RETAHILAS

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RETAHILAS

1- Cro-cro cantaba la rana


Cro-cro cantaba la rana,
cro-cro debajo del agua,
cro-cro pasó un caballero,
cro-cro con capa y sombrero,
cro-cro pasó una criada
cro-cro vendiendo ensalada.

4- Sana sana, colita de rana (para curar una herida)


Sana, sana, colita de rana
Si no sana hoy sanará mañana.

2- Marinero
Marinero que se fue a la mar y mar y mar,
Para ver que podía ver y ver y ver y
Lo único que pudo ver y ver y ver,
Fue el fondo de la mar y mar y mar.

Mientras el Lobo no está


Jugaremos en el bosque mientras el lobo no está
Porque si el lobo aparece a todos nos comerá.
¿Lobo estas ahí?

3- El que se fue a Sevilla perdió su silla


El que se fue a Sevilla
Perdió su silla,
El que se fue a León
Perdió su sillón.
- Claro que sí amigo gallo, también a ti te daré algunos
CUENTA CUENTOS rayos de sol, le contestó Itzelina Bellas Chapas.
Itzelina y los Rayos de Sol Itzelina siguió caminando, pensando en lo importante
Itzelina Bellas Chapas es una niña muy curiosa, que se que eran los rayos del sol para las ardillas y para los
levantó temprano una mañana, con la firme intensión pájaros, para las plantas y para los hombres, para los
de atrapar para ella sola, todos los rayos del sol. gallos y para los niños. Entendió que si algo le sirve a
Una ardilla voladora, que brincaba entre árbol y árbol, todos, no es correcto que una persona lo quiera guardar
le gritaba desde lo alto ¿A dónde vas Itzelina?, y la niña para ella solita, por que eso es egoísmo.
respondió Llegó a la alta montaña, dejó su malla de hilos junto a
- Voy a la alta montaña, a pescar con mi malla de hilos, ella, se sentó a esperar el sol y le dio los buenos días.
todos los rayos del sol, y así tenerlos para mi solita. Ahí, sentadita y sin moverse, vio cómo lentamente los
- No seas mala bella Itzelina, le dijo la ardilla angustiada, árboles, los animales, las casas, los lagos y los niños se
deja algunos pocos para que me iluminen el camino, y iluminaban y se llenaban de colores gracias a los rayos
yo pueda encontrar mi alimento. del sol.
- Está bien amiga ardilla, le contestó Itzelina, no te
preocupes ni apenes, que tendrás como todos los días,
rayos del sol para ti.
Siguió caminando Itzelina, pensando en los rayos del
sol, cuando un inmenso árbol le preguntó ¿Por qué vas
tan contenta Itzelina?
- Voy a la alta montaña, a pescar con mi malla de hilos
todos los rayos del sol, para tenerlos para mi solita, y
poder compartir algunos con mi amiga, la ardilla
voladora.
El árbol muy triste le dijo: El Conejito Soñador
- También yo te pido amiga Itzelina, que compartas Había una vez un conejito soñador que vivía en una
conmigo un poco de sol, por que con sus rayos es que casita en medio del bosque, rodeado de libros y
podré seguir creciendo, y más pajaritos podrán vivir en fantasía, pero no tenía amigos. Todos le habían dado de
mis ramas. lado porque se pasaba el día contando historias
- Claro que sí amigo árbol, no estés triste que también imaginarias sobre hazañas caballerescas, aventuras
guardaré unos rayos de sol para ti. submarinas y expediciones extraterrestres. Siempre
Itzelina empezó a caminar más rápido, por que llegaba estaba inventando aventuras como si las hubiera vivido
la hora en que el sol se levantaba y ella quería estar a de verdad, hasta que sus amigos se cansaron de
tiempo para atrapar los primeros rayos que lanzara. escucharle y acabó quedándose solo.
Pasaba por un corral, cuando un gallo que estaba
parado sobre la cerca la saludó. Al principio el conejito se sintió muy triste y empezó a
- Hola bella Itzelina ¿A dónde vas con tanta prisa? pensar que sus historias eran muy aburridas y por eso
- Voy a la alta montaña, a pescar con mi malla de hilos, nadie las quería escuchar. Pero pese a eso continuó
todos los rayos del sol, y así poder compartir algunos escribiendo.
con mi amiga la ardilla voladora para que encuentre su
alimento, y con mi amigo el árbol para que siga Las historias del conejito eran increíbles y le permitían
creciendo y le de hospedaje a muchos pajaritos. vivir todo tipo de aventuras. Se imaginaba vestido de
- Yo también te pido algunos rayos de sol, le dijo el caballero salvando a inocentes princesas o sintiendo el
gallo, para que pueda saber en las mañanas a qué hora frío del mar sobre su traje de buzo mientras exploraba
debo cantar, y los adultos lleguen temprano al trabajo y las profundidades del océano.
los niños no vayan tarde a la escuela.
Se pasaba el día escribiendo historias y dibujando los
lugares que imaginaba. De vez en cuando, salía al
bosque a leer en voz alta, por si alguien estaba
interesado en compartir sus relatos.

Un día, mientras el conejito soñador leía entusiasmado


su último relato, apareció por allí una hermosa conejita
que parecía perdida. Pero nuestro amigo estaba tan
entregado a la interpretación de sus propios cuentos
que ni se enteró de que alguien lo escuchaba. Cuando
acabó, la conejita le aplaudió con entusiasmo.
El Hada Fea
-Vaya, no sabía que tenía público- dijo el conejito Las hadas, por lo general, son criaturas bellas, dulces,
soñador a la recién llegada -. ¿Te ha gustado mi amables y llenas de amor. Pero hubo una vez un hada
historia? que no eran tan hermosa. La verdad, es que era
-Ha sido muy emocionante -respondió ella-. ¿Sabes más horrible, tanto, que parecía una bruja.
historias?
-¡Claro!- dijo emocionado el conejito -. Yo mismo las El Hada Fea vivía en un bosque encantado en el que
escribo. todo era perfecto, tan perfecto que ella no encajaba en
- ¿De verdad? ¿Y son todas tan apasionantes? el paisaje, por eso se fue a vivir apartada en una cueva
- ¿Tu crees que son apasionantes? Todo el mundo dice del rincón más alejado del bosque. Allí cuidaba de los
que son aburridísimas… animalitos que vivían con ella, y disfrutaba de la
- Pues eso no es cierto, a mi me ha gustado mucho. compañía de los niños que la visitaban para escuchar
Ojalá yo supiera saber escribir historias como la tuya sus cuentos y canciones. Todos la admiraban por su
pero no se... paciencia, la belleza de su voz y la dedicación que
prestaba a todo lo que hacía. Para los niños no era
El conejito se dio cuenta de que la conejita se había importante en absoluto su aspecto.
puesto de repente muy triste así que se acercó y,
pasándole la patita por encima del hombro, le dijo con - Hada, ¿por qué vives apartada? -le preguntaban los
dulzura: niños.
- Yo puedo enseñarte si quieres a escribirlas. Seguro que -Porque así vivo más tranquila -contestaba ella.
aprendes muy rápido
- ¿Sí? ¿Me lo dices en serio? No quería contarles que en realidad era porque el resto
- ¡Claro que sí! ¡Hasta podríamos escribirlas juntos! de las hadas la rechazaban por su aspecto.
- ¡Genial! Estoy deseando explorar esos lugares, viajar a
esos mundos y conocer a todos esos villanos y Un día llegó una visita muy especial al bosque
malandrines -dijo la conejita- encantado. Era la reina suprema de todas las hadas del
universo: el Hada Reina. La cual estaba visitando todos
Los conejitos se hicieron muy amigos y compartieron los reinos, países, bosques y parajes donde vivían sus
juegos y escribieron cientos de libros que leyeron a súbditos para comprobar que realmente cumplían su
niños de todo el mundo. misión: llevar la belleza y la paz allá donde estuvieran.

Sus historias jamás contadas y peripecias se hicieron Para comprobar que todo estaba en orden, el Hada
muy famosas y el conejito no volvió jamás a sentirse Reina lanzaba un hechizo muy peculiar, que ideaba en
solo ni tampoco a dudar de sus historias. función de lo que observaba en cada lugar.
-Ilustrísima Majestad-dijo el Hada Gobernadora de El Hada Fea no andaba muy lejos del bosque y al
aquel bosque encantado-. Podéis ver que nuestro escuchar a los niños gritar enfadados volvió para ver
bosque encantado es un lugar perfecto donde reina la qué ocurría.
belleza y la armonía.
-Veo que así parece -dijo el Hada Reina-. Veamos a ver -Niños, ¿qué ocurre? -dijo el Hada Fea entrando de
si es verdad. Yo conjuro este lugar para que en él reinen nuevo en el bosque.
los colores más hermosos si lo que decís es verdad, o
para que desaparezca el color si realmente hay algo feo Los niños corrieron a abrazarla. Todos menos uno, que
aquí. se quedó con la boca abierta.

Pero en ese momento, el bosque encantado empezó a - ¡Mirad eso! -dijo el niño. El suelo que acaba de pisar el
quedarse sin colores, y todo se volvió gris. Hada Fea ha recuperado su color, y también las flores
que tiene a su lado.
-Parece que no es verdad lo que me decís -dijo el Hada
Reina-. Tendréis que buscar el motivo de que vuestro El resto de hadas comprendieron en ese momento lo
hogar haya perdido el color. Cuando lo hagáis, este equivocadas que habían estado.
bosque encantado recuperará todo su brillo y
esplendor. Sólo cuando la auténtica belleza viva entre -Hada Fea, perdónanos -dijo el Hada Gobernadora-.
vosotras este lugar volverá a ser perfecto. Pensábamos que estropeabas nuestro bosque y no
hemos sido capaces de ver que éramos nosotras
Tras la visita del Hada Reina se reunieron urgentemente quienes lo hacíamos siendo injustas contigo. Tienes un
todas las hadas del consejo del bosque encantado. corazón es bueno y puro. Te pedimos que nos disculpes
-Esto es cosa del Hada Fea -dijo una de las hadas del por favor.
consejo-. Ella es la culpable.
-Vayamos a buscarla -dijo el Hada Gobernadora del El Hada Fea perdonó a sus hermanas y las acompañó
bosque -. Hay que expulsarla de aquí. por todo el bosque. Todo el mundo pudo admirar el
gran corazón de aquel hada que, aunque tenía una cara
Todas las hadas fueron en busca del Hada Fea. Cuando muy fea, emocionaba a todos con su belleza interior.
la encontraron le pidieron que se marchara. La pobre
Hada Fea, pensando que era la culpable, se marchó.

Pero cuando cruzó las fronteras del bosque, éste dejó


de ser gris y pasó a ser de color negro.

Mientras los niños se enteraron de la noticia fueron


rápidamente a hablar con el resto de las hadas muy
enfadados.
-¿Qué habéis hecho? ¿Por qué le habéis echado de
aquí? -decían llorando los niños -. Puede que el Hada
Fea no sea muy bonita, pero es mucho mejor que
vosotras.
El Inspector Cambalche y el robo del
-¡Dejadla que vuelva a entrar! Ella es buena y cariñosa, y
no como vosotras que sois presumidas y egoístas. No es museo
el Hada Fea quien hace feo este lugar sino vuestro Oyó la conversación y no podía creer lo que pasaba.Tras
egoísmo. las cortinas, el inspector Cambalache permanecía
escondido mientras aquellas dos personas tan siniestras
planeaban el robo de los cuadros más valiosos del -No estábamos seguros de que hubieras conseguido
museo de la ciudad. El pobre inspector estaba muerto seguirnos, Cambalache- empezó a decir uno de los
de miedo, y no sabía qué hacer. Así que esperó a que bandidos -. Cuando acabemos de robar los cuadros
los ladrones se marcharan para salir de su escondite y vendremos a ajustar cuentas contigo.
avisar a sus compañeros de la comisaría para que Y se marcharon, dejándolo solo en aquella horrible
evitaran el robo. habitación sin ventanas y con una lúgubre bombilla que
Pensaréis que el inspector Cambalache era un poco parpadeaba cada poco. Solo una mesa vieja y una silla
cobarde. La verdad es que sí, pero él se defendía de hierro oxidado le hacían compañía.
diciendo que era una persona prudente y que pensaba
bien las cosas antes de actuar. Se sentó en la silla a pensar en su mala suerte y en su
El caso es que el inspector Cambalache sacó su móvil estúpido orgullo cuando, de pronto, de un agujero de la
para avisar a la policía y al museo. Salió muy contento estancia salió un misterioso gato negro con algunos
por la puerta, con una sonrisa de oreja a oreja, con el mechones de color claro.
teléfono en la oreja esperando a que le cogieran la La verdad es que el inspector Cambalache no era muy
llamada. amante de los animales, pero en aquel momento
aquella compañía le resultó un gran alivio.
Justo cuando cruzaba la puerta para salir a la calle, -¿Qué hace aquí un gato metido? -dijo el inspector, por
alguien con una pinta extraña le preguntó: aquello de entablar conversación mientras esperaba,
-¿Por qué sonríe usted tanto, inspector? aunque bien sabía él que los gatos son poco
-¡Ja ja ja!- se rió él, muy orgulloso de sí mismo-. Sonrío conversadores.
porque voy a evitar un terrible robo esta misma -Miau -respondió el gato, como era de esperar, con un
mañana-. maullido triste y lastimero.
-¿Sí? ¿De veras?- siguió preguntando aquel extraño -. -Pobrecito -siguió diciendo el inspector -. Seguro que
¿Dónde se va a producir el robo? estás muerto de hambre.
-Pues en el museo de la ciudad. -¡Qué hambre ni qué pamplinas!

No pudo seguir hablando. En ese momento, alguien El inspector Cambalache pegó un salto.
agarró por detrás al inspector Cambalache, le quitó el
móvil y le tapó los ojos con una venda. Entre dos le -¡Estoy loco! ¡Estoy loco! -gritó corriendo alrededor de
sujetaron los brazos contra su propio cuerpo y lo la sala -. ¡No llevo aquí ni cinco minutos y el encierro ya
metieron en una furgoneta que justo acaba de aparcar me ha afectado a la sesera!
enfrente. El gato empezó a merodear alrededor del inspector
El pobre inspector se dio cuenta de su error. ¿Quién le Cambalache, mientras el pobre hombre se afanaba por
manda a él ir contando sus planes por ahí, a cualquiera alejarse todo lo que podía de de aquel gato.
que le preguntase? Su propio orgullo le había -No estás loco, Cambalache -empezó a decir el gato-.
traicionado. Pero no era momento de lamentarse. Tenía Soy un gato que habla, y ya está. ¿No conoces a
que pensar en cómo podía librarse de aquellos ninguno, o qué?
malhechores.
El inspector Cambalache no salía de su asombro. Pero,
Al cabo de un rato, la furgoneta paró. Aquellos hombres como no le quedaba otra que hablar con aquel gato, le
bajaron al inspector Cambalache. Entraron en algún contestó:
sitio que parecía abandonado, bajaron unos cuantos -La verdad es que ignoraba que los gatos hablaran.
pisos en un ascensor, le quitaron la venda y lo metieron ¿Cómo es posible?
en lo que debía ser un sótano. Allí lo dejaron encerrado -¡Y qué más da! ¡¿Es que te corre horchata por la
y se fueron. venas?! ¡¿Están a punto de robar los cuadros más
valiosos de la ciudad y tú te quedas ahí preguntándome
por tonterías?!
-¡Es cierto! ¡Tenemos que hacer algo! Tengo que salir de El inspector había sufrido un fuerte golpe en la cabeza al
aquí. caer y estaba inconsciente en el suelo mientras esto
sucedía.
El inspector empezó a dar vueltas a ver qué podía coger Cuando despertó en el hospital no estaba muy seguro
para forzar la puerta. El gato, que no era capaz de de lo que había pasado. Cuando le contó a la policía y a
comprender a aquel detective tan poco avispado, le dijo los médicos lo que recordaba todo el mundo lo tomó
con sorna: por loco. Pero cuando él mismo empezó a dudar de su
-¿No te has preguntado por dónde he entrado yo? cordura, un gato negro con mechones claros apareció
Porque no estaba cuando tú entraste, ¿recuerdas? en la ventana y le guiñó un ojo.
-Vaya, es cierto. ¿Cómo has entrado? Tal vez pueda yo
salir por ahí. Loco o no, el inspector Cambalache era un héroe y fue
premiado con la medalla de honor de la ciudad por
El gato le enseñó el agujero al inspector. Como era evitar el robo. Eso sí, no volvió a contarle a nadie sus
demasiado pequeño para él, Cambalache cogió la mesa planes, por si acaso.
y la partió de un golpe contra el suelo. Sacó una de las
patas y la utilizó para hacer palanca y romper la pared.
Tal vez no fuera muy listo, pero Cambalache era
increíblemente fuerte.
El inspector y el gato salieron a la calle. No sabía dónde
estaba, ni podía avisar a nadie.
-¿Cómo vamos a llegar al museo?- se lamentó.
-Tranquilo, tengo una idea -dijo el gato-. Ven conmigo.

El gato, que conocía muy bien la zona porque llevaba


tiempo viviendo por allí, condujo al inspector
Cambalache hasta un garaje en el que había una
avioneta.
- Sube -dijo el gato.
-¿Qué? ¿Cómo? ¡Hace años que no piloto! No sé si
podré hacerlo...
El Perrito que no podía caminar
- Eres policía y no tenemos demasiado tiempo así que
Bo era un perrito muy alegre y juguetón que no podía
tendrás que intentarlo.
caminar desde que nació porque tenía una parálisis en
las patas traseras. Amina, una niña que lo vio al nacer,
El inspector Cambalache pensó que no tenía nada que
convenció a sus papás para llevarlo a casa y cuidarlo
perder así que se concentró y consiguió poner la
para evitar que lo sacrificasen.
avioneta en marcha. Despegaron y en unos minutos
estaban en el tejado del museo.
Bo y su pequeña dueña Amina jugaban mucho juntos. El
perrito se esforzaba por moverse usando solo sus patas
Aterrizaron en el tejado del museo. Bajaron de un salto
delanteras y, puesto que no podía saltar y apenas
de la avioneta y se metieron en el museo rompiendo la
moverse, ladraba para expresar todo lo que necesitaba.
claraboya de la sala central. Las alarmas saltaron por la
A pesar de las dificultades, Bo era un perro feliz que
rotura de los cristales justo cuando los ladrones
llenaba de alegría y optimismo la casa en la que vivía.
empezaban a meter los lienzos en sus bolsas.
Asustados, los ladrones intentaron huir, pero la policía
Un día los papás de Amina llegaron a casa con Adela,
había llegado ya y los cogieron “in fraganti”.
una niña de la edad de Amina que iba vivir con ellos una
temporada. Cuando Bo la vio se arrastró enseguida a leche y a hacer más tonterías mientras la niña, sin parar
saludarle y a darle la bienvenida con su alegría de de reír, intentaba limpiarlo con el mantel. Cuando
siempre. Pero Adela lo miró con desprecio y se echó a Amina y sus vio lo que se reía Adela se alegró
llorar. muchísimo, y corrió a decírselo a sus papás. Por fin
todos volvían a estar alegres.
Bo no se rindió e intentó hacer todas las tonterías que
sabía para hacerla reír, pero no nada funcionaba y Adela A pesar de no ser un perrito como los demás, Bo fue el
no dejaba de llorar. único capaz de lograr que la alegría y el optimismo
- No te preocupes, Bo- decían los papás de Amina-. volvieran a aquella casa.
Adela está triste porque viene de un país muy pobre
que está en guerra y ha sufrido mucho. Está triste
porque ha tenido que separarse de su familia.

Bo pareció entender lo que le decían, porque se acercó


a Adela y se quedó con ella sin ladrar ni hacer nada, sólo
haciéndole compañía.

La tristeza de Adela fue poco a poco inundando la casa.


Todos estaban muy preocupados por ella, porque no
eran capaces de hacerla sonreír ni un poquito.

Pasaron los días y Bo no se separaba de Adela, y eso


que la niña lo intentaba apartar y huía a esconderse CHISTES
cuando lo veía e incluso protestaba cuando Bo
intentaba jugar con ella. - Perdone, ¿es éste el ascensor de subida?

Pero el perrito no se daba por vencido. Cuando Amina - Bueno, es un buen ascensor, pero tanto como el
estaba, Bo jugaba con ella mientras Adela miraba y, ascensor de mi vida... no sabría decirle. Los he visto
aunque no sonreía, dejaba de llorar cuando Bo mejores.
jugueteaba y hacía sus gracias.

Un día que Amina no estaba a Bo le entraron muchas


ganas de jugar y se le ocurrió intentar que fuera Adela
quien jugara con él. Como la niña no le hacía caso, Bo
no paraba de moverse y, de pronto, se chocó contra una
mesa tan fuerte que se le cayó encima un vaso de leche.
El vaso no se rompió porque era de plástico, pero
empapó al pobre Bo de leche y lo dejó paralizado del
susto.

Adela, cuando lo vio, le quedó mirando al perrito sin


decir nada. De repente, se echó a reír, viendo lo
gracioso que estaba el perrito lleno de leche con su cara - Carmen, yo te amo.
de susto.
- ¿Y cómo sabes que es amor?
Cuando Bo vio que Adela se reía, empezó a lamerse la - Porque cada vez que pienso en ti no puedo respirar.
- Eso es asma.
- Ah, vale, pues ¡te asmo!

CANTOS INFANTILES
Dice el capitán del barco: Cinco Ratoncitos
Cinco ratoncitos de colita gris,
- ¡Subid las velas! mueven las orejas, mueven la nariz,
Y abajo se quedaron a oscuras. abren los ojitos, comen sin cesar,
por si viene el gato, que los comerá,
comen un quesito, y a su casa van,
cerrando la puerta, a dormir se van

¿Cómo se despiden los químicos?

Ácido un placer... Los patitos


Todos los patitos
se fueron a nadar
y el más pequeñito
se quiso quedar
su mamá enfadada
le quiso regañar
y el pobre patito
se puso a llorar
Los patitos en el agua
meneaban la colita
y decían uno al otro
ay! que agua tan fresquita.
- ¿Sabe decir juguete en inglés?
Los patitos en el agua
- Toy. meneaban la colita
- Úselo en una frase. y decían uno al otro
- Toy muy triste. ay! que agua tan fresquita.
¡Qué si!
¡qué no!
que caiga un chaparrón,
con azúcar y turrón,
que rompa los cristales de la estación.
Que siga lloviendo
los pájaros corriendo
florezca la pradera
al sol de primavera
¡Qué si!
Cinco Lobitos ¡qué no!
Cinco lobitos que caiga un chaparrón,
tiene la loba, con azúcar y turrón,
cinco lobitos, que rompa los cristales de la estación.
detrás de la escoba.
Cinco lobitos,
cinco parió,
cinco críó,
y a los cinco,
a los cinco
tetita les dió.
Pulgar, pulgar,
se llama éste,
éste se llama índice El Cocherito
y sirve para señalar, El cocherito, leré
éste se llama corazón me dijo a noche, leré,
y aquí se pone el dedal, que si quería, leré
aquí se pone el anillo montar en coche, leré.
y se llama anular
y este tan chiquitín Y yo le dije, leré
¡meñique, meñique!. con gran salero, leré.
No quiero coche, leré
que me mareo, leré.

El nombre de María
que cinco letras tiene:
la M, la A, la R, la I, la A.
M-A-RÍ-A.

Que Llueva
Que llueva, que llueva,
la vieja de la cueva,
los pajaritos cantan,
las nubes se levantan,
REFRANES Se dice de la ingratitud de las personas a las que
amablemente hemos ayudado, y que terminan por usar
En tierra de ciegos el tuerto es el rey.
los hechos con los que los hemos beneficiado como
Se refiere a que en donde las personas no están muy
armas para pagar el bien con mal.
preparadas aquel que sabe un poco podrá sobresalir.

Quien con lobos anda, a aullar aprende.


Las amistades influyen en nuestro comportamiento, las
malas amistades nos corromperán y aprenderemos
Más vale ser cabeza de ratón, que cola de león. malas conductas.
Resulta mejor ser el primero en las pequeñas cosas que
el último en las grandes. Es más ventajoso ser el primero
en mandar aunque sea en asuntos pequeños o modestos
que ser el último en asuntos grandes.

POEMAS

SOBRE EL CIELO VERDE... DE FEDERICO GARCÍA LORCA


Árbol que crece torcido jamás su rama endereza. Sobre el cielo verde,
Se refiere a que es muy difícil cambiar las costumbres o un lucero verde
hábitos de las personas. ¡¿qué ha de hacer, amor,
¡ay! sino perderse

Las torres fundidas


con la niebla fría,
¿cómo han de mirarnos
con sus ventanitas?

Cien luceros verdes


sobre un cielo verde,
no ven a cien torres
blancas, en la nieve.

Cría cuervos, y te sacaran los ojos. Y esta angustia mía


para hacerla viva, su aroma hacia algún sitio
he de decorarla
con rojas sonrisas. Apenas hay ya sombras
con que tropiece el paso:
en los céspedes pierden
tu profusión los filos.

Nadie va por la acera


del ocaso. Hacia el muelle,
las fachadas persisten
débilmente en el agua

SONETO DE RAFAEL DE LEON Con la tarde estoy solo,


Bebiendome la dulce primavera me vienen a la boca
me sorprendió la tarde junto al río largas palabras tristes,
y pude contemplar a mi albedrío y te hecho de menos.
el idilio del agua y la palmera

Ma zambullí desnudo en la pecera


buscando un corazón igual que el mío,
y no encontré ni un faro ni un navío
que me hiciera señales de bandera

La noche iba saltando por la orilla


y puso en mi cabeza despeinada
el filo verde-azul de su cuchilla

Más cuando ya se ahogaba mi fortuna MEMENTO DE FEDERICO GARCÍA LORCA


quiso el viento mandarle a mi jugada Cuando yo me muera
el blanco salvavidas de la luna enterradme con mi guitarra
bajo la arena

Cuando yo me muera
entre los naranjos
y la hierbabuena

Cuando yo me muera
enterradme, si queréis,
en una veleta

ALAMEDA DE RAFAEL DE LEÓN


Anudo alameda.
Anudo los cordeles
de la tarde. Paseo.
El naranjo apresura
¡Cuando yo me muera!

PRELUDIO DE FEDERICO GARCÍA LORCA


Las alamedas se van,
pero dejan sus reflejos.

Las alamedas se van,


pero nos dejan el viento.

Pero han dejado flotando,


sobre los ríos, sus ecos.

El mundo de las luciérnagas


ha invadido mis recuerdos.

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