Les Luthiers

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 16

INTEGRANTES:

Fundador:
Gerardo Masana (Excomponente)

Carlos Lopez Puccio

Carlos Núñez Cortés

Daniel Rabinovich

Ernesto Acher (excomponente)


Jorge Maronna

Marcos Mundstock

ALGUNO DE SUS INSTRUMENTOS:

Nombre: Tablas de lavar


Categoría: Percusión
Nombre: Shoephone o Zapatófono
Categoría: Percusión

Nombre: Mandocleta
Instrumento al que imita: Bouzouki (especie de mandolina de origen griego)
Categoría: Cuerda

Nombre: Alambique encantador


Categoría: Viento

Les Luthiers (pronunciado /lely'tje/) es el nombre artístico de un grupo de música de


humor compuesto originalmente por cuatro, luego siete, luego 6 y en la actualidad cinco
miembros de nacionalidad argentina, que comenzaron a principios de los 1960 en la
ciudad de Buenos Aires. Se caracterizan por ser músicos profesionales y por expresar un
humor fresco, elegante y sutil. Tienen a gala el hacer reír con la música pero no de la
música, con instrumentos informales creados por ellos mismos a base de materiales de
la vida cotidiana; de ahí su nombre: Les Luthiers, que significa en francés, creadores de
instrumentos musicales.

Contenido
[ocultar]
 1 Historia antiquísima (los comienzos)
 2 Historia moderna
 3 Johann Sebastian Mastropiero
 4 Instrumentos informales
o 4.1 Instrumentos de cuerda
o 4.2 Instrumentos de viento
o 4.3 Instrumentos de percusión
o 4.4 Instrumento Raro
 5 Integrantes
o 5.1 Miembros actuales
o 5.2 Reemplazantes
o 5.3 Miembros pasados
o 5.4 Colaboradores
 6 Espectáculos
o 6.1 I Musicisti
o 6.2 Les Luthiers
 7 Discografía
o 7.1 Álbumes de estudio
o 7.2 Compilaciones
o 7.3 Álbumes en vivo
o 7.4 Tributos
 8 Videografía
 9 Curiosidades
 10 Referencias citadas

 11 Enlaces externos

Historia antiquísima (los comienzos) [editar]


Durante los años sesenta del siglo XX, casi todas las universidades argentinas tenían su
propio coro musical, algunos de cuyos componentes adoptaron la costumbre de reunirse
fuera de los ensayos con el fin de divertirse un poco preparando bromas musicales que
después ellos mismos representarían en los festivales intercorales que tenían lugar a lo
largo del curso, a modo de entreacto en tono de humor.

En septiembre de 1965 tuvo lugar el Festival de Coros Universitarios en la ciudad de


San Miguel de Tucumán, situada en el noroeste de la República Argentina. Un grupo de
jóvenes universitarios presentó un espectáculo de música de humor que habían estado
preparando largamente y donde además del montaje en sí presentaban como primicia un
conjunto orquestal de instrumentos completamente novedosos, inventados y construidos
por ellos mismos con materiales sencillos. Representaron así la parodia de un concierto.
El conjunto estaba compuesto por un solista, un pequeño coro y los mencionados
instrumentos musicales no convencionales.

La obra central del espectáculo se llamaba Cantata Modatón (llamada luego Cantata
Laxatón para evitar problemas con la empresa que producía el conocido laxante
"Modatón"). El autor era Gerardo Masana, un estudiante de arquitectura que además era
el inventor de casi todos los nuevos instrumentos (junto con el luthier y músico porteño
Carlos Iraldi). La música de esta pieza parodiaba el estilo de las cantatas barrocas y la
letra estaba tomada del prospecto del medicamento laxante previamente mencionado.
La presentación fue un rotundo éxito y tanto los asistentes como la crítica en periódicos
y revistas de música hablaron de originalidad, humor y rigor en la exposición.

Poco después de estos sucesos, los jóvenes recibieron con sorpresa la oferta de un
contrato para repetir el espectáculo de Tucumán en una famosa sala vanguardista de
Buenos Aires. Se presentaron con el nombre artístico I Musicisti y de nuevo
consiguieron un gran éxito. Después fueron llamados por el Instituto Di Tella de Artes,
que era el centro de estudios teatrales, musicales y plásticos de más prestigio en la
ciudad y reconocido mundialmente. Se decía de este instituto que era el “templo de las
vanguardias artísticas”. El espectáculo que representaron aquí se llamó IMYLOH, es
decir, “I Musicisti Y Las Óperas Históricas”. De nuevo obtuvieron un gran éxito.1

Historia moderna [editar]


En el año 1967 distintas discusiones internas referidas a la retribución para cada músico
desembocaron en el fraccionamiento de I Musicisti. Los principales miembros del
grupo; Gerardo Masana, Marcos Mundstock, Jorge Maronna y Daniel Rabinovich
siguieron su carrera aparte bajo el definitivo nombre de Les Luthiers, mientras que I
Musicisti tardó poco tiempo en naufragar al quedarse sin instrumentos ni escritores
principales. Casi al mismo tiempo las composiciones musicales de Les Luthiers
empezaron a oírse en las bandas sonoras de algunas obras teatrales y en cortometrajes
como Angelito el Secuestrado de Leal Rey.

El grupo continuó presentando su espectáculo en teatros y cafés-concert. En 1968 el


cuarteto contrató a Carlos Núñez Cortés (un exMusicisti), como pianista, en 1970 al
rosarino Carlos López Puccio, como violinista, y en 1971 a Ernesto Acher, primero para
reemplazar a Marcos Mundstock y luego formar parte del plantel del grupo. De esta
época son los siguientes espectáculos:

 “Les Luthiers cuentan la ópera” (1967)


 “Blancanieves y los siete pecados capitales” (1969)
 “Querida condesa” (1969)
 “Opus Pi” (1971)

La televisión también les llamó para que aportaran su arte junto a comediantes y artistas
de gran prestigio en el ciclo titulado Todos somos mala gente y en el ciclo Los Mejores
donde actuaron ya en recitales exclusivos. Fue una época de temporadas triunfales en la
ciudad de Buenos Aires y en Mar del Plata. En noviembre de 1973, el grupo se quedó
sin un integrante, el fundador del grupo , Gerardo Masana, que murió de leucemia en
ese mes.

Al cabo de nueve años de representaciones en su país empezaron con las giras


internacionales. Desde 1977 organizaron un espectáculo nuevo cada dos o tres años.

Las primeras giras tuvieron lugar en Uruguay, Venezuela y más tarde llegaría el turno
de España. A finales de la década de los años setenta, sus giras llevaron al grupo a la
capital de México D. F., que incluyó una presentación en el Palacio de Bellas Artes de
esa ciudad.

El año 1986 marcó un antes y un después en la historia del grupo. Uno de los motivos
fue la inolvidable actuación que tuvo lugar en el mítico Teatro Colón de la ciudad de
Buenos Aires y su arribo a Colombia también en su famoso "Teatro Colón". El 2 de
diciembre de 1986, por diferencias internas, Ernesto Acher abandonaría el sexteto.
Desde ese entonces los integrantes del grupo pasaron a ser cinco, hasta la actualidad. En
1994, por problemas cardíacos de Daniel Rabinovich, integró el grupo el humorista
argentino Horacio Fontova, hasta la recuperación de Daniel Rabinovich.

Los espectáculos mantienen un formato desde 1970: cada uno se divide en obras
cómicas. Como una pequeña introducción, antes de cada pieza, Marcos Mundstock
suele leer una presentación en donde se describe la obra, o da reseñas de la vida del
autor, y tras esta “presentación” el conjunto musical ingresa al escenario e interpreta el
tema. Tanto la introducción como la obra están llenas de humor y guiños que hacen
estallar la risa del público.

Se han escrito dos libros relacionados con este grupo. El primero de ellos escrito en
1991 por el periodista colombiano Daniel Samper Pizano, titulado Les Luthiers de la L
a la S. El segundo libro, editado en 2004, fue escrito por Sebastián Masana, hijo del
fundador del grupo Gerardo Masana y se titula Gerardo Masana y la Fundación de Les
Luthiers.

En el año 2007, en celebración de su 40.º aniversario, la legislatura de la ciudad de


Buenos Aires los declaró, por unanimidad, Ciudadanos Ilustres. Además el gobierno de
España otorgó a Les Luthiers la Encomienda de Número de la Orden de Isabel la
Católica, la más alta condecoración Española a extranjeros, que confiere a los músicos
el tratamiento de Ilustrísimos Señores.

El día domingo 18 de noviembre de 2007, Les Luthiers, celebro sus 40º aniversario con
un recital al aire libre con entrada libre y gratuita en la avenida Figueroa Alcorta y La
Pampa (Capital Federal). Previamente, se había suspendido dicho recital por mal
tiempo. Les Luthiers pudo reunir más de 120.000 espectadores que disfrutaron de su
música inigualable.

Johann Sebastian Mastropiero [editar]


Artículo principal: Johann Sebastian Mastropiero

Es necesario un apartado especial para este célebre personaje que Les Luthiers creó en
1968, en el programa televisivo Todos somos mala gente.

Johann Sebastian Mastropiero es una sátira de los compositores clásicos, tomando los
nombres de Johann Sebastian Bach y el apellido de un viejo personaje que inventó
Marcos Mundstock llamado Freddy Mastropiero.

Este personaje se caracteriza por una vida turbulenta cuya trama se va hilando a lo largo
de cada presentación realizada por Marcos Mundstock. Gracias a ellas podemos saber
que nació de madre italiana y de padre, que tuvo un hermano gemelo mafioso llamado
Harold Mastropiero, que a pesar de sus múltiples relaciones amorosas tuvo durante un
tiempo una pareja estable con la condesa de Shortshot, y que con ella tuvo varios hijos
cuyos apellidos significan lo mismo que el de su madre en distintos idiomas; que
contrató a una gitana de empleada doméstica, y que ella le dejó de ahijado a Azuceno
Mastropiero, entre muchas otras situaciones hilarantes.
Instrumentos informales [editar]
Artículo principal: Instrumentos informales de Les Luthiers

Luthier es la palabra francesa que designa al fabricante de instrumentos de cuerda. El


grupo adoptó este nombre por su costumbre de crear instrumentos a partir de materiales
poco comunes, como latas, mangueras, tubos de cartón, globos, etc. El primer
constructor de instrumentos informales fue Gerardo Masana, fundador del grupo, el
primer instrumento creado, el bass-pipe a vara, construido con tubos de cartón
encontrados en la basura y elementos caseros. Cuarenta años después, un émulo de este
enorme tubo rodante sigue usándose en escena.

Los primeros instrumentos informales fueron relativamente simples, como el gom-horn


(hecho con una manguera, un embudo y una boquilla de trompeta) y algunos de ellos
nacieron como parodia de los instrumentos estándar. Éste es el caso del latín, la violata,
etc. Con el tiempo, se incorporó como “luthier de Les Luthiers” el doctor Carlos Iraldi,
quien investigó la construcción de instrumentos atípicos moviéndose entre la perfección
técnica y la sensibilidad artística. Así nacieron artefactos tan singulares como la
mandocleta (una bicicleta cuya rueda trasera mueve las cuerdas de una mandolina), el
ferrocalíope (un calíope que funciona a vapor que pasa por silbatos ferroviarios), el
bajo barríltono (un contrabajo cuyo cuerpo es un barril gigante), el órgano de campaña
(un órgano que se lleva colgado de la espalda, y cuyo aire es enviado por una botas-
fuelles) y varios otros.

Tras el fallecimiento de Iraldi en 1995, tomó su testigo el artesano Hugo Domínguez,


quien fabricó la desafinaducha, el nomeolbídet y el alambique encantador.

Atendiendo a la clasificación usual de los instrumentos, se pueden catalogar de la


siguiente manera:

Instrumentos de cuerda [editar]

 latín o violín de lata (la caja de resonancia es una típica lata de jamón de pierna)
 violata o viola de lata (la caja de resonancia es una típica lata de pintura)
 contrachitarrone da gamba (mezcla de violoncello y guitarra)
 chelo legüero (cuya caja de resonancia es el instrumento de percusión folclórico
argentino por excelencia: el bombo legüero)
 cellato (parecido a un violonchelo, construido con un bote de líquido limpiador)
 mandocleta (mezcla de una mandolina con una bicicleta)
 lira de asiento o lirodoro (mezcla de lira con una tapa de inodoro)
 guitarra dulce (la típica guitarra española construida con dos latas de dulce de
batata argentina)
 bajo barríltono (el instrumentista se introduce dentro de esta mezcla de
contrabajo y barril, posee cinco rueditas capaces de girar en 360º, permitiendo al
ejecutante moverse libremente mientras toca el instrumento).
 nomeolbídet (mezcla entre un violín y un organistrum, hecho con un tubo de
PVC (como diapasón) y un bidet).

Instrumentos de viento [editar]


 alt-pipe a vara (es la versión en agudo del bass-pipe, el cual no tiene ruedas y
los tubos de cartón han sido reemplazados por tubos de PVC)
 bass-pipe a vara (construido con tubos de cartón, de los usados para enrollar las
telas, tiene además un par de rueditas para facilitar la ejecución de este
instrumento)
 tubófono parafínico cromático (tubos de ensayo de los usados por los químicos,
tienen parafina hasta cierto nivel para que suene una distinta nota, su ejecución
es igual que el de una zampoña argentina)
 tubófono silicónico cromático (en vez de parafina, se usa silicona)
 gaita de cámara (gigante rueda de tractor que alimenta con aire a un glamocot,
un clamaneus y una melódica)
 narguilófono (narguilé o pipa de agua, con lengüetas de armónica)
 alambique encantador (instrumento dividido en tres secciones, una aguda
formada por 11 copas de acrílico, una formada por botellas de plástico cortadas
en su parte media y sumergidas en agua, y una grave formada por "botellones" o
"garrafones", es ejecutado por Jorge, Puccio y Carlos Cortes en la obra
Valdemar y el hechicero)
 glamocot (instrumento con una lengüeta, similar a un cromorno medieval, cabe
mencionar su dificultad de tocar debido a que las notas están en desorden)
 órgano de campaña
 glisófono pneumático (instrumento parecido a una flauta de pan, con un émbolo
que sube y baja a voluntad del ejecutante permitiéndole modificar la altura de las
notas, el instrumento permite glisar, es decir, pasar por todas las notas de
corrido, de manera ascendente o descendente)
 bocineta (es la mezcla de un kazoo con un embudo para amplificar su sonido)
 gom-horn a pistones
 gom-horn da testa
 gom-horn natural
 calephone (original)
 calephone da cassa (se asemeja a un calefón hogareño)
 yerbomatófono d´amore (un típico mate argentino, con lengüeta de armónica)
 corneta de asiento
 clamaneus (mismos principios del glamocot, notas igualmente desordenadas,
sólo es una octava más agudo)
 manguelódica pneumática
 ferrocalíope.

Instrumentos de percusión [editar]

 dactilófono o máquina de tocar


 cascarudo
 desafinaducha
 omni (objeto musical no identificado, reproduce el sonido de un corcho cuándo
sale disparado de una botella)
 campanófono a martillo
 tablas de lavar
 shoephone
 marimba de cocos. (tiene el principio de una marimba, en ella se usan cocos de
distintos tamaños y que obviamente producen sonidos distintos, la construcción
de este instrumento fue muy especial, debido a que los cocos fueron difícilmente
escogidos, ya que se tuvo que usar cocos de distintas partes del mundo para
poder ser del tamaño correcto.)

Instrumento Raro [editar]

 Antenor (robot musical con antenas). Es un robot inalambrico que produce


música, fue presentado en varios espectaculos en vivo

Integrantes [editar]
Miembros actuales [editar]

 Carlos López Puccio, licenciado en Dirección Orquestal, director de coros,


docente universitario. Ingresó al grupo oficialmente en 1971 siendo contratado
desde 1969. Nació el 9 de octubre de 1946 en Rosario. Por lo general aparece
ejecutando el latín o violín de lata, pero también toca otros instrumentos como
cellato, piano, armónica, violata, percusión (en las obras de jazz) y en las últimas
dos décadas se lo ve a menudo en los sintetizadores.
 Jorge Maronna, compositor, arreglista y guitarrista. Comenzó la carrera de
Medicina, que nunca terminó. Nació el 1.º de agosto de 1948 en Bahía Blanca.
En el conjunto canta e interpreta la guitarra y otros instrumentos de cuerda
(charango, contrachitarrone da gamba, etc.). Ha colaborado con Daniel Samper
Pizano (autor de Les Luthiers de la L a la S) en algunos libros (como Cantando
bajo la ducha, El sexo puesto,De tripas corazón) y en el libreto del seriado
colombiano Leche, y con Luis María Pescetti en el libro de Copyright.
 Marcos Mundstock, locutor profesional y redactor publicitario. Nació el 25 de
mayo de 1942 en la ciudad de Santa Fe (480 km al norte de Buenos Aires). Es el
presentador de cada obra y actúa en muchas de ellas, casi siempre cantando,
pero también ocasionalmente tocando instrumentos de percusión, o teclado (en
La Campana Suonerá).
 Carlos Núñez Cortés, doctor en Química, concertista de piano, compositor y
arreglador. Nació el 15 de octubre de 1942 en Buenos Aires. Es el pianista del
conjunto, pero también toca instrumentos de viento, como el tubófono silicónico
cromático (originariamente tubófono parafínico cromático), así como la flauta
de pan y el glisófono pneumático; al ser el (co-)creador de varios instrumentos
informales (por ejemplo, la marimba de cocos), también es el intérprete de
varios de ellos.
 Daniel Rabinovich, guitarrista, percusionista y cantante folclórico, escribano
público. Nació el 18 de noviembre de 1943 en Buenos Aires. En las obras suele
tener papeles de actuación y canto, pero también toca la guitarra, la batería y el
latín (violín de lata), así como otros instrumentos de percusión, y también
teclados. Además toca el Bass pipe a vara (instrumento de viento, mezcla de
tuba con trombón a varas). Durante mucho tiempo fue el escribano (notario) de
Les Luthiers, hasta que le sobrevino un ataque cardiaco. Fuera del conjunto ha
escrito dos libros titulados Cuentos en serio y El silencio del final.

Reemplazantes [editar]
 Horacio Tato Turano, pianista, saxofonista, cantante, arreglador y compositor,
nacido en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1953. Integra el grupo en calidad
de reemplazante de todos sus miembros desde julio del 2000.
 Daniel Casablanca, actor y humorista que integra el grupo "Los Macocos".
Reemplazante oficial de Les Luthiers desde principios de 2008.

Miembros pasados [editar]

 Gerardo Masana, fundador del grupo, compositor y arreglista. Arquitecto. Murió


en 1973, a los 36 años de edad. Disfrutaba tocando el bass-pipe y el dactilófono,
sus últimos años los dedicó íntegramente al grupo.
 Ernesto Acher, arquitecto, compositor y arreglista. Nació el 9 de octubre de
1939. Cuando entró al grupo tocaba con frecuencia el piano (en las obras que
Carlos Núñez tenía un papel más teatral que musical), después se fue más hacia
los instrumentos de viento, incluyendo los tres gom-horns, el calephone, el
clarinete, el corno, la flauta dulce y el tubófono silicónico cromático. También
tocaba batería, percusión latina, armonio y cantaba, y tuvo varios papeles
importantes en actuación como Don Rodrigo, el capitán de Las Majas del
Bergantín, el Rey Enamorado, el "nene" de La Gallinita Dijo Eureka, Carlitos
(en El Regreso), Valentín Moral (El Macho). Tras el recital del grupo en el
Colón, Ernesto se fue de Les Luthiers por razones que nunca fueron aclaradas
(Acher comentó recientemente que Les Luthiers era un matrimonio múltiple, y
que como tal "es de caballeros no preguntar a una pareja qué pasó"). A partir de
su salida co-fundó un grupo de jazz (aunque al igual que Les Luthiers a menudo
incursionaban en otros estilos) y grabó un disco sinfónico, lo cual lo llevaría
después a ser director de orquesta.

Colaboradores [editar]

 Roberto "el Negro" Fontanarrosa, el popularísimo escritor rosarino fue


reconocido como colaborador en numerosas obras del grupo.
 Carlos Iraldi, fue el luthier que realizaba los instrumentos informales hasta su
fallecimiento en 1995.
 Hugo Domínguez, actual luthier del grupo desde 1997.
 Horacio Fontova, remplazó, en 1994, a Daniel Rabinovich
 Gustavo López Manzitti, reemplazante oficial del grupo entre 2000 y 2003.
Pianista, cantante lírico, arreglador y compositor

Carlos López Puccio.


Rosario, Santa Fe, 9/10/1946

Por influencia de su hermano mayor, a los siete años ya ahorraba


plata para comprar discos. A los diez comenzó a estudiar violín. Más
adelante cantó y tocó la viola da gamba durante ocho años en el
conjunto Pro Música de Rosario.
volver Cuando llegó el momento de transformar su interés por la música en
una carrera, tuvo que negociar con su familia. “Yo quería ser director
de orquesta; mis padres querían que tuviera un título universitario.
La opción, entonces, era estudiar música en la universidad”,
recuerda.
Pero además de las orquestas, sentía pasión por los coros. Ya antes
de graduarse como licenciado en dirección orquestal en la
Universidad de la Plata, tuvo sus primeras experiencias como
director coral, hasta que en 1969 fundó el grupo vocal Nueve de
cámara, que dirigió durante diez años. A fines de ese mismo año,
ingresó a Les Luthiers.
Su rol inicial en el conjunto fue el de artista contratado. En enero de
1971, cuando la primera gira de Les Luthiers en la ciudad costera de
Mar de Plata no generó los resultados económicos esperados, el
grupo le propuso a López Puccio ser un miembro más. "Me invitaron
a hacerme socio de una desventura, de una bancarrota. Y
naturalmente, acepté", dice.
Dirigió las orquestas que interpretaron Teresa y el oso (Volumen IV,
1976), El lago encantado (Volumen VII, 1983) y Cardoso en
Gulevandia (Volumen VIII, 1991). En 1986, cuando Les Luthiers
interpretó su Recital sinfónico en el Teatro Colón, López Puccio fue
el encargado de dirigir a la orquesta sinfónica de dicho teatro.
Los instrumentos que toca regularmente en el conjunto son el latín,
la violata, los teclados y el bajo.
Más allá de su formación esencialmente musical, Carlos López
Puccio tiene una intensa y poco conocida actividad como creador de
obras humorísticas para Les Luthiers, debiéndose a su labor muchas
obras del repertorio del conjunto en las que ha creado no sólo la
música sino también su texto.
Paralelamente a Les Luthiers, siguió adelante con su actividad coral.
En 1981 fundó el Estudio Coral de Buenos Aires, especializado en
repertorio contemporáneo, que lo llevó a ser reconocido como uno
de los más destacados directores corales de Argentina y con el cual
obtuvo en 1999 el Premio Konex de Platino a la mejor agrupación
musical de cámara de la década.
Tampoco abandonó la dirección orquestal, aunque su trabajo en este
campo haya sido menos frecuente. Entre otras obras, dirigió
versiones integrales de La Traviata, de Verdi, Orfeo y Eurídice, de
Gluck y más recientemente Alceste (2002) de Gluck en el Teatro
Argentino de La Plata y Armida, también de Gluck, en el Teatro
Colón de Buenos Aires (2003). También en el Teatro Colón dirigió a
la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
En junio de 2000, asumió la dirección del Coro Polifónico Nacional
de Argentina, cargo en el que se desempeño durante cuatro años y
con el cual preparó una gran cantidad de obras mayores del
repertorio sinfónico coral, tales como los requiem de Verdi, Mozart,
Faure y Durufle, la novena sinfonía de Beethoven y su Missa
Solemnis, la Pasión según San Mateo de Bach, el Gloria de Poulenc
y otras.
Entre 2002 y 2004 fue consejero artístico del Teatro Colón de
Buenos Aires.
Jorge Maronna
Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, 1/8/1948

Es el más joven de los integrantes de Les Luthiers; tenía 19 años


cuando participó en la fundación del grupo.
La música era algo cotidiano en su hogar de la infancia, en Bahía
Blanca. Su padre, un médico hijo de inmigrantes italianos, solía
escuchar tango y música clásica. También tocaba el piano de
oído, a diferencia de su madre, que había estudiado. “Me
volver
mandaron a aprender piano a mi también, pero la anciana
profesora logró ahuyentarme”, recuerda Maronna.
El auge del folclore, en los años 60, lo encontró en el colegio
secundario. A los 13 años se inició en la guitarra. “Con un amigo
volver aprendí los rasgueos y acordes básicos. Con él y otros
compañeros del colegio secundario formamos un grupo que se
llamó Los Coyuyos”. Así comenzaron a tocar en algunos colegios
e inclusive hicieron algunas interpretaciones en la radio.
Esa experiencia lo motivó a estudiar guitarra clásica, cosa que
hizo durante tres años. A los 15 años, motivado por su hermano,
ingresó al coro universitario de Bahía Blanca.
Cuando finalizó el colegio se mudó a Buenos Aires para estudiar
medicina.
“Charlando con mi hermano acerca de en qué coro entrar, nos
pareció que el de Ingeniería era uno de los mejores”, dice.
Allí conoció a los futuros integrantes de Les Luthiers y participó
con ellos en el estreno de la Cantata Modatón (posteriormente
Laxatón), en 1965. Luego intervino en I Musicisti, y fue uno de los
cuatros integrantes que se separaron del grupo en 1967 para
fundar Les Luthiers. Allí dio sus primeros pasos en composición
musical, colaborando con Gerardo Masana. Posteriormente inició
estudios formales en la Universidad Católica Argentina, que luego
completó con Francisco Kröpfl, y estudió guitarra con María Luisa
Anido y Miguel Ángel Girollet
Escribió obras que fueron estrenadas por diversos
instrumentistas, y música para espectáculos teatrales y
televisivos. Ha colaborado con Daniel Samper Pizano en el guión
Daniel Rabinovich

Buenos Aires, 18/11/1943

Su nombre completo es Daniel Abraham Rabinovich Aratuz (alias Neneco)


aunque su verdadero apellido paterno era Halevy. Su bisabuelo, que llegó a
la Argentina desde Besarabia (hoy Moldavia) no había hecho el servicio
militar porque era rabino, por lo cual compró el documento de un muerto -de
volver
apellido Rabinovich- para poder salir de su país.
“De chico, me crié en el Palacio de los Patos, un complejo de viviendas
ubicado en Ugarteche y Las Heras, en Buenos Aires, donde viví hasta los 18
años”, recuerda Rabinovich. “Allí había varios folcloristas, que me dejaban
asistir a sus reuniones. Fue donde por primera vez escuché cantar a voces y
tocar la guitarra”.
Pero la música había estado presente en su hogar desde su nacimiento. Su
madre había estudiado piano, y su padre –un abogado penalista que
defendió a personalidades como Hugo del Carril y Tita Merello- tenía el
hábito de cantar y silbar tangos.
Desde los 7 hasta los 13 años estudió violín. Tomó clases con Ljerko Spiller,
Vera Graf y Enrique López Ibels.
“A partir de los 14 años, empecé a estudiar guitarra con José María de los
Hoyos. Quería tocar como Ernesto Cabeza, el guitarrista de Los
Chalchaleros” dice. En sus años de colegio secundario, formó un grupo
folclórico que se llamó Los Amanecidos.
A los dieciocho años, mientras estudiaba Derecho en la Universidad de
Buenos Aires, ingresó al coro de la facultad de Ingeniería, donde conoció a
Gerardo Masana y los demás futuros integrantes de Les Luthiers. Con ellos
participó en la puesta en escena de Il figlio del pirata (1964) y la Cantata
Modatón (posteriormente llamada Laxatón), en 1965. Luego intervino en I
Musicisti y fue uno de los cuatros integrantes que se separaron del grupo en
1967 para fundar Les Luthiers. En 1969 obtuvo el título de escribano público
(notario).
En los comienzos del grupo cantaba y tocaba la guitarra y el latín (parodia
del violín), aunque rápidamente fue ganando protagonismo actoral. Ese
crecimiento fue percibido por la crítica especializada, que en los años 70 lo
hizo notar en sus comentarios. Un cronista de la revista Panorama lo llegó a
comparar con Peter Sellers. “Leí esa nota, pero creo que fue una
exageración”, dice Rabinovich. “La transformación fue gradual. No tenía
ninguna veta humorística previa. De a poco comencé a realizar algunas
improvisaciones graciosas, y me salieron bien”.
Paralelamente a Les Luthiers, efectuó algunas incursiones actorales en cine
y televisión. Trabajó en Espérame mucho, de Juan José Jusid (1983).
También participó como actor en las miniseries Los gringos (1984) y La
memoria (1985), ambas dirigidas por David Stivel. Y actuó en la telenovela
colombiana Leche, dirigida por Víctor Mallarino.
Posteriormente participó en un episodio de la serie televisiva Tiempo final
(2002) e hizo el papel de Néstor Craken en la serie La familia potente
(2003). En los últimos años incursionó en la escritura. Es autor de los libros
Cuentos en serio (Ediciones de La Flor, 2003), con prólogo de Joan Manuel
Serrat, y El silencio del final, nuevos cuentos en serio (Ediciones de La Flor,
2004). Actualmente, está escribiendo una novela.
Carlos Núñez Cortés.
Buenos Aires, 15/10/1942

“Un día, en una reunión, mis padres me vieron tocando el piano con
cierta soltura y se quedaron pasmados. No estaban enterados ni se lo
imaginaban. Yo tenía siete años”, recuerda Núñez Cortés.
Por aquel entonces vivía con su familia en Posadas, capital de la
provincia argentina de Misiones. Su padre era relojero, hijo de
españoles, y su madre tenía ascendencia turca.
volver
“Mi madre, si bien nunca había estudiado música, tenía un oído
excepcional y cantaba como una soprano ligera. Recuerdo que de
pequeños nos cantaba canciones sefaraditas en antiguo judeo español”,
dice.
Cerca de su casa en Posadas, vivía un compañero de colegio cuya
familia tenía un piano. “Cada vez que iba a su casa, me encantaba
sentarme ante ese instrumento e improvisar las canciones de moda”,
evoca. La hermana de su compañero, que era profesora de piano, le dio
sus primeras lecciones. A partir de allí nunca dejó de aprender. A lo largo
de los años realizó estudios sistemáticos con diferentes profesores
particulares. Fue así como se transformó en concertista de piano.
De adolescente, se trasladó con su familia a Buenos Aires. Al terminar el
colegio secundario, decidió estudiar ciencias químicas e ingresó a la
universidad en 1960. Allí, se le ocurrió, junto con otros compañeros,
formar un coro polifónico, lo que dio origen al coro de la facultad de
Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, que dirigió el
maestro Juan Schultis. Más adelante ingresó como tenor en el coro de la
facultad de Ingeniería, donde conoció a Gerardo Masana y a los demás
futuros integrantes de Les Luthiers. Con ellos participó en la puesta en
escena de Il figlio del pirata (1964) y la Cantata Modatón (1965).
Desde fines de ese mismo año pasó a formar parte del conjunto
humorístico I Musicisti, y en 1969 –dos años después de recibirse de
bioquímico- se sumó a Les Luthiers. Allí pudo canalizar no sólo su
habilidad como pianista, sino también su talento compositivo. Fue el
creador de varias obras emblemáticas del conjunto, como el Teorema de
Thales y el Concerto grosso alla rustica. Este último sería interpretado
por Les Luthiers junto con el Ensamble Buenos Aires (1972), la Orquesta
Sinfónica del Teatro Colón (1986), la Camerata Bariloche (2000) y la
Orquesta Filarmónica de Madrid (2004).
En Les Luthiers pudo canalizar también sus habilidades actorales.
Fuertemente influenciado por Charles Chaplin, encarnó a distintos
personajes que deleitaron a la audiencia del conjunto y, curiosamente,
tuvieron un gran impacto sobre el público infantil.
Desde un comienzo evidenció un gran interés en la construcción de
instrumentos. A su propia autoría se deben el tubófono silicónico
cromático, el narguilófono y el glamocot. En colaboración con Carlos
Iraldi construyó varios de los instrumentos más espectaculares de Les
Luthiers, como el órgano de campaña, la marimba de cocos, la gaita de
cámara y la mandocleta.
Fuera del conjunto, se destacó como concertista de piano y arreglador.
Compuso canciones para distintas obras de teatro (entre ellas Corazón
de bizcochuelo, de Enrique Pinti, y El fantoche lusitano, de Peter Weiss).

Su pasión por la biología y el buceo lo llevaron a reunir una colección de


caracoles marinos con más de 4.000 ejemplares de todos los mares del
mundo. Junto con Tito Narosky, fue coautor del libro Cien caracoles
argentinos (Editorial Albatros, 1997).
Los juegos de ingenio y los acertijos son otros de sus hobbies. Colaboró
con distintas revistas de estas especialidades y periódicamente organiza
entretenimientos para las listas de Internet de amigos y fans de Les
Luthiers.

También podría gustarte