Cartas San Ignacio de Antioquia PDF
Cartas San Ignacio de Antioquia PDF
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1. INTRODUCCION
1
con sus correspondientes siglas:
Magnesios = Mg
1
Tralianos = 'Tr
rec. media
Filadelfos = Phld
Esmírneos = Sm
Policarpo = Po1
Efesios = Eph
Romanos = Rom
1 rec. corta
rec. larga
María a Ignacio = MarYgn
Ignacio a María = IgnMar
Tarsenses
Filipenses
Antioquenos
= Tar
= Phil
= Ant
Herón, diácono = Her
!
32 JOSEP RIUS-CAMPS
5. L I G ~ O O TAA.FF.
, 11: 1 117s.
6. ZAHN,1.v.A. 83s.
7. USHER,Dissertationes 231, se lamenta: «Contendunt ex Eusebio Pontüicii
(alude a Belarmino, Baronio, Maestreo) id in primis Zgnatio fuisse propositum, ut
in Epistolis suis Apostolicas Traditiones Ecclesiis testatas relinquerit; inter quas
ex Epistola ad Philippenses et istas recensent: Festivitates esse celebrandas, et Qua-
dragessirnae ieiunium observandum». Puede verse así mismo el testimonio de Merico
Casaubonus, aducido por aquél (p. 246).
8. ZAHN, I.v.A. 86.
9. Robert Grosseteste (ca. 1250), John Tyssington (ca. 1381) y William Wode-
ford (ca. 1396).
10. Título completo de la obra de J. USHER, Polycarpi et Zgnatii Epistolae... en
W. CURETON, Corpus Zgnatianurn, Londres 1849, Introd. p. IX. Indices en ZAHN,
I.v.A. 93, n. 1. Historia del hallazgo en LIGHTFOOT, AA.FF. 11: 1 76s.
TeologIa Catalana 3
-
34 JOSEP RIUS-CAMPS
uncritical)), de ahí que «the value of this version for textual purposes is very seriously
impaired)) (LIGHTFOOT,AA.FF. 11: 1 85). P1. S. SOMAL,Quadro delle opere di vari
autori anticamente tradotto in Armeno, Venecia 1885, la atribuye al s. V (CURETON,
Corpus Zgnatianum, Introd. XVI). LIGHTFOOT, AA.FF. 11: 1 85s, juzga que los argu-
mentos aducidos por los críticos posteriores a favor de esta data no son concluyentes
(«to be inconclusive»).
16. Th. ZAHN, Zgnatius von Antiochien, Gotha 1873; Patrum Apostolicor~~rn
opera ZZ: Zgnatii et Polycarpi Epistulae, Martyria, Fragmenta, Lipsiae 1876.
17. F. X. FUNK,Die Echtheit der &natianischen Briefe aufs neu vertheidigt,
-
Tübingen 1883; Patres Apostolici, v. 1, Tübingen 1901; F. X. FUNK F. DIEKAMP,
Patres Apostolici, v. 11, Tübingen 1913.
18. J. B. L I G ~ F O O TThe
, Apostolic Fathers, part ZZ: S. Zgnatius. S. Polycarp,
w. 1, 1111, 1112, Londres 1885. Citamos según la primera edición. Entre [ ] damos
vol. y pág. de la reimpresión (Hildesheim 1973) hecha sobre la segunda edición,
The Apostolic Fathers, Part 11, 1.2.3, Revised Texts with Introductions, Notes,
Dissertations and Translations, Londres 1889, con diversa numeración de los
w. (1, 11 y 111 en lugar de 1, 1111 y 1112) y cambio total de paginación del
tercero. Se omite cuando son coincidentes en la paginación.
19. A. von HARNACK, Bishop Lightfoot's «Zgnatius and Polycarp)), The Expositor
22 (1885) 401-414; 23 (1886) 9-22; 175-192.
20. Existen tres colecciones: Si contiene fgg. de las siguientes cartas (según
el orden en que aparecen): Eph, Mg, Tr; Pol, Phld, Sm, Mg, Tr, Pol. DataciBn:
A.D. 687. Sz: Rom, Eph, Mg, Sm, Her. Datación: ca. 932. S3: Rom. Batación: A.D.
675. Estos extractos proceden todos de una única versión siríaca completa. CURETON
prefirió hacerlos derivar del griego: (which was afterwards translated into Syriac))
(Corpus Zgnatianum 345). LIGHTFOOT, AA.FF. 11: 1 92ss, refuta esta suposición, apo-
yada más bien en prejuicios, y demuestra su procedencia del siríaco: «The conclusion
from the facts adduced is irresistible. We have plainly in these fragments (SlS2S3)
portions of the lost Syriac version from which the Armenian text was translated))
(p. 97)[104]. Y a propósito del intimo parecido entre SlS2S3 y la epítome (C) de la
versión siríaca completa (S): «It is strange that Cureton should not have been struck
by the close resemblance between the Syriac fragments (S1S2S3), and the Syriac ver-
sion of the three epistles in the Short recension (E), in those passages which are
common to b o t h ~(ib.).
compilación mixta (X), a saber, en la segunda mitad del s. IV (ca.
360-380) 2'.
- -
Mg Tr Phld Rom. -
- -
107-191. El orden de las cartas es el mismo que en A(S) y que en C: Sm Po1 Eph -
25. Une autre version arabe de la Lettre aux Romains de St. Ignace dYAntiocke,
en: Melto 5 (1969) 269-287.
26. Tanto el Papiro Borgia (Ci), editado por 1. P. Paulinus Martinus, como el
Papiro de Viena (C2), editado por C. WESELY, Neue Materiatien zur Textkritik der
Zgnatius-Briefe, Viena 1913, proceden de un mismo MS (p. 7). Wesely reedita el frag-
mento Borgiano (pp. 57-66), así como el fg de Rorn 6,2-9,l (Cs), editado por W. E.
Crum (pp. 53-54). Este último fg no pertenece al mismo MS (p. 8). La colección re-
presentada por CiC2 empezaba con la carta a Herón (pp. 1-6 del MS), seguía Sm
(pp. 6-8 del mismo), Pol, Eph, Mg (faltan las pp. intermedias), Tr, Phld y Rorn (pp.
31-42). Rorn está incompleta. Sin embargo, en p. 47 del MS seguía ya un texto de
otro autor (p. 8).
27. Griechische und Koptische Texte theologisches Znhalts, en: Studien zur Pa-
leographie und Papyruskunde XVIII, Leipzig 1917, pp. 94-96.
-
28. C. SCHMIDT W. SCHUBART, Berliner Klassikertexten, VI. Altchristliche
Texte, Berlín 1910, pp. 3-12: ver A. von HARNACK, ThL 31 (1906) 596s.
11. Insertada en el Martirio: a) En el Martirio Colbertino (códices
GHKT = z); b) En último (penúltimo) lugar (la rec. medieval es muy
posterior) en la compilación mixta latina de Usher (L) detrás de la rec.
media y de la larga; c) En versión independiente, junto con el Martirio,
en Sm 29, Am 30 y Bm 31; d) La refundición operada en el s.X por
Simeón Metafrastes sobre el Martirio contiene también Rorn (M), con
amplificaciones comunes a z y g132.
La trasmisión manuscrita especial de Rorn 33, su alejamiento por
razones geográficas de la primitiva compilación de Policarpo 34, su
leve interpolación por parte del Ps-Ignacio 35 y las dos recensiones li-
geramente distintas de Rorn incorporada al Martirio 36, confieren a
29. La versión siríaca, contenida en tres MSS, del Mart. + Rorn ha sido hecha
directamente sobre el griego. Es muy libre y parafrástica: LIGHTFOOT, AA.FF. 11:
1 99-101 [106-1081.
30. Según Aucher, Petermann y Lightfoot, la traducción ha sido hecha directa-
mente del griego, si bien teniendo presente A. Zahn, en cambio, la hace derivar del
siríaco (1.v.A. 21). Ver LIGHTFOOT, AA.FF. 11: 1 89 [90].
31. La versión árabe del Mart. + Rom, contenida en dos MSS (Sin. ar. 443 y
482), ha sido publicada recientemente por B. Basile (n. 25).
32. A diferencia de LSABCSmAmBm, la carta a los Rorn contenida en M(Me-
taphrastes), gl (rec. larga) y z (Mart. Colbertino + Rom: códices GHKT) contiene
una serie de amplificaciones (las más de las veces a base de citas bíblicas) que denun-
cian un arquetipo común (Martcorr), posterior al Mart* (m) y a la rec. media de
Rorn (LSABC): ver en el aparato crítico de FUNK-BIHLMEYER, Die Apostolisclien
Vater, Tübingen 21956, a propósito de Rorn 2,1.2; 2,3; 4,3; 5,3; 6,1.2; 7,3.
33. F. X. FUNK- K. BIHLMEYER, Die Apostolischetz Vater, Tübingen 21956, p.
XXXV: ((Auch der R 6 m e r b r i e f Ihst sich trotz seiner an sich auffallenden
Sondernüberlieferung von den übrigen Ignatianen nicht trennen, denn er stimmt
in Stil und Grundcharakter ganz mit ihnen überein)). De ella poseemos 16 testirno-
nios: Lx (= CSfCAB) m (= SmAmBm) z (= GHKT) M gl.
34. Nótese de momento (m6s adelante se esgrimirán argumentos irrefutables
de critica interna) que en la col. Usheriana (rec. media: Sm y Pol; Eph, Mg, Phld
y Tr; completada con rec. larga: IgnMar, Tar, Ant, Her; coronada con el Mart.
Antioqueno: Rom) todavia m figura entre las cartas de la col. Policarpiana la carta
a los Rorn y que en la col. mixta X (= CS[SfCAB]) todavía figura en liltimo lugar
después de las cartas de la rec. media.
35. Según LIGHTEOOT, AA.FF. 11: 1 263-266 [275-2791, en contra de la tesis sos-
tenida por Zahn (1.v.A. 115, 128, 161s; Zgn. Ep. VIIs): «The Epistle lo the Romatis
from the beginning formed part of the collection of thirteen letters contained in
the Long Recension» (p. 263) [275].
36. Ver n. 32. La carta a los Rorn se incorporó bien pronto a la col. Policarpiana:
Eusebio (HE 111 36) es el primer testigo directo de esta compilación (por Orígenes
tenemos noticias indirectas, al citar Rorn y Eph, de que estas dos cartas, junto con
otras, corrían ya juntas). Más tarde el autor de los Acta Antiochena la incorporó en
medio de su narración del Martirio. Por las discrepancias notables entre los datos
contenidos en las coli. Policarpiana y Eusebiana, por un lado, y los Acta Antiochena,
por otro (ver LIGHTFOOT, AA.FF. 11: 1111, 383s), se puede inferir que éstos últimos
son posteriores, si bien conocen de lejos la existencia de aquéllas. El autor de la rec.
larga incorporó, a su vez, Rorn con el Martirio probablemente, en una versión lige-
ramente amplificada. Así se explica que tanto en los códd. griegos del Martirio +
Rorn (z = GHKT) como en los códd. griego y latino de la rec. larga (gl) como tam-
bién en la paráfrasis del Metaphrastes (M) se presenten lecciones comunes, lecciones
que por otra parte no se encuentran ni en las versiones procedentes de un mismo
dicha carta una posición privilegiada respecto de las demás cartas que
sufrieron en bloque unas mismas vicisitudes.
situadas a lo largo de la xotvt 68ó5 que había seguido Ignacio, dado que
pasó por Filadelfia. La invitación hecha por Ignacio a las distintas
comunidades, directamente: o a través de Policarpo, de enviar mensa-
jeros o cartas a Antioquía de Siria, la ha repetido a los Filipenses, a su
paso por dicha ciudad, según se desprende de la carta de Policarpo
(Phil 13,l).
hov n a ~ a o ~ c c 0~ic,
~ i~~+ vy A o í i~v Ev Xp13pq Enxh./)oiq EZ~CKOXOS).
Ireneo, como testigos de la predicación apostólica, aduce a Policarpo,
a todas las iglesias distribuidas por la provincia de Asia y a los que han
sucedido a Policarpo en la supervisión de dicha provincia hasta el mo-
mento en que escribe 50. Este dato, salido de la pluma de uno que co-
noció personalmente a Policarpo en su juventud, cuadra a la perfección
con la autopresentación de Ignacio en Rom 2,2 como «el obispo de
(la provincia de) Siria)) y con las fórmulas contenidas en las cartas
enviadas desde Esmirna.
Teología Catalana 4
50 JOSEP RIüS-CAMPS
c) ¿Obispo o diácono?
51. En la rec. larga (g), Ignacio se presenta también como obispo en Mg 14,l:
q~ oUx &XI~TXOXO~.
6í4165 ~ i XO~~ETOOML
p ~
52. Asi E. BRUSTON, Zgnace d'dntioche, ses épitres, su vie, su théologie, París
1897, pp. 30-35 (Ignacio no era más que un dihcono; la carta a los Rom que lo pre-
senta como obispo sena una falsificación). Recientemente R. WELJENBORG, Les let-
tres d'lgnace d'dntioche, Leiden 1969, p. 66.
53. W. BAUER,AA.VV. 11 199, responde a Bruston: O o c h Ton und Haltung
der Schreiben sind (auch abgesehen davon, dass ihr Verfasser kein anderer ist als
der von Rom., der sich den Bischof von Syrien nennt 2,2; 9,l; s. auch zu Eph. 21,2)
Las explicaciones dadas, sin embargo, no son convincentes. El uso
paulino en Col 1,7 y 4,7 es muy diverso del sentido restrictivo que
le confiere Ignacio. Pablo no es obispo; Epafras y Tíquico no son «di&
conos)), en sentido técnico, ((tercer grado en la jerarquía eclesiástica));
refiriéndose a Epafras, no usa dicha expresión en sentido exclusivo,
sino que la predica de toda la comunidad (((nuestroquerido compañero
de servicio»); por fin, a prolpósito de Tíquico, explicita que se trata del
((servicio del Señor» 54. Ignacio, por el contrario, limita exactamente
el alcance de dicha expresitjn a los diáconos como contradistintos del
obispo y de los presbíteros. Si Ignacio hubiera querido tender un puente
entre el ministerio del obispo y el de los diáconos, hubiera extendido
dicha expresión también al obispo. Finalmente, la explicación basada
en el hecho de que Ignaciol, «cautivo», se identifica con los diáconos,
((servidores de la comunidad», confunde dos niveles, el real y el metafó-
rico, basándose en la ambigüedad del término 8oUAo~. Donde Ignacio
y Pablo-Col coinciden es en ~ E ~ E ~ É V OPero
S . ni el uno ni el otro lo re-
lacionan con aGv8ouAoq.
dieser Annahme ungünstig. Und das Nebeneinander von "Mitsklave" und "Diakon"
Iasst sich vielleicht auch ohne sie aus dem Vorbild des Paulus (Col 1,7; 4,7) befriedi-
gend erklarenn. LIGHTFOOT, AA.iFF. 11: 1111, 33s, intenta dar una explicación teoló-
gica de esta expresión singular: «This expression is with great propriety confined
in Ignatius to deacons, since the function which the bishop had in common with dem
was ministration (...) The limitalion observed by Ignatius is not regarded in other
early writers (...) where presbyters and others are so adressed by a bishop~.ZAHN,
1.v.A. 443, constata la misma liimitación como característica de Ignacio. CAMELOT,
Z.d'A. (SCh 10A) 59,4, ofrece otra explicación: ((L'éveque, captif et, comme Paul,
"esclave du Christ Jesus", se rapproche volontiers des diacres, les "serviteurs")).
J. MOFFAT, An Approach to Zgnatirw, HThR 29 (1936) 1-38: «These hyperbolical terms
about the diaconate in Trallians and elsewhere do not imply that in calling deacons
his "fellow-servants" Ignatius meant "co-.deaconsHliterally. It was not that he in-
tended to define his own position in the Church as a G~áxovoq,nor to express his great
...
humility, nor simply because Paul had called Epaphras and Tychicus... (cita Col
1,7 y 4,7). What al1 this language suggests is the intimate associations between an
i x i m o x o ~and his henchmen the S ~ á x o v o ~particularly
, when there was any risk or
trace of local disaffection on tlie part of presbyters)) (12-13).
54. J. A. KLEIST,1. of A. (AC:hW 1) 120, 8, tras reproducir la aclaración de Light-
foot, añade: «Note, however, that St. Paul, in calling Epaphras and Tychicus "fellow
servants" or "fellow slaves" in Col 1.7 aind 4.7, seems to put these co-workers on
a leve1 with himself, both being "slaves" of Christ like himself (Phil. 1.1)~.
52 JOSEP RIUS-CAMPS
57. LIGHTFOOT AA.FF. 11: 1111, 18: (mowards the close he enters upon what
looks like a systematic discussion of the doctrine of the Incarnation (8 19). But he
breaks off abruptly, promising, if it be God's will, to send them a second tract (pc-
phlG~ov)wherein he will continue the subject upon which he has entered...))
58. ZAHN, PP.AA. in loc.: «Quid Ignatium impediverit quominus disputationem
inchoatam ad finem perduceret, ignoramus; sed licet suspicari, simile quid Smyrnae
accidisse, quam quod postea a scribendis pluribus epistulis eum prohibuit (ad Pol.
...
. correlaci6n tdv 0Éhqpcz JI (Eph 20,l) - 05 4 0Éhqpa npomáaocr (Po1
VIII, 1 ) ~ La
8,l) es intencionada.
54 JOSEP RIUS-CAMPS
13. Hemos visto que hay dos tendencias. Estas tendencias json
reductibles a una sola o son incompatibles entre sí? Los autores no
están concordes. Están en desacuerdo en la cuestión fundamental de
si Ignacio, a pesar de los acentos puestos en las diversas cartas, comba-
te en el fondo una sola herejía, acusando a sus secuaces ora de docetismo
ora de judaismo, o si, por el contrario, distingue netamente los gnósticos
docetas de los grupos judaizantes 59. Los partidarios de un sincretismo
judeo-gnóstico esgrimen los argumentos aportados por los estudios
exhaustivos de Zahn y de I,ightfoot, corroborándolos con los recientes
descubrimientos de docume:ntos gnósticos de Nag Hammadi (evidencia
de especulaciones del judaísmo tardío en tratados gnósticos) y con la
documentación de Qumrari (presencia de ideas helenísticas en el Ju-
daísmo palestinense) 60. MOLLAND califica de communis opinio esta co-
rriente de opinión, y considera definitivamente refutado por Zahn y
Lightfoot el intento más reciente de BARTSCH de distinguir dos grupos
diferenciados de adversarios 61. Según LIGHTFOOT, un examen circuns-
tanciado de ambas tendencias demuestra que, por estar íntimamente
entrelazadas, Únicamente pueden ser consideradas como diferentes
caras de una y misma herejía 62. Su argumentación está basada en
que la terminología empleada por Ignacio para designar una y otra
59. Reducen las dos tendencias a un solo tipo de herejía gndstico-judía: Huther,
Uhlhorn, Lipsius, Pñeiderer, Zahn, Funk, Lighffoot, Von der Goltz, Lelong, Rackl,
Bauer, Barnard, Molland, Prigent, entre otros. Bibliografía abundante de los autores
antiguos en M. RACKL,Die Christologie des heiligen Ignatius von Antiochien, Freiburg
i. Br. 1914, p. 118, n. 2. Rackl dedica todo un capitulo, Der haretische Gegensatz, pp.
89-127, a las dos tendencias sefialadas. Un estudio amplio y crítico de la cuestión
en Th. ZAHN,Z.V.A.356-399: 5. Die haretische Bewegung. Conciso, denso y de gran
influencia en los autores posteriores el capítulo que le dedica J.B. LIGHTFOOT, AA.FF.
-
11: 1 359-375 [373-3881, Theologit:al Polemics, en especial pp. 359-363 [373-3771. Dis-
tinguen adecuadamente dos tendencias irreductibles, gnóstico-doceta, una, y judaizante,
otra: Harnack, Volter, Hilgenfelld, Richardson, Bartsch, Corwin, Grant, Kraft, en-
tre otros. Véase M. RACKL,Cihristologie 118, n. 3; V. C~RWIN,St. Ignatius and
Christianity in Antioch, New Haven 1960, pp. 52-61; P. PRIGENT, L'hérésie asiate et
I'églisse confessante de I'Apocalypse d &nace: VCh 31 (1977) 1-22.
60. L. W. BWRD, Studies in the Apostolic Fathers and their Background,
Oxford 1966, p. 24s.
61. E. MOLLAND,The Hewtics combatted by Ignatius of Antioch, en Opuscula
-
Patristica Oslo 1970 (= JEH 5 (1954) 1-6), p. 17s. H. W. BARTSCH,Gnostisches
Gut rcnd Gemeindetradition bei ,Tgnatius von Antiochien, Gütersloh 1940.
62. AA.FF. 11: 1 361 [374s]: «Yet a nearer examination shows the two to be so
closely interwoven that they can only be regarded as different sides of one and the
same heresy)).
56 JOSEP RIUS-CAMPS
14. Esta opinión tan generalizada, jse apoya sobre bases incuestio-
nable~?Se puede admitir sin dificultad la existencia de una gnosis judía
y la presencia de elucubraciones propias del judaísmo tardío en el seno
del gnosticismo cristiano. De esto, sin embargo, no se deduce la posi-
bilidad de un Gnosticismo judaizante, en el sentido técnico del término
jrtdaizante, es decir, que inculque prácticas y observancias judaicas y
supedite el Evangelio al Canon veterotestamentario. La terminología
empleada por los autores para designar este híbrido de presupuestos
gnósticos (docetismo) y de prácticas judaizantes avaladas por principios
hermeneúticos judíos (tendencias judaizantes) es notablemente impre-
cisa 64. Por otra parte, no hay constancia, fuera de Ignacio, de un tal
sincretismo 65. ¿Se impone necesariamente a partir de sus cartas?
16. Queda por examinar el pasaje de Phld 8,2: Ignacio refiere que
en cierta ocasión intercambió unas palabras con sus adversarios. Los
partidarios de una sola herejía lo aducen como prueba de una polémica
antidoceta surgida en Fila~delfiaentre Ignacio y los judaizantes 75. El
73. LIGHTFOOT, AA.FF. 11: 1111, 135: «On the Docetism which denied the rea-
lity of the human body of our Lord, and therefore of His Incarnation, Passion, and
Resurrection»: BARNARD, Background 23: «fn XI (...) is clearly a warning against
Docetism)).
74. Tr 9: 8s bAq0W~2ycwjlOq..., b. i S ~ ó ~...,0 qb. Éa~aupO0qxai ~ X É ~ U V E...,
V 85
V ; 1,-2:b. bvra Éx ybous Aauld..., yqewqpbvov &. Éx xap-
d . tyÉp6q bxd V E X ~ O Sm
K U ~
0Evou..., b. Éxi IIovriou II~hÚrouxai 'Hp6Sou TET~Ú~XOU xa0qAÓp~vovUXB~+pOv 2v
5apxi...; xui b. %TCU~EV,d.)< X U ~d. & v É ~ ~ ] o~EEvC L U T ~ V .
75. E.F. von der GOLTZ, i~natiusvon Antiochien als Christ und Theologe. Eine
dogmengeschichtliche Untersuchurng, Leipzig 1894, p. 81, n. 1 : «Das alles erklart
sich besser bei der oben gegebenen Auslegung, nach welcher es sich in dem Streit
um das ykypccx~a~ um Weissagurigen für die von den Doketen bestrittenen Thatsachen
des Leidens und der Auferstehung handelt)). Y un poco más adelante: «Da nach
60 IOSEP RIUS-CAMPS
Phld. 6 die Gegner heidnischer Abstammung waren, so ist diese Kombination ju-
daistischer Forderungen und eines spiritualisirenden Doketismus besonders leicht
denkbar, wie wir denn eine Spur dieser Verbindung auch in der Polemik der Past.
Briefe, vielleicht des Eph. Briefs und des Joh. Ev.'s finden. Das A.T. war zur buch-
stablichen Autoritat geworden in der Sabbathfrage und einigen dem griech. Geist
naheliegenden asketischen Vorschriften (...) Danach hatten wir also in Philadelphia
jedenfails eine Kombination beider Irrlehren bei denselben Gegnern, obgleich un
utid für sich Beides aus verschiederzer Quelle starnrnte)).He subrayado el último inciso,
para hacer resaltar la perplejidad que invade a los defensores de una sola tendencia
sincretística.
76. Leo con g, contra GL (scripturis antiquis A; B parece leer dpxalorc;) bp-
X E ~ O L Sen lugar de dpxorio~c;,con la casi totalidad de comentaristas. Puede verse la
convincente argumentación de LIGHTFOOT, AA.FF. 11: 1111, 271; BAUER,AA.VV. 11
260. Mantengo contra Zahn, Funk, Batiffol, Lelong, Lebreton, etc., la puntuación
de Hilgenfeld, Krüger, Lightfoot, Von der Goltz, Bauer, Bihlmeyer, Kleist, Camelot,
etc.: los adversarios de Ignacio oponían T& dpxcia a zb cúayykArov.
77. ykypanza~,en perf., es usado por Ignacio, no solo para citar el A.T. (Eph
5,3 y Mg 12,1), sino también para designar las inscripciones sepulcrales (Phld 6,l).
En el N.T. es usado como fórmula para citar pasajes del A.T. (BAUERWBNT, S.V.)
Ignacio lo extiende a los libros del N.T. Ver Bernabé 4,14 comp. con 4, 3ss; 5,2, etc.;
Policarpo, Phil 12,1, así como la n. 41. En oposición a sus adversarios, quienes solo
consideraban canónicos los Archivos o Escrituras veterotestamentarias (ver LIGHT-
FOOT, AA.FF. 11: 1111, 270s y la mayoría de comentaristas modernos), Ignacio con-
sidera tarnbiBn el Evangelio como documento escrito canónico: en Phld 5,l lo com-
para con la carne de Jesús (& crupxl'1r;aoü); en 5,2, 9,2 y Sm 7,2, lo contrapone a los
escritos de los Profetas; en Sm 5,1, a las Profecías y a la Ley de MoisBs (es decir, a
todo el A.T.); en el presente pasaje, a los Archivos, precedido, al igual que &os,
de kv con dat. (lo mismo aue en Phld 5.2 Y Sm 7.2): en Sm 7.2 usa los werf. SEO+-
A O T ~ L y T E T E ~ E ~ W Ta~ propósito
L de la Paiión y de la resu&ción respectivamenie
(((en el Evangelio nos ha auedado demostrada la ~asiónv verificada la resurrección».
;
es decir, tenemos en el Évangelio la demostrackn... verificación...); finalmente;
en Phld 9,2 se dice k~aipc~ov 66 TL EXEL~b~Uayykh~ov (comp. Sm 7,2), a saber, la venida
del Salvador, su pasión y resurrección; a diferencia de los Profetas que solo conte-
nían su anuncio, pero no la realización; por eso prosigue: ~b 6k ~úayykhcovdnúp-
ztmp& ~ L dL(POapaiac,,
V por contener la demostración y verificación de la promesa
hecha a los Profetas. ZAHN,1.v.A. 430-434, admite el sentido tkcnico de Evangelio,
como escrito, tan solo en Sm 7,2; Phld 5,l y 8,2 (433). VONDER GOLTZ,ktuatius 78-
80, en polkmica contra Zahn, no admite el sentido de Evangelio escrito, interpretando
todos los pasajes en el sentido del contenido (Inhalt der Heilsbotschaft).
78. ykypan~a~ y npóxc~ratse contraponen. Para el sentido de Bste último, puede
verse LIGHTFOOT, AA.FF. 11: 1111, 272s: «"This is the question before us, this remains
to be proved"» contra Pearson, Bull, Credner, etc. Esta interpretación es mantenida
por la mayoría de comentaristas modernos. Expresión idiomatica cast.: «La cues-
tión está sobre el tapeten. ¿Qué es lo que no admiten los adversarios de Ign. como
probado? ¿Las pruebas aducidas por este del A.T. o que el Evangelio sea Escritura?
Ign. no ha aducido prueba alguna: ha dicho simplemente «Está bien escrito» (lo
mismo que vuestros Archivos!). Los judaizantes contraatacan: «Eso está por demos-
trar)).
bien, mis A r c h i v o S son Ilesús Mesías: los A r c h i v o S inviolables son
su cruz y su muerte y resurrección, así como la fe que nos viene por Él,
por las cuales quiero yo, gracias a vuestra oración, ser rehabilitado.»
Según ZAHN,los adversarios de Ignacio postulaban pruebas es-
critas sacadas de los mismos documentos de la predicación evangélica,
en oposición a la tradición airal de la fe cristiana invocada por Ignacio 79.
Según LIGHTFOOT, en camlbio, los oponentes rechazaban los escritos
más recientes, Evangelios o Cartas, a menos que concordasen con los
archivos de los judíos o c~anondel Antiguo Testamento 80. VON DER
GOLTZprecisa algo más: los adversarios postulaban pruebas del An-
tiguo Testamento no sobre: la libertad de la Ley veterotestamentaria,
sino sobre la pasión, muerte y resurrección del Mesías 81. BAUER,por
el contrario, sostiene que pedían pruebas escritas del Antiguo Testa-
mento sobre la cuestión de un Evangelio libre de la Ley 82. KLEVING-
HAUS,por otra parte, piensa que se trata de herejes cristianos, judeo-
gnósticos, quienes rehusaban aceptar como «evangelio» lo que no se
encontrase en sus libros secretos 83. Ultimamente CAMELOT lo entiende
en sentido complexivo: 10:s herejes judaizantes negaban a priori que
pudiera encontrarse en los Profetas una justificación de la nueva Eco-
nomía 84.
El problema resulta complejo debido al significado discutido de
ciertos términos y a las diferentes posibilidades de combinación. Para
intentar resolverlo veamos ilos datos por su orden.
1) En Phld, al igual que en Mg, el contexto es claramente anti-
judaizante. Siendo esto así, los archivos no pueden ser otra cosa que
los escritos canónicos del Antiguo Testamento y la postura de los ad-
versarios consiste en supeditar el Evangelio a sus escritos inspirados
X ~ ~ Y Y E L ~ si5
G Cah~6v,
V 6 i ~ha:yyóh~ov
T& 8071~oi<peap<riag.Ver Sm 7,2 y
G(x&~TL(T~&
Phld 5,2.
87. El inciso de Sm 7,2f se inspira, probablemente, en Phld 7,2i, segun veremos
más adelante.
64 JOSEP RIUS-CAMPS
Teología Catalana 5
66 JOSEP RIUS-CAMPS
90. Ver también Eph 8,l: xopt$qpcc bpOv x d &yvi<opcctUpOv. LIGHTFOOT, AA.FF
11: 1111, 50s y 74, conñere a dicho término en el contexto ignaciano la doble acep-
ción: ((abasement and selfsacriñce; "My spirit bows itself at the foot of the Cross",
and "My spirit devotes itself for the sake of the Cross"»; solo más tarde, hacia la
mitad del s. 111, adquirirá el sentido de acomrnon expression of formal compliment
"your humble and devoted servantW».Esta formula está emparentada con la otra
fórmula ignaciana brwli)uxov (ver Eph 21,l y Sm 10,2). BAUER, WBNT, S.V., se inclina
por el sentido de ((alleruntertanigster Dienen). El sentido paulino de lCor 4,13,
«basura (neptxa0aípyocra) del mundo, desecho (xspl$qpac) de la humanidad)) (NBE),
no hace sentido en el presente contexto. El sentido de «víctima expiatoria)) que le
dan Lightfoot, Lelong, Camelot, Fischer, entre otros, se lo confiere &yvl<opctaen
Eph 8,l (ver Tr 13,3). En Ignacio, como en Bernabé 4,9 y 6,5, tiene más bien el sentido
de «humilde servidor)). Ignacio no puede decir que su «espíritu sea victima expia-
toria de la cruz».
91. Véase lCor 1,19.20; Rom 3,27.
92. Cláusula muy discutida, por su contenido teológico. Bibl. abundante en
A. ORBE,La unción del Verbo, Roma 1961, EV 1119, n. 25. El par. de CLEMENTE AL.,
Ecl. Proph. 7, supone un enfoque teológico distinto. Para Clemente, «el Salvador se
bautizó sin necesitarlo personalmente, para consagrar el agua entera con vistas a
los que se repnerann (7,2); el agua así consagrada filtra los espíritus impuros que
estaban entrelazados con el alma (7,3 : ver ORBE,EV IV 662s). Para Ignacio, en cam-
bio, la purificación del agua con vistas al bautismo futuro se realizó mediante la
(C) Y se le ocultó al Jefe del mundo éste
(a) la virginidad de María
(b) y su parto.
(d) como también la muerte del Señor:
tres misterios clamorosos, que Dios ha realizado cailada-
mente 93.
(C') ¿Cómo se manifestó, pues, a los (demás) Jefes (celestes)? 94. Una
Estrella se puso a brillar en el cielo por encima de todas las demás estre-
llas: su luz era indescriptible y su novedad causaba extrañeza. Todos
los demás astros, sol y luna incluidos, formaron un coro en torno a esa
Estrella, pero Ella los superisba a todos en claridad. Hubo también (gran)
agitación, (preguntándose) de dónde (procedía) aquella novedad tan dife-
rente de ellos. A partir de: entonces (60ev) se fue desvaneciendo toda
arte de magia y desaparecieindo toda atadura de mal; la ignorancia empe-
zó a ser removida; el antiguo régimen, a desmoronarse, al manifestarse
Dios como hombre (&vOpw~lvw<) para inaugurar una vida sin término.
Daba comienzo, así, el plan que Dios tenía ultimado. En seguida ( ~ v ~ c v )
empezó a conmoverse el universo, pues se presentía el aniquilamiento de
la muerte» (Eph 18-19).
(B') <<Asípues 95, doy gloria a Jesús Mesías, a ese Dios que de este
modo os ha instruido %. Puts he observado que formáis bloque compacto
con una fe inconmovible, material y espiritualmente clavados en la c m
del Señor Jesús, el Mesías, y que estáis sólidamente establecidos en el
amor por la sangre del Miesías, convencidos del todo de que nuestro
Señor,
(a) por línea carnlal, es realmente de la estirpe de David, pero
Hijo de Dios, por designio y poder de Dios;
(b) ha sido engentdrado realmente de icna Virgen;
pasión, subrayando así, contra los gnósticos docetas, la realidad salvífica de la cruz.
Ignacio concede más relieve al nacimiento virginal, con la manifestación de la Es-
trella de Jesús a los jerarcas celestes, que al descenso del Espíritu en el Jordán. En
la concepción virginal aparecen perfectamente delimitados los dos componentes,
humano y divino, de Jesús; sul)rayarlos a propósito del bautismo, hubiera podido
favorecer la tesis adopcianista 'de sus adversarios. ORBE, E V 111 5-13, en cambio,
piensa que ya en Eph 17,l podría conjeturarse, sensu pleniori, una «alusión simultá-
nea al Bautismo de Cristo en e:l Jordán* (p. 9).
93. Lit. «Los cuales (anafOrico) fueron realizados (suceso principal) en (rela-
ción) reposo (modo) de Dios (gen. subj.: propio de Dios))). El suc. princ. es puntual/
complexivo (aor.); Jlauxtqr denota un estado (((Dios está callado))); «en)) denota que
el suceso se realizó durante ese estado. Por otra parte, el inciso principal, &páx0r),
tiene tambien como suj. (agente:) a Dios; una vez pasado en activa, afirma: «Dios
realiza misterios)). De donde, al juntar el suceso principal con la relación moda1
resulta: «Dios ha realizado eso!; misterios en reposo/calladamente».
94. oL ai¿jveg, en pl. y en s,ent. personificado, solo aquí y en Eph 8,l: son los
Jefes que habitan las regiones superiores (T&houpáv~a),en op. a las regiones terrenas
y subterráneas, Jefes visibles o iinvisibles (ver sobre todo Tr 5,2 y Sm 6,l).
95. En la secuencia original constaba seguramente un oóv, marcando la conti-
nuación de la secuencia.
96. Como observa muy bien LIGHTF~T, AA.FF. 11: 1111, 289: «T¿VO~bvmust
be closely comected with the words following~.El inciso r¿v oiírwc hpÜ< a q h a w a
es anafdrico: se refiere a la iniciación impartida por Jesús a la comunidad.
(c)
ha sido bautizado por Juan, para que "se cumpliera en Él
todo lo que estaba mandado" (Mt 3,15);
(d) realmente, bajo Poncio Pilato y el Tetrarca Herodes, ha
sido clavado en cruz, en carne mortal, por causa nuestra.
(A') Fruto de su pasióng7 divina y bienaventurada somos nosotros:
d e este modo, mediante la resurrecciÓng8, "izó una enseña" (1s 5,26)
perpetua para reunir99 a los consagrados y fieles suyos, bien de entre los
judíos, bien de entre los paganos, "en un solo cuerpo", su Iglesia (Ef
2,16) (Sm 1).
(A) La cruz, escándalo para los herejes docetas, es para nosotros libe-
ración y vida eterna (ver Sm 5,3: "La pasión es nuestra resurreo
ción"): nuestra vida comienza en la cruz)) (Eph 18,l).
(B) Símbolo cristológ:ico antidoceta de la comunidad de Ignacio:
se insiste en los artículos negados o atenuados por los gnós-
ticos, partidarios de un cuerpo aparente, y se supedita el
valor salvífico del bautismo a la pasión que purifica el agua,
desmitificando alsí el descenso del Salvador en el Jordán
sobre Jesús y su repliegue antes de la pasión (18,2).
(C) Ocultación de los tres secretos clamorosos al Jefe del
orden presente: toda enseñanza heterodoxa procede
de este Jefk (17,l); los docetas, por tanto, ignoran los
mismos misterios que su Jefe (19,l).
(C') Manifestaci;ón de Dios como hombre a los demás
Jefes de las regiones celestes por medio de la Estrella:
agitación y conmoción del universo (19,2-3).
(By) Símbolo cristo1ó~:icoantidoceta de la comunidad de Efeso;
inconmovible en su fe, estable en su amor, firme en sus con-
vicciones (Sm l ,,1-2a).
(A') Nosotros somos elfruto de la pasión (ver Tr 11,2: somos ((ramas de
la cruz)) y su ((fruto incorruptible))): mediante la resurrección ha
izado un estandarte (la cruz gloriosa) en la Iglesia para congre-
gar a los partidarios tle la fe verdadera (Sm 1,2b).
perversa sembrada por los misioneros docetas (Eph 9,l; Sm 4,1), venidos
de Siria (Eph 9,l).
Una vez afirmadas sus propias convicciones y las de los Efesios,
Ignacio pasa a refutar directamente los presupuestos docetas (Sm 2-5).
23. Por otra parte, 3) la carta da comienzo con una alusión anó-
nima al obispo, sin mencionar su nombre, aunque se pretende conocerlo
personalmente: Sv ixioxonov gyvwv... Es extraño que si Ignacio ha pa-
sado por Filadelfia, como sugiere el cap. 7, no mencione los nombres
T U solo se presenta en estos dos pasajes. p t h ~ u ~6ut
101. La fórmula ~ ~ S ~ L U &kv
aparece tambien en Po1 3,l.
LAS CARTAS AUTÉNTICAS DE IGNACIO 71
106. La mención del Hijo antes del Padre es rarísima: ver FUNK,PP.AA. 1
240.
suficientes para decidir. Solo en el decurso del análisis se podrá llegar
a una conclusión.
- Phld lO,la, como insinuamos ya (n. 120), conserva -con los de-
bidos retoques (nótese: el cambio de Siria por Antioquía de Siria) -
la motivación origina,! por la que Ignacio invita a los Efesios (ac-
tualmente Sm 11,2) a enviar un embajador de la comunidad a
Siria (nótese que todavía se nombra a Siria, genéricamente, en
todos los pasajes en clue se hace mención de tal enviado: Sm 11,2;
Po1 7,2 y 8,2).
- Phld 10,Ib (xpkxov brlv 6piv Exxhqaiq 8eoU xe~po~ov?joa~
~L~XOVOV)
imita Sm 11,2b (xpkre~e 4 v ExxXqoiav SyOv
t ~rtp+p 0eoU xe~po.rov?jaa~
e&oxpsop&un)v).
- Phldl0,lc parafrasea el término técnico 0eo-npeapeua~en &Es ~b
npaapeUaa~ixei OeoU xpc:o!3eiav.
- Phld 10,Id (els T¿ my~crpijva~ aU~oigExi T¿ ~ U Tyevopkvo~~)
¿ imita de nue-
vo Sm 11,2c (eis T¿yn~6y~vov Boc Cupia~ouy~ap?jvacaUroiq).
- En cambio, el inciso siguiente, I0,le (xai 8ofáoorr 7.6 ijvoya), coordi-
nado con el anterior, resume genéricamente los tres motivos expli-
citados en Sm 11,2de,f ( ~ T ~Epqvaúoua~v
L xal drxkha@ov~b &8rov y&yeOoc
xal bxexareazá0q a6roic; T¿ 1810~awya~eiov).
C) La conclusión de Mg*.
«Tales opiniones, Florinoh (...) ni siquiera 10s herejes, que están fuera
de la iglesia, se atrevieron jamás a dar a conocer; tales opiniones, los
presbfferos que nos precedieron y que conversaron con los Apóstoles no
te las han transmitido. En efecto: yo te vi, cuanda todavía era niño, en
la parte costera de (la provincia de) Asia (£v + ~ k 7 0'Aolql) junto a Poli-
carpq tú ejercías brillantemiente en la corte imperial y te esforzabas por
tener influencia con él» 133.
132. Eus, HE V 20,l. Puede verse la nota de HARVEY en su edición del Ad-
versus Haereses de Ireneo, tomo 11, p. 470, n. 1.
133. Según Eus, HE V 20,5.. Puede verse la nota de G. BARDYa SU traducción
de la Histoire Ecclésiastique de Eiusebio (SCh 41), p. 62, n. 4, a propósito de la «Basse
Asien: no se trata de una divisith administrativa, sino de la parte baja o litoral de
dicha provincia.
134. Eus 16 6.
92 JOSEP RIUS-CAMPS
37. Ireneo nos da una noticia muy precisa sobre la carta escrita
por Policarpo a los Filipenses. Esta noticia forma parte de un contexto
mucho más amplio, donde Ireneo enumera los testigos de la verdadera
tradicibn apostólica frente í i una tradición secreta, oral o escrita, es-
grimida por los Gnósticos: 1) La sucesión ininterrumpida de los pres-
bíteros de la iglesia de Roma que ejercieron el cargo de la ((supervisión))
en la Capital del Imperio; 2) Policarpo, ((supervisor)) de las comuni-
dades ubicadas en la provincia romana de Asia; 3) Las comunidades
todas distribuidas por dicha provincia y los sucesores de Policarpo
en dicha función hasta el día de hoy; 4) La venida de Policarpo a Roma
en tiempos de Aniceto, cuando convirtió a muchos herejes gnósticos;
«Como dijo uno de los nuestros, condenado a las fieras por haber
dado testimonio de Dios: «Trigo soy de Dios y voy a ser molido por
dientes de fieras, para que sea encontrado puro1 pan de Dios» (Rom
4, 1) '".
Contra lo que opina Lightfoot 144, Ireneo conoce solo de oídas este
140. AH 111 3,3-4 (=Eus, HE V 6-IV 14).
141. Ep. ad Florin., en Eus, HE V 20,s.
142. AH 111 3,4 (= Eus, HE IV 14,s). Ver la nota de G. BARDY(SCh 31), p.
180, n. 6.
143. AH V 28,4 (= Eus, HE 111 36,12; DIOBOUNIOTIS-HARNACK, TU 38, Leip-
zig 1911, Scholion 38, p. 43).
144. AA.FF. 11: 1 326 [339]: «The language of Irenaeus himself places the saying
...
of Ignatius at the same point of time as it is placed in the Epistle to the Romans » :
6td T ~ rpb5
V O~bvpap~~plav XUTUX~LOEI~r p b ~Oqpla alude, obviamente, al testimonio
público dado por Ignacio ante un juez. Pero es sobre todo en el segundo argumento
aducido por Lightfoot donde se aprecia una falsa retroversión: «The preceding con-
text of the pasage in Irenaeus (extant only in the Latin) indicates a knowledge of
the Ignatian letter to the Romans, as the comparison shows)). Colaciona a continua-
ción el contexto precedente de AH 111 28,4 con IRom 5,3 y continúa: «Here the
three words "contriti, attenuati, consparsi", correspond to the three oxopx~oyot,
myxoxal, dhmpol, the order however being reversed...)). Lightfoot ignoraba la exis-
tencia del fragmento griego de los Scholia in Apocalypsin, donde se conserva el ori-
ginal griego de la traducción latina: en vez de la secuencia tritídica, el original con-
tenía solo dos participios AsrmvOkw~~ xul my'pupaOkw~~, los cuales, junto con mpo-
0kw~ (igniti),
~ describen los tres momentos por los que debe pasar el trigo hasta
dicho de Ignacio. Desconolce su nombre, su función, su origen: solo
sabe que es uno de nuestros mártires. Desconoce el contexto de Rom:
por eso aduce el dicho de Ignacio como si hubiera sido pronunciado
por un mártir que ha dado testimonio público de su condición de cris-
tiano y ha sido condenado ]por ello a las fieras. En el contexto de Rom,
el presente &h.ílOopu~mira a un futuro próximo que todavía puede ser
abortado, si los Romanos no saben callar y se mueven en busca de
influencias; en ninguna de las cartas se habla de persecución ni de tes-
timonio público alguno dado por Ignacio; las causas de su condenación
a las fieras no son manifiestas. En el contexto de Ireneo, en cambio,
el mismo presente mira a un futuro inmediato. Jerónimo, que tampoco
conoció directamente a Ignacio sino a través de Eusebio, va más lejos
todavía y lo interpreta del irnomento en que Ignacio divisa ya los leo-
nes 145. Algo por el estilo en los Acta Romana 146.
adelante: «Valde ergo, fratres, contristar pro illo et pro coniuge eium
(11, 4).
«Me habéis escrito tantov vosotros como Ignacio, a fin de que, si al-
guien sale para Siria, se Ueve consigo también vuestra carta. Lo haré
tan pronto como encuentre una ocasión propicia, bien yo personalmente
bien aquel a quien envíe en representación mía y vuestra. Os hemos
enviado, según encargasteis, las Cartas de Ignacio, tanto las enviadas
por él a nosotros, como las otras que teníamos en nuestro poder. Están
puestas en orden después de esta carta. De ellas podéis sacar mucho pro-
vecho, pues encierran su fe y entereza y todo lo constructivo que hace
referencia a nuestro Señor. Por lo demás, comunicadme lo que sepáis
con certeza acerca de Ignacio y de los que lo acompañan» (Phil 13).
En 1885,
retroversión al griego: xcrl xopl 'Iyvazlou xai xopi T ~ ~V E T 'aljzoij Is1.
J. B. LIGHTFOOT propone leer, en lugar de «qui cum eo sunt», d o s
que estaban con él)): <El traductor latino, ciertamente, hace hablar a
Policarpo como si Ignacio estuviera todavía viviendo, pero esto está
en contradicción con el c. 9. La expresión en el original era sin duda
neutral en cuanto al tiempo, probablemente T O F ~ d v aUz+, «SUScom-
pañeros)), al igual que en el encabezamiento de la carta, donde 70;s d v
crUzQ viene traducido del mismo modo con «qui cum eo sunt», pero ha
sido traducida equivocadamente por un presente (...). Esta carta de Po-
licarpo debió ser escrita poco después de la muerte de Ignacio, y antes
de que los particulares sobre su martirio hayan llegado a Esmima» IR.
La explicación basada en un recurso a la retroversión no eliminaba, por
lo visto, el problema. En 1886, A. HILGEWLD,después de ofrecernos
una nueva edición crítica de la carta, insiste de nuevo en la hipótesis
de una masiva interplación Is3. Sin embargo, en 1920, W. BAUER sigue
plenamente convencido de que no hay contradicción alguna con el c. 9.
Basta leer oi d v aUz+ en 13,2, para convencerse de que lo único que se
pretende destacar es el acompañamiento 13. Pero he ahí que, de pronto,
una hipótesis ingeniosa logra arrinconar las antiguas retroversiones. P. N.
HARRISONdesarrolla, en 1996, una idea que había anticipado ya en
1929. Tras demostrar que las explicaciones dadas hasta el momento eran
demasiado simples (pp. 133-140), se propone eliminar definitivamente la
contradicción existente entre los cc. 9 y 13 dividiendo sencillamente la
carta en dos: por un lado tendríamos Po1 Phil 13 (14). a modo de bi-
llete escrito con anterioridad por Policarpo, contemporáneamente al paso
de Ignacio por Filipos, para acompañar su compilación de las cartas
ignacianaq por otro Po1 Phil 1-12 contendría la respuesta de Policarpo
a la interpelación que le habían hecho los Filipenses, redactada mucho
tiempo después (ca. 135) Is5. La solución propuesta por Harrison fue muy
151. (ülass aus dem sunt der lateinischen Uebersetzung nicht etwa im Wider-
spruch mit c. 9 sich ergebe, dass Ignatius und seine Gefahrten noch am Leben sind,
wie noch Schwegler U, 154, Baur 11, 129 und da Dall. p. 427sq. es bemerkt hatte,
selbstverstiindlich auch Bunsen 11, 108ff. behaupten, hatte schon Pearson 11, 72
durch seine Rückübersetzung ins Griechische gezeigt: xal xepi 'Iyvaztou xal nepi
'T~v ~ € 7aCzoij»
' (1.v.A. 290).
152. «The Latin translator thus makes Polycarp speak as though Ignatius were
still living, but this is inconsistent with § 9. The expression in the original was doubtless
neutral as regards time, probably T O ~ Sd v a b ~ @ "his companions", as in the opening
of this epistle where TOZS d v aCz@is translated in the same way "qui cum eo sunt",
and thus has been wrongly rendered by a present (...). This letter of Polycarp must
have been written shortly after the death of Ignatius, and before the particulars of
his martyrdom had reached Smyrna~(AA.FF. 11: 1112, 933 [IIT 3491).
153. Der Brief des Polycarpus un die Philipper: ZWTh 29 (1886) 180-206, esp.
201s.
154. AA.VV. 11 298.
155. Polycarp's Two Epistles to the Philippians, Cambridge 1936. Harrison nos
ofrece un estudio detallado de la History of Criticism tanto acerca de Ignacio como
de Policarpo (pp. 27-72), terminando la primera parte con un capítulo breve dedicado
a The crux of our Problem (pp. 73-75). Para eliminar el grave problema que sigue
pendiente, dedica una segunda parte a demostrar que el c. 12 fue escrito antes de la
muerte de Ignacio (pp. 79-140) y una tercera a mostrar que los cc. 1-12 fueron es-
LAS CARTAS AUTÉNTICAS DE lGNACI0 99
critos despues del martirio de Ignacio, cuando éste había pasado ya a la historia
(pp. 143-206). En la cuarta parte estudia la cronología de Ignacio y de Policarpo.
156. L. W. BARNARD, Bachground 39: «The thesis that Polycarp's Epistle to
the Philippians is in fact two letters written on different occasions may be regarded
as established beyond doubt and its wide acceptance by scholars is a mark of the
irnportance of the author's (Hanison) work)).
157. G. UHLHORN, Das Ve~*hültnis der kürzeren griechischen Recension der Zg-
natianischen Briefe zur syrischen ~Vebersetzung,und die Authentie der Briefe überhaupt,
en ZHTh 21 (1851) 3-65; 247-341. Concluye a favor de la rec. media: «Die sieben
Una cosa es cierta: De esa larga y reñida polémica en torno a Phil
13, las relaciones entre Ignacio y Policarpo, lejos de confirmarse, han
salido más bien malparadas.
Ya desde Eusebio 158 y los Acta Romana 159, dependientes de aquél,
han sido variadisimos 160 los recursos utilizados para eliminar el grave
problema planteado por Phil 13: supresibn del último inciso de Phil13,2
(Eusebio, Acta Romana); partidarios de una falsificacidn (Schwegler,
Baur, Zeller, Hilgenfeld) o, por lo menos, de una interpolacidn masiva
de Phil (Ritschl, Lipsius, Bohringer, Volkmar, Hilgenfeld); partidarios
de una interpolacidn de Phil 13 (Daillé, Bunsen, entre otros); intentos
múltiples de retroversidn del inciso latino de Phil 13,2 (Pearson, Zahn,
Funk, Lightfoot, Bauer, etc.); divisidn de Phil en dos, Phil-I y Phil-II
(Harrison, Streeter, Burkitt, Cross, Meinhold, etc., ediciones recientes,
Barnard).
La hipótesis de Harrison tiene su punto débil. Ireneo, nacido y
educado cristianamente en Esrnirna junto a Policarpo, solo conoce
una (la) carta a los Filipenses, a pesar de tener conocimiento de otras
cartas de Policarpo, e ignora por completo la compilacidn de cartas
ignacianas que Phil 13 pretende avalar. Por otra parte, el modo como
dicho inciso ha sido redactado no favorece su desvinculación de la
carta. En efecto, en el contexto de la carta a los Filipenses, de la refe-
rencia de Policarpo: ((0s envio (lit. "hemos enviado", aor. epistolar)
las cartas de Ignacio (...), según me encargasteis; las cuales van adjun-
tas a esta carta)) (Tk i z ~ c r o h k'IYvu~io~ (...) izEp+upcv U@v xaf3h~
E~ ciolv +j k z ~ a ~ ru6q)
Evc~cihataOc.C ( < ~ ~ L VU~o~c~aypÉvat~ o h ~ (Phil 13,2), se
deduce que la compilación de cartas ignacianas constituye un anexo a la
Briefe nach der kürzeren griechischen Recension sind achte Producte des Ignatius
von Antiochiem (p. 341). Por el contrario, R. A. LIPSIUS,Ueber die Echtheit der
syrischen Recension der ignarianischen Briefe, en ZHTh 26 (1856) 3-160, se alinea
a favor de la rec. corta o curetoniana: «Die 3 Briefe der syrischen Recension sind
die Grundschrift, die 7 Briefe der griechischen die Ueberarbeitun~)(p. 96;item pp.
159-160).
158. Eus, HE 111 36, 13 y 14-15. - BARNARD,Background 32s, ha notado
este sutil procedimiento: «After recording the deaths of the blessed martyrs Ignatius,
Rufus and Zosimus in Ch. IX Eusebius quotes Ch. MI1 in full, but signifcantly
omits the last sentence, which is now oniy extant in the Latin quoted above. Why
did Eusebius omit this when he had the original Greek before him? The only fea-
sible explanation is that he saw that in the original, Chs. LX and XIII were in dire
confiict, the one recording the death of Ignatius and the other presupposing he was
still alive. Accordingly, as befitted one who assumed the nuity of the Epistle, Euse-
bius removed the wntradictiom.
159. En el c. 12 citan los testimonios de Ireneo y de Policarpo exactamente
como se encuentran en Eusebio.
160. Buen resumen del estado de la cuestión en HARRISON, Polycarp 27-72;
BARNARD,Background 31-39;CAMELQT,I.dYA.,SCh 11A,pp. 164-167.
carta propiamente dicha. El aoristo subraya la respuesta al encargo,
mientras el perfecto perifrzistico indica el estado resultante de la acción
de adjuntar las cartas recikn compiladas por Policarpo a su carta diri-
gida a los Filipenses. Segiin esto, el objetivo primordial del autor de
esta nota es el envío de «esta carta)) (3ix~orohñraGq), a saber, de
Phil; el secundario, el envío1 de la compilación aprovechándose de (6x0-
a ~ la partida del mensajero Crescente para Filipos. - Al
~ ~ r a y p É v~icslv)
separar esta referencia de Policarpo (Phil-1) de su contexto natural
(Phil-11), «esta carta)) ha pasado a designar el billete de acompañamien-
to de la compilación. L Q L Lsentido
~ tiene entonces la puntualización
anterior, a saber, que «las (cartascompiladas han sido puestas en orden
detrás de esta carta)), cuando por «carta» se entiende un simple y corto
billete de presentación? Lar apostilla (atr~vy)de Policarpo insistía no
solo en que las cartas ((están ordenadas)) (~erayptva~), sino en que están
((subordinadas a su carta» (3xor~~aypÉva~ - tf Extcr~ohñrahq)!
4 5 &v Zupl?,
-
Sdp 4 5 &xxhr)ala< xai q<i v xuptq
Exxhyaía<,) [ver n. 1171
&xljheOv *V Exxhq-
ualv T ~ VEV 'AWLOXEC~
-
7%
-
Xupla5,
167. Ver todavía Po1 2,3 (xa~ckxáwa oou &wl+uxov &y& xai T& Geopoi pou) y
6,2 (&wli)uxov &y& 76v 6 ~ 0 ~ ~ o o o T@
p ~ Éx~m6xq).
v~v
LAS CAR'TAS AUT~NTICASDE IGNACIO 107
-
E ~ S'PCIupqv &zá,yopat,
[ver paralelos en n.O 351
8 ~ b p . oX~~~W Q S&rná~opa~,
06% Av &[ros ixct0~vE ~ V ~ L ,
«Os escribo esta carta desde Esmirna por medio de unos Efesios,
dignos de toda alabanza. Se encuentra conmigo, junto con otros muchos,
también Croco, persona muy querida para mí» (Rom 10,l).
mado por Jesús Mesías y por la comunicin de los Romanos. Jesús, Dioi
es el Pastor que ((pastoreará-supewisará)) de ahora en adelante la
comunidades de Siria. «Obispo» es todavía una función que puede eje]
cerse de lejos (por la comunión de los Romanos) y directamente, si
intermediario humano (por Jesús). En ningún momento de sus carta
ni siquiera en el texto actual, expresa Ignacio preocupación algun
por su sucesor. Como el interpolador lo consideraba didcono no s
preocupó de esta cuestión. El Pseudo-Ignacio, en cambio, que conocí
ya su verdadera identidad gracias a la adición de Rom a la compilació
((policarpiana)), promete ya su sucesor a los Antioquenos (12,l)
designa al diácono Herón (Her 7).
49. El contexto inmediato posterior es, sin duda, Po1 6,Ie-2, o sea,
la exhortación a realizar en positivo el «modelo» de su escolta. Ahora
bien, si tenemos presente que el contexto subsiguiente de Po1 7,1, co-
lacionado con Phld 10,1, enlaza a la perfección con Sm 11,2, según
veremos en seguida, y que inmediatamente antes de ese inciso hay
todavía una marca, el &Y'C~+UXOV, del lugar donde estaba primitivamente,
la búsqueda de su contexto anterior primitivo queda notablemente
restringida. La marca de Po1 6,lc procede de Sm 10,2 (ver lo dicho
en n. 109, a propósito de su complementación con Eph 21,l). A Sm
10,2 sigue inmediatamente Sm I1,I (ver lo expuesto en n." 31,3 y su
corresp. n. 117, a prop. de su complementario, Eph 21,le-2). Si nuestros
cálculos son exactos, Po1 6,ld-2 debería acoplarse con el final de Sm
11,l. Una vez realizado el acoplamiento, ha resultado que una de las
referencias dadas a propósito de la equivalencia p6poq = xhrjpoq, a
saber, Phld 5,1, está ubicada en un contexto muy parecido. Veámoslos
en sinopsis (en línea seguida van las coincidencias exactas; en línea
discontinua, las equivalencias ideológicas):
608iva~,
>M.
8-
V)
4- 1- .- -
T E ~ E ~ VOL
~ V
I
m, M M I J I
Los paralelos con Rom 1,2 (arriba) y Eph 11,2 (n. 179) son nume-
rosos. El uso de bávxep (conj. + part.), característico y exclusivo de
Ignacio 182, tratándose de algo que pertenece a lo más inconsciente
de un escritor, confirma que los paralelos señalados n o son producto
de imitaci6n.
2) E n Po1 7,2 se cierra el período, que había quedado e n suspenso,
c o n la invitación a designar a u n o que lleve la embajada a Siria. El
original se conserva en Sm I1,2. Tanto Phld l0,lb-fin como Po1 7,2 son
burdas imitaciones d e aquél (compruébese e n la sinopsis de p. 126s el
modo como uno y otro parafrasean los distintos elementos de Sm:
XPÉXEL, X E L ~ O T O V ~ G 6wh~jciav
~L, UpOjv, O E O X ~ E G ~ ~ E U Tetc.).
~V,
3) E n Po1 7,3a-f continúa el razonamiento dejado en Sm 11,3e
(imitado por el falsificador en Phld 10,2):
«Así pues, dado que no tie podido escribir a todas las iglesias, debido
a mi repentina partida de 'Ikóade para Neápolis, según prescribe la vo-
luntad (de Dios), escribirás a las iglesias que tienes enfrente '83, como CO-
nocedor que eres de la mente de Dios I", para que también ellos hagan
pensar de Dios se contrapone la mente del príncipe de este mundo (Rom 8,3; Phld
3.3; 6,2; Sm 6,2); mientras que para el interpolador es el obispo (Po1 4,l; 5,2; 8,l
y sobre todo Eph 3,2e-4,lc, de que nos ocuparemos en la segunda parte), quien re-
presenta y posee la mente de Dios.
185. 55 &ELOSh v : este inciso, en paralelismo con el de la n. ant., esta sin embargo
bastante mal colocado. LIQHTFOOT, AA.FF. 11: 1111, 358, propone considerar la
sentencia incluida entre ambos incisos como parentetica y conectar el último con el
primero, para eludir dificultades innecesarias de anteriores traductores y comenta-
dores de ese singular inciso. ZAHN, PP.AA. 11 106, confiesa: «Dura sane lectio,
quae explicanda fortasse est ex ancipiti huius epistulae, modo ecclesiam, modo
episcopum alloquentis, ratione)). LBLONO,PP.AA. 111 107, nota: ((Ignace passe ici
sans transition du pluriel au singulier; vous designe les Smyrniotes (?), et tu PoIy-
carpe». El interrogante es mío: se refiere a Policarpo mdr las iglesias vecinas que
cumplan el encargo. La dificultad es evidente. La única explicación plausible es la
que se inñere de la doble procedencia de los materiales: el interpolador se ha hecho
un lío con los materiales procedentes de la antigua conclusión de Eph*, redactados
en 2pl.
186. Puede verse ZAHN, PP.AA. 11 25 (ver n. 58); LIOHTFOOT, AA.FF. 11: 1111,
18; LEWNQ,PP.AA. 111 25: «Pourquoi Ignace n'a-t-il pas mis son projet A exécution?
Peutetre parce qu'on l'a fait partir précipitamment de Troas (cf. Ep. d Polyc., VII.,1))).
LAS CARTAS AUTÉNTICAS DE IGNACIO 119
i
21,lab.e y 2b
exclusivos dc: Efeso . . . . . (21,2a.cd)
[2l,lcd.f)
Concl.*
de Eph*
Desdoblamiento y adap-
tación para conclusión
cartas escritas desde
Tróade
i
10,la
Phld. . (10,lb-11,l)
[11,21
Sinopsis de la secuencia original
c xahGs E x o ~ 4 o a ~ ~
Uxo8eEÚp~vo~Wc 8~axóvou~X ~ L
~ S T OEOU'
~ U ~ ~ ~
. # - . u -
b 6eEv xai y p ú p UpLv,
c ~6xuprcrrUvTG xupicp, ~ i meYpÚ
) pou xai T& 8~op.Ú~ O U ,
d &yuí~WvIIo).iSxaprcovl96 Sc, xul Uyüc,. b a 06x Uxcpycpav4oa~~o68k & v a -
YUVO~TE.
pou EV
MV~~OVEGETÉ fi x p o c r ~ uUpGv
~~
xai 4 s Ev Zuplq ExxAqoicy,
de la conclusión de Eph*:
B.' 9 5
6,lc Avrl<)uxov ay& TWV fixoraauophrwv T@
Ex~axóxq, xpeaf3urtporq, 6 ~ a x 6 v o r ~ .
d Ea~.urogaUr&v Gv,
d xal201 p e ~ a6rOv
' ~ O L 76 pÉpoc,
VOLTO a ~ c %6 ~ 2 0 2OE@.
D. 203
6,le X u y x o x t i k s &hh-íjhotc,, ouvaehEL~c,
BUV'T~ÉXE~E, OU~X~QXE'CE,Q U ~ X O L ~ ~ -
E.210
11,2a Lva o6v r t A c ~ o vUpOv y t v y r a i r b E(pyov
xai En1 xal Ev oUpav¿$,
b x p i n c ~ei< r t p t v 0coG
~ e ~ p o ~ o v . l j o da i v Exxhqoiav UpWv
-
0conpcapc~v,
c ei< 70 y e v ó p ~ v o v&w< Z u p i q
o o y ~ a p q v a iaUroL<, d ó r i ~GpyvcGou-
oiv xal
e &nkhapov r b t&ov pEyc0os xal f &xc-
xaraoráOq aUroZ< r b '~BLOVo ~
reiov.
-
F.212
11,3a 'EgMívq p o i 06v OEOU &FOV npzypa,
n ~ p + a i 2 1 3 r ~ v dr ~ Uvp e r t p a v ~ E T '
EntoroA.lj~214,
b Lva oov8oEdtq T+ x a r k 0ebv aUroi5
y c v o p k y v cUGiav, cxal ó ~ - bh i p k v o ~
46q ~TUXOV EV X ~ O ~ E UUpOv.
X ~ ~
G.215
d TÉActoi 06~216~ V ' C E CrÉAeia xai qpo- -
VEZTE'
e =atv y&p U@v cUxpáoociv Os%
&T0lp0<E[< 'Tb X(XPQ~XE~V'
210. Ver n.o 31,4 y n. 119, así wmo n.O 50. 213. Remitente de la carta = Ign.: ver n. 121.
211. Ver n.O 50,2. 214. Ver n. 121.
212. Ver n.O 31,s. 215. Ver n.O 31,6.
b xpÉxov Ea~1vSpiv
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------ Byayciv 0 ~ o x p e x É ú ~ c i ~xoavl
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~~
G.217
10,2d -.0ÉAouan Gb Uprv - -----.....----
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6 v 6 p a ~ o g~EoÜ,e & x a i uE%yytsraZxxhqaiat
--------
- ixmcóxoug, f u i S6 [email protected]ópous
L?xcp+av
xcci Staxóvou~.
54. Nos quedan por examinar los saludos de despedida de las cua-
tro cartas, entre las que ha sido repartida la primitiva conclusión de
Efesios. El criterio más seguro para discernir entre los elementos ar-
caicos y los sobrevenidos son los nombres propios. El miedo del inter-
polador a que se descubriera su falsificación le llevó a respetar al máximo
los nombres de los personajes que aparecían en las cartas ignacianas y
a no inventar nombres propios ni siquiera para el obispo, presbíteros
y diáconos de las comunidades de Filadelfia y Esmirna, únicas iglesias
que - según él - Ignacio conoció personalmente (ver n.OS 23, 32 y 45).
Del análisis de los saludos rituales de las cuatro cartas se desprende:
1) Eph carece por completo, a diferencia de las demás cartas, de
los saludos de despedida. El saludo de ritual (Ippoaes Ev OE¿J xal i v
Xp~a.r@'IqaoU, xowñ iAx78~jlpOv) ha sido redactado, al igual que el
homólogo de Phld 11,2f, por el interpolador: a) Para Ignacio, Jesús
Mesías es «la perfecta esperanza)) (Sm 10,2), «la esperanza nuestra))
(Mg 11,l; Tr insc); el calificativo, «común», solo lo predica del Evan-
gelio (Phld 5,2); b) La distinción entre Dios Padre y Jesús Mesías es
un desdoblamiento de la fórmula original de Po1 8,3a (Ev Os¿$ t+Gv
'I-qaoG Xp~m@).
2. Phld no contiene saludos particularizados, a pesar de que, según
el interpolador, Ignacio se ha detenido en Filadelfia. Al estilo de las
cartas auténticas dirigidas por Ignacio a comunidades que no ha co-
nocido personalmente (Mg 15,la; Tr 13,la; Rom 9,3a), se limita el
falsario a enviar saludos de parte de los hermanos residentes en Tróade
(Phld 11,2a). Esta cláusula, al igual que su homónima de Sm 12, ha
sido inventada, según indicamos ya (n.' 32), para responder a la nueva
situación creada por las cartas atribuidas a Tróade. La fórmula de des-
pedida es idéntica a la redactada para el resumen de Eph 21,2e.
3) Sm presenta cinco tipos bien diversificados de saludos: a) Los
saludos enviados por los hermanos que residen en Tróade (12,la), idén-
LAS CARTAS AUTÉNTICAS DE IGN4CIO
«Pido que sigáis fortalecidos en todo momento por nuestro Dios, Jesús
Mesías, gracias al cual perseveráis en unidad con Dios y bajo su vigi-
lancia)) (3ab).
228. LIOHTFOOT, AA.FF. 11: 1111, 325, nota que la forma 66püaOcc~por rj8püaOur
es posible. En este caso debería traducirse: «que siga consolidada)). Expresiones
ignacianas similares en Eph 10,2 y Sm = Eph 1,l.
229. Ver n. 224. La sutura entre Sm y Po1 es perfecta, una vez eliminada la tran-
sición creada por el interpolador en Pol: 'Arnd<opx~70v olxov Tuo~'Ex<, 4v E % o ~ ~ L . , .
(Sm) [&mdcopcc~ xCwccc &E, i)v6px705] xcci djv 706 ' E X L T ~ ~ X U @: O E X ~aUrljq
ai)\)O6191
xccl t-6~TÉXVOV (Pol).
230. El interpolador añade: «Y con aquel que lo envía, Policarpo)). Ign. había
escrito a los Efesios, para que la comunidad (djv txxhrjolccv) designara a un embaja-
dor para ir a Siria (Sm = Eph 11,2b). En Phld, el falsificador se ha limitado a para-
frasear este encargo (10,lbc). En Po1 7,2ab, en cambio, le ha dado ya una ligera in-
flexión, para que fuera Policarpo el encargado de «convocar una reunión plenaria))
(aup$oÚAtov Lyay~i'v).Ahora resulta que ya no es la comunidad, sino Policarpo quien
lo envía (706 X ~ ~ X O V Tanticipando
O<), así lo interpolado en POLPhil 13,l: «Lo har6
tan pronto como encuentre una ocasión propicia, bien yo personalmente, bien aquel
a quien envíe (Sv xbpxw) en representación mía y vuestra)).
5 ) Saludos a individuos (segunda serie):
1V. CONCLUSIONES
231. A saber: 4x en Rom (2,2; 5,l; 9,l; 10,2); 5x en Eph* (Eph 1,2; 21,2 Sm
11,l; original de Phld 10,l N Po1 7,l; Sm 11,2 Po1 7,2; Po1 8,2); 2x en Mg* (Mg
14d. g) y l x en Tr (13,l). Otro dato relevante es que «Siria» califica 4x a «iglesia»
en la conclusidn de cada una de las cartas autbnnricas: Rom 9,l; Eph 21,2; Mg 14d
y Tr 13,l. «La iglesia de Siria)) abarca todas las comunidades que están bajo la «su-
pervisión» del obispo de Siria.
232. A saber: Phld 10,l; Sm 11,l y Po1 7,1, las tres cartas atribuidas a Tróade.
233. Compárese Eph 2,l: I I ~ p l 6 6roü <NY~OÚXOUpou Boúppou, 706 XZT&OEOV &a-
xóvou SpWv con Phld 11,l: lT~pl6BQlhwvog roü ~ L C L X ~ V O2x6
U K~hcxla~ ... Sg xal vüv
&v A6yyq> OEOÜ Sqpor~TPOL. Nótese la equivalencia de «compañero mío de servicio))
con «quien me secunda en el ministerio de la palabra de Dios» (ver Tr 2,3).
a Filón (Phld 11,1), uno de los mensajeros venidos de Siria, según
Sm 10,l.
El hecho de ignorar el fi~lsificadorla verdadera identidad de Ignacio,
prueba que cuando Ignacio pasó por Asia no se valoraban los títulos
eclesiásticos sino la fidelid,ad al Evangelio rubricada con el martirio.
Demuestra también que el interpolador no es oriundo de Siria y que
no estuvo en Roma. Su conocimiento de las tres cartas ignacianas
dirigidas a tres comunidades del Asia hace probable que fuese de dicha
provincia.
que parece, AAmSm (ver LIGHTFOOT,AA.FF. 11: 1111, 231) lean xpotyayov. En el
camino primitivo seguido por Ignacio de Efeso a Esmima no cabe la interpretación
distributiva. En cambio, adquiere verosimilitud la interpretación espacial: Las co-
munidades de Magnesia y Trales que no le pudieron salir al paso por el camino,
le precedieron por la ciudad de Esmirna. Esta interpretación concuerda con la no-
ticia de los delegados venidos de Magnesia y Trales. En el caso de retener el imper-
fecto, tendríamos: «le precedían por la ciudad)).
235. Ver la nota de LELONG, PP.AA. 111 57.
236. Ver LIGHTFOOT, AA.FF. 11: 1 22-25 (ZAHN,Z.V.A. 73s). ¿Seria 8coq6pog
su segundo nombre, cristiano?
237. LELONG,PP.AA. 111, p. 1, rechaza esta hipótesis, por el hecho que Ign.
fue condenado a las bestias (En questio!). S. L. DAVIES,The Predicamerit of Zg-
natitrs of Atitioch: VCh 30 (1976) 175-180, la rechaza tambi6n.
LAS CARTAS AUTÉNTICAS DE IGNACIO 137
246. AA.FF. 11: II/1,470 [472]. Puede verse tambikn A. von HARNACK, Geschichte
der altchristlichen Literatur bis Eusebius, ZZ Chronologie, Band 1, Leipzig 21958 (reim-
presión), p. 406; FISCHER, AA.VV. 114s; H. KOESTER, Synoptische Ueberlieferung
bei den apostolischen Vütern, Berlín 1957, TU 65, p. 24.
247. OR~GENES, H VI in Lc (GCS IX 34s): kv 76 8~wypG.
248. LIGHTFOOT, AA.FF. 11: 1111, 64. HARNACK, Chroizologie 1 (n. ant.) 406,
n. 2: «Das negative Verhaltniss ni den johanneischen Schriften bei Ignatius darf
immerhin auch dafür geltend gemacht werden, mit den Briefen nicht zu weit abwarts
zu gehem. En lo referente a la relación de Ignacio con las cartas paulinas, véase
el estudio reciente de H. RATHKE, Zgnatius von Antiochien und die Paulusbriefe, Berlín
1967, TU 99.
249. W. von LOEWENICH, Das Johannes-Verstündnis irn zweiten Jahrhundert,
Giessen 1932, pp. 25-38; HARRISON, Polycarp 255-263. Ver también P. D ~ T Z EDie ,
Briefe des Ignatius von Antiochien und das Johannes-Evangeliurn, en ThStudien und
Kritikerz, Gotha 4 (1905) 563-603; Ch. MAURER, Ignatius von Antiochieia und das
Johannesevarzgeliurn; Zürich 1949. FISCHER, AA.VV. 122.
250. AH 111 3, 4 = EUS HE 111 23.
251. Ep. ad Flor. = Eus HE V 20.
LAS CARTAS AIJTENTICAS DE IGNACIO 147
Josep RIUS-CAMPS
Elisabets, 6
BARCELONA 1 - Roma, enero 1977
Summary