentimientos de adulterio, fornicación, al alcoholismo,
drogadicción, celos, envidia, molestia, disgusto, depresión, insatisfacción y
confusión. Esas delgadas serpientes de fuego se mueven alrededor de las
personas, lo atan suavemente hasta neutralizarlo y aprisionarlo con un alto
grado de deseo y pasión. Finalmente llevan a las personas a hacer
elecciones altamente graves por lo que es contra Dios.

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Estos “espíritus” son las serpientes ardientes que menciona Deuteronomio

8:15-16
“Que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, de
serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde ningún
agua había, y él te sacó agua de la roca del pedernal; que te
sustentó con maná en el desierto…”

ARDIENTES Hebreo: Saráf 8314

Y Jehová envió entre el pueblo
serpientes ardientes, que mordían al
pueblo: y murió mucho pueblo de
Israel. Números 21:6
MORDÍAN Hebreo: nashák 5391
Significa: Golpear con aguijón (como la
serpiente); figurativamente oprimir con
interés sobre un préstamo; exigir
interés, mordida.

Hoy.... sin duda esos “espíritus o serpientes

voladoras, o serafines quemantes.... están
moviéndose, mordiendo y buscando
oportunidades para incendiar, prender,
abrasar, y hacer hervir las entrañas por
todo aquello que no es Dios.... tratan de
impedir que el cristiano tenga acceso al
Cielo de los Cielos... al Ámbito del Padre...
a ir en busca de experiencias en los lugares
más altos con el Señor…. En donde sus vidas serían abrazadas por un
deseo intenso por la Verdad y Santidad, proveniente de la Gloria Kabód de
Dios…. pero todo inicia de manera sutil, suave y tenue…

En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un

trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima
de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían
sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno
al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los
ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de
las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa
se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto;
porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio
de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey,
Jehová de los ejércitos. Y voló hacia mí uno de los serafines,
teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con

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unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que

esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.
Isaías 6:1-10
Necesitamos fuego saraf en nuestros labios y boca para poder lanzar o
escupir fuego y así alejar a las Malicias espirituales en los aires, e ir a
nuevas alturas en el Señor.. Pero sin duda, nuestra lengua y labios están
contaminados por el pecado.

Por esta razón la Escritura dice: “Y la

lengua es un fuego, un mundo de
maldad”. Santiago 3:6 Aquí se
menciona la condición de la lengua
afectada por la maldad o las malicias
espirituales. Sin embargo, de la misma
manera…. una lengua santificada o
limpiada por el Fuego Santo de Dios, es
una poderosa arma para alejar y
atormentar a los serafines ardientes
caídos o Malicias espirituales.

Pero….. ¿Cómo poder obtener ese

fuego saráf?
Ello es crucificando nuestra carne o las
obras de la carne (Gálatas 5:19-21)…
poniendo nuestra Vieja Naturaleza en el
Fuego Saráf del Altar de Metal o de
Sacrificio por medio de una oración de
arrepentimiento, entrega y crucifixión.
Además pidiendo el Fuego del Espíritu
Santo sobre nosotros, sobre nuestros
labios y boca.

¡¡ESCUPAMOS FUEGO … hablando o confesando la Palabra de Dios, la

cual es Fuego.
Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada
Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. Entonces les
fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció
de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro
corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y
cuando nos abría las Escrituras? Lucas 24:30-32
Lámpara es á mis pies tu palabra, Y lumbrera á mi camino.
Salmo 119:105

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Además: Levantemos o exaltemos el Nombre del Señor en toda situación,

favorable o desfavorable; seamos agradecidos, alabemos y adoremos.

¡¡ESCUPAMOS FUEGO… los enemigos se retirarán…. Vayamos a nuevas

Alturas o experiencias con el Altísimo Dios… adquiramos un vivo y
apasionado deseo por ser unido al Señor, por Su Verdad y Santidad!!
Otras Escrituras donde aparecen las Malicias Espirituales.
Apartaos de toda especie de mal. 1 Tesalonicenses 5:22
No como Caín, que era del maligno, y mató á su hermano.
1 Juan 3:12

…. que en ninguno de vosotros haya corazón malo de incredulidad

para apartarse del Dios vivo… Hebreos 3:12
Malo y negligente siervo, sabías que siego donde no sembré y que
recojo donde no esparcí… Mateo 25:26

Oyendo cualquiera la palabra del reino, y no entendiéndola, viene el

malo, y arrebata lo que fué sembrado en su corazón: Mateo 13:19
Entonces llamándole su señor, le dice: Siervo malvado, toda
aquella deuda te perdoné, porque me rogaste: Mateo 18:32
Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar
todos los dardos de fuego del maligno. Efesios 6:16
Y algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y
de enfermedades: Lucas 8:2
Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando en ellos, y
enseñoreándose de ellos, pudo más que ellos, de tal manera que
huyeron de aquella casa desnudos y heridos. Hechos 19:16

En las palabras “malo” “maligno” “malvado” se usa la misma palabra para

Malicias… Griego: Poneria 4189 Hebreo: Rishah 7564
Vayamos pues, a nuevas Alturas o experiencias con el Altísimo Dios…
salgamos de lo cotidiano, y ordinario…. vayamos a una dimensión
extraordinaria o gigante en Dios….. Adquiramos un vivo y apasionado
deseo por ser unido al Señor, por Su Verdad y Santidad….. ¡¡ESCUPAMOS
FUEGO por medio de una lengua y labios ungidos por Dios!!

NOTA: Como cristianos, la Palabra de Dios dice: “…corramos con

paciencia la carrera que nos es propuesta, puestos los ojos en al autor
y consumador de la fe, en Jesús…” Hebreos 12:1-2

Esta debe ser nuestra profunda convicción; sin embargo, este tema habla de un
tipo de “espíritus” y su mover e influencia en nuestros días. Desconocer este tema
y otros de la misma naturaleza, sería como dar ventajas a los enemigos

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espirituales sobre nuestra vida. No es la intención llevar al cristiano a ver y hablar

de “diablos” en todas partes, pero sí tomar las medidas necesarias para no ser
engañados.

Algunos Extractos fueron tomados de Notas en relación al Tema.

Autor: B.R. Hicks

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