Historia Medicina en Chile
Historia Medicina en Chile
Historia Medicina en Chile
U MEDICINA 1
-
Con importantes
documentos sobre la medicina de nuestros,
predecesores
POR
SANTIAGO DE CHILE
31
1894
> ''-¿
BIBLIOTECA NAClONAk
nMILFW »•
8BCCION
BIBLIOTECA ÑACiONAl
SEOCION CONTROL
xw de nti ptoe §tttiú §L gtáw §.
Eduardo Salas Olano
INTRODUCCIÓN
—
*ís*—
una
■
y que ver en cuanto á teorías y sistemas médicos
«
objeto de celebrar el 50.a aniversario de la inagu-
« ración de nuestra Universidad, damos á Ud. cuen-
« ta de nue ?tra comisión.
c Dos son estos trabajos. El uno se distingue
—
«
por el seudónimo de Justus cequus, y el otro por
« las iniciales V. E. C.
« Piensa el señor Murillo que el primero es supe-
«. rior al segundo, por su método, por la mayor
« exactitud de sus juicios y por su más correcta re-
c dacción. Ha notado en el segundo grandes den%
—
c
opinión distinta. Cree que ambas composiciones
—
« correctas en la
forma, y no llenan el objetó del tema
c
propuesto, apreciando en su con juntoy de una mane-
« ra sintética el cuadro de nuestros progresos médicos.
« La primera de ellas, firmada por Jtistus cequtís,
« tiene, es cierto, una redacción más cuidada y sobre
« todo más uniforme; pero, adolece, encambio, de
.« inexactitudes tales que solo se explican suponien-
« do que su autor ha dado más importancia de la
«
que debiera á las informaciones verbales.
« Por otra parte, el nuevo giro impreso á la ense-
« ñanza y á la práctica de la medicina chilena en los
« últimos 15 años no aparece allí de ningún modo
« caracterizado.
Esta es la parte del informe que se refiere á mi
, trabajo.
Según ella, como se vé, mi composición tiene los
siguientes defectos:
°
1.
Grandes vacíos;
°
2. Inexactitudes tales, que la mayoría de la co^
misión tuvo á bien sub-rayar;
3. ° Falta de historia desde 1880 hasta 1893.
Por lo que toca al primer defecto dejo que .cada
INTRODUCCIÓN XI
=£6
•I
XII -
INTRODUCCIÓN
.
.'■' .
Santiago, marzo 20 „de 1894.
Santiago-
Muy señor mío:
«En contestación á su carta debo decirlo lo si-
«guiente:
«En 1875 y 76, en que fui alumno de la clínica
xiv introducción
A , ., „ „ ,
.
„
Dk- W. Ugarte Serrano.
Abril 16 de 1894.
trato
(1) Anales de la
Id. sobre el
(2)
Veratrum Viride.
XVI INTRODUCCIÓN
El Autor.
***<WVWW*I>*/WV*»
\ b
..s^SN.DD^<a>a^ 4f ^sTSN>na^^a^ ..s^gs.,,^^.. & ..s^N»CJ./»y^.. ^
PRIMERA PARTE
—si- —
MEDICINA INDÍGENA
El origen de nuestra
primera medicina se pierde*
junto con el de nuestro pueblo, en la oscuridad de
los tiempos prehistóricos.
Los primeros y únicos detalles sobre la medicina
de los indígenas del valle de Chile se deben ala
conquista española.
Antes de ésta época nuestra historia médica sólo
tampoco bien
,
apreciado en sus detalles porque es
20 HISTORIA DE LA MEDICINA
sus médicos.
Por lo demás el indio de Chile que atravesaba
una de las primeras etapas de civilización, la edad de
y la muerte.
En otras ocasiones era el mismo Huecubu quien,
irritado, disparaba dardos envenenados que produ-
<■
•.i- cían la enfermedad. -■■*
, ..
ENCHILE 21
MÉDICOS INDÍGENAS
yerbas.
Los machis que eran los más numerosos y los
—
era responsable.
Al tratar una enfermedad se creía influenciado
todas curaciones,
sus tal era el acto religioso y de
voto "con que se invocaba la protección del Dios
bueno ó Meulén.
En algunas ocasiones, sobre todo cuando se tra.
taba de un enfermo opulento, se reunían tres ó más
machis pero «no hablan sobre el accidente dice —
un
SSCCION CHlLSiMA
32 HISTORIA DB LA MEDICINA
'-.:V>-<b,
34 HISTORIA DE LA MEDICINA
i
'
.-
, .
i
EN CHILE 35
frío.
Como cirujanos los indígenas poseían muchos
elementos de arte y la casi totalidad de ellos sabían
curar sus heridas y sus golpes.
dades de la piel.
38 HISTORIA DE LA MEDICINA
MEDICINA COLONIAL
toda luz.
Los estudios médicos apenas se encontraban en
vías de organización, de modo que, su medicina de
bía estar sumida en prolongado y continuo letargo
durante algunos siglos, letargo que influía con ma
yor fuerza la de las colonias americanas y muy
en
cuerpo.
El Cabildo, celoso de la salud y la vida de los co
lonos, no se contentaba con vigilar las boticas, to-
exámenes á médicos y físicos, que también
k
mar
ñas.
48 HISTORIA DE LA MEDICINA
HOSPITALES
El de Mendoza y el de S. Bartolomé de
pueblo
Chillan contaron á fines de la colonia con un hos
pital, hiendo fundado el dei primero por el padre
belernita José Melende? y el del segundo por D.
José Gambino.
Sin duda que una de la3 mas importantes crea
ciones para la medicina de la colonia es la Casa de
Expósitos— fundada por la
generosidad y filantropía
del vecino de Santiago D. Nicolás de Aguirre por —
57
o-
\
EN CHILE 59
RESUMEN
pirante. -■•-:■-.• .
68 HISTORIA DE LA MEDICINA
.
tulo de Protomédico, era éste quién entendía en
asunto de títulos, exámenes, etc.
Como podido ver, por la ligera exposición
se ha
que se ha hecho, durante la colonia el estudio de
'
-v
ENCHILE -b'.' 69
cirugía en .
el
dé la el
'
Mixtos.
'
San
Felipe- de Santiago
de Chile; pero, de ;.*te interesante asunto; que vm-b
portó uno" de los mus grandor progresos de la edad
-_
colonial, nos proponemos írafar en capitulo .aparte.
\
■
fe
70 HISTORIA DE LA MEDICINA
COLONIAL.
;>•
Asíalos 'primeros médicos del hospital derSocorro
fueron separados de sus puestos por perjudiciales
mueren todos.»
fines del
siglo XVIII.
Durante las dos primeras centurias los médicos
de la colonia no poseían más conocimientos anató
.-
■ ■
•*=--
EN CHILE 73 -
*'
rarsé". algunos que el hombre de hoy és' entera-."
"
mente distinto del qué conocieron los antiguos."
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"Asi pues, —
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negarse absolutamente, ni tenerse por cosa ya, del iodo s
"
demostrada, á nuestro juicio debe colocarse éntrelas
M
que las escuelas llaman probablés,/pvieB que
opiniones
"
de ambas partes militan argumentos opuestos; de
igual valor." (1)
'
■"
más ó menos
i
Debe tenerse presenté para.juzgaí del atraso deeó
la escuela española que el descubrimiento de las ren
des y vasos capilares que vino á comprobar el dé la
circulación de la sangre había sido realizado en 1661
por Malpigio.
Piquer era una notabilidades médicas de
de las
de Ios-sólidos.
Naturalmente en laproducción de las enferme
dades jugaban un gran papel las causas externas.
La teoría de las crisis y de la cocción de la escue
la de Cós dominaban en la marcha y terminación
de las enfermedades de un modo absoluto. Ya he
mos hemos visto (pág. que la pragmática de
(.>6)
1617,. y que fué ley, ordenaba que al tomar exám'e
nes se preguntara "de las fiebres, de locis affectis mor
'■.
v'
.ronquera». (2) .
-y^y.ü'y- ■■-'--
"'
'■-*&
'
en los
pletóricos, en los tísicos como en los neumóv
'
ducir el síncope.
braba la salud.
Los purgantes para extraer la bilis y la ltegma
alteradas, y la lanceta para sacar hasta la última
gota de humor descompuesto operaban verdaderos
prodigios, á. no ser que la descomposición fuera ya
tan intensa qué acarreara necesariamente la muerte
después de la sangría.
Pero, la lanceta y el agua caliente eran los elemen
tos primordiales, y á ellos estaba subordinado el
-pronóstico de toda. dolencia. Si ellos no curaban
después de una á varias sangrías ha-ta producir el
sincopé se tenía por seguro y evidente que el en
fermo entregaba su alma á Dios.
El presupuesto de los hospitales de la colonia, y .
v .:<}^::u
-
80 HISTORIA DE LA MEDICINA
lonia,
Casi todas las fuentes de aguas medicinales les
eran conocidas, entre otras las del Inca, Colina,
■'"•,'.t-
'
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■
•■*-:VÍ .
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,
rriedades de la piel
•
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toridades. •
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b V- :T- b
b.- .;-. era conocida: de. iósomédicos de la>.".colonia
;-'-' .-. Ella
b ; rU ;PQí los preceptos de Hipócrates. y :Galeno.
La cirugía mereció eñ Chile mejor- tratamiento"
que la medicina por la circunstancia de la guerra
. de Arauco, pues que, ésta hizo necesario el mante
nimiento de un regular número de soldados, lo que
.--"♦Si
.
España entre los eetudios de cirujanos á mediados b
del siglo XVIII; la colonia de Chile
pudo apro
no
pura experiencia. r ,
'
Ya en ■.1712. se presenta el bachiller: D.' Miguel •;.
:
Jordán Ursino,. médico del hospital" de' S. Juan de -
'
contagiosos. I que "a respiración es -suficiente al
contagio se les ha pegado á otros enfermos que no
lo estaban». Y lleva sus ideas hasta pedir la separa
ción de la ropa de uso de éstos por que de otro modo
ees indubitable el contagio». Aconseja también la
"
Y EL REAL PROTOMEDICATO
■*
86 ._
HISTORIA DE'LAitfÉDICÍNA
:- debía .establecerse. •
•:
lemnemente por el Presidente don .Domingo .Órtiz-
'
Apesar- de haber ■
sido .
..
sidad en 1747, y de ser nombrados los profesores én
_19 de ñaaya de 1756; no pudo abrir sus cátedras, sino
dos años después de esta última jfechaj esto es, en
"
'
..
bía I ido, tódoblo cual copiaban los alumnos,
;:•;; Eri ocasiones se hacían conferencias
'
que coiisis-
tían en la discusión de algún
punto médico entre
el profesor alumno, ó bien entre dos alumnos.
y un
En está única clase, pues, se enseñaba la anato
mía, la fisiología, la patología, la terapéutica, la me-
dicina toda, en cuatro años, que duraba el curso mé
dico hasta bachiller, y en hora y media diaria du
rante algunos meses de cáela año.
Porque los cursos comenzaban en la Universidad
dé San Felipe el 1.° de setiembre y terminaban el
2 de marzo; pero, se agregaba á ellos un cursillo- que
tenía lugar en los meses de' julio y agosto.
'
.
(1) TJn ejemplar de este libro existe en la Biblioteca
Nacional.
(2) No hemos podido averiguar por que libro enseña
ba Nevin y Sambrano profesores de Prima anteriores á
Rios.
(3) En el tomo 23 de macuscritos de la Biblioteca Nació
nal se encuentra una obra anónima que tiene el título de
"
90 HISTORIA DE LA MEDICINA /
'
,
'■
.*" .
" "
".■•'■'■:•..■-.--
EN CHILE- 91
un gran.número de
alumnos, que. járnás pasaron de
■cuatro ó cinco.
'
.
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Verdad- .és. que sé .exigía. algunas condiciones para
.:
;--*"¿.*-y
•
gre limpia.
Apesar.de todo, el establecimiento de la clase de
•
92 HISTORIA DE LA MEDICINA
rioa(l). "'i
94 HISTORIA DELA-MEDICINA
-
.
«a •.
EN CHILE 95
exacto.
Los nombramientos de profesores de la Universi
dad h-cieron en 1 9 de mayo de 1756 y en
ee 19 de
abril del mismo año, ésto es, un mes antes se pre
EN* CHILE 97
rió en 1776.
Entró á sucederle su discípulo, D. José Antonio
Ríos,
Este había nacido en Santiago de Chile y había
hecho sus estudios médicos en la Universidad de
San Felipe.
Como alumno se ganó la estimación de su maes
*®
EPIDEMIAS
primera epidemia de
La que hay memoria ocu
rrió en Imperial en 1554 y fué de fiebre tifoidea.
t Juntóseles otro gran mal —
dice Góngora Marmo-
108 HISTORIA Pll» LA MEDICINA
vincia. »
Esta enfermedad parece que existía en Chile an
jaitarios-
Por primera vez fuéimpuesta la cuarentena en
alrededores (1).
En 1787 fueron empleados otra vez los cordones
sanitarios por orden del Presidente O'Higgins.
No solo estas fueron las medidas tomadas para
iihpedir las terribles viruelas; así, en 1764, en que
ae produjeron algunos casos en Concepción y Tal-
usar de es
no
LA INOCULACIÓN
EN CHILE 121
/
EN CHILE 123
LA VACUNA
<
ÉN CHILE 127
encar
dominios coloniales.
El 30 de noviembre de 1803 la expedición se hizo
á la vela en la corbeta «María Pita» llevando veinte
y cinco niños que debían ser vacunados durante la
navegación para conservar fresco el fluido vacuní-
fero.
En Caracas la expedición se dividió en dos, que
dando encargado el ayudante de Balmis D. Fran
cisco Salvani déla propagación de la vacuna en la
América del Sur; en 1806 llegaba éste á Lima y con
seguía dar nuevo impulso á la vacunación, pues, ésta
era ya conocida en el virreinato del Perú desde 1805,
tales, etc.
El año siguiente con motivo de haberse comen.
zado á desarrollar una epidemia de viruelas, se esta
bleció un vacunatorio permanente en la Casa de
Huérfanos y se hizoverdadera campaña de
una
informando en 1807 —
comunicó inmediatamente
que la tuvo la noticia del descubrimiento de que la
vacuna se propaga por medio de la costra, prepa
EN CHILE 133
Piquer. —
Hist. de Santiago,
B. Vicuña M. —
Universal, Cantú. —
Repertorio de Antigüedades
Chilenas, Briceño.
JJMM-^^^MM^^NMMMMMM^^^
TERCERA PARTE
—
■•■s*
MEDICINA DE LA REPÚBLICA
Primer período
1810 Á 1860
dencia de Chile.
Apenas asegurada ya la emancipación política
con la victoria de Maipú, pensóse en la reorganiza-
140 HISTORIA DE LA MEDICINA
medicina toda.
La botánica, la química y la física que debían
completar los estudios médicos se abrirían algo
después.
De la Farmacia no se hablaba.
«La listaadjunta- decía Cienfuegos al Director
O'Higgins en 9 de agosto (1) manifiesta los emple
—
prometieron.» (1)
Las ocho vecas de que habla la Junta de Educa
ción no fueron oeupadas, por cuya causa el rector
del Instituto comunicaba en 1828 al ministro que
las clases de medicina no se habían podido insta
lar.
En esta misma fecha y como para formar con
traste, los alumnos internos del Instituto llegaban
á 145, las clases de leyes eran numerosísimas y en
clase de filosofía era tanto el número de alumnos
que hubo necesidad de crear una segunda cátedra
para la enseñanza de este ramo.
Mientras que la Junta de Educación daba facili-
í
144 HISTORIA DE LA MEDICINA
*
Grajales, profesor
peranza de tener alumnos se marchó á España en
1825.
Para Grajales se contrató en Eu
reemplazar á
medicina.
Para dar facilidades á los estudiantes se decretó
en 22 de febrero de 1833: «De las cincuenta y dos
vecas de
gracia creadas en el Instituto Nacional y
cuya provisión toca al Gobierno, se destinarán ex
clusivamente las seis primeras vacantes para los jó
venes que quieran dedicarse al estudio de la cien
cia médica».
Los alumnos que se presentaron á ocupar las ve
cas designadas por el Gobierno fueron:
V-
EN CHILE 145
Martín Abello.
De Medicina (1) Bartolomé Moran (2),
Los alumnos de medicina que figuran en e?ta
lista entraron á cursar las patalogías en 1833 por
haber estudiado ya la anatomía en la clase privada
de D. Pedro Moran, (3) y haber cursado las huma
nidades posteriormente.
Por* fin, á mediados del mes de marzo (19) de
1833 apareció el decreto memorable para nuestra
historia médica, por cuanto es el origen de nuestra
escuela, por el que se establecía la enseñanza de la
medicina en la República de Chile.
El decreto de 19 de marzo de 1833 dice: «Desean
do el Gobierno promover el estudio de las ciencias
médicas, que aunque reconocido en todas las nacio
nes del mundo como de primera necesidad para la
*?;;
tudio.
Las clases de farmacia que conpletaban el estudio
médico habían sido creadus anteriormente que las
de medicina por decreto de 28 de febrero de 1833*
Este decreto dice: «Conociendo el Gobierno que la
farmacia, una de las ciencias más útiles y necesarias,
se encuentraparalizada, imperfecta y apenas cono
cida por carecer la juventud que á ella se dedica, de
una instrucción metódica,
y científica, ha venido en
decretar y decreta:»
«Artículo Primero. Se establecerá en el Instituto Na
cional una clase de farmacia epte durará tres años»
(2)
Aun cuando se
que los cursos de medi
prometía
cina, cirugía y farmacia comenzarían en marzo de
b
ENCHILE 147
fiteatro anatómico.
Es necesario que digamos dos palabras sobre éf
para que pueda juzgarse de la pobreza de los pa
ñales que envolvieron en sus primeros días á la es
EN CHILE 149
gundas.
El curso de medicina para que pudiera compren
der en estas cuatro clases los diversos ramos del es
correspondía
al primer grupo y estudiaba la Química en el
se
i
■&
.--:¥«
El
Consejo de la Universidad era un
cuerpo con
sultivo del gobierno de Chile en materias de instruc
ción; tenía además la dirección y vigilancia de
'cuanto se relacionaba con la instrucción pública y
con el perfeccionamiento de todos los estudios; á él
debían asistir los decanos de cada facultad.
La presencia del decano de medicina en el con
sejo universitario era una garantía de adelanto, y
fué el origen de nuestro progreso médico, pues que,
él estaba, al cabo de las pobrezas y necesidades de
nuestra escuela.
Estas únicas abrían bastado para
disposiciones
operar un considerable progreso dentro de la escue
la de 1833; pero, había aun otras que debían traer
cambios casi radicales en la enseñanza misma de
la medicina y que establecían en condiciones serias
y provechosas los exámenes y la colaeión de gra
dos.
La le}T del 42 dispuso como condición para ma-
tricularse en los cursos de medicina haber obtenido
el grado de bachiller en humanidades y para este
mismo grado en medicina haber rendido satisfacto
riamente examen de Química Orgánica é Inorgá
nica, Botánica, Fisiología, Higiene, Farmacia, Pato
logía Interna y Externa; para el grado de licenciado
se requería el de bachiller dos años antes, examen
han su internado
'
X No lian quedado
comunicaciones oficiales que pue-
EN CHILE 159
que los
profesores desempeñaban otras clases en el
'
mismo tiempo.
La botánica, desempeñada hasta 1857
por el pro
fesor de farmacia, y desde esta fecha
por D. Rodulfo
A. Philippi, era teórica y prácticamente
estudiada,
debiendo el alumno examinar y disecar algunos
ejemplares de la flora chilena.
La química inorgánica, incorporada desde 1847
en el curso de medicina, era desempeñada D-
por
Ignacio Domeyko. La enseñanza de este
ramo era
esencialmente práctica.
La química orgánica alcanzó una enseñanza en
teramente práctica á fines de este período.
La clase de farmacia era teórica y práctica para
los estudiantes de farmacia, en esta clase se hacía,.
más bien que en terapéutica, la materia médica.
El plan de estudios de los farmacéuticos obligaba. -•'
Farmacia Farmacia
Práctica Práctica
obra.
166 HISTORIA DE LA MEDICINA
dé raedicina.
Sin embargo, contaba la Universidad de S. Fe
lipe, que entró en la fusión de todos
colegios los
chilenos para organizar el
Instituto Nacional, con
dos Doctores en Medicina, lo más reputado que te
nía el país en esta época, y que eran: D. José Anto
nio Ríos y D. Eusebio Oliva.
Pero Ríos era realista decidido y, por lo tanto, no
mayo de 1817.
D. Eusebio Oliva erapor entonces el único Dr.
perteneciente al claustro Universitario, además era
168 HISTORIA DE LA MEDICINA
Blest.
Su papel co aio "primer protomédico de la repú
blica no es de lo más lucido, consultado en 1819
sobre la organización de una escuela médica no
emite ideas que | puedan ^ilustrar al Gobierno sino
que se limita á refutar los informes de Grajales y
de Cox.
Murió en 1830.
Don Manuel "Julián Grajales era natural de Es
paña. Siendo estudiante del cuarto año de medicina
formó parte de la expedición encargada de difundir
en la América el conocimiento de la vacuna.
de
cía O'Higgins al Senado Conservador en esta ca —
EN CHILE 171
'
Apenas había recibido su diploma de miembro
del Real Colegio de Cirujanos de Londres, en 1805,
fué nombrado cirujano de la armada rusa, la que
dejó al poco tiempo para entrar en la marina in
glesa.
En 1813 abandonó la marina para trasladarse á
América en busca de un campo extenso para sus
dice
el Director O'Higgins —
á su notorio
patriotismo, las
pruebas que ha dado de su adhesión á la indepen
dencia de America, que adoptó desde nuestro go
bierno libre y á la constancia con que la sostuvo
durante la dominación enemiga.»
El Dr. Cox desempeñó algunos puestos de impor-
r<<*gwr«
Murió en 1869.
La escuela médica de 1833 contó sólo cuatro pro
fesores, para todo el estudio de la medicina y la far
macia, que desempeñaban tres, cuatro y cinco clases
de ramos diferentes, siendo este el principal motivó
de grandeza de ellos, pues que, apesar de sus múlti
ples tareas formar alumnos que
pudieron hoy día
hacen honor á la escuela médica de Chile.
El esfuerzo y la perseverante voluntad que des
plegaban para servir la organización y progreso de
una escuela, en todo había que crearlo, hace
que
que sean las primeras figuras de nuestra historia
médica.
Don Pedro Moran había nacido en Chile en 1771.
Desde muy joven se había dedicado al oficio de
sangrador, I
Pobre y de una familia sin antecedentes de hidal
guía, Moran arrastró una existencia mísera y oscura
EN CHILE 173
nueva era.
•
No habiendo podido establecerse la escuela de
medicina abrió una clase privada de anatomía en
1827 y en ella practicaba disecciones junto con sus
tres alumnos, entre los cuales figuraba su hijo Bar
tolomé Moran.
Ocupó diversos puestos públicos de importancia,
. entre estos, el de secretario del Protomedicato, mé-
.'■fbte
de familia.
EN CHILE 175
1833, era
inglés. Había hecho buenos estudios en la
escuela médica de Edimburgo.
Llegado á Chile en 1824 adquirió luego una exce
sus alumnos.
Don Guillermo Blest ocupó los más altos puestos
relacionados con la medicina; en 1830 fué nombra
dopiesidente del Protomedicato y dos años después
médico de la Junta de Beneficencia; posteriormente
desempeñó el cargo de decano de la Facultad de
Medicina, era miembro académico de ésta y conser
gran desgracia.
Cuando la vida se extinguió para siempre en esté
corazón bondadoso y filántropo las lágrimas do toda
la sociedad hicieron inmortal su recuerdo;
ningún
duelo ha sido más popular, ninguna pérdida más
irreparable para nuestra escuela.
«Ese hombre— decía D. Hermógenes Irrisarri al
sepultarse el cadáver de Sazie —
nunca ambicionó
otra gloriaque la de hacer el bien al pueblo descon
solado que se agrupa al rededor de su tumba; jamar*
tuvo otra ambición que la de ser útil á su segunda
patria.» (1)
El monumento que para perpetuar su memoria
se levantó con erogaciones del pueblo recordará á
tiago.
180 HISTORIA DE LA MEDICINA
conveniente y provechoso.
En 1833 se ofreció para desempeñar gratuita
mente las clases de farmacia en el Instituto Nacio
nal y como el Gobierno lo nombrara sin aceptar su
del inte
generoro ofrecimiento dirigió al ministro
rior una carta quees única en nuestra historia. «Al
En 1830 Bustillos es
pleto.
El Dr. Padin fué decano y miembro de la Facul
tad de medicina, médico de la Junta de Beneficen
cia y profesor déme dicina legal desde 1861.
Su entusiasmo por el progreso de nuestra escuela*
le hizo escribir un pequeño tratado de
Fisiología-
para servir de introducción á la enseñanza del ramo*
'
b •
'■/
EN CHILE 185
tratamiento.
En 1860 escribe dos artículos, «Sobre el clorofor
mo y su uso», y sobre las propiedades de «La elec
cia.
El año 1856 escribió un libro elemental de higie
ne para el uso de las escuelas de la república pero
te el régimen de la Dictadura.
1802.
Desde muy joven se dedicó al estudio de la quí
mica y adquirió una gran reputación.
En nuestro país, desde 1838, desempeñó el cargo
BIBLIOTECA NAOtCI-tf*.
SECCIÓN uHíf."^--
190 HISTORIA DE LA MEDICINA
adelanto.
Puede decirse que hasta la ---poca de la fundación
de un centro de educación iré- i i ca a 1838 no hubo
en Chile sino ideas de do3 c-'e-ia.-ba: la humorista
representada por los doctoras raaa parro, Ríos y
Oliva, siendo este último t- a cuica representante
desde 1816, y la fisiologista cpa- rué desde esta fecha'
Jj^f la que imperó en absoluto, t'-'-r-ien do ala cabeza á
los doctores Cox, Blest, Gra;, es y Torres. .
vioso que influía sobre las pote: .'n an, 'trices; pero tam
bién admitía las enfermedades be- -.büdos y de los
lib '•
¡bbad de todas las
que debilite el cerebro produce
funciones y particularmente, lasca !<>h vasos be la super
■-.y.-:U nace que esta
ficie, pero la naturaleza de la o
debilidad sea un estímulo indi re-. a<> [--¿ir., cl irUíberaa san
rías ele Brown son casi las mismas que las de Cullen,
eso sí, que las enlermedades son, según Brown asténicas
y esténicas y producielas por la incitabilidad. La mayoría
ele las enfermedades las reduce á estos dos términos, as
ténicos e>
esténicos, es decir, producidas por exceso <S
disminución de fuerzas.
EN CHILE 193
la de la enfermedad
producción es necesario dar
—
croscópico.
EN CHILE 195
influencias atmosféricas —
embargo en
/
200 HISTORIA DE LA MEDICINA
el mismo —
la sangría y la digital.»
La disentería tratada por los mismos medios
era
EN CHILE 201
Todos, sin
excepción, las empleaban y algunos con
exclusión de todo otro procedimiento en múltiples
enfermedades.
En los casos apurados, el primer pensamiento que
surgía en el cerebro ele la mayoría de los médicos
era la segunda línea el emético y los de
sangría, en
hacíaligeramente y cuando
muy intenso retar
era
se lee en
adelante —
el organismo no sufre la acción estimu
lante general de este agente poderoso; la fiebre trau
mática es muy moderada en lasimputaciones, y la
poca impulsión arterial es un poderoso antecedente
para tener hemorragias. Por otra parte, como para
no
tejidos.
Velpeau imperó en obstetricia hasta los últimos
años del período que estudiamos en que comenzaron
á usarse procedimientos más modernos con el hbro
de Cazeaux, que fué el texto adoptado en clase de
obstetricia.
Muy hubo, sin embargo, que innovar
poco en este
ramo, pues el profesor Sazie hizo desde el primer
momento una excelente clase.
El espéculo vaginal fuéempleado por primera vez
por Sazie; él también hizo las primeras aplicaciones
de fórceps, versiones, etc.
El cornezuelo de centeno había sido aconsejado
por el Dr. Blest y empleado por primera por éste vez
«SíE-.-.
206 HISTORIA DE LA MEDICINA
EN CHILE
209.
LITERATURA MÉDICA
y necesario rigor.
Muchas circunstancias se aglomeraban,
y con
vergían hacia el fin de hacer estremadamente difi
cultoso escribir sobre cualquier tema médico.
Sin embargo, durante los primeros años de la
república se escribieron unos cuantos folletos é in- ■
EN CHILE 211
la médica.
En 1828 publicó otro folleto intitulado «Ensayo
sobre las causas más comunes y activas de las enfer
medades que se padecen en Santiago de Chile. »
Este impreso, repartido profusamente á expensas
del autor, es el primero que habla al pueblo de aseo
é higiene, está escrito con toda claridad y sencillez,
siendo sus consejos útilísimos para la población de
Santiago.
Pero el mayor mérito de este trabajo consiste eii
su oportunidad, pues, es escrito en circunstancias en
J-V a>J"J
>wim- -■-■
-.->y;
á otras y cuando
-que las epidemias se sucedían unas
la capital de la Re
'
pública.
Siempre que Blest tenía algo útil qué enseñar, ya
que no trepidaba en publicarlo,
había escuela, no
así en 1829 habla de la aplicación del cornezuelo de
centeno en el estado puerperal (1) y dá las indica
ciones de su empleo, lo que dio origen á una acalo
rada polémica con el Dr. Passaman quien decía no
ber y de talento.
Por el título solo de esta memoria se ve que ella
no encierra gran imrortancia para Chile.
'
blica.
El protomedicato, á cuya cabeza- tocó estar á Oli
fermedades.
Despuésque transcurrieron los angustiosos años
de 1822 y 23 llegó hasta olvidarse la creación de la
junta; pero, las epidemias de tifus, disentería y fie
bre puerperal de 1826, obligaron al Gobierno á de
cretar su restablecimiento.
Esta vez la Junta de Sanidael había de durar me
munes, etc.
15
r
ludable.
Aun cuando el número de hospitales aumentó
también en tóela la república la mortandad en ellos
iba en progresión cada vezmayor, lo que se debía
á. que el aumento ele los enfermos no guardaba
proporción con el mejoramiento de las condiciones
de higiene. Así, el hospital ele S. Juan.de Dios de
Santiago, único para hombres en esta ciudad, au
mentó el número de sus salas á tal extremo que el
terreno hizo estrecho y hubo que pasar por
se so
Hospital de Concepción.
Entrados 689, salidos 18.18 muertos, cada 100 salidos
&S3, muertos 105 15.23 Id. id. id. entrado*
Hospital de Valparaíso
Entrados 2,809, salidos 17.23 muertos, cada 1C6 salidos
gangrenosa.
Una marcha paralela á la disentería seguían las
afecciones del hígado, principalmente las hepatitis
"
supuradas ó históricas «
apostemas. »
La fiebre puerperal era otro de los más temidos
azotes de la humanidad chilena; como las anterio
res eraendémica., pero en 1825, 28 y 32 se hizo epidé
mica á tal extremo que muy pocas fueron la partu
rientas salvadas en esos años, Esta fué otra de las cau
sas que influyó para contratar en Francia al Dr. Sazie.
torización de la prostitución.
Mientras tanto la sífilis siguió invadiendo todos-
Ios y causando un gran número de muertes..
hogares
La influenza ó grippe se mostró epidémica en
1831 y 32, 46 y 53.
Lá escarlatina y la difteria, cuj-a primera epide
mia se cree tuvo lugar en 1816, presentáronse en
nuador, y en la
república, con más progresos, con
la vacuna como medio preservador y con las juntas
de beneficencia, encargadas de velar por la salud
pública y de tomar las medidas para disminuir las
epidemias, las viruelas se suceden cada diez, cada
ocho años y la mortandad es también cada vez mayor.
Las epidemias debían aumentar con la densidad)
EN CHILE 233
persona» menesterosas.
Nacieron las dispenserías del «Instituto de Cari
dad Evangélica» ideado por los patriotas confinados
en Juan Fernandez en 1815, quienes solo pudieron
realizarlo en 1833. Esta benéfica institución, for
mada por unas cuantas personas pudientes, propor
cionaba á los enfermos, médico, medicinas, dieta y
-el abrigo necesario.
En 1836, tomando parte el Gobierno en esta aso
pública.
Al terminarse este
período las más principales
poblaciones contaban con hospitales hará ambos
«exos y Con vacunatorios gratuitos
regularmente
establecidos.
En esta épocatambién llenóse una imperiosa ne
cesidad; se fundó en la ciudad de Santiago en 8 de
agosto de 1858 una casa
para la curación de los
enagenados, la que dui ante muchos años, desgra-
aspíPí'
EN CHILE 235
%&i:
236 HISTORIA DE LA MEDICINA
REORfí.lSlZACIÓX DE LA ESCUELA
Segundo Período
1860 a 1880
desde 1833.
Como consecuencia de esta distribución los pro
fesores dedicaban toda su atención al ramo que en
señaban y podían estudiar todas las innovaciones y
adelantos introducidos en la ciencia por las anti
guas escuelas de Europa.
I así sucedió en efecto, la profeso
mayoría de los
resadoptaron la especialidad del ramo cuya ense
ñanza dirigían, con lo cual necesariamente comple
taban conocimientos y hacían
sus sus clases de
una manera fructífera y práctica.
un solo
profesor. Aunque esta clase era teórica y no
obligaba darla un 'giro práctico, los profesores esti
mulaban á los alumnos á la asistencia hospitalaria
para combinar, en lo posible, la teoría con la prác
tica; pero, no dánelose á ésta su debido desarrollo no
indispensable ramo,
mo se encuentra en el día.
Desde 1861, en que fué desempeñada por un pro-
EN CHILE 245
fesor especial, se
asegurar que hubo en Chile
puede
clínica médica; pero, este no era el único progreso,
pues en 1873 se creó una segunda cátedra para ha
ceranual y completa la enseñanza.
Se crearon igualmente los puestos de ayudantes
que debían tener á su cargo el laboratorio de ensa
yes y hacer un pequeño cur^o de semeiología.
*La clínica de Diaz pudo contar desde 1874 con al
gunos instrumentos necesarios para la investigación y
estudio perfecto de la enfermedad, como el esfimógrafo, el
plexímetro, el estetoscopio, el termómetro, etc., etc.
En 1876 adquirió esta misma clínica un microscopio.
La asistencia á estas clases era de hora y media
durante el 5.° y 6.° año del curso.
Los alumnos debían hacer una relación escrita de la»
enfermedades que observaban y en la clínica del Dr. Díaz
se agregaba ya desde fines de este período un esquema
arte. »
¡c.U'l.TSC-" :
ara^-v?
'
iglSOGliyb: ■■•
EN CHILE
EL PROFESORADO.
la y obtenido su título
profesional en 1850.
Aguirre ha desempeñado interinamente los car"
gos de catedrático de cirugía y de clínica externa; es
es miembro acaelémico de la Facultad de Medicina
y
ha sido su decano en diferentes períodos.
Ha sido igualmente rector de la Universidad.
'
En la actualidad es profesor de anatomía. (1)
El otro
profesor nombrado en 1861 es D. Jorje H.
Petit, francés.
El Dr. Petit
se había educado en la escuela mé
dica de París y desempeñado en ella los, puestos de
interno ele los hospitales y de disector ele anatomía,
habiendo obtenido este último cargo en un concurso
en el que salió vencido el
hoy célebre y gran anato
mista Sappe}b
rujano.
En 1867 rindió en Chile prueba pa
una brillante
ra optar el
grado de licenciado y presentó una exce
lente memoria sobre «La punción en los elerrames
traumáticos de las articulaciones.»
Como profesor de clínica externa introdujo todos
los adelantos de la ciencia europea; pero, su valen
tía como operador, que rayaba en temeridad, para
la época y sus procedimientos como maestro ele clí
nica despertaron una tempestad en su contra, en
la que llegó hasta tomar parte la prensa noticiosa.
Thevenot lejos de dejarse abatir trabajó empeño
samente por adquirir ma3*ores luces y, dedicándose
asiduamente á los estudios anatómicos, se hizo un
hábil cirujano y se conquistó pronto una gran repu
tación.
Aunque no regularmente el castella
poseía muy
no hacía provechosas disertaciones que completa
tétrico.
D. Francisco Javier Tocornal, nombrado catedrá
tico de patología interna en 1868, había sido uno
de los primeros alumnos con que se inaugurara la
enseñanza de la medicina en nuestro país.
Elegido <m 1842, entre los ocho primeros miem
bros, académico ele la Facultad de Medicina y se
cretario de ella, fué con Sazie uno"de los más infa
tigables (jampeones del progreso de la escuela mé
dica.
Constantemente escribía artículos que eran de
real utilidad ya fueran para el bien de la salad
pública, ya para el de nuestra escuela, siendo, sin
duda, su mejor producción la descripción de la
EN CHILE 257
EN CHILE 259
Diernó dé la Dictadura.
El Dr. Miquel es miembro académico* de lá Fa
cultad de Medicina y médico de hospital. ¡* >
Después de la
partida'de Thevenot á Europa.se
nombró para desempeñarlo interinamente al discí
pulo y médico de nuestra escuela D. Domingo Gu
tiérrez.
En 1875 era nombrado profesor de cirugía y clí
nica quirúrgica el Dr. Nicanor Rojas, quien había
recibido su primera instrucción médica en nuestra
escuela y obtenido su título profesional en 1853.
En 1867 y en¡1871 Rojas fué á Europa á perfec
cionar sus conocimientos científicos y publicó allí
una memoria sobre las aguas medicinales de Chile
que le valió el ser nombrado miembro de la «So
ciedad de Hidrología de París.»
En Santiago escribió un «Tratado de Hidrotera
pia» que es la mejor producción de su pluma ame
na y correcta.
■8^''-' "--',
■ -■
¡ >
EN CHILE 263
■j» .a
'
264 HISTORIA Í>E LA MEDICINA
\
en la política de nuestro
país; daba conferencias so*-
bre higiene á la clase obrera y se ocupaba, al mis
mo tiempo, de escribir folletos sobre
importantes;
asuntos relativos á epidemias ó á la salud pública..
.
Entre sus producciones médicas m ás importan
tes nos queda su magnífico opúsculo sobre «La re
glamentación de la prostitución como profilaxis de
la sífilis» que publicó en -»-875 y que revela én él
al hombre de ideas progresistas y humanitarias; y-
«Apuntes: La Viruela y la Vacuna» que en
sus
,
épocas de epidemia dedicó (1876) al pueblo de San
tiago. Estos dos trabajos, aunque de poca extensión,,
están escritos con toda perfección y claridad y fue
ron de utilidad, en especial, el que trata de la vi
ruela.
El Dr. Allende ocupó diversos puestos públicos
de importancia, fué diputado .en diversos períodos,
y senador, Gran Maestre de Masonería, académico
de la Facultad de Medicina y durante la guerra
contra el Perú y Bolivia sirvió gratuitamente el
puesto de
Superintendente del Servicio Sanitario.
La muerte,[sorprendiendo al Dr. Allende Padin en
la plenitud de la vida, á los 39 años, tronchó una
inteligencia que habría dado al país sus mejore»
¿ frutos y privó al pueblo de un médico que
poseía.
en su alma la misma virtud de el Dr^
| su maestro
X Sazie: La filantropía.
?1L Como Allende D. Carlos Leiva estudió en nues>
EN CHÍÍrB 265
■
a .f -
a -.o*' i
• ■
morfina.
Los anáfisis de la orina se practicaban asidua
mente en las clínicas para completar el diagnós
tico.
El microscopio era igualmente empleado, aun
que no se le daba sino con uso restringido; los ci
'
dejaba éste en posición elevada. El aposito se quitaba,
cuando hábiá reacción febril intensa,1 al otro día, pero,
en caso contrario, era renovado á los 6, 7, ú 8 días, se
18
274 HISTORIA DÉ LA MEDICINA
'"S
SECCIÓN .CHILENA
,-.í .
•
EN CHILE 275
LITERATURA MÉDICA
mayores obstáculos.
Si se compara, pues, el caudal literario del período
¡anterior con las producciones del presente, que cuen
ta veinte años, se notará indudablemente grandes
diferencias que favorecen á este. En efecto, encon
tramos que hay un número casi doble de trabajos
ríodo.
Quiero hablar de las Revistas, Periódicos, etc., de
medicina.
Estas publicaciones destinadas á pro
periódicas,
pender el adelanto de la ciencia médica en Chile,
han sido unas de las más fructíferas fuentes del
progreso.
Su importancia está fuera de todo encomio. Todo
lo que intereza á la medicina como las necesidades
de nuestra escuela y de nuestras clases; las noticias
sobre las epidemias y la marcha de éstas; la estadís
ticamédica, las observaciones y importantes
casos
blicaciones.
La Sociedad de Farmacia organizada en 1863, co
mienza poco después la publicación de sus Anales »
«
-
cortísima existencia.
La Sociedad Médica fundada en 1868 comenzó
en 1872 la publicación de su «Revista Médica» des
de las salas de la
maternidad; la de D.
Erasmo Ro
dríguez sobre
«Eliología de la Disentería»; la de D.
Guillermo Murillo titulada «Elementos que pueden
servir al estudio de la fiebre supurativa» (1868),
muy importante por dar en ella las primeras cifras
termométricas; la del licenciado Elias Fernandez
F. sobre «El algodón como agente terapéutico-qui-
rúrgico» publicada en 1873; la de D. Sandalio Le
telier sobre «El empleo del Veratrum Viride»
(1873); y la de D. Rafael Viancos sobre «Aplicación
del Esfimógrafo (1876).
Quedan aun dos trabajos de interés, y son: la me
moria de D. Florencio Midleton en que se describe
la epidemia «Tiphus Fever» de 1865; este traba
de
dicina.
EN CHILE 285
será la respuesta.
Nuestra higiene pública marchaba, pues, con pies
de plomo, como se dice.
Mientras tanto las epidemias no dejaban de diez
mar nuestra reducida población.
Las viruelas se presentaron con la misma inten
sidad que antes y se repitieron las epidemias más
frecuentemente aun.
pésimas condiciones.
Consúltese las cifras siguientes con las anteriores -
Hospital de Concepción
Hospital de Valparaíso
Entrados 4,542, salidos 33. 11 muertos, cada 100 salidos
3,412, muertos 1,130 24.88 Id. id id entrados
a los
principios de la higiene, entre éstos el de S.
Francisco de Borja (1858) y el de S. Vicente Paul
(1874) en Santiago. El de Valparaíso también fué
reconstruido y mejorado.
Además de las inutilidades de las
juntas de be
neficencias para la dirección de los hospitales; la de
Santiago se hizo hasta perniciosa enesta época para
el progreso de nuestra medicina la enseñanza de
y
nuestra escuela.
El plan de estudios de 1868— que imponía la asis
tencia á los hospitales desde el segundo año del es
tudio de la medicina, lo que equivalía á una espe
cie de internado —
no
pudo llevarse á efecto por la
tenaz resistencia de los directores de los hospitales
de S. Juan de Dios y de S. Borja. Así, en abril de
1868 se presentan, los estudiantes de todos los cur
sos, al Consejo Universitario, informando que les
era imposible seguir asistiendo á los hospitales por
de la Universidad. —
Anuario Estadístico. —
Boletín
de Leyes. —
Hist. de Chile, BarrosJ^rana. —
Instituto
Nacional (1813-1845), D. Amunátegui S.— Higiene
et Assistance Publique au Chili, A. Murillo*
Periódicos: La Aurora. El Monitor Araucano^
—
—
El Araucano. El Mercurio, etc, etc.
—
Revista Médica
(1872 y siguientes). —
Anales ae la Sociedad de Far
macia. —
El Médico Práctico, etc, etc.
"S«t-, a.
t
—
?• a— ^
DOCUMENTOS
■*i£-
EN 1765
Guill.
proceder con
Al I. S. P.
siguientes:
De tres modos propaga el contajio de Virhue
'
se
pueden añadir.
En resumen es nuestro dictamen, que para evi
tar que las Virhuelas que padeze la parte de la tri
20
-
306 HISTORIA DE LA MEDICINA
acaba de notar.
Por estas razones, y otras muchas que omite el
Protomedicato (por no hacer demaciado difuso este
Informe) que la ciudad de la Concepción está
cree
pararlo inmediatamente.
,
En el caso de que la Epidemia haya tomado tan
to vuelo, que no sea adaptable el medio propuesto
debe recurrirse a los siguientes: se hará uso de las
fumigaciones mencionadas arriba, y del vinagre tan
toregando con él las abitaciones, como colgando va
sos llenos de este Licor en lo interior, y esterior de
ellos a fin de
purificar y embalsamar el ayre.
Se arreglará el método de curar a los enfermos
por razón Gensral al propuesto por don Frase0 Gil
en el apendise que puso al fin de la disertación in
gas, las
leches, los huevos, las Yerbas como las Le
Joseph Llene-í.
José Antonio Sierra.
316 HISTORIA DE LA MEDICINA
cepción halla
se también establecida la vacuna, que
la ciudad tiene asalariado un Profesor de cirujía
que practique esta operación en la Plaza graciosa
mente a todos los que la solicitan, como lo presen
ció asi uno de los informantes, que se halló el año
pasado en dicha ciudad, siendo el facultativo desti
nado en aquel entonces Dn. Juan Chamorro.
V. E. que en nada se descuida, comunicó inme
diatamente que la tuvo la noticia del descubrimiento
de que la Vacuna se propaga por medio de la costrr,
preparándola, y disolviéndola en agua clara, ¡descn"
brimiento admirable! porque por su medio nos aho
rramos de la molestia, y gastos de conducir el fluido
dicación imprudente.
Al emprender un establecimiento de esta natura
leza, conviene siempre estender las miras, de aquel
estado de pequenez que tienen todas las cosas en
sus principios, a las creces de que son
suceptibles
con el cultivo, para que, eñ cuanto esté de
tiempo y
parte de la fundación, no se opongan embarazos a
los ulteriores progresos, sino que antes bien los
auxilios que se tengan a mano propendan y consi-
vpn ellos. Felizmente un
a anfiteatro anatómico es
de los establecimientos científicos mdnos costosos y
-según esto, es tanto
mas sensible que un pequeño
bueno en lá materia.
Algunas colecciones de estam
pas anatómicas, como las de-Eustaquio, Couper y
Berretini, etc; las primeras son las más celebradas
por su exactitud, figuras y preparaciones sólidas de
cera y preparaciones nervioráles, o formadas de las
Ministerio de gobierno
Clase L*
Clase 2*
los hospitales
3\e Los Principios y Práctica de la cirugía y
cirugía clínica.
4.* Obstetricia y enfermedades incidentes de
niños.
Comuniqúese á quienes corresponda.
PRIETO.
Joaquín Tocornal.
ministerio de gobierno
Joaquín Tocornal
■:-bap
-
328 HISTORIA DE LA MEDxCiNA
*
'rálíí ?!>;.
'* {-■-..*
'
, .
Santiago, julio 16 de 1834.
i '• na (.'irifjítvto | o¿ ; :'
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•_■. /
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i :-r>:aí.;rr;t--. 1
\ oínaarí^a -, -b a
=
ConiSiderando que la obstetricia, uno de lps junios
.
'
PRIETO.
Joaquín Tocornal
FIN.
4MMMMM^*lMMMNMMMí#i£
ÍNDICE
—
+&i —
Pág».
Dedicatoria . v
Introducción vn
PRIMERA PARTE
MEDICINA INDÍGENA
Médicos Indígenas 23
SEGUNDA PARTE
MEDICINA DE LA COLONIA
43
Primera Medicina de la Colonia
48
Hospitales. . . . . > . ...•••
'
i
---.''■ >"•• -í**a
"
- •
. av- Vi
^
332 ÍNDICE*
"
> \
Págs.
x
*
Médicos de la Colonia. .
« /94
Epidemias. ........... .•'106
Inoculación . . .,;... ;Yf 119
Vacuna • 126
TERCERA PARTE
MEDICINA DE LA REPÚBILCA
Primer Período
(1810 Á 1860)
Segundo Período
(1860 Á 1880)
Reformas Introducidas en ía Enseñanza . . 236
El Profesorado . :. .;....•.... 249
ÍNDICE 333
Págs.
b^.SíGiiQW -oHikl^a,
23 ;jun i95g
Secc Control y Cat I