Fisiología Renal
Fisiología Renal
Fisiología Renal
FISIOLOGÍA HUMANA
Laboratorio
Práctica Nº 4:
Carrera: Bioquímica
Grupo 1:
o Julián Almirón
o Brenda Da Silva
o Natalia Garcia
o Marianela Olmedo
o Adriana Santacruz
San Lorenzo-Paraguay
2018
OBJETIVOS
Objetivo General
Objetivos Específicos
- Comparar los grupos de sobrecarga hídrica, retención hídrica, té, diurético, nicotina y
etanol con el grupo control para evaluar la fisiología del riñón.
- Determinar el flujo sanguíneo para cada grupo de ensayo.
- Cooperar en el trabajo en equipo.
FUNDAMENTOS
Probetas de diversas graduaciones: 10, 25, 50, 100, 250, 500 y 100mL.
Tiras reactivas multianálisis de orina.
Recipientes contenedores de boca ancha para la recolección de muestras de orina.
Grupo de sobrecarga hídrica: 1.5mL de agua mineral sin gas.
Grupo de nicotina: 1.5mL de agua mineral sin gas y 2 cigarrillos.
Grupo de diurético: 1 comprimido de furosemida de 40mg.
Grupo de etanol: una copa de vino.
Grupo de té: 0.5 mL de té fuerte sin azúcar.
DISCUSIÓN
Una vez conocidos los flujos urinarios, se pueden comparar los resultados de los
diferentes grupos de práctica con el grupo control. Como era de esperarse, el grupo de
sobrecarga hídrica tuvo un considerable aumento del flujo urinario; debido al fenómeno
conocido como diuresis hídrica. Por otra parte, el grupo de retención hídrica tuvo una leve
tendencia al descenso del flujo urinario por causa de la secreción de la hormona antidiurética
(ADH), llevando a cabo un mecanismo de retroalimentación negativa.
En el grupo del etanol, se observó también un incremento en los flujos urinarios, pero no
tan significativo con respecto a la sobrecarga hídrica y a la furosemida. El etanol es una
sustancia farmacológica que inhibe la producción de ADH, lo que explica la ocurrencia del
fenómeno de diuresis hídrica. Por último, el grupo de la nicotina, mostró un leve, aunque
considerable aumento de la tasa de flujos urinarios, hecho que en teoría no debería de haber
ocurrido, ya que la nicotina es una sustancia que estimula la secreción de ADH. El efecto en los
flujos debía ser el opuesto.
Cabe destacar también que este último inesperado resultado pudo deberse en gran parte
al promedio de flujos urinarios del grupo control, ya que en aproximadamente dos ocasiones,
la mitad de los voluntarios no pudieron miccionar. La falta de suficientes datos para obtener
un promedio más acorde a la realidad, pudieron también ocasionar las leves o grandes
diferencias con los demás grupos ya mencionados.
CONCLUSIÓN