Sentencia Registro de La Propiedad
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EXPEDIENTE 3725-2010
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, cinco de octubre de dos mil once.
En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de dos de agosto
de dos mil diez dictada por el Juzgado Primero de Primera Instancia del ramo Civil del
departamento de Quetzaltenango, constituido en Tribunal de Amparo, en la acción
constitucional de amparo promovida por Héctor Manuel Barbales Estrada en calidad de
mandatario general con representación de Aura Violeta López Vela de Barbales y
mandatario general y judicial con representación de Ángela Lilia López Vela y María Ruth
Noemí López Vela, contra el Registrador del Segundo Registro de la Propiedad. El
postulante actuó con el auxilio, procuración y dirección de los abogados Edgar Neri
Franco Monterroso y Edgar Alfredo Franco Urízar. Es ponente en este caso el Magistrado
Presidente, Alejandro Maldonado Aguirre, quien expresa el criterio del Tribunal.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado el veinticuatro de marzo de dos mil diez en
el Centro de Servicios Auxiliares de la Administración de Justicia, Organismo Judicial,
Quetzaltenango y trasladado al Juzgado Primero de Primera Instancia del ramo Civil del
departamento de Quetzaltenango. B) Acto reclamado: de la exposición del postulante
se extrae que su reclamación la enfoca en que “(…) han sido violados los derechos de mis
representadas, al aparecer en el Segundo Registro de la Propiedad con sede en la ciudad
de Quetzaltenango, INSCRIPCIONES ANORMALES, CON BASE EN DOCUMENTOS
INEXISTENTES, OPERADAS SOBRE INSCRIPCIONES QUE CORRESPONDEN A OTRAS
FINCAS UBICADAS A MUCHOS KILÓMETROS DE LA PROPIEDAD DE MIS
REPRESENTADAS, y que han servido de base para que el señor JOSE LUIS GARCIA UTUY
pretenda apropiarse de la finca propiedad de mis representadas, inscrita en el Segundo
Registro de la Propiedad con el NUMERO TREINTA Y TRES MIL TRESCIENTOS VEINTE
(33320), FOLIO CIENTO CUARENTA Y CUATRO (144), LIBRO CIENTO NOVENTA Y TRES
(193) DE QUETZALTENANGO, UBICADA EN EL CANTON DENOMINADO CHIVALENZUELA,
MUNICIPIO DE CANTEL, DEPARTAMENTO DE QUETZALTENANGO”. C) Violaciones que
denuncia: al principio de seguridad jurídica y al derecho a la propiedad privada. D) Uso
de recursos: ninguno. E) Casos de procedencia: no invocó ninguno. F) Leyes
violadas: citó los artículos 2º y 39 de la Constitución Política de la República de
Guatemala; 468, 469, 1301 y 1302 del Código Civil.
II. TRÁMITE DEL AMPARO
A) Amparo provisional: no se otorgó. B) Tercero interesado: José Luis García Utuy.
C) Informe circunstanciado: Luis López Maldonado, Registrador General del Segundo
Registro de la Propiedad, rindió informe circunstanciado indicando que las inscripciones
de las fincas identificadas en el memorial con el que se presentó, fueron realizadas por
documentos que en su oportunidad ingresaron al Registro e hizo constar que esa
institución no prejuzga la veracidad o falsedad del instrumento público que genera las
inscripciones, ya que es el Notario en el ejercicio de la fe pública el que hace constar los
actos y hechos ahí consignados. D) Prueba: documental y presunciones legales y
humanas aceptadas y descritas en el fallo de primera instancia. E) Sentencia de primer
grado: el Juzgado Primero de Primera Instancia del ramo Civil del departamento de
Quetzaltenango, constituido en Tribunal de Amparo, en su fallo de fecha dos de agosto
de dos mil diez describió los siguientes hechos relevantes: a) producción del acto
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Extrajudicial de la mortual de ZOILA VELA VALIENTE (…) y que fue requerida por las
representadas del amparista, pero con ello no se acredita que ellas sean las herederas
legalmente reconocidas o declaradas, sino lo que se demuestra es únicamente que se ha
radicado un proceso Sucesorio Intestado Extrajudicial (…) es por tal razón, que de lo
anterior se desprende que el amparista no tiene legitimación activa en el presente
amparo, ya que sus mandantes no son las personas legitimadas para accionar ni delegar
la promoción del presente amparo, toda vez que esta calidad le corresponde al
administrador y representante legal de la mortual de la aludida causante según lo
establecen los artículos 503 y 509 del Código Procesal Civil y Mercantil”. Y resolvió: “I.
SIN LUGAR la Acción Constitucional de Amparo promovida por HECTOR MANUEL
BARBALES ESTRADA en contra del REGISTRADOR DEL SEGUNDO REGISTRO DE LA
PROPIEDAD por falta de LEGITIMACIÓN ACTIVA en el postulante y por falta del principio
de DEFINITIVIDAD. II) Se condena al pago de las costas al amparista relacionado, en su
calidad con que actúa; III) Se impone la multa de QUINIENTOS QUETZALES a cada uno
de los abogados patrocinantes EDGAR NERI FRANCO MONTERROSO Y EDGAR ALFREDO
FRANCO URIZAR, misma que deberá hacer efectiva en la Tesorería de la Corte de
Constitucionalidad de Guatemala, dentro de los cinco días siguientes de que esté firme la
presente sentencia; en caso de incumplimiento se cobrará por la vía legal correspondiente
IV) Estando firme, remítase copia certificada de la presente sentencia a la Corte de
Constitucionalidad; V) Notifíquese”.
III. APELACIÓN
El postulante apeló la sentencia.
IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA
A) El postulante expresó que comparecía para ampliar los agravios dentro del recurso
de apelación, iniciando su exposición con los antecedentes relacionados en el memorial
de interposición de la acción constitucional de amparo y manifestó que con base en
inscripciones inexistentes en el libro Diario del Segundo Registro de la Propiedad se
inscribió una serie de fincas ubicadas en el cantón Chivalenzuela, municipio de Cantel,
departamento de Quetzaltenango. Que al hacer el examen de los archivos de dicha
institución aparece que las inscripciones de las fincas se hicieron sobro asiento, folio y
libro superpuestos, a fincas inscritas desde el año de mil ochocientos setenta y ocho
ubicadas dentro de la ciudad de Quetzaltenango, en el barrio El Calvario. Al haberse
realizado desmembraciones a nombre de varias personas y usando documentos
alterados, sus representadas fueron afectadas por la usurpación de la finca de su
propiedad, siendo este hecho el que fundamenta el interés con que actúa para recuperar
el referido inmueble. Rebatió la argumentación del Ministerio Público sobre que las
pruebas aportadas por él no son suficientes para demostrar las inscripciones anómalas y
consideró que esgrimir tales conceptos está fuera de la competencia de esa institución
que por otro lado ha incumplido con las funciones investigativas que le exige la ley, toda
vez que las pruebas aportadas son legales y certifican mediante la fe pública los hechos
ilícitos denunciados, sobre los cuales, siendo de su competencia, no se pronunció el
Ministerio Público. En cuanto a la sentencia apelada, manifestó su desacuerdo porque
desde un inicio se le dio trámite al amparo acreditando su representación y porque la
legitimación activa no tiene ninguna incidencia en la falta del principio de definitividad, ya
que éste se da cuando no se ha procurado la tutela ordinaria de los derechos en la
jurisdicción correspondiente y en este caso no existe ninguna tutela anterior. Agregó que
si el Tribunal de Amparo dictó su resolución declarándolo sin lugar por falta de
legitimación activa en el postulante y por falta del principio de definitividad, ha
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confundido tales principios que son totalmente diferentes. Y pidió “Que al resolver el
órgano superior, revoque la sentencia recurrida en virtud de ser absolutamente nula y
haga el pronunciamiento que en derecho corresponde”. B) El tercero interesado José
Luis García Utuy se refirió a que toda persona tiene derecho a pedir amparo, pero quien
lo hace tiene que satisfacer ciertos requisitos; que si bien es cierto, el actor está facultado
para representar a sus mandantes, también lo es que ellas no están legitimadas para
promover el amparo, toda vez que no son las propietarias del inmueble relacionado en la
demanda, el cual, conforme los atestados aportados al proceso pertenece a Zoila Vela
Valiente, persona fallecida, por lo que la defensa de los derechos alegados corresponde
ejercerla al representante de la mortual, cuya calidad tampoco ostentan las mandantes de
Héctor Manuel Barbales Estrada. Agregó que en la inscripción registral de su finca no
existe ninguna anomalía y que tampoco en el instrumento por el cual compró el inmueble
se hace alusión a la propiedad de Zoila Vela Valiente. Solicitó que al dictar sentencia se
declare sin lugar el recurso de apelación y se confirme la sentencia impugnada. C) El
Ministerio Público expuso que comparte el criterio sustentado por el Tribunal a quo con
base en que si la Corte de Constitucionalidad ha declarado procedentes varias acciones
constitucionales en casos relacionados con cuestiones de propiedad, esta procedencia se
basa en que las operaciones registrales operadas evidencian severas anomalías que
determinan la falsedad e inexistencia de los títulos con que se operaron, lo que no se
concreta en el presente caso ya que el postulante enuncia diversas situaciones, a su
parecer anómalas, sin aportar elementos que den sustento a sus señalamientos contra la
validez del documento que está revestido de la presunción legal de legalidad que, al no
haberse demostrado lo contrario, conserva su valor y efectos en tanto no se declare su
nulidad dentro de la jurisdicción ordinaria. En sus conclusiones reiteró que para dilucidar
la situación que se denuncia existe la vía idónea a través del debido proceso, por lo que
previamente debe agotarse dicha vía, dado que el amparo, por su naturaleza subsidiaria y
extraordinaria no puede constituirse en vía paralela a la jurisdicción ordinaria, sobre todo
si la parte postulante no demuestra los hechos y agravios con medios de prueba idóneos
y pertinentes. En tanto se omita acudir previamente a la jurisdicción competente, es
prematuro pretender accionar en la de carácter constitucional. Hizo la petición de fondo
en el sentido que se declare sin lugar el recurso de apelación y, en consecuencia, se
confirme la sentencia de primera instancia; que se condene en costas al postulante y se
le imponga la multa correspondiente al abogado patrocinante.
CONSIDERANDO
-I-
El fin esencial del amparo conforme a la Constitución Política de la República y la
Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, es el de proteger a las
personas contra la amenaza de violación a los derechos que la Norma Suprema y las
leyes garantizan y restaurar el imperio de los mismos cuando la violación hubiere
ocurrido, correspondiendo a esta Corte como función primordial, la defensa del orden
constitucional que atribuye competencias a los diferentes órganos del Estado, las que
deben cumplirse conforme la normativa magna de la República. El otorgamiento o no de
la protección constitucional del amparo está sujeto al cumplimiento o incumplimiento por
parte del postulante de los presupuestos que la ley exige para su interposición y con ello
se viabilice el estudio del acto reclamado a fin de poder determinar si éste fue emitido
con arbitrariedad o dentro del ámbito de las normas que rigen la función de la autoridad
impugnada.
-II-
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-V-
Al resolver la apelación, corresponde a esta Corte confirmar, revocar o modificar lo
resuelto por el tribunal de primer grado, por lo que al estimarse la falta de cumplimiento
de los presupuestos que se han analizado, la sentencia recurrida debe confirmarse con la
modificación del monto de la multa que deberá pagar cada uno de los abogados
patrocinantes del postulante por ser los responsables de la juridicidad del asunto
planteado.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 265, 268 y 272, inciso c), de la Constitución Política de la
República de Guatemala; 1º., 2º., 5º., 6º., 8º., 42, 43, 44, 45, 60, 61, 66, 67, 149, 163,
inciso c), 185 y 186 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, y
17 del Acuerdo 4-89 de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con fundamento en lo considerado y leyes citadas
resuelve: I. Sin lugar el recurso de apelación interpuesto por Héctor Manuel Barbales
Estrada en la calidad con que actúa. En consecuencia, confirma la sentencia apelada, con
la modificación de que la multa que deberá pagar cada uno de los abogados
patrocinantes del amparista, Edgar Neri Franco Monterroso y Edgar Alfredo Franco Urízar,
es de mil quetzales. II. Notifíquese y con certificación de lo resuelto, devuélvanse los
antecedentes.