Boom Petrolero
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Boom Petrolero
Boom petrolero
3.1. La historia del petróleo en Ecuador
En Ecuador se explota petróleo en dos zonas: en la península de Santa Elena y en la
Amazonía ecuatoriana. La historiadora Jenny Estrada, en su libro Ancón, señala que el
petróleo de la península se conocía desde antes de la llegada de los españoles a estas costas.
Los nativos lo llamaban copey o copé. Luego esos yacimientos fueron explotados
primitivamente y la producción se exportaba a Perú para la fabricación de brea. El padre
Juan de Velasco, en su Historia del Reino de Quito, da cuenta de que en los pueblos de
Chanduy y Chongón, en la provincia de Santa Elena, existían diversos manantiales
perennes naturales de alquitrán y brea, que se utilizaban para calafatear los barcos
(Gordillo, 2003). Sin embargo, recién a mediados del siglo XIX se conocen datos ciertos
sobre la existencia del petróleo en el país. En 1858, el geógrafo ecuatoriano Manuel
Villavicencio, en su libro Geografía sobre el Ecuador relata que encontró asfalto y
alquitrán en el río Hollín y en los manantiales salitrosos de la cordillera del Cutucú,
provincia de Morona Santiago. El territorio de Ecuador está determinado por un tipo de
zonificación geotécnica y mineralógica. En los Andes ecuatorianos destacan dos unidades
geotécnicas: la cuenca antearco, que comprende las cordilleras de la Costa, y la cuenca
amazónica. Las formaciones geológicas más conocidas de la cuenca amazónica son:
Hollín-Napo, Tena, Tiyuyacu, Chalcana, Arajuno, Hambira, Chambira, Mesa, Santiago,
Macuma y Chapiza
3.1.1. Descubrimiento del primer pozo petrolero en la costa ecuatoriana (Santa
Elena)
Como hemos dicho, los primeros descubrimientos fueron hechos por los indígenas en la costa
sur ecuatoriana, en la actual provincia de Santa Elena, donde el petróleo se encuentra
almacenado en areniscas de edad neogénica, y las trampas petrolíferas son principalmente de
fallas y estratigráficas (Paladines, 2005; 171). En 1878, se otorgó la primera concesión, a favor
del ciudadano colombiano M. G. Mier, para que pudiera extraer de los terrenos comprendidos
en la jurisdicción de la parroquia Santa Elena toda especie de sustancias bituminosas (petróleo,
brea y kerosene) que en ellos se encontraran. En 1885, el italiano Salvatore Viggiani consolidó
los derechos de varios concesionarios de esos suelos. En 1886, el Congreso de la República
expidió el primer Código de Minería del Ecuador, que declaraba la propiedad estatal sobre
minas, pero que reconocía el dominio particular sobre la superficie del terreno que las cubra.
En 1890, el Congreso reformó el Código de Minería e introdujo una enmienda que permitió el
arrendamiento de las minas hasta por 50 años, disposición que fue derogada por el Congreso
de 1901. En 1902, se concedió a Salvatore Viggiani derechos sobre los yacimientos Carolina,
Las Conchas y Santa Paula, cuya extensión era de 1 200 hectáreas. Estos yacimientos se
otorgaron más tarde al Dr. Francisco Illescas, quien traspasó el dominio a la empresa Carolina
Oil Company. La concesión caducó en 1972 y desde 1973 los campos fueron revertidos al
Estado, a través de CEPE, que recién asumió su explotación en 1976. En 1909, se firmó el
contrato para la exploración y la explotación de minas y yacimientos de petróleo, asfalto y gas
natural, a favor de Carlton Granville Dunne. En ese mismo año, se obtuvieron los derechos
para explorar y explotar el petróleo de 23 yacimientos repartidos en una superficie de 8 900
hectáreas. Para ello, se fundó la empresa Concepción Ecuador Oil Limited. En 1911, llegaron
a Ecuador los primeros equipos manuales de perforación a percusión, importados desde
Inglaterra por el geólogo francés Carlos Van Isschot. En este mismo año, se descubrió el primer
pozo petrolero denominado Ancón 1 en Santa Elena, cuyo crudo liviano era de entre 30° y 40°
API. Con ese acontecimiento se inició la explotación de petróleo en Ecuador.
El pozo Lago Agrio 1 se cerró el 31 de julio del 2006, producía entonces apenas 33 barriles
diarios, la mayor parte de agua, después de haber generado para la nación casi 10 millones de
barriles.
Ya iniciada la década de los setenta se produce una afirmación de los importantes cambios
que caracterizaron la década anterior: mayor gravitación de los centros urbanos,
ampliación y diversificación de la base exportadora (en especial el petróleo), acentuación
del proceso de industrialización sustitutiva de importaciones, crecimiento de la población
asalariada, concentración creciente de la producción y el capital, extensión del mercado
propiamente capitalista. Las Fuerzas Armadas en ese tiempo, una vez más asumieron las
tareas de gobierno en febrero de 1972 anunciando la ejecución de un programa de reformas
sustanciales como la agraria, la tributaria y un conjunto de acciones en beneficio popular.
La economía del Ecuador siempre tuvo a lo largo de su historia altibajos, es así que la
larga recesión provocada por la crisis del cacao, que se inició a principios de la década de
los veinte, se le suma la Gran Depresión de los años treinta, esta fue superada con un nuevo
periodo de auge exportador: El Bananero, que abrió la puerta a una serie de cambios
largamente esperados en la sociedad ecuatoriana. Y la posterior crisis del banano,
registrada en los años sesenta, fue superada por el ya conocido boom petrolero a partir de
1972.Cuando teníamos un poco más de un año exportando petróleo, que empezó a fluir
hacia el mercado mundial el 18 de agosto de 1972, a raíz de la cuarta guerra árabe-israelí
en cuyo contexto los países árabes impusieron el bloqueo petrolero a algunas naciones
industrializadas, se produjo un primer y significativo reajuste de los precios del crudo en
el mercado internacional. El crudo Oriente que en agosto de 1972 se cotizó en $2,5 dólares,
subió a $ 4,2 dólares en 1973 y a $ 13,7 dólares en 1974. Este aumento de la valoración
del petróleo amplio notablemente el flujo de recursos financieros, facilitando un
crecimiento acelerado de la economía ecuatoriana.
La riqueza petrolera del Ecuador fue uno de los principales detonantes para el
endeudamiento extremo, es así que el monto de la deuda externa ecuatoriana creció en
casi 22 veces de $260.8 millones de dólares al finalizar en 1971 a $5,869.8 millones
cuando concluyo el año en 1981. Esta deuda paso del 16% del PIB al 42% del PIB en
1981. El auge petrolero y el masivo endeudamiento externo dieron lugar a una serie de
transformaciones muy amplias. A la postre de estas transformaciones no se alteraron los
patrones de producción dependientes del exterior, no se alteró el proceso de acumulación
atado a las exportaciones de productos primarios y menos aún se transformó la estructura
de la propiedad, caracterizada por niveles de elevada concentración tanto en los sectores
agrarios e industrial, como el comercial y bancario.
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3.5. Periodización de la etapa petrolera en el Ecuador
3.5.1. Primera fase (1972-1985)
A partir de 2000, se inicia una tendencia ascendente en los precios internacionales del
crudo. Varios estudios especializados sugieren que, a diferencia de otros episodios
similares en los últimos años, el alza actual en los precios del petróleo responde
principalmente a un crecimiento acelerado de la demanda internacional, con
posibilidades limitadas de incrementar la producción internacional en el mediano
plazo, ya que ésta se encuentra por Petróleo y estrategias de desarrollo en el Ecuador:
1972-2005 65 primera vez muy cerca de la capacidad instalada mundial, y la
incorporación futura de nuevas reservas de magnitud es improbable. En este escenario
pueden esperarse precios elevados en el mercado petrolero internacional sostenidos
en el corto y mediano plazo, aún si la volatilidad política del Medio Oriente se reduce
(Deffeyes, 2001; Bartsch y Müller, 2000; OPEC, 2004; Le Monde Diplomatique,
2005). Al mismo tiempo, se consolida la progresiva desnacionalización de la
producción petrolera en el país, con la construcción del OCP y el incremento de la
producción privada, con limitada participación estatal, cuyo valor fluctúa alrededor
del 20%. Mientras tanto, la producción estatal de crudos livianos declina desde 1993,
debido a la limitada reinversión de Petroecuador en recuperación secundaria y
terciaria en campos antiguos.
A finales del año 2003, con la construcción del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP),
el Ecuador aumentó su producción petrolera en 25% y las exportaciones de crudo
aumentaron en 40%. Además, este incremento se dio en un entorno favorable para los
precios del crudo. En mayo de 2006 el Estado ecuatoriano canceló el contrato con la
empresa norteamericana Occidental (OXY), que operaba el bloque 15, el mismo que
a partir de esa fecha pasó a ser explotado por el Estado.
Uno de los hechos más importantes en el marco regulatorio durante el segundo boom
petrolero fue la “Ley Reformatoria a la Ley de Hidrocarburos y a la Ley de Régimen
Tributario Interno”, publicada en el Registro Oficial en julio de 2010. Esta ley
determinó que “en los contratos de prestación de servicios para exploración y
explotación de hidrocarburos los contratistas como Operadores, no están sujetos al
pago de regalías. La totalidad de la producción del área del contrato es de propiedad
del Estado.” Además, en cuanto a la prestación de servicios se determinó que, dentro
de los ingresos provenientes de la producción de determinada área, el Estado
ecuatoriano se reserva el 25% de los ingresos brutos como margen de soberanía. Estos
cambios permitieron que para 2011 la producción nacional de petróleo de empresas
públicas representara el 72% del total. En ese mismo año las revueltas suscitadas en
los países árabes permitieron que el precio del crudo ecuatoriano aumentara en 35%
y llegara a $97 por barril.
Los ingresos del Gobierno Central crecieron a una tasa promedio anual del 17% entre
2007 y 2009 y de 11% entre 2010 y 2013[1]. En el primer periodo los ingresos
petroleros crecieron al 14% anual y en el segundo al 2%. En tanto, los ingresos no
petroleros crecieron 17% en el primer periodo y 14% durante el segundo. En
promedio, entre 2007 y 2009 los ingresos petroleros representaron el 25% del total y
entre 2010 y 2013 el 30%. Por su parte, el gasto del Gobierno Central se incrementó
a una tasa promedio anual de 17%, entre 2007 y 2009, y a una de 14% entre 2010 y
2013. El gasto de capital creció al 42% anual en el primer período y al 22% en el
segundo, mientras que el gasto corriente lo hizo al 22% y al 13%, respectivamente.
Entre 2007 y 2009 los sueldos y salarios del Gobierno Central se incrementaron a una
tasa promedio anual del 27% y entre 2010 y 2013 crecieron al 9%. Durante este boom
petrolero, pese al crecimiento de los ingresos, la deuda pública pasó de representar el
20,8% del PIB en 2007 al 29,8% en 2014.
El inicio de la explotación petrolera en 1972 trajo grandes expectativas para una economía
que dependió durante toda su historia de materias primas. El petróleo, a diferencia del
banano o el cacao, prometía un flujo de ingresos superior y constante. Durante
el boom petrolero de los 70 el país alcanzó tasas de crecimiento de dos dígitos,
pero la dependencia hacia el petróleo y los problemas asociados al boom, como
un elevado gasto público, déficits fiscales y una mayor deuda externa pública y
privada, consolidaron una estructura institucional cuyas consecuencias se
sentirían en las décadas.