Fracturas Miembro Superior PDF
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Fracturas de clavícula
Corresponde al 10 a 15% de las fracturas en niños. Se puede presentar en el periodo
neonatal secundario a trauma periparto.
Examen físico
Se caracteriza por edema y dolor en el hombro, con dolor a la palpación en la clavícula.
En el recién nacido se presenta disminución de la movilidad de la extremidad o
pseudoparálisis
Rayos X
Para el estudio de cualquier lesión en hombro están indicados los rayos X AP, axial de
hombro y lateral de escápula del hombro comprometido.
Clasificación
Se clasifican según la localización de la fractura en fracturas del tercio interno, el tercio
medio (que corresponde al 90%) y del tercio externo
Manejo: En general el manejo es conservador con la colocación de un cabestrillo por 3 a
4 semanas según la edad del paciente. En niños existen muy pocas indicaciones de
manejo quirúrgico en general solo se requiere en presencia de una fractura abierta o una
lesión neurovascular. En el recién nacido se inmoviliza la extremidad contra el tórax del
paciente y se considera que se presenta consolidación a los 8 a 10 días.
En pacientes con fracturas con desplazamiento mayor a 2.5cm o localizadas en el tercio
externo alrededor de la adolescencia es necesaria la evaluación por ortopedia para
evaluar si es necesaria la realización de manejo quirúrgico
Luxación de hombro
Es muy rara en niños, se debe hacer el diagnostico diferencial con fractura de humero
proximal, en general se presenta alrededor de la adolescencia el manejo es similar al del
adulto (ver luxación de hombro en adultos)
Humero proximal
Corresponden al 0.45% de todas las fracturas en niños y al 4 al 7% de las fracturas
epifisiarias. La epífisis proximal corresponde al 80% del crecimiento del humero, por lo
tanto las fracturas a este nivel tienen un gran poder de remodelación.
Examen físico
Se caracteriza por edema y dolor en el hombro, con dolor a la palpación en el humero
proximal. En el recién nacido se presenta disminución de la movilidad de la extremidad o
pseudoparálisis.
Rayos X
Para el estudio de cualquier lesión en hombro están indicados los rayos X AP, axial de
hombro y lateral de escápula del lado comprometido.
Clasificación
Se clasifican según la clasificación de Salter y Harris de fracturas en niños (Ver capitulo
de generalidades de fracturas en niños). Las tipo I ocurren con mayor frecuencia
neonatos y en niños menores de 8 a 10 años, las tipo II en mayores de 10 años.
Manejo
El manejo es conservador con la colocación de un cabestrillo por 3 a 4 semanas según la
edad del paciente. En niños menores de 12 años existen muy pocas indicaciones de
manejo quirúrgico por la gran capacidad de remodelación en la tabla 1 se indican los
parámetros de reducción aceptable según la edad del paciente.
Solo se requiere manejo quirúrgico en presencia de una fractura abierta, una lesión
neurovascular, pacientes con politrauma o pacientes con fracturas desplazadas.
Fracturas de la diáfisis humeral
Corresponden al 1 al 3% de todas las fracturas en niños. La presencia de esta lesión en
menores de 3 años nos debe alertar a la presencia de maltrato infantil.
Examen físico
Se caracteriza por dolor y deformidad en el brazo. En este tipo de fractura se debe
evaluar la integridad del nervio radial, especialmente en las que comprometen el tercio
distal de la diáfisis.
Rayos X
Se debe ordenar rayos X AP y lateral de brazo comprometido.
Clasificación
Se clasifican como las fracturas diafisiarias, según la localización de la fractura y el trazo
de la fractura (Ver sección de generalidades)
Manejo
En general el manejo es conservador mediante la aplicación de una pinza de azúcar
(Férula en U), es importante recordar que al colocarla se debe realizar presión sobre la
cara lateral del brazo con el fin de controlar la fuerza deformante del deltoides. Esta férula
se deja inicialmente por 8 a 10 días, luego de debe realizar cambio de la misma cada 15
días, hasta completar 6 a 8 semanas de inmovilización. En la tabla 1 se indican los
criterios de reducción adecuada según la edad.
En caso de no lograr una reducción adecuada o la presencia de fractura abierta o lesión
neurovascular esta indicada la remisión a ortopedia para definir el manejo a seguir.
Examen físico
La historia y el cuadro clínicos suelen ser casi constantes. Generalmente es un paciente
menor de 5 años que tras una tracción brusca de la extremidad superior desde la mano,
presenta un dolor agudo, con el codo flexionado e impotencia para movilizar el codo, el
antebrazo y la mano. Es característico que a pesar de la incapacidad el paciente no
presenta edema ni deformidad.
Rayos X
Si la historia clínica y el examen físico indican la lesión no es necesario realizar rayos X.
Solo estaría indicado en caso de sospechar la presencia de otra lesión asociada.
Manejo
La maniobra de reducción consiste primero se coloca un dedo en la cara lateral del codo
a nivel de la cabeza del radio y luego se realiza flexión de codo y se va realizando
extensión del codo a la vez que realiza supinación forzada en caso de no lograr reducción
se hace pronación forzada del antebrazo en flexión, con frecuencia se sentirá un «clic»
que se siente todavía mejor si se coloca el pulgar a nivel de la cabeza radial. Unos
minutos tras la maniobra, y a veces inmediatamente, el niño comienza espontáneamente
a utilizar el brazo lesionado lo que nos indica que el problema está resuelto. Luego de la
reducción no requiere inmovilización con férula, se indica un cabestrillo dos o tres días.
Si luego de la reducción el paciente persiste con limitación para la movilidad esta indicado
realizar estudios adicionales de codo o antebrazo para buscar otra causa.
Supracondíleas humero
Corresponden al 15% de las fracturas de los niños, siendo el 85% de las fracturas del
codo. El pico de incidencia se encuentra entre los 5 y 7 años.
Examen físico
Clínicamente se presenta deformidad y edema en codo. Es importante realizar un examen
neurovascular completo principalmente de la del nervio radial y de la rama interósea
mediano que pueden comprimirse en el foco de fractura, esta última se evalúa pidiendo
al paciente que realice flexión de la falange distal del 1 y 2do dedo.
Rayos X
Se solicita AP y lateral del codo comprometido. En las fracturas no desplazadas (Gartland
I), en algunos casos solo se detectan las fracturas por signos indirectos de lesión como
son la presencia del cojinete graso posterior y la perdida de la línea humeral anterior. Ver
figura 7 y 8.
Clasificación
En el caso de las fracturas supracondíleas del humero distal se clasifica si son en
extensión (95% de las fracturas) o en flexión (5 % de las fracturas). El desplazamiento se
clasifica según Gartland en:
Tipo I Fractura no desplazada se pueden evidenciar de lesión ósea o signos indirectos de
la misma, como es el signo del cojinete graso posterior.
Tipo II Fractura unicortical que está desplazada. Una de las corticales esta comprometida
y la otra forma una bisagra.
Tipo III Se observa el compromiso de dos corticales.
Manejo
Luego de realizar una evaluación adecuada y descartar la presencia de síndrome
compartimental se procede a colocar una férula braquiopalmar, se recomienda colocarla
en 50 a 70 grados de flexión del codo en las fracturas grado I y II, en 20 a 30 grados de
flexión de codos o extensión completa (si el paciente es incapaz de lograr flexión por
dolor) en las fracturas grado III.
En las fracturas grado I se coloca inmovilización con férula braquiopalmar por 3 a 4
semanas.
Se indica remisión para manejo por especialista en las fracturas grado II o III. Es
importante recordar que esta se debe realizar antes de 3 a 7 días de ocurrida la lesión ya
que luego de esto no es posible lograr la reducción adecuada de la fractura. En las
fracturas tipo II esta indicado el manejo quirúrgico si la línea humeral anterior no corta el
cóndilo lateral o si hay angulación en varo del humero distal, todas las fracturas tipo III
son de manejo quirúrgico, en general el manejo consiste en una reducción cerrada y
fijación con pines.
Examen físico
Clínicamente se presenta deformidad y edema en codo. Es importante anotar que en este
tipo de lesión el edema es localizado en la cara lateral del codo y no hay tanto edema
posterior o medial.
Rayos X
Se solicita rayos X AP y lateral del codo comprometido. En niños pequeños en algunos
casos es observar la fractura y si el paciente presenta clínica compatible es importante
solicitar unos rayos X del codo sano. En estos rayos X se debe evaluar si hay presencia
de edema en la cara lateral del codo. Figura 9.
Clasificación
Estas lesiones se clasificación según el grado de desplazamiento. En la clasificación de
Jakob las tipo I la superficie articular esta intacta, en la tipo II hay una de la superficie
articular y en las tipo III hay desplazamiento y rotación del fragmento.
Manejo
Como manejo inicial se indica la colocación de una férula braquiopalmar con el antebrazo
en supinación. Por ser una fractura intrarticular se recomienda la evaluación por
ortopedista la cual debe realizarse antes de los primeros 3 a 5 días de la lesión.
La mayoría de estas lesiones son quirúrgicas por el riesgo de desplazamiento que genera
incongruencias articulares y no unión del cóndilo lateral. El manejo consiste en un
reducción anatómica de la articulación y una fijación con pines o tornillos según la edad
del paciente y las características de la fractura.
Fracturas de olecranon
Son muy raras en los niños (1-2% del total de fracturas del codo).
Examen físico
Se caracterizan por edema y dolor en la parte posterior del codo, con dolor a la palpación
del olecranon. Además el paciente puede presenta imposibilidad para la extensión del
codo en fracturas desplazadas.
Rayos X
Se solicitan rayos X AP y lateral de codo comprometido. El núcleo de osificación
secundaria del olecranon aparece solo hasta los 8 a 10 años de vida y luego de esta edad
es más fácil evaluar la lesión a este nivel. En pacientes menores de 8 años ante la
sospecha se fractura que no se visualice claramente en los rayos X se sugiere ordenar
rayos X comparativos del lado sano.
Es fundamental en las fracturas de olecranon evaluar que no se presente una luxación
asociada de la cabeza de radio (luxofractura de Monteggia) para descartar esto se utiliza
la línea radiocapitelar, en la cual una línea trazada por el eje de la cabeza de radio debe
cortar el cóndilo lateral en cualquier proyección. Ver figura 10
Clasificación
Se clasifican en fracturas extrarticulares completas e incompletas y fracturas
intrarticulares.
Manejo
Como manejo inicial se indica la colocación de una férula braquiopalmar en 20 a 30
grados de flexión de codo, con el fin de relajar el mecanismo extensor del codo.
En fracturas no desplazadas se deja inmovilización con férula por 4 a 6 semanas según la
edad del paciente.
En caso de observarse una fractura desplazada, fractura con compromiso intraarticular o
luxación de la cabeza de radio debe realizarse una remisión a ortopedia para un manejo
quirúrgico.
Examen físico
El paciente presenta dolor en cara externa del codo con mayor o menor inflamación e
impotencia funcional sobre todo para la prono-supinación del antebrazo.
Rayos X
Se ordena rayos X AP y lateral del codo comprometido, en caso de dudas se sugiere
ordenar rayos X del codo sano. En los rayos X se evalúa la angulación radio y se traza la
línea de radiocapitelar para descartar luxación asociada. Figura 11.
Clasificación
Se basa en la magnitud del desplazamiento. Según O´Brien se clasifican en tipo I con
angulación menor de 30 grados, tipo II entre 30 y 60 grados y Tipo III mayor de 60 grados.
Manejo
Como manejo inicial se indica la colocación de una férula braquipalmar en supinación y
90 grados de flexión.
En fracturas no desplazadas se deja inmovilización con férula por 4 semanas según la
edad del paciente.
Si se observa una angulación mayor de 30 grados o desplazamiento mayor de 5mm se
debe remitir para manejo por ortopedia antes 3 a 5 días de acontecida la lesión.
Fracturas de antebrazo
Corresponden aproximadamente al 25% de todas las fracturas en los niños.
Examen físico
Se caracteriza por edema y deformidad en tercio medio de antebrazo, es importante
evaluar en este tipo de lesiones el codo con el fin de descartar compromiso en este nivel.
Rayos X
Se debe ordenar rayos X AP y lateral del antebrazo que incluya codo y la muñeca.
Al evaluar los rayos X de una fractura de antebrazo es fundamental tener claro dos
posibles lesiones estas son:
-En caso de las fracturas de radio diafisiaria se debe evaluar el cubito distal con el fin de
descartar una luxofractura de Galeazzi (Fractura de radio con luxación del cubito distal).
-En caso de una fractura diafisiaria o metafisiaria proximal de cubito debe evaluarse
siempre si en la radiografía es posible evaluar adecuadamente el codo con el fin de
descartar luxofractura de Monteggia (Fractura de cubito con luxación de la cabeza de
radio). Esto se evalúa mediante el trazo de la línea radiohumeral que consiste que una
línea por la diáfisis del radio que pase por el centro de la cabeza radial corte por el centro
el cóndilo lateral humeral en cualquier proyección de rayos X, en caso de no observarse
esto se considera que la cabeza del radio se encuentra luxada. Ver figura 10
Clasificación
Las fracturas de la diáfisis de cubito y radio se clasifican en:
-Deformidad plástica: Es cuando se presenta una angulación sin fractura de ninguna de
las corticales. Es importante anotar que en caso de ser una deformidad plástica del cubito
es fundamental evaluar que no se presente luxación radiocubital proximal. Ver figura 10
-Fractura leño verde: Se presenta ruptura de una cortical con angulación de la otra.
Ocurren generalmente en menores de 8 años.
-Fractura completa: La cual se clasifica según el trazo de fractura y la localización de la
lesión (ver sección de generalidades). Ocurren generalmente en menores de 8 años.
Manejo
Como manejo inicial se debe evaluar si hay deformidad clínica de la extremidad. En caso
de no observarse deformidad clínica, se evalúan los rayos X en caso de observarse una
fractura no desplazada el manejo consiste en la colocación de una férula braquiopalmar
en desviación cubital de la muñeca por 8 a 10 días y luego se coloca un yeso circular o
una férula braquipalmar hasta completar 5 a 7semanas de la fractura según la edad del
paciente.
El manejo de las fracturas con deformidad clínicamente evidente se recomienda realizar
una tracción manteniendo desviación cubital de la muñeca y luego de esto se inmoviliza
con una férula braquipalmar en desviación cubital.
En las fracturas de antebrazo la angulación depende de la edad del paciente y de la
localización de la fractura, en la tabla 1 se dan los criterios de reducción adecuada, es
importante tenerlos en cuenta pues la deformidad residual puede comprometer la
pronosupinación.
En las fracturas desplazadas o en las luxofracturas de antebrazo se considera que
siempre se debe realizar evaluación por ortopedista la cual se debe realizar antes de 5 a
7 días del trauma.
El manejo por ortopedia depende del tipo de lesión que presente el paciente así:
-Deformidad plástica: Como se anoto anteriormente en caso de deformidad plástica del
cubito es fundamental evaluar la cabeza de radio para descartar la luxación radiocubital
proximal. El manejo de la deformidad plástica consiste en realizar una presión sostenida
en el vértice de la lesión durante 3 a 5 minutos. Por ser un procedimiento doloroso se
considera que debe realizarse bajo anestesia general.
-Fractura en leño verde: Se recomienda fracturar la cortical contralateral o corregir la
deformidad rotacional y luego inmovilizar con férula braquiopalmar. En caso de que luego
de la reducción se observe que la fractura es inestable se indica manejo quirúrgico similar
a las fracturas completas.
-Fracturas completas: Depende de la edad del paciente, el desplazamiento y la
inestabilidad de la fractura. Se acepta que pacientes con fracturas estables menores de 8
años son susceptibles de manejo con reducción cerrada bajo anestesia y yeso, los
pacientes mayores o con fracturas inestables independiente de la edad requieren manejo
quirúrgico, el cual se realiza con fijación interna con clavos endomedulares flexibles o
placas.
-Luxofractura de Monteggia: El tratamiento consiste en realizar una reducción y
estabilización de la fractura del cubito (por métodos abiertos o cerrados) y una reducción
de la articulación radiocubital proximal.
-Luxofractura de Galeazzi: El tratamiento consiste en realizar una reducción de la fractura
del radio (por métodos abiertos o cerrados) y una reducción de la articulación radiocubital
distal.
Fractura distal de radio
Es la fractura mas frecuente en todos los grupos de edad, y generalmente se produce por
caída de altura con mano en extensión o flexión. El 75% de las fracturas del antebrazo se
localizan en su tercio distal, siendo el radio el hueso más frecuentemente afectado. Estas
fracturas pueden presentarse aisladas o asociadas a otras como son las supracondíleas
de codo o escafoides.
Examen físico
Es importante realizar un examen neurovascular completo principalmente del nervio
mediano que puede comprimirse en el foco de fractura.
Rayos X:
En los rayos X iniciales AP y lateral de antebrazo comprometido que incluya muñeca.
Clasificación
Las fracturas de metáfisis distal del radio se clasifican en:
-Fractura en rodete («Torus fracture»): Es una fractura metafisiaria de radio distal sin
compromiso de la fisis ni la articulación en la que se observa una irregularidad de la
cortical pero no se observa angulación ni desplazamiento.
- Fractura completa: dan lugar a deformidades y edema en radio distal y las
completamente desplazadas generan imagen en dorso de tenedor con cabalgamiento y
rotación de los fragmentos.
-Fractura de la fisis distal del radio. Se clasifican según la Salter y Harris. (Ver sección de
generalidades)
Manejo
Como manejo inicial se indica la colocación de una férula braquiopalmar.
En fracturas no desplazadas o con angulación menor de 10 grados se indica la
inmovilización con férula por 8 a 10 días y luego se cambia la inmovilización por férula
braquiopalmar o yeso hasta completar 4 a 5 semanas según la edad del paciente.
En caso de fracturas desplazadas no cabalgadas se recomienda la reducción de la
fractura previa sedación, anestesia general o bloqueo anestésico, lo cual se realiza
mediante una tracción longitudinal llevando la muñeca en desviación cubital e
inmovilizando la extremidad con una férula braquiopalmar. Si el paciente presenta una
cabalgada es necesario aumentar la deformidad y de la fractura para poder lograr la
reducción. En caso de no lograr una reducción adecuada o no conocer la técnica se
recomienda el manejo inicial y luego la remisión al especialista que debe hacerse en los
primeros 3 a 5 días luego del trauma pues luego de esto es muy difícil lograr una
reducción adecuada.
Es importante tener claro que este segmento anatómico presenta una gran capacidad de
remodelación por lo que es fundamental considerar la edad del paciente y la dirección de
la angulación en el momento de evaluar la reducción pues en pacientes con 2 años de
crecimiento óseo remanente pues tolerar deformidades hasta de 20 grados. Por lo
anterior el manejo quirúrgico solo esta indicado en fracturas inestables, fracturas abiertas,
fracturas con compromiso intraarticular o con signos de lesión neurovascular.
Examen físico
En pacientes con lesiones de punta de dedo por aplastamiento se caracteriza por edema
y deformidad en la falange distal, en estos pacientes es fundamental evaluar la lesión de
tejidos blandos, la uña y el lecho ungeal.
En paciente con compromiso a otro nivel se caracterizan por edema y deformidad en el
segmento afectado, se debe evaluar si el paciente presenta rotación de los dedos esto se
evalúa pidiendo al paciente que realice flexión de los dedos y la punta del dedo debe
apuntar hacia el escafoides.
Clasificación
Según la localización de las lesiones se clasifican en fracturas diafisiarias, fracturas
metafisiarias o fracturas fisiarias.
Rayos X
Se ordenan rayos X AP y oblicua de la mano comprometida.
Manejo
Como manejo inicial en fracturas de 2º a 5º dedo se indica la colocación de una férula
antebraquiodigital en la cual se deje la muñeca en 20 a 30 grados de extensión de
muñeca, la metacarpofalángica en 90 grados de flexión y la interfalángica proximal y distal
en extensión, la inmovilización debe incluir el dedo afectado y el dedo vecino. En niños
menores de 10 a 12 años en general no se indica la inmovilización con el dedo vecino
(¨Buddy Tapping¨), por la dificultad de cumplir el tiempo de inmovilización.
En el primer dedo se indica una férula de pulgar en la cual se deje el primer dedo en
oposición de 30 a 40 grados.
En fracturas no desplazadas se indica la inmovilización por 14 a 21 días según la edad
del niño.
En caso de las lesiones de punta de dedo es fundamental recordar algunos principios
para su manejo:
-En caso de presentarse una lesión abierta el manejo debe realizarse como una fractura
abierta.
-Tratar de conservar la uña pues en fracturas de falange distal se comporta como férula
biológica.
-Si se observa un hematoma subungueal se debe realizar un drenaje del mismo.
-Si se observa compromiso del lecho ungueal se debe remitir lo mas pronto posible para
realizar reparación quirúrgica.
En el caso de fracturas desplazadas se indica el realizar una realineación del dedo
afectado mediante tracción longitudinal, luego realizar inmovilización y control de rayos X
en caso de observar desplazamiento (Ver tabla1) o fractura con compromiso articular se
indica la remisión para manejo por ortopedia antes de 3 a 5 días.
Localización Edad Máximo tolerable
Humero proximal 5años 70 Angulación
5-12 años 40 - 70 Angulación
12 años 40 Angulación 50% aposición
Humero diafisiario Varo 30
Antecurvatum 20
Acortamiento 2cm
Supracondilea humero Extensión 10-20
No tolera angulación
Cabeza de radio 30 Angulación
Translación 3mm
Radio y cubito diafisiario 8 años Angulación 10
proximal Malrotacion 30
Desplazamiento 100%
8 años Angulación 0
Malrotación 30
Desplazamiento 100%
Radio y cubito diafisiario 8 años Angulación 20
medio y distal Malrotación 30
Desplazamiento 100%
8 años Angulación 10
Malrotación 30
Desplazamiento 100%
Trauma cervical
En niños el 0.2% de las fracturas se localizan en la columna cervical, el compromiso es
diferente según el grupo de edad en los menores de 8 años hay compromiso cervical alto
y en los mayores es similar al del adulto.
Es importante anotar que los niños por la diferencia en características fisiológicas y
anatómicas pueden presentar un cuadro que se ha denominado SCIWORA (Spinal Cord
Injury Without Radiological Abnormalities), este se caracteriza por la presencia de signos
y síntomas de lesión neurológica con rayos X reportados como normales.
Examen físico
Se sospecha en todo paciente que presente luego de un trauma dolor, limitación para la
movilidad de la columna cervical, torticullis y además en todo paciente inconsciente o
con déficit neurológico.
También se debe sospechar en pacientes que refieran debilidad muscular o alteración de
la sensibilidad de las extremidades.
Dentro del examen neurológico es fundamental la evaluación de los reflejos pues ante un
paciente inconsciente o consiente con trauma cervical que presente clonus, hiperreflexia o
Babinski se debe descartar la presencia de lesión neurológica tipo SCIWORA.
Rayos X
Inicialmente se solicitan rayos X AP y lateral de columna cervical, en caso de persistir
síntomas se indica TAC para aclarar el diagnostico. En los casos en los que se observa
déficit neurológico y no hay hallazgos radiológicos esta indicado solicitar una resonancia
magnética nuclear para descartar una lesión medular.
Manejo
Ante la sospecha de trauma cervical es necesario inmovilizar el paciente para su remisión,
es importante recordar que el niño menor de 8 años la cabeza es proporcionalmente mas
grande que el cuerpo, por lo que al momento de realizar el transporte se debe evaluar que
la cabeza no quede en flexión al colocarla en la camilla, en caso de ser así se recomienda
colocar una sabana a nivel de los hombros con el fin de elevar el tórax y así evitar la
flexión de la columna cervical.
Es importante recordar que cualquier paciente menor de 18 años que persista con dolor
en columna cervical a la movilización pasiva o activa, se debe considerar que presenta
alguna lesión que requiere manejo, por lo que se recomienda inmovilizar con collar
cervical y remitir para evaluación por ortopedia.