Budapest Zsuzsanna - La Gran Madre Luna
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El calendario europeo está basado en un calendario lunar mucho más antiguo, que
constituye la base del norteamericano. Todos sabemos que, en un principio, las Calendas,
las Nonas y los Idus equivalían a las fases de la luna: luna nueva, creciente y llena. La fase
de la luna menguante se eliminó muy pronto. ¿Acaso fue el miedo a esta oscura gran
madre lo que hizo que se prescindiera de ella?
La misma negación cultural que limitó la herencia de nuestras diosas más importantes,
también afectó a nuestra herencia lunar. Los vencedores rehicieron los calendarios y
eliminaron a la luna, esforzándose por sustituir las fiestas lunares por las solares. Pero en
éstas, el pueblo no podía dar rienda suelta a las emociones provocadas por la luna llena. De
hecho, la festividad de la Asunción de la Virgen María también era la festividad de la diosa
lunar Diana/Hécate, que se celebraba durante la luna llena de agosto. Sin embargo, el
calendario cristiano la trasladó al 15 de agosto, independientemente de que ese día
hubiese o no luna llena.
Algunas de las festividades que pudiste estudiar bajo un nuevo punto de vista en Cada día
es una fiesta vuelven a aparecer en este libro consideradas como celebraciones lunares.
Reclamar el calendario de la diosa es el instrumento político y espiritual más importante de
nuestros tiempos. Divertirse, celebrar las cosas, sentirse bien, cuidarse interior y
exteriormente, preocuparse por los demás, hacer que nuestras vidas tengan sentido y
llenarlas de placer es la mejor forma de vengarnos del lamentable acoso de los
patriarcados. Celebrar algo significa honrarlo y respetarlo. El arma principal para que la
mujer pueda conseguir un liderazgo dentro de este mundo es creando una cultura y
construyendo una tradición. Los calendarios son el reflejo de las culturas. Las tradiciones,
las festividades y los acontecimientos culturales son los instrumentos de poder que
utilizaron las mujeres en la antigüedad y, sin lugar a dudas, son los instrumentos con los
que volverán a dominar al mundo. Las mujeres lideraremos la próxima era de la
información porque todo lo que necesitamos es nuestra inteligencia natural, nuestro buen
corazón y una rica cultura en la que apoyarnos.
Actualmente, podemos afirmar que Estados Unidos exporta principalmente cultura.
Madonna. Cine. Música. La espiritualidad de la mujer, etc. Crea cultura con ahínco y
diligencia, disfrutando de la luna, de la vida y también de ti misma. Conviértete en un
mágico elixir capaz de dar significado a la vida cotidiana. Primates lunares, ha llegado el
momento de reclamar clarividencia y sanación para este nuevo siglo.
INTRODUCCIÓN
Charla lunar
Crees conocerla. La has estado contemplando durante toda la vida. Posees recuerdos muy
intensos de ella. Siempre ha estado aquí, presenciando sus vidas. Estuvo aquí en el
momento de tu nacimiento, fue testigo de tu primer beso y también presenció tu primer
desengaño amoroso. Pero, ¿quién es ella realmente? ¿Qué significa la luna para nosotros?
Es algo que brilla, algo mágico, algo que nos ilumina a todos por igual. Es la hermosa Diana,
Selene, la gran madre con forma de huevo; Astarté, la madre luna, la estrella del mar,
nuestra señora, nuestra madre. Es Hécate, reina de las brujas; Artemisa; Amazona; Callisto;
Musa; Yemaya; la gran concha blanca. Estos son algunos de los nombres que recibe nuestra
querida reina de la noche, es decir, nuestra luna.
La luna se considera el primer reloj, ya que el cálculo de sus fases creciente y menguante
permitió medir el tiempo por primera vez. La luna representa la periodicidad, es el símbolo
de un cambio constante, es la luz de la noche, la que hace posible el nacimiento antes de
que se produzca. Es la madre de la luz y de la oscuridad, porque incluso cuando
observamos su cara blanca y familiar, una de sus partes siempre permanece en la sombra.
La luna inventó el misterio.
Los astrólogos le atribuyen el poder de la concepción, los nueve meses de gestación, el
alumbramiento, la nutrición, el amor al hogar, los romances y amoríos, la seguridad, la
sensibilidad, la creatividad y el constante fluir de los sentimientos.
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¿Qué puede haber, dice la plegaria, que no esté conectado con la luna, esta omnipotente
fuerza de suaves manifestaciones? ¿Qué paredes de laboratorio serán capaces de
retenerla? ¿Quién puede estudiar a nuestra gran madre? ¿Quién puede medirla, a ella, que
fue nuestra primera medida? ¿Quién puede analizar sus efectos sobre los seres humanos,
cuando cualquiera que intenta estudiarla se encuentra ya bajo su influencia?
Es la amante y fiel esposa de la Tierra, a la que nunca abandona, rodeándola siempre como
en un eterno cortejo. Es la creadora, junto con la tierra, de la vida orgánica del planeta. Ella
es la otra. Desde la Tierra la contemplamos con admiración y, al mismo tiempo, la
consideramos nuestro espejo. Y cuando fotografiamos a nuestra madre Tierra, desde la
distante superficie de nuestra gran madre Luna, podemos obtener nuestro primer
conocimiento visual sobre lo precioso, finito y frágil que es nuestro planeta.
¿Quién puede suplicar a la luna que revele sus secretos? ¿Por qué nos eligió para brillar
sobre nosotros? ¿Por qué nos quiere tanto? ¿Por qué se preocupa por proporcionarnos luz y
vida? Y ¿cómo, al mismo tiempo, puede parecer tan fría e inmaculada? Una noche, mientras
rezaba a la luna en un círculo de mujeres (estaba en Acuario), la volví a desafiar mirándola
a la cara: «manifiéstate ante nosotras!». Pero se limitó a cantar igual que siempre, como
una mujer calva de rostro afable:
La sangre de los ancianos
Fluye por nuestras venas.
y las formas cambian,
pero el círculo de la vida permanece.
(Canto tradicional Wiccan)
La gran madre luna suele cantar canciones que ya conozco y, algunas veces, canta otras
que nunca he escuchado y me las enseña. Me sorprendió oírla cantar esa noche y la
provoqué:
«¿Qué pretendes al cantarme estas canciones y mostrarte tan vivaz, flotando por encima
de la nubes?»
«Todavía no he terminado.»
« ¿Terminado de qué?»
«De poner las cosas en su sitio», susurró.
«Gracias por no haber terminado todavía. Gracias por seguir preocupándote.»
Le encendí más velas porque ésa era la costumbre. Recordé a Jennifer, una amiga de
setenta años que había conocido en la piscina. Ella siempre evitaba mirar a la luna a través
de las ramas de los árboles porque estaba convencida de que traía mala suerte.
«¿Te molesta que te miremos a través de las ramas?», le pregunté a la luna.
«Mírame a través de tu alma», susurró ella.
«¿Qué pasa cuando alguien te mira por encima de su hombro izquierdo? ¿Te ofende?»
«No. Puedes mirarme de la forma que quieras. Puedes mirarme con los ojos cerrados,
Puedes mirarme a través de tu útero.»
Ésta es una típica charla con la luna. Me siento melancólica siempre que estoy al aire libre y
la luna llena brilla por encima del agua, Su luz se refleja sobre la superficie de la bahía a
medida que se va desplazando desde las montañas situadas al este hacia San Francisco.
¡Es tan hermosa!
«¿Qué es lo más importante que debemos aprender de ti?, le pregunté de nuevo.
«Debes aprender a seguir tu camino, a no asustarte y a dejarte llevar. No Debes tener
miedo de volver la vista atrás ni de sentiros satisfechas, En una palabra, Debes dejar de
tener miedo.»
Todas las mujeres empezaron a hablar con la luna. Una de ellas, que había encendido una
vela blanca protegiéndola del viento con su mantilla, susurró a la gran madre:
«Eres la fuerza más poderosa que existe en mi vida, Por favor, ayúdame con salud para que
pueda recuperar mi equilibrio.»
Luego, otra mujer se levantó y le rezó:
«Mi hijo, querida diosa, déjame conservar a mi hijo. Me gustaría guiarlo a través de su vida
y por ello deseo obtener su custodia. Por favor, ayúdame durante el juicio.»
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Debido a este cambio que experimentaron las mujeres, los seres humanos dejaron de estar
en celo. Los equinoccios y solsticios son fiestas de la tierra, pero ello no nos obliga a exhibir
nuestro sexo al primer hombre que se nos acerque. El único lugar en el que todas las
mujeres se muestran sexualmente receptivas al mismo tiempo es un prostíbulo. A los
hombres les gustan los prostíbulos porque seguramente les recuerdan los buenos tiempos
en los que no éramos más que inocentes animales que nos juntábamos en busca de calor.
A los machos no se les exigía ningún requisito especial como, por ejemplo, invitarnos a
cenar o a ir al cine. No tenían ninguna necesidad de ser amables con nosotras, ni de
comprarnos flores o de mostrarse más sensibles de lo habitual (una conducta típicamente
lunar). Todo este halo de romanticismo provino de las mujeres, que echaron por tierra las
antiguas costumbres solares. Estas nuevas exigencias culturales surgieron porque las
mujeres humanizaron a los simples primates que habíamos sido.
La menstruación fue lo que nos diferenció del resto de los animales; la menstruación fue lo
que hizo posible nuestra evolución como seres humanos. La evolución de nuestra especie,
así como la aparición de la cultura, propició la emancipación de la mujer respecto a su libre
elección de engendrar. Las mujeres desarrollaron la menstruación y se liberaron de la
necesidad de emparejarse con el único propósito de procrear. Desde el punto de vista de la
reproducción, esto benefició a nuestra especie. Ahora estábamos disponibles sexualmente
siempre que lo deseáramos y las posibilidades de embarazo aumentaron. Las
consecuencias todavía tardaron algún tiempo en aparecer, pero el patriarcado lo estropeó
todo al empezar a controlar a las mujeres. Y eso, precisamente, es lo que podemos
contemplar en la actualidad: fuimos capaces de crear un exceso de población.
Pero, ¿cómo ocurrió? ¿Por qué las mujeres dejaron de responder a los rayos del sol y
empezaron a reaccionar ante el suave magnetismo de la luna? ¿Cómo pudieron llegar a
hacerlo?
Probablemente, la frecuencia de la ovulación evolucionó en los climas más cálidos, puesto
que la estación del año en la que se produjese el nacimiento dejó de ser algo crucial.
Nuestra especie desarrolló la diversidad interna, no somos tan parecidos como los
petirrojos, y el momento de dar a luz varió ostensiblemente. Estos cambios se produjeron a
medida que aumentaban las necesidades de nuestros bebés. ¿Puedes imaginarte a un
grupo en el que todos los nacimientos se produjesen al mismo tiempo? ¡Sin duda se trataría
de un grupo realmente vulnerable!
Puesto que el sexo es rítmico por naturaleza, cuando empezamos a ovular varias veces al
año, este proceso se vió influenciado por la luna y nosotras empezamos a notar los cambios
lunares en nuestros tejidos. No obstante, seguimos sin estar totalmente regidas por la luna.
Muchas de nosotras menstruamos durante la luna nueva, otras tienen el período durante la
luna llena y otras cuando la luna está en fase creciente o menguante.
El proceso de transformación de los hombres en primates lunares fue diferente al de las
mujeres. Los hombres no tuvieron que padecer cambios corporales para completar el
camino de humanización de las mujeres. Únicamente tuvieron que modificar su interés
sexual y conseguir que dejase de ser estacional y se convirtiese en algo cotidiano. Por esta
razón, algunas veces tenemos la sensación de que el sexo opuesto también forma parte de
una especie distinta a la nuestra. En muchas especies, ambos sexos experimentan el celo
al mismo tiempo, pero no ocurre así en nuestro caso. Los hombres no obedecen a los ciclos
lunares y siempre están dispuestos al acoplamiento, sin que la ovulación de la mujer tenga
nada que ver con ello.
La menstruación (esterilidad) y la ovulación (fertilidad) son dos aspectos distintos de un
mismo proceso de emancipación. La mayoría de las mujeres tienen la menstruación
durante la luna nueva y son fértiles durante la luna llena. Las otras menstrúan durante la
luna llena y son fértiles durante la luna nueva. La luna y las mujeres han colaborado
estrechamente y han creado nuestra especie; la única especie con menstruación de todo el
planeta.
Gracias a nuestra disponibilidad sexual se originaron los vínculos tribales, después las
sociedades y finalmente, las civilizaciones. Todas estas realizaciones fueron llevadas a cabo
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por las mujeres, pero nunca se ha reconocido para que no sean conscientes de su decisivo
papel en la evolución del mundo. Desde un punto de vista psicológico, la sociedad en la que
vivimos está completamente alejada de la luna. Otorgamos una importancia primordial a
toda una serie de valores considerados típicamente solares: la lógica, la actividad mental,
la fuerza física, la competitividad, etc. Como reacción a nuestra naturaleza lunar, los
hombres reclamaron el sol como algo suyo. Pero, según afirma Pat Monaghan, estudiosa de
la mitología de las diosas, en muchas sociedades el sol también solía ser femenino.
El patriarcado exige que la menstruación se mantenga oculta y la condena como si se
tratase de algo vergonzoso. La considera un sucio crimen, una especie de enfermedad. Los
estudiosos de la mitología masculina la vinculan con el estigma de la intocabilidad y las
religiones con dioses masculinos prohíben que las mujeres en estas condiciones participen
en los ritos sagrados. Cuando enseñamos a las jóvenes a ocultar su sangre, también las
enseñamos a ocultar su inteligencia.
Los hombres deben aprender a identificarse de nuevo con las mujeres como especie y
deben dejar de suspirar por aquellos tiempos en los que no éramos más que unos primates
dominados por el estro solar. Los hombres deben reconocer que las mujeres son las
responsables de la creación del homo sapiens y que, gracias a ellas, gozan del privilegio de
pertenecer a esta distinguida especie. Esta realidad no debería herir su ego ni provocar su
odio hacia las mujeres. Todo lo contrario, los hombres deberían sentirse orgullosos de las
mujeres y mostrarse agradecidos porque hayan sido éstas quienes les han dado la vida.
Sin embargo, en el ámbito intelectual, siempre ha existido una fuerte respuesta lunar por
parte de los hombres. Su fascinación hacia la luna y la exploración física del satélite
mostraron una reconciliación, un deseo de hacer las paces y superar la anterior
indiferencia, iniciando así una nueva y poderosa relación con la luna en plena época de la
tecnología. Al fin y al cabo, los hombres pisaron la luna por primera vez.
Actualmente, la mayoría de mujeres apenas mira la luna ni le presta ningún tipo de
atención. Estamos alienadas, desprovistas de nuestras fuentes de poder y, por ello, la
menstruación y el síndrome premenstrual se han convertido en una molestia. Los vínculos
lunares, que en tiempos remotos influyeron tanto en nuestra sabiduría y en nuestra
capacidad de innovación, se han transformado en viejos cables de teléfono que se salen de
los auriculares a merced de las tormentas. Intentamos volver a establecer nuestras
antiguas conexiones, pero las señales sufren constantes interferencias.
Una cosa es cierta: lo que hicieron las mujeres con sus cuerpos liberó a nuestra especie de
la continua carga de la reproducción y separó los conceptos de sexo y de procreación. El
sexo se convirtió en un factor cultural independiente relacionado con el placer y la
capacidad de disfrutar, así como con los idilios y las aventuras amorosas. Para la mujer, la
procreación se convirtió en una elección; una elección ganada hace milenios.
Nuestros cuerpos siguen enfureciéndose ante las imposiciones de los hombres. Después de
tantos eones, siguen luchando contra nuestra realización, intentando retrasar el reloj de la
evolución. Tratan de transformar a las mujeres en criaturas solares y convertir sus cuerpos
en campos de batalla, hombres contra mujeres. Desean que vuelvan los tiempos del estro,
cuando cada relación sexual daba origen a una nueva vida y cada concepción era un
nacimiento; cuando ninguna mujer se atrevía a decir que no. Al fin y al cabo, la ley de la
naturaleza para los seres humanos se expresa a través del cuerpo de la mujer y no a través
del hombre. Ningún dios masculino, ningún falso sacerdote ni ningún juez de la Corte
Suprema puede quitarnos esto. Todos nosotros, tanto hombres como mujeres,
pertenecemos a la luna.
Conciencia lunar
Queridas lectoras, les invito a que esta noche abran sus ventanas y busquen a la luna.
¿Dónde está? ¿Qué está haciendo? ¿Hay luna nueva? ¿Luna creciente? ¿Luna llena o luna
menguante?
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Ahora, cierra los ojos e intenta ver la luna en el interior de sus cabezas. ¿Cómo te sientes?
Tienes que conseguir un calendario en el que figuren las fases de la luna, así como los
signos astrológicos en los que tienen lugar. Cada noche, o tan a menudo como sea posible,
detente a observar la luna. Considera a la luna como a una vieja aliada. Habla a la luna que
hay en su interior tal como hablarías a una abuela comprensiva.
Las energías del mundo y el magnetismo de todo aquello que contiene agua están
gobernados por la luna. Quizás estés deseando seguir algunas de sus leyes. Por ejemplo, si
quieres que el pelo te crezca más deprisa y con más fuerza, debes cortártelo durante la
luna creciente. Presta atención para ver si realmente experimentas algún cambio. Si tienes
que trasladarte, el mejor momento para encontrar un lugar adecuado es durante la luna
nueva.
Cuando haya luna llena, debes salir a bailar y a divertirte aunque no coincida con el fin de
semana. Observa su nivel de energía. Te darás cuenta de lo activas y poco cansadas que te
sientes hasta altas horas de la noche. La luna llena sólo resulta apropiada para los rituales,
el amor y las fiestas. Si toda esta energía se ve reprimida, debes ir con cuidado por la calle
porque puede haber peleas. También se recomienda conducir con cautela porque los
conductores se hallan bajo la influencia de la luna y ésta todavía los vuelve más locos de lo
normal.
Cuando la luna entre en su fase menguante, acaba todo lo que iniciaste durante la luna
nueva. No empieces nada nuevo porque fracasará. No hagas ni firmes ningún contrato.
Espera la energía de la luna nueva. La mejor época para cortarte las uñas de los pies con el
fin de que éstas te tarden más en volver a crecer es durante la luna menguante.
Cuando sientas que las células, los tejidos y los líquidos de su cuerpo empiezan a estar
armonizados con la luna, podrás construirle un altar en su propia casa. Puedes colocarlo en
tu dormitorio, yo lo tengo en el mío, o en cualquier habitación que consideres que es un
espacio personal.
Utiliza una mesa (de algún material natural) y cúbrela con un mantel blanco, adornos de
plata y criaturas del mar, como conchas marinas, coloca fotografías de la luna e imágenes
de la diosa de la luna. También hacen falta dos hermosos platos, uno lleno de agua y el otro
de sal, consigue velas plateadas y utilízalas como velas de meditación. Arregla el altar de
manera que te resulte agradable a la vista y te levante el ánimo siempre que pienses en él.
Consérvalo en orden, mantenlo siempre vivo en tu mente y no dejes de ponerle flores
frescas ni de cambiar sus adornos.
A partir de ahora, debes observar sus sentimientos con más atención. Los sentimientos
responden a la luna interior y su naturaleza debe ser respetada y atendida. Contentas o
enfadadas, sean cuales sean los sentimientos que te dominen, debes encender la vela
adecuada para la ocasión y realizar tus afirmaciones ante el altar lunar. Cuando leas algo
sobre las festividades de la luna celebradas por otras personas, conviértelas en un
acontecimiento. No importa en qué lugares del mundo hayan podido sobrevivir estas
maravillosas festividades. Tan sólo existe un mundo, un planeta y una luna. Fíjate en cómo
reacciona tu corazón ante las distintas festividades lunares y observa cuáles son las que
más te motivan. En el capítulo dedicado a la decimotercera lunación, «Luna de la
melancolía», encontraras distintas formas de celebrar la luna nueva, la luna llena y la luna
oscura.
La conciencia lunar puede desarrollarse con gran rapidez. En poco tiempo te darás cuenta
de la gran importancia que ha llegado a adquirir para ti esta amistosa luminaria. Empezaras
a reconocer la fase por la que está pasando la luna sin necesidad de mirarla, serás capaz de
adivinarla simplemente por el tipo de energía que experimentarás en tu cuerpo. Incluso
podrás llegar a decir: «Estamos en luna menguante, no trabajemos demasiado» o «Estamos
en luna nueva, ahora es el momento de iniciar todos esos proyectos en los que estuve
pensando cuando la luna menguaba».
La luna nos afecta incluso sin nuestra participación consciente. Durante la fase de luna
creciente, si tenemos que someternos a una operación, nuestro cuerpo sangrará con más
facilidad y nuestra piel será más sensible. Por el contrario, durante la luna menguante, las
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verrugas se quitan más fácilmente, las heridas cicatrizan mejor y se sangra mucho menos
en las operaciones. A través de la conciencia lunar, accederemos a nuestras intuiciones
más profundas y llegaremos a experimentar el amor y la vida con mucha más intensidad.
Una vez hayamos despertado nuestro interés lunar, podremos aprender más cosas sobre
nuestro mundo y sobre las leyes invisibles de la naturaleza, es decir, sobre las leyes que
nos han gobernado desde hace tanto tiempo.
El creciente antagonismo que hizo que los hombres empezasen a luchar entre ellos también
fue un efecto del cambio de estro solar a menstruación lunar. Desde el momento en que la
disponibilidad sexual de la mujer pasó a ser constante, competir por la mujer se convirtió
en una costumbre; costumbre que se expresaba a través de la agresividad y de la violencia
de los hombres contra los hombres (y también contra las mujeres).
En cierto sentido, la guerra también sirvió para regular uno de los efectos de la fertilidad
que ahora se producía durante todo el año, es decir, la superpoblación. La guerra acaba con
la vida de los niños en plena infancia, mientras que el aborto y el libre control de la
natalidad por parte de la mujer envían el alma de los nonatos a la madre universal, donde
residen todos los que no han nacido.
Una de las formas más agradables que tiene la naturaleza para cooperar contra el exceso
de población es aumentar el número de homosexuales de la sociedad. Más que tener hijos
propios, los homosexuales son un apoyo para aquellos que ya los tienen. Los tíos y tías
homosexuales son los parientes más divertidos que recordamos de adultos. Su
productividad está enfocada hacia otras áreas. Han enriquecido nuestra cultura con
excepcionales aportaciones artísticas en el campo del cine, la danza, la música, etc. Son los
guardas emocionales y culturales de la población.
No obstante, también existe otra forma lunar de controlar la fertilidad, gracias al
conocimiento de las hierbas y la luna. El control de la natalidad a través de la luna es una
práctica que me gustaría compartir.
Para aplicar el control astrológico de la natalidad, lo primero que necesitas es saber en qué
signo estaba situada la luna en el momento de tu nacimiento. Esta información la
encontrarás en su carta natal, si la tienes, o en el libro Natural Birth Control (control natural
de la natalidad), publicado por la Fundación Acuariana de Investigación. Supongamos que
cuando naciste la luna estaba situada en el signo de Libra, en el último cuarto de luna
menguante. Ahora ya dispones del conocimiento lunar necesario.
Si quieres aplicar esta información para controlar tu natalidad, debes evitar las relaciones
sexuales durante los tres días y medio anteriores a la fase exacta de esta lunación, así
como medio día después de que haya transcurrido. Entretanto, debes seguir utilizando el
método del ritmo, absteniéndote de mantener relaciones entre cinco y siete días hacia la
mitad de su ciclo menstrual. Estos dos períodos pueden coincidir, con lo cual se reduciría el
tiempo de abstinencia. Una alternativa para poder seguir practicando el sexo durante estos
períodos de máxima fertilidad es la utilización de métodos anticonceptivos.
De acuerdo con Anna Kria, una astróloga de Los Ángeles, para que una mujer quede
embarazada la relación sexual debe tener lugar veinticuatro horas antes de la fase natal de
la mujer. Por ejemplo, si naciste diez horas antes o diez horas después de la luna llena,
Debes evitar quedar embarazada durante esos días. Con frecuencia, los niños concebidos
durante estos días suelen tener algún defecto de nacimiento. Si deseas tener una niña,
necesitarás más información. Abstente durante el período fértil del ciclo menstrual e intenta
concebir en meses alternativos, cuando la fase natal de tu luna atraviesaba signos
femeninos como Tauro, Cáncer, Virgo, Escorpio, Capricornio o Piscis. Un astrólogo te puede
levantar una carta en la que se indiquen estas fechas. Pero si deseas un niño, debes elegir
el momento en que la fase lunar de su nacimiento recibía la influencia de los signos
masculinos.
Primera lunación
Época diciembre- enero
Signo – capricornio
Hierba lunar - sauco
Animal lunar – araña
Luna fría
La fría luna de Capricornio atraviesa el cielo meridional. La pureza de su luz brilla sobre los
blancos campos recubiertos de nieve, sobre los campos desnudos y sobre las aguas que se
mueven lentamente, ocultas bajo una gran capa de hielo. El mundo invernal sabe guardar
muy bien sus secretos, pero la luna fría los conoce todos. Esta quietud no tiene nada que
ver con la muerte, sino con el sueño, a través del cual el mundo se renueva esperando a la
primavera. La luna fría sabe dónde reposan todas y cada una de estas secretas semillas.
Ésta es su sabiduría.
HABLA LA DIOSA
Frau Holle
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En un bosque de Alemania, muy alejado del pueblo, vivía una mujer llamada Frau Holle.
Siempre iba vestida de negro porque era viuda y esa era la costumbre. Vivía sola y tenía
algunos animales a su servicio. La gente decía que su gato le limpiaba la casa y que su
perro cazaba para alimentarla. Incluso durante la época más fría del invierno, su jardín
siempre estaba verde. En el aire se notaba el olor a pan recién hecho y en su telar tejía
verdaderas maravillas, que eran un deleite para la vista. Los habitantes del pueblo no la
entendían, pero la respetaban y aceptaban el hecho de que era diferente a los demás.
El párroco aseguraba que era una bruja y no la dejaba entrar en la iglesia, pero esto no
preocupaba a Frau Holle. Ella siempre decía que, de todas formas, Dios no estaba en ese
edificio. Porque Dios vivía en los árboles del bosque y en las sagradas setas que tomaba
para mantenerse despierta durante toda la noche cuando tenía que llevar a cabo alguna
ceremonia de curación.
Durante el día la gente la evitaba. Pero al caer la noche, protegidas por la oscuridad, venían
a verla personas de todas partes. Incluso el párroco de la nueva religión envió a su ama de
llaves para que le trajese una medicina con la que calmar sus doloridas articulaciones. Las
comadronas acudían a Frau Holle para que les proporcionase hierbas que mitigasen los
dolores del parto y las ayudasen a sacar la placenta. Las jóvenes iban a verla para que les
preparase pócimas de amor y los muchachos le pedían hierbas que estimulasen su
vitalidad. Ella conocía toda clase de remedios para curar cualquier enfermedad. Pero
pasado un tiempo, Frau Holle desapareció. La gente decía que en realidad no había muerto,
sino que cabalgaba sobre las alas del viento, sacudiendo sus blancas plumas. Se la oía
cantar en los tejados y, con frecuencia, durante la noche, cuando las personas estaban
durmiendo, les hacía cosquillas en la planta de los pies simplemente para divertirse.
Algunos aseguran que todavía lo sigue haciendo.
Su nombre es Frau Holle, la prudente araña. Su morada es la brillante luna, que hace girar
al mundo con su magnetismo mientras teje sus hechizos sobre la gran rueda de
Capricornio.
Soy la madre que se esfuerza, la madre severa, la madre abnegada que trabaja y que
necesita su ayuda. Mi reino son las profundas aguas del interior de la tierra, los rincones
más profundos e inconscientes de tu alma y las elevadas montañas que se alzan en la
tierra. Todas las criaturas mágicas me obedecen, pero las ninfas del agua son mis hijas
predilectas. Soy aquella que puede mostrarte tus propios sentimientos y ayudarte a que te
enfrentes a sus consecuencias; soy aquella que puede premiarte o castigarte.
Soy la bondadosa abuela y mi planta sagrada es el blanco saúco que florece desde la
primavera hasta el otoño. Con él curo todas las enfermedades; es mi varita mágica. Me
encontrarás siempre que haya algún trabajo duro que realizar, porque a través del trabajo
duro me manifiesto y premio tus acciones. Frau Holle te llena de energía creativa y te
proporciona la ambición necesaria para poder adquirir más conocimientos y mejorar sus
técnicas. Otorgo la capacidad para transformar los valores espirituales en aplicaciones
prácticas y para proteger y preservar tu propia vida y la de la sociedad que te rodea.
Proporciono juventud, incluso durante los últimos años de vida, así como la curiosidad
necesaria para descubrir y mejorar nuevas ideas y para llevarlas a la práctica.
Aseguras que cuidar de mis manzanas es una tarea demasiado humilde para ti. Pero mis
manzanas simbolizan tu sexualidad, tu fertilidad y tu sustento. Mi horno es la caldera
mágica y creativa en la que adquieren forma nuevas vidas. Al sacudir mis almohadas
estimulas el cambio de estaciones y al cooperar conmigo participas en el desarrollo de la
divina creación.
Cuando por fin te deje en libertad en tu propio mundo, situado por encima de las
profundidades de la tierra, entrarás en él mucho más enriquecida y con una mayor
madurez gracias a mis dones. Las sagradas plantas, recubiertas de nieve, siempre te
recordarán mi presencia. Se amable con los ancianos y con los más necesitados; puede que
alguno de ellos sea yo y que me haya disfrazado para ponerte a prueba.
El mensaje de Capricornio
Todos los nacidos en esta época del año están bendecidos por una gran energía creativa,
así como por una gran persistencia y dedicación. Algunos afirman que se trata de una luna
ambiciosa, pero además de grandes ambiciones, estas personas también poseen
verdaderas aptitudes de organización. Por esta razón pueden llegar a convertirse en
excelentes funcionarios públicos o líderes políticos. La luna de Capricornio nos enseña a
crear, a dar forma y a dirigir nuestras energías hacia unos resultados tangibles. La
persistencia es la habilidad que debemos aprender en este período, los esfuerzos dinámicos
aumentarán y la protección, de uno mismo y de los seres amados, constituirá su mayor
prioridad.
Ahora que hace tanto frío, es el momento para mantenerte ocupada en la cocina haciendo
tintes y ungüentos, así como preparados a base de hierbas o conservas de comida. La col
es muy jugosa, contiene grandes cantidades de vitamina C y se conserva muy bien durante
todo el invierno. Cuando la luna sea menguante, planta en tu invernadero las verduras y las
hierbas que utilizarás como especias de cocina, así como espinacas y puerros. Las
vacaciones han terminado y ha llegado el momento de volver al trabajo. Almacena y corta
la leña, pero, a menos que te guste el pelo blanco tanto como a mí, no se te ocurra
cortártelo cuando la luna esté en Capricornio, pues te saldrán canas enseguida.
Características LUNARES
Alegría
La alegría llega hasta nosotras igual que un pariente lejano. Sabemos que pertenecemos a
la misma familia y que formamos parte del mismo árbol de la vida aunque no nos veamos
con tanta frecuencia como desearíamos.
«¡Deberías venir a verme más a menudo!», nos lamentamos. «¡Deberías visitarme una vez
a la semana o, mejor aún, todos los días!»
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Nuestra sociedad no celebra las alegrías, solamente las penas. En las noticias nunca
escuchamos que la madre de alguien ha tenido un buen día o que algún compañero de la
oficina se ha destornillado de risa. Tampoco nos resulta fácil saber si la alegría ha visitado a
nuestros amigos. Éstos no dudan en consultamos cuando están afligidos, pero cuando
están contentos y les preguntamos cómo les van las cosas, se limitan a contestarnos con
un «muy bien, gracias».
No se habla lo suficiente de la alegría. Y la alegría es el estado natural de los primates
lunares. Realmente, levantarse por las mañanas y compartir el desayuno con nuestros
seres queridos, con nuestra esposa, con nuestros hijos o incluso con nuestros animales de
compañía es un motivo de alegría. También lo es encontrarnos con otras personas durante
el transcurso del día, así como llevar a cabo nuestras tareas y obligaciones. Debería
constituir un motivo de alegría tener un trabajo en el que podamos sentimos útiles, llegar a
casa cansados tras haber realizado un gran esfuerzo, relacionarnos con nuestros amigos,
relajarnos, descansar y dormir. Si te sientes bien, la alegría siempre está presente. Si no
estas en la cárcel, en una guerra o sufres alguna enfermedad grave y tienes lo suficiente
para alimentarte, la alegría debería acompañarte.
Examina tu vida y valora la alegría. ¿Cuáles son las cosas buenas que tienes? Escríbelas en
un papel y concentrate en ellas. Si la alegría te resulta obvia, reflexiona sobre este
sentimiento e intenta conservarlo el máximo tiempo posible.
Puedes estar alegre simplemente porque te sientes bien contigo misma. Quizás no des
saltos de alegría, pero puedes sentirte como si lo hicieras. Si expresas tu alegría, las
experiencias serán mucho más profundas. Incluso debes atreverte a comentar a los demás
lo feliz que eres. No te muestres supersticiosa. El destino no te castigará por expresar tu
alegría. Simplemente, y como medida de precaución, debes darle las gracias. Mientras te
sigas mostrando agradecida con tu suerte, podrás decir todo cuanto se te antoje.
La alegría aparece constantemente ante ti en el mundo que te rodea. La alegría te invita a
explorar y a experimentar nuevas aventuras. La alegría es lo que hace interesante tus
relaciones. A la gente le gusta frecuentar a personas que saben cómo ser felices. La alegría
es tan contagiosa como un bostezo y, cuando ha penetrado en un corazón, se propaga a los
cuatro vientos y penetra en muchos más corazones. Sin lugar a dudas, la alegría es una
excelente medicina.
Las flores están íntimamente relacionadas con el concepto de alegría. Compra flores y
tenlas siempre a tu alrededor. Las flores saben cómo manifestarse ante nosotros durante
su existencia. Resultan hermosas incluso durante la muerte. Nos enseñan a alegrar nuestro
camino, desde el principio hasta el final. Las flores eliminan nuestros miedos y nos hacen
pensar en mundos de hadas y de espacios abiertos.
Hechizos Lunares
Realiza esta misma ceremonia durante tres noches seguidas, dejando que las velas se
vayan consumiendo un poco cada noche. La última noche debes dejar que las velas se
consuman totalmente. En lugar de incienso, puedes quemar un poco de clavo. Una vez
finalizado el hechizo, coge un poco de cera de las velas, las flores secas y las cenizas del
clavo. Luego arrójalo todo al agua (a ser posible, agua en movimiento), ponte de espaldas y
no vuelvas la vista atrás.
Para que este mensaje quede grabado en lo más profundo de tu cerebro, repítelo dos veces
al día, cuando estés practicando algún ejercicio y cuando te vayas a la cama.
Festividades De La Luna
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Las festividades de la luna tienen lugar cuando este cuerpo luminoso está en fase
creciente, llena, menguante o nueva. Por esta razón, no existe ningún día fijo al que
vincular estas festividades.
Chang Mu o Chango
Diosa del dormitorio, protectora de los niños y de las comadronas
Decimotercer día, luna de agosto, China
Hace mucho tiempo, la astuta Chang Mu vivió en la tierra como mujer y estuvo casada con
un arquero. Los dioses lo prefirieron a él y le dieron a beber el elixir de la inmortalidad. Pero
Chang Mu se lo arrebató y se lo bebió, conviniéndose en inmortal. Voló hasta la luna y, allí,
la liebre de la luna le ofreció su protección. Como diosa de la luna de los chinos, Chang Mu
es muy importante, sobre todo en los temas relacionados con la fertilidad. Rige los idilios y
las relaciones amorosas. También se representa con la forma del Toad, símbolo de la
concepción. Debes rezarle para recibir bendiciones de paz y de placer, así como capacidad
para sobrevivir y agresividad intuitiva en su búsqueda de la sabiduría.
El Año Nuevo
Luna nueva del primer mes (enero), Japón
Tanto en Japón como en China, el día de Año Nuevo es el cumpleaños de todo el mundo
(exceptuando a los menores de dieciseis años). En esta fecha, es costumbre servir platos
especiales. Los japoneses ofrecen un pastel «hembra» a la luna y un pastel «macho» al sol.
En los santuarios domésticos, se ofrecen pasteles ácimos elaborados con harina de arroz.
Estos pasteles representan los principios masculinos y femeninos, es decir, al sol y a la
luna, y se elaboran con la forma de una esfera aplanada. En el calendario floral japonés, el
ciruelo, el bambú y el pino están asignados a la estación del Año Nuevo, del 1 al 7 (o 15) de
enero.
«El ciruelo es el árbol elegido para anunciar el nuevo año, puesto que es el primero en
florecer. En el folclore japonés, el compañero del ciruelo es el ruiseñor, considerado
portador de alegría y precursor de la primavera».
Takarabune es el nombre del barco del tesoro que transporta a los siete dioses de la suerte
de Japón y sale del puerto durante la víspera del Año Nuevo. Si colocas la fotografía de este
barco debajo de tu almohada durante todo ese día, tendrás sueños afortunados. Hay siete
dioses de la suerte o Shichi Fukujin, seis hombres y una mujer. La mujer es Benten, la
patrona de la música, de la belleza, de la elocuencia y de las artes. También proporciona
grandes riquezas. Entonces, ¿para qué sirven los hombres?, quizás te preguntes. Benten se
ocupa de todo lo que es importante.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
CUENTO DE LA LUNA
El movimiento de la diosa, Este y Oeste
Estamos sentados en la sala de estar de la casa de mi tía Ilona, en un lugar situado en una
colina de viñedos, en las afueras de Budapest. La luna nueva resulta visible entre las
montañas y la lejana ciudad. Ahora que ya están jubilados, mi tía y Jeno, su marido, viven
aquí la mayor parte del año, un lujo impensable durante el antiguo régimen.
Mi querida Baker viaja conmigo. No habla ni una sola palabra de húngaro, pero es
terapeuta. Está convencida de que puede estudiar a las personas simplemente
observándolas. Si entiende el lenguaje de sus cuerpos y de sus voces, d idioma pasa a ser
algo secundario. Me preocupa dejarla un poco de lado en la conversación, pero no puedo
estar todo el rato pendiente de lo que dice mi familia y traducírselo a ella al mismo tiempo.
Parece como si cada miembro de mi familia perteneciese a un partido político distinto.
Ahora que gozamos de libertad, podemos elegir el partido al que deseamos pertenecer y
discutir sobre ello.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
«¡El partido de Jeno sí que está dirigido por esas personas!», replica Imre, enfadado porque
el suyo no ganó las elecciones.
Jeno sonríe. Ha envejecido mucho. Lo recuerdo como a un romántico profesor de
universidad siempre cargado de libros.
«Los antiguos dirigentes están en todos y cada uno de los nuevos partidos, luchando por el
poder. Igual que San Pablo durante su viaje a Damasco, deben haber experimentado un
cambio fundamental en sus corazones», dice Jeno.
Todos sonríen. Acaba de hacer un chiste. Pero, es cierto, el cambio de postura política está
alcanzando en Hungría unas proporciones casi bíblicas.
«No estoy de acuerdo contigo», añade Ilona con su suavidad habitual mientras sirve el café
y algo de repostería casera, como panecillos y pastelitos de nueces. «Tan sólo se trata de
un cambio de papeles, no de corazón». A ninguno de estos hombres se les ocurriría servir el
café y los pasteles. Lo consideran un trabajo de mujer.
Lo que ha dicho Ilona está tan claro que todos estamos de acuerdo con ella. Sí, lo cierto es
que, de repente, los oportunistas, los dirigentes que fueron derrocados, los burócratas, los
militares, etc., quieren apostar por las nuevas libertades. Es el momento de aliviar las
tensiones que se han desencadenado en la habitación. Pero ahora, Bandi se halla
desbordado por los viejos recuerdos y se excita cada vez más.
«Quisiera verlos a todos formando una fila en una plaza pública y que los azotaran. Y
entonces, que les dispararan en la cabeza. ¡Eso es lo que nos hubiesen hecho a nosotros!»,
afirma Bandi con un grito. Nadie intenta detener su rabia. Y él se inclina hacia mí, con ojos
desorbitados, y empieza a increparme: «¿Sabes a qué tipo de torturas acostumbraban a
sometemos esos hombres?».
Ahora, Baker está un poco nerviosa. Obviamente alguien me está chillando, pero como no
está segura de si estoy en peligro o no, decide esperar.
«No», contesto escuetamente.
Imre, mi hermano pequeño, salta de repente: «No tienes por qué hablarle de las torturas a
las que fuiste sometido, tío Bandi. Zsuzsanna no tiene por qué oírte hablar de ello durante
su primer día en casa».
«No pensaba hacerlo...» Bandi parece dar marcha atrás, herido ante la idea de no poder
contar su historia.
«Sí que ibas a hacerlo», afirma Kata, su silenciosa esposa. «Ibas a...» Bandi se siente
descubierto. Efectivamente, iba a contarme su historia. Se la contaba a todo el mundo.
«¿Por qué no debe enterarse? ¿Por qué tenemos que protegerla?», pregunta.
«Porque hoy es el primer día que pasa en casa», explica Imre con suavidad.
«¡Más razón todavía para que se haga una idea!», responde gritando.
Mi amante se acerca un poco más y me aprieta la mano. «¿Necesitas ayuda?» Kata intenta
tranquilizar a su marido, acaricia su mano y le sirve otra taza de café.
Siguen hablando de política.. En mi familia, la política siempre ha despertado un gran
interés.
«¿Y qué me dices de las mujeres?», pregunto yo. «¿Qué se ha hecho por las mujeres
durante el transcurso de esta revolución?»
Bandi adopta un aire de superioridad. «¿Mujeres? ¿Qué pasa con las mujeres?»
Esto me huele a chamusquina. De repente, su actitud ha cambiado: ya no es un torturado
superviviente sino un experimentado rey feudal.
«Por lo que veo, todos sus líderes masculinos están moralmente corrompidos. Tienes que
aprovechar la frescura de las líderes femeninas.»
«¿Mujeres en el gobierno?», ahora, Bandi parece burlarse. «Todavía son mucho peores que
los hombres.»
«¿Cómo lo sabes? Nunca han tenido a ninguna mujer ocupando un cargo destacado dentro
del gobierno.»
En cuestión de segundos, se ha creado una nueva especie de unidad entre los hombres.
Bandi, Jeno e incluso mi hermano parecen estar realmente unidos. Un momento antes, no
estaban de acuerdo en ningún aspecto de la vida política. Y ahora, es como si hubiesen
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
hecho un pacto. Han conseguido la libertad y el poder de elección; pero las mujeres, la sola
idea de tener que compartir todo esto con las mujeres, asusta a los hombres.
«No hay ninguna mujer que pueda presentar una candidatura», dice Imre. «No están en las
listas.»
«Si por causas de fuerza mayor las mujeres se ven obligadas a trabajar, en cuanto acaben
el trabajo deben volver con sus maridos», añade Bandi, que parece estar totalmente
dispuesto a fastidiarme.
«Las mujeres no sirven como líderes», afirma Jeno, como si ellos perteneciesen a una orden
divina.
Observo a Kata. Su cara permanece tan tranquila como un profundo lago. Ilona y yo nos
miramos y nos reímos. El rostro de Kata parece decir: «No hay derecho».
Realmente, me siento decepcionada respecto a mi familia. Por un momento deseo no haber
vuelto a casa.
«No te mereces ni la paz ni la justicia si odias a las mujeres», digo con convencimiento y
utilizando un tono algo sarcástico.
Bandi se siente herido por mis palabras y vuelve a ponerse rojo. Kata me mira alarmada.
«No odio a las mujeres», afirma Bandi finalmente. «Simplemente, no creo que sean mejores
que los hombres.»
«¡No quieres que alcancen ningún puesto de poder porque sabes que lo harían mucho
mejor que ustedes! ¡Tienes miedo de que las mujeres consigan el éxito a través del poder!
No son más que un montón de machistas, chovinistas y cobardes...»
La última palabra se me escapa de la boca y lo lamento nada más pronunciarla. La
habitación se queda sumida en un profundo silencio.
De repente, verdaderamente ofendido, Imre sentencia: «No somos ningunos cobardes».
Tengo ganas de abrazarlo y de disculparme. Pero había dicho lo que debía. Necesitaba
expresar toda mi rabia y ellos también necesitaban escucharla. «Lo lamento...», insisto.
«Me siento muy sensibilizada hacia esta revolución de la que formo parte. Y si ustedes son
incapaces de considerar a las mujeres como posibles líderes de su revolución, entonces yo
no puedo apoyaros.»
Las líneas de batalla vuelven a levantarse. Jeno asiente con la cabeza.
Es el típico varón elegante e intelectual del grupo.
«Ella tiene razón. Odiamos a las mujeres. No a las mujeres que están en esta habitación o a
las que forman parte de nuestras familias, pero sí a las mujeres en general.»
Ilona lo recompensa con una mirada especial y llena de respeto por su valentía. Ha
desertado del grupo de los hombres. Ha reconocido su rechazo.
Kata también ha empezado a pensar en ello esta mañana. Ilona se levanta y recoge los
platos vacíos para volver con más pasteles. Sí, esta es mi casa; pasteles, café y discusiones
sobre política.
Desde luego, no hemos solucionado nada. El problema de la tierra, el problema de la mujer
y el problema del hombre siguen siendo los mismos, pero hemos dejado la discusión porque
estamos demasiado cansados para continuarla.
Antes de que Bandi y Kata se vayan, cantamos algunas canciones. Me están enseñando las
antiguas canciones de Transilvania que hablan sobre la libertad. Nuestras voces se elevan
entonando armoniosas melodías cuyo origen se remonta a la época en la que los húngaros
todavía eran una nación nómada y los habitantes de Transilvania constituían el cerebro y el
alma de esa nación. Me siento muy aliviada al comprobar que ya hemos dejado de discutir
y que todos estamos a gusto cantando juntos. Baker está impresionada.
«¡Qué cultura tan maravillosa!», exclama de repente. «Primero vienen los conflictos, la
rabia y la ira; después tiene lugar un enfrentamiento y su correspondiente resolución; y, al
final, todos se ponen a cantar juntos. ¡Me encanta!» Interiormente, me alegro de que no
hable nada de húngaro.
«Mamá siempre decía que eras igual que Juana de Arco», me dice Imre mientras volvemos
a casa. La sola mención de nuestra madre hace que cualquier sentimiento de hostilidad y
de resentimiento se desvanezca. «Masika, ¿por qué estás muerta?», pregunto tristemente.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
«¡Podríamos haberte preparado para ocupar algún cargo político!» Mi hermano ya no dice
nada más.
Como puedes imaginar, después de este episodio y de los sentimientos generales hacia las
mujeres que fui observando a mi alrededor, no tenía ninguna esperanza de que alguien se
interesase por mi seminario «Gaia y sus hermanas». En un país en el que las mujeres son
invisibles, las diosas también deben serio.
Pero gracias a las diosas, encontré a cuatro brujas de gran talento en Budapest. Cuando me
escribieron, no me parecieron diferentes a cualquiera de los grupos de reciente aparición.
Mencionaron su deseo de publicar una revista y yo di por sentado que se trataría de un
modesto folleto. Ante mi sorpresa, publicaron cincuenta mil copias de Boszorkdny (Bruja).
La revista contaba con treinta y una páginas realizadas en planchas de tres colores, estaba
muy bien escrita y las investigaciones perfectamente enfocadas. Orgullosa de estas
competentes novatas, me deleite en una satisfacción étnica: ¿acaso los húngaros no somos
los mejores? Después de dos décadas de proceso, Boszorkdny empezó a publicarse en
1990, a principios de año.
Estaba impresionada por el nuevo fervor político y por su diversidad, aunque también me
sentía algo intimidada ante la idea de impartir un seminario sobre las diosas en esa
atmósfera. Las antiguas casas que recuerdo de mi infancia siguen agujereadas por las
marcas de las balas. Se presentan ante mí con su profundo dolor y me obligan a
reconocerías. «¡Mírame!», me dicen. «¡Esto es lo que ha hecho la guerra!» Todas esas
imágenes forman parte de mis pesadillas y son las responsables de mi síndrome
postraumático, de mi eterno miedo, de mis constantes necesidades, del temor a que, si me
descuido, una bala me alcance en plena calle. En casa, durante mis seminarios para
«vencer al miedo», todavía sigo trabajando con este material.
El seminario sobre las diosas se celebró en un edificio nuevo, situado en las afueras, y tuvo
lugar durante mis dos últimos días de estancia. Me pareció perfecto. Así tendría más tiempo
para que la gente se enterase de mi presencia. Pero la propaganda no fue demasiado
espectacular: tan sólo un pequeño mailing, dirigido a personas concretas, y la típica
transmisión de boca en boca. Lazlo, el terapeuta trascendental convertido en organizador
espiritual, me aseguró que el mailing ya había sido enviado y que eso era todo cuanto
necesitábamos.
Entremezclados entre una sorprendente multitud de turistas que paseaba por la ciudad,
conseguimos distinguir a nuestros antiguos primos, los transilvanos, vestidos de negro y
vendiendo sus bordados. Manteles, blusas, camisones, camisetas, encajes en blanco y
negro, etc. Campesinas totalmente vestidas de negro venden su mercancía por las calles,
sosteniéndola entre los brazos. Dignificadas en su absoluta pobreza, permanecen
silenciosas en los pasos subterráneos y ofrecen sus bordados en cualquier parte. Son
refugiados rumanos, perseguidos por la Guardia de Hierro, una organización fascista que
trata de acabar con los húngaros de Transilvania. Los bordados, que antiguamente no eran
más que una obsesión nacional, se han convertido en la mayor fuente de ingresos del país.
Observo cuidadosamente los encajes con mi visión de diosa. Sí, aquí es donde la diosa ha
conservado su simbolismo, su imagen sexual, la importancia de sus colores. Las rosas rojas
debían tener más de 500 puntos y las nomeolvides azules unos 250. Los tallos de las flores
tienen un aspecto muy fálico. Y las flores, por supuesto, son vulvas. El antiguo paganismo
se halla oculto en todos y cada uno de los manteles y las fundas de almohadas. Compré
algunas blusas con lazos y encajes, muñecas para las hijas de nuestras amigas, manteles
para las amigas de mi madre y una falda de seda negra, larga y plisada, para mí.
Mi familia se reunió conmigo en el seminario. Era una sala grande y muy bonita y sí, estaba
llena de gente. Después de todo, pude contar con un público. Mi nombre sonaba muy bien:
Zsuzsanna Budapest, la bruja de San Francisco. En mi país, sólo los reyes y las reinas
pueden adoptar el apellido de una ciudad. Pero ninguno había adoptado el nombre de la
capital. Me sentí un poco molesta, pero ése es mi nombre de guerra y pensé que debía
acostumbrarme a llevarlo.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
He perdido mucha práctica con el húngaro. Por esa razón, pedí al público que me ayudase
con las palabras cuando lo necesitase. Dos señoras mayores, que estaban sentadas frente
a mí y que también sabían inglés, se ofrecieron a ayudarme, sobre todo en la traducción de
palabras como sexismo, conciencia, opresión, influencia machista, autoestima, etc. El
público me animó a que hablase con entera libertad, asegurándome que me entendían
perfectamente.
Mi sobrino pequeño, el hijo de Imre, quiso ayudarme con las bendiciones. Sacudió mi
carraca tres veces, tal como le expliqué, y bendijo a todos los miembros del círculo
entonando sus nombres. Entonces empezamos los cánticos. No tenemos canciones
húngaras dedicadas a las diosas. La Boldogaszzony, nuestra Alegre Señora, sólo tiene
canciones cristianas. Instintivamente, evitamos cantarlas. Algunos de mis oyentes
empezaron a improvisar un cántico. Y al final, todos cantamos de corazón. Las señoras
mayores sonreían, me querían tocar. Nos abrazamos.
Mi tía Titi, la hermana de mi madre, se quedó realmente sorprendida por lo que estaba
haciendo. Ningún miembro de mi familia me había visto trabajar con anterioridad.
«Es como si estuvieses bailando», observó mi tía.
Yo también me sentí sorprendida al ver la impresión que les estaba causando mi trabajo.
Todo el grupo se movía y despedía energía. Si escarbas un poco en la piel de un húngaro,
encontrarás a una bruja en su interior.
Durante el intermedio, los medios de comunicación me entrevistaron. Imagínense: los
húngaros preparando un reportaje radiofónico, basado en este acontecimiento, para un
programa especial llamado New World (Nuevo Mundo). Cogí cariño a estos jóvenes. No
fueron sarcásticos ni cínicos. Hicieron las preguntas adecuadas y no pronunciaron ni una
sola palabra sobre Satán.
«¿Cómo se organizan los grupos?»
Son autónomos.
«¿Existe una jerarquía estricta?»
No. Los grupos se dirigen a sí mismos y toman las decisiones localmente.
No, no soy el papa de las brujas.
¿Cuántas veces nos reunimos? Según las lunas llenas, como mínimo trece veces al año.
Mi sobrino Marton bendijo a la prensa con mis carracas.
Me sentía muy excitada. Estaba en mi propio país. Aquellos cuarenta y cinco seres vivos
eran mi público. Pensé que nadie acudiría a mi conferencia. Pero la diosa había llegado a
Budapest. Ya podía dejar de preocuparme. Había llegado el momento de aceptar que, por
fin, la revolución había triunfado un año antes y que ya no existía el peligro de recibir un
disparo o de ser torturada. Ante mí sólo había un largo camino que recorrer, pero me sentía
bien. Me gusta trabajar duro.
Me costará algún tiempo superar el pasado. La liberación de la mujer todavía no se ha
producido en Budapest. Ni siquiera ha sido planteada. Las mujeres no ven, o apenas están
empezando a ver, que han sido apartadas del proceso democrático. Los hombres no
quieren reconocer que están excluyendo a sus hermanas del futuro. Se trata de un proceso
inconsciente que se ha visto reforzado por la asimilación de algunos de los valores
procedentes de Occidente. La pornografía ha llegado a las calles y se ha convertido en un
símbolo de las «nuevas libertades». Los hombres están en igualdad de condiciones cuando
utilizan fotografías de chicas para masturbarse y esclavizan a las mujeres a través de la
pornografía.
¿Quién va a desvelar esta desagradable realidad a nuestros hermanos Los húngaros? Tuve
que viajar a casa para convencerme de que el futuro existe. También aquí he tenido que
compartir mis conocimientos y mi experiencia para lograr establecer las diferencias.
Cuando lo consiga, sentiré que he vuelto a casa y podré aceptar mi propia identidad.
A Marton le encantan los círculos. Sólo tiene cinco años, pero le apasiona la brujería. Quiere
bailar y sacudir las carracas, bendecir a la gente y entonar sus nombres. El seminario
terminó, pero él no. Todavía sigue volando.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Puedo ver el futuro en sus verdes ojos. La hija pequeña de Lazlo también estuvo en la sala,
pero era muy vergonzosa. El año que viene, si vuelve, le enseñaré.
Magyarorszdg (Hungría) está despierta, recobrándose dolorosamente de los largos abusos
cometidos, buscando respuestas políticas, intentando satisfacer su espiritualidad. Los
militantes cristianos están realizando labores de evangelización. Pero nosotros seguimos
cantando las viejas canciones dedicadas a la Señora de la Alegría, nuestra Madre Tierra.
Boldogasszony, nuestra antigua diosa, nos reclama de nuevo.
Segunda lunación
Época: enero-febrero
Signo – acuario
Hierbas lunares: usnea, angélica
Animal lunar: delfín
Luna rápida
La luna rápida atraviesa los cielos de tormenta y de silencio. Allá arriba el aire es amargo,
pero ahora, nuevamente, un viento más suave agita las ramas que empiezan a florecer con
una nueva savia. Por todas partes, la nieve se derrite. En los lugares más protegidos, la
tierra nos muestra sus primeros brotes de hierba. La luz de la luna brilla sobre los capullos,
tan blanca como los copos de nieve, pero con más suavidad. Mientras tanto, los huertos de
manzanos, de ciruelos y de perales empiezan a florecer. Tímidamente, el mundo se
despierta del sueño del invierno y la compasiva luna de Acuario nos promete que pronto
llegará la primavera.
HABLA LA DIOSA
Kuan-yin
Yo soy Kuanyin, hija de los montes Himalayas. Cabalgando sobre mi delfín sagrado, ocupo
mi lugar entre las estrellas como la mayor de todas las constelaciones: Acuario. Soy la
mujer sagrada que irradia compasión y que brilla para todos por igual. Los más pobres de
los pueblos siguen recorriendo los caminos que conducen hasta mis santuarios. Siempre me
encuentro con dificultades: las mujeres necesitan mi ayuda durante el parto, así como para
proteger la salud de sus familias. Buscan milagros y visiones. Yo sigo siendo la madre
compasiva que salva a los más débiles y a aquellos que se sienten perdidos. En el
Himalaya, me aparezco ante los viajeros perdidos durante las tormentas de nieve como
Lungnu, la chica dragón. Guío al viajero hasta alguna gruta en la que resguardarse y
protegerse del viento y del frío. Hago que desaparezcan los miedos y las dificultades
enviando a mi servicial ayudante Shan Ts' ai, el dios de la riqueza.
Yo, Kuanyin, acudo en ayuda de aquellos que pronuncian mi nombre y prometen responder
a la llamada de socorro de cualquier criatura viviente. Puedo canalizar mis poderes
curativos a través de las mujeres; mi voz sale de sus bocas y mi sabiduría fluye hasta el
interior de sus mentes. La profecía es mi don de curación para las almas. Mis santuarios
siempre están llenos de velas como señal de gratitud. Potala es mi isla sagrada y la gruta
Ch' aoyin es mi sagrado hogar. En mis santuarios siempre resuenan los alegres cánticos de
mis mujeres.
Puedo llegar hasta ti en cualquier parte del mundo. Siempre estoy cerca de tus plegarias. Si
entonas mi nombre, me acercaré hasta ti y te escucharé, porque yo soy aquella que
escucha tus lamentos.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Las historias que se explican sobre mis rescates son infinitas. He salvado muchas vidas en
los mares, en las grutas, en la tierra y en el aire. Soy Kuanyin y todos me llaman la gran
Yin. Soy la diosa de la compasión y la blanca luna es mi precursora; ella es la que me
enseña cómo puedo ayudar a las criaturas de este mundo. Éste ha sido siempre el mayor
de mis compromisos y todavía sigue siéndolo. Me mantengo fiel a mi palabra. Si practicas la
compasión, te convertirás en mis sacerdotisas; y si me rezas, seré su compasiva salvadora.
El mensaje de Acuario
Esta lunación proporciona un amor desinteresado e impersonal y también la capacidad
necesaria para poder ocuparnos de nuestros semejantes. Precisamente, es durante esta
época cuando comprendemos que la creatividad es la herramienta que resuelve todos los
problemas. En estos momentos, cualquier tipo de violencia nos parece realmente
abominable. Las fuertes vibraciones de Acuario que se filtran a través de la luna hacen que
pensemos en la amistad, en las relaciones y en nuestros valores más elevados y altruistas.
El respeto y la compasión se ven iluminados por la luna de Acuario: el respeto a la vida, la
compasión hacia nuestros semejantes y el respeto al arte y a la creatividad. Es un buen
momento para practicar cualquiera de sus aptitudes artísticas, para leer tratados de
filosofía, para participar en debates y también para inspirarse. Celebra esta época
ofreciéndote como voluntaria en aquellas causas que consideres dignas de ser defendidas.
Lo que se siembra cuando la luna está en Acuario no echa raíces fácilmente; siembra
plantas que florezcan. Prepara conservas de frutas y frutos secos. Recoge hierbas para
hacerte infusiones si sufres desarreglos menstruales. Cuando la luna está situada en
Acuario no es una buena época para plantar árboles ni para podarlos. Debes cortar leña y
almacenarla. Se trata de un momento excelente para cambiar de casa. Limítate a hacer
cosas que vayan a durar mucho tiempo. Es una época realmente favorable para asuntos de
negocios, para poner al día la correspondencia y para escribir libros. Si piensas seguir algún
tipo de dieta, empiézala en esta lunación, cuando la luna esté en su fase menguante.
CARACTERÍSTICAS LUNARES
Conflictos
Los conflictos también tienen otro nombre: vida. Si careces de conflictos y no tienes
problemas con nadie, es porque no debes hacer gran cosa. Incluso es posible que ni
siquiera estés vivo.
Una vez dicho esto, debo añadir que detesto los conflictos. Mi luna está situada en Libra y
odio los enfrentamientos. Pero cuando no he tenido ningún problema durante mucho
tiempo, los echo de menos. La conflictividad parece resultarme tan útil como la armonía.
Los conflictos me ayudan a evolucionar, aunque estoy mucho más realizada y doy mis
mejores frutos cuando estoy en armonía. Para mí, los conflictos son como la luna nueva:
estallan, crecen y cambian.
Puesto que los conflictos pueden ser positivos y también negativos, me gustaría enseñarte
algunos rituales tanto para ratificarlos como para resolverlos.
HECHIZOS LUNARES
alguna hierba de las que se utilizan para romper los hechizos o alejar el mal de ojo, hierba
que podrás encontrar en tiendas dedicadas al ocultismo, en herboristerías o en
establecimientos naturistas. Mezclarla con una pizca de incienso y una pizca de mirra (para
equilibrar las energías). También debes adquirir algún tipo de aceite (ya que el aceite de
oliva se considera sagrado) para untar la vela. Todos los aceites llevan etiquetas con sus
nombres: repelentes, dispersores, etc. Huélelos uno por uno y enseguida te sentirás atraída
por el que más se ajuste a tus necesidades.
Ahora enciende la vela negra y colócala sobre el altar que hayas preparado para honrar a la
luna; después pon un poco de incienso en el carbón vegetal que habrás encendido con
anterioridad (también podrás encontrarlo en tiendas religiosas o de ocultismo, pero no
utilices las típicas pastillas de barbacoa). Tómate el tiempo necesario para saborear la
atmósfera que hayas creado y, a continuación, pronuncia las siguientes palabras:
Repite estas frases durante tres noches seguidas tras la puesta del sol, en cuanto veas
aparecer a la luna. La última noche, deja que la vela se consuma totalmente y echa sus
restos al agua (a ser posible, agua en movimiento). Pero no lo hagas esa misma noche,
elige el momento más apropiado antes de que se inicie la siguiente fase lunar. Ahora,
simplemente cogeremos un poco de cera que haya sobrado del hechizo, las cenizas del
incienso y algunas de las flores que hayamos podido utilizar; tan sólo un poco de cada cosa,
todo biodegradable.
Con este ritual no evitas tu destino, sólo retrasas la aparición del conflicto. Y cuando el
conflicto aparece es porque la vida está en plena ebullición. Por eso, evitar constantemente
los conflictos puede agravar los problemas.
Quema esta vela blanca durante tres noches seguidas, dejando que se consuma por
completo la última noche. Toma un poco de todo el material que hayas utilizado durante
este ritual y arrójalo al agua.
Este tipo de rezos influye poderosamente y la mas veterana de las brujas, puede pasar por
esta vida sin experimentar algún sufrimiento. Es bueno que aprendas las técnicas para
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
luchar contra los obstáculos de forma honrada y que crees situaciones seguras para
enfrentarte a tus adversarios. Lleva aceite de romero siempre que vayas a encontrarte con
tus enemigos. Su olor influirá de forma inconsciente en aquellos que te rodean y hará que
te sientas mucho mas fuerte.
Compasión
La compasión es un sentimiento muy familiar para las mujeres. Es lo primero que nos
enseñan en el jardín de infancia. “Compartirlo todo con los demás, sean amables, jueguen
sin hacerse daño, etc.” Nosotras intentamos inculcar estos sentimientos a nuestros hijos. En
cuanto empiezan a pelearse entre ellos, enseguida les hablamos de la compasión, la
primera forma de rebelarse contra la figura dominante es rechazar este sentimiento.
«Johnny, ¿cómo has podido tirar al gato desde la ventana del segundo piso? ¿No te da pena
el pobrecito? ¿Te gustaría que alguien te tirase a ti desde un segundo piso?»
“¡Yo sólo quería ver si era verdad que los gatos siempre caen de pie!”
Se supone que la compasión es algo que se practica en las escuelas. Los profesores
acostumbran a tener muchísima compasión. Aunque también suelen ser ellos los que nos
proporcionan la primera falta de compasión.
«¡No sabía que eso estuviese prohibido!», se lamentaban intimidadas ante la severa mirada
de la maestra, esperando que la inocencia te sacase del apuro.
Pero seguiste siendo considerada culpable. La maestra te utilizo como ejemplo ante toda la
clase y, si realmente eras inocente, en esos momentos debiste experimentar todo lo
opuesto a lo dicho, el acoso.
La Madre Teresa poseía una dosis inagotable de compasión. Tenía un gran número de
mujeres a su cargo, vistiendo todas igual que ella. Una visita a cualquiera de sus misiones
(actualmente sus colaboradoras no solo trabajan en la India, también lo hacen en algunas
ciudades como San Francisco) puede abrir el corazón de todas aquellas personas que jamás
han experimentado un sentimiento de compasión.
Todos somos compasivos con las personas que amamos, con nuestros animales de
compañía y ahora, al menos eso espero, con nuestro planeta. Sin embargo, siempre
solemos mostramos desconfiados con aquellos que no conocemos. La ignorancia hace que
deseemos ir a la guerra. Pero si nos informamos sobre eI enemigo y lo consideramos como
a un ser humano, es decir, como a un semejante, es posible que nos demos cuenta de que,
al fin al cabo, no somos tan distintos. A veces, las personas cambian. Tras cuarenta años de
guerra fría los soviéticos se han convertido en nuestros camaradas y en nuestros socios
comerciales.
Sin embargo, el tipo de compasión más difícil de sentir es la compasión hacia una misma.
Mientras no experimentemos ningún sentimiento de compasión, de amor ni de cariño hacia
nosotras, difícilmente podremos llegar a experimentar algún tipo de compasión hacia
aquellos que nos rodean. Con este comportamiento sólo conseguirás hacerte daño y abrir
viejas heridas. Esa forma de sentir no beneficia en absoluto, ya que disminuye la energía
vital y aumenta el cansancio. Tu sistema inmunológico debe sentirse querido. Debes
despertar de nuevo su amor propio.
HECHIZOS LUNARES
Soy la criatura de una madre compasiva; y libero el amor compasivo hacia mi misma.
Después, besa tu propia mano con amor. Repite estas palabras tres veces seguidas
besándote la mano tres veces. Besar tu mano en el momento en el que aparece la luna en
el cielo es un ritual que se remonta a una época muy antigua y en tiempos de la Biblia
estaba rigurosamente prohibido. Si te sientes algo estúpida al besarte la mano, recuerda
que amarse a uno mismo es una cualidad a la que se otorga muy poca importancia en
nuestros días. Si logras vencer este tabú, obtendrás muchísima energía gracias a la
compasión que habrás logrado liberar hacia ti misma.
FESTIVIDADES DE LA LUNA
Sarasvati
Primera fase de luna creciente en Magha, India
Esta fiesta está dedicada a la diosa Sarasvati, al parecer llamada también Besant Panchami
o, con menos frecuencia, Dawat Puja (culto al tintero). Es la festividad de la diosa escritora,
a la que se rinde culto cambiando la tinta a los tinteros. Aunque trabajes con un ordenador,
quizás te animes a comprarte un tintero simplemente para poder realizar este ritual.
En Bengala se rinde culto a las plumas, a la tinta y a los libros de cuentas en honor a la
diosa Sarasvati, diosa del aprendizaje. Esta festividad se celebra en todo el país, pero
quienes más la festejan son los colegiales y los estudiantes universitarios. Por supuesto,
Sarasvati también es un río y una diosa del río que gobierna el flujo del agua Y de los
pensamientos. Es un torrente de energía. Su imagen es la de la diosa luna, una hermosa
mujer completamente vestida de blanco y con la luna creciente adornándole la frente, igual
que la imagen de Diana en Europa. La sabiduría y la elocuencia son sus principales
características. Bárbara Walker, autora de The Womans’ Encyclopedia of Myths and
Secrets, (La enciclopedia de la mujer sobre mitos y secretos) traduce su nombre como «la
que fluye». Dice que Sarasvati «también era la reina de los cielos, considerada en el
Brahmanismo como la mujer de Brahma». Pero debemos recordar que, según Walker, «fue
anterior al culto a Brahma» y que «inventó todas las artes de la civilización: la música, las
letras, las matemáticas, los calendarios, la magia, las Vedas y todas las demás ramas del
aprendizaje». Cuando los reyes eran bautizados en sus aguas, Sarasvati les concedía la
divinidad. En algunas ocasiones, también se la suele identificar con Vatch, la diosa del
habla, que hizo posible la manifestación de la palabra, incluyendo la de todos los escritos
religiosos (Monaghan, The Book of Goddesses and Heroines), (El libro de las diosas y las
heroínas).
Para rendir culto a Sarasvati, debemos limpiar todos los utensilios que solemos utilizar para
escribir, sacar el polvo a los libros, organizar nuestra agenda y nuestras notas personales.
Ese día debemos descansar y no escribir ni una sola palabra. Después saldremos para ver
la luna creciente y quemar algo de salvia ante su blanca imagen. Nos dirigiremos a ella
como a la reina de los cielos y la trataremos con respeto, igual que haríamos con una
madre. Pídele que te proporcione su energía para estudiar, para escribir y para llevar a
cabo una empresa realmente importante. Visualízala cogiendo su pluma y escribiendo en
pequeños blocs de notas. Rézale para conseguir la inspiración.
Cumpleaños de Kuanyin
Decimonoveno día, luna llena, China
Kuanyin es la encarnación de la compasión; es la gran diosa del perdón, de la curación, de
la salvación, de la paz y de las mujeres. Igual que el Cristianismo permitió el culto a la
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Santa Virgen María tras la quema de brujas, incluyendo por lo tanto un componente
femenino en su religión; también el Budismo permitió venerar a Kuanyin, y muy pronto,
ésta fue mucho más respetada y recordada que el resto de dioses masculinos, incluyendo
al propio Buda.
La mitología oficial de Kuanyin es muy confusa. Se la suponía una virtuosa, se decía que
había rechazado el matrimonio y que se había opuesto a los deseos de su padre ingresando
en un monasterio. Algunos afirman que su padre insistió en que aceptase un matrimonio de
conveniencia y que incluso sobornó a las demás mujeres del monasterio para que hiciesen
desistir de su empeño a KuanYin, encargándole los trabajos más pesados. Otra historia
cuenta que el monasterio era un auténtico antro de sexo y de corrupción, y que cuando su
padre se enteró lo quemó. Entonces Kuanyin se transformó en pájaro y voló hacia el cielo.
Allí prefirió conservar su forma humana y decidió ayudar a todas las criaturas vivientes a
alcanzar la iluminación. Ésta es la historia oficial.
Según afirma el especialista en temas sagrados y religiosos, Merlin Stone, en su libro
Ancient Mirrors of Womanhood, el culto a Kuanyin es mucho más antiguo que el Budismo.
Kuanyin fue la antigua Nu Kwa. Tanto Nu como Yin significan «mujer». Y la palabra K'uai
significa «tierra». Mujer de tierra. Madre naturaleza. Gran Tao. Nuestra señora.
Como gran diosa de Oriente, la labor de Kuan Yin no consiste en ayudar a las personas a
alcanzar la iluminación a través de las normas, las leyes o los castigos; sino en ayudar a las
personas simplemente a sobrevivir. Desde el Himalaya nos llegan historias de viajeros
perdidos en la tormenta que son conducidos por una joven hacia refugios seguros. En otros
tiempos, las mujeres recurrían a esta diosa en situaciones de peligro, y cuando
pronunciaban su nombre ella reducía a cenizas a sus agresores. Las historias sobre
curaciones son las más frecuentes. Las mujeres rezan a Kuanyin, la gran Yin, ofreciéndole
naranjas y especias y, a través de formas insospechadas, la diosa cura al pobre enfermo,
aportando así una prueba de su gran poder y compasión.
Para celebrar el cumpleaños de Kuanyin, construye un altar con su imagen (una mujer
vestida de largo con collares dorados y con una rama de sauce en la mano, símbolo del
amor y de la sabiduría). A menudo, se pueden encontrar figuras de Kuanyin en las tiendas
donde se venden artículos chinos de importación. Ofrécele frutas frescas, las propias de la
temporada, y reza, alabando su nombre.
Tras haber entonado este cántico durante unos cuantos minutos, podrás empezar a hablar
a la diosa de forma natural sobre tu situación. Quema incienso de sándalo y habla
aspirando el humo para que su respiración se mezcle con él y sus palabras sean
transportadas al cielo y lleguen a sus oídos.
Otros dos seres acompañan a Kuanyin: una chica dragón llamada Lungnu, su amazona
protectora y mensajera; y un joven muchacho, Shan Ts' ai, que quizás sea el dios de la
abundancia. Ambos suelen aparecer en las historias de rescates o cuando la diosa concede
riqueza a alguien que está sumido en la pobreza. Aunque se trata de una diosa china,
personas de todas las razas y religiones se han beneficiado de su atenta ayuda.
Lupercalia
Luna llena de febrero, Antigua Roma
Se trata de una luna loba, los Idus de Februaria, el momento de la purificación y de la
fertilidad. Es el estro mágico de la loba que amamantó a Rómulo y Remo, tal como explica
la leyenda, y también la estación del año en la que los lobos entran en celo. Ese día, un
representante de la hermandad de Pan (el sagrado hijo de la tierra) llegó a la comunidad
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para llevar a cabo este importante ritual. Era un sacerdote pagano y tenía muchos misterios
que celebrar. Bajo su presencia oficial, dieron comienzo los Lupercales.
Primero se sacrificaba una cabra y un perro en honor a los dioses. Ambos animales eran
símbolos de fertilidad y debían ser ofrecidos con gran sensibilidad y respeto. Cuando la
sangre era derramada, los presentes elegían a dos nobles adolescentes como
representantes de la más joven de las generaciones y untaban sus frentes con lana
impregnada de sangre para recordarles las antiguas tradiciones. La reacción característica
de los dos jóvenes era una profunda risa, una risa sagrada: se regocijaban de la fuerza de la
vida.
A continuación, todos los presentes se comían la cabra y el perro, porque si se sacrifican
animales hay que aprovecharlos. Las pieles se utilizaban para hacer látigos y adornos para
el atuendo de los sacerdotes. Después, salían fuera e intentaban estimular la reproducción
golpeando simbólicamente a la gente con las trallas que habían quedado de las pieles. Ser
golpeado con ellas se consideraba una señal de buena suerte, porque significaba dar a luz a
niños saludables. La comunidad vivía un período de gran excitación durante esta luna llena
y se liberaba de la carga del año viejo, recibiendo con alegría todo el poder del nuevo.
Si eres estéril o deseas beneficiarte de este antiguo rito de fertilidad, come algo de carne o
de queso de cabra. Úntate la frente con tu sangre o con la de la cabra. La sangre de la
menstruación era el modelo original para este tipo de sangre de la vida. Vuélvete más
femenina y has que crezca tu deseo (mastúrbate). Si mantienes relaciones sexuales, elige
unas fechas significativas. Una vez al año, la diosa se halla especialmente dispuesta para
ayudarte a concebir niños saludables. Si quieres participar en este período de celo, ahora
es el momento de probar suerte.
Debes reírte mucho. Ve a ver alguna comedia. Lee revistas y cómics. Escucha programas
de humor. Organiza un banquete. Tómate un día de fiesta. Cuando levantes tu mirada hacia
el cielo, piensa que la gran loba entra en celo hoy. La luna llena te hará aullar y que te
fundes con la fuerza de la vida.
En el norte de California, el grupo neo-pagano Forever Forests siempre celebra una fiesta
para plantar árboles el día de Año Nuevo. De esta manera, la organización ha conseguido
repoblar muchos acres de terreno. Si compras un abeto para las fiestas de Navidad, éste es
un buen momento para plantarlo. También es el momento de reflexionar sobre tu relación
con el entorno y de decidir cómo puedes esforzarte para mejorarla dentro y fuera de casa.
¿Cuántos acres de bosque fueron destruidos en tu zona durante el año pasado? ¿Quién se
encargará de reforestar el Amazonas?
En los países más áridos, los árboles se consideran algo sagrado. Es costumbre plantar un
cedro cuando nace un niño y un ciprés si es una niña. También suele utilizarse su madera
en las camas de matrimonio de las parejas de recién casados. En la antigüedad, los árboles
poseían un significado mucho más profundo. Las imágenes de la antigua diosa madre del
Próximo Oriente, Asherah, se tallaban sobre troncos de árboles y, probablemente, la forma
original de la diosa también fuera la de un árbol. Estas imágenes talladas se colocaban en
las salas del templo y eran reemplazadas tras un discreto intervalo de tiempo, cada vez que
los profetas derribaban un árbol nuevo.
En Israel, esta fiesta se celebra con las frutas típicas del país: dátiles, almendras, uvas,
higos y algarrobas. Si celebras esta fiesta en casa, utiliza frutas de la región. La siguiente
bendición fue escrita por Helen Farias como una alternativa a la plegaria hebrea para esta
festividad.
CUENTO DE LA LUNA
La diosa
De la discordia
Hace ya algún tiempo, durante mi primera fase feminista, pensaba que todas las mujeres
eran buenas y amables, tal como podías serlo tu, y totalmente dignas de confianza;
pensaba que siempre intentaban ayudar a los demás, que eran generosas y trabajadoras.
Ser mujer significaba estar en constante estado de gracia. Las mujeres eran buenas, sólidas
y disponían de innumerables recursos. Guardo muy buenos recuerdos de la época durante
la cual apoyé esa teoría; época que, por cierto, apenas duró un par de años.
Después tropecé con la cruda realidad. Empecé a encontrarme con la diosa de la discordia
en sus múltiples manifestaciones.
No, no aparecerá ante ti diciendo quién es. No comparte nuestros gustos y siempre se
acerca con gran cautela. Quizás pienses: «Pero bueno, ¿quién necesita enfrentarse a la
diosa de la discordia?». ¡Ahá! Así es como te tiene cogida, porque se enfrenta a ti sin que lo
notes. Hará acto de presencia cuando menos lo esperes, cuando más débiles te sientas. Si
no posees ningún conocimiento práctico sobre ella, estas realmente perdida.
La diosa de la discordia es un fenómeno. Se puede manifestar a través de cualquier mujer,
pero con frecuencia elige a aquellas que siempre se muestran insatisfechas y, entonces,
mantiene su forma durante mucho tiempo. Algunas mujeres nunca se muestran de acuerdo
con nada por decisión propia, como reacción a un pasado caracterizado por el servilismo.
¡Basta ya de ser buena persona! Otras son haber nacido para provocar la discordia a su
alrededor. Si de verdad deseas crear discordia, jamás debes aceptar un compromiso ni una
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victoria. Tu tarea consistirá en mostrarte en constante desacuerdo con todo y con todos, en
desobedecer las normas y en propagar la discordia a tu alrededor, fomentando la rebelión.
Aunque tus necesidades hayan sido satisfechas, debes seguir empeñada en provocar
conflictos. Sólo entonces serás capaz de manifestar plenamente a la diosa de la discordia.
Sólo entonces irás por el mal camino.
Un buen ejemplo de la manifestación de la diosa de la discordia es Phyllis McWafly. Se trata
de una mujer, ya mayor, que lo tiene todo: riqueza, posición social, criados, etc. ¿Cuál es su
eslogan para todas las mujeres del país que están en una situación parecida a la suya? «No
pierdas tus privilegios», afirma. «Utiliza sus encantos, sean cuales sean. No necesitas tener
los mismos derechos que los hombres, no necesitas ningún poder ni ayuda del gobierno. Lo
único que te hace falta es tener a un hombre rico a su lado».
Se le atribuyó el fracaso de su organización y el haber perdido la última gran campaña para
el ERA. Los republicanos dejaron que se hundiera en la más profunda oscuridad, lo que nos
demuestra que ser una buena chica y defender los intereses de un régimen patriarcal no
aporta ninguna recompensa. Sé que Phyllis pretendía que le concediesen algún puesto en
el gobierno como prueba de agradecimiento por haber intentado eclipsar al movimiento
feminista. Pero no obtuvo ningún tipo de favoritismo por parte de los hombres.
Las Furias son el triple aspecto de la diosa de la discordia. Las tres hermanas se enfadan
fácilmente, se ponen nerviosas enseguida y sus cambios de humor son impresionantes. A lo
largo de la historia, las Furias han asimilado una gran cantidad de abusos. Conocen toda la
maldad que se ha producido en el mundo y su carácter no es divertido, sino vicioso y
vengativo.
Cuando rezas a las Suertes, en realidad te estas dirigiendo a las Furias, que en esos
momentos están tranquilas. Normalmente, se recuerda a las Suertes con plegarias
entonadas en cuevas y en profundos agujeros situados en el interior de la tierra. Siempre
debes ofrecerles tres cosas, una para cada una de ellas. Si no lo haces así, se pondrán de
malhumor (tres velas, tres manzanas, tres copas de vino o de agua, etc.). Las Suertes
moran debajo de la tierra (en nuestro propio inconsciente). Tejen el tapiz de la vida. Crean
nuestros escenarios. Escriben nuestra historia.
Alecto, la más joven, empieza a tejer el hilo de la vida y determina el nacimiento y la
brillante carta de las estrellas.
Después está Tisífone, la mediana. Ésta releva a su hermana menor y sigue tejiendo el hilo
de la vida, borrándolo:
Y, por supuesto, Megaera, la mayor, lo corta con sus tijeras. Así pues, las personas nacen,
se desarrollan sobre la tierra y, finalmente, mueren.
Pero, ¿qué pasa si hacemos enfadar a las Suertes? Entonces, éstas se transforman en las
Furias. Pero para que aparezcan, deben ser invocadas. Hay que hacer algo realmente malo
para que lleguen a enfurecerse. El asesinato de un niño, la violación de una mujer, el
apaleamiento de una madre, un hijo degollado, un marido torturado, etc. Estos crímenes las
preocupan. Son la conciencia de la naturaleza. Si se las invoca en los peores momentos,
acorralan al malhechor y se vengan de él. Pero para invocarlas hay que utilizar un hechizo.
Y, ¿qué sucede cuando no existe ningún enemigo concreto del que puedan vengarse?
Entonces atacan la raíz de la cuestión como sólo ellas saben hacer.
¿Cómo se vengan de las maldades?
La locura, por ejemplo, es una de sus formas favoritas de venganza. O la mala suerte. La
suerte forma parte de sus dominios y tener suerte equivale a tener éxito, mientras que
tener mala suerte equivale a ser un perdedor y un desgraciado. A veces se habla de las
Suertes y de sus enormes perros de grandes orejas rojas que salen de los infiernos y se
encaran a los malhechores, limbo a limbo. Pero creo que esto simplemente significa que la
persona que las ha ofendido se está desintegrando y que su mala conciencia atormenta y
destruye a su personalidad. ¿Puede aplicarse esto a la magia? Las Furias contra el
patriarcado. Las Furias contra las guerras. Pienso que las Furias deberían alzarse para
convertir la tierra en un lugar de paz.
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Hoy en día, las Suertes siguen tejiendo sus hebras en las profundas cuevas del
inconsciente. Pero, con frecuencia, se transforman en la diosa de la discordia, que ya no es
tan viciosa como en la antigüedad y se limita a sembrar un poco de descontento a su
alrededor, poniendo trabas, modificando los acontecimientos y desbaratando los planes.
He conocido muchas manifestaciones de la diosa de la discordia. Cualquier grupo con más
de tres miembros puede encontrarse con una. Una vez identificada, es bueno que nos
acostumbremos a su presencia y que aprendamos cómo se comporta, porque si pedimos a
la gran diosa que se deshaga de esta persona, es posible que nos envíe a otra que no
conozcamos. Y ésta todavía puede ser peor.
Durante años, nuestra diosa local de la discordia acostumbraba a aparecer en las
conferencias dedicadas a las diosas y se sentaba siempre en primera fila. Cuando
respondíamos a las preguntas del público, se las ingeniaba para ridiculizar a la persona que
estuviese hablando en esos momentos. Nuestra diosa de la discordia era muy justa.
Realmente, odiaba a todo el mundo por igual. Pretendía no ser más que un simple miembro
del público y, entonces, intentaba sabotear el acto. De no haber estado preparada, la diosa
de la discordia hubiese terminado por hacerse cargo de la presentación y por exponer sus
propios puntos de vista, que seguramente entrarían en contradicción con los del
conferenciante. Antes de que pudiésemos darnos cuenta de lo que había pasado, el público
ya se habría olvidado de nuestra existencia. Así es como actúa.
Estuve dando varias conferencias durante las cuales no se presentó y me olvidé del peligro.
Empecé a sentirme a salvo y entonces fue cuando la diosa de la discordia volvió a
interferirse en mi camino. En uno de mis seminarios, ocupó uno de los primeros asientos
durante una conferencia para mujeres. Yo sabía que había venido a por mí. Últimamente, la
diosa de la discordia no había asistido a ningún otro acontecimiento: debía estar totalmente
descansada y dispuesta a hacerme el mayor daño posible.
Llevé a cabo mi apasionada e improvisada presentación sobre «Los templos de las diosas»,
acompañándola con diapositivas en color de las diosas de otras partes del mundo. Expliqué
la mitología de las diosas que aparecían en cada una de las diapositivas y, exceptuando un
ocasional lapsus de memoria en cuanto a los años de antigüedad de los objetos o la zona
en la que fueron encontrados, me sentía completamente segura de mí misma. Para
fastidiarme, la diosa de la discordia siempre me preguntaba la fecha exacta en la que
fueron descubiertas las estatuas que aparecían en las diapositivas, así como el lugar en el
que fueron encontradas.
Que tuviesen su propia tradición provocó una gran resistencia por parte de la comunidad
neopagana y por parte de la comunidad más tradicionalista. Los neopaganos se negaban a
otorgar un poder especial a las sacerdotisas, ya que esta tradición permitía que se
reuniesen en círculo con otras mujeres y que pasaran un rato agradable. En definitiva, los
neo-paganos se sentían apartados. La comunidad pagana más tradicionalista, a la que le
costó mucho aceptar el dominio de una divinidad femenina, me acusó al afirmar que yo
defendía esta tradición debido a mis ideas feministas. En realidad, lo consideré un
cumplido, puesto que los Misterios de las Mujeres existieron hasta el siglo cuarto y yo me
limitaba a reintroducirlos. Así pues, el concepto de la tradición diánica sobre los Misterios
de la Mujer también era un tema muy delicado para mí.
«Diana es la diosa de la naturaleza y de las mujeres. En sus misterios, jamás se permitió la
presencia de ningún hombre», afirmé con autoridad.
Ahora, finalmente, la diosa de la discordia parecía dispuesta a tomarse la revancha.
«Eso no es cierto. Existen muchas pruebas que demuestran que los hombres también eran
sacerdotes de Diana y que participaban activamente en sus misterios».
¡Y de qué forma lo dijo! La diosa de la discordia mantenía la cabeza bien alta y, a pesar de
tratarse de una persona bajita, parecía haber aumentado de estatura. Todas las miradas se
dirigieron hacia ella. Se había convertido en la defensora del acceso de los hombres a los
grupos espirituales de las mujeres. Y lo hizo muy bien, porque dio la impresión de que lo
único que deseaba era ser amable y compartir ese privilegio con los hombres.
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Pero los grupos de hombres no son tener el más mínimo interés en ello. No están
interesados en hacer fracasar a los grupos espirituales de mujeres ni en hacerlos mixtos.
De hecho, los hombres han empezado a desarrollar sus propias tradiciones. Pero esa tarde,
para la diosa de la discordia, la participación de los hombres en los Misterios de las Mujeres
era una cuestión de principios y un motivo de investigación. Yo estaba realmente furiosa.
«Perdona, ¿eso significa que, de acuerdo contigo, los Misterios de las Mujeres no deberían
existir? ¿Que cualquier tipo de grupo debería incluir siempre a los hombres? ¿Por qué?»
Una carcajada generalizada broto de las gargantas de los asistentes cuando, finalmente,
comprendieron el concepto de diosa de la discordia. Las risas fueron un alivio y una
diversión. La diosa de la discordia se volvió hacia mí sorprendida.
¡Así que esto es lo que me estabas preparando!, parecía estar pensando, sin lugar a dudas.
¡Esto es lo que me estabas preparando y yo he caldo en la trampa!
Las risas la habían desarmado. La diosa de la discordia no tenía ningún tipo de defensa
ante ellas. Se sentía totalmente desarmada. Como si le hubiesen echado un jarro de agua
fría por la espalda. Ahora, todos sabían lo fácil que resulta sembrar la discordia.
Se produjeron momentos de autoanálisis. Las mujeres se rieron de sí mismas, asombradas
de lo rápido que habían llegado a dispersarse. Después, reconocieron de buen grado que la
diosa de la discordia posee una poderosa fuerza y se centraron de nuevo en el tema
original de la conferencia.
Tras esta pequeña pausa, seguí mostrando y explicando mis diapositivas. Cuando reduje la
intensidad de la luz, advertí como la diosa de la discordia abandonaba la sala. Pero antes de
salir, se giro y me miro fijamente. Entonces sentí que sus ojos me decían: ¡No te preocupes,
volveré por ti!
Tercera lunacion
Época: febrero – marzo
Signo: piscis
Hierba lunar: hinojo
Animal lunar: lobo
Luna tormentosa
HABLA LA DIOSA
Sedna
Yo soy Sedna, la más anciana de todos los seres divinos, la reina de las profundidades.
Reúno a mis criaturas a mi alrededor para protegerlas de las fuertes tormentas. Soy la
diosa con cola de pez, la ballena sagrada que da vida a los pueblos, proporcionándoles
alimentos del mar. Soy la que decide cuáles son los animales que Puedes capturar para
comer y cuáles deben ser respetados si no quieres que me enfurezca.
Los hombres cuentan extrañas leyendas sobre mí. Afirman que en una ocasión estuve
viviendo como mujer a orillas del mar del norte. Era tan hermosa que todos los esquimales
deseaban compartir su vida conmigo.
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El mensaje de Piscis
Esta época estimula los instintos maternales de la mujer y celebra los acuosos poderes de
las mujeres y de la naturaleza para dar la vida. Ahora, la intuición, la creatividad, la
resolución de los misterios y los acontecimientos de índole psíquica son formar parte del
ambiente.
Ha llegado el momento de aprender a gozar de los placeres de la vida, de acabar con todo
tipo de represiones y de disfrutar de la buena vida, del sexo, de la comida y de las
diversiones. Los placeres artísticos como el teatro, la música y la poesía te atraerán más
que nunca. Esfuérzate por interiorizar las influencias piscianas de la luna, experimenta los
sentimientos profundamente, expresa los aspectos positivos y los negativos, y permite que
tu corazón disfrute de un período de gran intensidad.
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Características LUNARES
Deseo
Sentir deseos se ha convertido en una cuestión política, porque las religiones patriarcales
se desarrollaron de acuerdo con la premisa de que el deseo no era bueno para ti. Así pues,
si su unánime paranoia te sirve de algo, es porque el deseo debe ser realmente bueno.
La tradición de la diosa considera que el deseo es sagrado. Se trata de otra forma de
entender como actúa la diosa. La diosa ha sembrado el deseo en nuestros corazones con el
fin de guiarnos hacia nuestros destinos. Encontraremos muchos destinos durante nuestro
viaje a través de la vida y el deseo será la brújula que nos conducirá al lugar más
adecuado.
Hace poco me di cuenta de que todas aquellas cosas que tanto había anhelado de
jovencita, terminaron por sucederme. Algunas tardaron más que otras, pero finalmente,
todas tuvieron lugar. Y aunque ahora preferiría que no hubiesen sucedido algunas cosas,
esto no impidió que ocurriesen.
He aprendido mucho más sobre mí misma observando mis deseos que con cualquier otra
forma de autoanálisis. El deseo es la brújula que conduce al Tao, el movimiento de la
energía. El Tao es el flujo de la energía de la vida. Para poder acceder al movimiento del
alma, tenemos que sentir algún deseo. Todos sentimos el deseo de convertimos en algo: en
profesores, en escritores, en abogados, etc. Pero también, en lo más profundo de nuestro
interior, todos sentimos el deseo de ser felices. Más adelante, descubrimos el deseo de
conocer, de confiar y de amar a alguien. ¡Qué sentimiento más noble es el deseo!
Según los sacerdotes, los predicadores y los evangelistas que aparecen por televisión,
debemos luchar contra el deseo. El deseo es sospechoso. Si puede ser erradicado, debe ser
sofocado. Y puesto que el peor de los deseos es el carnal, enseguida se relaciona a la mujer
con el deseo. Cuando se llega a este confuso y despreciable sentimiento, ¿no se acusa
siempre a la mujer? (Recuerda la manzana de Eva en el paraíso.) La secta de Krishna afirma
que la mujer es la causante de todo el dolor que hay en el mundo (¡y no el equivocado
sistema económico creado por el hombre!), porque ella es la que conduce al alma humana
hacia la interminable rueda de renacimiento. ¡Encima tienen el descaro de quejarse de la
reencarnación!
El deseo sigue siendo uno de los tópicos políticos más actuales.
El deseo de paz ha aumentado en popularidad. Cuantas más personas deseen la paz, más
fácil será conseguida. El desarme es algo realmente deseable. El deseo de acabar con las
armas debe aumentar y hacerse más fuerte. El deseo es un excelente remedio, igual que el
deseo de cooperación, de salud y de prosperidad. El deseo que preferiría suprimir es el
deseo de cometer actos violentos, legales e ilegales.
El deseo es poder.
HECHIZO LUNAR
Enciende una vela de un color rojo con el cual te sientas a gusto. Transmite tu deseo a la
vela y envíaselo al universo, con toda su energía emocional. Quema un poco de salvia de
sándalo o cualquier otro incienso que te resulte agradable. Reza a la diosa de las
profundidades, no sólo a la diosa de las profundidades del mar, sino también a la de tu
psique, y ruégale que aumente el deseo en sus corazones. Una vez hecho esto, Debes
decir:
Cuando sientas que el deseo florece en tu corazón, enciende la vela del deseo y trabaja con
su energía (sintiéndola, no rechazándola) durante algunos minutos todos los días, hasta que
la vela se consuma totalmente. Has que este hechizo dure siete o nueve noches seguidas.
Ahora viene la parte más difícil. Debes olvidarte de este deseo y no volver a pensar en él, al
menos durante una lunación. Cuando te liberes de tu deseo, entrará a formar parte del
universo porque ya no está vinculado a ti. Entonces podrá realizar los contactos oportunos
para llevar a cabo su propósito antes de volver. Pero si no logras liberarte de él, nunca te
abandonará y, en consecuencia, jamás podrá volver de nuevo con ti para cumplirse con
éxito.
Características LUNARES
La aflicción
Ninguno de nosotros podrá recorrer la vida sin experimentar ningún tipo de aflicción. Las
aflicciones son la consecuencia de una pérdida o desengaño; la consecuencia de una
muerte o separación. La aflicción es aquello que experimentamos cuando perdemos a un
ser amado, a un amigo, a un familiar, a un niño o incluso a un animal de compañía. Pero
todos tendremos que pasar por ello y todos odiaremos las pérdidas. La aflicción es una
emoción realmente amarga e intensa que reside en lo más profundo de nuestras almas.
Cuando lloramos, nuestros sollozos deben brotar de ese inescrutable lugar. Las aflicciones
nos hacen estremecer, nos hacen palidecer, nos hacen renunciar y nos hacen sentir
golpeados.
A diferencia de la ira, la aflicción no puede alimentarse. La aflicción es el proceso de
aceptación de un resultado que no puede ser alterado. Las aflicciones forman parte de
nuestro crecimiento personal: nos ayudan a asimilar una situación y nos permiten
evolucionar lentamente. Según la causa de tu aflicción, se pueden realizar diferentes
rituales.
HECHIZOS LUNARES
FESTIVIDADES DE LA LUNA
Festividad de Holi
Phalguna, luna llena, India
La fiesta de la diosa Holika es la fiesta del fuego. El equinoccio de la primavera y la cosecha
del trigo coinciden en la parte occidental de la India. Se preparan hogueras por toda la
zona, en el campo y en las ciudades. La festividad de Holi es una mezcla de ritos de
fertilidad y de purificación. La gente se tira polvos de colores (¿polen?) cuando se encuentra
por la calle; los hombres mojan a las mujeres con agua de colores (¿semen?) con las
bombas de sus bicicletas. Todos llevan ropas viejas y la fiesta puede llegar a durar toda la
noche. Las hogueras se van consumiendo poco a poco, se comen dulces y también se
arrojan al fuego como sacrificio a la diosa.
Anthesteria
Luna Anthesterion, Antigua Grecia
Durante los tres días de fiesta que daban su nombre a esta luna griega, se celebraba la
llegada del vino nuevo. El primer día, se abrían los toneles y todos disfrutaban de la
cosecha. El segundo día, se celebraba la fiesta de las copas, que consistía en un banquete
público. Pero el acontecimiento más importante era el sagrado matrimonio de Basilissa (la
esposa del arconte Basileus) con Dionisio, el dios del vino. La ceremonia tenía lugar en el
más antiguo de los dos templos de Lanaeon, que sólo se abría para esta ocasión. La
Basilissa (reina, en griego antiguo) representaba a la tierra y el ritual era una clara
conmemoración de la antigua gran boda que renovaba la fertilidad de la tierra uniendo
sexualmente a la diosa con el dios. ¡Cuánto me hubiese gustado haber podido presenciar
una de estas grandes y sensuales festividades para poder contar su historia!
Purim
Luna llena de Adar, Tradición hebrea
Purim, o la festividad de los grupos, conmemora el episodio relatado en el Antiguo
Testamento en el Libro de Ester. Sin embargo, esta celebración parece incorporar algunos
elementos del culto a Ishtar, la festividad del Año Nuevo y del Carnaval de la antigua
Persia.
De acuerdo con la Biblia, durante la época en la que la mayoría de los hebreos fueron
expulsados por los babilónicos, Ahasuerus, rey de los medos y de los persas, buscaba a una
nueva reina porque la anterior, la reina Vashti, se había negado a bailar en la sala de
banquetes ante un grupo de extranjeros borrachos. Furioso al ver contrariados sus deseos
en público, el rey juró que se divorciaría de Vashti «por miedo a que las mujeres de su reino
decidiesen seguir su ejemplo», (No puedes culpar a las feministas, ¿verdad?). Lo máximo
que se puede decir sobre este hombre es que, en aquellos momentos, también debía estar
borracho y que las leyes de los medos y de los persas le prohibieron que se retractase de
su palabra. De cualquier forma, eligió a su nueva reina, Ester (¡una versión hebrea del
nombre de Ishtar!) a través de un concurso de belleza.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
El primer ministro, Haman el Agagita, procedía de una tribu enemiga de los judíos. Después
de haber conseguido engañar al rey, haciendo que los agagitas se sublevasen en su contra,
Ester y su inteligente tío Moraecai lograron que el rey les permitiese devolver el ataque.
Tras un auténtico baño de sangre que duró tres días, los judíos se proclamaron vencedores
y Ester, Moraecai y el rey Ahasuerus vivieron felices para siempre.
A pesar de sus elementos románticos y bajo un punto de vista feminista, esta historia
resulta algo perturbadora, aunque la festividad de Purim es una de las más apreciadas del
año ritual judío. En la actualidad, suele celebrarse con un baile de disfraces en el que los
participantes asumen el papel de los protagonistas de la historia. La historia se lee (y a
veces también se escenifica), se hacen muchas payasadas y se sirven grandes cantidades
de comida y de bebida. El plato principal de la fiesta es un pastel en forma de triángulo,
relleno con semillas de amapola.
Aunque los pasteles se asocian a Haman, los orígenes de esta festividad probablemente se
remontan a la antigua fiesta del Año Nuevo, que se celebraba desde la luna nueva hasta la
luna llena más próxima al equinoccio de primavera y que se dedicaba a Ishtar, diosa de la
creciente fertilidad. El Año Nuevo era el momento del sagrado matrimonio entre la diosa
(originalmente Inanna) y su consorte, Dumuzi. A Inanna se la identificaba con el planeta
Venus (el lucero del alba), pero también con la hija mayor del dios y de la diosa de la luna,
Nana y Ningal. Las transformaciones de diosa de la caótica tormenta en radiante reina,
celebradas en sus rituales, se identificaban tanto con los ciclos lunares como con los ciclos
menstruales.
Uno de los cánticos rituales que todavía se conserva describe una procesión (quizás al
anochecer, cuando la luna nueva y la estrella vespertina brillan juntas en el cielo). En
verano, todos le rinden honores tocando alegres canciones con el arpa y el tambor:
soldados y sacerdotisas, parejas respetables, jóvenes con aros, doncellas y hombres
dedicados a la prostitución que agitan coloreados pañuelos. Se hacen carreras de sacos, y
los hombres y las mujeres se intercambian las ropas. Entonces la luz aparece en el cielo:
Tal como ha sucedido con tanta frecuencia, nuevas personas otorgaron nuevos mitos a esta
festividad, pero la mayoría de las antiguas prácticas sobrevivieron a los cambios. En una
ocasión, unos amigos míos asistieron a una fiesta del Purim en la que se había pedido a los
invitados que se disfrazasen de su personaje favorito del Antiguo Testamento. Una de mis
amigas se disfrazó de reina Jezabel, la que intentó reintroducir el culto a la diosa en Israel y
fue asesinada por ello, y otro se disfrazó de Gomer. Llevaban pancartas en las que se podía
leer: «¡Devuélvenos el Asherin!», «¡Restauren los sagrados bosques!», etc.
afortunadamente, se trataba de una fiesta de gente muy variada y madura y todos
apreciaron la ocurrencia.
CUENTO DE LA LUNA
La torre
Entra en su habitación y su cuerpo parece iluminarlo todo. Se acomoda con su libro en una
silla. Su rostro me observa con picardía; su blanco manto parece deslizarse suavemente
mientras acomoda sus piernas. Me mira fijamente y después me dice: «Déjame que te
cuente un cuento, un cuento muy antiguo».
«Qué clase de cuento?», pregunto.
«Un cuento sanador», dice ella. «Tan sólo hay una clase de cuentos.»
«Será deprimente?»
«Seguramente. Pero el pasado a menudo suele serlo.»
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Estoy segura de que la gran madre luna está totalmente empeñada en explicarme ese
cuento. A veces es bastante macabra en sus elecciones y adora las historias algo
deprimentes: cree que son buenas para nosotras. Su voz se eleva suavemente a medida
que inicia su relato.
Hace mucho tiempo, en Transilvania, vivía un obispo muy poderoso que se había empeñado
en encontrar los muros del templo más antiguo de todo el país y que planeaba reconstruirlo
para convertido en un nuevo monasterio y en una nueva iglesia con unas torres muy altas.
Sería tan bonito y espectacular que todo el mundo lo admiraría por los siglos de los siglos.
Ésta fue su decisión.
El obispo buscó a los hombres más experimentados para que les construyesen su iglesia y
encontró a los diez mejores albañiles de la época. Los albañiles eran tan pobres que apenas
tenían dinero para comer y sobrevivían gracias a la caridad de sus vecinos porque, a pesar
de ser muy buenos trabajadores, nadie, excepto la iglesia, tenía suficiente dinero para
encargarles trabajo. Grande fue la alegría de los diez albañiles cuando se enteraron de los
planes del obispo para levantar un nuevo monasterio que se convertiría en un triunfo de la
habilidad de los constructores, en una maravilla para que todos la admirasen.
Entonces, salieron a buscar aquellas viejas paredes. Durante una semana estuvieron
buscando los viejos muros que se habían quemado hace tanto tiempo. Finalmente, se
fijaron en las pequeñas piezas de mármol que un joven cuidador de cerdos llevaba en las
manos y éste les explico donde las había encontrado, asegurándoles que el viejo muro
todavía seguía allí, al menos una pequeña parte.
El mejor de todos los albañiles, cuyo nombre era Kelemen, y sus nueve amigos se dirigieron
hacia el lugar indicado. Estaban bastante asustados porque la luna empezaba a elevarse
por encima de sus cabezas. Seguramente, debía tratarse de un lugar muy especial, ya que
podían sentir el poder espiritual que impregnaba la tierra, los árboles y las rocas que habían
a su alrededor
Los albañiles empezaron a trabajar con ahínco y muy pronto se encontraron preparando los
ladrillos con argamasa para levantar las paredes del nuevo templo de adoración. Trabajaron
con gran diligencia, día tras día y mes tras mes. Pero todo cuanto construían durante el día
se derrumbaba por la noche. Hiciesen lo que hiciesen, la pared que levantaban con tanto
esmero y tanta habilidad por la mañana, no se mantenía en pie cuando llegaba la noche. Y
así pasaron tres años.
Un día, el obispo se acerco para observar los progresos.
«¿Como es que las paredes no son más altas?», pregunto a Kdemen, el jefe de los albañiles.
«¿Como es posible que en tres años de trabajo no hayas hecho ningún progreso? ¿Acaso no
sabes que necesito que estas paredes sean grandes y hermosas? Quiero que todo el mundo
admire lo que he ordenado construir para mayor gloria de Dios.»
«Comprendemos su noble deseo, poderoso obispo», contestó Kdemen. «Pero la verdad es
que todo cuanto construimos durante el día se derrumba por la noche y no sabemos por
qué.»
«Entonces, rezaré a mi Dios», dijo el obispo. «Le rezaré y ya te informaré de lo que debes
hacer.»
Llegó la noche y todos los albañiles se echaron sobre sus abrigos dispuestos a esperar.
Miraban fijamente a la luna creciente, pero estaban tan cansados que terminaron por cerrar
los ojos y se quedaron profundamente dormidos.
El obispo rezó de todo corazón. Después se fue a dormir y, en sus sueños, se le apareció
una oscura figura que le dijo:
«La pared que están construyendo los albañiles cae porque las viejas paredes fueron
maldecidas por los invasores que las quemaron. La única forma de romper este hechizo es
emparedar viva a una mujer joven. Eso permitirá que las nuevas paredes se mantengan en
pie.»
A la mañana siguiente, los albañiles se reunieron con el obispo y éste les explicó lo que
había soñado.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
«Cuando una de sus jóvenes esposas venga para traerte comida y agua, agarrala y colócala
sobre los cimientos y, entonces, construye una pared a su alrededor, como si se tratase de
una broma. Después, cuando ya no pueda moverse, termina la pared con ella en su interior.
Una vez hecho esto, las nuevas paredes del monasterio se mantendrán en pie, el trabajo
que realices progresará y conseguirás una buena recompensa por su trabajo.»
El obispo dejó que los diez albañiles meditasen sobre el tema. Todos eran jóvenes y sus
esposas también. La mayoría tenía hijos pequeños. Ese trabajo era su única forma de
supervivencia. Pero odiaban esta solución.
Kelemen reunió a todos sus hombres y colocó algo de pan, un poco de sal y los planos de la
iglesia en una mesa bajo la luz de la luna. Entonces les dijo:
«Quiero que todos hagan un juramento. Juren al cielo, a la sal, al pan y a los planos de esta
iglesia que la primera de nuestras mujeres que aparezca por aquí el jueves por la mañana,
a través de la niebla y del rocío, para traernos comida y agua, será la elegida: la pondremos
en el interior del muro y construiremos una pared a su alrededor para que no pueda
moverse. Ya escucharon lo que dijo el obispo. Sólo si emparedamos a una mujer joven
lograremos que los muros se mantengan en pie. Sólo así podremos acabar de construir la
iglesia y alimentar a nuestras familias.»
Los albañiles decidieron hacer lo que el obispo y Kelemen les habían pedido. La primera
mujer que los visitase el jueves, a través de la niebla y del rocío de la mañana, para traerles
comida y agua, sería emparedada y sacrificada, porque las paredes debían mantenerse en
pie para mayor gloria de Dios.
Pero todos estaban profundamente preocupados. Temían que la primera mujer en llegar
fuese la suya. Excepto Kelemen, todos los albañiles volvieron a casa esa misma noche y
hablaron con sus esposas:
«Este jueves, quedaos en casa. No vengas a vernos a través de la niebla y del rocío. No nos
traigas comida ni agua. Quédate en casa y no se te ocurra salir.»
Kelemen rezó al gran roble y luego envió un mensaje a su esposa Piros a través de un
sirviente.
«He perdido a un toro en el bosque. Por favor, encuéntralo. Tómate tu tiempo. Después,
mátalo y prepárame una sopa. Tráemela el próximo jueves a través de la niebla. Eres mi
querida esposa y estoy realmente orgulloso de ti.»
Piros recibió el encargo. Se levantó temprano, buscó entre los matorrales y encontró al toro
que se había perdido. Lo mató, utilizó su carne para hacer una buena sopa e inició el
camino hacia las montañas. Al amanecer ya estaba cerca.
Ahora Kelemen se senda culpable y lo atormentaban los remordimientos. Parecía como si
su mujer fuese la única que iba a llegar.
«¡No vengas, querida esposa, no vengas! ¡No vengas a traerme agua!
¡No vengas a traerme comida»
Estos pensamientos llegaron hasta su amada esposa, pero ésta sólo entendió que Kelemen
se estaba acordando de ella y que quería protegerla. Por esta razón, se apresuró a traerle
la comida y el agua. También llevaba a su hijo recién nacido entre los brazos.
Kelemen vigilaba el camino y vio llegar a su mujer. Era la primera y ya se estaba
acercando, sólo le faltaba atravesar una pequeña montaña.
Entonces, rezó al roble:
«Haz que una loba rabiosa asuste a mi esposa Piros y que derrame toda el agua y deje la
comida en el suelo para volver a casa enseguida».
Y, efectivamente, una loba se cruzó en el camino de Piros, hizo que derramase toda el agua
y asustó al bebé, que se puso a llorar. Piros decidió regresar a casa, pero para buscar más
agua y más comida.
Cuando Kelemen vio que su mujer volvía a casa, respiró aliviado, pensando que no sería su
esposa la que moriría emparedada. Pero Piros era muy rápida y no vivían excesivamente
lejos. Andaba muy deprisa y además estaba muy enamorada. De nuevo volvió a presentir
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
que su marido pensaba en ella y se apresuró a coger más agua y más comida y, con su hijo
recién nacido entre los brazos, volvió a emprender el camino hacia las montañas.
Kelemen volvió a rezar al gran roble:
«¡Oh, espíritus, haced que el camino se llene de zarzas que obliguen a mi esposa a
retrasarse y a tirar toda el agua y la comida para que no tenga más remedio que volver a
casa!».
Los espíritus lo escucharon y bloquearon el camino con enormes zarzas que impedían el
paso. Piros derramó el agua y el bebé casi se le cayó de los brazos.
Kelemen vio como su joven esposa regresaba de nuevo a casa y se sintió muy contento y
agradecido.
Pero al poco tiempo volvió a verla aparecer por el camino. Sin embargo, esta vez traía
consigo los instrumentos adecuados para abrirse paso a través de las zarzas, así como las
armas necesarias para asustar a la loba. Una vez más, Kelemen se abrazó al roble y rezó.
«Oh, espíritus, ustedes que hasta ahora han cumplido todos mis deseos, por favor,
concededme éste también. Haced que un dragón interrumpa el paso a mi mujer, que este
dragón lance fuego y la asuste de tal modo que vuelva a derramar el agua, que vuelva a
dejar caer la comida y que se vea obligada a regresar a casa.»
Piros se encontró con un enorme lagarto. Era mucho más grande de lo normal y lanzaba
fuego por la boca. Pero, esta vez, decidió no volverse atrás. Vigiló los movimientos del
lagarto y, en cuanto se dio la vuelta, ella, rauda y veloz, prosiguió su camino. Subió la
montaña y su corazón empezó a latir de alegría cuando, a lo lejos, pudo divisar a Kelemen.
Entonces lo llamó para que viniese a ayudarla con el recién nacido.
Cuando llegó hasta las paredes de la nueva iglesia, se dio cuenta de que todos los hombres
parecían tristes y preocupados. Kelemen la besó, pero no tocó la comida. Los demás
hombres la levantaron en brazos, la dejaron encima de los cimientos de la nueva pared y
empezaron a construir a su alrededor.
Piros pensó que se trataba de una broma de los albañiles. Pero, poco a poco, la pared fue
creciendo y ella empezó a gritar: «Kelemen, Kelemen, esta broma me parece muy pesada.
Me siento aprisionada entre estas paredes, mis pechos están rebosantes de leche y mi hijo
necesita comer.»
Los hombres no la escuchaban.
Sus manos no hacían más que coger ladrillos y argamasa para seguir levantando paredes a
su alrededor. De esta forma las paredes fueron creciendo hasta que terminaron por cubrirla
totalmente.
«Querido Kelemen, por favor, ayúdame. Esta broma es demasiado pesada. Me duele todo el
cuerpo, mis pechos están oprimidos y ¿qué pasará con mi bebé?»
Kelemen lloraba, pero no se atrevió a hacer nada.
Ahora, apenas se podía escuchar a la mujer. Las paredes se tragaban sus palabras. Poco a
poco, a medida que se ponían más ladrillos, su voz dejó de escucharse por completo.
Finalmente, Kelemen contestó a su esposa: «No te preocupes por nuestro hijo, querida mía.
No estará solo. Las bondadosas hadas cuidarán de él, el viento lo mecerá suavemente y las
gotas de lluvia lavarán su cuerpo hasta que se haga mayor.»
Desde el interior de las paredes seguía brotando el dulce llanto de la joven madre; pero
pasados unos días, su voz dejó de oírse.
Los albañiles construyeron una hermosa iglesia y un gran monasterio en la cima de la
montaña. Todo cuanto construían durante el día ya no se derrumbaba por la noche y, de
esta forma, muy pronto terminaron su trabajo. Entonces, la gente acudió hasta allí para
admirarlo. El obispo llegó montado a lomos de su caballo y, con gran alegría, recorrió los
alrededores, mostrándose realmente orgulloso del trabajo realizado. Premió a los hombres
otorgándoles títulos y entregándoles todo el oro que les había prometido, e incluso un poco
más.
Pero mientras permaneció allí, el obispo escuchó a los albañiles y a otras personas que
hablaban sobre la forma como habían emparedado a Piros, la primera de las mujeres que
acudió a traerles agua y comida a través de la niebla y del lodo. Al oírlos hablar así, se dio
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
cuenta de que estos hombres no serían capaces de mantener en secreto lo que habían
hecho y de que terminarían por revelar el nombre de la persona que los había inducido a
actuar. Por eso, sin pensárselo dos veces, les quitó todas las escaleras y todos los
andamios, y dejó a los diez albañiles en el tejado, desde donde no había forma humana de
bajar. Los dejó arriba del todo, casi rozando las nubes. Los abandonó allí para que el
hambre, la lluvia y la intemperie debilitasen sus cuerpos hasta que muriesen.
Los hombres empezaron a gritar pidiendo ayuda y rogaron clemencia al obispo, porque, al
fin y al cabo, la idea de emparedar a una mujer para mantener las paredes en pie había
sido suya.
Pero el obispo estaba totalmente decidido a dejarlos allí.
«Ya no quiero que sigas construyendo más edificios», anunció. «Éste ha sido el primero y
también el último! No quiero que vuelvan a tocar ni un solo ladrillo. Esta iglesia será su
única construcción para mayor gloria de Dios.»
Y tras estas palabras, los abandonó en el tejado de la iglesia sin nada que pudiesen utilizar
para bajar.
Kelemen y sus nueve hombres empezaron a hablar y éste les aconsejó que se construyesen
unas alas de madera e intentasen volar con ellas. Los nueve jóvenes se pusieron manos a
la obra, utilizando toda la madera que encontraron y, finalmente, estuvieron preparados
para bajar. Saltaron desde el tejado de la iglesia, pero sus pies jamás tocaron el suelo
porque en el aire se convirtieron en grandes bloques de piedra.
Kelemen miró hacia abajo, vio las nueve piedras en las que se habían convertido sus
compañeros y se preocupó. Pensó sobre ello durante cinco días más y, entonces, se
construyó una plancha de madera de seis lados con la que deslizarse hacia abajo.
Y así lo hizo. Se deslizó por el tejado intentando volar. Parecía que lo iba a conseguir
cuando, de repente, se le enganchó un pie en uno de los huecos de las paredes de la
iglesia, o quizás fuese la misma pared quien lo atrapó, se quedó colgando y finalmente
cayó. Cuando llegó al suelo, cerca del lugar donde se habían levantado los cimientos de la
iglesia, se dio con una roca en la cabeza y murió al instante.
Cuentan que un pequeño arroyo brotó en el lugar en el que cayó; un arroyo de agua salada.
Y dicen que el agua salada eran las lágrimas de su buena esposa, Piros, que seguía llorando
a su hijo recién nacido.
La gran madre luna está hablando con mi conciencia. Se manifiesta a través de un brillante
camisón plateado, con los cabellos adornados con una gran corona de perlas. ¡Es tan
hermosa y huele tan bien! Estoy cansada y tengo mucho sueño, pero su presencia me
anima y me obliga a permanecer atenta.
«¿De qué forma puede beneficiarme esta historia, gran madre?», le pregunto.
«Puedes aprender mucho de ella.»
«¿Así pues, ¿los hombres sacrificaron a una mujer simplemente para poder levantar una
pared?»
«Sí, la pared que protegía a la religión del obispo.»
«Y ¿qué me dices de los otros hombres que fueron a sus casas para avisar a sus mujeres?
¿Por qué murieron?»
«Porque mataron a Piros. Los hombres buenos, cuando sólo se preocupan de los suyos,
también contribuyen a fomentar la maldad.»
«Gran madre, creo que toda esta historia sobre el emparedamiento de una mujer viva para
que las paredes se mantengan en pie es realmente muy cruel.»
«Pues eso es lo que ocurre en la actualidad», afirmó ella con tristeza. «Las mujeres siguen
siendo encerradas en instituciones para que los edificios continúen funcionando se les
niega todo espacio y son traicionadas por los hombres, por los buenos y por los malos. Ésta
es una historia que nos habla de lo que cuesta mantener un patriarcado y del precio que
pagan los hombres por eliminar su aspecto femenino o a las mujeres que los aman.»
«Ése no es el único precio, gran madre. Muchas mujeres se dejan emparedar, sacrificar e
inmovilizar de buena voluntad con el fin de apoyar algo que está dedicado a la muerte y no
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
CUARTA LUNACION
EPOCA: MARZO ABRIL
HIERBAS LUNARES: FRAMBUESA, FRESA
ANIMALES LUNARES: OVEJA, CARNERO
LUNA VENTOSA
VISTA DESDE LA LUNA
Cuando la luna ventosa se eleva por los cielos, sus fuertes vientos alejan las nubes,
contempla un mundo cada vez más verde. A medida que los brotes de las hojas empiezan a
aparecer sobre las desnudas ramas de los árboles, una capa de variados tonos verdes
cubre todo el bosque. La nueva hierba de los prados esta lo bastante alta como para
agradecer las primeras gotas de rocío. Los tímidos capullos de las violetas blancas y
púrpuras esperan el anochecer para florecer. La energía de la primavera vibra en el
ambiente y cuando la luz de la luna ilumina cada nueva hoja, ésta se despliega en éxtasis.
HABLA LA DIOSA
Aradia
Me buscas porque tienes problemas. Sabes que necesitas aprender más cosas sobre ti
misma y sobre el mundo, y no haces más que dar vueltas intentando adquirir
conocimientos, visitando a gurús, acudiendo a cientos de seminarios, buscando a personas
santas. ¡Déjalo ya! Estas necesidades, esta búsqueda y esta interminable inseguridad no te
conducen a nada. Si no encuentras las respuestas en su propio interior, jamás las
encontrarás en el exterior.
Yo soy Aradia, avatar de la luna. Me encarné como mujer y caminé entre ustedes. Pude ver
su pobreza, sus vidas desesperadas, su necesidad de amor y de alimento. Compartí su
miseria durante mucho tiempo y, cuando abandoné su mundo, dejé instrucciones sobre lo
que debías hacer cada vez que necesitaras mis consejos y poder.
Una vez al mes, cuando haya luna llena, acude de nuevo ante mi presencia. Refúgiate en
algún lugar escondido en el que puedas estar a solas conmigo, como un desierto, un
bosque, un monte, un prado, la cima de una montaña, la arena de la playa, los parques, los
patios, los terrenos vados o el tejado de tu casa.
Aquí invocaremos y adoraremos al poderoso espíritu de mi madre la luna, Diana. Ella es la
verdadera maestra de todo lo mágico. De ella procede la inspiración que te hará seguir tu
camino. Suya es la magia que te despertará y que proporcionará poder a aquellos que
ahora se sienten débiles y oprimidos.
Fue la reina de la luna quien me envió, porque hay mucho dolor y esclavitud entre ti. Diana
desprecia la esclavitud y la considera la muerte del alma. Ella me enseñó qué es la libertad
y, a través de ella, yo te la enseñaré a ti. Te enseñaré a vivir la vida de acuerdo a su regla
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
de oro: «Haz aquello que desees, pero sin perjudicar a nadie». Ésta es la única regla que
debes aprender. Si son capaces de vivir así, no necesitaras cumplir más órdenes.
Cuando me invoques para formar un círculo, no debes llevar ningún tipo de ropa encima;
así no podrás ser identificada con ninguna época ni con ningún siglo en concreto. Ésa será
la prueba de que realmente eres libre y de que te has abierto a mí. Les llamarán brujas,
porque son las criaturas de la luna que han vuelto conmigo. Son las mágicas compañeras
que han roto las reglas patriarcales, aquellas que han sembrado las semillas del futuro.
Cualquiera que sea su problema, explícamelo y se solucionará.
Prepara un banquete con pasteles y vino. Bendice cada bocado, bendice cada copa de vino
y danza en círculo libremente. Después, has un festejo en mi honor. Esta celebración
despertará tu naturaleza, te liberará de las cadenas, abrirá tu prisión. Deja que la luna llena
te inspire mientras me paseo entre ti, curándote o aliviando tus enfermedades.
Sigo siendo tu maestra, la única avatar del sexo femenino. He sido ignorada durante siglos,
pero ahora mi poder se ha multiplicado a través de todas las mujeres libres. La gran
maestra vive en ti, en cada una de tus exhalaciones, en cada uno de tus movimientos.
Estoy esperando para poder manifestarme a través de tus acciones. Éste es mi mensaje:
«Confía en ti misma». Confia en que su cuerpo sabrá cuándo decir sí y cuándo decir no. La
época de la quema de brujas hace tiempo que acabó, pero antes de que los sacerdotes
pierdan todo su poder intentarán, por todos los medios, destruirlas de nuevo. Deben
mantenerse firmes, firmes respecto a su nueva personalidad. No delegues el poder sobre su
vida o sobre su sagrado espíritu en otras personas.
Las puertas del cielo se abren ante aquellos que conocen el camino. No debes temer a la
muerte, mi santa madre te espera. Ella cuida de los muertos y de los vivos, se ocupa de las
reencarnaciones e inspira a aquellos que todavía no han nacido para que encuentren a una
madre buena y cariñosa. Acude a ella, sea cual sea el motivo que te preocupe, y reza a la
luna llena. Ella te escuchará con toda atención. Baila y que suene la música, porque así
debe ser su vida. Deja que la tristeza se evapore y que se produzcan los milagros, ya que
responderán a todas sus preguntas.
Yo soy Aradia, la primera maestra y avatar. Bienvenidas a la magia, brujas. Bienvenidas
seas, hijas mías. Bienvenidas a la luz de la luna llena.
El mensaje de Aries
La energía de esta lunación es realmente poderosa y posee una gran fuerza sexual, así
como un enorme poder para realizar cambios y para hacer el amor. El liderazgo es una
característica que se asocia a esta luna, una cualidad a menudo despreciada en la mujer.
Pero ahora, la energía femenina es muy pronunciada, puesto que esta lunación rinde
grandes honores a Venus. Utiliza esta agresiva sexualidad y esta agresiva energía para
transformar las circunstancias, los planes y también el mundo que te rodea. La voluntad de
la diosa es la de iniciar nuevas ideas y un nuevo futuro, la de empujaros hacia adelante
para que tomes consciencia de su condición de líderes y para que ames apasionadamente.
Cuando la luna está en Aries es un buen momento para arrancar las malas hierbas. El
ganado debe ser conducido a los pastos, ya que los animales se mostrarán mucho más
tranquilos durante esta época. Planta fresas y judías. Siembra y planta todo aquello que dé
frutos o semillas. Siembra plantas que crezcan con rapidez y que puedan ser utilizadas
inmediatamente. Corta, amontona y almacena leña. Poda los árboles frutales y los
arbustos. No hagas nada que requiera paciencia. En Escandinavia, hacia mediados de abril,
daban comienzo los seis meses de verano. Su símbolo era el de un árbol lleno de hojas
verdes. Era el momento de contratar sirvientes y los pastores se abstenían de comer carne
porque creían que al hacerlo perjudicaban al ganado.
CARACTERíSTICAS LUNARES
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Aburrimiento
Aunque a menudo no se reconozca, el aburrimiento suele ser una de las sensaciones más
desagradables que existen. Incluso de niña, me asustaba el aburrimiento. Cuando sentía
que empezaba a dominarme, hacia cualquier cosa para evitarlo. En uno de mis intentos por
escapar del aburrimiento, aprendí a leer. Y se convirtió en un medio realmente eficaz para
superarlo. Nos aburrimos cuando nuestros espíritus necesitan un estímulo, pero no somos
capaces de encontrar ninguno que nos resulte apropiado. Por este motivo estamos de
malhumor. Estamos aburridos. ¿Qué podemos hacer?
El aburrimiento puede ser muy negativo porque unas manos desocupadas a menudo
encuentran algo malo que hacer. El aburrimiento puede llegar a transformar a una persona
realmente encantadora en un ser despreciable. Al estar aburrida, puedes hacer algo que no
deberías y meterte en algún lío. Entonces aparece otra serie de emociones, como el miedo,
una emoción mucho más excitante que el aburrimiento.
HECHIZOS LUNARES
Contra el aburrimiento
Para liberarte del aburrimiento, lo ideal es salir de excursión, ir a pasear o hacer ejercicio. Si
has intentado realizar todas estas actividades para escapar del aburrimiento pero no lo has
conseguido, enciende una vela de color verde, quema un poco de salvia y reza a tu más
querido antepasado para que te ayude a encontrar su camino, a recuperar su equilibrio y a
seguir una nueva dirección. Di:
Querido (el nombre de su antepasado), estoy tan aburrida, por favor, haz que algo cambie,
has que algo se mueva, deja que mis ojos se abran y puedan ver todo cuanto realmente
hay que ver.
Repite esto tres veces. El aburrimiento es la madre de la invención. Algo bueno surgirá de
tu aburrimiento si tienes las suficientes agallas como para explotarlo e intentar beneficiarte
de él. Cuando estés aburrida, no utilices ningún tipo de drogas. Aparentemente te
entretendrán; pero en realidad, lo único que harás es malgastar tu tiempo, y malgastar el
tiempo no es tan creativo como puede llegar a serio el aburrimiento. Protege tu
aburrimiento, conviértelo en tu maestro tal como hacemos con el dolor físico, consigue que
te explique de dónde procederá su próxima aventura.
Características LUNARES:
La ira
La ira es uno de los sentimientos básicos más instintivos. La ira es positiva porque no tiene
nada que ver con la depresión. La ira es un sentimiento realmente activo. Requiere una
gran dosis de atención, necesita ser desahogada y expulsada. La ira puede llegar a
cegarnos, puesto que actuamos bajo un estado mental sobrecargado de adrenalina.
Nuestro cuerpo es capaz de descargar tal cantidad de adrenalina que, de no canalizarla a
través de la ira, podría llegar a matar.
Pero la mayoría de las veces, la ira resulta muy útil. En el mejor de los casos, te muestra los
aspectos en que te sientes más amenazadas. Cuando las mismas situaciones te provocan
ira una y otra vez, tu primate lunar está intentando avisarte de la necesidad de que hagas
algunos cambios y de que no te limites a dejarte dominar por ella. Al expresarla, la ira
parece difuminarse. Expresa tu ira lo antes posible y nómbrala. Reconoce que estas
realmente enfadados con respecto a esto o aquello. Sentir ira es saludable, pero herir a
alguien cuando estamos cegados por ella no lo es. La ira no es un buen estado para
entablar negociaciones.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Utilízala para identificar tus problemas, pero espera a que haya desaparecido antes de
tomar cualquier decisión. Si siempre sientes ira, es señal de que no llevas una vida
adecuada. Sentir ira continuamente demuestra que algo no va bien. Investiga, hurga en tu
pasado, busca ayuda profesional y cambia tu vida, pero no la de los demás (aunque, de
todas formas, esto último seguramente es imposible).
Si sientes ira y ya te has enfrentado a ella, si ya la has expresado y has averiguado la causa
de su origen, si ya lo has intentado todo y, sin embargo, la ira sigue dominando tu corazón,
prueba los siguientes hechizos lunares.
Repite este hechizo lunar durante tres noches seguidas. Una vez finalizado, echa todo
cuanto te haya sobrado en una corriente de agua: en el mar, en un río, en una fuente, etc.,
y no mires hacia atrás.
FESTIVIDADES DE LA LUNA
Hana Matsuri
Octavo día del cuarto mes, Japón
Actualmente, Hana Matsuri, el festival de las flores, es una celebración que conmemora el
nacimiento de Buda. Durante esta fiesta, las personas se reúnen en los templos mientras
los niños, ataviados con ropas de colores, participan en ofrendas de flores y hortensias.
Antiguamente, la gente subía a las montañas y recogía flores para el santuario de sus
familiares. En Shinto, los espíritus de los muertos descansaban en las montañas sagradas y,
durante esta época, se tallaban plegarias sobre sus lápidas.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
En este período de renacimiento es bueno que recordemos que sin la muerte no existiría
espacio suficiente para que pudiesen nacer nuevos seres. La vida y la muerte son igual de
necesarias para que se produzca un continuo ciclo de transformación.
El mundo se abre ante nosotros a través del amor, El mundo esta bendecido por el amor,
Los bendigo con el poder que me otorga Venus. Bendigo a los niños,
Bendigo a mis seres queridos y a mis amistades. ¡Larga vida a los hogares felices!
¡Salud y fortuna para todos ellos!
¡Bendita seas, Venus, estrella vespertina!
Estrella y esperanza del mundo,
Haz que todos estos deseos se conviertan en realidad así como sopla el viento,
así como cae la lluvia,
Que así sean mis bendiciones.
protección, y se muestra despiadada con aquellos que matan a los animales de forma
irresponsable.
Durante esta festividad, come carne de venado. Mejor aún, has un pastel de jengibre o
pastelillos de azúcar con forma de reno y entrega el dinero que te habrías gastado en la
carne a alguna fundación dedicada a la protección de los animales.
CUENTO DE LA LUNA
La bruja de la biblioteca
«No», le contesté. «Todavía estoy deshaciendo las maletas y entrevistando a las mujeres
para el nuevo grupo.»
«Bueno, los nuevos cristianos parecen haberse levantado en armas contra ti. Han decidido
manifestarse en contra de tu conferencia frente a la biblioteca. Están hablando con todos
los medios de comunicación y nosotros estamos recibiendo un montón de llamadas, tanto a
favor como en contra. Nunca nos había pasado nada parecido. Por supuesto, si quieres
puedes anular la conferencia. Quiero que medites sobre esta opción.»
«¿Cancelada? ¡Jamás!», fue mi reacción inmediata.
«Tengo cuatro planetas en Aries, incluyendo a Marte, y no temo los enfrentamientos», le
dije con orgullo. Siempre muestro algo de orgullo extra cuando hablo de mi carta astral; al
fin y al cabo, soy Acuario.
«Así pues, ¿sigues empeñada en venir?», me preguntó.
«Claro que sí. Creo que será bueno para los fundadores que contemplen a una mujer
hablando sobre la diosa.»
«¡Yo también estaré allí!», me aseguró mi amiga «y también los medios de comunicación.»
Después de haber colgado el teléfono, seguía sin comprender qué podía haber pasado.
¿Cuál era el problema? Unas cuantas diapositivas, explicaciones sobre las diosas,
comentarios sobre las religiones de la tierra, algunos antecedentes históricos... ¿Qué le
pasaba a toda esta gente?
¿Acaso no apreciaban la cultura?
Los días siguientes convirtieron mi vida en una auténtica pesadilla.
Cuando se confirmó que mi conferencia iba a celebrarse a pesar de todo y que la bruja no
se echaría atrás, los medios de comunicación y los enemigos cristianos se abalanzaron
sobre mí. Durante más de una semana y media, «la bruja de la biblioteca» ocupó los
titulares de todos los periódicos de costa a costa. Incluso mi hermano, que estaba en
Budapest, escuchó algo en la radio húngara y enseguida me llamó muy asustado.
«Me he enterado de que los cristianos han logrado vencerte. ¿Es verdad?»
«¡No! ¿De dónde has sacado esa idea?»
«Aquí, en Hungría, la radio no hace más que hablar sobre la mujer húngara que está siendo
atacada por los fundamentalistas cristianos.»
«Qué más quisieran ellos», aseguré a Imre para tranquilizarlo. «Lo que debes hacer es ir al
cementerio y decirle a mamá que la necesito con urgencia, que ha llegado el momento de
que acuda en ayuda de su hija.»
Imagínense que te levantas por la mañana y que su contestador automático está lleno de
mensajes, que te pones a escucharlos por curiosidad y que te encuentras con todo esto:
«Oye bruja, sólo quiero que sepas que si vienes a San José, jamás regresarás a tu casa.»
«El Señor desprecia a las brujas. Son malvadas y ni siquiera tienes con ciencia de serlo.
Desiste de tus intenciones y deja a los niños tranquilos.»
«'Señor, tú no permitirás que viva ni una sola bruja, recuerda estas palabras, bruja.»
«Estoy realmente furiosa. Están prohibiendo que se rece en las escuelas y, sin embargo, a
ti te pagan para que vengas a enseñar tus sobrenaturales creencias a los niños. ¡Debería
darte vergüenza!»
«El Señor me ha pedido que te mate. Ayer por la noche habló conmigo y me dijo que debía
matarte.»
Esto fue la gota que colmó el vaso. Cogí la cinta del contestador automático y telefoneé a la
policía, explicándoles quién era.
«Sí, señora Budapest, ya sabemos quién es usted», dijeron ellos.
«Estoy recibiendo constantes llamadas que me amenazan de muerte. ¿Qué debo hacer?»,
les pregunté inocentemente.
«Cancele la conferencia», me sugirió uno de los policías. «Es lo más seguro para usted.»
«No quiero cancelar mi charla. Jamás he cancelado un compromiso y no voy a hacerlo
ahora. Pero tampoco me apetece que me maten por una simple sesión de diapositivas.
¿Podría conseguir protección policial, por favor?»
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
«otros». Algunos llegaron a cantar juntos antes de darse cuenta de que estaban rezando
con la oposición. Las brujas disfrutaron mucho con esta confusión.
Mientras los fundamentalistas pronunciaban frases como: «No nos interesa lo que la bruja
tenga que decir. Sólo estamos aquí para ocupar asientos con el fin de que los niños no
tengan que verse expuestos a esto» (Bangor Daily News, 14 de julio de 1986); también
pude escuchar otras como la siguiente: «Aquí no se hace más que juzgar a los demás,
parece mentira que todavía existan mentalidades tan estrechas. La gente reacciona así
porque la bruja no piensa igual que ellos» (San ¡ose Mercury News, 13 de julio de 1986).
Antes de dirigirme a la biblioteca, recé a mi abuela, que había sido una gran oradora.
«Por favor, abuela, si es demasiado peligroso, si mi vida corre realmente algún riesgo,
hazme una señal. Si así te puedo servir mejor, me echaré atrás. Pero si crees que debo
seguir adelante, por favor, rodéame con tu escudo protector, agudiza mis sentidos, agiliza
mis reflejos y haz que mi conferencia sea un éxito.» Presté gran atención a mi voz interior y
pude escuchar lo siguiente: «Retira todas las diapositivas en las que las diosas aparezcan
desnudas».
¿Eso era todo? ¡Maravilloso! No me iban a matar. Lo único que tenía que hacer era
asegurarme de que todas las diosas de las diapositivas estuviesen vestidas.
Así pues, empecé a seleccionarlas, eliminando todas aquellas en las que las diosas
aparecían con el pecho descubierto, o medio desnudas. Sólo conservé las diapositivas en
las que aparecían totalmente vestidas. Después de todo, había más imágenes con diosas
vestidas que desnudas.
Sonreía. Era una tarea fácil y, además, ni siquiera me había visto obligada a contradecir
ninguno de mis principios.
«y dile a mi nieto mayor que te ayude», dijo la voz cuando hube arreglado todas las
diapositivas. ¡Qué buena idea! Mi hijo mayor era piloto de la marina y un excelente
luchador. ¿Acaso no sería maravilloso que pudiese acompañarme para protegerme y
romperle los huesos a cualquiera que se acercas e a mí con malas intenciones?
Finalmente, me decido a telefonear a Laz.
«Hola cariño, ¿te acuerdas de hace cinco años, cuando pasaste zumbando por la playa de
Daytona y te arrestaron por felonía? ¿Recuerdas que no tenías dinero y que yo corrí hasta
la ciudad y contraté a un buen abogado que logró sacarte prácticamente sin cargos?»
«Sí, mamá, pero ¿qué quieres decir con eso?»
«¿Recuerdas que estabas tan agradecido que, en un arranque de auténtica generosidad,
me dijiste que me debías una?»
«Sí...» Laz no estaba muy seguro de mis intenciones y esperó. «Pues bien, me gustaría que
me devolvieses el favor.»
«Mamá, ¿en qué clase de lío te has metido?»
«Los militantes cristianos han amenazado mi vida. Recibo un montón de amenazas de
muerte casi a diario. ¿Quieres escuchar algunas?»
«No, no hace falta. Ya te creo. Está relacionado con tu conferencia, ¿verdad? Leí algo sobre
el asunto.»
«Así es.»
«y ¿qué es lo que necesitas?»
¡Éste es mi hijo, bendito sea! ¡Qué buen amigo!
«Por favor, ven conmigo a la biblioteca y, cuando empiece a explicar las diapositivas y esté
girada de espaldas, ponte detrás de mí para que nadie pueda acercarse para intentar
apuñalarme. Y, sobre todo, vigila las armas de fuego, porque cuando empiece a mostrar las
diapositivas, la sala apenas estará iluminada.»
«¿Es necesario que bajes las luces, mamá? ¿Cómo podré distinguir las armas en la
oscuridad?»
«Con tu instinto, hijo mío, con tu instinto.» Mi respuesta pareció satisfacerle.
«No estarás solo», añadí. «También cuento con protección policial.» «¿Protección policial?»
«Sí, me escoltarán hasta la biblioteca, controlarán al público y vigilarán que no haya armas.
Tú estarás allí más que nada como apoyo emocional. Serás mi guardaespaldas personal. Me
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
sentiré mucho más segura si estás detrás de mí. No puedo dar una conferencia frente a un
auditorio hostil, me siento incapaz de realizar un buen trabajo si al mismo tiempo tengo que
preocuparme por mi propia seguridad. Tú me proporcionarás esa paz de espíritu que tanto
necesito.»
«No hay problema», respondió de repente. Sentí el calor de su voz. Había logrado
establecer un vínculo con el pasado, cuando era yo la que les proporcionaba paz de espíritu
a él y a su hermano, cuando los llevaba a la escuela y los iba a recoger, cuando los
acompañaba a nadar o les enseñaba a montar en bicicleta.
Finalmente, llegó otra persona para ayudarme. PhyIlis Chesler, una antigua amiga, se
ofreció voluntaria para enfrentarse conmigo a los «buitres». PhyIlis es una persona muy
justa y ha arriesgado su vida en varias ocasiones por defender las causas en las que cree.
Fue capaz de abrir el Torah y de rezar con las mujeres en el Muro de las Lamentaciones:
histórico enfrentamiento de intereses.
PhyIlis vino conmigo en coche hasta la biblioteca. Nos sentamos y nos cogimos de la mano
para apoyarnos mutuamente.
«Ahora, querida, si me necesitas...», dijo. «Sólo debes decirme qué es lo que quieres que
haga. Puedo hablar con los periodistas y también con la muchedumbre.»
«¿Qué tal se te da escapar de los disparos?», le pregunté.
Laz estaba sentado detrás de nosotras prestando atención. Por supuesto, no llevaba el
uniforme, pero se notaba a la legua que era un marine. Kirsten y su amante suspendieron
su luna de miel durante esa tarde. De hecho, parecían un poco agitadas. Yo deseaba que
todo esto terminase lo antes posible para poder volver a la vida normal.
Pero, ¿a qué vida normal? Creo que nunca tuve una vida normal. Mi vida siempre había sido
así, siempre había estado salpicada de enfrentamientos: algunos amistosos y otros no
tanto.
A medida que nos acercamos al punto de encuentro, cuatro enormes coches negros de
policía empezaron a escoltarnos: dos delante y dos detrás. Por un momento me sentí
importante. Tuve la tentación de saludar a la gente con la mano, igual que la reina Isabel,
pero controlé mis impulsos.
Al llegar a un atasco de tráfico, mi hijo miró afuera y exclamó: «¡Anda, mamá, están
rodeando la zona!
«¿Quiénes?», pregunté, pensando que me hablaba del atasco.
«¡Los manifestantes!»
Phyllis y yo sacamos la cabeza por la ventanilla y vimos cómo los coches de policía nos
despejaban el camino. Los guardias tuvieron que utilizar sus flashes y los manifestantes se
dividieron como el Mar Rojo. Vi centenares de caras blancas enfadadas; ninguna cara
negra, ni asiática, ni latina. Los nuevos cristianos seguían saliendo de los autocares que
habían alquilado para que los condujeran hasta la biblioteca.
«¡Estas personas no son de la ciudad!», exclamé. «¿De dónde las han sacado?»
«El Club Setecientos les ha estado ofreciendo transpone gratuito para que participasen en
la manifestación», dijo Kirsten mientras conducía. Estaba bastante pálida y parecía
asustada.
Normalmente, éramos nosotras las que solíamos manifestarnos. Éramos nosotras las que
llevábamos las pancartas de protesta, las banderas y los eslógans. «¡Acabad con las
guerras! ¡Libertad para las mujeres! ¡Acabad con el hambre! ¡Abajo con los militares! ¡Voto
para las mujeres! ¡ERA, ahora! ¡Libertad de elección para las mujeres! ¡La diosa está viva!»
Pero hoy estábamos en el otro bando. Bueno, siempre podíamos considerarlo como una
nueva experiencia.
Aunque mi corazón empezó a latir apresuradamente y mi mente se sintió abrumada por las
sensaciones, en el fondo presentí que todo iba a salir bien. Se trataba de una gran prueba a
la que debía enfrentarme. Nos detuvimos frente a la biblioteca y la policía me acompañó
desde el coche hasta una de las puertas traseras.
Me detuve un momento antes de decidirme a entrar por la puerta y miré hacia atrás.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Había cámaras de televisión por todas partes y un montón de periodistas gritando como si
se tratase de una conferencia de prensa. Reconocía algunos de los que me habían estado
entrevistando, la mayoría de los cuales se habían convertido en mis amigos y no hacían
más que animarme. También reconocí otra cara, la de la directora del periódico gay de San
Francisco. Me saludó y yo le devolví el saludo.
Era un milagro. Se trataba de una editora con la que me había enfrentado en más de una
ocasión a causa de mis constantes intentos por lograr que adjudicase un papel más
importante a la espiritualidad de la mujer dentro de la comunidad gay. Durante años,
siempre me había contestado que, para ella, la espiritualidad no era un asunto prioritario. Y
si para ella no era prioritario, la diosa jamás aparecería en su periódico, ya que controlaba
personalmente todo lo que aparecía en su publicación.
¿Qué la espiritualidad no tiene nada que ver con la política? ¡Vaya tontería!, pensé yo. Mira
lo amenazados que se sienten los fundamentalistas cada vez que se menciona a la diosa.
¿No se dan cuenta de que la espiritualidad también es una cuestión política?
Tenía la impresión de que, quizás, ella también habría empezado a comprenderlo. Con
frecuencia, los líderes son los últimos en aceptar la aparición de un nuevo fenómeno.
Durante los diez años que estuve viviendo en la zona de la bahía, mis trabajos sobre la
diosa jamás fueron mencionados en el periódico gay de la localidad. Tanto mis conferencias
como mis libros se mantuvieron siempre en el más oscuro de los anonimatos.
Dentro de la biblioteca, los policías permanecían a mi lado esperando a que se iniciase la
charla. Mi hijo les habló sobre los F17 y los F16 y ellos empezaron a cambiar de opinión
sobre mí. Después de todo, y siendo mi hijo un auténtico marine, yo no podía ser tan
satánica, ¿verdad?
Me entretuve mirando el chiste del día del San Francisco Chronicle. La viñeta representaba
una hoguera con una bruja dentro, de espaldas al lector. Pero en lugar de troncos, lo que se
utilizaba para encender el fuego eran libros, los clásicos libros que los fundamentalistas
intentaban prohibir: Las uvas de la ira, Caperucita roja, Huckleberry Finn, etc. Dos tipos
barrigones hablaban junto a la hoguera de la bruja, frente al edificio de la biblioteca.
«¡Menos mal que estamos cerca de una biblioteca!», decía uno, mientras el otro sonreía
con una antorcha en las manos. Al observar el dibujo de cerca, me di cuenta de que salía
humo de los libros y de que ya se estaban quemando.
Concedimos quince minutos a la oposición para que tuviese la oportunidad de dominar la
situación. ¡Un verdadero gesto de generosidad! Me aconsejaron que dejase que soltasen
todo su veneno, porque así se mantendrían más tranquilos durante la conferencia.
Por primera vez me encontraba en la misma habitación que mis acusadores. Un sacerdote
pelirrojo, que parecía enfadado y echaba espuma por la boca porque hablaba demasiado y
no tragaba la suficiente saliva, me acusó de satanista mientras aseguraba que lo único que
intentaba hacer era proteger a los inocentes niños. Era la madre macho, que luchaba
contra la mujer diabólica.
Miré alrededor de la habitación. Montones y montones de autoproclamados cristianos
estaban allí sentados, sosteniendo la Biblia entre sus manos e intentando apartar su mirada
de mí. El predicador seguía hablando sin parar y mi generosidad empezaba a agotarse.
«Queridísima diosa», fueron las primeras palabras de mi plegaria. «¡Ayúdame a encontrar
mi lugar! ¡Avergüenza a todos aquellos que quieren ensuciar mi buen nombre!» Durante
unos minutos, estuve rezando frente a ellos y pidiéndole a la diosa que acudiese en mi
ayuda.
La primera de las diapositivas que siempre suelo mostrar es la del planeta Tierra.
«Esto es Dios», dije, enfrentándome a ellos. Todos apartaron la vista de la diapositiva.
«Es lo que conecta toda vida, lo que proporciona todo aliento; es nuestra hermana viviente,
forma parte del universo y es la madre de todos nosotros. Ella nos ha creado y nos ha
alimentado; ella nos enterrará y nos proporcionará nuevas formas...»
Los cristianos empezaron a rezar en voz alta con el fin de apagar mi voz. Según ellos, no
decía más que herejías. Sentí la presencia de mi hijo moviéndose lentamente detrás de mí
y pude notar su joven y fuerte cuerpo pegado a mis espaldas.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Seguí explicando cuáles eran los requisitos necesarios para convertirse en Dios. Hay que
ser capaz de crear vida a partir de pequeñas partículas, de crear una forma de vida que se
perpetúe a sí misma y esto es algo que la Madre Tierra ha hecho eminentemente bien.
«No existe el cielo ni el infierno», dije, mostrando la diapositiva de la Tierra, que había sido
tomada por los astronautas desde el espacio. «Únicamente existe un viaje a través del
espacio, un destino que sólo ella conoce. Nosotros formamos parte de la Tierra, pero al
mismo tiempo también somos sus huéspedes.»
Ahora empezaron a rezar más alto todavía y el murmullo de sus voces pareció llenar la
sala. Se sentían poderosos y dispuestos a demostrar a la bruja quiénes eran.
De repente, interrumpí mi discurso y pregunté:
«¿Hay alguien en esta sala que esté a favor de la diosa? Si es así, aplaude, ya que de esta
forma sabré que estas aquí».
Ante mi sorpresa, la sala se llenó de aplausos. Más de la mitad de los allí presentes
parecían estar a favor de la diosa y sus detractores se dieron cuenta de que habían perdido
todo su poder. En un principio pensaron que lo tenían todo controlado y que si seguían
repitiendo sus plegarias con la suficiente fuerza lograrían detenerme. Ahora se habían dado
cuenta de que yo contaba con un gran apoyo y de que me sentía más fuerte. Con mucha
más confianza que antes, proseguí con mi sesión de diapositivas. Diosa tras diosa, historia
tras historia, tal como siempre había hecho, presenté a las diosas desde un punto de vista
internacional, mi punto de vista favorito.
Al final de la conferencia, recibí una gran cantidad de aplausos. Mis detractores seguían
bajando la vista, evitando mirar las diapositivas de las diosas, evitando mirarles la cara.
Encendieron las luces y mi hijo me miró sonriendo. Ésta había sido la primera de mis
conferencias a la que había asistido y, gracias a Dios, pareció haberle gustado. Hubiera sido
horrible que mi propio hijo despreciase el trabajo al que había dedicado toda mi vida.
Después recordé que solía encender velas rojas siempre que deseaba enamorarse y ser
correspondido y que utilizaba mi altar, así como muchas otras de mis cosas, y que, gracias
a ello, jamás le había faltado el amor. Ahora se le acercó un periodista y yo me dispuse a
observar su reacción.
«Así pues, ¿cómo se siente usted al ser el hijo de una bruja?», le preguntó el periodista.
«Sin comentarios», contestó con orgullo.
Phyllis vigilaba atentamente a todos y a cada uno de los hombres que se me aproximaban,
intentando descubrir si llevaban algún arma escondida.
Todo fue bien. ¡Vaya vida! Al fin y al cabo era una buena vida. La mayoría de mis amigos
estaban a mi alrededor, felicitándome y apoyándome; estaban todos: mi familia, mis
amigos e incluso la policía.
El coche de policía nos escoltó hasta las afueras de la ciudad y fuimos tocando el claxón a
medida que nos alejábamos de allí.
Estuvimos en las primeras páginas de los periódicos un día más. El San Francisco Chronicle
dedicó algunas editoriales, así como varios artículos, a la «bruja de la biblioteca», un
enfrentamiento entre la espiritualidad de la mujer, los neopaganos y los fundamentalistas.
El último artículo publicado fue un reportaje que ocupó las páginas centrales del diario. El
periódico gay de la localidad no publicó nada en absoluto.
Luna floreada
VISTA DESDE LA LUNA
Las nubes empiezan a alejarse, el viento es cada vez más cálido y más suave. A medida
que la luna llena de Tauro surca los cielos, su clara luz brilla sobre un mundo repleto de
flores. En el norte, los últimos árboles frutales inundan el aire con su suave perfume. En los
bosques, la primavera descubre su pálido oro entre los árboles y los setos están repletos de
brotes de espinos. La mostaza y las prímulas, las campanillas y los altramuces llenan los
prados. Hay capullos blancos y flores con todos los tonos de amarillo, púrpura y azul
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
oscuro; toda una gama de colores se va extendiendo hacia el norte conforme el mundo se
va calentando con la llegada de la primavera. Ahora, las hojas de los árboles están en su
mejor momento y las jóvenes parejas pasean por el campo y descansan sobre la verde
hierba, disfrutando así del mes de mayo. Todos respiran amor, bendecidos por la sonriente
luna floreada.
HABLA LA DIOSA
Hathor
¡Regresa, oh gloria, tú que una vez fuiste objeto de mi culto entre las mujeres! Soy la
anciana Hathor, la diosa con forma de vaca alada. Llevo los cuernos de la luna y la órbita
del sol. Mis benéficos rayos contemplan con amor a mi querida tierra. Reúno a todas mis
vacas sagradas para que alimenten a mi pueblo. Mi leche es el alimento de los más
pequeños. Mi piel los protege del frío y dispongo de mucho tiempo para jugar con ellos.
¿Se acuerdan de cómo bailábamos en las fiestas de Dendera? Durante las festividades de
embriaguez dedicadas a Hathor, bebíamos grandes cantidades de vino. En Nochevieja,
cantábamos muchísimas canciones y la pasión estallaba en nuestros corazones igual que
un volcán. ¿No echas de menos todas esas reuniones nocturnas en las que cientos y cientos
de personas, jóvenes y ancianas, bailábamos juntas en sagrado éxtasis?
Ah, pero deja que también te recuerde mi aspecto más serio. Soy el espíritu que te llevó a
escribir las primeras palabras sobre el papel de papiro, mi sagrada flor. Soy la que te incitó
a inventar la música y la poesía, el baile y las artes. Soy la creadora de la cultura, la
iniciadora de la comunidad, la diosa de las fiestas.
Soy la protectora celestial de todos los placeres del cuerpo, soy música para los oídos,
proporciono belleza, vestidos, maquillaje y ornamentos para adornar sus cuerpos y
cabezas. Soy una verdadera alegría para su vista. Me deleito con todos los placeres del
tacto, del baile y del amor. Otorgo prosperidad, una alegre vida familiar, hijos saludables y
una buena compañía. Hago que prosperen las cosechas y que los árboles se llenen de
frutos. También estoy junto al gato que, por las noches, ronronea sobre tu regazo.
Pero poseo un aspecto mucho más oscuro y, cuando me enfado, mi naturaleza de vaca
sagrada con alas se transforma en la de un toro rabioso. Todos saben que puedo atacar a
aquellos hombres que injurian a las mujeres. Todos saben que soy capaz de beberme la
sangre de sus cerebros y de aplastar a aquéllos que abusan o matan a las mujeres y a los
niños. Y éste es uno de mis aspectos que jamás permanece dormido. Llámame cada vez
que estés en peligro y yo acudiré en su ayuda. Siempre que tu, o alguno de los tuyos, sufra
cualquier tipo de agresión, yo, Hathor, apareceré y llevaré a cabo tus deseos, aplacando su
ira. Cuando acudo en tu defensa, me convierto en la diosa sanguinaria. Soy el terror de los
hombres que odian o maltratan a las mujeres. Muéstrales tu poder a través de mí, no dudes
en pedirme ayuda y yo apareceré ante ti abriendo mis brazos: el largo, que es el del
destino; y el corto, que es el de la retribución inmediata. Confía en mí y confía en ti misma.
Una vez conozcas esto, sabrás cómo manifestaras ante mi proximidad. La luna blanca de
Tauro está allí arriba, cruzando el oscuro firmamento. Sólo me acompañan las estrellas que
bailan en el cielo a mi alrededor. Mis queridas almas, mis queridas hijas e hijos, sed
amables y complacientes entre ustedes porque, de esta forma, también me estarás
sirviendo a mí.
El mensaje de Tauro
Esta cuarta lunación nos proporciona una gran energía, principalmente dirigida hacia
nuestras manifestaciones de tipo físico, es decir, hacia nuestros cuerpos y nuestros ciclos
vitales. Se trata de despertar la conciencia y el amor por nuestros cuerpos. Ahora deben
escuchar a sus cuerpos mucho más de lo que los hayan escuchado antes y considerar sus
mensajes como una orden sagrada. Absorbe el amor que emana de tu cuerpo; tu belleza, tu
valor, su resistencia y su fuerza. Entonces, abríos a su ser amado. Lenta y firmemente,
canalizaremos el amor de la vida.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Todo cuanto plantes durante este signo resistirá a los insectos. Planta cultivos con raíces y
has conservas de frutas. Aquello que plantes ahora crecerá lentamente. Es un buen
momento para arar, para cavar y para plantar árboles. Las plantas y los árboles serán
fuertes. Trabaja en los jardines. Corta, apila y almacena leña. Las heridas pueden llegar a
infectarse y a ulcerarse. Debes cuidarlas con especial atención. Y si estas enfermo,
descansa mucho.
Características LUNARES
Sentirse con ganas de fiesta
Me ha pasado a mí y, por ello, estoy segura de que también te habrá pasado a ti. Han
estado trabajando mucho e incluso te duele la espalda debido al esfuerzo que han
realizado. Piensa en el pasado. ¿Cuándo celebraste su última comida con los amigos? ¿No
puedes recordado? Piénsalo de nuevo. ¿Cuándo acudiste a su última fiesta? Si tampoco
puedes recordado es porque, realmente, necesitas hacer un poco más de vida social.
El alma es como cualquier otro ser. También tiene sus propias necesidades y relacionarse
con los demás es una de ellas. Aunque seas un poco tímida o no disfrutes demasiado en las
fiestas, la mujer, el hombre o la criatura que anida en lo más profundo de tu ser desea
relacionarse con los demás y estar con la gente que le rodea.
Llama a alguna de sus amigas y háblale de tu necesidad de salir a divertirte. Piensa en
algunas ideas. Convierte esto en un proyecto. Elige una fecha en la que la luna esté en
Tauro. Enciende una vela morada y una rosa para que te proporcionen poder y felicidad. En
su fiesta, si puedes, enciende también algunas velas de estos dos colores.
Limpia tu casa y arréglate. La fiesta no tiene por qué celebrarse necesariamente en tu casa,
también puedes salir a celebrarla en otro sitio. Si organizar una fiesta es demasiado
complicado, en su lugar puedes ir a bailar. Las pistas de baile siempre tienen un cierto aire
de fiesta. La mujer que hay en tu interior no notará la diferencia; un baile tribal es un baile
tribal. Si no te gusta bailar, no tienes por qué hacerlo, ya que puedes distraerte mirando
cómo bailan los demás. Disfuta de estas vibraciones, déjate empapar por ellas como una
esponja. Almacénalas en tu mente para poder disfrutadas durante los días lluviosos.
Rabia
Oh, ahora este oscuro aspecto se ha adueñado de tus sentidos.
Te sientes embargada por unas emociones de gran intensidad, te sientes dominada por la
furia. En tu interior, toda esta negatividad tan profundamente enraizada no hace más que
obligarte a desprender adrenalina, una cantidad de adrenalina suficiente como para matar
a alguien. ¿Tiene alguna importancia el porqué? Quizás te hayan robado, violado,
maltratado, humillado o destruido. Te quedas allí, quietas, sin creer que esto te haya
sucedido a ti. ¿Cómo han podido llegar a atraer a este karma?, seguramente te
preguntarás.
¡Basta ya!
Ustedes no han atraído nada. No es culpa tuya. Han sido atacadas por la energía negativa
de otra persona, por la mente enferma de otro. Échale la culpa a quien realmente la tenga
y no cargues tu con ella. Tienes todo el derecho a sentir rabia. La rabia es buena. Es mucho
más saludable que la depresión. Todos los órganos de su cuerpo se acaloran a causa de la
rabia e incluso es posible que te sientas sofocada y que te pongas colorada. Así es como
deseas sentirte. No tienes por qué reprimir, ocultar o sentir vergüenza de tu rabia.
Yo experimenté muchísima rabia cuando fui arrestada por predecir el futuro a través de las
cartas del tarot.
Experimenté muchísima rabia cuando estaba a punto de dar a luz y mi médico me dejó
completamente sola durante más de veintidós horas.
Experimenté muchísima rabia cuando, después de haber dado a luz, los médicos
bromeaban mientras me cosían: «¡Vamos a hacer que parezcas una jovencita de dieciseis
años!». Y, por aquel entonces, yo apenas había cumplido los diecinueve.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Experimenté muchísima rabia cuando me divorcié y me di cuenta de que todos los años
durante los cuales había estado casada no me habían preparado para la vida, de que fueron
unos años realmente malgastados.
También experimenté muchísima rabia cuando enviaron a mi hijo a luchar al Golfo Pérsico.
Experimento rabia cuando pienso que las mujeres realizan el 90 por ciento del trabajo de
todo el mundo y disponen únicamente del 1 por ciento de sus riquezas. Experimento rabia
cada vez que oigo hablar de la extracción del clítoris (a menudo, incluso en niñas de seis
años). Experimento rabia cuando oigo hablar de mujeres que han sido quemadas vivas a
causa de su dote o de mujeres cuyos maridos les prohíben utilizar cualquier método
anticonceptivo.
Experimento rabia cuando veo cómo desaparecen los árboles, cuando pruebo el agua y no
se puede ni beber, cuando oigo hablar de los pobres animales que han sido mutilados o
sacrificados por razones verdaderamente frívolas como ocurre en las investigaciones de los
laboratorios de cosmética.
La lista es interminable. La rabia es una emoción que me resulta realmente familiar. Si tu
alma no está dormida, debes enfurecerte por todos los crímenes que se cometen contra la
vida.
Ahora, siéntate, coge lápiz y papel y escribe todo aquello que te haya sucedido. Nombra las
razones por las cuales experimentas rabia. Has frente a tus sentimientos. Convierte este
ejercicio en una cuestión personal. La rabia es un sentimiento sumamente importante. Si
quieres, puedes ser capaz de canalizarla y de convertirla en acción. La rabia es un
excelente combustible para todos los temas relacionados con la política, así como para
nuestra transformación personal. Has la firme promesa de experimentar esta rabia,
recuérdala una y otra vez, escribe cartas, enfréntate a aquellos que te hayan perjudicado.
¡Planea tu venganza!
HECHIZOS LUNARES
Para la rabia
Utiliza bien la mente. Toma una gran vela negra y escribe en ella los nombres de todos
aquellos que te han perjudicado. Nombra, uno a uno, los motivos de tu rabia.
Nombrándolos, ya tienes ganada la mitad de la batalla. Unta la vela con tu propia orina.
Escribe los motivos de tu rabia sobre una hoja de papel en blanco, colócala debajo de la
vela y quémala durante nueve noches seguidas; como máximo, una media hora cada
noche. Quema incienso de color negro o algún producto de magia negra que sirva para
protegerte, pues debes recordar que estas trabajando con el lado más oscuro de tu alma.
Estamos hechos de sombras y no sólo de luces. No siempre somos buenos. También
manifestamos nuestro aspecto más oscuro, nuestro aspecto destructivo: el aspecto de la
diosa con el azadón.
Mirando fijamente a la vela, repite tres veces:
Te envío mi bilis, te envío mi dolor, te envío mil veces aquello que me han enviado a mi.
Soy su propio espejo, Aumento su culpa. Te envío multiplicado por mil aquello que me han
enviado a mi.
Antes de disiparse la rabia es un sentimiento tan fuerte que no debes utilizarla para tomar
ninguna decisión importante. No te tragues su propia rabia. Puede llegar a producirte una
úlcera o cualquier otro tipo de trastorno interno. La rabia es un combustible cuya energía
puede cambiar tu vida y ayudarte a descubrir tu propio poder.
Para la venganza
La venganza es uno de los temas que más se ha utilizado en la literatura. La «dulce
venganza», tal como solemos llamarla, es la sensación que nos embarga cada vez que nos
tomamos la revancha con aquellos que nos han hecho daño.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Te devuelvo las enfermedades y el dolor que con tanta maldad me enviaste a mi.
Te devuelvo las noches de insomnio, los terribles peligros, el dolor de corazón y mi
profunda aflicción.
Que vuelvan a ti, Que vuelvan a ti, Que vuelvan a ti.
La tela de araña se tejerá alrededor de tu cuerpo, atrapándote en tu propia mala suerte.
Repite estas mismas palabras durante siete noches, en luna negra, hasta que tu vela se
haya consumido totalmente. Aprovecha las últimas llamas de la vela para quemar el papel.
Toma las cenizas y los restos de la vela y déjalos en casa de la otra persona o ponlos en su
camino, de forma que los pise cuando salga. Entonces el hechizo empezará a funcionar. Si
desconoces dónde vive esa persona o no sabes quién es, deposita los restos del hechizo
lunar en una corriente de agua y deja que sea Kali Ma quien la encuentre.
Si has atacado a una persona inocente o si simplemente has intentado hacer que tu ego se
sintiese mejor, este hechizo volverá a ti multiplicado por diez y no serás capaz de
deshacerte de él.
FESTIVIDADES DE LA LUNA
previamente secadas. Luego se colgaban en las verjas o en las puertas para expulsar las
influencias malignas. En Europa, la artemisa (Artemisia vulgaris) recibió este nombre de
Artemisa y estaba considerada como una hierba para las mujeres. Sus hojas se utilizaban
para la higiene íntima con el fin de facilitar la menstruación. También era considerada como
una hierba de las brujas y se creía que su aroma ayudaba a prevenir el cansancio.
Actualmente, sus raíces se utilizan para preparar un té que ayuda a recuperarse de la fatiga
o de los períodos de convalecencia. Dormir con una almohada que haya sido rellenada con
esta hierba puede provocar sueños proféticos. Sus hojas solían quemarse en las hogueras
de San Juan para alejar la maldad.
Lunas llenas
Especialmente la del quinto mes China
Durante estas fechas, se rendían honores a Chung K'uei, el «gran cazador espiritual de
demonios de todo el imperio». Se decía que había liberado a uno de los emperadores de la
dinastía T' ang de los rojos demonios del vacío y de la desolación. Es uno de los siete
oficiales del Ministerio Taoísta de Exorcismos. Durante la luna llena se le entregaban
ofrendas y se quemaba una imagen suya de papel. La quinta luna, también denominada
«perniciosa», era considerada especialmente arriesgada y, por ello, se le rendía este honor
especial a Chung K'uei.
Munychia
Luna llena Munychion Antigua Atenas
Munychia era una festividad dedicada a Artemisa como diosa de la luna llena. Se cocían
grandes panes redondos o pasteles, se rodeaban de farolillos para simbolizar a la luna y se
llevaban en procesión hasta el templo de Artemisa. Los atenienses agradecían a la diosa
que les hubiese proporcionado la luz de la luna llena durante la batalla naval de Salamis, en
la que vencieron a los Persas.
Para celebrar esta fiesta, cuando la luna llena esté en su punto culminante, cuece un pan
redondo (o compra masa de pan amargo en el supermercado) y colócalo en una bandeja,
rodeado de velas votivas o de cirios. Ofréceselo a la luna y agradece a la diosa el haberte
ayudado a luchar en tus propias batallas o pídele que te ilumine con el fin de resolver sus
problemas. Deja una parte del pastel bajo la luz de la luna y comete el resto. Si quieres algo
para beber, lo ideal sería una copa de vino blanco o agua de manantial servida en un vaso
de cristal.
Lemuralia
Luna llena o Idus de mayo Antigua Roma
Ésta no es la festividad de los lemurs, sino de los lemures, es decir, de los fantasmas sin
ningún familiar superviviente. Se trataba de una festividad mucho más seria de lo que
podamos imaginar, puesto que la práctica religiosa de las familias romanas rendía honores
a sus antepasados, tal como habían heredado de Oriente, y el reposo de los espíritus de los
difuntos dependía de los honores que les rindieran sus descendientes. Los fantasmas de
aquéllos cuyas familias ya habían fallecido, necesitaban ser aplacados por toda la
comunidad. Las personas que participaban en este ritual andaban descalzas, se lavaban las
manos tres veces y arrojaban judías negras por detrás de su espalda nueve veces.
Esto nos recuerda a las prácticas del tercer día de la festividad griega de Anthesteria,
durante la cual se realizaban ofrendas de legumbres cocidas (parecidas a las judías) a las
almas de los difuntos y a Hermes como guía de los muertos.
En Roma, los Idus de mayo (luna llena) también eran la fiesta de Maia, madre de Mercurio
(el equivalente romano de Hermes) y el aniversario de la fundación de su templo.
Probablemente, en su origen, la propia Maia había sido Maia Majesra, diosa del crecimiento
y de la primavera; pero tal como hemos visto en festividades como la de Hana Matsuri de
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
CUENTO DE LA LUNA
«Es cierto», le confesé. «y no soy la única. ¡La mayoría de nosotras, aquí en la tierra,
tenemos muchas ganas de verte!»
«Sí, sí», comentó ella un poco preocupada. «¿Qué es lo que está ocurriendo?»
Parecía una madre riñendo a sus hijos por haber cometido de nuevo el mismo error.
«Me resulta un poco difícil poner el dedo en la llaga.»
«Bueno, si esto es una entrevista, espero que tengas preparadas tus preguntas.»
Ahora Venus salió de debajo del ganso, que la había estado protegiendo del viento. Se
trataba de una hermosa mujer, pero no de la típica mujer esbelta que siempre suele
aparecer en los grabados. Venus estaba gorda. Poseía una gordura sonrosada, una gordura
agradable, ¡pero estaba gorda! Me sentí algo decepcionada durante unos instantes.
Esperaba que se pareciese a Marilyn Monroe o, como mínimo, a Glenn Close o a Meryl
Streep. Pero jamás hubiese imaginado que fuese así. Se parecía mucho más a Roseanne
Barr, pero sin su amargura.
«¡Alabada seas, diosa del amor!», le dije con total sinceridad. Asintió con la cabeza y me di
cuenta de que sus cabellos estaban trenzados con mazorcas de maíz y ahora, al mirarla
más de cerca, su piel me pareció casi negra.
«Me gustas, Zsuzsanna. ¿Por qué tenías tantas ganas de verme?»
«Se trata de mi vida», tartamudeé.
«¿Qué pasa con ella?»
«Bueno, parece ser que me envías amantes, pero ninguna permanece demasiado tiempo
conmigo o me quiere lo suficiente, ya sabes. Todo es tan temporal...»
«¿Y eso te preocupa?» Esta vez, sus hombros tenían el color del sol y sus cabellos eran
largos y se mecían sacudidos por el viento. Parecía salvaje.
«Quiero encontrar un amor verdadero.»
«Pues haz que dure.»
«Me refiero a ellos.»
«No hay ellos. Sólo estamos tú y yo.»
«No lo entiendo.»
Ahora, la diosa del amor había preferido permanecer de pie y, en esta ocasión, estaba
completamente vestida, exceptuando su brazo izquierdo, que estaba desnudo, y sus
pezones endurecidos por el viento.
«Lo transitorio es natural», afirmó ella.
«Pero...pero a otras personas las parejas les duran durante muchos años y yo ya estoy
empezando a hacerme demasiado vieja para seguir jugando al juego del amor. Quiero
casarme.»
«No estamos hablando de lo mismo, querida mía.»
Venus se puso a jugar con unas serpientes que habían empezado a deslizarse por su
cuerpo. Les hizo un nudo alrededor de su cuello y se enrolló a una pitón a la altura de su
pecho.
«¿Por qué cambias todo el rato de aspecto?», le recriminé. «¡Eso me confunde!» .
«Soy tus sentimientos. Soy todos los sentimientos. Mi tarea consiste en cambiar.»
«¿Nunca puedes estarte quieta?» Había perdido los estribos y lo sabía.
Todas sus serpientes me taladraron con la mirada. Una de ellas, incluso me siseó.
«Por supuesto que no», contestó Venus. «Entonces, dejaría de ser yo. Dejaría de haber
vida. Pero no tienes que casar tus sentimientos, que cambian continuamente; lo que tienes
que casar son tus intenciones, que pueden ser más constantes.»
«¿Casarme sin amor? ¿Acaso no resulta arcaico?»
«El matrimonio equivale a ser compañeros de piso. El amor es como una fiebre. Puedo
unirte a tu verdadero amor, pero no puedo estar siempre contigo. Hay más personas a las
que debo visitar. Por ejemplo, ahora mismo, hay muchos jóvenes que están aprendiendo de
mí el arte de las citas y, en otros lugares, los amantes necesitan mi calor para crear nuevas
vidas.»
«Tener niños, ¿acaso es eso lo único que te preocupa?»
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Venus abrazó su grueso vientre, que ahora parecía haber adelgazado milagrosamente,
convirtiéndose en un estómago completamente liso.
«Al contrario, querida mía. Sólo estoy interesada en el placer. Los bebés son asunto tuyo.
¿Acaso me has visto alguna vez rodeada de niños? ¿Alguna vez he necesitado a alguien
para que cuidase de mis hijos? ¡No! Yo sólo tengo un hijo divino, Cupido, y él nunca se hace
mayor. También participa en los asuntos del amor lanzando sus flechas a los corazones de
la gente. El mundo es muy grande y apenas tenemos tiempo de nada.»
Ahora Venus parecía mucho más estilizada y acicalada, con finas caderas y una cintura de
avispa. Hizo algunas cabriolas; parecía volar en el aire. Obviamente, ella no tenía masa.
Finalmente me harté. Me resultaba demasiado impertinente, demasiado egocéntrica.
¿Cómo es que estaba a cargo de los sentimientos más preciados de este mundo?
«Venus, perdóname, pero causas mucho dolor a las personas de esta tierra, mucho dolor...»
Me miró y esta vez se mantuvo muy quieta. Parecía una amable terapeuta, con gafas y
bata. Tenía un aspecto ridículo vestida así en plena naturaleza.
«¿Preferirías que jamás volviese a visitarte?»
El pánico inundó todo mi cuerpo.
«Oh no, madre mía, no he querido decir eso. Quiero que te sientas libre para poder
visitarme cuantas veces quieras. Por favor, no me borres de tu lista. ¡Me moriría si no
volvieses!» Este desagradable servilismo, como mínimo, la hizo sonreír.
«¡De acuerdo; pero entonces, ¿qué quieres que haga?»
Ésta era mi oportunidad. Ahora podría resolver todos los problemas del mundo. Venus me
había preguntado cómo podía echarnos una mano y, de esta forma, podría dejar sentir mi
influencia. Éste era un momento realmente importante.
«Podrías hacer que sólo nos enamorásemos de aquellas personas que nos hiciesen felices»,
le sugerí.
«Todas las personas te hacen felices en un principio.»
«Pero que no sólo nos hagan felices en un principio. Envíanos a amantes que siempre sigan
comportándose como amantes, que sigan amándonos incluso después de los primeros
tiempos.»
«Pero yo no me puedo quedar para vigilaros». Venus elevó el tono de su voz, mostrándose
algo enfadada. «Sólo puedo estar al principio. El resto depende de ustedes.»
Sus palabras empezaban a adquirir cierto sentido.
«y sólo al principio, porque ...» Quería que lo dijese una vez más. «... porque debo cubrir
todo el territorio. Tengo que ir de alma en alma.
Tengo que unir las almas. Eso es lo que hago. Ya casi son cinco billones. «Cinco billones,
¡es demasiado!», exclamé de repente.
«¡Pues sí!», afirmó Venus. «¿Podrías explicarme cómo puedo cubrir las necesidades de
todos los corazones y encima utilizar mi poder para ocuparme de que perduren las
relaciones?»
En eso tenía toda la razón. «Nuestros sentimientos mueren. Perdemos el sentimiento del
amor y terminamos por aburrimos y por romper la relación.»
«Yo sólo me encargo de los principios. La reina de los cielos fue muy explícita cuando me
encargó este cometido. Al iniciarse la raza humana, dijo: '¡Unirás los corazones!'. Yeso es lo
que he venido haciendo desde entonces.»
Pensé sobre lo que acababa de decir y me di cuenta de lo hábil que había sido al cargar
toda la responsabilidad de los corazones rotos sobre las espaldas de la raza humana.
«Eso no es todo lo que ella te explicó», la acusé. «Tus instrucciones también incluyen
asignar el soplo de la muerte.»
Venus se oscureció. Se ocultó tras sus alas, mientras las serpientes se enroscaban a su
alrededor. Sacó una mano que ahora parecía vieja y ajada, su piel era tan rugosa como la
de la corteza de un árbol y estaba llena de gusanos.
«¡Me estás asustando!», me quejé.
«¿Cómo se te ocurre entrevistarme si eres incapaz de soportar el miedo?, me increpó,
dándose la vuelta, con una voz realmente aterradora.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Busqué mi amuleto. Por suene, seguía teniéndolo en la mano. «Este talismán no conseguirá
librarte de la muerte!», me gritó. «¿Quién te crees que eres?»
«¡Soy la sacerdotisa de la tierra!», le contesté, recitando mi mantra. «¡Bueno, eso podría
servirte de algo!», dijo suavemente al mismo tiempo que hada desaparecer su horripilante
aspecto de muerte. «Tienes razón. También forma parte de mi trabajo retirar la leña vieja y
llevar de regreso a casa a las viejas y cansadas almas. También forma parte de mi trabajo
hacer que mueras.»
Ahora me sentía perdida y no sabía qué preguntarle. Si llevarnos con ella formaba parte de
su trabajo, era evidente que tenía que repartir dolor.
«¿Quieres que te deje sola y no te lleve conmigo cuando llegue tu momento? Si quiero
puedo hacerlo, ya lo sabes.»
Me estaba ofreciendo la vida eterna. Su voz era suave y conciliadora.
Realmente, no creo que pretendiese asustarme tanto como lo había hecho.
«¡No, por favor!, no quiero la vida eterna de esa forma», balbuceé. «Quiero la vida eterna
tal como la tengo; la vida de mi esencia y de mi alma, no de mi cuerpo. Cuando mi alma
esté dispuesta a partir, por favor, tómala suavemente.
«No te preocupes, así lo haré. Has contestado con sabiduría», dijo, relajándose una vez
más. Estaba claro que la mujer gorda era su forma favorita. Se transformaba en ella muy a
menudo.
Entonces empezó a reírse con picardía. Podía leer mi mente. Lo presentí.
«Sólo una cosa más, queridísima señora...»
«¿Sí?» Venus se giró hacia mí y sus ojos me parecieron tan profundos como el mar y casi
del mismo color.
«La próxima vez que vengas a visitarme, tráeme a una nueva amante. ¿Podría ser alguien
que no viviese fuera de la ciudad?»
«Por supuesto», me aseguró convencida.
«¿Podría ser leal y atractiva, sexy e interesante?»
«¿Acaso no lo eran todas?»
«Sí, pero...»
«Pero... ¡Eso es lo malo de ustedes, los seres humanos. Anhelas la constancia, pero son
ustedes quienes se dejan unos a otros. Son ustedes quienes pierden la fe, son ustedes
quienes siempre quieren algo más o algo menos, alguien que esté más lejos o alguien que
esté más cerca; mientras que yo siempre les doy exactamente aquello que es suyo y no
parecen darse cuenta. ¡Han perdido la esperanza»
«Entonces, ésta es mi última pregunta: ¿Por qué hemos perdido la esperanza? ¿Qué le pasa
al amor? ¿Por qué es tan inseguro, tan complicado y tan temido?»
Venus pensó sobre ello, esta vez sin mostrarse impaciente tal como hubiese hecho con un
inferior, sino sospesando mi pregunta concienzudamente.
«Creo que es porque soy la razón de su vida. La reina de los cielos les programó para
convertirme en la más importante de sus prioridades. Cuando no estoy a tu lado, te sientes
perdida como niñas, te sientes amenazada. Y cuando lo estoy, temes mi partida. Y, por
supuesto, mi última visita es el fin de todo deseo.»
Así pues, no había salida. Mi resentimiento desapareció porque me había dado cuenta de
que no podía ayudarnos a resolver nuestros problemas. Sólo nosotras podíamos hacerlo.
«¿Crees que los humanos aprenderán alguna vez a valorar y a apreciar tus dones?
¿Amaremos alguna vez con sabiduría?»
«No», contestó ella con una sonrisa «Si lo hicieses, toda su poesía, su arte, sus canciones
de amor y toda su excitación desaparecerían. No tendrías ninguna fecha para recordar. No
habría nadie que escribiese canciones para bailar, todos estarían aburridos.»
La paz volvió a reinar en mi corazón y le pedí al guía que me llevase de nuevo a casa.
La diosa movió los dedos de sus pies y una bandada de gansos apareció ante nosotras a
través de las nubes, haciendo círculos a nuestro alrededor.
«Te llevarán a casa», dijo ella.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Yo dudé en pedirle algo, intentando reprimir mis anhelos de amor hacia ella. Pero supo leer
mis pensamientos.
«Te gustaría besarme, ¿verdad?»
«¿Puedo hacerlo?», le pregunté con el corazón latiéndome a toda velocidad. Las mujeres
siempre han despertado en mí el amor, la atracción y el cariño y, ahora, estos sentimientos
estaban llenado todo mi cuerpo.
«Te quiero», le susurré al oído
Se transformó en mi amante, aquélla por la que tantas veces había suspirado, aquélla que
me había dejado por otra, aquélla que perdí. Venus me cogió entre sus brazos y me besó
profundamente. Me empapé con sus besos. La energía llegaba hasta mí como la
electricidad. Me abrazo como a mí me gusta que me abracen, con firmeza, pasión y
confianza. Entonces dejó que recuperase el aliento. Cogí mi collar de lapislázuli y se lo puse
alrededor del cuello.
«Gracias por todo el amor que he recibido en esta vida.»
«Bienvenida», me contestó, acariciando su nuevo collar. Yo sabía que el lapislázuli era su
piedra favorita.
Los gansos empezaron a volar transportándome en el centro, empujándome ayudados por
el aire de la corriente. Pero mis pensamientos seguían estando con Venus. Intentaría volver
a verla pronto. Era muy amable y quizás me besase otra vez.
«Te beso a través de todas las mujeres», la escuché decir. «Todas las mujeres son yo.»
Cuando desperté, mis velas estaban totalmente consumidas. Pero el altar dedicado a Venus
permanecía sereno y las flores apenas se habían marchitado. La belleza reinaba por todas
partes. Mi cuerpo se sentía fresco.
Seguí echada, pensando en la diosa y en lo agradable que me había resultado besarla.
¡Entonces, de repente, me di cuenta de que el collar de lapislázuli había desaparecido de mi
cuello!
SEXTA LUNACION
Época mayo junio
Signo géminis
Hierba lunar: jengibre
Animal lunar paloma
Luna soleada
Durante esta luna, el sol parece estar mas cerca de la tierra. Los cultivos están creciendo y
muy pronto aparecerán los primeros racimos de uva. Durante el día, la gente intenta
protegerse de tanta luminosidad; pero al llegar la noche, la luna llena captura el violento
resplandor del sol y lo convierte en un pálido fuego. El brillo de la luna del solsticio de
verano transforma los violentos colores de la luz del día en encantadores matices.
Convierte la implacable luminosidad del sol en una suave y pura luz que bendice a todos
cuantos pasean bajo sus rayos. Trasforma el sofocante calor del día en una temperatura
cálida que invita a las personas a quitarse las ropas y a abrir sus brazos al cielo de la noche.
La luna llena es un escudo de protección plateado para todo cuanto tiene vida.
HABLA LA DIOSA
Shekinah
Ven a mí, amado pueblo, entona mis alabanzas. He regresado en esta luna nueva con el
propósito de aligerar su carga, de iluminar sus espíritus y de hacer que desaparezcan sus
penas cotidianas. ¡Alégrense! ¡Alégrense! He abierto las sagradas verjas de mis huertos, en
los que crecen los manzanos, y les he preparado una alegre mesa bajo la luna. Las velas
están encendidas. Pondré un poco de vino en sus copas para que se refresquen. Ven a mí,
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
pueblo mío, comparte la alegría de Shekinah. Ya no tienen por qué ocultarla, ni olvidarla;
ahora puedes celebrar la sensación de amor que te proporciono. Soy el sagrado Sabbath, el
fértil regazo protector, el trono de la autoridad. Los llantos y los suspiros han cesado y todo
el dolor ha desaparecido porque el espíritu de la diosa ha descendido hasta ti. Experimenta
todo el brillo que hay en mí.
Sobre la mesa he depositado mi pan trenzado y los pasteles redondos que han preparado
para mí, su reina del cielo. Derramen sus libaciones sobre el suelo, tal como se hacia en la
antigüedad, y devuelve algo de este vino a la tierra. Deja que las mujeres quemen
inciensos olorosos, porque me encanta que sus plegarias lleguen hasta mí acompañadas
por el humo. Pueblo mío, contempla mi rostro con alegría. La euforia se eleva en sus
corazones. Ven en paz, acude a mí con alegría y con júbilo porque ya ha llegado su amada
novia.
¿Cómo celebrarás mi presencia? ¿Cómo me amarás? ¿Cómo intentarán complacerme,
amados míos?
Los bailes de mis sacerdotisas están acompañados por los instrumentos más antiguos del
mundo, es decir, por los platillos y los pequeños tambores, por el juguetón tintineo de las
campanitas colgadas en sus tobillos, así como por el batir de palmas. Ven, celebra conmigo
la alegría de la vida, porque la reina de la paz ya ha llegado.
Al llegar la medianoche, mis brazos se abren igual que las puertas del cielo, porque soy la
alegría y el deleite tanto de los hombres como de las mujeres. Las naciones se regocijan a
través de mí. Los jóvenes y los más ancianos son felices. Yo soy quien los libera del dolor y
de la extinción. Soy la ley del amor.
El mensaje de Géminis
Esta sexta lunacion afectará a nuestras mentes con el estímulo y el deseo de compartir
información. En Géminis son muy importantes las asociaciones y la búsqueda de aliados
para realizar proyectos, atrayendo a todos aquellos que poseen ideas similares a las
nuestras. Nuestro mundo se abre, aparecen nuevos personajes en escena y ampliamos
nuestro círculo de amigos. La vida transcurre mucho más deprisa. Se trata de una época
excelente para reunir a todos nuestros seres queridos, para llevar a cabo actos familiares y
para disfrutar de los pasatiempos. La conciencia sobre la igualdad de los sexos y el trabajo
con ambos sexos ocupa nuestras mentes.
Cuando la luna esté en Géminis, siembra plantas que tiendan a trepar y plantas de las que
se aprovechen sus capullos: brécol, coliflor, hierbas medicinales, flores, etc. Córtate el pelo,
inicia algún viaje, zanja tus negocios y transacciones, y ocupate de tu correspondencia.
Contacta con tus asociados, actualiza tus agendas, escribe cartas de amor y envia
invitaciones.
Características LUNARES
Sangrado
Escucha, hija mía, la luna nueva te está llamando. Ahora es el momento apropiado. Desde
las profundidades de tu cuerpo, quiero hacer brotar tu sangre. Estás algo tensa y sigues
dándole vueltas al asunto; alguien te ha preocupado, algo te ha deprimido y ahora no me
entregarás la sangre que he venido a buscar. Relájate, mujer.
Tienes calambres porque estás luchando contra mí. Hoy no tienes por qué ir a la oficina.
Debes permanecer en casa para poder soñar, debes quedarte profundamente dormida.
Deja de buscar cosas que te alivien el dolor; puede que alivien tus músculos, pero también
entorpecerán tu mente. Somos nosotras las que estamos sangrando. Sí, digo «nosotras»
porque, en estos momentos, seguramente millones de mujeres están sangrando igual que
tú. Estamos conectadas, no sólo a través de nuestra preciosa sangre, sino también a través
de nuestros sueños. No tomes pastillas. ¿Cómo vas a soñar si estás drogada?
Veo que ahora buscas una copa de coñac, de whisky, o una cerveza. Sí, eso hará que la
sangre llegue con más facilidad. Si bebes un poco, podrás seguir soñando. ¿Por qué no te
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
haces una infusión de hierbas? Prepara tu tetera con agua hirviendo y hierbas aromáticas.
Las flores de milenrama estimularán tus ovarios y la camomila te ayudará a conciliar el
sueño. También puedes probar con las hojas de frambuesa. Observa cuántas hierbas te
proporciona la Madre Tierra para ayudarte a controlar el sangrado.
Ahora, échate y acaríciate.
Siente tu feminidad (esto, en lenguaje post-patriarcal, significa masturbarse). Tápate para
no coger frío y bébete a sorbos la infusión. Después, cierra los ojos y aprieta bien las
piernas.
La sangre empezará a gotear. Piensa en agradables lenguas húmedas acariciando tu
clítoris. Piensa en amantes hambrientos comiendo suavemente tu sexo igual que si
estuviesen mordisqueando un melocotón. Piensa en amantes bebiendo tu sangre de vida.
¿Acaso te parezco grosera? ¡Espero que no! Ahora, eres mi primate lunar. Estás llevando a
cabo las milenarias tradiciones de la menstruación.
Menstrúa. Sangra conmigo. Recuéstate en la cama. Ponte una compresa. Quiero que
pienses en cosas que te exciten, pero sin sentir prejuicios. Quiero que experimentes las
olas del deseo, que sientas cómo se inunda tu vulva y cómo late tu corazón a toda
velocidad. Acaríciate con respeto y con salvaje abandono. Tu cuerpo es tuyo. No hay ningún
severo juez vigilándote desde una esquina de la habitación, pero si crees que está allí, tírale
una de tus compresas usadas. La sangre de la menstruación tiene el poder de eliminar al
más obstinado de los jueces. Queda con algún amante al que le guste la sangre de la
menstruación. Simplemente, sangra y relájate. Si tu marido o tus hijos no dejan de
molestarte pidiéndote cosas, háblales de los misterios de la menstruación, háblales de la
sangre, enséñasela y te dejarán tranquila. Renuncia a tu papel de mujer moderna. Durante
algunos días, te vas a convertir en un primate lunar.
Actúa como tal. Todo lo que no sea comer, bailar, practicar el sexo, pasear bajo la luna o
dormir, no es asunto tuyo.
Ahora estás conectada a todas las mujeres que están sangrando en estos momentos. Una
comunidad unida por la sangre. Haz las paces con la sangre. Proporciona espacio a tu
sangre. Volverás de esta renovadora experiencia convertida en una mujer mucho más
fuerte, mucho más feliz y mucho más cariñosa. Serás una mujer totalmente diferente.
Durante los días de la menstruación, dejarás de pertenecer a tu familia, a tu marido, a tus
hijos y también a tus amantes. Sólo pertenecerás a la plateada luna.
Enfermedad
¿Qué es lo que te ha pasado, querida amiga? Estás echada en la cama. Tu aura está
contraída y oscurecida. Te encuentras mal, congestionada y dolorida. Todo tu cuerpo se
siente indispuesto.
Cuando sufrimos alguna enfermedad siempre tendemos a pensar que se debe a una causa
externa. Quizás pienses que hiciste algo malo y que, en cierto modo, son ti las causantes
de su propia enfermedad, de su propia debilidad. Sin lugar a dudas, en algunas ocasiones,
puede que sea así. Hay personas que enferman porque han perdido el amor de un ser
amado o porque no lo han encontrado. Otras se aprovechan de su enfermedad para
controlar a los demás o para acaparar su atención. Pero la mayoría de las veces, las
enfermedades tienen una causa orgánica como una bacteria, un virus, un hueso roto, etc.
La víctima no es la causa de su enfermedad. Deja de sentirte culpable por estar enferma.
Existe un hechizo lunar, que podrás utilizar siempre que estés enfermas, para estimular la
fuerza vital de tu interior. Enciende velas de color naranja en su habitación y rodéate de
flores. Perfúmate con sándalo, ámbar, etc., para elevar tu espíritu. Puedes quejarte y
lamentarte cuanto quieras y hacer muchas llamadas telefónicas. Si estas muy cansada,
duerme; duerme durante horas y horas con un sueño profundo y reparador. Si tienes
dificultades para conciliar el sueño, puedes tomar alguna de las infusiones calmantes que
se venden en las tiendas especializadas. Te ayudarán a relajarte.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Mientras duermes, una parte de tu ser trabaja para restaurar el equilibrio de su cuerpo. Y si
duermes mucho, podrás tener grandes sueños: el cerebro, que ya no está cansado, te
proporcionará unos viajes espirituales llenos de color que te ayudarán a recuperarte.
Báñate con frecuencia y durante mucho rato. Fricciona tu cuerpo con hierbas como
hierbabuena, bálsamo o romero.
Pídele a algún amigo que te haga masajes en los pies, que te abrace o, simplemente, que
te coja la mano. Cuando estás enfermo, el tacto humano actúa como una medicina
realmente poderosa.
Habla con tu ser interior, con la mujer salvaje que hay en ti. Descubre lo que es capaz de
hacer. Posiblemente, esta criatura que hay en tu interior se esté lamentando mientras
acaricia la parte herida de su cuerpo y llora de pena.
Pedidle a un amigo que hable con tu enfermedad. Primero, has que rocíe la cama y a ti con
zumo de limón. Después, tu amigo debe decir:
¡Vete, vete, enfermedad! (Repetidlo tres veces, tocando una campana, si es que dispones
de una, o haciendo mucho ruido.)
¡Cúrate, oh cuerpo,
sana las células,
sana la mente,
sana la voluntad!
¡Ahora ya estas libre para poder curarte! (Repetidlo tres veces.)
FESTIVIDADES DE LA LUNA
de esta luna nueva como el gemelo de Artemisa. Pero durante estas fechas, todavía era
mucho más antigua y profunda la celebración de las Horae, las diosas del orden divino de la
naturaleza, es decir, las que hacían que las estaciones cambiasen y que todo brotase en el
momento apropiado. Thallo (primavera) y Carpo (otoño) eran una Horae doble en Atenas.
Algunas veces, las Horae aparecían como una trinidad: Eunomia (orden legal), Dike
(justicia) e Irene o Eirene (paz). Se decía que Dike, una joven versión de su madre, Themis,
la diosa del instinto social, se cansó de los hombres y de sus guerras y se ocultó en las
montañas esperando un buen momento para regresar. Pero los hombres continuaron
luchando durante eones y Dike, la diosa de la justicia, renunció a ellos. Subió hasta los
cielos y se convirtió en la constelación de Virgo.
Puesto que el principio del verano es una época en la que todo crece muy deprisa, también
es un período de gran vulnerabilidad. Si les sucediera algo malo a los cultivos, podría llegar
a perderse toda la cosecha. Durante el solsticio de verano, es costumbre que en toda
Europa la atención se centre en proteger a las personas, a los cultivos y al ganado de las
posibles enfermedades. Existe la creencia, basada en experiencias propias, de que cuando
las cosas van bien hay que ir con pies de plomo, porque el orgullo puede ofender a los
dioses. Los dioses no son tan mezquinos, pero es un fallo muy humano jactarnos durante
los buenos tiempos y olvidarnos de que algún día tendremos que pagar por ello. Si talamos
los árboles de un bosque, debemos volverlos a plantar; si recogemos la cosecha de la
tierra, debemos abonarla para que vuelva a ser fértil, etc. El orden de la naturaleza debe
ser respetado y protegido porque, de lo contrario, terminaríamos por impedir el periódico
milagro de las estaciones del año.
Shavuoth
Luna creciente de Sivan Tradición hebrea
Ésta es una antigua festividad hebrea en la que se celebraba la madurez del grano. El
templo se decoraba con flores y semillas. Las primeras gavillas se llevaban al templo como
ofrenda y la historia de Ruth era leída en voz alta. Uno de los motivos de esta celebración
es que Ruth era una antepasada del Rey David, que había nacido en Shavuoth. Pero todavía
resulta más interesante el hecho de que ésta atrajera la atención de Boaz mientras recogía
la cebada después de haber cosechado sus campos. Ruth era de Moab, no de Israel. Éste es
otro relato en el que un incidente histórico vuelve a ser atribuido a un mito pagano, en este
caso a un matrimonio del Próximo Oriente entre un dios y una diosa del grano. La comida
tradicional para esta ocasión es la leche, la miel y los cereales.
Pero sea cual sea la procedencia de esta festividad, Debes considerarla como una
oportunidad para agradecer todo cuanto han recibido. Realiza una ofrenda con sus
primeros frutos, coloca muestras o símbolos de su trabajo en un altar lunar y agradécele a
la diosa el haberte proporcionado la fuerza y la habilidad suficiente para poder llevarlo a
cabo. Enciende una vela dorada o verde y pídele que te ayude a continuarlo o a
completarlo. No te muestres mezquino con su abundancia. Ofrece todas las monedas que
llevas encima al primer mendigo con el que te encuentres o entrega un donativo en forma
de dinero o de comida a un albergue para personas sin hogar.
Festividad de Edfu
Epiphi 1, luna llena, Egipto
Hathor, la diosa coronada con cuernos de vaca, era la diosa egipcia del amor, de la belleza
y de la fertilidad. Durante la luna nueva, su imagen se transportaba en su barca, la Neb
Marwet (La señora del amor), en un viaje desde su templo, situado en Dendera, hasta Edfu,
con el objeto de celebrar su extática unión con el dios Horus; un viaje que debía finalizar
alrededor de la luna llena. Su llegada se celebraba con grandes fiestas y muchas parejas
aprovechaban esta ocasión para seguir el ejemplo de la diosa y el dios. En Roma, este mes
se consideraba especialmente propicio para los enlaces matrimoniales, en particular
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durante la luna llena o durante la unión del sol y de la luna, característica especial de
Hathor.
Sobre todo, se preocupa de las mujeres y de los niños. Las mujeres que desean tener hijos
le ofrecen una granada o zapatillas bordadas. Ella es la que proporciona las almas a los
recién nacidos, rescata a los marineros naufragados y hace que caiga la lluvia. Con
frecuencia, suele aparecerse bajo el aspecto de una pobre ancianita en honor a todas las
ancianas, en particular si son de origen asiático. Nunca se puede estar seguro de la forma
que tomará.
Niman Kachina
Luna llena del sexto mes, Bopi
La ceremonia llevada a cabo por los Hopis durante la luna llena, justo antes del solsticio de
verano, celebra el regreso de los kachinas a su hogar en Sipapo, el reino de los muertos.
Desde el solsticio de invierno, los kachinas desempeñan una gran actividad en nuestro
mundo, animando a las fuerzas del crecimiento. Hacia el solsticio de verano se cosechan las
primeras espigas de trigo y para los kachinas ha llegado el momento de descansar bajo
tierra. Hombres y mujeres adornan los árboles, los árboles de poder que luego son talados
y expuestos en la plaza del pueblo. Hacia el amanecer del primer día, los enmascarados
kachinas bailan y sus movimientos representan las rotas armonías del mundo. Más tarde,
reparten regalos entre los niños. Ya medida que cae la oscuridad, se van retirando. Hasta el
solsticio de invierno no volverán a ser vistos. El padre kachina ofrece una plegaria de
despedida, rogando a los kachinas que guarden los deseos de la gente de que todas las
cosas vivas sean renovadas por la lluvia, dadora de vida.
Todas las regiones sufren si no cuentan con la cantidad suficiente de lluvia y de sol para su
ecología. Y las acciones humanas influyen mucho más de lo que podamos llegar a imaginar.
La práctica religiosa de los Hopis trata de ayudar a las personas a vivir en armonía con los
ciclos de la naturaleza; y ésa es la esencia de las religiones de la tierra, sean cuales sean
sus orígenes o sus símbolos. A través de los siglos, los Hopi han evolucionado y elaborado
toda una serie de ceremonias que los ayudan a vivir con éxito en sus tierras. En un entorno
delicadamente equilibrado resulta esencial conocer cómo funcionan las cosas y qué es lo
que se puede y lo que no se puede hacer. Llamadlo ciencia o religión, pero apreciar con
respeto su entorno te ayudará a sobrevivir.
Observa que los kachinas no ascienden hacia un lejano cielo, sino que descienden hacia la
Madre Tierra, hacia el interior. Si estas buscando protección y renovación, tanto para ti
como para el mundo que te rodea, abríos a la conciencia de la diosa que hay en su interior.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
CUENTO DE LA LUNA
Queridísimo Cuerpo
Me estoy vistiendo para la fiesta del mejor de todos mis cumpleaños, mi cincuenta
aniversario. De pie, completamente desnuda y recién duchada, reviso mi armario. Huelo a
rosas y a lilas, mis axilas están perfumadas, me he limpiado el cutis con una loción de
avellanas y me he puesto un poco de colorete en las mejillas. A hurtadillas, miro mi cuerpo
desnudo en el espejo.
No mires. Ése es el mensaje que le envía a mis ojos el cerebro. Vuelve a mirar la ropa otra
vez. Al menos, ponte una camiseta mientras decides qué es lo que vas a llevar. Pero no
sirve de nada. Ha empezado la psicosis y doy forma a mis pensamientos. Estas muy gorda.
Demasiado gorda.
Así empieza siempre. ¿Comparada con quién, estoy demasiado gorda?
Intento luchar contra este tipo de pensamientos.
Comparada con... las estadísticas. En algún lugar existe esa media de mujeres que según
las estadísticas, tiene mi misma estatura y pesa treinta libras menos que yo.
Tonterías, pienso. Todo esto no son más que tonterías. ¿Cómo se puede comparar a una
mujer con otra de una forma tan arbitraria? Seguramente fue un hombre que odiaba a las
mujeres (porque ellas no le hubiesen dado importancia) quien debió establecer estas
estadísticas de peso como forma de venganza. Y nosotras, las mujeres, lo creímos porque
debía tratarse de un médico con muchos títulos y todas solemos dejarnos impresionar por
los títulos. A la mujer le ha costado tanto acceder a los estudios superiores que, para
nosotras, poseer algún cerificado de este tipo sigue siendo digno de veneración. Sin
embargo, actualmente todos los mentirosos profesionales son diplomados en algo.
Muy despacio, me voy acercando a la imagen sonrosada que se refleja en el espejo. Mirarla
me produce un dolor casi físico. Es algo que me horroriza.
Sobrepeso. Empiezo a juzgarme severamente. Me cuelga la tripa... Esta llena de michelines.
Peores descripciones inundan mi mente. Oprimo el estómago y éste parece encogerse un
poco. Lo aprieto con fuerza con mis manos y el resultado es mucho mejor. Quizás debería
comprarme una faja pero, seguramente, me impediría respirar. Vuelvo a dejar mi estómago
y mis michelines tal como estaban. Mala cosa.
¿A quién pertenece este cuerpo de cincuenta años?
Debo enfrentarme a él. Éste es mi cuerpo. Mi realidad. La única cosa que siempre me ha
pertenecido.
Recuerdo mi cuerpo cuando era mucho más ligero y más delgado. Mi madre, que jamás
había estado gorda, me decía que estaba más delgada que una espiga. Por aquel entonces,
no me gustaba comer y uno de mis pasatiempos favoritos era salir a correr. Eso me
permitía ser muy ágil de movimientos y conservarme en forma. Todo cambió cuando
empezó a crecerme el pecho. Entonces acumulé un poco de grasa en el estómago, pero
muy poca. Mis muslos, que siempre habían sido mi mayor apoyo tanto en el salto como a la
hora de correr, habían engordado y apenas quedaba espacio entre ellos. Mi madre
aseguraba que, en una mujer, tener los muslos casi pegados era una señal inequívoca de
belleza. Por aquel entonces, adoraba a mi querido cuerpo. Jamás había oído hablar de las
estadísticas ni de la revista Vogue. Mis pequeños pechos eran motivo de orgullo y de
alegría para mí. Incluso las amigas de mi madre admiraban mi cuerpo de adulta que ya
empezaba a dejarse entrever. Todas aseguraban que cuando creciese me convertiría en
una hermosa mujer.
Pero entonces, llegó la pubertad. Mi cuerpo se desarrolló muy deprisa. Empezó a sangrar, a
sangrar en grandes cantidades. Me vi obligada a permanecer en cama durante semanas
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Entonces le prometí que sólo lo amaría si adelgazaba, si perdía algo más de peso y, en
particular del estómago; su centro de poder. Ambos buscábamos amor, pero finalmente me
di cuenta que el estar gorda o delgada no variaba mucho las cosas.
Después del divorcio, mi vida cambió. Lloré una y otra vez por los años perdidos y aprendí a
apreciar lo que tenía ante mí. Olvidé mis viejas costumbres: maquillarme, depilarme las
cejas, teñirme el pelo de rubio, llevar tacones altos que debilitaban mis pies y arruinaban
mi espina dorsal, etc. Dejé de llevar sujetadores que oprimiesen mis pechos y fibras
sintéticas que perjudicasen mi piel, y empecé a utilizar pieles naturales y a dejar que mis
cejas creciesen fuertes y oscuras.
Tenía treinta y un años cuando vislumbré por primera vez el aspecto real de mi cuerpo, mi
diseño original. Y esa experiencia transformó mi corazón. Me quise por primera vez tal
como era. Contacté con el movimiento feminista y aprendí muchas cosas sobre mi historia
como mujer, aprendí de otras mujeres que habían tenido que soportar unas cadenas mucho
más fuertes que las mías, aprendí a alimentar a mi mujer interior, a mi ser espiritual.
Cambié de nombre. Renací de nuevo.
De eso hace ya veinte años. Esta mujer del espejo es la protagonista. Esta mujer es el
resultado final. Es la mujer que tuvo que soportar un sinfín de duros cambios y finalmente
conservó su integridad. Debemos respetarla.
«Queridísimo cuerpo, perdóname!» Vuelvo a mirarlo en el espejo. Ahora está ganando
confianza. Y saca su estómago más hacia afuera, como si quisiera probarme. Beso su
barriga a través del aire. «Mi carne no es el enemigo. La cultura que odia a la mujer si lo es,
así como los hombres y mujeres que se enriquecen a costa de las inseguridades de las
demás mujeres», le dije. «Estas palabras son las de alguien que, hasta no hace mucho,
habla contemplado la idea de hacerse una liposucción!» Mi cuerpo me frunce el ceño.
Es cierto. Ése fue mi último y macabro crimen en su contra. Lo recuerdo muy bien. Mi odio
contra mi barriga estaba en su punto culminante. Era tan intenso que me decidí a dar el
primer paso. Fui a ver a un cirujano plástico y le pedí información sobre la liposucción.
Extendió sus manos sobre mi pobre y avergonzada barriga y anunció: «¡Lo que necesitas es
reducir el estómago! ¡Podemos hacer que parezcas una chica de dieciseis años! ¡Mira a
Phyllis Diller, la artista!», y señaló su foto con orgullo.
Podía sentir a mi querido cuerpo contraerse bajo sus manos. Pensé en Phyllis Diller y no
encontré ningún parecido con mi situación. La artista era una adicta a la cirugía plástica. La
había visto en televisión alardeando de su colmillo. Se le había roto y se había hecho un
implante y, ahora, a la edad de setenta y seis años, tenía un colmillo nuevo. Me pregunté si
eso la haría sentirse más feliz. ¿Acaso un colmillo nuevo es uno de los objetivos de la vida
o, peor todavía, una razón para amarse a sí misma?
«¿Cuánto?», pregunté bruscamente, puesto que mi odio todavía no se había disipado. Lo
odié cuando dijo que mi vientre estaba «flácido», aunque en mi interior reconocí que tenía
razón.
«Seis mil dólares», me contestó sin pestañear. La visita me había costado 145.
Lo miré. Allí estaba sentado, con un vientre probablemente más «flácido» que el mío. Tenía
mucho estómago a causa de las grasas y de la cerveza, y no precisamente de los
embarazos. No pude quedarme callada.
«¿Y cuándo se decidirá usted a hacerse una liposucción, doctor? ¡SU vientre está incluso
más flácido que el mío!»
De repente, se hizo un profundo silencio en la habitación. Había hecho tambalear su
realidad. No estaba obedeciendo las reglas. No lo veía como a un ser perfecto.
«No tengo grasa en el estómago», contestó visiblemente enfadado. Su cara se puso roja de
ira. El amable doctor había desaparecido. Pude haber dicho muchas más cosas. Pude haber
argumentado que los hombres no necesitan ese tipo de operaciones porque ya están bien
como están. Pero lo cierto es que, últimamente, los hombres también empiezan a
preocuparse por la imagen de sus cuerpos; los hombres también sufren si no están
delgados, si no son apuestos, rubios o fuertes.
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Mi queridísimo cuerpo parece estar mejor de ánimos. Deja que el jersey de seda acaricie
sus caderas y lleva su ropa muy a gusto; se comporta como si fuese a asistir a un baile
mágico. Y así es. Desde la calle puedo oír que la fiesta está en pleno apogeo. Mi amante me
recibe con orgullo. Sabe que ha preparado una gran fiesta para mí. La levanto entre mis
brazos, con su cuerpo pegado a mi estómago.
«¡Estás muy bien!», me dice.
Mi querido cuerpo presiona más al suyo como respuesta.
«He tomado algunas decisiones», le confieso.
«Muy bien», aprueba ella. «¿Qué te parece si tomamos una copa de champán? Todo el
mundo se te está adelantando.»
Miro el inmenso pastel de cumpleaños, con mi nombre escrito en crema, y me relamo.
«Esta noche», le digo a mi querido cuerpo, «no te voy a negar nada.
Tendrás amor, mi total aceptación y pastel.»
«¿Pastel?, ¿pastel?», repite. No le había dejado probar un pastel desde hacia meses. «¿De
verdad?»
«Sí, de verdad. Un montón de trozos de pastel. Comerás hasta hartarte, te lo prometo.»
Me gustaría amarlo más y juzgar mis defectos y los de los demás con mucha más
tolerancia, esté gorda o musculosa. Mientras nuestras energías sigan malgastándose en
una continua lucha contra la comida y la grasa, muy pocas personas defenderán los
derechos de la mujer, muy pocas de nosotras serán líderes y muy pocas podrán aceptar
totalmente la felicidad.
Nuestro querido cuerpo es lo único que realmente poseemos. Nuestro querido cuerpo es el
que nos hace sentir que vivimos. ¡Mujeres, olvidémonos de nuestra guerra contra las
grasas! ¡Estrógeno, resucita!
Séptima luna
Epoca junio julio
Signo: cáncer
Hierba lunar: escaramujo
Animal lunar: liebre
Buna bendita
La luna bendita recorre el cielo estrellado como lo haría una reina entre su séquito, serena
y radiante, otorgando sus favores con igual libertad a los ricos y a los pobres, a los
agraciados y a los poco agraciados. Cuando la luz de la luna llena ilumina el cielo de la
noche, todos los cultivos permanecen en una postura de adoración. Una gran paz la rodea.
Las luchas de un mundo a punto de despertar son olvidadas. Sólo existe la tranquilidad de
la noche y la luz de la luna. Su purificadora luz baña el mundo, convirtiéndolo todo en algo
romántico y hermoso, y colma de alegría a todas las criaturas.
HABLA LA DIOSA
Selene
Soy la blanca luna del cielo estrellado, plateada y brillante, salpicada de polvo de estrellas.
Tu alma me está llamando. ¿Te sientes hambrienta de amor o padeces mal de amores? ¿Te
sientes olvidada por el mundo? ¿Te encuentras tan aislada como una máquina? Dejen de
preocuparse, hijas mías. No puedo soportar sus lágrimas. Vengan y entrégamelas a mí, y yo
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las utilizaré como gotas para humedecer la hierba. Debes saber que, en el mundo, todo es
transitorio. El amor llega y se va. No te lamentes por haber perdido un amor ni te apenas
por la pérdida de un ser querido, pues todo regresa a mí. El tiempo no es más que una
simple ilusión que ustedes mismas han creado; algo que para mí no existe. Cambio
constantemente y, sin embargo, sigo siendo la misma. Soy el reloj originario. La forma en
que reconoces el tiempo está basada en mis ciclos fluctuantes. Sí, lo único realmente
constante es mi fluctuación. Eso es todo.
¡Mira los espléndidos caballos blancos que empujan mi carro a través del cielo! Si me
observas con atención, podrás ver cómo te sonrío. Yo soy Selene, la madre del cielo
nocturno. Soy la madre de Hécate, la reina bruja. Paseen más a menudo bajo mis
refrescantes y plateados rayos y abriré sus corazones. Abriré sus centros de sabiduría,
limpiaré su polvo, igual que si fueses un viejo juguete olvidado en la buhardilla, y te
proporcionaré una nueva vida.
¿Puedes notar cómo te abrazo?
Derramaré compasión y generosidad en sus almas igual que una ambrosía. Te daré hijos
para que los cuides. Te proporcionaré auténticas esperanzas para el futuro. Te deleitaré con
el aroma del pan recién hecho y encenderé sus hogueras. Sí, soy muy casera. Soy la luna,
tu creadora, tu protectora, tu defensora.
Mi influencia despierta tu instinto de protección hacia todo cuanto tiene vida porque mi
cometido es el de cuidar de todos por igual, sin olvidarme de nadie. Soy la inteligencia que
anima al universo. Fue mi paciente magnetismo el que alimentó a la primera materia
orgánica, así como a las primeras células, impulsándolas a dividirse y a multiplicarse. La
enorme variedad de formas de vida se debe a mi arte. Ante mis incitaciones, los peces
salen del agua, los salmones van a desovar y las tortugas recorren cientos de millas para
emparejarse. Soy yo quien consigue que el indeciso enamorado se muestre más
apasionado. Mis rayos hacen que el solitario soldado ansíe la paz. Mi belleza inspira la
mente de los hombres y de las mujeres que crean música y poesía.
¡Mira! Ahora hago descender a un alma hacia el útero de una nueva madre, mi palacio
terrenal. Ella todavía no lo sabe, pero esta alma estaba esperando el momento apropiado
para entrar en su vida y ahora ha sido bendecida con la presencia de un saludable recién
nacido. ¡Mira todas las almas que estoy cosechando en mi corazón! Todas esperan volver a
la vida y yo les estoy buscando nuevas y cariñosas madres.
No quiero que mis niños nazcan entre la negligencia y el crimen. No quiero que nazcan para
ser sometidos a abusos y a sufrimientos. Sólo busco a aquellas madres que desean su
nacimiento. Me opongo totalmente a la maternidad no deseada y tampoco tolero una
paternidad forzosa. Si no puedes ser cariñosa y no quieres proteger a aquéllos que te envío,
devuélvemelos. No lo dudes, porque yo siempre ofreceré un refugio a sus almas. En lugar
de aceptar el cuidado de un alma a la que jamás podrás llegar a amar, es mucho más
inteligente que renuncies a ello. ¡Devuélvemelos! Los conduciré a la eternidad. En mi carro,
encontrarán su refugio. En mi pecho plateado, hallarán a la perfecta madre que quizás
jamás puedan encontrar en la tierra. La diosa de la luna es muy amable y las hadas que me
ayudan acunarán a los bebés, les enseñarán bailes espirituales y cantarán con ellos las
dulces canciones de vida, de muerte y de renacimiento.
Yo soy la madre de toda la vida orgánica, pero no soy ninguna estúpida. He instalado mi
sabiduría en todas y cada una de las mujeres. Ellas recordarán los mensajes que he
grabado en sus antiguos cerebros, mis códigos de ADN y mi instinto de supervivencia. La
vida es realmente preciosa, por eso debes tratarla con cuidado e inteligencia. No abuses de
mis ritos de fertilidad. No abuses del don de mis semillas. Si muchas de ellas llegases a
abusar, podrías estropear el equilibrio que con tanto cuidado he creado. El exceso de
población es un crimen contra mi don de la vida.
Ahora, sigue su camino. Yo te observo y podrás rezarme siempre que lo necesites. Soy la
esencia de la transformación. Soy el ser que precedió a todos los dioses y a sus reglas, y
mis mujeres me recordarán cuando suenen mis plateadas trompetas de renacimiento.
Porque siempre estoy en su interior y porque la luna es el poder de la vida.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
El mensaje de Cáncer
Cáncer es el signo con mayor influencia lunar ya que, en estas fechas, la luna se halla
situada en su propia casa. Absorbemos las ricas vibraciones de la luna mientras ésta
estimula el sentido de comunidad en sus hijos, así como su capacidad para sentirse
arraigados. El placer forma parte de esta lunación la vida ha creado un destello de luz de
luna para proporcionamos algo de felicidad. Come de buena gana, deja que te den un
masaje, practica algún deporte en plena naturaleza. Si deseas tener un hijo, éste es un
buen signo para concebido. Los niños concebidos durante esta lunación crecerán sanos y
serán inteligentes.
En este signo, siembra todas aquellas plantas de las que se puedan aprovechar las hojas,
pero evita plantar todo cuanto trepe o crezca hacia arriba. No es un buen momento para
viajar, pero es excelente para iniciar tratamientos de belleza, así como para ir de compras.
Es el momento indicado para tratar asuntos de familia, para comprometerse o casarse,
para hacer nuevos amigos y para comprar plata.
Características LUNARES
La envidia
La envidia es un sentimiento muy malo. Roe nuestros corazones, amarga lo dulce y nos
convierte en unos seres realmente despreciables y odiosos. Envidiamos a las personas de
nuestro alrededor porque pensamos que deberíamos ser como ellas y no lo somos. Si
poseen un gran talento y son recompensadas por ello, nos sentimos ignorados. Si son
felices, pensamos que no es justo, puesto que nosotros no lo somos. La raíz de toda envidia
suele ser una baja autoestima, un ego muy débil y, en definitiva, una pobre imagen de uno
mismo.
El universo no es injusto y a todos nos llega nuestro turno. Pero nuestro momento no tiene
por qué llegarnos al mismo tiempo que a los otros. Alegrarse de la buena suerte de los
demás equivale a identificarse con la persona afortunada. La única utilidad psíquica que se
podría atribuir a la envidia es la de estimular nuestros propios esfuerzos por tener éxito. La
envidia es un defecto psíquico realmente difícil de dominar.
HECHIZOS LUNARES
Parte derecha del cerebro, actúa. Toma la primera lista y enciende una vela de color gris (el
gris es un color que sirve para neutralizar). Enciende también un poco de incienso
purificador (Puedes comprarlo ya preparado en una tienda especializada en temas
ocultistas o en una herboristería; también puedes conseguir un poco de hisopo y quemarlo).
Después, quema la lista en la que aparecen los motivos de su envidia y di:
Todos aquellos a los que envidié, todos aquellos a los que guardé rencor,
ofrezco toda mi envidia a la luna.
En una ocasión, me sentí dominada por la envidia, en una ocasión me hirió,
pero, ahora, mi envidia se ha consumido gracias al fuego de la luna.
Toma la otra lista, aquélla en la que habías apuntado los motivos por los cuales creías
merecer el éxito, y colócala sobre un trozo de tela blanca frente a la imagen de su diosa (o
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frente a un jarrón de flores). Pon una vela blanca encima de la lista y quema otro tipo de
incienso, aquél que se corresponda con su signo del zodíaco o alguno con el que realmente
te sientas identificadas. Después, di:
Características LUNARES
La admiración
Saborea este sentimiento. Suele aparecer en los momentos más sagrados, normalmente
cuando estas sola frente a la naturaleza o cuando son testigos de algunos de los milagros
de la vida, tales como el nacimiento de la luna, una puesta de sol, el nacimiento de un niño,
de un gatito o de cualquier otra criatura viviente. La admiración es un sentimiento que nos
abruma cuando nos encontramos frente a las fuerzas de la vida, es decir, cuando hemos
tenido el privilegio de contemplar la asombrosa belleza, la asombrosa creatividad y el
asombroso poder de la diosa.
Cuando experimentes este sentimiento de admiración, reza a la diosa. Siempre que te
sientas así, será porque ya te encuentras en un estado de consciencia algo alterado o, en
otras palabras, porque ya te encuentras en un estado de adoración.
Adopta la posición clásica de plegaria; siéntate orgulloso mirando el universo, las
montañas, los bosques y la belleza del mundo que te rodea.
Levanta tus brazos hacia el cielo, como si quisieras abrazarlo, y realiza tus afirmaciones.
Quizás no sientas la necesidad de decir nada en absoluto. De ser así, simplemente bastará
con que te permitas experimentar este estado de gracia y de intimidad con lo divino.
Intenta alcanzar más momentos como éste, disfruta sintiendo admiración. Sin lugar a
dudas, ese esfuerzo te aportará una gran felicidad.
FESTIVIDADES DE LA LUNA
Festival de Bon
Luna llena de julio, Japón
La festividad japonesa de los muertos tiene lugar en julio y contiene elementos procedentes
del budismo de Shinto. La preparación para esta fiesta conlleva una limpieza completa de
las casas, de las tumbas y de las lápidas ancestrales. Los sacerdotes y las monjas budistas
visitan las casas y las lápidas para recitar los sutras y rezar por el alma de los muertos. Los
altares y los santuarios son restaurados y decorados con jarrones llenos de flores. También
se entregan pescados crudos como ofrenda. El decimotercer día del mes, los espíritus de
los muertos son recibidos de nuevo y escoltados hasta sus antiguas casas, donde se ofrece
una ceremonia, así como un banquete en su honor. Las antorchas y los farolillos iluminan
su camino de regreso a casa. Los espíritus también deambulan por los jardines, entre las
flores. El baile de las almas, Bonadori, está protagonizado por las mujeres más jóvenes que
danzan a la luz de la luna. El día dieciseis de este mes, los espíritus son liberados para que
puedan volver al otro mundo. Los familiares les ofrecen regalos y los espíritus que no tienen
parientes son obsequiados con pequeñas embarcaciones adornadas con farolillos de papel.
Éstas se ponen a flote durante la Marea de los Fantasmas para que la corriente las arrastre
hasta alta mar. Presta atención a las lápidas de tus seres amados. Visita a los más
ancianos, entrega limosnas, crea lazos de sangre entre ustedes y tus antepasados.
Naga Panéhami
Asama luna llena Bengala, India
Naga Panchami es la festividad de la diosa serpiente Manasa Devi, una diosa especialmente
efectiva para garantizar la fertilidad a las mujeres. Sus serpientes, las Nagas y Naginis,
controlan el acceso a la verdad espiritual, otorgándose a aquéllos que se la merecen y
negándosela a aquéllos que no. También vigilan para que estas verdades puedan ir más
allá del plano material. Las serpientes son haber sido el tótem de los antiguos dravidianos;
su culto es muy popular y está muy extendido, sobre todo en el sur de la India. Por
supuesto, en muchas culturas pre indo-europeas, la serpiente se halla asociada a la diosa
de la tierra como símbolo de renacimiento.
esculturas que representan las partes del cuerpo afectadas eran lanzadas en los
manantiales y en las fuentes sagradas desde los tiempos de los celtas. En la actualidad,
esta fiesta se caracteriza por una gran iluminación, fuegos artificiales y carritos en los que
se vende toda clase de comida.
Esta práctica también se puede adaptar a los rituales de curación personal, es decir, a
aquellos rituales relacionados con las enfermedades de una parte específica del cuerpo.
Dependiendo de su habilidad artística, tallad una vela de color rosa con la forma del
miembro o del órgano afectado, o colocadla encima de un dibujo o de una fotocopia de este
órgano. Quema incienso de salvia o cualquier otro incienso que te parezca suave y pasad el
humo por encima de la vela y/o del dibujo. Después, Debes decir:
Quema la vela durante tres o nueve noches seguidas, en función de la magnitud del
problema, así como del tamaño de la vela. A medida que la cera de la vela se vaya
derritiendo, visualiza el problema desapareciendo y el miembro u órgano enfermo
curándose y gozando de una salud excelente. Cuando la vela se haya consumido
totalmente, arroja sus restos al agua.
CUENTO DE LA LUNA
Éxtasis
¿Cuál fue la última vez que paseaste a medianoche hasta alcanzar la cima de una montaña,
acompañadas por un alegre grupo de personas adornadas con guirnaldas, para celebrar la
luna llena? Normalmente, por las noches, siempre intentamos llegar a casa antes de que se
haga demasiado tarde y nos dedicamos a mirar la televisión encerrados entre cuatro
paredes. Podemos preparar una apetitosa cena, llamar a algún amigo o, simplemente,
sentarnos a descansar y a tomar algo. También podemos irnos a un bar, a un cine o al
teatro. Pero por lo general, tenemos muy pocas posibilidades de mostrarnos extáticos por
la noche.
Dentro de poco entraremos en el siglo XXI. Nos acercamos a este próximo siglo con gran
rapidez y con conciencia colectiva. Nos acercamos a él como población global. Nos
acercamos a él hartas de las guerras, de la violencia de los hombres y de la crisis del
petróleo. Nos acercamos a él con el despertar de todas las mujeres, con la conciencia
global de las mujeres.
Las mentes colectivas acostumbraban a utilizar las drogas para experimentar este tipo de
síntesis y regresar a los antiguos y dorados tiempos del paganismo, cuando adorábamos a
la naturaleza y la considerábamos nuestra madre. Si se tomaban de forma apropiada
durante los rituales, estas drogas producían el éxtasis en una experiencia comunitaria.
Todas las tradiciones de adoración a la tierra poseían sus propios rituales sagrados en los
que el éxtasis era compartido como un sacramento. Durante milenios, los seres humanos
estuvieron adorando a todas aquellas fuerzas que los mantenían vivos. Todas las danzas
folclóricas, todas las danzas extáticas tradicionales, así como la música hipnótica de los
tambores, de las flautas y de los flautines, se utilizaban para alcanzar un éxtasis religioso.
Se trataba de una cultura global, distinta, que buscaba el éxtasis como expresión de lo
divino.
Pero ya no poseemos esta cultura. Ya no creemos que la función de la plegaria sea la de
hacernos sentir el éxtasis, es decir, la alegría de la comunión con lo divino. Lo único que
experimentamos es una profunda ansia por recuperar esta experiencia perdida. Buscamos
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desesperadamente el éxtasis. Creemos que Dios es éxtasis. Pero Dios no es éxtasis. Dios es
algo mucho más parecido a la realidad.
El éxtasis es muy antiguo. Sus orígenes se remontan a la edad de la inocencia. Las
personas de aquel entonces veían a Dios en todas partes. Querían jugar con Dios y
experimentar lo divino, sin limitarse simplemente a oír hablar de ello. La diosa y el dios del
éxtasis sólo viven en nuestros antiguos recuerdos. Nadie los ha visto mucho últimamente.
Las drogas que se consumen en la actualidad no nos conducen al éxtasis. Pero la utilización
de las drogas es una forma de buscarlo. Lo que realmente deseamos es un éxtasis religioso,
lo que equivale a una droga. Imagínense que una vez al mes todas las personas se
reuniesen para adorar a tal diosa o a tal dios y lo celebrasen bailando en la calle o, a ser
posible, en las montañas durante tres días y tres noches. Probablemente, este tipo de
religión contaría con el apoyo de mucha gente.
Intenté volver a recordar estas antiguas festividades y a celebrar todas las lunas llenas
durante diez años con personas de cualquier lugar del mundo, cuyas edades oscilasen
entre los 17 y los 120 años, reuniéndolas a todas a la vez. Esto representa un total de 210
rituales a lo largo de lo años. Y esta cifra incluye 13 lunas llenas y 8 sabbats al año. Unas
veces
Llovió y otras hizo sol; en unas participaron grupos grandes y en otras grupos reducidos.
Estuve a punto de alcanzar el éxtasis al menos en tres ocasiones. ¿Cómo supe que se
trataba del éxtasis? Lo primero que debes tener en cuenta es que mientras lo estas
experimentando, no puedes analizar de qué se trata. Sabrás que algo maravilloso te está
sucediendo, pero no podrás llegar a identificar ese elevado estado de consciencia. Los
estados alterados de consciencia te serán revelados más tarde, cuando hayas dejado de
experimentarlos.
La primera vez que experimenté un verdadero éxtasis religioso fue con el Coven Number
One de Susan B. Anthony, mi antiguo grupo. Recuerdo que se trataba de un esbat, es decir,
de una luna llena. A los sabbats (festividades periódicas) acudía muchísima más gente que
a los esbats. Normalmente, la luna llena sólo era celebrada por las brujas más veteranas y
por mí.
Nuestro grupo estaba empezando a cambiar. Habíamos abierto una tienda de velas en el
Boulevard Lincoln, en Venice, California, y habíamos empezado a atraer a las mujeres de
color del vecindario. En la comunidad negra, la magia era un mundo totalmente diferente.
Todos practicaban la ceromancia y a veces llegaban a comprar grandes cantidades de velas
a la vez. Algunas mujeres conservaban las velas encendidas día y noche. El fuego era
transferido de una vela a punto de consumirse a otra nueva y, de esta forma, la llama
seguía viva, en ocasiones durante años. No importaba cuánto tiempo se mantuviese
encendida la sagrada llama, lo que realmente contaba era el esfuerzo.
Fue en esta comunidad donde conocimos a Lucille. Su verdadero nombre era Joan, pero se
lo había cambiado. Y ahora estaba pensando en llamarse a sí misma Isis, porque acababa
de descubrir a las diosas negras.
Lucille acostumbraba a venir por las mañanas después de haber dejado a sus hijas en la
escuela y siempre nos compraba algunas cosas; podía ser un poco de incienso o de
perfume, ya que le gustaba utilizar este tipo de esencias y, en particular, le encantaba la
lavanda. Lucille era muy habladora y estaba muy bien informada sobre estos temas. Sabía
mucho sobre hierbas y sobre muchas otras cosas de las que nosotras ni siquiera habíamos
oído hablar. Puso a prueba nuestra dedicación pidiéndonos que le consiguiésemos hierbas
algo peligrosas, como la mandrágora. Este tipo de hierbas era muy difícil de conseguir. La
FDA estaba empeñada en considerar ilegales cierta clase de raíces y acceder a ellas era
algo realmente complicado. Pero, aunque se la encontramos, ella siempre estaba dispuesta
a sometemos a una nueva prueba.
Lucille tenía dos hijas maravillosas, una de diez años y otra de ocho. Siempre iban muy bien
peinadas. A Lucille le gustaba mucho cepillarles el pelo. Era una madre muy abnegada.
Poco a poco, empezó a llevar a sus hijas a la tienda, primero a Maddalena y después a
Martina. Las niñas nos ayudaban a hacer paquetes de incienso y, además de ser muy
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habilidosas con las hierbas y con las piedras, les encantaban los libros. Con el tiempo se
convirtió en una costumbre el que las niñas viniesen a la tienda después del colegio y
esperasen allí a que su madre pasase a recogerlas.
Naturalmente, fueron invitadas a nuestros rituales de la luna llena. A Lucille le gustaban los
rituales y también a las niñas. Ellas tenían sus propias medicinas y sus propias hierbas. Esa
noche, además de Lucille, también vinieron las dos niñas. Subimos la montaña a través de
la perfumada noche y, tras la escalada, nos sentimos sumamente contentas y
reconfortadas. El oxígeno estaba enriqueciendo nuestro cerebro.
Formamos un círculo uniendo nuestras manos y construimos nuestro altar. Esa noche,
Kirsten había llevado su cámara y tomó algunas fotos conmemorativas de las velas
quemándose alrededor de la triple diosa. Todo lo que recuerdo es que la luna llena había
aparecido tan cerca de mi cara que me daba la sensación de que si sacaba la lengua podría
incluso llegar a lamerla.
La felicidad embargó todo mi ser. El poder que se desprendía del ambiente benefició a
nuestro pequeño grupo. Todas estábamos muy contentas y cantábamos generando una
gran cantidad de energía, haciendo que nuestras plegarias se elevasen suavemente hacia
el cielo. Finalmente, llegó el momento en el que yo, en calidad de sacerdotisa, debía elevar
el cáliz y ofrecérselo a la luna. Entonces, mientras le ofrecía mi cáliz a la luna y veía cómo
su imagen redonda se reflejaba en el borde de la copa, me di cuenta de dónde había
surgido la idea de la consagración de la sagrada comunión de origen católico. Se trataba de
la imagen de la luna llena reflejada sobre el cáliz de las brujas! Una imagen de la que ahora
se había apropiado la iglesia.
Estaba saboreando esa noche de una forma especial. Mientras invocaba a la diosa para que
entrase a formar parte de nuestro círculo a través del líquido de la transformación, es decir,
de nuestro vino, hice algo muy poco usual. Añadí una cláusula a mi invocación y le dije: «Si
así lo deseas...».
Normalmente, las brujas ya no rezan degradándose a sí mismas como si fuesen esclavas.
Ya no nos arrodillamos al rezar; no creemos que nuestra diosa necesite que actuemos como
unas pobres desgraciadas. Muchas de nuestras invocaciones son simples llamadas de igual
a igual. Sin embargo, esa noche me sentí muy humilde al experimentar la impresionante
belleza de sus cielos. La luz de la luna era tan fuerte que no pude evitar decirle: «Si así lo
deseas».
Como siempre, el círculo inició un suave balanceo acompañado por la electricidad generada
por nuestras mentes y nuestros cuerpos. Pero entonces, de repente, una mujer, no sé cuál
de ellas, empezó a gritar.
«¡Oh, Dios mío!» Me di la vuelta y comprobé que la mujer que había gritado era Lucille;
pero ahora estaba como transformada. Parecía mucho más alta, muchísimo más alta que
antes. ¡Era como si su cuerpo se hubiese estirado cada vez más y estuviese empezando a
brillar!
Yo pensé: ¡Oh no, Lucílle! Ella había deseado alcanzar el éxtasis desde que nos conoció;
siempre estaba hablando de ello y ahora, finalmente, lo había conseguido. Lo único que
realmente deseaba es que se tratase de un acto sincero y que no estuviese haciendo
teatro, porque a Lucille le gustaba mucho ser el centro de atención y si quisiera podría
fingir estar poseída porque yo jamás sería capaz de descubrirlo.
«¡Aaaooooo!» Ahora era otra mujer la que chillaba y volvió a suceder exactamente lo
mismo que antes. La mujer empezó a gritar cada vez con más fuerza y a parecer cada vez
más alta, mientras que su cuerpo también reflejaba una luz especial. ¿Qué es lo que estaba
pasando? Si íbamos a tener un esbat con un puñado de falsas posesiones, ¿cómo iba yo a
ser capaz de enseñar a este grupo? Además, no tenía ni idea de cómo tratar las posesiones,
falsas o no. Terminé las plegarias y me disponía a guardar el cáliz cuando, de repente, yo
también empecé a experimentarlo.
Era como una especie de corriente eléctrica que parecía recorrer todo mi cuerpo: el centro
de mis kundalinis, la base de mi espina dorsal, etc. Después empezó a subir hacia arriba,
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produciéndome una gran sensación de calor, como si una enorme luz se hubiese adueñado
de todo mi ser.
«¡Auuuuch!», grité yo misma.
Se trataba del repentino despliegue de los kundalini, el poder de la serpiente hembra, el
antiguo fuego. ¡Para alcanzar esta experiencia, las personas más preparadas deben asistir
a clases durante años!
Y ahora, esta extraña experiencia estaba afectando a mi pequeño grupo de brujas, una por
una. El kundalini, el fuego de la vida, parecía golpear nuestras cabezas, al mismo tiempo
que nos hacía aumentar de talla. Entonces, alzamos nuestros rostros hacia arriba y me
pareció que incluso yo misma resplandecía. ¡Creo que hubiese podido llegar a rozar mi
propio halo! ¡Parecíamos tan divinas! Todas y cada una de las componentes del grupo
experimentaron esta súbita descarga de energía. Todas nosotras, incluso las niñas,
experimentamos la apertura de los kundalinis por primera vez. y esto era algo que jamás
olvidaríamos.
No sólo la luna parecía estar mucho más cerca de mi cara, también lo estaban las estrellas
y los rostros de mis hermanas: caras blancas, negras, asiáticas, mulatas, etc. Todas
parecíamos resplandecer juntas en este éxtasis maravilloso. Simplemente por estar en el
lugar adecuado y en el momento apropiado, la madre naturaleza nos había ofrecido una
experiencia sumamente real. El elevado sentido de la realidad y también la dicha que nos
producía el estar vivas y juntas, así como gran parte de este espontáneo éxtasis,
permaneció en nosotras durante mucho tiempo.
El círculo se sentía como si hubiese tomado alguna droga muy especial, pero ni siquiera
habíamos probado el vino. Compartimos el cáliz y nos lo pasamos de unas a otras, pero fue
el elixir de la luna y el fuego de los kundalinis los que nos produjeron los estados alterados
de consciencia.
Esa noche bailamos, lo celebramos, inventamos nuevas canciones e incluso jugamos a
algunos juegos de la diosa. La presencia de las niñas había añadido un toque especial al
acontecimiento. La nueva generación ya estaba presente entre nosotras. Vigilaban las velas
y, si alguna estaba a punto de consumirse, se aseguraban de que no se apagase del todo.
Cuando acabamos nuestro círculo, ya casi estaba amaneciendo. Anteriormente, jamás
había estado en círculos que durasen más de dos o tres horas e incluso así los consideraba
demasiado largos. Sin embargo, y aunque éste me dio la impresión de no haber durado
más de media hora, llegamos a ver el amanecer. Cuando el sentido del tiempo desaparece,
como en una visita al país de las maravillas, Debes saber que se te ha concedido una
experiencia de éxtasis con la luna.
Octava lunación
Época julio agosto
Signo leo
Hierbas lunares: infusión de san Juan, ruda
Animal lunar: salmón
Luna del maíz
Por todo el hemisferio norte, las tierras que ilumina la luna del maíz se están transformando
de verde a oro. Las flores del verano crecen a lo largo de los caminos, así como en el
interior de los bosques. Flores de color púrpura, acianos azules y amapolas tan rojas como
gotas de sangre salpican la hierba. En los huertos, los frutos empiezan a madurar, el grano
crece con fuerza y las semillas se reproducen con generosidad. La luz del día se alarga cada
vez mas sobre los campos y cuando aparece la luna llena, ésta ilumina los cultivos y los
tiñe de un suave color dorado. Aquí, la luna parece con templar la plenitud y la realización,
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HABLA LA DIOSA
Cybele
Llego hasta ti como un gran meteorito negro, como una brillante mariposa negra. He
descansado un momento sobre tu frente y has creído que era el viento que había tocado
tus cejas. Pero he sido yo, la diosa Cybele.
Cuando estoy entre mi gente, soy la creadora de la música y de los juegos, soy la dulce
morada de los amantes, soy el éxtasis del universo. Soy la madre de Attis, mi lado
masculino. Me uno a él en el calor del verano y concibo a un nuevo hijo para el futuro. Mis
sacerdotisas bailan durante varios días en mis festivales, bajan corriendo la montaña
sosteniendo en alto mi antorcha de la vida y, con un grito, extinguen la llama en el océano.
Entonces me pongo muy triste porque sé que mi Attis ha muerto de nuevo a causa de sus
auto-infligidas heridas. Todos los años sangra hasta la muerte bajo mi árbol de la vida. Mi
destino es igual al de muchas mujeres que pierden a sus hijos por culpa de la guerra o de la
violencia. Pero mis poderes son mágicos. Cuando pronuncio su nombre tres veces, mi voz
llega hasta el reino de los muertos. He enterrado su cuerpo inerte bajo mi árbol de la vida,
donde murió, y de su sangre florecen las violetas.
También soy la afligida madre; la madre que se lamenta, la madre que no olvida. Soy la
Pieta, sosteniendo el cuerpo de mi querido hijo en mi regazo, intentando devolverle la vida
para que pueda volver a reír y a beber bajo una forma nueva. Soy todas las madres que
han derramado lágrimas y pasado noches en vela porque los hijos que alumbraron han
regresado a la muerte. Debemos reclamarlos una y otra vez para que puedan volver a
través de la puerta de la vida. Soy la señora de la cosecha, que sabe que el grano debe ser
segado para que pueda crecer de nuevo.
Y cuando lo hace, cuando su dulce risa resuena por todas partes, cuando la imagen de su
rostro vuelve a iluminar mis ojos, cuando inicia su baile junto a mis sacerdotes y a mis
sacerdotisas, la gran resurrección, el verde milagro, vuelve a realizarse.
Trae a mis fieros leones nocturnos y yo, Cybele, ocuparé mi lugar en el carro. Lentamente,
y rodeados de una paz majestuosa, mis sagrados gatos desfilan alrededor de la ciudad para
que mi gente pueda contemplar mi rostro. Mi corona son los cuatro muros de la ciudad. Yo
la protejo. La luna creciente sobre mi frente es la que indica que yo soy la madre. Las
multitudes me saludan, agitan banderas de seda de color violeta y arrojan pétalos de flores
a mi paso. Mi carro, igual que la luna, atraviesa el cielo majestuosamente.
¿Desapruebas a mis sagrados eunucos? ¿Piensas que son unos inútiles porque se han
dejado castrar para parecerse más a mí? No te corresponde a ti juzgarlos. Durante mucho
tiempo, los hombres siempre han sentido deseos de servirme y, de acuerdo con mi
tradición, para poder entrar a mi servicio, deben cambiarse de sexo. No son seres
anormales, sino mis sagrados sacerdotes. Sólo en su época resulta poco corriente que un
hombre quiera renunciar a su masculinidad debido a sus deseos de ser mujer.
Soy la madre leona. Gobierno con toda justicia y con un amor sin condiciones. Yo soy
aquélla que puede rescatarte de la muerte y conducirte de nuevo hacia el flujo de la vida.
Soy la que puede proporcionar una segunda oportunidad a los que se sienten perdidos.
Cuando te encuentres en brazos de tus amantes y una sensación orgásmica recorra tu
cuerpo, será porque me estas adorando a mí. Yo te proporciono la capacidad de poder
sentir plenamente, de vivir plenamente, así como de acercarte a mí en su éxtasis.
Toca la flauta para mí y disfruta con mi cordero asado; baila mis salvajes danzas y has el
amor en los prados. Ninguno de mis hijos será devorado por la muerte eterna porque yo
poseo la clave de la reencarnación.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
El mensaje de Leo
Esta octava lunación se caracteriza por su majestuosa energía, es decir, el tipo de energía
que necesitamos en épocas problemáticas o en las que sufrimos un exceso de trabajo.
Absorbe todo el optimismo que emana de esta vibración porque ser conscientes del
aspecto más radiante de la vida es toda una bendición. Es un buen momento para tratar
con tus compañeros, hacer vida social, ponerse al día y firmar contratos, así como para
dirigir sus vidas con generosidad y sabiduría. La luna en Leo te proporciona una habilidad
especial para poder organizar los proyectos de los demás, unos objetivos a largo plazo y
una gran capacidad de visión. La energía es el punto clave de esta lunación, por eso debes
manifestar todo su poder: salva la tierra, salvate a ti misma y has que su mundo sea mejor
para todos. En esta lunación, puedes empezar cosas que vayan a durar mucho tiempo; por
ejemplo, estudios filosóficos o proyectos creativos. Si estas pasando por algún proceso
legal, resultarás favorecidas. Trata con piedras preciosas, con oro y con plata. Planta tus
propias rosas y éstas florecerán más perfumadas y llenas de color que nunca. Planta todo
aquello que dé frutos o semillas. Ahora también es el momento oportuno para podar
árboles y arbustos. Pinta tu casa y cuida de tu entorno.
CARACTERíSTICAS LUNARES
Entusiasmo
El entusiasmo es la base de la vida, es algo tan valioso como el oro. Si sientes entusiasmo
por tus propios proyectos, así como por todo cuanto te ocurre en la vida, no hay duda de
que triunfarás. A todo el mundo le gustan las personas con este tipo de energía. Si no
sientes entusiasmo por nada, si por las mañanas te levantas cansada o si te resulta
imposible disfrutar de un sueño profundo y reparador, es porque hay algo que no funciona
como debería. Además de acudir al psicólogo, puedes llevar a cabo el siguiente hechizo,
pero en secreto y sin decírselo a nadie.
HECHIZO LUNAR
atención, desnúdate para que tu cuerpo pueda absorber las mágicas vibraciones de la luna.
Siente la caricia de la noche sobre su piel, experimenta la libertad que te proporciona el
sentirte tan unida a la naturaleza y da tres vueltas alrededor del fuego gritando algo
realmente positivo como «¡Amo mi vida!» o «¡Bendigo mi existencia!».
Ahora que ya has entrado en calor, salta tres veces por encima del fuego pronunciando un
breve deseo cada vez: «¡Entusiasmo!» «¡Buena salud!» «¡Más energía!».
La diosa te proporcionará todo aquello que le pidas cuando saltes por encima del fuego
sagrado. Éste también es un ritual de purificación, puesto que puede liberarte del pasado.
Una vez realizados los tres saltos, bebe un sorbo de agua de la copa y arroja el resto sobre
el suelo diciendo: «¡Yo te saludo, diosa creadora de toda vida!».
Después, bebe un poco de vino y arroja otro poco en el suelo diciendo: «¡Yo te saludo,
madre de todos los dioses!».
Si así lo deseas, puedes beber un poco más de vino y realizar su tercera bendición:
«¡Bendigo a la tierra y a todos aquellos que la sirven!». Luego arroja el vino sobrante. Es
una cortesía devolver parte del agua y del vino al lugar del que proceden, es decir, a la
tierra. Después de esto, puedes pasear un rato, hablarle a la luna, encender velas, etc. Al
día siguiente después de haber realizado este ritual, si todo ha ido bien, sin lugar a dudas
tendrás más energía que nunca.
CARACTERíSTICAS LUNARES
Vergüenza
Se trata de un sentimiento muy difícil de tratar, porque la vergüenza es nuestra herencia
emocional patriarcal. Como mujeres, parece que nuestro destino sea el de sentimos
avergonzadas ya desde pequeñas. A las niñas que han sido educadas en la fe cristiana,
judía o musulmana, se les enseña que Eva, la madre original de todos nosotros, fue la que
lo estropeó todo. Aprendemos horrorizadas que fue la responsable de la pérdida del
paraíso. ¡Y apenas llegadas a este mundo ya nos lo echan en cara! ¿Quién no se sentiría
avergonzada ante este hecho?
Entonces, hacemos algo de lo que realmente deberíamos sentimos avergonzadas. Herimos
al ser amado, a nuestros padres o a nuestros hijos. Nos herimos a nosotras mismas.
Ejercemos nuestra sexualidad de una forma no aceptada por la sociedad. Nos vemos
demasiado gordas. Creemos que somos demasiado pobres como para poder proporcionar a
nuestros hijos todo lo que necesitan y nos consideramos unas pésimas amas de casa. Poco
a poco, y desde nuestra más tierna infancia, vamos interiorizando todos estos sentimientos
de vergüenza. Y, una vez hemos crecido, ya estamos acostumbradas a vivir con ellos y los
aceptamos como algo natural, fingiendo que ya no nos preocupan. Pero sí que nos
preocupan.
La vergüenza es el instrumento que utilizan los hombres para dominar a las mujeres. Los
hombres no son tan propensos a ella, al menos de la misma forma que las mujeres. Los
hombres ni siquiera sienten vergüenza de su sexo aunque son los responsables del 90 por
ciento de los crímenes que se cometen en el mundo, promueven las guerras.
CUENTO DE LA LUNA
alguien ha realizado una entusiasta promesa, todas cantamos. «¡Qué actitud terrenal más
positiva!».
La mayor parte de mi trabajo como Medea consiste en celebrar bodas.
Igual que a la mayoría de las mujeres, a mí también me gustan las bodas. Me encanta
poder lucir mi túnica de color púrpura y adornar mi cabeza con flores antes de encontrarme
con los participantes, que, normalmente, nunca saben qué hacer. Intento que se sientan a
gusto, les explico en qué consiste el ritual y, entonces, lo llevo a cabo ante la presencia de
todos los miembros de la familia; un ritual distinto para cada pareja, diferente para cada
fiesta.
Quiero hablar sobre las bodas porque el matrimonio es uno de los símbolos más
importantes para las mujeres: el ritual con más carga emocional. A veces, es el único ritual
destacado dentro de la vida de una mujer. El patriarcado ha acabado con todos los demás
rituales, como los de la mayoría de edad o el de la celebración de la primera menstruación,
que es tan trascendental como una boda y sus efectos suelen durar más que la mayoría de
las relaciones. Tampoco sigue habiendo ningún ritual que rinda honores a la mujer cuando
es reina, es decir, cuando está en la flor de la vida y ha llevado a cabo la labor de la diosa
en el mundo. También ha sido ignorada, y ciertamente no celebrada, cuando llega a la
vejez (a los cincuenta y seis años de edad) y entra en la edad de la sabiduría.
Pero en el día de su boda, a la mujer se la considera una diosa. Se viste con la túnica blanca
de la diosa del sol, Lucina. Durante esta festividad, en Suecia, todas las mujeres, sobre todo
las más jóvenes, llevan una túnica blanca. El sagrado velo de la novia significa que está
protegida. Su larga cola, arrastrada por otras jóvenes o por algunas niñas, significa que está
en la flor de la vida y que es el centro de atención de todas las demás mujeres. Las bodas,
tal como las conocemos actualmente, siguen incorporando la mayoría de estos antiguos
elementos. Éstos son los símbolos que hacen brotar las lágrimas de los ojos de las mujeres.
Y precisamente estos simbolismos perdidos, cuya importancia apenas es recordada y cuyo
verdadero significado nos resulta desconocido, son los que hacen que las mujeres lloren en
las bodas.
Pero, ¿qué es lo que sucede?
Lo que sucede es que ha llegado el amor y esto es algo que ni siquiera el patriarcado puede
cambiar.
La gran madre luna ha vuelto a hechizar a otra joven o anciana pareja, ha conmovido sus
corazones y, ahora, desean comprometerse públicamente. Este compromiso, realizado en
público, es realmente antiguo. La comunidad es testigo de un vínculo amoroso y, en
adelante, tratará a esta pareja de forma distinta. El ritual crea un espacio entre lo que ha
sido y lo que será. Determina la transición entre estar comprometido y estar casado.
Con frecuencia me entristezco durante estos rituales, porque yo también echo de menos a
alguien con quien realizar este compromiso público. Mi matrimonio con el joven húngaro
con el que me casé cuando apenas tenía diecinueve años duró tan sólo unos pocos años,
dado que los dos evolucionamos y seguimos caminos distintos. No siento ninguna amargura
al respecto; simplemente creo que el matrimonio, tal como se considera actualmente
dentro de la cultura contemporánea norteamericana, no es bueno para mí ni para ninguna
otra mujer. No es natural separar a las mujeres y encerrarlas en sus casas, que son todas
iguales. No es natural no hablar ni siquiera con los vecinos. No es natural pensar que en el
mundo sólo existen tu, tu marido y tus hijos. Los seres humanos son sociables por
naturaleza. Necesitamos a la comunidad. Muchas especies se aseguran de que las hembras
y los cachorros cuenten con grupos de apoyo y de ayuda. El aislamiento sólo puede ser
bueno para aquéllos que se preparan para morir.
Todas las parejas inician su vida en común con buenas intenciones. Ni siquiera tienen
tiempo para darse cuenta de que la mujer entra en el matrimonio con una clara desventaja
respecto al hombre, puesto que pertenece a la menos apreciada de las castas. Aun
poseyendo las mismas capacidades que un hombre y desempeñando su mismo trabajo,
éste puede llegar a doblarle el sueldo. Las mujeres sólo poseen el 1 por ciento de las
riquezas del mundo, pero son ellas las que realizan el 90 por ciento del trabajo. Esto es algo
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que las jóvenes no quieren reconocer y prefieren ignorar, pues les resulta demasiado
deprimente. En Occidente somos diferentes. Las mujeres occidentales no van a dejarse
oprimir tal como se ha dejado oprimir el sexo femenino durante estos últimos dos mil años.
Gracias a las alas de nuestro amor, superaremos la opresión y cambiaremos nuestras vidas.
Si las mujeres no pensasen así, si empezásemos a reunimos para hablar sobre nuestra
situación en el mundo, nos concentrásemos en nuestra opresión y buscásemos posibles
soluciones, seguramente durante muchos años nadie se atrevería a casarse. Y a la diosa del
amor no le gustaría. Quiere mantenemos activas porque sus relojes biológicos siguen
funcionando, sus hormonas siguen manteniéndose agitadas y todos los corazones, jóvenes
y no tan jóvenes, están deseosos de amor. Las revoluciones deben llevarse a cabo
simultáneamente con sus planes. Y eso es todo.
El amor es algo muy actual y también lo son las bodas.
Las bodas paganas pueden resultar muy elaboradas y caras, pero también las hay sencillas
y económicas. Además pueden ser legales o ilegales, en función de los sexos involucrados.
Las bodas entre personas del mismo sexo todavía siguen sin ser reconocidas por ninguna
iglesia o estado, pero siempre han sido aceptadas por la diosa. Yo celebro muchísimas
bodas entre lesbianas.
Sin embargo, la última boda que celebré aquí, en Berkeley, fue la de una pareja
heterosexual, Cynthia y Paul.
Eran el típico ejemplo de una tradición progresista. Se conocieron cuando ambos
estudiaban en la Universidad de California. Un día, Cynthia envió una poesía sobre unos
camaleones al periódico de la localidad. El poema hablaba sobre sus lenguas y su agilidad y
era bastante extenso e inteligente. Esta poesía ganó un premio y fue publicada
íntegramente. Paul leyó el periódico mientras tomaba café y le gustó mucho la poesía sobre
los camaleones. Le gustó la forma de enfocar el tema y las aterradoras imágenes que se
desprendían del poema. Le gustó tanto esta poesía que se decidió a escribir a Cynthia a
través del periódico. Paul sentía como si en ese poema hubiese algo suyo. A él también le
encantaba escribir, en particular sobre los camaleones. Ella contestó a su carta y se
conocieron. De esto hacía ya veinte años. Permanecieron juntos desde entonces. Nunca se
casaron porque no creían en el matrimonio. Ambos eran judíos, pero consideraban su
relación algo tan personal que no deseaban que ningún rabino pudiese entrometerse.
Ahora sus hijos querían que se casasen. Ellos estaban a punto de hacerlo y la situación de
sus padres les preocupaba. Pero Cynthia y Paulles iban dando largas. Se negaban a ceder a
las presiones sociales. Sólo existía una posibilidad. Cynthia y Paul se casarían si podían
hacerlo a través de un ritual de la diosa, dirigido por una bruja. La ceremonia sería diferente
y ellos deseaban casarse de esa manera.
Sus hijos vinieron a verme y me explicaron toda la historia. Fue un gran honor para mí y,
por supuesto, accedí gustosa a su propuesta.
La boda se celebró sobre la cima de una montaña desde la que se vislumbraba la bahía,
llena de pequeñas embarcaciones, con la niebla procedente del Pacífico y con los
rascacielos de la ciudad brillando al otro lado. Paul fue el que más tardó en prepararse para
la ceremonia. No quería llevar una corona de flores. Le encantaban las flores, pero no le
gustaba el hecho de tener que llevar una corona. Lo consideraba algo demasiado feudal. Le
expliqué que llevar flores sobre la cabeza significaba que nos identificábamos con la tierra y
le aseguré que también se trataba de un símbolo de respeto hacia el matrimonio. Ésta fue
una razón que comprendió rápidamente.
Al principio de la «cita», es decir, del tipo de ceremonia matrimonial de la diosa que yo
acostumbro a llevar a cabo, siempre hay música elegida por los «citados». Por lo general se
utiliza el arpa, la flauta, el piano o el violín. Personalmente, prefiero el sonido algo más
fuerte de los tambores o de las panderetas que parece entrar por el estómago y llegar
hasta nuestras mentes. En esta ocasión, Cynthia le había pedido a un amigo suyo llamado
Bob que tocase la armónica, pero su amigo era tan tímido y estaba tan apartado del grupo
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que apenas pudimos oírle. A pesar de todo, sabíamos que estaba tocando muy bien,
aunque sólo pudiésemos escucharlo cuando el viento soplaba en nuestra dirección.
No importaba.
Paul y Cynthia fueron conducidos por sus hijos, lentamente, mientras escuchaban su propia
música interior. Él iba vestido con un traje de chaqueta y ella con una túnica azul y con un
collar de amatistas adornándole el cuello. Los dos iban descalzos, tal como les pedí, para
que tocasen la tierra con sus pies. Pero paseaban sobre los pétalos de rosa que sus hijos
habían esparcido por el suelo. Era una pareja muy querida. Habían educado a sus cuatro
hijos y acumulado a un montón de amigos. Ahora, por primera vez, estaban celebrando su
unión públicamente. Una boda realmente diferente a las demás.
A este público no le costó mucho conseguir la energía suficiente para participar en la
ceremonia. Les expliqué las técnicas de meditación acústicas en que los coordinados
zumbidos de un grupo de gente alinean sus ondas cerebrales y ellos lo hicieron tal como les
dije. En medio de esta colectiva vibración, tan suave como un lecho de niebla, llevé a cabo
la ceremonia.
La bandeja de comida también era muy especial. Almendras tostadas (sagradas para
Venus) y relucientes ciruelas negras; capuchinas, raíces de vegetales (zanahorias), tallos
(espárragos) y flores (coliflores) decoraban la bandeja. En una boda, ése es mi altar. Sobre
una humilde bandeja de comida, invoco a la diosa de toda vida para que haga perdurar
esta unión, para que conserve a la pareja unida, para que este amor dé sus frutos y sus
corazones permanezcan entrelazados como las ramas de un árbol dentro de su comunidad.
Paul y Cynthia ya habían experimentado todas estas bendiciones. Lo único que hice fue
recordar sus veinte años de unión.
Una de las partes más importantes del ritual es el momento en el que cada uno de los
recién esposados selecciona uno de los alimentos de la bandeja y lo introduce en la boca
del otro diciendo: «Para que jamás vuelvas a pasar hambre».
Esto es como una especie de garantía. Protege de todo tipo de hambre. Están prometiendo
alimentar lo suficiente a su pareja como para calmar su hambre de amor, su hambre de
comida, su hambre de atención, su hambre de conocimientos y su hambre de experiencias.
Es una gran promesa.
Entonces, ambos bebieron de las copas plateadas. Éstas simbolizan el placer, por supuesto
plateado, de hacerse sagrados ante la luna. Es muy importante que las bodas se celebren
coincidiendo con las fases de la luna. Para esta boda, yo elegí una luna creciente, justo el
día antes de que estuviese llena. La luna nueva es más adecuada para los jóvenes y las
nuevas parejas.
Cynthia y Paul utilizaron agua de su cocina en los cálices. «Para que jamás vuelvas a pasar
sed», se dijeron el uno al otro ofreciéndose un sorbo de agua de los plateados cálices. La
sed, igual que el hambre, puede afectar a muchas facetas de la vida. Por eso, esta promesa
cubre tanto la sed de afecto y de amor como la sed de reconocimiento y de sabiduría.
Llegados a este punto, a la abuela Yvonne se le saltaron las lágrimas. Había esperado
mucho tiempo para poder presenciar la boda de su hija. Después de que empezasen a
nacer los niños, pensó que jamás llegaría ese día. Pero por fin había llegado el momento y
todo era verdaderamente bonito.
Las bodas siempre son un acontecimiento en la vida de una mujer. El novio, aunque
encantador, realmente no es más que su acompañante. Éste es el único día que se dedica a
celebrar a la mujer como sagrada novia. Ella es el centro de adoración (¡está tan guapa!); el
centro de atención (¡hazle otra foto junto a los demás miembros de la familia!). Va muy
bien vestida y está tomando sus votos. La humanidad del futuro depende de estas
promesas. ¿Otorgará sus dones de vida, incluso en medio del oscuro patriarcado, a favor
del amor? ¿Obedecerá (sin mostrar resistencia) o se mostrará rebelde (¡Apuéstalo!)?
El último acto del ritual es aquél en el que los dos miembros de la pareja se coronan con
flores y se prometen respeto el uno al otro.
«¡Para ti, diosa del arte»!, exclamó Paul.
«¡Para ti, dios del arte!», contestó Cynthia.
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Paul aceptó su corona de flores sin una queja. Ambos se veían a sí mismos como una
representación de lo divino. En esta ceremonia, ninguno de los dos era considerado inferior.
Probablemente, el final de la ceremonia era la parte más hermosa, es decir, cuando la
pareja, igual que los hijos de la tierra, son coronados por la diosa y esperan sellar su
destino saltando por encima de la escoba. En este momento, pueden decirse algunas
palabras significativas o recitarse alguna poesía.
Cynthia leyó su poesía sobre los camaleones. Al principio, todos la escucharon algo
extrañados. ¿Camaleones? ¿Colgantes lenguas de fuego? ¡Qué asquerosidad! Su poesía era
tan triste y deprimente... ¡Qué contraste con su espléndida boda! Sin embargo, esta poesía
fue la que atrajo a Paul y, por lo tanto, ¿qué podía haber más apropiado?
Entonces Paul leyó la carta que había escrito como respuesta a este poema. Era la carta de
un joven idealista, lleno de felicitaciones y de sentimientos de añoranza hacia su alma
gemela. La última línea decía así: «Quizás puedas encontrar esta carta algo extraña, pero
te prometo que si me telefoneas podremos empezar una fructífera relación».
«Fructífera», había dicho él veinte años atrás durante un apasionado momento profético.
Ahora, pedí al público que expresara a la pareja sus bendiciones personales. Yvonne quería
decir algo, pero seguía estando demasiado emocionada como para poder hablar. Así pues,
todos sus hijos, uno por uno, desearon a sus padres muchos años de felicidad. Las hijas
estaban especialmente emocionadas. También habían empezado a llorar después de que a
Yvonne se le hubiesen saltado las primeras lágrimas. Los lloros son contagiosos, igual que
los bostezos; cuando uno empieza, los demás lo siguen.
El público gritó palabras como «salud», «felicidad», «amor profundo», etc. Pero por petición
expresa de la pareja, nadie les arrojó arroz como símbolo de fertilidad. Ya habían tenido
bastantes hijos.
Colocamos la escoba hacia el oeste, porque éste ya era un matrimonio consumado ante los
ojos del amor, y, una vez pronunciada la última bendición, la pareja se dio la mano y saltó
por encima de la escoba, abandonando la tierra por unos segundos. El fotógrafo de la
familia inmortalizó en vídeo este momento.
Al tocar el suelo, al otro lado de la escoba, ambos se besaron y se abrazaron como si fuesen
recién casados. Esta ceremonia era una celebración, tanto de sus años pasados como de
los futuros.
Para la recepción, los que habían asistido a la ceremonia se retiraron a la sala, abierta a la
luz del día, en la que había dos enormes árboles de caucho que crecían elevándose hacia el
cielo en armonía con las paredes adornadas con secoyas.
«¡Ayer, también celebramos aquí otra boda de la diosa!», susurró la mujer que nos estaba
llenando las copas de vino.
«¡Qué maravilloso!», le dije. «¡Es realmente sorprendente!»
Yvonne ya había derramado bastantes lágrimas. Ahora estaba radiante, sosteniendo una
copa en su mano. Me senté a su lado y bebí un poco de champán mientras hablábamos de
la ceremonia. ¡Todo había ido de maravilla! ¡Todo el mundo parecía haber disfrutado de lo
lindo!
Ahora empezó el baile. Una banda de música tocaba canciones de los sesenta, el típico rock
and roll de la época.
Muchas de las bodas que celebro no son más que compromisos espirituales, pero ésta era
legal y firmamos los papeles. Me costó un poco rellenar los papeles con mi nombre. Paul y
Cynthia estaban radiantes. Paul se había olvidado de que todavía seguía llevando la corona
de flores encima de la cabeza y estuvo comiendo con ella durante todo el rato.
La ciudad estaba siendo devorada por la niebla, pero el puente del Golden Gate ofrecía una
bonita vista. Siempre reflexionaba sobre mis bodas, mi trabajo favorito, y pensaba en las
parejas que vivían en el mundo sin haber llegado a celebrar su unión a través de un ritual.
Me hubiese gustado llamarlas a todas: «¡Hey, no sabes lo que te estas perdiendo! Te
mereces esta celebración. Sus vínculos emocionales son importantes para la comunidad».
Creo que el mundo siempre está a salvo cuando las personas se aman unas a otras.
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Al final, Paul y Cynthia bailaron una música lenta, el baile oficial de la boda. La forma como
se miraban el uno al otro era profundamente enternecedora. Paul seguía llevando su
corona, pues ambos se habían hecho inseparables. Cynthia se había quitado la suya, pero
se sentía en la gloria y una beatifica sonrisa iluminaba su rostro.
Entonces, una de sus hijas los cogió de las manos y empezó a bailar con ellos, formando un
grupo de tres. Después, se unieron las demás hijas y, finalmente, su hijo, que era el más
tímido. Ahora, los seis estaban bailando juntos. A continuación, Yvonne, la abuela, también
empezó a bailar con ellos y, poco a poco, todos los amigos y familiares se fueron uniendo al
grupo, bailando a su alrededor formando círculos concéntricos. Más tarde escuché a las
más jóvenes hablar de sí mismas y de lo mucho que les gustaría poder «saltar por encima
de la escoba».
«La diosa está empezando a hacerse cargo de las bodas. Finalmente, está empezando a
atraer la atención de las parejas», pensé yo. ¡Ya era hora!
Novena Lunacion
Época agosto septiembre
Signo virgo
Hierba lunar zanahoria silvestre
Animal lunar cerdo
Luna de la cosecha
La luna de la cosecha se eleva por encima de los campos pelados, tan rellena y redonda
como una calabaza. Los rastrojos del trigo brillan a través de la luz de la luna, mientras que
las plantaciones de maíz se agitan adoptando una postura de adoración. Los árboles siguen
conservado sus hojas, pero el aire empieza a hacerse cada vez mas helado y éstas son
brillar iluminadas por el oro del otoño. Muy pronto se recogerán las cosechas y los árboles
empezaran a perder sus hojas. Por la noche, el cielo Esta muy claro y lleno de estrellas
pero, por la mañana, las nubes quizás oculten la tierra. Esta noche todo respira paz, pero el
cambio Esta en el aire. La luna de la cosecha Esta llena, pero ya empieza a menguar, igual
que el año: entiende que el momento del triunfo es el principio de la pérdida.
HABLA LA DIOSA
Ix Chell
Redonda y lenta, coronada por un oscuro círculo y pronosticando las futuras tormentas,
atravieso las junglas del Yucatán para llegar hasta ti. Soy la serpiente de los cielos que
proporciona la benéfica lluvia. Puedes mirarme por encima de sus cabezas y contemplar mi
rostro amable y plateado, así como mi esbelto y fuerte cuerpo. Me divierto con la salida de
las estrellas, porque ti te apresuras a regresar a casa, donde te espera el calor del hogar.
Un niño te da la bienvenida o su ser amado, o tal vez hables con su perro o con su gato, o,
quizás, no haya nadie en absoluto esperándoos.
¿Llegas a casa y te encuentras con un profundo silencio? No te preocupes. Yo vendré a
hacerte compañía. Yo soy la luna, la amante de las criaturas lunares como ti. Te abrazaré
cuando no haya nadie a tu alrededor y te proporcionaré pensamientos hermosos. Si me
dejas, haré que los cambios te resulten más fáciles. Soy la serpiente de las profundidades,
la medicina de las hierbas, el genio que habita en las setas. Soy las aguas que rezuman en
la tierra. Vago sola por el mundo y ello me hace feliz.
Conozco tu cuerpo incluso mejor que tu misma. Lo conozco porque controlo la luna que hay
en tu interior. Y ésta se mueve con una misteriosa majestuosidad ante mis estímulos. Yo
soy la que realmente abre tu útero. Si concibes un hijo, estaré junto a ti. En realidad, ya soy
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
una vieja amiga tuya. Escribí tu destino incluso antes de que te hubieran concebido.
Querida mía, tan sólo te pido que levantes tu mirada hacia el cielo y yo me convertiré en tu
guía espiritual visible; la lógica, aunque siempre cambiante constancia, de sus vidas. Voy a
ser la mayor verdad de toda tu existencia.
¡Eres tan parecida a mí! Creces y menguas igual que yo. Ambas bailamos el baile de la
vida. Quizás me maldigas, insatisfechas con su suerte, pero debes recordar que ésa es mi
forma de enseñaros nuevas cosas. Las dificultades que te impongo son mis enseñanzas y
su reto consiste en aprender a superarlas. Pero jamás te abandonaré, queridas mías, son
mis hijas. En ti he plantado las semillas de la humanidad, las semillas de la esperanza y las
semillas del amor. A través de ti puedo vivir en la tierra, caminar con sus pies, sentir con
sus corazones y calentarme con su sangre.
Durante esta época, todavía estamos más cerca. Sentidme en sus sueños, invitadme a
formar parte de sus corazones, leed cosas sobre mí durante los momentos de reflexión.
Convertíos en mis amantes durante las noches solitarias y no dudes en abrazaros a mí. El
frío que sientes en sus corazones no es más que una ilusión. Yo siempre estoy aquí. Mi
amor hacia ti nunca se detiene. Permanezco en lo más profundo de sus cerebros y en lo
más alto de sus cabezas. Nunca pienses que te he abandonado; Puedes encontrarme en las
risas de sus pequeños, en los alimentos que crecen a su alrededor. Estoy en la postal que
alguien te envió porque pensaba en ti. Si me miras fijamente, te cantaré bonitas canciones.
Si me enciendes una vela blanca con tu nombre escrito tres veces, sabré que es tu regalo y
te proporcionaré buena suerte.
Soy la más hermosa mandala que pueda existir; su verdadera hermana estrella. Mi forma
redondeada y mi fuerte luz plateada te sanarán. Contemplad mi aparición en el cielo y
fijaos en cuánto te amo. Queridas mías, conmigo jamás volverás a estar solas.
El mensaje de Virgo
Esta lunación proporciona una gran sed de conocimientos; una energía dotada de una
curiosidad sin límites que desea llegar a descubrir el por qué de las cosas. La luna de Virgo
ama el movimiento y le gusta involucrarse físicamente en el mundo. Bailar, hacer
excursiones, escalar y todos los deportes en general te atraerán durante esta época. El
amor que proporciona este signo es el del amor hacia el cuerpo, aunque no tiene por qué
ser exclusivamente sexual. Posee un interés holístico por el cuerpo, por el bienestar y por la
salud.
Éste es un excelente período para estudiar la tierra y para aprender a conocer las hierbas;
para pasear y para aumentar sus conocimientos sobre el mundo que te rodea. Cuidad de su
cuerpo y de su salud. Compraos aquellas hierbas que te prometiste probar, salid de
excursión, practicad algún hobby, visitad al médico para haceros una revisión e involucraos
en alguna causa.
Si vives en un clima que permita dos cosechas al año, ahora es el momento de sembrar
cereales. Plantad todo aquello de lo que se extraiga el bulbo y la raíz, así como arbustos,
setos y árboles. Plantad un jardín de flores. No siembres maíz durante este signo (dará
muchos tallos, pero pocos frutos). Plantad flores para que crezcan hermosos capullos. En
Noruega, el 7 de octubre era el día en que todo el mundo tenía que haber terminado de
cosechar sus coles. Se creía que ése era el momento en el que los osos se disponían a
iniciar su período de hibernación en sus oseras, guarneciéndolas con brezos secos. Se trata
de una época excelente para poneros al día en el trabajo de la casa. Iniciad algún tipo de
aprendizaje. También es un buen momento para las transacciones; tanto comprar como
vender te resultará muy ventajoso. Se trata de un excelente período para dedicarse a la
meditación y a la filosofía.
CARACTERíSTICA LUNAR
Amor incondicional
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Un gran amor ha hecho mella en su corazón y piensas que nunca volverá a repetirse.
Admitidlo, para ti es como una sorpresa. Estas sintiendo algo que nunca habías
experimentado. O si ya lo habías experimentado alguna vez, hace tanto tiempo que apenas
Puedes recordado. Ya habías desechado la idea de enamorarte profundamente. Habíais
empezado a aceptar que el amor no era más que un huésped temporal y no un merecido
compañero para toda la vida. Pues bien, aquí estas, y el amor vuelve a ocupar sus
corazones. Son como un río con los caudales llenos a rebosar, fluyendo lenta y
majestuosamente, y bañando las orillas con sus aguas. Son como un río y su amor siempre
seguirá fluyendo igual que él.
Tu futuro es como un barco navegando por este querido río; un hermoso barco lleno de
camarotes y repleto de comodidades para todo el mundo. El verde y feliz río ya es viejo,
pero el barco está completamente nuevo y ambos viajan juntos. Han conseguido unir todas
las partes de esta imagen, tal como debe ser. Han abandonado el reino de las sorpresas y,
ahora, han pasado a formar parte de este flujo. El amor profundo te hace ser mucho más
conservadoras: ¡tienes tanto que perder! Debes ser cuidadosas y medir sus energías como
si fuesen de oro. Son las capitanas de su propio barco y sientes la responsabilidad de
protegerlo. Haces planes, compras casas, tienes perros y también piensas en tener hijos.
Las almas de sus futuros hijos ya te rodean, a la espera de poder entrar a formar parte de
este mundo a través de la reencarnación. Ahora son la clase de madre que habías buscado
para ti mismas antes de su nacimiento. Alegres, cariñosas y habiendo superado la fase de
«enamoramiento» para pasar a unos sentimientos de plenitud y de responsabilidad.
El amor profundo es lo que experimentan las esposas y, ahora, también vosotraS. Estas
incluidas en este envidiado círculo de parejas bien avenidas. Sus corazones se hallan
entrelazados, viven más que el resto de los mortales y enferman mucho menos. Son uno
solo. El amor profundo une a las almas sin dudado. El amor profundo no es inseguro. El
amor profundo no tiene nada que ver con el sexo, sino con la vida. Tal va el sexo lo
empezase todo, quizás el sexo encendió la chispa; pero ahora son igualmente felices, tanto
con sexo como sin él. ¿Cómo puede ser? Realmente, el amor incondicional es una excelente
medicina.
HECHIZO LUNAR
También Debes quemar un poco de incienso de buena calidad, el mejor que tengas. Repite
este mismo proceso cada mes para que te dure la buena suerte.
Característica LUNAR
Culpabilidad
La culpabilidad es un sentimiento muy común. Todas las religiones se basan en sus
sentimientos de culpa. Puedes confesarle sus pecados a alguien y pedir su perdón, o bien
puedes seguir cargando con su culpabilidad hasta que llegue un momento en el que alguna
Zsuzsanna Budapest La Gran Madre Luna
Mi cuerpo, mi mente; mi cuerpo, mi alma, Purificaos con el agua; purificaos con la sal
Se Esta iniciando una nueva fase, una nueva vida, Digo adiós a todas las culpabilidades,
Adiós a la opresión, adiós.
Soy una buena persona
Soy el ángel del amor
Concedo mis bendiciones
A todas las criaturas, grandes y pequeñas. Bendigo mi cuerpo,
y también la bondad de mi propia alma,
para que vaya donde vaya, tan sólo se multiplique la buena fortuna.
Miedo
Éste es un sentimiento muy típico de nuestra especie. Antiguamente, cuando todavía
éramos relativamente indefensos, teníamos mucho miedo de los animales salvajes que
abundaban en la naturaleza. Actualmente, no es que seamos menos miedosos, pero las
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causas de nuestros miedos son totalmente distintas. Tenemos miedo del propio miedo, así
como del amor y de la intimidad. También tenemos miedo de nuestros enemigos: los
hombres temen a las mujeres y las mujeres temen la violencia de los hombres. Las calles
se han convenido en auténticos campos de batalla: los hombres luchan contra las mujeres y
también contra ellos mismos. Ninguna otra especie del planeta sufre una violencia tan
brutal y persistente contra las mujeres y los más jóvenes. El miedo es nuestro pecado
original.
Vivir con miedo y en el miedo paraliza nuestros espíritus. El exceso de miedo se ha
convertido en una de nuestras distracciones. Las series de terror, las películas violentas, las
noticias de la televisión, etc., no hacen más que alimentar nuestros miedos.
Para hacer que el miedo desaparezca de sus corazones, utiliza este hechizo lunar.
Cuando haya luna menguante, coged una bolsita de franela roja lo bastante pequeña para
que pueda caber en uno de sus bolsillos. Enciende un poco de incienso y purificad esta
bolsita, pasándola por encima del humo, al mismo tiempo que invocas a los ángeles para
que te protejan y te ayuden a encerrar todos sus miedos en su interior. Después, enciende
una vela blanca y di:
Conforme la luna vaya menguando, deja que la gran madre te libere de sus miedos.
Cuelga su bolsita de un árbol, donde nadie pueda cogerla, y olvídate de todo el asunto.
FESTIVIDADES DE LA LUNA
Festividad de Gauri
Primer día de Bhadra, luna nueva, India
Gauri («la encantadora») es el aspecto virginal de Durga. Se trata de una diosa rubia tan
dulce como la miel, que ofrece licores embriagadores (sobre todo aguamiel) a los seres
humanos. Durante la luna nueva de Bhadra, suele ser costumbre comer dulces hechos con
miel antes de irse a dormir con el fin de proporcionarle al alma toda la gracia y la dulzura
de Gauri. Se trata de un buen momento para rezar por el perdón, así como para perdonar.
Uno puede pensar que las mujeres disfrutaban con esta fiesta porque durante esta época
se les rendía honores como a las representantes de la diosa de la luna, la cual hada que
creciesen los cultivos. Probablemente, los hombres llevaban a cabo otras tareas además de
la purificación. En cualquier caso, y sin duda alguna, durante esta época las mujeres eran
liberadas de los quehaceres domésticos. Si vives en una casa en la que estos quehaceres
se compartan, Puedes llegar a un acuerdo recíproco para honrar a su hombre durante
alguna de las festividades solares a cambio de sus servicios durante la fiesta de la luna
nueva. Haced que te prepare una comida con productos sudamericanos (y que después
friegue los platos) o que te invite a cenar a un restaurante sudamericano.
CUENTO DE LA LUNA
La custodia de Emily
Hace ya algún tiempo, a principios de los setenta, durante esos primeros años del
movimiento espiritual femenino, cuando ni siquiera sabíamos que se trataba de un
movimiento, asistí a mi primera reunión de brujería.
Ésa fue la primera va. que recorrí las carreteras impartiendo enseñanzas sobre la diosa. El
viaje tuvo lugar después de haber sido procesada por leer el tarot en Los Angeles
(consultad la historia de noviembre de Cada día es una fiesta). Perdí y tuve que pagar una
multa. Odio perder y, por ello, ni siquiera me gusta jugar a las canas o al Monopoly. Pero,
en esta ocasión, perder mi caso en el juicio fue mucho más importante que ganarlo. Si lo
hubiese ganado, el asunto habría pasado sin la menor relevancia. Pero al ser declarada
culpable por haber leído el futuro a través de las canas del tarot, el hecho de perder el
juicio se convirtió en una reivindicación de la brujería. El juicio atrajo muchísima publicidad
y, como resultado, se me pidió que hablase en un gran número de conferencias y de
reuniones.
Este cuento tuvo lugar cerca del río Quiver, en Missouri, donde se estaba llevando a cabo
un festival dirigido por mujeres, dedicado a la diosa y a la sanación. Una amiga mía y yo
fuimos hasta allí, en un Ford que habíamos alquilado en California, a través del desierto y
de las llanuras de Arizona, conduciendo día y noche.
Cuando finalmente llegamos, lo primero que hice fue desempaquetar mis eres almohadas y
empezar a relajarme. Siempre viajo con mis almohadas porque me hacen sentir como en
casa, esté en la habitación de un hotel o en una tienda de campaña. Creo que hay algo muy
lunar en una almohada. Los húngaros han creado toda una cultura decorando, bordando y
coleccionando almohadas; utilizándolas en rituales y rellenándolas de hierbas y de plumas
de ganso.
Esta festividad era muy familiar y agradable. Disponíamos de tiendas de campaña para
dormir, de un inmenso comedor, de bonitos campos extendiéndose en todas direcciones,
de grandes árboles y de una temperatura realmente agradable. Las mujeres iban muy
ligeras de ropa o no llevaban nada en absoluto. En cualquier sociedad, tolerar el nudismo es
un símbolo de respeto hacia las libertades personales. La cantidad de ropa que podamos
llevar (por supuesto, siempre que el tiempo lo permita) es un claro indicio de cuán liberadas
se sienten las mujeres en un ambiente determinado. Cuando las mujeres se encuentran
realmente a gusto, se despojan de sus ropas y se sienten mucho más cómodas.
Durante esa época, me había especializado en bendecir a grupos de mujeres que
trabajaban juntas para llevar a cabo algún elevado objetivo de tipo moral. Cuando me
pidieron que celebrase este ritual de unidad, uní a todos los miembros del grupo con cintas
rojas: símbolo de acción, de vida y de nuestra propia sangre. Aumentamos nuestro poder
con canciones, elevamos nuestras voces a los cuatro vientos y, entonces, en nombre de la
luna nueva, que parecía cabalgar por encima de nuestras cabezas, bendije su trabajo y su
energía. Estos rituales eran realmente poderosos.
A partir de entonces, todas aquellas mujeres a las que bendije experimentaron grandes
cambios en sus vidas, la mayoría muy positivos. Muchas de ellas se convinieron en
maestras como resultado de estos rituales de conexión. Consiguieron conectar con la diosa,
así como con las demás mujeres. Durante este festival, tuve que bendecir a un grupo
llamado HERA. Eran terapeutas, pero también participaban en actividades, tanto políticas
como espirituales. La nueva generación, el nuevo movimiento.
Después del ritual, una mujer de aspecto triste llamada Leslie se acercó hasta mí junto con
varias amigas.
«Necesito que me ayudes en un caso de custodia», dijo. «Tendría que tratarse de un
milagro pues, hasta ahora, todos mis intentos han fracasado. Tal como están las cosas, no
creo que exista ninguna posibilidad de ganado. Mi ex marido ha contratado a uno de los
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abogados más caros y famosos de toda la ciudad para conseguir la custodia de nuestra
hija, y eso que antes jamás la había querido ni se había preocupado por ella. El problema
estriba en que él también es abogado y conoce muy bien ese mundillo. Así pues, ya puedes
imaginare las escasas probabilidades que tengo de ganar el caso.»
Sin lugar a dudas, se trataba de una desesperada llamada de ayuda. Todas las amistades
de Leslie testificaron que Emily deseaba quedarse en casa con su madre. Como todo el
grupo seguía influenciado por el ritual, lo conduje hasta un joven árbol sasafrás. No
teníamos más que agua para ofrecedle a la diosa y por eso colocamos el cáliz al pie del
árbol. Juntamos nuestras manos y empezamos a canturrear.
Los habitantes del centro de Europa, que es de dónde yo procedo, con frecuencia solían
rezar a los vientos. Así pues llamé a los cuatro vientos y pedí a Hera, la diosa de las
madres, que ayudase a Leslie a conservar a su hija, siempre y cuando éste fuese realmente
el deseo de ambas. Todas nosotras pronunciamos un sinfín de bendiciones mágicas,
positivas. Improvisamos más que nunca. Estas bendiciones debían aportar paz de espíritu
tanto a Emily como a su ex marido. Dimos las gracias a los espíritus. Rociamos el suelo con
el agua, besamos el árbol y pedimos que su espíritu hablase bien de nosotras al gran
espíritu. Recuerdo que la luna se mantuvo ante nuestra vista durante todo el ritual. Su luz
plateada nos alumbraba a través de los árboles. Todas pudimos experimentar la
manifestación de su presencia divina, que nos proporcionó una sensación de gran
seguridad y una tranquilidad que yo califiqué como la de un buen omen divino.
Después cenamos y, exceptuando la sensación de que todo iba a ir bien, el ritual dejó de
ocupar mi mente. El festival llegó a su término y yo me olvidé del asunto. Pero justo antes
de regresar, recibí una llamada telefónica.
Era Leslie.
«¡Bruja!», me dijo, pero su voz estaba llena de alegría. De todas formas, que me llamen
bruja para mí siempre ha sido un cumplido. «Así pues, ¿qué es lo que ha pasado?», le
pregunté.
«Imagínate, mi ex marido y su abogado salieron juntos para acudir al juicio, pero nunca
llegaron. Nadie sabe dónde fueron. He ganado el caso por falta de comparecencia de una
de las partes. ¡Bendita seas!»
Le pedí que encendiese una vela blanca en señal de agradecimiento a la diosa.
«Puedes estar segura de que lo haré», me dijo ella. «Espera, Emily quiere saludarte.»
Escuché un ruido al otro extremo de la línea y a Emily diciéndome «muchas gracias, diosa»
con una dulce vocecita.
Pude oír a Emily riéndose feliz. La luna nueva actúa con gran rapidez y suele ser muy sabia
en sus resoluciones.
Hasta ahora, y que yo sepa, el caso del abogado y del ex marido perdido nunca llegó a
resolverse.