El documento resume cuatro principios para activar la palabra profética tomados de la vida de Abraham en el Antiguo Testamento: 1) Creerle a Dios sin saber dónde, cómo, cuándo o por qué, 2) Romper con ligaduras almáticas y abrir caminos nuevos, 3) Mantener una visión celestial de la promesa a pesar de las dificultades, y 4) Confesar la promesa a través de las palabras. El autor argumenta que la fe implica obedecer a Dios sin necesidad de entenderlo completamente, y que las prue
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El documento resume cuatro principios para activar la palabra profética tomados de la vida de Abraham en el Antiguo Testamento: 1) Creerle a Dios sin saber dónde, cómo, cuándo o por qué, 2) Romper con ligaduras almáticas y abrir caminos nuevos, 3) Mantener una visión celestial de la promesa a pesar de las dificultades, y 4) Confesar la promesa a través de las palabras. El autor argumenta que la fe implica obedecer a Dios sin necesidad de entenderlo completamente, y que las prue
El documento resume cuatro principios para activar la palabra profética tomados de la vida de Abraham en el Antiguo Testamento: 1) Creerle a Dios sin saber dónde, cómo, cuándo o por qué, 2) Romper con ligaduras almáticas y abrir caminos nuevos, 3) Mantener una visión celestial de la promesa a pesar de las dificultades, y 4) Confesar la promesa a través de las palabras. El autor argumenta que la fe implica obedecer a Dios sin necesidad de entenderlo completamente, y que las prue
El documento resume cuatro principios para activar la palabra profética tomados de la vida de Abraham en el Antiguo Testamento: 1) Creerle a Dios sin saber dónde, cómo, cuándo o por qué, 2) Romper con ligaduras almáticas y abrir caminos nuevos, 3) Mantener una visión celestial de la promesa a pesar de las dificultades, y 4) Confesar la promesa a través de las palabras. El autor argumenta que la fe implica obedecer a Dios sin necesidad de entenderlo completamente, y que las prue
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verdades presentes del reino
mircoles, 26 de junio de 2013
REINO,NUEVO PACTO Y GRACIA
Este espacio es dado a publicar la verdades presentes del evangelio del reino al conocer las inescrutables riquezas del nuevo pacto,el poder disfrutar la gracia como un agente transformador y liberador que nos habilita hacer la voluntad de cristo.acontinuacion veremos algunas enseanzas de ministros del reino que amplian una mejor vision del plan y proposito real de jesucristo al ensear del establecimiento del reino de dios Como Activar la Palabra Proftica 16 palabra revelada. Ap. Basilio Patio - Mircoles, 26 de Febrerio de 2012. 1 Timoteo 1:18-20. El apstol Pablo declara que la palabra proftica es un arma de guerra que debe usarse con una actitud combativa y militante en nuestra carrera cristiana. Adems nos ensea que las dos alas en que la palabra proftica vuela libremente son la fe y la buena conciencia, las cuales son necesarias e inseparables para lograr el resultado que Dios quiere. La palabra proftica no se resume simplemente en un recado que Dios me enva por medio de una tercera persona, ni tampoco simplemente un sueo o visin que tuve; sino que es la revelacin recibida por el Espritu directamente de la Palabra escrita. La palabra proftica es un depsito divino puesto en m ser interior, en la cual se halla encapsulado el poder necesario para lograr el propsito que Dios quiere realizar: EN MI y POR MEDIO DE M. La palabra proftica nada ni nadie puede impedirla que se cumpla, asi que el nico que puede anularla, abortarla o alcanzarla soy yo mismo. El apstol Pedro nos exhorta a estar atento para recibir y no descuidar la palabra proftica, hasta que Cristo sea manifestado en nuestra vida (2 Pedro 1:19) El captulo 11 a los Hebreos no fue escrito solamente para darnos una definicin tcnica y teolgica de la fe; sino darnos una revelacin prctica y proftica de lo que es la fe, por eso, en lo que algunos han denominado la galera de la Fe se nos presentan una serie de personajes y episodios bblicos, los cuales nos muestran como actuaron en fe, conforme a una promesa hecha por parte de Dios a sus vidas, obteniendo grandes beneficios, no solo para ellos, sino tambin para el pueblo de Dios a travs de sus generaciones. Encontramos all a Abraham, el padre de los creyentes que es uno de los ms grandes ejemplos de fe del Antiguo Testamento. Aprendamos hoy, del patriarca Abraham cuatro principios fundamentales para activar la palabra proftica: 1. CREERLE A DIOS, SIN SABER DNDE? (vv. 810). Un excelso paradigma que nos ensea que la verdadera fe obedece para ver la recompensa. El ser humano hace a la inversa: quiere primero ver para creer. Creer no es un simple entendimiento natural de las cosas, sino un firme convencimiento espiritual, que me conduce a obedecer siempre EN y CON todo a Dios. 1.1. Romper con las ligaduras almticas. Fue la fe en la Palabra de Dios lo que hizo que Abraham dejara su casa, para vivir como peregrino y seguir a dondequiera que Dios le guiaba. Que difcil es para muchos romper con las tradiciones culturales y religiosas, los vnculos familiares o costumbres de su tierra. Cuantas veces Dios nos est guiando a salir y cmo no sabemos dnde nos quedamos ms de la cuenta y lo nico que hacemos es empeorar las cosas. No salir es tanto o ms problemtico que salir sin permiso. Note que haba una orden que necesitaba una obediencia inmediata y una revelacin subsiguiente. Dios le iba mostrando el camino a Abraham, en la medida que l caminaba por fe y obediencia al plan divino. Primero, tuvo que sepultar a su padre Tar en Harn, pues estaba retrasando el proceso (Gen 11:31-32). Segundo, tuvo que apartarse de su sobrino carnal Lot pues le estaba generando conflictos (Gen 13:7-18). Me impresiona el versculo 14, que dice que Dios le habl despus que se apart de Lot. Las ligaduras almticas pueden ser personas, lugares o cosas que nos impiden ver lo que Dios nos muestra y nos impiden or lo que Dios nos dice. Tercero, tuvo que echar a la esclava Agar y a su hijo Ismael nacido de una relacin equivocada (Gen 21:8- 21); pues el hijo de la libre (del Espritu) y el hijo de la esclava (carne) no pueden convivir, (Gal 4:22-31). Fe es dar un paso de obediencia hacia lo desconocido, pero con la seguridad que no ser en falso. Con Dios desconocido no es lo mismo que inseguro. 1.2. Romper camino donde no existe senda. Dios llam a este hombre a abrir camino donde no haba. A ser un pionero, un innovador. A ser padre espiritual de un nuevo pueblo. La fe no pregunta a dnde vamos? La fe confa en la promesa y obedece y sigue a quien camina delante, nuestro gran Dios. Cristo es el precursor prodomos de nuestra fe, quien nos abri el camino para avanzar seguros. (Hebreos 6:20). Es necesario entender que la revelacin es progresiva, conforme vamos obedeciendo, conocemos ms. Que fcil es recorrer el camino que otros han trazado. Dios nos desafa para abrir caminos en el desierto. La tarea apostlica demanda sacrificio. Hoy nosotros estamos cosechando de lo que a otros les cost lgrimas, sudor y sangre. 2. CREERLE A DIOS, SIN SABER CMO? (vv. 1112). 2.1. No depender de las probabilidades humanas, sino de las posibilidades divinas. La fe le dio a Abraham y a Sara el poder para tener un hijo cuando estaba ya casi muerto. Las promesas de Dios no estn sujetas a nuestras limitaciones fsicas, econmicas y naturales. El ser humano se mueve en el plano de lo limitado por el tiempo y el espacio. La fe se mueve en el plano de lo ilimitado, pues tiene que ver con una promesa hecha por Dios. Jess prometi en Marcos 9:23 que: al que cree todo es posible. 2.2. No someter la promesa a nuestro tiempo sino al de Dios. Te parece que se est pasando el tiempo y la bendicin no viene. Entiende que si l lo prometi no importa cuan imposible lo veas o te parezca, a su tiempo lo tendrs. Dice el texto sagrado: porque crey que era fiel quien lo haba prometido. Si usted fuera Dios a que edad le hubiera dado el hijo de la promesa? En todo Dios nos quiere hacer crecer y madurar. Solo Dios sabe cuando la fe producir alabanza y gloria a su nombre. Recuerde que fuimos creados para Su Gloria, no para nuestra gloria (1 Pedro 1:7). 3. CREERLE A DIOS, SIN SABER CUNDO? (vv. 1316). 3.1. La COSMOVISION de la Promesa: Mirndolo de lejos. Si lo puedes ver desde el cielo, lo puedes tener en la tierra. Abraham y sus descendientes peregrinos no retrocedieron, como los lderes hebreos se vieron tentados a hacerlo, sino que mantuvieron sus ojos en Dios y persistieron en avanzar hasta la victoria (vv. 1316; 10:38-39). El pueblo hebreo, descendiente de Abraham padre de la fe estuvo a las puertas de la tierra prometida y no la pudieron poseer por incrdulos. Hay momentos donde hay que recordar nuestra historia y tomar ejemplo para no volver a cometer sus errores. El que no mira la historia para aprender de sus errores, est condenado a repetirlos. El estorbo ms grande para lo mejor del presente son las cosas buenas del pasado; pero el estorbo ms grande para lo excelente del porvenir es lo mejor del presente. Es imprescindible mantener una Renovacin Continua. PMC Proceso de Mejoramiento Continuo, que es un poderoso Principio de Reingeniera. Dios trabaja con vidas renovadas, no con vidas remendadas. No te condenes lamentando tu pasado, ni te conformes disfrutando tu presente, conquista tu futuro glorioso. LO MEJOR ESTA DELANTE DE TI. Tres principios para lograrlo: * Renunciar a las deficiencias del pasado. * Realizar las exigencias del presente. * Reafirmar las excelencias del porvenir. 3.2. La CONVICCION de la Promesa: Creyndolo. Creer no es un conocimiento natural, sino un convencimiento espiritual. La firmeza de nuestra conviccin, nos har fuertes para enfrentar y atravesar victoriosos cualquier situacin. No debemos buscar seales en el cielo, sino ser una seal en la tierra. Con la fe del corazn, se vence la duda de la mente. Slo s que Dios QUIERE, TIENE y PUEDE hacerlo todo conforme a Su propsito para m. 3.3. La CONFESION de la Promesa. Confesando. Homologia, decir lo mismo. Oramos bien, pero hablamos mal (Hebreos 10:23). La confesin de mi boca es una declaracin proftica que tiene poder. Abraham crey y habl a su descendencia que lo tendran; Dios testific que el enseara a sus hijos para lograrlo. (Gen 18:17-19) Pablo dijo: Cre por lo cual habl As que hablamos lo que creemos. Dime que hablas y te dir que crees. La Palabra no se activa y fundamenta en la INTENSIDAD de mis EMOCIONES, sino en la PROFUNDIDAD de mis CONVICCIONES, la REALIDAD de mis ACCIONES y la SEGURIDAD de mis CONFESIONES. 4. CREERLE A DIOS, SIN SABER POR QU? (vv. 1719). 4.1. No debo entenderlo para creerlo y obedecerlo. En medio de la prueba es probable que no entendamos los motivos divinos, eso no quita que debamos creer y obedecer, lo que Dios nos dice. Cuando en la prueba uso la investigacin natural para saber POR QUE? no voy a tener la iluminacin espiritual para entender PARA QUE. La respuesta a nuestra fe en ocasiones hace que Dios nos tenga que probar para ver si amamos mas al dador que a las dadivas; al Bendecidor mas que la bendicin. Comienza por admirar lo que Dios te muestra y no tendrs tiempo para cuestionar lo Dios te oculta. Alejandro Dumas 4.2. Probados pero no tentados. Dios me prueba para pulirme, el diablo me tienta para destruirme. Prueba repetida es examen no aprobado. Muchas veces el Seor nos permite enfrentar la misma situacin a fin que aprobemos el examen de fe y confianza, que reprobamos en la anterior ocasin; ya que en la universidad del Reino, Dios no le regala la materia de obediencia a ninguno de sus alumnos. La fe hace que uno sea probado aun en lo que sabemos que recibimos de parte de Dios, pues l lo haba prometido. 4.3. El poder del pensamiento positivo. No es una invencin de la Nueva Era, ellos han robado y distorsionado lo que est en las Escrituras y que es nuestro. Pensar bien es la clave para salir victorioso de la prueba; pues ella me define o me deprime. Lo que pienso de Dios en la prueba, es lo que me permite salir aprobado o reprobado. Si pienso que Dios es injusto me resiento, si pienso que Dios es poderoso me levanto. La prueba es una oportunidad que se nos ofrece para demostrar cuanto amamos a Dios y hasta donde estamos dispuestos a obedecerle. Conclusin: La Biblia afirma: Todo aquel que en l cree, no ser avergonzado (Romanos 10: 11) No importa si no sabemos a dnde, cmo, cundo o el porqu. No ser defraudado. Dios es fiel; si El lo dice yo lo creo, si yo lo creo El lo hace, si El lo hace yo lo tengo. Voy a militar en la palabra proftica recibida, aunque me demanda esfuerzo, compromiso, sacrificio, disciplina; pues no soy de los que la desechan y naufragan, sino de los que la reciben y avanzan hasta llegar al puerto seguro. El Extrao proceder de Dios en la Historia Ap. Basilio Patio - Mircoles, 26 de Febrerio de 2012. Uno de los problemas que mayor ansiedad provoca en la esfera de la fe, es lo que podramos llamar el problema de la historia, o cmo interpretar los hechos histricos. Muchos cristianos se preocupan porque temen que los hechos actuales no concuerdan con lo que la Escritura dice y, por esa razn, su fe ha empezado a debilitarse. Pero, deberamos sentirnos angustiados o temerosos de que la Biblia no haga referencia a grandes eventos histricos que han ocurrido o que estn ocurriendo? La razn principal por la que muchos son afectados en su fe, por las circunstancias histricas, es que utilizan la Escritura en un sentido muy restringido, como si fuera exclusivamente un libro de texto sobre salvacin personal. Muchos parecen creer que el nico tema de la Biblia es el de la relacin personal del hombre con Dios. Por supuesto que es uno de sus temas centrales, y damos gracias a Dios por la salvacin que nos ha dado sin la cual quedaramos en la peor desesperacin. En efecto, podemos decir que la Biblia ubica al tema de la salvacin personal en un contexto ms amplio. En ltima instancia, el mensaje central de la Biblia est vinculado con la condicin del mundo entero y su destino; y t y yo, como individuos, somos parte de ese contexto mayor. Es por eso que comienza con el relato de la creacin del mundo y no con la del hombre. El problema est en que tenemos la tendencia de ocuparnos con nuestro propio problema personal, mientras que la Escritura comienza ms atrs, pues coloca todos los problemas en el contexto de esta perspectiva global. Si no reconocemos que la Escritura contiene este particular enfoque del mundo, el presente estado de eventos nos lleva a desesperarnos y confundirnos. Muchas veces elegimos algn salmo preferido, un texto bblico o evangelio favorito. Sin embargo, si leemos a travs de toda la Biblia y tomamos conciencia de su mensaje, descubriremos que contiene una profunda filosofa de la historia y un particular enfoque del mundo. Nos permitir entender lo que est ocurriendo en nuestro tiempo y que ninguno de los eventos de la historia deja de tener su lugar en el programa divino. La gran enseanza de la Biblia est relacionada con todo el tema del mundo y su destino. En el libro del profeta Habacuc tenemos una perfecta ilustracin de esto. El profeta afronta el problema de la historia de una manera sumamente interesante. Lo hace no como una teora acadmica o un enfoque filosfico de la historia, sino como la perplejidad personal de un hombre, perturbado por la situacin. Habacuc escribi este libro para relatar su propia experiencia. Aqu tenemos a un hombre que estaba muy perturbado por lo que estaba ocurriendo y ansioso por poder reconciliar lo que vea con lo que l crea. LA SITUACION v/s LA CONVICCION Al enfocar el estudio del libro de Habacuc podemos, en primer lugar, considerar la situacin que el profeta enfrentaba personalmente. Luego podremos proceder con la deduccin de ciertos principios. De esta manera veremos que, en esencia, todo lo que le causaba ansiedad al profeta es precisamente lo que est preocupando a tantas personas hoy da. Muchos cristianos procuran relacionar todo lo que ocurre a su alrededor, con la enseanza de las Escrituras, y particularmente con la doctrina respecto a la persona y el carcter de Dios. El profeta vio a Israel en una condicin de profunda decadencia. Se haba apartado de Dios, lo haba olvidado, y se haba entregado a falsos dioses y a prcticas indignas.Qu terrible cuadro! El pecado, la inmoralidad y el vicio se practicaban en forma desenfrenada, mientras que las autoridades y el gobierno eran negligentes e indolentes. No aplicaban la ley con equidad y honestidad. La ilegalidad reinaba por doquier, y cuando alguno se aventuraba a quejarse con el pueblo, tal como lo hizo el profeta, las autoridades se levantaban para someterlos. La declinacin religiosa haba producido, como siempre, una degeneracin moral y poltica. Tales eran las condiciones alarmantes que tuvo que enfrentar el profeta Habacuc. Esta dramtica situacin constitua un verdadero problema. No nos sorprende que tuviera que exclamar: Hasta cundo, oh Jehov, clamar, y no oirs; y dar voces a ti,,,(Hab 1:24). Por una parte no poda comprender por qu Dios lo haba permitido. Haba orado a Dios por el problema, pero Dios no pareca responderle. De ah su perplejidad, y desafortunadamente para el profeta, esto era slo el principio de sus problemas. Despus de quejarse de que Dios no le haba odo o contestado sus plegarias, Dios s le respondi pero de una manera totalmente inesperada. Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque har una obra en vuestros das, que aun cuando se os contara, no la creeris. Porque he aqu, yo levanto a los caldeos, nacin cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas (Hb 1.5,6). Virtualmente Dios le deca al profeta: Muy bien, he estado escuchando tus ruegos todo el tiempo y ahora te dir lo que voy a hacer. Voy a levantar a los caldeos! Los caldeos era para esa poca un pueblo muy insignificante comparado con los asirios quienes fueron los grandes contemporneos de Israel. As Habacuc, ya perplejo con el hecho de que Dios haba permitido la iniquidad en su propia nacin tiene que or la declaracin de parte de Dios, que l va a levantar un pueblo pagano e impo para conquistar la tierra de Israel y castigar a su pueblo. El profeta qued totalmente abrumado, porque parecia vislumbrar las siguientes perspectivas: 1. UN DIOS INACTIVO, INESPERADO E INUSUAL? Algunas veces, ciertos acontecimientos histricos y actuales hacen que nos preguntemos: dnde est Dios? Queremos creer pero lo que ocurre a nuestro alrededor mengua nuestra fe. Al analizar la primera parte del captulo uno de Habacuc, nos ayuda a entender el misterioso proceder de Dios con respecto a los sucesos mundiales histricos y a los eventos que ocurren en la iglesia actual y en nuestra vida diaria. El mensaje de Habacuc es muy necesario en estos das en que tantas personas estn perplejas ante el problema de la historia. Reconozcamos que ante diferentes hechos, el proceder de Dios es misterioso. 1.1. Su aparente inactividad Lo primero que descubrimos cuando estudiamos las acciones de Dios, es que pareciera estar en silencio e inactivo en situaciones provocativas. Por qu permite Dios que ocurran ciertos acontecimientos? Por qu la Iglesia cristiana est hoy en esta condicin? Observemos su historia en los ltimos aos. Por qu ha permitido Dios estas condiciones? Por qu ha permitido el surgimiento del postmodernismo con su efecto negativo sobre la fe, y aun negando sus verdades fundamentales? Por qu no destruye a estas personas que profieren blasfemias y niegan la fe, cuando debieran estar proclamndola? Por qu permite que se hagan tantos males en su nombre? Por otra parte, por qu no ha respondido Dios a las oraciones de su pueblo fiel? Hemos estado orando por un avivamiento por muchos aos. Nuestras oraciones han sido sinceras y celosas. Hemos lamentado el estado de los eventos y hemos clamado a Dios. Sin embargo, parece que nada ocurre. Al igual que Habacuc, muchos se preguntan: Hasta cundo, oh Jehov, clamar, y no oirs; y dar voces a ti a causa de la violencia, y no salvars? Este no es slo el problema que acosa a la Iglesia en general, sino tambin la preocupacin que enfrentan muchos en forma personal. Hay quienes han estado orando por un ser querido por muchos aos, y Dios parece no responder. Razonan dentro de s de esta manera: No es acaso la voluntad de Dios que se salve? He estado orando por esta persona por todos estos aos y parece que nada ocurre. Por qu? Por qu permanece Dios en el silencio? Muchas veces esta impaciencia se apodera de los creyentes. Por qu no contesta Dios nuestras oraciones? Cmo podemos comprender a Dios en esto? 1.2. Su providencia inesperada Lo siguiente que descubrimos, es que a veces Dios responde a nuestras oraciones en forma inesperada. Esto, ms que nada, fue lo que espant a Habacuc. Por un largo tiempo, Dios parece no responder en absoluto. Luego, cuando contesta, lo que dice parece ser ms misterioso an que su aparente negacin a escuchar nuestros ruegos. Habacuc crea que Dios castigara a Israel y que luego enviara un gran avivamiento. Cuando Dios le dijo que iba a levantar al ejrcito caldeo para arrasar y destruir las ciudades de Israel, esto fue sin duda lo ltimo que hubiera imaginado Habacuc. Sin embargo, esto fue lo que Dios le dijo y ms an, fue lo que en efecto ocurri. Tenemos la tendencia de indicarle a Dios cmo debe responder a nuestras oraciones. Pensamos que Dios slo puede actuar de una manera, pero las Escrituras nos ensean que a veces Dios nos responde y permite que la situacin empeore antes de que pueda mejorar. En algunas oportunidades hace exactamente lo opuesto de lo que nosotros anticipamos. Quizs nos llegue a abrumar enfrentndonos con un ejrcito caldeo. Un principio fundamental en la vida y el andar de fe, es que debemos siempre estar preparados para lo inesperado, cuando estamos en relacin con Dios. Es una respuesta inesperada, pero debemos aferrarnos a la esperanza de que Dios ha permitido que las cosas empeoren, para que finalmente mejoren. 1.3. Su instrumento inusitado La tercera caracterstica sorprendente del proceder de Dios es que a veces utiliza instrumentos extraos para corregir a su Iglesia y a su pueblo. De todos los pueblos contemporneos de Israel, los caldeos seran los que Dios utilizara para su castigo. Tal hecho pareca inconcebible! Pero nuevamente nos encontramos ante un hecho que se evidencia a travs de todas las Escrituras. Si Dios lo desea, puede tambin utilizar a un caldeo impo. En el curso de la historia vemos que ha utilizado toda suerte de instrumentos inslitos para llevar a cabo sus propsitos. Este es un factor de relevancia en nuestros das, pues parece ser, segn la Biblia, que mucho de lo que est aconteciendo ahora en el mundo debe ser reconsiderado bajo esta luz. La importancia de todo esto descansa en el hecho de que si no observamos esto correctamente, nuestras oraciones estarn mal concebidas y mal dirigidas. Debemos tomar conciencia del real estado de la Iglesia y reconocer su iniquidad. Es vlido comprender que las fuerzas que hoy ms antagonizan con la Iglesia, posiblemente las utilice Dios para su propio propsito. La sencilla enseanza de Habacuc es que Dios puede utilizar instrumentos muy extraos, y a veces inusuales. 2. EL PROCEDER DE DIOS ES MALENTENDIDO El carcter misterioso del proceder de Dios provoca interpretaciones completamente ajenas a la realidad. Cada quien interpreta desde su posicin y propia experiencia. 2.1. Por personas religiosas pero negligentes. 1:5. Las acciones de Dios con frecuencia dejan perplejos y sorprenden a ms de una clase de personas. Son, en primer lugar, una gran sorpresa para los ms negligentes entre los religiosos. En Habacuc 1.5 Dios se refiere a los impos de Israel, a aquellos que se haban tornado negligentes y descuidados. Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque har una obra en vuestros das, La actitud del pueblo fue: Este profeta nos quiere decir que Dios va a utilizar a los caldeos. Cmo Dios puede hacer eso. No lo escuchen; no hay peligro alguno. Estos profetas siempre son alarmistas y nos amenazan con calamidades. Quin pensara que Dios puede levantar a un pueblo como los caldeos para castigar a Israel! Es absolutamente imposible! El gran problema de Israel es que nunca quiso or a sus profetas. Sin embargo, Dios procedi con su pueblo tal cual lo haba dicho. La actitud que encontramos en Israel es tan vieja como el diluvio. Dios advirti al mundo antiguo acerca del juicio por medio de No. No contender mi espritu con el hombre para siempre (Gen 6:6). Los hombres se mofaron y dijeron que tal cosa era monstruosa, y que no poda ocurrir. Lo mismo ocurri con Sodoma y Gomorra. Personas complacientes jams podan creer que sus ciudades seran destruidas. Decan que Dios habra de intervenir antes de que tal catstrofe aconteciera, y permanecieron en su indolencia en la esperanza que sin duda, Dios les librara. En el tiempo de Habacuc, la actitud era la misma. A pesar de lo que el pueblo pensaba, Dios levant a los caldeos, e Israel fue atacado y conquistado. La nacin fue aplastada y llevada en cautiverio. Es verdad que las personas religiosas negligentes, nunca creen a los profetas. Siempre dicen: Dios no va a hacer tal cosa! Pero Dios s hace tales cosas. Dios puede estar utilizando al fanatismo islmico en nuestro tiempo para castigar a su propio pueblo y ensearle una leccin. No sigamos entonces en una actitud de indolencia y despreocupacin, dejemos de decir que es inconcebible que Dios utilice tal instrumento. No debemos permitir que se nos arrulle como a los que habitan confiados en Sin y fracasan en discernir las seales de los tiempos. 2.2. Por el mundo. 1:11 En segundo lugar, las acciones de Dios causan sorpresa al mundo. Luego pasar como el huracn, y ofender atribuyendo su fuerza a su dios (Hab 1:11). Los caldeos no comprendieron que estaban siendo utilizados por Dios y atribuyeron todo su xito a su propio dios. Pensaban que deban su victoria a su propia hazaa militar, y se jactaban del hecho. Estos arrogantes poderes que han sido utilizados por Dios para el cumplimiento de sus propsitos a travs de la historia, siempre se han jactado de sus logros. El orgullo del hombre de hoy en su progreso cientfico y en sus sistemas econmicos y polticos es un tpico ejemplo. Al ver los enemigos de la fe cristiana que la Iglesia languidece, y que ellos estn ascendiendo, atribuyen los xitos a su propio dios. No llegan a comprender el verdadero significado de la historia. Grandes poderes se han levantado y han dominado por un tiempo, pero siempre se han embriagado con sus propios xitos. Repentinamente, cuando menos lo esperaban, se encontraron a s mismos derribados. El verdadero significado de la historia jams amanece en sus discernimientos. 2.3. Por el propio profeta. 1:2-3 Finalmente, el proceder de Dios fue desconcertante para el mismo profeta, pero su reaccin fue muy distinta. Su pregunta se relacionaba con la manera en que todo esto estara reconciliado con la santidad de Dios. Exclama: Hasta cundo, oh Jehov, clamar, y no oirs; y dar voces a ti y no... 3. LA ESCRITURA EXPLICA EL PROCEDER DE DIOS EN LA HISTORIA A manera de respuesta a este problema de la historia, ser suficiente establecer los siguientes principios bblicos: 3.1. La historia est bajo el control divino Sabemos que Dios tiene el control de todo lo que ocurre en la tierra; sin embargo, en algunas ocasiones y frente a algunas circunstancias, malinterpretamos a Dios e incluso olvidamos que las respuestas a nuestras crisis e interrogantes las encontramos en su santa Palabra. El testimonio de Habacuc nos exhorta a cambiar nuestra perspectiva de los hechos mundiales e individuales. A dejar de decir: Por qu Dios lo permite?, para empezar a preguntar: Dios, qu deseas ensearme a travs de esto? Por que he aqu, yo levanto a los caldeos, nacin cruel y presurosa. Dios no slo controla a Israel, sino tambin a sus enemigos, los caldeos. Toda nacin de la tierra est bajo la mano de Dios, pues no hay poder en este mundo que no est, en ltima instancia, controlado por l. Las cosas no son lo que aparentan. Los caldeos pensaban que su astuta proeza militar los haba conducido al dominio, pero no fue as, porque fue Dios quien los levant. Dios es el Dios de la historia. Est sentado en los cielos y las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas (Is 40:15). La Biblia afirma que Dios est sobre todo. l comenz el proceso histrico, lo est controlando, y lo va a concluir. Nunca debemos dudar este hecho crucial. 3.2. La historia sigue un plan divino Las cosas no ocurren al azar. Los acontecimientos no son accidentales, pues existe un definido plan de historia, y todo ha estado pre-dispuesto desde el principio. Dios, quien ve el fin desde el principio, tiene en todo un propsito, y conoce los tiempos y las sazones (Hch 1:7). Existe un propsito en la historia, y lo que ahora est ocurriendo en el siglo XXI no es accidental. Recordemos que la Iglesia est en el centro del plan de Dios. En efecto, en todos estos acontecimientos hay un propsito discernible. 3.3. La historia sigue un cronograma divino Dios no se detiene a consultarnos y pedirnos permiso para obrar, todo acontece de acuerdo al designio de su voluntad (Efes 1:11). Dios tiene su tiempo y su propia manera de hacer las cosas, y acta de conformidad con ellos. 3.4. La historia est ligada al reino divino La clave de la historia mundial, es el reino de Dios. La historia de las otras naciones mencionadas en el Antiguo Testamento, es de relevancia slo cuando est asociada con el destino de Israel. En ltima instancia, la historia actual, slo es de importancia en la medida de su relacin con la Iglesia. Lo que realmente importa en el mundo, es el reino de Dios. Desde el principio, desde la cada del hombre, Dios ha estado obrando para establecer un nuevo reino en el mundo. Es su propio reino, y est llamando a personas para que salgan del mundo y entren en ese reino. Todo lo que acontece en el mundo est relacionado con este, su propsito central. Todava est en su proceso de formacin, pero finalmente llegar a su perfecta consumacin. Otros eventos cobran importancia en la medida en que estn asociados con este evento. Los problemas de hoy slo se han de entender a la luz de este propsito. Lo que Dios est permitiendo en la Iglesia y en el mundo actual, est relacionado con su gran propsito para su Iglesia y su reino. Por lo tanto, no tropecemos cuando vemos que ocurren acontecimientos sorprendentes en el mundo. Ms bien, hagamos la siguiente pregunta: Cul es la relacin de este evento con el reino de Dios? De igual manera, si nos ocurren acontecimientos extraos en la esfera personal, no nos quejemos, sino que digamos: Qu me est enseando Dios por medio de esto? Qu hay en m que necesita ser corregido? Dnde he procedido mal? Por qu est permitiendo Dios estas cosas? Sin duda que en todo hay un significado si tan slo podemos llegar a verlo. CONCLUSION: No es necesario turbarse y dudar del amor y la justicia de Dios. Si Dios contestara algunas de nuestras oraciones enseguida, y a nuestra manera, seramos cristianos muy empobrecidos. Afortunadamente, Dios a veces demora su respuesta a fin de proceder a la eliminacin de nuestro egosmo u otras actitudes que no debieran estar en nosotros. Tiene inters en nosotros, y se propone equiparnos para un lugar de mayor plenitud en su reino. Debemos entonces juzgar cada evento a la luz del grande, eterno y glorioso propsito de Dios. El tema central de Habacuc se encuentra en el versculo central de su libro: EL JUSTO POR SU FE VIVIRA. (2:4) No por su comprensin, ni por ser mejor o mas bueno que otros malos. El justo vivir EN fidelidad. La fe de Cristo lo justifica y la justificacin le capacita para ser fiel. (Romanos 5:1), asi que ya no vive por su propia fuerza o fe, sino la fe de Cristo que obra en el. (Glatas 2:20) El Reino de Dios como un llamado a la accin Ap. Basilio Patio - Mircoles, 26 de Febrerio de 2012. Rom 14:17 Jess nunca defini el Reino de Dios. l describa el Reino con parbolas, con alegoras, segn lo vemos relatado en Mateo 13 y Marcos 4, tambin lo hacia con conceptos como vida, gloria, jbilo y luz. Entre los telogos, todava nos encontramos con una ingenua impotencia cuando se trata de definir el Reino de Dios. La mejor descripcin bblica que podemos encontrar como la esencia del Reino nos la da Pablo: Despus de todo, el Reino de Dios no es una cuestin de si t obtienes aquello que deseas para comer o beber, sino que el Reino de Dios es una cuestin de justicia, paz y jbilo en el Espritu Santo (Rom 14:17). Algunos autores ven este texto como la nica definicin del Reino que jams se haya intentado dar en todo el Nuevo Testamento. Albert Schweitzer denomin la definicin de Pablo como un Credo para todos los tiempos. El constante peligro ha residido en el hecho de interpretar estas palabras exclusivamente en un sentido espiritual y pasar por alto el hecho de que conceptos bsicos como justicia, paz y jbilo sirven igualmente para hacer referencia a la vida del cristiano en el aqu y ahora. Este versculo generalmente se malinterpreta para referirse exclusivamente a bendiciones privadas, individuales, interiores, puramente espirituales tales como la condicin ntegra del individuo ante Dios, la paz de espritu y corazn gracias al perdn de los pecados, el jbilo del nio redimido. Pero, aunque dichas bendiciones no han de ser excluidas, stas no han de agotar o incluso han de hacer plena justicia al mensaje de estas palabras. Despus de todo, paz significa principalmente lo opuesto de guerra, la tranquilidad dada por el orden, por el orden social; justicia quiere decir justicia, la virtud propia de las relaciones sociales; y jbilo, aunque tiene una dimensin individual, puede significar un regocijo precisamente en las bendiciones que traen la paz y la justicia En resumen, si se establece la justicia del Reino de Dios gobernando en la vida del hombre, tendremos paz integral y si sta se logra disfrutaremos un gozo autntico. 1. LA JUSTICIA COMO UN REQUERIMIENTO BSICO DEL NUEVO PACTO IMPLICA UNA RELACIN VIVIFICADORA. El Reino, definido con esta breve frmula, no es, por lo tanto, otra cosa que justicia, paz, y jbilo en el Espritu Santo. stas no son meras sensaciones o sentimientos sino realidades que se han de poner en prctica en este mundo. Podemos denominar, con toda la razn, a estas tres caractersticas como los valores fundamentales del Reino. La justicia, como concepto bblico, se podra traducir mejor como relaciones ntegras o, mejor incluso, como relaciones vivificadoras. De acuerdo con la antropologa cristiana, la definicin de ser humano implica esencialmente estar en el mundo (significa tener un cuerpo) y relacionarse. Estas relaciones esenciales se desarrollan en cuatro direcciones: Hacia Dios, hacia uno mismo, hacia el prjimo, bien sea como individuo o como parte de la sociedad, y hacia la creacin como un todo. Ser justo significa vivir entablando relaciones vivificadoras con nuestro prjimo, los seres humanos, con uno mismo, con la naturaleza y, en primera instancia, con Dios. La identidad y autenticidad humanas slo se consiguen cuando dichas relaciones esencialmente humanas son ntegras. La salvacin significa, desde este punto de vista, entablar relaciones que vienen dadas por la voluntad de Dios para la autorrealizacin y felicidad de nuestro propio ser. La vida eterna quiere decir vivir en relacin con Dios, con uno mismo y con la naturaleza, dichas relaciones vivifican y ,a la vez, son vivificadas. Dios es un amante de la vida, significa que, donde quiera que Dios entre en relacin con los seres humanos, all la vida se da plenamente. Dios espera que aqullos a quienes ha reavivado de esta manera entablen, a su vez, relaciones vivificadoras con sus hermanos, los seres humanos, y tambin con toda la creacin. (Juan 10:10) Por lo tanto, es correcto decir: En la fe bblica, la aspiracin fundamental de Dios es hacer justicia. Todo lo dems, a modo de principio tico y requerimiento de la Alianza deriva de esto, ya que Dios es verdaderamente un amante de la justicia. Aqu se ordena a Israel que atienda aquello que Dios ms valora, concretamente, la justicia. Lo que el Viejo Testamento quiere decir con shalom, (paz), se encuentra mejor expresado en un texto que se halla dos veces en el Antiguo Testamento, en Miqueas y en Isaas. El pasaje anuncia lo que suceder cuando Dios venga a traer su Reino a este mundo y cuando las personas estn dispuestas a permitir que esta realidad irrumpa en sus vidas: Y martillarn sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzar espada nacin contra nacin, ni se ensayarn ms para la guerra. Y se sentar cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habr quien los amedrente; porque la boca de Jehov de los ejrcitos lo ha hablado. (Miq 4:3-4; Is 2:4). Aqu, Miqueas presenta una visin de lo que suceder cuando las naciones se sometan al Reino de Dios. En resumen, hay dos cambios fundamentales que tendrn lugar en el individuo y en las naciones en general: Primero, ninguna guerra ms e incluso ninguna preparacin para la guerra, y ninguna industria blica; y segundo, el retorno a un estilo de vida sencillo y pacfico, que no se preocupa tanto de ir egostamente acumulando cada vez ms, sino ms bien de fomentar las relaciones interpersonales que propulsen el bienestar y progreso de todos los hombres. La verdadera paz se construye cuando las armas de la guerra se fundan en el fuego de la justicia y se transformen en herramientas de trabajo para el desarrollo integral de todas las naciones. 2. LA RELACIN ENTRE EL REINO Y LA IGLESIA El apstol Pablo en Efesios comienza describiendo a Cristo como el misterio del Padre y tambin a la Iglesia como el misterio de Cristo. En ella, el plan eterno del Padre se consuma y manifiesta en Jesucristo: Conducir a la humanidad a su gloria eterna. Aqu se ve a la Iglesia en conexin con el hecho de desvelar el secreto escondido durante siglos en Dios (Col 1:16; Ef 3:3-9; 1 Cor 2:6-10). Por lo tanto, tiene que verse a la Iglesia desde esta amplia perspectiva del plan de salvacin de Dios, que incluye a todos los seres humanos y a la creacin como un todo (1 Tim 2:4; Rom 8:22). Identificaba el Reino de Dios a lo largo de la historia con la Iglesia peregrina? O consideraba al Reino de Dios como una realidad que se extiende ms all de la propia Iglesia? La mayor parte de los telogos (aunque no todos) sostienen actualmente que la Iglesia se apart de cualquier tipo de identificacin, en este momento, con el Reino a lo largo de la historia. La base teolgica para obrar de esta manera se ve en que la gracia salvadora de Dios nunca puede estar ligada exclusivamente a un sacramento, se tiene que admitir que el Reino abarca todava ms que la Iglesia, ya que el Reino de Dios es una realidad dotada de mayor amplitud que la Iglesia, que est presente y se encuentra operativa ms all de sus propios lmites entre los miembros de otras tradiciones religiosas. Igualmente significativo es el hecho de que no slo distinguen claramente entre la Iglesia y el Reino, reconociendo que la realidad ms extensa del Reino no puede ser delimitada por la Iglesia ni englobarse dentro de la misma, sino que tambin de forma inequvoca, la Iglesia est orientada a ser sierva del ms extenso e importante Reino de Dios. Es cierto que la Iglesia no es un fin en s misma, ya que est dirigida hacia el Reino de Dios del que ella es semilla, smbolo e instrumento. La Iglesia est activa y especficamente al servicio del Reino. La misin de la Iglesia es fomentar el Reino de nuestro Seor y de su Hijo Jesucristo (Ap. 11:15) para cuyo servicio ella ha sido diseada, comisionada y empoderada. 3. LA MISIN TRIDIMENSIONAL DE LA IGLESIA EN EL REINO Una vez que ya no se ve a la Iglesia como la nica depositaria del Reino, sta no tiene que definirse ms como el Reino de Dios sitiado por los poderes de este mundo. La Iglesia se ve a s misma ms como levadura del Reino o al servicio de dicho Reino, que tiene mayor amplitud que la propia Iglesia. En otras palabras, una teologa de la trascendencia da paso a una teologa de la transformacin. Partiendo de tal visin sobre la Iglesia y el Reino, la misin de la Iglesia se explica brevemente como sigue: 1. Proclamar la Palabra de que el Reino de Dios ha venido en la persona de Jess el Hijo de Dios. Al celebrar la presencia del Reino, la Iglesia pone activamente a las personas en comunin con el Reino. La Iglesia no es el Reino de Dios, pero es el instrumento legal con el que Dios cuenta para expresarlo y extenderlo, pues ella da testimonio simblico del Reino por medio de la Palabra y su praxis anticipa eficazmente el Reino. 2. Crear comunidades eclesisticas en todas partes y ofrecer su propia vida como muestra de que el Reino est presente y se encuentra operativo actualmente en el mundo. Ms concretamente, en la propia vida de la Iglesia, en la justicia, en la paz, en la libertad y en el respeto por los derechos humanos. La Iglesia debera presentarse como un distintivo o una consigna para la transformacin de la sociedad en general. 3. Desafiar a la sociedad en su totalidad para que se transforme a partir de los principios bsicos del Reino actualmente presente: Justicia, paz y gozo. El mensaje del Reino, como el principal elemento de la evangelizacin, con las seales que lo acompaan son los elementos constituyentes de la proclamacin del Evangelio, ya que el objetivo ltimo del Reino es la transformacin de toda la creacin. La Iglesia, por lo tanto, debe comprender su misin al servicio del inminente Reino. La Iglesia se encuentra activa y especficamente al servicio del Reino. Esto se observa particularmente en su predicacin, que es una llamada a la conversin. La predicacin constituye el principal y fundamental modo que tiene la Iglesia de presentar la venida del Reino a los individuos y a la sociedad humana. La Iglesia sirve al Reino difundiendo por todo el mundo los principios, leyes y valores del Evangelio, que son un vehculo de expresin para el Reino y que ayudan a las personas a aceptar el plan de Dios. Es cierto que la incipiente realidad del Reino puede encontrarse tambin ms all de los confines de la Iglesia, entre los pueblos, en todas partes, hasta el punto de que ellos viven los valores del Evangelio y estn abiertos a la accin del Espritu, que alienta cuando, como y donde l dispone. El Reino que Cristo trajo tiene dimensiones csmicas que van ms all de los confines de la propia Iglesia. Exige la transformacin de todas las estructuras e instituciones religiosas y sociopolticas. Por consiguiente, la comunidad cristiana no tiene otra opcin que la de entrar a transformar al mundo y las insitituciones por el bien del Reino presente. La labor permanente de la Iglesia acepta este desafo afirmando que la predicacin del Evangelio del Reino constituye una parte integral y esencial de la misin de la Iglesia. La Iglesia debe permear a otras opiniones para llevar a cabo su misin y comprender su identidad. 4. LA PERCEPCIN DEL REINO La identidad de la Iglesia depende en ltima instancia de su grado de conocimiento del Reino basado en las Escrituras. Ella ha de revelar esto por medio de su sensibilidad hacia la prioridad del Reino. Tal percepcin del Reino que incluye los cinco aspectos siguientes: 1. La cognicin del Reino significa vivir y trabajar con la firme esperanza del triunfo final del Reino de Dios. A no ser que se demuestre lo contrario, los hijos del Reino se aferran a la conviccin de que Dios acabar finalmente con todo el mal, el odio y la injusticia. Tienen la firme creencia de que la levadura del Reino ya se est fermentando en la masa de la creacin, haciendo uso de la misma parbola de Jess. Esto proporciona a los creyentes una confianza utpica y audaz que les permite continuar haciendo lo que otros dicen que es imposible o ftil. 2. Comprender el Reino de Dios quiere decir que la lnea entre lo sagrado y lo secular no existe en la realidad concreta. El Reino de Dios significa que todas las cosas se encuentran en la esfera de la soberana de Dios y que, por lo tanto, son de su propia incumbencia. Todas las esferas de la vida son ejes centrales del Reino. 3. La concientizacin del Reino significa que su ministerio es mucho ms extenso que la labor de la Iglesia. Los cristianos que comprenden el significado del Reino de Dios saben que ellos estn implicados en los asuntos del Reino, no slo en los de la Iglesia. Consideran que toda actividad tiene a la larga una relevancia en lo que al Reino respecta. Necesitamos romper con la mentalidad Aarnica que nos acondiciona para ser fieles sacerdotes en un sistema eclesistico restringido al mbito interno del culto, por una mentalidad de Melquisedec que nos posiciona para ser conquistadores en los diferentes escenarios pblicos de nuestra fe. 4. Desde la perspectiva del Reino, la preocupacin por la justicia y el compromiso especfico con la Palabra de Dios estn necesariamente correlacionados. Una concientizacin del Reino de Dios, entendido bblicamente, resuelve la tensin generada entre estos dos asuntos cruciales. Aqullos comprometidos con el Reino desean atraer a la gente a la fe personal en Jesucristo, ya que el Reino es el fundamental anhelo de todo corazn humano. Ellos tambin estn comprometidos con la paz, la justicia y la rectitud a todos los niveles de la sociedad porque el Reino incluye todas las cosas en el cielo y sobre la tierra (Ef 1:10) y el bienestar de todas las personas y de todo lo que Dios ha creado. 5. La realidad del Reino de Dios puede ser experimentada en este momento por medio del Espritu que proporciona al creyente los primeros frutos de la plenitud del Reino en el Aqu y Ahora. La gente del Reino, concretamente en su vivencia, anticipa el jbilo del Reino. Los diferentes dones otorgados por el Espritu Santo, ofrecen testimonio precisamente del Reino presente y son apreciados por todos como evidentes muestras de la poderosa presencia de dicho Reino en medio de su cotidianidad. Eso nos ayuda a romper con la postura escapista que finca todas sus esperanzas del Reino, en un mas all del sol sin que tenga relevancia para lo que nos toca debajo del sol Observando el mundo de hoy, tenemos razones para dudar sobre si la especie humana posee la capacidad necesaria para cambiar. Muchos ven la situacin del mundo actual con desesperacin. La fe cristiana ha sido una de las vas ms importantes por la que las personas han vivido con esperanza en condiciones aparentemente desesperanzadoras. Aqullos que se abren al Reino descubrirn que existe un poder que opera dentro de nosotros y que puede incluso transformar nuestras voluntades deterioradas. Esta transformacin no est sujeta a nuestro control pero viene a modo de regalo. Lo llamamos gracia, y no podemos definir hasta que punto la gracia puede hacer de nosotros hombres y mujeres nuevos. El Reino permanece nuevo, nunca anquilosado. Si nos golpea, nos dar siempre una gran sorpresa como el granjero que en su dura y rutinaria vida, un da da con un tesoro y, entonces, de repente, nicamente persegua un inters, retener este tesoro con todo lo que l tena. (Mateo 13:44)