La Inclusión Social de La Discapacidad

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La inclusión social de la discapacidad

como tecnología biopolítica: una


reflexión para el Trabajo Social* 1

Ánderson Henao Orozco**


Estudiante de Maestría en Investigación en Problemas Sociales Contemporáneos
Universidad Central, Colombia

Resumen
La discapacidad es un problema social que admite ser un campo de investigación académica y un área de actividad política,
que le sugiere al Trabajo Social reflexiones críticas respecto de sus componentes disciplinar y profesional. También es una
superficie discursiva, en donde las relaciones de saber-poder producen discursos como los de inclusión social, que delimitan y
eligen por “objetos” a sus propios sujetos: cuerpos subjetivados como diferentes, y agrupados en una población para facilitar
su administración y gestionar su potencia de vida, mediante tecnologías biopolíticas, orientadas hacia el fortalecimiento de
las condiciones de vida de dicha población.
Palabras clave: Inclusión social, biopolítica, discapacidad, diferencia, Trabajo Social, deontología.

···
cómo citar este artículo
Henao Orozco, Ánderson. 2014. “La inclusión social de la discapacidad como tecnología biopolítica: una reflexión para el Trabajo Social”. Revista Trabajo
Social 16: 157-173. Bogotá: Departamento de Trabajo Social, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia.

Recibido: 30 de septiembre del 2013. Aceptado: 02 de marzo del 2014.

* Artículo basado en la experiencia investigativa del autor en sus estudios de maestría en Investigación en Problemas Sociales Contempo-
ráneos, en el Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos, Universidad Central, Colombia.
** [email protected]

Trabajo Social N.º 16, enero-diciembre 2014, ISSN (impreso): 0123-4986, ISSN (en línea): 2256-5493. bogotá. páginas 157-173 157
Ánderson Henao Orozco

Social Inclusion of Disability as Biopolitic


Technology: A Reflection for Social Work

Abstract
Disability is a social problem which can be treated as a field of academic research and an
area of political activity and can offer Social Work critical reflections with respect to its
discipline and professional components. It is also a discursive surface, where the relations of
knowledge-power produce discourse such as that of social inclusion, defining and choosing
as “objects” its own subjects: bodies subjectivized as different and grouped in a population
to facilitate their administration and manage their life potential through biopolitic tech-
nologies, aimed at strengthening the life conditions of said population.
Keywords: social inclusion, biopolitics, disability, difference, Social Work, deontology.

A inclusão social da deficiência como tecnologia


biopolítica: uma reflexão para o Trabalho Social

Resumo
A deficiência é um problema social que admite ser um campo de pesquisa acadêmica e
uma área de atividade política, que sugere ao Trabalho Social reflexões críticas a respeito de
seus componentes disciplinar e profissional. Também é uma superfície discursiva, na qual
as relações de saber-poder produzem discursos como os de inclusão social, que delimitam
e escolhem por “objetos” seus próprios sujeitos: corpos subjetivados como diferentes e
agrupados numa população para facilitar sua administração e administrar sua potência
de vida, mediante tecnologias biopolíticas orientadas ao fortalecimento das condições de
vida dessa população.
Palavras-chave: inclusão social, biopolítica, deficiência, diferença, Trabalho Social, deontologia.

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La inclusión social de la discapacidad como tecnología biopolítica: una reflexión para el Trabajo Social

El atractivo terrible que poseen las formaciones co- la realización de lo que se instituye como humano
lectivas que se embriagan con la promesa de una comu- digno. Así, por ejemplo, una persona que se desplaza
nidad humana no problemática, basada en una pala- en silla de ruedas, podrá ver obstaculizada su calidad
bra infalible, consiste en que suprimen la indecisión y la de vida cuando afronta un entorno sin adecuaciones
duda, la necesidad de pensar por sí mismo, otorgan a sus arquitectónicas. Una persona con deficiencia mental,
miembros una identidad exaltada por la participación, es propensa al desamor y a la desprotección cuando
separan un interior bueno —el grupo— y un exterior se asume como anormal. Una persona con discapa-
amenazador. cidad cognitiva, es proclive a la negación del capital
cultural cuando se carece de estrategias pedagógicas
(ZULETA 1980, 2) que posibiliten su aprehensión. Y una persona con
discapacidad visual, podrá sentir su participación so-
cial restringida cuando en las prácticas sociales pre-
El surgimiento de lo que en las Ciencias Sociales domina la dimensión escópica.
es considerado como “la contemporaneidad”, está re- Desde el punto de vista médico, la discapacidad
definiendo ética, filosófica y epistemológicamente las tiene dos etiologías: una por factores exógenos y otra
miradas respecto al sujeto. Ya no se trata de univer- por factores endógenos. En la primera, la discapaci-
sales que hablan de hombre o mujer como punto de dad se adquiere a través de contingencias tales como
partida de las reflexiones ontológicas, sino más bien, accidentes, desastres naturales, guerras etc., y en la
de “diferencias” humanas radicalizadas mediante segunda, la discapacidad se presenta en el proceso
postulados éticos y morales, que subrayan la posibi- que tiene que ver con la gestación humana o en el
lidad de ser múltiple; pero, esto no significa para el terreno de lo genético. Sin embargo, la vejez se cons-
Trabajo Social, que basta con dar un giro lingüístico tituye en una situación que predispone y encauza a
e incorporar en los enunciados disciplinares, catego- todo sujeto en la discapacidad, es decir, la patologi-
rías como género, diversidad sexual, multiculturali- zación capitalista del cuerpo es tal, que deviene en
dad, discapacidad, etc., para actuar en conformidad discapacitado.
con las expectativas profesionales propias del código En términos estadísticos y según el Censo DANE
de ética; más bien, de lo que se trata, es de interrogar 2005, la tasa de prevalencia de discapacidad para el
al Trabajo Social, en relación con la fundamentación total de la población colombiana (41.468.000 habi-
del método de intervención, el cual responde a im- tantes), es del 6,4 %, mayor en hombres (6,6 %) que
perativos éticos y morales que bien valdría la pena en mujeres (6,2 %). En cantidad de limitaciones, se
poner en discusión. encuentra que el 71,2 % presenta una limitación, el
Para explicar las afirmaciones precedentes, abor- 14,5 % dos limitaciones, el 5,7 % tres limitaciones y
daré el fenómeno social conocido como discapacidad1, el 8,7 % tres o más limitaciones permanentes. Del
que define el desajuste o desviación que experimenta total de la población con discapacidad, el 33,3 % ca-
el sujeto con su entorno, a razón de deficiencias en rece de nivel educativo, mientras que el 29,1 % posee
órganos y estructuras corporales, incluida la psiquis, nivel de básica primaria incompleta; para el caso de
que corresponde a un problema social, en cuanto si- educación superior, cerca del 2,34 % se encuentra en
tuación socialmente indeseable. algún nivel de educación ya sea técnica, tecnológica
Los imperativos éticos y disciplinares del Trabajo o profesional, el 1 % culminó sus estudios superiores
Social, admiten definir a la discapacidad como pro- y el 0,1 % se encuentra en postgrado. Respecto a las
blema social, porque supone la negación de la satis- características socioeconómicas, sumando los estra-
facción de necesidades, que impiden el desarrollo y tos más bajos 1 y 2, cerca del 78,7 % de la población
habita en zonas con bajos ingresos económicos y en-
1 El adjetivo ‘discapacitado’ se utiliza para hacer referencia a
aquella persona con un déficit cognitivo, físico, mental o sen-
frenta dificultades de accesibilidad de transporte y
sorial. equipamientos urbanos (DANE 2005).

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En la perspectiva del Trabajo Social, abordar la o por fuera a quien no cumpla con los parámetros
discapacidad, implica ir más allá de la visión biomé- establecidos.
dica y reparadora de un déficit en un órgano o es- Es así como organismos internacionales están
tructura corporal. Esta ha dejado de ser un discurso trazando las políticas del Tercer Mundo para “en-
exclusivo de las ciencias de la salud y, más bien, se cauzarlas” hacia un simulado desarrollo, construido
ha ido configurando en un problema social, no por con base en valores capitalistas como los de igualdad,
el déficit en sí mismo, sino por los efectos que se de- fraternidad y libertad.
rivan de la interrelación de esta con el sujeto y con El proceso contemporáneo de generalización y
su entorno. En concreto, la discapacidad como una normalización social de la discapacidad describe un
construcción social (y no la contingencia del déficit) tipo de itinerario comteano de orden, corrección y
deambula por el par dialéctico exclusión social - in- progreso gradual hacia el desarrollo inclusivo que, en
clusión social. Justamente, es este escenario (exclu- la perspectiva capitalista, es susceptible de cuantifi-
sión-inclusión) la base epistemológica para empezar car y cualificar a través de indicadores que, sumados
a problematizar la discapacidad. con la clasificación anatomopolítica del sujeto, esta-
En un primer acercamiento a las nociones ca- blecen cuáles son los atributos o parámetros de una
pitalistas de exclusión-inclusión social, es plausible vida que se supone normal. Para ello, se crea una se-
afirmar que la primera, representa ciertas condicio- rie de campos discursivos y tecnologías de poder, que
nes sociales, políticas, económicas y culturales que enuncian cómo, y a través de qué, se alcanza una vida
en una perspectiva, posibilitarían el surgimiento y el digna y con calidad (una especie de ascenso social)
perfeccionamiento de lo “humano digno”, mientras que contempla el acceso a la educación, la salud, el
que la segunda, “contrapuesta” a la anterior, corres- trabajo, la política, el mercado, la recreación y la cul-
pondería a un estado social de cosas, en el que la ne- tura. Satisfactores medibles y asequibles en cuanto se
gación y la insatisfacción de necesidades impiden la posea capacidad de consumo, en el marco del sistema
emergencia de dicha dignidad. de mercado neoliberal. De este modo, en la medida
En esa lógica, se configuran dos escenarios socia- en que sea el consumo de bienes y servicios lo que
les (exclusión-inclusión social) que aunque coexis- indica si se está o no por fuera del sistema social, será
tentes, simulan un par dialéctico aprehendido en los el factor económico el que determina la inclusión.
procesos de colonización europeos y, en particular, en Lo que quiero señalar con esto, es que la noción
aquellos procesos de ilustración e industrialización de inclusión social puede ser una reificación de las
del siglo XVIII, que dividieron al mundo en el bino- necesidades humanas y una cosificación de su satis-
mio Primer y Tercer mundos (Escobar 1996). Dicho facción, en cuanto estado ideal de cosas y de necesi-
binario se inscribe en otra díada que da pistas para dades satisfechas, ya que las sociedades crean perma-
explicar su epistemología: desarrollo - subdesarrollo. nentemente satisfactores que devienen en históricas
Así, inclusión es a desarrollo y exclusión a subde- concepciones de desarrollo y de inclusión cada vez
sarrollo. Tal como señala Rosangela Berman, en su más elevadas. En ese sentido la noción en cuestión,
artículo “Desarrollo social inclusivo: una perspecti- super- y yuxtapone necesidades humanas en una es-
va desde la discapacidad” elaborado para el Banco pecie de utopía o de Estado social deseado, que hace
Mundial en el 2010, se requiere de ciertas condicio- que la inclusión social (o el desarrollo social inclu-
nes políticas, socioeconómicas y ambientales, que sivo) se configure en una metanecesidad reificada y
solo las puede brindar el desarrollo, para que cierto cosificada, que el ser humano procura obtener con-
estado social ideal de cosas se dé. No obstante, Jimé- tranaturalmente, pero, que se le presenta, para su
nez (2008) cuestiona el hecho de que el concepto de infortunio, como algo inalcanzable e impracticable,
inclusión social esté ligado a los procesos de desarro- pues cada que da solución a una necesidad estable-
llo económico, globalización y progreso tecnológico, cida, emerge otra, al mejor estilo de una matrioska
pues en su marcha lineal (el desarrollo) deja de lado infinita. En otras palabras, mientras el ser humano

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La inclusión social de la discapacidad como tecnología biopolítica: una reflexión para el Trabajo Social

avanza un paso para satisfacer sus necesidades y sen- Según Castro, la biopolítica
tirse incluido, la noción de inclusión social avanza Es un poder que se ejerce en el ‘nivel biológico de
dos. De este modo, el deseo por la inclusión social la especie’ con el fin de potenciar las fuerzas físicas,
(en la medida en que representa un estado ideal y de- ordenarlas, gestionarlas y hacerlas crecer. Lo biológico
seable de condiciones establecidas en una sociedad) entra en el ámbito de la administración estatal y forma
se concreta en el consumo de bienes y servicios que, parte del juego de las estrategias políticas. (2011, 11)
a quien los tenga será investido de incluido y a quien
no, de excluido. En perspectiva foucaultiana, lo que hay allí es un
En la perspectiva nietzscheana y en relación con tipo de racionalidad gubernamental, orientada ha-
el cuestionamiento acerca de la soberbia del hom- cia la gestión de la potencia de vida de estos sujetos,
bre y, en particular, del hombre científico que da ya que “la vida se instala en el centro de la política
por sentado que todas sus consideraciones gozan de estatal para hacerla más segura, productiva, eficien-
verdad, resulta posible inferir que en el binomio ex- te, regulada y menos sometida a las contingencias”
clusión-inclusión social, hay una moral que habla de (Castro 2010, 56).
un estado social indeseable y un estado social desea- De este modo, la inclusión social de la discapa-
ble, construido y configurado a través de arquetipos cidad como tecnología biopolítica, deviene en estra-
como los de necesidades básicas, derechos humanos, tegias y tácticas gubernamentales para “hacer vivir,
bienestar social, acceso al mercado, dignidad huma- hacer feliz” a esta población, a través de prácticas
na y calidad de vida. En ese orden de ideas, exclusión discursivas que para Foucault (1970), forman siste-
e inclusión social (en perspectiva nietzscheana y fou- máticamente los objetos de que hablan: formaciones
caultiana) son nociones que resultan de la confron- discursivas que se entrecruzan con dispositivos de
tación de fuerzas y voluntades de saber-poder, que seguridad o mecanismos jurídicos como los de polí-
construyen en una especie de simulación de verdad, tica pública, que tratan asuntos como la prevención/
un estado ideal de cosas constituyentes de lo bueno y mitigación de la discapacidad, corrección de estos
lo malo o lo moral e inmoral. cuerpos y readaptación social. Un ejemplo de ello, lo
Hasta aquí, sin duda el escenario ideal para la constituyen las leyes 1618 del 2013 y 361 de 1997, en las
discapacidad (calificado como deseable por el capita- cuales identifico posibles estrategias y tácticas bio-
lismo) es el provisto y advertido por el paradigma de políticas para intervenir la discapacidad desde la gu-
inclusión social. No obstante, es necesario y plausible bernamentalidad. En particular, lo enunciado por el
pensar lo impensado en relación con este discurso artículo 2 (numerales 2, 6, 7 y 8), artículo 3 y artículo
que en sí mismo, resulta política, ética y moralmente 5 (numerales 2, 3, 5, 8, 9, 12 y 13) de la Ley Estatutaria
correcto. 1618 del 2013, y artículos 3, 4 y 5 de la Ley 361 de 1997,
Lo que estoy sugiriendo, es que la inclusión social plantean principios, instituciones y mecanismos jurí-
de la discapacidad (en clave foucaultiana) es: por un dicos que devienen en tecnología biopolítica:
lado, una superficie discursiva en donde las relaciones La Ley 1618 del 2013, “por medio de la cual se es-
de saber-poder causan formaciones discursivas que tablecen las disposisciones para garantizar el pleno
delimitan y eligen por “objetos” a sus propios sujetos: ejercicio de los derechos de las personas con discapa-
cuerpos subjetivados como diferentes y agrupados en cidad”, señala en el artículo 2 (numerales 2, 6, 7 y 8),
una población nombrada como “discapacidad”, para artículo 3 y artículo 5 (numerales 2, 3, 5, 8, 9, 12 y 13):
facilitar su administración y para gestionar su poten- Artículo 2. Definiciones. Para efectos de la presen-
cia de vida (hacer vivir, hacer feliz) conforme a los te ley, se definen los siguientes conceptos:
parámetros establecidos por un tipo de racionalidad 2, Inclusión social: es un proceso que asegura que to-
capitalista y, por otro, una tecnología biopolítica que das las personas tengan las mismas oportunidades,
se orienta hacia el fortalecimiento de las condiciones y la posibilidad real y efectiva de acceder, participar,
de vida de esta población. relacionarse y disfrutar de un bien, servicio o am-

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biente, junto con los demás ciudadanos, sin ninguna políticas, planes y programas, garanticen el ejercicio
limitación o restricción por motivo de discapacidad, total y efectivo de sus derechos, de conformidad con el
mediante acciones concretas que ayuden a mejorar la artículo 30 literal c), de la Ley 1346 del 2009.
calidad de vida de las personas con discapacidad.
6, Rehabilitación funcional: Proceso de acciones médicas Por su parte, la Ley 361 de 1997, “por la cual se
y terapéuticas, encaminadas a lograr que las personas establecen mecanismos de integración social de las
con discapacidad estén en condiciones de alcanzar y personas con limitación y se dictan otras disposicio-
mantener un estado funcional óptimo desde el punto nes”, en los artículos 3 y 5 señala:
de vista físico, sensorial, intelectual, psíquico o social, Artículo 3. El Estado colombiano inspira esta
de manera que les posibilite modificar su propia vida y Ley para la normalización social plena y la total
ser más independientes. integración de las personas con limitación y otras
7, Rehabilitación integral: Mejoramiento de la calidad disposiciones legales que se expidan sobre la materia
de vida y la plena integración de la persona con disca- en la Declaración de los Derechos Humanos procla-
pacidad al medio familiar, social y ocupacional, a tra- mada por las Naciones Unidas en el año 1948, en la
vés de procesos terapéuticos, educativos y formativos Declaración de los Derechos del Deficiente Mental
que se brindan acorde al tipo de discapacidad. aprobada por la ONU el 20 de diciembre de 1971, en
8, Enfoque diferencial: Es la inclusión en las políti- la Declaración de los Derechos de las personas con
cas públicas de medidas efectivas para asegurar que Limitación, aprobada por la Resolución 3447 de la
se adelanten acciones ajustadas a las características misma organización, del 9 de diciembre de 1975, en
particulares de las personas o grupos poblacionales, el Convenio 159 de la OIT, en la Declaración de Sun-
tendientes a garantizar el ejercicio efectivo de sus de- dberg de Torremolinos, Unesco 1981, en la Declara-
rechos acorde con necesidades de protección propias y ción de las Naciones Unidas concerniente a las per-
específicas. sonas con limitación de 1983 y en la recomendación
Artículo 3. Principios. La presente Ley se rige por 168 de la OIT de 1983.
los principios de dignidad humana, respeto, autono- Artículo 5. Las personas con limitación deberán
mía individual, independencia, igualdad, equidad, aparecer calificadas como tales en el carnet de afiliado
justicia, inclusión, progresividad en la financiación, al Sistema de Seguridad en Salud, ya sea el régimen
equiparación de oportunidades, protección, no dis- contributivo o subsidiado. Para tal efecto las empresas
criminación, solidaridad, pluralismo, accesibilidad, promotoras de salud deberán consignar la existencia
diversidad, respeto, aceptación de las diferencias y de la respectiva limitación en el carnet de afiliado,
participación de las personas con discapacidad, en para lo cual solicitarán en el formulario de afiliación
concordancia con la Ley 1346 del 20092. [El pie de la información respectiva y la verificarán a través del
página es del autor] diagnóstico médico en caso de que dicha limitación
Artículo 5. Garantía del ejercicio efectivo de to- no sea evidente.
dos los derechos de las personas con discapacidad y Dicho carnet especificará el carácter de persona
de su inclusión. Las entidades públicas del orden na- con limitación y el grado de limitación moderada,
cional, departamental, municipal, distrital y local, en severa o profunda de la persona. Servirá para identi-
el marco del Sistema Nacional de Discapacidad, son ficarse como titular de los derechos establecidos en la
responsables de la inclusión real y efectiva de las perso- presente Ley.
nas con discapacidad, debiendo asegurar que todas las
Estos enunciados jurídicos, admiten ser entendi-
2 Ley 1346 del 2009. Por medio de la cual se aprueba la Con- dos como un conjunto de estrategias y tácticas biopo-
vención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad,
adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 líticas y gubernamentales, que operan regulando los
de diciembre del 2006. cuerpos, las conductas y las expectativas de los sujetos

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y las poblaciones, mediante programas, instituciones, el artículo 2 numeral 6 de la Ley 1618 del 2013 instituye
instalaciones arquitectónicas, leyes, medidas adminis- como “acciones médicas y terapéuticas, encaminadas a
trativas, enunciados científicos, proposiciones filosófi- lograr que las personas con discapacidad estén en con-
cas e imperativos morales y filantrópicos que tienen diciones de alcanzar y mantener un estado funcional”.
como fin “hacer vivir, hacer feliz”; no obstante, nótese De esta manera, el proceso contemporáneo para
en estos artículos, la recurrencia de tres enunciados: el control y la corrección de los cuerpos subjetivados
• Alrededor de la igualdad y la normalización so- como “enfermos o discapacitados”, se circunscribe
cial con base en estándares de vida digna. a la medicina y concretamente a la rehabilitación4.
• Alrededor de la identificación, registro y clasifi- Desde este modelo (o itinerario de estandarización)
cación de las personas con discapacidad. las “personas con discapacidad” ya no son considera-
• Alrededor de estructuras administrativas e insti- das improductivas o innecesarias, siempre y cuando
tuciones que deben orientar políticas, programas sean rehabilitadas: una domesticación hacia cuer-
y acciones en favor del bienestar social de esta pos útiles. Para ello, se ha conformado un número
población. importante de disciplinas y profesiones que buscan
readaptar al sujeto: terapeutas, protesistas, cirujanos
En mi perspectiva, tres estrategias gubernamen- plásticos, psicólogos, trabajadores sociales, etc.
tales que le dan el carácter de tecnología biopolítica a La especialización sobre el sujeto y la incorpo-
la inclusión social de la discapacidad, a saber: estan- ración “de sus partes” en la política gubernamental
darización humana, clasificación anatomopolítica y (evidente en las políticas públicas de discapacidad)
asimetría social. describe un tipo de anatomopolítica que fragmenta
al sujeto en objetos de investigación. En ese orden
Estandarización humana de ideas, el sujeto con discapacidad no solo interesa
Los planteamientos foucaultianos expuestos en el a las Ciencias Médicas, sino también a las Ciencias
texto Los anormales (1975), permiten inferir que la es- Sociales. Esto significa, que así como se requiere de
tandarización humana o la normalización, trae con- procedimientos médico-rehabilitadores para “resti-
sigo dos tácticas claves para entender la forma en que tuir su funcionalidad corporal”, asimismo se necesita
opera la inclusión social de la discapacidad: una de de itinerarios científico-sociales, que lo saquen del
ordenación y otra de corrección. En otras palabras, lugar indeseable de la exclusión.
un llamado al control de la diferencia y a la correc- Tradicionalmente, las personas con discapacidad
ción de los cuerpos. han estado sujetas a representaciones sociales asimé-
Estas dos tácticas de intervención (traslapándolas tricas, contenidas y reproducidas principalmente en
al campo de la discapacidad) han sido posibles gra- dispositivos de ayuda como los de filantropía y de
cias a las condiciones que facilitan modelos entrecru- auxilio estatal, puesto que para estas personas (en la
zados como el médico y el rehabilitador. Desde estos lógica del mercado) la satisfacción de necesidades está
lugares de enunciación, se dictan las pautas para de- en constante negación: no tienen las competencias in-
finir si un cuerpo es o no anormal, y se estipulan los dividuales para tramitarlas. Para el sistema de merca-
estándares con los cuales medir si las estructuras y do no son lo suficientemente productivos, más bien
órganos corporales requieren ser corregidos. representan una carga. Por antonomasia, la noción de
En ese sentido, la anormalidad que supone la dis- discapacidad está ligada a la de pobreza; la de pobreza
capacidad, ha llevado a que se establezcan procesos de a la de consumo; la de consumo a la de mercado; y la
ordenación y corrección sobre los cuerpos3, para que de mercado a la de satisfacción de necesidades.
puedan ser incluidos en la sociedad, a través de lo que
4 Es importante anotar que, en la última década, el modelo mé-
dico de la discapacidad se ha entrecruzado con el modelo so-
3 Entiéndase el cuerpo humano, desde sus dimensiones biológi- cial, tal como se describe más adelante; no obstante, el modelo
cas, psíquicas y sociales. médico es el que con más fuerza ha intervenido en este campo.

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Nótese que si se liga la definición de la inclusión tórica5 (2012), las políticas públicas sociales que se
social expuesta líneas arriba (un estado social de cosas formaban en Colombia, asumieron directamente la
que posibilitan el surgimiento de lo humano digno, protección de “las personas con discapacidad”, a par-
a partir de la satisfacción de sus necesidades) con la tir de la instauración, en 1938, de la Federación Na-
que desarrollo en este artículo (un proceso general de cional de Ciegos y Sordos. Esta, pretendió la creación
normalización social organizado biopolíticamente) de escuelas, barrios, imprentas, bibliotecas, casas de
es plausible afirmar que la inclusión, como normali- trabajo, sala cunas y asilos para estas personas, así
zación, representa itinerarios encaminados a la estan- como la realización de campañas contra la mendici-
darización o normalización y, por consiguiente, a la dad y la prevención de la ceguera. En 1967 (12 años
coerción social; es decir, en la oferta estatal de servi- después de su creación) con el lema Integración de las
cios para la población con discapacidad; se introdu- personas limitadas visuales, el INCI, comenzó a ofrecer
ce la normalización desde las propias instituciones y atención directa a “su población”, para lo cual esta-
discursos jurídicos, ya que, como plantea Camacho bleció sedes en 16 departamentos del país.
(2003), los procesos de atención y de inclusión social Mientras esto sucedía en Colombia (producto de
orientados a la población con discapacidad, pasan de la apropiación de itinerarios tomados de otros países)
realizarse únicamente en centros especializados, a empieza a consolidarse otra ruta para traer a la disca-
prestarse en contextos normalizados como colegios, pacidad de su lugar de exclusión: políticas de discri-
espacios laborales, vida comunitaria e instituciones minación positiva (que incluyen, excluyendo) impul-
culturales, etc. sadas por personas agrupadas en lo que se denominó
En Colombia, uno de los itinerarios contempo- “Nuevos Movimientos Sociales” que, a partir del sis-
ráneos que las “personas con discapacidad” han re- tema de derechos humanos, apelaban a la diferencia
corrido para satisfacer sus necesidades, es susceptible como posibilidad de existir; en otras palabras, sujetos
de rastrear en los inicios del siglo XIX, con el asenta- que se resistían a la homogeneización y/o invisibili-
miento de instituciones coloniales como las cofradías zación, ejerciendo poder en las relaciones (que son de
y las sociedades de ayuda mutua que, amparadas en poder) del modo en que lo propone Foucault.
preceptos cristianos como el amor al prójimo, la ca- Los llamados Derechos de los impedidos, de 1975, se
ridad, la evangelización y la salvaguardia de la moral constituyeron en uno de los primeros instrumentos
y doctrina católica, socorrían a las denominadas per- jurídicos que, desde las Naciones Unidas se emiten,
sonas “minusválidas” o “discapacitadas”. para promover en la “población con discapacidad”
Con base en el discurso altruista de estas socieda- niveles de vida más elevados. En dicho instrumento,
des religiosas, se establece la caridad o la limosna como subrayaban que el progreso y el desarrollo social se
una de las formas legítimas y preponderantes para in- basan también en la protección de los impedidos y
cluir aquellas personas en la sociedad capitalista. Ello en el aseguramiento del bienestar de ellos6; un año
significó una práctica de intervención centrada en la después, desde el mismo organismo, se formulan ins-
limosna y administrada por la Iglesia Católica, la cual trumentos jurídicos que pretendieron visibilizar en la
se desplegaba a través de instituciones que por lo ge- agenda público/política de las naciones partes, las rei-
neral llevaban el nombre de un santo; muestra de ello, vindicaciones de estas personas: Pacto Internacional
es la reconocida Sociedad de San Vicente de Paul crea- de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales
da en el siglo XIX. Sin embargo, esto no significa que
aquí no se configura una técnica biopolítica: no solo 5 Instituto Nacional para Ciegos —INCI—, creado mediante
se administraban los cuerpos discapacitados mediante decreto 1955 de 1955, adscrito a la fecha, al Ministerio de Educa-
ción Nacional.
dispositivos de ayuda como los de caridad y asistencia; 6 La explicitación de estos derechos se fundamentó en la reso-
también lo hacían con sus “almas”. lución 19/21 (LVIII) del Consejo Económico y Social del 6 de
mayo de 1975, la cual promovió la prevención de la discapa-
Ya a mediados del siglo XX, como se lee en el do- cidad (llamada para la época incapacidad) y la readaptación
cumento de trabajo INCI, 56 años de trayectoria his- (hoy, rehabilitación) de estas personas.

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La inclusión social de la discapacidad como tecnología biopolítica: una reflexión para el Trabajo Social

(artículos 3, 6, 7, 11, 12, 13 y 15) y Pacto Internacional portan decisiones no solo disciplinares y profesionales,
de los Derechos Civiles y Políticos (artículos 25 y 26). sino también gubernamentales).
Por su parte, como respuesta a estos y otros ins- En suma, la corrección del cuerpo discapacitado y
trumentos supranacionales emitidos por la ONU, el de las desviaciones sociales que giran en torno a este,
Estado colombiano en la Carta política de 1991 (artí- han dado cuenta de itinerarios medicalistas y huma-
culo 13) nombra y reconoce a la población con disca- nistas que han derivado en prácticas de dominación
pacidad de la siguiente manera: sobre el “discapacitado”, a través de formas como las
Articulo 13. Todas las personas nacen libres e igua- de ocultamiento, segregación, rehabilitación e inclu-
les ante la ley. Recibirán la misma protección y trato sión social, sin dejar de lado las prácticas eugenésicas
de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, de la antigüedad y las de ahora (estas últimas cobran
libertades y oportunidades sin ninguna discrimi- forma con el aborto de un feto “anormal”).
nación por razones de sexo, raza, origen nacional o
familiar, lengua, religión, opinión política o filosófi-
ca. El Estado promoverá las condiciones para que la
igualdad sea real y efectiva, y adoptará medidas a fa-
vor de grupos discriminados o marginados; el Estado
protegerá especialmente a aquellas personas que por
su condición económica, física o mental se encuentren
en circunstancia de debilidad manifiesta, y sancionará
los abusos o maltratos que contra ella se cometa.

En los veintitrés años del bloque de constitucio-


nalidad colombiano, ha sido significativo el volumen
de jurisprudencia que se ha producido en torno a la
discapacidad: sentencias constitucionales, leyes esta-
tutarias u ordinarias y documentos de política, han
fundamentado la operacionalización de la inclusión
social de la discapacidad como tecnología biopolíti-
ca, pero, también han contribuido a la configuración
de esta como problema social contemporáneo.
Vale decir, que por efectos de espacio y tiempo, no
podré presentar el extenso normograma ni el amplio
espectro de enfoques de intervención gubernamental
que Colombia ha probado para administrar la disca-
pacidad. En todo caso, es importante decir que en la
perspectiva foucaultiana, la inclusión social en cuanto
tecnología, también opera a través de políticas pobla-
cionales como las de discapacidad, entre muchas otras.
En síntesis, prácticas biopolíticas que requieren de la
atomización del ser humano en poblaciones, que faci-
liten precisamente su administración y gobierno; para
ello (como se ha dicho) se valen de verdades estableci- Jorge Silva
Viejito con bastón
das y entrecruzadas, en campos de conocimiento que Bogotá, Colombia
legitiman su intervención y regulación (básicamente, s.f.
Fondo fotográfico Archivo de Bogotá.
un conglomerado de formaciones discursivas que so-

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Clasificación anatomopolítica través de diferentes versiones de lo que se denomina,


Históricamente, los lugares de enunciación desde en términos generales, Clasificación Internacional
donde se ha construido saber y verdad sobre lo que del Funcionamiento, la Salud y las Discapacidades
hoy se designa como discapacidad, han sido los cam- —CIFD—. En la perspectiva de este tipo de clasi-
pos de la medicina, la jurisprudencia, la salud públi- ficación, González y Gómez (2004), elaboran uno
ca, la estadística, la antropología, la política y la so- de los documentos para definir la discapacidad en
ciología, que han dado lugar a la discapacidad como los formularios censales aplicados en Colombia en el
objeto de regulación y a la inclusión social, no solo 2005, llamado Informe estadístico de la discapacidad
como tecnología biopolítica, sino como formación (versión preliminar) y, para ello, revisan las diferentes
de unidades discursivas. Parafraseando a De Swaan versiones de la CIFD, subrayando que la Clasificación
(1988), el Estado, el mercado laboral y las profesiones Internacional de Deficiencias, Incapacidades y Mi-
han clasificado a los enfermos, los necesitados y los nusvalías —CIDIM3— de 1982 catalogaba las conse-
ignorantes en categorías bien definidas de pacientes, cuencias de enfermedades y lesiones que una perso-
clientes y estudiantes. na podía tener en términos de déficit, incapacidad y
En este sentido, el abanico de posibilidades para disminución funcional. Para la década de los años
indagar por los discursos subsidiarios a la inclusión noventa, la CIDIM3 advertía cambios conceptuales y
social de la discapacidad se amplía de igual forma clasificatorios respecto de las deficiencias, en donde
en que las realidades se mezclan, ajustan y se recom- el más relevante fue la sustitución del término inca-
ponen, dependiendo de quién hable, sobre quién y pacidad por el de discapacidad. Y para el 2001 (en la
desde qué lugar se enuncian. 54 Asamblea Mundial de la Salud) con el documento
Desde el discurso médico (instancia de delimi- ajustado, se entrecruzaron los discursos médico y so-
tación predominante hasta la actualidad) la disca- cial para hablar de dicho tema.
pacidad se ha reducido y homologado al déficit y Este entrelazado discurso encuadró al sujeto en
a la anormalidad del cuerpo y de la psiquis. En tal torno a tres dimensiones, a saber: dimensión bioló-
sentido, Foucault, en el curso Los anormales (1975), gica, psicológica y social. Por tanto, la definición y
muestra cómo ciertos discursos científicos y jurídicos clasificación de la discapacidad se haría en adelante,
se usaron como tecnologías de poder, hasta terminar a partir de la comprensión de un estado de funcio-
especializándose para la caracterización de supuestas namiento que describe el ajuste entre las capacidades
anomalías corporales y psíquicas que debían ser cla- del individuo, la estructura y las expectativas de su
sificadas en una especie de grilla de inteligibilidad o entorno personal y social (CIFD 2001). Sin embargo,
rejilla de especificación de causas, consecuencias, ti- aunque se repensó y redefinió la discapacidad, que
pos y grados de discapacidad (un tipo de especializa- debe entenderse como un asunto social y relacional,
ción anatomopolítica que fragmenta al sujeto en ob- su componente determinante (el déficit) se mantiene
jetos de investigación y de intervención profesional). hasta la actualidad (González y Gómez 2004, 7).
En la misma dirección, Alfonsina y Rosato (2009) De este modo se forma un nuevo discurso para
manifiestan cómo podría entenderse la discapacidad intervenir la discapacidad, denominado Mode-
como una categoría dentro de un sistema de clasifi- lo Biopsicosocial, que opera sobre tres registros: lo
cación y producción de sujetos, que el parámetro de corporal, lo afectivo y lo cultural. Dicho modelo, se
una normalidad única inventa en el marco de rela- proyectó como una perspectiva que respondería a la
ciones de asimetría y desigualdad entre quienes ejer- necesidad contemporánea de desatomizar al ser hu-
cen el poder de clasificar y quienes son clasificados. mano pero, la dimensión biológica se ocuparía de las
La Organización Mundial de la Salud —OMS—, funciones y estructuras corporales que, afectadas por
ha sido, durante los últimos sesenta años, el lugar factores endógenos y o exógenos, alterasen el rendi-
enunciativo desde donde se ha clasificado y ordena- miento natural del individuo. La dimensión psicoló-
do recientemente el discurso de la discapacidad, a gica, abordaría el supuesto estado de desacondicio-

166 universidad nacional de colombia, facultad de ciencias humanas, departamento de trabajo social
La inclusión social de la discapacidad como tecnología biopolítica: una reflexión para el Trabajo Social

namiento del sujeto, mientras que el déficit, no solo ne que los seguidores del Modelo Social, rechazan la
se daría en el cuerpo, sino también en la psiquis. Y la investigación objetiva y hablan, más bien, de investi-
dimensión social (como producto de la consideración gación emancipadora, la cual se orienta a desarrollar
de integralidad que iba superponiéndose a la visión cierto compromiso político para enfrentar la exclu-
parcializada de las ciencias de la salud) aminoraba la sión social de la discapacidad.
preeminencia del enfoque médico o psicológico, y se En este modelo, en el que la discapacidad tiene
proponía la introducción y cada vez más la adopción relación directa con clase social, la dimensión de la
de un modelo social (Camacho 2003). investigación en discapacidad, y de la interacción
Cabe señalar que esta clasificación, de algún investigador-investigado, deberá estar mediada por
modo, apuntalaba una interpretación e intervención iniciativas políticas.
médica sobre la discapacidad, que ya venía especia-
lizándose en Occidente por efectos de la Segunda Asimetría social
Guerra Mundial, ya que el alto número de personas Sugerir que la asimetría social (con la estandariza-
mutiladas y lesionadas en combate incrementaba la ción humana y la clasificación anatomopolítica) po-
demanda de científicos y expertos de la salud: psi- dría ser parte de las condiciones de posibilidad que
quiatras, rehabilitadores físicos, ortopedistas, etc., han hecho aparecer el discurso de la inclusión social
que se encargaban de la reconstrucción de cuerpos, de la discapacidad en medio de tecnologías guberna-
la mitigación del déficit, la institucionalización de mentales, remite a la dominación y a la subalternidad
enfermos y la clasificación de deficiencias. como estructura social: un binomio de un nosotros
Del encadenamiento de los discursos médico y so- y un otro. El primero, se impone dominante y cons-
cial de la discapacidad, se acogió una interpretación truye la verdad con la cual determinar la inclusión.
relacional que en términos muy generales implica: Precisamente, en las relaciones de la simulación di-
• Deficiencia en órganos y estructuras corporales cotómica de un nosotros con unos otros, existe una
clasificada en cuatro grandes grupos: sensoriales, obligatoria asimetría y una consecuente relación de
mentales, físicas y cognitivas. poder y de dominación, que construye prácticas en-
• Limitación en la actividad personal, en aspectos trelazadas discursivamente por un tipo de moral de
como los de aprendizaje, comunicación, auto- Estado y de dispositivos biopolíticos, para traerlos del
cuidado, movilidad, desplazamiento y tareas o lugar indeseable de la exclusión. Esto significa que la
demandas generales, entre otros. relación con el que se asume diferente es intercedida
• Restricción en la participación social, respecto por una ética y una moral que exhorta un altruismo
de las interacciones en la vida doméstica, en la por parte del nosotros, porque el otro, a partir de
vida comunitaria y/o en el ámbito político, so- una verdad establecida en torno a la diferencia, es
cial, económico y cultural. carente, dependiente e incapaz. Un otro, que por no
ser del nosotros, es diferente y que por ser diferente,
En un sentido más radical y crítico del modelo carece y depende de algo que hallará en el adentro
social (que se distancia de la CIFD) se afirma que en de la inclusión, pero a través de una relación social
cuanto la discapacidad es una construcción social asimétrica, que hace emerger un tipo de tolerancia
impuesta, esta población debe ser reconocida como solidaria con la diferencia (Dussel 2003).
una clase oprimida, que amerita una respuesta más Sin embargo, nótese cómo la relación de depen-
de carácter político que científico, que permita redu- dencia se da es en el sentido inverso: la inclusión so-
cir notablemente las barreras físicas, sociales y actitu- cial produce al excluido (el otro) y depende de este,
dinales (Verdugo 2001). para poder operar como tecnología de poder. Por
Este mismo autor, citando a Barnes y Mercer tanto, la existencia de este último (el excluido) debe
1997, Smith 1999, Bellini y Rumrill 1999, Abberley mantenerse para la pervivencia del primero (el inclu-
1987, Mercer y Shakespeare 1997, Oliver 1990, sostie- sor, que es a su vez incluido).

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Los procesos de inclusión social de la discapaci- disciplinar hace de realidades problemáticas como la
dad, como se ha dicho, supone la puesta en marcha de la discapacidad, operan relaciones de saber-poder
de itinerarios o rutas, que movilizan al sujeto hacia que posibilitan la especialización y la intervención
un estado deseable de cosas cuantificadas y cualifi- profesional a partir de conocimientos científicos,
cadas por apreciaciones morales y éticas, en torno postulados filosóficos e imperativos éticos y morales
a la definición de dignidad humana, la que se cir- que definen para el sujeto otro, una situación pro-
cunscribe a estándares de vida determinados en el blemática que se mueve entre el binomio exclusión-
capitalismo. inclusión social, y que conlleva un tipo de agencia-
Esta movilización, que también es un modo de miento de condiciones sociales, culturales, políticas
subjetivación, se da dentro de los límites de una es- y económicas, para potenciar la vida y movilizar el
tructura social imaginada o inventada piramidal- desarrollo humano de quienes son o están en ries-
mente: los excluidos ocupan la base de la pirámide, go de ser excluidos del sistema capitalista: un tipo
los incluidos el centro, y los inclusores (que son tam- de gubernamentalidad de sujetos, ejercida por suje-
bién incluidos) la cúpula. Nótese que allí, la existen- tos y legitimada en la indeseabilidad del sufrimiento
cia del inclusor se debe a la del excluido. Luego en la humano, porque, como plantea Malagón (2003), lo
estructura social no hay un no lugar del excluido, se que convoca la intervención profesional del Trabajo
incluye excluyendo: “Se trata de una clase para otros, Social es justamente el sufrimiento del otro radicali-
no para sí misma” (De Swaan 1988, 267). zado en la carencia. No obstante, lo que está de por
Lo que llamo “el no lugar”, es la invención de un medio, es una relación social asimétrica de domina-
afuera, creado por voluntades de verdad y dispositi- ción y de poder, que incluso actúa en el deseo del
vos de poder en torno a la carencia y la diferencia. Un otro: Castro (2010) plantea que las tecnologías de
lugar prescrito para ser la base que soporta el funcio- gobierno sobre las poblaciones, operan más que en
namiento de dicha estructura piramidal; es decir, ese el disciplinamiento y la represión: en el deseo y los
afuera de la exclusión es un no lugar simulado por intereses del pueblo; pero, nótese que a quien se le
relaciones de dominación y poder, constituyentes de da ese estatus de incluido, será quien hace deseable
prácticas reales, que ubican efectivamente al otro por (deseo, deseo del nosotros) la inclusión social. De
fuera de un Estado social, pero, a través de una cosi- esta manera, se conforma un mundo del excluido en
ficación y reificación de la inclusión. función del incluido, pues el primero, no tiene un
La movilización de los sujetos al interior de la mundo deseable y, así, se facilita que la inclusión so-
pirámide, que en la racionalidad capitalista y dico- cial se asuma como único mundo posible y deseable.
tómica se da en modo ascendente desde la exclusión Esa forma de operar sobre el deseo del otro, de-
hacia la inclusión o viceversa, es posible, mientras se viene en tecnología gubernamental porque lo que se
gane o se pierda competitividad en el sistema neoli- busca ser deseado, es precisamente la asimilación o
beral o se es o se deje de ser diferente. aceptación por parte del nosotros normalizado y nor-
En todo caso, la inclusión social, como tecnología malizante: el deseo de la diferencia en la perspectiva
de poder, supone la presencia de administradores de de la inclusión social, es ser, hacer, estar y gozar como
la exclusión (los incluidos o asimilados en perspecti- y de lo que goza el nosotros; pero, así como es proba-
va decolonial) que ven su ocupación no solo como un ble la objetivación de ciertas ideas de normalización
acto altruista, sino como una labor consecuente con y generalización social, también es posible la resisten-
el sistema de derechos y con una moral que invita a cia a ellos, cuando se ejerce poder; es decir, resistirse
ser tolerante con el diferente. desde la diferencia a estos procesos de normalización,
Esta asimetría es susceptible de reproducirse a tra- también es un modo de subjetivación posible.
vés del método de intervención profesional del Tra- Con todo, mantener la dicotomía entre un noso-
bajo Social (la intervención es por naturaleza asimé- tros y un otro es una condición capitalista sine qua
trica), porque en la delimitación que el componente non para posibilitar la diferencia, siempre y cuando

168 universidad nacional de colombia, facultad de ciencias humanas, departamento de trabajo social
La inclusión social de la discapacidad como tecnología biopolítica: una reflexión para el Trabajo Social

no se trasgreda significativamente la norma que im- dad y la diferencia, al mismo tiempo son objetos de
pone la moral de Estado. Esto se logra, justamente, a administración gubernamental. En ese sentido, vale
través de tecnologías como la de inclusión social, que la pena señalar algunas consideraciones más sobre la
opera, ejerciendo un tipo de administración sobre el diferencia.
riesgo que supone la diferencia. Para Castro (2010), en A partir de la promulgación de los derechos huma-
la gubernamentalidad, los dispositivos de seguridad nos y todas sus generaciones, los nuevos movimientos
se mueven en un margen de posibilidad controlada, sociales, desde el derecho a ser diferente y desde la
dirigida hacia la gestión y administración del riesgo. diversidad como discurso, han visto una oportuni-
En otros términos, la simulación de un riesgo en dad de reivindicar la diferencia sexual, de credo, de
relación con la estabilidad social hegemónica, dispo- género, cultural e, incluso, la posibilidad de vivir en
ne una condición de posibilidad para hacer emerger un mundo sin brazos, sin piernas, sin ojos y sin un
tecnologías y dispositivos de seguridad, que subsu- pensamiento supuestamente lógico-racional. Pero,
men o controlen la diferencia. cabe anotar que, en la racionalidad de los derechos
Para que estas tecnologías resulten efectivas en humanos, así como opera el derecho de “ser y sentirse
la administración del riesgo que se presume sobre diferente”, así sucede para “ser y sentirse normal”.
la diferencia, no solo se tiene que reafirmar la otre- Fernández (2009) plantea que la diferencia su-
dad, sino que se requiere conocer profundamente a pone un problema conceptual, por lo menos en tres
ese otro: una economía de la diferencia, que permite dimensiones: una dimensión política, en cuanto hoy
configurar dispositivos de seguridad y disciplina- está puesto en crisis el modo moderno de construc-
miento, a manera de discursos, instituciones, insta- ción de la igualdad. Una dimensión epistemológica,
laciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias, que pone en discusión las formas unidisciplinares en
leyes, medidas administrativas, enunciados científi- la generación de conocimiento. Y una dimensión fi-
cos, proposiciones filosóficas, morales y filantrópicas losófica, en relación con el ser de la diferencia que, a
(Castro 2010). su vez, interroga por el desfondamiento de la confi-
Desde allí, por un lado, se establece una serie de guración de las identidades modernas.
dispositivos en torno a un grupo poblacional bien En suma, lo que está en cuestión es: 1) ¿Cómo pen-
caracterizado, y por otro, se configuran subjetivi- sar la diferencia? 2) ¿Qué hacer con los diferentes?, y 3)
dades como consecuencia de las prácticas que estos ¿Qué hacer como diferente? Todo esto, según estemos
discursos generan; es decir, el sujeto se instituye, se en una situación del lado dominante o del lado subal-
nombra y actúa como incluido (normal) o excluido terno de la diferencia (Fernández 2009).
(diferente), de manera tal que se instaura un tipo de En la perspectiva de Lazzarato (2006), la dife-
deber ser, hacer, estar y desear. Entonces, encontrarse rencia se debe pensar desde la multiplicidad. Esta,
en el lugar del diferente no resulta cómodo, ni si- no admite una pirámide social como la que se des-
quiera para el diferente mismo (el diferente desea no cribió líneas arriba, sino que propone la configura-
serlo y más bien desea parecerse al incluido), pues ción de vínculos simétricos en medio de redes que se
además de ser objeto de estandarización humana y superponen y ligan entre sí, por relaciones cada vez
clasificación científica, es sujeto de procedimientos particulares. En ese sentido, se entiende que allí, no
de intervención y regulación gubernamental, porque habría un lugar de exclusión para el diferente, sino
la vida se instala en la política mediante tecnologías un lugar para el otro que es a la vez uno y todo, y no
que gestionan la potencia de vida a través del adies- habría un lugar de inclusión que contenga a todos los
tramiento de los cuerpos diferentes y la regulación de otros, sino lugares que posibiliten ser a la vez unos y
las relaciones de las poblaciones (Castro 2010). todos; una especie de inclusión mutua.
Hasta aquí, es plausible afirmar que la discapa- Sin embargo, es relevante advertir algo que le
cidad encuentra sus condiciones de existencia en el hace falta a la problematización de la diferencia: el
campo de la diferencia, y que estas dos, la discapaci- problema de lo semejante. Abordar la multiplicidad,

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quizá signifique pensar que se está frente a una uni- Es conveniente recordar que el campo del Trabajo
dad del ser y no una univocidad de la esencia, ya que Social, agrupa y ordena dos prácticas discursivas (la de
la diferencia podría ser una característica esencial o la disciplina y la de la intervención) que posibilitan su
connatural en el sujeto y lo semejante es la posibi- existencia: enunciados científicos y filosóficos, entre-
lidad de ser o de existir múltiple. Así, la diferencia cruzados con principios éticos y morales que, obede-
estaría en el ser y no en el cómo ser, y la semejanza cen a un momento histórico mediante el cual es con-
estaría en el qué hacer y no en el cómo hacer. figurable y comprensible un problema social. En este
Se trata pues, de un problema ontológico, que sentido, la delimitación que hoy día haga el Trabajo
emerge y coexiste en el también configurado pro- Social de una realidad problemática como la de la dis-
blema social de la discapacidad. En síntesis, lo que capacidad, forzosamente estará mediada por una rela-
pretendo plantear, es que ontológicamente la disca- ción asimétrica de saber-poder, que determinará para
pacidad no es en sí misma la del problema social: ese sujeto otro, una situación problemática adscrita al
es la diferencia (tal y como lo he intentado mostrar supuesto binomio de exclusión-inclusión social.
líneas arriba). Por tanto, las reflexiones que se han pretendido
Una de las características propias de las socie- abordar en este artículo respecto de la inclusión social
dades contemporáneas, es indudablemente la pro- de la discapacidad, son en sí mismas, un acercamiento
blematización de la diferencia. El género, la edad, crítico que la trabajadora social o el trabajador social
el sexo, la identidad cultural y la aparición de otros debe considerar en el momento de planificar su inter-
cuerpos, etc., son de algún modo, manifestaciones de vención en personas y comunidades que se han clasi-
resistencia que se oponen a las nociones modernas de ficado conceptualmente como diferentes o diversas, a
lo humano e incluso de lo socialmente problemático. razón de una supuesta anormalidad. La pregunta por
Algunos autores, ya han señalado que el ser humano la intervención, debe permitirle a la o el profesional,
atraviesa una era poshumana, porque el desarrollo reconocer qué tipo de subjetivaciones generará en los
tecnocientífico ha penetrado los cuerpos (para el caso sujetos: ¿sujetos de derecho? o ¿sujetos políticos? Yo
discapacitados) con tecnologías que van desde las ga- diría: sujetos políticos que sean capaces de trasvalorar
fas y los lentes de contacto, hasta implantación de la inclusión social y la discapacidad misma. Básica-
córneas y cristalinos, pasando por audífonos coclea- mente, de lo que se trata es de someter el método de
res, prótesis mamarias, piernas y brazos ortopédicos intervención a un análisis deontológico; es decir, un
etc., que necesariamente resignifican y reconfiguran pensamiento crítico que tensione la ética (la moral y
nuevas identidades y nuevos sujetos. Entonces, ¿qué los valores del “buen vivir”) y el desempeño profesio-
es la discapacidad si no una subjetivación de cuer- nal (ligado a los fundamentos éticos y disciplinares).
pos e identidades diferentes, una forma de nombrar Hacer converger estos aspectos, es el comienzo de
sujetos innombrados y una representación de sujetos un proceso deontológico que le exige al trabajador
irrepresentados por la modernidad? social y a la trabajadora social, abstraerse, por un mo-
En definitiva, este artículo es apenas un incipien- mento, de sus imperativos éticos y “hacerse ligero,
te acercamiento a la complejización de la discapaci- desprenderse de lo que lo hace pesado y distanciarse
dad en cuanto problema social (complejización que de la moral” (Nietzsche 1882, 21), a tal punto, de tras-
el Trabajo Social, desde su componente disciplinar y valorar la inclusión social y la discapacidad misma.
profesional, puede propiciar)7. Esto podrá motivar una nueva moral acerca de la
discapacidad y de la diferencia, y hacer pensar no un
mundo mejor, sino impensar un mundo, en donde la
7 El resumen del estudio nacional de necesidades, oferta y demanda binaridad, la diferencia y la inclusión social desapa-
de servicios de rehabilitación en Colombia, 2003, muestra que rezcan, y la deformidad, la mutación y la metamor-
los profesionales con menos participación en los procesos de
rehabilitación son los protesistas, los médicos físicos y los tra-
fosis, prevalezcan en la multiplicidad, de la forma en
bajadores sociales (estos últimos con el 3,9 % de participación). que se vislumbra en la producción cinematográfica

170 universidad nacional de colombia, facultad de ciencias humanas, departamento de trabajo social
La inclusión social de la discapacidad como tecnología biopolítica: una reflexión para el Trabajo Social

X/Men III: La decisión final producida en el 2006, di- Revista Nómadas (30): 22/33. Bogotá: IESCO, Universidad
rigida por Brett Ratner, y de la cual cito su sinopsis: Central.
Un hecho amenaza con alterar el curso de la his- Foucault, Michel. 1970. La arqueología del saber. Traducción
toria. Por primera vez, los mutantes pueden elegir: o de Aurelio Garzón del Camino. México: Siglo XXI Edi-
conservar su singularidad, condenándose al aislamien- tores S. A.
to, o renunciar a sus poderes y convertirse en seres hu- Foucault, Michel. 2000. Los Anormales. Curso en el Collège de
manos normales. Los líderes de los mutantes sostienen France, pronunciado en 1975. Buenos Aires: Fondo Eco-
puntos de vista antagónicos: mientras Charles Xavier nómico de Cultura de Argentina S. A.
aboga por la tolerancia, Magneto defiende la tesis de Gómez, Luis Carlos y Marcela Valencia. 2003. Resumen del
la supervivencia de los más aptos. (Filmaffinity 2006) estudio nacional de necesidades de oferta y demanda de ser-
vicios de rehabilitación en Colombia. Bogotá: Fundación
Finalmente, he intentado mostrar que si a la in- Saldarriaga Concha.
clusión social de la discapacidad como objeto de la Instituto Nacional para Ciegos, INCI. 2012. INCI, 56 años de
intervención profesional del Trabajo Social se tensio- trayectoria histórica. Bogotá: INCI.
na, es posible hacer explícita una tecnología biopolí- Lazzarato, Maurizio. 2006. “Multiplicidad, totalidad y polí-
tica, consistente en la normalización, la clasificación tica”. Revista Nómadas (25): 20/29. Bogotá: Universidad
y la asimetría social. No obstante, es fundamental Central.
no perder de vista que la exclusión social de la disca-
pacidad, es una práctica social más real que lo real. Leyes
Por ende, en cuanto exista la diferencia y la disca- Congreso de la República de Colombia. Senado de la Repúbli-
pacidad en clave capitalista, siempre habrá un lugar ca. 1.° de julio del 2009. Ley 1346 del 2009. “Por medio de
dependiente para el otro y siempre habrá una dicoto- la cual se aprueba la Convención sobre los Derechos de las
mía que configura un mundo no deseado y un único Personas con Discapacidad, adoptada por la Asamblea Ge-
mundo posible. neral de las Naciones Unidas el 13 de diciembre del 2006”.
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