Deflactar, Ipc y VCN
Deflactar, Ipc y VCN
Deflactar, Ipc y VCN
Por
Emilio Díaz Calleja
Dirección:
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales
Departamento de Economía Aplicada II
Universidad de Sevilla
RESUMEN
cional: (1) cambios en la calidad de los bienes y servicios; (2) cambios que suponen
se discuten tanto los principios generales en que se basan como las repercusiones
Para abordar esta tarea tomamos como norma contable de referencia el siste-
tabilidad nacional de España (CNE) base 1986, que ofrece una descripción porme-
te ensayo.
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un apartado posterior. Téngase en cuenta que, aunque en las tablas input-output (y
dos» de las ramas de actividad, y no los productos simples que las integran, estos
cambios en las cantidades producidas de los cambios en los precios unitarios, lo que
precio y volumen (SEC-1970, párrafo 905). En este sentido, el nuevo SEC se extien-
de y profundiza en el detalle del cómputo de estas operaciones, así como en los flu-
jos de no mercado y en los índices interespaciales (SEC-95, párrafo 10.35 y ss.); sin
embargo, dado que nuestro interés se centra únicamente en las operaciones de bie-
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«De forma general, se puede concluir que para establecer medidas de precio y volumen es
necesario utilizar una clasificación de productos tan detallada como sea posible, de manera que cada
prod ucto seleccionado alcance un máximo de hom ogeneidad, independientemente del detalle con que
se prese nten los resultados» (SE C-197 0, párrafo 911).
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valor de la producción de la rama i en el período 0 –período que tomamos como año
este caso, el precio y la cantidad de a son iguales al precio y a la cantidad del «pro-
idénticas a las del período base– como único producto simple de la rama:
Aunque en este caso podemos distinguir claramente entre la variación del precio y la
variación de la cantidad del producto agregado de la rama i, ello se debe a que co-
toda vez que las ramas de actividad se forman mediante la agrupación contable de
observables.
mación directa –es decir, una estimación que parta del conocimiento de los niveles
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variación de precios y cantidades. En su lugar, busca obtener índices de estas varia-
ciones expresando el valor del producto agregado del período 1 en términos de los
de la rama en el período 1 a precios del año base (v*i1), dado por la expresión [3]. El
índice de precios –una medida de la variación del precio unitario de la rama entre los
dos períodos–, que es del tipo Paasche, puede sencillamente obtenerse como sigue:
Este índice utiliza para ponderar los precios relativos simples –en este caso,
hay un único índice simple de precio, dado por el precio relativo de a entre los dos
del año base –es decir [(pa0 qa1)/(pi0 qi1)], igual a la unidad en este caso porque supo-
nemos para simplificar que la rama está integrada por un único producto simple.
Formalmente, IP= (pa1/pa0)A[(pa0 qa1)/(pi0 qi1)] = (pa1 qa1)/(pi0 qi1) = (pi1Aqi1)/(pi0Aqi1) = pi1/pi0,
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Caso de que la ram a de actividad se definiera por agregac ión de dos produc tos simples, ta-
les como a y b, tendríam os q ue e l índice de precios, I P= (p a1/p a0)A[(p a0 q a1)/(pi0 q i1)] + (pb1/p b0)A[(p b0
q b1)/(pi0 q i1)] = (pa1q a1 + p b1q b1) / (pi0 q i1) = (p i1Aq i1) / (pi0Aq i1) = pi1 / p i0. La obtención directa de este índice
requiere, ade m ás d el con ocim iento d e las c antida des , que los produ ctos sim ples integrantes de la ra-
ma, a y b, no hayan sufrido cambios cualitativos (cambios de calidad) entre los períodos considerados.
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Bajo las misma circunstancias, podríamos obtener un índice de volumen, para
medir las variaciones de las cantidades producidas por la rama entre ambos perío-
dos, considerando la producción agregada del período 1 valorada a precios del año
base (v*i1), dada por la expresión [3], y el valor de la producción agregada de la rama
Dado que el índice de precios calculado es del tipo Paasche, el índice de vo-
lumen será del tipo Laspeyres (SEC-1970, párrafo 943). Para ponderar los índices
ducto simple en el año base como proporción del valor agregado de la producción
de la rama en el año base –[(pa0 qa0)/(pi0 qi0)], igual aquí a la unidad. Es decir,
plificado3.
en [4] y [5] conociendo antes el valor transformado de la rama dado por la expresión
[3]. Sin embargo, bien sea debido a variaciones cualitativas o bien porque las ramas
neral posible obtener una estimación directa de este valor transformado, razón por la
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Caso de que la rama de actividad se definiera por agregación de dos productos simples, ta-
les como a y b, tendríam os q ue e l índice de vo lum en, I L= (q a1/q a0)A[(p a0 q a0)/(pi0 q i0)] + (qb1/q b0)A[(p b0
q b )/(pi q i )]= = (p a0q a1+p b0q b1)/(pi0 q i0) =(p i0Aq i1)/(p i0Aq i0) = qi1/q i0. Como en el caso anterior, la obtención
0 0 0
direc ta de este índice supone no sólo el conocimiento de las cantidades, sino también la ausencia de
cambios cualitativos en el tiem po en los productos sim ple s integrantes de la rama (a y b en esta ilus-
tración).
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cual surge la necesidad de estimar independientemente el índice de precios o bien
«constantes» (v*i1) requiere de la estimación previa del índice de precios [4] o del
índice de volumen [5]. En la práctica, se opta por calcular v*i1 a través de [7], para lo
que se requiere de una estimación del índice de precios dado por [4]. La alternativa,
calcular v*i1 a través de [6], partiendo de una estimación del índice de volumen dado
por [5], es normalmente inviable porque se requiere conocer las cantidades en am-
bos períodos, que serán inobservables cuando los productos no sean estrictamente
Es claro que el método de estimación propuesto depende de que los cambios que
hayan tenido lugar en el valor de la rama puedan identificarse bien como cambios en
4
Esta elección de índices implica que «para todos los flujos que recoge el sistema, los valores
corrientes del año n se e xpresan sistemá ticamen te a precios del año 0. Este resu ltado puede obtene r-
se aplicando índices de volumen a los valores del año base, deflactando los valores corrientes por ín-
dices de precios, o también valorando directamente las cantidades a los precios del año base» (SEC-
1970, párrafo 94 3).
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las cantidades producidas, o bien como cambios en los precios unitarios5 –es decir,
cambios que no afectan a la calidad del producto. En general, cuando los cambios
neos. Como los cambios reales están asociados tanto a cambios cuantitativos como
que en el período 1 tiene lugar un cambio en la calidad del bien o servicio que produ-
Donde a’ representa una nueva versión, con «calidad diferenciada», del pro-
ducto a, siendo que este último constituye aquí la «calidad base» por ser un produc-
table propone, con carácter general, reducir las variaciones cualitativas a variaciones
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El criterio de cómputo adoptado para registrar las variaciones del valor, «que no es inherente
a la utilización de un marco contable», pues «resulta de una decisión deliberada», consiste en que «to-
da variación del valor se atribuya a una variación de precio o a una variación de volumen» (SEC-1970,
párrafo 907).
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Se c ons idera en este ejem plo qu e am bas calidades coe xisten en el perío do 1, lo que consti-
tuye el caso general. La substitución completa de productos antiguos por productos nuevos es un pro-
ceso que normalmente opera a lo largo de varios períodos. En cualquier caso, los métodos de homo-
geneización de productos propuestos por la norma contable no dependen de que las ramas esté inte-
gradas por productos simple hom ogéneos o por productos sim ples con calidades diferenciadas, ya
que la hom ogeneiza ción propuesta es puram ente atem poral.
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cuantitativas; es decir, realizar un ajuste para expresar la unidad de producto de cali-
ajuste de cantidades:
calidad a lo largo de un período dad o, la co m para ción del pre cio de venta del producto
al prin cipio y al final d el período no refleja únicamente una variación del precio, sino
también una variación de la calidad. Es necesario realizar una ajuste que tenga en
cue nta esta variación, si se quiere obtener una medida correcta de la evolución del
(calidad diferenciada) a que equivale una unidad de producto tipo a (calidad base);
esto es, un factor de ajuste que permite expresar productos tipo a’ en términos de
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micos. La necesidad de efectuar el ajuste es inexcusable, pese a sus dificultades
«La valora ción cua ntitativa del ajuste por cam bio de calidad resulta difícil. Sin em bar-
estimar el ajuste que renunciar a hac erlo» (SEC-19 70, párrafo 915).
ceso de estimación. Considérese por ahora que podemos obtener una estimación
[10] vi1 = pa1 A qa1 + ["Apa’1]A[(1/")qa’1] = pa1 A qa1 + p’a1 A q’a1 = pi1 A qi1
Adviértase que los niveles de precio unitario y cantidad de la rama (pi1 y qi1) ya
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Este parámetro no es un coeficiente adimensional; en concreto, posee como unidad de medida
la razón de las unidades de medida de a’ y a. Adviértase, por otra parte, que no sólo es preciso expresar
la cantidad de a’ en términos de cantidad de a –obteniendo así q’a– sino también el precio unitario de a’
en términos del precio unitario de a, y por tanto de su unidad de m edida, que pe rm ite obtener p’a, para
mantener la congruencia de la agregación.
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lidad base a, el precio unitario corriente de la rama pi1 serán simplemente un prome-
ambas calidades.
sobre la base de la expresión [9], siendo que la estimación del ajuste de cantidades
descansa en datos físicos, no en datos económicos8. Adviértase que no sólo qi1, sino
estimación que se realice del factor de ajuste ", y por tanto será la fiabilidad de di-
del factor de ajuste ": (i) utilizar directamente información sobre las características
físicas de los propios productos; y (ii) utilizar información sobre las cantidades de
«Para valora r los cam bios de calidad de un pro duc to, se puede recurrir a diferentes
en las características físicas del propio produc to... (b) otro mé todo se bas a en la evo-
lución de los costes de producción del producto a los precios del año base» (SEC-
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Sería sin embargo perfectamente posible incorporar exclusivam ente , en el proceso de
homogeneización de productos de calidad diferenciada, datos económicos. El procedimiento más sencillo
sería utilizar directam ente la estructura de precios relativos de las calidades diferenciadas, atribuyendo
primero el precio de la calidad base a todas las calidades diferenciadas, es dec ir considerar "=(p a/p a’),
y obteniendo ulteriormen te las cantidades equivalentes de los productos de calidad diferenciada
(cantidades expresadas en términos de la calidad base) como residuos, partiendo de que se conocen
los valores monetarios de cada una de las calidades diferenciadas. Es verdad que esta estructura de
precios relativos no sólo refleja las diferencias en cuanto a la calidad, sino también otros factores relativos
a las condiciones de mercado –a los que exp resam ente el SEC-1 995 pres ta atención singular–, pero el
proc edim iento puede mejorarse incorporando las estructuras de costes relativos, e incluso otros factores
com o el em pleo directo e indirecto (corregido para tener en cuenta las diferencias de cualific ación)
absorbido por los productos de cada calidad diferenciada, factores para los que se dispone de
información dentro del sistema contable, y que son menos sensibles a las variaciones de las condiciones
concretas del suministro de productos.
12
1970, párrafo 91 6).
tos o relativos), sino del volumen de producto que esos costes representan, es decir,
del análisis del coste de los inputs utilizados en la producción de la rama valorados a
precios del año base. Ambos métodos se refieren, pues, al mismo criterio extracon-
cerveza, etc.» (SEC-1970, párrafo 916). Sin embargo, ¿cómo podemos utilizar las
sición física de los productos que se comparan, para obtener una estimación rele-
vante del parámetro "? El hecho de que en 1 litro de leche incorpore un 5% de ma-
terias grasas, en lugar de un 1%, ¿nos permitiría inferir que 1 litro de leche con un
va.
to por los cambios en los precios, como la propia norma sugiere: «Dentro de un mer-
cias de calidad» (SEC-1970, párrafo 911). Por tanto, no es posible obtener estima-
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mación sobre precios.
Por otra parte, «en el caso de productos complejos pueden utilizarse como
estos productos, el recurso al análisis de regresión múltiple puede permitir una mejor
tos complejos nos encontramos exactamente con el mismo problema que en el caso
dad base, comparar los volúmenes relativos de inputs utilizados para la producción,
mientos de inputs por unidad de producto es lo que hace aumentar la calidad del
producto, cosa que en último término se traduce en un aumento del precio, vía cos-
tes de los inputs. Esta presunción es falsa, porque un aumento de calidad puede
puts por unidad de producto –todo dependerá de los tipos de inputs efectivamente
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En cada caso, la comparación directa entre dos productos de diferente calidad dependerá de
la característica o conjunto de características físicas (o propiedades técnicas) mensurables que se
quieran estudiar, siendo por tanto posible a priori, es decir, sin conocer los precios unitarios de cada
calidad, identificar medidas físicas que produzca n re sultad os dife rente s al com parar do s calidades, ya
que en ausencia de la indicación del precio no será en general posible interpretar la medida física en
términos económicos. Esta es la limitación fundamental de los denominados índices de precios hedó-
nicos, que son «obtenidos mediante modelos de regresión en que los precios correspondientes a cali-
dades diferenciadas se explican en función de las características mensurables y del período a que co-
rresponde cada precio» (Uriel, 1995, 167), frecuentemente utilizados en la prá ctica contable del
cómputo de calidades diferenciadas.
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utilizados y de las técnicas de producción empleadas; piénsese por ejemplo en la
estimar previamente el volumen de los inputs requeridos por cada proceso para po-
der estimar entonces el factor de ajuste, con lo cual se cae en una circularidad en el
proceso de estimación. Para clarificar este punto, considérese el caso más simplifi-
cado posible: que las dos calidades del producto de la rama i utilizan un mismo y
dades para resaltar la circunstancia de que las diferencias de calidad se deben ex-
La idea es que si qja’ > qja, es decir, si la cantidad de inputs j utilizada para
producir una unidad de a’ es mayor que la cantidad de inputs j utilizada para producir
lo que se entiende generalmente compatible con que pa’ > pa. Sin embargo, lo único
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que hemos hecho es introducir en el problema a la rama j, no solucionar el problema
en sí. La razón estriba en que para obtener una medida del volumen del producto de
la rama j es necesario reducir a su vez las calidades diferenciadas del propio produc-
puede resolverse.
se10, puede concebirse como un caso extremo del cambio de calidad: cuando la dife-
considerar la vers ión an tigua d el produc to com o un prod ucto desaparecido y su nueva
versión com o un produ cto nuevo, es dec ir, com o un prod ucto existente únicamente en
problema más general del computo de las ramas de actividad cuanto estas se cons-
10
El caso de los productos que existen en períodos anteriores al período base pero que no
existen en este último (lo que constituye un caso de desaparición de productos) requiere el mismo tra-
tamiento que el de los productos que existen en períodos posteriores, pero no en el período base, que
es el caso de aparición de nuevos productos.
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Adicionalmente, ha de tenerse en cuenta que, según la norma contable, «en un sistema in-
tegrado de índices de precio y volumen los productos de calidad distin ta deberían tratarse, en la m edi-
da de lo posible, com o produc tos distintos» (SE C-1970 , párrafo 911).
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truyen contablemente por agregación de múltiples productos simples.
Considérese que la rama de actividad i-ésima está formada por dos productos sim-
ples, a y b. Ahora, a diferencia del caso tratado en el apartado segundo, los valores
que los niveles de precio y volumen del producto agregado de la rama, es decir p i y
como en el caso del producto simple, la obtención directa de las tasas de variación
de las cantidades y precios unitarios de las ramas de actividad. Dados los problemas
obtener un índice de precio para la rama, que se utiliza posteriormente como deflac-
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«...los valores monetarios que aparecen en las cuentas y cuadros del sistema no pueden
descomponerse globalmente en una cantidad o volumen, por una parte, y en un precio unitario, por
otra. Esto supondría sumar productos totalmente heterogéneos y olvidar que el concepto de precio
unitario no tiene sentido más que para productos homogéneos desde el punto de vista de sus caracte-
rísticas físicas» (SE C-197 0, párrafo 919).
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riación del precio del producto agregado de la rama i, es decir xi=(pi1-pi0)/pi0, a partir
de los datos disponibles de la tasa de variación de los precios de los productos sim-
nemos que xi = 8Axa + :Axb, donde los coeficientes de ponderación 8 y : vienen dados
por la proporción del valor del respectivo producto simple sobre el valor del producto
agregado de la rama del período corriente (período 1), ambos valorados a precios
Sin embargo, la estimación de xa y xb, y por tanto de xi, requiere que los pro-
calidades), que afectarán a ambos productos, haya sido resueltos previamente. Por
lo tanto, la estimación del deflactor se verá afectada por las diferencias en cuanto a
se van acumulando a lo largo del tiempo (aquí medido por la distancia entre el perío-
de año base. No obstante, una vez estimado el índice de precios de la rama, IP=
(1+xi), podemos deflactar el valor de la producción del período 1 (vi1), dado por la
De esta forma, la tasa de variación del volumen de la rama vendrá dada sen-
cillamente por zi= [(v*i1-vi0)/vi0]=[(qi1-qi0)/qi0], donde IL= (1+zi). Adviértase por último
que esta tasa capturará correctamente los cambios en las cantidades producidas
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con el tiempo, manteniéndose por tanto igual a la estructura de la producción en el
existe en el año base, ya que el valor de la producción en el año base vendría dado
por [1], de forma que en el período 0 la rama i está integrada exclusivamente por un
Ahora bien, venimos obligados a interpretar los cambios en el valor del pro-
ducto agregado de la rama i bien como cambios en las cantidades o como cambios
en los precios. La norma contable opta en este caso por reducir el precio unitario del
para imputar un precio a un producto no existente en el año base, que es sólo ilus-
trativo, reza como sigue: «esto puede hacerse basándose, por ejemplo, en la evolu-
ción de precios de productos similares existentes durante los dos períodos» (SEC-
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Com o hace notar la norm a co ntab le: «El principa l inconveniente inhere nte a la utilización de
índices de tipo Laspeyres se refiere al hecho de que a medida que se aleja el año bas e, la estructura
de su pond erac ión en vejece y, po r tanto, refleja n cada vez pe or la ev olución real. Este inco nveniente
no es inevitable; puede reducirse mediante un cambio del año base suficientemente frecuente para
tener en cuenta m odificaciones estructu rales de la econom ía y de la evolución de los precios» (SEC-
1970, párrafo 944). Sin embargo, los cambios de base no resuelven el problema estructural de las se-
ries com pletas de índices de precio y volumen, sino que simplem ente reubican en el tiempo las
distorsiones introducidas en el proceso de estimación.
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existe en ambos períodos, podríamos establecer que [(pa1-pa0)/pa0] = [(pb1-pb0)/pb0]. De
esta forma, si estimamos la tasa de variación del precio agregado de la rama i, ten-
la tasa de variación del precio unitario del producto a –único precio que, en realidad,
puede variar– como tasa de variación del precio del producto agregado de la rama.
del criterio que se utilice para considerar que dos productos cualesquiera, heterogé-
neos entre sí, son similares, siendo que la norma no aporta en este caso ningún cri-
terio general de cómputo, por lo que venimos obligados a recurrir a las característi-
cas físicas mensurables de los productos, con lo que retornamos a los problemas
dos de las ramas, ya que impone una tasa ficticia de variación al producto nuevo,
que afectarán al tamaño de las ramas con independencia de las variaciones reales
de cantidades y precios. Por otra parte, de acuerdo con el SEC, el mismo tratamien-
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En cualquier caso, no debe perderse de vista que el criterio de estimación se basa en el uso
de datos económicos (los precios), aunque en el proceso de selección de los productos similares se
recurra a dato s no económ icos. S i bien en este punto caben pocas alternativas, no sería im posible
incorporar datos también exclusivamente económicos en la identificación de productos similares, lo que
reforzaría la coherencia del sistema de índices.
15
La desaparición de un producto existen te e n e l año base no genera problemas adicionales
hasta que se cambia de base, en cuyo caso el producto desaparecido habrá de asimilarse a los pro-
ductos existentes en el nuevo año base, en el que puede no existir. De esta forma, los cambios (es-
tructurales) de base obligan al redimensionamiento de las ramas de actividad, y ello también con inde-
pendencia de los cambios reales de las cantidades y los precios.
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4. Índices de precio y volumen en el SEC-1995
ma de índices–, son pocas las novedades sobre las reglas básicas del cómputo, es
decir, sobre los «principios generales de medición», utilizando los términos de la pro-
pia norma.
que reflejan las diferencias de calidad, distinguiendo entre las características físicas
y otros factores relativos a los intercambios: lugar, momento y otras condiciones del
10.16), lo que también es aplicable a las tablas input-output en el marco del SEC-
1970.
pios aplicables al valor añadido (y al PIB) a precios básicos, que es el único saldo
contable que forma parte del sistema integrado de índices de precio y volumen, para
el que se propone practicar una doble deflacción: «el método conceptualmente co-
21
rrecto para calcular el valor añadido a precios constantes consiste en realizar una
doble deflacción, es decir, deflactar por separado los dos flujos de la cuenta de pro-
Por otra parte, se diseña una excepción a la hora de considerar las diferen-
«Supóngase que una determinada can tidad de un bien o un servicio concreto se ven-
de a un precio más bajo a una determ inada catego ría sin que exista diferencia alguna
venta, ni con respecto a otros factores. Toda la disminución subsiguiente del porcen-
taje vendido al precio más bajo incrementará el precio medio pagado por los compra-
dores del bien o servic io. Esto habrá de registrarse como un aumento del precio y no
Otra novedad digna de mención se refiere a las fórmulas de los números índi-
ces: «La forma más adecuada de medir las variaciones interanuales de volumen es
22
párrafo 10.63).
1970 se consideran una alternativa válida a los índices de Fisher (SEC-1995, párrafo
10.64). Por otra parte, se opta por índices en cadena para medir las variaciones de
volumen de períodos más largos, pese a que se rompe la aditividad de los compo-
nentes de los agregados en términos reales, si bien se propone presentar los datos
no aditivos sin ajuste alguno, para garantizar la transparencia del procedimiento se-
obtenido por intercambio de los periodos base y actual, se obtiene el índice origina-
5. Consideraciones finales
Hemos visto que, aunque la información contable estuviera disponible para el máxi-
para medir las diferencias de calidad, con los métodos propuestos en el marco del
16
Aunque algebraicamente el índice de precios de Fisher cumple la propiedad de
proporcionalidad –que c onsiste en qu e al variar los precios en una proporción fija el índice se
increm entará en esa misma proporción–, se puede plantea r la siguiente objeción: «al variar los precios
en cualquier proporción es difícil mantener el supuesto de que las cantidades permanezcan constantes;
la variación de éstas dependerá de las elasticidades-precio de cada bien» (Martín Pliego, 1995, 426). No
obstante, esta mism a objeción es extensible a los índices de precios de Paasche del SEC-1970.
23
referencia recomienda utilizar información relativa a las características, propiedades
tivamente el volumen relativo inputs físicos utilizados, para realizar los ajustes, pro-
cedimiento que se hace extensible al cómputo por similitud de los productos nuevos
para cada producto, llegamos a la conclusión de que los niveles de precio unitario y
cantidad del agregado de cada rama no serán observables. Hay que renunciar,
pues, a estimar directamente las variaciones de cantidad y precio unitario de las ra-
precios del año base de las ramas mediante la previa estimación de un índice de
ción, para distinguir entre cambios en cantidades y precios unitarios de las ramas,
24
En los comentarios anteriores queda latente la cuestión de si en realidad es posible
identificar los cambios en las cantidades y los precios cuando los productos que se
será posible. La razón estriba en que tal enfoque no permite obtener indicadores
cierto período (año base), vía ajuste de cantidades, mediante el análisis de sus pro-
no se refieren a los productos en tanto que entidades físicas, sino más bien en tanto
ya que los criterios y datos físicos no permiten, por sí mismos, la inferencia de pro-
piedades económicas.
25
Referencias
26
Deflactors and implicit prices:
prices and volume indices in National Accounts
SUMMARY