La Rendición de Breda

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Velázquez, La rendición de Breda o cuadro de las lanzas

Barroco español. Velázquez. S. XVII. La rendición de


Breda, o las Lanzas. Museo del Prado. España.
Óleo sobre lienzo. Cuadro de género histórico.
En este lienzo se representa el instante en el que el general
holandés, Justino de Nassau, entrega las llaves de la ciudad
holandesa de Breda al general español, Ambrosio de
Spínola. El hecho histórico que evoca el cuadro sucedió el 2
de junio de 1625. La escenificación que Velázquez hace en
esta obra está inspirada en el teatro, en la obra de Calderón
titulada “El sitio de Breda”.
En un cuadro de grandes dimensiones, la importancia de su
estructura es fundamental. El divide la escena en dos partes,
en un lado los vencidos y en el otro los vencedores, y así consigue con unos pocos personajes dar la
idea de dos ejércitos. El centro de la composición en aspa, es la llave, que simboliza la entrega de la
ciudad. Las picas o lanzas forman una especie de reja que hace retroceder el paisaje situado detrás.
Destacan del grupo, el militar vestido de blanco y el situado en el extremo del cuadro que mira al
público. Los caballos español y francés parecen acotar el espacio donde se encuentran los
protagonistas de la obra. Al fondo de la escena, el paisaje.
La perspectiva aérea se refleja maravillosamente en la captación del aire libre., en la representación
de la atmósfera tan especial del crepúsculo, en la degradación de tonos y sombras conforme las
figuras y el paisaje se alejan y en la alternancia de luces y sombras que aumentan la ilusión de
profundidad.
La técnica pictórica es muy variada, se adapta a las calidades visuales y táctiles de los materiales
representados, siendo compacta en el capote de ante del holandés de espaldas del primer plano,
acuarelada en el holandés que viste de blanco. La fluidez de la pintura no cubre la trama del lienzo
dejando zonas de preparación a modo de acuarelas
El cuadro se pinta en un momento en que Velázquez empieza a desarrollar un estilo propio,
liberándose de la influencia del naturalismo de Caravaggio.
Dentro de las características del arte barroco observamos el retrato de cotidianeidad, el papel
fundamental de la luz y la atmósfera, el empleo de la perspectiva aérea y la marcada profundidad.
La composición se inspira en el “Encuentro de Abraham y Melquisedec” de Rubens. También
recuerda al cuadro “Jesús y el centurión” de Veronés, fundamentalmente en el grupo de los
holandeses. Para el grupo de los españoles, Velázquez se inspira en El Greco. Concretamente la
ordenación de los soldados españoles responde al “Expolio” de El Greco.
“La Rendición de Breda” ha influido en obras posteriores, como en “La Rendición de Bailén” de
Casado Alisal, cuya composición y escenificación del encuentro de los generales francés y español,
junto con los fondos, la hacen casi una réplica de “Las Lanzas”.
Pero también se encuentran rasgos originales del pintor, como el desarrollo de un tema militar
donde no se ensalza la figura del vencedor, sino que los enemigos parecen dialogar como amigos,
evitando la humillación del vencido.
Para entender desde un punto de vista histórico esta obra de Velázquez hay que remontarse un poco
a lo que estaba sucediendo desde finales del siglo XVI y principios del XVII. Los Países Bajos
estaban inmersos en la guerra de los ochenta años o guerra de Flandes, en la que luchaban por
independizarse de España.
El cuadro se pintó (junto con otros doce) para la decoración del denominado Salón de Reinos del
Palacio del Buen Retiro, una especie de villa suburbana erigida por orden de Felipe IV de España al
estilo de las existentes en Roma. La finalidad era impresionar a embajadores y autoridades
extranjeras con una imagen de poder bélico y económico, si bien casi todos estos hechos eran
relativamente antiguos y realmente España empezaba a menguar como potencia mundial.

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