Este documento discute dos tipos de tutela previstos en la Ley 30364 contra la violencia familiar en Perú: la tutela inhibitoria y la tutela de remoción del ilícito. La tutela inhibitoria busca prevenir actos ilícitos futuros mediante prohibiciones, mientras que la tutela de remoción del ilícito busca eliminar los efectos de actos ilícitos ya ocurridos sin necesidad de demostrar daños. El autor argumenta que ambos tipos de tutela son esenciales para proteger efectivamente los derechos de las v
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Este documento discute dos tipos de tutela previstos en la Ley 30364 contra la violencia familiar en Perú: la tutela inhibitoria y la tutela de remoción del ilícito. La tutela inhibitoria busca prevenir actos ilícitos futuros mediante prohibiciones, mientras que la tutela de remoción del ilícito busca eliminar los efectos de actos ilícitos ya ocurridos sin necesidad de demostrar daños. El autor argumenta que ambos tipos de tutela son esenciales para proteger efectivamente los derechos de las v
Descripción original:
hacia una nueva interpretacion de las medidas de proteccion de la ley 30364
Este documento discute dos tipos de tutela previstos en la Ley 30364 contra la violencia familiar en Perú: la tutela inhibitoria y la tutela de remoción del ilícito. La tutela inhibitoria busca prevenir actos ilícitos futuros mediante prohibiciones, mientras que la tutela de remoción del ilícito busca eliminar los efectos de actos ilícitos ya ocurridos sin necesidad de demostrar daños. El autor argumenta que ambos tipos de tutela son esenciales para proteger efectivamente los derechos de las v
Este documento discute dos tipos de tutela previstos en la Ley 30364 contra la violencia familiar en Perú: la tutela inhibitoria y la tutela de remoción del ilícito. La tutela inhibitoria busca prevenir actos ilícitos futuros mediante prohibiciones, mientras que la tutela de remoción del ilícito busca eliminar los efectos de actos ilícitos ya ocurridos sin necesidad de demostrar daños. El autor argumenta que ambos tipos de tutela son esenciales para proteger efectivamente los derechos de las v
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Tutela inhibitoria y tutela
de remoción del ilícito
Hacia una nueva interpretación de las medidas de protección previstas en la Ley 30364
JIM L. RAMÍREZ FIGUEROA
Abogado por la Universidad Nacional Hermilio Valdizán I. Alcances de le Ley 30364 La Ley 30364 prevé la existencia de un «proceso especial» (regula en su Titulo II, capitulo I), cuya finalidad es proteger los derechos de las víctimas de actos de violencia, a través de medidas de protección o medidas cautelares, y la sanción de las personas que resulten responsables (artículo 6 del Reglamento de la ley). Como puede apreciarse la competencia para conocer este «proceso especial» dependerá de la finalidad que busque alcanzar. Cuando la finalidad perseguida sea la de obtener medidas de protección y tutela cautelar [en materia civil], el citado «proceso especial», según el Reglamento de la Ley (capítulo III), tendrá una denominación distinta, esta vez será un «un proceso de tutela y protección», cuyo conocimiento corresponderá a los jueces de familia. Las medidas de protección son dictadas para el bienestar y seguridad de la víctima (artículo 37, numeral 37.1). Las medidas de protección que pueden ser dictadas a favor de víctima se concretan a través de prohibiciones (de acercamiento, comunicación, de portar armas, de acceso a determinados lugares, de enajenar bienes de propiedad común), retiro del agresor e inventario de bienes (artículo 22 de la Ley 30364, y artículo 37, numeral 37.3 del reglamento). En ese contexto, el objeto de la citada ley consiste en prevenir, erradicar y sancionar toda forma de violencia producida en el ámbito público o privado contra las mujeres y contra los integrantes del grupo familiar [artículo 1]. Ahora, parece bastante obvio que por medio de las medidas de protección no se erradican ni se sancionan los actos de violencia producida en el ámbito público o privado contra las mujeres y contra los integrantes del grupo familiar. Así, la finalidad que se busca satisfacer a través de las medidas de protección consiste en prevenir. De manera que, la tutela que se otorga a las víctimas a través de las medidas de protección es una especie de tutela preventiva. II. TUTELA PREVENTIVA Si comprendemos que la dignidad de la persona humana es el fundamento del Estado Constitucional, como lo hace nuestra Constitución, y al mismo tiempo vemos en la libertad y la igualdad los fines que el Derecho esta llamado a realizar, entonces el proceso debe reconocer como su fin primordial la tutela de los derechos. La finalidad del proceso no puede ser reducida solo a la solución de controversias. Ya que, como dice Pérez Ragone «La jurisdicción mediante el proceso persigue prioritariamente la oportuna y adecuada tutela de los derechos cuya protección es requerida». La adecuación de la tutela a las necesidades del derecho material, en palabras de Proto Pisani, debe traducirse en la predisposición de tutela jurisdiccional adecuados a las necesidades de tutela de cada situación de derecho sustancial. Así, la necesidad de prestar atención al derecho material a ser tutelado impone adecuar procesos y procedimientos, a fin de alcanzar la tutela que nos fue prometida al prohibirnos la autotutela. En este contexto, existe la necesidad de una tutela anterior al daño, cuyo contenido sea netamente preventivo, ya que a través de los procesos de cognición plena no es posible alcanzar una tutela jurisdiccional adecuada, efectiva y tempestiva. a) Tutela inhibitoria La tutela inhibitoria se destina a impedir la violación de un derecho, ya que a través de ella se puede volver a impedir la práctica un acto contrario al derecho, o también su repetición o continuación. Como puede apreciarse la tutela inhibitoria actúa a futuro en relación a una conducta ilícita iniciada o por iniciar para hacer que cese o se efectúe acorde a derecho. Por ello, la tutela inhibitoria es aquella protección del derecho material destinada a impedir la práctica, reiteración o continuidad de un acto ilícito, por lo que, al buscar su prevención, mira hacia el futuro. En palabras de Marinoni, para la tutela inhibitoria, interesa si el ilícito se puede cometer, continuar o repetir; es decir, no tiene ninguna relevancia el acto ilícito ya cometido, cuya repetición o continuación no se teme. Así, la nota característica de la tutela inhibitoria es que atiende a la prevención. De acuerdo con esto, en la acción inhibitoria es necesario demostrar no sólo la probabilidad de que se realice un acto, sino también que dicho acto configura un ilícito. Ello quiere decir que la tutela inhibitoria depende de la prueba de hechos pasados que apuntan a la probabilidad de que se produzca el hecho temido. En otros términos, se trata de probar hechos indiciarios que permitan al juez ver la probabilidad de que se realice el acto que se desea inhibir. Entendemos aquí que la tutela contra el ilícito no se vuelve contra un daño, sino apenas contra un acto contrario al derecho que deja marcas en el tiempo, constituyendo una fuente capaz de generar daños. De allí que, el único presupuesto para la tutela inhibitoria es la amenaza de la práctica de un acto contrario al derecho. En suma: se trata de una tutela preventiva por que está enfocada hacia el futuro, para proteger contra algo que aún no ocurrió, sino que puede ocurrir. b) Tutela de remoción del ilícito Al igual que la tutela inhibitoria, la tutela de remoción del ilícito es una tutela que prescinde del daño y de la investigación de la culpa [léase responsabilidad]. Es una tutela posterior a la práctica del acto ilícito, por ello no inhibe el ilícito. Ocurrido el ilícito se dirige contra él, independientemente de que haya o no provocado un daño. Esto último a efectos de remover o eliminar los efectos concretos del ilícito, es decir, la causa del daño. Para esta tutela es suficiente la transgresión de un mandato jurídico, no teniendo importancia si el interés privado tutelado por la norma fue efectivamente lesionado o si ocurrió un daño. En palabras de Cavani, la tutela de remoción del ilícito es aquella protección del derecho material destinada a remover los efectos causados por el acto ilícito, por lo que, al buscar su eliminación, mira hacia el pasado. Solo entendiendo la verdadera naturaleza de las medidas de protección podremos evitar decisiones como esta: Como acertadamente dice Cavani, «en el Perú, para tutelar los derechos contra el acto ilícito de forma efectiva, es absolutamente necesario pensar en términos de tutela del derecho, y además –y esto es lo más importante– que no se requiere ningún tipo de reforma legislativa para lograr dicho propósito».