Umbrales N°211

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C on esta 4ta.

entrega se completa la propuesta de los

Historia de la Iglesia (4)


nmeros especiales de Umbrales dedicados a la Historia de
la Iglesia. El objetivo de este esfuerzo de sntesis es poner al
alcance de todos los hechos fundamentales de la vida de la
Iglesia, inserta en la historia de la humanidad, con su aporte
en el Uruguay especfico. Un aporte que algunas veces fue apreciado y otras
veces no; un aporte que se manifest con su cuota de fragili-
dad y error, pero tambin con sus aspectos positivos y sus
figuras luminosas de hombres y mujeres, de eclesisticos y
laicos/as.

D espus de una mirada a la Historia Universal y luego a


la Historia Latinoamericana de la Iglesia, esta entrega dirige
su atencin ms especfica a la Iglesia del Uruguay. Segura-
mente este nmero tendr un inters distinto para los lecto-
res argentinos: a ellos les pedimos hacernos llegar sus con-
sideraciones.
Consideramos un arco de tiempo ms limitado, pero igual-
mente rico en hechos y personajes a los que no siempre la
historia civil quiso darles su debido relieve. Esta sntesis his-
trica sigue los criterios ya experimentados, dividiendo el
material y la escala de tiempo en 7 captulos. Cada etapa o
captulo tiene una seccin titulada Acontecimientos (con
los aportes del historiador pbro. Daniel Bazzano) y otras
dos secciones Vida en la Fe y Testigos de los tiem-
pos (cuidadas por el p. Quinto Regazzoni). Todos los te-
mas estn acompaados por material grfico, por recuadros
con Palabras claves, y con preguntas para reflexionar. Una
breve bibliografa final indica algunas de las fuentes acce-
sibles al pblico. Ambos autores hemos colaborado en la
realizacin del esquema inicial, en la elaboracin del texto y
en la revisin final, junto con todo el equipo de Umbrales.

L a Historia de la Iglesia en Uruguay es ciertamente ms modesta y limitada


en el tiempo que la de otros pases, sin embargo, no deja de tener un razgo
caracterstico, casi proftico, para la actual situacin que vive la Iglesia universal
en todas partes del mundo. El laicismo y la secularizacin de este mundo adul-
to que prescinde de la tutela de la fe, son hoy posturas que afectan a todas las
comunidades cristianas. Uruguay tuvo que enfrentar tempranamente este desa-
fo, y supo tambin encontrar respuestas valiosas y caminos de convivencia no
AGOSTO-SETIEMBRE 2010 slo pacfica, sino tambin constructiva con la sociedad civil y la cultura laica. En
Redaccin: Romn Arana Iguez 5361 esto, el aporte del laicado, hombres y mujeres arraigados en su fe y comprome-
12300 Montevideo, Uruguay.
Tel./fax: 227 53 80 tidos con su ambiente, fue fundamental. Es por eso que no est dems expresar
[email protected] nuestro deseo de que, segn un antiguo refrn, la historia, y especialmente esta
www.umbrales.edu.uy
historia iluminada por la fe y el compromiso de los discpulos
Director: Francesco Bottacin del Seor, aqu en nuestra tierra, sea maestra de vida, tam-
Equipo de redaccin: bin para estos tiempos que nos tocan vivir.
Gloria Aguerreberry (Red. Resp.),
Rodolfo Bonci, Maicon Cesari,
Como en las anteriores entregas, esta sntesis no pretende
Primo Corbelli, Andrs Gancarczyk, ser un tratado de Historia de la Iglesia, sino un aporte, des-
Fernando Harreguy, Cristina Lpez, de el anuncio del Reino, para vivir nuestra fe en la cons-
Gerardo Martelletti, Eduardo Ojeda, truccin de eclesialidad y ciudadana, objetivo buscado
Quinto Regazzoni.
Imprenta Rojo - Salari 3472, por tantos cristianos de nuestras comunidades.
Montevideo. Tel.: 215 1812
Edicin amparada en el Dec. 218/996.
Comisin del Papel. D.L.. n 299574
pbro. Daniel Bazzano
M.E.C.: Registrada, T. VII, Folio 184 p. Quinto Regazzoni

n. 211
3
evangelizacin
1. L a primera
1. El perodo Hispnico en la Banda Oriental

1625
4

Virgen de los 33

Historia de la Iglesia en Uruguay (4)


Antonio Das
El Indio
1625 Las misiones franciscanas de San Antonio de los
Chans y de San Francisco de los Charras
1660 Santo Domingo de Soriano
1724 Fundacin de Montevideo
Jos Prez
Castellano

1787 Ctedra de Filosofa en el Convento de San

1787 1811
Bernardino

del Estado
la formacin
2. L a Iglesia en

Monterroso y Artigas
2. La formacin del Estado uruguayo
1809 Los Curas de la Patria y el Movimiento de
Jos Artigas

Insurreccin
1811 El liderazgo de Artigas
1825 Declaratoria de la Independencia
1830 1832

1830 Jura de la Constitucin


Benito Lamas

al 1er
3. Del Vicariato 4. L
3. El Vicariato Apostlico

Larraaga
1er. Vicario, Dmaso Antonio
1832 Larraaga, 1er. Vicario Apostlico del Uruguay

1er.. obispado los Congr


1854 Jos Benito Lamas, 3er. Vicario del Uruguay
1858 Jacinto Vera
Jacinto Vera

1878 Montevideo, 1ra. Dicesis del Uruguay


1878

1881 Muerte de Jacinto Vera

4. La Iglesia de los Congresos Catlicos Catlicos

Zorrilla de San M
n. 211

1881 Inosencio Yregui, 2do. obispo de Montevideo


1889 1er. Congreso Catlico La
a Igles
1890 Monseor Mariano Soler, 3er. obispo de Montevideo
Rub
Bea

Ma
s

Martn
resos Catlica y la
ariano Soler
ata Francisca
batto
1897 Soler, 1er. Arzobispo del Uruguay

sia de 5. L
1907
1907 Ley de divorcio absoluto

n. 211

neo-cristiandad

Mons. Antonio Ma. Barbieri


5. Separacin Iglesia-Estado

Consuelo
Dolores y

La
Beatas

a Accin
1917 Separacin Iglesia-Estado en Uruguay
1919 Ley de secularizacin de los feriados
Ibarbourou
Juana de

1934 Fundacin de la Accin Catlica en el Uruguay

1934

Vaticano II
Concilio
6. L a era del
Padre Cacho

Mons. Carlos Parteli


6. La era Conciliar en la Iglesia uruguaya
1961 Carta Pastoral sobre el Agro de mons. Parteli
1962 Inicio del Concilio Vaticano II
Silva
Mauricio
hno.

1967 Carta de Adviento en Montevideo


1967

Lnea del tiempo


del siglo XXI
en los umbrales
7. L
Porcile
Teresita

7. La Iglesia en los umbrales del ao 2000

2007 Conferencia de Aparecida


La
1987 1ra. Visita del papa Juan Pablo II

a Iglesia
1988 2da. Visita del papa Juan Pablo II
1999 Muerte de mons. Carlos Parteli
2007 Conferencia de Aparecida
Patricio Rod

2010
5
1. La primera
evangelizacin
(1625-1810)

A. Acontecimientos
1. Primeros contactos con el cristianismo
La presencia de la Iglesia aparece en las costas de lo
que se llam Banda Oriental gracias a la llegada oca-
sional de cristianos espaoles y portugueses a las
mrgenes izquierdas del estuario del Plata y del ro
sentan la primera evangelizacin del litoral del Ro de
Uruguay.
la Plata. En 1724 se funda la ciudad de San Felipe y
Los primeros contactos que se dieron entre las pobla-
Santiago (la muy fiel y reconquistadora Montevideo)
ciones indgenas y el cristianismo en el territorio al orien-
en cuya construccin colabor la tribu guaran de los
te del ro Uruguay, tuvieron diversas modalidades.
Tapes, guiada por los jesutas.
- La primera constituye el tipo ms puro de
Las misiones de la Compaa de Jess duraron hasta
cristianizacin, o sea, con menores vinculaciones po-
poco despus de la expulsin de sus miembros.
ltico-econmicas. Fue precedida por nufragos o des-
terrados que deambularon por sus costas y las veci-
nas del actual Ro Grande del Sur y Santa Catalina. En 2. La primera organizacin eclesial
1538 los franciscanos Armenta y Lebrn dejan la ex- Durante el s. XVIII Montevideo fue casi la nica parro-
pedicin del veedor Alonso de Cabrera en la que ve- quia y fueron las circunstancias que atraves este terri-
nan embarcados, se quedan en esta regin con tres torio durante la guerra de la Independencia las que
laicos, siendo amparados por los nativos en su pere- motivaron la creacin de una circunscripcin eclesis-
grinacin hacia el Alto Paran y el ro Paraguay. Tras tica en l.
la predicacin, administraron el Bautismo, siendo los Don Antoine Joseph Pernetty, capelln de la expedi-
viejos quienes con ms ardor esparcieron entre los de- cin francesa de Luis-Antoine de Bougainville, es
ms la fe que acababan de recibir, la cual se lleg a uno de los primeros testigos de la vida montevideana,
extender en un radio de unos 480 Km. Se haba im- a los pocos aos de su fundacin. En su visita a la
plantado una organizacin de la vida cristiana donde los primitiva Iglesia Matriz de Montevideo, en 1763, nos
frailes y sus ayudantes espaoles llevan una vida con relata: El rosario todava est muy en boga y casi es
caractersticas indgenas. Este primitivo cristianismo, as la nica plegaria que se acostumbra en Montevideo...
establecido, no provoc choques culturales, pero tam- blancos, negros y mulatos hacen todos gala de tener-
poco pudo evitar la rapacidad de los esclavistas, que lo. Tambin tienen devocin al escapulario del Monte
acabaron con l en un cuarto de siglo. Carmelo; hombres y mujeres lo llevan.
- En el s. XVII penetraron por la regin septentrional los El primer gobernador eclesistico fue Pedro Antonio
jesuitas, fundando las Reducciones del Uruguay de Portegueda y el primer obispo que visit la Banda
que hoy se hallan en territorio brasileo. Oriental, comenzando por Soriano fue don Manuel
Este conocido sistema elev culturalmente a los in- Antonio de la Torre (1772). Su sucesor, fray Se-
dios, les hizo abandonar su vida nmada y adquirir una bastin Malbar y Pinto, empieza su mandato con una
digna organizacin socio-econmica, pero tales cam- visita a Colonia del Sacramento, Soriano y Montevideo
bios provocaron fuertes tensiones internas y externas en 1779. El obispo que ms influy en el desarrollo
que lograron contrarrestar creando la milicia guaran, parroquial de la vida catlica fue el ltimo obispo espa-
que en repetidas ocasiones lleg a tomar la Colonia ol de Buenos Aires, fray Benito de Lu y Riega, que
del Sacramento. visita detenidamente el Uruguay creando las parroquias
- Tambin los franciscanos fundaron su misin en San de Santsima Trinidad de los Porongos, San Jos, Flo-
Francisco de los Olivares de los Charras y San rida, Minas, Paysand y Melo. El Cabildo de Montevi-
Antonio de los Chans (1625) que junto a Santo Do- deo en dos oportunidades, 1808 y 1809, elev sendas
mingo de Soriano (1660), la estancia de Yapey, en solicitudes a la Corona, pidiendo la ereccin de una
el norte del pas y la Calera de los Hurfanos, repre- dicesis en la Banda Oriental, cuya sede sera Monte-

n. 211
6
video y cuyo lmite natural era el Ro Uruguay. En am-
bas ocasiones las gestiones fueron interrumpidas por
Palabras
las guerras de la poca, hasta que finalmente la Revo- Claves
lucin Emancipadora deja sin efecto estas gestiones.
La Banda Oriental del Uruguay dependi entonces hasta
1620 del obispado de Asuncin y recin en ese ao * Colonia del
Sacramento
Fue fundada en 1680 por el
creada la dicesis de Buenos Aires, empez a depen- Maestro de Campo Manuel
der de ella. La situacin variar recin el 4 de agosto Lobo. Por su origen portu-
de 1832, cuando se crear el Vicariato Apostlico del gus, ha mantenido, en su
Uruguay y slo en 1878 se crear la dicesis de Mon- rea original, caractersti-
tevideo. cas muy distintas al comn
de las ciudades espaolas del Ro de la Plata, traza-
3. El clero de la Banda Oriental das con los clsicos dameros. El faro alumbra la ba-
ha, junto a las seculares ruinas del Convento San Fran-
El s. XVIII fue el siglo de la Ilustracin francesa, que a
cisco. Los jesuitas portugueses fundaron la primera
travs del Despotismo Ilustrado enfrent a la Iglesia a escuela en suelo oriental en 1717, con el nombre de
la poltica regalista de los imperios espaol y portu- San Francisco Javier. La Iglesia Matriz con su singular
gus. Un hito de este enfrentamiento fue la expulsin historia, es una de las ms antiguas del Uruguay. El
de los jesuitas, que lleg tambin a territorio uruguayo. edificio que naciera en un msero rancho de 1680, ya
Los padres de la compaa se haban establecido des- estaba conformado con mampostera antes del fin de
de 1746, y haban fundado la primera escuela de la siglo. La historia de la Colonia del Sacramento, en cier-
ciudad de Montevideo, destacndose como predicado- to modo, ha quedado estampada en la iglesia con sig-
res, como testimonia el primer prroco de la ciudad, nos testimoniales de los distintos perodos.
don Jos Nicols Barrales. Los jesuitas sern des-
alojados en el ao 1777. En 1787 empez en el con-
vento de San Bernardino la enseanza superior, con
una ctedra de filosofa. Su primer catedrtico fue fray
* Ciudad de San
Felipe y Santiago
Los habitantes del mo-
Mariano Chambo, venido de Santa Fe. desto poblado inicial de
En el tiempo que transcurre desde la primera evangeli- San Felipe de Montevi-
deo, encontraron las
zacin y el poblamiento espaol de la Banda Oriental,
primeras manifestacio-
hasta las guerras independentistas, se pueden percibir nes comunitarias en la Antiguas imgenes de los
dos modalidades pastorales: advocacin a San Feli- patronos de Montevideo.
- la primera modalidad se dirige al indgena y est pe y Santiago. As, el 15 de enero de 1727, don Pedro
expresada en las misiones guaranticas, que tanto in- Milln estableci las festividades anuales de la ciudad:
fluyeron en la conformacin socio-demogrfica, cultu- la primera y principal sera la de los Patronos, en la que
ral y religiosa del pas, y otros intentos misioneros, se desarrollaba una gran procesin y celebracin de
como el de Santo Domingo de Soriano; tipo religioso y civil, signo de una profunda identidad.
- la segunda se dirige a la poblacin espaola, que
tardamente comienza a instalarse en esta Banda; im-
plica un trasplante de formas, expresiones y mentali-
dad religiosas propias de la Espaa barroca y pos-
* Iglesia Matriz
La primera Iglesia Matriz
de Montevideo construi-
tridentina. da en 1740, tuvo un des-
plome parcial en 1785, y
mostr la necesidad de
Preguntas:
construir una nueva igle-
sia. En 1790, el Padre
Juan Jos Ortiz, prroco
Jess, ha lle-
o de la Bu ena Noticia de ue-
de la ciudad desde 1783, coloc la piedra fundamental
1. El an un ci de 4 siglos. P de la actual Iglesia Matriz, proyectada por el Ingeniero
al U ru gu ay desde hace ms un ci o ha m ar-
ga do an era este an portugus Jos Custodio de Sa y Fara. La direccin
ar de qu m
des identific de la obra estuvo a cargo del Ingeniero Jos del Pozo y
de este pas?
cado la historia Marquy y, el 21 de octubre de 1804, fue inaugurada y
s, tal vez
en la Ig le si a uruguaya falla dedicada a la Inmaculada Concepcin y a los santos
2. No faltan ras latitudes: Felipe y Santiago. La torre sur de la iglesia termin de
icas que en ot es
menos dramt contrar sus rac construirse en 1858, paralelamente a las reparaciones
le s so n pa ra t? Puedes en le si a, o so n
Cu esta Ig efectuadas en la torre norte. Desde 1941 fue restaura-
el tie m po de fundacin de
en da la fachada principal y fue colocado el grupo
estro tiempo?
fruto slo de nu escultrico realizado por Jos Belloni.

n. 211
7
Plano de Montevideo antiguo.

B. Vida en la Fe
1. El espritu cristiano
de los primeros pobladores
Los primeros pobladores, al fundar un poblado se pro-
ponan buscar un espacio vital para afincarse. Al lo-
tear el terreno, reservaban alrededor de la plaza prin-
cipal un espacio sagrado para el futuro templo.
Este espacio era ocupado en un primer momento por
un Rancho-capilla.
En estos espacios sagrados, por muy humildes que
fueran, no faltaba nunca al lado de la cruz la imagen
de la Virgen Mara que generalmente daba el ttulo a Un grupo de 30 familias provenientes de las Islas
Canarias, principalmente familiares de los militares
la Iglesia y muy a menudo el nombre al mismo pobla-
que custodiaban la plaza fuerte, llegaron en el barco
do. La invocacin a Mara es una constante en la fun-
Nuestra Seora de la Encina. La ciudad fue tra-
dacin de los poblados de la Banda Oriental. Un ma-
zada en 1726 con el caracterstico diseo de damero,
rino espaol, Diego Alvear, en su memoria (1783) heredado de los romanos. El diseo en 32 manza-
recuerda por ejemplo que en el arroyo que hemos nas y la construccin estuvo a cargo de Domingo
nombrado de los Canelones hay tambin otra aldea, Petrarca. La poblacin civil era aproximadamente de
llamada Nuestra Seora de Guadalupe, compuesta 130 personas.
asimismo por 70 casas de paja cortada y puntales...
que para darle mayor consistencia embostaron... La
Iglesia es de lo mismo. Esta capilla-rancho fue le-
vantada por el indio Santos Prez y Llamac en 1759 ca del arroyo Pando y all naca, alrededor de la capilla
para recibir una imagen de la Virgen de Guadalupe que de Nuestra Seora de la Concepcin (1780) la actual
l haba trado desde Cuzco (Per). Algunos aos des- ciudad de Pando, en 1788.
pus, en 1782, el cura Juan Miguel Laguna funda la El fundador oficial de Minas fue Prez del Puerto,
Villa Nuestra Seora de Guadalupe, delante de esa pero fray Jos Agustn Ramos estaba en la Guardia
imagen. Como en este caso, muchas veces la fecha de la Inmaculada y Pura de las Minas como fundador
oficial de fundacin del poblado se realizaba aos des- de dicha capilla, mucho antes de 1783.
pus de la ereccin de la Capilla. Montevideo y Cane- En 1793 el mismo Prez del Puerto con 27 familias
lones son los primeros ejemplos de una praxis comn de asturianos y gallegos, funda la actual ciudad de
que caracteriza el proceso de colonizacin. Rocha, bajo el ttulo de Nuestra Seora de los Re-
medios.
2. Fundaciones marianas: An la Guardia de Melo, que
En 1775 se funda la actual ciudad de haba nacido como campamento mi-
Rosario, justamente a partir de la erec- litar en 1795, construye enseguida su
cin de la capilla dedicada a nuestra rancho-capilla dedicado a la Virgen
Seora del Rosario. del Pilar.
En 1781 el cura Manuel Castro Otras veces la imagen de la Virgen
Careaga llega a la villa de Soriano y Mara presidi solemnemente la fun-
pone la primera piedra del templo a la dacin de una nueva poblacin. Es
Virgen de la Merced (el templo ms el caso de los vecinos de Espinillo,
antiguo del pas). Pero no contento con que guiados por su cura, don
el lugar, se traslada con algunos veci- Bonifacio Redruello, con una gran-
nos para fundar otro pueblo a la orilla diosa procesin llevando la estatua
del Ro Negro. Una nueva capilla, tam- de su patrona la Virgen de los Dolo-
bin dedicada a la Virgen de la Mer- res, se trasladaron para fundar un
ced, dio el nombre a la nueva pobla- nuevo poblado llamado Dolores. Otro
cin: Mercedes, que qued definitiva- caso ms famoso todava es el del
mente fundada el 24 de Noviembre de cura Santiago Figueredo, que or-
1789. ganiz el traslado de la poblacin del
En esos mismos aos, Doa Teresa Pintado, para fundar la ciudad de Flo-
Gaytn donaba algunos terrenos cer- rida, en 1809 (ver pg. 9).

n. 211
8
C. Testigos de El primer presbtero
de la Banda Oriental,
los tiempos pbro. Prez Castellano.

* Indio Antonio Das (s. XVIII)


Los jesuitas fueron los primeros en po-
seer un latifundio en Florida. La exten-
* Jos Prez
Castellano (1743-1815)
Descendiente de los prime-
sin de la estancia de la Calera, conce- ros pobladores de Montevi-
dida en 1746, lleg a las 100 mil hect- deo, hijo de Bartolo Prez
reas. Tena capilla, galpones, cementerio, y de Ana Castellano, naci
y hornos para cal, cuya produccin se ex- el 19-3-1743. Fue el primer
portaba a Buenos Aires. En 1760, el Fortn presbtero y doctor que tu-
del Pintado fue la primera construccin de viera el pas. Fue teniente
importancia del actual departamento de cura en la Matriz (1767-
Florida. Esa instalacin, llamada Guardia 1780). Se dedic en su
de la Frontera, se mud en 1764 a un sitio chacra del Miguelete a la
ms estratgico, a una legua de distancia. observacin cientfica de la agricultura. Estuvo presen-
En 1767 Carlos III expuls a los jesuitas del territorio y te en el movimiento Juntista y las luchas libertadoras.
stos dejan en custodia una pequea talla guarantica, No obstante, prefera el rgimen monrquico moderado
de cedro paraguayo, con la imagen de la Virgen del por la constitucin, al rgimen republicano. Sus apun-
Lujn, al indio Antonio Das. tes, titulados Cajn de Sastre, contienen observa-
El Fuerte del Pintado se traslad en 1771 a las nacien- ciones interesantsimas sobre los temas ms diversos
tes del arroyo Mansavillagra, y una vez que se logr como las fuentes de agua potable del Montevideo; la
pacificar la campaa de las emboscadas indgenas, pesca; el comercio; la marina; la agricultura. De un
comenz a levantarse en las cercanas, al amparo de temperamento vivaz, libre, espontneo, discute con el
los soldados, un pequeo Villorrio con gente muy po- Pbro. Ortiz respecto de la convivencia con el ingls
bre, a quienes el indio Antonio Das, les cedi parte de invasor y se atreve a desobedecer al Obispo Le que le
su pequea parcela para edificar sus humildes ranchos amenaza con suspenderlo, si segua siendo miembro
y en el hueco de un tronco en un aejo rbol, constru- de la Junta de Gobierno de Montevideo rebelde contra
y una pequea ermita para la Virgen misionera que Buenos Aires. A mediados de 1813 el Gobierno le pide
tena en custodia. En 1779 cedi tambin, el predio que escriba sus apuntes Observaciones sobre Agri-
para que se levantara una pequea capillita, donde hoy cultura, su obra ms extensa y excepcional. Muri
podemos encontrar su cimentacin de piedra. La capi- sin ver la tan ansiada paz en 1815, dejando su casa de
lla del Lujn fue resistida inicialmente por la Goberna- Montevideo y sus bienes para establecer la biblioteca
cin de Montevideo pero luego, con los auspicios del pblica que inaugur el Pbro. Larraaga.
Obispado de Buenos Aires, fue promovida a
viceparroquia, en 1790 y elevada a curato en 1804.
La ubicacin de Pintado no era demasiado feliz: sus Los augurios de Prez Castellano
suelos eran ridos, escaseaba el agua y la lea. En Saludando al primero de ao de 1814, exclamaba:
1809 el virrey de Buenos Aires design como cura p- Labradores del Miguelete os saludo y os deseo
rroco a Santiago Figueredo (nacido en Montevideo larga vida para reparar, cuando cese la aniquila-
en 1781). Ese mismo ao, Figueredo pidi fundar una cin y el despojo que habis sufrido en vuestros
poblacin en un lugar ms prspero, a los mrgenes bienes y fortunas. Saludo tambin a vosotros, ejr-
del Santa Luca Chico, a unos 20 kms. de Pintado. All cito de Buenos Aires, que conducidos a esta banda
se cre la villa de Florida, la ltima poblacin funda- con la errada idea de hacernos felices, nos habis
da por espaoles en estas tierras. Se marc el centro colmado de males...
urbano: plaza, calles y solares, se delimit el ejido y Ojal que el nio Dios, cuyo nacimiento acabamos
se repartieron 23 tierras de labor (chacras) entre 134 de celebrar, nos traiga a todos la paz... ojal que el
vecinos con tres cuadras de frente por doce de fondo. nombre de Jess, ponga freno a las pasiones que
Su nombre oficial fue San Fernando de la Florida en nos ciegan; que cesen por este nombre admirable
honor a Fernando VII. All se traslad, en una proce- los odios y las discordias entre los que deben ser
sin solemne, la pequea imagen de la Virgen de Anto- hermanos; que no haya entre nosotros diferencias
nio Das, que era venerada en el Pintado. de americanos y europeos; que todos nos estreche-
La humildad y la generosidad del indio Antonio Das mos por el vnculo de la caridad cristiana....
puede considerarse como el origen remoto de la futura
devocin de la Virgen de los Treinta y Tres.

n. 211
9
2. La Iglesia en
la formacin
del Estado
(1811-1830)
A. Acontecimientos La toma
de la Bastilla
1. Los Curas de la Patria
La Iglesia, elemento de cohesin colonial, fue tambin
elemento de cohesin revolucionaria y criolla.
En los primeros meses de 1811, la Banda Oriental se
vio sacudida con la Admirable Alarma, que anun-
ciaba el inicio de un largo proceso revolucionario que
culminara casi veinte aos despus con la constitu- La actitud del clero provoc el malestar de las autori-
cin de un estado independiente. Cuando Buenos Ai- dades espaolas residentes en Montevideo, que no
res era ya un baluarte revolucionario y Montevideo man- dudaron en perseguir a los curas revoltosos. El go-
tena an firme su fidelidad a Espaa, Jos Artigas se bernador de Montevideo Gaspar de Vigodet escribi
pone a la cabeza de la insurreccin oriental de la cual al obispo Le quejndose de los curas y pidiendo san-
ser indiscutido caudillo, y por eso, Prcer de la Pa- ciones. Dentro de los muros de Montevideo existan
tria. Estando en la guarnicin de la Colonia del Sacra- grmenes de insurreccin. Un importante centro de irra-
mento, y aconsejado por el cura Jos Mara Enrquez diacin del pensamiento revolucionario, lo constitua el
Pea, decide plegarse a las filas revolucionarias, es- convento y colegio San Bernardino, de la Orden
capando de Colonia y ponindose a las rdenes de la Franciscana, donde se haban educado muchos de
Junta Gubernativa de Buenos Aires. Desde varios aos quienes seran los principales exponentes de la revolu-
antes se perciban signos de disconformidad en rela- cin, entre ellos el mismo Artigas. El Virrey Elo perci-
cin al sistema colonial. Entre los ms activos promo- bi el peligro que constitua esta comunidad, y opt
tores de la revolucin oriental, figuraron los Curas del por expulsarlos, el 21 de mayo de 1811, junto con cua-
interior, junto con laicos de reconocida adhesin a la renta familias simpatizantes de las fuerzas artiguistas:
Iglesia. Se destacan los prrocos de Florida, de San Vyanse con sus amigos los matreros!. Entre ellos
Jos, de Colonia, de Canelones, de Paysand. El pbro. estaba el futuro Vicario Apostlico del Uruguay, Fray
Gomensoro, prroco de Santo Domingo de Soriano, el Jos Benito Lamas.
da en que en Buenos Aires se constituye la Junta de
Mayo, desconociendo la autoridad del Virrey, asen- 2. El aporte del clero
taba en el Libro de Defunciones de su parroquia la si- El clero constitua, en los primeros aos del siglo XIX,
guiente acta: El da 25 de este mes de mayo (de 1810) prcticamente el nico sector con cierta formacin in-
expir en esta Provincia del Ro de la Plata, la tirnica telectual en la regin. Los curas eran los que estaban
jurisdiccin de los virreyes, la dominacin dspota de al tanto de las novedades que en materia ideolgica
la Pennsula Espaola... estaban en ebullicin en Europa y en Estados Unidos.
Desde el estallido revolucionario de 1811 el clero orien- Eran de los pocos que conocan las obras clsicas de
tal se sum a ste adhiriendo mayoritariamente al par- la Ilustracin y se encontraban influenciados de ese
tido criollo. Muchos de aquellos sacerdotes sern pensamiento, a pesar de las posibles contradicciones
activos protagonistas en las asambleas, congresos y con la doctrina cristiana. Artigas tuvo siempre sacer-
gobiernos del perodo, as como tambin demostrarn dotes como ntimos colaboradores y consejeros, en
ser buenos agitadores desde el plpito. especial Lamas, director de la Escuela de la Pa-
Su entrega a la causa revolucionaria fue demostrada tria en el campamento de Purificacin; Larraaga,
oficiando de capellanes de las huestes patriticas, de fundador y director de la Biblioteca Nacional con mobi-
enfermeros en los campos de batalla y, muchas veces, liario y libros donados por el pbro. Prez Castellano;
llegando a empuar ellos mismos la lanza o el sable. y su Secretario fray Jos Benito Monterroso.
Muchos de ellos dejaron sus casas parroquiales y se La revolucin oriental encontr en los hombres de Igle-
unieron a sus feligreses para marchar tras el caudillo sia a patriotas dispuestos a comprometerse con los
Artigas en la Redota, el xodo de octubre de 1811. intereses de la nacin.

n. 211
10
- A principios de 1824, llega a Amrica mons. Giovanni
Muzi, enviado especial del Papa a Amrica del Sur. Su
Palabras
tarea era estudiar las condiciones para el reestableci- Claves
miento de la jerarqua eclesial (y por ende de las rela-
ciones con la Santa Sede). Visit Chile, Argentina y
Uruguay. Muzi permanece en Montevideo algunas se-
manas (1825), y en esa ocasin, no pudiendo acceder
* Prcer As se denomina un
personaje que se destaca en la fundacin de una na-
cin. Varias personas dieron su aporte y hasta la vida
para realizar un proyecto nacional, pero se reserva al
al pedido de los montevideanos de un obispo, le con- que ms se seal en esta tarea, el calificativo de Pr-
fiere al Pbro. Dmaso Antonio Larraaga las facul- cer; por su actuacin poltica, y por la ideologa que la
tades de Vicario Capitular Sede Vacante para que ejer- sostuvo y que marca la historia del pas que nace. Lla-
ciera la jurisdiccin eclesistica en el territorio de la ma la atencin la presencia fundamental de la fe cris-
entonces provincia ocupada por el Imperio del Brasil. tiana entre los valores que guiaron a Artigas.

3. La figura de Larraaga
- La Declaratoria de la Independencia en 1825, en
la Piedra Alta de Florida, pone fin a un tiempo de gran-
* Autoridad Se define como
la propiedad que da el derecho
de ejercer el poder a quien go-
des movimientos (revolucin, ocupacin portuguesa, bierna o manda. En los aos que
estamos tratando, la autoridad
exilio de Artigas al Paraguay...) y da comienzo a una
cambia de fundamento, como ya haba pasado en
nueva realidad. Los primeros aos de la nueva Repbli- Estados Unidos y Europa con las grandes revolucio-
ca Oriental del Uruguay fueron convulsionados por la nes: el fundamento de la autoridad no es ms el poder
contienda entre Blancos y Colorados. Una de las fi- del soberano (rey o emperador), sino que, progresiva-
guras eclesisticas que se destacaron en este perodo mente la soberana pasa al pueblo, que tambin por
fue la del pbro. Dmaso Antonio Larraaga, un diplo- eso se define como nacin. Hay que destacar que
mtico que actu en el nacimiento del Uruguay como como el rey deca gobernar por la autoridad que vena
nacin. Sucesivamente, cuando el libre comercio con de la voluntad de Dios, el tiempo histrico en cuestin
Inglaterra y Francia introdujo tempranamente las ideo- marca un paso adelante en la secularizacin.
logas europeas, se fue constituyendo una lite liberal
que gobernar el pas por largos aos. Durante este
perodo de la independizacin, se rompi la continui-
dad de algunos elementos propios de la cristiandad
* Blancos y Colorados
Estos dos partidos polticos na-
cieron casi con la repblica. Sus
orgenes se remontan a la Bata-
colonial; entre ellos la permanencia de los sacerdotes lla de Carpintera, el 19 de se-
en las parroquias, especialmente en la campaa. Los tiembre de 1836. All las fuerzas
registros de las principales parroquias, revelan largos gubernamentales de Lavalleja, se enfrentaron a las
perodos sin anotaciones de celebracin de sacramen- fuerzas revolucionarias de Rivera, aliado con los unita-
tos, que indican la ausencia del sacerdote. La varia- rios argentinos. Los gubernamentales usaron vinchas
cin de los nombres de los sacerdotes que firman las blancas, con la inscripcin Defensores de las Leyes.
actas existentes, seala pasajes espordicos de clri- Los de Rivera usaron una vincha hecha con el forro de
los ponchos, que era de color rojo. All nacieron las
gos (misioneros) que suplan estos servicios. Sin em-
divisas blanca y colorada. Histricamente, los co-
bargo la continuidad de los ciclos religiosos, marca-
lorados representaron a los grupos urbanos de Mon-
dos por las fiestas, constitua un tipo de catequesis tevideo y a los inmigrantes. Los blancos tenan su base
permanente y de alimento de la fe del pueblo. en el medio rural y en los terratenientes.
Preguntas:

a-
que hoy llamar
or qu el cl er o y la Iglesia, re vo lu ci n
1. P do de la
os de ba se , se ponen al la
m
na ci on al ?
ltico?
compromiso po
La fe cr istia na alienta hoy el
2.
ad cristiana en
l ju eg a hoy la comunid po
3. Qu pa pe ? En aquel tiem
co nf lic to s po lticos y sociales ar m as : e st o
los em puaron las
no s qu e
hubo cristia
e hoy?
Vyanse con sus matreros, los sera justificabl
franciscanos expulsados de Montevideo.

n. 211
11
Grabado chileno
B. Vida en la Fe con la delegacin Muzi.

* La visin
del Delegado papal Muzi
Un hecho importante en la historia cen. Se debe estar bien
eclesial del Uruguay fue el viaje de atentos sobre estos Ecle-
la delegacin papal encabezada por sisticos, porque tendrn
mons. Juan Muzi, que despus de recomendaciones muy favo-
visitar Chile y Argentina, llegara a fi- rables para ser promovidos
nes de 1824 al Uruguay. En su infor- a las dignidades eclesisti-
me, Muzi no oculta su visin bastante cas y an a los Obispados, y
negativa del clero. Tena asumido como sern los menos merecedores
una certeza que patriota e irreligioso por y los ms indignos. Lo he experi-
una parte, y partidario del Rey y de la Religin mentado en la persona del Sr.
por otro, son identificaciones indiscutibles. Sacerdo- Cienfuegos y otros sujetos propuestos por
tes celosos son los realistas: los patriotas son sacer- el Gobierno de Chile para ser consagrados Obispos.
dotes que terminan por causar escndalo. Por eso, ecle- El tono busca ser objetivo y mesurado; sin embargo no
sisticos como Pedro Ignacio de Castro Barros, lleno puede ocultar su animosidad contra los sacerdotes pa-
de celo por la Iglesia, no obstante ser patriota, son triotas que, salvadas las excepciones, son los ms
excepcin. faltos de mritos y los ms indignos para ser promovi-
Podemos decir que Muzi ya vena a Amrica predis- dos a las dignidades eclesisticas. Es tambin
puesto para ver las cosas as: la difusin de las ideas destacable en estos prrafos la peligrossima identifi-
revolucionarias francesas en Europa, los problemas vi- cacin, propia de este tiempo que, de hecho, hace Muzi
vidos por el clero de ese pas, y las dificultades de los entre el dominio espaol y la suerte de la Iglesia en
papas de la poca de Napolen, encarnacin a los ojos Amrica.
de entonces de la revolucin francesa, es todo un ba-
gaje que no puede dejar de influir en la interpretacin Actividad pastoral
de la realidad americana. Los dos meses largos de su permanencia en Montevi-
De todo modos, es cierto que al final de su misin, el deo fueron para Muzi y su delegacin, de intensa acti-
Vicario Apostlico tiene plena y conscientemente asu- vidad sacramental:
mida esta idea sobre el clero, y lo expresa as: Haca veinte aos que no apareca un obispo en Mon-
El Clero actual de Amrica puede dividirse en dos cla- tevideo. Fue por eso inmensa la concurrencia de pue-
ses principales, dejados de lado aquellos que, ajenos blo para recibir el Sacramento de la Confirmacin. Dia-
a cualquier partido, viven solos. O (bien) son del par- riamente lo he administrado en la Iglesia parroquial, a
tido espaol, y stos sostienen que defender la causa menudo durante muchas horas; y adems, varas ve-
del Rey es lo mismo que defender la causa de la Reli- ces al da en casa del Prroco. Ello ha servido para
gin. Alguno un poco ms exaltado predic que defen- una especie de Misin, para las confesiones, que algu-
der la causa de la Patria era lo mismo que defender la nos haban abandonado haca muchos aos. Han acu-
Masonera. Sin entrar a discutir este punto especulati- dido a la ciudad muchsimas personas desde la Provin-
vo, lo cierto es que en la prctica, y a medida que se cia, de hasta 40 leguas de distancia, para recibir Con-
encuentran establecidos los Gobiernos de Amrica, la firmacin.
Religin va a la ruina si no vuelve el dominio espaol o Pero tampoco en Montevideo le falt al Vicario Apost-
Dios no provee de algn modo. lico el disgusto de una jugarreta de mala fe:
Por todos lados se quiere establecer la Religin con- Es notable que los campesinos acudan con ms fre-
forme con lo que prescribe el Gobierno civil, en oposi- cuencia a este Sacramento luego de dos meses; por-
cin a su misma doctrina. O (bien) los Eclesisticos que al principio los libertinos e incrdulos, que no fal-
son del partido de la Patria, y bajo este aspecto son tan en esta ciudad, haban difundido que se pagaba
pocos los que defienden la Patria, salven la Religin y cuatro escudos por cualquiera que quisiese confirmar-
la Iglesia. Entre stos he contado al p. Castaeda y al se. Cuando supieron que se administraba gratis, se
p. Pacheco, de Buenos Aires; al rev. D. Pedro Ignacio han agolpado de tal manera, que el ltimo da de mi
de Castro, el Cannigo Benito Lascano, de Crdova y estada tuve muchas veces que confirmar a las perso-
algn otro. Todos los dems son Eclesisticos tan adic- nas que seguan viniendo de la campaa.
tos al servicio de la Patria, o sea de los actuales Go- Su secretario Mastai, subraya esta asistencia del pue-
biernos, que cualquier cosa que mande el Gobierno, blo a la confirmacin en trminos mucho ms entu-
an en perjuicio de la Religin y de la Iglesia, obede- siastas, olvidando el asunto de los cuatro escudos.

n. 211
12
Iba a Misa todos los domingos, rezaba diariamente el
C. Testigos de rosario, daba catequesis a los nios, lea la Biblia y
los tiempos posea un libro de espiritualidad cristiana que le ayuda-
ba en sus oraciones. Poco antes de morir quiso levan-
tarse de su lecho para recibir a Jesucristo en la comu-
* Jos Ar tig
Artig as (1764-1850)
tigas
Jos Gervasio Artigas hijo de Martn Jos Artigas, ca-
pitn de milicias y miembro del cabildo de Montevideo,
nin, diciendo: Quiero levantarme para recibir a su Ma-
jestad (ver recuadro). El ideario social de Artigas era
y de Francisca Antonia Pascual Rodriguez. Jos fue el de inspiracin cristiana y se manifiesta en muchos de
tercer hijo de seis hermanos, naci en Montevideo el sus gestos, tal como aquel de hidalgua con el jefe
19 de junio de 1764. Su abuela materna era descen- vencido en Las Piedras o en la clemencia con sus
diente de una princesa inca, y sus abuelos paternos, enemigos prisioneros o en los contenidos de las Ins-
naturales de Espaa, fueron de los primeros poblado- trucciones del ao XIII cuyos portadores por el pas
res de Montevideo. Jos creci en una familia catlica fueron Larraaga y otros curas de la patria (Fernndez,
activamente integrada a la obra franciscana; se educ Figueredo, Barreiro...). Su amistad con los francisca-
en el Convento de San Bernardino de Montevideo, nos, amigos de los matreros, empezando por su se-
de los frailes franciscanos. Debido a esa educacin cretario Monterroso que lo acompaaba en todas par-
cristiana se explica su trato respetuoso para con los tes, influyeron sobre sus ideales de justicia e igualdad
indios y los negros, considerados por los dems lde- social. El historiador Pedro Gaudiano, en su libro
res y caudillos de la poca como seres inferiores. Los Artigas catlico recuerda esta faceta del Prcer, que
ms infelices sern los ms privilegiados, establece ha sido olvidada en la produccin bibliogrfica, y en la
en el artculo sexto de su Reglamento de 1815 y pro- enseanza.
mueve el reparto de tierras empezando por los ms
pobres: a los negros libres, a los zambos, a los indios,
La muerte de Artigas
a los criollos pobres. Artigas invocaba el nombre de
en su exilio en Paraguay
Dios y de la Virgen del Carmen a los que levant
La seorita Asuncin Garca me ha referido,
templos y altares. En 1816 fund la ciudad de Carmelo,
algunos aos antes de morir, lo siguiente: Cuando
colocndola bajo la tutela de la Virgen del Carmen, cuya
la enfermedad de Artigas se agrav, manifest
imagen l mismo dej en la primitiva capilla. Se pre-
deseos de recibir los ltimos sacramentos. Entonces
ocup del culto, de la conversin de los indios, mantu-
la seora doa Juana Carrillo, esposa de Carlos
vo una estrecha relacin con el clero de su poca. El
Antonio Lpez, mand llamar a un miembro de la
primero a quin confi la educacin popular fue el sa-
familia de la citada Asuncin Garca (familia tan
cerdote Benito Lamas; y el primero que promovi la
distinguida, por cierto, como piadosa), y le encarg
Biblioteca Nacional fue otro cura, Dmaso Antonio
el Santo Vitico. Cumplida la orden, el cura
Larraaga. De los ltimos 30 aos de la vida de Artigas
prroco de La Recoleta, Pbro. Cornelio Contreras,
en Paraguay se sabe que vivi pobremente y lo poco
llev al general Su Divina Majestad. En los
que tena lo comparta con los ms necesitados; era
momentos que el sacerdote iba a administrarle el
llamado padre de los pobres.
Santo Vitico, Artigas quiso levantarse. La
Segn dos naturalistas suizos que viajaron a Asuncin
encargada del aderezo del altar le dijo que su
(Longchamp y Rengger): Artigas cultiv l mismo
estado de debilidad le permita recibir la comunin
su campo y fue el padre de los pobres de
en la cama, a la que el general respondi: Quiero
Curuguaty, entre los que distribua la mayor
levantarme, para recibir a Su Majestad. Y ayudado
parte de sus cosechas y todo su sueldo, pro-
por los presentes se levant y recibi la comunin,
digando a los enfermos cuantos auxilios
quedando los muchos circunstantes edificados de
estaban a su alcance.
la piedad de aquel grande hombre. (...) El general,
como ella (doa Garca) deca, despus de recibir
el vitico, haba quedado tendido en su pequeo
catre de tijera y lonjas de cuero; en la
semioscuridad se distingua el crucifijo colgado
en la pared sobre la cabeza blanca. Poco despus
el general en un ltimo esfuerzo se haba
incorporado y abriendo desmesuradamente sus
ojos grit: Triganme mi caballo!, y vuelto a caer
en la cama cerr sus ojos y muri.
Testimonio de Mons. Bogarn, obispo de Asuncin.

n. 211
13
Jacinto Vera,
primer obispo oriental.

3. Del Vicariato
al 1er. obispado
(1832-1878)

A. Acontecimientos
1. Obra de los Vicarios Apostlicos
En los primeros aos de jerarqua eclesial, hasta el
primer obispo Jacinto Vera, la preocupacin pastoral
se orient en tres direcciones fundamentales:
- El llamado problema del clero nacional, que plan- cativas y tambin hermanas de caridad, quienes cu-
teaba a su vez varios aspectos a atender, como la pro- brieron el pas de escuelas primarias y tomaron a su
visin de vacantes en muchas parroquias del pas. Se cargo los centros hospitalarios ms importantes. El ob-
opt por la prctica de nombrar Curas Vicarios en lu- jetivo consista en poner una escuelita junto a cada
gar de Curas Prrocos, ya que de este modo no se Parroquia. El esfuerzo por traer e instalar congregacio-
daba intervencin al Gobierno que reivindicaba para s nes religiosas en el Uruguay fue continuado por los
el Patronato, y se prevea adems situaciones que exi- sucesores de Jacinto Vera.
gieran la remocin de los Vicarios de sus puestos, sea
para destinarlos a otros lugares, sea porque siendo la Las relaciones con el poder estatal
mayora extranjeros a menudo residan por poco tiem- Los Vicarios Apostlicos y el primer Obispo tuvieron
po en el nuevo Estado, sea por problemas de discipli- que hacer frente a dos problemas:
na, etc.. - La reivindicacin del Patronato por parte del go-
- El apoyo a las vocaciones autctonas y la forma- bierno. Este punto fue llevado en general pacficamen-
cin de los seminaristas. El problema de la escasez te en tiempos de Larraaga (aunque hubo de superar-
de vocaciones naci con el Uruguay... y los esfuerzos se algn malentendido durante el perodo artiguista),
que se han hecho desde siempre nunca dieron los re- pero los sucesivos gobiernos uruguayos fueron hacien-
sultados anhelados. En cuanto a la formacin, el Vica- do cada vez ms una cuestin de honor el asunto del
rio Apostlico Jacinto Vera opt por la que brindaban Patronato, hasta llegar a los graves conflictos bajo los
los Jesuitas, primero en Santa Fe, Argentina, y luego gobiernos de Berro y de Santos. La autoridad eclesis-
encargndoles la direccin del Seminario uruguayo, as tica mantuvo siempre un razonable equilibrio entre la
como enviando a algunos estudiantes al Colegio Po defensa de la libertad de la Iglesia y el buen tono en
Latino Americano en Roma. sus relaciones con el Estado.
- La reactivacin de la vida y la prctica cristianas - La difusin del racionalismo desta en los ambien-
del pueblo. Se trataba de retomar la continuidad de las tes universitario, poltico, periodstico. Este proceso se
celebraciones y la dignidad del culto, y de fomentar vertebr a travs de la Universidad, se difundi amplia-
la enseanza por medio de la predicacin. Los mis- mente por la prensa, y se transform en fuerza social y
mos Vicarios Apostlicos dieron ejemplo, por medio poltica por la presencia cada vez ms influyente de
de extensas misiones en la campaa, cada vez que las logias masnicas, y de inmigrantes europeos con
las condiciones poltico-militares lo fuertes sentimientos anticlericales. La
permitan. En este sentido, sobresa- Iglesia en general no encontr los me-
le entre todos Jacinto Vera, que fue dios adecuados para responder a este
verdaderamente un Obispo misione- proceso: hubo recursos a la autoridad en
ro. Se llam a numerosas congrega- forma de prohibiciones y condenaciones,
ciones religiosas, especialmente edu- que cada vez hacan menos mella en los
espritus librepensadores y que ponan
en evidencia una actitud meramente de-
fensiva que absorbi los esfuerzos ecle-
Cuando en 1830 entra en vigencia la
primera Constitucin de la novel
siales en mantener posiciones propias de
Repblica Oriental del Uruguay, otro contexto social; podramos decir que
Larraaga es nombrado por Roma recin con Mariano Soler se cambi de
como Vicario Apostlico. actitud y se pas a la accin propositiva.

n. 211
14
Organizacin de la estructura eclesistica
- Por bula del 13 de junio de 1878, y luego de gestio-
Palabras
nes conducidas por el Vicario Apostlico Jacinto Vera Claves
y el Gobernador Provisorio Coronel Latorre, Len XIII
crea la Dicesis de Montevideo, con el territorio de
toda la Repblica, y designa al mismo Jacinto Vera
primer obispo.
* Clero nacional El acceso de Jacinto Vera al
Vicariato Apostlico marc el punto de partida de una
radical revisin en sus orientaciones y en su organiza-
cin, por parte de la Iglesia. La moderna Iglesia uru-
La vitalidad que demostr luego la comunidad cristiana guaya arranca, en realidad, de entonces. Lo que en
uruguaya, el nivel de organizacin alcanzado en pocos nuestro pas es Jos Pedro Varela a la Escuela y Alfredo
aos, la capacidad de respuesta a problemas como Vzquez Acevedo a la Universidad, lo es Jacinto Vera
la enseanza, la cuestin social, la participacin polti- a la Iglesia (J. Ardao).
ca organizada del laicado, etc., demuestran cuan ne-
cesaria era la presencia de un obispo, capaz de agluti-
nar esfuerzos, impulsar iniciativas y ser el centro
indisculido de la unidad de la Iglesia particular. Los efec-
* Patronato: conjunto de pri-
vilegios (como el derecho de nom-
brar a los obispos locales) que los
tos de la accin del obispo Vera no dejan de alarmar a Papas concedieron a los Reyes de
Espaa y Portugal a cambio de que
los anticlericales, que llegan a designar este viento re-
estos apoyaran la evangelizacin.
novador con el trmino de avalancha catlica. Pero Los nuevos gobiernos indepen-
no obstante el esfuerzo heroico de aquellos verdaderos dientes no podan permitir que Es-
Padres de nuestra Iglesia, el camino del Uruguay ha- paa hubiera ejercido el Patrona-
ba llegado, en lo religioso, a un punto irreversible. to y ellos no; era una cuestin de Los reyes
catlicos.
En efecto, en toda Amrica los gobiernos liberales y poder y de prestigio.
las lites intelectuales, racionalistas o positivistas,
siempre anticlericales, fueron un fenmeno comn en
el siglo pasado. Pero el fenmeno tuvo caractersticas
peculiares en este rincn del nuevo mundo:
* Racionalismo Esta co-
rriente filosfica sostiene que
la estructura de la realidad se
- fue el ltimo en colonizarse, y el ltimo en evange- puede conocer a travs de la
razn. Tiene su momento de
lizarse; la poblacin del campo careca de hbitos de
esplendor con las obras de
prctica sacramental, exceptuando el bautismo. Descartes, Malebranche, Spino-
- La estructura eclesistica colonial fue desmantelada za y Leibniz. Se admite poder
durante las guerras de la independencia y civiles; la si- conocer a Dios mediante la ra-
tuacin anterior era agravada por la carencia de clero zn y se rechaza la revelacin Jos Batlle y
autctono y por la inestabilidad del escaso que exista. sobrenatural. Ordez.
- La ausencia de obispo rest impulso y coherencia En el Uruguay es un fenmeno
a la evangelizacin durante buena parte del siglo XIX. privilegiado para la comprensin de la historia de las
- La ola inmigratoria que cambi la fisonoma de ideas y de las instituciones: Jos Batlle y Ordez,
intelectual espiritualista, hombre de estado y organi-
Montevideo primero y luego de todo el pas, en su
zador, daba forma poltica a este encuentro entre pue-
mayora de procedencia europea, italiana especial-
blo nuevo e intelectuales dirigentes, contando a su fa-
mente, traa consigo fuertes resentimientos y prejui- vor con las nuevas situaciones nacionales e interna-
cio anticlericales. cionales del nuevo siglo.
- Al contrario de la Iglesia, el racionalismo y el posi-
tivismo encontraron una estructura de sostn y difu- Preguntas:
sin en la Universidad primero, y luego tambin en la
escuela reformada de Varela.
En esto radica la originalidad uruguaya: mientras
en los otros pases latinoamericanos las lites intelec-
de vocacio-
tuales, identificadas con las clases dirigentes locales,
le s so n lo s m otivos de la falta
terminaron de espaldas al pueblo, que permaneci reli- 1. Cu
?
nes en Uruguay
gioso, en nuestro pas el pueblo nuevo por la fusin ersal (San-
de inmigrantes y orientales, se sinti expresado por l (U ru gu ay ) e Iglesia univ la
2. Iglesia lo ca distinta hacia
los liberales, y stos encontraron en aqul la base so- de ) m an tie ne n una actitud
ta Se Uruguay.
a Oriental del
cial para sus ideas y su programa. Y la Iglesia, que nueva Repblic
reivindicaba el derecho de protagonizar las respuestas Por qu?
a aquellas preguntas acerca de la identidad del Uru-
guay, tuvo al final que defender simplemente su dere-
cho a existir.

n. 211
15
La imagen de San Benito el moro (de
Palermo) que se venera en Colonia del
B. Vida en la Fe Sacramento, en la capilla ms antigua
del pas (1761).

* La cultura religiosa tradicional


Antes del gran disciplinamiento iluminista, la
cultura uruguaya conservaba unas caracte-
La Seora, viendo algn tanto mi poco
agrado en ese procedimiento, suspendi
rsticas del antiguo rgimen colonial (llama- el baile, ordenando a todos la preparacin
do por algunos autores Cultura brbara). En para confesarse.
esta cultura tradicional la fe y la expresin
religiosa tena una importancia fundamental.
En primer lugar, estaba el ritmo de las fies-
tas religiosas que marcaba la marcha co-
* La fiesta religiosa
La fiesta religiosa se viva como un momento
ldico divertida y gozosa, con las comi-
tidiana de las actividades y los descansos. lonas, los juegos del palo enjabonado, la
Todo el ao estaba bajo la proteccin de una infinidad carrera de sortijas y embolsados, y el baile. En este
de santos. El capitn Pedro Milln ya en 1727, en el contexto religioso nacieron tambin las salas, don-
Libro Padrn del Cabildo de la ciudad, estableca que de los reyes negros presidan los festejos de la epifa-
haban 13 grandes fiestas anuales, de las cuales 12 na entre bailes que llamaban candombes y dnde se
eran religiosas y una sola no lo era (el cumpleaos del reunan toda la negrera a bailar hasta que se pelea-
rey). Sin embargo haba otros 36 das de fiestas suple- ban, y a tomar chicha y otras bebidas.... En vsperas
mentarias, como recuerda una real Cdula de 1756, del da de reyes de 1870, el diario El Ferrocarril ano-
que se aadan al descanso de los 52 domingos del taba: En todo el barrio sud de nuestra ciudad, infini-
ao, lo cual hara un total de 101 das de fiesta en el dad de salas y aposentos regios estn ya esperando la
ao. Se quejaba de esto un tal Antonio Pereira en un visita de los soberanos y prncipes... sonarn los tim-
escrito de 1898: Hoy porque era San Juan, maana bales y se elevarn en coro millares de descomunales
porque era San Pedro, y pasado porque era San Anto- voces. Los reyes de las diversas naciones negras iban
nio... con tantos das de fiesta andaban mal el trabajo a saludar a las autoridades del Estado, empezando
y los negocios y se acostumbraba al pueblo a no ha- por el Presidente de la Repblica. Las comunidades
cer nada, y parecan ms sacristanes que comercian- negras tenan adems otras dos fiestas propias, la de
tes.... Todava en 1864 los das no trabajados por fies- su patrono San Benito el Moro y la de la Virgen del
tas religiosas o carnaval, fueron 77, el 21% de los das Rosario, patrona de su cofrada. En el s. XIX ya se es-
del ao. La fiesta religiosa no era slo un momento de taban disciplinando las antiguas costumbres de las pro-
adoracin y culto, sino un espacio de encuentro y cesiones religiosas (como la de Corpus), animadas
diversin. El cura de Carmelo, recin llegado escribi por danzarines y por la tarasca, la serpiente mons-
al obispo Jacinto Vera, en agosto de 1873: En el do- truosa, que representaba al demonio y que con contor-
mingo explico el Evangelio entre la misa y por la tarde, siones grotescas y voces estentreas espantaba a
viendo el deseo que tiene la gente de estar ocupada en los nios y a las mujeres. Tambin la fiesta de Pascua,
algn ejercicio espiritual, hago la Va Crucis, alguna a partir del canto del Aleluya y del repique de las cam-
explicacin moral o la doctrina cristiana. Pero hay panas en el Sbado de Gloria, eran animados por los
descripciones ms quejosas, como la del cura de Mer- bailes de Pascua, los fuegos y las bombas y las que-
cedes, Jos Letamendi, que el mismo ao escribi a mazones de Judas. Todava en 1869 el diario El Fe-
Vera: El domingo pasado, da sealado para las elec- rrocarril titulaba: Fiestas vamos a tener unas Pas-
ciones de las Congregantas, reunidas una porcin en cuas divertidsimas!.
la Iglesia, las hall tomando mate en la nave del sant-
simo; en esta sazn se hallaba el Teniente cura, sen-
tado y tolerando este desacato. La presidenta me dio
la razn, pero las mozuelas sostenan que slo yo
afeo el que tomen mate en la Iglesia, cuando el
Teniente nada les dijo. Tres aos despus, en
1876, el cura de Tala, en plena campaa
moralizadora, durante una de sus recorridas
por el interior rural de la parroquia, realiz una no-
vena a Nuestra Seora del Rosario en
la capilla de Doa Clara Casas; hubo
bastante asistencia, aunque alguna
parte influa el baile; pero cmo evi-
tarlo estando tan habituados a l!

n. 211
16

1870: candombe en Uruguay.


C. Testigos de
los tiempos * Jos Benito Lamas
(1787-1857)
Montevideano de nacimiento,
despus de la escuela primaria,

* Jacinto Vera (1813-1881)


El 6 de mayo de 1881, en una posa-
da del pueblo Pan de Azcar, mora
realiz sus estudios de gramti-
ca latina, y en 1803 tom el hbi-
to de la Orden Franciscana. Co-
Jacinto Vera, el primer obispo uru- menz sus estudios de teologa en
guayo. Estaba lejos de su sede de 1807 y poco antes de ser ordena-
Montevideo, en uno de sus numero- do sacerdote fue uno de los fran-
sos viajes misioneros. ciscanos expulsados por Elo en
Haba nacido el 3 de julio de 1813 1811 debido a su simpata por la cau-
durante el viaje en el que sus pa- sa artiguista. l haba sido uno de
dres, provenientes de las Islas Ca- los maestros de Jos Artigas, en el
Jacinto Vera, primer
narias, venan como inmigrantes convento de San Bernardino. Se in-
obispo de Uruguay.
al Uruguay, en busca de una tie- corpor a los sitiadores de Montevi-
rra para su familia. La de Vera fue deo, y al firmarse el armisticio se tras-
una vida de peregrino; una peregrinacin espiritual que Santlad
o Curaa de
Buenos Aires. Tras la retirada espaola de
Ars
incluy junto a los viajes misioneros, el destierro y la 1814 volvi a Montevideo y en 1815 fue designado di-
marginacin. rector de la escuela pblica. Sin embargo a los pocos
A los 19 aos, despus de una tanda de Ejercicios das es solicitado por Artigas para ser trasladado a Pu-
espirituales, sinti el llamado al sacerdocio. Luego de rificacin como capelln del ejrcito junto a Jos Ig-
los estudios de Teologa en el seminario de los jesui- nacio Otaz. All levant la Escuela de la Patria,
tas en Buenos Aires, en 1841 es ordenado sacerdo- segn el deseo del caudillo.
te. De regreso a su patria, es nombrado teniente cura Durante la ocupacin portuguesa, fue como Preceptor
y despus prroco de Canelones. En 1859 es designa- de Gramtica a Mendoza. All se vincul estrechamen-
do Vicario Apostlico de Montevideo y empieza una te al revolucionario chileno Jos Miguel Carrera, a quien
difcil tarea de organizacin de la Iglesia uruguaya. En acompa cuando fue fusilado. De regreso a Montevi-
1865 es consagrado obispo pero recin en 1878 se deo, fue designado preceptor de latinidad y en 1833, al
crea la dicesis de Montevideo y mons. Vera es nom- crearse las primeras ctedras universitarias, asumi
brado su primer obispo. En 1870 participa en el Conci- como catedrtico de filosofa. En 1838 Larraaga lo nom-
lio Vaticano I; diez aos despus inaugura el primer bra cura de la Iglesia Matriz. Durante la Guerra Grande
Seminario de Montevideo. Recorri varias veces el pas estuvo en el bando de la defensa de Montevideo y en
con sus viajes misioneros y muri en Pan de Azcar, 1852 fue electo senador. En marzo de 1854 fue de-
Maldonado. El procedimiento para llegar a la declara- signado 3er. Vicario Apostlico del Uruguay. Falleci
cin de Jacinto Vera como santo fue empezado desde victima de la epidemia de fiebre amarilla de 1857, fue
hace ya algunos aos, pero tiene todava muchas eta- uno de los pocos que se quiso quedar a atender a los
pas para recorrer. Hay algunas gracias de curacin de enfermos.
enfermos obtenidas despus de la invocacin a mons.
Vera, pero antes de reconocer estas gra-
cias como milagrosas La figura de Jos Benito Lamas:
hay que preparar un No hubo en el clero platense de la Revolucin sa-
estudio documental cerdote que con mayor precisin haya expuesto la
histrico para presen- doctrina integral ortodoxa, sobre todo aquellos pro-
tar a las Causas de los blemas de orden poltico y social que plante en
Santos en Roma. Este Amrica la insurreccin contra Espaa y la guerra
estudio, llamado "Posi- de Independencia, y que se refieren al origen y ejer-
tio", debe ser una ex- cicio de la autoridad, el derecho de insurreccin, a
posicin completa so- la forma de gobierno, a la soberana del pueblo, a
bre la vida y la obra de la constitucin y organizacin del Estado y en
mons. Jacinto Vera. cuyo desarrollo se advierte su clara posicin de-
mocrtica.
(Annimo, en carpeta del Vicariato Apostlico
El Vicario apostlico,
de Jos Benito Lamas, 1856-57, Curia Eclesis-
Jos Benito Lamas. tica de Montevideo).

n. 211
17
4. La Iglesia de
los congresos
catlicos
(1889-1919)
A. Acontecimientos
1. La secularizacin en el Uruguay
ste es el perodo en que el Estado uruguayo se termi-
na de consolidar (la ltima guerra civil es en 1904), en
que su economa se moderniza, convirtindose
netamente en agroexportadora hacia Europa y prin-
cipalmente Inglaterra, y en que su sociedad se integra
por la alfabetizacin, el sistema de partidos polticos y Juan Zorrilla de San Martn.
un conjunto de leyes sociales que redistribuyen la rique-
za, todo lo cual genera una clase media muy fuerte.
Atrs qued la debilidad endmica de un Estado zaran- Epifana (6 enero) = Da de los Nios
deado por guerras semi-internas como la Guerra Gran- Inmaculada (8 diciembre) = Da de las Playas
de, la Cruzada Libertadora, la Guerra del Paraguay, la Navidad (25 diciembre) = Da de la Familia
Revolucin de las Lanzas, etc.; atrs quedaron tambin Semana Santa = Semana de Turismo
la dcada de dictadura militar (1875-1886) de Latorre y
Santos, y la rudimentaria economa colonial. 2. Los Congresos Catlicos
Hasta entonces, la Iglesia haba sido una dimensin in- Todo esto se inscribe dentro del espritu comn de la
separable de la sociedad criolla. Pero tempranos con- poca: se viva por un lado el optimismo de fin de siglo,
flictos con un Estado que quera afirmarse tambin a con su fe a ultranza en el progreso; y por otro, exista
travs del control eclesistico, haban desencadenado como una conviccin generalizada de que el Uruguay
un proceso de secularizacin que, cuestionando las estaba por hacerse, y de que se poda lograr un pas
formas de la insercin social eclesistica, llevara a mo- modelo, segn la expresin usada por Batlle y
dificar las mismas bases espirituales de la sociedad. Ordez. Se confrontaban distintos proyectos nacio-
El proceso de secularizacin de nuestra sociedad po- nales que pugnaban entre s, mezclados con las rivali-
dra ser ubicado muy temprano, pero preferimos como dades caudillistas y las violencias de divisas y revolu-
fecha convencional de su punto de partida el decreto ciones. En este clima, se realizan los Congresos Ca-
de secularizacin de los cementerios durante el go- tlicos, momentos de participacin en vista que la Igle-
bierno del Presidente Berro, en 1860. A partir de all, se sia pudiera pasar a la ofensiva, en la sociedad uru-
suceden otros hechos significativos: guaya, generando propuestas para la vida social.
1878 Ley de reforma escolar. Ley de creacin del Re- En el 1er. Congreso (1889), se crea la Unin Catlica
gistro de Estado Civil. 1885 Ley de Matrimonio Civil del Uruguay, con un gran protagonismo laical al ser-
Obligatorio. Ley de Conventos. 1901 Prohibicin de vicio de un proyecto que hoy llamaramos de pastoral
entrada al Uruguay de religiosos expulsados de Fran- de conjunto.
cia. 1906 Supresin de fondos para el Seminario. Su- En el 2do. Congreso (1893), se profundizan temas del
presin de los crucifijos de los hospitales. 1907 Supre- primero, y se da nuevo impulso a la prensa catlica.
sin de la mencin a Dios y a los Evangelios en el En el 3er. Congreso (1900), se prest atencin a la
juramento de los parlamentarios. Ley de Divorcio Ab- organizacin de la juventud, con la Federacin de la
soluto. Despus de la muerte de Mariano Soler (1908), Juventud Catlica del Uruguay; Zorrilla plante la posi-
viene la supresin de la enseanza religiosa en las es- bilidad de crear un partido poltico catlico.
cuelas pblicas (1909), la supresin de la enseanza En el 4 Congreso (1911), a ms de tres aos de falle-
del latn en Secundaria (1910) y la supresin de la men- cido Soler, se reorganiz la Unin Catlica, crendose
cin a Dios y a los Evangelios en el juramento de los las Tres Uniones: la Social, la Econmica y la Cvi-
ediles, en 1911. Finalmente se llega, en 1919 a la se- ca; esta ltima era, por fin, un partido poltico.
paracin de la Iglesia del Estado y a la Ley de se- Tres instituciones sostuvieron y vertebraron el Proyec-
cularizacin de los feriados religiosos: to Congresos en diversas reas:

n. 211
18
El Club Catlico, fundado en 1875, fue un lugar de
encuentro, debate y creacin de la generacin prota-
Palabras
gonista. El peridico El Bien Pblico, fundado en 1878 Claves
por Juan Zorrilla de San Martn.
Los Crculos Catlicos de Obreros, fundados en 1885,
realizaron 5 congresos (1990, 1902, 1910, 1918 y 1964).
* Protagonismo laical
Con la participacin entusiasta
de un nutrido grupo de laicos y Francisco Bauz.
La Unin Democrtica Cristiana, fundada en 1902, el apoyo del obispo Yregui, en
fue una central sindical que agrup a centenares de poco tiempo se organiza el primer Congreso Catlico
obreros en todo el Uruguay. del Uruguay, que se desarrolla en abril de 1889. Casi
200 congresales se reunieron desde todos los rinco-
nes de la Repblica con una notable conciencia laical
3. La separacin Iglesia-Estado
de su papel protagnico; en el discurso de apertura,
Entre 1917 y 1919 se consagra la separacin constitu- afirma Bauz con nfasis: Las resoluciones adopta-
cional entre la Iglesia y el Estado, hecho que podra das aqu, formarn como un cuerpo de doctrina y sern
significar la derrota de la Iglesia en su lucha contra la un programa de conducta. Representamos por nues-
laicizacin del pas. En ese bienio se discute, se aprue- tros poderes el laicato [sic] catlico del Uruguay... El
ba y entra en vigencia la segunda Constitucin de la Congreso dej constituida la Unin Catlica del Uru-
Repblica, que declara que el Estado no sostiene guay como organizacin del laicato catlico.
Religin alguna, y reconoce a la Iglesia la propiedad
de sus templos, salvo de los que forman parte de edifi-
cios estatales (como los hospitales). Con esto ces
toda relacin oficial y orgnica entre el Estado y la Igle-
* El Bien Pblico La activi-
dad literaria emprendida por
Zorrilla de San Martn lo anim a
sia. El primer sntoma (positivo para la Iglesia) de esta fundar, en 1878, el diario El Bien
Pblico y a formular desde sus Ateneo
nueva situacin, fue el nombramiento de Obispos para
columnas el plan de la organi- de Montevideo.
las sedes vacantes, la metropolitana desde 1908 con la zacin de las fuerzas catlicas
muerte de Soler, y las de Salto y Melo desde su crea- del pas. El periodista catlico surgi entonces en su
cin, cuando fue erigida la Provincia eclesistica del plena personalidad, con su estilo propio, trayendo a la
Uruguay en 1897 por falta de acuerdo con el gobierno. prensa y a la discusin conceptos filosficos, sociol-
Los Obispos as designados fueron respectivamente gicos y polticos que agitaron el ambiente y dieron lugar
Francisco Argone, Toms Gregorio Camacho y Jos a memorables debates que tuvieron por teatro, el Ate-
Marcos Semera. neo y el Club Catlico.
La aprobacin de la reforma de la constitucin en 1917,
marc simblicamente el fin del perodo de los Congre-
sos Catlicos y el comienzo de una nueva etapa de la
Iglesia nacional. Era necesario reubicarse y preparar-
* Provincia eclesistica
Len XIII cre la provincia ecle-
sistica uruguaya, elevando a
Montevideo a sede arquidioce-
se para nuevos desafos. Provistas, por primera vez
sana y creando las dicesis
desde su fundacin en 1897, las tres sedes episcopa-
sufragneas de Salto y de Melo,
les, las comunidades se reagrupan en torno de sus por bula del 14 de abril de 1897.
respectivos pastores y la mirada de los catlicos pa- Catedral de Salto.
El entonces obispo montevidea-
recera que se vuelve hacia adentro. Siguen funcio- no, Mariano Soler, fue designado primer arzobispo;
nando todas las instituciones de los Congresos pero, pero la designacin de los otros dos obispos qued
en vez de ser trincheras para incidir en el proyecto de frustrada en aquel momento por el asesinato del Pre-
pas, parecen transformarse en refugios para los cat- sidente (ferviente catlico) Idiarte Borda y el subsiguien-
licos. Esto no significa que la Iglesia hubiera perdido te perodo de predominio anticlerical en el gobierno.
completamente el dinamismo apostlico, sino que de- Preguntas:
ba buscar otros objetivos, otros programas, otros ins-
trumentos. Era necesario tambin, disponerse a con-
vivir con una sociedad profundamente transformada y y negativas, en
-
secularizada, y en ella reformular los modos en que u co ns ec ue ncias, positivas de Ig le si a-
1. Q paracin
gracias a la se
realizar su misin evangelizadora. Como un hito de cuentras hoy
esta transicin, nos encontramos con el documento Es ta do ?
ical en
Estatutos de la Arquidicesis de Montevideo y Dice- otagonismo la
E st to da va activo el pr
sis Sufragneas de Salto y Melo, promulgado en 1918 2.
por Jos Johannemann, redentorista alemn que haba Uruguay?
in
sido designado por Roma como Visitador Apostlico, de secularizac
3. El proceso
en el que se plantea una norma comn de accin pa- su curso?
ha terminado
rroquial, antecesora de la Pastoral de Conjunto.

n. 211
19
B. Vida en la Fe
* El viaje del Padre Dehon al Uruguay
En 1906 el p. Len Dehon, abogado y cannico
francs, que fund la Congregacin de los Sacer-
* El compromiso
de los laicos catlicos
El proyecto de los Congresos
dotes del Corazn de Jess (dehonianos), en un se inspiraba en la Opera dei
largo viaje alrededor del mundo, visit Montevideo. Congressi italiana y en la
Dej un detallado testimonio en su libro Mil le- experiencia del Katolikentag
guas en la Amrica del Sur. Los datos de estas alemn, que Soler al regresar
crnicas son sorprendentemente precisos para un a Montevideo, propone a la
viajero que se desplazaba por 1000 leguas con un Iglesia uruguaya.
ritmo de viaje muy intenso. Recopilamos algunas ex- Sin abandonar del todo la
presiones ms significativas. El da 14 de diciembre postura defensiva, los
Juan Pablo Terra.
de 1906, llegada a Montevideo. El puerto se est am- Congresos impulsan al
pliando: se construyen muelles, rompeolas, drsenas. conjunto de la comunidad
Se extender a lo largo un dique de reparo, para que los cristiana a generar propuestas para la vida social. Se
buques estn protegidos contra el oleaje del sur... trata de defender los derechos de la Iglesia y de
- Montevideo tena 3.000 almas hace un siglo. Ahora tie- promover el reinado social de Jesucristo, dos
ne 300.000. Est bien ubicada, sobre una elevada penn- expresiones que dependen de la teologa del Concilio
sula. Cerca de ella, del otro lado del puerto, se eleva el Vaticano I y de los movimientos renovadores
Cerro, la colina de 148 metros de altura que dio motivo al identificados con el magisterio social de Len XIII.
nombre de la ciudad: Montevideo. Es una de las ciuda- Los Congresos reivindican para la Iglesia el derecho y
des americanas de aspecto ms agradable... el deber de estar presente con su propuesta, partiendo
- Las calles son animadas como las de las ciudades de la base de que no hay mejor sociedad posible que
europeas. Por el movimiento de sus mnibus y de sus aqulla que tiene como fundamentos la fe cristiana, la
tranvas, Montevideo rivaliza con Ro de Janeiro y supera prctica de las virtudes religiosas y la presencia docente
relativamente a Pars. La ciudad est rodeada de buenos y orientadora de la Jerarqua eclesistica, pero sobre
campos y de playas. Las fbricas de conservas de carne todo, movilizan intensamente al laicado. Es notable
estn al pie del Cerro... comprobar los niveles de participacin corresponsable
- En cuanto a la religin, casi toda la poblacin es catli- y autnoma, y de conciencia laical de aquella
ca, pero la libertad religiosa es completa. Los catli- generacin, que contaba con personalidades tales como
cos temen por el porvenir, a causa del rpido desarrollo Juan Zorrilla de San Martn, Francisco Bauz, etc.
de la masonera. En 1889, en el censo de Montevideo, Generacin de laicos que contaba con el apoyo y la
alrededor de 10.000 habitantes se declararon libres pen- confianza incondicionales del Arzobispo Mariano Soler,
sadores o sin religin... acompaado por sacerdotes como Jos Isasa, Norberto
- Tendr mucho cuidado de alabar al Uruguay sin reser- Bentancur, Pedro Oyazbehere, Bimbolino, etc.
vas, pero todo lo que pueda decir ser una apologa en Los laicos catlicos se lanzan tambin a la aventura
comparacin con lo que de fundar un partido poltico. Juan Zorrilla de San
escriba Verhaeren, trein- Martn tuvo fundamental participacin en la
ta aos atrs... La Rep- creacin de la Unin Cvica del Uruguay. El
blica Oriental del Uruguay primer diputado del partido, electo por Monte-
evidentemente se ha vuel- video en 1920, fue Joaqun Secco Illa, arduo
to juiciosa.... defensor de una legislacin laboral ms progre-
sista. Otras figuras que se destacaron: Eduar-
do Cayota, principal dirigente de la activa Unin
La visita del p. Dehon a Demcrata Cristiana (fundada en 1904 y con am-
Montevideo se encuadra plia influencia en la lucha sindical); Toms
en un viaje mucho ms Brena, otro gran legislador social; Dardo Re-
largo que efectu para gules, uno de los hombres intelectualmente ms
encontrarse con sus mi- influyentes de su poca; Juan Pablo Terra, di-
sioneros del norte y del putado y senador que desde el Movimiento So-
sur de Brasil. Aqu lo ve-
cial Cristiano, intent modernizar la Unin Cvica
mos a caballo, mientras
visita a una comunidad en materia ideolgica y programtica, lo que lo
de los padres Dehonia- conduce finalmente a la fundar en febrero de 1962,
nos en Brasil. el Partido Demcrata Cristiano.

n. 211
20
C. Testigos de
los tiempos
* Francisca Rubatto
(1844-1904)
Nacida en Turn, fue educada
por su madre, una mujer de gran
fe, de ella aprende a abrir su cora-

* Mariano Soler (1846-1908)


Nacido en San Carlos el 25 de
marzo de 1846, falleci el 26 de se-
zn a los ms necesitados espe-
cialmente a los que viven cerca de
la familia, tanto que se tiene que
tiembre de 1908, en Gibraltar, de
frenar su generosidad. Siendo ado-
regreso de uno de sus largos via-
lescente se consagra a Dios para
jes. En su niez recibi instruccin
servirlo en los ms pequeos. En
de parte del sacerdote ngel Singla
1863, despus de la muerte de su
y del maestro Solares. Habiendo Mons. Mariano Soler.
madre, Francisca se inserta entre los
manifestado inters en la instruc-
marginados, afirmando su sensibili-
cin eclesistica en su adolescencia,
dad hacia el mundo de los pobres y
su familia le permite entrar de pupilo al Colegio de Don
su deseo de dedicarse a servirlos plenamente. En 1884
Jaime Rolds y Pons de Montevideo. Ingresa a la uni-
durante sus vacaciones socorre a un joven obrero heri-
versidad, realiza su seminario en Santa Fe y culmina
do en la cabeza. En este episodio Dios se le revela con
sus estudios en el colegio Latino Americano de Roma,
una sorprendente llamada: ser la fundadora de una nue-
siendo investido sacerdote el 20 de diciembre de 1872.
va Comunidad religiosa. El 25 de enero de 1885 se con-
Posteriormente obtiene el ttulo de Doctor en Derecho
sagra a Dios con el nombre de Mara Francisca de
cannico. A su retorno a Montevideo, ejerce los cargos
Jess. En 1897, con ardiente fervor misionero la Madre
de Provisor, Fiscal, Vicario General de Dicesis y, en-
Francisca viaja a Montevideo, y funda su obra en Uru-
tre los aos 1874 y 1890, el de cura prroco de la igle-
guay. Ms tarde en Buenos Aires y Rosario (Argentina)
sia del Cordn. Se convirti en el tercer obispo de Mon-
funda los oratorios festivos para ensear a amar y servir
tevideo, el 29 de enero de 1891, sucediendo a Monse-
a Dios; abre escuelas para la educacin y promocin
or Inocencio Mara Yregui. El 1897 el Papa Len XIII
de nios y adolescentes, sirve a los enfermos.
transforma a Montevideo en un Arzobispado, y, el 19 de
En 1899, viaj con 6 de sus hermanas al Nordeste bra-
abril de ese ao, Soler recibe en Roma la investidura
sileo. All 6 de sus hijas como grano fecundo en el
que lo convertira en el primer arzobispo de Montevideo.
suelo dieron su vida por sembrar el Evangelio. Ellas
Fue un intelectual destacado en el rea de la cultura
sern declaradas por el papa Len XIII, las proto-mr-
cientfica y filosfica del Uruguay, un frreo defensor de
tires del siglo XX. Muere en Montevideo en 1904 y
la institucin eclesistica y un duro opositor al
es sepultada en el cementerio de La Teja, lugar de su
darwinismo. Escribi gran nmero de artculos de ca-
servicio misionero en el Uruguay, en su testamento ha-
rcter religioso y se desempe como docente de la
ba pedido: "Mi cuerpo sea sepultado en medio de mis
ctedra de filosofa. Asimismo, fue electo diputado por
queridos pobres". Es beatificada por el papa Juan
el departamento de Canelones.
Pablo II en 1993 en Roma, saludndola como Prime-
Fue designado Administrador
ra Beata Uruguaya. "La Iglesia te saluda hermana
Apostlico de las Dicesis de
Mara Francisca, fundadora de las Hermanas Capuchi-
Melo y de Salto, creadas el 14
nas, que hiciste de tu
de abril de 1897, por mandato
existencia un conti-
de Len XIII. Recorri Amrica
nuo servicio a los l-
y Europa, y viaj en seis oca-
timos"...
siones al Vaticano.

Paz y gozo
Para tener santa paz y gozar de medio paraso en la tierra, sea tu
mxima: conformidad con la voluntad divina en todo. Sufrimiento
por tanto, en las adversidades, alegra y valor en las tribulaciones y
generosidad para con tu Dios en hacer siempre y bendecir su santa
voluntad. La indiferencia en todo, recomendada por los santos, con-
siste en el abandono a la divina voluntad, no en la inercia, apata y
misantropa. Quin ms activo, social y sensible que un san Fran- Beata Francisca
cisco de Sales y una santa Teresa de Jess? Rubatto.
Memorandum de mons. Mariano Soler

n. 211
21
El arzobispo
Antonio Mara

5. La Accin Barbieri.

Catlica y la
neo-cristiandad
(1920-1962)

A. Acontecimientos
1. Un mundo paralelo
Despus de la separacin de Iglesia-Estado hay un
aparente repliegue de la Iglesia sobre s misma, con
una prdida de impulso, como despus de una batalla
perdida. Repliegue que sera abonado por el clima ge-
neral de autocomplacencia que contagia a los urugua-
yos de la poca de la Suiza de Amrica. El sistema
parece funcionar, todo va bien y la Iglesia no sufre so-
bresaltos en sus instituciones. stas son las mismas Rpidamente demostr su capacidad de iniciativa. El
prcticamente que aqullas que fueron creadas para III Congreso Eucarstico Nacional, celebrado en
incidir en la sociedad uruguaya; no habiendo la Iglesia Montevideo entre el 1 y el 6 de noviembre de 1938 fue
alcanzado sus objetivos en cuanto a la Constitucin, y una imponente expresin de fe y de la madurez de aquel
marchando bien el Uruguay, sirven simplemente de re- movimiento. En Montevideo, la Accin Catlica recibi
fugio o mundo paralelo construido junto al oficial, laicista el apoyo de mons. Juan Francisco Aragone, que
y acatlico. Un catlico podra vivir toda su vida dentro haba sucedido a mons. Soler a partir del ao 1919. Su
de ellas, sin necesidad de participar en el otro mun- perfil de pastor fue marcado por la humildad, la senci-
do, salvo por su trabajo. llez y la dedicacin a las tareas de su cargo. En 1940
Sin embargo, las fuerzas fundacionales de los Congre- le sucedi como tercer Arzobispo, Antonio Mara
sos y Uniones seguiran presentes manifestndose en Barbieri, el cual promovi con entusiasmo la Accin
personas como el salesiano p. Horacio Meriggi, que Catlica y atendi especialmente a las maestras y las
a impulsos del obispo de Salto, mons. Camacho, co- enfermeras catlicas, fundando para ellas respectivas
menz la tarea de fundar sindicatos agrcolas. Impuls Asociaciones.
tambin las Semanas Sociales, y la accin de la Unin La maduracin de la Accin Catlica produjo una nue-
Cvica. va etapa en los aos 50, que implic la formacin de
Asimismo, la Iglesia busca estar presente de formas los movimientos de Accin Catlica especializada
nuevas, expresando su voluntad de no renunciar al es- o ambiental. Ya desde la dcada de los cuarenta exis-
pacio pblico del cual el laicismo pretenda desplazarla. ta en el pas la Juventud Obrera Catlica (JOC),
As hay que comprender acontecimientos como la trans- fundada por el Cardenal Cardijn. A partir de este an-
formacin de la Procesin de Corpus Christi en un tecedente, se fortalecen otros movimientos como los
acontecimiento multitudinario, o el desarrollo de la edu- de estudiantes, los de profesionales, los de medios
cacin catlica a travs de mltiples colegios prima- independientes y, en el interior del pas, sobre todo por
rios, secundarios y de enseanza profesional. impulso de Luis Baccino, obispo de San Jos, la Ju-
ventud Agraria Catlica.
2. La Accin Catlica. 1934-1965:
En el ao 1934 los tres obispos de la 3. El movimiento
Provincia Eclesistica Uruguaya funda- de renovacin pastoral
ron la Accin Catlica como nuevo ins- Los movimientos de Accin Catlica es-
trumento de organizacin del laicado pecializada aportaron un nuevo senti-
del pas. Fue una institucin que naci do del apostolado laical, una nueva
adulta, con toda su estructura previs- concepcin de Iglesia, muy referida a
ta, inspirada en la experiencia interna- la teologa del p. Yves Congar; un nue-
cional, principalmente la italiana. vo abordaje de la problemtica social, ins-

n. 211
22
pirada por el dominico Louis Joseph Lebret- y un de-
sarrollo del mtodo Ver, Juzgar y Actuar, propuesto
Palabras
por Cardijn. Claves
En 1957, el obispo de San Jos, Luis Baccino, atento
a los cambios que necesitaba el proceso de cateque-
sis empez a formar laicos y jvenes sacerdotes en-
vindolos al Instituto Lumen Vitae de Bruxelas (Blgi-
* Horacio Meriggi (1892-
1949). Nacido en Montevideo,
este salesiano fue un apstol
ca) para formar responsables nacionales en cateque- social y trabajador alegre. En
sis. As en 1959 participaron las primeras 3 laicas en- Paysand comenz una vastsima obra social: dej fun-
viada por la Iglesia uruguaya a especializarse. En 1962 dadas 3 federaciones sindicales, 60 sindicatos cristia-
nos agrcolas, 1 confederacin general con sede en Mon-
el Oficio catequstico de San Jos bajo la direccin del
tevideo, 6.000 familias de agricultores asociados a esta
pbro. Mario Hernndez, se trasform en equipo Na- obra. Fund un conjunto de colonias agrcolas para 450
cional de Catequesis. familias que colonizaron 41.700 hectreas; fund tam-
Un impulso nuevo tiene el acercamiento a la Palabra bin 27 Cajas populares. Deca: Necesitamos ense-
de Dios y se introducen en la liturgia (en latn) explica- arle a los trabajadores que hay una justicia ms all de
ciones en castellano. Se empieza as en Uruguay la esta vida, pero que esta justicia se debe y se puede
renovacin litrgica, que ya avanzaba en Europa; el p. realizar primero, en lo posible, aqu abajo.
Agustn Born y el Apostolado Litrgico tuvieron una
importante actividad en este sentido.
Tambin el compromiso social con la organizacin de
encuentros para los trabajadores: uno de los ms im-
* Juan Fco. Aragone
segundo Arzobispo de Montevi-
deo. Naci en Carmelo, el 24
portantes fue el que se realiz para celebrar los 50 aos de mayo de 1883. Curs sus
de la primera encclica Rerum Novarum del papa Len estudios en el Seminario de
XIII. Se organizan las Semanas Sociales del Uruguay y Montevideo y en la Pontificia
el Movimiento Catlico Obrero se trasforma en Ac- Universidad Gregoriana de
cin Social Obrera Catlica (ASOC). Roma. Asisti en su ltima en-
fermedad a Mons. Soler, del
En 1941, el superior de los dehonianos recin llega-
cual fue sucesor (en 1919). En
dos al Uruguay, p. Juan Karskens, es encargado de la
1940 renunci a la sede, y se
misma y se pone a visitar los distintos crculos de obre- traslad a Buenos Aires. En esa
ros organizados en la obra social La Casilla, con ciudad se aloj en el Cottolen-
ellos se logra conseguir que en 15 fbricas se pagara go de Claypole, donde se dedic al servicio de los resi-
el llamado salario familiar. Se realiza el Congreso de dentes, y donde falleci el 7 de mayo de 1953.
la Juventud Catlica Obrera en la ciudad de San Jos,
y all se lanzan las bases para la fundacin de la Ju-
ventud Obrera Catlica (JOC) en el Uruguay.
Con la eleccin del papa Juan XXIII, en 1958, ya se
estaban preparando los tiempos como para ese nuevo
* Los dehonianos En
1940 monseor Francisco
Aragone, arzobispo de Monte-
video, invit a la congregacin
pentecosts, que fue la convocatoria de todos los obis- de padres Dehonianos, de ori-
pos del mundo al Concilio Vaticano II. Ese mismo ao, gen italiano*, a que vinieran al
Juan XXIII nombraba al arzobispo de Montevideo como Uruguay y se hicieran cargo de
cardenal (el primero uruguayo). la evangelizacin de una am-
plia zona del Montevideo peri-
Preguntas: frico. En noviembre de ese
mismo ao comenz el traba-
jo de estos sacerdotes, de im-
portancia social y cultural
Su accin
C on oc es la Accin Catlica? dada la pobreza del rea es-
igue presente?
1.
cogida, y en junio de 1942 el
en Uruguay s
era? padre Pedro Bartels abri, en un espacio situado entre
y de qu man
Propios y Camino Mendoza, la escuela parroquial El
Iglesia
cia tiene hoy la Salvador, en un galpn cedido por una empresa textil,
2. Qu presen
l trabajo? a la que concurrieron inicialmente unos 40 nios... La
en el mundo de
ente Gruta de Lourdes ha sido fundamental en el desarrollo
acin est pres
o de la seculariz Lati- de una de las reas ms pobres de la capital.
3. El fenmen otros pases de Am r ic a
ay co m o en (Lincoln Maiztegui Casas, Orientales, Una historia polti-
en Urugu
rencias? ca del Uruguay).
na? o hay dife
* En realidad, la congregacin es de orgen francs.

n. 211
23
Virgen Inmaculada,
en el Santuario del Cerro Verdn.
B. Vida en la Fe Nuevos santuarios de las periferias
La ltima generacin de grandes santua-
* Los santuarios del Uruguay
Adems de la veneracin a la Virgen
de los Treinta y Tres, invocada como
rios se da en el segundo cuarto del siglo
XX, con caractersticas muy populares y na-
ciendo en barrios perifricos de la capital.
Patrona de la Patria, y venerada en el
El fenmeno ms emblemtico lo constitu-
Santuario de Florida, en los umbrales
ye el Santuario Nacional de La Gruta de
del s. XX, durante la poca del Arzo-
Lourdes. Promovido por los Padres Dehonia-
bispo Mariano Soler, naci una nue-
nos, que desde 1940 haban asumido la nue-
va generacin de santuarios:
va parroquia de El Salvador, un amplio terri-
En 1886 con la llegada de los pa-
torio que abarca varios barrios de la periferia
dres Palotinos, se funda el primer
norte de la capital. En pocos aos una peque-
Santuario latinoamericano dedicado
a grutita construida por los nios de la escue-
a la Virgen de Lourdes en la ciudad vieja.
la parroquial se transform en el Santuario ms
En 1896 el arzobispo pone la primera piedra del San-
concurrido de todo el Uruguay, tanto que los Obispos
tuario a Nuestra Seora de la Medalla Milagrosa en
uruguayos, en 1958, lo declararon Santuario Nacional
la Unin.
(ver el testimonio de Lincoln Maiztegui, en su libro Orien-
En 1898 se inaugura el Santuario Eucarstico Na-
tales III, pg 173-174, citado en este nmero en pg.
cional, en la capilla de las hermanas Adoratrices, en la
23). Esta devocin a la Virgen de Lourdes, nacida al
calle Mercedes.
final del siglo XIX, se difunda ahora con una fuerza ex-
En 1901 se inaugura el Santuario del Verdn, pro-
traordinaria. Actualmente adems del Santuario Nacio-
movido por el pbro. Jos De Lucas. Una grandiosa
nal y del Santuario Arquidiocesano hay otras seis pa-
peregrinacin presidida por el mismo Soler acude a la
rroquias en Uruguay con esta advocacin y muchsi-
cumbre del cerro mariano desde Montevideo. El mis-
mas capillas y grutas, tanto en la capital como en el
mo ao, el arzobispo bendice el Santuario dedicado a
interior. En la zona de Piedras Blancas, surga en 1939
Mara Auxiliadora en Villa Coln, promovido por los
el Santuario de Nueva Pompeya. En la barriada de
padres Salesianos, llegados al Uruguay 24 aos an-
Maroas, desde 1932 se venera una imagen de Santa
tes, en 1877.
Rita. San Pancracio, cuya advocacin es muy popu-
Mientras tanto en Florida, algunos migrantes italianos
lar sobre todo para pedir pan y trabajo, tiene un San-
a partir de 1883 haban trado de Teggiano (Italia), una
tuario caracterizado por las donaciones de ropa y ali-
devocin muy especial a San Cono. En estos tiem-
mentos para los ms pobres. Tambin han surgido san-
pos de cambios se van ya mezclando las devociones
tuarios populares a otros santos como, San Judas,
coloniales, (Inmaculada Concepcin, Virgen del Car-
San Cayetano, San Expedito. Estos santuarios son
men, Seor de la Paciencia), con las nuevas devocio-
muy populares porque el patrocinio de la Virgen Ma-
nes importadas por los migrantes (Meda-
ra o de los Santos que all se veneran, se extiende
lla Milagrosa, Mara Auxiliadora, Vir-
casi siempre sobre situaciones vitales y urgen-
gen de Lourdes, San Cono).
tes: la salud, el pan y el trabajo, las familias,
los casos desesperados... Con estos san-
tuarios se consolida en Uruguay un nue-
El Santuario Nacional vo espacio para el catolicismo
de La Gruta de Lourdes,
popular.
en un gran parque en la
periferia norte de Montevideo.

n. 211
24
C. Testigos de * Dolores
y Consuelo Aguiar
los tiempos (Mrtires en 1936)
Estas dos laicas uruguayas,

* Juana de Ibarbourou (1892-


1979) Juana de Amrica naci en Melo,
Uruguay, en 1892. Alcanz una gran
nacidas en Montevideo en 1897
y 1898, fueron beatificadas por
Juan Pablo II en 2001, y decla-
popularidad en el mbito hispanoha- radas mrtires de la fe. Fueron
blante por sus primeras colecciones ejecutadas en Madrid el 19 de
de poemas. Entre ellos est una obra setiembre de 1936 junto a la reli-
dedicada a Mara, Loores de Nues- giosa escolapia Mara de la Igle-
tra Seora de 1934, en cuya pre- sia. La vida de Dolores estuvo cen-
sentacin la poetisa de Amrica nos Juana trada en Dios desde sus aos de
hace una confesin entraable de de Ibarbourou. colegiala, sintindose llamada a
su fe cristiana, en su devocin a la consagrarse al Seor como religio-
Virgen. Deca: Devocin de mi sa Escolapia; aunque esto no pudo
casa, lmpido fervor familiar, ha sido siempre entre ser, vivi en el mundo entregada al
nosotros la Santsima Virgen del Perpetuo Socorro. Una servicio de Dios y de los hermanos. Consuelo
imagen suya humilde y un poco descolorida, preside nuestra fue una joven cristiana con vocacin laica,
vida hogarea desde la pared principal del dormitorio mater- pero apostlica y fervorosa en sus manifestacio-
no, hace ya tantos aos que yo no s contarlos. nes cristianas. Proclamada la Repblica el 14 de
Me cri en la amada costumbre de su oracin diaria y sus abril de 1931, sus repercusiones fueron muy gran-
ofrendas florales como a una madrina reverenciada y pode- des en Madrid, capital de la nacin, y su signo
rosa, a la que yo acuda de continuo con mi cuita infantil y mi antirreligioso se puso pronto de manifiesto en re-
ensueo adolescente. Ella, la madre celeste, y la otra, la vueltas callejeras, quema de iglesias y conven-
humana, se me confundan en ternura entraable y en pode- tos... Ambas jvenes mantuvieron una postura
ro amoroso... serena y tranquila ante aquella situacin confusa
Mi mayor preocupacin cuando llegu por primera vez a Mon- y antirreligiosa
tevideo, la constituy el afn de llevar enseguida a mi hijo en En declaracin firmada en Montevideo, donde aho-
peregrinacin tierna, hasta su hermosa Iglesia de Arroyo ra vive, Valentina Serrano, viuda de Aguiar-Mella,
Seco. Y el primer ejemplar de cada uno de mis libros, dig- que fue quien encontr los cadveres, dijo: Vi-
nos o no de sus ojos resplandecientes, ha sido cndida y viendo en Madrid, durante la guerra civil en el ao
fervorosamente depositado all, al pie de su altar. Pero ese 1936, unos milicianos detuvieron a Dolores, que
culto ingenuo y fresco, poco a poco se ha transformado en viva con las religiosas Escolapias... El 20 de
una devocin consciente, en una honda y ardiente necesi- setiembre Valentina Serrano encontr los cad-
dad del espritu... Siempre, cuando se recibe un don muy veres de sus cuadas Dolores y Consuelo y de
grande, se siente instintivamente la necesidad de dar tam- Mara de la Yglesia, en el depsito municipal de
bin algo nuestro al benefactor, no como precio, sino como difuntos. La detencin y muerte de Dolores y Con-
tributo sentimental rebosante de agradecimiento. Los anti- suelo tuvo amplio eco en la radio y en la prensa
guos guerreros victoriosos, llevaban diezmos y sacrificios a espaola y de todo el mundo, sobre todo en Uru-
la divinidad; el mendigo desposedo de todo, da un beso en guay. El hecho caus la ruptura de relaciones
la mano que lo favorece, y diplomticas de Uruguay con Espaa. Todos lo
bendice con palabras tr- calificaron de verdadero martirio.
mulas al que ha compade-
cido su miseria.
Yo no tengo, aparte de mi fe
viva y quemante, nada ms
que estas pginas fervorosas
para ofrecrselas a la dulc-
sima y divina amparadora que
me ha concedido la sereni-
dad y la indulgencia, la nue-
va sonrisa y la nueva espe-
ranza. Las dejo ante sus pies
de nardo, traspasada de gra-
titud.

n. 211
25
6. La era del
Concilio Vaticano II
(1962-1999)

A. Acontecimientos
1. La Pastoral de Conjunto
El desarrollo del Concilio Vaticano II fue seguido con
muchsimo inters por la Iglesia uruguaya. Los obis-
pos participaron con atencin no slo en las sesiones,
sino en todas las oportunidades de tomar contacto con
los telogos que ms aportaron al Concilio. Es en Roma,
en ese tejido de contactos, donde empieza a tomar
forma el proyecto de la Pastoral de Conjunto.
El inquieto obispo de Tacuaremb, Carlos Parteli, una
de cuyas propuestas sobre la problemtica agraria se
transform luego en texto de la Gaudium et Spes, jun- 2. Los aos oscuros de la dictadura
to con otros obispos del interior del pas, invit al can- En todo Uruguay, hubo resistencias nostalgiosas ante
nigo Boulard a presentar, en sucesivos encuentros en la novedad conciliar. Resistencias que, dados la
el Uruguay, la propuesta de la Pastoral de Conjunto, idiosincracia uruguaya y el momento socio-poltico en
que arraig con rapidez, mostrando que responda a que se expres el post-concilio, fueron fcilmente
inquietudes y anhelos muy presentes. mediatizadas por grupos e intereses polticos
En 1965 se aprueba el primer estatuto de la Confe- extremistas. Por otra parte, la crisis sacerdotal en
rencia Episcopal Uruguaya (CEU). Al ao siguiente, torno a los aos 70 golpe tanto al clero secular como
se funda el Instituto Teolgico del Uruguay (ITU), a las congregaciones religiosas.
con el p. Alfredo Requena como primer Rector. En Sin embargo, la prueba de fuego para nuestra Iglesia la
la cuaresma de 1967 aparece la memorable Carta Pas- constituy el perodo de la dictadura cvico-militar.
toral Colectiva del episcopado, con el ttulo Sobre al- Desde la segunda mitad de la dcada del 60 exista en
gunos problemas sociales actuales. el pas una guerrilla urbana, emparentada ideolgica-
En 1968 son ofrecidas las primeras orientaciones pas- mente con otras similares en todo el continente. En
torales, en que se realiza la opcin por la Pastoral Po- 1972, luego de un atentado guerrillero que cost la vida
pular y Comunidades Eclesiales de Base. a varias personas, las fuerzas armadas asumen deci-
En Montevideo, el esfuerzo por asumir conscientemente didamente y con nuevas tcticas -entre ellas, la tortu-
la letra y el espritu del Concilio motiv la realizacin ra- la lucha contra la guerrilla. Hacia fines de ao, el
del Encuentro Socio-Pastoral en 1968 y el de la Re- movimiento guerrillero est vencido y sus principales
visin de la Iglesia en 1969, cuyos documentos fina- lderes o bien fueron muertos, o bien hechos prisione-
les formularon los lineamientos bsicos por donde esta ros. En 1973, por un golpe de estado, los militares to-
Iglesia local quera caminar. Las instancias para ello man el poder, acompaados por algunas personalida-
van desde encuentros zonales, seminarios pastorales des civiles, e instauran en el pas un rgimen de Segu-
hasta esquemas de homilas que se ofrecen a los sa- ridad Nacional. En poco tiempo se desmantelan los
cerdotes y charlas radiales del Arzobispo y del Vicario partidos polticos y los sindicatos.
General p. Haroldo Ponce de Len. En 1967 Parteli La Iglesia permanece como nica institucin no guber-
publica la Carta Pastoral de Adviento, que tiene gran namental que sigue funcionando ms o menos normal-
repercusin en la Iglesia y en la sociedad toda. mente. Acusada desde algunos ambientes extremistas
En el ao 1971 se realiza el primer Encuentro Obis- de complicidad con la subversin, es cercada y vigi-
pos-Presbteros. lada estrechamente. El obispo de Salto, Marcelo
En 1975, ya en plena dictadura, y dentro del marco del Mendiharat se ve forzado a exiliarse. En una visita al
Plan Quinquenal Nacional de Pastoral de Conjunto, Vaticano (1973), el papa Pablo VI aconseja al obispo
se crea tambin la figura de Coordinadores Nacionales no volver al Uruguay hasta que estn dadas las condi-
de Pastoral, designndose para esta tarea a los pbros. ciones adecuadas, y lo alienta a continuar conducien-
Bosco Salvia y Jorge Techera. do su Dicesis desde el exterior. Se inicia as un tiem-

n. 211
26
po muy doloroso para el obispo, que no deja de estar
en contacto con la dicesis, a travs de sus vicarios y
Palabras
del encuentro con sus sacerdotes en Argentina y, pos- Claves
teriormente, en el contacto con mons. Nicolini.

3. La esperanza y el servicio
* Instituto Teolgico del Uruguay
En 1967 el Instituto, fundado el ao anterior,
fue afiliado a la Facultad de Teologa de la
En todo el pas, se va profundizando la creacin de las Pontificia Universidad Gregoriana. En 1972,
Comunidades Eclesiales de Base. en el seno del ITU se inician los cursos regu-
Se organiza a partir del 1 de noviembre de 1973, la lares de Teologa para Laicos. El Libro Anual del
Pastoral Juvenil Nacional, se celebra con entusias- instituto se transform con el tiempo en la revista
mo el centenario de la creacin de la primera dicesis Soleriana. En 1980 se adquiri la actual sede de San
Fructuoso 1019. Actualmente, al ser erigida la Facultad,
uruguaya en 1978, se coordinan mltiples servicios
sta puede otorgar todos los grados acadmicos ecle-
dentro de la Pastoral Social, se fortalece el funciona- sisticos en Teologa, y es abierta a la participacin de
miento de los organismos de comunin y participacin. los laicos.
Durante el perodo de la dictadura, la Iglesia prest un
invalorable servicio a la sociedad, manteniendo la prc-
tica del dilogo y el debate libre, entrenando a una en-
tera generacin juvenil en la costumbre de participar y
* La pastoral juvenil nacional
Despus de la etapa de la Federacin
Uruguaya de Jvenes Catlicos
(fundada en 1905) y de los movimientos
crear su propia organizacin. juveniles de la Accin Catlica con sus
Los aos posteriores fueron signados por planes pas- especializaciones (juventud agraria JAC,
torales que pretendan ir impulsando la revisin y el estudiantil JEC, obrera JOC, universitaria JUC), en 1979
compromiso evangelizador de los cristianos en un Uru- se empez a organizar la Primera Jornada Nacional de
guay cada vez ms conflictivo y tenso, as como apli- la Juventud, y con ello la primera coordinacin de la
car con mayor profundidad las propuestas de las con- pastoral juvenil de todas las dicesis. Se crea tambin
ferencias generales del episcopado latinoamericano de el Instituto Pablo VI, organismo de la Comisin Nacional
de Pastoral para la formacin de lderes juveniles.
Medelln y Puebla.
Hacia fines de 1985, ya instalado el nuevo gobierno
democrtico desde el 1 de marzo, mons. Po Parteli
XII renun-
cia al alcanzar la edad de 75 aos, y es sustituido por
* Visitas de Juan Pablo II El 31 de marzo 1987
el Papa comenzaba su octavo viaje apostlico al
continente latinoamericano para visitar Uruguay, Chile y
mons. Jos Gottardi, quinto Arzobispo de Montevideo. Argentina en un viaje de accin de gracias. Su paso por
Uruguay fue muy breve (slo 19 horas), pero volvera en
En 1987 es creada la Universidad Catlica del Uru-
1988 y ambas visitas dejaron su profunda huella en el
guay Dmaso Antonio Larraaga. ser y sentir de los uruguayos. Melo fue una de las
ciudades visitadas por el Papa durante su segundo
4. Las visitas de Juan Pablo II viaje al Uruguay, el 8 de mayo de 1988. Justamente, el
La Iglesia recibi la visita de Juan Pablo II por dos primer viernes de agosto del ao 2007, se estren la
veces, en 1987 y 1988, quien supo remover sentimien- pelcula El Bao del Papa, de Csar Charlone. La
tos muy profundos del pueblo uruguayo, y fue un hito misma retrata los das anteriores a la llegada de Juan
importante en la presencia de la Iglesia en la vida social. Pablo II a la ciudad.
La adopcin del mtodo de Planificacin Pastoral con Preguntas:
el apoyo del CELAM en los aos 80, signific en el
pas un avance en la elaboracin de los sucesivos pla-
nes pastorales, ya que hizo habitual un o de l
pe lc ul a El Ba
estilo de trabajo basado en la intensa par- 1. V is te la tu ni da d
a bu en a op or
ticipacin de todo el Pueblo de Dios, abier- Pa pa ? Es un br e la vi-
da distinta so
to a la realidad en actitud de escucha para para una mira nt o qu e aun
ontecimie
discernir los signos de los tiempos. vencia de un ac
En 1999, mons. Gottardi deja el cargo de todo el pas.
la dic-
arzobispo y asume como 6to. arzobispo el ida los aos de
2. En qu med pr og re so de la
entonces obispo de Melo, Nicols Cotug- ron el
tadura perjudica
no. El plan Felipe y Santiago Siglo XXI ruguay?
vida de fe en U
marcar la transicin hacia el nuevo pro- de la Pas-
s la presencia
yecto pastoral que implementar el IV S- 3. Encuentra tu parro-
o en la vida de
nodo Diocesano. toral de Conjunt
Mientras tanto, con toda la catolicidad, se qu ia ?
iba celebrando la preparacin al Gran Jubi-
leo del Ao 2000.

n. 211
27
ba la mala situacin de los tra-
B. Vida en la Fe bajadores e invitaba a los cristia-
nos por un lado a superar la re-

* Tres testigos
del Concilio Vaticano II...
signacin y por el otro a no ceder
a la tentacin de la violencia. Lla-
m la atencin pblica su pre-
Marcelo Mendiharat (1914-2007), el sencia en el sepelio del estudian-
obispo de Salto que por varios aos te Liber Arce, cuando ya la re-
durante la dictadura militar padeci el presin estaba instalada, y luego
exilio, recuerda con calidez su presencia cuando concurri a la sede cen-
en el Concilio, que le abri el camino tral del Partido Comunista, para
para estar y escuchar a la gente. participar del velatorio de ocho mi-
Para m, destac el padre-obispo, el litantes asesinados, junto con los
Vaticano II fue como una segunda obispos Roberto Cceres y An-
teologa, como un segundo estudio. De drs Rubio. En el Encuentro So-
tal manera que hubo un cambio de cio-Pastoral de 1968 en Montevi-
mentalidad... especialmente con respecto al papel de deo, con la presencia de 512 delegados, se cuestion,
la Iglesia en el mundo... A m el Concilio me agarr sin a la luz del Concilio, cierto modelo tradicional de Igle-
tradicin episcopal y todo lo que se dijo all me dio una sia que no se preocupaba de la incidencia de la fe en la
esperanza muy grande para la gente. Junto con muchos vida social. Parteli, en estrecha unin con su clero, en
sacerdotes de la dicesis fue fcil pensar en serio en los aos sucesivos, denunci la doctrina de la Seguri-
una renovacin... Desde hace varios aos venimos dad Nacional, los secuestros, la clausura de diarios, y
hablando del creciente empobrecimiento de nuestro defendi a la persona humana, fuera de la ideologa
pueblo... Esto es algo que no podemos dejar de tener que fuera.
en cuenta en nuestra accin pastoral y por eso Roberto Cceres
abrazamos con nfasis la opcin por los pobres... Con 89 aos de edad es un venerable testigo del Con-
Las comunidades eclesiales de base, fraternas, cilio Vaticano II. Particip en l cuando recin haba
orantes y serviciales, estn empeadas en la sido nombrado obispo, y tena 40 aos. Era de los ms
concrecin de una pastoral social liberadora... Si jvenes participantes del Concilio (bromeando dice ra-
llevamos a quienes lo necesitan el mensaje de Cristo, mos el jardn de infantes).
un mensaje liberador, estamos cumpliendo con esa idea Nunca falt a ninguna sesin del Concilio, en los 4 pe-
de la pastoral social liberadora. No se trata de dar rodos del mismo y ahora, autocalificndose el ms
ddivas sino de brindarle asistencia a quien la necesita emrito de todos los obispos uruguayos, despus de
y mediante esa asistencia hacer promocin humana, casi medio siglo de obispo, con sencillez, afirma: Du-
hacerle ver a las personas cunto ms valen y cunto rante la semana estoy en Treinta y Tres y celebro la
ms se puede lograr cuando estn unidas. Misa en las Doroteas. Los sbados voy a Melo y el
domingo tengo una audicin en Radio Mara, de 8 a 9.
Carlos Parteli (1910-1999) Despus celebro Misa en San Antonio o en Betania...
Despus de haber participado de las cuatro sesiones Bueno, es eso; mientras pueda ser til estoy tan con-
del Concilio como obispo de Tacuaremb, Parteli fue tento!.... No hay
nombrado arzobispo otra cosa para
de Montevideo en agregar, vista la
1966. El Concilio lo entrega del obis-
motiv a organizar po emrito, tam-
como primera gran bin en el cam-
tarea, una pastoral po de la comu-
de conjunto, elabo- nicacin, con
rada junto a sacer- las distintas au-
dotes y laicos. diciones radia-
La Carta de Advien- les en las que
to de fines del 67 participa.
fue un toque de
alarma para todos,
porque denuncia- Mons.
Mons. Roberto
Carlos Parteli. Cceres.

n. 211
28
C. Testigos de Encontrar a Cristo

los tiempos "Siento la imperiosa necesi-


dad de ir a vivir en un barrio
Mauricio Silva (1925-1980) Naci en Mon-
*
tevideo, el 20 de setiembre de 1925, en una fa-
milia humilde. Su padre era ladrillero y agricultor;
de pobres, y hacerlo como lo
hacen ellos. No como tcti-
ca de infiltracin o demago-
el nombre de bautismo de Mauricio es Klber. gia, ni siquiera como gesto
En 1951 fue ordenado sacerdote en Montevideo, proftico de nada, sino para en-
en la congregacin salesiana. Al comenzar los aos contrarlo de nuevo a Cristo, por-
70, el sacerdote Mauricio Silva se integr a la Fra- que s que vive all, que habla su
ternidad de los Hermanitos del Evangelio, ins- idioma, que se sienta a su mesa,
pirada en el beato Charles de Foucauld. Ms tar- que participa de sus angustias
de vivi en un conventillo en los basurales de Rosa- y esperanzas. Tampoco
rio, donde organiz a los cirujas (=clasificadores). Lue- como un padre despachador
go se radic en Buenos Aires y trabajaba de barrendero de Sacramentos, sino como
alguien que va a hacer junto a ellos, una vivencia
municipal. All realizaba una intensa actividad poltica y
de fe, un camino compartido. Tal vez pueda decir-
gremial, pero sin pertenecer a ningn movimiento revo-
les en su idioma de dolor y frustracin, que all en
lucionario o armado. Su opcin siempre fue por los ms
medio de ellos, est l, el que puede cambiar la
desfavorecidos, quiso seguir la suerte de los trabaja- muerte en Vida, y la negacin en Esperanza.
dores ms humildes, era muy sensible, por eso vivi
como un pobre. El card. Aramburu, les asegur que la
dictadura no iba a tocar ms a los curas y monjas, y le
dio un documento que lo habilitaba a dar misa y confe-
sar en su arquidicesis. El 14 de junio de 1977, el Pa-
* Padre Cacho (1929-1992) Ruben Isidro Alonso,
naci en Montevideo, en las cercanas de la Parroquia
de San Ignacio de Loyola, en el Barrio de Villa Dolores.
dre Silva fue secuestrado mientras se encontraba cum- Era el tercero de seis hermanos. Ingresa a los 12 aos
pliendo sus tareas como barrendero municipal en la al Seminario de Manga (de los Padres Salesianos) y
Capital portea. Existen indicios que indican que estu- cursa estudios superiores en la Argentina. En 1959 es
vo detenido en la Comisara 41 de la Polica Federal, en ordenado sacerdote entre los mismos salesianos, y se
los centros clandestinos de detencin Campo de Mayo, desempea en Montevideo, Paysand y Rivera. En 1977
Club Atltico y La Plata. Lo mataron por el estado de- decide vivir en el cantegril (=barrio pobre de ranchitos).
plorable en que qued a consecuencia de las torturas A fines del mismo ao, es recibido por los vecinos del
recibidas. Este mrtir uruguayo an contina hoy, des- Barrio Plcido Ellauri y comienza su tarea social y pas-
aparecido. Informaciones vaticanas dicen que el Papa toral, empeada en obtener vida y vivienda digna, as
Pablo VI se interes por l y pidi por el esclarecimien- como trabajo estable para los clasificadores de dese-
to de su desaparicin. En su homenaje, en 2003 se ins- chos. Muri el 4 de setiembre de 1992 y sus restos
tituy el 14 de junio como el Da del Barrendero en fueron transportados por un carrito de hurgadores hasta
Buenos Aires. El 14 de junio de 2006 se le hizo un ho- el Cementerio del Norte. Su fuerte compromiso social
menaje en Montevideo en la Parroquia San Juan Bau- es una caracterstica de la presencia salesiana en Uru-
tista (del barrio de Pocitos), donde l trabaj entre los guay: valga recordar la obra del Movimiento Tacur,
aos 1962-64, colocndose en la fachada de la Parro- presente en Montevideo desde 1981. Como San Fran-
quia, una placa recordatoria. cisco de Ass, eligi vivir entre los ms pobres, porque
entre ellos, casi milagrosamente, vea a Cris-
Seor, yo s que T ests to. Un Cristo crucificado, humillado y en de-
en la espera gozosa de un nio que viene, rrota, pero tambin un Cristo vivo y libera-
de una carta que llega, dor. Es asombroso el enfoque que haca
de un amigo que vuelve... de su misin: los requecheros, los
Mas tambin s que ests bichicomes, los pobres absolutos, son
en la fe desprovista y desnuda los que testimonian ms fuerte la fe del
cuando un da a otro da le cuenta Evangelio de Jess. El p. Cacho organiz
su rutina de trabajo y pobreza a los vecinos y empez a tratar que ellos
y mi alma se hunde en tiniebla total... mismos se sintieran seres humanos, y
Yo s que T ests. no bichos tirados al margen de la ciu-
Seor que te creo, Seor que te espero dad. Y por supuesto, sufri persecucin,
Seor, que me amas, Yo s que T ests. fue maltratado, ofendido, humillado. Pero
Mauricio, hermanito del Evangelio. sigui adelante.

n. 211
29
7. La Iglesia en
los umbrales
del s. XXI
A. Acontecimientos
1. El Congreso catequstico de Durazno
Despus de la celebracin del jubileo del ao 2000, el
primer gran llamado de la Conferencia Episcopal (CEU)
fue la convocatoria a un gran Congreso Catequstico
Nacional (el 2 en Uruguay). Ya desde agosto de 2001,
se implement el Congreso con varios materiales de
tercer milenio con los ojos y el corazn fijos en Jess.
trabajo que llegaron a todos los catequistas del pas.
Como fruto de la rica experiencia catequstica de las
El lema fue Est entre nosotros y los temas fueron:
dicesis, impulsada por grandes catequistas como el
Inculturacin, Kerigma, Formacin y Espiritualidad del
p. Roberto Viola, y un grupo especializado de laicos/
catequista. La celebracin central fue el 13 de octu-
as, surgi el Documento Criterios Orientadores de
bre de 2002, presidida por el obispo de Canelones,
la Catequesis en el Uruguay aprobado por la CEU
Orlando Romero, presidente de Dpto. de Cateque-
en noviembre de 2006.
sis. La misma se realiz en una ciudad del interior,
Durazno; desde el corazn del Uruguay, se quiso ha-
2. El Snodo de Montevideo
cer resonar a Jesucristo para todo el pas, subrayando
Una preparacin prxima a Aparecida fue el IV Snodo
que el interior es el lugar de donde vienen modelos y
Arquidiocesano de Montevideo. En 2001 el arzo-
vivencias de valores profundos.
bispo Nicols Cotugno convoca a celebrarlo en Mon-
Siguiendo los lemas anuales del Da de la Catequesis
tevideo en el ao del Seor 2005, bajo el lema Mar
desde 1989 (ao del I Congreso Nacional), la cateque-
adentro..en tu Palabra!. La Asamblea Sinodal
sis ha sido sembrada como semilla de un pueblo (1990)
reelabor las propuestas de los 11 crculos sinodales,
en el corazn de la cultura (1991) para que crezca y d
a travs del debate de unos 200 sinodales (el 53% lai-
frutos (1992). Ha sido proclamada como anuncio gozo-
cos, 9% religiosas, 38% sacerdotes y diconos). Las
so (1993), esperanza y fermento para una familia nue-
conclusiones aprobadas fueron editadas como Libro
va (1994-1995). Con Jesucristo caminando hacia el Pa-
Sinodal, y entregadas en diciembre de 2005 a la comu-
dre (1999) haciendo memoria de la Pascua en cada
nidad diocesana. Los temas novedosos del Snodo fue-
Eucarista (2000), se lleg al Ao del IV Congreso
ron, sobre todo la propuesta de un anuncio kerigmti-
Eucarstico, ao del Jubileo, para abrir la puerta del
co, la renovacin de la parroquia y de la catequesis, la
identidad del laico constructor de ciudadana y de
eclesialidad...

3. La Conferencia de Aparecida
El Papa Benedicto XVI emprendi su gran viaje a Am-
rica Latina en ocasin de la V Conferencia del Epis-
copado Latinoamericano (CELAM) en Aparecida,
Brasil, del 9 al 14 de mayo de 2007. Los discursos que
pronunci marcaron profundamente los sucesivos tra-
bajos de la Conferencia. De manera especial, el funda-
mento cristolgico a la opcin preferencial por los po-
bres. En un clima de confianza y de buena participa-
cin de las bases, se realiz la Conferencia, muy bien
acompaada por el pueblo: la fe de los peregrinos del
santuario y su religiosidad popular, impresionaron a los
obispos. Un hecho nuevo en Aparecida es la presencia

n. 211
30
de telogos, asesorando a los obispos desde fuera de
la Asamblea. Ms all de los telogos oficiales, hubo
Palabras Claves
otros trabajando, pero no de forma paralela, sino con el
consentimiento del CELAM (como la delegacin uru-
guaya y latinoamericana de Amerindia). * Snodo La pala-
bra Snodo, proviene
del latn sinodus, que
El tema central elegido fue: Discpulos y misioneros a su vez viene del grie-
de Jesucristo, para que en l nuestros pueblos ten- go synodos, que es
gan vida. Se confirmaron algunos valores fundamen- una palabra com-
tales como: la opcin por los pobres avalada por la puesta por las pala-
fundamentacin cristolgica (Benedicto XVI); las CEBs, bras syn y odos, que
y la relevancia de nuevos sujetos: indgenas, afroame- literalmente significa
en espaol caminar
ricanos, mujeres y migrantes; la valoracin de la Biblia
juntos; puede hacer
y la referencia indispensable al Concilio Vaticano II; la referencia a una reunin, convocada por la autoridad
recuperacin del mtodo ver-juzgar-actuar, junto al com- competente, de obispos de todo el mundo (en este caso,
promiso laical de construir eclesialidad y ciudadana Concilio Ecumnico), de una regin, o de una Iglesia
(propuesta uruguaya). particular, como fue el ltimo Snodo Diocesano de Mon-
- Aparecida hizo una propuesta amplia en la forma de tevideo, que fue el IV en su historia.
una Misin Continental a ser llevada adelante por La finalidad de estos encuentros, preparados por comi-
toda la Iglesia de Amrica Latina, aunque la definicin siones y consultas en trabajos previos, es fomentar la
de cmo debera ser esta misin fue dejada a las Igle- unidad de perspectivas y acciones, sobre los temas
tratados, gracias a una renovada escucha del Mensaje
sias locales.
Evanglico.
- El Documento de Aparecida ofrece una fuente
inspiradora y directrices audaces que sern el alma de
la accin evangelizadora en el continente, al menos
durante los prximos diez aos, cuando entonces, all
por el ao 2018, en el cincuentenario de Medelln, se
* Misin Continental
El 3er. Congreso Americano Misione-
ro (CAM 3-COMLA 8) ha definido las
pautas para la Misin Continental
podra realizar la VI Conferencia. Todo depender de
pedida por los obispos desde Apare-
la determinacin en la recepcin de Aparecida en la cida. El lema del Congreso fue muy
prctica, traduciendo el texto en accin evangeliza- significativo: Escucha, aprende y
dora concreta. Es un texto que hace pensar, como las anuncia.
siguientes frases, de una especie de Declogo: La misin lo abarca todo. Hoy la mi-
La vocacin al discipulado misionero es con-voca- sin Ad Gentes es equivalente a mi-
cin a la comunin en su Iglesia (A. 171). sin para la humanidad... Escruta los
La Iglesia crece no por proselitismo sino por atrac- signos de la presencia del Verbo en toda cultura y en el
cin de la fuerza de su amor (A. 174). camino general de los pueblos (IT 189). En algunos
ambientes preocupa mucho el xodo de los catlicos
La comunin es misionera y la misin es para la
hacia nuevos movimientos pentecostales y hacia otros
comunin (A. 178). cultos. Si bien la misin quiere reafirmar la identidad y
Los laicos y laicas son personas de la Iglesia en el la propuesta cristiana, no puede considerarse como un
corazn del mundo, y personas del mundo en el cora- simple proselitismo o afn de recuperar espacios per-
zn de la Iglesia (A. 225). didos. La misin ...es un proceso de constante reno-
Mucha gente que pasa a otros grupos religiosos no vacin... y de abandono de las estructuras caducas.
est buscando salirse de nuestra Iglesia sino que est Preguntas:
buscando sinceramente a Dios (A. 241).
Donde se establece el dilogo ecumnico disminuye
el proselitismo (A. 249).
tu comunidad
La opcin preferencial por los pobres est implcita
m o se es t organizando en
1. C tal?
en la fe cristolgica (Benedicto XVI, A. 406). isin Continen
el tema de la M
La mentalidad machista ignora la novedad del cris- umir ese com-
tianismo, que reconoce y proclama la igual dignidad y s co nv ocado para as
2. Te si en te en nuestro con-
responsabilidad de la mujer respecto al hombre is o pe rm an en te de la Iglesia
prom
(Benedicto XVI, A. 472). tinente?
e
La Iglesia est convocada a ser abogada de la justi- nas de hoy qu
u le s so n la s figuras cristia al ev an ge -
cia y defensora de los pobres (A. 409). 3. C nto fiel
en tu seguimie
Amrica Latina y el Caribe deben ser no slo el con- ms te inspiran
tinente de la esperanza, sino que adems deben abrir lio de Jess?
caminos hacia la civilizacin del amor (A. 556).

n. 211
31
B. Vida en la Fe La fe tiene tambin su prctica privada, como la ins-
tancia de oracin o de reflexin religiosa. En este sen-
tido, tambin los protestantes son los ms activos: el
* La religiosidad de los uruguayos, hoy
Segn la Encuesta Nacional de opinin pblica sobre
71,2% de los protestantes dice rezar ms de una vez
por semana, contra el 22,4% de los catlicos.
Religin y Religiosidad (ao 2008), realizada por la Un resultado raro de la encuesta es que el 9,2% de los
Facultad de Ciencias Sociales, en Uruguay el 51,9% no creyentes afirma que rezan ms de una vez por se-
de los encuestados se considera catlico, el 29% no mana.
creyente o agnstico y el 13% protestante. La mayora de la poblacin, cualquiera sea su nivel
Muy por debajo, con el 3,7%, se ubican los feligreses educativo, rechaza la injerencia de las iglesias o de la
de otras confesiones (representadas principalmente religin, tanto en temas de gobierno como en la deci-
por las iglesias pentecostales), los judos (0,2%) y las sin del voto. No obstante, se observ que los ms
religiones afro (0,8%). educados son ms proclives a la no intervencin de la
Por sexos, el estudio indica que los hombres que no religin en la poltica, en tanto que los que menos se
creen en Dios o son agnsticos duplican a las mujeres oponen son los que tienen educacin primaria.
y que a su vez stas son mayora entre catlicos y Los milagros, el cielo y la vida despus de la muerte
protestantes. son los objetos de fe ms populares entre los creyen-
Hay una mayor proporcin de personas con educacin tes, con un 77,2%, 72,1% y 60,5%, respectivamente.
terciaria entre los grupos no creyentes y catlicos. Lo mismo sucede con los no creyentes, aunque en
Al mismo tiempo, se vio que los protestantes son quie- diferente proporcin: 24,2%, 18,6% y 22,1%. Esto in-
nes tienen los niveles educativos ms bajos, mientras dica que existe un grupo de personas que si bien no
que los judos ostentan los ms altos. son religiosas tienen lo que los investigadores llaman
La educacin tambin es clave a la hora de medir la sentido de la espiritualidad.
tolerancia: los menos educados presentan los porcen- Adems, un 43,4% cree en el infierno, un 35,9% en la
tajes ms altos de actitudes negativas para con perso- reencarnacin, un 29,2% en los poderes sobrenatura-
nas de otras religiones (con excepcin de los cristia- les de antepasados.
nos). El proceso que caracterizara a la sociedad contempo-
Tambin se indag sobre la frecuencia de asistencia al rnea no sera el de secularizacin sino el de desacra-
templo. Lo que se encontr fue que si bien los catli- lizacin, entendida sta como la reduccin de la in-
cos son el grupo ms numeroso, ms del 50% dijeron fluencia de la religin en la esfera pblica.
no asistir nunca a servicios religiosos. Los protestan-
tes, en cambio, son quienes ms van a la iglesia, con (fuente: http://decon.edu.uy/publica/2009/2609.pdf)
una frecuencia de una o ms veces por semana.

Celebracin umbandista
en las playas de Maldonado.

n. 211
32
C. Testigos de
los tiempos * Patricio Rod (1936-2005)
Fue uno de los ms destacados re-
presentantes del laicado catlico
uruguayo, conocido y apreciado in-
Mara Teresa Porcile (+2001) fue ternacionalmente por su generosa y
*
profesora de Filosofa, y la primera doctora
uruguaya en Teologa (en Friburgo). Traba-
fructfera misin. Su fuerte testimo-
nio pascual, se revel en la rpida y
j mucho a favor del ecumenismo, y en dolorosa enfermedad que soport en
su afn de ser fiel con las races de su fe, los ltimos meses de su vida. Su tes-
se vincul con la Fraternidad Judeo-Cris- timonio nos sigue diciendo que vale la
tiana. Particip como experta en la Con- pena jugarse por los valores
ferencia de Puebla. Su espritu era con- indisociables de la fe en el Dios de la
templativo, su quehacer teolgico fue es- Vida. Patricio Rod era Doctor en De-
tudioso e interactivo, con la forma de un recho y Ciencias Sociales, y profesor
peregrinar. Entre los libros publicados se titular de Arquitectura Legal de la Fa-
destaca: La mujer, espacio de salvacin (1991), que cultad de Arquitectura de la Universidad
permite una lectura integrada de lenguaje bblico, teol- de la Repblica. Fue Director General de la Unidad Cen-
gico, antropolgico y lenguaje del cuerpo. tral de Planificacin de la Intendencia de Montevideo, y
En su funeral, en la Capilla de las Hnas. del Buen Pas- presidente del Comit Tcnico de Alto Nivel del progra-
tor de Montevideo, se ley el ltimo captulo de este ma URB-AL de la Unin Europea. Desde 1990 hasta
libro: ...Cuando los discpulos se escandalizan porque 2000, ejerci cargos de responsabilidad tcnica y pol-
Jess se deja inundar los pies con el perfume ms caro tica en el gobierno municipal de Montevideo donde aport
derramado ante l por una mujer con un vaso de ala- su especializacin en Derecho del Territorio. Fue coor-
bastro, l reclama el derecho de la mujer a ese derro- dinador de la Vicara de la Pastoral Social de Montevi-
che de amor y perfume; as, en cierto modo, les ordena deo en tiempos de mons. Carlos Parteli, con quien
algo a los discpulos: ... Djenla que haga lo que quiera, tuvo una larga y profunda amistad y coincidencia. Con-
porque el amor es quien la inspira... Djenla a ella, tribuy activamente en el proceso de renovacin eclesial
que conoce bien mi cuerpo de una manera misteriosa- que desemboc en el Concilio Vaticano II y desde all
mente pura y libre. Djenla: me conoce bien. Y yo no aport a la renovacin eclesial, tanto en nuestro pas
recuerdo haber recibido de ustedes una atencin a mi como en el exterior. Fue activo promotor del rol de los
fatiga... Djenla, ella me conoce por el amor y sabe lo laicos. Lo que ms lo comprometa ltimamente en su
que deseo y necesito... Djenla que me anuncie. Est misin de laico catlico era su servicio como Presi-
llena de amor y de entusiasmo. dente Mundial de Pax Romana-MIIC. Como laico
En una conferencia en Roma, durante el Snodo de las desarroll mltiples compromisos sociales y de promo-
Amricas, en 1997, deca: Las mujeres tenemos dere- cin de los Derechos Humanos, del Dilogo Interreligio-
cho a una teologa integral e integralmente hecha des- so e Intercultural, la lucha contra la pobreza, el Desa-
de nosotras. Tenemos el derecho y el deber de rescatar rrollo Sustentable. Fue Secretario Ejecutivo del Depar-
la tradicin femenina subrayada por el Papa en su carta tamento de Laicos de la Conferencia Episcopal Uru-
a las mujeres. guaya. Fue adems investigador
Teresa Porcile es con el telogo jesuita del CLAEH, fundador -el 3 de agos-
Juan Luis Segundo, la figura ms ca- to de 1987- del Observatorio del
racterstica y conocida de la teologa uru- Sur (OBSUR) y del Centro
guaya del s. XX. Ha obtenido un renom- UNESCO de Montevideo. Deca
bre particular en el exterior, ms que en Patricio: Los cristianos de a pie,
su propio pas (su tesis doctoral ha sido que tratamos de servir y que en
publicada en varios idiomas, en todo el el servicio vamos dando la
mundo). Amiga y hermana siempre dis- vida da a da, sin estridencia
puesta a compartir su teologa tejida de y sin efusiones visibles, esta-
realidad y Palabra de Dios, so una Igle- mos construyendo ciudada-
sia ms transparente del Amor de Dios; na y eclesialidad en un mis-
sacramento de salvacin para el mundo en- mo momento... Esa es nues-
tero. Una Iglesia Cuerpo de la Esposa que tra vocacin, y articular las ten-
incluya a varn y mujer como personas, siones que eso nos presen-
como hermanos y hermanas. Una Iglesia ta, es el camino de santidad
cada vez ms familia de Dios. al que estamos llamados.

n. 211
33
S umario B ibliografa
DANIEL BAZZANO y otros
Historia de la Iglesia (4) ................... 3
Historia de la Iglesia
Lnea del tiempo: ......................................... 4 en el Uruguay
Ed. Obsur, Montevideo, 1993
1. L a primera evangelizacin ............ 6
Esta breve Historia de la Iglesia
Indio Antonio Das; Jos Prez Castellano .... 9
en el Uruguay rescata para el
gran pblico memorias olvidadas
2. L a Iglesia en la formacin
y temas desconocidos del apor-
del Estado ............................................... 10
te de la comunidad cristiana a la
Jos Artigas .................................................. 13
historia nacional. Como sealan los autores, este trabajo
nos da una interpretacin de la problemtica religiosa que
3. Del Vicariato acompa al pas desde su fundacin hasta el Concilio.
1er.. obispado ................................... 14
al 1er Incluye tambin una completa bibliografa.
Jacinto Vera; Jos Benito Lamas ................ 17

JESS LVAREZ GMEZ


4. L a Iglesia Historia de la Iglesia en Hispanoamrica
de los congresos catlicos .......... 18
Mariano Soler; Francisca Rubatto ............... 21
Ed. Claretiana, Buenos Aires, 1982
Este manual de Historia de la Iglesia no es slo una lista
5. L a Accin Catlica de nombres y de fechas. Al analizar la gnesis y el desa-
y la neo-cristiandad .......................... 22 rrollo de los he-
Juana de Ibarbourou; Dolores y Consuelo .. 25 chos histricos, el
autor busca guiar
6. L a era del Concilio al lector hacia un
Vaticano II ............................................... 26 progresivo descu-
Mauricio Silva; Padre Cacho ........................ 29 brimiento de las
ideas que estn
7. L a Iglesia en la base de los
en los umbrales del s.XXI ............. 30 procesos histri-
Mara Teresa Porcile; Patricio Rod ............ 33 cos de la Iglesia.

TOMS SANSN LUIS ASTIGARRAGA


El catolicismo popular en Uruguay El Clero de 1800 en la Banda Oriental
Ed. Asociacin de Escritores de Cerro Largo, Ed. MEC, Montevideo.
Montevideo, 1998
El pueblo uruguayo tiene Los clrigos eran muchos y
una vida espiritual muy rica estaban presentes en todos
que se ha querido silenciar los niveles y en todos los sec-
o por lo menos ignorar. Lar- tores de la vida ciudadana y
ga data tienen algunas de cultural. La Fe Catlica colo-
las devociones que actual- reaba toda la vida nacional e
mente recogen la adhesin inspiraba la casi totalidad de
de los fieles, especialmen- los acontecimientos. La Igle-
te la Virgen de los Treinta y sia Catlica, como Institucin
Tres, Nuestra Seora de estaba relacionada, integra-
Lourdes, la Virgen del da, con todas las instituciones
Verdn, San Cono o San de la poca hispana e incluso
Pancracio. ...Pretendemos del Estado Oriental del Uru-
identificar: a) la evolucin guay cuando nace... el laicis-
histrica de las principales mo ateo surge recin en el
manifestaciones del catoli- 900. Pretender conocer la Historia Patria prescindiendo o
cismo popular; b) las formas concretas en que el creyente negando a la Iglesia y los clrigos es un imposible cient-
expresa su fe; c) las razones por las cuales deposita su fico. Todos necesitamos conocer la Historia de la Iglesia
esperanza en ciertos ritos y actos cultuales. en el Uruguay!

n. 211
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