Guadalajara Que Sigue
Guadalajara Que Sigue
Guadalajara Que Sigue
Gonzlez de Mendoza
29 Neocolonialismo y excentricidad .
41 Central Camionera .
51 La Gran Feria.
59 Puertales ; Grandes Puertas.
67 Los Adelantados .
79 Del Urbano Villano.
89 Del Urbano Serrano.
101 Del Urbano Marino.
113 Cine . . .
121 . . . Radio . . .
129 . . . & Tel e .
137 La era del Ny-rn.
151 Panteonaria.
163 Aviones y Aeropuertos.
177 Lo que pas, pas; lo que sigue . . . Qu sigue?
En Romn Paladino
Juan Lpez Jimnez
A AL VARO GONZALEZ DE MENDOZA le conoc, l a
verdad sea dicha, no s dnde, no s cundo, no s
con quin y no s cmo.
He dejado de verle por mucho tiempo, sin embar
go, cuando nos hemos reencontrado, parece, mej or ,
m e parece como s i ayer nos hubiramos visto.
Poco hace, Alvaro y yo nos encontramos en cere
monia familiar, de lo ms bella y de lo ms tierna;
Alvaro orgullossimo asista a la fiesta de fin de cur
sos primarios de su hijita y, yo acompafiaba a otro
orondo padre de familia, el seor licenciado don Ra
fael Castellanos, a quien se le saltaban los ojos, cada
que frente a l pasaba su hijito Rafael, quien como la
nia, se despeda de su escuela primaria.
En tan sealada oportunidad, mi amigo Alvaro
me pidi, que le prologara el libro, ste, que el lector
tiene en sus manos.
Estoy seguro que el autor equivoc el camino,
pues, qu puedo decir yo, que no se haya dicho ya
sobre Alvaro?
Como tabla de salvacin , record aquello de que,
quien hace lo que puede, hace lo que debe, de ah
xii EN ROMAN PALADINO
l)Id;1 jiZ .
1
Qu pas?
" ... UT CIVIUM OBSEQUIOSO consortio sint, non so
lum sufficientes immo tranquilisima res humanae . .. "
Para comenzar ese anacronismo. Palabras que
pueden resultarte entre incomprensibles, ridculas o
simplemente extemporneas, mas que ya quedaron
puestas all, de comienzo y en latn. Palabras que te
parecer han sido escritas fuera de tiempo pues el im
perio que llev ese idioma por el mundo, espada en
mano, hace casi dos mil afios que pas a la historia;
igual cantidad de afio s que tiene esa lengua de estar
ms viva que muerta.
No pude evitar el anacronismo porque ellos -los
Romanos- , fueron los inventores de esos trminos
que nos suenan tan comunes an hoy: civilidad, civis
mo, ciudad ! , ciudadano y otros varios afines y con
sonantes. Y como de una ciudad algo te dirn las p
ginas siguientes (eso espero) fue inevitable escribir de
entrada aquello de " . . . ut civium obsequioso consor
tio sint . . . " .
Qu significa? Son el decir textual de un civilista,
si bien hoy en da le llamaran "urbanista" , a quien
en el siglo 1 d . C . se le ocurri formular verbalmente
la supuesta virtud de las ciudades. Te traduzco aque
lla frase: "Que los ciudadanos formen un con-sorcio
amable, o grato . . . (y que la ciudad les provea) no
4 QUE PASO?
Neocolonialismo
y excentricidad
TENGO UNA TESIS cuya mostracin es arena -que no
harina-, de otro costal. Me creeras si te digo que
la lengua cruje cuando algo pasa? Largo sera el in
tento de fundamentar tan sonora afirmacin, mas
debes creerme que la historia y el lenguaje tienen una
vinculacin muscular notable.
" Colonias ! " Te has puesto a pensar en la sutil
significacin del trmino? Guadalaj ara, a partir de
1 950 -quiz poco antes o poco despus, mas es vli
do redondear la fecha-, comienza a devaluar su cen
tro y a fugarse a las colonias; sus habitantes, claro,
pues supongo que entendiste ya que la ciudad es, sus
ciudadanos . O quiso ser. .. S: a las colonias ! y con
toda la preciosidad imprecisa de la expresin.
Antes de la dcada del quebranto, ya se haban
fundado las llamadas colonias " Americana" y
" Francesa" , cuyos nombres propios poca duda de
jan acerca de intenciones nacionalistas? Dmelo t.
De Tolsa hacia arriba, las dos, poblando lo que, to
dava bien entrado el siglo, se conoca como las Ba
rranquitas de Vallarta; de Tolsa, dije, calle que se lla
m as por las huertas que un espaol tena un poco
ms delante de lo que es ahora la avenida de La paz y
no por el ingenioso Tols, escultor y arquitecto que
hizo de las suyas en la capital (destruy no pocos
32 NEOCOLONIALISMO y EXCENTRICIDAD
Central Camionera
UN OlA -era temporada de lluvias, cuando el campo
toma esa fosca tonalidad verde-, hicimos el enton
ces largo viaje hasta el borde de la barranca de los
ciento mil nombres, y que ahora se ha aproximado
tanto a la ciudad. Ya la barranca no est lej os o s?
Vindola, espectacular, magnfica, mi padre me
dij o : " ... mira, en este mismo lugar, hace afios, estu
vimos tu abuelo y yo; tal vez tambin mi padre y tu
bisabuelo estuvieron aqu. Nada ha cambiado; todo
sigue igual. Algn da, cuando vengas ac con tus
hij os , vers que todo ser diferente, todo.. . " Se
equivoc pap en su profesa? Esa enorme garganta
ptrea y milenaria sigue all, si bien es cierto que ya
no corre un ro -Ro Grande del Seor Santiago, le
llamaron los maperos novohispanos en lugar de To
lolotln-, pues se ha convertido en desage de txi
cos; si bien es cierto que la ciudad se asoma ya preca
riamente sobre la ceja y no se desbarranca, slo por
su maravillosa capacidad de equilibrio; si bien es cier
to que la basura amenaza con taparla ha cambiado
algo? La Barranca sigue all . . .
Si cuento y recuento mis vivencias infantiles, no es
tanto por el placer masoco de revivir un pasado irre
mediablemente ido, sino para exhibir de alguna for
ma -vale mi propia y vivencial experiencia?- un
44 CENTRAL CAMIONERA
La gran feria
INAUGURACIN DE LA CENTRAL; inauguracIn ferial.
La primera Central Camionera, -me atrevo a afir
mar que en el pas-, y la " Primera Gran Feria de Ja
lisco" . Fiesta, recogijo (semanas de ello), para re
marcar la benemrita ocasin.
Aquella central, matriz de proyectos similares en
otras tierras y ciudades; aquella feria, madre de todas
las que se sucederan, incluso los actuales bquicos
desmadres octobrinos. Por qu en octubre, las festi
vidades que desbordan la urbanidad? Que lo averi
gen historiadores feriales, ya que nuestro simple in
tento en esta ocasin, es narrar el momento en el que
Guadalajara se instala por partida doble, en esa mo
dernidad siempre tan precisa y fugaz: como innova
dora urbana y como urbe ferial -precursora de las
llamadas ahora "expos"-, tradicin decimonnica
para conferir fuste y talla a las ciudades.
Aquel su nombre, y en la denominacin esplenden
dos calificativos: primera! y de ese tamafio: gran,
gran-de ! , en tiempo, en intenciones, en su mostrativi
dad de productos y espectculos. Sera ella misma la
primera en octubre? Imposible recordar el mes. El
afio? 53 54, y corro el riesgo de equivocarme, por
no ir hasta sus muros llenos de cochambre urbana, a
buscar la consiguiente placa adosada, que con signos
54 LA GRAN FERIA
" Puertales" ,
grandes puertas
TE MOLESTAR QUIZ, que te acose con preguntas,
mas no puedo evitarlas pues presiento que de algo sir
ven, aunque se queden sin respuesta. Cul de todas
las Guadalajaras es tu ciudad? Cul de todas las
fracciones que tiene la ciudad has adoptado como
tuya? De donde seas, o seamos originarios, la ciudad
en que vivimos es nuestra -o t y yo de ella-, en
tanto vivamos all.
Mejor dicho, como ese proceso de adopcin mu
tua no puede darse en abstracto, pues la parte de ciu
dad en la cual se desplaza nuestra rutina es en algo
nuestra, y nosotros, en parte, de ella. Adopcin mu
tua y ms o menos inconsciente.
Rutina inevitable. Un da tras otro, deambular por
los mismos rumbos y excepcionalmente, variar esas
rutas pre-establecidas que se recorren una y otra vez,
uno y otro da, semana y mes. Pareciera que nuestra
condicin humano-urbana as lo exigiera en un pro
ceso modulante en el que la ciudad y nosotros nos
conformamos o moldeamos. Los ciudadanos, pare
ciera que somos tribales -tribus barriales- que
establecemos alianzas tcitas de fronteras y territo
rios, en nuestro ms o menos reducido mbito. De
cuando en cuando, nos atrevemos a salir de esas
fronteras tan bien marcadas, aventurarnos en terre-
62 PUERTALES, GRANDES PUERTAS
Los Adelantados
BONITO TTULO, Y CREME que no me refiero al que
seguro alcanzas a ver un poco arriba; me refiero al
ttulo que daba la corona de Espaa a los que iban
abriendo brecha en tierras incgnitas, durante el pro
ceso de conquista-colonia. "A la espada y al comps,
ms, ms y ms . . . " . Pa'lante, y delante el Adelan
tado.
Pero y los que se adelantan a su tiempo? Grave.
riesgo, dado l o frgil de la frontera entre la geniali
dad y la locura. Ahora no me referir a los Adelanta
dos en la Nueva Galicia, capitanes de armas tomar,
sino a unos individuos que alg de ello tuvieron
-adelantados-, en la era cincuental.
Los socilogos nunca se han abocado a estudiar
(los antroplogos tampoco, porque slo tienen tiem
po para dedicarlo a cosas serias) la funcin indis
pensable que desempefi el bobo del pueblo; y el
bobo del barrio, en el caso de las ciudades en las
que an no se extraviaba la urbanidad y en las que
el humanismo an no daba bandazos naufragantes .
El bobo ! , figura egregia que serva de hazmerrer,
pero que era en cierta forma adoptado por el pueblo
o por el barrio, segn el caso; elemento humano
urbano insustituible al que se le maltrataba afectuo
samente.
70 LOS ADELANTADOS
Radio . . .
MIS PRIMERAS INQUIETUDES cientficas que tuve -en
la infancia- me las plante un radio y no precisa
mente por el odo. Era aquel un aparato de baquelita
que al calentarse, despeda un penetrante olor a for
mol. i Vaya que se calentaban aquellos bulbos, que se
tragaban buenos segundos de programas antes de que
se produjera ruido alguno por la bocina!
Aquel radio me resultaba un verdadero misterio:
por dnde llegaban los sonidos y voces que l pona
en mis orejas infantiles? Claro, mi nivel deductivo
era inversamente proporcional a la magnitud de mi
duda, as que nada de extrafto que me haya ido por
una vertiente tan fcil como peligrosa. Los riesgos
implcitos a la ciencia . . . No me preguntes por qu,
mas el caso es que pens que los sonidos y silencios
llegaban por el cable que una al viej o radio con la
pared, y para demostrar tan precaria hiptesis, inser
t unas tijeras en la clavija -"algo voy a or directa
mente" , me dije-, y as ocurri: o un chisporroteo
que estuvo a punto de sumergirme electrocutado en
la regin del silencio y que puso toda la casa a oscu
ras . Mi encuentro directo con los secretos del medio,
fue estrujante y nadie podr negarlo .
Estrujamientos aparte, mi amor por La Radio fue
a primer odo; y al decir ' LA RADIO' no me refiero
124 ... RADIO...
.
VUELTA -CON EL PRETEXTO aquel de " inculcanda
repetenda" -, vuelta con la afirmacin tan dicha de
que todo tiene su historia. Que se sepa o no, es otro
asunto, mas todo su historia tiene.
Redicho eso, voy a tratar de contarte la sucia his
toria (y al poner eso de " sucia" pude haberlo evitado
por el simple hecho de que la Historia no es algo lim
pio qu va ! ) de una ciudad que descubri a remol
que de la tecnologa el significado de la palabra dese
chable. Espero no quitarte mucho de tu muy poco
desechable tiempo; menos, espero aburrirte.
Y qu me dices de la memoria? Quesqus la ma
dre de la historia, por lo que podramos ensayar una
especie de ecuacin de grado muy primitivo: Buena
memoria = buena historia. Y de esa precaria ecuacin
me cuelgo para formular una advertencia: que enfilo
hacia el asunto con mi pura mala memoria, lo cual
significa que soy un pretenso historiador (siesque . . . )
perezoso, al que no le da la gana ir a las fuentes docu
mentales, en donde todo debe estar registrado con
precisin cronomtrica.
Un accidente que iba a convertirse en tragedia ter
cermundana, dcadas despus, tuvo lugar en una uni
versidad del Reino Unido . No fue en Londres, lo s
140 LA ERA DEL NY-LON
P ante onaria
HACE 20 Aos trabaj en el ms circulante diario
de la localidad (percibes ese ridculo procedimien
to de la prensa nacional-local para decir sin decir
cosas que son obvias?). Y si recuerdo aquella mi ex
periencia periodstica, es para apuntalar la afirma
cin de que all aprend cmo las noticias o retazos de
ellas se convierten en tinta negra; y cmo, sin que
muchos se enteren de ello, hay un tipo de noticias
(cul?) que tienen precio, y muy caro . . .
La afirmacin habr lastimado, supongo, a los
fieles creyentes de la libertad de prensa y para tratar
de reparar el leve dafto ocasionado a ellos, debo pun
tualizar de qu noticias hablo. Cuando alguien falle
ce, la familia debe NOTIFICAR ! a los potenciales
interesados el sentido deceso. Entonces, literalmente,
se compra esp cio noticioso o notificador y entre ms
grande ste, ello se traduce en la vala del difunto.
Cuestiones de mecnica social que yo no invent,
como tampoco estoy inventando ese dato de que las
llamadas esquelas son espacio muy caro en los dia
rios.
Quin sabe por qu extrafta ambicin todos quere
mos ser noticia, y muchos lo logramos slo de esa
forma: cargndole la factura a la familia y en el mo
mento en que ya no se nos puede reclamar absoluta-
154 PANTEONARIA
De hecho las crnicas coloniales hablan del mal olor en las igle
sias, producto de la descomposicin de los cuerpos sepultados
bajo techo eclesistico.
156 PANTEONARIA
Aviones y Aeropuertos
DE QUE VUELAN, vuelan . . . y en este caso, no me estoy
refiriendo a los afios, sino simplemente a los aviones.
Vuelan ! y aun despus de cientimuchas horas de via
jar en ellos, me sorprende ese milagro tecnolgico ,
expresado e n forma tan sencilla: vuelan.
En 1 888, 1 5 de mayo para ms precisin, lleg
Don Porfirio a Guadalajara, en tren, y ms impor
tante que la llegada de Don Porfirio fue lo otro: la
entrada del primer ferrocarril en la ciudad . Eso signi
fica que hace apenas poco ms de cien afios, se dio
ese primer gran paso en un proceso milenario para
sustituir el lomo de bestia (qv) con instrumentos
mecnicos auxiliares de la transportacin. Apenas
comenzando el siglo, do.a Elisa Gmez recibi el
flamante automvil que haba encargado a la ciudad
de los palacios y mendacios (qv). Cundo sobrevol
la ciudad el primer "aeroplano" ? Dmelo t si lo ave
riguas, porque no he tenido forma de hacerlo, mas
pienso fundadamente, que debi haber ocurrido en
tre el 9 1 0 y el 920.
Aquella puebla, sumergida en la incertidumbre de
una revolucin que pareca no tener fin -digo, la
que ola a plvora y no a retrica-, vio aparecer en
su cielo un chirriante aparato que no debi haber cos
tado trabaj o detectar enmedio de la an silente Gua-
166 AVIONES Y AEROPUERTOS