Libro Tercera Edad
Libro Tercera Edad
Libro Tercera Edad
Autoras y autores:
Rosa Rivera González Jennifer Rodríguez Llanes
Elba Covarrubias Ortiz Adriana Guillermo Jornez
Susana Preciado Jímenez Ligia Rosado Alcocer
Mireya Arias Soto Lizbeth Padrón Aké
Gloria María Herrera Correa Damaris Estrella Castillo
Lizbeth Teresita Marín Piña Héctor Rubio Zapata
Ramón Ignacio Esperón Hernández Reyna Cruz Bojórquez
Nelly Eugenia Albertos Alpuche Pedro Sánchez Escobedo
Susana Villasana Benítez. Javier Vales García
Lourdes Cortés Ayala Christian Acosta Quiróz
Mirta Flores Galaz Ligia Vera Gamboa
Selmy Velázquez Aldana Garbiñe Delgado Raack
Natalia Cimé Canul Helga Raack Knodel
Zulme Ek Poot Georgina Rosado Rosado
Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida, por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, foto-
químico, electrónico, magnéticoelectroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por
escrito del editor.
Este libro fue financiado con recursos del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI)
OP/PIFI-2012-06MSU0012O-20-03 asignado al Cuerpo Académico “Grupos Sociales y Trabajo Social”
LGAC “Trabajo Social y Grupos Sociales Emergentes” de la Universidad de Colima y la Asociación del
Personal Académico de la Universidad Autónoma de Yucatán (Apauady).
Esta obra se dictaminó con el sistema de evaluación doble ciega por pares.
ISBN: 978-607-7824-87-9
TERCERA EDAD
Múltiples perspectivas y retos para el futuro
•
Gina Villagómez Valdés
Ligia Vera Gamboa
(Coordinadoras)
2014
Contenido
PRESENTACIÓN9
DECONSTRUCCIÓN Y RECONSTRUCCIÓN DE LA
VEJEZ EN UNA RELACIÓN A DISTANCIA 169
Garbiñe Delgado Raack y Helga Raack Knodel
9
10 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Introducción
En los últimos años la necesidad creciente de información sobre la experien-
cia de envejecimiento y el acotamiento de los problemas y cambios vitales ha
provocado la realización de investigaciones, particularmente en la Facultad de
Trabajo Social de la Universidad de Colima, dado que hoy en día, hablar de
vejez se ha convertido en un tema de interés para estos profesionistas2, así
como para la población en general.
Esta afirmación que hacemos concuerda con lo señalado por Salas (1999), al
hacer referencia a la época de cambios que vivimos y cómo éstos, están produ-
ciendo modificaciones importantes a nuestra vida individual y a los diferentes
grupos sociales, “todas en lapsos relativamente breves”. Aun más reconocemos
que en este siglo XXI, también los abordajes a los temas sociales son vistos
desde diferentes enfoques y disciplinas y, en lo que corresponde al estudio de
los adultos mayores, los avances científicos se observan en la medicina —al
prolongar la vida humana— en el mejoramiento de la calidad de vida y en la
composición etaria de la población en un plazo muy breve. Si revisamos las
2 En la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Colima desde 2004 se han realizado sistemáticamente
trabajos de investigación sobre este grupo social, desde diferentes perspectivas, con la finalidad de producir
documentos que nos permitan tener un cúmulo de información y realizar propuestas metodológicas para la
actuación profesional. Existe un cuerpo académico que una de sus líneas es sobre los grupos emergentes y ya se
han realizado algunos acercamientos de modelos de actuación que comenzarán a mostrarse muy pronto.
15
16 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Sin embargo, se confirmó que son muy pocos los trabajadores sociales que se
encuentran involucrados en la atención de estas personas y preparados para ello.
De ahí las preguntas, ¿Existe un Trabajo Social con experiencia en Gerontología
en Colima? ¿Las acciones que realizan en los Centros de Convivencia de la ter-
cera edad en los municipios de Villa de Álvarez y Comala parten de un proceso
metodológico adecuado para atender a la población adulta mayor?
Sustentado lo anterior, reconocemos que los estudios que se hacen con res-
pecto a la vejez, no deben incluir solamente la comprensión de los aspectos físi-
cos y sociales de la acumulación de años en una persona, sino que, al contrario,
como trabajadores sociales se debe investigar aspectos tales como: calidad de
vida, la demografía del adulto mayor, los cambios físicos, psicológicos, sociales,
laborales (jubilación), contexto familiar (muerte de la pareja, el nido vacío), así
como los derechos de los ancianos; por ello, al momento de determinar este
trabajo, se delimitó de tal forma que nos concretarnos en conocer los servicios
que reciben los adultos mayores en dos Centros de Convivencia de la Tercera
Edad en los municipios de Comala (Centro Suchitlán) y Villa de Álvarez (Centro
Nuevo Amanecer), a fin de identificar el proceso teórico-metodológico que son
aplicados para la atención de la población senescente.
Proceso metodológico
Este trabajo de investigación se basó en el enfoque cuantitativo, con un nivel
de la investigación exploratorio con el objetivo de identificar el proceso teóri-
co-metodológico que utilizan los Centros de Convivencia de la Tercera Edad
ubicados en los municipios de Comala y Villa de Álvarez del Estado de Colima.
Se utilizó el método comparativo constante, con la intención de confrontar la
diferencia de atención que brindan los Centros de Convivencia de la Tercera
Edad a los adultos mayores en los objetos de estudio seleccionados: “Nuevo
Amanecer” y “Suchitlán”. La muestra fue no probabilística, partiendo de que sería
dirigida a los casos representativos de la población de interés, tales como: direc-
tivos y personal para la atención de los Centros elegidos, así como los usuarios.
Los datos se recabaron teniendo la participación de 20 personas de entre 60 a
85 años que asistieron las primeras dos semanas a los Centros de Convivencia
de la Tercera Edad durante el proceso de investigación de campo; así como al
100% del personal que labora en dichas instituciones.
Las técnicas empleadas para la obtención de la información fueron la obser-
vación y la entrevista estructurada, recabando la información con los instru-
18 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
mentos de medición, que fueron dos guías de entrevista, una dirigida a los
adultos mayores y otra hacia el personal y directivos que labora con ellos. El
análisis se realizó con estadística descriptiva, a partir de tablas de frecuencias
y comparación de variables, con la hipótesis: los Centros de Convivencia de la
Tercera Edad no cuentan con bases metodológicas suficientes para atender a
los adultos mayores de los municipios de Comala y Villa de Álvarez.
Desarrollo
Centro Nuevo Amanecer (urbano):
Se localiza en el municipio de Villa de Álvarez, Colima, con domicilio en la
avenida Enrique Corona Morfín esquina Tiburcio Aguilar. Entre las actividades
que realiza se encuentra la visita periódica del oftalmólogo para exámenes de
la vista, así como la adecuación de lentes con descuentos donde se les da pre-
ferencia a los adultos en plenitud; también participan un médico, un psicólogo
y un abogado por parte del Dif (estos profesionistas no son exclusivos del
Centro). Se ofrecen actividades de baile, cachibol y manualidades. El Centro
está integrado por una Coordinadora general de los grupos de la tercera edad y
maestros de baile, cachibol, manualidades y mantenimiento físico.
Se atienden a 103 Adultos en Plenitud, que representan al 60% del total de
usuarios de éste servicio; de los 103, 85 son mujeres que a su vez constituyen
el 82.5%, por lo que los hombres solo agrupan el 17.5%. Datos que al com-
pararlos con los 6,316 habitantes mayores de 60 años en el municipio según
resultados del Inegi en su último censo poblacional, representan 6.3% Esto
significa que solo el 2.3% de la población senescente hace efectivo su derecho a
este tipo de servicios y la mayor parte de los usuarios se concentra en el Centro
“Nuevo Amanecer” (Directora DIF, s.f.).
Sustento teórico
Teoría de la actividad
En principio es importante señalar que para fines de este trabajo se entiende a
la teoría de la actividad como aquella que se relaciona con la imagen propia vin-
culándose a las funciones sociales que la persona desempeña en su vida diaria;
por lo que cuando la persona inicia en la etapa de la vejez, se observan cambios
que pueden alterarla, por ejemplo, la pérdida de funciones sociales, el retiro del
empleo, el nido vacío o la viudez. Por tanto, considerando esta teoría, se debería
establecer mecanismos para que la actividad continué siendo un factor impor-
tante en la vida de las personas, y los programas de apoyo debería tomarlo en
cuenta, para lo cual existen autores tales como Lemon, Bengston y Peterson
1972 (citados por Sánchez, 2004: 98) quienes probaron que la relación entre el
bienestar y la actividad en la edad avanzada dependerá de las acciones que éstos
puedan continuar realizando y les permita tener de ocupado su tiempo libre.
En este aspecto, ésta teoría considera que los Centros de Convivencia, pue-
den ser la base para establecer un programa de actividades acordes a su edad
y condición física que les permita un mejor uso de su tiempo libre disponible
como leer y hacer manualidades, por mencionar ejemplos; también para rea-
lizar actividades físicas que ejerciten su cuerpo: cantar, bailar, calentamiento
físico entre otros, siempre y cuando sean adecuadas a sus condiciones perso-
nales, puesto que de ello dependerá el bienestar que obtengan en su vida. Es
necesario aclarar que el tiempo libre se define como: “aquel que resta luego
del trabajo, del descanso y de las actividades necesarias para la vida física y las
obligaciones familiares y sociales” (Salvarezza, 1998: 196).
Este tiempo disponible puede llenarse de diversas formas: descanso, ocio,
distracción, diversión o bien con actividades de mayor significado individual,
grupal y/o social. La cantidad de tiempo libre varía a lo largo de la vida. Durante
20 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
mayor (Cantor, 1979 citado en Sánchez, 2004). Se dice que la mayor parte de
las personas ancianas están vinculadas a una red social informal; en la cual
la familia cumple una función importante, mientras que los amigos y vecinos
se encuentran en segundo lugar, pero no por eso menos importantes, ya que
estas redes brindan al anciano un apoyo muy importante. Cabe destacar que los
adultos mayores forman redes intrapersonales, con sus iguales y así comparten
conocimientos, destrezas, habilidades y gustos, con personas de su misma edad;
situación que se presenta en los Centros de Convivencia.
Con todo lo descrito se puede concluir que es de suma importancia que el
adulto mayor realice actividades que sustituyan las que hacía antes de llegar a
su jubilación, o a la ancianidad; debido a que diversas actividades les otorga
bienestar social y satisfacción al reaprender habilidades sociales que le permitan
estar en comunicación física, verbal e intelectual con redes informales como
un grupo de amigos que tiene quizá esas mismas características pero que por
determinadas razones no asisten a algún Centro de Convivencia.
De igual forma, el que un adulto mayor realice una serie de actividades que
sean enfocadas a su persona, a su naturaleza y sus capacidades, lo podrá llevar a
tener una vida sin depresiones u obstáculos que afecten la calidad y el bienestar
que tenía antes de llegar a esta etapa. Por otra parte, también es necesario des-
tacar la importancia que tienen las políticas sociales que susciten cambios en la
elaboración de programas enfocados a la protección social.
Resultados
Los datos de la investigación referente al Trabajo Social en el área Gerontológica
en dos Centros de Convivencia de la Tercera Edad, uno ubicado en el munici-
pio de Villa de Álvarez bajo el nombre de “Nuevo Amanecer” y el otro localizado
en la comunidad rural de Suchitlán, Comala, Colima, muestran los siguientes
resultados.
En este primer gráfico se muestra el significado que los adultos mayores le
dan al Centro de Convivencia al cual asisten. Aquí se muestra particularmente
que aunque la investigación se efectuó en contextos completamente heterogé-
neos las respuestas fueron similares. Se señala que el Centro es un lugar donde
se desarrolla la convivencia, un lugar bonito, un lugar para distraerse incluso
como una familia.
24 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Convivir Bonito Distraen Familia Otras
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Ahora bien, cuando la pregunta se hizo con base a las actividades que reali-
zan en el centro, en ambos lugares se observó que dedican tiempo acciones de
tipo física, manual, recreativa y cultural (ver Gráfica 2). Los casos consultados
en los Centros mencionan la ejercitación de las diferentes partes de su cuerpo,
desde cabeza, extremidades y tronco, ya sea de pie o sentados; así mismo seña-
lan realizar dinamismos manuales como tejido y bordado (punto de cruz).
Además, pintura en figuras de yeso, cuadros y platos. Las diferencias entre los
Centros se distinguen en este tipo de actividades, ya que en el Centro de convi-
vencia comunitario Suchitlán predomina el tejido de bufandas, gorros y chales,
mientras que en Nuevo Amanecer realizan costuras para servilletas y pintura en
figuras de yeso, actividad que no realiza Suchitlán, debido según los consultados
al costo de los materiales.
En lo referente a las actividades recreativas, los dos Centros realizan viajes
foráneos, aunque su ejecución es más frecuente en el Centro Nuevo Amanecer,
así como la asistencia a concursos deportivos de cachibol, encuentros nacio-
nales con otros grupos de tercera edad y concursos estatales en canto y danza.
En el aspecto cultural e ideológico, se menciona que en Suchitlán les dan a
conocer temáticas acerca de enfermedades o complicaciones físicas de acuerdo
a su etapa vital. Además, en el Centro ubicado en la ciudad de Villa de Álvarez,
los entrevistados asisten a conferencias de diferente índole como: salud, ase-
soría jurídica y asistencial. Las diferencias entre los Centros de convivencia se
registran en los días y horarios de funcionamiento, no en el tipo de servicios
que proporcionan.
Se comprobó que la práctica de estas actividades tienen libertad de ejecu-
ción, pues no están sujetas a requisitos rigurosos por lo que las personas mayo-
res deciden el ritmo; ubicando el tiempo y espacio acorde a las capacidades de
cada uno de ellos, aunque también se evidencia que los adultos mayores no
desarrollan expresión artística, 35% del total de los entrevistados, prefiere reali-
zar actividades que no les produzca mayor esfuerzo, por lo que el 75% restante
desempeña las otras actividades.
Un aspecto que nos llevó a la reflexión, es que la mayor parte de las activi-
dades son de tipo recreativas a diferencia de otros Centros de Convivencia que
se ubican en contextos urbanos en México, en donde también realizan acciones
de carácter económico-sociales. La variedad de actividades realizadas durante
el tiempo libre u ocupado en los Centros son: físicas, psíquicas o sociales, así
como deportivas, educacionales, artesanales y/o artísticas. Esto depende de
26 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
las destrezas y habilidades de cada persona mayor. Los datos obtenidos en los
Centros demuestran que 70% del total de población entrevistada, realiza las
actividades antes referidas, mientras que el 30% restante prefieren desarrollar
habilidades intelectuales.
Gráfica 3
No. de profesores
Número de profesores por Centro
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Cuatro Tres Dos Uno
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
INSEN Asistencia Despensa Trabajo Nada
médica y
psicológica
100%
80%
60%
40%
20%
0%
Muy Conformes Ni conformes Inconformes Totalmente
conformes ni inconformes
inconformes
Conclusiones
En nuestro país, gracias a los avances de la medicina, se ha incrementado la
esperanza de vida de la población, pero no en la misma proporción los espa-
cios de atención dirigidos a los adultos mayores. Por tanto, en la actualidad este
sector de población enfrenta graves deterioros físicos y mentales, pérdida de
relaciones familiares e interpersonales, debido a que carecen tanto ellos como
30 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
de este fenómeno, debido al poco interés de las tres órdenes de gobierno o las
autoridades de los diferentes niveles de gobierno por incrementar estas estan-
cias de día, si bien no se pretende con esto afectar el trabajo desarrollado en
estos Centros, sí es necesario pensar en la extensa magnitud de modificaciones
pertinentes que es necesario incorporar para atender de manera adecuada el
proceso de envejecimiento de un adulto mayor que hace uso de este tipo de
apoyos formales proporcionados por el mismo gobierno.
Gerontología y trabajo social en Centros de Convivencia de la Tercera Edad en Colima • 33
Bibliografía
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Tesis para obtener el título de licenciado en Trabajo Social. Asesora Dra. Susana
Aurelia Preciado Jiménez . Colima, Colima, México: Universidad de Colima.
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Foto: Alejandro Poot Molina.
EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO EN YUCATÁN
Introducción
El propósito del capítulo es presentar un perfil epidemiológico del envejeci-
miento en Yucatán, es decir una descripción de los factores que se relacionan
con la salud y la enfermedad en los adultos mayores, aportando información
que amplié el conocimiento existente sobre dicho fenómeno.
Indicadores demográficos como la disminución de la tasa de natalidad,
fecundidad y de mortalidad en Yucatán han contribuido en gran medida a cam-
bios en la estructura por edad y sexo en la que el envejecimiento demográfico
se expresa como un incremento relativo y absoluto de la población en edades
avanzadas
De acuerdo al Consejo Nacional de Población (Conapo) en la década de los
90´s, Yucatán representó la Entidad Federativa con el mayor porcentaje (7.5%)
de población de 60 y más años de edad (106,158), ubicándose en primer lugar a
nivel nacional; en el 2000, en el 4º. lugar con un porcentaje de 7.8 y en el 2010
en el 5º. lugar con un porcentaje de población adulta mayor de 9.3% (181,978),
casi el doble de la cantidad de adultos mayores registrados en los 90’s, esto
como resultado del incremento de la esperanza de vida promedio del yucateco,
pasando de 69 años en los 90´s a 75 años en el 2010.
35
60 y más
60 yaños
más de
años
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del incremento de la deesperanza
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36 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
promedio
promedio
del yucateco,
del yucateco,
pasando pasando
de 69 de años 69en años los en
90´s
losa 90´s
75 años
a 75en años
el 2010.
en el 2010.
Antecedentes
Antecedentes
Antecedentes
PIRAMIDE POBLACIONAL
PIRAMIDE1990
POBLACIONAL
YUCATAN 1990 YUCATAN El El PIRAMIDE POBLACIONAL
PIRAMIDE2010
POBLACIONAL
YUCATAN 2010 YUCATAN
85 y más 85 y más
80 - 84 80 - 84 80 - 84 80 - 84
75 -79 75 -79
70 - 74 70 - 74 70 - 74 70 - 74
65 - 69 65 - 69
60 - 64 60 - 64 60 - 64 60 - 64
55 - 59 55 - 59
50 - 54 50 - 54 50 - 54 50 - 54
45 - 49 45 - 49
40 - 44 40 - 44 40 - 44 40 - 44
35 - 39 35 - 39
30 - 34 30 - 34 30 - 34 30 - 34
25 - 29 25 - 29
20 - 24 20 - 24 20 - 24 20 - 24
15 - 19 15 - 19
10 - 14 10 - 14 10 - 14 10 - 14
5- 9 5- 9
0- 4 0- 4 0- 4 0- 4
100000 80000 100000
60000 80000
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20000 40000
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envejecimiento
envejecimiento
y el adulto
Fuente: Partida, y el adulto
2005. mayormayor
El El envejecimiento
El envejecimiento
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es un es y elproceso
proceso
un adulto mayor
evolutivo
evolutivo
normal,normal,
universal,
universal,
acumulativo
acumulativo
e irreversible,
e irreversible,
constituido
constituido
El envejecimiento es un proceso evolutivo normal, universal, acumulativoculturales
por componentes
por componentes
biológicos,
biológicos,
físicos,
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psíquicos,
psíquicos,
sociales,
sociales,
culturales
e y y
ambientales.
ambientales.
Es la Es
sumala suma
de todos
de todos
los cambios
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que sequeproducen
se producen
en el ser
en el
humano
ser humano
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irreversible, constituido por componentes biológicos, físicos, psíquicos, socia-
paso del
paso
tiempo,
del tiempo,
que conducen
que conducen
a un deterioro
a un deterioro
del funcionamiento
del funcionamiento
en general
en general
y a la muerte.
y a la muerte.
les, culturales y ambientales. Es la suma de todos los cambios que se producen
en el ser humano con el paso del tiempo, que conducen a un deterioro del
funcionamiento en general y a la muerte. También ha sido considerado como
una etapa de mayor vulnerabilidad, ya que disminuyen las probabilidades de
supervivencia y la capacidad de reserva del individuo.
Es importante, tener en cuenta que los cambios funcionales del envejeci-
miento no deben ser considerados como enfermedad, ya que envejecer es algo
tan natural como el paso del tiempo y se trata de una etapa o estado de la
vida de la persona. Alonso (2007), señala que el envejecimiento humano es la
suma de dos tipos de envejecimiento: el primario que corresponde al proceso
responsable del conjunto de cambios observados conforme avanza la edad y
no relacionados con alguna patología y el secundario, el que se produce como
resultado de eventos aleatorios que ocurren a lo largo de la vida y que inte-
raccionan con el primero, entendidos estos, como los problemas de salud, de
carácter crónico y la adaptación para conservar la homeostasis interna y se
relaciona con los hábitos y estilos de vida de cada persona.
La Organización Panamericana de la Salud entiende el envejecimiento como
una etapa del desarrollo humano y como un proceso que envuelve factores de
índole biológica, psicológica y socio cultural. Las etapas del ciclo vital humano,
Epidemiología del envejecimiento en Yucatán • 37
La
Lasegunda
segunda fasefase
inició en 1970,
inició México
en 1970, era entonces,
México el país latinoamericano
era entonces, con menor
el país latinoamericano
tasa de mortalidad (10.5 muertes por mil, alrededor de 500 mil fallecimientos anuales) y el
con menor
séptimo tasa tasa
con mayor de demortalidad (10.5
natalidad (43.2 pormuertes por2.5
mil, es decir, mil, alrededor
millones de 500 al
de nacimientos mil
fallecimientos
año), anuales)
con una esperanza y elde
de vida séptimo
64 años con mayor tasa de natalidad (43.2 por mil,
en promedio.
es Los altos
decir, 2.5niveles
millonesdel crecimiento natural algeneraron
de nacimientos año), conun una
rejuvenecimiento
esperanza de inédito
vida de
dela64
población, que comenzó a presionar el sistema productivo y económico, particularmente a
años en promedio.
partir de la segunda mitad de la década de los sesenta. La notable preocupación por los
Los de
procesos altos niveles del crecimiento
empobrecimiento, marginación y natural
exclusióngeneraron
social de un un rejuvenecimiento
creciente segmento de
lainédito
poblacióndeestimuló la reflexión
la población, quesobre la nueva relación
comenzó entre laelpoblación
a presionar sistemay productivo
el desarrollo, y
y se llegó a la conclusión de que el espíritu poblacionista, y en particular pronatalista debía
económico, particularmente a partir de la segunda mitad de la década de los
modificarse.
sesenta.
Se logróLaconstruir
notableunapreocupación
planeación quepor los procesos
implicaba que la tasadedeempobrecimiento,
crecimiento disminuyera mar-
deginación y exclusión
2.92% anual a menos de social
1%. Eldedescenso
un creciente segmentosumado
de la fecundidad, de la población estimuló
a la disminución de
lalamortalidad, resultado de una nueva cultura de cuidado y atención de la
reflexión sobre la nueva relación entre la población y el desarrollo, y se llegó salud, inauguró el a
proceso de transición demográfica en México, que ha modificado paulatinamente la
estructura por edad de la población, con una clara tendencia hacia el envejecimiento.
En 1974 el grupo de personas de 60 años y más representaba apenas 6.3% de la
población, actualmente en México existen 8.1 millones de personas de 60 años y más edad
que representan el 7.3% del total de la población y se espera que para el 2050 uno de cada 4
Epidemiología del envejecimiento en Yucatán • 39
Fuente:
Fuente: Partida, 2005. Partida, 2005.
Tabla 2.
Principales causas de Morbilidad en Población Masculina de 60 años y más, Yucatán 2010
Orden Causa Población de Población de Población de
de Frec. 60 a 64 años 65 años y más 60 años y más
Casos Tasas Casos Tasas Casos Tasas
1 Infecciones Respiratorias 6,780 248.9 14,022 241.6 20,802 243.9
Agudas
2 Infecciones Intestinales 1,292 47.4 3,383 58.3 4,675 54.8
por otros organismos
3 Infecciones de Vías 1,223 44.9 3092 53.2 4,315 50.6
Urinarias
4 Hipertensión Arterial 658 24.1 1,257 21.6 1,915 22.4
5 Úlceras, Gastritis y 568 20.8 1,284 22.1 1,852 21.7
Duodenitis
6 Diabetes Mellitus No 498 18.2 778 13.4 1,276 14.9
Insulinodependiente
7 Asma y Estado Asmático 177 6.4 473 8.1 650 7.6
8 Amibiasis Intestinal 170 6.2 453 7.8 623 7.3
9 Gingivitis y Enfermedad 215 7.8 315 5.4 530 6.2
Periodontal
10 Otras Helmintiasis 109 4.0 360 6.2 469 5.5
Continúa
42 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Tabla 3.
Principales causas de Morbilidad en Población Femenina de 60 años y más, Yucatán 2010.
Orden Causa Población de 60 Población de 65 Población de 60
de a 64 años años y más años y más
Frec. Casos Tasas Casos Tasas Casos Tasas
1 Infecciones Respiratorias 11,348 373.4 18,157 273.7 29,505 619.1
Agudas
2 Infecciones de Vias 2,560 84.2 4,560 68.7 7,110 149.1
Urinarias
3 Infecciones Intestinales 2,167 71.3 4,912 74.0 7,079 148.5
Por Otros Organismos
4 Úlceras, Gastritis y 971 31.9 1,865 28.1 2,836 29.3
Duodenitis
5 Hipertensión Arterial 806 26.5 1,655 24.9 2,461 25.4
6 Diabetes Mellitus No 715 23.5 1,147 17.2 1,862 19.2
Insulinodependiente
7 Asma y Estado Asmático 406 13.3 875 13.1 1,281 13.2
8 Amibiasis Intestinal 312 10.2 650 9.7 962 9.9
9 Otras Helmintiasis 238 7.8 507 7.6 745 7.7
10 Gingivitis y Enfermedad 276 9.8 374 5.6 650 6.7
Periodontal
11 Conjuntivitis 144 4.7 258 3.8 402 4.1
12 Enfermedad Isquémicas 67 2.2 316 4.7 383 3.9
del Corazón
Continúa
Epidemiología del envejecimiento en Yucatán • 43
Metodología
En ambas etapas se seleccionó una muestra representativa aleatorizada de adul-
tos mayores de Mérida, Yucatán. En la primera etapa se analizaron los datos de
1798 de 1800 adultos mayores entrevistados y en la segunda 1322 de un total
de 1324, en ambos casos fue mayor el número de mujeres entrevistadas; todas
las variables estudiadas fueron analizadas por grupos de edad y por género.
La variable edad se agrupó en seis categorías, por quinquenios: 60-64, 65-69,
70-74, 75-79, 80-84, y 85 y más años de edad. En la Tabla 4, se muestra la dis-
tribución por edad y género de los encuestados en cada una de las encuestas.
44 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Tabla 4.
Distribución de los adultos mayores entrevistados en las encuestas SABE, de
acuerdo a su grupo etario y género.
SABE 2003-2004 SABE 2010-2011
n=1798 n=1322
Grupo de Masculino Femenino Masculino Femenino
edad No. % No. % No. % No. %
60 – 64 140 29.8 330 70.2 143 41.4 202 58.6
65 – 69 112 31.3 246 68.7 102 35.3 187 64.7
70 – 74 109 29.8 257 70.2 85 33.6 168 66.4
75 – 79 77 32.8 158 67.2 68 35.8 122 64.2
80 – 84 68 31.2 150 68.8 59 42.1 81 57.9
85 y más 57 37.7 94 62.3 46 43.8 59 56.2
Total 563 31.3 1235 68.7 503 38.0 819 62.0
Fuente: Encuesta Salud, Bienestar y Envejecimiento (SABE), 2003-2004 y 2010-2011. Mérida, Yucatán.
La encuesta aplicada
La Encuesta Salud, Bienestar y Envejecimiento (SABE), es una iniciativa con-
tinental de la Organización Panamericana de la Salud (Ops), dirigida a conocer
el efecto del envejecimiento sobre múltiples aspectos del estado de salud. La
ciudad de Mérida, Yucatán, México, fue una de las sedes designadas por la Ops
para llevar a cabo el proyecto en el 2003. Los resultados de carácter descripti-
vos, son de suma importancia dada la de información relativa al estado de salud
y de enfermedad de este grupo de edad y que permite evaluar las relaciones que
existen entre las variables estudiadas y la condición de salud del adulto mayor.
En el cuadro siguiente, se muestran las variables estudiadas, lo que nos da una
idea de la magnitud de la información generada en ambas encuestas.
Epidemiología del envejecimiento en Yucatán • 45
Resultados y comentarios
Cuando a los adultos mayores se les preguntó sobre como percibían su salud,
encontramos que entre la aplicación de la primera y la segunda encuestas hubo
una diferencia significativa, cabe mencionar que esta pregunta tenía cinco
opciones de respuesta y para construir ésta se agruparon las respuestas: exce-
lente, muy buena y buena. Sin embargo se observa que en el autoreporte de
enfermedad no hay diferencia estadística, a pesar de que en algunas enfermeda-
des si se encuentran diferencias significativas, Tabla 5. Vale la pena mencionar
que solamente en el caso de depresión se hizo la evaluación al momento de la
entrevista, en los demás casos fue por auto-referencia.
Tabla 5.
Comparativo entre la percepción de salud y la presencia de enfermedades, en las
muestras de adultos mayores estudiados
Variable 2003-4 2010-11 Diferencia Comparativo
n=1798 n= 1322
(%) (%) (%) (Z)
Autopercepción de
buena salud 53.3 36.6 -16.7 9.25**
Sin autoreporte de
22.3 20.12 -1.91 1.47
enfermedad***
Diabetes Mellitus 16 30.8 -14.8 9.82**
Hipertensión 37.5 48.3 -10.8 6.04**
Enfermedad cardiaca 12.8 11.6 1.2 1.01
Osteoporosis 12.3 16.2 -3.9 3.11**
Enfermedad articular 28.4 31.1 -2.7 1.63
EPOC 7 7.6 -0.6 0.64
EVC 5.5 4.5 1 1.26
Depresión 10.1 15.6 -5.5 4.60**
* p< 0.05, ** p< 0.01.
***Enfermedades
listadas en la tabla.
Tabla 7.
Comparativo en la situación de medidas preventivas tomadas por los adultos mayores
estudiados en ambas encuestas.
2003-4 2010-11 Diferencia Comparativo
Variable n=1798 n= 1322
(%) (%) (%) (Z)
Autoexploración de
52.9 64.9 -12 6.71**
la mama (CAMa)
Papanicolau (CACu) 43.8 39.4 4.4 2.46*
Revisión de la
26 32.8 -6.8 4.14**
Próstata (CAPros)
* p< 0.05, ** p< 0.01.
Tabla 8.
Comparativo entre las variables relacionadas con la dependencia de los adultos
mayores estudiados.
DEPENDENCIA
2003-4 2010-11 Diferencia Comparativo
Variable n=1798 n= 1322
(%) (%) (%) (Z)
Dependencia ABVD 13.4 20.3 -6.9 5.15**
Incontinencia Urinaria 13 26.8 -13.8 9.74**
Incontinencia fecal 3.3 7.6 -4.3 5.38**
Problemas de visión 16 25.7 -9.7 6.68**
Caídas 31.2 39.7 -8.5 4.93**
Problemas dentales 8.2 15.8 -7.6 6.60**
* p< 0.05, ** p< 0.01.
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Enferm. 26(1): 24-35.
Foto: Gina Villagómez. Marrakech, Marruecos.
Foto: Gina Villagómez. Estambul, Turquía.
DISCAPACIDAD Y SERVICIOS DE SALUD DE LA
POBLACIÓN ADULTA MAYOR EN CHIAPAS
Introducción
Varios autores han explicado que el proceso de envejecimiento de la población
es un fenómeno demográfico mundial. El cambio en la transición demográfica
y epidemiológica ha influido en el envejecimiento de la población, principal-
mente, factores como el descenso de la fecundidad, descenso de la mortalidad,
aumento en la esperanza de vida al nacer y la revolución sanitaria del siglo XX,
han propiciado la prolongación de la vida (Tuirán, 1999; Ham-Chande, 2003;
Cepal-Unfpa, 2009, entre otros).
La presencia de más población anciana en el mundo tiene sus consecuen-
cias e implicaciones sociales profundas, entre ellas se destaca la ampliación del
período de vejez, entre 30 y 40 años, estilos de vida medicalizados que requie-
ren largos tratamientos de enfermedades crónico degenerativas, conformación
de un grueso de población que exige sistemas de seguridad para el retiro, femi-
nización del envejecimiento, entre otros cambios (Villasana, 2011: 62-63).
La situación demográfica en México nos muestra que la esperanza de vida al
nacer pasó de 33.9 años en 1930 a 38.8 años en 1940 y se fue incrementando en
las décadas siguientes hasta llegar alcanzar 70.6 años por vivir en promedio en
1990. En los recuentos demográficos 2000 y 2010, los años por vivir se incre-
mentaron en promedio a 73.9 y 75.4 respectivamente, ampliándose la brecha
entre hombres y mujeres con una diferencia de 4.7 años de más esperanza de
vida entre las mujeres (Inegi, 2012: 7), ver Gráfica 1.
53
54 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Gráfica 1
Esperanza de Vida al Nacimiento por sexo México, 1930-2010
uente: INEGI.
Indicadores
ociodemográficos, 1930-
998.- CONAPO. México
Demográfico, Breviario 1988. C ONAPO Proyecciones de la Población de México,
Fuente: Inegi. Indicadores Sociodemográficos, 1930-1998.- Conapo. México Demográfico, 2005-
Breviario 1988. Conapo Proyecciones2050.
de la Población de México, 2005-2050.
La incidenciaLadel
incidencia
procesodelglobalizador
proceso globalizador afecta también
afecta también a los viejos
a los viejos y los yhace
los hace
partícipes
partícipes
e nuevas formas de nuevas
de vivir formas de
ese tramo de vivir
edad,eselotramo de edad, la
que plantea lo que plantea de
necesidad la nece-
conocer la
sidad de conocer la problemática y brindar atención especializada
oblemática y brindar atención especializada a ese sector de la población, sobre todo, a ese sector
de laalpoblación,
ando se llega sobre todo,
último tramo cuando
del ciclo de sevida
llegaindividual
al último tramo del ciclo de de
en condiciones vidasalud y
individual
abajo poco favorables. en condiciones de salud y trabajo poco favorables.
El objetivo Elde objetivo
esta indagación es presentar
de esta indagación un análisis
es presentar descriptivo
un análisis de las
descriptivo variables
de las
ciodemográficas relacionadas
variables con discapacidad
sociodemográficas relacionadasycon servicios de salud
discapacidad de la población
y servicios de salud de 60
más años dedeedad
la población dey60
en el país eny elmás años de edad
estado Chiapas.en el país y en el estado de Chiapas.
Cuadro 1
Población total y adultos mayores de 60 y más años
en México y Chiapas. 2010
Discapacidad y servicios de salud de la población adulta mayor en Chiapas • 55
Cuadro 1
Población total y adultos mayores de 60 y más años en México y Chiapas. 2010
Población total Población de 60 y Porcentaje
más años de edad
México 112,336,538 10,055,379 8.95
Chiapas 4,796,580 345,481 7.20
Fuente: Inegi. Censo de Población y Vivienda 2010: Tabulados del Cuestionario Básico.
Cuadro 3
Población de 60 y más años. México y Chiapas.
1990 a 2010 (Porcentaje)
1990 1995 2000 2005 2010
México 6.1 6.5 7.1 8.1 9.0
Chiapas 4.7 5.0 5.4 6.5 7.2
Fuente: Inegi. XI Censo general de población y vivienda 1990. Inegi. I Conteo de población
y vivienda 1995. Inegi. XII Censo general de población y vivienda 2000. Inegi. II Conteo de
población y vivienda 2005. Inegi. Censo de población y vivienda 2010.
Cuadro 4.
Número de municipios de Chiapas según grado de marginación municipal.
México, 2005 y 2010
Grado de Número de municipios Porcentaje
marginación (n=118)
2005 2010 2005 2010
Muy alto 47 48 39.8 40.7
Alto 64 39 54.2 33.1
Medio 5 29 4.2 24.6
Bajo 1 1 0.8 0.8
Muy Bajo 1 1 0.8 0.8
Fuente: Villasana, 2010:35. Conapo, 2010.
4 En el diagnóstico se presentan datos estadísticos que permiten conocer el perfil sociodemográfico de los adultos
mayores indígenas (hombres y mujeres). Define la población de estudio en el contexto del hogar indígena con-
formado por hablantes y no hablantes de lengua nativa; analiza el impacto del envejecimiento en la organización
social y expresiones culturales de los pueblos indios.
58 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
7.6% del total de la población que habita en hogares indígenas, peso porcentual
por arriba del nacional que fue 7.3%5 (Villasana y Reyes, 2006: 14).
Acercarse al conocimiento del perfil sociodemográfico de una población en
el que destaca la diversidad cultural requiere primero identificar los distintos
grupos sociales que la conforman y encontrar alguna variable que nos acerque
a esas diferencias.
En los censos de población en México se han utilizado diversos criterios
para identificar a los grupos indígenas, como el uso de indumentaria, el tipo de
alimentación basada en el consumo de maíz, la pertenencia étnica o declarar
hablar alguna lengua indígena a partir de un rango de edad, siendo este último
criterio el más común. Así, el reconocer hablar alguna lengua indígena ha sido,
hasta el momento, el indicador más operativo y práctico (Inegi). Con éste, se
han registrado grupos de hablantes de lenguas autóctonas que representan a un
sector de habitantes en el país culturalmente distintos y que por inferencia, de
la condición de habla, se reconoce como población indígena.
En trabajos anteriores he caracterizado a Chiapas como una entidad federa-
tiva con una arraigada historia prehispánica y colonial, cuya diversidad cultural
y lingüística es muy marcada, es decir, se reconoce la existencia de grupos de
población originaria que se distingue entre sí además de la lengua que hablan,
por sus rasgos culturales como la indumentaria, las creencias, las tradiciones y
las formas de organización social.
Los principales grupos indígenas que habitan en Chiapas son tzeltales, tzot-
ziles, choles, tojolabales, zoques, mames y lacandones, siendo éstos algunos de
los grupos que representan a las diversas sociedades indias que han ocupado, de
tiempo atrás, el vasto territorio chiapaneco, área geográfica en el que se sobre-
ponen los municipios de “muy alta” y “alta” marginación según los indicadores
del Consejo Nacional de Población.
Hoy día varios pueblos indígenas han llegado a aumentar su población
anciana y en este contexto de nueva ruralidad donde las condiciones de salud
y nivel de vida los ubica en zonas de pobreza extrema la situación se complica,
sobre todo cuando el sujeto se vuelve improductivo en términos laborales, vive
solo, es viudo, habita en zonas de alta marginación y está limitado en alguna de
sus facultades (movimiento, auditiva, mental, entre otras).
5 En esta información el cálculo de los porcentajes sólo consideró la población total con edad especificada dando
un porcentaje de 7.3%, a diferencia del cuadro: Población de 60 y más años. México y Chiapas. 1990 a 2010, en
el cual los cálculos se realizaron considerando a la población total sin edad especificada dando un porcentaje de
7.1%, razón por la cual los porcentajes del año 2000 difieren.
Discapacidad y servicios de salud de la población adulta mayor en Chiapas • 59
litar la plena participación en todas las esferas de la vida social de las personas
con discapacidad (Jiménez Lara, 2007, 193; citado en Pérez, 2010: 13-14).
A principios de los ochenta, los conceptos de deficiencia, discapacidad y
minusvalía se construían a partir de las situaciones de salud-enfermedad de la
persona (Oms, 1983). En su versión más moderna, la Clasificación Internacional
del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud Oms (Oms, 2001) ofrece como
piezas clave para la descripción de la discapacidad, las limitaciones en la activi-
dad y las restricciones en la participación relacionadas con el entorno en que se
desenvuelve la persona.
La discapacidad, por tanto, pasa de ser una cuestión de configuración per-
sonal, a una construcción social basada en la interacción entre la persona y su
contexto, es más, en el grado y nivel en que el diseño del entorno precipita la
inclusión o exclusión de las personas” (Pérez, 2010: 14).
Conforme aumenta la edad se incrementa el número de limitaciones. En
México, en el censo 2010, las personas declararon tener una o más limitaciones
en la actividad, cerca de 15 de cada cien de la población total y 19 de cada cien
de adultos mayores (60 y más años), en Chiapas los porcentajes fueron menores
al promedio nacional (Cuadro 5).
Cuadro 5
Porcentaje del número de limitaciones.
México y Chiapas. 2010
con algún impedimento físico y/o mental pero, a partir de los 60 años, por cada
cien adultos mayores, hay cerca de 21 con limitación en la actividad, observán-
dose una situación similar según diferencia por sexo: aumento del porcentaje
de personas adultas mayores con alguna discapacidad tanto en hombres como
en mujeres, y mostrando una relación hombre/mujer de menos hombres con
limitación. Visto así, en el país hay 9.9 hombres por cada 10 mujeres con alguna
limitación, entre los adultos mayores la relación disminuye a 8.3 hombres con
alguna limitación por cada 10 mujeres, siendo mayor el número de mujeres con
limitación (Cuadro 6).
Cuadro 6.
Población total y adultos mayores de 60 y más años en México por sexo según
condición de limitación en la actividad. 2010
México Con Sin limitación No
limitación especificado
Población total 112,336,538 4,527,784 105,646,736 2,162,018
% 4.0 94.0 1.9
Hombres total 54,855,231 2,257,951 51,506,807 1,090,473
% 4.1 93.9 2.0
Mujeres total 57,481,307 2,269,833 54,139,929 1,071,545
% 3.9 94.2 1.9
Población de 60
y más años 10,055,379 2,078,540 7,919,240 57,599
% 20.7 78.8 0.6
Hombres de 60
y más años 4,679,538 939,870 3,714,328 25,340
% 20.1 79.4 0.5
Mujeres de 60 y
más años 5,375,841 1,138,670 4,204,912 32,259
% 21.2 78.2 0.6
Fuente: Inegi. Censo de Población y Vivienda 2010: Tabulados del Cuestionario Básico. Cuadro
06_02B_ESTATAL.xls Población total por entidad federativa, sexo y grupos quinquenales de
edad según condición y tipo de limitación en la actividad.
algún impedimento físico y/o mental pero, a partir de los 60 años, por cada cien
adultos mayores hay 17 con limitación en la actividad, no hay diferencias signi-
ficativas según sexo, la situación es similar a la nacional: aumento del porcentaje
de personas adultas mayores con alguna discapacidad tanto en hombres como
en mujeres; sin embargo la relación hombre/mujer en la entidad es elevada,
10.4 hombres por cada 10 mujeres y entre los adultos mayores la relación dis-
minuye a 9.5 hombres con alguna limitación por cada 10 mujeres, siendo mayor
el número de mujeres con limitación (Cuadro 7).
Cuadro 7.
Población total y adultos mayores de 60 y más años en Chiapas según condición de
limitación en la actividad. 2010
Chiapas Con Sin No
limitación limitación especificado
Población total 4,796,580 126,512 4,581,082 88,986
% 2.6 95.5 1.9
Hombres total 2,352,807 64,525 2,244,494 43,788
% 2.7 95.4 1.9
Mujeres total 2,443,773 61,987 2,336,588 45,198
% 2.5 95.6 1.8
Población de 60 y
más años 345,481 58,809 284,872 1,800
% 17.0 82.5 0.5
Hombres de 60 y
más años 171,489 28,687 141,993 809
% 16.7 82.8 0.5
Mujeres de 60 y
más años 173,992 30,122 142,879 991
% 17.3 82.1 0.6
Fuente: Inegi. Censo de Población y Vivienda 2010: Tabulados del Cuestionario Básico. Cuadro
06_02B_ESTATAL.xls Población total por entidad federativa, sexo y grupos quinquenales de
edad según condición y tipo de limitación en la actividad.
Sin fines comparativos, dado que son dos conceptos diferentes los utilizados
en los censos de población: discapacidad6 en el año 2000 y discapacidad desde
6 Limitación o ausencia de la capacidad para realizar una actividad dentro del margen que se considera normal para un ser humano,
como consecuencia de una deficiencia física o mental. Se consideran 5 tipos de discapacidad: motriz, auditiva, del lenguaje, visual y
mental (Glosario Inegi, 2000 www.inegi.org.mx).
Discapacidad y servicios de salud de la población adulta mayor en Chiapas • 65
Fuente:
Fuente: Censo
Censo de Población
de Población y Vivienda y2010.
Vivienda 2010.de Protección Social en Salud (SPSS)
Incluye al Sistema
1 Incluye al Sistema de Protección Social en deSalud
que coordina la Secretaría de Salud (Ssa). Incluye instituciones salud públicas o privadas.
(SPSS) que coordina la Secretaría de Salud (SSA).
2 Incluye instituciones de salud públicas o privadas.
Cuadro 10.
68 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Cuadro 10.
Población de 60 y más años en México y Chiapas derechohabiente según
tipo de institución. 2010
IMSS ISSSTE ISSSTE Pemex, Seguro Institución Otra
estatal Defensa Popular privada institución
o Marina
México 3,830,258 920,712 89,360 142,356 2,019,980 149,008 144,851
% 53.4 12.8 1.2 2.0 28.14 2.1 2.0
Chiapas 53,150 22,850 6,718 1,927 134,346 1,801 4,343
% 23.9 10.3 3.0 0.9 60.3 0.8 2.0
Fuente: Censo de Población y Vivienda 2010.
Consideraciones finales
Dado el auge del fenómeno de la transición demográfica, el estudio de la vejez
es un campo de investigación relativamente nuevo, que cobra cada vez mayor
importancia en diversos escenarios tanto académicos como en la instrumenta-
ción de políticas públicas.
Hasta ahora, en buena medida la investigación de la vejez, al menos en el
plano social, se ha hecho en forma aislada y poco se ha trabajado en forma
colegiada, en redes académicas o entre academia y política pública, aunque
ya empiezan a aparecer publicaciones especializadas desde varias perspec-
Discapacidad y servicios de salud de la población adulta mayor en Chiapas • 69
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Cuadro 06_02B_ESTATAL.xls. Población total por entidad federativa, sexo y
grupos quinquenales de edad según condición y tipo de limitación en la actividad.
Foto: Alejandro Poot Molina.
Introducción
En los últimos años cada vez más individuos alcanzan edades avanzadas lo que
no ocurría hace algunas décadas. Por ello el concepto de una etapa de desarro-
llo humano denominada “vejez” es relativamente nueva y reciente; antes del
siglo XX la mayoría de los individuos fallecían antes de cumplir 65 años. Los
avances en la medicina, nutrición, en el ejercicio y en el estilo de vida han con-
tribuido a aumentar la esperanza de vida una media de treinta años más desde
1900 (Santrock, 2006). Pese a ser una etapa reciente, durante mucho tiempo se
ha aceptado que los ancianos son individuos en continuo deterioro y no se ha
prestado atención a las dimensiones positivas del envejecimiento (Holstein &
Minkler, 2003, Phelan et al, 2004).
La presencia de estereotipos negativos sobre las personas mayores y el enve-
jecimiento parecen empañar la posibilidad de vivir una vejez plena y satisfacto-
ria. Por ello el interés de este trabajo consiste en revisar brevemente los concep-
tos de vejez y envejecimiento, las diversas etapas que conforman este lapso del
ciclo vital mostrando su diversidad, para después analizar el ageism (ancianismo)
como un estereotipo negativo hacia la vejez y su impacto en las percepciones y
autopercepciones de los adultos mayores. Por último, se analiza el concepto de
envejecimiento exitoso, las variables asociadas a su prevalencia, especialmente
el optimismo y su impacto en el envejecimiento satisfactorio. En la segunda
parte se presentan los resultados de un estudio de corte cuantitativo realizado
con personas mayores de la ciudad de Mérida en el que se exploran los estereo-
73
74 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Vejez y envejecimiento
Envejecer es parte del ciclo vital tan natural como nacer, crecer o reprodu-
cirse. Sin embargo, la vejez es un período de edad al que se le trata con un
doble estándar: todo el mundo quiere vivir muchos años pero nadie quiere
llegar a viejo. La connotación misma de la palabra “viejo” es peyorativa ya que
alude a lo inservible, a lo deteriorado, a aquello de lo que hay que deshacerse.
Incluso históricamente la vejez ha sido tratada de manera estereotipada como
el invierno de la vida, contrastándola con el fuego y el ardor de la juventud
(Beauvoir, 1980).
Las primeras definiciones sobre la vejez estuvieron fuertemente influen-
ciadas por perspectivas médicas y biológicas y marcaron la tendencia en los
estudios pioneros sobre la vejez donde ésta es concebida como “un estado en
el cuál la disminución de la capacidad funcional, física y mental, se ha hecho
manifiesta, mensurable y significativa” (García, 2003: 94-95). Mucho más ade-
lante, en los años sesenta el proceso de envejecimiento se asocia por primera
vez con la problemática social. El gerontólogo alemán Rudinger señala que la
gerontología o estudio de los procesos de envejecimiento humano, deben estar
en “estrecha vinculación con la historia” (García, 2003).
Durante los últimos años del siglo XX los aportes de la Psicología del
Desarrollo permiten que la vejez pase de ser un concepto rígido, a relativi-
zarse a la luz de los conocimientos psicológicos y sociales donde se incluyen ya
elementos subjetivos, de tipo psicológico o social, como variables influyentes
del envejecimiento y no sólo los aspectos biológicos (Craig, 2006). Se enfatiza
que la vejez se presenta no solo a nivel personal sino también en función de
la cultura; los cambios biológicos solamente toman sentido en función de una
sociocultura determinada y en la medida en que dificultan la experiencia social
en el propio contexto sociocultural (Nicol, 2001).
Asimismo, si la vejez comienza a los 60 años (de acuerdo con el criterio legal),
la esperanza de vida es de 73 a 75 años —en promedio— y se puede vivir hasta
los 100 años, esto supone que este período de la vida es de los más largos e
incluso puede abarcar hasta 50 años de vida. Consecuentemente, los ancianos
pueden constituirse en subgrupos de edad, con características físicas y psicoló-
gicas diferentes (Baltes & Smith, 2003). Burnside (1979) en Craig, 2006), pro-
pone clasificar esta etapa de la vida en cuatro grupos: ancianos jóvenes (60 a 69
años), ancianos de mediana edad (70 a 79 años), ancianos viejos (80 a 89 años)
y ancianos muy viejos o senectos (90 a 99). Charness y Bosman (1992) distin-
guen entre el anciano joven (60 -74 años) y el anciano (75 en adelante). Otros
expertos añaden la categoría de anciano mayor (85 años en adelante) como fase
distinta a las anteriores (Baltes, 2000).
En términos generales, mucha gente al cumplir 60 años (anciano joven) está
en excelentes condiciones físicas y psicológicas por lo que puede seguir con su
vida cotidiana sin grandes cambios; en la séptima década, la más importante
tarea del desarrollo es mantener íntegra la personalidad, en cambio, es posible
que al octogenario le resulte más difícil adaptarse e interactuar con el ambiente
ya que requieren ayuda para mantener los contactos sociales y culturales. Cabe
mencionar que quienes llegan a esta edad son a menudo personas más sanas,
ágiles y activas incluso que la gente más joven lo cual se debe a que han sobre-
vivido a enfermedades y problemas que causan la muerte a sexagenarios y sep-
tuagenarios (Craig, 2006).
Además, aunque la vejez constituye un fenómeno enmarcado en la dimen-
sión cronológica y en los cambios biológicos también está íntimamente vincu-
lada con las propias percepciones y creencias así como a las expectativas socia-
les de la sociocultura en que se vive, y es ahí en donde surgen los estereotipos
sobre la vejez.
Estereotipos
Los estereotipos sociales representan generalizaciones sobre el grado en el que
los miembros de un grupo poseen determinados atributos comunes (Hilton &
von Hippel, 1996). Los estereotipos aparecen en contextos ambientales muy
diversos y se ponen de manifiesto en una diversidad de procesos cognitivos y
motivacionales. De acuerdo con el modelo tripartita de las actitudes, los este-
reotipos representan básicamente “el componente cognitivo de las actitudes de
prejuicio” (Devine, 1989: 5) mientras que para Jost y Banaji (1994) son “creen-
76 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Palmore (1990: 19) por su parte, enumera nueve estereotipos que reflejan
los principales prejuicios sociales (o expresiones de ancianismo) que existen
hacia las personas ancianas: “enfermedad, impotencia, fealdad, deterioro cog-
nitivo, enfermedad mental, inutilidad, soledad pobreza y depresión” que coin-
ciden básicamente con los descritos más recientemente por Thornton (2002).
Numerosos estudios muestran el impacto del ancianismo o los estereotipos hacia
la vejez en diversos contextos psicosociales, que van desde las prácticas dis-
criminatorias en las instituciones para ancianos (Salari & Rich, 2001), hasta
las actitudes y expectativas negativas por parte de los profesionales que los
atienden, como médicos y psicólogos (Bernabei et al., 1998; Greene, Hoffman,
Charom, & Adelman, 1987).
Palmore (1990, 2001) comenta que, entre los factores que contribuyen al
ancianismo está el valor que la sociedad actual otorga a todas las representaciones
de la juventud, énfasis que puede afectar no solo la forma en que las personas
ancianas son percibidas sino también la forma en que ellos mismo se perciben
a sí mismos (Sánchez, 2004) ya que si el aspecto externo juega un papel impor-
tante en la auto-valoración, los cambios en la apariencia externa ocasionados
por el envejecimiento pueden afectar la autoestima, que se verá devaluada con
el paso de los años. Este fenómeno es una pequeña muestra del impacto que el
ancianismo produce en las personas mayores en áreas muy diversas de su funcio-
namiento. Por tanto, resulta importante considerar el significado personal que
las personas mayores dan a los cambios que van experimentando a medida que
avanza el tiempo.
con la vejez se asociaban con mayor longevidad de los sujetos. Los resultados
fueron encontrados tanto para hombres como para mujeres e independiente-
mente de si tenían mejor o peor salud funcional, de la edad, status económico
o de si informaban de problemas de soledad.
Asimismo, diversas investigaciones han encontrado que muchas personas
mayores, aunque se consideran a sí mismas como miembros de la categoría de
personas viejas, tienden a percibirse bajo una perspectiva más favorable que la que
otorgan al resto de las personas de su edad, algo así como percibirse uno mismo
como una excepción respecto a la mayoría (Bultena & Powers, 1979; Thomas,
1981). Esto tiene que ver con la edad subjetiva, ya que se ha mostrado que existe
una discrepancia entre la edad cronológica de las personas y la edad con la que
se perciben. Heckhausen, Dixon y Baltes (1989) encontraron que las personas
ancianas y las de mediana edad se percibían a sí mismas más jóvenes respecto
a su edad cronológica. Así también, una menor edad subjetiva se relacionaba
significativamente con un buen estado de salud y un alto grado de vida indepen-
diente. Stuart-Hamilton (2002: 154), afirma que “cuanto más pobre sea la ima-
gen que las personas mayores tienen de los otros de la misma edad, más baja es
la consideración en que se tienen a sí mismos, así como que es fácil que la propia
imagen y los estereotipos “se autorrefuercen, creando un círculo vicioso”.
conseguirá en la vida más resultados positivos que negativos” (Scheier & Carver,
1993: 26). Por lo tanto, es un aspecto que aparece relacionado con la esperanza
ante el futuro, actitud que es importante en cualquier etapa de la vida. En este
sentido, una orientación hacia el futuro más próximo es considerada para la gran
mayoría de personas mayores como uno de los presupuestos para el dominio de
los problemas cotidianos. Además, el optimismo sobre el propio futuro refleja
el grado en el cual uno cree en las propias habilidades de control y de capacidad
para afrontar las situaciones graves de la vida (Scheier & Carver, 1987).
Aunque Lennigs (2000) sostiene que el optimismo, como orientación hacia el
futuro, es relativamente poco importante en las personas ancianas, porque ellas
están más orientadas al presente de forma adaptativa, Scheier y Carver (1993)
señalan que el optimismo no parece decaer en la vejez, excepto en las personas
muy mayores que están experimentando problemas de salud o en algunas áreas
funcionales. Un estado mental positivo se ha asociado con un mejor estado de
salud y con un afrontamiento exitoso ante la depresión, mientras que un estado
de ánimo negativo se ha asociado a la enfermedad y a la muerte.
Desde el punto de vista de la salud, Scheier y Carver (1993) han encontrado
que para las personas optimistas es más fácil comprometerse en hábitos de
fomento de la salud, e incluso el optimismo constituye un factor de protección
contra la depresión. Hay un creciente número de estudios sobre los efectos
positivos del optimismo sobre la salud y el bienestar psicológico; parece que las
expectativas positivas pueden apartar al paciente de las consecuencias psicológi-
cas negativas que acompañan a la enfermedad (Carver & cols., 1994; Garofalo,
2000; Taylor, 1983). El optimismo se ha relacionado con mayor bienestar,
mejor ajuste y salud en general en diversos grupos poblacionales (Londoño,
2009). Finalmente, se puede resaltar que al estar el optimismo relacionado con
las creencias en la propia eficacia (Scheier & Carver, 1987; 1993), las diferen-
cias que existen en los sujetos mayores en esta dimensión pueden aportar una
mayor comprensión ante las actitudes y expectativas que se mantienen hacia la
vejez en esta época de la vida. Por lo tanto el optimismo es una variable que
parece importante tener en cuenta en los estudios que se propongan investigar
sobre distintos aspectos del envejecimiento.
Asimismo, los estudios con personas de edad avanzada proponen la eva-
luación de la salud en relación con determinados aspectos de calidad de vida.
El término “calidad de vida” representa un amplio rango de dimensiones de la
experiencia humana, ya que abarca desde sentimientos de felicidad y logro vital,
84 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Método
Participantes
En el estudio participaron 98 adultos mayores, 41 hombres y 57 mujeres, con
un rango de edad de 60 a 93 años, seleccionados en forma no probabilística.
Todos eran yucatecos y vivían en la ciudad de Mérida.
Instrumentos
Los participantes respondieron a los siguientes instrumentos:
1. Cuestionario de datos sociodemográficos. Este cuestionario solicita informa-
ción sobre edad, sexo, ocupación, escolaridad, forma de convivencia,
personas con las que vive y/o cuida, percepción general del estado de
salud así como el tipo y frecuencia de actividades sociales, religiosas y
físicas en las que participa.
2. Cuestionario sobre estereotipos negativos del envejecimiento (CENVE). Para poder
conocer los estereotipos sobre la vejez se les administró a los participan-
Estereotipos sobre el envejecimiento y optimismo en adultos mayores de la ciudad de Mérida, Yucatán, México • 85
Procedimiento
Los instrumentos fueron administrados en forma individual por miembros
del equipo de investigación, en sus hogares o bien en sitios públicos donde
86 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Resultados
Cuestionario de datos sociodemográficos
Los resultados relativos a los datos sociodemográficos mostraron que 51.5% de
los participantes estaba casado, 28.9% era viudo, 7.2% divorciado, 7.2% declaró
ser soltero y 5.2% vivía en unión libre. Respecto a la actividad laboral, el 44.9%
se dedicaba a labores del hogar, 22.4% tenía un trabajo remunerado, 20.4% era
pensionado o jubilado, y 12.2 % respondió estar desempleado. La mayoría de
los participantes (64.3%) vive en su casa con algún familiar, generalmente el
cónyuge, 24.5% vivía en casa de un familiar y el 11.2% vivía solo. De todos, el
13.3 % respondió tener a su cargo a un familiar con alguna discapacidad, 10.2%
aún tenía a su cargo a un hijo y 14.3% tenía a su cargo al menos a un nieto.
Así también, la mayoría tiene un nivel básico de escolaridad; una tercera
parte se percibe con un mejor estado de salud que el de sus pares y también una
tercera parte se siente con menos años que los que cronológicamente tienen
(ver Tabla 1). Así también, una importante mayoría de los adultos mayores res-
ponde que nunca participa en agrupaciones de adultos mayores, ni en activida-
des de voluntariado social, y únicamente una quinta parte responde participar
en alguna asociación o club social. En contraste, la mayoría de los participantes
asiste con frecuencia a actividades religiosas (ver Tabla 2). Respecto a la activi-
dad física, cerca de la mitad de los adultos mayores del estudio realizan algún
tipo de ejercicio físico (ver Tabla 3).
Estereotipos sobre el envejecimiento y optimismo en adultos mayores de la ciudad de Mérida, Yucatán, México • 87
Tabla 1.
Frecuencias y porcentajes obtenidos para el nivel de estudios, la percepción del
estado de salud y la percepción de la edad, para la muestra total.
Nivel de estudios N %
Sin primaria 25 25.5
Primaria 47 48
Secundaria o técnica 15 15.3
Bachillerato 5 5.1
Licenciatura 5 5.1
Posgrado 1 1
Percepción del estado de salud
Mejor que el de la mayoría de personas de mi edad 31 31.6
Similar al de la mayoría de personas de mi edad 58 59.2
Peor que el de la mayoría de las personas de mi edad 9 9.2
Percepción de la edad
Con menos años que los que tengo 33 33.7
Con los mismos años que tengo 47 48
Con más años de los que tengo 18 18.4
Tabla 2.
Frecuencias y porcentajes obtenidos para el nivel de participación en club de adultos
mayores, voluntariado social, club o asociación social y actividades religiosas para la
muestra total.
Participación en un club de mayores N %
Frecuentemente (2/3 veces por semana o diariamente) 9 10
De vez en cuando (una o dos veces al mes o menos) 4 4.4
Nunca 77 85.6
No respondió 8 7.8
Participación en voluntariado social
Frecuentemente (2/3 veces por semana o diariamente) 3 2.9
De vez en cuando (una o dos veces al mes o menos) 5 4.9
Nunca 82 80.3
No respondió 8 7.8
Continúa
88 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Tabla 3.
Frecuencias y porcentajes obtenidos para el tipo de actividad física realizada para la
muestra total.
Actividad física realizada N %
Realizo actividad física regularmente (al menos 1hr 3 o 4 veces por semana) 25 25.5
Hago alguna actividad física 3 o 4 veces al mes 21 21.4
Realizo solo la actividad doméstica normal 28 38.8
Estoy casi completamente inactivo físicamente 14 14.3
Cuestionario sobre estereotipos negativos del envejecimiento (CENVE)
Análisis descriptivo
En la Tabla 4 se presentan las medias, desviaciones estándares y consistencias
internas obtenidas para el CENVE. Los resultados indican que las medias de
los tres factores están por arriba de la media teórica (M = 2.5), lo cual significa
un fuerte apoyo a los estereotipos negativos. En el factor de carácter-personalidad
(M = 3.39) reciben apoyo creencias relativas a que los adultos mayores se irritan
con facilidad y son cascarrabias, son como niños, a menudo chochean, se vuel-
ven más rígidos e inflexibles, así como la creencia de que los defectos se agudi-
zan con la edad. En cuanto al factor de creencias sobre la salud (M = 3.38) también
apoyan bastante la idea de que después de los 65 años se sufre deterioro de la
memoria, que después de los 70 años hay deterioro mental que afecta las capa-
cidades normales, que después de los 65 años se produce un fuerte deterioro
de la salud e incapacidades que hacen dependientes a las personas y que el dete-
rioro cognitivo es inevitable en la vejez.
Estereotipos sobre el envejecimiento y optimismo en adultos mayores de la ciudad de Mérida, Yucatán, México • 89
Para el factor de motivación social (M= 3.20) los resultados son en el mismo
sentido, un fuerte apoyo a creencias relativas a un menor interés en el sexo a
esta edad, tener menos amigos que los más jóvenes, poco interés en las cosas
que le rodean, poca capacidad para resolver problemas y la creencia de no
hacen ningún trabajo tan bien como los jóvenes. En general, los resultados
para los tres factores muestran un notable grado de apoyo a los estereotipos
negativos de la vejez.
Tabla 4.
Medias, desviaciones estándares y consistencias internas obtenidas por la muestra
para el Cuestionario sobre estereotipos negativos del envejecimiento (CENVE).
Factores Media D. E. Alfa de
Cronbach
Estereotipos negativos del envejecimiento
Salud 3.38 0.75 0.71
Motivación-Social 3.20 0.80 0.71
Carácter-personalidad 3.39 0.83 0.72
Tabla 5.
Análisis de covarianza obtenido para la muestra en el Cuestionario sobre estereotipos
negativos del envejecimiento (CENVE).
Factores Covariable Edad Sexo
F Prob. Hombres Mujeres F Prob.
Media Media
Salud 0.57 0.44 3.22 3.50 3.40 0.06
Motivación-Social 7.97 0.006** 2.96 3.37 8.83 0.004**
Carácter-personalidad 0.04 0.82 3.11 3.58 6.99 0.01**
* p≤.05 **p≤.01 ***p≤.001
Perfil de salud
Análisis descriptivo
El análisis descriptivo mostró que las medias obtenidas en todos los factores
están por debajo de la media teórica (M = 2.5), lo que indica que la mues-
tra estudiada no presenta puntajes altos en estas dimensiones de salud. Sin
embargo, los factores con las medias más altas son dolor (M = 2.40) y energía
(M = 2.39) y movilidad (M= 2.32) (ver Tabla 7). Estas puntuaciones significan
que las personas experimentan dolor con cierta frecuencia en una variedad de
situaciones: por las noches, al cambiar de postura, al andar, cuando están de pie,
al subir y bajar escalar y cuando están sentados. Igualmente, para la dimensión
de energía responden que algunas veces se sienten fatigados, sienten que todo
les cuesta esfuerzo, y que se quedan sin fuerza. En cuanto al factor movilidad
(M = 2.32), también algunas veces sienten que solo pueden andar dentro de
su casa, les cuesta trabajo agacharse, subir y bajar escaleras, coger las cosas,
vestirse, estar de pie mucho rato y necesitan ayuda para andar fuera de su casa.
Estos resultados no resultan sorprendentes si se tiene en cuenta que en su
mayoría estas personas no realizan actividad física alguna, con las consecuen-
cias en la movilidad.
92 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Tabla 7.
Medias, desviaciones estándares y consistencias internas obtenidas por la muestra
para el Perfil de Salud del Nothingham.
Factores Media D. E. Alfa de Cronbach
Perfil de Salud del Nothingham
Energía 2.39 1.09 0.78
Dolor 2.40 1.11 0.93
Reacciones emocionales 2.07 0.98 0.92
Aislamiento Social 1.83 0.88 0.84
Sueño 2.15 1.03 0.86
Movilidad 2.32 1.02 0.89
Tabla 8.
Análisis de varianza obtenido para la muestra para el Perfil de Salud del Nothingham.
Factores Covariable Sexo
Edad
F Prob. Hombres Mujeres F Prob.
Media Media
Energía 12.64 0.001*** 2.20 2.53 1.15 0.28
Dolor 18.10 0.000*** 2.19 2.55 4.98 0.02*
Reacciones 16.42 0.000*** 1.86 2.23 6.05 0.01**
emocionales
Aislamiento 22.55 0.000*** 1.81 1.84 0.57 0.45
Social
Sueño 8.84 0.004** 1.96 2.28 3.69 0.058
Movilidad 25.10 0.000*** 2.16 2.44 4.38 0.03*
* p≤.05 **p≤.01 ***p≤.001
Análisis de asociación
Por último, para conocer la relación entre cada uno de los factores de los diferen-
tes instrumentos utilizados se realizó un análisis de correlación. Los resultados
obtenidos al analizar la relación entre los estereotipos negativos hacia el envejeci-
miento y el optimismo, muestran que en la medida que se tengan mayores creen-
cias negativas hacia la salud (r(98) = -0.28; p = 0.004), hacia la motivación-social
(r(98) = -0.27; p = 0.006) y hacia el carácter-personalidad (r(98) = -0.22; p = 0.02)
menor presencia de optimismo en su vida.
Asimismo, a medida que se perciben mayores problemas de salud en térmi-
nos de las dimensiones de energía (r(98) = - 0.50; p = 0.000), dolor (r(98) = -0.52;
p = 0.000), reacciones emocionales (r(98) = -0.60; p = 0.000), aislamiento social
(r(98) = -0.53; p = 0.000), sueño (r(98) = -0.42; p = 0.000) y movilidad (r(98) = -0.54;
p = 0.000) también menor presencia de optimismo en sus vidas.
En lo que se refiere a la relación entre los prejuicios negativos hacia al enve-
jecimiento y el perfil de salud, se encontró que en la medida que se tienen
prejuicios negativos hacia el envejecimiento, particularmente en la salud y en
la motivación-social se presentan mayores problemas psicológicos, físicos y
sociales. En lo que se refiere a las creencias negativas sobre el carácter y la
personalidad están impactan directamente en las reacciones emocionales, en el
aislamiento social y en problemas con el sueño (ver Tabla 9).
94 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Tabla 9.
Análisis de asociación entre el Cuestionario sobre estereotipos negativos del
envejecimiento (CENVE) y el Perfil de Salud del Nothingham.
Factores Energía Dolor Reacciones Aislamiento Sueño Movilidad
emocionales Social
Salud 0.24* 0.26** 0.38** 0.35** 0.39** 0.26*
Motivación- 0.39** 0.33** 0.42** 0.44** 0.40** 0.37**
Social
Carácter- 0.29** 0.26** 0.33**
personalidad
* p≤.05 **p≤.01
Comentarios finales
México presenta un proceso acelerado de transición demográfica, transfor-
mándose en un país con más viejos que niños. Entre los años 2000 y 2050 la
proporción de adultos mayores pasará del 7% al 28 % en una población de 130
millones en 2050, con el consecuente impacto en los diversos servicios que
este grupo etario requiere (Kofi, 2002). Datos de Conapo (2007) indican que
en Yucatán actualmente 9.3% de los habitantes son mayores de 60 años y de
estos aproximadamente el 24 % de este grupo de edad son analfabetas, siendo
más mujeres que hombres quienes no saben leer ni escribir. En el caso de la
muestra con la que se realizó este trabajo, la distribución de escolaridad obte-
nida representa estrechamente la proporción de escolaridad reportada para los
ancianos de Yucatán.
Los datos sociodemográficos de los participantes también retratan a una
persona mayor que percibe su estado de salud “igual que el de la mayoría” y se
percibe a sí mismo como fiel reflejo de su edad cronológica y de los cambios
que cree y espera que ocurra en ella. Más de la mitad de participantes nunca
asiste a asociaciones o clubes sociales ni realiza actividades de voluntariado lo
cual sugiere escasos contactos sociales; sin embargo la religión parece jugar un
papel importante ya que la mayoría (dos terceras partes) asiste con regularidad
a actividades religiosas. Apenas una cuarta parte realiza una actividad física en
forma regular en tanto que el resto de participantes prácticamente tiene una
vida sedentaria, lo cual resulta preocupante dado el impacto que esto tiene en la
salud y calidad de vida de las personas.
Estereotipos sobre el envejecimiento y optimismo en adultos mayores de la ciudad de Mérida, Yucatán, México • 95
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Foto: Archivo Ramírez Aznar
PREVALENCIA DE DEPRESIÓN Y ASPECTOS
SOCIALES PRESENTES EN ADULTOS MAYORES DE
ASILOS Y ESTANCIAS DE MÉRIDA, YUCATÁN
Introducción
La depresión, es un desorden mental caracterizado por la pérdida de interés
e incapacidad de satisfacción por las actividades y experiencias de la vida dia-
ria; incluye desmotivación, alteraciones emocionales como el humor negativo
y sentimientos de culpabilidad; así como cambios cognitivos manifestados
por ideas suicidas, menor capacidad de concentración, trastornos del sueño;
cambios físicos como la pérdida de peso y modificaciones conductuales como
la pérdida de la confianza y autoestima. Es considerada como la enfermedad
mental más frecuente y es una de las principales causas de discapacidad a nivel
mundial (Jervis, 2004).
En México, de acuerdo al Instituto Nacional de Geriatría existe brechas de
información acerca de la depresión entre los adultos mayores (Douglas, s.d),
sin embargo otros autores señalan que la prevalencia varía de acuerdo al ins-
trumento diagnóstico utilizado o el grupo poblacional; cuando se aplican los
criterios del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-
IV-TR), la prevalencia es del 1 al 3%, pero cuando son utilizados los instrumen-
103
104 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
presenta en este grupo de edad, puede pasarse por alto porque en la vejez se
muestran síntomas menos evidentes y están menos propensos a sufrir o reco-
nocer, sentimientos de pena o tristeza (Gallo y Rabins, 1999).
Los adultos mayores suelen padecer condiciones médicas, tales como enfer-
medades cardiacas, derrames cerebrales o algún tipo de cáncer, que pueden pro-
vocar síntomas de depresión, asimismo, es posible que ingieran medicamentos
cuyos efectos secundarios contribuyen a la depresión; más del 15% de adultos
mayores que presenta un problema crónico de salud padecen de depresión. Es
común que los adultos mayores ingieran varios medicamentos recetados por
distintos médicos o, lo que es peor, autorecetados. Algunos medicamentos o
combinaciones de ellos ocasionan alteraciones físicas o mentales, al igual que
alteraciones en el estado de ánimo (Gallo y Coyne, 2000).
Según Faison y Stephens (2001), la depresión en el adulto mayor es de origen
multifactorial donde se encuentran presentes diversos factores como: 1) gené-
ticos, 2) somáticos, 3) psíquicos, 4) biológicos y 5) sociales (Riquelme, 1997).
Para la presente investigación únicamente se abordaron los aspectos sociales,
que se encuentran presentes en los adultos mayores, puesto que el proceso de
envejecimiento lleva consigo una serie de cambios relacionados en la esfera
familiar como lo es: el abandono del hogar por parte de los hijos, pérdidas de
personas significativas, etcétera. Asimismo, las personas que se encuentran en
periodo de jubilación padecen una serie de pérdidas, entre las que se encuen-
tran: disminución de contactos sociales y merma del poder adquisitivo, lo que
demanda un extraordinario esfuerzo de adaptación.
En el estado de Yucatán, los adultos mayores no se encuentran exentos de
esta situación mental, por lo que es importante realizar un estudio de preva-
lencia de depresión en adultos que asisten en asilos y estancias. De acuerdo a
Rodríguez (2000), los asilos son instituciones de asistencia donde son alojadas
algunas personas de edad avanzada, cuya finalidad es el agrupamiento, la reclu-
sión y una supervisión médica elemental. Los senectos podrían convertirse en
piedra angular del cuidado a corto y largo plazo, por lo que no sólo requerirán
como opción una estancia temporal, sino que también requerirán del apoyo de
la familia y la sociedad.
Las estancias son centros de atención cuya misión es asistir y orientar, indi-
vidual y grupalmente a los adultos mayores en los aspectos médico, psicológico,
ocupacional y social. Son centros en los que se ofrece una asistencia diurna
integral a aquellas personas que por sus características personales, familiares,
106 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Material y Métodos
De acuerdo con Hernández (2009), este trabajo es un estudio de diseño epi-
demiológico, descriptivo, transversal donde se obtuvo la prevalencia de la
depresión y se describieron los aspectos sociales de los adultos mayores que se
encuentran en asilos y estancias de Mérida, Yucatán en el periodo comprendido
de julio a octubre de 2012. Para conformar la población de estudio, se seleccio-
naron por conveniencia dos asilos y dos estancias para obtener una población
total de 38 adultos mayores (14 pertenecientes a los asilos y 24 a las estancias).
Se establecieron como criterios de inclusión: contar con 60 años o más, de uno
u otro género y firmar el consentimiento informado para la participación en el
estudio; se excluyeron a aquellas personas que presentaron alguna discapacidad
mental, visual y auditiva, y se eliminaron las entrevistas incompletas.
Para identificar la depresión subclínica de los participantes, se les aplicó el
Inventario de Depresión de Beck (BDI) el cual consta de 21 reactivos; cada
ítem cuenta con cuatro alternativas de respuesta que se encuentran a una escala
que se ubica entre cero a tres puntos, por tanto la puntuación total se encuentra
entre 0 y 63 puntos. Al responder el inventario, se obtiene una calificación en
cada reactivo según el estado de ánimo actual, al término del cuestionario se
realiza la sumatoria del total de puntos obtenidos y se clasifican de la siguiente
manera: a) de 1–10, altibajos considerados normales; b) 11 – 16, leve perturba-
Prevalencia de depresión y aspectos sociales presentes en adultos mayores de asilos y estancias de Mérida, Yucatán • 107
Resultados
De los 38 adultos mayores que participaron, la edad media fue de 75 años ±
8, la mínima de 60 y la máxima de 93; 18% (7) corresponde a una edad de 60
a 65 años, 21% (8) de 66 a 71, 26% (10) de 72 a 77, 24% (9) de 78 a 83, 5%
(2) de 84 a 89 y otro 5% (2) de 90 a 95 años. Respecto al género, 29% (11) son
masculinos y 71% (27) femeninos; el nivel de escolaridad se analizó de acuerdo
al lugar en el que se encuentren (asilo o estancia); se observó en las estancias
que el mayor porcentaje de personas cuentan con universidad incompleta y son
profesionistas universitarios 32% (12) contra el 10% (4) de los que se encuen-
tran en asilos; 14% (5) cuentan con secundaria completa en contraste con el
2% (1) de los asilos; 19% (7) de los que se hallan en estancias poseen entre pri-
maria incompleta y completa contra 15% (6) de los que se localizan en asilos.
Unicamente en las estancias se localizaron a aquellos que no cursaron algún
grado escolar 8% (3). (Tabla 1).
Tabla 1.
Nivel de escolaridad de acuerdo al lugar de residencia
Nivel de Escolaridad
Sin Primaria Primaria Secundaria Universidad Universitario
estudios incompleta Completa completa incompleta F (%)
Lugar F (%) F (%) F (%) F (%) F (%)
Estancia 0 (0%) 2 (5%) 5 (14%) 5 (14%) 8 (22%) 4 (10%)
Asilo 3 (8%) 2 (5%) 4 (10%) 1 (2%) 2 (5%) 2 (5%)
Total 3 (8%) 4 (10%) 9 (24%) 6 (16%) 10 (27%) 6
Fuente: Prevalencia de depresión y aspectos sociales presentes en adultos mayores de estancias y asilos
en Mérida Yucatán.
Respecto al estado civil, se observó que 10% (4) del asilo son solteros, con-
trastando con 5% (2) de la estancia; 18% (7) de los que se encuentran en estan-
cias son casados, 38% (14) son viudos y 3% (1) se encuentran en unión libre.
En los asilos 18% (7) son viudos. Sobre la fuente de ingreso de los participantes
29% (11) de pensionados se encuentran en estancias y 37% (14) en los asilos;
en cuanto a los jubilados 34% (13) se ubican en las estancias y ninguno en el
asilo. Se observó además que 59% (22) de los adultos mayores que tienen hijos,
se encuentra en estancias en contraste con el 23% (9) de los asilados, en tanto
que 13% (5) que se encuentran en el asilo no poseen descendencia comparados
Prevalencia de depresión y aspectos sociales presentes en adultos mayores de asilos y estancias de Mérida, Yucatán • 109
con 5% (2) de los ubicados en estancias; existe un pico máximo con 31% (11)
entre los que tienen de uno a tres hijos (Gráfica 1).
Gráfica 1.
Distribución porcentual de número de hijos de acuerdo al lugar de residencia
Estancia Asilo
31%
18%
13% 13%
10% 10%
5%
0%
Gráfica 2.
Distribución porcentual de niveles de depresión en asilos y estancias
Estancia Asilo
29%
43%
54%
34%
14% 7%
8% 7%
4%
0 0
Altibajos normales Leve perturbación Estado depresivo Depresión Depresión grave Depresión extrema
del estado de ánimo intermitente moderada
Gráfica 3.
Distribución porcentual de participación en la red familiar en asilos y estancias
Asilo Estancia
29%
No
Desiciones
Familiares
21%
8%
Si 42%
Convivencia Familiar
32%
No 8%
5%
Si 55%
Respecto a la convivencia del adulto mayor con algún familiar (hijos, nietos,
sobrinos, etcétera) y de acuerdo al lugar donde reside, se observó que 55% (21)
que se encuentran en la estancia conviven con su familia y 5% (2) de los que se
encuentran en los asilos también. De la misma forma, 42% (16) de los que se
encuentran en las estancias participan en las decisiones familiares, así como el
8% (3) de los que se encuentran en los asilos. Estos resultados muestran que los
adultos mayores que asisten en las estancias poseen una red familiar más conso-
lidada comparada con los que se encuentran en los asilos, porque estos últimos
en muchas ocasiones son ingresados y ya no son visitados constantemente por
los familiares (Gráfica 3).
Gráfica 4.
Distribución porcentual de participación en la red social en asilos y estancias
Estancia Asilo
61%
39% 40%
Si No Si No Si No
Grupo Social Grupo Religioso Visita a familiares
y/o amigos
Respecto a pertenencia a algún grupo social, 61% (23) de los adultos mayo-
res que asisten a las estancias pertenecen a algún grupo y 11% (4) de los asi-
lados poseen esta actividad; 39% (15) pertenecientes a las estancias no asisten
a grupos religiosos. Llama la atención este dato, ya que mediante observación
participante apreciamos que los adultos mayores se apegan a la religión en esta
etapa de su vida. Por último, 40% (15) de los senescentes que pertenecen a las
estancias frecuentan más a amigos y/o a algún familiar en tanto que los del
asilos solo el 18% (7) realiza estas visitas (Gráfica 4).
112 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Discusión
Bello, Puentes, Medina y Lozano (2005) observaron que la prevalencia de
depresión en adultos mayores a nivel nacional es de 4.5%, la cual aumenta con-
forme la edad avanza y disminuye en los niveles educativos más altos; asimismo
resultó significativo que los niveles más altos de depresión se presentaron entre
los hombres que viven en áreas rurales. Estos datos, no coinciden con los
resultados obtenidos en el presente estudio donde se obtuvo una prevalencia
general de depresión de 52% (incluye asilo y estancia), dato que se encuentra
por encima de la media nacional, sin embargo al separarla entre los asilados y
los que se encuentran en estancia, se obtuvo un 71% y 42% respectivamente,
ambas cifras sobrepasan la media nacional.
Canto y Castro (2004), en un estudio realizado en Yucatán reportaron que en
los asilos existió una prevalencia de depresión de 36.6% y en las estancias de 28%,
datos que tampoco coinciden con lo reportado con este estudio ya que las cifras
obtenidas son superiores. De igual forma se observó que la depresión prevalece
más en los asilos que en las estancias, aspecto que coincide con los hallazgos, ya que
se observó mayor prevalencia de esta situación en los asilos que en las estancias.
Mejía, Miguel, Villa, Ruíz y Gutiérrez (2007) señalan que la probabilidad
de deterioro cognitivo sumado a la dependencia funcional es mayor entre las
mujeres y aumenta con la edad; asimismo es menor en los sujetos casados y se
asoció con la presencia de diabetes, enfermedad cerebral, enfermedad cardiaca
y depresión. Aunado a ello, Colunga, García, Salazar y Ángel (2008) corroboran
que al notar estadísticamente una prevalencia de depresión de 63%, existe una
proporción de 3 mujeres por cada hombre que la presenta.
Estas proporciones coinciden con la presente investigación puesto que se
presentó mayor porcentaje de algún nivel de depresión en las mujeres respecto
a los varones, posiblemente porque en su mayoría se encuentran viudas y como
ya se sabe existen otros factores biológicos como el ciclo hormonal y factores
psicosociales que son únicos de este género y que es posible que se relacionen
con tasas de depresión más elevadas entre las mujeres. Por su parte los hom-
bres experimentan la depresión de manera distinta que las mujeres y enfrentan
los síntomas de diferentes modos; por esto tienden más a reconocer que sien-
ten fatiga, irritabilidad, sueño alterado, pérdida de interés en las actividades
que antes le resultaban placenteras; mientras que las mujeres son más propen-
sas a admitir sentimientos de tristeza, inutilidad o culpa excesiva (Cochran y
Rabinowitz, 2000).
Prevalencia de depresión y aspectos sociales presentes en adultos mayores de asilos y estancias de Mérida, Yucatán • 113
Conclusiones
Se observó una mayor prevalencia de depresión en adultos mayores del género
femenino y los que se encuentran en los asilos y una menor en los que asisten
en las estancias. Los que participan más a menudo en la convivencia y deci-
siones familiares son los que se encuentran en las estancias. Las redes sociales
en los que participan con más frecuencia los adultos mayores son los grupos
sociales y las visitas a sus familiares y amigos de manera frecuente.
Es importante mencionar, que una limitación del estudio se relaciona con
el número de participantes, por tanto las conclusiones expuestas se enfocan
solo al grupo participante. De acuerdo a lo resultados expuestos, es pertinente
recomendar que se fomenten actividades que propicien la interacción entre los
adultos mayores para participar en grupos sociales y/o religiosos así como la
interacción con familiares y amigos tanto en las estancias como en los asilos,
sobretodo en estos últimos.
Agradecimientos
A la Facultad de Enfermería de la Uady, los asilos y estancias que aceptaron
participar en el estudio por las facilidades proporcionadas para su realización.
114 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
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Foto: Archivo Ramírez Aznar
SINTOMATOLOGÍA DEPRESIVA, SALUD MENTAL Y
ACTIVIDAD FÍSICA EN ADULTOS MAYORES
Introducción
El ser humano es un organismo muy complejo, las condiciones que se requieren
para su adecuado funcionamiento son cambiantes y dependen principalmente
de dos factores: el medio ambiente donde se desenvuelven y las características
biológicas que expresa el propio individuo. Las características biológicas van
cambiando de acuerdo con la etapa de la vida, lo que a su vez demanda diferen-
tes satisfactores para llevar una vida en plenitud y si estas condiciones internas
o externas no pueden resolverse la persona desarrollará un padecimiento, el
cual puede ser de tipo físico, emocional, mental o social.
Los cambios que presenta el ser humano en las diferentes etapas de la vida
son el resultado del proceso del envejecimiento; empezamos a envejecer desde
el momento del nacimiento, claro está que de forma más evidente este proceso
se manifiesta después de la edad adulta y se asume que se inicia con la disminu-
ción de las capacidades físicas, el aumento en la aparición de enfermedades, la
disminución de la independencia y la adaptabilidad, el deterioro de los modelos
familiares y sociales, la jubilación, el decremento de la capacidad económica y
la disminución de las facultades mentales, por lo que en algunas sociedades el
envejecimiento es considerado como un tabú o estigma por su relación con el
deterioro biológico y la muerte. Sin embargo, para otras culturas, representa la
consolidación de capacidades psicosociales frutos de la experiencia personal
117
118 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
(Salgado, González, Jáuregui y Bonilla, 2005), que hacen muy valiosas a las
personas en esta etapa de la vida.
El envejecimiento, el cual es un proceso ineludible y gradual que se mani-
fiesta, principalmente, en cambios morfológicos y fisiológicos como conse-
cuencia de la acción del tiempo sobre el organismo, (Reyes, Svetlana, García,
Espinosa, Jiménez y Peña, 2009) es determinado genéticamente y potenciado
por las agresiones ambientales. Es un proceso multifactorial que involucra
mecanismos biológicos, psicológicos y sociales, de ahí que su presentación y
evolución sea individualizada.
La asignación de pertenencia al grupo de adultos mayores, de la tercera edad
o ancianidad, es arbitraria; el criterio más aceptado es la edad cronológica del
individuo. Aunque no existe un consenso sobre el número de años vividos, la
mayoría de las referencias apuntan a un rango entre los 60 y 65 años (Sánchez,
Ureña, Garcés, 2002)
Para el estudio de este proceso Neugarten (1996/1999) divide la ancianidad
en periodos y describe tres categorías importantes: 1) Los ancianos jóvenes. Son
aquellos de 60 a 75 años que aún desempeñan actividades físicas, mentales y
sociales. 2) Los ancianos mayores. Son aquellos de 76 a 85 años que tienen una
actividad física más limitada y que acaso están menos preocupados por encon-
trar formas productivas de pasar el tiempo. Para muchos de ellos, la familia y las
relaciones sociales son muy importantes. 3) La ancianidad avanzada. Se refiere a
las personas mayores de 85 años, comprendiendo un grupo heterogéneo, pues
integra individuos muy competentes así como otros para quienes los efectos del
deterioro se han vuelto más evidentes y rápidos.
Las necesidades asistenciales del grupo de los adultos mayores son comple-
jas y de múltiples orígenes. Esencialmente se trata de un grupo donde la presen-
cia de diferentes patologías, en especial de tipo crónico-degenerativas, la pre-
sentación atípica o silenciosa de estas enfermedades y el deterioro psicosocial
ante situaciones de aislamiento, determinan mayor vulnerabilidad ante la adver-
sidad. La salud mental y física son características íntimamente relacionadas con
la actividad física, que normalmente no son consideradas como prioritarias por
este grupo etario, por lo que en el presente capítulo se mostrará una revisión
conceptual del tema y los resultados más relevantes de un estudio realizado
durante 2012 en una población de adultos mayores que acudieron a la Unidad
Universitaria de Rehabilitación (UUR) de la Universidad Autónoma de Yucatán
con relación a su percepción del estado de salud, actividad física y depresión.
Sintomatología depresiva, salud mental y actividad física en adultos mayores • 119
El contexto regional
La Unidad Universitaria de Rehabilitación (UUR) de la Facultad de Medicina de
la Universidad Autónoma de Yucatán, atiende a población general con proble-
mas que requieren de terapias de rehabilitación, en su mayor parte rehabilita-
ción física. De esta población se seleccionó una muestra representativa de 100
adultos de 60 años o mayores. La sintomatología depresiva fue medida a través
de la Escala de Depresión de Yesavage (versión reducida) la cual categoriza la
depresión en tres niveles: ausente (0 a 5), leve (6 a 9), grave (10 o más).
Para evaluar la actividad física, se utilizó el Cuestionario Internacional de
Actividad Física (IPAQ), el cual ha sido utilizado en diversos estudios inter-
nacionales y se ha evaluado su validez y confiabilidad sugiriéndose su uso en
diferentes países e idiomas; además de ser propuesto por la Oms como un ins-
trumento a utilizarse para vigilancia epidemiológica a nivel poblacional, dado
que se ha puesto a prueba en 24 países y actualmente se emplea en varias
redes regionales. Este instrumento aporta información sobre gasto energético
estimado en 24 horas, en las distintas áreas de la vida diaria; tiene la ventaja de
ser aplicable a grandes muestras de distintos niveles socioeconómicos dada su
simplicidad tanto en la administración como en la obtención de los puntajes.
Para evaluar el estado de salud general se aplicó el cuestionario de salud
general de Goldberg (GHQ) el cual proporciona la evaluación que hace el indi-
viduo de su bienestar, especialmente en lo que se refiere a los estados emocio-
nales . Se trata de un cuestionario autoadministrado de 28 ítems divididas en
4 subescalas: A (síntomas somáticos), B (ansiedad e insomnio), C (disfunción
social) y D (depresión grave). La puntuación (GHQ) se realiza asignando los
valores 0, 0, 1, 1 a las respuestas de los ítems. El punto de corte para GHQ
se sitúa en 5/6 (no caso/caso). Como instrumento sugerido para identificar
problemas crónicos. La puntuación (CGHQ) se realiza asignando los valores 0,
1, 1, 1 a las respuestas de los ítems. El punto de corte para CGHQ se sitúa en
12/13 (no caso/caso).
Este cuestionario fue diseñado con la intención de identificar la severidad de
disturbios psiquiátricos menores, por lo cual se considera que, en realidad, lo que
mide es salud mental y en el cual a mayor puntuación, peor es el nivel de salud
mental. Así se obtiene una estimación del grado de severidad de la ausencia de
salud mental, cuyo puntaje total es la sumatoria de los valores obtenidos en cada
uno de los ítems. El valor máximo que se puede obtener en la escala de 12 pre-
guntas es de 36 puntos y el mínimo de cero puntos. La relación entre el género
120 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Características socioeconómicas
Con respecto a la actividad laboral, se determinó que el 34% de la población
estudiada, aún era productiva con un trabajo remunerado, mientras que el 66%
Sintomatología depresiva, salud mental y actividad física en adultos mayores • 121
minuir el riesgo suicida, ya que las tasas de suicidio son más elevadas entre
los ancianos con depresión, lo que manifiesta otro problema de salud pública
actual, en especial en adultos mayores que viven en casas de retiro.
La depresión ha sido reportada con una prevalencia menor de 5% entre los
ancianos en la comunidad; entre 10% y 16% en hospitales y de 15 a 25% en
asilos. La frecuencia de las llamadas depresiones menores se encuentra entre
15% y 20% en la comunidad, de 40 a 45% en hospitales y de 30 a 50% en
asilos. (Steffens, Fisher, Langa, Potter, Plassman, 2009). A pesar de su preva-
lencia, el diagnóstico de depresión mayor es menos frecuente en la vejez que
en otras edades de la vida, dado que la melancolía se asocia culturalmente al
envejecimiento.
La depresión suele ser más frecuente en mujeres (39.5%) que en los hom-
bres (12.3%). Es más frecuente en viudos, divorciados, en clases sociales bajas
y en el medio rural (Fava y Cassano, 2008). El incremento del número de
enfermedades crónicas se correlaciona con el incremento de síntomas depre-
sivos. También hay una clara correlación entre el número de fármacos que se
ingieren y la depresión. Los factores más comunes de riesgo se vinculan con
situaciones estresantes como viudez, cambios en la estructura familiar, falta de
soporte social, bajos ingresos por jubilación que repercuten en disminución de
la ingesta proteica adecuada y la desnutrición subsiguiente, dificultades para
solventar los gastos de vivienda, prestaciones de salud inadecuadas, anteceden-
tes familiares de depresión, enfermedades crónicas y género femenino hasta
los 88 años, edad en la que aparentemente se equiparan los géneros (Aguilar y
Pando, 2002). El insomnio, el trastorno de la autopercepción y el deterioro cog-
nitivo son síntomas que frecuentemente se asocian a la depresión en ancianos
(Soberanes, González, Moreno, 2009).
Según su etiología, la depresión puede ser exógena o reactiva, la cual obedece
a una causa externa generalmente bien definida (pérdida de un familiar o un
ser amado, pérdida monetaria o de posición social, enfermedad incapacitante,
etcétera) (Apa, 2010). Y también existe la depresión endógena que por lo general
es causada por un desequilibrio del sistema de neurotransmisores relacionados
con el estado de ánimo: dopamina, serotonina, acetilcolina y noradrenalina, que
pueden ser de origen genético o adquirido. Por lo tanto el tratamiento actual de
la depresión está basado en el uso de fármacos que regulan la función de los
neurotransmisores y neuromoduladores y por otro lado la psicoterapia, aunque
se pueden combinar ambas modalidades terapéuticas (Agüera, 2011).
Sintomatología depresiva, salud mental y actividad física en adultos mayores • 123
tienen edades entre los 60 -69 años (47%), y entre 70 y 79 años (33%). Los
grupos más longevos que van de los 80-89 años (6%) tienen una escasa parti-
cipación en los programas. Los beneficios que se reconocen con la asistencia
a estos programas de actividad física representan 50% de los casos con mejora
de la salud, en 20% con mejor ocupación de su tiempo libre y en 19% las rela-
ciones sociales (Ribera, 1993). También se refirió alivio de dolores, el sentirse
más alegres y con energía.
En los hombres se presentó además relación significativa entre autonomía
y estado mental; tomando en cuenta que al ser personas independientes son
más participativos y activos según Villalobos (1989), lo que les permite según
Quirós (1998) en su salud mental enfrentar de manera exitosa y satisfactoria su
vida. Además se encontró relación significativa entre el estado mental y actividad
física semanal en las mujeres. Es decir que entre mayor frecuencia en la actividad
física, mejores niveles de salud mental. Finalmente, en cuanto a los beneficios o
disfrute de la actividad física los valores para ambos géneros fueron elevados, les
aliviaban los dolores y en el caso de las mujeres les hacía sentirse menos tensas,
más alegres y con energía (Rosenbaum & Sherrington, 2011).
Con relación a la actividad física relacionada con el trabajo de los adultos
incluidos en el estudio, indicaron que 66% de los adultos mayores realizaban
algún trabajo fuera de casa como puede ser: empleo formal, labores agrícolas,
trabajo voluntario, docencia, entre otros. Con relación a la actividad física en el
tiempo libre, se pudo determinar que 18% de la población realizaba actividad
física, como caminar, de 1 a 3 días a la semana, mientras que 40% realizaba
esta actividad de 4 a 7 días, por otra parte 42% refirió sedentarismo. Por lo que
podemos concluir que 58% realizaban alguna actividad física en su tiempo libre.
Lo anterior es importante porque el hábito de realizar actividades los man-
tiene en forma y les permite permanecer saludables por más tiempo. Algunas
investigaciones han demostrado que la actividad física moderada aumenta en
dos años la esperanza de vida (Seligman, 1994). Además, la población estu-
diada indicó que un 13% realiza algún tipo de actividad libre vigorosa durante
su tiempo libre, mientras que 87% no realiza este tipo de actividades. Es decir
que los adultos mayores de la población estudiada tienen como rutina realizar
actividades físicas moderadas pero no vigorosas, como sería la práctica no pro-
fesional de ejercicio.
En 1977, el doctor Mahler, director de la Oms, dijo: “Si no abordamos el
asunto de la salud a nivel del individuo, del hogar, del lugar de trabajo y de la
Sintomatología depresiva, salud mental y actividad física en adultos mayores • 127
Salud mental
La buena salud es un bien inapreciable de las personas. Del mismo modo, para
el crecimiento económico y el desarrollo de las sociedades, es indispensable que
la población en general tenga un nivel elevado de salud. Los adultos mayores,
tienen pleno derecho a contar con acceso a la atención preventiva y curativa,
incluida la rehabilitación y los servicios de salud sexual. Esto entraña el reco-
nocimiento de que las actividades de promoción de la salud y prevención de las
enfermedades a lo largo de la vida, deben centrarse en el mantenimiento de la
independencia, la prevención y la demora de la enfermedades y la atención de
las discapacidades, así como el mejoramiento de la calidad de vida de las perso-
nas de edad que ya posean alguna discapacidad. Los servicios de salud, deben
128 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
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Sintomatología depresiva, salud mental y actividad física en adultos mayores • 131
Introducción
La evaluación psicológica es usualmente necesaria, cuando un adulto mayor
experimenta pérdidas asociadas al envejecimiento. Diversos estudios al res-
pecto argumentan que la adaptación y el ajuste psicológico es indispensable
en todas las etapas de la vida, inclusive en esta última, pero es indispensable
también realizar una evaluación antes de diseñar una intervención.
El presente capítulo aborda las estrategias de evaluación psicológica, tanto
clínicas como psicométricas del adulto mayor y revisa algunas técnicas de inter-
vención para este grupo etáreo de la población en México. Se presentan eviden-
cias de investigación empírica que permitió el desarrollo y validación en México
de una prueba estandarizada para evaluar la calidad de vida del adulto Mayor
denominada Inventario de actividades de la vida Diaria del Adulto Mayor
(Inacvidiam).
Son varias las causas por las que es necesario realizar evaluaciones psicoló-
gicas e intervenciones en el anciano. Por ejemplo, la causa más común de inter-
vención psicológica y de necesidad de servicios psicológicos en la senectud, es
la pérdida de las capacidades físicas. En segundo lugar, es común reportar even-
tos de sufrimiento relativos a las pérdidas, como la viudez, a la muerte de los
amigos e incluso de hijos. En tercer lugar, son importantes el estrés psicológico
asociado a una enfermedad y las consecuencias de las mismas que en muchos
casos demandan la preparación psicológica para afrontar la muerte.
133
134 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Estos tres aspectos serán analizados en las secciones siguientes, para des-
pués abordar las técnicas de evaluación del anciano desde el punto de vista
psicológico en las dos grandes esferas de esta ciencia que son la clínica y la
psicometría. Finalmente, se comentan algunas técnicas de intervención psico-
lógica ponderando las perspectivas para la investigación desde el punto de vista
psicológico de la edad provecta en nuestro país.
Adaptación a la pérdida
Con la longevidad, el individuo afronta numerosas pérdidas, desde la muerte de
la pareja, a la pérdida de las capacidades productivas y capacidades físicas que
fueron prioritarias (vida sexual, logro laboral) y hasta otras pérdidas que menos
graves, pero que son significativas para la persona como la muerte de una mas-
cota, la pérdida de una relativa autonomía personal o el deterioro económico.
Ante esto, el psicólogo que atiende al anciano debe estar pendiente de estas
pérdidas y de los procesos de duelo asociados y estar preparado para identificar
las diferentes etapas y mecanismos de ajuste (Siegel y Kuykendall, 1990).
Livneh & Sherwood (1991) utilizaron el marco de la teoría del proceso por
etapas, y contienden que la reacción psicológica a la pérdida es un proceso
predecible que incluye varias etapas consecutivas y diferenciadas entre sí. Sin
embargo, cuando Trieschmann (1984:128) revisó la evidencia de investigación
empírica a este respecto, concluyó que la linealidad del proceso podría cuestio-
narse: “No existe suficiente evidencia empírica para validar las etapas consecu-
tivas de este proceso, ya que la mayor parte de los estudios han demostrado una
tremenda variabilidad individual a la discapacidad”.
De esto, se deduce que si la teoría del proceso por etapas es utilizada acrí-
ticamente para explicar la pérdida, los psicólogos en los centros de atención al
adulto mayor podrían estar prejuiciados a esperar un proceso pre-establecido,
más que a reaccionar a los sentimientos y expectativas del paciente, por lo que
136 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Evaluación contextual
Uno de los aspectos claves a evaluar el bienestar y el estado psicológico en la
vejez, es cómo los adultos mayores estructuran y organizan su vida diaria, lo
cual requiere la valoración de actividades en su contexto: qué actividades llevan
a cabo, dónde y con quién. Además del interés en una imagen de la vida diaria
en la vejez, el conocimiento sobre las actividades de la vida diaria en la edad
avanzada es importante por varias razones.
Las actividades cotidianas pueden proporcionar datos sobre los objetivos,
motivaciones, habilidades, preferencias, necesidades y deseos del adulto mayor,
pues representan los medios primarios por los cuales los objetivos de la vida
se persiguen y se obtienen. Por lo tanto, la suma de elecciones describe el día
de una persona y refleja sus prioridades y objetivos inmediatos. Estas eleccio-
nes diarias forman el contenido y estructura de la vida entera de una persona
(Horgas, Wilms, & Baltes, 1998).
Segundo, las actividades de la vida diaria se afectan por restricciones exter-
nas como el tiempo y alcance espacial, así como por factores internos tales
como los cambios asociados al envejecimiento normal y/o patológico que
fomentan y/o dificultan la participación en cierto tipo de actividades o influ-
yen en el cómo el individuo estructura su vida diaria. El envejecimiento normal,
implica algunos cambios biofísicos, psicológicos y sociales que son inevitables
y que ocurren como consecuencia del paso del tiempo: la fuerza muscular se
debilita, los órganos de los sentidos pierden agudeza, también se aprecia un
decremento en la capacidad de resolver problemas, etcétera. Sin embargo, en el
envejecimiento patológico, los cambios son consecuencia de la enfermedad y
no parte del envejecimiento normal: enfermedades vasculares, arterioesclerosis,
demencias, etcétera (Montorio & Izal, 1999).
138 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Evaluación Clínica
Cada anciano es diferente, tiene una historia y situación que exigen de una valo-
ración individual y a la medida. Este es el fundamento para el más importante
aspecto de la evaluación psicológica en la ancianidad, que es la evaluación clí-
nica, la cual es cualitativa, individual e histórico-evolutiva por excelencia.
En la evaluación clínica, la pericia del psicólogo en la anamnesis es crucial. La
anamnesis se define como la capacidad de análisis del caso, de la investigación
exhaustiva de los signos y síntomas y de la historia de la condición (Sánchez,
2007). Para este tipo de evaluación una adecuada aproximación al adulto mayor
y el pronto establecimiento de rapport son esenciales. Un buen clínico es capaz
de captar los síntomas y signos más importantes, y sobre la base de sus cono-
cimientos y experiencia, ponerlos en perspectiva, para plantear finalmente los
diagnósticos que le parecen más probables (Sánchez, 2007). En síntesis, el psi-
cólogo clínico es un hermeneuta que interpreta una estructura de objetos reales
e imaginarios, contextuados y en una dimensión temporal subjetiva.
Examen Mental
El examen mental es un procedimiento de evaluación psicológica elemental y
que debe hacerse rutinario en el anciano. A través del examen mental se obtiene
Evaluación e intervención psicológica en el adulto mayor • 139
Nivel de conciencia
Este parámetro se refiere al grado de alerta y orientación respecto al medio que
lo rodea y se divide en tres grandes esferas: la persona, el espacio y el tiempo.
Además de estas preguntas, para conocer el nivel de alerta de una persona
se puede recurrir a otros estímulos sonoros o táctiles de distinta intensidad,
algunos de los cuales puede llegar a producir dolor, sobre todo si se quiere des-
pertar o hacer reaccionar al paciente, teniendo el cuidado de no infligir daño.
Al escribir el reporte del nivel de conciencia los siguientes descriptores son
utilizados con frecuencia:
• La lucidez, es el estado de plena alerta que corresponde a la persona
normal en vigilia.
• La confusión, se da cuando hay vigilia pero inconsistencia en las reaccio-
nes a los estímulos y a en las respuestas formuladas.
• La obnubilación, el anciano se encuentra desorientado en el tiempo (no
sabe la hora o la fecha) o en el espacio (no reconoce el lugar donde
se encuentra); indiferente al medio ambiente (reacciona escasamente
frente a ruidos intensos o situaciones inesperadas y está indiferente a su
enfermedad).
• Sopor, la persona impresiona estar durmiendo.
• El coma, se establece cuando no hay ninguna reacción a estímulos exter-
nos, incluso, aquellos capaces de producir dolor.
140 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Lenguaje
La evaluación del lenguaje se aprecia si la persona es capaz de comprender
preguntas u órdenes simples y de responder. Por supuesto, si existe sordera o
un déficit motor, la orden podría no tener respuesta por ese tipo de limitación.
Otros parámetros relacionados con el lenguaje son la capacidad de nombrar
objetos, la capacidad de leer un párrafo y la capacidad de escribir una frase. El
buen clínico es capaz de evaluar diversas maneras de percibir el lenguaje, de
procesarlo y de expresarlo. Desde luego, se tiene que garantizar que el individuo
entiende el idioma que se habla y que por ejemplo no sea analfabeta antes de
pedirle leer o escribir algo.
Memoria
Es la capacidad de recordar hechos pasados, ya sean recientes o más antiguos
(hechos remotos). También se evalúa la capacidad para retener nueva infor-
mación. Las personas que están desarrollando una demencia, como se ve en la
enfermedad de Alzheimer, tienden a recordar mejor los hechos remotos que
los recientes.
Evaluación Psicométrica
Desde la perspectiva psicológica, la evaluación clínica del paciente debe com-
plementarse con la administración de pruebas psicológicas, instrumentos que
permitan la recolección objetiva de información y que en muchos cacos nos
permiten comparar las ejecuciones del examinado con poblaciones cuyos des-
empeños son conocidos y nos permiten, mediante el uso de normar, generar
criterios de normalidad o no respecto a lo observado en la prueba. A continua-
ción y con fines de ilustración, se mencionan algunos instrumentos frecuente-
mente utilizados con la población en edad provecta, mencionado algunas de
sus características.
Muestra de reactivos-dibujos de la versión femenina y masculina del Inacvidiam (con permiso del autor,
2012)
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Foto: Archivo Ramírez Aznar.
UNA APROXIMACIÓN A LA SEXUALIDAD Y EL VIH/SIDA
EN ADULTOS MAYORES DE MÉRIDA, YUCATÁN, MÉXICO
Vera-Gamboa Ligia
Introducción
El aumento en la esperanza de vida ha llevado a cambios demográficos impor-
tantes siendo cada vez mayor, según el país del que se trate, el número de
adultos mayores que demandarán servicios de salud. Por otra parte es un hecho
reconocido que en materia de salud pública, las enfermedades infecciosas han
cedido paso a las llamadas enfermedades crónico-degenerativas.
Desafortunadamente, la sexualidad y la salud sexual, es poco abordada y las
enfermedades crónico-degenerativas no son la excepción. No es posible dejar
de señalar que, por diversos motivos, en especial los socioculturales, se da por
hecho que, para la población adulta mayor la sexualidad es inexistente y no se
diga las prácticas sexuales. Sin embargo, y tal como ha sido reconocido en el
campo de la sexología, es claro que el adulto mayor disfruta de su sexualidad y
mantiene actividad sexual independientemente de la edad, que tenga. El obje-
tivo del presente capítulo es visibilizar aspectos de la sexualidad en los adultos
153
154 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
• Más del 53% de los hombres reportaron haber tenido relaciones sexua-
les exclusivamente con mujeres, el 38% exclusivamente con hombres, y
el 10% con ambos géneros, esto es, con hombres y mujeres.
• Los sexualmente activos, reportaron tener sexo dos a tres veces al mes.
• Si su salud es muy buena, una persona tiene una probabilidad dos veces
mayor de ser sexualmente activo que aquellos con mala salud.
• El 16% de las personas que acudían a un grupo dijeron ser sexualmente
activos y reportaron que habían tenido relaciones sexuales vaginales o
anales sin protección con una pareja cuyo estatus del VIH desconocían.
• Mientras que el 28% de los que dijeron ser sexualmente activos dijeron
que no tendrían sexo sin protección bajo ninguna circunstancia, 32%
dijo que el deseo sexual y una pareja sexual atractiva quizá los llevaría a
hacerlo, y el 32% dijo que lo harían si la pareja se los pidiera, ofreciendo
numerosas razones para tener sexo sin protección. El 27% mencionó
haber estado bajo la influencia de drogas.
• El 19% dijo sentirse deprimido o necesitado de cariño, y el 14% pensó
que el riesgo para adquirir una ITS era mínimo.
Los datos anteriores muestran la necesidad de implementar acciones sobre el
VIH/sida dadas las prácticas sexuales de los adultos mayores considerando que:
• El uso de drogas representa más del 16% de las infecciones en mayores
de 50 años.
• Las relaciones sexuales sin protección, tanto heterosexuales como
homosexuales. El uso de Sildenafil y de otros fármacos que ayudan a los
hombres a lograr y mantener la erección contribuye a un mayor índice
de relaciones sexuales y de transmisión de infecciones de transmisión
sexual tanto entre las personas mayores como entre los más jóvenes.
• Tener VIH/sida puede ser el peor de los estigmas para las personas
mayores. Esto puede resultar en la posibilidad de esconder la infección a
sus familiares y amigos quedando sin redes sociales de apoyo.
Objetivo
El objetivo del presente trabajo fue visibilizar las prácticas sexuales de los
adultos mayores y su vulnerabilidad para la infección por el VIH en Mérida,
Yucatán, México.
Una aproximación a la sexualidad y el VIH/Sida en adultos mayores de Mérida, Yucatán, México • 159
Metodología
En un primer momento se presenta una revisión de la sexualdiad de los adultos
mayores y posteriormente a través de investigación cualitativa y utilizando la
técnica de historias de vida se entrevistó durante 2012 a dos adultos mayores,
uno de ellos viviendo con VIH/Sida.
Historia de vida 1
Doña María es una mujer de 73 años, que aparenta mayor edad de la referida, su
rostro y figura denota cansancio y enfermedad. Acepta conceder la entrevista
al explicarle la razón de la misma. Refiere haberse casado a la edad de 27 años
con un hombre de 37 años, y aunque él fue su primera pareja sexual, ella era la
segunda pareja de él.
Su pareja tenía otras mujeres además de ella. Al preguntarle cómo se sentía ella
sabiendo que él tenía otras mujeres y dice que sentía mucho coraje, pero que
si le reclamaba, lo que él respondía era que ella era la esposa y que mientras no
le faltara nada debía estar tranquila. Con esta pareja vivió 25 años hasta que él
falleció hace 8 años. Enviudó a los 65 años después de mantener una relación
de pareja de 25 años, tiempo durante el cual no tuvo hijos a pesar de haberlo
intentado. Refiere vida sexual coital en los últimos años antes de fallecer su
esposo con una frecuencia aproximada de una vez por semana, sin usar nunca
condón, hasta que el diagnóstico del mal de Parkinson los llevó a ya no tener
relaciones coitales.
Hay que mencionar que ella fue vendedora de una línea de cosméticos, a tra-
vés de este trabajo ella logra obtener una pensión, ya que su pareja no le dejó
pensión, solo la casa donde vive. Ella comenta que es una persona que vive con
diabetes desde hace 15 años y no bien controlada.
Poco a poco se va recuperando de la pérdida y un vecino cercano (10 años
mayor que ella) empieza a enamorarla y visitarla en su casa. Se le pregunta si en
ese tiempo (más o menos 6 meses de cortejo) salían a pasear, había abrazos y/o
besos y la respuesta fue es un no categórico: “nooo, no salíamos, nos quedábamos en
mi casa. No había besos ni abrazos porque él era muy seco”.
Después de esos 6 meses de cortejo, él le propone tener relaciones sexuales, a
lo que ella accede. Dicha relación fue sin protección, aunque a decir de ella, él
era o había sido “muy mujeriego”. Encuentro sexual que dice no haber disfrutado.
Al preguntarle dice: “es que él era muy tosco, no como mi esposo que era cariñoso”. Sin
embargo, continúan viéndose y manteniendo relaciones, tiempo en el cual él le
160 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
pide que se vaya a vivir con él a su casa pero ella no accede. Entonces él le pide
matrimonio e inician los preparativos para la boda.
Ya con los preparativos y fecha de boda, acuden a realizarse los análisis pre-
matrimoniales, análisis que incluyeron la prueba del VIH/sida, aunque la ley
del Registro Civil de Yucatán ya no la solicita en la actualidad. Al momento de
conocer los resultados de los análisis, el médico le informa a él que tiene VIH.
En ese momento el resultado de ella es negativo, pero de acuerdo a la normati-
vidad vigente, le dicen que había que repetir la prueba. En la segunda prueba de
VIH que se realiza, le dicen que también está infectada.
Es un momento muy difícil para ella cuando el médico le explica que ella tam-
bién está infectada, que era el VIH, sus formas de transmisión y el tratamiento,
aspectos que comprende la consejería post-prueba VIH. El coraje la lleva al
reclamo y el matrimonio no se efectúa. A pesar de esto, ella acepta que la siga
visitando, tiempo durante el cual continuaron manteniendo relaciones sexuales
según refiere más o menos cada 15 días. Ella manifiesta que le pedía que usara
el condón como había dicho el doctor, pero él no quería y por lo tanto no lo
usaban, sin embargo, accedía a tener relaciones. Relaciones que según refiere
disfrutaba.
Refiere que el señor falleció hace aproximadamente 3 años. Al momento de la
entrevista ella lleva ya 4 años viviendo con VIH y actualmente tiene tratamiento
con medicamentos antirretrovirales.
Al preguntarle si ella había oído del VIH/Sida, dice que si lo había escuchado y
eso había sido en la televisión (aunque al pre- guntarle que había escu-
chado, dice que en realidad no sabía que era, pero ahora ya se lo explicó el
doctor). Nunca pensó que le pudiera pasar.
Ella recomienda lo siguiente a hombres y mujeres mayores: “que si van a tener
relaciones sexuales, pues porque uno aún tiene ganas, pues que antes de hacerlo sepan que esa
persona no tenga ninguna enfermedad y que se cuiden porque la sexualidad ahí está”.
En la presente historia la vulnerabilidad femenina a la infección por VIH/
sida está presente, favorecida a decir de Herrera y Campero (2002) por las
relaciones de género, vulnerabilidad que se incrementa por los estereotipos tra-
dicionales, una mínima escolaridad entre otros sin duda alguna. Igualmente, las
nociones de conyugalidad y nupcialidad se traducen en roles sexuales definidos
a través de las relaciones de poder sostenidas por el sistema del género y que
sin duda, favorecen las relaciones sexuales sin usar condón A esto se suma el
deseo sexual latente en la etapa de adulta mayor, donde a pesar de conocer que
su pareja (la segunda) tenía VIH continúa teniendo relaciones sexuales sin usar
Una aproximación a la sexualidad y el VIH/Sida en adultos mayores de Mérida, Yucatán, México • 161
Historia de vida 2
Don Pedro es un hombre de 80 años que representa menos años de los referi-
dos. Al platicarle de la intención de escribir sobre la sexualidad en adultos mayo-
res inmediatamente da su consentimiento para hablar con él y compartir su
historia. A pesar de su edad es un hombre fuerte, jovial y muy educado. Refiere
que no fue a la escuela, pero que sabe leer y escribir lo mínimo.
Migró muy joven a la ciudad para dedicarse a la albañilería Actualmente recibe
un apoyo gubernamental de $ 1000.00 bimestrales. Refiere vivir con diabetes
desde hace aproximadamente cinco años y trata de apegarse a su tratamiento.
Entre los 14-15 años tuvo su primera novia y después de tres años se casó con
ella. Al casarse dice que todo cambió. Al preguntar responde que después que
nacieron sus cuatro hijos todo fue diferente entre ellos como pareja. Refiere a
su esposa como muy celosa, razón entre otras por las que se separaron, ellos
como pareja porque era muy celosa, por lo que se separaron aunque ella fallece
poco tiempo después.
A la edad de 36 años conoce a la que fue su segunda pareja, dice le gustaba de
ella su carácter y la atención que le ponía a él. Mantuvo con esta persona una
relación íntima y muy bonita según refiere. Iban a los bailes y la pasaban bien.
Se casaron y tuvieron una vida conyugal armónica que duró 28 años, hasta que
ella fallece a los 65 años dejándolo solo a la edad de 73 años. En cuanto a la
actividad sexual dice: “pues con mi esposa teníamos relaciones sexuales de 3 a 4 veces por
semana, pero a lo último, como ya estábamos grandes pues más o menos dos veces por semana”.
Refiere nunca haber tenido problemas para mantener relaciones, a pesar de ser
una persona que vive con diabetes. Con esta su segunda pareja tuvo un hijo.
Cabe señalar que don Pedro es muy abierto durante la plática, extrovertido,
sencillo y muy educado. Aunque habla abiertamente sobre el hecho de que aún
mantiene actividad sexual inicia o finaliza sus comentario diciendo: “aunque estoy
grande….” .
Comenta que después de haber mucho la pérdida de su esposa pues poco a
poco fue retomando su vida. Y dice pues “yo tengo mi corazoncito y pues como me
gusta el baile…”. Los domingos va al baile al centro de la ciudad de Mérida y
antes también iba los jueves a los bailes del Parque El Centenario. Dice: a veces
cuando veo a una señora… pues me gusta y...” le digo ¿cómo es eso?, ¿me puede pla-
ticar?, y comenta:
Pues como me gusta el baile, pues voy al baile, busco pareja pues somos jóvenes dice,
primero platico y hago amistad con ella, bailamos. Poco a poco agarramos plática
(la enamoro dice y sonríe) y cuando agarramos confianza y la plática da pie, le hago
Una aproximación a la sexualidad y el VIH/Sida en adultos mayores de Mérida, Yucatán, México • 163
la invitación, y si me dice que sí, pues entonces se da y como vivo solo, pues vamos a
mi casa. A veces, si ella no está casada o no tiene pareja vamos a su casa”. Si tiene
marido no me meto con ellas. Lo disfruto más ahora que cuando estaba joven. Uno es
hombre y tiene su corazoncito.
Al preguntarle si se cuida usando condón, su respuesta es positiva pero va
más en función de la forma de elegir pareja (refiere no tener relaciones sexuales
con “prostitutas”) por eso no usa condón. Alguna vez le han dicho que no? y
responde: “ a veces me dicen no, pero está bien, a las mujeres hay que respetarlas así para
que se disfrute”.
Como puede apreciarse, los mitos y estereotipos ya señalados en relación
a la sexualidad de los adultos mayores se incorporan a su vida diaria y están
aún presentes en Don Pedro. Lo que se aprecia en el relato al señalar en varios
momentos el comentario: “aunque estoy grande..”. Igualmente la cuestión del
género está presente cuando comenta: “…pues yo tengo mi corazoncito…” o dice:
“pues veo una señora y me gusta.. ” y busca las estrategias (en su caso el baile) para
entablar contacto y a partir de allí pueda surgir o no el encuentro sexual. En
relación a la infección por VIH, su vulnerabilidad está presente en el número
de parejas sexuales y el no uso del condón a pesar al parecer del conocimiento
de su existencia así como de la infección por VIH.
Conclusiones
La vivencia y práctica de la sexualidad está presente en la población adulta
mayor como lo demuestran las historias de vida presentadas, lo que demuestra
que no hay edad límite para el disfrute de la sexualidad. Por ello, a pesar de la
ignorancia y mitos prevalecientes sobre la sexualidad de los adultos mayores,
se precisa considerar lo que Maslow, (citado por Albarrán y Díaz, 2005) defi-
nió como “salud sexual geriátrica: expresión psicológica de emociones y compromisos que
requieren mayor cantidad y calidad de comunicación entre compañeros, en una relación de
confianza, amor, compartir y placer con o sin coito”. Esto es, optimización de la calidad
de relación (besos, abrazos, caricias) más que cantidad (número de erecciones,
orgasmos). Igualmente, se evidencia la vulnerabilidad de los adultos mayores a
la infección por VIH, al no usar condón lo que se entrelaza con los estereotipos
y relaciones de género.
En cuanto a la población adulta mayor y el VIH/Sida hay que destacar dos
situaciones:
164 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Recomendaciones
Por todo lo anterior, es que es pertinente considerar lo siguiente:
• Es necesario reducir y preferentemente eliminar el estigma relativo a las
necesidades sexuales de las personas adultas mayores y alentarlas a que
hablen sobre el tema con sus médicos y familiares.
• Existe la necesidad de formar a los proveedores de salud sobre la sexua-
lidad y las prácticas sexuales de la población adulta mayor con el fin de
mejorar la comunicación y con esto evaluar de manera más precisa los
riesgos que podrían presentar.
• Es prioritario integrar el tema del VIH en los servicios que se prestan
a los adultos mayores, incluida la enseñanza para la prevención secun-
daria (prevención entre personas VIH positivas) y en los servicios de
asistencia especializados. Cabe señalar que en nuestro país, el Imss ha
incorporado ya este tema en el Programa de adulto mayor de la mencio-
nada institución, quedando como tarea evaluar su cumplimiento, de lo
contrario sería necesario reforzar esta política de salud.
A manera de recapitulación, es menester tener en cuenta que si bien es en
la etapa de adulto mayor en que ocurre la jubilación, no es menos cierto, como
señala González A. (2005), que la jubilación es únicamente laboral y que no por
ello la población adulta mayor se jubila del placer.
Para finalizar, cito al compañero Omar Baños (2007):
Una aproximación a la sexualidad y el VIH/Sida en adultos mayores de Mérida, Yucatán, México • 165
Después de todo, lo que nos queda es seguir aprendiendo, porque como dice el dicho: “el que
no oye consejos no llega a viejo” y se pierde la posibilidad de vivir el enamoramiento que vive
el octogenario de Memoria de mis putas tristes (García Márquez). Historia de un octogenario
que al cumplir sus noventa años de edad decide vivir su fantasía sexual con una jovencita en
una casa de citas. Una historia de deseo, placer y amor a finales de la vida.
166 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
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Vera Gamboa, L., González Cárdenas K. (2010). Sexualidad en un grupo de adultos mayores en
Yucatán, México: Archivos Hispanoamericanos de Sexología.
Yañez, C. (2004). “Sin edad para amar: mitos y verdades de la sexualidad en la tercera
edad”. Santiago de Chile. IV Congreso Latinoamericano de Geriatría. Disponible
en: http://www.globalaging.org/health/world/2004/sexualidad.htm [Consultado
15 de Agosto 2007].
Foto: Foto Gina Villagómez. Cuzco, Perú.
Introducción
La situación de globalización mundial, la llamada “crisis económica” y el desa-
rrollo de la era de la información así como de las nuevas tecnologías han gene-
rado, entre otros, grandes cambios en la organización social y familiar de la
mayoría de los grupos de personas (Gergen, 1992). El caso de los cuidados
familiares, tanto de nuevos miembros como de aquellos que requieren algún
tipo de atención a partir de cierta edad, no ha quedado exento de sufrir conse-
cuencias. A esto hay que añadirle el aumento de la participación de las mujeres
en el ámbito público, diferente a la entrada de los hombres en el ámbito pri-
vado, quedándose justamente este aspecto de los cuidados intrafamiliares, en
cierta manera, irresuelto (Oit-Pnud, 2009).
Sin embargo, en el presente trabajo no pretendemos analizar las soluciones
que a esta situación se le han encontrado, sino profundizar más en otro fenó-
meno que igualmente se está gestando a este respecto: la necesidad de migrar,
por cuestiones de trabajo y economía del mercado, a ciudades, lugares y países
diferentes a los que habitan estas personas mayores con alguna necesidad de aten-
ción, por parte de sus hijos e hijas en edad productiva (Democracia real ya, 2013).
Los cuidados y el acompañamiento que estas personas adultas pero más
jóvenes que sus progenitores aportaban, se encuentra hoy teniendo que ser
suplantado mediante los asilos de ancianos, residencias para adultos mayores o
personas especializadas en cubrir este tipo de servicio en el propio domicilio de
la persona dependiente (Kerdel, 2009). Una pregunta importante que esto sus-
169
170 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
El envejecimiento en Europa
Ya en 1970 Simone de Beauvoir hablaba en su libro “La vejez” de la conspi-
ración del silencio hacia la misma. En una era moderna, capitalista y neolibe-
ral, las personas adultas mayores dejan de ser vistas y miradas, se invisibilizan
(Beauvoir, 2000). Al mismo tiempo, hay autores y autoras que invitan a una
construcción social nueva y más positiva de las personas con edades avanzadas
(Duran, 2006; Gergen y Gergen, 2000; Lehr, 1980).
Incluso desde la Organización Mundial de la Salud se está trabajando en esta
nueva mirada, para la cual se ha acuñado el término “envejecimiento activo”,
que resulta más completo que el de “envejecimiento saludable”, anteriormente
utilizado, por reconocer los factores que junto a la atención sanitaria afectan a
la manera de envejecer de los individuos y las poblaciones. El planteamiento
del envejecimiento activo se basa en el reconocimiento de los derechos huma-
nos de las personas mayores y en los principios de las Naciones Unidas de
independencia, participación, dignidad, asistencia y realización de los propios
deseos. Se define como el proceso por el que se optimizan las oportunidades de
bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar
la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez
(Giro, 2006).
Al menos en Europa hay que históricamente colocar el debate de los cui-
dados a las personas dependientes y de la tercera edad en la década de los 80
y 90 cuando se evidenció la importancia social del tema y las administraciones
públicas y los partidos políticos asumieron la tarea de responder a la necesidad
de abordar formalmente el tema de la dependencia de las personas mayores
(Escudero, 2007). Rodríguez (2002) señala que este interés se debió en gran
parte a cuestiones económicas relacionadas al sistema público de pensiones así
como a los intereses de seguros privados.
En todo caso, la visibilización de la situación de violencia estructural que
las personas dependientes de la tercera edad vivían posicionó el tema de su
protección en la agenda política, llegando a declarar el 2012 como año del
envejecimiento activo y de la solidaridad intergeneracional (Inmerso, 2012). La
Deconstrucción y reconstrucción de la vejez en una relación a distancia • 171
Metodología
Encuadre del caso y el proceder
Desde los movimientos feministas se ha realzado la importancia de generar
conocimiento desde lo que nos toca (Beauvoir, 2000), de adscribirnos a una
corriente filosófica o escuela académica desde lo que nos conmueve (Shotter
y Katz, 1996). En este sentido, quienes nos pretendemos sumergir en este tra-
bajo, estamos actualmente viviendo esta situación: Garbiñe, la hija de 33 años,
ha emigrado a Mérida, Yucatán, desde hace casi 2 años por razones de estudio
y de trabajo. Helga, la madre de 72, vive en Ajangiz, una pequeña localidad
del País Vasco. Ella es de origen alemán. Nació en plena II Guerra Mundial
y en cuanto pudo salió de su país para conocer otros lugares del mundo y
estudiar enfermería. Entre otros lugares residió en Inglaterra, Estados Unidos
y Panamá. Fue allá donde conoció a Víctor, su futuro esposo, con quien tras
casarse siguió viajando y residiendo durante unos años en Ecuador y Alemania
hasta que en 1979 se trasladaron definitivamente al País Vasco. Para entonces
ya habían nacido Selina y Natalia, la primogénita y la mediana de la familia. En
1981 se unió a la familia Garbiñe, la hija menor.
El contacto que mantienen Helga y Garbiñe lo califican de bastante privile-
giado, debido a que pueden verse y escucharse de manera asidua por medio del
Skype, además de que se escriben e-mails varias veces a la semana. Esta situa-
ción de separación, empero, no es agradable para ninguna de las dos. Juegan un
papel importante en todo esto los mandatos de género que ambas con gusto
cumplirían hacia la otra.
Lo que proponemos es, por tanto, iniciar un diálogo por medio de car-
tas o e-mails que aborde nuestras ideas, reflexiones y sentimientos alrededor
del acompañamiento a distancia que mutuamente nos estamos dando en esta
época de nuestras vidas. El objetivo es profundizar en nuestra vivencia, anali-
zarla y desarrollar así como plasmar un ejercicio dialógico (Bajtín, 2012) que
construya un sentir más cercano y acompañado de la actual situación, pese a
la distancia física, ya que creemos que una significación conjunta nos puede
acercar todavía más (Anderson y Gehart, 2007). No se descarta la opción de
mantener conversaciones al respecto por skype, incluso de grabarlas para que
luego sean transcritas.
174 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
Epistemología subyacente
Las bases epistemológicas y filosóficas de esta metodología se sustentan en
el construccionismo social (Gergen, 2010; Pearce, 1994; Shotter, 1993) y la
posmodernidad (Lyotard, 1999). Partimos de que no hay una realidad única y
reconocible a todas las personas que podrían estar viviendo una situación simi-
lar a la nuestra y que si la hubiera, tampoco podríamos representarla mediante
el lenguaje. Éste no es descriptivo de la realidad, sino que más bien es la herra-
mienta por medio de la cual creamos, construimos esa realidad.
Nuestro objetivo con esta experiencia no es generar un conocimiento uni-
versal ni extrapolable a otras realidades. Más bien pretendemos profundizar en
nuestras propias experiencias y significaciones, ofreciendo las diferentes voces,
opiniones e ideas para quien puedan resultarle de utilidad.
Diálogo
La conversación que a continuación presentamos inicia con la invitación que
yo, Garbiñe, le hago a mi madre, Helga, de participar en este ejercicio de comu-
nicación madre-hija. Ella acepta gustosamente, incluso ofreciéndose a buscar
más mujeres de su edad que quieran ser parte del proyecto. Le agradezco su ini-
ciativa y explico que me gustaría profundizar en la unicidad de nuestra relación.
Así, iniciamos un intercambio de ideas, recuerdos y reflexiones que a continua-
ción plasmo en la forma cronológica en que se dio. Para las palabras o expre-
siones sueltas que requieren traducción utilizaré las notas a pie de página con
Deconstrucción y reconstrucción de la vejez en una relación a distancia • 175
idea de estorbar lo menos posible la lectura natural de los textos. Los e-mails
de Helga que vienen escritos originalmente en la lengua en que ella se dirige
siempre a mí, en alemán, los presento ya traducidos.
Garbiñe a Helga, en el e-mail escrito el 28 de marzo de 2014:
Hoy tengo que ocuparme de deberes y cositas. Me he puesto a hacer la propuesta de trabajo
para el diplomado de la Unam que te comenté. Te la mando. Igual está escrita de manera
un poco verwirrend10. Lo que le propongo a la profa y a ti también, claro, pero tú ya te has
comprometido así que no tienes vuelta atrás, es analizar cómo es el acompañamiento mío
hacia tí, pero tuyo hacia mi también, a distancia, pro medio de e-mails que intercambiemos al
respecto. no sé si para ella va a ser suficientemente riguroso el trabajo que propongo. Tengo que
esperar a que me de el visto bueno. Te agradezco que pensaras en buscarme más gente, como
Angelines. Lo que pasa que me apetece hacer algo que me toque más emocionalmente. Yo tam-
bién podría hablar de esto o de cosas relacionadas con mujeres mayores que conozco aquí, pero
me parece que es interesante tener esta excusa para sumergirnos en un trabajo relacional, de
nuestra relación. No sé qué saldrá de él, pero seguro que construimos nuevas fortalezas y que
nos acercamos en entendernos mutuamente. A lo mejor hasta surge la posibilidad de hablar de
cómo es esta relación con Seli y Natalia también, a distancia, que es muy diferente, y cómo tú
te sientes y que te gusta y qué no de cada acompañamiento diferente que nos damos... No sé...
La verdad es que yo estoy de inicio muy bien con vuestro apoyo. Siempre lo habéis hecho, tú
explícitamente. Siempre me has animado a hacer este tipo de experiencias. De todas formas sí
he llorado mucho al ver este video: http://www.youtube.com/watch?v=qxu5W4bj4I8
Helga a Garbiñe, en el e-mail escrito el 30 de marzo de 2014:
Acabo de ver el video. No me parece demasiado especial. Es verdad que hay gente joven que se
van al extranjero porque aquí no hay trabajo para ellos. Pero muchas personas van al extran-
jero porque así lo quieren, porque quieren vivir experiencias, que aquí no pueden tener, porque
quieren conocer otras culturas, otros paisajes, otras personas e idiomas (dentro del idioma espa-
ñol hay grandes diferencias, como has podido comprobar y esto es interesante saberlo). Cuando
miro hacia atrás en mi vida, también me gustaría, que vosotras tres no hubierais crecido
demasiado. Selina11 podría haberse quedado en sus 12 años durante toda su vida y Natalia12 y
tu igual. Entonces hubiera tenido ciertas libertades (cine, ópera…) por un lado y por el otro la
alegría de teneros siempre entre nosotros y de reír con vosotras (¿o manipularos?). Pero esto es
solo un pensamiento. Cuando me doy cuenta, siento que es bueno que hayáis crecido y que estéis
llevando a cabo vuestras propias vidas. La unión entre padres (no puedo dejar fuera a aita13)
e hijos, hijas queda normalmente para siempre y en nuestro caso sobre todo pero también es
10 Desconcertante
11 Mihermana mayor
12 Mihermana mediana
13 Como en euskera se le llama al padre
176 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
bueno, que cada miembro de la familia originaria tenga sus funciones y objetivos en la vida,
que a menudo no tienen nada que ver con las de otros miembros.
A menudo pienso que estoy agradecida a la vida, de que os va bien, de que supe-
ráis los problemas que se os presentan y de que estáis básicamente satisfechas.
Con la edad una tiene menos motivación para luchar y se queda más con sus recuerdos
y la vida cotidiana. No quieres saber de noticias dramáticas en la televisión o el periódico y
deseas que los días, meses o años que quedan, pasen de manera harmónica. De todas formas
las hijas y nietas están siempre en nuestros pensamientos.
Tú y yo cargamos todavía con la época de la anorexia con nosotras14. Por lo menos a mi me
pasa. Fue una prueba dura, que tu superaste admirablemente. Creo que si no hubiera este tipo
de situaciones, tendríamos el paraíso en la tierra. Pero a pesar de la situación mundial actual,
merece la pena vivir y aprender. La tecnología ha hecho la separación de la familia algo más
fácil y eso en muy poco tiempo. Nosotras la aprovechamos y sentimos que estamos más cerca.
Lo que nosotros, como padres queremos es que nuestras hijas y sus planes así como deseos,
se hagan realidad o que por lo menos lo intenten. Si eso quiere decir que se tienen que ir al
extranjero, entonces es lo que deben de hacer. No creemos que tienen que sentir ningún tipo de
obligación hacia nosotras. En el fondo hemos recibido mucho de ellas a lo largo de los años de
convivencia, de lo cual podemos vivir de rentas para el resto de nuestras vidas.
No creas que siempre te voy a escribir tan largo y tendido. No sé ni si mis pensamientos te
son útiles, ¡allástu15!
Garbiñe a Helga, e-mail escrito el 10 de abril de 2014:
Hola ama16, tenemos carta blanca para seguir adelante con esto, así que te escribo mis pensa-
mientos y emociones sobre lo que me mandaste hace unos días que me sirve y mucho (no solo
para cumplir con la tarea; me sirve, sobre todo, personalmente).
Me ha emocionado mucho y llamado la atención lo que decías de que por momentos te hubiera
gustado que nos quedáramos en los 12 años. Cuando a veces oigo a gente joven sin hijos hablar
de que quieren tenerlos nunca se les ocurre ver esa edad de sus futuros retoños como “la mejor”
para ellos.
Luego hablas de la unión entre padres e hijas que queda normalmente. Y la verdad es que
en nuestro caso, yo también la siento (digo en nuestro caso, porque por ejemplo, Nicole17 me
cuenta que un hermano suyo que vive en Suiza ha roto todo tipo de contacto con ellos, con la
familia… No sé si en este caso sigue habiendo una unión… ellos tendrían que decirlo). En
nuestro caso, ¿qué es lo que nos hace sentir esa unión? Por ejemplo, con Natalia, que se meldea
14 Serefiere a cuando yo estuve diagnosticada por algo más de un año con ese padecimiento
15 Serefiere a “allá tú” o “tú verás si te son útiles”.
16 Manera en que en Euskadi o País Vasco llamamos a las madres
17 Amiga alemana que está en el momento de esta investigación de visita en Mérida conmigo
Deconstrucción y reconstrucción de la vejez en una relación a distancia • 177
menos18, sigue habiendo esa unión, pero no depende del número ni de la calidad del contacto,
¿o sí? Cómo lo hemos hecho durante todo estos años en los que hemos estado yendo y viniendo,
separadas y conviviendo para seguir unidas siendo así, además, que antes (cuando yo me fui a
Alemania con 18 años) no teníamos más que teléfono y carta. Y ¿qué tan diferente es nuestra
unión dependiendo de estos medios? (son ideas y preguntas que quieren ser una invitación a
pensar, no me gustaría que sintieras que tienes que contestar a todas, ni mucho menos).
Yo también le agradezco a la vida, primero por tenerla (que creo que no siempre me alegré
tanto de vivirla) y segundo porque haya sido en este entorno familiar, con vosotros (y no con
María y José en Nabarniz19… jajaja). Y por tener padres que me han apoyado siempre
tanto. No estoy de acuerdo con lo que dices que acarreamos el tiempo de mi anorexia con
nosotras. Yo la recuerdo como algo exterior a mí, como que no me reconozco en esa época, como
que sé que pasó, que la pasé, pero no era yo… Y lo que dices me hace pensar en que a lo
mejor fue una prueba más grande la que tú superaste alrededor de la anorexia que la que yo
superé. Igual y yo era muy joven y no me daba cuenta y tu, por tú edad adulta, sí… O igual la
significación que yo hice, el miedo que sentí, lo que dejé volar mi imaginación de a dónde podía
llevarnos todo eso no fue tanto… O igual es verdad que el amor de madre es tan grande que
finalmente tú sufriste más que yo con eso aunque yo la padeciera. Eso sí me hace sentir muy
triste y te pido disculpas, si para algo sirven…
Por último quería pararme un segundo en el tema de que lo que queréis como padres es que
nosotras intentemos o podamos hacer nuestros sueños realidad. No sé si os conté, que hace
unos meses me preguntó un chico de aquí sobre nuestro viaje en bici20. Cuando se lo cuento
hace un comentario relacionado con que para los mexicanos, nosotros, los europeos, somos unos
egoístas porque no tenemos hijos y hacemos ese tipo de experiencias. Yo pensé en que muchos
mexicanos y muchas personas tienen hijos justamente por una razón egoísta: tener alguien
que les cuide más adelante. Sé que tu no querías tener hijas para “dar una nueva vida” ni
ninguna pendejada de esas. Pero sí las querías tener porque las querías tener; es decir, por
una razón “egoísta”. Ahora, tu relación con nosotras no ha sido ni de manera europea ni de
manera mexicana egoísta. Y eso es algo que me llena el corazón y la mente de agradecimiento,
cada vez que lo recuerdo.
Bueno amatxu21, no tienes que contestar largo ni a todo. Incluso no tienes ni por qué contestar
si no te apetece. También puedes no contestar y escribir sobre o desde otro lugar. Aber du
kannst immer austeigen22. Hasta ahora ha valido la pena y mucho pararme a pensar y a
preguntarte sobre este tema. Ich umarme dich ganz dolle!23
Helga a Garbiñe, e-mail escrito el 10 de abril de 2014:
¡Mi ángel!
Sé que no esperas una respuesta demasiado profunda de mi. Pero sabes que no puedo dejar
de dar mi opinión y como no tendré mucho tiempo durante el fin de semana, porque espe-
ramos a un grupo24, te escribo todavía hoy, aunque probablemente no vaya a ser mucho.
Pero no voy a contestarte de manera ordenada.
Lo primero que me llama la atención es la opinión del mexicano que te llama egoísta porque
no quieres tener hijos o todavía no quieres. Él parte de que el egoísmo es una característica
negativa. Yo pienso, por el contrario, que no siempre es así. Mi primer embarazo podría
llarmarse egoísta o institivo. Creo que muchas mujeres quieren quedarse embarazadas ins-
tintivamente. Seguramente depende de la naturaleza, de nuestros genes. No todas las mujeres
quieren tener hijos y creo que es su derecho no tenerlos. Yo quería un hijo, pero no de alguien,
sino de vuestro padre. Con esto quiero decir, que también hay otros factores importantes, como
el amor, la seguridad de que se tiene un futuro conjunto y de que el hombre va a ser un buen
padre. A lo mejor no era tan consciente de esto último, pero probablemente estaba segura de
ello inconscientemente.
El segundo embarazo no fue un acto egoísta de ninguna manera. No quería que la primera
hija tuviera que crecer sola. Si no hubiera tenido una buena relación con mi propio hermano,
a lo mejor lo hubiera visto de otra manera. La tercera, esa eres tu, no estaba planeada, pero
fue recibida con la misma alegría y expectativa que las demás cuando llego al mundo.
En relación al amor de madre, no te puedo decir mucho. Se me hace difícil creer que tu hayas
sufrido menos que aita o yo durante el periodo de la anorexia. Creo que el sufrimiento es
diferente en cada persona y nadie puede quitárselo a otra persona. Cada quien tiene casi-casi
que superarlo. Lo que no significa que la familia no pueda hacerlo más fácil. En nuestro caso,
opino que tu puedes superar este periodo difícil más fácilmente que nosotros por el beneficio de
la juventud. ¡Algún beneficio tienes que tener como joven inexperta!
Ni mis padres ni aita y yo hemos traído hijos al mundo para que nos cuiden más tarde. Yo
veo a los hijos como una muestra del amor y la realización de la vida. Como persona soltera
se tienen planes de futuro, cuando llega la descendencia todo gira a su alrededor y más tarde
no se disfrutan tanto los éxitos o pasos personales, sino los de los hijos. Si te haces mayor sin
hijos, te pierdes esta etapa de la vida. No es una etapa importante para todas las personas.
Sin embargo, para mi sí lo es.
Para volver una vez más a la anorexia, no me puedo imaginar que ese tiempo no te haya
influenciado. Yo no la he olvidado y tampoco lo intento.
Así como comunicamos ahora, internet, skype, celular, es fácil tener contacto asiduo, mientras
que mi padre tenía que darse por servido con una carta al mes25. La unión en la familia pro-
bablemente no siempre tiene algo que ver con la cantidad de las noticias, pero sí creo que estoy
contenta si escucho algo de vosotras una vez por semana.
Que la gente joven tiene que superar su propio camino, es una regla. Piensa en los vascos
que se fueron a América o Australia o en los alemanes o europeos. Muchas veces los padres
dejaban de saber de sus hijos por el resto de sus vidas. En esto nos va mucho mejor hoy en
día. Por eso pienso que vosotras tres no os deberíais de preocupar por nosotros. Estamos los
dos juntos y nos apoyamos mutuamente. Aita y yo estamos satisfechos con la vida que hemos
vivido y no tenemos ambiciones. Vosotras tres estáis en un buen camino y esa es nuestra mayor
satisfacción. Disfrutamos la vida.
Bueno, mi nena, esto sería todo. Espero que no te sea demasiado aburrido.
Muchos besos
Helga
Garbiñe a Helga, e-mail escrito el 13 de abril de 2014:
Hola amatxu,
Pues menos mal que no iba ser “viel”26 porque me escribiste más de una hoja!! Dios miiiiii-
iiio, como dice Gabriel27, acentuando y alargando la “i”, ¡¿para todo tiene una opinión esta
mujer?! Y qué bien, ¿no? Porque por un lado supongo que por momentos nos ha podido llegar
a molestar que de alguna manera sobre todo tenías algo que decir, pero por otro, también
pienso, como dice Jakko Seikkula28, un Finlandés que trabaja con personas que tienen esqui-
zofrenia, que no hay nada peor que quedarte sin respuesta… Por lo que siempre nos hemos
sentido escuchadas por ti, porque siempre nos has respondido.
Estoy pensando en 3 preguntas orientativas que he tenido que plantear para este trabajo. La
verdad es que me molesta tener que sesgar nuestra conversación con ellas; como que a lo mejor
nos apetecería mucho más compartir otras cosas… Pero, creo que sobre esto también tendrás
una opinión (;-)) y, de hecho, está relacionado con lo que venimos hablando:
Dices que os tenéis mutuamente, que no nos deberíamos de preocupar por vosotros y eso me
alegra mucho. No porque no me tenga que preocupar por vosotros, sino más bien porque os
tenéis el uno al otro. A lo mejor no te apetece hablar de esto y si es así, sag es einfach29 y tan
tan, pero ¿cómo serían nuestros cuidados a distancia si no os tuvierais?
También hablas de que nosotras tenemos que hacer nuestras vidas y esas vidas están hasta
ahora relacionadas con el movimiento y la migración. ¿Qué costes crees que tiene para nosotras,
en nuestra relación que nosotras estemos migrando? A lo mejor también te gustaría hablar
de los costes que tuvo que tú migraras para la relación con tu aita. Alguna vez me dijiste que
él al principio no te apoyaba demasiado con esta idea tuya de viajar… Pero, al fin y al cabo
él también estaba muy contento de que te juntaras con aita, de la vida que elegiste,… ¿no?
Y luego, la tercera pregunta es acerca de cómo mantenemos esta relación. Tú has dicho que tie-
nes suficiente con que te escribamos una vez por semana. No lo sabía y me alegro que estemos
haciendo este ejercicio para aprender este tipo de cosas. Yo veo por ejemplo que Seli30 intenta
ir a veros en todas las vacaciones que ella tiene, yo, cuando estaba en Alemania también lo
hacía… ¿Qué tan importante es para nuestra relación, para el acompañamiento que nos
damos, el compartir momentos “especiales” (vacaciones, Navidades…)?
Ya está, esas son las tres. Como siempre, ama, si no te apetece responder a algo, con toda la
libertad. Y si te apetece hablar de algo que no te he preguntado igual.
Dankescchön und danke a la vida dass es dich gibt!31
Helga a Garbiñe, e-mail escrito el 15 de abril de 2014:
¡Mi nena!
En cuanto a la primera pregunta: “¿Cómo serían nuestros cuidados a distancia si no os
tuvierais?”
Tampoco serían diferentes. Si tuviéramos problemas económicos, sería otra cosa. Pero nos va
bien. Así que podemos pagar a una persona para que se ocupe de las labores domésticas en
cualquier momento, para uno o para los dos. Lo que es importante y, desgraciadamente, no
está en nuestras manos es que estemos mentalmente sanos durante nuestra vida. Si esto fuera
así estaría por mi parte satisfecha de saber que a vosotras os va bien. Creo que también aita
piensa así. Pero esto ya lo he escrito varias veces. Creo que nunca hemos pensado que sois
nuestra “propiedad” y que podemos hacer con vosotras lo que pensemos que es correcto. Así
que ahora, que sois adultas y hace tiempo tenéis vuestra vida en vuestras manos, es lo mismo.
Que estéis “por todo el mundo”, es lo que vosotras queréis y así es como estáis contentas.
Nosotros no podemos ni queremos cambiar nada en vuestro deseo. Casi no sabemos lo que es
que nuestras hijas vivan cerca de nosotros y que las veamos a diario o semanalmente. Vosotras
os fuisteis con 18 años de casa. Solo te puedo decir que, así como estamos y también si no nos
tuviéramos el uno al otro, no podemos pedir más y tampoco lo necesitamos. De hecho, es una
alegría escuchar tan a menudo de vosotras y también veros. Al igual que mis padres, nunca
se me hubiera ocurrido inmiscuirme en la vida de mis hijas, aparte de mis opiniones, natural-
mente, que os doy, pero no espero que las aceptéis necesariamente.
Las visitas de Selina son siempre bienvenidas, pero tampoco estamos tristes de que esta vez
no vayan a venir32, por primera vez en Semana Santa. A lo mejor es más importante saber,
que pensáis en nosotros que, que vengáis a veces a visitarnos mientras que el resto del año no
pensáis en nosotros. Quiero decir que también se puede reforzar el afecto, el amor a distancia y
esto es importante. Cada persona consigue mediante el amor de su familia una seguridad que
es muy importante en la vida diaria y en la relación con la sociedad.
El secreto está en disfrutar las visitas, cuando ocurran. Eso no quiere decir que todo es siem-
pre perfecto en los 14 días que pasamos conjuntamente. Pero si después podemos decir que
fue bonito estar juntos, que una ha sido estimulada con la conversación, con el intercambio
de experiencias (vuestras y nuestras), entonces ha dejado algo, sobre todo se ha reforzado el
sentimiento de pertenecer a una unidad y esto ayuda emocionalmente sobre todo a nosotros y a
lo mejor también a vosotras, las más jóvenes.
Creo que hablamos todo el rato sobre el mismo tema, aunque las preguntas no sean las
mismas. Me parece que no quieres creer que estamos verdaderamente satisfechos y que no nos
comparamos con otras familias, cuyos hijos se han quedado aquí. Así como es ahora nuestra
vida, estamos contentos, ¡¡¡¡no podría ser mejor!!!!
Voy a acabar aquí, porque quiero leer un poco antes de ir a dormir.
Ahora puedes preguntarme otras cosas, por ejemplo sobre dinero o platillos. Desgraciadamente
no tengo preguntas que hacerte, ya que si te preguntara “¿cómo te va con nuestra edad?” te
pondrías enseguida nerviosa. Y aún así tenemos que tomar las cosas como vienen y en eso
seguramente no te ayuda la psicología33. La vida trae muchos buenos momentos y también
malos, pero al final se puede decir casi siempre: “¡ha merecido la pena y nos hemos divertido!”.
Buenas noches y saludos a Erik34
Helga
35 Mi ex compañero.
Deconstrucción y reconstrucción de la vejez en una relación a distancia • 183
Ayer en el skype ya te expliqué que no es que piense que no estáis contentos. Creo que
sí sois muy felices en Astobieta, en vuestro palacete y en vuestra vida actual. Y eso me
alegra muchisísimo. Pero esta experiencia de escribirnos y de hablar de este tema, aunque
parezca repetitivo, me parece interesante. Por ejemplo, hasta ahora he aprendido que te
gusta que te escribamos o hablemos 1 vez por semana, que guardas la época de la anorexia
como algo significativo y tampoco quieres modificar eso, que te es más importante saber que
os pensamos que que pasemos mucho tiempo con vosotros, etc. (y eso sin repasar todos los
e-mails). Sin olvidarnos de la duda que pudimos despejar ayer y que creo que fue una con-
versación importante generada por este camino que hemos ido construyendo juntas por medio
de estos emails. ¿A ti qué te ha aportado este intercambio de mails, si algo te ha aportado?
Sobre la pregunta de cómo estoy con vuestra edad o cómo me relaciono con ella, pues sí me
golpea darme cuenta, como os dije ayer, que ya han pasado 5 años desde que aita cumplió 70
(edad que me marcó) y que por lo tanto ya tiene 75. Pero al mismo tiempo esto me hace pensar
en mi orgullo y admiración hacia vosotros, de lo bien que estáis, de lo mucho que sois con esta
edad. Sí creo que voy aceptando, comprendiendo, que esto es así, y así está bien. A cada edad
tenemos unas características y capacidades y a mi me encanta la idea de disfrutar las que
ahora tenéis (no estoy hablando de aprovechar ni explotar, no vaya a ser que me demanden de
maltratadora de mayores36).
Os mando un fuerte abrazo
Helga a Garbiñe, del e-mail escrito el 19 de abril de 2014:
¡Mi nena!
No sé si nos sentimos estimulados por medio de vuestras experiencias. Para mí todo tiene que
ver con que estéis satisfechas o contentas. En el fondo estáis teniendo las mismas experiencias
que nosotros a vuestra edad. Así que me siento confirmada en mis opiniones que a veces os
he hecho llegar. Lo que me enorgullece es que no sois “consumidoras normales y corrientes”,
quiero decir que tenéis intereses, sois simplemente más humanas. No estaría contenta si vierais
la actividad de la compra como un pasatiempo. Que te guste ahorrar, me parece muy bien, solo
que esto no se vuelva una obsesión. Por otro lado, vuestras noticias nos estimulan y son razón
de conversaciones para nosotros.
Este entusiasmo (dinamismo) que tú tienes, sobre todo tú pero también tus hermanas, se
pierde con los años. Mientras que tú planeas para dentro de un año (el viaje en bicicleta) o
incluso para los próximos cuatro años (el doctorado37) nosotros apenas planeamos ya. No por-
que piense que no voy a llegar hasta entonces, sino porque ya no se da, porque no tengo interés
en grandes planes. Por eso pienso que mi futuro está en vosotras. Que, por lo tanto, me alegro
36 Por skype había utilizado la expresión “me gusta la idea de aprovecharos mientras estéis con nosotras”. Mis
padres lo tomaron a chiste y dijeron que con ese “aprovechar” me estaba refiriendo a explotarlos laboralmente.
En esta frase hago alusión a ello, siendo también consciente de que estamos ecribiendo algo que otras personas,
ajenas a esta broma generada localmente entre nosotros, también leerán.
37 He compartido con mis padres que a lo mejor me animo a hacer un doctorado en un futuro cercano.
184 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
cuando Natalia tiene planes para el próximo invierno, que tú trabajas en tu viaje en bicicleta,
que Selina está intentando conseguir un puesto de trabajo estable al mejorar su curriculum o
que quiere tener un segundo hijo. Todo esto lo deseo para vosotras y me alegra por vosotras. Así
que en mi caso se puede hablar de una buena posición en la vida. Me imagino la generación
de la guerra, donde esto no era así, porque muchas mujeres perdieron a sus esposos e incluso
a sus hijos varones en la guerra, de manera que sus recuerdos eran más bien tristes, lo que en
mi caso no es así, por suerte.
Nuestro intercambio me ha dejado más clara tu postura, aunque, en el fondo, no haya apren-
dido nada llamativo de ti. Siempre fuiste entregada, honesta, alegre y no sé qué tantas cosas
más. Y ya lo sabíamos de antes que las tres encontraríais vuestros caminos en la vida.
Que tú has compartido tu vida con nosotros, no se me ha olvidado, pero nunca hemos podido
hablar de un tiempo prolongado. Todos sabíamos que nuestra convivencia iba a terminar en
algún momento. Por eso no nos entristeció ni nos decepcionó cuando Ibai y tú os fuisteis a vivir
a Vitoria38.
Mientras tú estés satisfecha, estará en general también tu entorno satisfecho. El dicho alemán
“así como se llama dentro del bosque, responde éste” es verdad, si yo doy, recibo también.
Discusión
Alcance de la experiencia y respuestas a las preguntas iniciales.
¿Qué pasa con los cuidados de personas adultas mayores en los casos en los que
sus hijos/as tienen que emigrar?
Según nuestras conversaciones podrían ocurrir diferentes cosas con los
cuidados de las personas adultas mayores: una sería que quedaran sin cuida-
dos, como parece que es el caso en el video que se intercambió y comentó
(Democracia real ya, 2013). Otra posibilidad es que estos cuidados se asuman
por parte de la pareja, de alguna persona asalariada para tal fin o incluso, como
alternativas que no se mencionaron, por otro tipo de personas allegadas. Los
cuidados requeridos no son únicamente físicos: en el caso de Helga y Garbiñe
se mencionaron las transferencias cognitivas y emocionales, que parece que
pueden seguir estando presentes pese a la distancia. Helga dice que las últimas
incluso se pueden reforzar a distancia.
¿Cuáles son los costes de esta migración en la relación de ambas partes y por
parte individual de cada una de ellas?
Algo que parece muy verdadero en el caso analizado es que no importa tanto la
frecuencia sino la calidad. Pese a que Helga habla en algún momento de que le
gusta saber de sus hijas una vez por semana, también opina que no es necesa-
rio verse en ninguna fecha en especial: lo importante es que tras los contactos
una pueda decir que “ha merecido la pena y nos hemos divertido” (15 de abril
2014). Los e-mails, el skype, el teléfono… facilitan la asiduidad de contacto. La
mamá de esta díada piensa mucho en cómo era o hubiera sido en otros tiempos,
cuando el medio de comunicación más común era las cartas. Sin embargo, lo
que parece más importante es que ella sepa que sus hijas los piensan y cualquier
medio para hacerle saber eso sería, en principio, suficiente.
Resultados no esperados
Algunas de las respuestas que no esperábamos en este intercambio y surgieron
de la propia conversación fueron, la importancia para los padres de saber que
sus hijas están haciendo lo que quieren en la vida y superan los obstáculos que
se les ponen delante. Si bien, esto no es algo generalizable a todas las familias,
fue algo que emergió en diferentes momentos del diálogo expuesto.
Por otro lado, y en estrecha relación al tema de los cuidados, parece que la
satisfacción de la que tanto habla Helga tiene en parte que ver con la salud men-
tal que para ella es importante mantener durante toda la vida. Esto podría rela-
cionarse con el concepto de empoderamiento manejado desde el feminismo y
atribuido también al envejecimiento: el control sobre sus vidas, encarnado en
una buena salud mental además de unos recursos económicos para poder dis-
poner de cuidados o apoyo doméstico en caso necesario, otorga una sensación
de seguir decidiendo sobre la propia vida. Al mismo tiempo resulta interesante
recordar en este punto a Virginia Woolf quien pese a asumir una postura de
enferma mental reclama para sí misma justamente esta posibilidad de poder
decidir (Daldry, 2002).
De alguna manera podría cuestionarse la idea de invisibilización de la vejez
presentada en el marco teórico en alusión a Simone de Beauvoir (1970): el
empoderamiento que aquí mencionamos estaría muy por encima de la lucha por
la visibilización. El significado otorgado a las personas adultas mayores, como
personas dueñas de sus facultades y poder de decisión, hace pensar mucho más
Deconstrucción y reconstrucción de la vejez en una relación a distancia • 187
sienten y otras no. Muchas feministas nos preguntaríamos hasta qué punto es
este instinto una construcción social (Saletti, 2008). También se abarca el tema
del amor de madre, el cual seguidamente nos refiere a las diferentes maneras de
vivirlo (en caso de que lo haya), por ejemplo, dejando que las hijas realicen sus
sueños, lo cual en muchos casos podría ser criticado como prueba de ser una
madre desapegada.
En este sentido, podríamos entender a Helga como una mujer avanzada
para su época que se atrevió a salir y viajar en un contexto sociocultural en el
que se esperaba que las mujeres permanecieran en casa de sus progenitores
hasta casarse. Ahora lo que le es importante a ella, para su tranquilidad durante
su vejez, es justamente que sus hijas gocen de esa misma autonomía, que estén
libres. Su perspectiva y discurso, bien podría ser visto, pues, como un discurso
feminista.
La comodidad que Helga sintió al tener sus hijas ya 12 años y ser ella más
libre para poder dedicarse más tiempo a sí misma, mientras al mismo tiempo
podía disfrutar de la inocencia de sus hijas es otro punto interesante a analizar
desde la perspectiva de género: ¿cómo es que en edades anteriores de sus hijas
no pudo ella sentirse libre?
Por último, y adentrándonos más en la etapa vital que nos ocupa, es patente
que el contacto que esta familia consigue mantener por medio de las nuevas
tecnologías resulta de gran importancia, por lo que nos preguntaríamos ¿cómo
se puede facilitar a otras familias que viven una situación similar el acceso a
este tipo de tecnologías? Siendo además el mundo de lo tecnológico un mundo
clásicamente masculino nos deberíamos a lo mejor preguntar adicionalmente
si se deben de plantear medidas especiales para mujeres desde un análisis de
impacto de género.
Propuesta final
Tras esta experiencia se hace patente la importancia de fortalecer o sensibilizar
a la población en general sobre el acompañamiento a distancia para la gente
mayor usando las tecnologías como recurso emocional decisivo cuando hay
migración. En ese sentido proponemos la facilitación de cursos de nuevas tec-
nologías a personas de la tercera edad, así como la accesibilidad de equipos con
conexión a internet. Nos parece importante la alfabetización digital de perso-
nas que a lo mejor han vivido la revolución informática al final de su carrera
profesional, como es el caso de Helga y Víctor. Pensamos que una campaña
titulada “abuelos y abuelas 2.0” podría trabajar este aspecto que tanto apoyo
emocional y cognitivo puede brindar a las personas de mayor edad.
190 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
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195
196 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
las frases que encierran grandes ideas como: “lo privado es público”, “lo perso-
nal político”. Sobre la discusión sobre los límites entre lo público y lo privado
y la visión que se tiene como espacios segmentados (Pateman, 1996; Goffman,
1989) defienden precisamente que lo personal es público. Es aceptar de una vez
por todas que efectivamente como nos diría Agnés Heller:
... La vida cotidiana es el conjunto de actividades que caracteriza reproducciones particulares
creadoras de la posibilidad global y permanente de la reproducción social... En toda sociedad
hay pues una vida cotidiana: sin ella no hay sociedad” (Heller, 1972: 42).
Pero advierto que el reescribir la historia, dando voz a las abuelas, en oca-
siones duele, porque implica romper la imagen tierna que nos dejó Cri Cri
(Gabilondo Soler) de ellas, aquellas de cabello blanco que guardan bajo llave en
un antiguo ropero los recuerdos. De las viejecitas que alegran a la familia con
sus guisos sabrosos, sus manualidades y frases tiernas. Esas imágenes gratifi-
cantes, que en parte son y fueron ciertas, pero que permiten se nos olvide que
los amables y queridos rostros de esas abuelitas, esconden grandes secretos que
pueden incluir: relaciones pasionales, enfrentamientos con los grupos de poder,
rompimiento de las normas, participación en conflictos bélicos, una infinidad
de situaciones que nos ilustran y explican la época en la que fueron jóvenes.
Resulta revelador que las abuelas, las mujeres de la tercera edad, de una
manera frecuente, más de lo que podríamos imaginar, padecieron a lo largo de
sus vidas: injusticias, discriminación y violencia. Situaciones que, la mayoría de
las veces, sufrieron y sufren en silencio, para mantener el honor de la familia y
cumplir así con los estereotipos femeninos impuestos por el sistema patriarcal,
tal como lo refieren algunos estudios al respecto (Villagómez, 2013) donde
queda al descubierto el aislamiento y desinterés que sufren las personas de la
tercera edad y el sufrimiento, desigualdad y violencia que eso representa para
este grupo social, particularmente si se trata de mujeres.
Por eso, “de esas cosas no se habla”, es una frase recurrente, un mandato
que de mujer a mujer atraviesa generaciones, y que instalada en el inconsciente
femenino nos obligan a callar e impiden darle voz real a las abuelas. No importa
que el acontecimiento silenciado, un abuso, un acoso, una infidelidad o alguna
forma de violencia sufrida, sea responsabilidad de otra persona, se deberá callar
o el estigma social recaerá sobre la mujer. De esta forma la violencia que incluye
como variantes los posibles daños físicos, sexuales, económicos y psicológicos
que sufre una mujer por razones de género, inmersa en relaciones de discrimi-
nación y desequilibrio de poder, incluye uno más; la invisibilidad. Ya no sólo
Deshaciendo nudos: La voz de las abuelas. Reseña de libro y comentarios • 197
como sujeto (a) histórico sino como personalidades concretas, que requieren
ser reconocidas, aceptadas incluso admiradas no sólo por las características
impuestas como “dulces y tiernas abuelitas”; sino por todo aquello que real-
mente lograron solventar, construir, aportar, y que las constituye como identi-
dades femeninas fuertes, sabias y hábiles en más de un sentido.
Y no hay nada más liberador para ellas y para nosotras, que contar la propia
historia, dejar a un lado la carga de los secretos, sentirse escuchada, ser el centro
de la atención en un mundo que sobrevalora la juventud y que tiende a ignorar
a los y sobre todo a las que se salen de él. Sentirse útil, transmitiendo experien-
cias, saberes es, para ellas, nuestras abuelas, la mejor de las terapias, un placer
inmenso. Para las demás mujeres conocer las historias de las abuelas significa
tejer con ellas, utilizando el discurso como madeja, el pasado que nos ayuda a
comprender los dilemas del hoy y nuestra propia identidad.
En mi caso, tener la gran fortuna de convivir con ellas durante toda mi
infancia y mi primera juventud, conocer anécdotas de sus vidas, sus refranes,
sus consejos, sus caricias, resulto en un experiencia compartida intensa, com-
prometedora y positiva. Mostrar interés por sus historias y escucharlas por
largas horas llenó una necesidad importante para ellas, ya que cada anécdota
contada, alegre, triste, difícil o exitosa, le daba sentido a sus vidas, les permi-
tía redefinir su identidad, sentirse de nuevo importantes, útiles, comprendidas,
vivas. Me ayudó también a mí, porque solo comprendiendo a las abuelas logra-
mos el conocimiento más profundo de quienes somos.
Enlazar las historias familiares nos permite reconocer aspectos de los proce-
sos históricos regionales por lo general ignorados. Por ejemplo, el papel de las
mujeres de las pequeñas ciudades a finales del siglo XIX y principios del XX,
cuando las maestras y educadoras abrieron camino a las siguientes generaciones
de mujeres a la ciencia y al conocimiento (Lamaître, 1998). Sí poco se conoce
de las instituciones laicas, educativas y literarias, donde participaban mujeres de
las capitales, como la formada por la maestra Rita Cetina en Yucatán llamada la
Siempreviva (Menéndez, 1909 y Lamaître)40, menos aún se conoce la vida de las
maestras que desde Villas como la de Espita, dirigían liceos educativos laicos
para niñas y becaban a las de escasos recursos.
40 Rita Cetina Gutiérrez (1846-1908), destacada profesora yucateca que fundó la Sociedad Científica y Literaria con
el fin de realizar acciones que contribuyeran a transformar la tradicional cultura de las mujeres. Esta agrupación
social, junto con una escuela para niñas y una publicación periódica denominadas La Siempreviva, fueron el inicio
del proyecto educativo emprendido por una mujer visionaria que fortaleció el magisterio de mujeres donde se
formaron las precursoras del feminismo en Yucatán (Menéndez, 1909 y Lamaître, 1998)
198 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro
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AUTORAS Y AUTORES
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208 • Tercera Edad. Múltiples perspectivas y retos para el futuro