Etica Profesional
Etica Profesional
Etica Profesional
ETICA PROFESIONAL
Las actividades profesionales son aquellas cuyo fin último es proporcionar algún bien o
servicio de importancia para la vida en sociedad. Este es el eje central de toda profesión. Además
dichas actividades nos son meramente individuales, sino de un conjunto de colegas organizados en
un gremio.
Los profesionales son reconocidos como tales una vez que han cumplido con los requisitos
formales de preparación y de vocación. El ejercicio profesional supone una retribución económica,
pero que, al ejercer tal actividad, con genuina vocación, se encuentra además un camino para la
autorrealización. Por ello la ética profesional nos remite al ethos profesional, es decir, a la forma de
vivir y ejercer la profesión, al modo de afrontar los problemas vinculados con el desempeño laboral.
La razón de ser de la actividad profesional implica un sentido ético, por la búsqueda de bienestar
social que esta supone.
La ética profesional se centra ante todo en el tema del bien: qué es bueno hacer, al servicio
de qué bienes está una profesión, cuál es el tipo de bien que busca como finalidad la
abogacía, la medicina, la ingeniería, el trabajo profesional de los farmacéuticos o de los
periodistas, etc. (Vélez, 2010, pág. 52)
Lo ético está presente en la profesión por su carácter generador de bienes, pero también lo
está por su naturaleza social, es decir, por su compromiso y responsabilidad con los integrantes de
la sociedad. Está presente en la medida en que la ética no solo busca el bien para cada sujeto, sino
que apunta a formas de vida colectiva cada vez más dignas, para lograr el objetivo de generar bienes
con miras a alcanzar formas de vida más deseables para la sociedad a través de la actividad
profesional. Otro vínculo entre lo ético y lo profesional lo encontramos en la elección de la
profesión, donde implica la existencia de una vocación.
Por ética profesional entendemos la reflexión sistemática sobre las normas morales que
regulan el comportamiento en la actividad profesional. Además de la preparación profesional para
ofrecer un servicio de calidad, se crea el código moral de la profesión. Que consiste en una serie de
normas de comportamiento que son aceptadas por todos los integrantes de la profesión y cuyo
cumplimiento se exige normalmente mediante juramento. Así aparecen los códigos de ética
profesional.
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Los escándalos en ámbito internacional y nacional, sobre los fraudes, el manejo de
información privilegiada, corrupción, etc., son manifestaciones de las personas que han tomado
decisiones incorrectas desde el punto de vista moral y ético y por supuesto legal. En ellas hay
personas de carne y hueso, con historias familiares y profesionales, pero ¿qué les llevo a tomar el
camino equivocado?, puede ser que esos profesionales nunca se cuestionaron por el significado
ético de sus decisiones.
Pues es importante porque es cómo te vas a comportar en tu vida, en este caso hablamos
del ámbito profesional. El hacer o no lo bueno en tu trabajo para algunas personas resulta difícil,
pero dependerá mucho de las situaciones, la forma en la que cada quién llega a actuar. Resultan ser
medios muy importantes, ya que en tu entorno profesional crean un ambiente de respeto, confianza
y seguridad tanto con tus compañeros como con tus alumnos.
Y al prepararte con estos principios, además de aprender de mejor forma sobre tu profesión,
te enseñan a hacer bien las cosas, es decir, te enseñan a aplicar la ética y la moral en tu campo de
trabajo para obtener mejores resultados, aunado a esto puedes aplicar esos conocimientos para
controlar las diferentes situaciones que pueden resultar difíciles.
Algo que se considera sin ética es mantener una relación con un alumno o alumna, ya que
tu trato con ellos debe ser estrictamente profesional de lo contrario pueden existir ciertas
preferencias o diferencia en el trato con los demás lo que llega a provocar problemas al interior de
tu entorno profesional y al mismo tiempo bajas tu desempeño.
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¿Por qué comportarme moral y éticamente?
El trabajar duro es muy importante porque además te sientes realmente bien cuando logras
resultados que sean reconocidos por otras personas y sabes que realmente son tuyos, que nadie
merece ese reconocimiento más que tú y que gracias a ello tu puedes dar a conocerlo y además
puede ayudar a otras personas.
La formación ciudadana de educandos debe partir del proceso del concepto de una
educación homogenizada y de una cultura diversificada, la solución está en hacer eminentemente
una educación cultural, donde asumimos la pluriculturalidad; que contribuya con la formación de
profesionales plenos, conscientes de sus deberes y derechos. Capaces de hacer frente a los desafíos
de la localidad y del país. Donde admitamos la verdad y no vivir entre la mentira.
El aprendizaje del conocimiento y el sentimiento de justicia hacia los alumnos deben ser
tratados con justicia e impulsados a actuar de manera adecuada. Esa autoridad moral la conseguirá
mediante su propia actitud y comportamiento de inspiración ética en el ejercicio de la profesión.
PROFESIÓN Y PROFESIONISTA
PROFESIÓN
“La profesión es una actividad social cooperativa, cuya meta intenta consiste en
proporcionar a la sociedad un bien especifico e indispensable para la supervivencia como sociedad
humana, para lo cual se precisa el concurso de la comunidad de profesionales que como tales se
identifican ante la sociedad” (Cortina 2000, p.15).
1. La actividad profesional que tiene el fin en sí misma, quien ejerce una profesión
puede buscar en ella únicamente el sustento, y en tal caso, ese será su móvil subjetivo, pero
conviene recordar que esa no es la meta de la profesión misma, no es el fin que le da sentido y
legitimidad social.
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metas, utilizan el mismo lenguaje, se sirven de unos métodos comunes y asumen el ethos, el carácter
de la profesión.
Por ello, se afirma que la profesión es indispensable tanto para el hombre, como para la
sociedad en la que se desenvuelve por ser una actividad vital dentro del desarrollo socio-económico.
Por lo tanto, no es una actividad aislada sino comunitaria.
El término educación, en sentido estricto, hace referencia a una realidad compleja con
significados diferentes. Con este término aludimos a una doble realidad:
a). Todos podemos hablar de educación porque nos referimos a una experiencia personal
que nos ha acompañado siempre. Lo entendemos como un proceso dinámico. Tenemos la
experiencia de que somos capaces de formarnos y de recibir influencia a lo largo de toda la vida. Es
algo que va unido al hecho de ser persona. También, desde la experiencia, nos referimos a la
educación como “resultado”, aunque nunca es definitivo. Es como si se tratara de peldaños, que
una vez alcanzado uno, nos pone en situación de llegar al siguiente…
b). La segunda realidad, se refiere a la acción externa, a la influencia que desde fuera
provoca procesos de crecimiento y maduración personal En ambos casos el concepto educación
hace referencia a la persona y a la sociedad. El lugar que ocupen estos dos elementos, en los
procesos y resultados educativos, da lugar a distintos “sentidos” de la educación: Por una parte, la
educación tiene como finalidad o propósito formar personas, con un desarrollo lo más completo y
armónico posible. Por otra parte, la educación tiende a insertar a las personas en su entorno, en el
contexto cultural y social en que desenvuelven sus vidas.
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Tal vez sea más exacto por lo tanto afirmar que la familia tiene la responsabilidad natural
de la educación moral.
¿Qué es lo bueno y qué debo hacer? No podemos prescindir de estas dos grandes preguntas
cuando hablamos de la educación como actividad humana. Hace poco, el profesor Olegario
González de Cardedal, definía la educación como ese proceso mediante el cual nos ayudamos los
unos a los otros para el descubrimiento, realización y planificación de nuestra existencia humana.
Entendida la educación desde esta perspectiva, no se pueden tomar decisiones educativas sin
pensar qué es lo mejor. Evidentemente, esta pregunta es pertinente para los que se dedican
específicamente a la tarea educativa, pero no Sólo. Toda la sociedad estamos implicados. Como
veremos más adelante.
Bibliografía
Menendez, A. (1988). Ética Profesional. México: Herrero Hermanos.
González, J. (1997). "Reflexiones sobre la ética profesional". La ética profesional del psicólogo
/Coloquio, Facultad de Psicología, UNAM, México.