Eduacion Alimentari A PDF
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Sitio web Contribuciones a las Ciencias Sociales.Dic de 2011. ISSN: 1988-7833. Eumed.net.
Universidad de Málaga. Recuperada el 8 de dic de 2012 En
http://www.eumed.net/rev/cccss/16/bmbm.html
Resumen:
La alimentación es uno de los problemas fundamentales que presenta el mundo
contemporáneo donde reina el hambre y la extrema pobreza que son los causantes de la
inseguridad alimentaria y nutricional. El proceso de Globalización que impone un nuevo
modelo de alimentación mediante las multinacionales que promocionan la comida rápida.
El mal uso de los alimentos disponibles y la toma de decisiones incorrectas sobre el
consumo de los mismos está propiciado por factores socioculturales que traen consigo
hábitos alimentarios inadecuados y una serie de enfermedades. Como pudimos constatar
tenemos una serie de hábitos alimentarios que forman parte de nuestra historia, de nuestras
tradiciones, de nuestra cultura y por ende están muy arraigados. Muchas de estas
costumbres están distanciadas de lo que se considera una dieta sana, incapaz de garantizar
una mejor calidad de vida. Esto no significa que debamos abandonar nuestras raíces pues
forman parte de nuestra identidad como cubanos y como pinareños, pero se debe mantener
un equilibrio entre lo autóctono y lo que es bueno para la salud. Es por ello que juega un
papel importante la Educación Alimentaria la cual es responsabilidad tanto de la familia
como de la escuela. La familia tiene un papel decisivo en la educación de los más pequeños
de la casa para que adquieran adecuados hábitos alimentarios, pues es a través de la
interacción con los adultos que los niños adquieren determinadas actitudes, preferencias,
costumbres y hábitos alimentarios que están fuertemente influenciados por las prácticas
alimentarias que realiza la familia. Por otra parte los círculos infantiles y las escuelas
también poseen un rol importante en la Educación Alimentaria y Nutricional con el
objetivo de mejorar la conducta alimentaria, para elevar la calidad de vida de la población.
Ambas instituciones tanto la escuela como la familia forman parte de la comunidad y están
estrechamente vinculadas, de ahí la importancia del trabajo comunitario para el desarrollo
de nuestra investigación.
Palabras claves: Seguridad Alimentaria y Nutricional, Cultura Alimentaria y Educación
Alimentaria.
Introducción:
La alimentación es uno de los problemas fundamentales que presenta el mundo
contemporáneo. La crisis alimentaria desatada por el alza de los precios de los
comestibles afecta cada vez más a los países pobres manifestándose en 37 de ellos y
ocasionando disturbios. Esta situación de emergencia alimentaria trae aparejada hambre y
deficiencias nutricionales, agudizándose aún más en aquellos países que viven en extrema
pobreza. Esta es una de las razones que atentan contra la seguridad alimentaria y
nutricional. Unido a esto tenemos el proceso de globalización que impone un nuevo
modelo de alimentación mediante las multinacionales, promocionando comidas y bebidas
rápidas, caracterizadas por su escaso valor nutritivo, dejando a un lado las costumbres, los
hábitos alimentarios de cada país y las condiciones medioambientales de cada territorio.
La situación de salud y la seguridad alimentaria son precarias en los países de América
Latina, donde reina la extrema pobreza, las malas condiciones de salubridad, la insuficiente
producción de alimentos, la baja disponibilidad y el elevado precio de los productos
alimentarios que impide el acceso a los mismos por parte de la población de forma segura y
estable. Agudizándose esta situación aún más con el aumento de la población y los bajos
ingresos de los sectores pobres.
La desnutrición está presente en estos lugares donde no hay una seguridad alimentaria y
nutricional, lo que trae consigo enfermedades como las infecciones
respiratorias, diarreicas, que están estrechamente vinculadas a las condiciones ambientales
de las viviendas, la carencia de agua potable y los inadecuados hábitos higiénicos. Todo
esto repercute en el aprovechamiento biológico de los nutrientes.
El mal uso de los alimentos disponibles y la toma de decisiones incorrectas sobre el
consumo de los mismos está propiciado por factores socioculturales como: las tradiciones,
los hábitos de vida, costumbres, por las condiciones económicas, políticas, sociales y
culturales que repercuten en el problema de la alimentación y junto a ello tenemos la
carencia de una educación alimentaria que promueva estilos de vida sanos.
Existe mucha confusión y poca divulgación en los países subdesarrollados, pues no se
ofrece una información precisa y valiosa sobre la alimentación adecuada. Esto es un
elemento importante para la subsistencia y en el que se invierte la mayor cantidad de dinero
y esfuerzo por parte de la familia.
A pesar de que muchas personas en los países pobres no poseen recursos para acceder a los
diferentes alimentos de manera segura y estable, muchas familias por falta de información
gastan sus pocos recursos en alimentos que no poseen ningún valor nutritivo. Tal es el caso
de los refrescos embotellados, las comidas chatarra o en conservas de sabor fuerte que
satisfacen el paladar pero engañan al organismo.
Los hábitos alimentarios inadecuados, producto de nuestras costumbres, tradiciones, de la
promoción de alimentos con bajo valor nutricional por parte de las multinacionales, así
como los estereotipos de la mujer y el hombre perfecto donde se impone la extrema
delgadez, traen a la par enfermedades como la diabetes, la anorexia, la bulimia, la obesidad
las cuales traen consigo problemas nutricionales que repercuten en la calidad de vida de la
población. Para ello se lleva a cabo un arduo trabajo sobre Educación Alimentaria en países
como España con la campaña Plenufar 2 (Plan de Educación en Alimentación y Nutrición
por el Farmacéutico). En Cuba se han realizado trabajos sobre el tema específicamente en
Cienfuegos con adolescentes realizado por Rodríguez García (2001) y en Pinar del Río en
la comunidad Hermanos Cruz (Torres Rivero, 1999). Los autores de estas investigaciones
han trabajado la temática desde el punto de vista social, comunitario, pedagógico, pero
ninguno desde el punto de vista sociocultural, ahí es donde radica lo novedoso de la
investigación. También se abordan conceptos claves como el de Seguridad Alimentaria y
Nutricional, Educación Alimentaria y Cultura Alimentaria este último dado por David
Moreno (2003) y Guerrero Rivera (2003).
Debido a las tradiciones alimentarias del cubano donde se mezcla la cocina española, la
africana, la indígena, la china, la árabe podemos constatar que existen hábitos alimentarios
incorrectos como plantea Madelaine Vázquez Gálvez (2003) pues se hace uso abundante de
la grasa, del azúcar y existe poca preferencia por las frutas y las hortalizas. Estos hábitos en
las edades adultas son muy difíciles de modificar porque están muy arraigados ya que pasan
de generación en generación, y son las personas mayores las responsables de la selección,
compra y cocción de los alimentos, generalmente este último aspecto le concierne a la
abuelita la cual impone sus costumbres alimentarias a los más jóvenes. Por esta razón los
hábitos de vida y alimentarios deben ser educados desde las edades más tempranas acorde a
las realidades, costumbres y necesidades de los países, tributando a una mejor calidad de
vida.
Las prácticas alimentarias están influenciadas por factores sociales, económicos y
culturales que rodean al individuo y a su familia. Cada grupo humano o sociedad tiene un
patrón alimentario que le es propio, resultado de una compleja trama de usos, costumbres y
tradiciones que se trasmiten y se modifican a lo largo de la historia, y que hay que tener en
cuenta para llevar a cabo una estrategia de Educación Alimentaria que tribute al
mejoramiento de los hábitos alimentarios de forma adecuada. Para esto es necesario
apoyarse en obras de teatro, concursos de pintura, exposiciones de alimentos y de dibujos,
así como visitas a huertos escolares para que el niño aprenda de forma dinámica y creativa.
En nuestro país se han realizado investigaciones que indican la existencia de prácticas
alimentarias incorrectas como la realizada por Alina Sofía Rodríguez García (2001) la cual
plantea que existe una elevada ingestión de grasa, sobrevaloración del papel de los
alimentos de origen vegetal, el desconocimiento del valor nutricional de los alimentos y su
mala distribución en las comidas.
1.1Seguridad Alimentaria y Nutricional:
El hambre, la desnutrición y la pobreza prevalecen en el mundo contemporáneo, donde
existen 800 millones de personas desnutridas y varios millones más que padecen de
enfermedades debilitantes relacionadas con carencias de micronutrientes, y con la
contaminación de los alimentos y el agua. Además de la pobreza o extrema pobreza en
que viven muchas personas, con bajos ingresos que no garantizan el acceso a los diferentes
alimentos de manera segura y estable. En los países subdesarrollados una de cada 5
personas no posee alimentos suficientes para cubrir sus necesidades diarias.
La crisis alimentaria desatada por el alza de los precios de los comestibles afecta cada vez
más a los países más pobres manifestándose en 37 de ellos, esto trae consigo hambre y
desnutrición. Los precios de los cereales básicos como el arroz y el maíz han ido creciendo,
así como el de los combustibles, unido a ello las condiciones meteorológicas
desfavorables podrían alargar esta situación y contribuir al aumento de los precios. Por
todas estas cuestiones la seguridad alimentaria en los países en vías de desarrollo también
está en peligro, declarándose el mundo en emergencia alimentaria.
Es por ello que en la declaración de Bali del movimiento de los países no alineados y otros
países en desarrollo se definió el aseguramiento alimentario como "acceso al alimento para
una vida sana para el pueblo en todo momento" informa la NAM (1994) según Torres
Rivero(1999; 5). Para analizar este problema es necesario apoyarnos en sus dimensiones
que pueden ser aplicadas al evaluar los sistemas alimentarios a diversos niveles, desde el
doméstico, el comunitario hasta los nacionales y grupos de nación. Las dimensiones son las
siguientes:
“Un sistema de provisión de alimentos (SPA) que ofrezca seguridad para sus
participantes debe tener la capacidad de producir, almacenar, importar o adquirir de
cualquier manera el alimento suficiente para satisfacer las necesidades de todos sus
miembros en todo momento.
Debe asegurar máxima autonomía y autodeterminación (que no implique la
autarquía) reduciendo de esta forma la vulnerabilidad a las fluctuaciones del
mercado y otras presiones políticas y sociales.
Debe ser confiable, de modo que las variaciones cíclicas de estaciones y otros
tengan un efecto mínimo en el acceso al alimento.
Un SPA seguro debe ser equitativo; esto significa, como mínimo, el acceso
confiable a una alimentación adecuada para todos los individuos y grupos tanto
ahora como en el futuro.
Finalmente debe ser sostenible, de modo que los sistemas ecológicos y ambientales
de los cuales todas las sociedades y toda producción de alimentos dependen, sean
protegidos y eventualmente mejorados.” Planteado en la Declaración de Bali
(1994) según Torres Rivero (1999; 5).
Estamos de acuerdo con los planteamientos anteriores pues se trata de la búsqueda de una
seguridad alimentaria garantizando el acceso de todas las personas, en todo momento, a los
alimentos que necesitan para llevar una vida sana y activa. Debe ser seguro, estable y
sostenible para las generaciones actuales y futuras donde se promueva un desarrollo que no
degrade el medio ambiente.
Según los documentos de la Cumbre Mundial de la Alimentación la Seguridad
Alimentaria se puede definir como:
Este es uno de los conceptos más actuales de seguridad alimentaria, la cual se ha visto
afectada por diferentes causas: pobreza, desempleo, desastres naturales y los
provocados por los hombres (guerras).” (Torres Rivero, 1999; 6)
En la Cumbre Mundial sobre Alimentación convocada por la FAO en noviembre de
1996, que tuvo lugar en Roma, los representantes de 186 países convinieron en reducir para
el 2015 el número de personas que padecen hambre(a la mitad de la cifra actual). Se
planteó que todos los hombres, mujeres, niños y niñas tienen derecho inalienable a no
padecer hambre y malnutrición a fin de desarrollarse desde el punto de vista físico y
mental.
En la Cumbre Mundial de la Alimentación se analizaron 7 puntos encaminados a
garantizar la seguridad alimentaria.
La FAO integrada por 186 Estados Miembros es una de las organizaciones que se
esfuerza para aliviar el hambre y la pobreza promoviendo el desarrollo agrícola y rural
sostenible para aumentar la producción de alimentos y mejorar la seguridad alimentaria,
orienta su ayuda a los países de bajos ingresos con déficit de alimentos en los que viven la
gran mayoría de las personas que sufren subnutrición crónica en el mundo. Lucha contra las
enfermedades y plagas, y cuando es posible, su erradicación.
Además de garantizar la Seguridad Alimentaria es necesario que los alimentos disponibles
estén en correspondencia con los requerimientos nutricionales de los diferentes grupos
etáreos. De esta manera se concibe una dieta balanceada capaz de satisfacer las demandas
de cada organismo.
La Seguridad Alimentaria y Nutricional – SAN-ha sido conceptualizada por el INCAP,
como “el estado en el cual todas las personas gozan, en forma oportuna y permanente, de
acceso a los alimentos que necesitan en cantidad y calidad, para su adecuado consumo y
utilización biológica, garantizándoles un estado de bienestar que coadyuve al desarrollo”
En este sentido los elementos que determinan la SAN de una población tienen relación con
aspectos de:
- Disponibilidad de alimentos, lo cual atañe a la producción, almacenamiento,
comercialización, infraestructura, etc.
Accesibilidad a los alimentos, afectada por los precios, empleo, salarios etc.
Consumo de los alimentos, relacionado con los hábitos, la educación, los medios de
comunicación; y
Utilización biológica de los alimentos, aspecto este referido al acceso a condiciones
higiénicas y a servicios de salud que determinan el estado de salud y por ende la
capacidad del organismo para hacer uso de los nutrientes contenidos en los mismos.
(Irazola y Merino, 2003; 8)
La Seguridad Alimentaria y Nutricional es un proceso de carácter multisectorial,
interinstitucional y transdisciplinario, pues tiene que ser abordado desde las diferentes
disciplinas del conocimiento y deben estar implicados los diversos sectores e instituciones
que de forma integrada deben promover el desarrollo local, concretamente en el universo de
la comunidad.
Históricamente, por sus características geográficas, orográficas y climáticas, el Caribe
insular no produce todos sus alimentos. Se caracteriza por una baja productividad, sea
porque los pequeños y medianos campesinos hayan dejado de producirlos o porque los
rendimientos de los cultivos han sido bajos, fue un elemento que acentuó la dependencia
externa.
La dependencia alimentaria es un hecho no deseable, pero algunos países tienen que
recurrir a el pues no tienen la posibilidad de la autosuficiencia, entendida como la
capacidad de producir sus propios alimentos básicos (fuentes de calorías y proteínas) para
satisfacer la demanda de la población. En ello intervienen diversos factores: las políticas
agropecuarias nacionales que no apoyan la producción de estos alimentos, los cambios
ambientales, la falta de tecnología que eleven los rendimientos de los cultivos de los
medianos y pequeños campesinos, la poca fertilidad de las parcelas, carencia de sistemas de
riego, parcelas con laderas de fuertes pendientes, falta de acceso al crédito.
Durante los años 90 la producción de alimentos básicos se redujo en algunos países
caribeños, ya sea porque sus políticas agrícolas se orientaron a otros cultivos o por los
efectos de fenómenos naturales como el Niño y los huracanes, que destruyeron las
cosechas. Algunos de sus gobiernos por la débil economía de sus países, se les dificultó la
importación de los alimentos faltantes necesarios para complementar la disponibilidad
nacional, si bien la demanda interna creció en esos años, por el incremento de su población.
La extrema pobreza en que vive la mayoría de la población de Centroamérica es la causa
inmediata de la inseguridad alimentaria y nutricional. En los lugares donde las condiciones
son precarias, la producción de alimentos es insuficiente para satisfacer la demanda
generada por una población en aumento y condiciona a la baja disponibilidad. El costo de
los alimentos aumenta con respecto a los bajos ingresos de los alimentos, generando
un bajo acceso a los mismos. Una educación inadecuada, conlleva al mal uso de los
recursos alimentarios disponibles. Las inadecuadas condiciones de salubridad y las
enfermedades infecciosas repercuten en el aprovechamiento biológico de los nutrientes.
Todo lo anterior junto a la falta de una cultura alimentaria adecuada, crea condiciones de
malnutrición, caracterizada por el sobrepeso y un mayor riesgo a desarrollar enfermedades
crónicas no trasmisibles: diabetes, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de
cáncer.
En Centroamérica se han desarrollado proyectos a nivel local como es el caso de:
"Seguridad Alimentaria y Nutricional en Procesos de Desarrollo Municipal de Zonas
Postergadas de Centroamérica" y "Apoyo a Microempresas de Gestión Femenina
Productoras de Alimentos con Énfasis en Alimentos Nutricionalmente Mejorados" que han
permitido probar modelos de acción que constituyen alternativas para lograr la SAN. Estos
están respaldados por el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá y la
Organización Panamericana de la Salud (INCAP/ OPS) donde se han abordado los
problemas nutricionales desde la perspectiva de la promoción de la SAN, además de tener
como objetivos mejorar la disponibilidad, el acceso, consumo y utilización biológica de los
alimentos.
En Belice, en las comunidades de San José, Aguacate, Punta Gorda, Distrito de Toledo, se
desarrollaron talleres de capacitación a grupos comunitarios. Las capacitaciones incluyeron
la utilización de tecnologías sencillas para secado de frutas, producción vegetal, tratamiento
de plagas, principios básicos de alimentación y nutrición, la planificación de menús y
preparación de alimentos.
Se crearon huertos comunales como una vía de obtención de alimentos para las familias con
el fin de incidir en los problemas nutricionales. Se capacitó a miembros de la comunidad en
la producción de vegetales, abono orgánico. Se realizó la Feria Agrícola y Nutricional en
el Distrito de Toledo con el fin de promover una adecuada alimentación y nutrición; talleres
de capacitación en Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) para la salud rural dirigidos
a enfermeras, personal de ONGs y auxiliares locales de enfermería, macroproyecto de
crianza de pollos, y se efectuó la Feria Familiar con fines de educación alimentaria y
nutricional para escolares y jóvenes.
El Proyecto de Cooperación Técnica entre países (CTP). “Promoción de la Seguridad
Alimentaria y Nutricional en procesos participativos de desarrollo local en municipios de
Centroamérica y el Caribe Hispano.” Este proyecto se desarrolló en el Salvador en los
municipios de el Cantón San Ramón, Municipio de Citalá y en el Cantón San Miguel
Ingenio, Municipio de Metapán. Se utilizó la metodología de Procesos Participativos de
Apreciación Rápida (PPAR) la cual permitió conocer y priorizar las necesidades de la
población e identificar soluciones en un marco de amplia participación social y con muy
bajo costo.
En el Cantón San Ramón se construyó la casa de la salud de la comunidad, la alcaldía de
Citalá asignó fondos para la construcción de la casa comunal, se instaló una panadería
comunitaria, y se construyó parte de la carretera que da acceso a la comunidad. Se
consolidó el cultivo de soya, huertos caseros, promoción de alimentos nutricionalmente
mejorados con soya.
En el Cantón San Miguel Ingenio se desarrollaron proyectos para el mejoramiento del
Centro de Bienestar Infantil, Programa de capacitación en oficios a jóvenes, alumbrado
eléctrico, se creó una panadería y huertos caseros para asegurar la SAN.
En el Salvador se ejecutaron proyectos que coadyuvan a mejorar la situación nutricional de
la población. Entre las actividades que se realizaron tenemos el cultivo de huertos, la
elaboración de pan nutricionalmente mejorado, la capacitación en temas que incluyen
alimentación y nutrición.
En Nicaragua, en la Isla Zapatera, Departamento de Granada, se concluyó el proceso de
sensibilización y organización comunitaria. Se incrementó la disponibilidad de granos
básicos, legumbres, capacitación a las productoras sobre manejo agronómico de la
producción de alimentos, formación de brigadistas de salud y promotores agropecuarios.
En Panamá se desarrollaron dos proyectos en las Provincias de Macaracas y de Kuna Yala.
En la primera se fortaleció el grupo de mujeres que obtuvieron el carné de manipuladoras
de alimentos, se implementó la estrategia escuelas saludables, con el apoyo de un equipo
técnico formado por funcionarios de de salud y educación. Además se desarrollaron
talleres con los maestros y padres de familia para discutir avances y necesidades. Se
desarrolló el programa de manejo de basura, se compraron tanques de basura y se capacitó
a maestros y alumnos en la clasificación de basura.
En la comarca Kuna Yala se desarrolló un taller con la participación de representantes de
organismos gubernamentales y autoridades tradicionales donde se discutió la situación de la
seguridad alimentaria de la comarca y se identificaron posibles líneas de acción. Además se
elaboraron guías alimentarias para menores de 5 años y se reprodujeron 1000 ejemplares.
En Cuba a principios de los años 90 con la crisis de los países socialistas, se produjo una
situación de emergencia alimentaria puesto que Cuba dejó de recibir embarques de
alimentos de la Unión Soviética. Como respuesta a esta situación el gobierno cubano
decide masificar el Programa de Agricultura Urbana que se venía desarrollando desde 1987
aunque en menor escala. Este sistema de producción garantizó la alimentación a la
población cubana. Se generalizó la creación de los organopónicos en todo el país. Además
se llevó a cabo un trabajo de capacitación con los productores para el uso de
las tecnologías desarrolladas con las que contábamos. Se trató de trabajar con la población
en la solución del problema alimentario.
También se desarrolla la agroindustria como un subprograma de la Agricultura Urbana,
donde de forma artesanal se hacen conservas de frutas y condimentos. Se trabaja con
toda la población, incluyendo niños para consientizarlos en la Agricultura Urbana, con
técnicas de conservacionismo del medio ambiente, agroecológicas, de producción de
productos sanos, se han creado círculos de interés donde los niños hablan sobre
Agricultura Urbana. Además este programa generó gran cantidad de empleos e incluye no
solo al ministerio de Agricultura Urbana sino al Ministerio de Salud pues se proponen
capacitar en la bondad que tienen estos alimentos para el cuerpo humano.
En Cienfuegos, Cuba se lleva a cabo “La Estrategia Integradora y su sistema de medios
y métodos de enseñanza para la Educación Nutricional en el nivel de secundaria básica”,
por la Master en Ciencias Técnicas y de la Ecuación Alina Sofía Rodríguez García (2001).
Esta estrategia contribuyó a educar desde el punto de vista nutricional a adolescentes de
Secundaria Básica mediante los procesos docente educativo, extradocente y extraescolar a
través de las asignaturas de Química y Biología. Además se ha mantenido por espacio de
seis cursos y continúa en aplicación en centros escolares de la provincia de Cienfuegos.
Este trabajo logró cambios en la cultura de los escolares objeto de la intervención,
pudiéndose señalar: la valoración de la importancia de los vegetales en la alimentación y su
aporte nutricional,(vitaminas minerales, fibra dietética). Mayor conocimiento acerca del
aporte nutricional de los diferentes tipos de alimentos y el reconocimiento conciente de la
importancia de la lactancia materna por parte de los estudiantes.
La Master Inés Margarita Torres Rivero (1999) con la tesis ¨ La Seguridad Alimentaria a
nivel local, un estudio de caso en el Consejo Popular ¨ Hermanos Cruz ¨ contribuyó a
mejorar la seguridad alimentaria de las familias de la comunidad del Hermanos Cruz
mediante talleres de capacitación sobre conservación de alimentos, condimentos y plantas
medicinales. Para ello se apoyaron en promotores entrenados, estudiantes en tecnología de
los alimentos. Se diversificaron las opciones en la cocina doméstica, se multiplicaron las
formas de usar los alimentos elaborados y se aumentó el valor agregado de la materia
prima. También se educó a los habitantes de la localidad en la práctica de buenos hábitos
alimentarios que posibilitaron un balance nutricional adecuado.
Todas estas investigaciones se realizaron con el objetivo de que la población tuviera acceso
a los alimentos de forma segura y estable, tributando a la Seguridad Alimentaria y
Nutricional, ya fuese mediante la agricultura urbana con la creación de huertos o
conservando alimentos que son estacionarios, para aumentar la disponibilidad, el acceso y
consumo de los mismos por parte de la población. Para ello fue imprescindible llevar a
cabo una labor educativa en materia de alimentación y nutrición, así como ahondar en la
realidad sociocultural de la comunidad o región donde se realizaron estos proyectos.
El carácter multisectorial, interinstitucional y transdisciplinario que posee la Seguridad
Alimentaria y Nutricional permite abordar el tema desde la dimensión sociocultural. Siendo
este aspecto de suma importancia cuando se pretende llevar a cabo un programa de
Educación Alimentaria donde hay que tener en cuenta una serie de elementos como: la
realidad cotidiana, el entorno, los hábitos, tradiciones, costumbres, tabúes, expresiones
culturales asociadas a las prácticas alimentarias ya que la alimentación no solamente tiene
como objetivo satisfacer el hambre y nutrir al organismo sino que es mediador de valores y
actitudes, vehículo de relaciones, catalizador de emociones, fuente de placer y satisfacción
Nuestros hábitos alimentarios en muchas ocasiones no han estado acorde a nuestro clima y
a los recursos del suelo, pues han recibido la influencia de grupos de inmigrantes que
fueron conformando nuestra identidad. Los hábitos alimentarios provenientes de los
españoles y africanos son la causa de nuestra preferencia por el consumo de carnes, arroz,
viandas, dulces, productos fritos, panes y vegetales, estos últimos en pequeñas porciones y
ocupando un nivel secundario en nuestra dieta.
“De todo lo anterior deviene una cocina que representa las siguientes peculiaridades:
Como pudimos constatar tenemos una serie de hábitos alimentarios que forman parte de
nuestra historia, de nuestras tradiciones, de nuestra cultura y por ende están muy arraigados.
Muchas de estas costumbres están distanciadas de lo que se considera una dieta sana,
incapaz de garantizar una mejor calidad de vida. Esto no significa que debamos abandonar
nuestras raíces pues forman parte de nuestra identidad como cubanos y como pinareños,
pero se debe mantener un equilibrio entre lo autóctono y lo que es bueno para la salud.
Tenemos que luchar por prácticas alimentarias saludables pues no estamos exentos de
procesos como la Globalización que bombardean a todos los países con sus propagandas
publicitarias y sus productos industrializados. Estos ya se han hecho extensivos a los países
subdesarrollados donde las personas prefieren un refresco embotellado a un jugo natural.
La invasión de comidas y bebidas rápidas o chatarra de escaso valor nutritivo puede ser
deslumbrante para muchas personas y hasta puede que sea símbolo, errado por
supuesto, de desarrollo. Cuba no queda fuera de esta situación que lejos de ser una
solución a los problemas de la alimentación, pues clasificamos como deficitarios en este
aspecto, los agudiza aún más.
Cuba como plantea Fernando Ortíz es el resultado de intrincadísimas transculturaciones, del
indio, del español, del africano, de anglosajones, franceses, norteamericanos y ahora del
mundo industrializado con sus comidas rápidas llenas de saborizantes, colorantes y poco
nutritivas que nada tienen que ver con nuestras realidades y necesidades.
La herencia cultural que nos legaron nuestros ancestros unida a las influencias que ejercen
las multinacionales con la producción de comidas rápidas traen consigo la adquisición de
hábitos alimentarios inadecuados por parte de la población lo que exige que se lleve a
cabo una labor educativa para erradicar las prácticas alimentarias erróneas y adoptar las
saludables, que contribuyan a mejorar el estado nutricional de la población y garanticen una
mejor calidad de vida.
1.3 La Educación Alimentaria:
La educación alimentaria no solo se limita a realizar acciones educativas y brindar
información para elevar el conocimiento en cuanto a nutrición y alimentación, esta debe
tener como finalidad el mejoramiento de la conducta alimentaria. La adquisición de
conocimientos y la adopción de actitudes positivas.
Algunos conceptos básicos:
1-“El comportamiento se considera mediado por el conocimiento, es decir, lo que se sabe y
lo que se cree afecta la manera de cómo se actúa.
2-El conocimiento es necesario, pero no suficiente para producir cambios del
comportamiento; mucho más cuando se trata de hábitos, costumbres y conductas
alimentarias arraigadas y trasmitidas de generación en generación.
3- El cambio de comportamiento es un proceso y no un acto“(Colectivo de Autores, 2004,
p-59).
El asumir nuevos hábitos alimentarios, entiéndase por ello conductas alimentarias más
saludables, implica un proceso a largo plazo donde hay que tener en cuenta los factores
culturales como son las costumbres culinarias que devienen de las migraciones, los
procesos de colonización y los productos que se cosechan en cada región. También las
creencias religiosas juegan un papel importante pues sus adeptos tienen prohibido comer
determinados tipos de alimentos.
En sentido general las prácticas alimentarias se ven influenciadas por factores individuales
como motivaciones, gustos, creencias, conocimientos, experiencia; y por factores sociales
como la familia, los amigos, las normas sociales, políticas locales, estatales. Unido a ello se
encuentra la disponibilidad de los alimentos y la posibilidad económica que posee el
individuo, la familia, la comunidad o el país para adquirir o producir los alimentos
necesarios.
Por todos los argumentos anteriores asumimos como concepto de Educación Alimentaria el
que promueve la Escuela de Nutrición de la Facultad de Ciencias Médicas de la
Universidad Nacional de Córdoba el cual plantea que: “La Educación Alimentaria y
Nutricional se definirá como un Proceso Educativo de Enseñanza-Aprendizaje permanente,
dinámico, participativo, integral, bidireccional que tiene por finalidad promover acciones
educativas tendientes a mejorar la Disponibilidad, Consumo y Utilización de los alimentos,
con un perfil epidemiológico de potenciar y/o reafirmar los Hábitos Alimentarios
Saludables y neutralizar o reducir los erróneos, respetando las tradiciones, costumbres e
idiosincrasia de las comunidades, contribuyendo al mejoramiento del Estado Nutricional y
por ende a la Calidad de Vida de una región o país”. (Colectivo de Autores, 2005)
Para llevar a cabo una adecuada educación sobre la alimentación es necesario insertarse
plenamente en el contexto histórico-social con aptitudes para reflexionar e identificar junto
con la población objeto los problemas, sus causas y posibles soluciones. Además de que
debe existir un respeto hacia todas las personas y grupos, en cuanto a conocimientos,
tradiciones, creencias, hábitos de vida, prácticas, tabúes, cultura, normas sociales, etc. que
se han ido conformando a través de las distintas generaciones y que no tenemos ningún
derecho de modificarlos sin una investigación que permita validar o no sus
comportamientos en referencia a la alimentación y nutrición.
Según Colectivo de Autores (2006) después de realizar un estudio sobre patrones
alimentarios y su relación con el sobrepeso y la obesidad en niñas chilenas entre los 8 y 11
años de nivel socioeconómico medio alto en un colegio privado de Santiago de Chile. Se
llegó a la conclusión de que hay un mayor consumo de lácteos con respecto a los resultados
reportados en niños de nivel socioeconómico bajo, este sigue siendo inferior a lo
recomendado para el grupo de edad, así como el consumo de verduras y frutas, que es
similar al encontrado en los estudios realizados en niños de nivel socioeconómico bajo,
representando la mitad de lo recomendado. Estos resultados permiten verificar que los
chilenos presentan patrones alimentarios inadecuados, ricos en alimentos de alto contenido
energético y en azúcares, independientemente del nivel socioeconómico al que pertenecen.
Esta investigación hace referencia a los estudios de patrones alimentarios que se han hecho
en Gran Bretaña, España y EEUU, además menciona los hábitos alimentarios incorrectos
que existen en algunos países. Un ejemplo de ello lo constituye EEUU donde se ha
detectado un aumento en el consumo de “snacks”, así como el de alimentos con azúcar
agregada. Se señala que el consumo de azúcar en los niños y niñas de 12 a 17 años alcanza
el 20% de las calorías totales y la mayoría proviene de las bebidas y refrescos con azúcar.
Chile es otro de los escenarios donde las prácticas alimentarias son inadecuadas, esto se
refleja en los estudios realizados en los últimos años sobre el consumo de alimentos en
niños de nivel socioeconómico bajo o medio bajo. En estos estudios se ha encontrado un
bajo consumo de lácteos, verduras, frutas y pescado, un elevado consumo de pan y de
alimentos de alta densidad energética, ricos en grasas saturadas, azúcar y/o sal, consumidos
diariamente por los niños entre las comidas, en algunos casos llegan a representar el 40 % o
más de sus necesidades energéticas diarias. Además la población chilena se caracteriza por
una alta ingesta de bebidas con y sin azúcar y el pan.
La última encuesta Nacional de Salud realizada en España, arrojó como resultados que
sólo uno de cada 5 menores de 16 años come verduras todos los días y únicamente un 62%
consume fruta a diario, lo que pone de manifiesto los desequilibrios que se producen en la
dieta de la población escolar española. Vila, Daniel (s/f).
Algunas de las enfermedades asociadas a los hábitos alimentarios inadecuados son la
obesidad, el sobrepeso, la bulimia y la anorexia. Según Marga Serra Alías (2003), los
estudios realizados por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo), el
15% de la población infantil padece obesidad y el 36% padece sobrepeso. La obesidad es
más común en los niños que en las niñas sobretodo en las edades de 6 y 13 años. Las causas
de esta enfermedad son el sedentarismo y los hábitos alimentarios incorrectos. El exceso de
peso en los menores favorece la obesidad en los adultos y provoca enfermedades
cardiovasculares, hipertensión, diabetes.
Por otra parte han crecido notablemente entre las jóvenes enfermedades como la anorexia
y la bulimia, principalmente entre las niñas. Estos trastornos de la conducta alimentaria
tienen un gran componente cultural pues el patrón de belleza actual que se ha impuesto a
través de hombres y mujeres es el de extrema delgadez influenciados por los mensajes y
modelos que transmiten los medios de comunicación, anuncios de televisión, vallas,
folletos publicitarios. Específicamente la anorexia tiene un riesgo de padecerse del 8%, y el
43% de las muchachas españolas se ven gordas o un poco gordas según Serra Alías, Marga
(2003). El 40% de las niñas de entre 11 y 13 años quieren adelgazar plantea el Informe ¨ La
situación social de la infancia en España 2001¨.
Los trastornos de la conducta alimentaria que conllevan a las enfermedades anteriores son
el motivo de la promoción de la Educación Alimentaria, que compete a la escuela y a la
familia, en esta última es donde los niños adquieren los primeros patrones alimentarios. En
algunos países como es el caso de España se trata de trabajar con niños desde estas dos
dimensiones la escuela y la familia para el mejoramiento de los hábitos alimentarios.
En 1999 se inició la campaña Plenufar 2 (Plan de Educación en Alimentación y Nutrición
por el Farmacéutico) como iniciativa del Consejo General de Colegios Oficiales de
Farmacéuticos. En esta campaña han participado 2989 farmacéuticos de 49 Colegios
Oficiales y 120. 000 niños entre los 10 y 12 años pertenecientes a diferentes colegios
rurales y urbanos de toda España.
Según Rosa María Lendoiro, Vocal en Alimentación del Consejo de Colegios de
Farmacéuticos en una entrevista hecha por Daniel Vila (s/f) se detectaron desajustes
alimentarios en los escolares pues tienen un consumo insuficiente de frutas, verduras y
pescado. Así como la ausencia de una dieta equilibrada que aporte los nutrientes necesarios.
Lendoiro hace hincapié en los minerales y vitaminas que aportan las frutas y los vegetales,
las proteínas que le proporciona el pescado a nuestro organismo, así como la importancia
del desayuno en estas edades.
La campaña Plenufar 2 tiene como resultados la apropiación de conocimientos sobre
alimentación por parte de los escolares. Los niños son capaces de identificar los alimentos
según el grupo al que pertenecen y aprenden hábitos alimentarios saludables. Esta iniciativa
incluye intervenciones continuas en los centros educativos y el diseño de materiales
informativos dirigidos a la familia del escolar pues la familia juega un papel fundamental
en el fomento de los hábitos alimentarios.
En la Conferencia Internacional sobre Nutrición realizada en Roma en 1992 los gobiernos
participantes se comprometieron a promover una alimentación apropiada y estilos de vida
sanos. Además se les ha pedido a los gobiernos que hagan todo lo posible para difundir
recomendaciones sobre alimentación y nutrición para los diferentes grupos de edad y
modos de vida, destinados al público en general a través de los medios apropiados. Una de
las recomendaciones más específicas fue la de promover, desde edades tempranas, la
enseñanza sobre alimentación y modos de vida sanos. Todo esto dentro de los programas de
estudio para alumnos, profesores, profesionales de la salud y para el personal de
capacitación en extensión agrícola.
La FAO ha desarrollado y está desarrollando materiales para educar al público sobre
alimentación y nutrición ejemplo de ello son los que se encuentran en el sitio web: “Guía
metodológica de comunicación social en nutrición” y “Saque el máximo provecho de los
alimentos”.
La CIN recomendó educar a la población con un nuevo enfoque, que se considerara la
formulación de guías basadas en alimentos, en lugar de los enfoques basados en nutrientes
que se habían utilizado en años anteriores. También, se destacó que las guías alimentarias
deberían ser de carácter nacional, considerando la situación de salud y nutrición de cada
país y procurar a través de la educación en nutrición, la prevención de las enfermedades
crónicas no transmisibles relacionadas con la dieta. Esto se ha llevado a cabo en los países
de América Latina y Cuba no queda exenta de esto pues también ha elaborado guías
alimentarias para la orientación de la población en materia de alimentación y nutrición.
La FAO y el Instituto Internacional de la Vida (ILSI) desde 1996 realizan talleres sobre el
tema de la alimentación en Asia, Europa Oriental y América Latina específicamente en
Ecuador y Costa Rica.
En el informe mundial sobre la alimentación escolar del 2003 se plantea que en los países
más empobrecidos la inseguridad alimentaria esta acompañada por una inestabilidad
general a nivel económico, social y político. El Programa Mundial de Alimentación (PMA)
estima que la senda hacia la estabilidad comienza con dos ingredientes simples: la
alimentación y la educación.
Como se hizo notar en la Declaración “Educación para Todos” de abril del 2000, la mala
salud y los problemas de nutrición provocan una baja matricula, ausentismo, un menor
desempeño escolar y la deserción escolar temprana, especialmente en los países en
desarrollo. A raíz de ello, el primer objetivo de la asociación entre el PMA y la UNICEF
fue determinar formas concretas por las que estos organismos pudiesen mejorar el estado
nutricional y de salud de los escolares de todo el mundo.
Los dos organismos la UNICEF y el PMA crearon la idea de un “paquete mínimo” de
asistencia para la salud, la educación y la higiene, que debe estar a disposición de todas las
escuelas. En Gambia el paquete mínimo incluye:
Alimentación escolar
Huertos escolares: herramientas de jardinería, semillas y agua
Agua potable
Letrinas
Educación en materia de nutrición e higiene.
Creación de clubes de madres.
Capacitación del personal docente
Educación sobre prevención del VIH/SIDA
Mosquiteros tratados con insecticida para prevenir el paludismo. (FAO, abril 2003,
p-11)
Todo esto permite que el PMA y la UNICEF mejoren enormemente la salud, la nutrición y
el entorno de aprendizaje de los niños.
En Honduras según el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA
Centroamérica, 2007) existen altos niveles de desnutrición crónica con tendencia al alza en
los escolares pues se plantea que el 27.35% de los niños de 6 años padecen desnutrición,
mientras que en los niños de 9 años el porcentaje se eleva en un 56.83%. Debido a esto en
octubre del 2007 se llevó a cabo un proyecto de Educación Alimentaria y Nutricional con el
objetivo de integrar la Educación Alimentaria y Nutricional en los planes de estudio del
nivel primario de Honduras, este fue el propósito de varias institucionales públicas y
privadas para mejorar el conocimiento y las prácticas alimentarias de los docentes,
escolares y padres de familia en el contexto de la escuela y la comunidad.
El objetivo de este proyecto es crear ambientes propicios, estructuras y programas para
integrar en el nivel primario la educación como medio para reforzar los hábitos
alimentarios saludables y así reducir los riesgos en la capacidad de aprendizaje, en el
crecimiento intelectual y físico a causa de una dieta alimentaria inadecuada.
Según la investigación realizada por Rodríguez García (2001) la población cubana actual
posee una serie de hábitos nutricionales incorrectos como por ejemplo: la superposición de
varios alimentos ricos en carbohidratos en una sola comida, la ingestión de grasas
saturadas, poco hábito de comer frutas frescas y vegetales, sobrevaloración del papel de los
alimentos de origen animal en la dieta, generalmente se come mucho en una o dos
comidas, cuando lo correcto es distribuir los alimentos en varias comidas al día y existe un
desconocimiento del valor nutricional de la mayoría de los alimentos y sobretodo de los
vegetales.
Por esta razón Rodríguez García (2001) llevó a cabo una estrategia sobre Educación
Alimentaria en estudiantes de secundaria básica obteniendo resultados positivos pues los
estudiantes fueron capaces de valorar la relación que existe entre una alimentación correcta
con una vida saludable, pues para llegar a esta conclusión tuvieron que aumentar sus
conocimientos acerca del aporte nutricional de los diferentes alimentos e hicieron hincapié
en la importancia de los vegetales y su aporte nutricional.
Después de la II Encuesta Nacional sobre Factores de Riesgos y Enfermedades no
Transmisibles arrojaron que a pesar del alto nivel de instrucción existen creencias, hábitos y
actitudes erróneas en relación con la alimentación es por ello que el Instituto de Nutrición e
Higiene de los Alimentos y el Centro Nacional de Promoción y Educación para la Salud
del Ministerio de Salud Pública de Cuba, apoyados por el Programa Mundial de Alimentos
y la Organización Panamericana de la Salud elaboraron un manual de capacitación sobre
Educación Alimentaria, Nutricional e Higiene de los Alimentos con el objetivo de fomentar
la educación nutricional y sanitaria en los centros de salud, educacionales y en la población
en general, específicamente en las mujeres embarazadas, madres que lactan, niños menores
de 5 años, ancianos, estudiantes de escuelas primarias, discapacitados (Colectivo de
Autores, 2005).
El programa de educación primaria tiene dentro de su currículo específicamente el de
quinto y sexto grado la asignatura de Educación Laboral la cual tiene como objetivos
orientar el comportamiento de los estudiantes respecto a los alimentos, los hábitos
higiénicos a tener en cuenta, el comportamiento en la mesa, además de elevar el nivel
de conocimientos acerca de la importancia de los alimentos, su composición, funciones y
beneficios para el organismo.
1.3.1La Educación Alimentaria, una competencia familiar y escolar.
La Educación Alimentaria es responsabilidad tanto de la familia como de la escuela. La
familia juega un papel decisivo en la educación de los más pequeños de la casa para que
adquieran adecuados hábitos alimentarios, pues es a través de la interacción con los adultos
que los niños adquieren determinadas actitudes, preferencias, costumbres y hábitos
alimentarios que están fuertemente influenciados por las prácticas alimentarias que realiza
la familia.
Para una adecuada nutrición infantil la base está en el mensaje que el niño recibe en la casa,
lo que come en el hogar, el ejemplo que den los padres al respecto, pues en la etapa infantil
se aprende por imitación. Es necesario que los padres delante del niño no hagan rechazo a
alimentos de alto valor nutricional, ni por el contrario den tanta importancia a aquellos
alimentos que poseen un bajo valor nutricional.
Los padres deben ser capaces de estimular a los niños para que participen de la
planificación, selección, compra, conservación y preparación de alimentos sanos y
nutritivos. Estas actividades se deben ajustar a la edad y desarrollo del niño. Por lo general
estas actividades la realizan los adultos, sin darle participación a los niños, sin embargo se
ha comprobado que dándole participación a los más pequeños se sienten más a gusto e
importantes, pues se les tiene en cuenta en el núcleo familiar.
Es fundamental rescatar y promover la costumbre de comer en familia, pues de esta forma
se puede influir positivamente sobre los hábitos alimentarios en los miembros más jóvenes
que integran el hogar. Esta práctica permite informar a los más pequeños sobre la
importancia de consumir una alimentación balanceada y cómo obtenerla a través del
consumo de alimentos que aportan los nutrientes que el organismo requiere. Además
permite orientar el comportamiento de los niños y jóvenes en la mesa, sus actitudes,
modales, así como el uso adecuado de los cubiertos.
“Los hábitos alimentarios son el resultado de múltiples influencias personales, culturales,
sociales y psicológicas. Para la creación de buenos hábitos, la familia debe tener en cuenta
lo siguiente:
No pelear con el niño por la comida, el error más común es intentar que coman por
la fuerza. La estrategia consiste en ofrecer el alimento en cuestión en forma
atractiva y combinarlo con otros alimentos que el niño ya conoce y son de su
agrado.
No hacer que la comida sea el tema central de diálogo.
Acostumbrarlos a desayunar.
Planificar paseos o juegos antes de la hora de la comida; ya que pueden estimular el
apetito.
Elegir momentos tranquilos para la comida: si las cosas transcurren
placenteramente, el niño puede aceptar innovaciones más fácilmente.
Servir porciones pequeñas, de acuerdo al tamaño del estómago del niño según la
edad.
Comer en mesas pequeñas acorde a su tamaño.
Dejar pasar una cantidad de horas adecuadas entre comida y comida.
Permitir que colaboren en lo relacionado con los alimentos: si el niño participa en
poner la mesa, hacer las compras, lavar las hortalizas y frutas o simplemente sacar
los alimentos de la heladera.” Viviant, Viviana (s/f)
Los círculos infantiles y las escuelas también juegan un papel importante en la Educación
Alimentaria y Nutricional con el objetivo de mejorar la conducta alimentaria, para elevar la
calidad de vida de la población.
Desde los primeros años de vida cuando los niños ingresan al círculo infantil aprenden a
comer diferentes tipos de alimentos y adquieren independencia, pues son capaces de ingerir
los alimentos por sí mismos. Cuando se incorporan a la escuela, el profesor tiene la
responsabilidad de explicarle los tipos de alimentos, sus funciones, y de velar por sus
estudiantes para que tengan un buen comportamiento en el comedor, así como buenas
prácticas alimentarias.
Los escolares poseen hábitos alimentarios que proceden de su relación con los adultos, por
las costumbres alimentarias del grupo familiar. Son hábitos difíciles de cambiar a ciertas
edades, por lo que es necesario que la escuela haga hincapié en el tema de la dieta saludable
desde edades tempranas y de forma continua a lo largo del proceso educativo. De esta
manera los hábitos podrán irse adquiriendo paulatinamente.
“Algunas de las técnicas o recursos didácticos que se pueden desarrollar, validar y ser
utilizados en los programas de Educación Alimentaria y Nutricional e Higiene de los
Alimentos dirigidos a escolares, ajustándolos a los diferentes grados de enseñanza.
Estos son recursos en los que se puede apoyar el profesor para la realización de una clase,
un taller o un círculo de interés. Se pueden convocar concursos de pintura donde se
promuevan hábitos alimentarios saludables, como el consumo de frutas y vegetales; los
estudiantes pueden elaborar o leer cuentos y a la vez dramatizarlos, donde se explique la
importancia de los alimentos y el consumo de una dieta balanceada. Pueden realizar
exposiciones de alimentos que implique la elaboración de un plato por ellos mismos, puede
ser ensaladas de vegetales, jugos, frutas decoradas. También se pueden realizar concursos
de conocimientos y elaborar rompe cabezas, crucigramas, sopas de palabras que estén
relacionadas con el tema de la alimentación sana.
El empleo de estos medios permite que el niño se sienta motivado a aprender, puesto que
la información que recibirá será transmitida de forma dinámica y creativa. El estudiante
será capaz de fijar los nuevos conocimientos, llegar a razonamientos y conclusiones por sí
mismo con la guía del profesor. Es por ello que estos recursos se tienen en cuenta a la hora
de describir los talleres que se proponen en la estrategia dirigida a los niños de quinto grado
del grupo A de la escuela primaria Conrado Benítez.
1.4 Un enfoque sobre Trabajo Comunitario.
La familia y la escuela son instituciones fundamentales para el desarrollo de toda sociedad
pues de la primera proviene el hombre y es donde aprende a dar sus primeros pasos y la
segunda ayuda a la formación de ese niño que más tarde será un hombre. Ambas
instituciones forman parte de la comunidad y están estrechamente vinculadas pues lo que
los niños aprenden en la escuela, lo transmiten a su familia y a la comunidad donde viven,
de ahí la importancia del trabajo comunitario para el desarrollo de nuestra
investigación, específicamente con niños de quinto grado del grupo A que asisten a la
escuela Conrado Benítez.
Según González (1998) La comunidad es un grupo humano que habita en un territorio
determinado, con relaciones interpersonales, historia, formas de expresiones y tradiciones y
sobre todo con intereses comunes. Es portador de tradiciones, historia, e identidad propia
que se expresan en identificación de intereses y sentido de pertenencia que diferencian al
grupo que integra dicho espacio ambiental de los restantes. La comunidad es el espacio
idóneo para potenciar estrategias encaminadas al desarrollo local con el apoyo de todos los
factores o elementos que la integran, reinando siempre la participación.
El trabajo comunitario concebido como un proceso de transformación desde la comunidad
pretende potenciar los esfuerzos y la acción de la comunidad para lograr una mejor calidad
de vida para su población y conquistar nuevas metas dentro del proyecto social socialista
elegido por nuestro pueblo. El mismo debe partir de los intereses y necesidades de la
propia comunidad, donde sus miembros sean los protagonistas en la solución de los
problemas, satisfacción de sus necesidades y en la proyección de su futuro desarrollo. Debe
reinar el respeto a la diversidad de tradiciones y características culturales producidas por la
historia, así como a las peculiaridades propias de cada comunidad que hace de cada una un
marco irrepetible. Además la comunidad está constituida por personas, individualidades a
las cuales debe llegar el trabajo comunitario de modo directo y personal.
El Primer Encuentro Nacional de Experiencias Comunitarias celebrado del 23 al 26 de
noviembre de 1998 en el Campismo “El Abra” se propuso como objetivo precisar qué
caracteriza nuestra práctica de trabajo en la comunidad, para sobre esa base, trazar metas
que puedan elevar su efectividad. Para ello se tuvieron en cuenta 41 experiencias de trabajo
comunitario realizadas en distintos sectores de nuestro país. Después de valorar varios
aspectos se acordó utilizar como eje de la sistematización la participación comunitaria
(González, 1998).
En este evento los participantes reconocieron de forma autocrítica que la mayoría de los
proyectos analizados son concebidos para la comunidad y no desde ella. Generalmente la
participación de la población es más movilizativa que comprometida y la participación
comunitaria es casi nula en los momentos de concepción del proyecto. Además resulta
muy difícil integrar los llamados factores de la comunidad, es decir, organizaciones de
masas, organismos gubernamentales, asociaciones, instituciones estatales pues cada cual
impulsa uno o varios programas o proyectos. Por último no se ha logrado sistematizar las
experiencias que arrojan estos proyectos, por lo que se pierde toda la riqueza cognoscitiva
que encierran.
Otro eje fundamental del trabajo comunitario es la participación, donde deben tomar parte e
implicarse de forma activa las diferentes asociaciones, instituciones, organismos, las
familias, los grupos formales e informales y el propio sujeto, en una actividad, una tarea, en
la consecución de un objetivo, en la realización de un proyecto. La participación de la
población en los trabajos comunitarios es de gran importancia porque desarrolla
conocimientos, habilidades que mejoran la efectividad y la eficacia de los proyectos,
satisface necesidades espirituales de los comunitarios, genera poder en los participantes,
profundiza su identidad y compromiso revolucionario, además de que disminuye los costos
de los proyectos.
Para la puesta en práctica del trabajo comunitario es importante que se propicie el
intercambio de ideas, opiniones entre los miembros de la comunidad, favoreciendo la
comprensión y explicación crítica de la realidad y perspectiva de su comunidad, así como el
rol de cada uno de sus miembros en su desarrollo. Hay que reforzar el sentimiento de
identidad cultural desde lo universal, nacional y local frente a las tendencias
globalizadoras. Además de propiciar la participación de la comunidad en la identificación,
toma de decisiones y elaboración y ejecución de soluciones a problemas, respuestas y
necesidades de la propia comunidad, el mejoramiento de la calidad de vida y del progreso
propio y de la sociedad en general, a partir de sus propios recursos materiales y humanos,
físicos y espirituales.
Las estrategias y proyectos de desarrollo local deben tener en cuenta para el logro de
sus metas y objetivos, que están encaminados a la transformación de la realidad, la
estrecha relación que existe entre el diagnóstico, la elaboración y ejecución del plan de
acción, el seguimiento y evaluación del proceso y su impacto en la comunidad, todo ello
debe basarse en la participación activa y consciente de la población.
La motivación es otro elemento indispensable en el desarrollo del trabajo comunitario pues
si los sujetos que integran la comunidad no están interesados ni motivados con el proyecto
o programa de transformación comunitaria no fluirá la participación. Algunas de las causas
que puede provocar el desinterés de la población o la pérdida del entusiasmo a lo largo del
desarrollo del proyecto es que el proyecto sea traído a la comunidad como interés de un
grupo de investigadores, que han pensado en cómo resolver un problema, en vez de surgir
de la propia comunidad. El hecho de que el proyecto no surja a raíz de una necesidad
sentida, pensada y soñada por el grupo que va ha ejecutarla es otra de las causas que
impide la motivación del grupo para solucionar el problema.
Por otra parte es imprescindible que los educadores o promotores mantengan viva la
motivación y la participación del grupo comunitario, para hacer investigaciones de acción
participativa, para enseñar al pueblo a aprender de su sabiduría, para mantener un diálogo
vivo y comprometedor. El que conduce el proyecto debe ser capaz de compartir su poder,
para que todos participen en la toma de decisiones y la población se sienta más
comprometida con ella. Debe estar presente el protagonismo colectivo en todas las acciones
que se vayan a realizar y todas las decisiones que se vayan a tomar, de esta forma el grupo
se siente motivado y partícipe del proyecto.
Todo trabajo comunitario tiene entre sus metas logar el desarrollo de las comunidades y
elevar su calidad de vida. Pero para algunos el desarrollo humano está puesto solamente en
la cantidad de bienes materiales que pueden adquirir y no en lo que la gente puede hacer y
ser. El desarrollo a escala humana se refiere a las personas y no a los objetos, se mide por
el incremento de la calidad de vida y no por la cantidad de bienes que se posean, la calidad
de vida va a depender de la priorización y potenciación de las necesidades humanas
fundamentales, donde no cabe establecer jerarquías que señalen a unas u otras como
primarias o secundarias. Estas son: subsistencia, entendimiento, participación, protección,
afecto, ocio, creación, identidad y libertad. Las necesidades son universales, lo que varía
según el tiempo y las culturas es la forma y los medios utilizados para conseguir su
satisfacción. Cualquier necesidad no satisfecha produce pobreza y patología social,
entiéndase por pobreza no solamente la carencia de bienes materiales sino de afecto, de
identidad, de libertad. Esto fue planteado por Neef, según Bardález (2000).
De lo planteado anteriormente se deriva que el trabajo en las comunidades no solo se limita
a la solución de problemas materiales sino también espirituales. Se infiere que la
satisfacción de las necesidades espirituales, compensen un tanto la insatisfacción de otras
necesidades llamadas de subsistencia.
El trabajo comunitario se realizará partiendo de las necesidades reales de la comunidad,
estando presente la motivación de la población y propiciando la participación de sus
miembros en la toma de decisiones, mediando siempre el diálogo, el intercambio de ideas,
opiniones. Para la puesta en práctica del trabajo comunitario hay que tener en cuenta la
metodología de la Educación Popular y la Investigación-Acción-Participativa, que nos
permiten conocer la realidad para transformarla buscando siempre el grado máximo de
participación.
Conclusiones:
1-El estudio de la Cultura Alimentaria del cubano y específicamente del pinareño nos
permitió identificar una serie de hábitos alimentarios inadecuados, que devienen de los
procesos de colonización, de las inmigraciones y del proceso de transculturación, que tiene
su incidencia más actual en la imposición de prácticas alimentarias derivadas del proceso
de globalización (fast food), que ha sufrido la cocina cubana como resultado de la
confluencia de diferentes razas y culturas.
2-La Educación Alimentaria es un proceso de enseñanza-aprendizaje que debe comenzar en
las edades más tempranas donde la familia y la escuela son los responsables de educar a sus
hijos y alumnos respectivamente en la adquisición de hábitos alimentarios saludables.
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