Calidades Superficiales
Calidades Superficiales
Calidades Superficiales
SUPERFICIES LIBRES: no tienen ninguna función especial, por lo cuál, el acabado superficial
responde únicamente a criterios estéticos.
SUPERFICIES DE APOYO: tienen una función de apoyo, requiriendo unas superficies lisas y
regulares. En este caso, la calidad superficial es más exigente que la correspondiente a las
superficies libres.
ONDULACION: es una irregularidad superficial de gran longitud de onda, de tipo periódico y con
paso superior a 1 mm. Se produce como consecuencia del desajuste y la holgura existentes en la
máquina-herramienta utilizada para mecanizar la superficie, vibraciones, flexión del material,
desgaste de la bancada de la máquina-herramienta, tensiones internas del material, etc. La
limitación de este tipo de irregularidad se consignará en los dibujos mediante la correspondiente
tolerancia geométrica de forma (planicidad, cilindricidad, etc.).
EVALUACION DE LA RUGOSIDAD
Para evaluar la rugosidad se hace deslizar por la superficie observada un palpador de punta muy
fina, el cuál, transmite sus oscilaciones a un aparato amplificador que graba sobre un gráfico la
rugosidad encontrada por el palpador en su carrera de avance. El perfil así obtenido y su
dimensionamiento nos da idea exacta del comportamiento que podrá tener una pieza construida
con cada tipo de rugosidad durante su trabajo.
LONGITUD BASICA (L): es la longitud del perfil geométrico, medida sobre la superficie
geométrica del perfil efectivo, elegida para evaluar la rugosidad. El valor de 0,8 mm. para la
longitud básica, es el más usual.
Se adopta como criterio principal de rugosidad, la media aritmética de los valores de Ra obtenidos
en varias longitudes básicas sucesivas a lo largo de la longitud de evaluación. Es el método
adoptado internacionalmente para la evaluación de la rugosidad.
SIMBOLO SIGNIFICADO
Símbolo básico. Este símbolo no significa nada por sí mismo, excepto en los
casos en los que se indiquen características especiales del estado superficial
mediante una nota.
Tanto símbolos como inscripciones deben orientarse en forma tal que puedan ser leídas desde la
base o desde la derecha del dibujo. Cuando esto no pueda ser posible, pueden dibujarse en
cualquier dirección, siempre y cuando no lleven indicaciones de características especiales; en
estos casos la indicación de la rugosidad deberá escribirse siguiendo la orientación según la regla
general.
En caso de falta de espacio, el símbolo puede colocarse sobre una línea de prolongación de la
superficie, sobre una línea auxiliar de cota, o unirse a la superficie por una línea de referencia
terminada en flecha.
Si sobre todas las superficies de la pieza se exige un mismo acabado superficial, para evitar
repetir el mismo símbolo, se situará este en las proximidades del cuadro de rotulación seguido de
la indicación “en todas las superficies”.
Si se exige el mismo acabado superficial para la mayoría de las superficies de la pieza, el símbolo
correspondiente se situará en las proximidades del cuadro de rotulación, seguido de uno o varios
símbolos entre paréntesis correspondientes al acabado superficial particular. A su vez, los
símbolos correspondientes al acabado superficial particular deberán indicarse sobre las superficies
correspondientes.
Para evitar repetir varias veces una especificación compleja, puede hacerse una indicación
simplificada sobre la superficie, siempre que su sentido esté explicado en las proximidades del
cuadro de rotulación.
El valor numérico de la rugosidad se refiere al estado final que presenta la superficie después del
último mecanizado, tratamiento o recubrimiento. Sin embargo, cuando sea necesario definir el
estado de la superficie, tanto antes como después del último mecanizado, tratamiento o
recubrimiento, se hará mediante la siguiente indicación.