Tema 28 MAD
Tema 28 MAD
Tema 28 MAD
28
La agilidad como capacidad
resultante. Tratamiento y
criterios para el diseño de
tareas para su desarrollo en el
marco escolar. Aspectos
fisiológicos implicados
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
5. ORGANIGRAMA RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA COMENTADA
PALABRAS CLAVE
Transferencia Coordinación
1. INTRODUCCIÓN
La agilidad es una capacidad física resultante de otras capacidades motrices. Gundlach (1968) realiza
una clasificación de las capacidades motrices y las divide en condicionales y coordinativas. La agilidad
surge de la combinación de algunas de estas capacidades. Castañer y Camerino (1991), en el modelo glo-
bal sistémico de la motricidad, proponen un tratamiento más global e interdisciplinar. Aunque en un pri-
mer análisis estructural relacionan la agilidad con las capacidades físico-motrices, posteriormente las
relacionan con las perceptivo-motrices y las socio-motrices.
Es importante, a la hora de establecer criterios para su tratamiento en las clases de Educación Física,
relacionarla con los mecanismos perceptivos, de decisión y de ejecución del modelo de procesamiento de
la información, así como tener en cuenta los criterios psicopedagógicos y didácticos del RD de 6-9-91.
La complejidad de esta capacidad motriz se refleja en los aspectos fisiológicos implicados. Hay una
clara implicación del SN; éste recoge las informaciones de las sensaciones cinestésicas y propioceptivas a
través de los receptores de distensión y tracción articular, de los husos musculares y de los órganos tendi-
nosos de Golgi. El sistema muscular también se ve implicado, al igual que los mecanismos de obtención de
la energía. Toda esta información de base nos ayuda a comprender como se va produciendo el ajuste motor
en la adquisición de la agilidad, también válido para otras capacidades motrices.
CONDICIÓN FÍSICA
FM RM RC-V
CONDICIÓN MOTRIZ
Como punto de partida, creemos importante citar el estudio comparativo que hizo Hebbeling con re-
lación a la frecuencia con la que distintos autores citaban las diferentes capacidades físicas básicas.
Sin duda, dicha nomenclatura y el orden prioritario son muy relativos. En primer lugar, porque
las fuentes de esta clasificación son muy diversas, y una capacidad determinada puede ser conside-
rada de una u otra manera según el ámbito o la perspectiva considerada. En segundo lugar, muchas
de las capacidades citadas tienen subcomponentes muy diferenciados entre sí. Así, por ejemplo, re-
firiéndonos a la fuerza podemos distinguir entre fuerza máxima y fuerza resistencia; en cuanto a la
velocidad, entre velocidad de reacción y de desplazamiento, coordinación dinámica general y ócu-
lo-manual, etc.
Resulta, pues, evidente la necesidad de intentar concretar, aún más, las definiciones y el alcance de
cada una de las capacidades físicas básicas, así como la de establecer una clasificación entre ellas que
resulte práctica y funcional.
FUERZA 21
RESISTENCIA 21
VELOCIDAD 13
AGILIDAD 13
HABILIDAD 11
FLEXIBILIDAD 9
RESISTENCIA A LA ENFERMEDAD 7
COORDINACIÓN 5
EQUILIBRIO 5
PRECISIÓN 4
MOTIVACIÓN 4
POTENCIA 3
ESTADO DE NUTRICIÓN 3
OTROS 11
Cazorla (1984), basándose en el modelo de la Universidad de Laval, en el análisis del acto motor, in-
cluye las cualidades físicas y las diferencia entre:
– Perceptivo-cinéticas: velocidad de reacción, agilidad (en el esquema que analiza los factores
que condicionan el acto motor se denomina ajuste motriz), coordinación.
– Orgánicas: potencia y resistencia de los sistemas anaeróbico y aeróbico, resistencia orgánica
general o local.
– Biomecánicas: fuerza, velocidad, potencia, flexibilidad, resistencia muscular.
La agilidad queda enmarcada dentro de las cualidades perceptivo-cinéticas (Fig. 1).
ENTORNO PSICO-
CONDUCTAS SOCIOLÓGICO
MOTRICES Y MATERIAL
TO
IEN
M
MO
TA
TO
OR
R
MP
CO
ACTO MOTOR
DETERMINANTES
PSICOLÓGICOS
EXPERIENCIAS MOTRICES
APRENDIZAJES MOTORES
CUALIDADES FÍSICAS
ESTRUCTURAS
PERCEPTIVAS MORFOLÓGICAS
Interocepción ORGÁNICAS
Huesos
Propiocepción Sistema cardiocirculatorio
Músculos
Exterocepción Sistema respiratorio
Adiposidad
Sistema nervioso
Sistema digestivo
Sistema endocrino
Como fuentes más recientes, podemos citar a Castañer y Camerino (1991), que dan a la motricidad un
tratamiento global intra e interdisciplinar. Proponen el modelo global-sistémico de la motricidad. En este
modelo, las relaciones dinámicas y constantes de los distintos elementos constitutivos de la motricidad son
expresadas en tres tipos de capacidades: perceptivo-motrices, físico-motrices y socio-motrices; estas capaci-
dades se analizan estructuralmente (Fig. 2) y, posteriormente, se sintetizan y relacionan (Fig. 3).
VELOCIDAD
TE
ESTRUCTURA
D
DA
ESPACIO-TEMPORAL
IA
RA
C
LI
PA
DA
ES
FUERZA FLEXIBILIDAD
EQUILIBRIO
COORDINACIÓN
Resistencia “Stretching”
LATERALIDAD RITMO muscular muscular
CORPORALIDAD
RESISTENCIA
YO
N
IN
OPOSICIÓN
IÓ
TE
AC
COLABORACIÓN
RA
IC
CC
UN
VAS
I
M
LO EST
ÓN
CO
ATI
CO AB
M ILI
UL
OT D
NIP
RI AD
JUEGO
CE
COLECTIVO
MA
S
EXPRESIÓN
CREACIÓN IMAGINACIÓN ESPACIO-TIEMPO OBJETIVOS
MÓVILES
INTROYECCIÓN
SUSTRATO Capacidad
PERCEPTIVO-MOTRIZ
I
N
T
ACCIÓN E HABILIDADES
Capacidad
PROPIAMENTE R BÁSICAS Y ESPECÍFICAS
FÍSICO-MOTRIZ
CONSIDERADA A
C
I
Ó Ontogénesis
N
Capacidad
COMUNICACIÓN SOCIO-MOTRIZ Filogénesis
Según estos autores, la agilidad estaría en relación con las capacidades perceptivo-motrices (equilibrio
y coordinación) y con las capacidades físico-motrices (velocidad y flexibilidad).
La relación entre la coordinación y la habilidad motriz reviste un papel esencial en el desarrollo de la ca-
pacidad motriz general. Las habilidades motrices básicas son formas de movimiento que pueden ser automa-
tizadas mediante repeticiones. Actualmente, se considera que las experiencias motrices, en particular las
habilidades básicas, son el instrumento fundamental del desarrollo de las capacidades coordinativas. Pode-
mos concluir que las habilidades motoras se construyen sobre la base de las capacidades motrices y que el co-
nocimiento, ejercicio y combinación de habilidades motoras desarrolla las capacidades motrices, tanto
condicionales como coordinativas. Por lo tanto, el desarrollo de la agilidad está determinado por el de las ha-
bilidades motrices básicas, capacidades perceptivo-motrices, físico-motrices y capacidades socio-motrices
cuando hay interacción con otros sujetos.
Siguiendo a Jordi Porta, la división de las capacidades físicas básicas propuesta a continuación es,
en cierta manera, un resumen de las más utilizadas actualmente, pretendiendo, al mismo tiempo, establecer
un nexo de unión entre las corrientes educativas psicomotrices y los factores de ejecución deportivos:
A) Capacidades motrices:
1. Flexibilidad.
2. Resistencia.
3. Velocidad.
4. Fuerza.
Todas estas capacidades no presuponen un proceso de elaboración sensorial muy complicado, siempre
y cuando no se trate de movimientos repetitivos de gran intensidad y rapidez. Al ser necesaria la coordi-
nación para su realización, deberíamos reconsiderar la clasificación de dicha capacidad.
B) Capacidades perceptivo-motrices. Coordinación:
1. Equilibrio.
2. Percepción espacial/temporal.
3. Percepción kinestésicas.
Estas capacidades presuponen un proceso de elaboración sensorial muy elaborado y, además, están
muy interrelacionadas entre sí y con las motrices. Es lógico pensar que la calidad y/o correcta ejecu-
ción de un movimiento o técnica cualquiera no dependerá solamente de la capacidad de asimilación e
intelectualización de la misma, sino que también dependerá por igual de las posibilidades funcionales
o de ejecución, es decir, de las capacidades motrices.
Así como Zatziorsky define la velocidad como una cualidad intermedia, es decir, dependiente tanto
de factores energéticos como reguladores, también decimos que la coordinación depende de unos
factores condicionantes. El pretender realizar un movimiento complejo de larga duración implica,
por parte del individuo, una buena dosis de resistencia general para retrasar, en lo posible, la apari-
ción de la fatiga que a buen seguro afectará a la regulación, control y precisión del movimiento re-
querido.
Aunque creemos bien delimitado el campo de acción y la importancia de cada una de las dos grandes
familias de cualidades citadas, hay cierto tipo de cualidades, capacidades o factores de ejecución
cuya clasificación ofrece aún más dudas.
Decimos esto porque en ninguno de los autores consultados hemos podido encontrar razonamiento
alguno del por qué considerar la habilidad, destreza y agilidad cualidades motrices o psicomotrices.
No se pueden considerar cualidades motrices porque todas ellas presuponen la puesta en acción de
procesos o capacidades psicomotrices (principalmente la coordinación). Tampoco podemos clasifi-
carlas como cualidades psicomotrices porque si nos atenemos a sus definiciones –en las que todos es-
tán de acuerdo– vemos que, por ejemplo, no se puede hablar de un individuo “ágil” sin que sea rápido,
o de otro que sea “hábil” sin la debida potencia de miembros inferiores para realizar cualquier tipo de
“dribling”.
Por todo lo dicho anteriormente, deben considerarse capacidades resultantes de la interacción de to-
das las demás. Con lo que a los grupos A y B debemos añadir el C:
C) Capacidades resultantes:
1. Habilidad y/o destreza.
2. Agilidad.
Es conveniente también, desde un principio, establecer las relaciones que presenta la agilidad con el
modelo de procesamiento de la información propuesto por Welford (1976) y Marteniuk (1976), aunque se
tratará con más extensión posteriormente. Los mecanismos perceptivos y de decisión estarían en estrecha
relación con las capacidades perceptivo-motrices y los ejecutores junto con los de decisión con las capaci-
dades físico-motrices.
Después de analizar todo este entramado de relaciones, vemos como la agilidad es una capacidad re-
sultante que surge de la combinación de otras capacidades motrices. Asimismo, reviste una gran compleji-
dad ya que están implicados los tres mecanismos que presuponen una elaboración sensorial y perceptiva,
por lo que la tarea que implique agilidad deberá ser asimilada y acomodada, a la vez que dependerá de la
decisión y ejecución, donde estarán en juego las posibilidades funcionales del sujeto.
En definitiva, la agilidad permite al individuo realizar movimientos complejos con facilidad, natura-
lidad, velocidad y amplitud, así como adaptarse a nuevos requerimientos motores de difícil ejecución con
gran rapidez.
Tanto Jordi Porta como Álvarez del Villar dicen que es resultante de la velocidad gestual, flexibilidad
y coordinación; por tanto, hablaremos de la combinación de dos capacidades físicas básicas y de las
capacidades perceptivo motoras.
El concepto de agilidad se confunde y se usa muchas veces indistintamente con otros como la
habilidad, destreza, coordinación, etc. También hay autores que la citan como una capacidad física más,
otros indican que es una cualidad derivada, otros, incluso, ni la nombran.
La agilidad viene definida en el diccionario de la Real Academia como la capacidad de ser ágil, siendo
ágil aquella persona que se mueve con soltura. Mucho más completa para nosotros es la definición que des-
cribe la agilidad como la “velocidad en el cambio de posición y dirección del cuerpo en el espacio”.
9m
Figura 4.
– Saltar sobre obstáculos: de acuerdo con la representación gráfica, el ejecutante saltará por en-
cima y se arrastrará por debajo de los dos obstáculos alternativamente en forma de ocho. La altu-
ra del obstáculo se adaptará a la tentativa; el examinado recorrerá 5 ochos.
50 cm
Figura 5.
– Carrera en zigzag: detrás de la línea de salida, preparado para correr. Salida de pie. A la voz de
“ya”, correr a toda velocidad en la dirección que indica el diagrama. El trayecto es de ida y vuelta. El
candidato no debe detenerse en la línea de llegada. Debe seguir corriendo varios metros más allá.
2m
3m 2m 2m 2m 2m 2m
Figura 6.
– Slalom: se recorrerá ida y vuelta el slalom construido con soportes para saltos.
2m 1m 1m 1m 1m 1m
Figura 7.
– Carrera de obstáculos: detrás de la línea de partida, preparado para correr en posición de salida
de pie. El lugar de la salida es la derecha de la valla. A la voz de “ya”, correr a toda velocidad en
la dirección que indica el diagrama. El cronómetro se pone en marcha a la voz de “ya” y se detie-
ne cuando el candidato toca con ambos pies juntos, después de saltar la última valla. Es nulo si
se derriba uno de los palos.
2m 2m
Figura 8.