Juristas Novohispanos

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LOS IMPRESOS NOVOHISPANOS EN LAS

BIBLIOGRAFAS DEL DERECHO MEXICANO
Alejandro Mayagoitia
Sumario: I. Preliminar; II. La protohistoria de la bibliografa jurdica

novohispana; III. El siglo XIX; IV. El siglo XX; V. Conclusiones.
I. PRELIMINAR
La bibliografa, adems de su conocida categorizacin como la dis

ciplina que estudia los libros impresos o manuscritos como objetos
materiales es, segn Sir Walter Greg, la ciencia de la transmisin de
documentos literarios. As, este insigne investigador incluye en ella a
la genealoga y relaciones de textos variantes y a la evolucin de textos
particulares durante los procesos de su produccin y reproduccin 1. De
este modo no debe causarnos extraeza que, mientras la palabra escrita
siga siendo el vehculo transmisor y el medio creador de ideas que ha
sido durante los ltimos cinco o seis milenios, la historia de la cultura
en Occidente, en buena medida, ser una especie de historia de la bi-
bliografa. Por tanto, creemos que queda claro que gran parte del trabajo
historiogrfico es, precisamente, bibliogrfico. Antes de terminar esta
nota preliminar, recordemos que para alguno la historia de una disciplina
como el derecho es la de sus textos 2.
1
To students of literature and history, bibliography means primarily the study of books as materi
al objects. To this Sir Walter Greg appended a further definition, calling bibliography the science
of the transmission of literary documents; and by transmission he meant not only the genealogy
and relationship of variant texts, but also the evolution of particular texts in the processes of their
production and reproduction. (En Gaskell, Phillip, A new introduction to bibliography. Nueva
York Oxford, Oxford University Press. 1972; p.1).
2
En este sentido Gibert, Rafael, La historia del derecho como historia de los libros jurdicos. En
I Seminario de historia del derecho privado. Nuevas tcnicas de Investigacin. Universidad
Autnoma de Bellaterra, Barcelona. 1985; pp.6192.
137
DR 1993. Facultad de Derecho
Universidad Panamericana
Los impresos Novohispanos en
las bibliografas del Derecho Mexicano
II. LA PROTOHISTORIA DE LA BIBLIOGRAFA

JURDICA NOVEHISPANA
Los hechos que llevaron a que el ilustre Juan Jos de Eguiara y Eguren
escribiera su Biblioteca Mexicana, son bien conocidos para tener que
repetirlos aqu. Slo queremos destacar que este primer sazonado fruto
de nuestra tradicin bibliogrfica, naci de la santa ira que le sobrevino
al ilustre clrigo cuando conoci la injusticia con que los criollos fuimos
tratados por el dean alicantino, D. Manuel Mart, en su Epistolarium libri
duodecim (Madrid, 1735). Por si el trabajo de reunir las vidas y obras de
los ingenios novohispanos en la Bibliotheca no hubiese sido suficiente, a
l se sum la labor del jesuita Vicente Lpez, llamada Dilogo de abril
acerca de la Biblioteca del Dr. Juan Jos Eguiara y Eguren y del talento
de los mexicanos (Mxico, 1755). En ella el P. Lpez hizo exclamar a
uno de los interlocutores: ...para alimentar los ingenios, entre las diver
sas zonas del mundo, ninguna es ms apta que el cielo mexicano; de
modo que quienes en gran manera conocen y contemplan aquella vieja
Atenas y la ciudad de Mxico, las hacen iguales o muy semejantes por
la benignidad del aire y el cielo, por los cuales generalmente los ingenios
permanecen en su agudeza, penetracin y magnitud. A esta clemencia
del cielo y la naturaleza indulgente se aade la ndole de los mexicanos,
apta, dcil y modulada para todas las ciencias y letras, el cultivo con
disciplina, desde de las tiernas uitas, de las buenas artes, de las ms
sublimes facultades, y, bajo maestros doctsimos en cada ciencia, la libre
educacin y la activa instruccin 3.
3
Lpez, Vicente, Dilogo de abril. Mxico, Instituto de Investigaciones FilolgicasUNAM.
1987; p.16 (la traduccin es de Silvia Vargas Alquicira; tambin tuvimos a la vista la del P.
Federico Escobedo, impresa en Teziutln, Puebla, en 1928). Acerca de Eguiara puede consultarse
el estudio de Agustn Millares Carlo, en Eguiara y Eguren, Juan Jos de, Prlogos a la Biblioteca
Mexicana. Mxico, FCE, bajo el ttulo Don Juan Jos de Eguiara y Eguren (1695-1763) y su
Bibliotheca Mexicana; esta ltima versin tambin puede verse en Millares Carlo, Agustn,
Cuatro estudios bio-bibliogrficos mexicanos. Mxico, FCE. 1986). Vanse tambin Castro
Morales, Efran, Las primeras bibliografas regionales hispanoamericanas. Eguiara y sus
corresponsales. Puebla, Pue., Ediciones Altiplano. 1961, y el esplndido trabajo introductorio de
Ernesto de la Torre Villar que se encuentra al frente del volumen I de la edicin de la Bibliotheca
Mexicana de la UNAM (Mxico, 1986).
138
Alejandro Mayagoitia Stone
Eguiara muri en 1763 sin poder concluir su trabajo. Fue el cannigo

poblano, Jos Mariano Beristin de Souza (1756 1817), quien tom
sobre su espalda la tarea de continuar la Bibliotheca; pero si aqul haba
emprendido tan fatigoso empleo por amor a su patria novohispana, ste
lo hizo por la hispana. Con todo, nos leg un gran monumento, suficiente
para hacernos olvidar sus aficiones absolutistas y borbnicas 4.
Ni Eguiara ni Beristin clasificaron los impresos y manuscritos inclui

dos en sus obras: tanto stas como las de Len Pinelo primer bibligrafo
de Amrica y Nicols Antonio padre de la bibliografa espaola no
buscaron distinguir las especies existentes entre los muchos frutos recogi
dos en sus pginas.
El primer trabajo destinado a tratar en forma exclusiva la bibliografa

jurdica hispnica fue el de Juan Lucas Corts, llamado Sacra Themidis
Hispanica Arcana (Hannover, 1703) 5. Circul bajo el nombre de
Gerardo Ernesto Franckenau, quien la haba plagiado. Rene muchas
e interesantes fichas, importantsimas para el conocimiento del derecho
espaol antiguo, pero muy pocas para el del indiano y casi ninguna para
el del novohispano.
III. EL SIGLO XIX
Los trabajos bibliogrficos en Mxico, en trminos generales, se inte-

rrumpieron hasta la segunda mitad del siglo XIX. Desde entonces se fue
desarrollando un inters cada vez mayor por la compilacin y luego el
estudio detallado de los impresos producidos por las prensas virreinales
4
Sobre los motivos de Beristin, vase el estudio de Ernesto de la Torre Villar citado en la
nota anterior (pp.CCXCVIICCCXI). Consltese tambin a Millares Carlo, Agustn, Don
Jos Mariano Beristin de Souza (1756-1817). MadridBarcelona, Instituto Enrique
FlrezConsejo Superior de Investigaciones Cientficas. 1973; en la llamada de la p.3 hay
una extensa bibliografa sobre Beristin (este trabajo tambin aparece en los Cuatro estudios
bio-bibliogrficos mexicanos, mencionados en la nota 3).
5
Usamos la segunda edicin (Imprenta de Sancha, Madrid, 1780) que es del todo preferible a la
primera, ya que cuenta con el erudito discurso de Mayans sobre la verdadera personalidad del
autor y unas interesantes notas de Francisco Cerda y Rico.
139
Mxico, Puebla, Guadalajara, Veracruz, Mrida y Oaxaca. Hoy, los

trabajos de investigadores de la talla de Garca Icazbalceta, del chileno
Jos Toribio Medina y otros, ya forman una verdadera biblioteca del todo
imprescindible para el estudio de cualquier aspecto de nuestro pasado
colonial 6.
Es indudable que el inters de estos bibligrafos por la historia del

libro y la literatura coloniales era tal que les permiti poder olvidar las
diatribas, en su poca comunes, contra la dominacin espaola, y superar
los prejuicios ideolgicos y de partido. Lamentablemente, no podemos
afirmar lo mismo sobre los juristas que abordaron la bibliografa jurdica
durante los ltimos decenios del siglo pasado y primeros del presente. Es
importante sealar que los muchos defectos de estos autores se deben,
en buena medida, al simple hecho de que no eran bibligrafos o a que su
inters principal no era la bibliografa. Sin embargo, los dichos defectos
6
Slo algunos de los ejemplos ms destacados: Garca Icazbalceta, Joaqun, Bibliografa Mexicana
del siglo XVI. Andrade y Morales. Mxico, 1886 (reeditado por Agustn Millares Carlo en el
Fondo de Cultura Econmica en 1954 y 1981). Andrade, Vicente de P. Ensayo bibliogrfico
mexicano del siglo XVII. Mxico, Imprenta del Museo Nacional.1899 (sta es la segunda edicin
y la mejor, ya que la primera, publicada en l894 por el Boletn de la Sociedad Antonio Alzate,
no comprende todas las fichas que se recogen aqu; existe una reproduccin facsimilar de Jess
Medina impresa en Mxico en 1971). Len, Nicols: Bibliografa Mexicana del siglo XVIII.
Mxico, Imprenta de Francisco Daz de Len. 190208 (ocupa siete tomos, todos publicados
por el Boletn del Instituto Bibliogrfico Mexicano, de los cuales el ltimo correspondiente a
la seccin primera de la sexta parte, es bastante raro; el Dr. Roberto Valles realiz un ndice de
Annimos que public el biblifilo Vargas Rea en 1946). Medina, Jos Toribio: La Imprenta
en Mxico (153-1821). Santiago de Chile, en la Casa del Autor. 1912 (los ocho tomos tienen dos
Ediciones facsimilares: la primera reducida, hecha por Israel en msterdam en 1965, y la segunda
por la UNAM en 1989). La citaremos slo como I.M. Medina, Jos Toribio, La Imprenta en
Puebla de los ngeles (1640-1821). Santiago de Chile, Imprenta Cervantes.1908 (existe una
edicin facsimilar de tamao reducido hecha en msterdam por N. Israel en 1964, es de notar
que el ilustre polgrafo chileno dej trabajos sobre las imprentas en Veracruz, Mrida, Oaxaca y
Guadalajara que han sido varias veces reimpresas. Las imprentas en Mxico y Puebla han sido
adicionadas, la primera por Enrique Wagner, Francisco Gonzlez de Cossio y Amaya Garritz y
la segunda por Felipe Teixidor. Medina, Jos Toribio. Bibliotheca HispanoAmericana (1493-
1810). Santiago de Chile, Impreso en Casa del Autor.18981907 (los siete tomos tienen una redicin
facsimilar de N. Israel hecha en msterdam en 1968). Recientemente se reimprimi la obra clsica
de Beristin (Biblioteca HispanoAmericana Septentrional. Mxico, Instituto de Estudios y
Documentos Histricos, A C. Claustro de Sor JuanaUNAM. 1980; afortunadamente se trata de un
facsmil de la primera edicin que ha permitido abandonar la consulta de la segunda realizada por
el benemrito Fortino Hiplito Vera en 1883, y que contiene innmeras erratas; la citaremos como
BIBHAS). La Biblioteca de Eguiara tambin se est reimprimiendo (vase la nota 3).
140
son, en el caso de alguno, del todo inexcusables. Un anlisis somero de

la literatura bibliogrfica e histrica sobre el derecho mexicano nos per
mitir precisar sus alcances y limitaciones.
Uno de los trabajos sobre historia del derecho en Mxico que mejor
suerte tuvo durante las ltimas dcadas de la pasada centuria y primera
de la presente es la obra llamada Gnesis del derecho mexicano de
Manuel Ortiz de Montellano (Mxico, 1876, 1899 y 1906) 7. Se trata de
un estudio dedicado al pasado espaol y novohispano y que, en trmi
nos generales, sell la historiografa jurdica posterior. En l se perciben
las dos notas fundamentales que, a nuestro juicio, caracterizaron a los
escritos de tipo histrico jurdico de su tiempo: un fuerte tono liberal que
empap al texto y determin sus resultados, y un inters exclusivamente
legalista. Respecto a lo primero, no podemos resistir la tentacin de
transcribir el siguiente pasaje: Pero es necesario, con el justo criterio
histrico, no juzgar ni al misionero, ni a los soberanos de Espaa, ni al
pueblo que vino a colonizar el Nuevo Mundo, como si esa predicacin
y esa conquista tuviesen lugar en nuestros tiempos. La Espaa mand
a las Amricas todos los elementos de civilizacin que ella tena en el
siglo XVI, y si secuestr sus Colonias del movimiento regenerado que
conmova a Europa; si las segreg del resto del mundo, quedando as el
Nuevo, como el patrimonio de un pueblo y de sus reyes; si fue propsito
de stos que sus colonias permanecieran estacionarias, en la marcha
progresiva de la Europa; si de la raza vencida form, a ttulo de protec
cin humanitaria, una casta de hombres reducidos por el privilegio de
minoridad a no tener personalidad social, ni propiedad individual, ni
aspiraciones, ni esperanzas: esos ttulos de acusacin, en la gran residen
cia de los pueblos y de los reyes ante la historia, no pueden con justicia
recaer ni contra el pueblo, ni contra los reyes que iniciaron la fundacin
de estas colonias. En buena hora que se anatemice el derecho de la con
quista, sancionado por el sucesor de San Pedro, en uso de las facultades
7
Ortiz de Montellano, Manuel M. Gnesis del derecho mexicano. Historia de la legislacin espa-
ola en sus colonias americanas y especialmente en Mxico. Tipografa de T. Gonzlez, Mxico,
Sucs. 1899; tambin publicado al frente del malogrado Diccionario de derecho y administracin
(Mxico, 1876), y en la Revista de Legislacin y Jurisprudencia: 31. Mxico, 1906; pp.539606.
141
que le deleg Jesucristo; en hora buena, que despojando de la careta y

del coturno heroico a los soldados conquistadores, se arroje a su memoria
el piteto [sic] de brbaros y malvados, usado por el poeta laureado
de la libertad espaola: todo ello, si importa un cargo al tiempo y a los
elementos de la civilizacin de Espaa, no lo es a un pueblo que no pudo
dar ms de lo que tena l: tirana teocrtica y poltica como elementos
de mando; algunos preceptos humanitarios, como elemento especulativo
de gobierno, pocas veces puestos en prctica: inmovilidad absoluta en el
orden intelectual y moral 8. En cuanto a la visin de Ortiz de Montellano
de la historia del derecho como una de normas, traeremos a colacin
una frase que, de primer golpe, sorprende por su audacia y extraa ter
minologa: Los derechos romano y cannico, cuyo estudio histrico y
sinttico es, en nuestro concepto, de todo punto indispensable al juriscon
sulto, no son de necesidad absoluta para el jurisperito 9. Queda claro que
un trabajo histrico concebido en trminos como los antedichos, poco o
ninguno inters mostrara por los libros de ciencia jurdica.
El siguiente monumento de la bibliografa jurdica mexicana es el dis

curso pronunciado por Prisciliano Daz Gonzlez en la inauguracin de
la Academia de Jurisprudencia y Legislacin de Mxico, en el que, antes
de recordar los nombres de algunos juristas ilustres, dirigi las siguientes
palabras a su auditorio:
No temis que me remonte a los tiempos de la Colonia, porque si bien es cierto

que la Madre Patria imparti a la nueva [sic] Espaa toda la civilizacin que
posea, y fund los Colegios de Infantes, de San Juan de Letrn, de San Pablo,
de Tlatelulco [sic], San Idelfonso, San Ramn, el Seminario y el de Santos o
Mayor, tambin es cierto que en la Nueva Espaa, lo mismo que en la antigua,
la abogaca si bien engalanada con prerrogativas legales, no era por su propio
esfuerzo un elemento importante, hasta el da de la conquista del sistema consti
tucional, en la que entr por mucho el influjo de los abogados 10.
8
Pp.2223, las negritas corresponden a cursivas en el autor.
9
P.4.
10
Daz Gonzlez, Prisciliano M. Discurso pronunciado por el Sr. Lic. D, en la inauguracin de
la Academia de Jurisprudencia y Legislacin correspondiente a la de Madrid, en Revista de
Legislacin y Jurisprudencia: 3. Mxico, 1890; la cita es de la p.187.
142
A pesar de lo anterior, Daz Gonzlez trajo a la memoria a dos juristas

virreinales: Pedro de la Barreda y Antonio Lpez Portillo. No sabemos
qu motiv la eleccin de stos especialmente si tomamos en cuenta que
Don Prisciliano no poda creer que fueran ms importantes o de mayor
notabilidad que Gamboa o Belea; pero, desde luego, no fue el que
nuestro autor conociera algo ms sobre Barreda y Lpez Portillo de lo
consignado por el P. Beristin 11. Enseguida recuerda a juristas que par
ticiparon en las Cortes de Cdiz y en el movimiento de Independencia:
Ramos Arizpe, Molinos del Campo, Francisco y Jos Mara Fagoaga,
Primo de Verdad, Azcarate, Ignacio Lpez Rayn, Carlos Mara de
Bustamante, Isidro Yez, Juan Espinosa de los Monteros, Juan Bautista
Raz y Guzmn, Antonio de Gama y Jos Mara Juregui. Nuestro autor
concluye con Jos Mara Aguirre muerto en 1851.
Poco despus de la impresin del discurso de Daz Gonzlez, se pub

lic la Memoria para la Bibliografa Jurdica Mexicana, escrita por el
Lic. Manuel Cruzado. Esta obra fue la primicia de una mayor publicada
en 1905 12. En ambas, la Introduccin contiene algunas ideas a nuestro
propsito. Segn Cruzado, durante la primera poca de la imprenta mexi
cana Consagrados los editores a la propaganda de varias obras, en su
mayor parte msticas, la literatura jurdica hubo de resentirse de la falta
de actividad inherente a un perodo en que el progreso de la ciencia se
encontraba radicado en el seno de algunos de nuestros principales centros
cientficos 13. Luego menciona a Nicols del Puerto, Jos Bermdez de
Rivera, Francisco Solchaga, Nicols Segura, Antonio Lpez de Matoso y
11
De las biografas de Barreda (BIBHAS: p.352) y Lpez Portillo (II p.493497) no se desprende
que hayan sido juristas de gran nota; ciertamente, el segundo realiz actos acadmicos muy
impresionantes, tuvo una sealada carrera dentro del clero y fue un notable humanista. Sobre
Lpez Portillo puede verse: Maneiro, Juan Luis. Vida de algunos mexicanos ilustres. Mxico,
Instituto de Investigaciones FilolgicasUNAM. 1988; t.I, p.593 (se trata de una traduccin del
latn por Alberto Valenzuela de la edicin de Bolonia de 17911792).
12
Cruzado, Manuel. Memoria para la bibliografa jurdica mexicana. Mxico, Antigua Imprenta
de L. Murgua.1894. Cruzado, Manuel. Bibliografa jurdica mexicana. Tipografa de la
Oficina Impresora de Estampillas. Mxico, 1905; se trata de la segunda edicin, la primera se
imprimi en 1904 y debe ser rarsima.
13
P.10 en la Memoria y pp.12 de la Bibliografa.
143
a Manuel Lardizbal y Uribe 14 y enseguida remata al perodo novohis

pano con la siguiente frase: Asociados nuestros recuerdos a la memoria
de tan ilustres campeones del saber Puerto, Bernrdez, etctera, respe
taremos los esfuerzos que impendieron [sic] en pro de las letras, porque
sus laboriosas investigaciones fueron tenidas siempre en alta estima. No
podemos menos congratularnos al evocar una tradicin que comienza
legarnos la historia, sin que a ello obste la incompatibilidad del carcter
de las obras antiguas, en el que la filosofa moderna ha impreso a la
ciencia, porque si nuestros antecesores instituyeron la divulgacin de las
ideas, incumbe a la generacin presente depurarlas al calor de las nue
vamente establecidas 15. Este pasaje es engaoso. Podramos creer en el
respeto de Cruzado o en su congratulacin en el pasado jurdico nacional
si no fuera porque en la Memoria de 1894 slo incluy diez piezas novo
hispanas, ocho de las cuales tom de Beristin; y ello en un Apndice
llamado Relacin cronolgica de las principales obras jurdicas, dadas
a luz por autores mexicanos tanto en los siglos anteriores como en el
presente hasta el ao de 1867. Quiz alguno de nuestros lectores crea
14 Nicols del Puerto naci en las Minas de Chichicapa (hoy Oaxaca) y muri como Obispo de
Antequera de Indias (Oaxaca) en 1681. Dej entre otras obras, cuatro alegatos, una defensa
de su conducta en un asunto de resello de bulas de la Cruzada y un manuscrito latino llamado
Tratactus de Judiciis, de Ordine Cognitionis, de Foro Competenti, de Causis Posses, et
Propiet. de Appelationibus et Consuetudine (BIBHAS: II, p. 512; siguindolo ms o menos
de cerca Prez, Eutimio. Recuerdos histricos del episcopado oaxaqueo. Oaxaca, Imprenta
de Lorenzo SanGermn. 1888; pp.3133. Velasco Prez, Carlos. La conquista armada y espiri-
tual de la Nueva Antequera. Mxico, Imprenta Progreso. 1892 pp.105106). Jos Bernrdez
de Ribera (Cruzado lo llama equivocadamente Bernandez) naci en Zacatecas, fue Conde de
Santiago de la Laguna y dej una curiosa obra llamada segn Beristin (BIBHAS: I, p.187)
Institutiones, sive Epitome Juris Civilis, carmine latino, in gratiam tyronum, qui jurispru-
dentiae studio vacant, opus elaboratum; se imprimi en Mxico (al decir de Beristin en 1733,
pero Medina lo describe en la ficha 3247 de su IM como impresa en 1732). Solchaga fue un
jesuita que dej, entre otras obras, un manuscrito llamado De Mutuo et Usuris; muri en Puebla
en 1757 (BIBHAS: III, pp.170171. Vase tambin Zambrano, Francisco y Gutirrez Casillas,
Jos. Diccionario biobibliogrfico de la Compaa de Jess en Mxico. Mxico, Varias
editoriales.19611977; t.XIII, pp.541542). Como es bien sabido, el insigne Manuel Lardizbal
naci en Tlaxcala y quiz slo por ello Cruzado lo consider como uno de los juristas mexicanos
ilustres. Segura fue un jesuita que naci segn Beristin (BIBHAS: III, pp.150151) en Puebla en
1676; entre otras obras dej un alegato en el sonado litigio entre los jueces hacedores de rentas
decimales de la Catedral de Mxico y los padres de la Compaa (Madrid, c.1738) y su cono
cido Tratactus de contractibus in genere et de testamentis (Salamanca, 1731). Muri asesi
nado en 1742 (vase tambin a Zambrano, Francisco y Gutirrez Casillas, Jos. op.cit., t.XVI,
pp.527528). Lpez de Matoso fue el autor de los estatutos de 1808 del Colegio de Abogados y
traductor de DAguesseau (BIBHAS: II, PP. 259260).
15 P.10 de la Memoria y p.2 de la Bibliografa.
144
que Cruzado enmend su camino en la edicin de 1905... ciertamente

no. Consider al perodo colonial como una poca estacionaria, esta
inaccin la atribuy a razones tipogrficas que no aclara y al ...
ahnco de los editores hacia la propaganda de las obras msticas 16;
adems slo contiene treinta obras anteriores a 1821 (muchas son manu
scritas, cuatro son reimpresiones del siglo XIX de trabajos de Gamboa,
Palafox y Pugay alguna no es ni jurdica) 17, la mayora tomadas sin ms
de Beristin y de Osores 18. En los diez aos que median entre su Memoria
y la Bibliografa, no pudo Cruzado terminar de leer y usar la Biblioteca
Hispano Americana de Beristin o, simplemente, no le interes? Con todo
debemos de admitir que nuestro autor, en cuanto se refiere a la literatura
jurdica del siglo XIX, nos ha prestado un servicio invaluable que por si
slo es suficiente para recordarlo 19.
Algunos aos antes de que Cruzado imprimiera su Bibliografa, uno de

los ms destacados juristas mexicanos del siglo pasado, Jacinto Pallares,
public su Curso completo de derecho mexicano 20. El trabajo con
16
P.19.
17
Dos reimpresiones de los clebres Comentarios a la Ordenanza de Minera (Madrid,1761) de
Gamboa, la primera realizada en Mxico por Jos Olmedo y Lama en los talleres de Vicente Garca
Torres en 1874 (ficha 164) y, la segunda, por La Ciencia Jurdica en 1899 (ficha 165). La segunda
Carta del Venerable Palafox al Papa Inocencio X sobre la ruidosa contienda que tuvo con los padres de la
Compaa, impresa en Mxico, por Vicente Garca Torres en 1841 (ficha 357). La conocida reimpresin
del Cedulario (Mxico,1563) de Vasco de Puga hecha por Jos Mara Sandoval en Mxico en 1878
(ficha 396). Cruzado incluy en la ficha 15 el De vitis aliquot Mexicanorum aliorumque qui sive
virtute, sive litteris Mexici Imprimis, floruerunt de Maneiro (Bolonia, 17911792), que si bien
contiene las biografas de algunos ilustres juristas novohispanos, no es un trabajo propiamente jurdico.
18
Osores, Flix. Noticias biobibliogrficas de alumnos distinguidos del Colegio de San Pedro,
San Pablo y San Idelfonso de Mxico (hoy Escuela Nacional Preparatoria). Librera de la Vda.
de Ch. Bouret. Mxico, 1908 (dos tomos publicados por Genaro Garca como los nmeros XIX y
XXI de sus Documentos inditos o muy raros para la historia de Mxico). Es de notar que por la
diferencia de aos entre la impresin de Osores y la de Cruzado, ste debi haber visto el manuscrito
de aqul o recibir la noticia de la existencia de las fichas 6 y 21 de su Bibliografa de otra persona.
19
Cruzado no dedic ms que una pgina a las bibliotecas virreinales en su Discurso sobre el
origen de las bibliotecas pblicas existentes en la Republica Mexicana (Mxico, Oficina Tip.
de la Secretara de Fomento, 1890).
20
Pallares, Jacinto. Curso Completo de derecho mexicano exposicin filosfica, histrica y doctrinal
de toda la legislacin mexicana. Mxico, Imprenta, Litografa y Encuadernacin de I. Paz. 1901 (dos
tomos). La parte histrica apareci despus como Historia del derecho mexicano. Fragmentos de la obra
intitulada: Curso completo de derecho mexicano..., Mxico, Secretara de Fomento.1904. Una interesante
bibliografa que anuncia una muy esperada biografa de Pallares, en Arenal Fenochio, Jaime del. Jacinto
Pallares: su bibliografa, en Revista de Investigaciones Jurdicas: 13. Mxico, 1989; pp.197226.
145
tiene extensas notas bibliogrficas en donde no menciona a casi ningn

producto de la imprenta jurdica novohispana. No debe extraarnos la
ausencia de obras de nuestro inters en el Curso: a pesar de su singular
talento, Pallares era en materia filosfica un positivista evolucionista y,
en materia jurdica, un esclavo de la ley, exegeta y formalista. As, sus
preocupaciones legalistas y su particular forma de entender al pasado de
nuestro pas le hicieron soslayar el anlisis de la doctrina jurdica colo
nial. Tambin es cierto que Pallares se encontraba ms atento a explicar
los fundamentos filosficos y cientficos del derecho y su evolucin en
el siglo XIX, que a tratar exhaustivamente al pasado novohispano 21. Un
ejemplo de lo anterior es el siguiente pasaje, en donde nos parece que
hay un cierto desprecio por el derecho antiguo y aun por el de la poca
de transicin, veamos: La erudicin de nuestros viejos abogados se
surta de bibliotecas en que figuraban en primer trmino Antonio Gmez
(Variae Resolutiones, Comentarii in Leges Tauri y Opera Omnia),
Carleval (De Judicis), Salgado (Laberinthum Creditorum y De regia
Protectione, De Suplicatione), Joannis Gutirrez, Canonista (varias
obras en latn), Parladorio (opera jurdica), Juan Heva Bolaos (Curia
Fhilipica sic), Villanova (Materia Criminal), La Curia Felipia [sic]
Mexicana, el Sala Mexicano, el Nuevo Sala Mexicano, El Febrero de
Goyena, el Febrero Mexicano, Menochio, Barbosa, Farinacio, Heinecio,
Caepola (De Servitutibus, de cautelis, y otras obras), Escriche (Diccionario
de Legislacin y Jurisprudencia), Gregorio Lpez (Glosas las leyes de
Partida), lvarez (Instituciones de Derecho Civil), Bobadilla (Poltica),
Solrzano (Poltica Indiana), El Febrero de Tapia, Magro y Belea
(Instituciones), Heinecio (Recitaciones), Hermosilla, Escobar, etctera,
etctera [sic]. Hoy esos latinajos casi han perdido su prestigio... 22. Algo
ms adelante nuestro autor afirma que La literatura jurdica mexicana
ha dado escaso contingente a la ciencia, pues casi todos los autores
mexicanos carecen de originalidad, siendo las principales obras de que
tenemos noticia las siguientes... 23, y slo menciona tres virreinales los
Comentarios del imprescindible Gamboa, entre ellas.
21
Pallares trata con cierta extensin a los derechos romano, cannico, francs y espaol, pero al novohis
pano dedica slo unas cuantas pginas (t.II, pp. 537543) y una largusima nota (alcanza la p.554).
22
T.II, p.392 Las cursivas son de Pallares.
23
T.II, p.395, n.1.
146
En 1911 24 se publicaron en la Ciudad de Mxico una serie de trabajos

presentados en el Concurso Cientfico y Artstico del Centenario, pro
movido por la Academia Mexicana de Jurisprudencia y Legislacin. De
stos, algunos fueron histrico-jurdicos 25, aunque ninguno toca directa
mente asuntos de historia del derecho colonial, casi todos refieren en
breves notas que sirven de antecedentes, alguna informacin que, no por
tener un carcter introductorio deban de resultar de una superficialidad
pasmosa. Es de notar que los autores fueron, gracias a otros timbres, muy
ilustres y connotados juristas y que el Concurso fue uno de los cer
tmenes intelectuales ms importantes de los convocados para celebrar
los primeros cien aos transcurridos desde el inicio de nuestra guerra de
independencia. El nico escrito dedicado a presentar la evolucin de una
rama del derecho desde la poca virreinal hasta 1910 fue el de Roberto A.
Esteva Ruiz dedicado al derecho internacional pblico. En l se afirma
que Por desgracia, el alma espaola que en Espaa nos dio toda
entera viva bajo el peso de las tradiciones religiosas y militares, que
como siempre que se convierten en bases de gobierno, condujeron inevi
tablemente al despotismo 26. Este pasaje agrega un elemento a nuestro
anlisis: el liberalismo. Como es de todos sabido, nuestra Constitucin
de 1857 signific el triunfo, tanto del modelo organizativo del fede-
ralismo, como de la ideologa liberal y durante el porfirismo el Estado
24
Omitimos en el texto hablar de los Catlogos de la Biblioteca Nacional de Mxico de Jos M.
Vigil (Mxico,18891908) ya que su cuarta divisin, dedicada a la jurisprudencia, merece por su
importancia un anlisis especial. De todos modos, es evidente que la intencin del Catlogo no
es una bibliografa jurdica novohispana. Otra obra de este tipo es Escuela Nacional Preparatoria:
Catlogo de obras de la Biblioteca Pblica de la Escuela Nacional Preparatoria. Mxico,
Tipografa de La Voz de Oriente.1889; la seccin dedicada a obras de derecho, economa
poltica, diplomacia y poltica en las pp.87100
25
valos, Miguel N. El progreso realizado en el derecho internacional privado en la Repblica desde
la proclamacin de la Independencia hasta nuestros das. Ramos Pedrueza, Antonio. La Ley Penal
en Mxico, de 1810 a 1910. Reyes, Rodolfo. Contribucin al estudio de la evolucin del derecho
constitucional en Mxico. Mateos Alarcn, Manuel. La evolucin de la legislacin mercantil en
la Republica desde la fecha de la proclamacin de la Independencia nacional, hasta nuestros
das. Trejo Lerdo de Tejada, C. El derecho administrativo mexicano (legislacin civil federal) su
informacin y desarrollo de 1810 a 1910. Viesca, Francisco. Los fundamentos morales del derecho
pblico en Mxico. Esteva Ruiz, Roberto A. El Derecho pblico internacional de Mxico (su evo-
lucin desde la poca virreinal hasta nuestros das). Rodrguez, Ricardo. Leyes del procedimiento
penal promulgadas en Mxico desde su emancipacin poltica hasta 1910. Todos los trabajos fueron
impresos en la Tipografa de la Viuda de F. Daz de Len, en Mxico, durante el ao de 1911.
26
Esteva Ruiz, Roberto A. El derecho publico internacional de Mxico (su evolucin desde la
poca virreinal hasta nuestros das). Mxico, Tipografa de la Viuda de F. Daz de Len. 1911; p. 1.
147
mexicano se encontraba en su apogeo. Una vieja bandera del credo

liberal en Mxico era una especie de hispanofobia, que con todo, no
dej de tener devaneos romnticos con ciertos aspectos de la vida vi-
rreinal 27. Un ltimo ejemplo del tratamiento que recibi, en trminos
generales, la tradicin jurdica virreinal, en el Concurso Cientfico y
Artstico del Centenario es el que nos suministra el estudio de Carlos
Trejo sobre el derecho administrativo en Mxico 28. En un tema tan
importante como el agrario, refiere como primer documento legislativo
... serio y completo con tendencia a la unidad jurdica... 29 a la Real
Instruccin de 15 de octubre de 1754.
27
Desde antes de la independencia comenz a operarse la identificacin del virreinato con la opre
sin. As, los aires que llegaban a Mxico desde Cdiz hicieron exclamar a Fernndez de Lizardi:
De cundo ac sabamos nosotros si haba en el mundo libertad civil? qu cosa era propiedad,
independencia, ni los dems derechos del ciudadano? Para nosotros todo esto era una gerigonza:
el ms erudito saba por los libros que haba de este gnero, bastante provisin en Inglaterra, en
Holanda, en los estados [sic] Unidos y en otras partes; pero que era un terrible contrabando en
nuestra Espaa. Lo que s entendamos bien, era lo que significaba pecho, tributo, alcabala, almoja-
rifazgo, nuevo impuesto, estanco, Consolidacin, etc. etc.
De esto, y de una humillacin de esclavos, y no de hijos a cualquier gobierno, justo o injusto,
sabamos perfectamente (El Pensador Mexicano: 3. Mxico, Imprenta de Doa Mara Fernndez
de Juregui. 1812; p.20). La Constitucin de 1812 permiti a Lizardi pasar a tratar sobre la unin y
fraternidad que deban existir entre espaoles e indianos. Pero tras la consumacin de la indepen
dencia, los liberales ms radicales pudieron pronunciar frases como la que sigue:
Los mexicanos de hoy que oyen decir que Mxico estaba encadenada, o que ven la imagen de su
abyeccin pintada en un cuadro bajo la forma de una bella joven india, que llora junto a un cactus
y a la sombra de una palmera y que inclina la frente mirando los hierros que oprimen sus brazos
y sus pies, en medio de un rico panorama que forman un cielo limpio y azul, cordilleras aurferas,
lagos de zafiro, praderas esmaltadas, y bosques revestidos de una vegetacin asombrosa: los que
esto oyen y ven, repito, ni penetran a veces la frase, ni se detienen a meditar el smbolo; que si as lo
hicieran, sentiran desgarrarse su corazn al recordar las miserias de la poca colonial (Altamirano,
Ignacio M. Discurso pronunciado el 16 de septiembre de 1866. En Discursos. Mxico, Ediciones
Beneficencia Pblica.1934; p.108). Alguno podr pensar que palabras como las arriba transcritas
no se oyeron ms que en reuniones cvicas que tenan como fin excitar los nimos y enardecer las
voluntades, pero nada ms lejano a la realidad. Lanse, por ejemplo, las pginas de Genaro Garca
en su Carcter de la conquista espaola en Amrica y en Mxico (Mxico, 1901) o algunas de
El porvenir de las naciones latinoamericanas ante las recientes conquistas de Europa y Norte
Amrica (Mxico, 1899), de Francisco Bulnes.
28
Trejo Lerdo de Tejada, C. Derecho administrativo mexicano (legislacin civil federal) su formacin
y desarrollo de 1810 a 1910. Mxico, Tipografa de la Vda. de F. Daz de Len, Sucs. 1911.
29
P.44. Se trata de la Real Cdula en que se da instruccin sobre las condiciones que deben observarse
para el otorgamiento de mercedes y composiciones de tierras realengas y baldas que son a cargo de los
Excmos. Virreyes, y Presidentes de las Reales Audiencias, puede verse en Fabila, Manuel. Cinco siglos
de legislacin agraria (1493-1940). Mxico, Talleres de Industria Grfica, S.A.1941; pp.3438. Orozco,
Wistano Luis. Legislacin y jurisprudencia sobre terrenos baldos. Mxico, Imprenta de El Tiempo.1895;
t.I, pp.5969, despus de una detallada explicacin del texto. Estos autores, al igual que otros, con toda
seguridad la tomaron del Teatro de la legislacin universal de Espaa e Indias (Madrid,17911798) de
Antonio Javier Prez y Lpez (t.V, pp.217225) donde aparece como real instruccin.
148
IV. EL SIGLO XX
Nuestro siglo trajo consigo estudios sobre bibliografa jurdica que,

en muchos casos, por limitaciones de contenido o cronolgicas no
tuvieron ocasin para abundar sobre literatura jurdica colonial 30. Sin
embargo, las obras dedicadas a la bibliografa general del derecho
mexicano siguieron, a grandes rasgos, con la tendencia desarrollada
durante las ltimas dcadas del siglo anterior. Veamos.
30
Castillo, Ignacio B. Bibliografa de la Cmara de Diputados (19121915). Mxico, Oficina
Impresora de Hacienda. 1918. Lombardo Toledano, Vicente. Bibliografa del trabajo y la previsin
social en Mxico. Mxico, Secretara de Relaciones Exteriores. 1928. Villaseor Villaseor, Ramiro.
La Constitucin en la bibliografa jalisciense. Gobierno del Estado de Jalisco. Guadalajara, 1957.
Creel Lujan, Luis J. Bibliografa del derecho fiscal, en Boletn de la Tesorera del Distrito
Federal: 10 y 11. Mxico, 1950. Cervantes Ahumada, Ral. Ensayo de bibliografa mercantil
mexicana. Mxico, 1942. Romero, Jess C. Bibliografa Histrica de las constituciones polticas de
Mxico, en Memoria de la Academia Nacional de Historia y Geografa: 149 (2a. poca). Mxico,
1958. Vallejo Arizmndi, Jorge y Medina Mora, Ral: Ensayo bibliogrfico del derecho consti-
tucional mexicano y de garantas y amparo. Mxico, Instituto de Derecho ComparadoUNAM.
1942. Escuela Libre de Derecho: Boletn bibliogrfico de la... Mxico, 19401942 (mensual).
Snchez Quintanar, Andrea. Bibliografa Selectiva del artculo 3 de la Constitucin Poltica
Mexicana de 1917, en Boletn del Instituto de Investigaciones Bibliogrficas: 3. Mxico, 1970;
pp.153169. Cossio Villegas, Daniel. Cuestiones internacionales de Mxico: una bibliografa.
Secretara de Relaciones Exteriores. Mxico, 1966. Conferencia Interamericana de Seguridad
Social: Bibliografa de Seguridad Social. Mxico, 1966. Fix Zamudio, Hctor, et alter:
Trends in legal education, en International Social Sciences Journal: 223. UNESCO, 1970;
pp.393421. Fix Zamudio, Hctor y Hurtado Mrquez, Eugenio: La ciencia del derecho en el
ltimo siglo: Mxico, en Rotondi, Mario (ed.), Inchieste di diritto Comparato. La scienza
del diritto nell a ultimo secolo. Padova, Casa Editrice Dott. 1976; pp.459501. Garca Moreno,
Vctor Carlos. Ensayo bibliogrfico sobre las revistas jurdicas mexicanas, en Revista de la
Facultad de Derecho de Mxico: 85/86. Mxico,1972; pp.135152. Hurtado Mrquez, Eugenio.
Bibliografa general, en Introduccin al derecho mexicano. Mxico, UNAMLa Gran
Enciclopedia Mexicana.1983: t.II, pp.15151543. (sta es la segunda edicin, la primera fue
del ao 1981 y estuvo a cargo del Instituto de Investigaciones Jurdicas de la UNAM; apareci
tambin como separata). Cossio, Roberto. Evolucin de la legislacin familiar en el Mxico
independiente, en Ateneo Nacional de Ciencias y Artes: Primer Congreso bibliogrfico mexi-
cano. D.A.P.P. Mxico, 1937; pp.81102. Departamento de estudios econmicos: Bibliografa
fiscal de Mxico (19401967). Banco de Mxico. Mxico, 1968. Tambin existen bibliografas
de organismos pblicos como la Secretara de Relaciones Exteriores y la de Hacienda y Crdito
Pblico e instituciones educativas el ejemplo ms sealado es el de la Universidad Nacional
Autnoma de Mxico. De los trabajos arriba sealados, los que debieron tener ocasin de tocar
la literatura jurdica novohispana no lo hicieron o fueron del todo insuficientes. As, por ejemplo,
en materia constitucional las muchas fichas impresas durante las postrimeras del dominio espa
ol sobre las Cortes de Cdiz y la Constitucin de 1812 casi no se encuentran en las bibliografas
de Romero y Vallejo y Medina Mora.

En 1945, Helen L. Clagett y John Thomas Vance 31 dieron a la estampa

A Guide to the Law and Legal Literature of Mexico 32. Se trata de una
obra de singular importancia y que constituye, en nuestra opinin, junto
con la Bibliografa de Cruzado, lo ms notable en materia de impresos
jurdicos mexicanos. Sin embargo, no es un estudio bibliogrfico y tiene
un claro enfoque legalista; por tanto, las notas que contiene sobre dere
cho colonial se refieren, casi en su totalidad, a textos normativos.
Ante la casi total ausencia de bibliografa jurdica de los Estados de

la Republica se yergue el esfuerzo encomiable de la Biblioteca de la
Universidad Autnoma de San Luis Potos que, en 1953, organiz una
exposicin de libros jurdicos potosinos tanto por su autor como por su
tema y public una bibliografa 33. Sin embargo, en ms de setecientas
fichas consignadas slo cinco son novohispanas.
Margarita de la Villa y Jos Luis Zambrano, auxiliados por algunos

distinguidos investigadores y bajo la direccin de Javier Elola, publicaron
en 1957 su conocida Bibliografa. Quiz por referirse al derecho mexi
cano slo incluye, poco ms o menos, una docena de piezas coloniales
que se encuentran en la seccin de Historia del Derecho 34. Algo ms
de diez aos despus de la edicin del trabajo de Villa y Zambrano, el Dr.
31
Ambos autores ya haban incursionado en temas histricobibliogrficos; vanse: Vance, John Thomas.
Bibliographical notes on mexican session laws and compilations, en Law Library Journal: 25.
Chicago, III, 1932; pp.95104. Vance, John Thomas. The background of HispanicAmerican Law.
The Catholic University of America. Washington, D.C., 1937 (es su tesis doctoral y aunque no se refiere
a la Nueva Espaa, sino a toda la Amrica Espaola, es trabajo muy notable; contiene un apartado
bibliogrfico de extraordinaria utilidad para el hallazgo de fichas y cdulas biobibliogrficas. Con
todo, Vance sigui un criterio bastante formalista y legalista y, desde luego, su fin no fue la formacin
de un catalogo de obras impresas). Clagett, Helen L. The sources of the comercial law of Mexico,
en Tulane Law Review: 18. Nueva Orlens, La., 1944; pp.437460 (con ligersimas notas sobre la
legislacin virreinal). En 1945 se encontraba esta autora terminando A Guide to the Law and Legal
Literature of Mexican States, que public en 1947 la Biblioteca del Congreso de Washington, D.C.
32
Library of Congress. Washington, D.C., 1945. Existe una segunda edicin revisada: Clagett,
Helen L. y Valderrama, David M. A Revised Guide to the Law & Legal Literature of Mxico.
Library of Congress. Washington, D.C., 1973.
33
Biblioteca de la Universidad Autnoma de San Luis Potos: Primera exposicin de biblio-
grafa jurdica potosina. San Luis Potos, S.L.P., Editorial Universitaria. 1953. Otras obras con
impresos referentes a los Estados de la Federacin es el trabajo de Clagett y Villaseor a los que
nos referimos en las notas 31 y 30, respectivamente.
34
Villa, Margarita de la y Zambrano, Jos Luis, et alter. Bibliografa sumara del derecho mexi-
cano. Mxico, Instituto de Derecho ComparadoUNAM. 1957. El apartado dedicado a la historia
del derecho en las pp. 8386.

Guillermo Floris Margadant public la seccin dedicada a nuestro pas

de la Introduccin bibliogrfica a la historia del derecho y la etnologa
jurdica dirigida por John Gilissen 35. Se trata de un trabajo que da las
orientaciones fundamentales para aproximarse al estudio del pasado
jurdico nacional y novohispano, pero es claro que no pretende ser una
bibliografa jurdica. De l, sin embargo, se deduce que no haba hasta el
momento de su publicacin una obra general sobre la imprenta jurdica
novohispana.
Creemos necesario concluir nuestra ojeada a los trabajos que

tocaron de algn modo el tema que nos ocupa, mencionando tres obras
que se refieren al derecho hispano indiano y que, sin tener la inten
cin de formar un catlogo bibliogrfico, son sumamente importantes
como auxiliares. Nos referimos a la Metodologa de la Historia del
Derecho Indiano y a La ciencia jurdica en la formacin del Derecho
Hispanoamericano en los siglos XVI al XVIII, de Alfonso Garca
Gallo 36, y a La literatura jurdica espaola del siglo de oro en la
Nueva Espaa, de Javier Malagn Barcel 37.
Es evidente que existen muchos estudios de carcter bibliogrfico

que, por su tema o periodificacin, contienen material interesante para
la formacin de un catlogo de la imprenta jurdica novohispana 38. Sin
35
Margadant, G.F. Mxico (F19), en Gilissen, John (dir.). Introduccin bibliogrfica a la historia
del derecho y a la etnologa jurdica. Editions de LInstitut de Sociologie, Universit Libre de
Bruxelles. Bruselas,1968. Una funcin similar, pero respecto de Latinoamrica tiene la obra de Villaln,
A. Una introduccin a la bibliografa jurdica latinoamericana. Ann Arbor, Mich., 1959.
36
GarcaGallo, Alfonso. Metodologa de la Historia del Derecho Indiano. Santiago de Chile,
Editorial Jurdica de Chile. 1970. GarcaGallo, Alfonso. La ciencia jurdica en la formacin del
Derecho Hispanoamericano en los siglos XVI al XVIII, en Anuario de Historia del Derecho
Espaol: separata. Madrid, 1974. En ambos trabajos el autor se queja de que la literatura jurdica
indiana no ha sido sistemticamente explorada ni se ha formado un catlogo de ella.
37
Malagn Barcel, Javier. La literatura jurdica espaola del siglo de oro en la Nueva Espaa. Notas
para su estudio. Biblioteca Nacional de MxicoInstituto Bibliogrfico Mexicano. Mxico, 1959.
38
Slo unos ejemplos: Martnez Ros, Jorge. Tenencia y explotacin de la tierra en Mxico. Mxico,
Secretara de la Reforma AgrariaCentro de Estudios Histricos del Agrarismo en Mxico. 1981 (se
trata de una seccin de un trabajo mayor llamado Bibliografa Sociolgica Mexicana: Sociologa
Rural). Martnez Ros, Jorge y Moreno Collado, Jorge. Tenencia de la tierra y desarrollo agrario en
Mxico; bibliografa selectiva y comentada: 15221968. Mxico, Instituto de Investigaciones
SocialesUNAM. 1970. Sierra, Carlos y Martnez Vera, Rogelio. Bibliografa de la hacienda
publica. Mxico, Secretara de Hacienda y Crdito Publico.19721974; 4 volmenes. Velasco,
Gustavo R. Bibliografa de la libertad. Mxico, Humanidades. 1964.

embargo, en trminos generales, sus autores han realizado estas com

pilaciones sin un fin histrico-jurdico.
V. CONCLUSIONES
De todo lo expuesto parece que podemos concluir con que la bi-

bliografa jurdica novohispana est todava por hacerse. Los grandes
bibligrafos del siglo pasado estuvieron preocupados por recopilar las
producciones de las imprentas coloniales sin distinguir si se trataba de
piezas jurdicas, teolgicas o piadosas. Cuando los juristas comenzaron
a preguntarse por el pasado del derecho nacional abordaron el perodo
colonial slo como un antecedente al cual haba que referirse pero
sin profundizar demasiado, como un elemento del anlisis histrico
que haba que hacerse porque no poda negarse del todo pero sin
dedicarle esfuerzos importantes o perder mucho tiempo. Creemos que
esta actitud fue motivada por dos causas principales. La primera era
un prejuicio ideolgico: el liberalismo dominante durante las ltimas
dcadas del siglo XIX provoc en los juristas una falta de inters,
cuando no un franco desprecio, por la poca de la dominacin espa
ola. Cabe preguntarse la razn por la que algunos de los grandes
bibligrafos siendo liberales pinsese en Jos Toribio Medina o
Nicols Len no cayeron en la misma actitud. La respuesta estriba en
que a estos eruditos les interesaba el libro impreso como objeto y, por
tanto, no importaba ms que su desarrollo histrico desde su llegada a
estas tierras con la primera imprenta. Es de notar que no cabe duda que
en obras de otro jaez, estos autores dieron, en ocasiones, rienda suelta a
sus prejuicios ideolgicos. Los juristas, empero, no estaban interesados
en el libro sino en el terrible pasado colonial para contrastarlo con sus
propios tiempos entendidos como los mejores posibles dentro de una
concepcin evolucionista de la historia: para ellos todo tiempo pasado
fue peor y todo venidero ser mejor. Esta actitud se vio reforzada con
el hecho de que estos mismos letrados haban sido los creadores del
nuevo ordo socialis liberal... quienes ms deban tributarle el incienso
de su admiracin en un proceso de contumelia histrica, que sus sos
tenedores, o mejor aun, sus padres.
152
En segundo lugar, nuestros juristas de fines de la pasada centuria y

de principios de la presente tenan otro problema: su visin formalista y
legalista del derecho. En general, para ellos, si bien el pasado colonial era
un perodo que no mereca demasiados desvelos, tambin era cierto que
en l, especialmente a lo largo del siglo XVIII, se pusieron los cimientos
del orden jurdico vigente a travs de la copiosa legislacin emanada de
la metrpoli como de las autoridades de Amrica. Esto explica junto
con otros factores el conocimiento y manejo frecuente de las obras de
Montemayor, Belea y Gamboa. De este modo, estudiosos como Pallares
y Cruzado olvidaron, o simplemente no conocieron, los trabajos que no
fueron legislativos. Por otra parte, su concepcin rgida de las fuentes for
males del derecho hizo que los juristas afirmaran la virtual inexistencia
de la doctrina jurdica novohispana 39 y, al toparse con los trabajos colo
niales, custodiados en las bibliotecas pblicas y privadas 40, no lograran
captar su verdadero significado y tampoco pudieron ubicarlos en el lugar
honroso a nuestro juicio que merecen en la historia de la literatura
jurdica de nuestro pas. En el caso de las alegaciones numerossimas
en la imprenta novohispana esto es curioso y merece ms reflexin del
que ahora podemos darle pero, como es de todos sabido, durante el siglo
39
Los autores suelen referirse nicamente a las Elucidationes ad quatuor libros institutionum
imperatoris iustiniani (Mxico, 17871788) de Magro y Belea, a los Comentarios de Gamboa
(Madrid, 1761 ) y al Manual compendio del Regio Patronato Indiano (Madrid, 1755) de
Ribadeneyra; desde luego que tambin a Solrzano Pereyra (Poltica Indiana y De Indiarum
Iure), Frasso (De Regio Patronatu Indiarum) y Murillo Velarde (Cursus Iuris Canonici Hispani
et Indici). Raro es el que menciona a Montemayor de Cuenca por otra cosa que no sea su conocida
compilacin de autos acordados en este sentido Belea corre con ms suerte, ya que siempre
aparece su Recopilacin Sumaria y, como antes dijimos, su trabajo con Magro.
40
Una de las bibliotecas ms ricas en obras de derecho indiano, especialmente literatura circunstan
cial, es la Palafoxiana de Puebla. Recurdese que el Venerable Palafox fue miembro de los consejos
de Guerra e Indias y que don su rica biblioteca para que formara la del seminario que recin haba
concluido. Vanse Ocampo, Melchor. Biblioteca Palafoxiana, en Obras Completas. Mxico,
F. Vzquez, Editor. 1900; t.III, pp.264270 (afirma que en 1836 haba 93 alegaciones en derecho).
Iguiniz, Juan B. La Biblioteca Palafoxiana de Puebla, en Disquisiciones bibliogrficas. Mxico,
El Colegio de Mxico. 1943; pp.252261. Menciona copiosa bibliografa sobre la Palafoxiana: Torre
Villar, Ernesto de la. Nuevas aportaciones acerca de la Biblioteca Palafoxiana, en Boletn de la
Biblioteca Nacional: XIl (2a. poca). Mxico, 1960. Tambin pueden consultarse Castro Morales,
Efran. La biblioteca Palafoxiana. Consejo Editorial del Gobierno del Estado de Puebla. Puebla,
1981; Palou, Pedro A. Breve noticia histrica de la Biblioteca Palafoxiana y de su fundador:
Juan de Palafox y Mendoza; y los colegios de San Juan, San Pedro y San Pablo. Gobierno
del Estado de Puebla. Puebla, 1991; y, Barroso Daz, ngel. Material jurdico existente en la
Biblioteca Palafoxiana de Puebla, en Bernal, Beatriz (coord.). Memoria del primer Congreso de
Historia del Derecho Mexicano. Mxico, UNAM. 1981, pp.1926.
153
pasado y los primeros cuarenta o cincuenta aos del presente, el alegato

o folletn jurdico impreso fue muy socorrido. Fue el medio ms usado y
a veces el nico para la difusin del pensamiento jurdico, la reflexin
doctrinaria y, sobre todo, el comentario a la ley. Por qu, entonces, los
autores no prestaron atencin a los alegatos coloniales? 41.
La bibliografa jurdica de nuestro siglo sigue inmersa en una

visin antidoctrinaria del derecho. Por otro lado, no parece que la
influencia del credo liberal haya decrecido, incluso ante otras formas
de entender al hombre y a la sociedad stas no siempre carentes de
prejuicios histricos. Tambin es importante sealar que el inters por
la imprenta colonial parece haber disminuido notablemente despus de
la monumental obra de Medina y que el siglo XX mexicano nacido de
la convulsin revolucionaria se ha interesado ms por lo que considera
sus verdaderas races: la inmediata, decimonnica, y la ms remota,
indgena 42. Creemos que stas son las principales razones por las que
la bibliografa jurdica de nuestros das no haya dedicado mayores
esfuerzos a la etapa virreinal.
41
Sobre la visin legalista de la historia del derecho en Mxico vase a Arenal Fenochio, Jaime del.
Derecho de juristas: un tema ignorado por la historiografa jurdica mexicana, en Revista de
Investigaciones Jurdicas: 15. Mxico, 1991; pp.145166.
42
Slo algunos ejemplos de la bibliografa sobre temas indgenas: Bernal, Ignacio. Bibliografa
de arqueologa y etnografa. Mesoamrica y Norte de Mxico (15141960). Mxico, Instituto
Nacional de Antropologa e Historia. 1962. Topete, Mara de la Luz. Bibliografa antrop-
olgica de Oaxaca (19741979). Oaxaca, OAS., Centro Regional de OaxacaInstituto Nacional
de Antropologa e Historia. 1980. Beverido Pereau, Francisco. Bibliografa olmeca. Xalapa,
Ver., Universidad Veracruzana. 1986. Gutirrez Solana, Nelly y Schavelzon, Daniel G. Corpus
bibliogrfico de la cultura olmeca. Mxico, UNAM. 1980. Beyer, Hermman: Sucinta biblio-
grafa sistemtica de etnografa y arqueologa mexicanas. Mxico, Secretara de Educacin
Pblica. 1923. Jimnez Moreno, Wigberto: Materiales para una bibliografa etnogrfica de
Amrica Latina. Primera parte. Bibliografa etnogrfica de Mxico, en Boletn Bibliogrfico
de Antropologa Americana: 1. Mxico, 1937; pp.4777, 167197 y 289421. Mayagoitia,
Alejandro. Bibliografa, en Cuadernos del Instituto de Investigaciones Jurdicas: III7.
Mxico, 1988 (nmero dedicado al derecho de las comunidades indgenas).
154

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Eguiara muri en 1763 sin poder concluir su trabajo. Fue el cannigo

Ni Eguiara ni Beristin clasificaron los impresos y manuscritos inclui

El primer trabajo destinado a tratar en forma exclusiva la bibliografa

III. EL SIGLO XIX

Los trabajos bibliogrficos en Mxico, en trminos generales, se inte-

Mxico, Puebla, Guadalajara, Veracruz, Mrida y Oaxaca. Hoy, los

Es indudable que el inters de estos bibligrafos por la historia del

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son, en el caso de alguno, del todo inexcusables. Un anlisis somero de

que le deleg Jesucristo; en hora buena, que despojando de la careta y

El siguiente monumento de la bibliografa jurdica mexicana es el dis

No temis que me remonte a los tiempos de la Colonia, porque si bien es cierto

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A pesar de lo anterior, Daz Gonzlez trajo a la memoria a dos juristas

Poco despus de la impresin del discurso de Daz Gonzlez, se pub

a Manuel Lardizbal y Uribe 14 y enseguida remata al perodo novohis

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