Licencia Social para Operar en República Dominicana

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LICENCIA

SOCIAL
PA R A
OPERAR

Minería
Responsable
Dirección de Gestión Social
Dirección de Planificación y Desarrollo (DPyD)
Contenido

I. INTRODUCCIÓN.........................................................4

II. EL MEM Y EL NUEVO CONCEPTO DE


DESARROLLO MINERO SOSTENIBLE.........................6

III. HACIA UNA MINERÍA RESPONSABLE O


SOSTENIBLE......................................................................... 10

IV. PLANIFICACIÓN Y SISTEMA DE GESTIÓN DE


RECURSOS HUMANOS.................................................14

V. GUÍA PRÁCTICA DE REQUISITOS MÍNIMOS


PARA OBTENER LA LSO EN LA MINERÍA
DOMINICANA................................................................18

BIBLIOGRAFÍA................................................................22
Introducción
I
La minería es aceptada por el público en general debido al rol que tiene en la
sociedad como proveedora de minerales para satisfacer las necesidades y el
bienestar general del público. Ella, sin dudas, ha tenido y sigue teniendo un
1.1. rol preponderante en el avance de las sociedades, el crecimiento económico y
la industrialización de muchos países, incluidos algunos de la Región Hispa-
noamericana.

No obstante, la aceptación de la minería no es automática ni incondicional. En


los últimos decenios sus actividades han sido seriamente cuestionadas, tanto
1.2. por las comunidades ubicadas en las áreas de explotación, como por los ciu-
dadanos en general, cada vez más organizados en diferentes modalidades de
organizaciones ambientalistas, sociales y culturales.

En muchas encuestas de opinión realizadas, la minería ocupa el último lu-


gar en popularidad, junto a la industria petrolera. Acontecimientos fatídicos
como derrames químicos, fallas de diques de colas, perjuicios ocasionados por
las actividades de exploración, descuidos en el cumplimiento de los compro-
1.3. misos de remediación y daños ex posteriori constatados a sistemas ecológicos
sensibles y fundamentales, profundizaron en décadas recientes los sentimien-
tos de aversión popular por la minería y pusieron en tela de juicio su beneficio
neto a favor del desarrollo sostenible. Así, para amplios círculos sociales, la
minería se convirtió en un término peyorativo y sigue siendo hoy calificada
como una industria problemática, causante de contaminación e impactos so-
ciales indeseables.

4 I. INTRODUCCIÓN
En este contexto, salvar la reputación de la industria minera llega a ser un
asunto de vida o muerte para ella. Debían producirse cambios positivos en
diferentes vertientes, así como proyectar desde los hechos una conducta em-
1.4. presarial más comprometida con la prevención de daños y el desarrollo de
los pueblos, especialmente de las comunidades directamente expuestas a las
operaciones mineras.

Obviamente, también se requería el compromiso de los gobiernos a través de


políticas públicas activas, fiscalización efectiva de las operaciones, garantías de
inversión de los beneficios, remediación oportuna de los pasivos ambientales
1.5 resultantes, observancia estricta de criterios de transparencia y rendición de
cuentas, e involucramiento diligente de las comunidades y sus organizaciones
en la vigilancia de las actividades de las empresas.

Por tanto, la construcción de una nueva cultura y perfil públicos en torno a la


minería, se revelaba como de doble arista: primero, el compromiso de las em-
presas, a través del ejercicio de una responsabilidad social corporativa compro-
bable, acompañada de la implementación de buenas prácticas emergentes, y,
segundo, una actuación más dinámica, responsable, eficiente y eficaz de parte
de los gobiernos receptores de inversiones mineras, a fin de garantizar: a) una
1.6. contribución efectiva de la minería al desarrollo sostenible mediante la inver-
sión planificada de los beneficios resultantes en obras sociales y económicas
prioritarias; b) el empoderamiento y la acentuación del protagonismo de las
comunidades y sus organizaciones, c) la fiscalización efectiva, asegurando ma-
yor transparencia y rendición de cuentas a la ciudadanía, y d) la prevención,
planificación y remediación oportuna de los daños derivados de la actividad.

Estas preocupaciones preparan el terreno para la aparición del concepto de Li-


cencia Social para Operar (LSO), el cual, junto a la terminología conexa, surge
en mayo de 1997 durante las discusiones en una conferencia acerca de la Mi-
1.7. nería y la Comunidad, en Quito, Ecuador, auspiciada por el Banco Mundial.

Debido tanto al interés aludido de la industria en mejorar su reputación como


a la determinación de muchos gobiernos de adoptar modelos sostenibles de
explotación de sus recursos no renovables, el concepto tuvo aceptación a esca-
la mundial, convirtiéndose en un instrumento bastante efectivo de relaciona-
miento constructivo empresas-comunidades mineras. La experiencia indica
1.8. que el reconocimiento de la LSO se logra cuando está sentado en los pilares
de la confianza, seguridad, respeto a los valores y tradiciones comunitarias,
transparencia, rendición de cuentas, inclusión e inversión de los beneficios en
provecho de los pueblos.

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El MEMRD y el nuevo
II
concepto de desarrollo
minero sostenible

“N
os comprometemos a consolidar
la industria extractiva, constru-
yendo un entorno adecuado que
incentive la inversión para el desarrollo sostenible,
promoviendo un marco normativo e institucional
que garantice el desarrollo de la actividad de ex-
ploración y explotación minera y de hidrocarbu-
ros bajo la premisa de la protección del interés na-
cional y la seguridad jurídica de la inversión; así
como la agilidad, equidad y trasparencia en los
procesos de obtención de derechos de explotación
y solución de conflictos y en consonancia con una
operación amigable con el medio ambiente”.
Plan de Gobierno 2017-2020.

6 II.EL MEMRD Y EL NUEVO CONCEPTO DE DESARROLLO MINERO SOSTENIBLE


El MEMRD apoya, a través de sus servicios de gestión social y ambiental,
2.1. el otorgamiento por parte de las comunidades de la LSO, tanto en el ám-
bito de la minería metálica como no metálica nacional.

Su rol no es de árbitro ni de fiscalizador de tal proceso, sino de propicia-


dor de todo tipo de acuerdos y compromisos razonables entre las em-
presas mineras y las redes de grupos de interés de las áreas de influencia
2.2. de sus proyectos. En este sentido, el ministerio focaliza la LSO como un
voto de confianza, aceptación y aprobación otorgado por la comunidad,
descriptivo de la calidad de la relación entre la compañía y la gente. Ob-
viamente, la LSO gravita, por un lado, en la reputación de la primera y,
por lo tanto, de la industria en general, y por otro, en los niveles de gober-
nabilidad y desarrollo locales, desde la perspectiva del Estado.

2.3. El interés del MEMRD en apoyar el otorgamiento de la LSO, se apoya en


compromisos de política establecidos en el Plan de Gobierno 2017-2020,
a saber:

“Ampliaremos la transparencia de la industria extractiva minera


por medio de redes de articulación intersectoriales que permitan
promover la veeduría social de la industria extractiva por parte
de las comunidades mineras y de las organizaciones sociales y
ambientalistas”.

“Promoveremos la participación activa de la comunidad en la


vigilancia de los compromisos ambientales y el uso racional de
los recursos naturales en la industria extractiva, procurando
que la comunidad otorgue la licencia social a las empresas
merecedoras de la misma”.

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POLÍTICA MINERA: VISIÓN CONSTITUCIONAL

Artículo 218.- Crecimiento sostenible. “La inici-


ativa privada es libre. El Estado procurará, junto
APROVECHAMIENTO al sector privado, un crecimiento equilibrado y
DE LOS RECURSOS sostenido de la economía, con estabilidad de pre-
NATURALES PARA
EL DESARROLLO
cios, tendente al pleno empleo y al incremento del
NACIONAL. bienestar social, mediante utilización racional de
los recursos disponibles, la formación permanente
de los recursos humanos y el desarrollo científico y
tecnológico”.
Artículo 17.- Aprovechamiento de los recursos
naturales. Los yacimientos mineros y de hidrocar-
buros y, en general, los recursos naturales no reno-
SOSTENIBILIDAD vables, sólo pueden ser explorados y explotados por
AMBIENTAL particulares, bajo criterios ambientales sostenibles,
Y RESPETO AL en virtud de las concesiones, contratos, licencias,
ORDENAMIENTO permisos o cuotas, en las condiciones que deter-
JURÍDICO. mine la ley. Los particulares pueden aprovechar los
recursos naturales renovables de manera racional
con las condiciones, obligaciones y limitaciones que
disponga la ley.
Artículo 67.4: “En los contratos que el Estado cel-
ebre o en los permisos que se otorguen que involu-
DESARROLLO cren el uso y explotación de los recursos naturales,
TECNOLÓGICO se considerará incluida la obligación de conservar
Y REMEDIACIÓN el equilibrio ecológico, el acceso a la tecnología y su
AMBIENTAL.
transferencia, así como de restablecer el ambiente a
su estado natural, si éste resulta alterado”.
Artículo 17.4: “Los beneficios percibidos por el
Estado por la explotación de los recursos naturales
SOSTENIBILIDAD serán dedicados al desarrollo de la Nación y de las
SOCIAL. provincias donde se encuentran, en la proporción y
condiciones fijadas por ley”.

8 II.EL MEMRD Y EL NUEVO CONCEPTO DE DESARROLLO MINERO SOSTENIBLE


Consecuentemente, el MEM ve en esta práctica no sólo una posibilidad
2.4. de reducción de conflictos y una mayor seguridad de la inversión, sino
una forma práctica de ejercitar la democracia mediante el empodera-
miento comunitario de procesos relacionados con su propio desarrollo.
El nuevo enfoque del MEM sobre el aprovechamiento de los recursos na-
turales no renovables, parte de la visión constitucional del tema, magis-
tralmente expuesta por el presidente Danilo Medina en la carta enviada
2.5. al Congreso Nacional en ocasión de su rechazo a la promulgación del
proyecto de ley sobre Loma Miranda (2 de septiembre de 2014). Esta vi-
sión está conformada por los siguientes elementos (artículos de la Carta
Magna citados entre paréntesis):
Deben ser aprovechados:
a)Los recursos naturales no renovables deben contribuir al desarrollo
sostenible de la nación sobre la base de su utilización racional, la for-
mación de los recursos humanos y el avance científico y tecnológico
(Art. 218).
Sostenibilidad Ambiental:
b)La explotación de los yacimientos mineros y de hidrocarburos debe
observar de manera estricta e ineludible criterios de sostenibilidad
ambiental (Art. 17).
Observancia del Ordenamiento Jurídico
c)El aprovechamiento de los recursos no renovables debe ocurrir bajo
las condiciones, obligaciones y limitaciones que disponga la ley (Art.
17).
Acceso y Transferencia de Tecnología y Remediación:
d)Los nuevos contratos de concesiones u otorgamiento de títulos para
la exploración o explotación de tales recursos, considerarán la obliga-
ción, además de la preservación del equilibrio ecológico, del acceso a
tecnología y su transferencia, así como la remediación de los daños
causados, si los hubiere (Art. 64.4).
Inversión de los Beneficios en el Desarrollo
e)Los beneficios derivados del aprovechamiento de los recursos natu-
rales no renovables “serán dedicados al desarrollo de la Nación y de
las provincias donde se encuentren, en las condiciones y proporciones
fijadas por la ley” (Art.17.4).

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III
Hacia una minería
responsable o sostenible

“R
esponsable aquí quiere decir, tener la
capacidad de tomar decisiones mo-
rales y por consiguiente poder rendir
cuentas; ser susceptible de revisión legal o en caso de
fallas, a penalidades; basarse o caracterizarse por su
buen juicio o sensatez; ser honesto, capaz, confiable”.
Robert Goodland.
Tomando en cuenta los mencionados preceptos constitucionales, el MEM trabaja
por alcanzar su Visión del Desarrollo Minero Responsable, a través de un con-
junto de decisiones interrelacionadas basadas en los siguientes principios: Ren-
dición de cuentas, Transparencia, Comportamiento ético, respeto a: los intereses
de las partes interesadas, al principio de legalidad, a la norma internacional de
comportamiento y a los derechos humanos.

Los elementos nodales de esta Visión son los que siguen a continuación:

• Uso apropiado para el terreno. Atiende de manera innegociable la necesidad


de preservar áreas ecológicas y culturalmente significativas (protegidas por

10 III.HACIA UNA MINERÍA RESPONSABLE O SOSTENIBLE


ley o no), y de priorizar las opciones del uso de territorio y recursos, conforme
a la Ley de Ordenamiento Territorial.

• Desarrollo de una mina ambientalmente responsable. Adoptada la deci-


sión de otorgar la concesión, se toman las previsiones ambientales pertinentes
para capitalizar los beneficios y evitar resultados negativos. Aquí se tratan,
entre otros, temas como exploración, análisis de impactos ambientales, uso
y contaminación del agua, drenaje ácido de mina, aire, consumo de energía,
ruido, manejo de residuos, cianuro, recuperación y rehabilitación, garantías
financieras, post cierre, monitoreo y supervisión.

• Desarrollo de una mina que resulte beneficiosa para los trabajadores y las co-
munidades. Aceptabilidad social y el consentimiento libre, previo e informado
de la minería por las comunidades afectadas. Previsiones en salud y seguridad;
obtención de mayores beneficios; mineros artesanales y preocupaciones sobre
reasentamiento, y seguridad en sitios mineros.

• Estructuras de gobernanza corporativa. Mayores requerimientos corporativos


para la gestión, asegurando la transparencia y rendición de cuentas respecto al
pago de beneficios e impuestos. Emisión de informes de progresos y dificultades
corporativos para ajustar la conducta corporativa a prácticas responsables.

• Juridicidad. Toda decisión, comportamiento o posición del MEM frente a ini-


ciativas de aprovechamiento de los recursos mineros, estarán sujetos de manera
estricta a las disposiciones que correspondan de la Constitución, las leyes y los
reglamentos dictados formal y previamente, conforme al derecho.

• Incorporación y transferencia de tecnologías avanzadas, limpias y eficientes.


Pasar de una actividad donde el trabajo físico es fundamental a una industria de
ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento.

• Recomendaciones voluntarias de incorporación de prácticas emergentes.


Estas prácticas están relacionadas con muchos de los elementos que entran en
juego al otorgar una LSO. Aquí se describen los contenidos fundamentales de
1
cada una de ellas :

Consentimiento Libre, Previo e Informado por parte de las re-


des de grupo de interés. Preferiblemente obtener el consentimiento libre, previo e
informado de dichas redes antes que se inicie la exploración y antes de cada fase
subsiguiente de las operaciones de minado y postminado.

1 Muchas de estas prácticas emergentes deberían ser incluidas en los contratos de arrendamiento minero.

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Participación de las comunidades en la Toma de Decisiones/
Consultas. Negociar con las comunidades antes de la exploración.
Tales negociaciones deberían continuar a lo largo de la vida de la mina, con el
entendimiento de que las comunidades locales podrían denegar el consentimiento
en cada etapa del desarrollo de la mina.

Acceso/Apertura de la información. Disponibilidad de la infor-


mación pertinente referente al proyecto minero para las comunidades potencial-
mente afectadas y a grupos marginales dentro de ellas, de una forma culturalmen-
te apropiada y en el lenguaje local oficial; información sobre oportunidades de
empleo en el proyecto minero para la comunidad; libre acceso a las instalaciones
mineras, dentro de un marco de seguridad y libertad.

Derechos de las Mujeres y Riesgos Relacionados con Género.


Evaluaciones de impacto de género, auditorías de género cuando apliquen, com-
pensación a familias encabezadas por mujeres, código de conducta, estándares
internacionales de trabajo, licencias pagadas por maternidad y cuidado de los ni-
ños, participación en la implementación de políticas de las empresas, capacitación
laboral, impulso al desarrollo de la capacidad apropiada en colaboración con el
gobierno, etc..

Derechos laborales y riesgos relacionados con los trabajadores.


Respeto al derecho de pertenencia a sindicatos, capacitación sobre derechos la-
borales, mecanismos de quejas formales, capacitación laboral, pagos equitativos,
orientación sobre enfermedades de transmisión sexual y apoyo a quienes sufren
esas enfermedades, priorización de la seguridad y la salud ocupacional, etc.

Derechos de los mineros de pequeña escala y mineros


artesanales. Formalización, acceso a mercados, recursos técnicos y
educativos, reasentamientos y compensación, titulación, mecanismos democráti-
cos de resolución de disputas. Asistencia técnica y cursos de capacitación en temas
relacionados con: administración, contabilidad, compras y manejo de inventarios,
técnicas de minado, seguridad industrial, uso y manejo de explosivos, planeación,
proyectos, herramientas para solución de problemas, comercialización.

Derechos Humanos y Temas de Seguridad. Evaluación de im-


pactos de conflictos, acuerdos internacionales de derechos humanos, contratación
de menores de edad, adopción de políticas que creen o intensifiquen divisiones en
las comunidades, requisitos preestablecidos de utilización de la fuerza pública o
militar contratada.

12 III.HACIA UNA MINERÍA RESPONSABLE O SOSTENIBLE


Garantías de contratación de mano de obra local. El MEM
impulsa, de conformidad con la ley, la contratación de mano de obra dominicana
residente en el área de influencia de los proyectos de exploración y aprovechamien-
to de los recursos no renovables, incluidos los hidrocarburos. Por las condiciones
sociales y económicas especiales de las zonas de exploración y aprovechamiento
de los recursos minerales, la naturaleza de estas actividades y las características
del mercado laboral que por ellas se genera, se hace necesario fortalecer la nor-
matividad que reconoce prioridad a la contratación de mano de obra dominicana,
prevenir procesos migratorios que puedan afectar la estabilidad social y económi-
ca y garantizar que los nacionales dominicanos residentes de dichas zonas se be-
neficien con las actividades de exploración y explotación de los recursos naturales.

POLÍTICA MINERA:
PILARES DE LA POLÍTICA MINERA

1. Normatividad minera moderna, estable, coher-


ente y abierta a la inversión en un marco de respe-
to al interés nacional.
EXPLORACIÓN
2. Gestión ambiental y de riesgos que asegure que
los impactos se prevengan, se mitiguen y se com-
pensen.
MERCADOS

3. Desarrollo de una industria minera intensiva en


EMPRESAS

conocimiento y capital humano especializado.

4. Apoyo a la institucionalidad y desarrollo de la pe-


queña y mediana minería (minería social).
5. Exploración sostenible de recursos y apoyo a la in-
vestigación e innovación.
PRODUCCIÓN 6. Gestión transparente de los beneficios y su in-
versión en el desarrollo económico y social de los
distritos mineros.
7. Inversión pública y privada en un marco de trato
nacional, seguridad jurídica, transparencia y ren-
dición de cuentas.

Institucionalidad Moderna-Responsabilidad Ambiental-Alianza Público-priva-


das-Desarrollo y Beneficios compartidos

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IV
Comprensión y Alcances
del Concepto Licencia
Social para Operar
De acuerdo con Business For Social Responsibility (BFSR), una licencia so-
cial es el cumplimiento de las expectativas sociales. Dado ese cumplimiento,
la empresa obtendría Licencia Social para Operar. El MEM entiende que
4.1. más que el cumplimiento de las expectativas, el esfuerzo de las empresas
orientado a salvaguardar su reputación y la estabilidad de sus beneficios,
debe enfocarse en las necesidades de las comunidades, las cuales pueden ser
mensuradas, en la mayoría de los casos están estudiadas, tienen indicadores
y no son subjetivas.

No debe confundirse la LSO con el cumplimiento de los requisitos que es-


tablecen las leyes, como son los de obtención de los permisos, supervisión,
4.2. fiscalización y preservación ambiental. Se entiende que es a las autoridades
a quienes compete garantizar la buena praxis de las empresas, a través del
adecuado control y la defensa del interés público en los procesos de negocia-
ciones y en las etapas de exploración y explotación.

Las sanciones sólo pueden estar en manos del Estado en todos los órdenes
de la comunidad organizada, bajo el Estado de Derecho. No obstante, las
4.3. comunidades tienen derecho a defender la integridad de las áreas protegi-
das dentro de su territorio, la conservación de sus sistemas ecológicos, la
belleza paisajística, la salud de su gente, los valores y tradiciones culturales,
y la calidad de vida.

14 IV.COMPRENSIÓN Y ALCANCES DEL CONCEPTO LICENCIA SOCIAL PARA OPERAR


En este contexto debe evitarse que ocurra una superposición incompatible
con las políticas de Estado, con el bienestar general, las autoridades locales,
la normativa pública, incluyendo la constitución nacional y los tratados
internacionales. También que de alguna manera esta práctica impida las
4.4 políticas de Estado de largo plazo y que se genere la expectativa de que
las empresas son las responsables del desarrollo local, en reemplazo de casi
todas las obligaciones de un sector público que aspira a elevar los niveles de
eficacia y eficiencia de sus roles tradicionales y nuevos.

De este modo, la LSO debe enfocarse en evitar daños previsibles; remediar


los daños ocasionados; lograr el mayor nivel de involucramiento de las co-
munidades en las decisiones corporativas; elevar el nivel de instrucción de
la gente y de su formación técnica hasta donde sea posible, y, en general,
4.5. mejorar aspectos críticos de las condiciones de vida de las comunidades, es-
pecialmente en el radio de acción de los proyectos mineros. Pero la solución
sistémica de los problemas sociales, económicos y ambientales de las comu-
nidades, sigue siendo una responsabilidad del Estado dominicano.

En General, la LSO se obtiene cuando las creencias, percepciones y opinio-


nes de las comunidades o redes de grupos de interés relacionados son favo-
rables al desarrollo y continuidad de un proyecto minero (tanto en su fase
4.6. de exploración como en la de aprovechamiento o explotación). Por tanto, es
“otorgada” por la comunidad, siendo intangible, dinámica y no-permanen-
te, en razón de que sus bases de sustentación son cambiantes.

La LSO sugiere que las empresas mineras desplieguen esfuerzos para, de


acuerdo con los criterios de actuación y los compromisos asumidos de cara
a la comunidad, logren un nivel alto de aprobación y aceptación en relación
con la promesa de satisfacción, general y documentada, de requerimientos
específicos de la red de grupos de interés respecto a sus actividades. Conse-
4.7. cuentemente, el Estado otorga autorizaciones en el marco de su propia nor-
matividad en atención al interés público y vigila que se cumplan las condi-
ciones contractuales sujetas a ese interés público; las comunidades aceptan y
aprueban las operaciones mineras atendiendo a sus intereses y necesidades
locales, dentro de un marco de derecho.

La LSO debe ser ganada y luego mantenida: ganada la aprobación y acep-


tación y mantenida la legitimidad, credibilidad y confianza, elementos que
se adquieren secuencialmente y son cumulativos en el proceso de forjar la
4.8. Licencia Social. Tanto la legitimidad como la credibilidad deben estar pre-
sentes antes de que se pueda desarrollar una confianza significativa.

Licencia Social para Operar Minería Responsable / Ministerio de Energía y Minas 15


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4.9. Estos elementos comienzan a configurarse desde el principio, con el cum-
plimiento de los requisitos de ley y el conocimiento a fondo de las caracte-
rísticas socioeconómicas e idiosincrasia cultural de las zonas involucradas,
aunque están lejos de ser condiciones suficientes para alcanzar los niveles
de legitimidad y credibilidad requeridos. Para ello se hace necesario propi-
ciar un involucramiento efectivo de la comunidad en las discusiones sobre
riesgos, costos y beneficios, necesidades y oportunidades, compromisos y
responsabilidades.

Cada LSO es exclusiva para un sitio o demarcación minera específica y se


4.10 necesitarían tantas licencias como proyectos distintos existan en el territorio
nacional.

16 IV.COMPRENSIÓN Y ALCANCES DEL CONCEPTO LICENCIA SOCIAL PARA OPERAR


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Guía Práctica de Requisitos
Mínimos para obtener
V
la LSO en la minería
dominicana

“M
i empresa gasta un promedio de
US$7 millones por año en pro-
gramas sociales en las comuni-
dades. Todavía enfrentamos bloqueos y conflictos
con estas comunidades. Obviamente el dinero no
nos provee la buena voluntad (goodwill) que nece-
sitamos; pero no tengo la menor idea que nos fal-
ta entender.” (Gerente General de una empresa
petrolera, citado en Zandvliet & Anderson,
2009, pg. 5.)

Los requisitos que se resumen a continuación constituyen un marco orientador, tomando


en cuenta las buenas prácticas de los países mineros, especialmente de la región.

1.IDENTIFICACIÓN Y ANÁLISIS DE LOS ACTORES


SOCIALES
Mapear correctamente todas las zonas de impacto del proyecto, especial-
mente las comunidades socialmente más vulnerables.

18 V.GUÍA PRÁCTICA DE REQUISITOS MÍNIMOS PARA OBTENER LA LSO EN LA


MINERÍA DOMINICANA
2.DIVULGACIÓN DE INFORMACIÓN
Proporcionar información de manera continua a los actores sociales afec-
tados desde las primeras etapas del proceso de toma de decisiones, de
una manera significativa y por medios accesibles. Mantener esta comu-
nicación durante toda la vida del proyecto. Comunicar información de
una manera comprensible, de forma oportuna y precisa, particularmente
sobre sus impactos sociales y ambientales, y otros aspectos que pudieran
producir efectos en las comunidades.

3.CONSULTA A LAS REDES DE GRUPOS DE INTERÉS.


Mantener la comunicación durante la vida del proyecto minero, a tra-
vés del diálogo. El proceso de consulta con los actores sociales consiste
en establecer y mantener relaciones externas constructivas a lo largo
del tiempo. Llevar a cabo reuniones periódicas con el objetivo de pre-
guntar y dialogar con genuinos representantes de las comunidades:
cumplir los compromisos asumidos para que las poblaciones vean la
contribución a la mejora de los servicios de salud e infraestructura, en
coordinación con las autoridades competentes.

4.NEGOCIACIÓN Y ASOCIACIONES
Realizar negociaciones en base a las reglas de acuerdos basadas en
intereses para evitar conflictos y lograr una mayor armonía con las
comunidades. Añadir valor a la mitigación del impacto del proyecto
o a los beneficios de este último para el desarrollo de las poblaciones
de las zonas, mediante las asociaciones estratégicas entre empresas y
comunidades u otros actores sociales.

5.GESTIÓN DE LAS RECLAMACIONES


Dado que en las operaciones mineras generan impactos sociales y am-
bientales, las reclamaciones son inevitables y se debe contar con un
área de reclamos en todas las zonas de influencia de las operaciones
mineras.

6.PARTICIPACIÓN DE LAS COMUNIDADES EN EL


SEGUIMIENTO DEL PROYECTO
Las empresas mineras junto a las comunidades y de acuerdo con la
ley deben de mitigar sus impactos, así como darlo a conocer a las
poblaciones mediante comunicación abierta, precisa y comprensible.
Organizar reuniones para comunicar los avances y trabajar juntos en
actividades de mitigación. Adoptar enfoques de inclusión y participa-
ción activa.

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7.ELABORACIÓN DE INFORMES PARA LAS REDES DE
GRUPOS DE INTERÉS
Informar el impacto social y ambiental de las operaciones a los actores
sociales (tanto a las personas o grupos consultados como a quienes
tengan un interés más general en el proyecto) y al Estado. Informes de
sostenibilidad: desempeño ambiental, social y económico del proyec-
to, cumplimiento de las metas propuestas.

8.FUNCIONES DE GESTIÓN
Crear y mantener suficiente capacidad para manejar las relaciones con
los actores sociales, como hacer un seguimiento de los compromisos
contraídos e informar sobre los progresos realizados. Las relaciones
con los actores sociales deben gestionarse como cualquier otra fun-
ción de la empresa, con metas y objetivos claramente definidos. Con-
tar además con personal profesional para la tarea.

9.INCORPORAR BUENAS PRÁCTICAS EMERGENTES


En los acuerdos, convenios o compromisos con las comunidades debe
considerarse incluir los temas clave de Prácticas Emergentes para cada
uno de los elementos del Marco Básico de una Minería Responsable o
Sostenible (algunos de ellos ya reseñados más arriba).

10.PRESENTACIÓN DE EVIDENCIAS DE BUENAS PRÁC-


TICAS CORPORATIVAS

En cuanto a las comunidades, promover su inclusión y participación,


derechos humanos, prácticas laborales, buenas prácticas de produc-
ción, medio ambiente, prácticas justas de operación, asuntos de mer-
cados, formación, etc.

Es común la presentación voluntaria a las autoridades y comunidades


de certificaciones que gozan de reconocimiento internacional, tales
como buenas prácticas de producción, de gestión de la calidad, de
conformidad de productos y procesos, de buenas prácticas humanas,
de seguridad y salud ocupacional, además de muchas otras certifica-
ciones sobre la base de normas y reglamentos técnicos específicos.

Finalmente, se ha identificado un portafolio de iniciativas que son críticas si los


proyectos mineros van a hacer una contribución al desarrollo sustentable y apoyar
obtener y mantener una licencia social (MMDS 2002A). Estas iniciativas, ya con-
tenidas en los requisitos mínimos expuestos, conservan hoy su vigencia e incluyen:

20 V.GUÍA PRÁCTICA DE REQUISITOS MÍNIMOS PARA OBTENER LA LSO EN LA


MINERÍA DOMINICANA
• Apoyar a la gente (capital social) e invertir en ella (capital humano).

• Apoyar y reforzar las estructuras gubernamentales existentes (capital social).

• Facilitar el aprendizaje y mejoramiento continuos (capital humano) y

• Ayudar a las poblaciones locales a anticipar y tomar ventaja del desarrollo de


la mina para mejorar su calidad de vida (según su propia definición) más allá
de la vida del proyecto o mina (balanceando los capitales humano y social).

Licencia Social para Operar Minería Responsable / Ministerio de Energía y Minas 21


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Bibliografía
1. Robert Goodland. Minería Responsable ¿Qué se entiende por “mi-
nería responsable? Bogotá D. C., Colombia. Abril de 2012.

2. Gamarra Barrantes, Lily Carolina. Propuesta de requisitos míni-


mos para lograr la Licencia Social en la Minería peruana. Lima
– Perú 2014.

3. Thomson, Ian; Boutilier, Robert. La Licencia Social para Operar.


Publicado - 2011, en Darling, P.; SME Manual de Ingeniería Mi-
nera, capítulo 17.2, págs. 1779-1796, Sociedad de Minería, Meta-
lurgia y Exploración, Littleton, Colorado, EEUU.

4. Norma ISO 26000:2010 sobre Responsabilidad Social.

5. Velásquez, Jorge Alberto. Buenas Prácticas Ambientales y Sociales


en la Minería. Colombia, Presentación, Mimeo.

6. Miranda, Marta; Chambers, David y Coumans, Catherine. Mar-


co Básico para una Minería Responsable: Una Guía para la Mejo-
ra de Estándares. Octubre, 2005, Mimeo.

7. Arienza, Maritza.

8. ONCOMMONGROUND.CA. La licencia social para operar y su


importancia en la industria del sector energético: buscando siner-
gia entre empresas y comunidades. Primer Foro Regional: Opor-
tunidades de la RSE en el Sector de Energía Renovable y Electri-
cidad en America Central. 13 de noviembre 2013, hotel vista real,
ciudad de Guatemala.

9. Muñoz Gaviria, Edwin Alberto. La “licencia social para operar”


en la minería industrial y la producción empresarial de la domi-
nación. Mimeo.

10. Plan de Gobierno 2017-2020.

22 BIBLIOGRAFÍA
11. Carta del presidente de la República al Congreso en ocasión del
sometimiento del proyecto de Ley sobre Loma Miranda. Septiem-
bre, 2014.

12. Constitución de la República Dominicana.

13. Documento sometido a la consideración de la DPyD por la Direc-


ción de Gestión Social del MEM.

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