Unidad 4 Criterio 2 PDF
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Emilio Cerdá
Universidad Complutense de Madrid
Resumen
En este artículo, para la biomasa sólida, el biogás y la fracción orgánica de los residuos sólidos
urbanos se analizan las aplicaciones y tecnologías de conversión a energía. Se presentan datos sobre
la evolución y situación de dichas fuentes de energía a nivel mundial y a nivel de países de la OCDE,
sobre la disponibilidad de recurso energético tanto a nivel mundial como a nivel de Unión Europea y
sobre diferentes aspectos relacionados con los costes. Finalmente se hacen consideraciones acerca de
la sostenibilidad de la biomasa y de emisiones que se generan, tanto de gases de efecto invernadero
como de contaminantes locales.
Palabras clave: biomasa, biogás, bioenergía, costes de biomasa, sostenibilidad.
Clasificación JEL: Q42, Q53, Q59.
Abstract
In this paper, applications and conversion technologies from solid biomass, biogas and biogenic
fraction of waste to energy are analysed. Data about the evolution and situation of these renewable
resources, in the world and also in the OCDE countries, are presented, as well as the resource potential
at the world and UE levels. Different aspects related to costs are studied. Finally, sustainability and
emissions (both GHG and local pollutants) are also considered.
Keywords: biomass, biogas, bioenergy, costs of biomass, sustainability.
JEL classification: Q42, Q53, Q59.
1. Introducción
Esta definición tiene un carácter muy amplio, ya que dentro de ella se engloba una
diversidad de fuentes energéticas que comparten determinadas características, pero
* El autor agradece la financiación del proyecto del FEDER y Ministerio de Ciencia e Innovación
ECO2009-14586-C2-01.
118 cuadernos económicos de ice n.º 83
que difieren entre sí en cuanto a las tecnologías para su obtención y aplicación para
la producción energética.
En Cerdá (2012) se presenta la situación y perspectivas de la biomasa sólida,
como fuente para obtención de energía, en España en el marco de la Unión Europea.
Se consideran aspectos generales, situación a nivel mundial, de UE y de España, se
presentan las ventajas que presenta la biomasa sólida, se comentan las barreras más
importantes que dificultan su desarrollo y se proponen algunas medidas que podrían
ayudar a potenciarla.
Este artículo presenta una visión más general de la biomasa, incorporando tam-
bién el biogás y la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos, desde una
visión mundial, haciendo referencias a los países de la OCDE y la UE, pero sin par-
ticularizar para el caso de España.
Al comenzar el estudio resulta conveniente concretar qué tipos de biomasas exis-
ten (apartado 2) y cuáles son sus usos (apartado 3). El apartado 4 trata sobre la evo-
lución y situación de cada uno de los recursos que constituyen la biomasa, a nivel
mundial y a nivel de países de la OCDE, distinguiendo entre lo que es la biomasa
tradicional y la biomasa moderna. El apartado 5 trata sobre el potencial existente en
cuanto a recursos de biomasa, a nivel mundial y a nivel de UE. El apartado 6 aborda
el importante problema de los costes, distinguiendo entre los costes de obtención de
la materia prima, los correspondientes a las diversas fases de las diferentes cadenas
de suministro y los de las distintas tecnologías de conversión a energía. También
se presentan datos sobre el coste normalizado de electricidad y de calor, a partir de
diferentes recursos de biomasa. El apartado 7 se ocupa de emisiones de gases de
efecto invernadero, de emisiones de contaminantes locales y de aspectos relaciona-
dos con la sostenibilidad de la biomasa. El artículo termina con las conclusiones en
el apartado 8.
y residuos utilizados, la biomasa sólida se divide en: i) Primaria: formada por culti-
vos energéticos, que son cultivos de especies vegetales destinados específicamente
a la producción de biomasa para uso energético. Entre las especies agrícolas para
producción de biomasa lignocelulósica podemos citar el cardo, el sorgo o la colza
etíope, entre otras. Entre las especies forestales leñosas se pueden citar, entre otras,
el chopo, el sauce, el eucalipto o la paulownia. ii) Residual o secundaria: residuos
forestales (como los generados en operaciones de limpieza o poda), residuos agríco-
las leñosos (como podas de olivos, viñedos y frutales), residuos agrícolas herbáceos
(como la paja de cereales de invierno o el cañote del maíz), residuos de industrias
forestales y agrícolas (astillas, cortezas, serrín, huesos de aceitunas, cáscaras de fru-
tos secos, cascarilla de arroz, etc.) (IDAE, 2007A).
7
La composición del biogás, dependiendo del sustrato y del tipo de tecnología utilizada, puede ser
la siguiente: 50-70 por 100 de metano (CH4), 30-40 por 100 de anhídrido carbónico (CO2) y una canti-
dad inferior al 5 por 100 de hidrógeno (H2), ácido sulfhídrico (H2S) y otros gases
8
Según el CIEMAT, 1 m3 de biogás (70 por 100 de CH4 + 30 por 100 de CO2) tiene un poder calo-
rífico aproximado de 6000 kcal. y tiene la siguiente equivalencia con otras fuentes de energía: 0,8 l de
gasolina, 0,6 m3 de gas natural, 6,9 kWh de electricidad, 1,5 kg de madera, 0,71 l de fuel-oil, 0,3 kg de
carbón, 1,2 l de alcohol combustible.
120 cuadernos económicos de ice n.º 83
9
Millones de toneladas equivalentes de petróleo.
10
Incluye unidades de metanización: a) en granjas, b) de residuos de industrias de procesado de
alimentos, c) de residuos de hogares, d) de residuos vegetales, e) plantas de codigestión multiproducto.
energía obtenida a partir de biomasa 121
En cuanto a los usos de la energía producida con biomasa, éstos pueden ser para
calefacción, refrigeración y producción de agua caliente en el sector doméstico (vi-
viendas unifamiliares, comunidades de vecinos, barrios o municipios enteros), calor
para procesos industriales y generación de electricidad. En resumen, todo el conjun-
to de fuentes energéticas que comprende la biomasa puede tener tanto aplicaciones
térmicas como eléctricas.
122 cuadernos económicos de ice n.º 83
De acuerdo con IDAE (2007A), la producción térmica sigue una escala de usos
que comenzaría con las calderas o estufas individuales utilizadas tradicionalmente
en los hogares. En un segundo escalón se sitúan las calderas diseñadas para un blo-
que o edificio de viviendas, equiparables en su funcionamiento a las calderas habi-
tuales de gasóleo C o gas natural, que proveen a las viviendas de calefacción y agua
caliente. En un tercer escalón aparecen las redes de calefacción centralizada (district
heating), muy extendidas en el norte y centro de Europa. La red de calor y agua
caliente llega no sólo a viviendas y urbanizaciones sino también a edificios públi-
cos, centros deportivos, complejos comerciales e incluso industrias. Estas centrales
térmicas requieren instalaciones exclusivas, debido al mayor tamaño tanto de las
calderas como de los silos de almacenamiento. Estas instalaciones también permiten
la distribución de frío para la climatización de viviendas y otros edificios en verano.
Asimismo, en algunos casos también pueden cubrirse las necesidades térmicas de
ciertas industrias con calderas de biomasa. Las industrias agroforestales normalmen-
te aprovechan sus residuos para la producción de calor y, en ocasiones, se acompaña
de producción eléctrica (cogeneración con biomasa).
Según los datos más recientes de biomasa sólida del EurObserv’ER, la produc-
ción de energía primaria a partir de biomasa sólida en el conjunto de la UE en el año
2010 fue de 80,1 Mtep (un 9,1 por 100 más que en 2009), de los cuales un 75 por
100, correspondieron a aplicaciones térmicas. Las redes de calefacción centralizada
(district heating) consumieron en 2010 el 10,7 por 100 de la energía obtenida a partir
de biomasa sólida dedicada a usos térmicos en la UE, estando muy desarrolladas en
Suecia, Finlandia, Dinamarca, Austria, Alemania y Polonia. La producción de ener-
gía primaria a partir de biogás en la UE en el año 2010 fue de 10,9 Mtep (un 31,3
por 100 más que en 2009), de los cuales sólo un 13,8 por 100 fueron aplicaciones
térmicas11. La producción de energía primaria a partir de FORSU en la UE en el año
2010 fue de 8 Mtep (un 5,4 por 100 más que en 2009), de los cuales un 25 por 100
fueron aplicaciones térmicas y el resto aplicaciones eléctricas.
12
APPA: Asociación de Productores de Energías Renovables de España.
energía obtenida a partir de biomasa 125
• Mientras que la oferta de energía primaria total ha crecido entre 1990 y 2010 un
19,7 por 100 en el conjunto de países que forman parte de la OCDE, la oferta
de energía procedente de todas las fuentes renovables (en conjunto) ha crecido
un 54 por 100, y la oferta de bioenergía ha crecido en un 80 por 100.
• Por regiones a nivel de OCDE, el mayor crecimiento de oferta de energía pri-
maria total se ha producido en OCDE Asia-Oceanía (41 por 100) y el menor
en OCDE Europa (12 por 100). Sin embargo, el mayor crecimiento tanto en
oferta de energías renovables como en bioenergía se ha producido en OCDE
Europa (102 por 100 y 116,3 por 100, respectivamente), y el menor en OCDE
Asia-Oceanía (29 por 100 y 40,9 por 100, respectivamente). OCDE Américas
se mantiene en una posición intermedia.
• La biomasa sólida ha pasado de representar el 95,4 por 100 de la oferta de
bioenergía en la OCDE en 1990 a contribuir a la misma en un 69,4 por 100,
lo cual se debe a la irrupción de los biocarburantes, a la mayor utilización de
los residuos municipales renovables, al importante ascenso del biogás y a cier-
ta transición de biomasa tradicional a biomasa moderna. De todas formas, la
oferta de energía procedente de biomasa sólida ha crecido un 30 por 100 en la
OCDE en el período que se está analizando.
• La oferta de energía procedente de biogás en la OCDE ha pasado de 1,45 Mtep
en 1990 a 15,75 Mtep en 2010, lo cual supone un crecimiento del 986,2 por
100. De hecho el biogás, a nivel mundial, ha crecido entre 1990 y 2009, a una
tasa media anual del 14,9 por 100, cantidad sólo superada por la solar fotovol-
taica y por la eólica entre las energías renovables.
• La oferta de energía procedente de residuos municipales renovables en la
OCDE ha pasado de 4,6 Mtep en 1990 a 13,63 Mtep en 2010, lo cual supone un
crecimiento del 196,3 por 100, pasando de aportar el 3,5 por 100 en 1990 al 5,8
por 100 en 2010 a la oferta de bioenergía en la OCDE.
126 cuadernos económicos de ice n.º 83
cuadro 1
Oferta de energía primaria total, de energía renovable y
de bioenergía en la OCDE, por regiones y total en 1990 y 2010
OCDE OCDE Asia- OCDE
OCDE total
Américas7 Oceanía8 Europa9
1990
O.E.P. (en Mtep.)… 2.260 643 1.620 4.523
de la cual renovable... 148,21 (6,6%) 25,85 (4,0%) 93,49 (5,8%) 267,56 (5,9%)
de la cual bioenergía 77,57 (52,3%) 9,74 (37,7%) 50,09 (53,6%) 131,41 (51,4%)
% biom. sól./bioen. 96,3% 96,8% 93,7% 95,4%
% biocarb./bioen. – – – –
% biogás/bioenergía 1% 1,1% 1,4% 1,1%
% re. mu. re.10/bioen. 2,8% 2,1% 4,9% 3,5%
2010 (estim.)
O.E.P. (en Mtep.)… 2.691 907 1814 5.413
de la cual renovable... 191,66 (7,1%) 31,40 (3,52%) 188,88 (10,4%) 411,94 (7,6%)
de la cual bioenergía 109,31 (57,03%) 12,45 (39,7%) 113,36 (60,0%) 235,12 (57,1%)
% biom. sól./bioen. 66,5% 81,6% 70,8% 69,4%
% biocarb./bioen. 24,8% 4,6% 13,2% 18,1%
% biogás/bioen. 5,1% 4,8% 8,5% 6,7%
% re. mu. re./bioen. 3,7% 9% 7,5% 5,8%
Fuente: Agencia Internacional de Energía (Renewables Information, 2011 with 2010 data).
En el mundo
De acuerdo con el trabajo del IPCC (2011), el tamaño del potencial técnico futu-
ro de la biomasa depende de diferentes factores que son inciertos por naturaleza, lo
cual implica que sea imposible precisar cuál será dicho potencial en el futuro. Entre
los factores más importantes hay que citar la población, el desarrollo económico y
7
OCDE Américas: Canadá, Chile, México y Estados Unidos.
8
OCDE Asia-Oceanía: Australia, Israel, Japón, Corea y Nueva Zelanda.
9
OCDE Europa: Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Ale-
mania, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Polonia, Portugal, Eslova-
quia, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Turquía y Reino Unido.
10
Residuos municipales renovables.
energía obtenida a partir de biomasa 127
En la Unión Europea
13
Entendemos que dichas cantidades se refieren al conjunto de la bioenergía.
14
Incluye la biomasa sólida, el biogás y la FORSU, no incluye los biocarburantes.
128 cuadernos económicos de ice n.º 83
adicional de 1.000 TWh de energía renovable por biomasa doméstica. Dos tercios de
tal incremento potencial procedería de cultivos energéticos y residuos agrícolas y el
resto de incrementos en la extracción de residuos forestales y de mayor uso de resi-
duos sólidos urbanos e industriales para propósitos de energía. Con ello se llegaría
a una oferta aproximada de 2.000 TWh al año de biomasa producida en la UE. Para
satisfacer una demanda de 2.300 TWh al año habrá que importar biomasa para cubrir
unos 300 TWh al año.
¿Por qué no se alcanza actualmente todo el potencial? Se dan dos razones prin-
cipales: 1) La cadena de valor entera para la biomasa no tiene suficiente atractivo
como negocio en muchos países y aplicaciones. 2) Muchas empresas, propietarios
forestales y labradores siguen sin estar convencidos sobre el papel que la biomasa
como fuente de energía jugará en el futuro, por lo que son reticentes a realizar inver-
siones a largo plazo.
Un reciente estudio muy interesante sobre la madera en la UE es Mantau et al
(2010). En dicho estudio, se parte de balances para 2005 y 2007 y se realizan pro-
yecciones para 2010, 2020 y 2030. Las proyecciones comparan oferta con demanda,
para diferentes escenarios. En el lado de la oferta se consideran escenarios de «baja»,
«media» y «alta» movilización sobre oferta potencial de madera procedente de bos-
ques y de fuera de los bosques. Desde el lado de la demanda, se consideran los esce-
narios de crecimiento A1 y B2 del IPCC así como diferentes objetivos de la UE refe-
rentes al peso de las energías renovables. También se reparten los 27 países de la UE
en cuatro bloques: norte, sur, este y oeste. Los resultados del análisis muestran que,
bajo el escenario de movilización «media», la demanda esperada (para la industria
y para usos energéticos) probablemente excederá el potencial antes de 2020. Bajo el
escenario de movilización «alta» es difícil, pero no imposible, en 2020 suministrar
suficiente madera para satisfacer las necesidades de la industria y a la vez alcanzar
los objetivos de energía renovable de manera sostenible y no es posible en 2030.
6. Costes
cuadro 2
Rendimientos y costes de producción y recolección de
diferentes materias primas de biomasa en el mundo
Rendimiento Coste
Materia prima Región
GJ/ha/año US$2005/GJ
Cultivos energéticos
Miscanthus Europa 190-280 4,8-16
Paricum virgatum Europa 120-225 2,4-3,2
(Switchgrass)
Paricum virgatum Norte de América 103-150 4,4
(Switchgrass)
Árboles rotación corta Sur de Europa 90-225 2,9-4
Eucaliptus Sur de América 150-415 2,7
Sauce (rotación corta) Europa 140 4,4
Astillas madera Europa 110 3,4-13,6
Astillas madera Centro de América 80-150 1,8-2
Residuos primarios
Paja de trigo Europa 60 1,9
Paja de trigo USA 7-75 N.D.
Paja de azúcar de caña Brasil 90-126 N.D.
Cañote de maíz Norte de América 15-155 N.D.
Cañote de maíz India 22-30 0,9
Rastrojo de sorgo Mundo 85 N.D.
Residuos forestales Europa 2-15 1-7,7
Fuente: IPCC (2011).
130 cuadernos económicos de ice n.º 83
energía que se obtiene) varían entre 1,8 y 16 US$2005/GJ para cultivos energéticos y
entre 0,9 y 7,7 US$2005 para residuos.
La biomasa normalmente está disponible en formas con densidad baja, por lo que
se necesita para su almacenamiento, transporte y tratamiento más espacio que para
los combustibles fósiles equivalentes, lo cual tiene implicaciones en los costes. La
biomasa a menudo necesita ser procesada (pretratamiento) para mejorar su manejo.
Para la mayor parte de los sistemas y cadenas de suministro de biomasa el tratamien-
to y transporte de la biomasa desde la localización de la materia prima hasta la planta
de conversión a energía es un componente importante del coste total de producción
de energía. La recogida, almacenamiento, transporte, pre-tratamiento y entrega de la
biomasa puede suponer entre el 20 por 100 y el 50 por 100 de los costes totales de
producción de energía (IPCC, 2011).
Tanto el informe del IPCC como el de la European Climate Foundation señalan
que existe un potencial significativo en cuanto a reducción de costes en muchas de
las fases clave de las diferentes cadenas de suministro de la biomasa, principalmente
por efecto escala y por efecto aprendizaje.
En cuanto a los cultivos energéticos, hay margen de mejora en los equipos de
plantación; margen para la reducción de los costes de corta; áreas mayores y más
concentradas dedicadas a cultivos energéticos permitirán la utilización de equipos
especializados y reducirán los costes de transporte; los costes de fertilización pueden
disminuir (entre el 10 y el 15 por 100) utilizando propagación elevada; al utilizarse a
mayor escala disminuirán los costes de la cosecha (20 por 100 del coste total) al usar
cosechadoras especializadas más eficientes.
Los residuos forestales se vienen utilizando en Finlandia y Suecia desde hace
muchos años. En dichos países, entre 1975 y 2003 los costes de recogida de resi-
duos forestales disminuyeron un 15 por 100 cada vez que se doblaba la capacidad
de producción acumulada. En 2003 los costes eran la tercera parte de dichos costes
en 1975.
La mitad de los residuos agrícolas que se utilizan en la Unión Europea para pro-
ducir energía se recogen en Dinamarca, donde se aprovecha para uso energético en-
tre el 30 por 100 y el 50 por 100 de sus residuos agrícolas, lo cual supone para dicho
país la total utilización pues el resto debe dejarse en los campos como nutriente o
para ser utilizado por el ganado. Hay margen de reducción de costes en cada una de
las fases de amontonamiento, transporte, carga y almacenamiento de los residuos.
Los costes se pueden reducir un 20 por 100 haciendo balas más grandes y densas,
utilizando equipos especializados que aumentan la densidad de las balas en un 30 por
100. Los costes de almacenaje pueden ser reducidos hasta un 90 por 100 si las balas
son almacenadas al aire libre, adecuadamente protegidas (por túneles de plástico,
por ejemplo).
energía obtenida a partir de biomasa 131
Para los pellets importados por Europa desde el Sudeste de Estados Unidos, entre
2010 y 2020, los costes se pueden reducir un 20 por 100 a través de mejoras en las
prácticas en la cosecha (consolidación de la mecanización), economías de escala,
mejoras en cuanto a operación de las fábricas de pellets y optimización en el trans-
porte (European Climate Foundation, 2010).
Análisis de cadenas de suministro de biomasa muestran que el transporte por
carretera de biomasa abultada y sin tratar es no competitiva y energéticamente inefi-
ciente para distancias superiores a 50 Km. Para mayores distancias se requiere pre-
tratamiento y densificación en la cadena de suministro. Teniendo en cuenta el uso
de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero, cadenas logísticas bien
organizadas pueden requerir menos del 10 por 100 del contenido inicial de energía
de la biomasa, pero ello requiere escala en el transporte, pre-tratamiento eficiente y
minimización de transporte de la biomasa no tratada (IPCC, 2011).
• Los costes más altos, tanto de inversión como de O&M corresponden a las
plantas que permiten el aprovechamiento energético a partir de la incineración
de RSU.
• Los costes más bajos de inversión se alcanzan para la cocombustión utilizando
biomasa sólida, siendo también bajos los costes de O&M.
• En cuanto a las plantas que utilizan biogás, las que presentan menores costes,
tanto de inversión como de O&M, son las que tienen su origen en vertederos, y
las que presentan mayores costes son las que utilizan productos agrícolas.
• En general, la cogeneración implica un aumento en los costes de inversión y de
O&M en torno al 5 por 100.
Levelised cost of energy. Es el coste unitario de producción (unidades monetarias por unidad de
15
energía producida).
134 cuadernos económicos de ice n.º 83
Cuadro 4
Coste normalizado de energía (LCOE)
Tecnología cUS$2005/kWh
Electricidad (combustión directa, BFB), 25-100 MW 6,9-15
Electricidad (combustión directa, BFB ), 25-100 MW
14
6,7-15
Electricidad. Cocombustión (coalimentación), 20-100 MW 2,2-6,2
Electricidad. Cocombustión (alimentación separada), 20-100 MW 2,6-6,7
Cogeneración calor y electricidad (Stoker), 25-100 MW 6,3-15
Cogeneración calor y electricidad (ORC ), 0,65-1,6 MW
15
12-32
Cogeneración calor y electricidad (turbina de vapor), 2,5-10 MW 8,3-22
Cogeneración calor y electricidad (gasificación, motor de comb. int.), 2,2-13 MW 3-13
Calor. Calefacción doméstica por pellets, 5-100 kW 5,2-26,8
Cogeneración calor y electricidad (residuos sólidos urbanos), 1-10 MW 0,6-13,2
Cogeneración calor y electricidad (turbina de vapor), 12-14 MW 3,8-24,4
Cogeneración calor y electricidad (digestión anaerobia), 0,5-5 MW 3,5-10,5
Fuente: IPCC (2011).
14
Bubbling fluidized bed.
15
Organic Rankine cycle.
energía obtenida a partir de biomasa 135
7. Emisiones y sostenibilidad
Tal como se ha visto en los apartados anteriores, la biomasa moderna está cre-
ciendo en muchos países de la OCDE y se trata de un conjunto de recursos energéti-
cos en progresión, con muchas posibilidades de mejora en muchos aspectos. En esta
sección se estudian algunos elementos que están presentes en la literatura internacio-
nal sobre la biomasa, y que conviene dejar claros.
El análisis de ciclo de vida es una herramienta que se usa para evaluar el impacto
potencial sobre el medio ambiente de un producto, proceso o actividad a lo largo
de toda su existencia, mediante la cuantificación del uso de recursos y de emisiones
ambientales asociados con el sistema que se está evaluando.
Sovacool (2008), presenta las siguientes estimaciones de emisiones de gases de
efecto invernadero por unidad de electricidad producida (en gCO2e/kWh) para las
diferentes tecnologías de generación eléctrica, utilizando un análisis de ciclo de vida:
eólica marina 9, eólica interior 10, hidroeléctrica 10-13, biogás 11, solar térmica 13,
biomasa 14-41, solar fotovoltaica 32, geotérmica 38, nuclear 66, gas natural 443,
diesel 778, carbón 960-1050. En cuanto a biomasa, distingue 7 tipos, siendo las res-
pectivas estimaciones de gCO2e/kWh 14, 22, 23, 27, 31, 35 y 41.
En el documento European Commission (2010) se destacan los ahorros en cuan-
to a emisiones de gases de efecto invernadero que se obtienen al reemplazar com-
bustibles fósiles por recursos de biomasa. El balance en cuanto a gases de efecto
invernadero de los sistemas de biomasa, utilizando análisis de ciclo de vida, difiere
dependiendo del tipo de materia prima, variaciones en el stock de carbono debidas
al cambio de uso de la tierra, transporte, procesamiento de las materias primas y
tecnologías de conversión para producir calor y electricidad. Utilizando la misma
metodología que se utiliza en la Directiva de Energías Renovables para los biocar-
burantes, se estudia el balance de gases de efecto invernadero para el combustible
16
La torrefacción consiste en un proceso de pretratamiento de la biomasa, anterior a la combustión
y a la «pelletización» que produce un biocombustible sólido con propiedades físicas parecidas a las del
carbón.
136 cuadernos económicos de ice n.º 83
7.3. Sostenibilidad
Para gestionar y mitigar estos posibles riesgos algunas partes interesadas (empre-
sas, ONG, académicos, políticos) están de acuerdo en que son necesarios criterios
de sostenibilidad cuidadosamente estudiados, los cuales deberían ser aplicados a
través de una combinación de regulaciones legalmente vinculantes y de esquemas
de certificación y estándares similares a los que ya existen para ciertos productos
procedentes de los bosques (como el papel) (European Climate Foundation, 2010).
En Eurelectric (2011) se propone que se establezcan criterios armonizados para
todos los países de la UE sobre sostenibilidad en relación a la biomasa, para propor-
cionar al público en general evidencia creíble de que la biomasa es un combustible
sostenible, especialmente para las importaciones.
8. Conclusiones
17
Biomasa sólida 48,4 por 100, hidráulica 18 por 100, biocarburantes 8,4 por 100, eólica 7,4 por
100, biogás 6,6 por 100, FORSU 4,8 por 100, geotérmica 4,4 por 100, solar 2 por 100, energías marinas
0,03 por 100.
energía obtenida a partir de biomasa 139
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140 cuadernos económicos de ice n.º 83