Independencia de Centroamérica
Independencia de Centroamérica
Independencia de Centroamérica
A finales del siglo XVIII, surgieron los pri-meros deseos de libertad en las colonias americanas, pero
muchas de ellas lograron su independencia hasta las primeras décadas del siglo XIX. Los criollos y
una parte de la población indígena y esclava que bus-caba liberarse de la explotación impulsaron los
movimientos independentistas. En este proceso influyeron hechos internos y exter-nos, que
fortalecieron la idea de igualdad y libertad.
El cambio de mentalidad producido por el movimiento de la Ilustración, que criticaba las instituciones
políticas, económicas y religiosas de las monarquías, contribuyó para que los criollos se interesaran
en aplicarlas en las provincias que integraban el Reino de Guatemala. Las ideas de libertad, igualdad
y fraternidad, unidas a las reformas de poder político que planteaba la Ilustración, alentaron al pueblo
francés a lanzar la Revolución francesa, que derrocó el sistema de gobierno que los oprimía. Esta
revolución estalló el 14 de julio de 1789 y originó la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano. En este documento se defiende la igualdad de los seres humanos en la sociedad y su
derecho a convivir en libertad y fraternidad. Además, la lucha de las 13 colonias, que terminó en la
independencia de Estados Unidos, sirvió de ejemplo para los criollos latinoamericanos.
Estas influencias externas se unieron a los conflictos sociales que existían dentro de las colonias. Los
criollos se sentían marginados del poder político, a pesar de poseer poder económico. Deseaban
ocupar cargos públicos, elaborar leyes y administrar el territorio. Además, rechazaban la idea de pagar
impuestos a España y la obligación de comerciar únicamente con la metrópoli, situación que originó el
contrabando y la piratería. La explotación económica y la extrema pobreza en que vivían los indígenas,
los afrodescendientes y los mulatos provocaron varias sublevaciones en diversos lugares.
Un año después, en 1822, Guatemala y el resto de provincias decidieron anexarse a México y formar
parte del imperio presidido por Agustín de Iturbide. Esta anexión duró hasta julio de 1823, cuando el
emperador fue despojado de su cargo y se declaró la independencia de las Provincias Unidas de
Centroamérica, así como la creación de la Federación Centroamericana.
A pesar de los esfuerzos por mantener la Federación, no se conservó la unión entre los países del
istmo. Las constantes luchas entre conservadores y liberales contribuyeron a la ruptura. A partir de
1837, cada país declaró su independencia en forma definitiva.
En los primeros años de vida independiente la estructura social fue muy similar en todos los países de
América. Durante esta etapa, la marcada división de clases sociales no sufrió ningún cambio
representativo y la posibilidad de cambiar de clase social fue escasa.