Introduccion Al Derecho Ambiental
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Henrique Meier
Universidad Metropolitana, UNIMET
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HENRIQUE MEIER
Segunda: Cabe destacar que esa premisa: el dato o hecho objetivo de constituciones,
tratados internacionales, leyes, reglamentos, ordenanzas de contenido ambiental,
implica forzosamente la existencia de una disciplina de la ciencia jurdica que se ocupe
del estudio de tal normativa. . En efecto, la ordenacin de la referida normativa
conforme a un sistema conceptual a los fines de su estudio, conocimiento, anlisis y
comprensin es el origen del denominado Derecho Ambiental, o Derecho del Medio
Ambiente.
No creo que se pueda catalogar al Derecho Ambiental como una disciplina autnoma de la
ciencia jurdica, aunque las variadsimas normas de los ordenamientos jurdicos estatales,
de los comunitarios y del internacional que regulan las relaciones entre la sociosfera, la
tecnosfera y la biosfera coincidan en un objeto de tutela comn: el ambiente y los diferentes
bienes jurdico-ambientales que lo integran como realidad holstica. Y es que con slo
analizar esa normativa es fcil descubrir cmo la cuestin ambiental ha impactado
transversalmente a los ordenamientos jurdicos, y por tanto, a las distintas disciplinas o
ramas del Derecho encargadas del estudio y sistematizacin de partes o sectores de esos
ordenamientos.
As como la cuestin social, las dramticas injusticias sociales provocadas por los
excesos del liberalismo econmico en los inicios de la revolucin industrial en Europa y
Amrica (siglos XVIII y XIX): jornadas de 14 y 15 horas de trabajo en fbricas y minas,
salarios de miseria, explotacin de menores y mujeres, enfermedades y muertes de
trabajadores por la ausencia de normas de higiene y salubridad, etc., es el origen del
movimiento sindicalista y de la legislacin laboral (El Derecho del Trabajo); la cuestin
ambiental, o la toma de conciencia acerca de la gravsima crisis ecolgica y ambiental (los
fenmenos de contaminacin, degradacin y daos ambientales en los mbitos planetario,
hemisfricos, nacionales y locales) a partir de la dcada de los aos 70 del pasado siglo
(Conferencia de Estocolmo, 1972) es a su vez el origen del movimiento ambientalista y de
la legislacin ambiental y el Derecho Ambiental.
Una de las tendencias del constitucionalismo comparado de finales del siglo XX e inicios
del XXI, adems de la incorporacin de los derechos humanos con un carcter
supraconstitucional y no slo constitucional, es, asimismo, la formalizacin de la
temtica ambiental en muchas de las reformas constitucionales de los estados de la
comunidad internacional, en particular desde la dcada de los 90 del pasado siglo. La
Clusula Ambiental de esas constituciones se expresa en declaraciones de principios,
reconocimiento de derechos, deberes y garantas ciudadanos, e imposicin de deberes
poltico-institucionales al Estado.1
1
Vid, Meier, Henrique (2003). El Derecho Ambiental y el Nuevo Milenio. Homero, Caracas, pp. 16 a 23
la paz social, el desarrollo humano integral, el pluralismo poltico y en general la
preeminencia de los derechos humanos (Art. 2 CN);
2
Canosa-Usera, Ral (2000). Constitucin y Medio Ambiente. Editorial Dykinson, SL, Madrid, p. 33
aprovechamiento racional de los recursos naturales y la proteccin del ambiente en sus
respectivos territorios. La asuncin de esa nueva responsabilidad estatal se realiz (y se
lleva a cabo) por medio de leyes y entidades pblicas especiales (ministerios, agencias
federales, secretarias de estado, entidades descentralizadas), lo que obviamente ha trado
como consecuencia la proliferacin de una nueva normativa administrativa de contenido
ambiental: leyes, reglamentos, ordenanzas locales, actos administrativos unilaterales,
contratos, concesiones, etc.
Pero, hay situaciones clsicas en las que al hacerse nugatorio el ejercicio de un derecho
econmico si procede la indemnizacin, al menos en el contexto institucional del Estado
de Derecho garantizado en la Constitucin Nacional, y la doctrina jurisprudencial de la
extinta Corte Suprema de Justicia. Pinsese, en el propietario de tierras que se declaren
como Parque Nacional, u otra rea sujeta a rgimen especial de administracin
(ABRAE), y que como efecto de esa declaratoria y del rgimen de uso del suelo y dems
recursos naturales aplicable, el propietario hipottico no pueda continuar la ejecucin de
una actividad incompatible con los objetivos conservacionistas de la figura ABRAE
correspondiente. En situacin semejante debera operar la expropiacin por causa de
utilidad pblica y social; por tanto, que se indemnice al propietario de acuerdo con la
garanta de la propiedad privada, principio vinculado a la seguridad jurdica y a la
ponderacin de los derechos e intereses en conflicto, con la finalidad de evitarle un
sacrificio intolerable (principio elemental de justicia indemnizatoria).
Es obvio que en la ley penal no se puede fijar la capacidad de carga, ya que ello es
asunto estrictamente tcnico-cientfico. En efecto, es un imposible jurdico, salvo los
casos de las prohibiciones absolutas basadas en la certeza cientfica de los daos
ambientales irreversibles que causan determinadas sustancias, establecer a priori
cuando una conducta es susceptible de degradar bienes ambientales de manera
irreversible, irreparable, irrecuperable. Ello escapa a la competencia del legislador que
carece de los conocimientos tcnicos y cientficos para definir el impacto perjudicial de
determinadas conductas sobre bienes de compleja estructura y finalidad como lo son los
bienes ambientales. De all la funcin auxiliar de la norma penal en esta materia y la
necesidad de complementar los tipos por medio de una regla tcnico-administrativa3.
Por esa razn, el Artculo 8 de la LPA establece la figura o categora de la norma penal
en blanco y el mtodo de la remisin a una norma reglamentaria para complementar la
conducta punible o supuesto de hecho del tipo delictivo. Expresa al respecto el Artculo
8 de la LPA: Cuando los tipos penales que esta ley prev, requieran de una disposicin
complementaria para la exacta determinacin de la conducta punible o su resultado,
sta deber constar en una ley, reglamento del Ejecutivo Nacional, o en un decreto
aprobado en Consejo de Ministros y publicado en Gaceta Oficial, sin que sea admisible
un segundo reenvi.
Quiere decir, entonces, que la norma tcnica que complementa delitos ambientales
formulados como tipos abiertos cumple dos funciones: desde el punto de vista del
Derecho Administrativo opera como una autorizacin normativa, y en ese sentido
constituye un instrumento de control, -con base en los principios de prevencin y de
afectacin tolerable, - de la actividad capaz de degradar bienes ambientales; y desde el
punto de vista penal como la norma cuya transgresin configura la comisin de un
delito.
3
Meier, Henrique (2011). Categoras Fundamentales de Derecho Ambiental. Homero, Caracas, p 323
Esa doble funcin significa que el reglamento que contiene las normas tcnicas
complementarias de la LPA es para el Derecho Administrativo un acto normativo
sublegal, y para el Penal una norma de rango legal, ya que se integra al cuerpo de la
LPA. Es ms, la vigencia y aplicabilidad de los delitos abiertos de la LPA exige la
sancin y publicacin de las normas tcnicas.
Los medios jurdicos del Derecho Tributario tambin se utilizan en la gestin integral de
los bienes ambientales. El principio Quien contamina paga fundamento del impuesto
cuya base imponible es la realizacin de actividades susceptibles de degradar el
ambiente, viene aplicndose en algunos pases, como es el caso de Francia, desde la
dcada de los aos sesenta del siglo pasado. En la declaracin de Ro de Janeiro (1992)
sobre Ambiente y Desarrollo el principio contaminador-pagador forma parte de los
ms trascendentales principios operativos de la poltica, la gestin y el Derecho
Ambiental conjuntamente con los principios de prevencin, precaucin e integracin.
Cuando ese principio no forma parte del Derecho positivo, el uso degradante de los
bienes ambientales no tiene contrapartida, es decir, se configura como un "uso gratuito":
4
Meier, Henrique (1977). Bases Para un Estudio de la Legislacin Ambiental y su Reordenacin. Comisin
Nacional de Legislacin, Codificacin y Jurisprudencia. Ministerio de Justica, Caracas, p 75.
el derecho a degradar, a destruir, a contaminar sin compensacin alguna (salvo las
medidas de mitigacin y restauracin del dao ambiental en los casos en los que la
restauracin sea tcnicamente factible), aunque formalmente no se reconozca un derecho
de esa ndole. En esas condiciones los bienes ambientales carecen de valor econmico,
se hallan fuera del mercado, en una situacin extra econmica, marginal. Puede que la
ley les atribuya valor ecolgico y que por tanto sean objeto de medidas de tutela jurdica,
pero el " uso gratuito" de estos bienes en las situaciones que implican degradacin o
prdida de su calidad ambiental, desdice cualquier poltica proteccionista.
Dos instituciones clsicas del Derecho Civil son perfectamente aplicables a la temtica
ambiental. La primera, no obstante carezca de reconocimiento formal, puede ser de gran
utilidad para la interpretacin de la potestad soberana del Estado sobre los recursos
naturales y dems bienes ambientales del territorio nacional (Art. 11 CN), y del derecho
de propiedad privada sobre esos recursos y bienes (Art. 115 CN). Se trata del usufructo
ambiental. En mi obra, ya antes citada, Categoras Fundamentales de Derecho
Ambiental, aludo a ese tema:
5
Meier, Henrique, Opus Cit, PP. 34-35
intereses estatales (razn de Estado) o de exclusivo beneficio privado (concepto
individualista de la propiedad).
Ahora bien, en materia ambiental surgen no pocos problemas para aplicar esa modalidad
de responsabilidad civil. Qu sucede con los daos colectivos?, daos que originan con
sus actividades una pluralidad de personas, fsicas o jurdicas, con el agravante, en no
pocas situaciones, de que la relevancia de cada agente, de cada hecho aislado en el
resultado final, obviamente es muy complicado establecer. Es posible que hechos
plurales tengan, cada uno considerado aisladamente, relevancia degradante y daina para
los bienes ambientales; o bien, que sea la suma de todos la que llega al resultado de la
degradacin (Por ejemplo, degradacin de los ecosistemas del Lago de Maracaibo y del
Lago de Valencia)
Los daos pueden afectar, perjudicar a una pluralidad de personas, vctimas mltiples,
vecinas de industrias que emiten gases contaminantes a la atmsfera, de pescadores que
sufren los perjuicios de la contaminacin y destruccin de los recursos hidrobiolgicos
en las aguas del mar, y otras situaciones similares.
Qu hacer en los casos de los daos continuados, producto de una sucesin de actos de
un mismo agente o de varios, realizados en pocas diversas?; O con los daos que
continan con el tiempo, cuyos efectos permanecen no obstante hubieren sido causados
por un acto nico, perfectamente localizable en un nico punto temporal?; O con los
daos progresivos, producidos por una serie de actos sucesivos de una misma persona, o
de agentes diferentes, cuya conjuncin o acumulacin provoca un dao mayor que la
suma de cada uno de los daos individualmente considerados? (procesos de
acumulacin).
Y al tratar de establecer la relacin de causalidad adecuada Cmo obviar las
dificultades inherentes a la determinacin del autor del dao cuando el mismo se origina
en situaciones de autora difusa que impiden la identificacin de su autor o autores?
Situaciones originadas en comportamientos sociales masificados, resultado del modus
vivendi de toda una comunidad (la minera artesanal), o los casos de acciones
aparentemente inocuas, y por ende, legitimas.
El estudio del nexo causal es, en general, difcil y complejo; pero, si cabe, an lo es
ms en el caso especial de la responsabilidad civil por daos al medio ambiente.
Despax afirma que los juristas, desde Pothier, tienen una decidida aversin al dao que
resulta indirectamente de actos ilcitos, y cortarn la cadena de causalidad con una
clara conciencia de razones de conveniencia, y que en el caso concreto del medio
ambiente se observa cmo tanto los seres animados como las cosas inanimadas
conforman un todo complejo que no es fcilmente divisible, de tal forma que el
fenmeno de la interdependencia es una caracterstica fundamental del universo6
En ese sentido, pues, la imputacin objetiva o sin culpa, fundada el concepto del riesgo,
en el reconocimiento por ley de que determinadas actividades son susceptibles de
degradar el ambiente, con prescindencia de la intencin del agente o agentes o de su
culpa por negligencia, imprudencia o abuso de derecho, se perfila como el sistema ms
adecuado, til y conveniente a los fines de la operatividad de la responsabilidad civil en
esta materia.
En teora- escribe Carlos Miguel Perales-para poder decir que la responsabilidad civil
por daos al medio ambiente tiene un carcter objetivo debe probarse que se refiere a
los daos producidos por aquellas actividades que conllevan un riesgo o, ms
genricamente, por aquellas actividades cuyas caractersticas imponen que los daos
por ella producidos sean imputados sobre la base de una idea de justicia social7.
6
De Miguel Perales, Carlos (1994) La Responsabilidad Civil por Daos al Medio Ambiente CIVITAS Madrid,
p. 141
7
IBIDEM, p. 199
hayan convencido de la inconveniencia del rechazo generalizado a la idea de que no
hay responsabilidad sin culpa. No se trata de una mera cuestin de inversin de la carga
de la prueba: una culpa presumida; se trata de prescindir de las expresiones de la
culpabilidad en general: dolo, imprudencia, negligencia, impericia, para fundar la
responsabilidad en los riesgos, as en plural, no importa si derivan de actividades o de
cosas.
En este punto cabe acotar que en nuestro concepto de todas las consideraciones que
puedan argirse para explicar y justificar la responsabilidad objetiva por daos
ambientales, el elemento esencial a favor de esta modalidad de responsabilidad es el
riesgo o la constatacin de actividades susceptibles de degradar y daar el ambiente; por
tanto, actividades potencialmente riesgosas, peligrosas, para la preservacin de bienes
escasos, vulnerables, e insustituibles en la satisfaccin impostergable de necesidades
sociales.
Toda persona es responsable del dao causado por las cosas que tiene bajo su guarda,
a menos que pruebe que el dao ha sido ocasionado por falta de la vctima, por el hecho
de un tercero, o por caso fortuito o fuerza mayor.
En esta materia hay que diferenciar el Derecho Agrario que durante unos 40 aos se
fundament en la Ley de Reforma Agraria de 1960, sus reglamentos, la doctrina del
Ministerio de Agricultura y Cra, del Instituto Agrario Nacional de los tribunales
agrarios y de la Procuradura Agraria, de la del actual rgimen jurdico en la materia
contenido en las sucesivas leyes de tierras y desarrollo agrcola y en las disposiciones de
los organismos del sector del actual rgimen de poder.
8
Meier, Henrique. Categoras FundamentalesOpus Cit, pp., 335-336
No sucede as con el actual Derecho Agrario de signo ideolgico socialista
colectivista cuya inconstitucionalidad es patente y grosera al violar la garanta de la
propiedad privada prevista en el Artculo 115 constitucional, ya que la pretendida
revolucin agraria (la justicia agraria) en lugar de dotar en propiedad la tierra al
trabajador agrario, se limita a concederle un precario derecho de uso revocable por el
Estado en caso de incumplimiento de los planes de produccin impuestos
imperativamente, no obstante la ltima reforma de la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrcola de 2010 se refiera a un modelo de planificacin participativa, estratgica y
democrtica.
2. Derecho Multidisciplinario.
As, por ejemplo, en el Decreto N 638 del 19/05/ 95 relativo a las Normas Sobre
Calidad del Aire y Control de la Contaminacin Atmosfrica, en el Captulo II De los
Lmites de la Calidad del Aire, Artculo 3, se establece un listado de contaminantes y
los lmites de emisin en trminos de ug/m3:-Dixido de carbono (lmite: 80---
Porcentaje de excedencia en lapso de muestreo: 50%----Periodo de medicin en horas:
24), etc.
Ramn Martn Mateo al tratar los caracteres del Derecho Ambiental se refiere al
componente tcnico-reglado:
9
Martn-Mateo, Ramn (1977). Derecho Ambiental. Instituto de Estudios de Administracin Local. Madrid,
p. 86
agrarios) de las potestades o poderes jurdicos de actuacin para la proteccin y tutela de
unos bienes escasos, frgiles (vulnerables) e insustituibles para preservacin de la vida
en su totalidad, y de la humana en particular, adems de condicin fundamental para
asegurar el desarrollo econmico y social sustentable y sostenible.
Y no obstante no pocos estn conscientes de ese hecho, no por ello puede ignorarse la
estructura solidaria, la inescindible relacin entre la sociosfera y la biosfera, el
individuo, la sociedad y la naturaleza.
Por su parte, la Ley Orgnica del Ambiente declara de utilidad pblica y de inters
general la gestin del ambiente (Art. 5), y de orden pblico las normas previstas en esa
ley, en las leyes que la desarrollen y dems normas ambientales (Art. 6).
En fin, las normas que integran el Derecho Ambiental por constituir normas de orden
pblico no pueden renunciarse y relajarse por convenios de cualquier naturaleza,
pblicos o privados (Art.6 CC), tampoco las autoridades y funcionarios de la
Administracin Pblica Ambiental podran renunciar al ejercicio de las potestades y
competencias que les confieren las leyes para la realizacin de la gestin ambiental
integral.
1. Derecho reactivo
La gnesis del Derecho Ambiental en su significado actual como Derecho cuyo objeto
consiste en regular la conservacin, defensa, mejoramiento y enriquecimiento de esa
totalidad compleja y dialctica de seres, factores y procesos que incluye al hombre, o el
concepto de ambiente, vale decir, la interrelacin permanente entre individuo, sociedad
y naturaleza primaria; en una palabra, la relacin entre cultura y naturaleza, es
bsicamente reactiva. Se trata de una reaccin frente a los gravsimos daos causados a
los ecosistemas naturales, a las especies vivas, a las condiciones, factores y procesos de
la biosfera, a la propia salud y bienestar de la humanidad, producto de la insensata
explotacin y manipulacin de la naturaleza primaria en estos ltimos doscientos aos
de desvaro antropocentrista.
Cualquiera sea su justificacin filosfica o teolgica, lo cierto es que as como el
antropocentrismo ha sido fundamental para postular la cultura de los Derechos Humanos
a partir de la Revolucin Francesa y su Declaracin Universal de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano (1789), de innegable influencia en la lucha contra todas las
formas de servidumbre, opresin, discriminaciones, desigualdades e injusticias en el
mundo moderno, y de conquista efectiva de mejores niveles de existencia individual y
colectiva en los planos polticos, sociales, econmicos, culturales e institucionales,
tambin ha significado el progresivo empobrecimiento del medio ambiente, su deterioro
y destruccin.
Porque si por una parte, la esclavitud y el racismo han ido disminuyendo en los diversos
pueblos de la humanidad como resultado de la universalizacin del valor, principio y
derecho a la igualdad sustancial de todos los hombres y mujeres, y la condena, en
consecuencia, de toda forma de discriminacin basada en el credo, la raza, la condicin
social, la cultura, etc.; por la otra, la destruccin de las especies vivas, de la
biodiversidad en el mbito planetario, lejos de disminuir ha ido en aumento en la
medida que tambin se han ampliado la capacidad y el podero tecnolgico de la
humanidad, en verdad de determinados Estados y sociedades de los pases dominantes.
Las catstrofes ambientales y ecolgicas han sido causadas, en parte, por la
consideracin de la naturaleza primaria como una forma de vida que por carecer de
racionalidad, inteligencia y libertad, y por tanto, de dignidad (atributos humanos), no
merece ser protegida per se, pues slo valen en cuanto son tiles para el hombre y
pueden, por ende, servirle para los diversos fines del dominio humano: poltico,
cientfico, econmico, social y tecnolgico.
Como bien expresa Antonio Fortes Martn:
Tradicionalmente, desde los tiempos del Derecho Romano, los recursos naturales,
fundamentalmente el agua y el aire se han considerado como res comunes omnium, esto
es, como bienes comunes y gratuitos cuyo uso y utilizacin se estimaban ilimitados. Los
recursos naturales por tanto se han encontrado, desde el origen de los tiempos al
servicio del ser humano para su completa y exclusiva satisfaccin. El hombre es as
pues el protagonista poco honroso de un uso abusivo y descontrolado de esos recursos,
de acuerdo con una mentalidad que le ha conducido prcticamente al despilfarro, y
propiciado una situacin que, da a da de hoy cuando precisamente ha tenido lugar
una importante variacin de las bases socio-econmicas desde los modos de vidas
rurales a unas sociedades industriales altamente tecnificadas, se torna francamente
delicada.El carcter extremadamente antropocntrico de la visin del entorno que
nos rodea ha ocultado durante largo tiempo la verdadera necesidad de paliar los
efectos que se producen, por la accin, del hombre en la naturalezaEl hombre,
preocupado de esa forma egosta por su propio bienestar y felicidad, no cae en cuenta
que esa misma calidad de vida que en definitiva tanto anhela, se construye
precisamente salvaguardando el sistema natural, del que forma parte como un elemento
ms10.
La explotacin de la naturaleza es un corolario de la explotacin del hombre por el
hombre, con la diferencia que la cultura de los derechos humanos, tal y como
observamos precedentemente, ha jugado un papel esencial en la paulatina
transformacin de las relaciones sociales organizadas bajo el esquema de la opresin y el
dominio en las esferas de lo poltico, econmico, social y cultural, no as en el dominio
sobre la naturaleza.
El tema ambiental comienza a tener importancia nacional e internacional en la dcada de
los setenta del pasado siglo XX. La Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Humano
(1972) marca un hito en la materia. Y no es que antes de ese evento organizado por las
Naciones Unidas no se hubieren realizado conferencias internacionales y suscrito
declaraciones y convenios relativos a la proteccin de la naturaleza. La particularidad
del encuentro internacional de Estocolmo es el grito de alarma ante el grado de deterioro
de los recursos naturales y ambientales planetarios, as como el enfoque holstico,
integral de la problemtica ambiental, la relacin entre el desarrollo y la proteccin del
ambiente, la responsabilidad de los Estados de la comunidad internacional en la
conservacin de los bienes ambientales.
La Declaracin de Principios de Estocolmo, se fundamenta en el reconocimiento de la
capacidad del hombre de transformar lo que le rodea, la que utilizada con
discernimiento, puede llevar a todos los pueblos los beneficios del desarrollo y
ofrecerles la oportunidad de ennoblecer su existencia. Pero, Aplicado errnea o
imprudentemente, el mismo poder puede causar daos incalculables al ser humano y a
su medioA nuestro alrededor vemos multiplicarse las pruebas de dao causado por
el hombre en muchas regiones de la tierra: niveles peligrosos de contaminacin del
agua, el aire la tierra y los seres vivos, grandes trastornos del equilibrio ecolgico de la
biosfera; destruccin y agotamiento de recursos insustituibles y graves deficiencias,
10
Fortes-Martn, Antonio (2004). El Rgimen jurdico de la Autorizacin Ambiental Integral. ECOIURIS.
Madrid, pp. 11 y 12
nocivas para la salud fsica, mental y social del hombre, en el medio por l creado,
especialmente en aquel en que vive y trabaja.
Asimismo, la Declaracin reconoce la especificidad de los problemas ambientales de los
pueblos subdesarrollados, las deficiencias del medio y de la calidad de la vida originadas
por la pobreza, las condiciones precarias de la existencia colectiva y los desastres
naturales cuya mejor manera de subsanarlas es el desarrollo acelerado mediante la
transferencia de cantidades considerables de asistencia financiera y tecnolgica que
complemente los esfuerzos internos de los pases en desarrollo y la ayuda oportuna que
pueda requerirse (Principio 9 ).
En suma, se declara el derecho del hombre al disfrute de condiciones de vida
adecuadas a un medio de calidad tal que le permita llevar una vida digna y gozar de
bienestar, as como la solemne obligacin de proteger y mejorar el medio para las
generaciones presentes y futuras (Principio 1 ), que incluye a los recursos naturales de
la tierra, el aire, el agua, la flora y la fauna y especialmente muestras representativas de
los ecosistemas naturales, mediante cuidadosa planificacin u ordenacin.
A partir de esa Declaracin se inicia un proceso normativo e institucional (adems, de la
profundizacin de las investigaciones cientficas en el tema) tanto en el mbito
internacional como en el interno de los Estados de la comunidad internacional destinado
a crear instrumentos legales e instituciones gubernamentales y organizaciones no
gubernamentales (ONG), con el objeto de implementar polticas de proteccin del
ambiente y de control de las actividades susceptibles de degradarlo.
Se crea el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En
nuestro pas entra en vigencia la Ley Orgnica del Ambiente en 1976 y en 1977 se funda
y organiza el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (hoy
Ministerio del Poder Popular del Ambiente ?). Comienza, as, la etapa ambientalista
del Derecho que regula las relaciones entre el hombre, el Estado, la sociedad y la
naturaleza.
La filosofa de la Ley Orgnica del Ambiente (1976), que luego ser incorporada y
ampliada en la Constitucin de 1999, trasciende el clsico antropocentrismo y se
inscribe en la corriente biocentrista al conceptuar como valor y bien superior de tutela
jurdica a la vida, entendiendo por tal el fenmeno de la relacin inextricable entre el ser
humano y la biosfera.
La realidad ambiental, segn dicha ley, por cierto derogada en el 2006 y sustituida por
otra Ley Orgnica del Ambiente, est integrada no slo por los recursos naturales
tradicionales y los elementos, factores y procesos ecolgicos articulados a la biosfera,
sino, tambin, por el propio ser humano. El realismo se impone en la concepcin
poltica, filosfica y antropolgica de la Ley del 76 y se mantiene en la vigente de 2006.
Es as como el ambiente es definido legalmente como el conjunto o sistema de
elementos de naturaleza fsica, qumica, biolgica o sociocultural, en constante
dinmica por la accin humana o natural, que rige y condiciona la existencia de los
seres humanos y dems organismos vivos, que interactan permanentemente en un
espacio y tiempo determinados (Art. 3 LOA).
Los humanos vivimos en la tierra, en este envoltorio que permite la vida en todas sus
variadas formas y expresiones biticas, incluyendo a la humana (biosfera). Por tanto, las
actividades susceptibles de degradar el ambiente inciden directamente en la salud y
bienestar humanos. No hay escapatoria. Nuestra conexin sistmica con los suelos, el
aire, las aguas, las radiaciones solares, el resto de las especies vivas, el clima, la
topografa, los paisajes, la humedad, nos hace parte de la estructura ambiental. Como
especie somos al mismo tiempo agentes de la destruccin ambiental y vctimas de los
efectos adversos de esa conducta suicida. Por consiguiente, es de nuestra absoluta
responsabilidad la conservacin de la vida.
Razones de supervivencia, de perpetuacin de la especie humana en el Planeta y de
aspiracin a la calidad de la vida, postulan la necesidad de modificar radicalmente la
conducta humana individual y colectiva respecto de ese frgil y complejo sistema
ecolgico y ambiental, base primaria de nuestra existencia. El objeto de la tutela jurdica
integral del ambiente tpico ya aludido -es complejo, no se restringe a los recursos
naturales renovables clsicos, sino que abarca, asimismo, a la universalidad de los
componentes de la biosfera, a la totalidad de las especies vivas interactuando con su
medio, es decir, con los factores abiticos. Ese concepto es inclusivo del hombre como
una de las especies vivas en los trminos sealados precedentemente.
Se trata de la superacin del antropocentrismo por el biocentrismo, lo que significa que
la vida como totalidad compleja y dialctica que comprende todas sus expresiones,
manifestaciones o formas: la humana, la animal y la vegetal, va a constituirse en objeto
de tutela. Y la conservacin de la vida en cualquiera de sus modalidades implica,
obviamente, la proteccin de las condiciones naturales que hacen posible la permanencia
de ese fenmeno en el Planeta (la biosfera y sus componentes).
Con la acentuacin de la crisis econmica y la introduccin del desarrollo sostenible
escribe Luis Fernando Macas G., la divisin se refiere a la separacin entre el ser
humano y la naturaleza comienza a desaparecer, y da lugar a una concepcin integral
y holstica. El hombre hace parte de la naturaleza, no se puede analizar por fuera de
ella; se pasa de una concepcin puramente antropocntrica a una concepcin
biocntrica. No se puede considerar al ser humano como un ser independiente de la
naturaleza. La concepcin incluye, en consecuencia, las aguas, las plantas, los
animales, las tierras, e, incluso, las ciudades y las condiciones de vidaEn el fondo de
los nuevos conceptos en torno al desarrollo existe un replanteamiento de las relaciones
entre la sociedad y la naturaleza. El antropocentrismo ha dado paso a lo que se podra
denominar un biocentrismo. El centro de los valores del hombre no es la razn
solamente sino toda la biodiversidad, lo cual genera necesariamente una
transformacin de los paradigmas que ubicaban la naturaleza como un simple objeto
apropiable, sin lmite ni mayores costos, puesto que sus recursos se encontraban al
alcance de todosEl antropocentrismo ha dado paso al biocentrismo. El hombre sigue
siendo el ser viviente superior, pero igualmente ahora es una parte de la biosfera11
En la Carta Mundial de la Naturaleza (Asamblea General, ONU, 28/10/82) se recoge
esta nueva filosofa:
Cualquier forma de vida es nica y merece ser respetada, cualquiera sea su utilidad
para el hombre, y a fin de reconocer ese valor intrnseco en los otros organismos
vivientes, el hombre debe regularse segn un Cdigo Moral de Accinla humanidad
11
Macas-Gmez, Luis Fernando (1998). Introduccin al Derecho Ambiental. Legis. Bogot pp. 32-34-38.
forma parte de la naturaleza y la vida depende del funcionamiento ininterrumpido de los
sistemas naturales que son la fuente de la energa y de las materias nutritivas12.
Por esa razn, no hay exageracin en decir que vivimos en el tiempo cultural de la
sociedad del riesgo, consecuencia del advenimiento de la informacin y el
conocimiento libre, abierto, democrtico, masivo. Y uno de los temas fundamentales
de la sociedad del riesgo es el peligro inminente de catstrofes ecolgicas y ambientales.
Cada da las investigaciones de las ciencias ambientales descubren nuevas amenazas
sobre la biosfera, los ecosistemas y recursos naturales, derivadas de la imprudente
12
Vid, Meier, Henrique. El Derecho Ambiental y el Nuevo Milenio. Opus cit., p 80.
aplicacin de tecnologas destructivas y contaminantes. Ya no podemos escapar de la
angustia individual y colectiva que produce sabernos vulnerables ante los rayos del sol
que penetran directamente a la atmsfera por el hueco creado en la capa de ozono, o por
los cambios climticos globales, el recalentamiento de la tierra, el deshielo de la
Antrtida, el aumento del nivel de mares y ocanos, la extincin de especies vivas, la
destruccin irreversible de la biodiversidad.
En todas partes las poblaciones sufren las consecuencias de catstrofes ecolgicas que no
se deben nicamente a la dinmica de un planeta que est vivo y evoluciona: Cmo
desmentir las evidencias de la accin antrpica destructiva de los equilibrios ecolgicos
desde hace unos trescientos aos? Inundaciones, huracanes, tornados, terremotos,
tsunamis, incendios espontneos en bosques y selvas, lluvias cida. Y es que una y otra
vez a lo largo de la historia el pecado de desmesura, la hybris (Octavio Paz), se paga
con un castigo proporcional a la falta. Hoy el castigo es temible como corresponde a la
enormidad de nuestra falta. Despus de tres siglos de insensata dominacin, explotacin
y expoliacin de la naturaleza, sus criaturas y recursos, descubrimos que los bienes que
nos proporciona la Tierra son finitos, es decir, que el progreso tiene un lmite y que
hemos puesto en peligro el equilibrio natural y amenazamos la vida en su totalidad y
complejidad (la humana, la animal, la vegetal) en su mismo centro.
Tal vez el Derecho Penal Ambiental sea la disciplina mayormente influida por ese rasgo
del riesgo, ya que parte de los delitos ambientales estn formulados como tipos de riesgo
abstracto y concreto (Ley penal del Ambiente, 1992). Los supuestos de peligro implican
un adelantamiento de la intervencin penal a momentos anteriores a la lesin del inters
y del bien protegido, especialmente cuando se trata de casos de peligro abstracto. Es lo
que explica y justifica que los delitos contra el ambiente en sus diversos componentes
tutelados legalmente sea, en su mayora, delitos de peligro que como tales poseen un
sentido anticipatorio y preventivo frente a los delitos de lesin o resultado. En materia
ambiental la prevencin, como veremos en el prximo punto, es el principio de mayor
jerarqua axiolgica; por consiguiente, la represin penal tiene ese carcter preventivo.
Los axiomas es preferible prevenir que lamentar, y prevenir que curar, cobran en el
campo ambiental un valor inusitado. Por esa razn, los principios de prevencin y de
precaucin (prevencin acentuada) conforman el sustrato axiolgico, los principios
rectores superiores del Derecho, la poltica y la gestin ambiental. Y no slo en el mbito
del Derecho interno. Ambos principios son parte del Derecho Internacional Ambiental, y
de su progresiva estandarizacin. Basta examinar las leyes ambientales de gran parte de
los estados de la comunidad internacional para comprobar cmo esos principios figuran
en sus respectivas legislaciones. En la vigente (vigencia formal) Ley Orgnica del
Ambiente la prevencin es definida como la Medida que prevalecer sobre cualquier
otro criterio en la gestin del ambiente (Art. 4. 2)
El vnculo entre prevencin y precaucin es evidente. Las diferencias tienen que ver
con el grado de consideracin de los riesgos. La aplicacin "estricta" de la prevencin
postula la aplicacin de las medidas necesarias para que no ocurra un evento previsible,
o que, de ocurrir, se implementen las medidas necesarias para su control, mitigacin y
correccin: mientras que la precaucin postula el rechazo de una actividad en funcin
de un riesgo todava desconocido, pero presentido. A diferencia de la prevencin, la
precaucin no requiere que el riesgo se conozca, basta con que se sospeche. Puede
apreciarse la diferencia en la gradacin de la cautela. La certeza del dao implica la
adopcin de una estrategia preventiva; mientras que la incertidumbre acerca del mismo,
conduce a una estrategia precautelar. En suma, la precaucin es una forma de
prevencin acentuada, que se adopta en un contexto de incertidumbres. Podra decirse
que la precaucin es un principio que refuerza el nfasis preventivo del Derecho, la
poltica y la administracin ambiental13.
13
Meier, Henrique (2003). El Derecho Ambiental y el Nuevo Milenio. Opus cit p.178
La autora espaola Patricia Jimnez de Parga alude a la articulacin jurdica de los
principios de prevencin y de precaucin:
A manera de conclusin
Estaremos a tiempo?
14
Jimnez de Parga, Patricia (2001). El Principio de Prevencin en el Derecho Internacional del Medio
Ambiente. ECOUIRIS, Espaa, p.84
Universidad Metropolitana, 10 de octubre de 2011.
Bibliografa utilizada
-De Miguel Perales, Carlos (1994). La Responsabilidad Civil por Daos al Medio
Ambiente CIVITAS Madrid.
-Fortes-Martn, Antonio (2004). El Rgimen jurdico de la Autorizacin Ambiental
Integral. ECOIURIS. Madrid.