Factores Determinantes en El Proceso Metanogenico
Factores Determinantes en El Proceso Metanogenico
Factores Determinantes en El Proceso Metanogenico
Las características bioquímicas que presenten estos residuos deben permitir el desarrollo y la
actividad microbiana del sistema anaeróbico. El proceso microbiológico no solo requiere de
fuentes de carbono y nitrógeno, sino que también deben estar presentes en un cierto
equilibrio sales minerales (azufre, fósforo, potasio, calcio, magnesio, hierro, manganeso,
molibdeno, zinc, cobalto, selenio, tungsteno, níquel y otros menores).
Normalmente las sustancias orgánicas como los estiércoles y lodos cloacales presentan estos
elementos en proporciones adecuadas. Sin embargo, en la digestión de ciertos desechos
industriales puede presentarse el caso de ser necesaria la adición de los compuestos
enumerados o bien un post tratamiento aeróbico.
Las sustancias con alto contenido de lignina no son directamente aprovechables y por lo tanto
deben someterse a tratamientos previos (cortado, macerado, compostaje) a fin de liberar las
sustancias factibles de ser transformadas de las incrustaciones de lignina. En el caso de
estiércoles animales, la degradación de cada uno de ellos dependerá fundamentalmente del
tipo de animal y la alimentación que hayan recibido los mismos.
Los valores tanto de producción como de rendimiento en gas de los estiércoles presentan
grandes diferencias. Esto es debido al sinnúmero de factores que pueden intervenir en el
proceso, que hacen difícil la comparación de resultados.
El contenido de agua de estas diversas materias primas varía entre 10 a 90% del peso fresco
del residuo, dependiendo de la edad y órgano del residuo, formas de obtención. Los
componentes orgánicos de estos residuos son variados y corresponden aproximadamente a
un 50% del peso fresco, en función del contenido de agua y de las cenizas. Los principales
grupos que se distinguen son (Tabla 5.2): carbohidratos (50% del total de la materia orgánica
seca), compuestos nitrogenados (20%), lignina (10 a 40%) y el resto fracciones como cera,
resinas, grasas. La composición promedio de la materia orgánica seca es: 48%C; 44%O; 7%H;
2%N. Los minerales presentes como (Tabla 5.3) calcio, potasio, magnesio, fósforo, azufre y
elementos trazas son del orden de 1 a 10% del peso seco.
Los sustratos de clase 1 pueden degradarse eficientemente en digestores tipo Batch o por
lotes.
Los sustratos de la clase 2 son degradados de manera eficiente en digestores mezcla completa
de operación continua.
Por presentar una dilución mayor y en consecuencia una DQO menor, los sustratos de clase 3
deben tratarse con digestores de alta eficiencia, como los de filtro anaerobio.
En cuanto a los sustratos de clase 4, debido a su alto contenido de DQO deben ser degradados
en digestores aerobios intensivos para mayor eficiencia.
Tabla 5. 4 Clasificación de sustratos para la Digestión Anaerobia
Por lo tanto, dependiendo de la composición bioquímica de cada materia prima, se tendrá una
dinámica de producción de biogás (Figura 5.1; Tablas 5.6; 5.7)
La descomposición de materiales con alto contenido de carbono, superior a 35:1, ocurre más
lentamente, porque la multiplicación y desarrollo de bacterias es bajo, por la falta de
nitrógeno, pero el período de producción de biogás es más prolongado. En cambio, con una
relación C/N menor de 8:1 se inhibe la actividad bacteriana debido a la formación de un
excesivo contenido de amonio, el cual en grandes cantidades es tóxico e inhibe el proceso.
En términos generales, se considera que una relación C/N óptima que debe tener el material
“fresco o crudo” que se utilice para iniciar la digestión anaeróbica, es de 30 unidades de
carbono por una unidad de nitrógeno, es decir, C/N = 30/1. Por lo tanto, cuando no se tiene un
residuo con una relación C/N inicial apropiada, es necesario realizar mezclas de materias en las
proporciones adecuadas para obtener la relación C/N óptimas.
Sobre la base del contenido de carbono y de nitrógeno de cada una de las materias primas
(Tabla 3.8) puede calcularse la relación C/N de la mezcla aplicando la siguiente formula (1):
Toda la materia orgánica está compuesta de agua y una fracción sólida llamada sólidos totales
(ST). El porcentaje de sólidos totales contenidos en la mezcla con que se carga el digestor es
un factor importante a considerar para asegurar que el proceso se efectúe satisfactoriamente.
La movilidad de las bacterias metanogénicas dentro del sustrato se ve crecientemente
limitada a medida que se aumenta el contenido de sólidos y por lo tanto puede verse afectada
la eficiencia y producción de gas.
Para calcular el volumen de agua que se debe mezclar con la materia prima para dar la
proporción adecuada de sólidos totales, es necesario conocer el porcentaje de sólidos totales
de la materia prima fresca (Tabla 5.9)
Tabla 5. 9 Datos promedios sobre el contenido de sólido totales de diversos residuos.
Sólidos Volátiles (S.V.). Es aquella porción de sólidos totales que se libera de una muestra,
volatilizándose cuando se calienta durante dos horas a 600ºC.
Los SV contienen componentes orgánicos, los que teóricamente deben ser convertidos a
metano
5.4 Temperatura
Los procesos anaeróbicos, al igual que muchos otros sistemas biológicos, son fuertemente
dependientes de la temperatura. La velocidad de reacción de los procesos biológicos depende
de la velocidad de crecimiento de los microorganismos involucrados que, a su vez, dependen
de la temperatura. A medida que aumenta la temperatura, aumenta la velocidad de
crecimiento de los microorganismos y se acelera el proceso de digestión, dando lugar a
mayores producciones de biogás.
La temperatura de operación del digestor, es considerada uno de los principales parámetros
de diseño, debido a la gran influencia de este factor en la velocidad de digestión anaeróbica.
Las variaciones bruscas de temperatura en el digestor pueden gatillar la desestabilización del
proceso. Por ello, para garantizar una temperatura homogénea en el digestor, es
imprescindible un sistema adecuado de agitación y un controlador de temperatura.
Existen tres rangos de temperatura en los que pueden trabajar los microorganismos
anaeróbicos (Tabla 5.10): psicrófilos (por debajo de 25°C), mesófilos (entre 25 y 45°C) y
termófilos (entre 45 y 65°C), siendo la velocidad máxima específica de crecimiento (µ max.)
mayor, conforme aumenta el rango de temperatura. Dentro de cada rango de temperatura,
existe un intervalo para el cual dicho parámetro se hace máximo, determinando así la
temperatura de trabajo óptima en cada uno de los rangos posibles de operación (Figura 5.2).
Figura 5. 2 Tasa de crecimiento relativo de microrganismos psicrofílicos, mesofilicos y termofilicos
Fuente: Speece (1996)
Hasta el momento, el rango psicrofílico ha sido poco estudiado y, en general, se plantea como
poco viable debido al gran tamaño del reactor necesario. Sin embargo, presenta menores
problemas de estabilidad que en los otros rangos de temperatura de operación.
Una técnica interesante es la combinación de dos fases de digestión, una primera termofílica
de elevada carga orgánica y una segunda mesofílica con menor carga. Con este sistema se
aprovechan las ventajas del sistema termofílico, pero se reducen los problemas de
inestabilidad.
La temperatura del proceso actúa también sobre aspectos físico-químicos del mismo. La
solubilidad de los gases generados desciende al aumentar la temperatura, favoreciéndose la
transferencia líquido-gas. Esto supone un efecto positivo para gases tales como NH3, H2 y H2
S, dada su toxicidad sobre el crecimiento de los microorganismos anaeróbicos. Una posible
desventaja de este fenómeno es que el descenso de la solubilidad del CO2 provocaría un
aumento del pH, lo que generaría, en lodos de elevada concentración de amonio, posibles
situaciones de inhibición por NH3.
Por otra parte, la solubilidad de la mayoría de las sales aumenta con la temperatura de
manera que la materia orgánica es más accesible para los microorganismos aumentando así
la velocidad del proceso. Sin embargo, si se trata de compuestos tóxicos, al aumentar su
solubilidad con la temperatura serán potencialmente más tóxicos, lo que puede explicar
parcialmente la mayor inhibición de determinados compuestos orgánicos en el rango
termofílico, como los ácidos grasos (AG) de cadena larga.
Con este término se designa al volumen de sustrato orgánico cargado diariamente al digestor.
Este valor tiene una relación de tipo inversa con el tiempo de retención, dado que a medida
que se incrementa la carga volumétrica disminuye el tiempo de retención. El tiempo de
retención, junto con la velocidad de carga orgánica determinada por el tipo de sustrato, son
los principales parámetros de diseño, definiendo el volumen del digestor. La materia orgánica
o sólidos volátiles (SV) se refiere a la parte de la materia seca (MS) o sólidos totales (ST), que
se volatilizan durante la incineración a temperaturas superiores a 550ºC. Los residuales de
animales pueden tener un contenido de MS mayor del 10 % de la mezcla agua estiércol. Según
los requerimientos operacionales para un reactor anaerobio, el contenido de MS no debe
exceder el 10 % de la mezcla agua estiércol en la mayoría de los casos. Por eso, los residuales
de granjas se deben diluir antes de ser tratados.
Las bacterias requieren de un cierto tiempo para degradar la materia orgánica. La velocidad de
degradación depende en gran parte de la temperatura; mientras mayor sea la temperatura,
menor es el tiempo de retención o fermentación para obtener una buena producción de
biogás. Si se toma como ejemplo típico el uso de estiércol de ganado, los TRH varían con la
temperatura media de cada región, con la variación diaria estacional (Tabla 5.11).
Existe otro parámetro para identificar el tiempo de retención de las sustancias en el digestor,
denominado Tiempo de Retención de los Sólidos Biológicos (TRSB), el que se determina como
la relación entre la cantidad de MO o SV que entra al digestor y la cantidad de MO o SV que
sale del sistema cada día. El TRSB es asumido para representar la media del tiempo de
retención de los microorganismos en el digestor.
Estos parámetros son importantes para los digestores avanzados de alto nivel, los cuales han
alcanzado un control independiente del TRSB y del TRH a través de la retención de la
biomasa. La medición del TRH es más fácil y práctico que el TRSB al nivel de las granjas.
Con relación al tipo de sustrato, generalmente los materiales con mayor proporción de
carbono retenido en moléculas resistentes como la celulosa demandarán mayores tiempos de
retención para ser totalmente digeridos.
En los sistemas de mezcla completa, el tiempo de retención hidráulico (TRH) coincide con el
celular, por lo que el tiempo de retención deberá ser suficientemente largo como para
asegurar el crecimiento de la población bacteriana. Al aumentar el TRH, aumenta el grado de
materia orgánica degradada, así como la producción de metano, aunque este último valor
comenzará a disminuir una vez alcanzado el óptimo. El tiempo de retención usual en el rango
mesofílico para lodos de depuradora está entre 15 y 20 días, aunque este valor depende
mucho del tipo de reactor utilizado.