Monografia Bases
Monografia Bases
Monografia Bases
2017
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................. 3
CONCLUSIONES ............................................................................................................... 12
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................. 13
INTRODUCCIÓN
Es así que se crean las normas jurídicas que regulan la conducta de la sociedad, que
vendría a ser el Derecho Objetivo y las facultades que se tienen para exigir el
cumplimiento de la norma, sería el Derecho Subjetivo. Y esto aplicado a los
procedimientos de justicia constituye el Derecho que conocemos actualmente.
En Roma desde la publicación de las XII tablas hasta la época de Justiniano, se han ido
desarrollando diversas formas sobre cómo se lleva a cabo los Procedimientos Romanos. De
los cuales algunos de ellos han influenciado a los procesos actuales y conforman nuestro
sistema procesal de justicia.
En los orígenes del Derecho romano, la protección de los derechos del individuo se
producía en el ámbito del grupo familiar por el ejercicio de la potestas del paterfamilias,
como jefe supremo de la familia, cuando el conflicto acaecía entre personas integrantes de
la misma familia. Sin embargo, ante disputas y lesiones de derechos entre individuos de
diferentes grupos familiares, la venganza privada era la forma habitual de resolverlos. Las
nefastas consecuencias de la venganza privada y un mayor interés por parte de la
organización de la civitas de controlar las actuaciones entre los grupos familiares y
gentilicios propició la aparición, en el primer siglo de la República y dentro de la Lex XII
Tabularum, de un instrumento procesal: la actio, es decir, como el instrumento jurídico-
procesal ejercitado por la persona que quiera hacer valer su derecho ante el tribunal
legalmente instituido. De esta manera, en base al tipo de acción que se ejercitase, se
desarrollaron dos tipos de procedimientos:
Lo que pretende el proceso es solucionar un conflicto que se plantea cuando dos o más
personas quieren tomar un mismo derecho, y lo soluciona de diferentes maneras:
De una forma no pacífica y violenta (la ley del más fuerte)
De una forma pacífica y violenta (ley del Talión)
De una forma pacífica y no violenta (el arbitraje consensuado)
De una forma pacífica y no violenta, pero si oficialmente organizado, a través de
los jueces y tribunales.
1
Cesar A. Fonseca Tapia, «PROCESO Y ACCION EN EL DERECHO ROMANO», en DERECHO ROMANO, 2012, p.
192.
De esta manera, a partir de la legislación decenviral, se inicia en la Historia de las
instituciones jurídicas del Derecho romano el procedimiento civil romano, distinto del
procedimiento penal cuya finalidad era la persecución de los crimina, es decir, de aquellos
comportamientos ilícitos que atentaban contra el orden público, la estabilidad social y eran
perseguidos de oficio por el poder público u organización de la civitas.
Quedan fuera de esta exposición los procedimientos penales, es decir, aquellos que
existieron por actos ilícitos que, en una forma u otra, atentaban contra el pueblo,
denominados delitos públicos (crimina, maleficia), tales como: el delito de alta traición
(perduellio) que era juzgado por magistrados especiales (duoviri perduelionis); el de dar
muerte a un hombre libre (parricidium) juzgado por los quaestores parricidii. En este
ámbito, la provocatio ad populum permitía al reo condenado a muerte apelar ante las
asambleas populares. La lex Acilia repetundarum (123 A.C) estableció, entre otros
preceptos, la creación de tribunales permanentes (quaestiones perpetuae) para los delitos de
concusión (de repetundis). Durante el Principado se crea una nueva jurisdicción penal que
actúa en el procedimiento extraordinario. En el Dominado la jurisdicción criminal o penal
y civil pertenece a la persona del Emperador, actuando a través de los tribunales ordinarios.
Pero centrándonos en los procedimientos civiles romanos que van a ser objeto de nuestro
estudio, podemos decir que son tres:
b) El procedimiento formulario, per formulam, que surgió en el siglo II a.C. por la lex
Aebutia y coexistió con el procedimiento de las legis actionis.
- Lex Iulia de iudiciis privatis por la que queda abolido el procedimiento de las
legis actionis y estableciendo como único proceso del ordo iudiciorum privatorum
el procedimiento per formulam.
- Lex Iulia de iudiciis publicis por las que se dictan normas sobre el
procedimiento criminal.
Esta amplia reforma que se inicia con Octavio en el Principado hace que aparezca en Roma
y en las provincias la cognitio extra ordinem o procedimiento extraordinario, con las
siguientes diferencias respecto de los juicios del ordo iudiciorum privatorum:
b) Llega a refundir en una misma jurisdicción los juicios privados y los públicos o
penales.
Aunque en un principio fue este proceso menos frecuente, a partir de Adriano (s. II d.C.) se
refuerza su existencia. En la época de Septimio Severo (finales del s. II y principios del s.
III d.C.) la cognitio extra ordinem se implanta definitivamente al imponerlo en los distintos
ámbitos. El procedimiento formulario fue suprimido por una constitución de los
emperadores Constancio y Clemente (s. IV d.C.) y, en lo sucesivo, este procedimiento sería
el único existente.
En este procedimiento se dan cinco clases de acciones; las tres primeras son
declarativas, es decir, dan lugar a juicios declarativos que persiguen el reconocimiento de
un derecho mediante una sentencia, mientras que las dos últimas son ejecutivas, es decir,
dan lugar a juicios ejecutivos que persiguen el cumplimiento de un derecho anteriormente
reconocido. Esas cinco acciones son:
Es considerada como una de las acciones más antiguas y consistía en una apuesta
sacramental, es decir, el que perdía el juicio debía pagar una cantidad de dinero
(sacramentum), previamente establecida, en concepto de pena y a favor del pueblo. De ella
nos informa Gayo, Inst. IV, 16 exponiendo como ejemplo la reivindicación de la propiedad
de un esclavo:
Una vez que las dos partes habían reclamado con esta solemnidad, el Pretor decía:
“Dejad uno y otro el esclavo”, y ellos lo dejaban.
Demandante “Tú has reclamado sin derecho, y por ello te reto a una apuesta
sacramental por valor a quinientos ases”
Demandado “Y yo a ti”.
De esta manera quedaba interpuesta la acción con su respectiva apuesta sacramental. Este
tipo de acción tenía dos versiones:
- Legis actio sacramento in rem, que es la que hemos relatado y tenía un carácter real
porque servía para reivindicar una cosa. Por tanto, es una acción con eficacia erga
omnes, es decir, se ejercita contra cualquier persona que tenga en ese momento el
objeto.
Demandante “Dices que no, y por ello, a ti, Pretor, te pido que nombres un juez o
árbitro”.
Surge por una lex Silia (s. III a.C.) para poder reclamar deudas ciertas de dinero. Más
tarde, en el siglo II a.C. la lex Calpurnia extendió su utilización para reclamar cualquier
otra cosa cierta. Ante la negativa del demandado de reconocer una deuda, el demandante
sin tener que expresar el motivo de su reclamación, se limitaba a solicitar la comparecencia
del demandado a los 30 días con objeto de elegir al juez, según podemos ver en Gayo,
Inst., IV, 17 b, con el siguiente ejemplo:
Demandante “Afirmo que me debes dar diez mil sestercios: Te pido que digas si es
verdad o no”.
Demandante “Dices que no, y por ello te emplazo para elegir juez dentro de treinta
días”.
Es una acción ejecutiva tan antigua como la legis actio sacramento, que se ejercitaba:
característica del proceso ejecutivo de este período arcaico es la existencia de la ejecución
personal sobre el deudor. Quien había sido condenado a pagar una suma de dinero, después
de treinta días de demora, era llamado a juicio por el acreedor o, si no prestaba garantía
era, con la autorización del pretor, asignado (adictus) al mismo acreedor. Si después de
sesenta días ninguno lo rescataba, podía ser, en la época más arcaica, matado o vendido
“trans Tiberim”.2
De esta acción nos informa la Ley XII Tablas, III, 4-6, así como Aulo Gelio, Noct. Att.,
XX, 1, 46-47, relatando que el vencedor en el juicio, ante el incumplimiento del
condenado, podía tenerlo en su domicilio encadenado durante sesenta días. El peso de las
cadenas no podía exceder de 15 libras y debía alimentarlo. En el transcurso de ese tiempo,
2
Derecho Romano, «Manual de Derecho Romano/ Teresa Da Cunha Lopes», 1-186.
debía llevarlo durante tres días sucesivos al mercado y proclamar en público la existencia
de esa deuda. Si nadie acudía en ayuda del condenado para pagar la deuda durante esos
sesenta días, el vencedor del proceso podía vender al condenado como esclavo en el
extranjero (trans Tiberim), o bien darle muerte. En el supuesto de que hubiese varias
personas que ocupasen la posición de vencedoras en el juicio, la muerte del condenado se
desarrollaría troceándolo en tantas partes como vencedores existiesen y, si alguno recibía
una parte del condenado menor que otro, ello no era causa para un nuevo litigio. A partir
de la lex Poetelia Papiria del 326 a.C., la prisión por deudas quedó abolida, respondiendo
el condenado con su patrimonio y no con su persona.
Es una acción de carácter ejecutivo recogida por Gayo, Inst., IV, 26-29, concedida a
determinados acreedores que no han obtenido el cobro de sus créditos para que, al mismo
tiempo que pronuncian unas palabras solemnes (las cuales no nos han llegado al no estar
recogidas en las fuentes), se apoderen de bienes del deudor en presencia de testigos.
e) Posible confessio in iure Una vez iniciado el proceso, puede ocurrir que se
paralice de manera definitiva si el demandado reconoce y acepta todas las
pretensiones del demandante. En tal caso, se dice que se produce la confessio in
iure con un valor similar al de una sentencia ya que, si posteriormente no cumpliera
el demandado lo pedido por el demandante, podría éste inicial un proceso ejecutivo
contra el demandado.
c) Práctica de las pruebas Las partes estaban obligadas a aportar los medios de
prueba que fundamentasen, tanto la acción del demandante, como la defensa del
demandado. El juez en este tipo de proceso no estaba obligado a hacer ningún tipo
de investigación sobre las pruebas que pudieran aportarse al caso. Los medios de
prueba más importantes son las declaraciones de las propias partes y la de los
testigos. Todos las hacían bajo juramento. Las pruebas documentales tenían un
valor secundario.
d) Dictar sentencia Una vez practicadas las pruebas y cuando el juez obtenga una
opinión sobre las mismas procederá a dictar sentencia condenando, o no, al
demandado; o, si se trata de un juicio divisorio, repartiendo el objeto entre los
litigantes y, en estos casos, la sentencia sirve para la constitución de nuevos
derechos para sus destinatarios. La sentencia dictada por el juez es firme porque no
cabe la posibilidad de nuevos recursos de apelación, al no darse instancias
superiores.
El Imperio Romano se convirtió en uno de los más extensos de casi toda Europa y parte de
otros grandes continentes como lo fue Asia y África, el legado jurídico que nos dejó, es
aplicado en diversas situaciones en nuestra actualidad, en la política, literatura y en el
derecho; fue tanto así que nos dejaron bases muy sólidas y a pesar de tanto tiempo siguen
siendo parte importante de muchos ordenamientos jurídicos. A través del tiempo se
conocieron diversos sistemas procesales, siendo uno de los más antiguos en Roma la Legis
Action, que tuvo como una de sus características más sobresalientes la oralidad, rasgos que
aún se mantienen en nuestro sistema jurídico peruano y se exhorta que sea así, otra de las
características es que fue selectivo, pues solo podía ser usado por los ciudadanos romanos,
dentro de la ciudad o a una milla de ella, haciendo una comparativa con la actualidad,
podría decirse que esta características se asemeja a la competencia territorial.
El procedimiento de las acciones de la ley, en gran medida sentó las bases para el proceso
civil como hoy lo conocemos, se dividía en dos etapas in iure y la apud iudicem, ambas
etapas eran dirigidas por personas distintas, el primero por el magistrado y la segunda por
un juez, esta bipartición del proceso tuvo como origen la necesidad de garantizar la libertad
y la seguridad del ciudadano. En cuanto a la primera etapa, estaba a cargo del magistrado y
se daba inicio con un acto privado de citación al demandado hecho por el demandado
(postulación), si el demandado no acudía, pues la concurrencia era personal e
indispensable, sucedía una situación bastante inusual, pues el magistrado le daba la
facultad al demandando de llevar por la fuerza al demandado (emplazamiento), ejercicio
que ya no es aceptado ni mucho menos practicado en nuestra actualidad.
La comparecencia de las partes debía de ser personal ante el magistrado, pues no cabía la
representación, sin embargo, esta práctica en nuestra actualidad ya se dejó de lado, pues se
dieron cuenta, que, en casos de los intereses colectivos, debería de haber un representante,
lo que en nuestra actualidad se denomina como patrocinio, lo que es regulado por nuestro
Código Procesal Civil.
Una vez culminado las actuaciones ante el magistrado, se daba pase al apud in iudicem, se
realizaba ante el juez, en esta etapa se actuaban los medios probatorios, se escuchaba las
versiones de los testigos y posteriormente se procedía a resolver. Una de las características
muy arraigadas es el pago, pues siempre debían de ser pecuniarias, pues las sentencias eran
expresadas de esta forma, pues los procesos eran por los de impagos por parte del deudor a
su acreedor.
CONCLUSIONES
Vemos que todos estos procesos hoy en día son usados rescatando lo más importantes de
ellos. Roma hizo grandes aportes en el proceso legal de acción, tratando de tener una
sociedad más organizada; dejar de lado soluciones que no eran dables para el ser humano,
dando paso a procesos adecuados y con resultados más justos.
Capítulo 2
Roma sentó las bases del derecho que persisten en la actualidad, muchas sociedades se
apoyaron en esas bases, para poder lograr una sociedad más justa y democrática (porque
para eso es que existe el derecho, parte fundamental que ejerce un individuo) logrando así
que se respete a cada individuo.Lo que se puede precisar también es que en el Perú muchas
de estos conceptos aun persiguen en la actualidad, como los magistrados y jueces.
BIBLIOGRAFÍA