Fabulas Cortas

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Fabula el Astrnomo

En un pas muy lejano, donde la ciencia es muy importante para


sus habitantes, haba un anciano astrnomo, le gustaba realizar el
mismo recorrido todas las noches para observar las estrellas.

Un da, uno de sus viejos colegas le dijo que haba aparecido un


extrao astro en el cielo, el anciano sali de la ciudad para poder
verlo con sus propios ojos. Muy emocionado estaba el astrnomo
mirando al cielo, no se dio cuenta que a pocos pasos de l haba un agujero. Cuando se cay al agujero comenz a gritar
pidiendo ayuda.
Cerca del agujero pasaba un hombre, el cual se acerc hasta el agujero para ver lo que suceda; ya informado de lo que
haba ocurrido, le dijo al anciano:
"Te ayudar a salir de ah, pero ten mucho cuidado la prxima vez que salgas por un lugar que desconoces, tienes que
estar muy atento por donde caminas ya que te puedes encontrar con cualquier cosa en el suelo."
Moraleja: Antes de lanzarse a la aventura, hay que conocer el lugar por el que se transita.

Fabula la Pulga y el Hombre


Un hombre disfruta de un buen sueo, cuando comenz a sentir
picazn por todo el cuerpo. Molesto por la situacin, busc por toda
su cama para ver qu era lo que les estaba causando tanta molestia.
Tras su bsqueda encontr a una minscula pulga y le dijo las
siguientes palabras:
- Quin te crees que eres insignificante bicho, para estar
picndome por todo mi cuerpo y no dejarme disfrutar de mi
merecido descanso?

- Contest la pulga: "Disclpeme seor, no fue mi intencin


molestarlo de ninguna manera; le pido por favor que me deje seguir
viviendo, ya que por mi pequeo tamao no creo que lo pueda
molestar mucho." El hombre rindose de las ocurrencias de la pulga,
le dijo:
- Lo siento pequea pulga, pero no puedo hacer otra cosa que acabar con tu vida para siempre, ya que no tengo ningn
motivo para seguir aguantando tus picaduras, no importa si es grande o pequeo que pueda ser el prejuicio que me
causes.
Moraleja: todo aquel que le hace dao a otra persona, debe estar dispuesto a afrontar las consecuencias.

Fabula el Len y el Mosquito


Erase una vez un len, se encontraba muy tranquilo en la selva,
cuando un mosquito muy grande decidi hacerle la vida imposible.

"No creas que por ser ms grande que yo te tengo miedo!", dijo el
mosquito desafiando al len, conocido como el rey de la selva.
Luego de esas palabras, el mosquito ni corto ni perezoso, empez a
zumbar le la cabeza al len volando de un lado a otro, mientras que
el len buscaba el mosquito como loco.
El len ruga de la rabia ante el atrevimiento del mosquito y a pesar
de sus intentos por matarlo, el mosquito lo picaba en diferentes
partes del cuerpo, hasta que el len demasiado cansado se derrumb en el suelo.
El mosquito sintindose victorioso, retom el camino por donde vino. En poco tiempo el mosquito se tropez con una tela
de araa y vencido se vio tambin.
Moraleja: No existen nunca peligros pequeos, ni tropiezos insignificantes.

Fabula el Buen Tiempo y la Lluvia


Nunca llueve a gusto de todos as dice el refrn, y la historia que sigue
parece darle la razn. Haba una secuela muy hermosa en un pueblo apartado.
A la escuela iban tres perritos y tres ranitas. Ellos vivan muy cerca y eran
buenos amigos. A menudo iban juntos a clase, eran muy puntuales.

Muchas veces antes de llegar a la escuela peleaban. Si el da amaneca


con lluvias las ranitas se ponan felices, a diferencia de los perritos ya que se
ponan rabiosos.
"Wiii! Que feliz estoy, nos daremos un buen bao en las charcas que la
lluvia est formado." - Deca una de las ranitas.
"Que feo es cuando llueve, es un da perdido para mi, me deprime tanto la
lluvia." - Dijo uno de los perritos con una cara triste.
Cundo el da amaneca soleado un con radiante sol, suceda todo lo contrario;
los perritos no se cambiaban por nadie, se sentan felices. En cambio las
ranitas estaban sin nimos, ya que se imaginaban el calor y la sequedad que
iba a torturarlas. S que todos se estarn preguntando qu da estaran contentos los perritos y las ranitas. Muy fcil! Los
das que amanecan grises y fros pero sin lluvia, que pocos das amaneca as.
Moraleja: Debemos aceptar la vida tal cual como se presenta, de esta manera nunca se sentirn infelices.

LA ZORRA Y LAS UVAS


Haba una vez una zorra que llevaba casi una semana sin comer,
haba tenido muy mala suerte, le robaban las presas y el gallinero que
encontr tena un perro guardin muy atento y un amo rpido en acudir
con la escopeta.
Ciertamente estaba muertecita de hambre cuando encontr unas parras
silvestres de las que colgaban unos suculentos racimos de doradas
uvas, debajo de la parra haba unas piedras, como protegindolas.
Al fin va a cambiar mi suerte, pens relamindose, parecen
muy dulces.
Se puso a brincar, intentando alcanzarlos, pero se senta muy dbil, sus
saltos se quedaban cortos los racimos estaban muy altos y no llegaba.
As que se dijo:
Para que perder el tiempo y esforzarme, no las quiero, no estn
maduras.
Pero resulta que si la zorra hubiese trepado por las piedras parndose
en dos patas hubiese alcanzado los racimos, esta vez le falt algo de astucia a doa zorra, parece ser que el hambre no la
deja pensar.
MORALEJA DE LA ZORRA Y LAS UVAS:
Hay que esforzarse para conseguir lo que se desea pero pensando primero que es lo que queremos y como conseguirlo, no
sea que nos pongamos a dar brincos cuando lo que necesitamos es estirarnos, y perdamos el tiempo y el esfuerzo.
El congreso de los ratones
Haba una vez una familia de ratones que viva en la despensa de una casa,
pero temiendo siempre los ataques de un enorme gato, los ratones no queran
salir. Ya fuera de da o de noche este terrible enemigo los tena vigilados.
Un buen da decidieron poner fin al problema, por lo que celebraron una
asamblea a peticin del jefe de los ratones, que era el ms viejo de todos.
El jefe de los ratones dijo a los presentes:
- Os he mandado reunir para que entre todos encontremos una solucin. No podemos vivir as!
- Pido la palabra! - Dijo un ratoncillo muy atento.
- Atemos un cascabel al gato, y as sabremos en todo momento por dnde anda.
Tan interesante propuesta fue aceptada por todos los roedores entre grandes aplausos y felicidad. Con el cascabel estaran
salvados, porque su campanilleo avisara de la llegada del enemigo con el tiempo para ponerse a salvo.
- Silencio! Grit el ratn jefe, para luego decir:
- Queda pendiente una cuestin importante:
- Quien de todos le pone el cascabel al gato?
Al or esto, los ratoncitos se quedaron repentinamente callados, muy callados, porque no podan contestar a aquella
pregunta. Y corrieron de nuevo a sus cuevas-, hambrientos y tristes.
Moraleja: es ms fcil proponer ideas que llevarlas a cabo

El nio y los dulces.


Las fbulas de Esopo contienen importantes moralejas para educar en
valores a los nios. El cuento de El nio y los dulces ensear a tus hijos
a no ser avariciosos, una cualidad muy importante para el desarrollo de su
personalidad.
Los cuentos infantiles y las fbulas sirven para ensear a leer a los nios
o fomentar la lectura infantil. Son relatos protagonizados por animales y
seres fantsticos. Las fbulas son una buena va para entretener y educar a
los nios.
Un nio meti su mano en un recipiente lleno de dulces. Y tom lo ms que pudo, pero cuando trat de sacar la mano, el
cuello del recipiente no le permiti hacerlo.
Como tampoco quera perder aquellos dulces, lloraba amargamente su desilusin.
Un amigo que estaba cerca le dijo: - Confrmate solamente con la mitad y podrs sacar la mano con los dulces-.
Moraleja: Nunca trates de abarcar ms de lo debido, pues te frenars.
La cigarra y la hormiga.
La cigarra era feliz disfrutando del verano: El sol brillaba, las flores desprendan su aroma...y la cigarra cantaba y cantaba.
Mientras tanto su amiga y vecina, una pequea hormiga, pasaba el da entero
trabajando, recogiendo alimentos.
- Amiga hormiga! No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo
mientras canto algo para ti. Le deca la cigarra a la hormiga.
- Mejor haras en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta
holgazanera le responda la hormiga, mientras transportaba el grano, atareada.
La cigarra se rea y segua cantando sin hacer caso a su amiga.
Hasta que un da, al despertarse, sinti el fro intenso del invierno. Los rboles se
haban quedado sin hojas y del cielo caan copos de nieve, mientras la cigarra
vagaba por campo, helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la
hormiga, y se acerc a pedirle ayuda.
- Amiga hormiga, tengo fro y hambre, no me daras algo de comer? T tienes
mucha comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.
La hormiga entreabri la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.
- Dime amiga cigarra, qu hacas t mientras yo madrugaba para trabajar? Qu hacas mientras yo cargaba con granos de
trigo de ac para all?
- Cantaba y cantaba bajo el sol- contest la cigarra.
- Eso hacas? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el inviernoY le cerr la puerta, dejando fuera a la cigarra, que haba aprendido la leccin.
Moraleja: Quien quiere pasar bien el invierno, mientras es joven debe aprovechar el tiempo.

Las ranitas y el tronco tallado


Una familia de ranitas que viva en un lago, senta mucho
temor por un tronco tallado que se vea desde la orilla.
Estas ranitas amaban las fiestas y la diversin, pero
sentan gran respeto por el tronco, as que en muchas
oportunidades trataban de no hacer tanto ruido para no
molestar al tronco.
Seguramente este personaje al que tanto le teman, era un
monumento de alguna tribu que ya no habitaba en el lugar,
pero como no se animaban a acercarse para ver bien de que se trataba, solo podan divisar un rostro serio y que inspiraba
mucha autoridad.
Un cierto da, en que se desat una terrible tormenta, el tronco cayo al lago y en ese momento las ranitas pudieron ver con
claridad, que era solo un tronco tallado que ningn dao poda hacerles. Se rieron mucho de los temores por los que haban
pasado y comenzaron a jugar con l y usarlo de trampoln para sus zambullidas en el lago.
Moraleja: Lo que por ignorancia atemoriza, a veces es slo digno de risa.
Si conoces alguna otra fbula para nios y quieres compartirla con nosotros y los dems padres, estaremos encantados de
recibirla.
El lobo con piel de oveja.
Pens un da un lobo cambiar su apariencia para
as facilitar la obtencin de su comida. Se meti
entonces en una piel de oveja y se fue a pastar
con el rebao, despistando totalmente al pastor.
Al atardecer, para su proteccin, fue llevado junto
con todo el rebao a un encierro, quedando la
puerta asegurada.
Pero en la noche, buscando el pastor su provisin
de carne para el da siguiente, tom al lobo
creyendo que era un cordero y lo sacrific al
instante.
Moraleja: Segn hagamos el engao, as recibiremos el dao.

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