El Test de Ansiedad de Hamilton
El Test de Ansiedad de Hamilton
El Test de Ansiedad de Hamilton
Es utilizado para evaluar a los pacientes que se cree pueden estar sufriendo un trastorno de
ansiedad o depresión. De acuerdo a los resultados arrojados por el mismo se diagnosticará el
grado de gravedad del trastorno padecido.
Cada ítem se valora en una escala de 0 a 4 puntos. Hamilton reconoce que el valor máximo de 4
es principalmente un punto de referencia y que raramente debería alcanzarse en pacientes no
hospitalizados. Sólo algunas cuestiones hacen referencia a signos que pueden observarse durante
la entrevista, por lo que el paciente debe ser interrogado sobre su estado en los últimos días. Se
aconseja un mínimo de 3 días y un máximo de 3 semanas5. Bech y cols recomiendan administrarla
siempre a la misma hora del día, debido a las fluctuaciones del estado de ánimo del paciente,
proponiendo a modo de ejemplo entre las 8 y las 9 am.
INTERPRETACIÓN
Se trata de uno de los instrumentos más utilizados en estudios farmacológicos sobre ansiedad.
Puede ser usada para valorar la severidad de la ansiedad de una forma global en pacientes que
reúnan criterios de ansiedad o depresión y para monitorizar la respuesta al tratamiento. No
distingue síntomas específicos de un trastorno de ansiedad, ni entre un desorden de ansiedad y
una depresión ansiosa. A pesar de discriminar adecuadamente entre pacientes con ansiedad y
controles sanos, no se recomienda su uso como herramienta de escrining ni de diagnóstico7.
Como los efectos de la medicación pueden tener diferente intensidad sobre los síntomas
psíquicos y somáticos, es aconsejable distinguir entre ambos a la hora de valorar los resultados de
la misma7, resultando útil la puntuación de las subescalas.
Aunque puede utilizarse sin entrenamiento previo, éste es muy recomendable. Caso de no estar
habituado en su manejo es importante que sea la misma persona la que lo aplique antes y después
del tratamiento, para evitar en lo posible interpretaciones subjetivas.
No existen puntos de corte para distinguir población con y sin ansiedad y el resultado debe
interpretarse como una cuantificación de la intensidad, resultando especialmente útil sus
variaciones a través del tiempo o tras recibir tratamiento 8-10. Se ha sugerido (Bech y cols)5 que el
test no debería utilizarse en casos de ataques de pánico, pues no existen instrucciones para
distinguir entre éstos y estados de ansiedad generalizada o persistente. Proponen que cuando se
sospeche la presencia de ataques de pánico (puntuación ? 2 en el ítem 1 y ? 2 en al menos 3 de los
ítems 2, 8, 9, 10 y 13) esta escala puede cuantificar la severidad de los mismos. El tiempo valorado
en estos casos debe ser las 3 semanas anteriores la primera vez que se administra y solamente la
última semana cuando se utliza repetidamente.
Cuando no existen ataques de pánico o cuando no se han producido en los últimos 3 días la
escala puede utilizarse para valorar ansiedad generalizada, preguntado por los síntomas entre los
ataques. En estos casos se ha propuesto por Bech, de forma orientativa: 0 – 5 puntos (No
ansiedad), 6 – 14 (Ansiedad menor), 15 ó más (Ansiedad mayor). Kobak11 propone la puntuación
igual o mayor de 14 como indicativa de ansiedad clínicamente manifiesta.
El test de ansiedad de Hamilton ayuda al médico tratante a determinar el estado psicológico del
paciente si no se le ha realizado un diagnóstico, y en caso de ya tener un diagnóstico determinado
y un tratamiento en curso, sirve para verificar qué tan bien está funcionando el mismo y si hay o
no mejorías.