Poética de Aristóteles
Poética de Aristóteles
Poética de Aristóteles
ILVSTRACION A L L I BR O
Venitb' ingentivioltnta TRAGotmA,j>assn
ILVSTRACION VLTIMA
AL LIBRO SINGVLAH
DJE A R I S T O T E L E S
S T A G I R I T A ,
P O R
DON IVSEPE ANTONIO
V GONZALEZ D E SALAS.
PARTE PRIMERA, r
P
D e las Partes de quantidad. Secc. X I I . pa- Orqüe'esmui ppssible que los poco versa-
gin. 264. dos en la Arte de la buena Orthographit
Ilustración de otros Preceptos de Amtotelet, juzguen que algunas palabras en este Libro
van escriptas con aífectacion de letras, fuera
continuando su Poética. Secc. X I I I . jpa'- de el uso ordinario ^ quise brevemente adver-
gin. 289. tir en su p-incipio dos cosas; la primera , que
la forma orthographica , que aqui se guarda,
SEGVNDA PARTE. es la de la Lengua Latina , de quien la Espa-
&>!a, o Castellana tiene cierto origen, i en mu-
En la Tragedia Praetua* cha parte es una misma ; i assi el que la alte*
Tragedia necessaria para exemplo practico de Xare le usurpa essa nobleza injustamente , mo-
la Speculativa de Aristóteles, i que haia de vido sin duda del descuido que essotras or-
ser esta Tragedia antigua, Observación I . tíiographias traen consigo. La segunda , que
aunque algunas voces aqui se escriben , como
Auctor de la Tragedia Latina, intitulada: be dicho, de forma al parecer algo aíFectada,
Las Troianas. ^'Quando escripta esta Trage- es para conservarlas en la verdad suia , i darles
dia ? ¿ Quando rc^tcscntzá». ? Observac. I L la dignidad que les es propria ; pero no para
pag. 15. pronunciarlas necessariamente assi , sino de la
{ A qué especie de Tragedias pertenece Ias¡ manera que el uso las oiere mas suaves; pues el
~ Troianas í ezecutados en ella los preceptos no pronunciarse como se escriben es commun
de Aristóteles. Modo en su Traducción, a tantas lenguas antiguas, i modernas. Pero
en su Adorno , i en su Suppleinento. Ob- de todo daré io mas larga noticia en el Libro
E
servac. I I I . pag. j 2 . : tengo para imprimir De la Orthografhsa
Las Troianas, Tragedia Latina de Lucio An- tina , i Españolaadonde ahoia icmitto a
heo Séneca, Español: i Española de D o » los curiosos.
lusepe Antonio González de Salas. Pa-^
HO.
* ERRATAS,
NVE
1 ILUSTRACION DE LA
refiere ( i ) Phocio, que escribió una Historia
de el Theatro, en que se comprehendia larga
noticia de los Trágicos, Cómicos , Músicos,
NVEVA I D E A i todos los otros professores de la representa-
ción. Lo mesmo , dice Suidas, hizo Dionysio
Halicarnasseo en j 6 . Libros. Atheneo hace
DE L A TRAGEDIA ANTIGVA, memoria de algunos en los Libros l o . i 14.
de sus Dlpnosophistas, i ansi otros muchos
o ILVSTRACION VLTIMA que ahora dexo. De donde se conosce , quan-
to prevaleció aquel exercicio en los tiempos
A L L I B R O SINGVLAR passados; pero en primero lugar siempre l a
Tragedia, ansi como su cultura fue también
primera en la edad , segim Aristóteles enseña.,
Este, pues, grande Maestro , que mereció
DE ARISTOTELES aquel exquisito elogio , De haber sabido to-
das las sciencias, después que con nunca vista
S T A G I R I T A . : felicidad huvo ilustrado el circulo universal
de las Artes , no se negó a la que en antigüe-
dad abentaja a todas, sino arrebatado de el ar-
POR DON irSEPE ANTONIO
dor de su ingenio, quiso también tratar DE TA
González de Salas.
i'OETiCA , procediendo en su enseñanza con
im marabilloso modo , i nunca puesto en uso
I N T R O D V C C I O N . hasta entonces. ( 2 ) Con esse titulo , pues , pii-
hlicú dos libros , como afirman muchos , fuera
T
ANTA fiie la oofiz de excelentes Varo- de los que escribió De los Poetas. Plutarcho
nes en la Antigüedad , que con pro- «juicre que los De Poética huviessen sido tres,
lixos discursos procuraron ennoblecer 11 bien solo tenemos hoi el primero. Pero en
los exercicios Scenicos, y principalmente a la ciic modo de distribución , qualquiera sea , o
T & A G E P i A , que si hoi vivieran sus esai- ia
ptos, quedáramos enteramente instruidos de
(1) In Biblíorhecá, ubi de Sopatri Excerptis ser*:
todas las partes de profession tan dilatada: IDO r\x.
uando de ella en nuestra edad o escasamente ( i ) riipí noílfTtítííf.
2
iscurrimos , o como en dudosa obscuridad
alucinamos. De un Auctoi llamado Rufo
A re-
POETICA BE ARISTOr, 5 4 iWSTRACION DE LA
ia de tres Libros , o ia dos, sepan los Estudio- glos postreros, formando tantos Commenta^
sos , que la Antigüedad padeció engaño : p'ies ríos a este Libro, como letras contiene. I otros
el Phiiosopho ansi ésta , como todas las otras sacando de su doctrina también summa innu-
Obras suias , no las dividió en Libros , de que merable de Poéticas. Ilustres han sido estos
es infalible argumento el nunca hallar en sus Escriptores, y ocupado han muchos sus eda-
remissiones señalada partición alguna de sus des en este solo assumpto , juzgándole para
Escriptos , siendo ansi , que a otros suios El con los hombres eruditos por premio sufficien-
se remitte tantas veces , en todos los que hoi te de sus desvelos; pero no han alcanzado en
viven con su nombre. Cuidado fue de los la opinión de ellos sino solo, que fue mejor
successores en su Escuela, facilitando con la su elección que sus,escriptos , aunque docta'
distinccion la doctrina , i variando, según era mente procedieron. De la maior parte se pue-
la sentencia de cada uno , la antigua distri- de conoscer una fatal miseria, que padecen
bución de los primeros , de donde sin duda todas las sciencias, en la copia grande de sus
procedió la variedad referida en el numero de modernos Professores. Esta es, la successiva
los Libros , que como en este Commentario repetición en ios postreros de aquellas proprias
De Poética , se verifica en otros de el mismo cosas, que ios superiores en edad acumula-
Maestro. No pues de el ser solo un Libro , el ron. Io pues que, como ia he dado algún tes-
que gozamos, inferiremos estar defectuosoi timonio, tengo el ingenio a esta costumbre
sino ia de lo proprio , ( i ) que en él promette mui oppuesto, deseando occuparme solo en
tratar su Auctor , i falta el cumplimiento; i Jos olvidos, de los que me precedieron en al-
ia ( 2 ) de lo que refiere en otros escriptos, har gunos Assumptos: pues no es possible que
ber disputado en éste , y no hallarse en él haia vista tan perspicaz , que lo comprehenda
compreheudido. Pero de qualquiera manera todo : es forzoso haberme de hallar pobre, en-
monumento es estimable , para engañar la pe- tre aquella misma abundancia de Observacio-
na de tantos otros perdidos por la injuria de nes repetidas de Poética, i principalmente de
el tiempo. Ansi lo han procurado mostrar gran- la Trágica Constitución , que hoi es m i ins-
de numero de hombres insignes en estos si- tituto. Pero queriendo dar a los Nuestros no-
A 2 glús ticia desta parte a ellos aún no conoscida , pre-
(1) Vt de G)moed¡á cap. í . Poetícat, & bodic non sumo ia en el modo , ia en la perspicuidad,
hallar novedades , quando en los preceptos, i
( i ) Libb. I & ?. Rhctor. ait De RUkulh e^ísse
in Poetid : & ultimo Politicorum , Dc-animorum pur-* en la doctrina , se huviera de referir , lo que
lat'tone ibidem ditererc , quoú nusquam comparec. •bkcrvaion los Mayores. Mas bien, según io
juz-
TOETTCA DE ARISTOT. s 6 ILUSTRACION DE LA
^ g o , podré aún llegar con alguna esperanza lamente que habiendo vivido i5.01ympia-
WL este argumento, de adelantar su UUSTUA- das, y tres año«i de la decima sexta , vino a
c i o N ; quedando por ventura con mejor luz, morir en el 65. ( es el Climactcrico ) de su
en estas breves Seonones , aquel Escripto te- edad. Año que fue de la fundación de Roma
nebroso de el Principe de la Philosophia. 4 5 1 . i el proprio en que murió también De-
Digo pues, que de la Tragedia he dp mosthenes, ieual Lucero en la Oratoria , co-
tratar , según como lo hizo Aristóteles > pues mo aquel lo fue en la Philosophia. Sophocles
ella es Ja que ocupa la maior i mejor parte de pues , a cuia alteza Trágica no permiite el Se-
su Poética. No porque de aqui halamos de nado Critico t que haia llegado alguno; i
entender , que hasta aquel Maestro le faltó a Euripides , segundo en el Triunvirato célebre
la Tragedia vida , ailtura, i elegancia, pues de los Poetas Trágicos, murieron en el año
antes de él huvo famosos Escriptores Trágicos, tercero de la Olympiada 95. Ansi lo dice ( i )
que habiendo solo conoscido por feliz Prece- Diodoro Sicnlo'.'de mancia que 22. años an-
ptor a la Naturaleza , llegaron al grado sum- tes que naciesse Aristóteles, habían muerto
sno en su profession. Esto me pareció hacer Sophocles, i Eurípides. Pero Eschylo, terce-
manifiesto, para satisfacion de muchos , me- ro Poeta famoso de la Tragedia Griega , aún
diante el computo de los tiempos. Aristóteles habia a los otros dos antecedido: pues el ( 2 )
nació el año primero de la Olympiada 99. Scholiaste de Arístophanes refiere , haber
Ansi de el Chronico de Apolodoro lo afir- muerto siendo Archonte Kalías, el año pri^-
ma ( i ) Diogenes Laerdo. También f a) Dio- mero de la Olympiada 8 1 . con que vino a
nysio Halicarnasseo, i que aquel año fue * ser anterior su fin al nacimiento de Aristóte-
Archonte en Athenas Diotrephes , i ^ ) Sui- les 72. años. Basten estos tres -mas señalados,
das señala el mismo año de su naamiento. i mas conosGÍdos hoi por sus mismas Fábulas,
Esto fue en el año de la ciudad de Roma j 6 8 . para convencer lo que propusimos. Sacando
•^[un la quenta mas cierta. Murió este gran (ie aqui una doctrina en mí opinión segura,
PÍttlosopho ( demos este cuidado a aquel Va- que io intento, quando procuro en alguna
fon supremo ) el año tercero de la Olympiada manera ilustrar la Arte de la Poesía , persua-
X14. Ansi lo enseña el proprio Lacrtio > i jun< dir a sus Professores. Es pues, que no crean
A j to- liuber de estar necessariamente ligados a sus
co Lib-f. an-
(t) Jh Epiftola ad Amnunim¿ (t) Lib. I ^ F t AnonyrAus in descript. Olympiad.
* Summo Magistrado»
( j ) I n voce Arutotelts,
^ JUJSTRACKfN DE LA
POETICA DE ARISTOT 7 applandidas. I es bien cierto que no las appro»
antiguos preceptos rigurosos. Libre a de ser biran Varones doctissimos , que de ellas ha-^
so espirito, para poder aiterar el Arte, fun- blaa , si pudieran faltar en los rigores de pre-
dándose en Leyes de ia Naturaleza , ia sea el ceptos , con que en sn edad se hablan de es-
que lo intentare con prudencia ingenioso , i cribir. Estas pues si se representaran hoi en
bien instruido umbien en la Buena Littera- nuestros Theatros , en pocas Scenas experi-
tura. Assi como el primero Aristóteles, des- mentaran d applauso con que celebraban al
pués de haber considerado las Virtudes, i V i - Poeu Eumolpo de Petronio Arbitro sus oien-
cios , que se hallaban en las Tragedias todas tes. Digo pues, que de ninguna manera nos
de sus Griegos (cuia contextura habia dicta-, deleitaran. I lo que mas es , ni a la maior par-
do la Naturaleza ) pudo, escogiendo las unas, te de las Tragedias juzgo que pudiera esperai
i reprobando los otros, formar según su juicio boi el animo mas de hierro , que queramos
excelente una Arte , que después siguiessea ungir. ¿ Qué servirán pues aquellos preceptos
los venideros , no de otra manera en qual- paia la structura de nuestras Fábulas ? Mucho
quier tiempo el judiciosamente Docto con su lin duda , pero no lo que enteramente es ne*
madura observación , podra alterar aquella cesurio. N o es mas dudosa la observación, que
A r t e , i mejorarla , se^n la mudanza de las io tengo de los Oradores antiguos. Entre ellos
edades, y ia diferencia de los gustos , nunca pues fue tenido Demosthenes por un perfecto
unos mesmos. Las Artes para dirigir, i ( s i an- Original, a cuia imagen procuraron dirigir
si puede decirse ) mejorar las. acciones de la loi Maestros de la Arte Oratoria ai Professot
Naturaleza se inventaron; pero no por esso suiu, que consummadamente instituían, fíer-
quedó destituida la misma Naturaleza de po* niogenes entre los Griegos, que de esquísito
der alterar el Arte ; siendo su Magisterio , an« i«l:or, como el grande Quintiliano , escribió
si como mas antiguo , muchas veces forzosa- Jiutitucíones Oratorias; i Cicerón entre los
mente necessario, pues fue la propria Natura- Komanos, basten para testimonio, proponien-
leza primero Maestra de la Arte. Pruebo esto do ( i ) aquel, para único exemplo de la per-
manifiestamente con exemplos, que, como ím i ion en todos sus preceptos, al mismo De-
dice Quintiliano, son los argumentos mas efi- Mioftiltcnes ¡ y éste dando una oración suia
caces. Comedias tenemos hoi de los Griegos, zurita a la Lengua Latina, para acreditar to-
i de los Latinos, que según alaban a sus Au- ¿é »u enseiíanza en los Libros, que esaíbio de
ctores ios Escriptores de la Antigüedad, fue-, Rhc-
ron eminentes con extremo en su profession ; i ÍO Libro I . De Idcis,cap. ^ _
sus Fábulas summamente bien acceptas , i
A 4 ap-
POFTICA DE ARISTOT ^ lo ILUSTRACION DE LA
defectos, que hoi padece el Artificio antiguo,
Rhetorica, como después veremos. Tan tibio
sin el vinculo grave de pisar necessariamente
pues fue el gusto , que de ]as translaciones i
las señales primeras, pues el tiempo siempre,
Alegorías alcanzó aquella edad , que las que
dice ( i ) Synesio , ha ido enmendando , i deS'
con excesso mas atrebidas Hermogenes halla,
cubriendo conveniencias \ no al exemplo de
haber usado Demosthenes, de manera que en
otras antecedentes se suelen hacer todas las co-
su juicio • exceden aun de los limites justos,
sas, porque el principio de ellas commun es
hoi a nuestros oidos tan débiles son i descae* a esta, como a las edades passadas. I ansi
ddas, que apenas de alguno serian admitti* lo que enseña por mejor ia experiencia ha
das por Metaphoras. I otras que con gran- de ser preferido a la auctoridad de e! Maestro
de encarecimiento abomina por ásperas i du- superior; ( a ) pues essa es la Verdad , ante-
ras, i a que nunca, dice, se atret>iera aquel puesta siempre de los Philosophos a la Amis-
Principe de los Oradores de Athenas , son tad i al Crédito ; ( j ) sin que el animo inge-
para nosotros bien apacibles, i con menor aco- nuo se obligue con algún sacramento , al sen-
metimiento , en el lugar proprio de alguna tir de el Preceptor mas approbado. Discípu-
Figura , no se excitarla ia nuestro gusto. Ilus- los somos de Aristóteles , pero no como aque-
tre es el exemplo que seííala, para que m i ob- llos ridiculamente supersticiosos , que hasta
servación se confirme. Los Vuitres son aves, ]o balbuciente, que £1 padecía en la lengua,
que se alimentan de hombres muertos; refie.
irocuraban observar , imitando el mismo de-
re pues el mismo Hermogenes con grande des.
precio, Que por essa razjon un Oradorciüo dg
Ílecto. O como otros de Platón, que anda-
madera los Uamó SXPULCAOS ANIMADOS , di- ban de la propria suerte que E l con los hom-
gno él por esso solo , añade mui oflfendido, de bros contraidos , para dissímular lo ancho i es-
pacioso del pecho, (4) de donde se le había
aquel ^oprio sepulcro. Bien conoscera ahora
occa%ionado aquel nombre.
el sjpiritu mas desalentado, como no halla as-
pereza ni dissonancia en esta Translación, que Esto ia propuesto, i , según es mi pare-
tan dura fue entonces al parecer de aquellos Cfr, admitido de los Varones doctos, pas-
Críticos , sino que antes con ella se excita i se ta-
Í
deleita. Dirigir pues tiene, i emendar ia aqui i) Fpist. n -
la Naturaleza corresponsivamente a la Arte , i t IMafo initio Lib. 10. De Ktpuhlica.
el ingenio con la razón han de corregir los 1) Horatius Lib. i . Epist. i . Nuiltus addictut Iwr^
de-
• ú vrtf^ettifférc. hJ* f * i lurii/ecerat. Etianí Hesychius Milciius.
j% miSTRACIONDE LA
POETICA DE ARISTOT, 11
BREVE NOTICIA:
até a la Ihistracion de aquellos preceptos,
que de la Tragedia nos dexó nuestro Phiio-
sopho : pues es sin duda tan cierto, que su
conoscimiento instruirá mucho (comodixe^ E T Y M o L o C I C A
los ánimos de los que en nuestra edad esai-
bieren Fábulas de qualquiera Dramática spe- DE LA T R A G E D I A ^
de ; i.principalmente para poder acertar eflos
mejor en la misma mudanza, de que hoi ne-
SU C O M P A R A C I O N C O N
cessita la Arte primera.
la Epopeía , su Definición , I
su División.
SECCION t
ETTMOIOGIA.
BRE-
POETICA DE ARISTOT js 14 ILUSTRACION DE LA
cxornador hizo para sus Representantes las pri- acciones ilustres i grandes , pues essas tratan
meras mascaras , como después veremos. O de igualmente la Epopeía , i la Tragedia j pero
la Forma Tetragona de el Choro Trágico. O attríbuiendo Varones insignes , ( i ) de las pa.-^
si de otras diferentes caussas, eu que ociosa- labras de Aristóteles , grande preeminencia
mente contienden los Eruditos de esta profes- aqui a la Tragedia , que io dexo ahora en este
sion. Rstdofue sujprincifio, dice ^ i ) Aristó- lugar. Diffieren pero las mismas Tragedia, i
teles , bien asi como le tuvieron siempre las Epopeía en tres cosas. La primera es, Que la
cosas maiores: Pero si entráramos en la succes- Epopeia usa de un genero de 'tersos simple.
sion de su cultura , largo discurso prevenía- Esto se puede entender a m i juicio de dos ma-
mos , i aqui poco necessario. Sin duda ios neras. Es la una , que al Poema le es proprio
Griegos fueron sus primeros Cultores , de únicamente el Verso Exámetro, como yo l o
quien después la usurparon los Latinos. I los probé ( 2 ) en otra parte; pero la Tragedia 9^-
que ia al ñn la pusieron en el grado superior, mitte otras variedades de números. O puédese
Eschylo fue , Sophocles , i Euripides , como entender de otra manera , que es, constar solo
( 2 ) Aristóteles también lo confiesa, quando el Poema de oración Métrica ; pero la Trage-
ia despus de muchas mudanzas , habiendo dia , (5) como antes habia dicho el mismo
conseguido graeideperfección, consistió en elia, Aristóteles, admitir fuera de los versos tam-
bién el Rhythmo (que son las danzas de «1
CAP. V. C>horo ) i la Harmonía ( qqe es la Música de
COMPAHACIOM CON LA EpOPlXA. ci proprio Choro ) pues ts bien claro, que
citai dos partes ultimas no convienen al Poe-
A la Tragedia pues quando ia perfecta ma , o Epopeia. La segunda diiFerencia que
Compara ansi Aristóteles , antes qUe lle- M conosce entre el Poema i la Tragedia , díce
gue a Definirla , con el Poema Heroico, 0I IMiilosopho , Que es la Narración , en que
Epopeia, o Epica , que todo es uno. Dice,
significa , Que el Poeta en el Poema habla, i
Que ambas convienen entre sí en dos cosas:
iucnta con su propria persona algunas accio-
La una es la Versificación , pues ambas se
nes,
componen en versos. La otra / ia Imitación de
ac- ( 1 ) Cap. 5. VMAÍÍ6I}^ÉV w»/íc/4/4 f/r, Epo-
kcilicct TrajpdLm.
(4) Cap. 4. Edic. Heinsij, quam perpetuó secjuímur: (») Ad Arbitri verba : Homeríc'u versibtu cmtre ii»
mn*'um.fpsc Aristóteles cap. 24.
(I) Cap.«.
(z) Ibidem.
POETICA DE ARISTOT. 15 i6 ILUSTRACION DE LA
nes, fuera también de las personas , que intro-
ducidas en él hablan varias veces; i esto en C A P. V L
la Tragedia no succede , sino toda ella consta
de Interlocutores. I en íin la tercera diiTeren- DiFXNICION.
da es , El tiempo de la acción , porque la Tra-
gedia dentro de un dia natural la circunscri- Luego passa el mismo a la Defimcion es-
be , o excede de él pequeña cantidad; pero el lencial de la Tragedia , i dice , Que es
Poema no tiene cantidad de tiempo definida una imitación severa , que imita i represen'
ni determinada , sino queda a elección de el ta alguna Acción cabal, i de quantidad per^^
Poeta abreviarle , o alargarle proporcionada- fecta cuta locución sea agradable, i delei-
mente conforme a la Acción de su Poema, Si tosa , i diversa en los lugares diversos; no
bien , dice Aristóteles, que essa misma liber- empero empleándose en la simple narración,
tad tuvieron las Tragedias antes. Luego final- fue alguno haga ; sino que introducitndose dif-
mente advierte , Que hai otras Partes , que son Jerentes personas, de modo sea imitada la
communes a la Tragedia, y a la Epopeia; i Acción , que mueva a Lastima , i a Miedo,
otras que son proprias i particulares de sola para que el animo se * purgue de los afectos
la Tragedia; pero con tal modo, que todas las semejantes. Esta es la sentencia de Aristóteles,
que contiene la Epopeia , se hallan también significada a^ui algo mas dilatadamente para
en la Tragedia ; pero no todas las que se ha- tu claridad, 1 digna de preferirse a quantas en
llan en la Tragedia admitte la Epopeia. Qué todas sus Definiciones soñó después ia Turba
Partes sean estas, no lo mostró Aristóteles se- de los Escriptores de Poética. Pero necessario
ñaladamente en este lugar: pero io creo sin •8, declararla aún mas, procediendo por sus
duda entendió las seis de Qualidad, que des- partes distinctamente.
pués refiere de la Tragedia; y las quatro de Dice , Que es una ( i ) Imitación. Nadie
Quantidad , en que nosotros también luego ignora de la Escuela de los Dialécticos, cons-
discurrimos, i de todas diez , a mi entender, tar la Definición de Genero , i DiiFerencia.
üzgo dos solas proprias a la Tragedia , que no En esta pues de la Tragedia es el Genero la
o sean a la Epopeia, la Harmonía, i el Appa- Imi-
rato i pero las otras ocho , pueden ser commu-
• De c$u voz usó Precio para significar lo mismo»
nes a ambas. Otras paites añaden los Professores I era commun para lo proprio en la Escuela de P]^-
de esta erudición , a que ni io repugno , pues
todas caben en la proposición de el Philo<;opho. (1) i*ifific-n. - '
CAP.
POETICA DE ARISTOT. 15 i6 XWSTRACION DE LA
nes, fuera también de Jas personas , que intro-
ducidas en él hablan varias veces; i esto en C A P . V I .
la Tragedia no succede , sino toda ella consta
de Interlocutores. I en ün la tercera deferen- DiFIMICION.
cia es, £/ tiempo de la acción , porque la Tra-
gedia dentro de un dia natural la circunscri- Luego passa el mismo a la Definicton es-
be , o excede de él pequeña cantidad; pero el sencial de la Tragedia , i dice , Que es
Poema no tiene cantidad de tiempo definida una imitación severa , que imita i represen-
ni determinada , sino queda a elección de el ta alguna Acción cabal, i de quantidad per^
Poeta abreviarle , o alargarle proporcionada- fectacuta locución sea agradable j i delei-
mente conforme a la Acción de su Poema. Si tosa , i diversa en los lugares diversos; no
bien , dice Aristóteles, que essa misma liber- empero empleándose en la simple narración,
tad tuvieron las Tragedias antes. Luego final- que alguno haga ; sino que introduciéndose dif"
mente advierte , Que hai otras Partes , que son ferentes personas, de modo sea imitada la
communes a la Tragedia, y a la Epopeia; i Acción , que mueva a Lastima , i a Aüedo,
otras que son proprias i particulares de sola para que el animo se * purgue de los afectos
la Tragedia; pero con tal modo, que todas las semejantes, Esu es la sentencia de Aristóteles,
que contiene la Epopeia , se hallan también significada a^ui algo mas dilatadamente para
en la Tragedia ; pero no todas las que se ha- su claridad, 1 digna de preferirse a quantas en
llan en la Tragedia admitte la Epopeia. Qué todas sus Definiciones soñó después Ja Turba
Partes sean estas, no lo mostró Aristóteles se- de Jos Escriptores de Poética. Pero necessario
ñaladamente en este lugar: pero io creo sin • I , declararJa aún mas, procediendo por sus
duda entendió las seis de Qualidad, que des- partes distinctamente.
pués refiere de la Tragedia ; y las quatro de Dice , Que es una ( i ) Imitación. Nadie
Quantidad , en que nosotros también luego ignora de la Escuela de los Dialécticos, cons-
discurrimos, i de todas diez , a mi entender, tar la Definición de Genero , i DiiFerencia.
üzgo dos solas proprias a la Tragedia , que no fin esU pues de ia Tragedia es el Genero la
o sean a la Epopeia, la Harmonía, i el Appa- Ind-
rato ; pero las otras ocho , pueden ser commu-
• De e$u voz usó Proclo para significar lo mismo,
nes a ambas. Otras partes añaden los Professores I era commun para lo proprio en la Escuela de P]^-
de esta erudición , a que ni io repugno , pues
todas caben en la proposición de el PhlIo<:opho. (1) fAÍfifiO-iS.
CAP.
POETICA DE ARISTOT. \j iS ILUSTRACION DÉ LA
Imitación , en que ella conviene con todas las ve a referir alabanzas de la Imitación, pues
otras formas Poéticas , ( i ) según enseña el ella afisma , que la dio principio. D i c e , que
mismo Maestro, pues todas ellas Imitan, Fi- está Ínsito en la Naturaleza de el hombre
guran , i Representan. Ilustremos este ter- desde su niñez el deseo del Imitar; verdad
mino a mejor l u z , pues es en el que consiste que parece advirtió de aqui también Apolo-
la essencia de toda la Poesia. Hallaremos nio Tyaneo en una conferencia que tuvo de
también esta claridad en el mismo Phiiosopho, Pinctura , i que Philostrato cuenta en el L i -
aunque esparcida en diversos lugares. Después bro segundo de su vida. I es proposición bien
que en el principio de este libro huvo signi- verificada en muchos de los exercicios pueri-
ficado , que todas las differencias i formas J?oe- les , que ordinariamente vemos , como son al-
ticas eran ( a ) Imitaciones, y los modos dif- gunos , de los que hizo memoria Horacio en
ferentcs con que imitaban , passó a mostrar, nna ( i ) Sátira. I añade Aristóteles , Que por
como fuesse aquella Imitación , i dixo , que aquella Imitación se distingue el hombre de
era, como la representación que hace de las cosas los otros anímales, cosa que es bien clara.
la Pinctura con los colores , i dibujos , irc. De Siéndole también assi proprio i natural, £1
donde se viene a inferir, que en el Genero de deleitarse con la Imitación. Esto convence con
su Definición la Tragedia, no solo conviene exemplos admirables, que sücceden en las
con las otras formas Poéticas, sino de la mis- imágenes de las cosas horribles i espantosas!
ma suerte con la Pinctura , con la Sculptura pues siendo cierto, que seria penoso el ver
o Statuaria , i con todas las otras Artes , que fieras de aspectos disformes, i cuerpos muer-
assi pueden Imitar , i Representar. La Poe- tos , i otras cosas a la vista terribles ; las Pinc-
sia pues , i como specie suia ia Tragedia, * luras, i bien acabadas Representaciones de
con las palabras Imita i Reptresenta las co- aquellas mismas , son deleitosas i agradables.
sas , assi como con los colores i lineas ia Pinc- 1 la ocasión de esto es ( como El también lo
tura. ( j ) Después el proprio Maestro , como repite en la ( a ) Rhetorica ) que aquellas co-
para dar ñus ilustre origen a la Poesia , vuel- • a i , ^ue le son de alguna enseñanza, i ad-
B ve niraaoB , son para el hombre de grande
(O Cap. I . sub princip. gus- ;
* Parcimus nunc Rhythmo , & Harmonúí, cutn (i) Lib. X. ^Jificart catat, phtttlk adtin^ttt tmr
quíbus etiam Imiucur Poesis , dé cisque eciam Ari»- tqmtart io arundint longé.
toceles. {%) Lib. 1.
(}) Cap. 4.
POETICA DE ARISTOT. 19
10
UXJSTRACION DE LA
gusto i deleite , i assi se recrea mirando las kiciido tan grave para el animo , el ver mo^
imágenes, porque de alli viene en conosci- iir a alguno , o padecer en una difficil i con-
miento de alguna cosa , discurriendo consigo loo josa enfermedad , deleita summamente e l
(pongo io por exemplo) este es tigvr, aquel iontemplar aquella statua de metal, que re-
es dragón; aquel es el cadáver de Héctor ar-
rastrado por Achiles, el otro viejo venerable
I irc\enta a locasta espirando , a quien su arti-
ko al meral del rostro anadio plata , para que
es Priamo , a quien Pyrrho da muerte , i en ntríor Imitasse lo lánguido , i descolorido de
aquella imagen , cuto argumento ignoramos, lá Muerte: i de la misma forma es agradable
el conoscimiento de el artificio perfecto , de • I mirar a Philoctete en su enfermedad do-
la elegancia de los colores , i de otras caussas loroiamente pinctado. De donde induce con-
en su Representación contenidas, viene tam- t r i li)i Philosophos Epicúreos en favor de los
bién a engendrar delectación en nuestro ani- (lyrrnaicos un agudo argumento, para pro-
mo. Esta es doctrina toda de Aristóteles , de l i s r , que en el animo está el deleite de las
Guien después Plutarcho la trasladó a sus iiMMi que se ven, i se oien } i no en los ojos,
¿ i ) Questiones Convivíales , occasionando aún NI f II lot oidos ; pues unas mismas viéndose,
mas a nuestro proposito la disputa ; pues dio I oIsMilote, unas veces deleitan, i otras fa-
motivo a ella una Comedia de Straton , que , mediante la diversa consideración. Es
en Athenas habia sido mui celebrada. Los Aisiss luego aún mas esta observación con
affectos en aquella Fábula Representados v i - tlSMiploi mui opportunos. Dice pues, Que
M vs lá misma differencia en el cacarear ( tal
E
vamente (que por esso deleitaron ) movieron
a que el discurso passasse a los otros aíleo- iu voz propria ) de las gallinas , i en el
tos , que son proprios de las Acciones Trá- lAIr do las cornejas, a quien sin molestia
gicas , i inquirieron, ¿Qué fuesse la caussa, I iKidomo» escuchar; i el que las Imitare
que dando pena el ver las demostraciones de
un Airado, de un Doliente , i de un Te* P it Uniente , nos será gustoso i apacible. I
m#iilo refiere un successo , que otro nin-
|NNlria assi dexar nuestro intento bien
meroso , los que Representan i I m i u n con
perfección estos mismos movimientos de el Vál»t ido, i juntamente la fuerza de la Imi-
animo , nos deleitan ? I después de algu- tan sn r l agradar. Cuenta que huvo un'
nas otras razones, concluie el Auctor con la llamado Parmeno , que imitaba con
(#má |H*ilcu-ion el gruñir del cochino, con
t
propuesta aqui de Aristóteles, i dice, Que
B a sien- VtfiMhtcnte otros compitieron en aquc-
lUiláil, pues siempre les llevó la ap-
(i) L i b . f . quzst. I .
pro-
POETICA DE ARISTOT. 19
10
ILUSTRACION DE LA
gusto i deleite , i assi se recrea mirando las fticndo tan grave para el animo , el ver mo^
imágenes, porque de alli viene en conosci- iir a alguno , o padecer en una difficil i con-
miento de alguna cosa , discurriendo consigo loo josa enfermedad , deleita summamente e l
( pongo io por exemplo } este es tigfe-, aquel iontemplar aquella statua de metal, que re-
es dragón; aquel es el cadáver de Héctor ar-
rastrado por Achiles, el otro viejo venerable
I iic\cnta a locasta espirando , a quien su arti-
llo al metal del rostro anadio plata , para que
es Priamo , a quien Pyrrho da muerte , i en nteior Imitasse lo lánguido , i descolorido de
aquella imagen , cuto argumento ignoramos, lá Muerte: i de la misma forma es agradable
el conoscimiento de el artificio perfecto , de al mirar a Philoctete en su enfermedad do-
la elegancia de los colores , i de otras caussas loroiamente pinctado. De donde induce con-
en su Representación contenidas, viene tam- tri 1(11 Philosophos Epicúreos en favor de los
bién a engendrar delectación en nuestro ani- ('.yrrnaicos un agudo argumento, para pro-
mo. Esta es doarina toda de Aristóteles , de tMr, que en el animo está el deleite de las
auien después Plutarcho la trasladó a sus imá» que se ven, i se oien ; i no en los ojos,
( i ) Questiones Convividles , occasionando aún NI til lot oidos ; pues unas mismas viéndose,
mas a nuestro proposito la disputa ; pues dio I oltMiiote, unas veces deleitan , i otras fa-
motivo a ella una Comedia de Straton , que llían , mediante la diversa consideración. Es
en Athenas habia sido mui celebrada. Los Altiáá luego aún mas esta observación con
affectos en aquella Fábula Representados v i - tlfiiiploi mui opportunos. Dice pues, Que
M vt lá misma differencia en el cacarear ( tal
E
vamente (que por esso deleitaron ) movieron
a que el discurso passasse a los otros afl^ea- iii voz propria ) de las gallinas , i en el
tos , que son proprios de las Acciones Trá- lAIr do las cornejas, a quien sin molestia
gicas , i inquirieron, ¿Qué fuesse ia caussa, I imdomo» escuchar j i el que las Imitare '
que dando pena el ver las demostraciones de Uniente , nos será gustoso i apacible. I
un Airado, de un Doliente , i de un Te- m«n(o refiere un successo , que otro nin-
meroso , los que Representan í Imitan con |NNÍria assi dexar nuestro intento bien
perfección estos mismos movimientos de el Vil»« ido, i juntamente la fuerza de la Imi-
animo , nos deleitan ? I después de algu- i«*N tn r l agradar. Cuenta que huvo un'
nas otras razones, concluie el Auctor con la ;|«f0 llamado Parmeno , que imitaba con
( i m i |>rilcu-ion el gruñir del cochino, con
t
propuesta aqui de Aristóteles, i dice. Que
B a sicn- vtftMMicnte otros compitieron en aquc-
lUdáil, pues siempre les llevó la ap-
(i) L i b . f . quzst. I .
pro-
92 tUSTRACIDNDE LA
FOFTICA DE ARISTOT. i r sí las Taiedias. Dice, Que el dolor de las
probación de los oientes ; confessando que lo desdichas calamidades, que los hombres ab-
hablan hecho bien , pero que de ninguna ma-^ horrecen.fs appetecitíe, quando ellas en el
ñera llegaba alguno al cochino de Parmeno, Theatro a'vén representadas , i que aman
mereciendo aquella propria alabanza , quedar el padeflaquel dolor i lastima, \i i i i S - .
después por Adagio. Uno pues llevando un ifo poLcixs SU r s L E i T E . ( i ) De don-
lechoncillo debaxo del brazo encubierto de- de procdt. Que quanto es mas excessivo
safió a Parmeno a la misma ^ contienda ; » aquel semiento suio , tanto estiman mas i
quien con la acostumbrada approbacion res- eíabandife lo Representa ; i al contrario le
pondieron , creiendo que él lo. Imitaba, i no %ituperai\ llenos de fastidio , si
verdaderamente el lechoncillo gruñia, ¿ Qué el dolor j» sintieron en sí fue pequeño : pero
vale esso para el cochino de Parmcfto^ I en- entonces ^udo mas se congojan i lastiman,
tonces él mostrando el suio, los convenció, assisten ^s attentos, i L Í O R A N A L E G K A N -
de quan distante de la verdad juzgaba su opi- Dosi ENi' M I S M O L L A N T O . ( 2 ) Assí contínúa
nión. De donde bien percibimos ia la rara so discnrífl, repitiendo lo mismo otras veces,
virtud de la Imitación , pues aquello pro- con diffeotes palabras; siendo una la occa-
prio , que esoichandolo en su verdad , nos sion entois, las qué se admira el Santo , la
hubiera de ser penoso , si lo imaginamos Imi- propria d p , i natural • virtud de lá Imita-
tado , nos deleita i agrada. Los Horrores pues don , com se ha visto.
de la Tragedia , i sus Commiseraciones , que Las «suientes partes, que contiene la
tanto serian congojosas en su verdad, assi se DcfinicioíiSonDífFerencias, con que se dis*
vienen a desfigurar, quando mas perfecta- tingue íalragedía , no solo de todas las otras
mente figuradas con la Imitación , que ia son formas P«icas Imitadoras, sino también de
apacibles i deleitosas. De aqui conoscera el las Artes, iñade pues La Severidad a la I m i -
Estudioso, quan diestramente queda eiitendi- tación ,.clcinanera que dice , Imita Acción se^
da , como sutil divinimentc significada la ob- *f)era. Eaiínde con la palabra Acción se dif-
servación , que el gran Padre de la Iglesia ferendadfiquellas Artes, que Imitan cosas
Agustino , milagro singular de la Naturaleza, naturales,! artificiosas, pero nó Acciones,
hace en sus ( i ) Confessiones de las Repre- como la iiictura, Stamaria , &c. Con lo Se-
sentaciones Trágicas. Varías veces alli mani-
ve-
fiesta estos eíFectos, que sentía, causaban en
Yi) Et iif fpte esf voluptat e'm,
Bj tí (z) Endeiu lacrjrmatur»
( i ) L i b . ) . cap. X .
. 24 tUISTRACIONDE LA
TOmCA DE ARISTOT. % eucion en los diversos lugares , porque quaa^
vero se Distingue de la Comedia > cuias Ac-, do el Choro danza , concurren juntos el Me*
cionés son apacibles, i de humilde diversión.. tro, la Harmonía , i el Rhythmo ; quando
Dice mas, Que la Acción ha de ser cabal i de le ( i ) está quedo, b Harmonía, i el Metro;
quantidad perfecta , para mostrar , que la í el Metro solo en todas sus Scenas. Differen-
Tragedia, que Define , es la ia consummadá cianse assi la Tragedia de la Epopeia , que
en toda perfección Í i para DiíTerenciarla de BU solo de los versos, i de la Poesia • D i -
las otras Tragedias, que al jHrincipio fueron thyrambica , que siempre , sin diíferencía al-
E
faltas i defectuosas , i la Acción de su Fábula nna, de el Metro , Rhythmo, y Harmonía,
imperfeaa, siendo esto mui conoscido de lo$ as palabras, Pero no empleándose en la sim-
progressos , que la Tragedia hizo , hasta que ple narración que alguno haga , manifiestan
llegó a su estado perfecto. Enseña aqui tamr K r Dramática la Tragedia, constando de I n -
bien Aristóteles, que la Acción de la Fábula terlocutores que Representan ; a diflerencia
ha de ser una} i no ha de venir grande ni también de la Epopeía , i Dithyrambica. La
pequeña a la Tragedia , sino ajustada i cabal; cliusula postrera , De modo sea su Represen-
argumento que después prosigue largamente.- tación , que mueva a Lastima, i a Miedo,
Passa adelante i dice , Que su Locución ha de para que el animo se piovue dé los affectos se-
ser agradable i deleitosa * cuias palabras ex- mejantes y nos enseña el fin proprio de la Tra-
plica luego El proprio , advirtiendo que la |r(iia , ^ue es curar el animo de aquellos af-
llama deleitosa , porque ha de ser en núme-
ros, de ( i ) versos, i ha de aiudarse de el
Í fitoi , 1 ella queda assi diferenciada de las
«iua formas Poéticas , i de la Comedia, que
compás de los Bailes, i Danzas , i de la (I m> curan affectos algunos , 0 curan otros dif-
(5^ Harmonía de la Música ; i estas Diff&r liM lites. Pero no es fácil de entender, ¿Cómo
rencias señala mas con las palabras, que se l i 'I ruj^cdia moviendo en el animo de el hom-
siguen , I diversa en hs libares diversos; lilr luí affectos de Commiseracion i Miedo,
porque en los Actos usa solo la Tragedia de |Hir«U inrarlos ? pues manifiestamente se op-
la ( 4 ) Versificación numerosa ; pero en lof JHUIO d adolecer de uUa enfermedad, al cu-
Choiros, de el compás de las (5) Danzas y' i
de la Música (6) Harmonía, juntamente u m - rar-
bien con los (7) versos. Diversa pues la Lo- II ) I iirIfi primero
Sraumo.
inventada para las alabanzas de Bac-
B 4 cu- lliit , ili »IOIH1C tuvo el nombre. Cuios i wnos se can-
MUH \ inH de instrumentos, i a su compás iAota-
(O Metro, ( t ) Rhythmo. (?) H-irmonía. (4) Metro, MtM* i« loimaban j damnu*
(y) Rhythmo. (éj Harmonía. (7) Metro.
POETICA DE ARISTOT. 25
taise de ella. I es mui cierto , que la Imita- a6 ILUSTRACION DE LA
ción , i la Representación de Acciones, que los mortales de experimentar aquéllas passio-
contienen horrores i crueldades, haian de ex- nes en sus infelices successos , las sentirán me-
citar en el Oiente aquellos affectos ; i parece, nos sin duda , medicado ia el sentimiento con
que también lo ha de ser, que haian antes el UTO f i con él Exemj>l(^dc otras semejantes
de enfermarle, que de alguna manera con-, infelicidades , o de las que fueron maiores.
valecerle. Assi lo sintió ( i ) Platón , i siguien- Con el Uso , digo, i con el Exmflo , i am-
d o su opinión Proclo , desterrando por essa
bos medios confirmo de este modo. Con el
caussa de su República a la Tragedia , i z
Usoj porque , como qneda dicho , de la per-
( a ) Homero , como su Auctor mas excelente.
fecta Representación de las Acciones Tragi-
Fero sin duda es mui al contrario , como
<a«, se han de mover aquellos affectos de
con ilustre doctrina i agudeza lo advirtió aqui
Miedo i Lastima , que les son proprios; i
nuestro prudente Maestro. Quiere decir pues,
de «u repetido sentimiento se ha de seguir
Q u e habituándose el animo a aquellas pas-
l i insensibilidad referida, pues es cosa nata-
siones de Miedo, i de Lastima , frequenta-
dias en la Representación Trágica , vendrán
r i i . Que de las acciones acostumbradas, aunr
forzosamente a ser menos ofifensivas; y des- fue penosas sean, no se contraiga: passion,
pués quando succedan occasiones proprias a »Su( cede ver al hijo , o aí esposo peligrar en
ios f1 riesgo de alguna rigurosa enfermedad , las-
ttma aquel spectaculo con gran dolor en su
|irincip¡o , sin que presuma esfuerzos ia e l
( O L i b . 10. de R c p u b l l d , & aliSs.
( i ) Maxi mo T y r i o , discípulo de la Aeademia Pla- •llrntn humano, para no postrarse en su pre-
tonica , en la Dissertacíon 7. procuró en abono de el Ifituíi I i habituase el animo a la pena , i vie-
j^rande Homero, hallar in^niosamsnte occasion que ns necessariamente a moderarse el sentimien-
justifícasse su destierro. Dice, Que en una República
sin passiones ni vicios sobraría el que los comgiessc, If ion la dilación, i a tratar i communicar
como el Medico en donde no hai enfermos. Debierati • I (|uc ve padeciendo. Por ningún benejicio,
los que pelean por su cne^dico haber aprendido de aqui
su maior defensa > pero mentirosa aunque aguda , pues
di(« el divino ( i ) Séneca , tenemos tanta oblu
en la verdad aquella fue clara emulación de Platón, giitim a la Naturaleza, como porque sabien-
cuio animo ambicioso i presumido deseó usurpar para do
sí, i para su Philosophia, el Imperio que alcanzó aouel
Poeta i Philo<-opho insigne. Esta es sentencia de D i o - (•) De iranquíllitate animi cap. 10. ffítllo nvliüt
oysio Halicarnasseo , en una Carta a Pómpelo Magno, tnmlm di m»Hi natura meruU , quiñi quoi qtmm jciref,
que está entre sus Obras Criticas , olvidada para esta
§^mninil»ftn itrvfnh , itto in familiarUatem gravinhn»
occasioo de los Hercules de las Musas.
$áémtMi, Nrmo duraret, ti rerum adverjarum tamdem
TOErTCA tÉARIStOT. 27 a8 ILUSTRACION DE LA
dó a quantas desdichas nacinos, haJUé la de ( i ) Timocles Pontico en una Cowiedja,
Mümbre para aUvÍ9 de eílJf , ^ue fDuede cuios versos refieren Atheneo, i Stobeo j es de
brevemente hacer tractable la fias grax^e ca- • este modo:
lanUdad. Porque ninguno pudira durar en la Las adversas fortunas ,
vida f si en la continuación tf las aátversi.- Que son a los mortales importunase ,
dades hwviera el mismo dolot que en loe: heri- Alivian de el dolor la propria pena
da primera. Insigne testinonio es e l que Con la desdicha agena.
para este proposito cuenta d< • E s c h y l o Plu- por esso es poderosa
tarcho. Dice , Que en los pegos Isthiínicos Aíedicina , la tanto Lastimosa
vio, a u n A t h l e t a , que sienJo herido grave- Trágica Acción , en su Pavor horreneda ,
mente , lio se quexó; i que la gente ^ u e lo A hacer que el mal no offenda.
miraba, dio grandes voces, ientonces E-schylo . Porque al que la enemiga
dixo: ¡O quan grande cosa fs el habitúo fila Dura pobreza el anvno fatiga,
costumbre ! Gritan los que h miran el que la el bien , si mira a Telepho mas pobre ,
recibió el golpe caüa. Bien jnes «jueda conos-, Ha de juzgar le sobre.
cida la £erza de el Uso: jasso la a l a de el , Furioso a Alcmeon presente
Exemplo. La semejaozj eji los trabajos, Ve ,el que delirios padeció en ta mmte.
i la comparación , siempre. los hizc» leves. I el rigor templa el ciego a sus enojos p,
Doctrina que ninguno ignora , experimenta- Si ote a Edipo sin ojos,
da en el proprio desfconsuel»'*í^i está, expues- Niobe en su mal prolijo
ta nuestra vida triste a desventuras. Templa- Serena , al que defuncto llora al hijo».
rán pues los Humanos las passiones suias con I aquel, que a Philoctete claudicante
aquellos Exemplos pinctados en la Xragedia, Mira tal vez delante,
que comparados a sus desÜchas, podran ellas No ia sentirá tanta
parecer menores. I hallanJo de essa suerte a Pena, aunque desigual mueva suplanta.
ninguno essento de la iniquidad de el Hado, Ni al anciano infeliz, si a Eneo advierte,
verán padecer sus rigores lüu mas gravemente Será díira su suerte.
los Principes i los Keics. Ssta es la sentencia Assi de el Hadofiero
de Parecerá el desden menos severo ,
Menor su mal hallando los Mortales, )
• Etiam Stobanis serm. i9> ^ Comparado a otros males. )
Es la sctítenda de el Choro 4. de nuestra Tra-
gedia. C A -
(1) In Mxnadibus.
50 imSTRAcrONDELA
que Aristóteles llama ^^^fon , nosotros llama-
riamos en la Tragedia , como en I9 Coínedia,
C A P . VI. VII. el Argumento , la Materia , la Traza. D e esta
Acción pues, siendo una misma, se pueden
DIVISIÓN. hacer differentes Tragedias, siendo la Cons-
Después que ia Aristóteles huvo Deñnido titución de sus partes diversa. Pongo por exem-
assi la Tragedia , passó a D i v i d i r l a en Jas par- pío : Una misma es la Acción de la Tragedia
tes, que a ella son essenciales , que £1 llamó fíippdjto de Eurípides, i de la de Séneca;
-de Qualídad; i estas enseñó eran seis ; i en pero diversa es la Constitución de las partes,
otras , que llamó de Quantidad , que eran i disposion en ambas. Una misma es también
quatro. Las seis de Qualidad dice que son, la Fábula de la Hecuba , i de las Troianas de
X á r ( i ) Fábula , las (2") Costumbres ( o Exor- los proprios Eurípides, i Séneca; pero vienen
nación Moral") la ( j ) Sentencia , la ( 4 ) ZOÍW- a ser diversas Tragedias, por Ja diversa Cons-
«ow , ( 5 ) Música , í Exterior ( 6 ) .^^/7d- titución de ambas: i assi se ve en otras m u -
r^/^o. Las quatro que tocan a la Quantidad, chas. Pero no obstante esta DifFerencia a laS
El (y) Prologo , Episodio, W ( 5 ) jB'aro- dos, a la ^£^«0» , digo , i Constitución , cóm
¿jío , i los ( 4 ) Choros. Hablaremos de cada una prehendio Aristóteles en el nombre de Fábula.
l o que por ahora pareciere mas opportuno. E n tanto grado es pues la parte principal d»
la Tragedia aquella Acción , i Constitución
suia , que de su diíFeitncia se origina tam-
DE L A FABVLA. bién la differencia de las mismas Tragedias,
( i ) Pues unas son Simples, otras Implexas,
SECCION I L o Compuestas , otras Pathetifas ,o Afectuo-
LA Fábula llama el Maestro ^?«/Í sas , otras Morales. De la Fábula , que en un
( 4 ; %0f xov.
TOETICA DE ARISTOT. 31 5» nUSTRACION DE LA
íonlas Implexas', i de ellas dan poir cxemplo que anteceda; f que dexa dependencias, que s
l a Iphigenia de Eurípides, & c . I las Hercules Sigan después de sí. El fin es al contrario
Latinas, &c. Las Patheticas soü-, las que con pues él se sigue a otra cosa, que necessario
lastimosos successos mueven a grande Com- : mente precedió; pero después de él no qued
miseracioncn las Acciones de sus Fábulas, de ^ tíra cosa alguna que se siga. El medio fina
que es ilustre exemplo las Troianas , Trage- mente es aquello que se sigue a otra cosa »
dia Latina de nuestro Séneca Español. Las que después de si dexa otras cosas que se si
Morales eran las que Imitaban Costumbres ex- ' gan. Con arte igual ha de saber ia el Poeta
celentes, i assi viilian mucho para el exem- ' dividir propriamente la Fábula. Pero con p r o -
plo. Los que refiere Aristóteles de ellas, que videncia ( creo que de ninguno prevenida ^
son las Tragedias Phfhiotides^ i Peleo, h o i no Que el precepto referido mira a la parte d e l a
viven. P a o de todas estas species hablamos Acción actuada en la Fábula misma, n o a
después en lugar mas opportuno. la Episódica narración ; supuesto que, c o m o
enseña ( i ) Donato, es grande excelencia P o é -
tica , dar principio a la Fábula por la parte
C A P. V I I L
ultima de su argumento« remittiendo a l a
Narración , que son los Episodios , la noticia
Mucho se detiene Aristóteles en la Fábu-
de lo que habia precedido , circulo admirable^
la, i con alta erudición , si bien poressa caus-
que también observa , guardaron no solos los
sa no fácil de percibir, procuraré pues io con
Poetas Trágicos , sino los Cómicos ^ i el p r o -
alguna claridad reducir a términos mas suaves
prio Homero , i V i r g i l i o assimismo le siguie-
su doctrina. Para este eíFecto es necessario en
ron. ( 2 ) Horacio comprehendio todo este m i
primero lugar advertir, Que aunque puede
ser diversa la Constitución de la Fábula, siem- dis-
pre ha de ser de forma su disposición , que no (1) I n Andrise Arjgumento: Pertpecto árpmento jcht
se alteren sus partes , Colocándose en lugares dehemus , banc me virtutem Potticam , ui a novisthms
ágenos i improprios^ Esto es , que el Principio argumenti rebui inápki mt'tum FabuÍ4 , origifum Nar-
(Musa.)
TOMTICA DE ARISTOT. 4T 42 ILUSTRACION DE LA
ttttas otras cosas en contrario , i juntamsnte Homero dexó a Achiles; sino continuarle has-
la Interpretación por nuestra parte de el Scho- ta su muerte en Troia j i pues esto también no
liaste antiguo Placido Lactancio. También se halla en Papinio, bien se convence estar fal-
aiuda mucho a nuestra sentencia , la falsa d i - to aquel Poemaclo suio de la Achileida.
visión de los Libros en la misma Achileida, E l segundo modo de peccar contra el pre-
repartida en 5. desiguales a quantos se han, cepto arriba señalado de Aristóteles en la V n i -
escripto de Poemas, i al proprio Stacio en su dad , es quando se refiere Vna Acción , pero
Thebaida. Pues aún los que mas acordada- l que esta es de muchos. N o ñieron pocos los
mente los dividen en dos, vienen a dexar el Antiguos , que también incurrieron en este er-
a. Libro defectuoso de la mitad , conforme a ror ; por ventura no ignorándole , sino adver-
los otrojs; i assi aún. la misma quantidad suia tidamente queriendo seguir essa forma. Co-
está publicando su defecto. Arguio finalmen- mo de todos los tres modos de peccar con-
te i o de esta manera : Stacio promette seguir tra la Vnidad , se puede entender mas acerta-
todos los hechos de Achiles ; hace memoria de damente lo mismo. En esta classe entran todos
los menos ilustres , i no la hace de sus maiores los Escriptores de los Argonautas. H o i para
cxemplo tenemos dos: uno Griego, Apolo-
hazañas; luego está defectuosa necessariamente
nio K h o d i o ; i otro Latino, Valerio Flacco,
su obra. Si responde el Contrario , que dexa
También incluien aqui algunos Doctos a Papi-
lo que Homero canta en su Iliada ; esto con-
nio Stacio , en el argumer^to de la Thebaida,
vence mas aitn la Consequencia , pues no hai
por contenerse en él la guerra Thebana. Pero
mención alguna de aquellas victorias maiores
assi hallaríamos, que de qualquiera guerra
en Homero. D e donde viene a quedar impe- V n a sea la Acción , pero de muchos Ca-
dida la Interpretación contraria , de los que pitanes.
affirman, que en aquellas ( i ) postreras pala-
bras significa Stacio , no haber de cantar , l o £1 modo tercero es de aquellos que com-
que iá Homero habia occupado , pues como prehenden muchas Acciones, i estáis executa-
habemos dicho , hai tantas empresas de Achi- das de muchos. N o fueron también pocos los
les , que n i Homero las cantó , n i Stacio tam^ antiguos Poetas, que h o i se observa haber se-
poco. Sino lo que claramente de el lugar se guido este camino, i entre ellos tienen lugar
colige, es no haber de quedarse Sucio donde todos los que escribieron Transformaciones;
Ho- para cuio exemplo hoi vive el tres veces gran-
de Poeta Ovidio Nason. De quien nunca^creeré
(1) —' — ffec mHictore tracto I
Sistere , sed tota iuvenem deducere Trota» io , que concibiendo en su animo escribir
una
POETICA m JRISTOT, 43 44 ILUSTRACION m LA
tina Epopda , sacasse a luz a q u e l , que enton-: i es , que £1 Imita i Representa la Accio» d e
ees fuera monstruoso parto ; sino que quirien- Aiexandro, no como él la hizo,sino como e r a
d o imitar a muchos Griegos , sabidor i adver- Verisímil, o Necessario que la hiciera m e j o r .
t i d o de el modo de su assumpto, prosiguió' Con que assi queda entendida la differencia,
aquella forma Poética , varia en sus Acciones, que el mismo Maestro pone entre el Poeta i ;
i también varia en aquellos, que en ellas i n - el Historiador ; pues, como E l enseña , no l o s j
tervienen. distinguen los versos , siendo assi que H e r o -
C A P . X. doto en versificación numerosa no dexára d e
ser Historiador, n i Homero dexára de ser
Procede luego Aristóteles a enseñar la Poeta , aunque se dissolvieran en prosa sus
Verisimilitud, que ha de tener el argumento Poemas; porque lo que los differencia es, q u e
de la Fábula. Esta quiere que sea en tanto el Historiador cuenta las acciones como suc-
jrado , que no admittc la Fábula Possible , i cedieron ; i el Poeta las Representa i Imita co-
aadmitte Kerísimil. Estraño se hará esto a mo era Verisímil, o Necessario se obrassen
la primera vista , i mas aún con lo que en- mejor , para que sirvan assi de exemplo i e n - \
s d b el mismo Philosopho ( i ) en otra parte, señanza a los hombres. D e donde queda aho-
que hace mucho a este proposito. Dice pues. ra entendido con luz inas mas clara aquel l u -
Q u e es mas proprio de el Poeta cantar cosas gar célebre d e ( i ) Petronio Arbitro , quando
falsas i mentirosas, como sean verisímiles, trata de instruir al Poeta Epico, pues contcx-
que aquellas , que no siéndolo, fuessen verda- tandole con el cap. 10. de la Poética de Aris-
deras , i necessarias. Esto me parece queda en- tóteles , se persuadirá el mas Contencioso , a
tendido , con solo considerar quanto mas que teniéndole Petronio delante , escriliio
distantes i dilatados términos son los de la aquellas palabras. Applicarémos ahora la doc-
Possibilidad , que los de la Verisimilitud, i trina referida a la Fábula de la Tragedia: de-
quanto mas familiares al hombre las unas ac- beranme esta Ilustración , no sin alguna agu-
ciones que las otras; pues las Possíbles repug- deza, los que se enredan confusos entre tantos
nan a la credulidad muchas veces , i esto no ramos, al parecer desassidos , que en este pro-
puede succeder a las Vcrisimilcs. Pero es con- prio Capitulo se hallan inclusos; pero verda-
veniente primero advertir, cómo entiende
aqui Aristóteles la Verisimilitud para el Poeta; de-
(i) Pag. 60. roe» editionis : Non enim rtsgtstdt ver-
mo*
(1) Lib. jy. cap. 10. & alias.
TOETICA DE ARISTOT, 99
iriória de los grandes artífices, que en l o uno,
100 ILUSTRACION DE LA
i en l o otro fueron señalados. I a Parrhasio en-
hres buenas ; en donde parece sin duda repr
señó Socrastes, según refiere ( i ) Xenophontc,
hende el error de muchos Poetas T r á g i c o
de el modo que podría representar en sus pin-
que no admittian , n i figuraban persona a l g
cturas aquellas passiones , que proprias son de
na en sus Tragedias , que no fuesse de h o r r
e l a n i m o , i a C l i t o Sculptor en sus Statuasj
bles i abominables Costumbres. Pues q u a n d
es lugar admirable. Pero aunque , prosigue
demos que en la persona primera, o Principa
Aristóteles, es de tanta importancia en la T r a -
de la Fábula , no se ha de admittir sino l
gedia esta Moral Exornación , con ella sola,
medianía de las Virtudes, como arriba decía
aunque sea m u i abentajada , no podrá for-
mos ; en aquella medianía se pueden e x p r i m i
marse una Tragedia j pero podría con sola la
i Imitar Costumbres opportunas para el buen
Fábula , aunque quedasse desnuda deste Ador-
exemplo. Fuera de que se introducen otras
n o , de la manera que se podra formar una
muchas personas, en quien tienen lugar p r o -
pinctura con las lineas solas de el lápiz , o el
prio las que son mejores, i de mas consura-
iesso ; i no podrá con los colores ( aunque m u i
mada virtud , como es en el Sacerdote, en e l
excelentes sean ) confusamente estendidos por
luez , en el Consegero anciano , i en otros.
l a tabla, i sin que se coloquen sobre la izcor-
C o n que queda bien salva la contradicción,
dada Constitución de el dibujo. D e suerte que
que algunos , presumiendo de su agudeza,
en la Tia^edh es la Exornación M o r a l l o que
imaginaban se había hecho aqui Aristóteles a
en la Pinctura los colores; i lo que en la Pin-
sí proprio. L a segunda condición , o calidad
ctura el dibujo, es en la Tragedia la Fábula.
es, Que sean convenientes las Costumbres j i
C o n esta doctrina previno a su Poeta Aristóte-
esto es, que convengan propriamente al su-
les ( a ) al jprincipio de sus preceptos, i ( j )
después le informa con mas specificada noti- 5 cto de cada uno : al Viejo la prudencia i cor-
ura ; al loven el ardimiento , i precipitación;
cia en esta segunda parte de la Ttigcdii,
enseñándole, Que la Exornación Mor2\e a l a femenil juventud la presunción , i m u -
esta se ha de entender de Acciones, i de Pala- «Nnza; i assi a todos, ( t ) Horacio advirtió
bras ) para ser buCna i ha de tener quatro con- 14111 bien este precepto m u i señaladamente. L a
diciones. L a primera es, Que sea de Costum- iruera es. Que sean semejantes las Costum-
Ga hti h(s\\o se entiende de las personas, cuias
Cos-
co Vers. ifg.
( . ) Cap.*. C5) Cap. 18.
TOETICA pE ARISTOT. loT loa ILUSTRACTONDE LA
Costumbres i condiciones son conoscidas. Por* Comedia intitulada Adelphos, i Aristotcle*
que si propriamente queremos Imitar a V l y s - para encarecerle mas añade , Que aún a aquel,
ses , astuto le habremos de representar , i se- p r o p r i o , que fuere vario i desigual en sus
mejante a la noticia , que de él nos han dado Costumbres, ha de Imitar siempre el Poeta
los Antiguos ; a Pyrrho soberbio i implacable, tan conforme, que venga a mostrarle igual
i de esta suerte a otros. £s sin duda advertido en aquella desigualdad suia , i constante en stt
variedad.
precepto , i que con elegancia nos le repitió
también ( i ) Horacio. N o empero se ha de Luego enseña, Que como en la Constitu-
confundir con el segundo, porque son dis- ción de la Fábula las Acciones han de ir pro-
tinctos. Finalmente la Condición quarta debe cediendo unas de otras , de la forma que pare-
ser , Que guarden Jas Costumbres una igual- ce es Necessario o Conveniente , assi se ha de
dad i tenor siempre conforme ; porque hará observar lo mismo en la expression de las
grande dissonancia , que al que figuramos en Costumbres ; porque de tal suerte se han do
una parte de la Tragedia animoso , en otra le Imitar i figurar en las Obras, i en las Pala-
mostremos cobarde; liberal una vez a alguno, bras de la persona introducida en la Fábula,
i otra vez ¿vzÚGnto; pues el apoio, que esta que lo que fuere Haciendo, i Diciendo pa-
consonancia tiene en la buena Philosophia, no rezca , que por Conveniencia , o Necessidad
admitte variedades. Las Costumbres son pro- lo habia de Hacer , i Decir assi, según la ca-
prias affecciones de el animo , i hábitos suios, lillad de sus Costumbres; i assi mismo según
como enseña el Philosopho , i estos son siem- lo que habia E>icho , o Hecho antecedente-
pre en él constantes , i continuamente pareci- mente. Porque procediendo de esta suerte la
dos. Por essa razón no se olvidó ( 2 ) Horacio ( onstitucion de la Fábula , i la Expression
en su Poética de referir este mismo precepto, tic las Costumbres , esto es , que de lo antece-
( j ) Donato le advirtió en el argumento de 1* ilcntc parezca pender, lo que se sigue, o por
G j Co- N r i essidad , o Conveniencia , i que esté co-
hnonte i assido todo entre sí, dice , que suc-
(1) Vers. 1x9. ir.lcr.i , que para la buena Solución de la Fa-
•' Honoratum si forte repornt Acbillem 9 IMIIJ no seneccssite de el socorro de alguna Ma-
Itnpiger , iracundus &c I hiiu , que traiga a algún D i o s , para desatar
Xi) vers. lié. U »nnlusion i enredo de la Acción ; o que se
Servetur ad imum
l|#vp i desparezca alguna persona , que de
Slualis ah incepto procesicrit , W sihi constet,
(?) Servatur autem PER TOT.íAÍ FABf^LAMnJ/h 61 lá manera no podría librarse; sino que de
Juicio , ¡0VUS Demea , Leño avarus , &&
la
104 ILUSTRACION DE LA
POETICA DE ARISTOT. joj Venid y Dañaos , mirad si ia se atrehe
l i misma Connexion se deribará la Solución. Vueitra vista , a mi Héctor fulminando
( i ) Este era pues el reparo de el que ha- Flechas jlammantes , oid el estruendo
bia enredado inadvertidamente de tal modo De sus armas horrendo.
su Fábula , que con felicidad no podia desa- O sola io merezco verle? —- —
tarla , remittiendo al poder de los Dioses en L a segunda occasion , en que se puede intro-»
algún milagroso fin la Solución, que assi se- ducir la Machina, dice que es, Para referir
ría fácil de el múor enredo. Apparccia pues successos iá passados , que no pueden venir a
f>ara este effecto este o aquel D i o s , por el ar- noticia de los hombres , sin aiuda divina, o
tificio de alguna Machina : como en la Tra- para prevenir i adivinar los que han de succe-
gedia Hippolyto de Eurípides Diana, i en der , siendo proprio a las Deidades, que lo co-
«1 Amphytrion de Vhuto lupiter. 1 otras ve- nozcan todo , i que nada ignoren. En la Tra-
ces por el mismo medio de la yí^ichim se ar- gedia Orestes de Eurípides hallan algunos I n -
rebataba i desaparecía la persona , que se ha- terpretes exemplos para esta doctrina de Aris-
llaba en aprieto. Assi hizo Eurípides, que h u - tóteles , como quando Apolo desde su Machi-
iesse Medea en la Tragedia de su nombre , i na , manifestando el robo de Helena, dá noti-
de la propria suerte en la suia nuestro Stnt- cia de todo lo que antes se ignoraba ; i después
ca. Pero también enseña, Quando sería en la pronostica lo que habia de succeder a Orestes.
Tragedia permittida la Machina , i señala dos Vitimamente advierte dos preceptos, que
occasiones. L a primera es en successo , que son también de importancia para la Moral
fuesse fuera de la Fábula , i esto l o entiendo r.xornacion , si bien el uno mira con proprie-
i o , que no se introduxesse para la Solución ibd a los Representantes. Dice pues, Que la
s u i a , sino para exterior adorno de su hccion, 1' xpression de las Costumbres ha de ser Imita-
i en parte alguna accidental, como se perci- «1.1 por el Poeta con aquella eminencia i au-
be en nuestra TxzgtdXdL, quando Androma- mento , que los Pinctores ponen en los retra-
cha invocando el favor de Héctor iá defunc- tos : ( i ) pues procuran que queden parecidos,
t o , apparece él mismo , solo permittien- • laxándolos mejorados de como es el original;
dose ver de su Esposa. Assi ^dice ella en el miniiiable comparación sin duda, i sin duda
Acto j , tam-
G4 Ve- i l ) A esto alude después en el cap. ijr. el mís-
«M) Aristóteles, dando por exemplo a Zeuxis en aquel
( i ) Horat. itidem in Poética vers. i f r . .
ATíc Deus Ínterñt, niVi íí(g«M/ vindice rtodti» •unlu de pinctar.
Itwidtritm
TOETICA DE ARISTOT. i o5 fo6 ILUSTRACION DE LA ^
también fue esta la mente de Aristóteles en acabadas, que el uso commun i ordinario de
este precepto. Fineta el Poeta al avaro ? pues las cosas, como si un Sculptor hace alguna sta-
ha de figurar su avaricia , que en cierto modo tua hermosa, toma de cada cuerpo humano
exceda a su verdad ; ilustre cxemplo es en es- aquella parte que tiene mas perfecta , i de t o -
ta parte el viejo Euclio de la Aulularia do das juntas forma una imagen tan extremada-
Planto. H a de pinctar el recelo i temor de mente con§ummada , que de ninguna suerte se
algún peligro ? dilatará pues la exaggeracion í podrá hallar sugeto alguno natural i verdadero,
a términos mas significativos de aquella pas- que de hermosura igual se componga ; i se-
sion : como se percibe en la Andromacha de ria lo mismo , si quisiesse figurar otra , que t u -
nuestra Tragedia , quando procura encubrir a viesse grande fealdad. D e donde colige , que
Astianacte. Esto se funda , según io observo, assi imaginariamente compuso su República
en una ingeniosa doctrina de nuestro divino Platón, mas excelente i emmendada , que se-
( i ) Séneca , que él advirtió , habia dado ori- ria possible hallarse alguna en el uso de los
gen a las Hyperboles , o Encaricimuntos ex- hombres.
cessivos. Halla este grande V a r ó n , Que él Pero en segundo lugar, como he dicho,
hombre encarece con mentira, para que a la advierte , Que es necessario para U significa*
•verdad se venga a dar crédito ; como quando cion de las Costumbres de el animo , que alu-
dixo un ( 2 ) Poeta : Mas blanco que la nieve, de también la Acción de el Representante, con
i mas ligero que el viento ; bien supo , que no los ademanes de el gesto, differencias de la
podia persuadir, que huviesse maior ligereza v o z , pronunciación de las palabras , i com-
que la del viento, n i maior blancura que la postura en fin de todo el cuerpo, pues son
de la nieve ; sino excedió assi de l o que po- partes estas, que assi como están sujetas a las
dia ser , para que se Uegasse a creer lo sum- orejas i ojos del Auditorio , pueden mover
mo , que era possible. M u i opportuna me pa- m u c h o , aiudando a la Moral Significación,
rece también aquí otra observación de ( j ) Má- expressa i representada por el Poeta en los ver-
ximo T y r i o , elegante Philosopho Platónico. sos. Esta postrera es interpretación de ( i ) Eu-
Dice , Que siempre las Artes tienen las opera- gubino , después que communmente era rece-
ciones proprias, con maior excesso perfectas i bida otra differente sentencia en toda la Escuela
aca-
de Aristóteles j i sin duda se conosce mas su
conveniencia, con lo que poco antes obser-
<i) L i b . 7. de Benef cap. %%,
( i ) V i r g i l . lib. IX. AEncid. va-?
{i) Di&sert. 7. ( i ) Ad Arist. Poeticaok
POETICA DE ARISTOT. I07
108 ILUSTRACION DE LA
Vabamosde los Kepresenuntes antiguos.
ficacion es commun a todas las A r t e s , o poí
mejor decir , una universal consideración de el
C A P . XIX. lenguage humano. Pero specificandola mas
a aquella parte , que puede importar para
¿ A SENTENCIA. adorno de la Tragedia , como para adornar
la Oración Rlíetorica , la Historia, i otras ope-
L a Sentencia es la tercera parte de las seut raciones de el ingenio , E s la Sentencia un
que señaló Aristóteles a la Tragedia , i de que concepto agudo i elegante , que contiene exce-
ahora según su succession llega a tratar. Pero lente doctrina , para instruir el animo , i me-
previniendo antes al Poeta advertidamente, jorarle; en donde con universalidad se ha-
que la enseñanza de las Sentencias toca con bla , no con singularidad. Esto quiere decir.
maior propriedad a la Arte de la Rhetorica, Que no de Sócrates, no de Zenon , n i de otro
en donde dice , Que ha explicado iá essa par- alguno se particulariza , lo que contiene la
te cumplidamente. Por esta razón es general Sentencia , sino universalmente de todos , a
i breve la noticia , que nos dá de la Sentencia quien les puede convenir. Como quando en
el Maestro en este lugar. I o insistiendo en sus las Troianas dice ( i ) Agamemnon , templan-
pissadas , no tan scrupulosamente como hasta do el furor de Pyrrho :
a q u i , procuraré por términos breves dar al-
Mas quanto manifiestos
guna luz a esta parte de la Tragedia , i q u é
Los libres medios son de su venganza,
conveniente pueda ser para toda la exercita- Tanto ha de ser maior de elpoderoso
cion Dramática. Qualquiera cosa pues que El alto sufrimiento , i la templanza,
concebimos en nuestra mente, i después la sig- I después:
nificamos con palabras, en esta forma o en
Pues no ha permanecido
aquella compuestas, generalmente se llama
Largo tiempo el Imperio de el Tyrano, ,
Sentencia. A siete formas reduxeron los Gram-
Sino el que es , moderando la aspereza ,
maticos Griegos, i después los Latinos , todas A la razón medido.
las differencias, que pueden hallarse de Sen- ! assi en otras.
tencias en esta signiñcacion. De Llamar , de
Muchas también son las species de este ge-
Mandar , de Preguntar , de Desear , de lu-
uno (le Sentencias , como Simples , Compues"
rar , de Agradecer , o Acariciar, i final-
M . , Que Instruien, Que Exortan, Que Acón-
mente de Significar, o decir alguna cosa affir-
mando o negando. L a Sentencia en esta signi- se^
(i) Ka.x.
POETICA DE ARISTOT. 109 lio ILUSTRACION DE LA
4tejaH, i otras , cu ios exemplos, i doctrina ten- fianza que en esto se debe observar. Escriptof
drán mas opportuno lugar. Pero todas en fin que siendo de la misma edad de Homero , no
grande parte son de la Tragedia , pues su hic inferior en la doctrina, i en la elegancia.
grave i prudente enseñanza , bien se conosce, Los Philophos mas modernos , assi Griegos,
quanto convenga a la magestad de aquella re- como Latinos, se dexaron llevar algo de la
presentación. Ella consta de grandes Princi- demasía , en donde igualmente quedan inclui-
pes , de Héroes , a quien es proprio el hablar dos los Poetas, pues en la Antigüedad unos
con gravedad i prudencia ; i assi a ellos mas mismos eran con los Philosophos. Pero lo que
propriamente convienen las Sentencias: no al mas hai que notar en Hesiodo, i por l o que
plebeio, en cuio lenguage siempre se conos- viene mas opportuno para exemplo es, por
ce bageza. También en Ta misma occasion de haber guardado aquella moderación , siendo
los horrores de sus successos, es fuerza que ha- casi su universal instituto la principal parte de
ia quien , o para reprimirlo», o para advertir la Moral Philosophia ; i siendo tan proprias las
sus escarmientos , tenga necessidad de aquella Sentencias para aquellos preceptos , no las des-
prudente doctrina. I assi se observa , que es luce con su frequencia. Mas sobre la emi-
su mas opportuno l u g a r , en donde dos o tres nencia de todos, enseñó esto el elegantis-
hablan , o confieren , de que hai en sola núes- ? limo Petronio Arbitro por largo espacio, en
tra Tragedia muchos exemplos , sin salir maá el principio que h o i vive de su Satiírico , i en
lexos a buscarlos. A los Ancianos son también otros lugares , que juntos se hallarán en la
mui proprias, como al ardor precipitado de la Sirena Latina , que salió de nuestro Museo.
luventud desconformes. Considerando siem- Agudissimamente en una parte llama a la
pre sean convenientes sus conceptos al estado, copia desassida de las Sentencias Vidros que-
i a la profession de el que usa de la Senten- brados. Si bien a l l i , creo i o , con respecto a
cia. E l Sabio propriamente de la Philosophia un triste linage de Grammaticos, cuio caudal
sacará erudita enseñanza , el R e i de la Políti- ílc misera erudición se reduce a cierto numero
ca , el Sacerdote de la Theologia. Pero tam- «le importunas Sentencias, con que fatigan en
bién es necessario advertir, que el uso de las Hkla occasion a quien los escucha; pues si dies-
Sentencias tiene su limitación ; pues en sien-
M-mos, que aquellas fuessen de Cicerón, o
do demasiada su frequencia, pierde la ora-
Scncca , tendrían iá entonces aquel valor con
ción el decoro , i se convierte en una afeitada
líianilc semejanza , que las partículas de
i femenil compostura. Admirable exemplo,
lili vidro quebrado , que antes huviesse si-
advierto i o , que quedó en Hesiodo de la tem-
do m u i precioso. Coherencia pues han de
plan-
te
POETICA DE ARISTOT. i r i lia ILUSTRACION DE LA
tener , ( i ) Icon valentía se ha de precipitar queda su proprio lugar con mejor inteligen-
el varonil spiritti ^por la alteza de el Senten- cia , pues de aqui conoscemos , que solo quiso
cioso decir , aun en los argumentos fabulosos, Arbitro alli instruir a los Poetas , no a los Ora-
pero con tal artificio , que no quede eminente dores , guiado de la doctrina.de Aristóteles;
ni señalada la Sentencia fuera de el cuerpo de i assi se convence con grande seguridad de l o
la oración; sino que entre sus adornos encubier- que antecede , i después se sigue en el Satírico.
ta , la ennoblezca i ilumine con su splendor»
Este es el concepto de dos insignes lugares, en DE LA LOCVCION.
donde enseña el mismo Arbitro el modo con
que se ha de usar de las Sentencias, que jun-
SECCION K
tos assi vienen a ser de admirable doctrina ; i
dan luz aqui a un lugar de Aristóteles, juzgo
C A P. XX. f
L
que de ninguno entendido hasta ahora. Si bien
X)aniel Heinsio, en la versión que hizo de A Locución se sigue ahora, parte quarta
s u Poética, muestra haber querido interpre- que de la Tragedia hace Aristóteles.
t a r l e con algunas palabras de Petronio. Proce- Commun es también a todas las Artes, pues
d e pues el Philosopho enseñándonos, que assi ninguna sin palabras puede significar sus con»
como en las Oraciones Rhetoricas , también ccptos. Pero derechamente a aquellas toca la
e n las Representaciones del Theatro útntii lu- Locución, de quien ella es Sugeto proprio,
gar las Sentencias, para mover affectos : pero como de la Grammatica , de la Rhetorica , i
con una differencia , que en las Representacio- de la Dialéctica ; viniendo assi mismo tam^
nes han de estar las Sentencias dissimuladas, bien a ser parte essencial entre otras , que com-
demanera que adornen encubiertamente, i sin |u)ncn al Orador, al Poeta , i al Historiador,
cuidado ; pero en las Oraciones no es de i m - Ai|u¡ empero casi solo habemos de considerar
|X>rtancia , que lleguen a percebirse descubier- la Locución, en quanto es parte de la Poe- *
i tas i eminentes fuera del cuerpo de la Ora- «ia , i mas specialmente de la Tragedia. Aris.
ción , como dice Petronio. D e donde también loulcs pues m u i por maior trató de ella en
que- r l i.iSro de Poética , que hoi tenemos ; no sé
II t i l los que faltan tuvo lugar separado la ob-
i n vacion de los diversos Stilos , que a las par-
l e i s^Kcies de la Poesia hablan de correspon-
,P. fraterea curandutn "J^J ^^^^^ rñuant. «In. De las partes de la Locución, habla el
mis-
POETICA DE ARISTOT. 115 114 ILUSTRACION'DE LA
m i s m o Philosopho bien menudamente en et todas edades los Criticos de esta profession han
C a p . 2 1 . pero es de el modo , que mas p r o - querido , que sea la Eneida zúa mas verdade-
p r i a m e n t e pertenecen a la Grammatica , i assi ro Poema de Homero que la Iliada, i Kfys-
m e n o s a nuestro proposito. Pero io advierto, sea, que tenemos hoi suias, assegurandonos
q u e de los lugares que esparcidos están en la precisa imitación a ellas de el gran V i r g i -
este L i b r o de Poética, i de lo que con singu- l i o , i juntamente la deformación i mudanza,,
l a r i d a d en el Cap. 22, discurre , se conosce que de la injuria de el tiempo padecen aque-
b i e n manifiestamente , qual quiere Aristóteles llos dos excelentes Poemas Griegos.
q u e haia de ser la Locución Trágica, i los me- Que huviessen pues los Latinos Trágicos
d i o s también por donde se consiga. Grande imitado la alteza de V i r g i l i o , se percibe bien
pues nos enseña que sea su Stilo , i adornado de los grados que tuvo la Tragedia Romana
c o n magestad sumraa, i grave decoro; hallán- en la grandeza de su Locución. Desde L i v i o
d o l e por esta razón mui conveniente i seme- Andronico se fue mejorando por muchas eda-
' a u t e al Epico , o Heroico. Assi lo enseña en des , hasta que viniendo a 1^ de Augusto , l l e -
Í os Capp. 4. 22. Bien sabia esto el divino So-
phocles , que pudiendo en esta parte imitar
^ó a la perfección summa ; assi como en el
imperio de aquel Principe tuvo la maior emi-
propriamente a Eschylo , como a Escriptor nencia el lenguage Latino. Entonces escribió
también Trágico , no imitó sino es a Homero V i r g i l i o , i en el mismo tiempo assi le imitó
Poeta Epico. I por la misma caussa Platón después V a r i o , excelente Poeta Trágico , que
en e l Dialogo Theeteto doctamente llamó a estuvo dudoso entre los ( i ) Grammaticos an-
H o m e r o Principe de los Poetas Trágicos ; i en tiguos , si fuessen de el proprioi V i r g i l i o sus
los Libros De República dos vezes le coloca • Tragedias. D e la misma edad es Ovidio , cu*
entre los mismos como a Amaestro , i otras le \ ía Medea fue la admiración de quantos des-
nombra Padre i Auctor de la Tragedia , de pués le siguieron. También Mecenas, cuia
donde después lo tomó ( i ) Hermogenes, Bien' Octavia no sin alabanza hoi tiene memoria,
podríamos hacer de esta antigua observación, Demanera que entonces tuvo el grado superior
una inducción cierta para los Trágicos Lati- la Locución de la Tragedia Latina , quando
nos ; i es , haber también imitado a Homero, tuvo el Poeta Heroico superior a quien poder
como los Griegos mejores , por haber los imitar. Igual pues hallamos hasta ahora la
proprios Latinos imitado a V i r g i l i o : pues en Lo-
H to- ( O T i b e r . D o n a t in Vítá Virgilij, Scholiastes H o -
r a i i j , & Commenutor vcws V i r g .
co lo Afí/Ao^, capp. 3?. jtf.
ti« HUSTRACIONDE LA
POETICA m ARISTOT. 115
desigualdad que la Elegía reconosce a la T r »
L o c u c i ó n Trágica con la U^icz. Horacio ca
gedia , i quan humildes sean sus números, en
s u A r t e sin esta comparación enseñaquanta
comparación de la gravedad de los Trágicos.
b a i a de ser sublime , aunque con otra también
I no contentándose con esta confession de la
l o declara , pues dice, { i ) Son indignos los
Elegia sola en otra parte hace superior
•versos humildes de la Tragedia , como serian
aquella eminencia de la Tragedia a todo otro
de la grave matrona los deshonestos meneos,
genero de Escripto. N o tiene iá mas adonde
que hiciesse hallando , quando la obligassen Oí
subir, i assi viene a ser necessario, que baxe
salir en alguna fiesta, entre Satyros lascivos
alguna ver. Docto es el precepto de Horacio,
i des conquestas. Este es el sentido de aquel
en donde se contiene esta observación. Dice
l u g a r , que no debe de ser fácil, pues le he
pues, ( 2 ) Que en algunas occasiones , assi ^
v i s t o explicado por algunos Interpretes bien
samo le es proprio a la Comedia excitar el stilo, )
desviadamente. Mas adelante hablando en la
i levantar la moderación , con que procede en
succession de la Tragedia , dice quanto la exor- sus números , assi también a la Tragedia eí
n ó Eschylo , dándola también aquella gran- moderarlos. Pues quando Telepho, i Peleo re-
d e Locución , que le era propria. E n la Carta presentan su pobreza, i su, destierro , mal op-
a Augusto muestra la misma alteza de su Sti- portunas serian los modos grandes de decir,
l o - I tinto enfin l e es conveniente , que el Co- teniendo antes necessidad de significaciones tris-
thurno , adorno de que usaban los personages tes para mover los ánimos de los oientes. L o
Trágicos en los pie?, para engrandecer la sta- mismo advierte ( j ) Cicerón, que por no alar-
t u r a de el cuerpo , vino a usurparse jpor el mis- garme , no refiero. L a imitación pues de las
m o alto modo de hablar. Assi lo usan V i r g i - Acciones Lastimosas, de donde ha de proce-
l i o » Propercio, Horacio, Quintiliano , i con der el affecto de Commiseracion, que la Tra- |
elegancia San Geronynio, i otros muchos Í de f C i l i a pide^ con palabras ba de ser i modos |
suerte que por la frequencia de su usurpación •tfcctuosos: i a estos bien se conosce no con-
•vino a recebirse por Proverbio. Admirable-
mente representa ( 2 ) Ovidio el rendimiento i vie-
Ha dc- ( i ) L i b . z. Trist.
Otnrte í,enuticripti Xiravitate Tragadla vhtcit»
(i) In Poética vers.
JnrcrJum tamen iT voeem Comoedia tollít, & C .
Efutiré leveti inití^na Tragotdiavermt, (\ In Oratore : Iit máxime Tragkis canctierem , itf
Vt fettit mvrona mrvtri iuts* diehtts, $tt i'innihut locii eaiem cantentione uterehtw , creb-oque
latererit S tfyrir paullüm puiihunia protervh, *i(nt : nmnumquam etiam ad qmtidianurn ¿enuf tw^
( 1 ) L i b ? . Amor. E l c g . i . §mh auederent.
Non ego conttdtritn Sublimia Carmina nottfis , &c*
^ift HXISTRACTONDE LA
significar la maior excelencia , que con ellas
PÓFTICA m ARISTOT. 117 '
fia de tener, Dice en el principio de el Cap.
•tiene por la maior parte la soberbia i furor Át
^2. £s pies la Virtud ( por Excelencia , co-
«i lenguage. También tienen lugar en la T r a -
mo la maior , señala esta ) de la Locución, qu8
gedia las passiones de el Amor , i no menos
sea perspicua i clara \ no por esso ha d»
tienen de significarse con Stilo proprio. I aún
ter humilde. Mostrando assi, que ha de ser v a -
quieren los Doctos Antiguos , que esta misma
liente i alta. L o mismo observa aún para su
desigualdad hermosee la Oración, ( i ^ Plinio
Orador dilatadamente el doctissimo Hermoge-
e l Menor dice, aunque a otro proposito, Qua
nes , en el Libro primero de sus Ideas. ( 1 ) D i -
assi succede en ella , como en la Pinctura , don-
ce paes en uno de muchos lugares, Que es sin
de ninguna otra cosa ilustra tanto lo sjplendi-
duda mui necessario que a la Perspicuidad
do de sus luces , como sus sombras. Pero na
acompañe la grande i elevada Alteza de la
es bien por esto se entienda , ser possible per-
oración. Pero nueva, entiendo , que ha de
snission alguna a baxeza o humildad sin deco-
ser esta, doctrina para aquellos miseros, que
r o ; pues se han de templar los semejantes af-
torpemente profanos enturbian i obscurecen
fectos blandos con tal structura de palabras,
las fuentes puras i limpias de las Musas, por
que en ella se conozca cultura i grandeza. Assi
no ver en ellas representada su ignoraiKi'a.
por esta razón vienen aquellos a ser los l u -
Dos extremos oppuestos juzgarán, que aquí
gares mas difficultosos de la Tragedia, habien-
Aristóteles junta , Que sea Alto el character
' dose de moderar con decencia summa la alteza
de el Stilo , i juntamente Claro, porque ( co-
de la Locución. mo también en el mismo lugar enseña Hermo-
Ilustre es i venerable el precepto , qne al genes ) Peligra mucho en ser débil la oración,
•proposito de la grandeza Trágica nos dexó que Ciara es i Perspicua. Pero lo que mas ad-
Aristóteles ; i fue el alma de m i concepto, des- mira , enla Tragedia pide el Philosopho aque-
desde que tuve algún gusto en este genero de llos dos extremos, donde a la fiereza de sus
Erudición. Reconosciendo pues el gran Philo- acciones representadas parece aiudaria tal vez
sopho quanto era necessario a la Tragedia el el mismo horror de la Locución intrincada, i
jStilo sublime ; i recelando también la Obs- tenebrosa. N o pudo encarecer mas la necccs-
curidad , que suele acompañar al que lo es, sidad summa , que todas las species de oración
^ desdicha fatal en todas las edades! después tienen de Claridad * doctrina no menos adver-
de haber tratado bien menudamente de las
partes , de que consta la Oración , queriendo ti-
(i) Op.;.
H j sig-
(i) L i b . s« E p i s t . 1 $ ,
POETICA DE ARISTOT. 119 120 ILUSTRACION DE LA
tida de el proprio ( i ) Hermogenes , quando «eñalados en la Antigüedad de todas las n u «
en primero lugar la coloca , i la trata , Porque culus naciones. Alto es su spiritu , i atrebldq
( concluie assi ) la Qarídad es principalmente a la maior empresa ; felices son también en las.
necessaria a ( 2 ) TODA ORACIÓN. Dexo Enig- invenciones , floridos en el Stilo , i que natu-
mas , i Griphos , a quien por essencia convie- ralmente acometen siempre a enriquecerle i d i -
ne la Oi^scuridad. Bien assi la Seringa do latarle. Pero no sé de qué mal astro tocados
Theocrito ( que el ser suia tiene mas probabi- le han pervertido en estos años postreros de
l i d a d ) siendo Poesia Enigmática , no valdrá nuestra edad , obscureciéndole, i afeándole; de
para defensa de algunos; a cuia imitación po- manera que monstros son iá muchos de los
drían decir, componen obscuro i artificioso su partos de sus ingenios , que necessario es reli-
contexto ; pues fue assi escripto cuidadosamen- giosamente expiarlos i i consultar para su i n -
te aquel ultimo I d y l i o , por donaire de el i n - terpretación los Oráculos , no de otra suerte
genio , i para martyrio de los Grammaticos, que si fueran Libros Sibylinos. Con esto los
después de otros treinta claros, puros, i ele- Poetas Lyricos nuestros , que en m i opinión
fcon bentajosos a los Griegos i Latinos , assi se
gantes. ¿ Mas cómo se podría admittir el que
cscribicsse ¿yr/wg-^fj en la ordinaria construc-i hallan deformados, que en pocos se conosce
cion de sus palabras ? iá la hermosura i elegancia primera. Los C ó -
E l amor de la Patria ha de obligarme a di- micos están mas preservados hasta hoi de esta
vertir en este discurso, si bien , no creo, fue- icstilente influencia , quiera el Hado propicio ,
ra de el instituto de nuestra POÉTICA , pues ibrarlos de su contagio , quando tienen iá en
siguiendo las señales de el gran Philosopho utpicl grado la Comedia , adonde con no pe-
Aristóteles , aqui también procedemos en su * licúa distancia de ninguna manera llegó la
ILUSTRACION. D l g o pucs , Quc la Perspicui- » c los Antiguos. L o mismo recelo de los He-
dad en la oración es sin duda la virtud , que loicüs , de quien se esperan cada dia perfectos
mas attentamente cuidó enseñar aquel ilustre |V»cmas, ( i ) Assi no quieran , como dice H o -
Maestro, anteponiéndola a todas las otras , que i j i lo de sus Romanos, perdonarse al trabajo
mas la pudiessen ennoblecer; i que si assi mis- M hi lima, i a la dilación. Lugar que pro-
mo la observassen los Ingenios Españoles , es pria-
cierto podrían competir, con quantos huvo (1) Vers. i 8 * . '
H4 se-
il^Uihn lingua Latium , // non offenderet mum —
(1) L i b . de Ideis cap. z ,
M'frnque ^oetarum ¡im<t labor , t T mora & c . s
( 2 ) iraní AÓya ait.
POETICA DE ARISTOT. 121
fríamente es opportuno para nosotros , pues
añade , Que si aquello observaran sus Poetas,
laa ILUSTRACION DE LA
nofuera el Imperio Latino maior en el esfuer*
duda , que si io deseasse llegar a la eminencni
tjo ^ i en las armas , que en las letras. I luego
de la Pinctura , que para conseguirlo hablado
con eñicaces palabras advierte a los suios,
hacer dos cosas : La primera , seguir los p r e -
quanto Tmporte la repetida emendacion; sin
ceptos de quien en aquella Arte fuesse i n s i g -
duda igualmente habla con los Españoles. L a
ne Maestro: I la segunda , procurar i m i t a r
misma passion de Obscuridad padecen otros,
luego al que huviesse sido excelente Pinctor.
que también son Poetas , aunque fabrican en
De la misma suerte se debe hacer en otra
prosa sus Escriptos; pues por tales los consti-
qualquiera Arte : creamos a los Maestros, crea-
tuie su Argumento , i la Imitación , como
mos a los Artífices; i procuremos desengañarnos
sabemos de Aristóteles. Tambion ( lo que
•^si de la perversa opinión que nos destmie»
mas es ) los Historiadores; i los Oradores aún,
proceda pues de esta forma nuestro discurso.
permittiendose tanto menos lugar al que es-
cucha , para averiguar la sentencia envuelta V i r m d es que universalmente comprehen-
de a la Oración la Claridad; assi lo enseñan sus
en obscuro lenguage , que al que la descifra
Maestros: bien claro lo habemos iá oido de
con la lección. Por esso dixo ( í ) Quintilia-
I Icrmogenes, i de Aristóteles , i fuerte es el
no , Que no solo ha dje procurar el Orador,
iij^iimcntode Comparación, que de su pre*
que se entienda su Oración , sino que de nin-
«'rpio se induce. Si en el Cothurno de el Stilo
guna manera sea possible el dexarse de en-
Trágico se requiere tan necessariamente la
tender. Es lugar notable. I Demosthenes no
Perspicuidad , ¿ qué será en los otros, cuio ^
ignoraba esta obligación , pues quando suc-
«luracter es inferior? Pregunto: ( i ) ¿ E l fin
cedio traer algunas palabras menos conosci-
de estas palabras, que componen la humana
das de las Leies antiguas de Dracon, no du-
I,«Hlición , es otro , sino declarar el concepto,
dó el explicarlas con otras suias. \ grande
que io tengo en m i animo , que mientras está
desdicha la nuestra , i ruina infalible de los
pir^so en esta cárcel material, no puede ma-
ingenios, si la verdad de la mejor doctrina,
iiilr\tarsc sino es por esse medio? Bien se vé
i el desengaño de este error no lo estorbare
• I I que los Spiritus no usan de él , como no
apresuradamente l Cierto es, sin escrúpulo de ) i iicccssitan. ¿ Pues de quál modo puede con-
du-
f í n irse , querer significar m i concepto , i de-
(») L i b . 8. cap. i . ^are mn ut inteUigm fossU, clilo con oración tan obscura, que no se per-
sed ne omninó posiit non inteUtgere, curandum.
y i ) Sic E r o t l a m i s , Interpres
i l i i i a i u s , in Prooenaio.
vocum Hippocratis ve-
TOmCA m ARISTOT. 115 t34 ILUSTRACION DE LA
eiba i Dignamente se le podria decir a quaU entendimiento alguna buena sentencia , o pea-
quiera que incurriesse en torpeza semejante, samicnto agudo, no procure significarle de m a -
l o que Favorino Philosopho con admirable nera , que se entienda perfectamente i i para
agudeza dixo a u n mancebo , que también ha- ello busque palabras , i circunlocuciones, q u e
blaba como para que nadie le entendiesse: l o declaren , porque teme , por no entenderse,
¿ Por ventura , hombre ignorante , callando no se • malogre ? Esto es tan cierto , como lo h a -
€onseguirias mejor tu intento? A u l o Gelio l o brán experimentado en sí quantos viven. Pues
refiere en el Cap. l o . de el l i b . i . que todo es de la misma forma ha de ser cierto, que v 4
a este proposito. También l o es summamen- desconfiado de la sentencia , i que de ella ncr
te el argumento que hace el divino ( i ) Aris- tiene buen concepto el que no solo no cuida
tóteles en su Rhetorica ; estas son sus palabras: de significarla, sino antes de obscurecerla. T e n -
La Virtud de la Oración ( l a parte principal gan pues sabido quantos llegaren a ver obra
quiere decir , pues por Excelencia aqui tam- qualquiera de essas tenebrosas , que dentro de
bién la señala, como en la Poética} es la Cla- Jas tinieblas de su Locución no hai otro the- ^
ridad, i esto sé convence bien de este argu- soro , sino el que suele hallarse entre la obs- ,
mento : Porque si el que habla no significa el j curidad de cuevas escondidas , ceniza i carbo-< ^
concepto que quiere, perdido es el fin i el uso 5 nes. Con otra comparación declaró lo mismo ;
de su lenguage, Que es como si dixera: E l Phocion varón sabio ( cuéntalo ( i ) P l u t a r c h o )
fin de la Locución es declarar el concepto, E l |ul>Iando de cierto escripto , con que estaba ^
que habla Obscuramente no le declara , Lue- nnii preesumido Leosthenes , por la alteza in-
go perdido es en aquel el fin i el uso de la L o - trincada de su lenguage , diciendo , Que era
cución. Bien concluie el Sylogismo , i consi- itmijante al Cyprés , que sin tener fruto algu-
guientemente , que es la V i r t u d mas essencial no tanto se levanta. Es pues infalible, que
de la Oración la Perspicuidad ; i que también, procuran de essa suerte Auctores infelices sup-
como el Poeta , la procura el Rhetorico , se- p l i r c l defecto de la sentencia; i universal-
gún expressamente con Hermogenes , i Aris- innue su insuíficíencía i su ignorancia. ¡Quán-
tóteles lo enseña ( 2 ) Luciano. lo» exemplos pudieran traerse de esta verdad!
Suppuesta esta verdad , ¿Quál hombre pe^
será possible hallarse, que si concibió en su
en- • A esto alude lo que enseña Aristóteles después
tit liv ultimas lineas de esta Poedca, i Quiociliano en
• I I i p . D'-la Perspicuidad.
(1) Lib. cap. I .
( O I " Apophtliegm.
(2) D e Saltationc.
POJETICA DE ARISTOT. 125 126 ILUSTRACION DE LA
pero con riesgo conoscido de el o d i o , que io Perspicuidad^ I en el ( i ) Capitulo que trata
cuidadosamente he procurado escusar en mis solo de Ella , prosigue largamente lo mismo,
escriptos. Docto es sin duda el testimonio, iá enseñando los medios con que se consiga,
que dio de esta observación mia nuestro £s- iá abominando los errores de los que aíFecta-'
|)añol ( i ) Quintiliano ; i que parece impos- ron lo contrario : véase en su original, que
sible después de leído , no dexe quien la tu- no podemos aqui tan descuidadamente dete-
viere , iá demos que pueda , secta tan abomi- nernos. Passa nuestro Discurso pues de esta
nable. Prop-ia excelencia es Qákc') de el qué suerte adelante. I
^s mas docto , el mostrarse mas claro , mas l o creo no podria conoscerse Escriptor alfi
perceptible. ÍORQUE LA PERSPICUIDAD ES LA guno, que quando determinó publicar obra
VAIOR VIRTUD DE LA ORACION; í quautO UUO de su ingenio , no intentasse juntamente, i
es mas inferior en el ingenio, tanto procura appeteciesse la frequencia de los Lectores, i
enfurecer mas su Stilo , i encumbrarse, como también el applauso. Marcial se precia en
los que son pequeños de statura, se empinan diversos lugares de haberlo conseguido. Ovi-
sobre los pies; i amenazan mas , los que tie- dio i otros se prometten igual gloria en h*
nen nunos fuerzas. Assi es cierto , que los que Posteridad. ¿ Como pues imagina , podrá al-
escriben con hinchada Locución , pervertida, i canzar esto el que obscuramente procede en d
de ruido grande en las palabras; i en jin los contexto de sus Palabras ? Deleitando el anir
que peccan de qualquiera manera affectada, mo ha de ser sin duda , no atormentándole..
dan indicio claro de flaqueza, no de valentía; A tres géneros pueden reducirse, según io
como los miembros hinchados no muestran es- juzgo , quanta variedad de Escriptores se ima-
tar robustos , sino enfermos ; i los que erraron ginen ( fuera digo de los que professan Ar-
el verdadero camino , se dilatan por rodeos. ies ) Poetas , Oradores , i Historiadores. Fá-
Tanto pues aquel será peor , quanto fuere mas cil fuera el probarse, según son dilatados los
obscuro. ( 2 ) En otra parte pregunta : ¿ Si po- términos, que a cada uno prescriben los V a -
dria hallarse cosa tan culpable como la Ora- rones doctos. A ninguno pues de los compre-*
ción , que para entenderse tuviesse necessidad hendidos en aquellas ciasses , dexa de ser pro-
de Interprete, siendo su maior excelencia la proprio i necessario fin el Deleitar al oiente.
Pers- De el Poeta bien se conosce , pues la nume-
rosa harmonía no tiene otro respecto, i assi
(t) Lib.2. Instimt. cap. %• por
(») L i b . 1. cap. i. (O Lib. S. cap. »•
POETICA DE ARISTOT. 117 128 ILUSTRACION DÉ LA
por essa parte suele ser su enseñanza mas transf bros de Rhetorica. Que es escusado , dice, e
cendente. Bien affirma esto Horacio en su Poé- dividir las Virtudes de la Oración , pidiend
tica , quando dice * ( i ) Que aquel Poeta po- que sea Magnifica , ique sea Deleitosa,pues
drá ser preferido a todos, que Deleitando al el Deleite que ha de causar , de las otras
Lector , le aprovechare. A l Orador attribuie excelencias suias, antes iá enseñadas, neces-
( 2 ) T u l l o las mismas dos obligaciones , De- sariamente ha de proceder. Porque d pedir,
leitar, i Enseñar j i aííade la tercera, de que que sea Perspicua i Clara j que no sea Humil-
también necessita , que es el Persuadir. Igual- de , sino Splendida , ¿para qué otro Jin puede
mente el Historiador tiene los proprios dos fi- ser, sino para que en ella se halle el Deleite,
nes , L o Util de la Enseñanza , instruiendo al de que necessita , i la Magnificencia? \o
Lector con los exemplos , i el Deleitarle. As- Maestro! N o pues enseña obscuramente , Que
si lo dicen los Maestros de la Historia, i la deleitará sin duda la Oración , como ella n o
razón es clara , pues ( j ) naturalmente en el sea Obscura , n i Humilde , que tanto es a
animo de el hombre hai siempre un deseo de nuestro proposito. Esto se funda en aquella
saber l o que ignora , que quando se reduce a proposición , que ( i ) antes previno, Ser pro-
acto le Deleita. Pues si a todos es tan neces- prio p<yr su naturaleza en todos, que reciban
sario el Deleitar , buscar tienen el medio coa Deleite, de lo que pueden percebir i apprehender
que l o consigan. Eslo pues infalible , la Pers- sin trabajo. ( 2 ) Luciano, si bien figurada-
picuidad. Crean esta verdadera proposición: mente , mostró lo mismo , aconsejando a L e -
E l artificio es, que mas regala i lisonjea el ^ui-r xiphanes , aquel ridiculo fabricador de tene-
mo t la apacible significación de el concepto; brosas extravagancias de el lenguage , Que hi-
i al contrario , lo que mas le oflFende i indig- ciesse sacrificio a las Gracias, i a la Perspi-
na ^ es aquella ¿aspereza i difficultad con que cuidad, i Quién habrá pues viviente, ó fie-
no se permitte fácil a la comprehension. Do- ros Escriptores , que dure algún espacio leien-
ctrina es de Aristóteles la que asseguro, quando do horrores mal inteligibles ? ¿Con qué ani-
su misma verdad no la acreditara bastantemen- mo quedará contra su Auctor ? ¿ I qual será
te* ( 4 ) Discurre pues altamente assi en sus L i - el abhorrecimiento a sus obras desde alli ade-
bros lante ? Sin poderse contener llamará luego al
(i) Lectorem Delectando , pañterque monendo. Medico, que también Luciano con donaire
(z) De óptimo fienere Orat. Órator dicendo animu
gudientium (IT Docet, tíT Delectat, üT permovet. sin-
(?) Videpag. i j . (O Cap. II.
(4) Lib. 3. cap. i f . (O In Lcxiphanc.
POETICA DE ARTSTOT. 129 t^o ILUSTRACmN DE LA
singular cuenta curó al proprio X.CEÍphane8 Attentamente también he io consideradoV
ridiculamente enfurecido-, imagen que con si podrían en su abono aquellos Lucífugas opr
yivos colores representa a tantos, que hoi ado- poner aun alguna apparente razón , i ninguna
lecen de el mismo- delirio de asperezas , i obs- hallo que lo sea. Porque si dixessen, Que COA
curidades. Deseando de la propria suerte, coa aquella diñicultosa < Obscuridad contraen , i
otra semejante bebida , verle vomitar estupen- giangean u n cierto respecto , i admiración^
das Locuciones, o las bombardas i pkasp ¿ Q u é cosa se puede imaginar tan sin. funda-
q u e , burilándose decia ( i ) Timocles, habia mento ? ¿Pues esta admiración i reverencia de
coihido un horrendo Orador. Lean pues, to- quién viene a ser ? Solo del torpe vulgo , o
dos los que assi venqjaosamente se hallaren de alguno, que siendo superior , dignamente
heridos, aquel Dialogo de Luciano , para que eccupa por ignorante en el aprecio de los
viéndose en él tan abatidos i burlados, ab* Doctos el lugar mas Infimo de lá plebe. Esto
horrezcan su perdición , i se rcdozgan al ver- es lo que dice San ( i ) Geronymo, Que nó
dadero camino de la Eloquencia. L«an tani^ "hai cosa tan fácil como engañar a la vileza
bien la primera Epístola de Philostrato, co- de el vulgo , a quitn es proprio admirarse
Bosceran la propria doctrina ilustremente en-^ mas de aquello que m entiende. Alto spiritu
señada. I en el ( 2 ) Epigramraa de Marcial por cierto taidria , i elevado el pensamiento
a Sexto Poeta de los tenebrosos, hallarán la quien captasse tan infeliz admiración. Pero
misma entre la natural gracia de aquel Espa- dirianme , que en la Antigüedad huvo no uno
ñol , en donde analmente concluie, Que lo que solo, que por el titulo de Obscuros merecie-
él procura en sus versos , es , que lleguen a ron memoria en la succession de las edades.
ser bitn aceptos de los mas scrupulosos Gram- Veamos pues descubiertamente qual es la es-
maticos i pero sin que sean necessarios Gram- tima con que de ellos se acuerdan los M a -
maticos , que los interpreten. I en fin otros iores. Heraclito Ephesio es sin duda el que
muchos fuera de estos pudieran leer , que i o , en primero lugar saldrá al encuentro; adver-
por no proceder infinitamente , passaré en si- tido en los escriptos de Cicerón., de San
lencio. Geronymo , i de Laercio , que escribió su v i -
I At. da iíanto para opprobrio suio , quanto fuere
•• . . . *• el spacio que durare contra el olvido; pues en
(i) Athenanislib. 6. , ella no se contiene mas, q^ue un continuado
(x) Lib. 10. Ep. zr.
Sané mea carmina, Sexte , ¡ de
Crammaticis flaceaot , E f tine Grammatiás.,'
13^ ILUSTRACION DE LA
POETICA DE ARISTOT. lyi como si diessemos presumido a alguno de m u 4
d e l i r i o , assi en las acciones, como en los Dog- hermoso , porque huviessen alabado la c o m -
mas de la Secta, que quiso instituir. Estos postura de sus faciones, los que fuessen cie-
pues dexó envueltos cuidadosamente en tinie- gos ; o a otro , porque celebrassen la excelen-
blas obscurissi mas de palabras, para cuia i n - cia de su Música , los que fuessen sordos. S i
teligencia ( i ) pedia Sócrates el socorro de u n estos son aquellos presidios con que cuidan
grande nadador llamado Delio, que de la ce- defender los miysterios , occultos en el abys-
guedad de aquel piélago redimiessc su juicio, mo de su Escuela, sobrado tiempo ha sido,
de donde después quedó en ( a ) Proverbio. el que se ha empleado en descubrir su p e r d i -
Tanto fue pues afifectador de la Obscuridad, ción. Passen los ojos por lo que el mismo
que adquirió por esso el nombre señalado de Quintiliano previene a aquel lugar suio , i es-
Tenebroso ; i el precepto primero, que enseña- cucharán la alabanza , que les es merecida.
ba al discípulo , que succedia seguirle , era^ Pero n i tampoco deben persuadirse , que i
Que obscureciesse la Oración. Otro hallo se- es fácil la empressa de la Perspicuidad , que ^
g u n d o , i parecido mucho a l humor de <d assi encarecidamente aconsejan tantos hombres
primero, ( j ) Quintiliano dá noticia de él; insignes ; n i que dexó de ser valeroso el ven-
aunque supprimiendo su nombre, si bien cimiento de el que llegó a alcanzarla. Sepan
muestra no haberle conoscido , pues por lo los que no lo han experimentado , Que acue-
que halló escripto en T i t o L i v i o , dice , Que llo que les parece, que por su blandura i sen-
huvo un Maestro ( s i n duda entiende de Gram- cillcz ( c o m o es la formula de el v u l g o ) se
matica , o Rhetorica ) que mandaba a sus dis* t fiaba ello dicho, es lo que para llegarse a de-
cipulos , que obscureciessen la Locución, usan^ «ir , costó difficiles porfías , cuidados , i desve-
do para ello de el verbo Griego orKÓna-ov OBS- lo». Cosa es bien advertida, que en tanto que
CURECÍ ( de que parece usaba también Hera- t\r esta materia pesada nos componemos , lo
clito ) originándose de alli aquella su graciosa iittil i elegante de el concepto, no puede por
alabanza,; Con quanta elegancia escribió , o inrilios fáciles, prestarse a la communicacion.
dixo i Sin duda alguna que io no le entendi. i\«|iicllo pues d i f f i c i l , fuerza ha de ser , que
l Quién podrá (contenerse a la risa , leiendo • alj',uno de los dos fatigue , o al que expri-
tan desmedido desacuerdo? Es lo mismo 111. la sentencia , o al que la attiende ; i assi
la : Go- l i l i l u de haber duda , que si padece el Lector,
I
llas grandes competencias de sus professores*,
A p a f t c quinta de la Tragedia hizo Aris-»
en los juegos 01 y m picos , Pythios , Ñemeos,
^ toteles a la Música , i la primera de to-
Isthmios, Capitolinos, i Neronios, en O l y m -
das sei^ en ja facultad de deleitar el animo. L a
pia , Smyrna , Ñapóles , i Roma. Assi vino
sexta el Apparato. Este era el adorno de las
también a ser insigne la introducida e n las Re-
personas Trágicas'j i de el Theatro , en que se
presentaciones de el Theatro , para cuio mejor
representaba. D e estas dos no trató nuestro
conoscimiento , empiezo io a discurrir en esta
Maestro , escusandose por no ser partes que
manera.
legítimamente tocassen al Poeta Trágico, pues
l a una era propria de los Músicos, i la otra La Música, dice nuestro ( i ) S. Isidoro,
db los artífices mechanicos , i otros ministros o es Harmónica , i esta consta de el sonido de
1 Magistrados j que cuidaban de los juegos Sce- la voz. O es Orgánica, i se forma con el
HYCOS.. Esto se convencñ bien ser m u i cierto^ •viento soplando. O es Rhithmyca , i se anana
d e que halla hoi perfectas las Tragedias de So- ^ con el tacto, i impulso de los dedos. Assi a aque-
phndes , i de Séneca , el qué se excrcita en su ' llas tres diferencias corresponden , el son con-
lección , pudiendo juzgar de ellas perfecta- centuoso , que salé por la garganta ; í el que
mente sin aquellas dos partes: assi como de lí»í con el viento sale por la pauta \ el que pul-
Oraciones de,Cicerón , o Demosthenes ^ faltán- sando se caussa en la Lyra , o Vigüela, o en
doles tafttbien la AccioUi Pero aunque esto e^ otro qualquiera hutrumento, que hiriéndole es
assi, ^ m i m e pareció dar:en l a occasion prOr canoro. A q u i están comprehendidas quantas
«ente alguna no vulgar notkia de ellas pror species de Música sean imaginables, i recibe
prias , eñ tanto que mas exactamente Ótrq assimismo clara luz de el lugar referido o t r o
por ventiw» prosigue este' argumejnto j iá para no vulgar de Tertuliano, de ninguna manera
exornación de ia Tragedia , iá para renovat bien entendido hasta ahora de iosque^mas des- ^
algo la memoria de las costumbres antiguaSj voladamente han tratado la occulta erudición
que suelcjser apacible occupacion. de aquel Africano. Distinguiendo pues las par-
En los Choros Trágicos , ¿A^O pues , que .; • . tes,
tenia la Afwíífüí propripr lugar. N o habemos (O Lib. |. Orig.iap. i>, - ;
aqui
140 \ LA
POETICA DE ARISTOT 139 tro; si bien la que parece , podria tener pro»
tes, que son propjrias a los juegos Theatraies priamente respecto a.la Tragedia , serla la
con singularidad , i las que tiene también el Harmónica, ( i ) en dignidad i en antigüedad
Theatro communes con otfos juegos; entro abenta ada a todas.. Clara es la conveniencia,
estas postreras pone universalmente la Música pues c concento de la voz viene a ser p r o -
toda j, significándola con estas palabras, ( i ) Que prio para los versos de los Choros, que se i
eoHsta y dice , de la voz, de los Modos , de los cantaban. Esto es lo que bl mismo Sancto
ORGANOS, i de las ITRAS. Que punctual- quiere decir en el Capimlo siguiente, i de
mente es la misma distinccion que hizo San Athéneo ( 2 ) se observa , que por essa occa-
Isidoro, habiendo tomadola de los Músicos sion los versos que se habían de cantar , se ^
antiguos. Con la voz significa la Música Har- hacían cuidadosamente regulares para la H a r -
momea i con los ÓRGANOS , la Orgánica i i con monía , como hoi succede de la propria suer-
las iTRAs, la Rhithmyca; pues , como luego te en nuestra Música. Pero sin diida tenían
veremos, la Lp-a es nombre genérico , que también lugar todos tres géneros de Música,
significa todo instrumento de cuerdas. Añadió en los Choros Trágicos; porque los versos se
también los Modos, para mostrar , que en el cantaban con la Voz, al son de mucha difife-
Theatro no se usaba de uno solo , sino de va-' rcncia Flautas, i de instrumentos de Cuer*''
rios , como después lo advierto; entendiendo das; o iá juntos todos, o iá alternándose. D e
alli los Nomos , o Leies , de que abajo se tra- varios lugares de Auctores tengo advertida
ta, no los otros sueños de los Interpretes. De estaacordad? conveniencia de instrumentos Or-
k Música pues , dice Tertuliano, tiene uso el gánicos , i Rhithmycos, que juntamente acom-
Theatro ; de que también usaban los Roma- pañaban a la Harmonía de la Voz humana,
nos en otros luegos , Pompas , i Sacrificios. 1 particularmente de algunos que trae Athc- \
Conoscerase ahora quanto los Doctos erra- neo , de Eiístathío Interprete de Homero , de '\
ron , quando para interpretar este lugar , tra-' Philostrato en la vida de Apolonio, i de Poe- ^
taron de emendarle; culpa grande , o refugio tas Latinos , que fuera el referirlos grave mo-
wdiuario en lo que no se entiende. lunta-' lestia, pero bastará por muchos un ilustre l u - '
mente allí nos enseña, que todas tres difFe-' gar de nuestro Séneca , que será aqui mui op-
, rencias de Jvlusica se frequentaban en el Thea-¿
tro;
DE
(i) L i b . <. AEncid.
(i) I n Modulara Pallade.
O) Stíction. 19. Proverb. l o , •
TOFitCA DE ARISTOT. 155 156 ILUSTRACÉONDE LA'
en su forma están discordes los Antiguos , p e -
DE LA M V S I C A D E ro nace de confundir los tiempos.'.La que l í o -
Instrumentos. jnero describe en un Hymno de Mercurio, pa-
rece fue el origen de todas , i en quien se ha-
llaban diversidad de partes, que dieron oc-
SECCION, VIL casion a con&indir los Instrumentos. Declaro
esto mas; dice Homero, Que a una concha
L
I N S T U V M E N T O S J>E CVEllDAS. de Tortuga ( mui grande > según Eustathio
después de haberla cabado Mercurio, atra^
A Música de Instrumentos de cuerdas besó én las orillas de la concha par la part€
( es la MJiithmfca, según vimos en San, hueca unas cañas'partidas , i mcima de ella
Isidoro ) era muí dulce , í ^ssi attribuieron al- estendio una piel de toro ; luego le añadió d
gunos Gentiles al mismo Apolo su invención», brazos , i un palo derecho atrabesadaen el
otros a Mercurio. l o , después de larga obser-; tomo tugo, t poniéndola siete cuerdas ^fue L
vaoion de los Escriptores antiguos, vengo a ra. Aquellos que Homero hace brazos, ( i )
persuadirme, que el nombre Lyra, i Citha-\ jotros llamaron Cuernos ; a que aludió también
• ra (siendo una cosa propria ) eran gencd-. el (2) Ariosto en su Orlando , nombrando
eos 4 i communes a todos los instrumentos de Cornuta a la Lyra ; i de donde se confundió
Cuerdas; si bien había innumerables speciei; esta con otra , que muchos siglos después tu-
de ellos con otros particulares nombres , i vo principio , cuiá forma se representa con
formas diíFerentes, que lo uno i lo otro se dos SS encontradas , 8S por la semejanza que
propagado siempre a numero infinito , con l^. tienen con dos cuernos, que también se pu-
succession de las edades, pues en s^s Instru- siessen encontrados. Siendo assi ,'que aquella
mentos se verifica también lo que. dixo primera constaba de la tortuga , i de aquellos
Anaxilas , Que la Música es como la Libya-i brazos torcidos, i esta de solos los brazos; si
que engendra todos los años algunafieradif- bien por el origen de la primera muchos
ferente. No obstante pues la genérica signifij Poetas antiguos llaman Abusivamente ( j ) ^ol•-
cacion , que con el tiempo adquirió la Lyra, í»-
en su principio Instrumento fue special , i el ( i ) Ptolemafus, Philostratus.
primero que se inventó de Cuerdas, aunque (i) Canco 16, • .
en Fttgtovenetto , cbe col dolce canto,
Concorde al luon de la Cornuta Cetra &C»
(i^ In Hyacintho.
(}) Tettudinem.
158 mUSTRACION DE LA
POETICA DE ARISTOT. 157 ras) i assi se halla en muchas imágenes ant
tuga a la postrera , i de ella se han de enten- guas , i lo dice ( i ) Macrobio , (2) S. Isido
der , aunque no fue conípuesta de aquella ro , (5) Horacio , i (4) Ovidio. Todas sie
materia; pero quando hablan de Apolo , o eran distinctas en el sonido , i tenian nombre
Mejrcurio , se entiéndela primera JLyra, i differentes > que io ahora no refiero. Pero de
Propr lamente usan entonces de aquel nombre, pués se aumentó mucho , i variamente aque
pues de aquella materia- constaba verdadera- numero , como lo testifican (5) Atheiieo ,
mente. De una suerte i de otra hai exemplos lulio Polu^ usando a un mismo tiempo d
en Horacio, i en otrQS Poetas, l^a forma de instrumentos diflFerentes en numero de Cuer
la primera Lyra casi se puede percibir , con- das. Assi lo vemos hoi en nuestras Vigüelas
siderando la cara de un toro , i que en los Laúdes, Tiorbas, Harpas, &c. * Censorino,
dos remates de los cuernos se atraviesse un Boecio, Capella, i S. Isidoro advierten tam
palo , que es el que arriba llamé iugo. £a bién aquella variedad.
las Imágenes Celestes , la Constelación de la
Lyra se debefigurarcomo la que pincta Ho- Los modos pues que huvo de tocar aque-
mero de Mercurio, pues él fue quien la dio llas Lyras, son también dignos de saberse:
a Orpheo ; i assi se halló en el Manuscripto io hallo que fueron quatro. £1 mas ordinario,
antiguo de Arato, donde estaban pinctadas las i mas fácil, era con el Plectro , cuio uso er
Constelaciones, i de donde las trasladó a su proprio a la mano derecha. Su materia cuer
impression Hugon Grocio; pero huvo de re- no , según enseña (6) Platón ; su Forma tam--
presentar los brazos mas pequeños » i maior el bien al principio se señala. Con él pues se he-
cuerpo de la Lyra. De la postrera se hallan rían , i pulsaban las Cuerdas con golpes leves,
hoL muchas imágenes en marmoles antiguos, i artificiosos, demanera que hiciessen consor
principalmente en statuas de Apolo , Mercu- nancia ; i a un mismo tiempo con la mano si-
rio , i Hercules Musageta , de la manera que niestra , por el otro lado de la Lyra se pun-
alprincipio de este Libro entre los Instru- cteaban las proprias Cuerdas, como vemos en
mentos ScenicQS se vé pinctada. I unos i otros
copias son , de los que en diversos Monumen- (i) Lib. i.Samrn.
tos se conservan aún de la Antigüedad en
Roma. Communmente la Lyra era de sieti O ) Lib. ?. Carm. 11.
(4^ Lib. f. Pastor. . >
Cuerdas , como hoi nuestra Guitarra ( pues (jr) Locis laudatis.
por una se reputa cada una de las dos dupli- • Locis laudatis.
cadas de un mismo tono , segundas i terce- ( í ) Lib. 7» De Lcgib.
ras')
POETICA DE ARISTÓT 159
el Harpa. La primera Música de el Plectro 160 IWSTRACION DE LA
llamaban Tañerfuera ; i la segunda de la ma- csquisito de Publio Pomponio Segundo , E$-
no Tañer deutro ; occasionandose estos térmi- criptor Trágico , en los versos de un Che»© :
nos de la postura de las Cuerdas, que era so- ( i ) D ^ los hombros pendiente
bre la una cara de la Lyra (como se vé en
La dulce Lyra, en números diversos ,
todas las sculpidas en piedras } para que el . Dé música a las danzas conveniente.
Plectro las pudiesse toc^ , o el Arco , co- &c. ,
mo luego digo ; i assi por la parte que esta- , Pero quando * Pindaro muestra , que estaba
ban fuera las Cuerdas, pulsaba el Plectro , i suspensa de un Clavo , era estando guardada.
propriamente aquello era Tañer fuera ; i por También de la descripción de Appuleio se con-
la parte oppuesta venia a estar la siniestra firma lo que arriba dixe , que el uso del Ple-
mano como dentro de la Lyra , para llegar a ctro en las Cuerdas era , con golpes hiriendo-
las Cuerdas , i por esso aquello se llamaba las , i pulsándolas. Con otro lugar ( pudiendo
^ Tañer dentro. Con esto quedará entendido ( i ) con muchos) pruebo lo mismo, por ser de
Asconio Pediano , quándo trata no bien pers- nuestra Tragedia. Habla Agamemnon de Achi-
picuamente esta diíFerencia. También (2) Ap- les en el Acto 2.
{iuleio , quand6 describe una elegante Statua
(2) • Suaves
de un Músico, que Polycrate Tyrano dedicó
en Samos a limó. Dice , Que tenia la Cithard Nervios en tanto con el Plectro bland
f endiente de una banda artificiosamente labra- A la Lyra pulsando.
da , i qur con la mano siniestra , alargando (5) Cornuto , Interprete antiguo de Pcrsio,
los dedos , tocaba las Cuerdas; i con la dere^ hace assi memoria de este modo de tocar la
tka 'afplicaha el Plectro a la Cithara , coma _ Lyra , i Philostrato en la Imagen de Orpheo.
p^ra herirla. De aqui sabemos , qué ponían También se convence de la (4) statua deHer-
suspensa de el cuello la Lyra; i bien estaba cu-
assi dispuesto , pues con ninguna de las ma- ( i ) Tendeat ex humirít dulcís cbel/t, apta cboreu,
nos podian tenerla. Verificólo con un lugar
Et números edat varior &c.
es- * Clavo vero susf)ehsafn Lyrana reponi solítam,
(i) 1(1 ?. Verr. Suum canunt Citbarista utr'mique ex Pindaro didici Od. i . OJymp.
mamt fmgmtur officto. Dextera Plectro uthur , e?" ooc —— A A A a Acú^ÍAV cLTro ^l^fjuyyet, ^aarti^/^
est FOKIS CANEKE ; Sirtittra Seitu tbordat earpit , ísr Á^fJíCiAV , &c.
bocestINTVS CANEKE. Sed Porteam Citbaram Á Clone exime ^ &C.
' {i) InFieridií, ^ (x) Levi canoram verberara plectro Chelym.
(O Ad Sat. 6.
(4) Apud Boissardum Pare. 4. Amifuitaf. Romanar^
POETICA DE ARISTOT 159
el Harpa. La primera Música de el Plectro 160 ILUSTRACION DE LA
llamaban Tañerfuera ; i la segunda de la ma- csquisito de Publio Pomponio Segundo , E
no Tañer dentro ; occasionandose estos térmi- criptor Trágico , en los versos de un Chctfo
nos de la postura de las Cuerdas, que era so- ( i ) D ^ los hombros pendiente
bre la una cara de lá Lyra ( como se vé en
todas las sculpidas en piedras ) para que el La dulce Lyra, en números diver
Dé música a las danzas convenie
Plectro las pudiesse toc^ , o el Arco , co-
' &c. , ,
mo luego digo í i assi por la parte que esta-
Pero quando • Pindaro muestra , que estab
ban fuera las Cuerdas, pulsaba el Plectro , i suspensa de un Clavo , era estando guardad
propriamente aquello era Tañer fuera; i por También de la descripción de Appuleio se co
la parte oppuesta venia a estar la siniestra firma lo que arriba dixe , que el uso del Pl
mano como dentro de la Lyra , para llegar a ctro en las Cuerdas era , con golpes hiriendo
las Cuerdas , i por esso aquello se llamaba las , i pulsándolas. Con otro lugar ( pudiend
Tañer dentro. Con esto quedará entendido ( i ) con muchos } pruebo lo mismo , por ser d
Asconio Pediano , quándo trata no bien pers- nuestra Tragedia. Habla Agamemnon de Ach
picuamente esta diffcrcncia. También (2) Ap- les en el Acto a.
fiulcio , quandí) describe una elegante Statua (2) • Suaves
de un Músico, qne Polycrate Tyrano dedicó
en Samos a lü'no. Dice , Que tenia la Cithara Nervios en tanto con el Plectro bla
f endiente de una banda artificiosamente labra- A la Lyra pulsando.
da , i que' con la mano siniestra , alargando ( j ) Cornuto , Interprete antiguo de Pcrsio,
los dedos , tocaba las Cuerdas; i con la dere^ hace assi memoria de este modo de tocar la
cha 'applicaba el Plectro a la Cithara , como _ Lyra , i Philostrato en la Imagen de Orph
P^ra herirla. De áqui sabemos , qué ponían También se convence de la (4) statua deHer-
suspensa de el cuello la Lyra; i bien estaba cu-
assi dispuesto , pues con ninguna de las ma- (i) Pendeat ex bunuris dulcís cbelyt , apta chor
nos podian tenerla. Verificólo con un lugar Et números edat varios &c.
cs- * Clavo vero susí)ehsam Lyram reponi solitajm,
(i) I n ?. Verr. Síiatm canunt Chbarítt<e utrmque ex Pindaro didici Od. i . Olytnp.
manut fmguntur officio. Dextera Plectro uthur , er ioc
eit FORfS CANEKE ; Sinuira £ath (bordas carPit , «r
bocestINTVS CANERE. Sed Doricam Citbaram i Clave exime ^ &c.
(z) Levi canoram verbtrant plectro Chelym.
(i) InFlortiii, V •-•—1... rWMi'
(O AdSat. <í.
(4) Apud Boissardum Part. 4 . Antuptitat. Romanar^
162 ILUSTRACION DE LA
POETICA DE ARISTOT. I6T en sü Poema de Achiles; i ( i ) Marcial,
cules Musageta , que Tito Celso guarda hoi quando muestra , Que los que assi cithariza-
en Roma. En la mano derecha se vé como tie- ban , de la mucha frequenfia de tocar con el
ne el Plectro, cuia forma se debe notar ; i en dedo primero las Cuerdas , se le herían i i por
la siniestra la Lyra. Platón enseña lo mismo, esso aconseja, Que usen mas ordinariamente
quando en el Lib. 7. de sus Lcús reprueba el de el Plectro.
abuso de hacer la mano derecha mas fuerte i El tercero modo que io hallo , de ningu-
abentajada con el ejercicio que la siniestra, no le he visto hasta ahora advertido. Era pun-
pues la naturaleza 1/s hizo iguales. cteando con los dedos de ambas manos la Ly-
El segundo modo que huvo de tocar la ra , de la propria suerte que hoi vemos se ta-
Lyra , fue con sola la mano siniestra , pun- ñe la harpa. De esta forma se conosce en un
cteando, como dixe, las Cuerdas , sin que aiu- sepulchro Romano speciosissimo , tañendo la
dasse la derecha con el Plectro, cuia dificul- Lyra un Centauro , que sin duda representa a
tad encarece también ( i ) Asconio , admiran- Chiron , grande Maestro de la Música , i que
dolo mucho en un Músico llamado Aspcndio, lo fue de Achiles , como de nuestra (2) Tra-
que la tañía de aquella suerte ; como también gedia consta, ( j ) Boissardo le trae en sus An-
de él mismo lo aífirma (2) Cicerón, i que tigüedades, cuia imagen , con otras alli ¿gu-
le dio muerte C. Verres. El primero que tocó iadas , dará mucha luz a estas nuestras obser-
3a Lyra de este modo , dice ( j ) lulio Polux, vaciones. De este modo pues de tocar la Lyra
que fue Epígono un Músico de Ambracia. creo SjE ha de entender (4} Papinio, quando
También hoi hacen lo proprio en nuestros dice en su Tbebaida, Que cantaba Apolo a
laúdes , i tiorbas, pero personas raras , i ad- son qUe sus manos hadan , tocando la Cith
mirables mucho en su arte. C<m sola, digo, La voz Latina lo significa mas.
la mano siniestra , sin llegar la derecha , en el
£1 quarto modo tampoco ha sido casi has-
brazo de el Instrumento sobre los trastes . for-
man harmonía mui suave. De este modo de U
Música se ha de entender (4) Stacio Papinio
L m ' ( i ) Lib. 14. Epigr. i6f.
Férvida ne frito tibi pellice pumla ¡urgat,
Exoment dociltm garrida Plectra Lyram,
( i ) Ibídem. . (i) In Choro Act. 3.
(x) Orat. }. in Verrem. ( 0 Toro. 3.
( j ) Lib 9. cap. 9» (4) Lib. 6.
( 4 ) Lib. I - JfUerea cantu Mutarum nohile mulcens
——— Ducítque manum, dí^otqM s<marH> Concilium , Cithar<t(\ue manuí injtrtut Apollo,
Infr'mgit CUbard. id ett , Jocerprcte Luctacio , Manui hahem insertas.
POETICA DE ARISTOT. i6j 164 ILUSTRACION DE LA
ta ahora manifiesto. Era como ei primero , si- lia al Theatro, señala la Lyra , i los Cothu
no que en lugar de el Plectro , que pulsaba nos, con que. sigjiifica ser en acciones Trágica
las Cuerdas, usaban de Auo, que las raía. De También en una medalla de Pomponio Se-
esta misma ( i ) voz se valió Sophocles en una gundo , ( i ) ilustre Escriptor de Tragedias en
Tragedia , que refiere Atheneo ; de donde io el imperio de Caligula, i Claudio (como
colegi este modo de tocar las Cuerdas; i Da- consta de Dion, i Tácito ) se vé en el re-
lecampio nota , ser a la traza como en nues- verso sculpida una Musa, que en la mano
tra edad se tapen los Violones , i Violines, siniestra tiene una Lyra , i en la derecha el
ctín cuio exemplo queda bien entendido. Con- Plectro , como proprio Instrumento de sus
véncelo el (2) Festo de Paulo , i Verrio Plac- Choros.
eo , pues expressamente llaman 2 estos Músicos
HAEDOBES ,porquejparc.ce que RAEN las Cuer- INSTRVMENTOS D I F I A U T A Í .
das quando las hieren. I todo en fin se aiuda
mucho con un lugar de Horacio en la Poeti- , íy Resta iá soló pues, el tratar de la Musi'
ca , quando quiere que haya perdón para al- ' ta Orgánica de la Tragedia, que constaba de
gunos descuidos de los Poetas, (5) Pues no í Instrumentos de Flautas. Commun fue s
simpre , dice , obedecen las Cuerdas al inten- I uso en los Sacrificios, en las Exequ ias funera-
to de el Músico, m hiere el ARCO las que quería. I les , en los Convites, en las Bodas , i con gran-
Assi entienden Varones mui doctos este lugar. de frequencia en el Theatro para las Gome-
Para disculpar lo que aqui me he alarga- diá's , i Tragedias. Efficaz genero de Música,
do, advierto , haber sido proprio Instrumento como dice (2) Piutarcho; pero sin duda me-
de la Tragedia la Lyra , o Cithara. El prime- nos noble que los otros , i por esso abhorre-
ro que la introduxo en sus Choros fue So- cido , i dexado de su mismo Artífice primero,
phocles ; i assi pusieron los Griegos una statua pues dice (5) Eustathio , Que fue su Inven-
suia en un pórtico de Athenas , llamado Pe- tora Minerva , i que advirtiendo la fealdad
cile , con una Lyra en las manos. I Xiphili- 5«í caussdba en el rostro el spiritu, con que s
no refiriendo de Ñeron el adorno con que sa- animaba la Flauta, la arrojó , abominand
L 2 lia
su
co AdArbic.
DE
POETICA DE 4RIST0T. 169 170 ILUSTRACION DE LA
tre sí las Estrellas fixas con los Planetas er-
DE LOS D A N Z A R I N E S rantes , llegando a tal encarecimiento su ala
banza , que afiirme el mismo Luciano , ser la
Trágicos^
cosa mejor absolutamente que tienen los mor
tales. Inicio de donde claro se pfercibe, quan-
to su animo fue delicioso; si bien tuvo en
SECCION VIH su defensa una rara approbacion , referida
S
también por Libanio ; i es ^ haber sido el
IGVKSE el tratar de los Danzarines, l Danzar 1 el Bailar para Sócrates igualmente
Bailarines, que tienen el segundo lugar decoroso exercicio , con el Disputar de las
en la División que hicimos de los Pcfrsona- Virtudes, aquel Sócrates digo , a quien los
g^s Trágicos ; i su profession se exercitaba tam- Oráculos señalaron por el mas sabio de los
bién en los Choros. El movimiento de los pies hombres. De donde bien se colige el precio
medido i concertado , que regularmente sigue el que tuvieron los Bailes en la Antigüedad v i
compás de algún genero de Música ( esta pue- que seria grande la excelencia , a que llega-
de ser su universal Definición) lan remoto ron entre los Griegos, i los Romanos, ( i )
tiene el principio en las primeras edades , que pues muchos Escriptores suios rcduxeron a
viene iá en la nuestra a perderse de vista. arte aquel exercicio, ilustrándole en libros en-
Bien pues con la misma religiosa adoración teros > que escribieron de solo esse assumpto.
de la Suprema Deidad parece haber nacido, I no menos de muchas otras Gentes se lee
porque siempre fue significación en los hom- también su estimación , i su mucha frequen-
bres de su animo devoto , celebrando assi, i eia. Pero principalmente prevaleció su cul-
solemnizando festivamente su grandeza. X), tura en aquellas dos Naciones Principes, como
como enseña ( 1 ) Luciano , i (a) Libanio, tu- las que entre.todas fueron las mas cultas. Dcs-
vo principio con la machina propria de el Vni- ' pues, creo , ninguna otra Provincia ha usur-
verso. Dando origen a sus movimientos, los pado tanto su elegancia , como la Nuestra,
bien acordados i medidos de las Spheras celes- en donde con perfección summa hoi perma-
tiales , i las mudanzas que en ellas hacen en- nece , i con singular semejanza de los Anti-
^ tre guos. Breve memoria haré ahora de lo que
mas esquisito se me ofreciere; remittiendo
para
(i) De Saltatíone.
Luc¡anii&
(r) Apología pro Saltatonbus*
i 172 JLUSTRACIOlsrDE LA
POETICA DE ARTSTÜT 171 nes, ( i ) Ammonio , i ( 2 ) luHo Polux ent
para otro lugar el dilatar este discurso ; pues i otras también Trágicas ; pero después esto
solo casi se ha de permittir aquí, lo ^ue no ^ : confundió , i admitcio la Tragedia Danzas ,
siendo vulgar , perteneciere con propriedad a ' Bailes; quiero decir , numerosos movimien
tos de pies i de manos : i assi usaremos tam
la Tragedia. bién aqui confusamente de sus nombres.
Dos formas vienen a ser distinctas entro Mudanzas llamamos nosotros a las va
nosotros, las contenidas en esta acción, dis- riedades i differencias de que constan los Ba
tinguidas con los dosi nombres de Bailes , i les , i Danzas; i observo io , Que parece tuv
Dantas. Las Danz^as son de movimientos sin duda origen , de lo que escribe Lucian
mas mesurados i graves , i en donde no s© de Proteo, que se Mudaba en muchas forma
tsa de los brazos , sino de los pies solos; los differentes. A cuia opinión fabulosa , dice
Bailes admitten gestos mas libres d& los bra- que dio occasion el haber sido insigne Maes
zos , i de los pies juntamente. Esta propria tro dé Bailar , i Danzar; i tener grande exce-
diíFerencia observo en los Antiguos; i ( i ) lencia en la imitación varía de las cosas, que
Atheneo enseña, que primero usaron de las representaba danzando , i las Mud¿inzas , que
Danzas solas, no valiéndose de los brazos, o ^ de una forma h^icia a otra , iá imitando al
las manos en ellas, que de los Bailes, en don- : árbol, iá a las aguas, iá a las fieras, después
de movían las manos i los píes a un mismo I se las fingieron Transformaciones. ( 5 ) L i
tiempo. También infiero de el mismo Auctor, banio parece que también alude a Jo mis
que las Danzas serian mas proprias de la mo , i no hai cosa mas parecida a las Mu-
Tragedia ; pues la Danza llamada Entrnelia, danzas, que hoi.se usan en los Bailes nues-
que era propriamente Trágica, dicít, Qm tros ; pues iá en ellos se imita al que hada,
contenia en sus mudanzas una venerable gror iá al que siega , iá al que texe; i assi a otras
*vedad , cosa que los Bailes no admitten ; pe- infinitas diíFerencias.
ro sin duda era aquella Danza muí numero-
Bailaban , i Danzaban en los Choros al
sa i acordada, como lo dice el mismo nom- ;
bre. De ella hace memoria Luciano, He- \ son de los Instrumentos , como de muchos lu-
sychio , el ( 2 ) Scholiaste de Arisfopha- gares de los Escriptores referidos prece. Tam-
nes, bién
(1) De Diflfer, voc
( i ) Lib.T4. Vbi mira de Saltationibus, sed qüae (2) Vbi supra.
huc non faciunt máxime vero ad hodicroas nostras Sal- (j> Vbi supra.
tationcs conducunc.
(z; Ad Nubes.
174 miSTRACION DE LA
guos este artificio , pues expressamente le ha-
POETICA DE ARiSTOT, 175
bien al son de lo» versos que se cantaban, llo io advcirtido de Luciano, ( i ) Dice , Que •
i esto era mas proprio de los Choros; i los en los años anteriores a su edad, juntamen
versos se cantaban al son de los instrumentos Cantaban , i Danzaban los Bailarines; per
Vüxios , comoii arriba se ha dicho. En dos que después eonosciendo el inconveniente
versos lo mostró todo ( i ) Ovidio , al fin de quanto se exponen de aquella forma a de s
el postrero L'ihw De los Remedios de Amor^ narse, por lo que sg agraba el aliento con
enseñando quanto impida al que quiere curar agitación continuada , tuvieron por mejor ,
su anirao de essa dolencia , el frequcntar los otros cantassen a los que huviessen de Da
cntreteuirñicntos de el Theatro. Luciano mues^ De lo proprio nos advierte Aulo Gelio.
tra de la misma suerte , que al concento de También nos enseña después Luciano la \
Jos versos cantados se Bailaba, i Danzaba en ventaja que a todos los otros hacian los Baila-
los Choros Trágicos , i Cómicos : i que los rines Trágicos, porque la variedad de sus |
versos que $Q hiázn , para que a su música Mudanzas era mucha, i por su difficultad, i
se Bailasse , se llamaban * Hyporchematai excelencia estudiadas con maior cuidado. Eran
x^mhicn lo díiCQXji) KmttTitio, i ( 5 ) Proclo, assimismo conformes al spiritu Trágico , i a
i añade sus Inventores. K%ú también lo ve- su grandeza , arrogantes i hinchadas, com
nios en nuestros Theatro^, pues unas veces díe Qa) Plutarcho se infiere , quando attribu-
D^^2j^n ll^^jlzn s,o\o al son de los instrumen- ie a Pylades el imperio en las de aquel ge-1
tos; i otras veces al son de lo que con los ñero ; pues manifiestamente se sabe de nucs-:
instrumentos cantan las voces. I lo jque mas tro ( 5 ) Séneca Rhetorico , haber sido el pro-
es, los mismos que Danzan i Bailan, cantan prio Pylades Trágico Danzarín, de quien hai
juntamente , primor i úc^nch. en estos úl- mucha memoria , como de insigne en su arte,
timos años introducida , i summamente difli- por el tiempo de Augusto. I no es menos cier-
cultosa, útn¿o fiierza que estorbe, para la to que entre las Danzas Trágicas tenían gran-
concentuosa harmonía de la voz, el espíri- de lugar aquellas, que sin palabra alguna,;
tu alterado i defectuoso con los agitados mo' si voz de el que Danzaba , entera i exactissi-
y'ixaknto^. Pero tampoco ignomon los Anti-
guos mámente representaban a los ojos Fábulas, i;
, His- i
(i) Enervant ánimos C¡thar<e , Caníusque , LyréépiC^ i ) Vbisopraw
*
Et Vox y tsr nunur'is Bracbia mota mi/»
DinzjíS que corresponden a la vosu
(t) Lib. I . Épisu i f .
Íi) Lib. 7. Syaipos. quaest. 8.
3) Lib. ) . coacrovers.
(j) In Crcstoroathia.
ILUSTRACION DE LA
P.OBTICA DE AHISTOT. 175' dioses , algunos con simulada severidad envi
Historias, que cbntcnian muchas i diíFeren- diosos , quando otros sin recelo manifestaban
tes accipncs: que esta es una de las elegan- su emulación : í a la misma Venus , encen-
cias de maior admiración de la Antigüedad; dida en rosada vergüenza , communicar sus
pues con grande deleite de el Auditorio , sig^ temores a Marte : i muchas otras menudissi-
niücaban vivissimamente las mas mínimas cir* mas particularidades, quantas en aquella Fá
cunstancias, i profundos conceptos , aiudan- bula pudieran ser possíbles: i que no solo
dose ^olo de las difterencias de el semblante, para su ímiucion no se valia de alguna voz,
i movimientos-de los pies i de las manos^ pero que hizo , por mostrar maior eminen-
Aristóteles- lo enseña assi en el principio de su cia , que callassen los instrumentos : Mudando
Poética, i Luciano en el mismo Dialogo el Philosopho de intención, i admirando iá
cuenta de este genero de Danzas cosas adnii* en sus alabanzas aquellos primores , prorrum-
rabies, i juntamente que prevaleció mucho pió con voces excessivas en semejantes pala-
esta habilidad en la edad de Nerón, que es bras : fiambre, sin duda que io oigo quanta
la de nuestro proposito. I que el proprio Ne- cosas representas , i que de ninguia ma
rón la exercitasse con ambición ao pequeña, las veo solamente, pues me parece con to
se conosce largamente de Suetonio. Artificio verdad, que hablan tus manos. Baste es
era este mui ordinario entonces, i hoi mui sa- exemplo entre muchos , que pudieran refe-
bido délos Mtptos, Archimimos , i Pantomi- rirse para espanto de nuestra edad, por no ror
mos , como sus nombres lo muestran, que di-; ducir a incredulidad otros cxcessos, assegura-
cen Imitadores. Pero de los Bailarines, i Dan- í dos de graves Escriptores , quando parecen so-
zarines PantqmmifQs ( que según io entiendo \r las acciones possibles. ¿ Pues cómo
eran otros } no tanto , i por esso digno' aqui sin voz podría sugeto humano significar vo-
de observación, ( i ) Demetrio, Philosopho^ ces canoras , iá diversas , iá juntas; i assi-
Cynicoque antes burlaba conr grande risa de mismo la propria Música concentuosa de
aquella profession, viendo a un Danzarín de muchos i varios instrumentos , i la maior
Nerón representar en un Baile el adulterio de suavidad, i atiPectuosas palabras de los Re-
Venus i Marte , i como en él descubría el Sol presentantes ? pues de aqui passa lo que cuen-
aquellos escondidos abrazos , i Vulcano corj ta Luciano , i que como de cosa vulgar ha?
jirtificiosas redes encadenaba aprisionados a los^ blan otros muchos. Llamábanse pues estos
adúlteros: assistiendo a aquel spectaculo los Bailes i Danzas Pantomimicasitzmhicn Chi
dio- ronomias ( aunque constaban juntamente fl«
(i) Lydanps ubi supra.
I7¿8 ILUSTRACION DE LA
POETICA DE ARISTOT 177 en un ( i ) Marmol antiguo , i lo dicen ( i ) Z
los pies.) Assi se conosce <íe Hesychio , i de 2Ímo, Suidas , ( j ) Ensebio, i ( 4 ) Antípat
( i ) Aristeneto , i lo dan a entender las pala:- con otros Griegos Epígranvmatarios.
bras d¿ ( a ) Cassiodoro , no sin elegancia: Varios son los nombres , que de Danz
Ala Comedia a la Tragedia se juntaron particularmente Trágicas ,-rcfieren los Escr
las loquaeissimas manos de hs Bailarines, hs tores , i con singularidad (3) Atheneo, i l
dedos llenos de lenguas, i aquel süencio suh lio Polux. Pero entre ellas es celebre la q
tan copioso de voces , quando son Representan- fue llamada Therniaustrida , por ser mas
tes sin palabras , i de quien la Musa Polym- ücultosa , i en donde se requería maior fue
nia dicen fue inventora, para mostrar , qu^ •7A i agilidad, porque constaba ( según io
pueden los hombres sin el uso-de los labios servo) de los agitados saltos , con la repet
declarar sus pensamientos. Mas dilatadameii;- cion de los pies en el aire , que nosotros ll
te describe ló mismo ( j ) Nono P^inopolita , i mamos Cabriolas. Infierolo de un lugar
que dará grande lu2 al que 16 leiere , coa 'Crítias Escriptor Griego de Política , referid
otros muchos , en quien se halla lá propria^ f también de ( 6 ) Eustathio en la interpretació
sentencia ; como el haber sido Polymnia , a t a la Vlyssea de Homero. Thermatistrís , dice
quien se debe la invención. Assi lo dice; un I tra un genero de Danza , en donde se e
( 4 ) Poeta Anonymd , en unos versos de ia3 I han con vehemencia hs pies. Assi lo en
invenciones de las Musas , i en el proprio lu- [ (Oritias con estaspalabras : Quando sa
gar Luciano , aunque con menos claridad. [ Danziarincs en dto, antes qué vuelvan
Qüan propvias pues fueron.las Danzas Pan- , suelo , cortan con los pies muchas recip
tomimicas de la Tragedia , se convence, de ' repeticiones t a que llaman danzar la T
que el mismo Pylades Danzarín Trágico , de ntausirida. Antiguo origen tiene pues e
quien arriba $© hizo memoriase halla seña- elegante artificio/.como el que tan^bien hoi
lado con el iiombre de P^tonünio: Asá se Í9f¡
M cu ve-
p. A E L i y S AVOVSTI IXSS&XVS. Í Y L A -
DXS. PANTOMIMVS. & C . '
(z) Lib. 4. Vari. Episr. f t. ííá{TraiB50ediaE & Con
(z) Lib. I . .
l'wguosi digiti y silennuT» clamosUm, txfostño 'tacita , ^wa/w (%) In Chronico.
(4) In Antholo^iíL'
Muia Ptlymnia reper'tsse narraitír , oitendeni.^ bormHt
h) Locís laudatis.
fosse , sfrif or'n affitm íüwn xf^íle dedarare,
(l) Lib. 19. Dionysiac. ' ' . ( 6 ) Lib. S".
(4) S¡¿n»t cuna* mam , loquimt Ptíyhymnia gtsiu»
POETICA T>E ARISTOT, 579 186 ILUSTRACIONDE LA
ydmos usado -entre nosotros, i ordinario ea Griegos frequcntada , i successitamenta de los
Italia , que son los Bailes i Danzas de Viejos Romanos ; pues hallo memoria de Bailes de
jnui decrépitos , a quien sin duda en la An- Pastores , de Vendimias^, de Segadores, de
tigüedad dieron principio los Choros, que Pescadores, i de otros muchos usos, i exer-
constaban de semejantes personagcs ancianos. cicios , que fuera inmenso aqui el referirlos,
Assi los introduxo el Séneca , que fue Auctor i molesta su comprobación.
de la Tragedia Latina , intitulada Thyestes , i Sola añadiré aqui otra specie de Danza,
Sophocles casi en todos.los Choros de las su- o porque de ella habrá ahora la primera no-
ias. I quando los admittian las Comedias, no ticia , o por lo menos la primera Ilustración.
eran de ellos la menor parte los proprios vie- Dinos la llamaron los Griegos ; creo ser la
jos, ( i ) Aristophanes los tiene en dos Come- misma, que con diphthongp escrebian tam-
dias de las t{ue hoi -conoscemos. Claramente bién Demos , i de quien hace memoria ( i )
pincta (1) iulio Polux la mucha vegez que luán Meursio : porque, como enseñan los An-
representaban , encorvados , i sustentándose tiguos ( 2 ) Grammaticos , muchas voces se
sobre báculos; causando aquella misma incon- pronunciaban de ambas maneras. Quando
veniencia donaire en exercicio , donde pro- pues la demos por señalada en Meursio, ¿ qué
priamente se requiere ligereza i desenvoltura. habrá de esta , como de otras muchas, más
I si buscamos la fuente mas antigua , daré ÍQ que el noi^bre ? Nada sin duda , siendo esso
la occasion , que pudo introducir en los Cho- mui fácil , a los que tratan los Auctores con
ros una edad , que a nuestro parecer seria po- attencion bien moderada, ( j ) Atheneo le
co opportuna, pues es sin duda la que cuenta dixo, Que era un genero de Danza él
Libanio en su Apóloga por los Danzarines, 3o reliffo assi desnudamente. Pero io conosci,
Dice, Que en Lacedemonia era el Danzar Qual fuesse su forma , de la memoria que ha-
exercicio ordinario i commun A los caducos % ce de ella ( 4 ) Erociano, antiguo Interprete
decrépitos , igualmente como a la juventud i no de las palabras obscuras de Plippocrates , i
pues haria novedad el verlos en el Theatro. bien raro Escriptor entre los que en mi L i -
Assi casi rae persuado , no haber hoi en esta brería se conservan. Dice, Ser una specie dt
parte artificiosa de la Música , invención , o en-
diíFerencia , que no huviesse údtí antes de los ( i ) Tn Orcbfítra.
(t) Passim in Grecls Lexicographis, eciam Phryir
nicho , Hesychio , & alijs.
, ( i ) InVespis, &inLu5Í5trat3. ) Lib. I I , Diptios.
(z) Vbi sufHra. ( 4 ) Yoce iJ^rv^.
POETICA DE ARISTOT. i8t pXfStRACJDyrDE LA
enfermtdad j en que parece se andan al rtf- t\o de la Danza referida; pues de hi
dedor todas las cosas que se rén. I luego añan agitación se excitan i levantan los- vapores ca
de, Que también es spuie de Danza. Era lientes, i los affectos qualquiera los ha exper
pues , en que se daban muchas vueltas eá mentado, que para estefino el otro huvier
torno , coiño hoi vemos en no pocas Mudan- dado al rededor algunas vueltas ; cuia parid
zas ; porque de alli es cierto se contrae talt en summa dexa bien infalible mi sentencia
turbación en el celebro, que juzgan lo mis- I assimismo entendido ( i ) Apolophanes Có
mo , los que assi Danzaron, que los que pa- mico i quando dixo , Ser esta Danza terrib
decen aquella aíFeccion vertiginosa. Fuera de ifiera , pues ninguna otra puede ser tan mo-
que , como refiere Hesychio, de la ( i ) voz lesta al Danzarín mas ágil.
Griega ( que es la primitiva ) con que se sig- Es también mui cierto , haber usado los
nifica qualquiera remolino , o de. el aire , o Danzarines de la Tragedia de aquel genero de
de el agua , se derivan verbos significativos instrumentos Músicos , incluido entre los que
de la acción propria de andar al rededor. I assi se llamaron Rhythmicos antiguamente. So
también quando se usuipa por Vdssolz pa- pues'de los que ahora hah\o los Cymbalo
labra mcsma Dinas en (2) Atheneo , ( j ) I u - Témpanos, Crótalos , Scabelos , Sistros , T
lio Polux , i otros, se debe entender Vdss(t tas t Crembalos, i otros algunos > que en e
torneado , o que lo parezca , qualquiera fues-n nombre genérico de Crepitaculos se incluían
se su materia. Observa ( 4 ) Aecio de la doctri-^ Porque aunque a lá vista exterior parezca ser
na de Archigenes , i Posidonio , Que pro* Una.Musíca la suia ruda , i poco concentuosa^
cede aquel mal de acometter a la cabeza va- es cosa bien sabida haber tenido en la Anti-»
pores calidos i agudos, que turban en ella guedad eminencia grande , i primores tan es-
los spiritus animales; i que los symptomas, quisitos, que se hizo lugar entre los instru'-
o aíFectos que le siguen , con el advertido do mcntos de maior suavidad i dulzura. El pro>
Erociano, spn, Confundirse en los ojos la bar esto es escusado, por ser notorio a los mui
vista, i En las orejas oírse un sordo i grave medianamente versados en las buenas letras.
ruido ; que todo, es cosa clara , se «xecuta eq Pero diré de aquella Música una observación
aguda de San Agustín, i que explica mucho
su
(z) Vbi supra. (1) InDauUdei
(3) Lib. i, cap. itf.
(4) Tetrabibli z. Sermón, i . cap. 7; . At7v^ rtf ÍMOS , &C. .
Í84 miSTRACtúN T>E LA
brevemente a la luz publica. El Tympano c
TbÉÚCADÉ ARÍSTOT r»j ~
responde a nuestros Adufes , o Panderos ;
8?i qoalidad. Dice el gran ( i ) Padre, Qu^
Systro ^.hi'^naxas \s Testas ^ o Ostras
aquella es verdaderamente una consonanfiet
son las vulgares Tejuelas , o Tejoletas ;
mui numerosa , i cierta , i por esñt razpnpo^
Crótalos eran semejantes a las que llamamos
derosa a regalar con grande deleite Ibs oidos¿
Tablillas; los Crembalos a las Castañetas.
De donde se percibe el grado excelente a qué
estas es hoi el usocommunmente mas frequcn-
habia llegado. Pero que es ( añade luego ) coti
tado en nuestra España ,4 "que acompañadas
un tenor i modo perpetuo; demanera que sis»
de instrumentos de cuerdas, excitan con ex-
apartan los otros instrumentos de Flautas¿
cesso , i realzan la variedad, que vemos ordi-
o Ljras , de ninguna suerte se podrá conos*
nariamente en los Bailes, por ser mucha la
eer quando tiene Jin el son que se toca ^ ni d»
elegancia i artificio con que se han llegado a
donde vuelve otra vez a tener principio, fis ex«»
tañer, ( i ) lacobo Dakcampio Interprete de
célente i infalible advertencia , i que de ella
Atheneo, i hombre bien docto, es también
también se infiere lo que dimos ahora por as'^
í de opinión, que los Crembalos eran nuestra
sentado; la acorcJada compañía, digo , que
l Castañetas. Su materia fue varia, pues de
gozaban aquellos con los otros instrumentos
un Cántico de Diana , citado por Atheneo, se
Rhythniicos, i Orgánicos. La experiencia,
infiere haber sido hechas de metal, i de un
de la observación de el Sancto es hoi fácil a
lugar de (2) Hermippo, Poeta Griego , Có-
qualquiera que advirtiere alguno de los ins-
mico. , que también se hicieron de Conchas d
trumentos que tenemos de aquel genero , co-
ostras marinas , i assi mudando materias vi
mo Sonaxas .panderos, texuelas, morteruelos,
nieron , como hoi , a ser de huessos, i made
Castañetas , &c. Con algunos pues de aque-
ras diferentes. También en algún tiempo ima-
llos (que referimos arriba ) los Danzarines
giné io, que eran Castañetas las Crusmatas
Trágicos, o iá tañéndolos ellos mismos, o iá
de ( j ) Marcial j i hoi aún no me resuelvo a
a su son , tañéndolos otros ^ que de ambas ma-
limdar de parecer , pues hallo que fueron
neras hai exemplos ^ Bailaban en los Choros.
Muchos de ellos tienen correspondencia con
lois nuestros, como io digo en mis Notas al - (r) In Notis ad Athcnari lib. 14.
Satírico de Arbitro , i mas largamente en las
( 2 ) Costumbres Novantiquas , que espero <ía£ (j) Lib. 6, Epigr. 71. •
M4 bre- i Edere lascivot ad BMÍca Cruimata getttü f
Et GaditanU ludere docta mtdis.
(i) íJk.^.peMutica,
(t) In Moribus ISitvantiquttm
V POMTICA VE ARISTOT, 185 186 ILUSTRACION DE LA •
para Bailar instrumentos de la Andalucía , i Como también otros impidieron a la Nobleza
de que usaban eñ sus Bailes las mugeres de que saliessc a Representar en los Theatros pú
Cádiz , tan celebradas de los Antiguos en blicos , admittíendola antes a los juegos Sce
essa profession. Demanera que continuada- nicos , no solos los Emperadores temerarioS
menta parece han ido conservando estos ins- sino los mismos prudentes , i valerosos.
trumentos por todas las edades ; como Ja ex- REUQVIAS hai de la Antigüedad , de
celencia en el Danzar , i en el Bailar todas las donde se puede colegir la perfección que al-
Españolas, confessada i repetida muchas ve- canzaron , i entre ellas no es pequeño argu-
ces por ios Escriptores Latinos , con que po- mento. El persuadir ( i ) Quintiliano, que
nemosfina esta segunda parte de las Personas el nuevo Orádbí'se entregue algún tiempo
Dramáticas. a la disciplina de buenos Representantes , que
le instruían en los gestos, i acciones , 1 en la
DE LOS REPRESENTANTES. que fuere elegante pronunciación. I aún el
grande Tulío se valió en esta parte de Rós-
elo , i Esopo , según lo testifica en su Vida
SECCION IX. Plutarcho. Para cuio fin era forzoso , que tam-
Os personages Trágicos, que restan, se- bién ios Representantes fuessen en la Chiro-
L gún la distribución que arriba hicimos,
ionios Representantes. Distinctos eran délos
Músicos, i de ios Danzarines , i en algún
líowíVí ( Arte estudiada de los Antiguos ) insig-
nes Maestros. De ella tratamos algo en nues-
tro Petroníb , con la occasion de pinctarnos
tiempo menos estimados; pero después la vivamente aquel Auctor una dama de gran-
eminencia , a que llegaron en su profession, de belleza , ( i ) que al donaire de sus pala-
los puso en superior grado , i en celebridad, bras aiudában acordadamente meneos graciosos
i honores singulares. Varios fueron los tiem- de sus manos, Assi también , en correspon-
pos de su prospera fortuna assi en los Grie- dencia , los ilustres Representantes frequenta-
gos , como en los Romanos ; * obligando ron no menos a los Oradores , quando defen-
después aquella misma demasía a algunas dían las caussas de sus Clientes, para llevar
Constituciones, i Senatus consultos , que ím- de el Foro acciones i elegancias , que perficio-
pidiessen excessos i abusos de su estimación. nassen mucho después su Representiicíon en el
Co- Thea-
«• Séneca Fhilo^ Tadtus j Suetonius, AEmilius (i) Lh. I . cap, tr. ' \
Probus , Varijs in locis.
TOFTTCA DE ARISTOT 187 188 ILUSTRACION DE LA
Theatro. ( i ) Valerio Máximo cuenta, ha- de aquel affecto, que se pretende commurív-
berlo hecho assi los mismos Roscio , i Esopo,> car a otro , dice , ( i ) Quf él proprio vio m
Representantes famosos; particularmente quan- flías veces Representantes , que acaban
do Oraba Hortensio, de quieto escribe (2) Au- hacer la figura de alguno , cuios success
lo <7elio, Haber sido de su cfdad el maior hian sido lastimosos , sallan aun despu
Orador fuera de Tu lio ; pero afectadamente rando de el Theatro. Con tanto ardor se mo-
cuidadoso de los meneos i acciones. Mas quien vían entonces en aquello que querían represeI^
advirtiere la prolixa , i scrupuJosa observa- tar , que llegaba iá mas a ser en ellos senti-
ción de preceptos, que de esta parte hace (5)^ miento interior, que engañosa appariencia. I
Curio Fortunaciano cp su Arte Rhetprica po- de aqui venimos a averiguar ser fácil lo qUe
drá conoscer , que escuela tan admirable , pa- arriba Luciano dixo , según la misma doctri-
ra la Representación de la Scena , tuvo la An- na de Quintiliano , pues lagrymas verdaderas
tigüedad en las Exercitaciones Oratorias; es sin duda suelen producir ternuras semejantes.
»ifl duda cosa bien digna de leerse. Mucho para esto también importaban los af-
TAMBIÉN por los effectos se puede cole-
fectos impressos en las composiciones de los
girla eminencia de su acción affectuosa , pues Poetas, como assimismo dexamos arriba ob-
jrefiere ( 4 ) Luciano, i se ha de entender ne- servado , i de Puppio Escriptor de Tragedias
cessariamente dé" los Personages Trágicos, que ' nos advierte (2) Horacio, llamando a las que
era mui ordinario el ver en grande copia der-. escribió Lagrimosas , porque - ( como añade
ramando lagrymas al Auditorio , quando suc- el Scholiaste antiguo ) compelían a llorar a lo
cedia Representarse algún caso desastrado. I que las veian Representadas , de donde tuv
motivo él proprio de hacerse este ( j ) Epi- <
de ( 5 ) Quintiliano observo io otra cosa , que
gramma:
aún convence mas, a mi parecer., la fuerza i
la verdad artificiosa de su fingimiento. Si JBien , en mifin, sera el llanta
guiendo el assumpto excelente en la Institu- De mis antigos frequente ,
ción de su Orador, que traté arriba , cerca Pues viviendo io , la gente
de quanp importe el vestirse verdaderamente Por mi occasion lloró tanto.
de Pe»
U) Lib. 8. cap. JO.
(i) Lib. i.capi. ijr. (i) Vide Ciceroncm lib. ». de Oratort»
(z) Lib. I . Episc. I .
Lib. 3. De Pronuntutt'me,
?
0
4) Dt Saltatione. ' (}) FUhunt amict fS" bení noti mortem meam.
f). Lib. ¿.cap. ». Natn fopuluí iam me vivo iacrymavif satiti
POETICA DE ARISTOT 189 190 miSTRACmiDELA
Bcro sin duda se perdiera toda la excelencia d« introducirse en las acciones de el Theatro ;o{
ei Poeta , si después no le aiudára la Repre- servando otras- cosas' en aquel Capitulo dig
sentación. I assi por ventura se lograron ta nr» nas de ser leidas a este ^oposito. Fueron aqu
las Tragedias de Puppio, corao significó la la llos dos Representantes Roscio, i Esopo d
ma , porque fue él mismo el ^ principal Re- gran nombre, i según cuenta Furio Albino
presentante de ellas; pue^ era assi cosrumbis tuvo Cictton con eilos mui familiar commu
( según lo que se notó arriba) en las edades nicacion , defendiéndolos , i cuidando de sus
primeras de la Tragedia. !fóen se verificó c\ut conveniencias con summa attencion i solici-
en muchos desde Livio Andronico, Escripioi i tud , como assimismo consta de sus Epístolas
Representante Trágico , de que dan test muí. i Oraciones. También cuenta ( 1 } Macrob
n i o ( i ) Tito Livio, (a) Valerio Máximo, i repite ( 2 ) luán Saresberiense, Que solía el
i ( j ) Donato ; cosa que en Athenas succetlii proprio Tullo tener competencia con Roscio,
mui ordinariamente , como hoi lo vcmo» d i lobre si una sentencia podría el uno Repre-
la propria suerte en nuestros Theatros: dornU •entarla con mas diíFerencias de acciones , que
no pocas veces son Auctores de las Conicdi^i «1 otro, con su grande copia de eloquencía,
mismas , los que las Representan. variarla por mas diíFerentes modos de decir.
L A CVIDADOSA observación de prc<rjn 1 )c donde le procedió tanta presunción a Rós-
tos V con jque procedían en la Reprcscntat KMI, elo , aue escribió un Libro , comparando k
es también 'indicio de lo.qué se abciKjjjMin Arte de el Bien hablar , con la de la Repre^
en ella. Pues ( 4 ) Quintiliano "no solo dilln* •tntacion. Indicios todos de la estima i per*
rene i a los modos de pronunciación cnirr liic Irci ion , que alcanzó en aquella edad.
Representantes Trágicos , i . Cómicos; <li< I.K SIN DVD A también entre los Griegos no
do, Que la de aquellos habia de sn y,4 ., fallaron otros tan excelentes Artífices de laSce-
i con pausa , i la de esto^ mas apresstirj<U i t
, pues en toda ingeniosa profession fueron
que assi lo executaronRoscio Conti*o , i
lit»¡fi;ncs , i Idea que desearon imitar los Ro-
Esopo Trágico : Sino que distingue lo- \•>^•
prios compasses i figuras de el andar, 1 .1. ^1 111 Jilos. De un Trágico Representante, 11a-
moverse entre los personages, que JIUMU^ III uln Archslao, cuenta un estraño successo
( 1 ) Luciano , que me parece satisfará no- mo-
nos
(i) Lib. ?•
x) Lib. x.cap. 4. ' . O) lib. *. Saturo, cap. 10.
DcComoed.a&TragawJ. (•) I'<»licrarici l i U 8. Q n
{
(4; Lib. 11. cap. j .
192 ILUSTRACION DE LA
llamaba , como luego veremos) se decía, ha^
POETICA m ARISTOT. J91 cer las Primeras partes j el segundo , ias 5^
jios su eminencia. £1 solo, dice , que fue la fundas i i assi el tercero , las Terceras , i los
occ^ion de un Epidcmico delirio a los Abde- que se seguían. De la misma suerte que hoi
ritas i siendo iá su Principe Lysimacho. Pro- decimos de el mas abentajado Representante,
cedían en él todos por estos j;rados muí regu- uuc hace los Primeros Papeles , de el imm
larmente. A l principio adolecían de una en- í iato a é l , los Segundos; i assi los Tercer
cendida fiebre, i continuábase hasta el sépti- i Quartos. Esto consta de ( i ) Terencio , de
mo día , que en é l , como termino decreto- (( i ) Horacio, i de sus Schbliástes antiguos,
rio , tenia fin; en unps con un fluxo de san- de ( 5 ) Valerio Máximo , de ( 4 ) Séneca, de
d
gre mui copiosb, i en otros con un sudor Suetonio, i de otros muchos. Pero (6) Ci-
igualmente cxcessivp. Pero occupaba aqqql cerón añade una cosa particular , i es, Que
tiempo en general a los dolientes un frenesí lus que hacían las Segundas i Terceras Par-
ridiculo» pues como Representantes Trágicos tes , pudiendo algunas veces Representar ben-
referían versos de la Andrómeda de Eurípides, ujosamente al de las Primeras , supprímian i
con voces desmedidas; specíalmente los que deformaban su Representación , para que se
eran de la persona de su amante Perseo. Oc- jl)cntajasse i lucicsse la acción de el primero.
casionósc locura tan dilatada de Archelap, Pero hase de entender esto , mas para el luci-
jque Representó aquella Tragedia, i aquella miento dé la primera persona de la Fábula,
persona en irnos Caniculares, adonde concur- ( uc para la ventaja de el Representante; puos
;riendo copia ímmensa de Auditorio, i au- de otra suerte antes procuraran deslucirle, por
mentándose por essa caussa el calpr , se en- hi competencias que entre sí tenían los Re-
icendío la fiebre, i al delirio dio origen , la I» cscntantes todos , occasioaadas de los pre-
fuerza de los vivos aíFectos de aquella Repre- mios
sentación 3 ppxqui? appr^hendidos con summ^
vehemencia de los oientes, i intensamente im- fi) lo Phormióne. , , ; ,
[1) Lib. I . Eplst. .' '
pressos en la imaginación , pudieron mover Lib. P. jCap. 14*
aquella aíFcccion desacordada.' Valerosf caussa Lib. j . de Irá. . ; I
I i i Caligulácap. ¡TT- . .
pues habemos de consideráis la qv>^ j^oduxc^so Action. I . in Verrem í Pi »i ActoribUt Gr^ct
tan admirables eíFectos. fifrt vidtmui, tdpi illum , ^«1 est ' Stcnndtrum aurTtf
.Graduábanse los JR^epresentantcs commynr iLtryrn Partium, quum poisjt aliquanto dariüs dkef
iluúm ipie Trirnarum , multum mmnüfteit > Itt illt Pr'i^
mente entre los Griegos i Romanps , con este tipt qÚÁm maximt*xcellat.
termino i modo de hablar , que el mejor 1
"primero de la Compañía ( que assi también ^0
lia-'