Union de Hecho Monografia

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Universidad Nacional Toribio

Rodríguez de Mendoza
Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades
Carrera de Derecho y Ciencias Políticas

TEMA
“Las Uniones de Hecho”

Docente:
FRANCISCO ALFARO ALVAREZ

Curso:
Derecho de Familia

Integrantes:
Luis Alberto Huamani Mendoza
Alexander Rubeline Llique Caballero

Bagua – Perú
2018
1
ÍNDICE
DEDICATORIA................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................ 4
I.- LA UNIÓN DE HECHO ........................................................................................ 5
1.- ANTECEDENTES ................................................................................................ 5
2.- Origen etimológico:........................................................................................... 7
3.- Tratamiento constitucional:......................................................................... 10
4.- Clasificación de unión de hecho: .............................................................. 17
5.- Características de unión de hecho: ......................................................... 18
6.- Teorías legislativas: ........................................................................................ 19
II.- FENECIMIENTOS DE LAS UNIONES DE HECHO: .............................. 20
1.- Efectos jurídicos: ............................................................................................. 21
2.- Uniones de hecho propias e impropias: ................................................ 22
III.- INSCRIPCIÓN REGISTRAL.......................................................................... 25
1.- La finalidad de la ley 29560 .......................................................................... 27
2.- Tramite notarial:................................................................................................ 28
3.- Derechos sucesorios en la unión de hecho ......................................... 29
4.- La Ley N° 30007 , derecho a Herencia ..................................................... 39
5.- El proceso judicial ........................................................................................... 39
IV.- Conclusiones ................................................................................................... 41
V.- Bibliografía ......................................................................................................... 42

2
DEDICATORIA

Este trabajo se lo dedicamos a:


 A Dios por ser la expresión máxima del amor,

 A nuestros padres que son el motivo para seguir adelante en nuestra


carrera profesional.

3
INTRODUCCIÓN
La presente monografía abordaremos las uniones de hecho en el Perú,
entendida como aquella unión voluntaria entre un varón y una mujer, libres de
impedimentos matrimoniales, que se realiza con la finalidad de cumplir deberes
semejantes a los del matrimonio y que requiere que haya durado por lo menos
dos años continuos, para que dé lugar a una sociedad de bienes, régimen
patrimonial propio y único de esta unión y que se sujeta al régimen de
gananciales en cuanto le sea aplicable, se le han venido reconociendo en los
últimos años, una serie de efectos personales y patrimoniales, entre ellos el
acceso al derecho a la pensión ante la muerte del conviviente, la posibilidad de
adoptar y más recientemente, se le ha otorgado la posibilidad de acceder a
derechos sucesorios, situación a la que pueden acceder los convivientes
siempre y cuando dicha unión se encuentre vigente. Su importancia,
clasificación, características y regulación normativa a nivel Constitucional,
Código Civil, , incluyendo con mayor razón la Ley 30007 del 17 de abril del 2013,
Sin perjuicio de ello, es importante citar que un sector de la doctrina y la iglesia
católica considera que las uniones de hecho, no solo las denominadas propias,
y con mayor razón las impropias, no deberían estar permitidas, y mucho menos
reconocidas, como sucede en nuestro país para el caso de las uniones de hecho
propias. Sin embargo, otro sector de la doctrina, tanto nacional como extranjera,
considera que las uniones de hecho propias constituyen una salida para aquellos
que haciendo uso de su libertad y el derecho a elegir, reconocidos a nivel
constitucional, judicial o notarial, optan por la convivencia en vez del matrimonio.

Se finaliza con las conclusiones obtenidas luego del análisis respecto de la


monografía desde varios puntos de vista, que incluyen las recientes
modificaciones normativas a los artículos 724 y 816 del C.C., artículo 425 inc. 4
del C.P.C., Ley 29560, el trámite notarial, y derechos sucesorios; conforme a la
dación de la Ley 30007. Esta trata de demostrar que el matrimonio no se ha
convertido en una institución en desuso, sino más bien reconoce que las
personas, como sujetos de derecho, tienen el derecho de decidir si quieren
casarse o no, siendo lo fundamental que el hogar perdure, basado en lazos de
amor, respeto y fidelidad, y no solo por la existencia de un papel firmado que las
une.

4
I. LA UNIÓN DE HECHO

1.- ANTECEDENTES
La unión de hecho o el concubinato es un fenómeno social que tiene vigencia
ancestral, histórica y universal. Ha conseguido mantenerse sin ninguna o escasa
protección jurídica tan solo porque tiene raíces sustancialmente naturales. Esta
comunidad es frágil en razón de estar sujeta a la voluntad arbitraria de cada uno.
Lo inminente es su ruptura , donde los sujetos que soportan las consecuencias
y muchas veces el despojo patrimonial son la mujer y los hijos .

En el Derecho Antiguo: aproximadamente 2000 años A.C, este fenómeno


social ya había sido admitido como una institución legal en el código de
Hammurabi. En cambio, en el derecho romano estuvo regulado en el ius gentium,
por las leyes de Julia y Papia Poppea, y no fue una práctica ilícita ni arbitraria
sino una suerte de cohabitación sin affectio maritalis de un ciudadano con una
mujer de inferior condición social. Desde ese modo ha sido considerado como
un matrimonio de segundo orden, donde el parentesco en determinados grados
producía impedimento y la infidelidad de la mujer una sanción por adulterio.

En el Derecho Germano: Las uniones libres estaban permitidas solamente para


libres y esclavos, pero luego sustituida por el matrimonio de mano izquierda o
morganático , en el cual , la mujer plebeya no participa de los títulos ni rango
social del marido. Los hijos mantenían la condición de la madre sin heredar al
padre.

En el Derecho Medieval: subsistieron la uniones de hecho a pesar de la


creciente oposición del cristianismo. En el derecho español – refiere Escriche –
existió tres clases de enlaces: a) El matrimonio de bendiciones que era público
y notorio, celebrado con todas las formalidades de la ley canónica. b) El de yuras
o juramentado, que siendo legal era clandestino; y c) La barragania , que era en
si el concubinato basado en la compañía , la permanencia y la fidelidad.

Los Fueros y las Partidas reglaron las uniones de hecho a la manera de los
romanos con el agregado de que la barragana podría contraer matrimonio
siempre y cuando no tuviera impedimentos. La Iglesia, por su parte, intento una
gran extirpación de ese fenómeno, pero el Concilio de Valladolid formulo contra

5
las uniones libres la mas abierta oposición y al celebrarse el Concilio de Trento
se resolvió sancionar a los concubinos (sacerdotes) que no habían trocado de
conducta.

En el Derecho Moderno : la unión de hecho es una costumbre muy extendida


en todos los países del mundo ; sin embargo , en Francia , el Código de Napoleón
no lo incluye en su texto , siguiendo la corriente de que el concubinato es un
“acto inmoral” que afecta las buenas costumbres por lo que el derecho debía
ignorar su existencia . Muchos códigos civiles del mundo recibieron esta
influencia.

En el Derecho Contemporáneo: en la segunda mitad del siglo XX , el interés


por las uniones de hecho presenta una perspectiva diferente . No se trata de
remediar situaciones fácticas irregulares, sino más bien de reivindicar la libertad
individual, de un derecho a vivir la sexualidad al margen del cauce
institucionalizador del matrimonio.

Se busca sobre todo un reconocimiento y una aceptación social y como medio


para ello se reclama una regulación y reconocimiento jurídicos.

Es entonces cuando el nombre de concubinato, hasta entonces pacíficamente


usado, es tildado de inconveniente por discriminador y peyorativo, por eso mucha
gente que vive en esa situación, prefiere autodenominarse “conviviente” antes
que concubino.

En el Perú: el concubinato es un fenómeno latente, porque como realidad


cultural y sociología ha existido tanto en el derecho pre colonial como colonial.
Existe hoy en el derecho republicano como una costumbre muy arraigada,
particularmente, ente los habitantes de la Sierra , Centro y Sur del país , sin
contar a los que viven en zonas occidentalizadas que prefieren la denominación
de convivencia .

El Código Civil de 1936 comprendió al concubinato solo en lo que concierne a al


protección de la mujer y las cuestiones relativas a la propiedad de los bienes. El
Código Civil de 1984, regula el concubinato propio e impropio en los artículos
326 y 402 inciso 3. La Constitución Política del Estado de 1993, excepto en

6
cuanto al tiempo y la consideración de que la unión de hecho da lugar a una
comunidad de bienes.

2.- Origen etimológico:


Etimológicamente, refiere Corral Talciani, el termino concubinato deriva del latín
cum cubare, que literalmente significa acostarse, dormir juntos o comunidad de
lecho. Se trata de una situación fáctica que consiste en la cohabitación de un
varón y de una mujer para mantener relaciones sexuales estables y “vivir juntos”
no “hasta que la muerte los separe”, sino hasta que la “vida los separe”.

Holgado Valer, conceptúa el concubinato, como “la unión del varón y la mujer ,
que sin estar casados , sostienen una convivencia marital, sea que tengan o no
impedimentos legales. ” Por su parte, expresa Gustavo Bossert, que es “la unión
permanente de un hombre y una mujer, que sin estar unidos por matrimonio,
mantienen una comunidad de habitación y vida , de modo similar a la que existe
entre cónyuges”. Ambos conceptos involucran al concubinato propio e impropio,
por tanto , se trata de nociones en sentido amplio.

Las uniones de hecho son una forma de organización social conocida


antiguamente. Los romanos se refirieron a ellas con el nombre de Concubinato
que deriva del latín "concubinatus” y proviene de cum cubare que significa
comunidad de lecho, es decir que se trata de una situación fáctica entre un varón
y una mujer que cohabitan para mantener relaciones sexuales estables.

Definición:
Zannoni define el concubinato como: "la unión estable de un hombre y una mujer
en estado conyugal aparente o de hecho, esto es sin atribución de legitimidad
pero con aptitud potencial a ella"1

Para el Diccionario de la RAE, concubinato significa: Relación marital de un


hombre con una mujer sin estar casados.

Algunas conceptualizaciones de la doctrina nos ayudará a entender mejor a la


unión de hecho, así:

1
ZANNONI, Eduardo citado por MENDEZ COSTA, María y Daniel D'Antonio. Derecho de
Familia. Santa Fe: Rubinzai.Culzoni, 1990. ll, p.73

7
CORNEJO CHAVEZ (1999) señala: “el concubinato que es aceptado
mayormente por la doctrina es el concubinato stricto sensu, es decir, la unión de
hecho entre un varón y una mujer que podrían casarse legalmente, pues lo
contrario sería inmoral y perjudicaría eventualmente legitimados derechos de
terceros”.2

PALACIO PIMENTEL (1982) señala es: “Aquella comunidad estable de vida,


habitación y bienes entre dos personas de sexo opuesto, que conviven
maritalmente y que ante terceros tienen la posesión y el título de esposos”.3

JEAN CARBONNIER (1961) señala: “Se trata de relaciones sexuales que se


manifiestan fuera del matrimonio, si bien presenta ciertos caracteres de
estabilidad y duración, diciéndose en tal caso que el varón y la mujer hacen vida
marital”.4

AGUILAR LLANOS (2010) señala: “El artículo 326 califica la figura del
concubinato strictu sensu, aquel que es amparado por la ley otorgándole
determinados derechos patrimoniales, (…). Refiere este artículo que “la unión de
hecho, voluntariamente realizada y mantenida por un varón y una mujer”; Aquí
podríamos extraer las condiciones exigidas por el legislador: que se trate de una
unión heterosexual, monogámica, estable y libre. Sigue refiriendo el artículo:
“libres de impedimentos matrimonial, para alcanzar finalidades y cumplir deberes
semejantes a los del matrimonio…”. Aquí las exigencias están dadas: la falta de
impedimentos de ambos para contraer matrimonio entre sí y que esta unión
persiga fines similares al matrimonio; y por último dice “que dicha unión haya
durado por lo menos dos años continuos”. Aquí está el plazo legal que
consideramos prudente. Recordemos que no son uniones eventuales, sino fijas
y permanentes, estables, a lo que habría que agregar que éstas no pueden ser
ocultas, sino de conocimiento de todos. Si la pareja vive bajo estas condiciones

2
CORNEJO CHÁVEZ, Héctor. Derecho Familiar Peruano, Gaceta Jurídica, Lima, 1999, página 74.
3
PALACIO PIMENTEL, Gustavo. Elementos del Derecho Civil Peruano, Tercera Edición, Lima,
Sesator, 1982, página 387.
4
CARBONNIER, Jean. Derecho Civil, Tomo I, Volumen II, Editorial Barcelona, 1961, página 81.

8
se habrá dado el concubinato strictu sensu, equiparándose la sociedad de bienes
que formen a la sociedad de gananciales que emerge del matrimonio”. 5

CALDERÓN BELTRAN (2015) señala: “Hablamos de concubinato, unión de


hecho o unión estable, para referirnos a aquel tipo de familia originada por la
unión monogámica de un varón con una mujer, quienes sin estar casados, hacen
vida de casados, con propensión de habitualidad, permanencia y publicidad”.6

El Tribunal Constitucional, ha señalado que la unión de hecho es una comunidad


que persigue “fines, objetivos, modos de apreciar el mundo y expectativas sobre
futuro, substrato sobre el cual se erige el aprecio y afecto que se proveen las
parejas, precisamente por lo cual, comparten su vida en un aparente matrimonio.
De lo que se infiere que existen también ciertas obligaciones no patrimoniales.
Por ejemplo, la configuración constitucional de esta unión libre, genera un deber
de fidelidad entre quienes la conforman”.7

De esa forma de la revisión de la normativa Constitucional y del Código Civil, de


lo expuesto por la doctrina y el Tribunal Constitucional, se puede concluir que la
unión de hecho, es aquella unión voluntaria de un varón y una mujer
(heterosexual), libres de impedimento matrimonial, con la finalidad de alcanzar y
cumplir deberes semejantes a los del matrimonio (lecho, techo y mesa de público
conocimiento), que da lugar a una sociedad de bienes sujeta al régimen de la
sociedad de gananciales, en cuanto le fuere aplicable y siempre que dicha unión
haya durado por lo menos dos años continuos.

En el ordenamiento jurídico peruano se constituye por la unión monogámica y


voluntaria de dos personas heterosexuales que da origen a una familia, siendo
merecedora de protección por parte del Estado en condiciones de igualdad.

5
LLANOS AGUILAR, Benjamín. La familia en el Código Civil Peruano, Ediciones Legales,
Lima, 2010, página 434.
6
CALDERON BELTRÁN, Javier Edmundo. Uniones de hecho. Efectos patrimoniales,
personales, derechos sucesorios y su inscripción registral, Escuela de Negocios Cromeo S.A.C.,
Arequipa, Perú, Mayo 2015, página 30.
7
Sentencia del Tribunal Constitucional, expedida en el Expediente Número 06572-2006-PA/TC,
del 06 de noviembre del 2007, fundamento 21.

9
Una unión intersexual sustentada en la libertad y estabilidad protegida y
reconocida por el Derecho.

Recién con la Constitución Política de 1979 se reconocieron los efectos jurídicos


sobrevinientes a la unión de hecho o concubinato en el ordenamiento jurídico
peruano. Así, el artículo noveno expresaba:

"La unión estable de un varón y una mujer, libre de


impedimento matrimonial, que forman un hogar de hecho
por el tiempo y en las condiciones que señala la ley, da
lugar a una sociedad de bienes que se sujeta al régimen de
la sociedad de gananciales en cuanto es aplicable".

3.- Tratamiento constitucional:


Ahora nos toca hablar como ha sido regulada la unión de hecho en la actual
Constitución vigente de 1993.

Para ello ubicaremos el artículo pertinente al tema, esta se encuentra en el


artículo 5º que dice:

"Artículo 5°. La unión estable de un varón y una


mujer, libres de impedimento matrimonial, que forman
un hogar de hecho, da lugar a una comunidad de
bienes sujeta al régimen de la sociedad de
gananciales en cuanto sea aplicable".

A rasgos generales diremos a decir de Placido es que la Constitución de 1993


desvincula familia y matrimonio, ya no opera aquí que familia es a matrimonio,
dejando de lado a que la unión de hecho sea considera como familia. Ahora la
Constitución ya no equipara familia con matrimonio. Ahora la familia que se
protege es aquella que naces principalmente de un matrimonio, aunque no es la
única fuente.

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Aquí la unión de hecho es una fuente generadora de una familia. la unión de
hecho ya deja de ser productora de puros efectos patrimoniales, claro está
porque no nacía de ella una familia; en cambio ahora con la Constitución de 1993
la unión de hecho es productora de efectos tanto personales como patrimoniales,
desde que ella nace de una familia.
Es por ello, que hoy la familia puede nacer tanto de un matrimonio como de una
unión de hecho; extendiéndose el mandato de protección constitucional a la
familia nacida de ellas.

Para determinar cuál es el modelo de familia en la Constitución de 1993 analiza


2 sentencias del Tribunal Constitucional:

1. STC 03605-2005- AA.


2. 09708-2006-PA.

En la primera sentencia el Tribunal Constitucional declara infundada la


demanda de amparo por considerar que la pensión de viudez esta reconocido
solo al cónyuge supérstite y para fundamentar su tesis se apoya en la
Constitución, que dice que ordena la promoción del matrimonio y destaca como
ideal que toda familia este conformada matrimonialmente, se remite luego a la
Convención Americana de Derechos Humanos, artículo 17, y al artículo 23 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; luego concluye, que hay que
entender que no se puede tratar por igual al matrimonio y a las uniones de hecho,
pues al ser situaciones disímiles deben ser tratadas desigualmente. Si no se
puede obligar a nadie a casarse, tampoco se puede obligar a tener los efectos
previsionales propios del matrimonio. Y lo que la Norma Fundamental quiere es
favorecer el matrimonio, al ser este presentado como una institución
constitucional. Es cierto que la Constitución tutela a la familia y sus integrantes
en los distintos estados de necesidad en los que pudiera encontrarse. Tal es el
sentido del artículo 4 de la Constitución (de 1993). Pero ello no puede trasladarse
de manera automática a la figura de las uniones de hecho.

En la segunda sentencia el Tribunal Constitucional declara fundada la


demanda por considerar que la pensión de viudez también puede ser reconocida

11
al convivientes supérstite, para sustentar su tesis se basa en el artículo 5º de la
Constitución, el artículo 326º del Código Civil, para concluir "que la declaración
jurisdiccional de reconocimiento "de la unión de hecho sustituye a la partida de
matrimonio; en tal razón le corresponde la pensión de viudez, además de
considerar que las pensiones tienen la calidad de bienes que integran la
sociedad de gananciales porque sirven para el sustento de la familia y al
fallecimiento del causante se reconoce a la viuda una pensión".
Esta segunda sentencia deja en claro que la unión de hecho ya nos productora
solamente de efectos patrimoniales, sino también de efectos personales.
Concluimos respondiendo cuales son los principios contenidos en la
Constitución referidas al matrimonio, sacando las siguientes conclusiones:

a) La familia que la Constitución ordena proteger es la que nace tanto del


matrimonio como de la unión de hecho. En ese sentido, a la familia que
nace de ambos institutos se le debe reconocer los efectos personales
como patrimoniales que respondan al mandato de protección
constitucional.

b) El matrimonio debe ser promovido por mandato constitucional. A partir


de ello, debe considerarse al matrimonio como la principal fuente de la
que surge una familia. Pero no significa que sea la única fuente.

c) La unión de hecho por reconocimiento constitucional es productora


tanto de efectos personales como patrimoniales y, por ello, es la otra
fuente de la que surge una familia.

d) Sin embargo, desde que el matrimonio debe ser promovido se advierte


que se encuentra en una mayor consideración respecto de la unión de
hecho, dentro de las jerarquías de valores constitucionales. A partir de
ello, es claro que no pueden ser iguales los mecanismos que se
prevean en la ley para acceder a los efectos personales como
patrimoniales que respondan al mandato de protección constitucional.
Para que se entienda este punto, propongo el siguiente ejemplo: El

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derecho sucesorio tiene como uno de sus fundamentos el de la
protección de la familia. Pues, si ello es así, debe reconocerse derecho
sucesorio entre sí tanto a los cónyuges como a los convivientes. Pero
la manera de acceder a este derecho no puede ser el mismo. Así, si
hoy contraigo matrimonio y mañana muere mi cónyuge, por el hecho
de ser tal y con la simple prueba de la partida de matrimonio tengo mi
vocación hereditaria y accedo inmediatamente a ese derecho. En
cambio, si hoy inicio una convivencia y mañana muere mi conviviente,
no podré acceder al derecho sucesorio porque la Constitución exige
que la unión de hecho sea estable; esto supone que por lo menos de
haber durado 2 años continuos, además de obtener el reconocimiento
judicial de existencia. He ahí la diferencia en los mecanismos previstos
en la ley, a los que me refería.

Las características de la unión de hecho contenidas en el artículo 5º de la


Constitución de 1993, a decir del Tribunal Constitucional y reproducidas son las
siguientes:

Se trata de una unión monogámica heterosexual, sostenida por quienes no


tienen impedimento alguno para casarse, con vocación de habitualidad y
permanencia (confirma el plazo de 2 años continuos del artículo 326 del Código
Civil), mantenida de manera pública y notoria, que conforma un hogar de hecho
y a la que se le reconoce una comunidad de bienes que deberá sujetarse a la
regulación de la sociedad de gananciales.

Respecto a la comunidad de bienes, el Tribunal Constitucional ratifica la tesis de


que este régimen patrimonial es único y forzoso para los convivientes por
imposición constitucional: "Así, el reconocimiento de la comunidad de bienes,
implica que el patrimonio adquirido durante la unión de hecho pertenecen a los
dos convivientes. Con ello se asegura que a la terminación de la relación, los
bienes de tal comunidad pueda repartirse equitativamente, con lo que se
erradicarían los abusos e impediría el enriquecimiento ilícito".

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Por otro lado y coincidiendo con lo expuesto sobre que la expresión "hogar de
hecho" basta para entender que la creación de dicho hogar supone el
establecimiento de relaciones personales entre los convivientes, el Tribunal
Constitucional reitera el criterio según el cual "las parejas de hecho llevan su vida
tal como si fuesen cónyuges". A partir de la admisión de ese "aparente
matrimonio", en la que los efectos patrimoniales surgen de la comunidad de vida
que llevan los convivientes, se reconoce obligaciones no patrimoniales. Así, el
Tribunal Constitucional explica que "sería una interpretación bastante
constreñida con la Constitución el concebir que en una unión de hecho no exista,
por ejemplo, obligaciones de cooperación o de tipo alimentaria.

Contémplese sino la situación en que uno de los convivientes requiera los


auxilios pertinentes del otro por caer enfermo. Más aún, no debe dejarse de
observar que frente a la terminación de la unión, por decisión unilateral, la pareja
abandonada puede solicitar indemnización o pensión alimenticia (artículo 326
CC). Es decir, frente a la dependencia económica generada, se deben plantear
contextos jurídicos que viabilicen y materialicen el sentido material y concreto de
la Constitución".
Por ello, el Tribunal Constitucional concluye que "en definitiva, el artículo 53 del
Decreto Ley 19990, visto a la luz del texto fundamental, debe ser interpretado de
forma tal que se considere al conviviente supérstite como beneficiario de la
pensión de viudez. Ello desde luego, siempre que se acrediten los elementos
fácticos y normativos que acrediten la existencia de la unión por medio
de documentación idónea para ello" y cumpla con los requisitos para acceder a
la pensión, que "son los mismos requeridos a las viudas en el artículo 53 del
Decreto Ley 19990".
Hemos comentado que la unión de hecho a la luz de la Constitución Política de
1993, es generador de efectos personales y patrimoniales, trataremos en primer
lugar cuales son estos efectos personales de la unión de hecho.

Expresamente cuando la Constitución usa la expresión de "hogar de hecho",


basta para entender que la creación de dicho hogar supone el establecimiento
de relaciones personales entre los convivientes.

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Para considerar los efectos personales parte de que en una unión de hecho la
vida se desarrolla de modo similar a la que sucede en el matrimonio.

El deber de asistencia entre los concubinos tomado desde el ámbito material, es


decir, en el matrimonio se comprueba que entre los cónyuges existe una
obligación legal de alimentos que puede subsistir excepcionalmente, después de
disuelto el vínculo matrimonial. En cambio, en la unión de hecho se presenta una
obligación alimentaria similar a la que existe entre los cónyuges, sin embargo,
esta no es legal sino natural.

Respecto al deber de cohabitación, los cónyuges deben hacer vida en común en


el domicilio conyugal; que de incumplirse unilateral e injustificadamente origina
una separación de hecho susceptible de configurar una causal de divorcio.

En la unión de hecho existe un deber natural de cohabitación semejante al legal


de los cónyuges; no obstante, el incumplimiento unilateral de este deber
ocasiona la terminación de la unión de hecho, al desaparecer la convivencia que
es el fundamento de su vigencia.

Respecto al deber de fidelidad, los cónyuges recíprocamente deben ser fieles,


que de incumplirse, en el aspecto material negativo, se configura el adulterio que
es causal para demandar la separación de cuerpos o el divorcio.

En la unión de hecho, por su singularidad, se presenta el deber de fidelidad, que


de inobservarse en cuanto a la continencia sexual, no se configuran las causales
mencionadas, en todo caso solo provocara la terminación de la unión de hecho
por decisión motivada del conviviente ofendido.

Ahora trataremos cuales son los efectos patrimoniales que hace mención la
Constitución de 1993 en su artículo 5º.

Ella nos habla que la unión de hecho origina una comunidad de bienes que se
sujeta a las disposiciones del régimen de sociedad de gananciales, en cuanto le

15
fuere aplicable. De ello se deduce, en primer lugar, que el régimen patrimonial
de las uniones de hecho es único y forzoso; en segundo término, que ese
régimen es el de comunidad de bienes; y, por último, que a esa comunidad de
bienes se aplican las reglas del régimen de sociedad de gananciales en lo que
fuere pertinente.

De ella se deduce que los convivientes no pueden convenir una "separación de


patrimonios" para regular sus relaciones patrimoniales.
La previsión constitucional evidencia lo expuesto cuando señala que la unión de
hecho "da lugar a una comunidad de bienes". Por ello los convivientes no pueden
hacer uso de la separación de bienes, por cuanto al unirse estas formaron una
comunidad de bienes, los únicos que pueden separar sus patrimonios son los
unidos matrimonialmente. Esta es una de las excepciones que por el Código Civil
cuando menciona "en cuanto le fuera aplicable".

El artículo 326 del Código Civil, en concordancia con el artículo 5 de la


Constitución de 1993, condiciona la aplicación de las normas del régimen de
sociedad de gananciales a la comunidad de bienes originada de una unión de
hecho, a que ésta haya durado por lo menos dos años continuos. Esto significa
que, mientras no se cumpla con este plazo, los convivientes someten sus
relaciones patrimoniales a las reglas de la comunidad de bienes y, en su caso, a
las de copropiedad, en vista de no existir regulación sobre la primera en el
Código Civil.

En tal sentido, una vez cumplido el plazo señalado, a la comunidad de bienes


existente entre los convivientes se le aplicarán las reglas de sociedad de
gananciales, en cuanto fuese pertinente; lo que no importa una conversión de la
comunidad de bienes en sociedad de gananciales. Esto último es relevante
cuando se compruebe la impertinencia de la aplicación de las normas de
sociedad de gananciales; en estos casos, las disposiciones de la comunidad de
bienes y, en su caso, las de copropiedad serán las pertinentes.

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4.- Clasificación de unión de hecho:
Casación 4320-2015, Lima

Fundamento destacado: Octavo.- Que, al respecto Varsi Rospigliosi8 clasifica


la unión de hecho en:

a) unión de hecho propia, aquella que cumple con todos los requisitos para surtir
efectos jurídicos;

b) unión de hecho impropia, es aquella que no cumple con los elementos o


requisitos para su reconocimiento formal, esto es, cuando alguna de las dos
personas tiene impedimento para contraer matrimonio. A su vez esta última se
clasifica en pura (cuando ellos desconocen la situación de impedimento
matrimonial) e impura (cuando al menos uno de ellos conoce del impedimento).
Debiendo aclarar que el artículo 326 del Código Civil señala que: “Tratándose de
la unión de hecho que no reúna las condiciones señaladas en este artículo, el
interesado tiene expedita, en su caso, la acción de enriquecimiento indebido”.

Marcial Rubio9 menciona 6 elementos de este artículo las cuales son:

 La unión de hecho tiene que ser voluntariamente realizada y mantenida


(lo que equivale a realizarla cada día, como tipo de acto continuado en
el tiempo). La voluntad tendrá que ser expresa o tacita, de acuerdo a los
términos del articulo 141º del Código Civil. Si es expresa, será mejor para
efectos de prueba, pero basta la tacita, siempre que, también, pueda ser
probada. De hecho, en el segundo párrafo hay la ayuda de la posesión
constante de Estado a partir de fecha aproximada, que puede probarse
de cualquier manera lícita. Esto es un reconocimiento manifiesto de la
expresión tacita de voluntad.

 La unión de hecho ocurre entre varón y mujer. Las parejas homosexuales


no son amparadas.

8
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. Tratado de Derecho de Familia. Matrimonio y uniones
estables. Lima: Gaceta Jurídica. 2011 p. 395-400.
9
RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit. Pág. 54.

17
 Las personas tienen que estar libres de impedimento matrimonial. Es
decir, deberían poder casarse entre si pero prefieren no hacerlo. Si
tuvieran impedimento no se produce la unión de hecho con efecto
jurídico. Así, un casado no esta considerado en esta posibilidad de
constituir hogar de hecho con quien no sea su cónyuge.

 La unión de hecho debe estar destinada a cumplir deberes semejantes a


los del matrimonio, es decir, la unión de varón y mujer como pareja, la
procreación de los hijos, la fidelidad y mutua asistencia, etc.

 La unión de hecho debe haber durado cuando menos dos años


continuos.

 Origina una sociedad de bienes que se sujeta al régimen de sociedad de


gananciales en cuanto fuere aplicable. La sociedad es una reunión de
bienes que, al estar regida por la sociedad de gananciales, condigna dos
tipos de propiedad: una es la de los bienes propios que pertenecen a
cada uno de los cónyuges y no al otro, y bienes sociales, que son de la
sociedad conformada y no pertenecen en particular a ninguno de los
cónyuges, aunque ellos o sus bienes propios los hayan generado
(artículo 301º del Código Civil).

5. -Características de unión de hecho:


El Concubinato o también denominado Unión de Hecho, posee las siguientes
características:

- Unión marital de hecho:

El concubinato es un estado de aparente unión matrimonial, ya que dos personas


de diferente sexo viven en común, constituyen un grupo familiar conjuntamente
que sus hijos, pero que no ostentan el título de estado de casados. No obstante
ello, la unión fáctica pretende alcanzar finalidades y cumplir deberes semejantes
a los del matrimonio como alimentar y educar a los hijos, observar el deber de

18
fidelidad y asistencia, hacer vida en común y otros deberes que se contemplan
para los cónyuges.

- Estabilidad y permanencia:

El estado conyugal aparente se basa en la estabilidad de las relaciones


intersubjetivas de hecho, que conducen a su permanencia y perdurabilidad en el
tiempo en que ambos concubinos asumen el rol de marido y mujer. Luego, no es
unión concubinaria aquella que carece de estabilidad y permanencia, a ellas se
ha venido en llamar uniones libres, ocasionales o circunstanciales.

- Singularidad y publicidad:

La situación fáctica en la que viven los concubinos es evidentemente única,


monogámica y estable.

Ello no obsta para que cualquiera de ellos pueda mantener momentáneamente


o circunstancialmente una relación sexual con tercera persona, que son simples
contactos fugaces, pero peligrosas para la estabilidad de dicha unión. La
publicidad, en cambio, es la notoriedad de dichas relaciones, el conocimiento
que asuman los parientes, vecinos y demás relacionados de ese estado
conyugal aparente.

- Ausencia de impedimentos:

Esta nota permite distinguir el concubinato propio del impropio. Este último
describe la existencia de causas que impiden que la situación de hecho se torne
en una de derecho, vale decir, que los convivientes no podrán celebrar
matrimonio civil por existir obstáculos legales que impiden su celebración. En
este caso resultarían aplicables los artículos 241 y 242 del C.C. donde se
señalan las causas impeditivas por las cuales no se puede contraer matrimonio.

6.- Teorías legislativas:


 Teoría abstencionista: razón por la cual no ha regulado la constitución
y el desarrollo de las uniones de hecho. Esta teoría considera que carece
de sentido regular la unión de hecho con requisitos referentes a su
constitución y desarrollo porque implicaría otorgarle solidez al
concubinato, equiparándolo con el matrimonio mismo. El concubinato es

19
un acto que afecta la moral y las buenas costumbres, por ende no produce
consecuencias legales en el plano personal ni en el plano patrimonial. Tal
los concubinos prescinden de la ley para sus uniones de hecho, así
también la ley debe mantenerlos al margen de ella e ignorarlos.

 Teoría reguladora: se ha aplicado a la legislación especial como la


referida a los derechos laborales, los derechos de la seguridad social,
derechos agrarios y otras normas adicionales.
 Teoría de la apariencia jurídica:( Apariencia del estado Matrimonial ) De
acuerdo a Alex Placido Vilcachagua señala que "La regularización
Constitucional sobre la unión de hecho es de naturaleza declarativa pues
se refiere a una realidad existente"
Esta teoría señala que, para el reconocimiento judicial de la unión de
hecho, ésta debe perseguir alcanzar finalidades y cumplir deberes
semejantes a los del matrimonio.
Alex Plácido considera que esta teoría no trata de amparar directamente
a la unión de hecho, sino de elevarla a la categoría matrimonial cuando
asume similares condiciones exteriores, esto es, cuando puede hablarse
de un estado aparente de matrimonio, por su estabilidad y singularidad

El Código Civil de 1984, además de haber adoptado la posición


abstencionista, recoge la teoría de la apariencia jurídica.

II. FENECIMIENTOS DE LAS UNIONES DE HECHO:


La unión concubinaria puede terminar de dos maneras: normal y
anormalmente. La primera, por la celebración del matrimonio civil,
caso en el cual, los convivientes no solamente transforman la unión de
hecho en una de derecho, sino que además encuentran en el
casamiento el mejor cause para sus aspiraciones, desde que ambos
estarán protegidos por la ley.

De modo anormal, según el artículo 326 el concubinato concluye por


las siguientes causas:

20
1) Por muerte de unos de los concubinos.- El fallecimiento
comprende no sólo la muerte física sino también la presunta.

2) Por ausencia judicialmente declarada.- Lo que sólo es posible


después de los dos años de su desaparición.

3) Por mutuo acuerdo.- Caso en el cual, no existe problema alguno,


pero será conveniente que conste por escrito a fin de que haya certeza
en la titularidad de los nuevos bienes que puedan adquirirse en el
futuro.

4) Por decisión unilateral.- En este supuesto, la ley determina que


el abandonado tiene opción para elegir entre una indemnización o una
pensión de alimentos, además de lo que le corresponde en la sociedad
de bienes.

5) Por matrimonio con tercera persona.- Caso en el cual, la unión


de hecho deja de tener finalidad, por lo que debe procederse a la
liquidación.

1.- Efectos jurídicos:

Los efectos genéricos derivados de la ruptura de una pareja de hecho


pueden ser analizados desde dos puntos de vista principales:

a) Efectos respecto a los propios convivientes: las cuestiones a debatir


judicialmente suelen limitarse a tres de índole principalmente patrimonial:

 La liquidación del patrimonio generado durante la convivencia.

 El derecho a eventual pensión o indemnización como consecuencia de

la ruptura.

 El uso de la vivienda donde se ha convivido.

21
b) Efectos respecto de los hijos comunes:

 Régimen de guarda y custodia.


 Régimen de visitas.
 Pensiones por alimentos.

2.- Uniones de hecho propias e impropias


En la doctrina se ha distinguido dos tipos de uniones de hecho o concubinatos:
la propia y la impropia:

En ambos casos, la legislación peruana ha regulado un tratamiento distinto. Así,


en el caso del concubinato propio, cuando dicha unión haya durado un periodo
de 2 años continuos, se originará una sociedad de bienes sujeta al Régimen de
Sociedad de Gananciales; situación que no ocurre con el concubinato impropio.

A. Concubinato propio:

Debiéndose entender por concubinato propio a la unión voluntaria entre un


hombre y una mujer, libres de impedimento matrimonial, para alcanzar los fines
y cumplir los deberes semejantes a los del matrimonio, de conformidad con lo
establecido en el primer párrafo del artículo 326 del Código Civil.

Llamado también puro y se presenta como una unión extramatrimonial duradera,


entre un varón y una mujer, de modo que pueden transformar su situación de
hecho en una de derecho, por no existir impedimento alguno que obste la
presunción del matrimonio civil.

Viven en concubinato propio los solteros, los viudos, los divorciados y aquéllos
cuyo matrimonio ha sido declarado nulo judicialmente.

Se puede efectuar combinaciones como aquella unión de varón soltero que


convive con una mujer soltera, viuda, divorciada y cuyo matrimonio ha sido
declarado inválido o, como a mujer soltera que se une con hombre soltero, viudo,
divorciado y cuyo matrimonio ha sido también nulo.

El concubinato propio exige además de los siguientes requisitos:

a) Que se trate de una unión de hecho voluntariamente realizada y


mantenida entre un varón y una mujer.

22
b) Que los integrantes de esa unión estén libres de impedimento
matrimonial.

c) Que la unión de hecho tenga por objeto alcanzar y cumplir deberes


semejantes a los del matrimonio.

d) Que la unión concubinaria tenga una duración mínima de dos años


continuos.10

Por otra parte, cuando el concubinato propio termine ya sea por muerte, ausencia
(cuando uno de los concubinos lleve más de 2 años desaparecido), mutuo
acuerdo (cuando ambos concubinos están de acuerdo en terminar el
concubinato) o por decisión unilateral (cuando uno de los concubinos abandona
al otro), se liquidará la comunidad de bienes, en caso de que ésta exista.

De darse el último supuesto mencionado en el párrafo anterior, el ex concubino


abandonado, además de los derechos que le correspondan de la liquidación de
la sociedad de bienes, tendrá derecho a solicitar a su ex concubino, ante el Juez
competente, el pago de una indemnización o de una pensión de alimentos.

B) Concubinato impropio:

El concubinato impropio debemos entender a aquellas uniones de hecho que se


dan sin cumplir con lo señalado anteriormente, es decir, que uno de los
concubinos o ambos estén casados, que los concubinos sean del mismo sexo,
o que ambos o uno de ellos tenga algún impedimento matrimonial.

Denominado impuro, donde la unión concubinaria se presenta como una unión


extramatrimonial ilegítima por existir un impedimento legal que obstaculiza la
realización del matrimonio. En este caso, los concubinos no pueden contraerlo
porque uno de ellos o ambos a la vez se hallan unidos a otro enlace civil anterior.

Viven en concubinato impropio el varón casado que se une a una mujer soltera,
casada, viuda, separada judicialmente, divorciada y cuyo matrimonio ha sido
declarado nulo o, la mujer casada que convive con un hombre soltero, casado,

10
Artículo 326 del Código Civil.

23
viudo, separado judicialmente, divorciado y cuyo matrimonio ha sido declarado
inválido.

Es de advertir, que en el concubinato impropio, no sólo no pueden contraer


matrimonio civil en razón de que uno o ambos están ligados anteriormente a otro
enlace de igual naturaleza, sino además porque median otras causas
expresamente determinadas en la ley.

Estas causas son la impubertad, salvo la dispensa correspondiente; la


enfermedad crónica, contagiosa o transmisible por herencia o vicio que
constituya peligro para la prole; la enfermedad mental crónica, la sordomudez,
ciegosordez y ciegomudez, cuando los afectados no supieran expresar su
voluntad de modo indubitable, la consanguinidad en la línea recta, etc.

Este tipo de unión concubinaria exige el cumplimiento de los siguientes


requisitos:

a) Que se trate de una unión de hecho voluntariamente realizada y


mantenida por un varón y una mujer.

b) Que uno de ellos o ambos tengan un obstáculo legal que les impida
contraer matrimonio.

c) Que los concubinos lleven vida de casados sin estarlo realmente.

d) Que se forme el patrimonio concubinario.11

En importante saber, en el caso del concubinato impropio, cuando esta unión


termine, no se generará ningún tipo de derecho a favor de los ex concubinos,
ninguno de ellos podrá solicitarse indemnización o pensión alimenticia. Por lo
que la única acción que puede ejercer el interesado, en contra de su ex
concubino que se enriqueció o benefició económicamente a expensas de él, es
la del enriquecimiento indebido.

11
Artículo 402 inciso 3° del Código Civil.

24
III. INSCRIPCIÓN REGISTRAL (SUNARP)

Es importante para preservar los derechos patrimoniales o de propiedad de los


convivientes.

De acuerdo a nuestra legislación, la unión de hecho es la unión estable entre


varón y mujer, libres de impedimento matrimonial, quienes forman un hogar con
finalidades semejantes a las de un matrimonio.

Al inscribir la convivencia en el Registro de Personas Naturales de la Sunarp, la


pareja precisa la fecha de inicio de la relación así como la de su finalización, en
caso se produjera, ello con el objetivo de diferenciar con exactitud los bienes
muebles e inmuebles que les corresponden a cada uno y evitar una injusta
redistribución de su patrimonio.

En consecuencia, al inscribir su unión de hecho en la Sunarp, los convivientes


garantizan la preservación de sus derechos patrimoniales o de propiedad.

El primer paso para formalizar una unión de hecho es acudir a un notario público.
Aquí se tramita la unión de acuerdo a los siguientes requisitos:

 Presentar una solicitud que incluya los nombres y firmas de ambos


solicitantes, así como el reconocimiento expreso que conviven no
menos de dos años de manera continúa.

 Declaración expresa de los solicitantes que se encuentran libres de


impedimento matrimonial y que ninguno tiene vida en común con otro
varón o mujer, según sea el caso.

 Certificado domiciliario de los solicitantes.

 Certificado negativo de unión de hecho tanto del varón como de la


mujer, expedido por el Registro de Personas Jurídicas de la oficina
registral donde domicilian los solicitantes.

 Declaración de dos testigos indicando que los solicitantes conviven


dos años continuos o más.

 Otros documentos que acrediten que la unión de hecho tiene por lo


menos dos años continuos.

25
Posteriormente, el notario público extenderá la escritura pública con la
declaración del reconocimiento de la unión de hecho entre los convivientes, la
cual remitirá al Registro de Personas Naturales de la Sunarp del lugar donde
estos domicilian.

El costo de inscripción de una unión de hecho en la Sunarp es de S/. 20.00 y su


plazo de inscripción es de 7 días.

Importante

 Una vez inscrita la unión de hecho en la Sunarp, automáticamente se


generan los derechos sucesorios entre sus integrantes.

 Si cualquiera de los solicitantes proporciona información falsa para


sustentar su pedido ante el notario, será pasible de responsabilidad penal.

 Si los convivientes desean dejar constancia de haber puesto fin a su


estado de convivencia podrán hacerlo por escritura pública en la cual
podrán liquidar el patrimonio social. El reconocimiento del cese de la
convivencia también se inscribe en el Registro Personal.

Datos

 De enero a diciembre de 2016, se inscribieron 2,588 uniones de hecho en


todo el país, registrándose un incremento de 284.54% respecto al año
2015, cuando se inscribieron 673 uniones de hecho en todo el territorio
nacional.

 Lima (546), La Libertad (368) y Arequipa (233) fueron los departamentos


donde se inscribieron más uniones de hecho durante el año 2016.

 Solo en enero de 2017, se inscribieron 323 uniones de hecho en todo el


país. Lima (72), La Libertad (42) y Arequipa (36), encabezan el listado.12

12
Superintendencia Nacional de Registros Públicos, fue creada en octubre de 1994 mediante la
Ley 26366.

26
1.- La finalidad de la ley 29560
La Ley 29560 amplia la competencia a los Notarios para proceder a reconocer la
Unión de Hecho definida en el Código Civil.

Los convivientes pueden acercarse ante un Notario a realizar la inscripción de


una Unión de Hecho según Ley.

La Ley Número 29560 que modificó la Ley Número 26662, amplia la competencia
notarial en asuntos no contenciosos, permitiendo el reconocimiento de las
uniones de hecho en la vía notarial, al respecto CALDERON BELTRAN (2015)
señala que: “Esta norma nacida desde la propia iniciativa del notariado, en
palabras de sus presentadores, busca un ahorro de tiempo y una agilización de
trámites para los miembros de una unión de hecho, lo cual es evidente, pues
permite a los convivientes acceder mediante un trámite notarial simple, a una
escritura pública que para ellos cumpla el rol de partida o acta que ponga de
manifiesto su estado de convivencia, aliviando también la carga procesal del
Poder Judicial, pues antes de publicarse la ley, la única forma en que se podía
reconocer al concubinato era a través de un complejo y dilatado proceso
judicial”13

La citada norma establece el procedimiento para obtener el reconocimiento de


la unión de hecho a nivel notarial, el mismo sé resume de la siguiente forma:
Solicitud de ambos convivientes pidiendo que se reconozca e inscriba en el
registro personal su unión de hecho, acompañando los documentos pertinentes
que acrediten tal unión por lo menos por dos años de manera continua y dos
testigos que da fe de ello, que se encuentran libres de impedimentos
matrimoniales y que ninguno tiene vida en común con otro varón o mujer, según
sea el caso, certificado domiciliario, certificado negativo de la unión de hecho.

Este procedimiento notarial requiere del acuerdo entre los convivientes para el
reconocimiento de la unión de hecho, por tanto, no es factible dicho
reconocimiento de manera unilateral, para ello será necesario recurrir a la vía
judicial.

13
CALDERON BELTRÁN, Javier Edmundo. Ob. Cit, página 171.

27
El notario manda a publicar la solicitud, siendo que transcurridos 15 días útiles
desde la publicación del último aviso y de no haber oposición, el notario levanta
el acta con el reconocimiento de la unión de hecho y pasa los partes al registro
personal para su inscripción, de existir oposición el procedimiento notarial se
interrumpe y se derivará lo actuado al Juez Especializado de Familia o Mixto
como corresponda.

Finalmente si los convivientes desean dejar constancia de haber puesto fin a su


estado de convivencia, podrán hacerlo en la escritura pública en la cual podrán
liquidar el patrimonio social, siendo que dicho reconocimiento de cese de la
convivencia se inscribirá en el Registro Personal.

2.- Tramite notarial:


"Artículo 1°._ Asuntos No Contenciosos.- “Los interesados pueden recurrir
indistintamente ante el Poder Judicial o ante el notario para tramitar según
corresponda los siguientes asuntos: (...)

8. Reconocimiento de unión de hecho

9.Convocatoria a junta obligatoria anual.

10. Convocatoria a junta general."

Artículo 46°._Requisito de la solicitud.-

La solicitud debe incluir lo siguiente:

1. Nombres y firmas de ambos solicitantes.

2. Reconocimiento expreso que conviven no menos de dos (2) años de manera


continua.

3. Declaración expresa de los solicitantes que se encuentran libres de


impedimento matrimonial y que ninguno tiene vida en común con otro varón o
mujer, según sea el caso.

4. Certificado domiciliario de los solicitantes.

28
5. Certificado negativo de unión de hecho tanto del varón como de la mujer,
expedido por el registro personal de la oficina registral donde domicilian los
solicitantes.

6. Declaración de dos (2) testigos indicando que los solicitantes conviven dos (2)
años continuos o más.

7. Otros documentos que acrediten que la unión de hecho tiene por lo menos
dos (2) años continuos.

Artículo 47°.- Publicación.- El notario manda a publicar un extracto de la


solicitud de conformidad con lo establecido en el artículo 13°.

Artículo 48°._ Protocolización de los actuados.- Transcurridos quince (15)


días útiles desde la publicación del último aviso, sin que se hubiera formulado
oposición, el notario extiende la escritura pública con la declaración del
reconocimiento de la unión de hecho entre los convivientes.

3.- Derechos sucesorios en la unión de hecho

Por otro lado, mediante la Ley N° 30007 publicada el 17 de abril del 2013, en el
Diario Oficial El Peruano, se modificó el artículo 326 del Código Civil, por el cual
se indicó que las uniones de hecho, que reúnan las condiciones previstas en
dicho artículo (voluntaria, entre varón y mujer, libres de impedimento matrimonial,
finalidades y deberes semejantes al matrimonio, que haya durado por lo menos
dos años continuos), produce, respecto de sus miembros, derechos y deberes
sucesorios, similares a los del matrimonio, por lo que las disposiciones
contenidas en los artículos 725, 727, 730, 731, 822 a 825 del citado Código se
aplican al integrante sobreviviente de la unión de hecho en los términos en que
se aplicarían al cónyuge.

CALDERÓN BELTRÁN (2015), ha señalado: “(…) la promulgación de la Ley


30007, constituye un auténtico acto de justicia para las uniones estables, para
aquellos concubinos que han compartido una convivencia estable y duradera en
modo semejante al matrimonio y que legalmente se encontraban desprotegidos
ante la muerte de su compañero convivencial, era pues un acto de injusticia para
este tipo de familias, la indiferencia que existía en el ordenamiento jurídico a la

29
muerte de uno de los integrantes de la unión de hecho, más aún cuando es
común, que él o la conviviente supérstite haya sido quien acompañó, cuidó y
asistió en vida al causante, haya sido quien formó parte de la vida familiar del
causante, viéndose desprotegida a la muerte de éste, pues al no ostentar la
calidad de heredera forzosa, eran excluidos de la sucesión del que fuera su
pareja convivencial ”. 14

Se ha establecido en el artículo 2° de la Ley N° 30007, que además de la


exigencia de que la unión de hecho reúna los requisitos del artículo 326 del
Código Civil, que esta unión debe encontrarse vigente al momento de
fallecimiento de cualquiera de sus miembros, nos preguntamos ¿qué debemos
entender por dicho supuesto previsto en la norma como requisito?, que el
reconocimiento de los derechos sucesorios, sólo es factible para los casos de
convivientes que sigan compartiendo al fallecimiento, el mismo techo, lecho y
mesa o también deben ser considerados aquellos casos, en que existió previó al
fallecimiento por parte del causante un abandono injustificado y se contaba con
reconocimiento de la unión de hecho (notarial o judicial) vigente, consideramos
que por el espíritu de la norma, debe contemplarse también ha dicho supuesto
para el reconocimiento de los derechos sucesorios al o a la conviviente
sobreviviente, para que realmente la Comunidad y el Estado cumpla con el deber
de protección de la familia.

Situación distinta sería si no contaban con una declaración judicial o notarial, en


cuyo caso de conformidad con el artículo 3 de la Ley N° 30007, el integrante de
la unión de hecho sobreviviente tendría que solicitar el reconocimiento en la vía
judicial, siempre claro está si la unión de hecho a la fecha de fallecimiento del
causante se encontraba vigente.

 Herederos forzosos:
AUGUSTO FERRERO (1999), indica que: “Se les denomina así no porque esté
obligados a recoger la herencia, pues el heredero puede libremente aceptar o
renunciar a ella. Se les llama también herederos reservatarios, en vista de que
la ley reserva para ellos una parte intangible del patrimonio del causante.

14
CALDERÓN BELTRÁN, Javier Edmundo. Ob. Cit. Página 180.

30
También son conocidos con el nombre de legitimarios, pues la parte intangible
que les está reservada se denomina legítima. Asimismo, se les denomina
herederos necesarios, pues necesariamente heredan. Estos herederos se
dividen en dos clases: en aquellos que tienen como legítima las dos terceras
partes de la herencia, como son los descendientes y el cónyuge, y en aquellos
que tienen como legítima la mitad de la herencia, como es el caso de los
ascendientes”.15

Ahora bien, el artículo 5 de la Ley N° 30007 modificó el artículo 724 del Código
Civil, por el cual ahora se considera dentro de los herederos forzosos o
legitimarios o necesarios: a los hijos y los demás descendientes, los padres y los
demás ascendientes, al cónyuge o, en su caso, al integrante sobreviviente de la
unión de hecho.

 Tercio de libre disposición:


AUGUSTO FERRERO (1999) al respecto señala que: “Las cuotas de legitima y
de libre disposición se nutren del mismo concepto: el patrimonio hereditario
existente al momento de la apertura de la sucesión. Por ello, más que
instituciones complementarias, son excluyentes, en el sentido de que en la
misma porción que crece la primera, disminuye la segunda, y viceversa”.16

El artículo 725 del Código Civil debe entenderse con la modificatoria realizada
por la Ley N° 30007 al artículo 326 del Código Civil, que el que tiene hijos u otros
descendientes, o cónyuge o conviviente (herederos forzosos), puede disponer
libremente de manera testamentaria solamente hasta del tercio de sus bienes, lo
que se denomina cuota de libre disposición.

LOHMANN LUCA DE TENA al respecto indica: “ lo máximo que el causante


puede dejar a terceros (por donación o por legado) es un tercio de la cifra
contable total, y que cualquier exceso de ese tercio tendrá que reducirse o
ajustarse a pedido del o de los legitimarios afectados”.17

15
FERRERO, Augusto. Manual de Derecho Sucesiones, Talleres Gráficos de Laser Graf
Alvarado, 1999, página 17.
16
FERRERO, Augusto. Ob.cit., página 232.
17
LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Código Civil comentado, Tomo IV, Derecho de
Sucesiones, Editorial Gaceta Jurídica, Agosto 2007, página 227.

31
 Libre disposición de la totalidad de bienes:
El artículo 727 del Código Civil, debe entenderse ahora que si el cónyuge o
conviviente no tiene herederos forzosos (descendientes o cónyuge o conviviente
o padres u otros ascendientes), puede disponer por testamento como mejor le
parezca de la totalidad de sus bienes y ello por cuanto no existe legítima.

LOHMANN LUCA DE TENA (2007) al respecto indica que: “No habiendo


legítima, el testador puede disponer de todos sus bienes (rectius de todo su
patrimonio) libremente a título de legado o de herencia (con la salvedad
establecida en el artículo 771),18 designando como herederos o legatarios a
quien desee; por los parientes que no tienen la categoría de herederos forzosos
no tienen derecho a reclamar nada si testamentariamente el causante hubiese
dispuesto de todo en favor de terceros no familiares, o solo en favor de algunos
familiares y no de otros”.19

AUGUSTO FERRERO (1999) señala que: “(…) quien tiene la libre disposición
de todos sus bienes puede nombrar uno o varios herederos voluntarios. Empero,
en ese caso, la parte que les toque a éstos en conjunto no puede ser inferior a
la cuarta parte de la herencia (artículo 771). Es la figura que se conoce con el
nombre de cuarta falcidia, (…). A diferencia de la legítima, sobre esta parte de la
herencia sí se pueden establecer condiciones, plazos, cargos y sustituciones, no
siendo de aplicación lo dispuesto en el artículo 73320 (…)”.21

 Legítima de conviviente:
Ahora el artículo 730 del Código Civil, debe aplicarse no sólo al cónyuge a favor
de quien se reconoce la legítima, sino también a favor del conviviente, en el
primer supuesto, ello es independiente del derecho que le corresponde por
concepto de gananciales al cónyuge proveniente de la liquidación de dicha

18
Artículo 771 del Código Civil indica que: “Si el testador que tiene la libre disposición de sus
bienes instituye herederos voluntarios y legatarios, la parte que corresponde a aquellos no será
menor de la cuarta parte de la herencia, con cuyo objeto serán reducidos a prorrata los legados,
si fuere necesario”.
19
LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Ob.cit., página 227.
20
Artículo 733 del Código Civil indica que: “El testador no puede privar de la legítima a sus
herederos forzosos, sino en los casos expresamente determinados por la ley, ni imponer sobre
aquélla gravamen, modalidad, ni sustitución alguna. Tampoco puede privar a su cónyuge de los
derechos que le conceden los artículo 731 y 732, salvo en los referidos casos”.
21
FERRERO, Augusto. Ob.cit., página 242.

32
sociedad y en el segundo caso, ello es independiente del derecho que le
corresponde al conviviente proveniente de la liquidación de la sociedad de
bienes, ello en tanto que se trata de dos derechos diferentes por su procedencia
y su naturaleza jurídica, uno referido a las gananciales artículo 323 y 326 del
Código Civil respectivamente y la legítima conforme al artículo 723 del citado
Código.

En esa misma línea de pensamiento LOHMANN LUCA DE TENA (2007) señala


en relación al artículo 730 del Código Civil, que: “Esta regla tiene el claro
propósito de reafirmación o precisión, si se puede decir así, para recalcar la
independencia de dos derechos diferentes (…)”22, formula que según refiere
AUGUSTO FERRERO (1999): “(…) ha sido recogida del sistema alemán (…)”.23

Sobre el concepto de legítima, FERNÁNDEZ ARCE (2003) señala que: “es pars
hereditatis y que es impuesta por la ley al testador. No está dentro del ámbito de
la voluntad privada como la cuota de libre disposición. Por tanto, no se puede
privar de este derecho a los herederos forzosos así como tampoco gravarla, ni
imponerle modalidades ni disponer la sustitución porque esto sólo es posible, si
la institución de herederos forzosos fuera establecida por voluntad de aquél”.24

 Derecho de habitación vitalicia del conviviente supérstite:


El artículo 731 del Código Civil reconoce ahora el derecho de habitación vitalicio
no sólo para el cónyuge supérstite, sino también a favor del conviviente
supérstite, cuando concurriendo con otros herederos, resulta que su derecho por
concepto de legítima y gananciales no alcanzan el valor necesario para que le
sea adjudicada la casa-habitación en que existió el hogar convivencial, dicho
conviviente puede optar por el derecho de habitación en forma vitalicia y gratuita
sobre la referida casa, en este supuesto los otros herederos no podrán partirla,
ni dividirla, ni venderla hasta que se extinga el derecho de habitación, por muerte
del conviviente sobreviviente, renuncia al derecho de habitación, se case o
ingrese a otra unión de hecho.

22
LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Ob.cit., página 233.
23
FERRERO, Augusto. Ob.cit., página 242.
24
FERNÁNDEZ ARCE, César. Código Civil: Derecho de Sucesiones, Tomo I, Fondo editorial
de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Año 2003, Lima, Perú, página 42.

33
AUGUSTO FERRERO (1999), al respecto indica que: “Este derecho le otorga al
habitador la condición de usufructuario, significando ello que la transmisión a los
demás herederos es en nuda propiedad. La nuda propiedad implica que el
propietario no disfruta el dominio pensamos que el derecho de habitación es un
derecho iure successionis, es decir, a título hereditario. No obstante, es pars
bonorum (derecho independiente a la herencia)”.25

Este derecho de habitación recae sobre la diferencia existente entre el valor del
bien y el de sus derechos por concepto de legítima y gananciales.

La diferencia de valor afectará la cuota de libre disposición del causante y, si


fuere necesario, la reservada a los demás herederos en proporción a los
derechos hereditarios de éstos.

En su caso, los otros bienes se dividen entre los demás herederos, con exclusión
del conviviente sobreviviente.

Mientras esté afectado por los derechos de habitación, la casa-habitación tendrá


la condición legal de patrimonio familiar.

CALDERÓN BELTRÁN (2015) indica que este derecho: “(…) tiene como razón
de ser el establecer una protección especial a éste, permitiéndole acceder a un
derecho adicional además de los que le son concedidos por su condición de
heredero forzoso, en efecto, se protege al compañero sobreviviente de la
aspiración o codicia de los herederos con los que concurre a la herencia, quienes
muchas veces exigen la partición o subasta de todos los bienes del causante,
incluyéndose al hogar conyugal, habitado por el cónyuge supérstite o en nuestro
caso al hogar convivencial, habitado por el concubino sobreviviente, dejándose
a este último en el desamparo, el fin de la norma (…) es evitar estos actos de
arbitrariedad, haciendo estéril cualquier pedido de división o partición que
pretendan instaurar los herederos del causante sobre el que fuera el hogar
conyugal o tratándose de uniones estables, sobre el que fuera el hogar
convivencial”,26 en similar sentido expresa FERNÁNDEZ ARCE que el derecho

25
FERRERO, Augusto. Ob.cit., páginas 256-257.
26
CALDERÓN BELTRÁN, Javier Edmundo. Ob. Cit., página 188.

34
de habitación: “Tiene fines asistenciales. Va dirigido a proteger a las familias de
menores recursos económicos”.27

 Derecho de usufructo del conviviente supérstite:


En el mismo supuesto del artículo 731 del Código Civil, es decir, cuando el
conviviente supérstite, concurre con otros herederos y su derecho por concepto
de legítima y gananciales no alcanzan el valor necesario para que le sea
adjudicada la casa-habitación en que existió el hogar convivencial y no está en
situación que le permita sostener los gastos de la casa-habitación, podrá, con
autorización judicial, darla en arrendamiento, percibir para sí la renta y ejercer
sobre la diferencia existente entre el valor del bien y el de sus derechos por
concepto de legítima y gananciales los demás derechos inherentes al usufructo.
Si se extingue el arrendamiento, el conviviente sobreviviente podrá readquirir a
su sola voluntad el derecho de habitación a que se refiere el artículo 731 del
Código Civil.

El maestro FERRERO COSTA (2007), nos indica que: “Este beneficio puede ser
excesivo y está ligado a la falta de límite en cuanto al valor del inmueble. En
efecto, puede darse el caso de un inmueble de mucho valor cuyo mantenimiento
requiera también de muchos gastos. De ser así, resultaría más injusto aunque el
cónyuge (ahora también el conviviente) perciba la renta de un inmueble que
excede las necesidades de la habitación”.28

Coincidimos con CALDERÓN BELTRÁN (2015) cuando señala que: “el fin de la
norma no sería otro que establecer un resguardo para el compañero
sobreviviente necesitado, a fin de evitar que caiga en el desamparo”, 29 es decir,
en palabras de FERNÁNDEZ ARCE (2003): “cumple una función económica de
protección familiar”,30 quien a su vez nos señala que son requisitos para la
constitución del derecho de habitación: “a. Muerte de uno de los cónyuges. (…)
b. Pluralidad de sucesores. (…) c. Que el acervo sucesorio esté integrado al
menos por un inmueble habitable. (…) d. Es necesario que el inmueble haya

27
FERNÁNDEZ ARCE, César, Ob.cit., página 43.
28
FERRERO COSTA, Augusto. Código Civil comentado, Tomo IV, Derecho de Sucesiones,
Editorial Gaceta Jurídica, Agosto 2007, página 239.
29
CALDERÓN BELTRÁN, Javier Edmundo. Ob.cit, página 191.192.
30
FERNÁNDEZ ARCE, César, Ob.cit., Tomo II página 579.

35
constituido el hogar conyugal al tiempo de la apertura de la sucesión. (…) e. Que
el cónyuge sobreviviente no pueda adjudicarse en propiedad ese bien inmueble
por no cubrir su valor la suma de su legítima y de sus gananciales, como le
autoriza el Art. 323 del Código Civil. (…) f. Que la viuda quiera optar por el
ejercicio de este derecho que la ley le reconoce de modo personalísimo, temporal
y gratuito”.31

Mientras esté afectado por los derechos usufructo, la casa-habitación tendrá la


condición legal de patrimonio familiar, pero solo en cuanto a la inalienabilidad e
inembargabilidad y no en lo referente a trasmisibilidad y ello por cuanto el
derecho de habitación y de usufructo en su caso, es personalísimo y se extingue
con la muerte.

Si el conviviente sobreviviente contrae matrimonio, ingresa a una nueva unión


de hecho o muere o renuncia al derecho de usufructo este se extingue, quedando
expedita la partición del bien.

 Concurrencia del conviviente con descendientes:


El artículo 822 del Código Civil indica que el cónyuge que concurre con hijos o
con otros descendientes del causante (nietos, bisnietos y tataranietos), en este
último caso habrá que contar cada uno de los troncos familiares de donde
descienden, siendo que heredaran una parte igual a la de un hijo, por ello este
derecho antiguamente se le llamaba hijuela, este supuesto ahora se extiende al
caso del conviviente supérstite, no interesa si los hijos que concurren con el
cónyuge o conviviente supérstite son sus hijos o no, esta norma corresponde ser
concordada con el artículo 816 del Código Civil, que establece los órdenes
sucesorios, cuando en su parte final indica que el cónyuge o, en su caso, el
integrante sobreviviente de la unión de hecho conforme a la modificatoria
realizada por el artículo 7 de la Ley 30007, también es heredero en concurrencia
con los herederos de los dos primeros órdenes, es decir, los hijos y demás
descendientes o padres y demás ascendientes.

31
FERNÁNDEZ ARCE, César, Ob.cit., Tomo II página 583 a 585.

36
 Opción de usufructo del conviviente:
De conformidad con el artículo 823 del Código Civil, ahora en el caso de que el
cónyuge o el conviviente supérstite concurra con los hijos o con otros
descendientes del causante, pueden optar por continuar siendo heredero o
heredera y por lo tanto realizar la división y partición de los bienes y derechos de
la herencia o elegir por el usufructo de la tercera parte de la herencia, en este
último caso los otros sucesores, se quedan con la propiedad de todo el
patrimonio, pero no podrán partir o dividir hasta que se extinga el derecho de
usufructo, salvo que hubiere obtenido los derechos de habitación vitalicia
previsto en el artículo 731 o de usufructo del hogar de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 732 del Código Civil.

En la medida que como hemos señalado se trata de dos derechos distintos, la


legitima y el de los gananciales (matrimonio) y sociedad de bienes (unión de
hecho), la opción antes indicada no perjudica, ni implica renunciar a estos últimos
derechos.

FERRERO COSTA (2007) se pregunta: “Cuando el cónyuge (ahora también el


conviviente) opta por el usufructo, ¿se le considera heredero? Creemos que no,
pues al no recibir todos los derechos y obligaciones de la herencia sino solo el
derecho de usufructo sobre todos y cada uno de los bienes de la misma, no
resulta ser un sucesor a título universal. El heredero será titular de la nuda
propiedad, con la carga del usufructo. Y es que el usufructuario no sucede ni en
los bienes ni en la persona, pues respecto a los primeros lo hace en un solo
derecho de los mismos: el usufructo, y en relación a la segunda, lo hace en una
situación jurídica distinta de ella. Al optar por el usufructo, el cónyuge (reiteramos
ahora también el conviviente) se encuentra con los descendientes del de
cujus en una comunión incidental de goce, coexistiendo sobre los bienes
hereditarios dos derechos desiguales de goce”.32

32
FERRERO COSTA, Augusto. Ob. Cit., página 433.

37
 Concurrencia del conviviente con ascendientes:
Igual como sucede cuando el cónyuge o conviviente supérstite, concurre con los
hijos o con otros descendientes, cuando concurre con los padres o con otros
ascendientes del causante, estos heredan una parte igual a la de uno de ellos
indica el artículo 824 del Código Civil.

El maestro FERRERO COSTA (2007), critica la citada norma pues: “(…) no


encontramos lógico ni equitativo que cuando el cónyuge concurra con dos
padres, herede la tercera parte, y que cuando concurra con cuatro abuelos
herede la quinta parte. Efectivamente, cuando más lejano es el parentesco de
los ascendientes con el causante, menor debería ser la participación que les
corresponda cuando concurran con el cónyuge (o con el conviviente), (…) El
legislador ha optado por lo contrario”.33 Esto ocurre, porque a diferencia del
tratamiento del supuesto en el cual el cónyuge o conviviente concurre con los
descendientes, estos heredan por estirpes (troncos familiares), en el caso de
concurrencia con los ascendientes estos heredan por cabeza.

 Sucesión exclusiva del conviviente:


Por último, si al abrirse la sucesión del causante no ha dejado descendientes ni
ascendientes con derecho a heredar, la herencia corresponde al cónyuge
sobreviviente, indica el artículo 825 del Código Civil, siendo que esta norma
ahora le es aplicable también al caso del conviviente sobreviviente, excluyendo
a todos los parientes del cuarto (hermanos del causante), quinto (tíos y sobrinos
del causante) y sexto grado (sobrinos nietos, tíos abuelos y primos del causante)
en línea colateral del causante, es decir, el cónyuge o el conviviente
sobreviviente, hereda todo el patrimonio del causante.

FERRERO COSTA (2007) señala que esta norma es inútil, pues: “No hace sino
recalcar que el cónyuge excluye a los parientes colaterales, lo cual se desprende
claramente del orden sucesorio que establece el artículo 816”.34

33
FERRERO COSTA, Augusto. Ob. Cit. página 436.
34
FERRERO COSTA, Augusto. Ob. Cit. página 437.

38
4.-La Ley N° 30007 , derecho a Herencia
La Ley N° 30007, publicada el 17 abril 2013. establece por primera vez en el
Perú, el derecho a heredar, es decir, se considera como herederos forzosos, a
los convivientes. Por lo tanto, podrán heredar a través de testamento o podrán
demandar por sucesión intestada o por petición de herencia con respecto a su
conviviente.

Artículo 1. Objeto de la Ley N° 30007

“La presente Ley tiene por objeto reconocer derechos


sucesorios entre un varón y una mujer, libres de
impedimento matrimonial, que conforman una unión
de hecho.”

5.- El proceso judicial


El reconocimiento de la unión de hecho a nivel judicial.

El mismo es tramitado vía proceso de conocimiento, para ello la demanda debe


cumplir con los requisitos previstos en los artículos 424 y 425 del Código
Procesal Civil, siendo que la misma es interpuesta mayormente, cuando uno de
los convivientes decide abandonar al otro o cuando la unión de hecho ha
concluido al fallecimiento de uno de los convivientes, en el primer supuesto se
hace necesario la adopción de las medidas cautelares, como la anotación de la
demanda, para evitar la disposición de los bienes, que puede hacer el
conviviente a nombre de quien se encuentran los mismos y en el segundo
supuesto, es muy usual que al no existir una sucesión intestada se nombre a un
curador procesal, sin perjuicio de solicitarse al demandante señale quienes
podrían integrar la misma.

Debe cuidarse de señalarse en la demanda y acreditarse cuando se inició la


unión de hecho y cuando culminó, pues la sociedad de bienes necesita la
acreditación de que la unión haya durado cuando menos dos años continuos,
por otro lado, no olvidemos que aún pese a que el artículo 197 del Código
Procesal Civil nos señale que todos los medios probatorios serán evaluados por
el Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada al expedir la
sentencia, lo cierto, es que podemos tener el inconveniente de encontrarnos con

39
algún magistrado, que pueda señalarnos que conforme al segundo párrafo del
artículo 326 del Código Civil, la posesión constante de estado a partir de fecha
aproximada puede probarse con cualquiera de los medios admitidos por la ley
procesal, siempre que exista un principio de prueba escrita, por tanto, no está
demás que se recurra a la documentación, que acredite que los convivientes
compartieron el mismo domicilio, el mismo lecho y la misma mesa, para lo cual
entre otros medios de prueba escrita, nos ayudará el registro documentado del
domicilio consignado en el Registro Nacional de Estado Civil –RENIEC, la
matrícula realizada por el conviviente en el Colegio de los hijos, el registro ante
alguna aseguradora, los recibos de servicios públicos consignando el domicilio,
son en todo caso, elementos más contundentes que fotografías o declaraciones
testimoniales, siendo que al final todos los medios probatorios serán evaluados
por el Juez en forma conjunta.

No olvidemos aunque parezca obvio, que la unión de hecho debe ser mantenida
entre un varón y una mujer, por tanto, dicho extremo debe contar con medio
probatorio que así lo acredite, pero más importante todavía resulta acreditar el
hecho que los convivientes están libres de impedimento matrimonial, muchos se
limitan a acreditar que ambos eran solteros, pero los impedimentos
matrimoniales absolutos, relativos y especiales consagrados en los artículos 241
a 243 del Código Civil, se refieren también a la edad de los convivientes, no
adolecer de enfermedad crónica, contagiosa y transmisible por herencia, o de
vicio que constituye peligro para la prole, no padecer de enfermedad crónica
mental, el vínculo de parentesco, el haber sido condenado como partícipe en el
homicidio doloso de uno de los cónyuges, ni el procesado por esta causa con el
sobreviviente, el raptor con la raptada o la inversa, mientras subsista el rapto o
haya retención violenta, tutor o curador con el menor o el incapaz y la situación
de la viuda o el viudo.

Finalmente, las sentencias emitidas en los procesos de reconocimiento de la


unión de hecho a nivel judicial son sentencias declarativas de derechos y sus
efectos retroactivos.

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IV.- Conclusiones

 El concubinato es una unión de hecho caracterizada por una vida en


común que presenta caracteres de estabilidad a y continuidad entre
personas de diferentes sexos y que viven en pareja.

 El actual código civil de 1984 no discrimina los conceptos de concubinato


y unión de hecho, al contrario los equipara como semejantes. El
concubinato es un estado de aparente unión matrimonial.

 Se basa en la estabilidad de las relaciones intersubjetivas de hecho, que


conducen a su permanencia.

 La situación fáctica en la que viven los concubinos es evidentemente


única, monogámica y estable.

 El concubinato propio Llamado también puro, no existe impedimento


alguno que obste la presunción del matrimonio civil.

 Concubinato impropio denominado impuro, o ilegítima por existir un


impedimento legal que obstaculiza la realización del matrimonio. En este
caso, los concubinos no pueden contraerlo porque uno de ellos o ambos
a la vez se hallan unidos a otro enlace civil anterior.

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V.- Bibliografía

 CORNEJO CHÁVEZ, Héctor. Derecho Familiar Peruano, Gaceta


Jurídica, Lima, 1999,

 PALACIO PIMENTEL, Gustavo. Elementos del Derecho Civil Peruano,


Tercera Edición, Lima, Sesator, 1982.

 CARBONNIER, Jean. Derecho Civil, Tomo I, Volumen II, Editorial


Barcelona, 1961.

 LLANOS AGUILAR, Benjamín. La familia en el Código Civil Peruano,


Ediciones Legales, Lima, 2010.

 CALDERON BELTRÁN, Javier Edmundo. Uniones de hecho. Efectos


patrimoniales, personales, derechos sucesorios y su inscripción registral,
Escuela de Negocios Cromeo S.A.C., Arequipa, Perú, Mayo 2015.

 FERRERO, Augusto. Manual de Derecho Sucesiones, Talleres Gráficos


de Laser Graf Alvarado, 1999.

 LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Código Civil comentado, Tomo


IV, Derecho de Sucesiones, Editorial Gaceta Jurídica, Agosto 2007.

 FERNÁNDEZ ARCE, César. Código Civil: Derecho de Sucesiones, Tomo


I, Fondo editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Año 2003,
Lima, Perú.

 FERRERO COSTA, Augusto. Código Civil comentado, Tomo IV,


Derecho de Sucesiones, Editorial Gaceta Jurídica, Agosto 2007.

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