La Reforma Educativa Tradicional
La Reforma Educativa Tradicional
La Reforma Educativa Tradicional
Reformas "desde afuera" Este afuera opera en dos planos: (a) por un lado, se intenta
motorizar el cambio desde afuera de las instancias que se pretende cambiar (instituciones
escolares u otras instituciones educativas), a partir de instancias centralizadas, alejadas
de la realidad y las necesidades de dichas instituciones; y (b) por otro lado, los
parmetros tericos y prcticos para la reforma se buscan fuera de cada sociedad
nacional, en los pases del Norte, sobre todo Europa y (cada vez ms) Estados Unidos.
Dichos parmetros, pensados y ensayados en realidades y coyunturas especficas, y
sujetos a anlisis, crtica y debate en esos mismos pases, tienden a adoptarse
acrticamente en los pases en desarrollo. Desde adentro de cada sociedad nacional la
poltica educativa y el paquete de reforma tienden a percibirse como autctonos e incluso
como originales.
Reforma como equivalente de progreso (el "cambio" dado por bueno en s mismo) Se
asume que la propuesta de "cambio" es, por s misma, indicativa de avance en sentido
positivo, considerndose por tanto innecesario explicar el por qu, el qu y el cmo de los
cambios propuestos. Tpicamente, las reformas carecen de una estrategia expresa de
informacin, comunicacin o persuasin (mucho menos discusin) pblica. Se espera que
el anuncio de la reforma sea bienvenido y apoyado por la ciudadana, incluidos los
docentes. Las crticas o resistencias tienden por ende a ser vistas como resistencias no a
la reforma sino al cambio, al progreso, a la modernidad.
Reformas parciales Una debilidad crnica atribuida a las reformas educativas ha sido
la falta de una visin holstica y de sistema. Esto lleva a ver el cambio como una
respuesta a los problemas de la educacin (segn estos sean definidos y priorizados
en cada coyuntura) antes que a la educacin como problema. Aduciendo la
imposibilidad de "cambiar todo al mismo tiempo", se ha privilegiado uno o ms
aspectos de la oferta educativa (currculo, pedagoga, administracin, capacitacin
docente, aspectos legales, equipamiento, tecnologa educativa, etc.), asumindose, en
casa caso, alguna hiptesis respecto de la importancia del componente priorizado y de
la secuencia con que conviene introducir dichos cambios (primero la infraestructura y
luego el currculo, primero el currculo y luego la administracin, primero la
administracin y luego la pedagoga, primero los textos escolares y luego la
capacitacin docente, etc.). Asimismo, la tradicin ha sido priorizar un nivel educativo
(primaria, secundaria, terciaria) y avanzar por grados o cursos dentro de cada nivel
(primer grado, segundo grado, etc.). Este "gradualismo" o"incrementalismo" (por
componentes o por niveles) no siempre ni necesariamente implica una visin
sistmica, pues incluso cuando se introducen cambios en diversos frentes, cada uno
de ellos suele estar a cargo de unidades y equipos distintos, a menudo sin
coordinacin entre s.
Reforma como evento (no como proceso) No obstante repetirse que la educacin y el
cambio educativo son de largo plazo, la reforma se plantea como un evento con una
duracin determinada, marcada por la lgica y los plazos de la poltica, la administracin o
el financiamiento, antes que por la lgica y los plazos de la educacin. De ah la
vulnerabilidad de las reformas a las discontinuidades polticas y financieras, su carcter
espordico e intermitente, y el apresuramiento en el arranque y las etapas iniciales de
cada nuevo intento. La mirada de corto plazo impide asumir la complejidad e integralidad
requeridas para una intervencin eficaz sobre la realidad, (investigacin, planificacin,
experimentacin, etc.) que asegure aprendizaje y rectificacin en la marcha. Asimismo,
refuerza una visin simplista del cambio educativo, al esperarse objetivos ambiciosos en
tiempos rcord. El propio cambio educativo pasa a verse como un cambio atado siempre
a una reforma determinada (la de un gobierno, un ministro o un equipo ministerial),
hacindose difcil ver el cambio que opera con independencia de la reforma (o motivado
por ella, pero en otro sentido o incluso en sentido contrario) y la necesidad, por ltimo, de
pensar el cambio como permanente, instalado en el sistema educativo, a fin de ajustarse
a las necesidades y posibilidades de cada contexto y de cada momento, al avance del
conocimiento y la tecnologa, y al aprendizaje derivado de la propia experiencia.
Reformas a prueba de docentes Como norma general, las reformas han priorizado la
inversin en cosas, segn las prioridades establecidas en cada momento (infraestructura,
equipamiento, tecnologa educativa) antes que en las personas (docentes,
formacin/capacitacin docente, bienestar y satisfaccin docente). Los docentes son
caracterizados y permanecen tradicionalmente como "desafo" y como "dilema". De
hecho, la reforma se ha caracterizado por un profundo dualismo en torno al tema docente:
valoracin docente en la retrica, pero negligencia, desprecio y desconfianza en la
prctica; los docentes como principales responsables de los problemas educativos y el
deterioro de la calidad de la educacin, y al mismo tiempo como salvadores y principales
responsables de la mejora de dicha calidad; los docentes como obstculo y a la vez
como protagonistas del cambio educativo.
Reformas a prueba de cambio Las caractersticas descritas antes traslucen una visin
simplista, normativa, voluntarista y (uni)lineal del cambio educativo, concebido a partir de
intervenciones verticales, sectoriales (e intra-escolares), uniformes, instrumentales,
dirigidas desde instancias centrales, sin una estrategia expresa de informacin,
comunicacin y debate pblico, realizable en corto tiempo, y segn un plan prefijado de
antemano. La innovacin educativa se concibe de manera descontextuada y sin historia, y
su ampliacin e institucionalizacin (pasar de lo micro a lo macro, del proyecto a la
poltica) tienden a verse como un mero proceso de expansin, pudiendo trasladarse y
replicarse de un lugar a otro. A la investigacin emprica se le atribuye la capacidad para
dirimir "lo que funciona" y lo "que no funciona" en general, pudiendo las "lecciones
aprendidas" en cada situacin concreta tambin ser generalizables a cualquier contexto y
momento. El ensayo continuo, el eterno partir de cero, el activismo sin reflexin, la falta de
sistematizacin y evaluacin, el exitismo, la certeza y la infalibilidad como principios,
impiden el aprendizaje tanto individual como institucional, y por lo tanto el propio cambio,
ingrediente y condicin indispensable del CAMBIO.