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en la religin yoruba
Leonel Gmez Cspedes
Sociedad Yoruba de Mxico, A. C.
L
os conceptos de vida y muerte para las personas que no comprenden nues-
tra religin, y aun para muchos practicantes de la misma, son confusos y
llenos de lo que un lector casual llamara ambigedades. Sin embargo,
en la mentalidad yoruba cada uno de los procesos de nuestra vida y nuestra muerte
lleva pasos a recorrer, pues el concepto de ambas es equivalente al de hacer un via-
je. De hecho, en nuestra religin todas las consagraciones que recibimos llevan lo
que se denomina un itn, o sea un camino en su traduccin al espaol. Esta sen-
da a seguir que se nos traza nos llevar a la culminacin de nuestras vidas con xi-
tos, prosperidad y sobre todo una larga existencia y una buena muerte. Muchos de
los conceptos yoruba que veremos sern familiares a personas que conozcan algo
de mitologa griega.
Como veremos, la muerte no est excluida y es parte del camino que debemos
recorrer. Cada fase de nuestra muerte es precedida por alguna deidad o entidad
que tiene una funcin en este proceso que nos toca pasar. En esta fase veremos que
pasamos a ser un alma al morir y cmo despus podemos pasar a ser un ancestro
venerado. De hecho, si nuestra vida ha sido muy ejemplar, al morir podemos llegar
a ser un egungun (ancestro venerado) o un orisha familiar o comunitario.
En nuestra religin el concepto se recoge en la frase popular Ik lobi ocha: El
muerto pare al santo. En otras palabras, para ser santo hay que morir. Dicho con
mayor claridad, para llegar a ser un orisha debemos morir. Se trata de un concepto
que los esclavos que trajeron esta religin a Amrica, al ser forzados a adoptar
creencias que no eran suyas, vieron que no era muy diferente del concepto de
canonizacin en la Iglesia catlica. En sta, al igual que en nuestra religin, sus
santos son canonizados y venerados despus de muertos. Aun cuando en Amrica
estas creencias sufrieron modificaciones, sigue muy acorde con las prcticas que
siguen vigentes en Nigeria.
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El concepto de vida y muerte en la religin yoruba
Aqu veremos muchos conceptos, tales como ik, egungun, iwir, orun y tantas cosas
que quiz en un principio sern algo confusas, pero que le dan un gran sentido ms-
tico a nuestra religin. Veremos tambin conceptos como em, ar, eledd y or, y cmo
desempean distintas funciones en nuestro proceso de vida, el cual no est o no se
considera alejado ni separado de nuestro concepto de muerte.
Qu es ocha/if?
nuestro culto, sin contar que otros, como el vud (vodum), partieron y se establecieron
en Hait y Nueva Orlens, Estados Unidos.
De hecho, a Cuba y Brasil llegaron diferentes etnias, y en consecuencia se des-
prendieron diferentes reglas de acuerdo con las mismas. Unas se mantuvieron bas-
tante apegadas a sus ritos originales y otras adoptaron algunas caractersticas, en un
proceso similar a un intercambio de conocimientos. Esta historia es un poco abrupta
y no entraremos en detalle, pero es necesario saber que al concentrarse diferentes
etnias en un espacio tan reducido se crea el fenmeno conocido como transcultura-
cin o aculturacin, donde cada etnia aprende cosas de otra y las toma para s. Por
ello se ver que en la regla ocha/if se encuentran ritos y cultos de etnias como las
arar, que bsicamente son las tribus fon y ew de la regin del Dahomey, as como
egbad, iyesa, oy, benin, mandinga y hasta conga. En otras palabras, tanto Cuba
como Brasil sirvieron de caldero para la fusin de creencias; de all nuestra herencia
cultural de estas religiones africanas.
Sin embargo, una de las influencias que adoptaron las diferentes religiones africa-
nas con rapidez fue la de aquel que las trajo a Amrica: en primera instancia, el cato-
licismo. Lo primero que se debe tomar en cuenta es que en los tiempos de esclavitud
exista tambin uno de los principales y ms crueles mtodos de imposicin religiosa:
la santa Inquisicin. Por consiguiente, no era posible entonces, y menos para un
esclavo, adorar ni celebrarles ritos de manera abierta a sus dioses, ya que los castigos
y torturas a que podan ser sometidos eran peores que el hecho de ser esclavizados.
Ante estas penurias, nuestros ancestros religiosos pusieron manos a la obra, y para
que no se notara a quin adoraban en realidad decidieron colocar delante de los
atributos religiosos de sus deidades la imagen de un santo catlico, argucia con la
que engaaban a aquellos que vigilaban que su evangelizacin se llevara a cabo co-
rrectamente. Ellos comenzaban a rezar en sus dialectos a estos atributos disfrazados,
pues al evangelizador slo le interesaba ver al esclavo arrodillado ante una imagen
catlica, mas no el idioma en que le rezara.
Nuestra historia est llena de oraciones cristianas rezadas por los esclavos. As,
como una argucia extra, si llegaban a ser sorprendidos los encontraban rezando
el Padre Nuestro o el Ave Mara en su lengua yoruba. Con esto el inquisidor o
evangelizador quedaba complacido y dejaba al esclavo en paz, sin saber que estaba
siendo burlado. A esto se le llama sincretismo, que en nuestro caso es la equipa-
racin de santos y deidades catlicas con las africanas, para desde esa plataforma
continuar la adoracin y ritos de la deidad escondida detrs de algn santo
catlico en particular.
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El concepto de vida y muerte en la religin yoruba
Dice el refrn: La mujer del Csar no solo debe ser honesta tambin debe
parecerlo, as que muchos ritos e implementos de la Iglesia catlica se adoptaron
tambin para la adoracin de los orishas, como en realidad se llaman los santos en
lengua yoruba. Muchas religiones se originan en la elite y sus sacerdotes pertene-
cen a las castas ms altas de la sociedad, pero esto no ocurri con nuestra religin
en Amrica, lo cual implic una desventaja. sta es una religin que vino como
esclava, lo que nos hace ver que pocas cosas han tenido un origen ms humilde
que ste. A medida que se fue adoptando la emancipacin en Cuba, muchos de los
negros libertos pasaron a los estratos ms humildes de la sociedad. La necesidad del
sincretismo, aunada a esta situacin, dio como resultado que a la religin yoruba se
le acuara el nombre despectivo de santera, lo cual inmediatamente se sumaba al
racismo de la poca, al catalogarse como cosas de negros. Sin embargo, trascen-
di al racismo y hoy en da la llamamos, con mayor correccin, religin de ocha/
if. El nombre proviene de la palabra ocha, que se escribe correctamente como oosa
y no es ms que el diminutivo de orisa. En muchos textos orisa se refiere a orisa nla,
que no es ms que obatala. Orisa nla se traducira como gran orisha y viene a ser
la representacin de Olodumare (dios para los yorubas) entre las deidades creadas
por el dios de los yorubas. Si nos adentramos un poco ms en la traduccin, vere-
mos que orisa significa cabeza escogida y nla, grande. As, el vocablo orisa nla
quedara como la gran cabeza escogida, o sea el ms grande de los orisa. Antes de
continuar con la explicacin sobre el trmino ocha/if es bueno que profundicemos
un poco ms en estos trminos.
Con base en que orisa significa cabeza escogida, el nombre hace referencia a
ancestros que en vida tuvieron grandes poderes y fueron escogidos como deidades
para ser adorados por los seres humanos o se les consider la descendencia humana
de las deidades para su trabajo terrenal. Aunque ste es el nombre ms comn con
que se conoce a nuestras deidades, el verdadero trmino es irunmole u orunmole, en
referencia a las deidades creadas por Olodumare en el cielo. Por supuesto, el nombre
se refiere a creaciones espirituales; algo as como los primordiales. Estas creaciones
especficas no bajaron en forma humana a la Tierra: todos sus trabajos se consideran
celestiales. Segn nuestras escrituras, las deidades en la Tierra se representan por los
diferentes atributos de la naturaleza, a fin de mantenerse cerca de la humanidad y
ser adoradas por sta.
Por otra parte, al ser habitada la Tierra, hubo humanos a los que por sus grandes
virtudes o poderes se les fue asociando con aquellas deidades creadas por Olodumare
en el cielo. Fue as como se comenz a narrar los trabajos terrenales de los irunmoles.
A estos humanos, considerados la descendencia de los irunmoles, se les conoci como
Orisa, pues literalmente fueron cabezas escogidas para continuar el trabajo de los
irunmoles en la tierra. De ah la palabra orisa y su diminutivo oosa (osha). Esto se com-
prender mejor cuando ms adelante veamos que nosotros, como seres humanos,
podemos pasar a ser orishas.
If es el nombre que recibe el orculo de la religin yoruba, el mismo que se
considera el legado de Olodumare para no perder el contacto directo con la hu-
manidad. Este orculo narra tanto los trabajos celestiales como los terrenales de los
irunmoles. En l se contiene la bajada de toda la existencia a la Tierra, tanto plantas
como insectos, peces, aves y animales de cuatro patas; en fin, todo lo que forma
parte de la naturaleza: hasta los humanos. Por esto se le considera el orculo de la
sabidura, pues est lleno de filosofa de vida.
Este orculo es manejado por Orunmila, deidad de la sabidura, y es representa-
do por sus sacerdotes, los babalawos. Aunque Orunmila tambin es considerado un
irunmole por haber sido creacin de Olodumare, tambin es un orisa (oosa), si bien se
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El concepto de vida y muerte en la religin yoruba
La vida y muerte en nuestra religin nunca estn separados, pues son procesos c-
clicos. Nacemos para tener una vida que nos lleve a un estado de evolucin y mori-
remos. Repetiremos este ciclo hasta que alcancemos un estado tal de elevacin, que
ganemos el derecho de vivir junto a Olodumare y nuestra familia nos adore como a
un ancestro o a un orisha. Este concepto es muy similar a la idea oriental del karma
y el dharma.
Sin embargo, debemos tomar en cuenta que varias deidades toman parte en este
concepto de muerte. Para ello debemos comprender que los yoruba ven las cosas un
poco diferentes. Para nosotros, al igual que en otras religiones, existen dos tipos de
muerte: la muerte fsica y la muerte espiritual, aun cuando esta ltima no existe para
nosotros, ya que nuestra alma es inmortal y est concebida para venir a la Tierra a
evolucionar. Para nosotros, nuestro cuerpo se divide en ori, ar y em. En or podra-
mos decir que se concentran varias cosas, pero para simplificarlo podemos decir que es
nuestra alma, representada por nuestra cabeza, ya que ella escoge en el cielo nuestro
destino en la tierra. Ar es nuestro cuerpo fsico y em lo que se conoce como nuestro
aliento vital, representado como la hija de Olodumare, que ste nos regala para vivir.
Fue Oyeku Meji quien revel como rnml le ense a la humanidad la forma de
protegerse de la muerte prematura. Cuando el hombre fue creado, la Muerte consider a
la nueva criatura como la comida preferida para alimentarse. As, fue la Muerte la nica
divinidad que se alegr de que Dios creara al hombre. Mientras que otras divinidades con-
sideraban al hombre como a un ser inferior creado para servirlas, la Muerte la consideraba
como provisin de alimento.
No obstante, esper a que el hombre se multiplicara y despus de esto se dirigi a ca-
pricho a sus moradas a escogerlos con el fin de utilizarlos como comida. Por carecer de los
medios de defensa propia, sin mencionar la lucha por respuesta, el hombre se resign a la
suerte del ataque incesante por parte de la Muerte. Los hombres no tenan a quin apelar,
ya que la lgica era que as como ellos consideraban a los animales inferiores como comida
para alimentarse, la Muerte consideraba al hombre como carne para comer.
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El concepto de vida y muerte en la religin yoruba
La Muerte (Ik) haba desarrollado el gusto por la carne del hombre, y ya no le im-
portaba si estaban cumplidos o no. Cuando la creacin, Olodumare haba diseado
al hombre para una vida larga y la muerte slo llegara por ellos cuando ellos ya
estaban listos para partir al cielo, pero el gusto de la muerte por la carne del hombre
hizo que l llegara y se llevara en masas tanto adultos como jvenes y nios, y stos
se haban convertido en sus vctimas. Al probar la carne de los jvenes, Ik desarroll
el gusto por la misma y ste es el motivo por el cual no existe una edad proporcional
para que el hombre sea privado de la vida. Para el yoruba la muerte es un acto natu-
ral. Todos tenemos que llegar a ella algn da. Sin embargo, la muerte prematura o
a temprana edad no es tomada de la misma forma que la muerte natural.
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El concepto de vida y muerte en la religin yoruba
Para los yoruba la muerte, la enfermedad y todos los ajogun (espritus malvolos)
son parte de la existencia misma. As como nosotros al caminar aplastamos millones
de insectos, quitndoles la vida sin que sta sea nuestra finalidad, el yoruba conside-
ra que tambin estamos a merced de las fuerzas del mal con que convivivimos. No
consideramos que es implorando perdn como las evitaremos, sino por medio de b
(sacrificios) para ahuyentarlos; por ejemplo, al mostrarnos obedientes con los conse-
jos de las deidades para evitarlos.
Este concepto de morir es un poco complicado para la mentalidad que no est
acostumbrada a un panten tan vasto, y hasta en nuestra tradicin resulta un poco
confuso. Debemos tener presente que el cuerpo para los yoruba est separado de
todo lo que representa la cabeza. Como se observa, Ik es el antidios o ajogun que
se presenta para llevarse nuestro cuerpo, o sea el ar. Sin embargo, ya hemos visto
que no puede matar de manera directa, pues esto le fue prohibido por Olodumare
debido a que se dedicaba a aniquilar a todos, aun cuando su tiempo no estuviese
cumplido an, ya que su comida favorita es la carne humana.
Para llevarse a alguien, Ik debe buscar el concurso de una deidad u otro ajogun
que lo haga por l (Obara Yekun). Tambin tiene un pacto con Orunmila, que no se
puede llevar a sus hijos a menos que ste se lo indique (Ogbe Fun). Cuando los orishas
u otros ajogun han hecho su trabajo, l se encarga de llevarse a la persona para comer,
pero ha de compartir con la Madre Tierra, a quien le quedan los despojos para que
acabe con ellos (Irete Kutn).
Hasta este punto vemos cmo nuestro cuerpo desaparece y el hecho de ente-
rrarnos para los yoruba es enviarnos al cielo, ya que para ellos este concepto se
encuentra debajo de la Tierra, en vista de que todas las deidades, menos Chang,
se adentraron y viven en el interior de la misma. Cuando nos toca morir, Ik se
presenta ante nuestro ngel de la guarda, quien nos entrega con una buena muerte
a Ik para que se haga cargo de nuestro cuerpo. Si hemos sido obedientes, expe-
rimentaremos una muerte apacible y sin sufrimientos. De hecho, Ofun Meyi, el
odu de if, nos dice de qu forma somos llevados para una buena muerte. Es ms:
Ofun Meyi nos muestra que esto pasaba porque Eledd se negaba a abandonar
el cuerpo de la persona y la dejaba en larga agona. ste es el mismo principio de
Tnatos, el dios griego de la buena muerte, de donde se deriva la palabra castellana
eutanasia, prctica que muchas veces realizamos con los animales que tenemos
de mascota, de modo que no sufran.
Sin embargo, si no hemos vivido de esa forma y hemos hecho un desastre de
nuestra vida, las deidades se molestan mucho y se encargan de enviar a la Muerte,
por lo que la persona fallece en forma violenta o dolorosa, con una gran agona.
A una muerte violenta por atropellamiento o a causa de un arma de fuego se le
asocia con Oggn; si es debido al fuego o a un rayo, con Chang; por descargas
elctricas, con Oy; por ahogamiento, con Yemay u Ochn, entre otras. Para
los yoruba este tipo de mala muerte no otorga los mritos para ser adorado ni
venerado. De hecho, muchas de estas malas muertes se asocian con malas artes
utilizadas por enemigos y hasta por el ensaamiento de la deidad de la hechicera,
a la que conocemos como Iyami Osoronga.
Para nosotros todo este proceso puede llega a alcanzar un grado ms de con-
fusin. Se debe recordar que entre nosotros el alma, a la que llamamos iwir, no
muere, debido a que est supuesta a cumplir ciclos de evolucin. De acuerdo con
nuestra tradicin, cuando morimos Babal Ay lleva a iwir al cementerio, donde
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En Nigeria esto es parte de la cultura. A los nueve das de que nace un beb, en
el caso de los nios, y a los siete en el de las nias, la familia llamar al babalawo para
que se haga la ceremonia de nombramiento, que llaman Esentaiye (primera pisada
sobre la Tierra), Isomo Loruko (da en que se determina el nombre del nio) o Ikosedaiye
(Iko es if: el da que if nos gua en la Tierra). En esta ceremonia, que representa una
gran fiesta, los babalawos hacen adivinacin para la criatura y con ello le dicen a los
padres los pormenores de lo que el beb pidi en el cielo, incluyendo su profesin o
si debe o no ser un sacerdote de orisha y en su caso de cul orisha, si debe ser o no un
sacerdote de if, etctera.
De hecho, los babalawos dirn a los padres si se trata de un ancestro reencarnado y
exactamente de cul se trata, para que a ese nio o nia se le enseen todas las cosas
que haca aquel ancestro en particular. El babalawo entonces hace una purificacin con
agua al beb y repite tres veces el nombre por el cual ser llamado. Luego lo toma en
sus brazos de forma tal que los pies del nio toquen el suelo. Los babalawos tambin le
darn un nombre secreto al nio, que los padres no pueden dar a nadie ms.
Como se observa, esto es parte de la cultura de los yoruba y, por consiguiente, no
estn sometidos a los retos que los babalawos afrocubanos debemos pasar. Para la ma-
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yora de nosotros, nuestro nacimiento ha tenido parte en el seno de una familia con
amplias posibilidades de ser catlica. De all nos llevan a la Iglesia y se nos da nuestro
nombre. Nadie se preocupa por el destino ni por el nombre adecuado, tampoco por
el nombre secreto, la profesin ms adecuada ni otra de estas cosas.
Los problemas del babalawo afrocubano radican en el hecho de que las personas, por
lo general, llegan a nosotros con edad suficiente para tomar sus propias decisiones si no
es que ya las han tomado, y ms comnmente cuando los problemas ya los tienen abru-
mados. De hecho llegan a nosotros como ltimo recurso. Es entonces cuando, a medida
que las cosas mejoran, la persona decide que quiere ser practicante de la religin y reci-
be el equivalente afrocubano del Esentaiy, el cual sera en realidad la mano de Orula1
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La ceremonia de la mano de Orula se celebra durante tres das, en los que se recibe a los primeros
santos (orishas) a los que llamamos santos guerreros (ajagun), que son Eleggu, Oggn, Ochosi y Ozun,
encargados de cuidarnos, a las personas y nuestras casas. Adems se recibe a Orunmila y un signo de if
que dir todo lo concerniente a la persona.
(Awofakan entre los hombres e Ikof entre las mujeres), que es como sabemos qu se
pidi en el cielo (Orun) antes de venir a la Tierra.
Si en todo caso es un nio o nia al que damos su mano de Orula no hay mayores
problemas, ya que muchas cosas pueden ser corregidas a tiempo (excepto el nombre)
porque al infante le falta mucho estudio para conocer su profesin y otras cosas con-
cernientes a su destino, de modo que se le puede orientar y guiar para que lo cumpla.
Esto es posible hasta con un adolescente. Sin embargo, si se trata de una persona adulta,
muchas veces sta se enterar muy tarde de cules eran sus deseos celestiales, y estar
tan alejada de su destino que hacrselo cumplir representar una tarea titnica. Muchas
veces el destino de la persona se encuentra tan destruido que apenas logramos que
tenga una vida lo ms confortable posible.
Aun cuando vemos que muchos signos (odu) de if establecen que Orunmila no
cree en imposibles, esto no debe ser malinterpretado de modo que se crea que de ma-
nera milagrosa har que la persona se alinee y cumpla con su destino, pues tambin
muchos otros odus nos indican o permiten inferir que la persona est tan alejada, que
lo nico que podemos hacer por ella es darle una vida ms estable, siempre y cuando
se mantenga consultando todo con los orishas o con Orunmila, o bien que haya per-
sonas muy cercanas que la aconsejen y guen, pues no tiene buena cabeza, etc. De
hecho, hay odus que le dicen a la persona que debe conformarse con lo que posea.
Los religiosos debemos estar conscientes de nuestras limitaciones y no debemos
comportarnos como fanticos. Sobre todo, siempre debemos ser objetivos en trmi-
nos de ver si podemos o no reparar el destino de una persona, o si simplemente es po-
sible darle paliativos a su estado, a fin de que lleve una vida lo ms holgada posible de
acuerdo con su condicin y no por su dinero. No se trata del engao ni de creernos
semidioses como se lograr que una persona cumpla o corrija su destino. Orunmila
no cree en imposibles, pero nosotros somos babalawos, no el propio Orunmila.
Ahora que se comprenden mejor los conceptos de nacimiento y lo que conlleva,
nos damos cuenta de que entre ms edad tenga la persona sin saber que pidi en el
cielo, ms posibilidades tendr de alejarse de su destino y hacer que su vida y pros-
peridad se le vayan de las manos, para tan slo vivir de paliativos. Muchas veces se
ver que las personas se quejan de que no se les resuelven los problemas y abandonan
la religin, sin darse cuenta de que es muy difcil reparar lo que ellos mismos deshi-
cieron. Claro que no lo deshicieron a propsito, aunque muchas veces observamos
instintos autodestructivos. Es por ello que el babalawo debe ser claro y honesto.
As como el babalawo debe estar consciente de sus limitaciones, el nefito tambin.
No se puede esperar a que un religioso arregle la vida de una persona con una varita
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Ose Meji
El eegun familiar
Introduccin
If dice, la persona a la que le sale Ose Meji tiene que venerar a egungun (los ancestros). If
dice que hay un eegun en la familia al que hay que venerar, que esta persona tiene proble-
mas, que el problema es la causa de no venerar a egungun de la familia. If dice que tiene
que venerar a ese eegun para que las cosas se calmen, as dice if en Ose Meji.
Al venerar a ese eegun va a haber felicidad en la familia y ese egungun tiene que salir, hay
que vestirlo y sacarlo a bailar.
Ese ifa
O ni kulu kulu se
Ojo ti baluwe se ww
A difa fun Eegun
Ti ntorun bo wale aiye
b nwon ni o se
Kulu kulu se
Ojo ti baluwe se ww
A difa falagba
ti ntode Orn bo wale aiye
Nje kulukulu se o
Ojo ti baluwe se ww
Kulukulu se
alagba
Coro:
Alagbanlagb
Babalawo: Algba
Coro:
Alagbanlagb
Babalawo: Algb
Coro:
Alagbanlagb
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Traduccin
Canto
npe Kulukulu se
Ojo ti baluwe se ww
Kulukulu se
Coro:
Ojo ti baluwe se ww
Babalawo: Alagbar
Coro:
Lagbanlagba
Babalawo: Alagbar
Coro:
Alagbanlgb
Babalawo: Alagbar
Coro:
Alagbanlgb
Babalawo: Sekete mo tiri
Mo ti nsawo
Coro:
Sekete mo tiri
Mo ti nsawo
Babalawo: Eji nlokun
Coro:
O dile Oloti
Babalawo: E ji nlokun
Coro:
O dile oloti
Babalawo: Kulukulu se
Ojo ti balowe se ww.
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Traduccin
Con esto sali egungun a bailar, eegun comenz a bailar por toda la ciudad y luego regreso al
Ile. Antes de llegar a su casa comenz a llover fuerte, con la lluvia la gente se sinti cmoda,
la tierra refresc y dijeron: Ah, entonces era el abandono de egungun por lo que estbamos
sufriendo. Las cosas comenzaron a regresar a la normalidad, la tierra se refresc y comen-
z a haber todo lo que estaba escaseando antes.
Ellos comenzaron a festejar, dndole gracias a sus babalawos, sus babalawos a if e if a
Olodumare.
Para algunas personas el culto a los antepasados parecera una burda supersticin,
pero no es as. La verdad del asunto es que los yoruba, al igual que otros grupos t-
nicos africanos, lo utilizan como un modo de protestar contra la muerte. Este culto
responde al rechazo humano de reconocer que con la muerte termina todo; el deseo
de sobrevivir responde a algo arraigado en la naturaleza humana.
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Los abik son seres que nacen para luego morir, por lo general en momentos cruciales del nio o la
persona. Cuando, por ejemplo, una mujer da a luz y se mueren sus hijos a temprana edad, se dice
que est asediada por los abik. Estos seres hacen promesas a sus compaeros del cielo, que vendrn
a la Tierra pero regresarn a las alturas en un tiempo determinado, y los cuales dicen a sus compa-
eros que lo harn cuando el nio se grade de la escuela, cuando comience a caminar o incluso el
da de su boda. Hay que tomar en cuenta que tanto menores como personas adultas pueden ser abik.
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entonces se sacrificaba un carnero y ste era rociado con manteca de corojo. Luego
el cuerpo del animal era llevado a las afueras del pueblo y depositado en un cruce de
caminos, para que los espritus malignos se dispersaran en tantas direcciones como ca-
minos tuviese el cruce. Por ello es que hoy en da sacrificamos carnera o carnero.
Como decamos, para preparar a iwir para el viaje, el babalawo alista el omiero de
purificacin y se remoja una hoja de palma de ikines con la que salpica el cuerpo, la
casa y a los asistentes al funeral, a la vez que se invoca y solicita al iwir de la persona
que abandone la casa tan pronto se terminen los ritos funerarios, desendole un
buen viaje. Luego de estos preliminares el cuerpo es lavado con hierbas y se le viste
con sus mejores ropas. En el caso de un consagrado afrocubano, ser enterrado con
la ropa que us en su iniciacin. Cuando ya se han cumplido todos los requisitos, se
procede con lo que conocemos como rompimiento del plato, el cual tiene su porqu,
pero hay que comprenderlo para conocer los motivos de llevarlo a cabo en un itutu.
Cuando alguien muere y se han hecho los preliminares, se supone que el iwir de la
persona ronda la casa, por lo que se comienza a destruir lo que le perteneca a fin de
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indicarle que debe partir, pues ya no hay nada de su propiedad. Al iwir se le llama y se
le invita a proseguir su camino para que no se quede vagando en el mundo de los vivos.
Despus se da un gallo, al que se le llama Adire Iranna, que no slo es el que compra el
derecho de va del difunto, sino que lo gua en su camino a rn. Las plumas de este ga-
llo se esparcen alrededor de la casa y es llevado al camino del bosque, para ser cocinado
y comido en ese lugar. El propsito es que el gallo que lo gue, haga su trabajo y lo lleve
sano y salvo a su destino. En la tradicin afrocubana es Oy quien lleva el alma a Orun.
El rompimiento de las cazuelas de barro (romper el plato) es el acto simb-
lico de indicar que algo se ha roto ms all de poder ser reparado, para indicarle
a iwir que ya no posee nada en este mundo. El objetivo del simbolismo es indicar a
nuestra alma, por medio del sonido, que debe apresurarse y ponerse en camino
a rn (el cielo) para ser juzgado por Olodumare, porque de lo contrario la senda se
puede cerrar y existe el riesgo de que los espritus malignos lo secuestren y lleven a rn-
Apadi (anlogo al infierno), o que se quede vagando solo por el mundo, como un alma
en pena y fugitiva de estos seres, que adems no cumple con sus deberes de ancestro.
Entre los yoruba es una gran desgracia para la familia si no son capaces de realizar
las ceremonias fnebres para sus seres queridos, una nocin que, como se observa, es
comprensible cuando se nota que el bienestar de iwir depende de que esto se haga en
forma adecuada. En nuestra tradicin afrocubana, si no se hacen las honras fnebres
se llega al punto de la abominacin. Cuando una persona muere fuera por cualquier
razn, la familia invierte grandes esfuerzos para celebrar las honras, como por lo
comn llamamos a estos ritos. Con este propsito los yoruba buscan cabello o uas
del difunto, pero si no pueden ser obtenidos, la ropa usada por l es suficiente. A estos
restos materiales se les llama eta, palabra que indica que fueron trados de otra parte y
por medio de esta conexin. Tales reliquias que recuerdan al difunto estn supuestas
a llevar su alma al lugar donde las ceremonias fnebres se realizarn.
Finalmente, entre ms msica y baile haya en los funerales, ms aumentarn las
probabilidades de iwir de alcanzar el xito en la otra vida. La magnitud de los funerales
de cada persona depende de su estatus social. De los hombres se espera que ahorren
dinero que asegure un funeral elaborado de manera apropiada. Las mujeres, nios y
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sentido que se le da en Nigeria. Ya hemos dicho que los nigerianos tienen la creencia de
que se reencarna en el seno familiar, mientras que para los afrocubanos esto ocurre en
cualquier otra parte, no necesariamente es el seno familiar. A decir verdad, esto no se
hace y quedamos en el olvido, limitados al hecho de ser mencionados como ancestros
de nuestro linaje, y a diferencia de Nigeria no se corrobora que se haya reencarnado
en el seno familiar, en el de sangre ni en el extendido. Los yorubas preguntan si el nio
nacido es algn familiar reencarnado. Nosotros no lo preguntamos. El punto es que la
vida despus de la muerte depender de nuestra conducta aqu, en la Tierra, e incluso
del tipo de muerte que tuvimos. Para esto se debe comprender entonces el concepto de
rn y sus distintos niveles, pues de acuerdo con nuestro comportamiento iremos a
uno de ellos, lo cual es comparable con los premios y castigos de otras religiones.
En la religin de ocha/if rn se refiere a los diferentes cielos del mundo invisi-
ble, que pueden tener entre siete y nueve niveles diferentes, de acuerdo con la regin
nigeriana de la cual estemos hablando. El ms usual es un rn con siete dimensio-
nes, pero en realidad muchos de stos quedan debajo de la Tierra, que es donde se
dice que viven los orishas y los ancestros. Para apreciar mejor la analoga, podemos
decir que los cristianos cuentan con tres niveles: cielo, purgatorio e infierno.
Si en general se toma en cuenta que se tuvo una buena conducta, el alma ir a
rn-Rr, la cual es la dimensin donde van las almas buenas cuando regresan de
la Tierra, o sea el cielo bueno. A rn-Rr tambin se refieren como el cielo de la
felicidad (rn Alafia) o el cielo de las brisas (rn Afefe). All el alma se queda por
una generacin antes de nacer nuevamente. Como ya se dijo, segn los yoruba por lo
general se vuelve a nacer en la misma familia.
Por otro lado, si se ha evolucionado muy bien y la persona es adorada por la familia,
que le pide proteccin y gua, entonces pasar a otro nivel, llamado de rn, que
es el reino invisible total y constituye la casa de los antepasados (egungun) y los inmortales
(rs), los cuales nos aconsejan a todos nosotros. All se puede quedar tanto como desee
y luego reencarnar. Claro que si ha existido excelencia en la vida de la persona, tambin
puede ir al Aldndn rn, o sea el reino de los antepasados, la fuente del destino
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El concepto de vida y muerte en la religin yoruba
personal, el cual no se debe confundir. En esta dimensin es donde el alma puede estar
si cumpli con su destino o ayanmo y, como todo vuelve a su estado primigenio, se gana el
derecho de habitarlo por haber cumplido a cabalidad ese destino. En este nivel tambin
es susceptible de ser adorado por su familia como un ancestro venerado.
Si no slo ha existido excelencia y ha cumplido su destino, sino que adems se ha
alineado espiritualmente, el alma se dirigir a Ikole rn, el reino invisible de influencia
espiritual y fuente primigenia de la creacin, lo cual significa que consum exitosamen-
te la unin con Ipnri (el doble espiritual). Se dice que es el Il If celestial, que all vivir
junto con Olodumare y ser adorado como un orisha dentro del seno familiar.
Sin embargo, si el alma decide que quiere regresar a la Tierra, entonces debe ir
a otro nivel, que en este caso se llama sl rn o reino del retiro. All es donde
las almas descansan y reciben un nuevo cuerpo, con la oportunidad de escoger su
propio destino, incluyendo su personalidad, ocupacin, suerte y un da fijo para
regresar al cielo. Es de este nivel de donde todos hacemos nuestro viaje del cielo a
la Tierra para reencarnar.
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El concepto de vida y muerte en la religin yoruba
este modo concluimos que ninguna de las religiones llegadas a la isla de Cuba tena co-
mo cono a la deidad de la Muerte para su adoracin: contrario a eso, la Muerte es vista
en todos los casos como el enemigo de la descendencia creada por Olodumare (Dios).
Bibliografa
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