Derechos de Las Victimas

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DERECHOS DE LAS VICTIMAS

El nuevo Código Orgánico Integral Penal ha destinado el título III sobre derechos, para desglosar
y asegurar todas las aristas tendientes a proteger a la víctima, a la que asigna 12 garantías
encaminadas principalmente a la reparación y protección.

Incluso los extranjeros tienen los mismos derechos y se les permitirá la estadía temporal o
permanente dentro del territorio nacional, dependiendo del caso, por razones humanitarias o
personales en el evento de ser participantes de un proceso. El artículo 11 se refiere a todos los
derechos que tiene la víctima inmersa en un juicio:

1. A poner acusación particular, a no participar en el proceso o dejar de hacerlo en cualquier


momento, de conformidad con las normas de este Código. En ningún caso se obligará a la víctima
a comparecer.

2. A la adopción de mecanismos para la reparación integral de los daños sufridos que incluyen,
sin dilaciones, el conocimiento de la verdad, de los hechos, el restablecimiento de los derechos
lesionados, la indemnización, la garantía de la no repetición de la infracción, la satisfacción del
derecho violado y cualquier otra forma de reparación adicional que se justifique en cada caso.

3. A la reparación por las infracciones que se cometan por agentes del Estado o por quienes, sin
serlo, cuenten con su autorización.

4. A la protección especial resguardando su intimidad y seguridad, así como la de su familia y


sus testigos.

5. A no ser re victimizada particularmente en la obtención y valoración de las pruebas, incluida


su versión. Se le protegerá de cualquier amenaza u otras formas de intimidación y, para el
efecto, se podrán utilizar medios tecnológicos.

6. A ser asistida antes y durante la investigación por una o un defensor público o privado.

7. A ser asistida por un traductor o intérprete.

8. A ingresar al sistema nacional de protección y asistencia de víctimas y testigos.

9. A recibir asistencia integral de profesionales adecuados de acuerdo con sus necesidades


durante el proceso penal.

10. A ser informada por la o el fiscal de la investigación preprocesal.

11. A ser informada aun cuando no haya intervenido en el proceso.

12. A ser tratada en condiciones de igualdad y cuando amerite aplicar medidas de acción
afirmativa que garanticen una investigación, proceso y reparación, en relación con su dignidad
humana. En el código anterior -aún vigente- el tratamiento de la víctima era nulo, no existía un
enfoque de atención y era de carácter accesorio meramente informativo.

En el artículo 77 de la normativa se establece la reparación integral de los daños que radica en


la solución efectiva, en la medida de lo posible, al estado anterior de la comisión del hecho y
satisfaga a la víctima, cesando los efectos de las infracciones perpetradas. Su naturaleza y monto
dependen de las características del delito, bien jurídico afectado y al daño ocasionado.
La restitución integral constituye un derecho y una garantía para interponer los recursos y las
acciones dirigidas a recibir las restauraciones y compensaciones en proporción con el daño
sufrido.

El cuerpo legal establece las formas no excluyentes de reparación integral colectiva mediante
diferentes mecanismos como la restitución, la rehabilitación, las indemnizaciones de daños
materiales e inmateriales, las medidas de satisfacción simbólicas y la garantía de no repetición.

La retribución se aplica a casos relacionados con el restablecimiento de la libertad, de la vida


familiar, de la ciudadanía o de la nacionalidad, el retorno al país de residencia anterior, la
recuperación del empleo o de la propiedad así como al restablecimiento de los derechos
políticos.

La rehabilitación se orienta a la recuperación de las personas mediante la atención médica y


psicológica así como a garantizar la prestación de servicios jurídicos y sociales necesarios para
esos fines.

Las indemnizaciones de daños materiales e inmateriales se refieren a la compensación por todo


perjuicio que resulta como consecuencia de una infracción penal y que sea evaluable
económicamente.

Las medidas de satisfacción o simbólicas se refieren a la declaración de la decisión judicial de


reparar la dignidad, la reputación, la disculpa y el reconocimiento público de los hechos y de las
responsabilidades, las conmemoraciones y los homenajes a las víctimas, la enseñanza y la
difusión de la verdad histórica.

La garantía de no reparación se orientan a la prevención de infracciones penales y a la creación


de condiciones suficientes para evitar la repetición de las mismas. Se identifican con la adopción
de las medidas necesarias para evitar que las víctimas sean afectadas con la comisión de nuevos
delitos del mismo género.

En el artículo 77 de la normativa se establece la reparación integral de los daños que radica en


la solución efectiva, en la medida de lo posible, al estado anterior de la comisión del hecho y
satisfaga a la víctima, cesando los efectos de las infracciones perpetradas. Su naturaleza y monto
dependen de las características del delito, bien jurídico afectado y al daño ocasionado.

La restitución integral constituye un derecho y una garantía para interponer los recursos y las
acciones dirigidas a recibir las restauraciones y compensaciones en proporción con el daño
sufrido.

El cuerpo legal establece las formas no excluyentes de reparación integral colectiva mediante
diferentes mecanismos como la restitución, la rehabilitación, las indemnizaciones de daños
materiales e inmateriales, las medidas de satisfacción simbólicas y la garantía de no repetición.

La retribución se aplica a casos relacionados con el restablecimiento de la libertad, de la vida


familiar, de la ciudadanía o de la nacionalidad, el retorno al país de residencia anterior, la
recuperación del empleo o de la propiedad así como al restablecimiento de los derechos
políticos.

La rehabilitación se orienta a la recuperación de las personas mediante la atención médica y


psicológica así como a garantizar la prestación de servicios jurídicos y sociales necesarios para
esos fines.
Las indemnizaciones de daños materiales e inmateriales se refieren a la compensación por todo
perjuicio que resulta como consecuencia de una infracción penal y que sea evaluable
económicamente.

Las medidas de satisfacción o simbólicas se refieren a la declaración de la decisión judicial de


reparar la dignidad, la reputación, la disculpa y el reconocimiento público de los hechos y de las
responsabilidades, las conmemoraciones y los homenajes a las víctimas, la enseñanza y la
difusión de la verdad histórica.

La garantía de no reparación se orientan a la prevención de infracciones penales y a la creación


de condiciones suficientes para evitar la repetición de las mismas. Se identifican con la adopción
de las medidas necesarias para evitar que las víctimas sean afectadas con la comisión de nuevos
delitos del mismo género.
DERECHOS Y GARANTÍAS DE LAS PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD EN EL CÓDIGO
ORGÁNICO INTEGRAL PENAL

Art. 12.- Derechos y garantías de las personas privadas de libertad.- Las personas privadas de
libertad gozarán de los derechos y garantías reconocidos en la Constitución de la República y los
instrumentos internacionales de derechos humanos:

Integridad.- La persona privada de libertad tiene derecho a la integridad física, psíquica, moral
y sexual.

Se respetará este derecho durante los traslados, registros, requisas o cualquier otra actividad.

Se prohíbe toda acción, tratamiento o sanción que implique tortura o cualquier forma de trato
cruel, inhumano o degradante. No podrá invocarse circunstancia alguna para justificar tales
actos.

Se prohíbe cualquier forma de violencia por razones étnicas, condición social, género u
orientación sexual.

Libertad de expresión.- La persona privada de libertad tiene derecho a recibir información, dar
opiniones y difundirlas por cualquier medio de expresión disponible en los centros de privación
de libertad.

Libertad de conciencia y religión.- La persona privada de libertad tiene derecho a que se respete
su libertad de conciencia y religión y a que se le facilite el ejercicio de la misma, incluso a no
profesar religión alguna. Se respetarán los objetos personales con estos fines, siempre y cuando
no pongan en riesgo la seguridad del centro de privación de libertad.

Trabajo, educación, cultura y recreación.- El Estado reconoce el derecho al trabajo, educación,


cultura y recreación de las personas privadas de libertad y garantiza las condiciones para su
ejercicio. El trabajo podrá desarrollarse mediante asociaciones con fines productivos y
comerciales.

Privacidad personal y familiar.- La persona privada de libertad tiene derecho a que se respete
su vida privada y la de su familia.

Protección de datos de carácter personal.- La persona privada de libertad tiene derecho a la


protección de sus datos de carácter personal, que incluye el acceso y uso de esta información.

Asociación.- La persona privada de libertad tiene derecho a asociarse con fines lícitos y a
nombrar sus representantes, de conformidad con la Constitución de la República y la ley.

Sufragio.- La persona privada de libertad por medidas cautelares personales tiene derecho al
sufragio. Se suspenderá para aquellas personas que tengan sentencia condenatoria
ejecutoriada.

Quejas y peticiones.- La persona privada de libertad, tiene derecho a presentar quejas o


peticiones ante la autoridad competente del centro de privación de libertad, a la o al juez de
garantías penitenciarias y a recibir respuestas claras y oportunas.
Información.- La persona privada de libertad, en el momento de su ingreso a cualquier centro
de privación de libertad, tiene derecho a ser informada en su propia lengua acerca de sus
derechos, las normas del establecimiento y los medios de los que dispone para formular
peticiones y quejas. Esta información deberá ser pública, escrita y estar a disposición de las
personas, en todo momento.

Salud.- La persona privada de libertad tiene derecho a la salud preventiva, curativa y de


rehabilitación, tanto física como mental, oportuna, especializada e integral. Para garantizar el
ejercicio de este derecho se considerarán las condiciones específicas de cada grupo de la
población privada de libertad.

En los centros de privación de libertad de mujeres, el departamento médico contará con


personal femenino especializado.

Los estudios, diagnósticos, tratamientos y medicamentos serán gratuitos.

Alimentación.- La persona privada de libertad tiene derecho a una nutrición adecuada, en


cuanto a calidad y cantidad, en lugares apropiados para el efecto. Tendrá derecho al acceso a
agua potable en todo momento.

Relaciones familiares y sociales.- La persona privada de libertad tiene derecho a mantener su


vínculo familiar y social. Deberá estar ubicada en centros de privación de libertad cercanos a su
familia, a menos que manifieste su voluntad contraria o que, por razones de seguridades
debidamente justificadas o para evitar el hacinamiento, sea necesaria su reubicación en un
centro de privación de libertad situado en distinto lugar al de su familia, domicilio habitual y juez
natural.

Comunicación y visita.- Sin perjuicio de las restricciones propias de los regímenes de seguridad,
la persona privada de libertad tiene derecho a comunicarse y recibir visitas de sus familiares y
amigos, defensora o defensor público o privado y a la visita íntima de su pareja, en lugares y
condiciones que garanticen su privacidad, la seguridad de las personas y del centro de privación
de libertad.

El ejercicio de este derecho debe darse en igualdad de condiciones, sin importar su nacionalidad,
sexo, preferencia sexual o identidad de género.

La persona privada de libertad de nacionalidad extranjera podrá comunicarse con


representantes diplomáticos o consulares de su país.

Libertad inmediata.- La persona privada de libertad, cuando cumpla la condena, reciba amnistía
o indulto o se revoque la medida cautelar, será liberada inmediatamente, siendo necesario para
ello únicamente la presentación de la orden de excarcelación emitida por la autoridad
competente. Las o los servidores públicos que demoren el cumplimiento de esta disposición
serán removidos de sus cargos, previo sumario administrativo, sin perjuicio de la
responsabilidad civil o penal a que haya lugar.

Proporcionalidad en la determinación de las sanciones disciplinarias.- Las sanciones


disciplinarias que se impongan a la persona privada de libertad, deberán ser proporcionales a
las faltas cometidas. No se podrán imponer medidas sancionadoras indeterminadas ni que
contravengan los derechos humanos.

Los Derechos Fundamentales de los internos en los Centros de Privación de Libertad se


desarrollan en esta norma que estrepitosamente afirma que los privados de la
libertad,…gozarán de los derechos y garantías reconocidos en la Constitución de la República y
los instrumentos internacionales de derechos humanos….

Se debe entender que una persona cuando esta privada de la libertad solo pierde eso, su
derecho a la libertad, pero no pierde los demás derechos que tiene como ser humano, entre
éstos el derecho al trabajo, la educación, la cultura y la recreación que se reconocen en la norma.

Con las limitaciones propias del encierro y siempre que se garanticen las medidas de seguridad,
el trabajo carcelario debe considerarse tanto como un derecho y como un deber. En este orden
de ideas, los centros carcelarios deben aprovechar toda esa inmensa población carcelaria para
generar recursos al Estado, lógicamente dando como contraprestación una remuneración justa
al preso que trabaja, ya que lo contrario sería fomentar la esclavitud.

El privado de la libertad tiene derecho a mantener contacto cercano con su familia, pareja y
amigos; en este sentido, estar privado de la libertad cerca de donde viven sus familiares facilita
la posibilidad de acceso y contacto del interno con el exterior en su entorno cercano.

Siendo la regla general que el interno este cerca de su familia y no al revés, cuando esto no
sucede se debe pedir el traslado hacia el Centro de Privación de Libertad más cercano a su
domicilio para que se le permita ejercer tal derecho.

El requerimiento de traslado se lo realiza al Director del Centro de Privación de Libertad y en


caso de negativa a nivel administrativo, se impugna tal decisión a nivel judicial al Juez de
Garantías Penitenciarias quien resolverá en la audiencia convocada para tal efecto.

Los casos de excepción a este derecho son:

1.- Cuando el mismo privado de la libertad quiera estar alejado de su domicilio habitual que se
entiende es el sector donde también habitan sus familiares y amigos.

2.- Cuando por razones de seguridad debe estar alejado de su domicilio, lo que supone la
existencia de un riesgo latente y real al que se ve expuesto de continuar en el Centro de Privación
de Libertad que está cerca de su domicilio y familia.

3.- Cuando por hacinamiento ya no exista más espacio en el Centro de Privación de Libertad, lo
que implicaría que en otro centro carcelario estará “más cómodo” y “mejor ubicado”, sin
importar que la distancia que deban recorrer para visitarle sus familiares y amigos sea más larga.

El Código Orgánico Integral Penal al respecto dispone:

Art. 668.- Lugar diferente.- La persona privada de libertad podrá apelar la decisión de traslado
ordenada o negada por el Organismo Técnico a la o el juez de Garantías Penitenciarias por
cualquiera de las siguientes causas:

Cercanía familiar.

Padecimiento de enfermedad catastrófica, que implique peligro para su vida o incapacidad


permanente.

Necesidad de tratamiento psiquiátrico, previa evaluación técnica de un perito.

Seguridad de la persona privada de libertad o del centro.

Condiciones de hacinamiento en el centro.

En caso de negativa podrá recurrir ante el superior.


Art. 670.- Procedimiento.- El trámite de los incidentes relativos a la ejecución de la pena es oral
y público, para lo cual se notificará a las partes y se citará a los testigos y peritos necesarios que
informarán durante la audiencia. Contra la resolución procederá el recurso de apelación.

La persona privada de libertad o su defensora o defensor podrá presentar cualquier petición,


reclamación o queja relacionada con la ejecución de la pena o la vulneración de sus derechos.

En estos casos, la autoridad administrativa enviará el expediente de la persona privada de


libertad a la o al juez de Garantías Penitenciarias.

Para el desarrollo de la audiencia se aplicarán las reglas previstas en el artículo 563 de este
Código.

Comunicación y visita.- Sin perjuicio de las restricciones propias de los regímenes de seguridad,
la persona privada de libertad tiene derecho a comunicarse y recibir visitas de sus familiares y
amigos, defensora o defensor público o privado y a la visita íntima de su pareja, en lugares y
condiciones que garanticen su privacidad, la seguridad de las personas y del centro de privación
de libertad.

El ejercicio de este derecho debe darse en igualdad de condiciones, sin importar su nacionalidad,
sexo, preferencia sexual o identidad de género.

La persona privada de libertad de nacionalidad extranjera podrá comunicarse con


representantes diplomáticos o consulares de su país.

El derecho a la visita de familiares o amigos no se considerará un privilegio y no se utilizará como


sanción la pérdida del mismo, salvo en aquellos casos en que el contacto represente un riesgo
para la persona privada de libertad o para la o el visitante. La autoridad competente del centro
de privación de libertad reportará a la o al juez de garantías penitenciarias los casos de riesgo.

El derecho de comunicación y el derecho de visitas reiteran la orientación del Derecho Integral


Penal de custodiar el vínculo del interno con sus familiares, amigos y defensor. Evidentemente,
el horario y modalidades para estas comunicaciones y visitas están sometidos a la regulación
propia del Centro de Privación de Libertad y con el registro de ingreso respectivo.

Huelga puntualizar, que las comunicaciones y visitas no pueden ser interceptadas salvo que se
cuente con autorización judicial, a fin de que no se vulnere el derecho a la intimidad que tiene
el privado de la libertad.

Es de resaltar, que el ingreso de un abogado para conversar de cuestiones específicas del caso y
la defensa técnica con su cliente privado de la libertad no constituye una visita sino más bien un
ejercicio del derecho de comunicación; en consecuencia, el abogado no se somete a un horario
de visitas sino al horario de atención del Centro de Privación de la Libertad, debiendo brindarse
todas las facilidades para que se cumpla con el cabal ejercicio de la profesión de la abogacía.

Libertad inmediata.- La persona privada de libertad, cuando cumpla la condena, reciba amnistía
o indulto o se revoque la medida cautelar, será liberada inmediatamente, siendo necesario para
ello únicamente la presentación de la orden de excarcelación emitida por la autoridad
competente. Las o los servidores públicos que demoren el cumplimiento de esta disposición
serán removidos de sus cargos, previo sumario administrativo, sin perjuicio de la
responsabilidad civil o penal a que haya lugar.

Este derecho está consagrado en el Art.77 No.10 de la Ley Suprema:


Art. 77.- [Garantías en caso de privación de la libertad].- En todo proceso penal en que se haya
privado de la libertad a una persona, se observarán las siguientes garantías básicas:

Sin excepción alguna, dictado el auto de sobreseimiento o la sentencia absolutoria, la persona


detenida recobrará inmediatamente su libertad, aun cuando estuviera pendiente cualquier
consulta o recurso.

Es notorio que la redacción de la norma constitucional es más amplia que el alcance declarado
en el Código Orgánico Integral Penal; sin embargo, se desprende que ambos marcos normativos
coinciden en el mismo sentido, eso es, que la libertad inmediata de la persona privada de la
libertad cuando tiene una decisión favorable del Sistema de Justicia es una forma de precautelar
su Estado de Inocencia.

Debemos entender por LIBERTAD INMEDIATA, aquella que se debe ejecutar en el mismo
espacio temporal en la que se ha ordenado; vale decir, el mismo día que se dispuso por la
autoridad competente la libertad, ese mismo día debe estar en libertad la persona que sufrió tal
privación.

En la práctica se advierte un tortuoso y burocrático trámite administrativo que deben hacer los
familiares o interesados para que la persona pueda salir en libertad. La lógica diría que en
estricta aplicación de este derecho, la persona que obtiene sobreseimiento o la sentencia
absolutoria (más técnicamente sentencia confirmatoria de inocencia) debería quedar en
libertad en la misma sala de audiencias, ya que resulta ilegal y denigrante que habiéndose
confirmado su inocencia o dictado a su favor el sobreseimiento, salga del recinto judicial todavía
esposado hasta que “se tramite la libertad en el Centro Carcelario”, esto no tiene sentido y es
aberrante; puesto que, si se quiere alguna información de otras órdenes de detención para
precautelar la seguridad se las debe requerir por razón sentada por el actuario previa
comunicación telefónica con el Centro de Privación de Libertad y el Sistema SATJE, para que de
esta forma se garantice de manera efectiva este derecho de tanta importancia ya que tutela el
derecho a la libertad.

Cada minuto que pasa privado de la libertad quien tiene orden de libertad se torna en una
detención ilegal lo que constituye un delito conforme lo tipifica y sanciona el Código Orgánico
Integral Penal en el Art.160:

Art. 160.- Privación Ilegal de libertad.- La o el servidor público que prive ilegalmente de libertad
a una persona, será sancionado con pena privativa de libertad de uno a tres años.

La o el servidor público que disponga la privación de libertad a una persona en lugares diferentes
a los destinados para el efecto por la normativa vigente, será sancionado con pena privativa de
libertad de tres a cinco años.

En el procedimiento ordinario quien dicta la pena privativa de libertad es el juez de garantías


penales pluripersonal llamado Tribunal de Garantías Penales.

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