Valerie Col La Tempestad PDF
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LA TEMPESTAD
(opus 31, nº2)
Valerie Col.
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Este diario se comenzó y terminó de escribir en
Madrid
durante los días ocho, nueve y diez de mayo de
2015.
Fernando Alfaro
Mentiría si dijese que nunca he tenido un diario.
Realmente he tenido unos cuantos, todos
comenzados con ilusión, como una especie de
historia novelada de mi vida, pero siempre, sin
excepción, los he dejado inconclusos,
abandonados después de unas cuantas hojas y unas
pocas entradas, cada una más corta que la anterior.
¿Será que mi vida no es interesante? ¿Será que las
historias épicas, la acción, la aventura son para los
demás?
No me fui.
No nos despedimos.
Hazla diferente.
Respiré.
Marqué.
Que volviera.
Se levantó y se fue.
Y vuelta a las ganas de llorar, y a hacerme un
ovillo en el sofá mientras escuchaba La buena vida
en repeat. Lo triste que me siento mirando hacia
atrás, viendo que no hay nada, cantaba Irantzu, y
yo pensaba que, en ese preciso momento, no había
frase que me definiera mejor. Miraba hacia atrás y
no había nada.
No soy feliz.
Epílogo
A
veces juego a ser escritora. Conecto el
ordenador y se me ocurren historias
que tecleo como un pasatiempo más.
Hay gente que le gusta jugar a pádel, o
escalar. A mi me gusta escribir, aunque el
resultado no sea, en la mayoría de los casos, nada
reseñable.
Pero esta vez más que un juego es un modo de
exorcizarme, de hacer una retrospectiva de cómo
han funcionado mis relaciones. Cuando ella me
dejó, en vez de derrumbarme, cogí el primer tren
hacia Madrid, esa ciudad que nunca te decepciona.
Necesitaba escapar, necesitaba escribir, y
necesitaba que fuera sobre lo que me acababa de
ocurrir.
Valerie.