La Ética Como Teoría de La Moral y Como Moral Filosófica
La Ética Como Teoría de La Moral y Como Moral Filosófica
La Ética Como Teoría de La Moral y Como Moral Filosófica
Tienes ya una somera nocin del signi cado de los trminos tica, moral y virtud; no obstante,
te pre guntars para qu sirve todo eso si lo que ves a tu alrededor son con ictos, dudas,
antagonismos y gue rras, entre individuos, generacio nes, grupos o pueblos, muchos de los
cuales parecen no tener solucin. En casos antagnicos, la gente se pregunta, quin tiene la
razn? Quin acta moral o ticamente bien? La respuesta tiene que estar vinculada con una
teora moral. En otras palabras, aunque no debemos esperar que la tica solucione los
problemas, es una buena va para aclararlos y comprenderlos, ya que proporciona por lo
menos un marco terico de interpretacin, y quiz un camino hacia la solucin. Pero si, como
ya vimos, todos te nemos una teora moral, te pregun tars qu saber maneja la losofa que
el resto de la gente no tiene. Pues bien, el lsofo encauza la re exin en forma sistemtica,
con herramientas tericas ad quiridas a partir de un entrenamiento, como toda especiali
zacin. Sin embargo, hay cierta resistencia a reconocer la labor del lsofo, pues suele
suceder que las personas consideran su propia moral como la nica verdadera y, por tanto,
incuestio nable, de tal forma que piensan que ahondar en ella, ponerla en duda, o tratar de
clari carla, es prdida de tiempo, o incluso algo daino o inmoral, al igual que todo trabajo
los co. Quien as piensa, es porque sin saberlo ha renunciado a una capacidad espec
camente humana, esto es, la de re exin, y da por sentado y verdadero lo que otros han
dicho. Si examinas cuidadosamente la ltima parte de la Apostilla los ca sobre el Fedro de
Platn (pg. 17), te podrs formar la idea de que el lsofo es un ser de otro mundo, ese que
anda en las nubes, que tiene poca relacin con los problemas reales. Esa idea surge
precisamente de una falta de informacin sobre el quehacer los co, ya que:
1. La losofa mucho ha cambiado desde hace 25 siglos. 2. Aunque es vlido hacer crticas a
Platn o a cualquier otro lsofo, es preciso hacerlas desde el conocimiento de la obra. 3.
Siempre ha habido distintas corrientes los cas, de ma nera que unas pueden coincidir ms
con la idea del lsofo como ser extrao a todo con icto, en tanto que otras lo colocan en
una postura de mayor compromiso con los problemas. 4. Por ltimo, hay tambin mltiples
formas de interpretar un texto los co.
Planteamiento del problema: Existe alguna forma de resolver los con ictos morales
Los ms principales de estos dolos, y en quien ellos ms fe y creencia tenan, derroqu de sus
sillas y los hice echar por las escaleras abajo e hice limpiar aquellas capillas donde los tenan,
porque estaban llenas de sangre que sacrifican, y puse en ellas imgenes de Nuestra Seora y
otros santos, que no poco el dicho Mutezuma y los naturales sintieron. (Hernn Corts. Cartas
de relacin, p. 88).
Una cuestin que surge con frecuencia es si los conceptos ti cos son culturales e histricos, o
por el contrario, universales y ahistricos. Con cierta facilidad se acepta que los distintos
pueblos, culturas y pocas tienen sus propias costumbres y que los individuos que pertenecen
a ellas se rigen por sus propias normas. Esto queda avalado por ciertos dichos populares del ti
po: cuando vayas a Roma, haz como los romanos, lo que signi ca que hay una disposicin a
actuar como otros en lo re ferente a ciertas reglas sociales, de etiqueta, jurdicas e, incluso,
algunas morales. Sin embargo, eso tiene lmites, pues habr otras normas que no estaremos
dispuestos a acatar, que por lo general sern las que atenten contra nuestros ms arraigados
principios y valores morales o religiosos. Ms an, habr casos en que la moral de un pueblo
entre en franco con icto con la moral de otro, en lo que respecta a casos concretos. A qu se
puede atribuir esto? Cmo resolverlo? Hoy como nunca vivimos aparentemente en lo que
suele denomi narse relativismo cultural, y por consecuencia, moral. Sin em bargo, una re
exin ms atenta indicar que no es del todo cierto, pues si bien se acepta el fenmeno de tal
relatividad, por lo general se hace con reservas o con franca y acrrima crtica, desde una
postura intolerante y dogmtica, donde la moral propia se postula como la nica vlida y
verdadera. Por otro lado, aunque la aceptacin sin reservas de la diferencia cultural y moral
traera como consecuencia respeto y tolerancia, tambin se pueden plantear fuertes
objeciones: todo es vlido? Debemos respetar y tolerar cualquier conducta, sin importar las
consecuencias? Pensemos el problema con la cuestin de las drogas, cuyo consumo,
especialmente entre jvenes, crece en forma vertiginosa en muchas culturas. Varias culturas
de la antigedad durante siglos consumieron opio sin restriccin legal, para efectos curativos o
de placer. Su uso formaba parte de la vida diaria. Esa costumbre se puede contrastar con la de
otras culturas diacrnica y sincrni camente. El fumar tabaco, propio de las culturas
prehispnicas, que se extendi a travs del mundo, hoy es objeto de campaas de restriccin.
Sin embargo, durante las dcadas de mediados del siglo XX, para americanos y europeos, el
fumar cigarrillos fue cuestin de elegancia y cosmopolitismo.
Los ms principales de estos dolos, y en quien ellos ms fe y creencia tenan, derroqu de sus
sillas y los hice echar por las escaleras abajo e hice limpiar aquellas capillas donde los tenan,
porque estaban llenas de sangre que sacrifican, y puse en ellas imgenes de Nuestra Seora y
otros santos, que no poco el dicho Mutezuma y los naturales sintieron. (Hernn Corts. Cartas
de relacin, p. 88).
Planteamiento del problema: Existe alguna forma de resolver los con ictos morales?
Algunas ticas, como la platnica, identifican el bien y la verdad. La tesis de fondo es que hay
una Verdad y un Bien, vlidos para todos o universales. Esos conceptos se entienden como
"objetivos", es decir, con independencia del sujeto, y "neutrales", lo cual significa la verdad al
servicio de todos, sin distincin. Generalizando, y sin afn de caer en reduccionismos, se puede
calificar a ticas de este tipo como ahistricas. Fijando la atencin
Histrico: Todo se va conformando en el tiempo; por tanto, el hombre no tiene esencia o una
naturaleza inmutable. Ahistrico: Fuera del tiempo, presupone un esencialismo. Diacrnico:
Perspectiva histrica y evolutiva, vertical. Sincrnico: Perspectiva horizontal y cultural.
Conceptos introducidos por F. de Saussure (1857-1913) inicialmente para el estudio de la
lengua o lingstica. Rompiendo lmites
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En distintas circunstancias, esas costumbres tienen hoy otros signi cados, pues tanto el opio,
como el tabaco y otras drogas son reprobadas desde el punto de vista legal, mdico y social, e
incluso moral, pues basta observar las reacciones sociales frente a los consumidores y
vendedores de droga para notar que son objeto de descali cacin moral. Se identi ca
drogadicto y narcotra cante con persona mala. Lo anterior pertenece a la moralidad
vigente. Todos podemos observar y escuchar lo que se hace o se dice al respecto en diversos
medios. Pero, como se trata de fenmenos ms o menos recientes, la tica los ca
occidental no ha desarrollado an su cientes estudios. Fernando Savater (1947-) se sorprende
de que Michel Foucault, con su mirada incisiva, no haya tomado la droga como problema
los co. Sin intencin de entrar de lleno en el tema de la droga, sirva slo para plantear
algunos problemas. Por un lado, es posible observar diferencias en las morales de grupos
humanos que coexisten en un mismo periodo (por ejemplo, entre occidentales y orientales), e
incluso en una mis ma cultura (entre clases sociales o grupos de una misma nacin). Tambin
hay diferencias en el mismo grupo, pero en distintas pocas (un emperador Mench y un
dirigente del Partido Comunista en la China actual). Lo anterior nos lleva a concluir que la
moral es histrica y cultural. Sin embargo, para la tica los ca esa observacin emprica no
es su ciente, pues an tiene que dar cuenta del fe nmeno en otro nivel, formulando otro
tipo de cuestiona mientos. En primer lugar, es necesario determinar desde cundo este
fenmeno comenz a ser considerado problema moral. En segundo, si la droga constituye un
mal en s o, por el contrario, hay matices culturales que considerar. En tercer lugar, hacer las
distinciones necesarias entre venta y tr co de drogas, vende dores y consumidores, tra
cantes y drogadictos, etctera. Y por ltimo, distinguir entre las propiedades de la droga en s,
el efecto que produce en el consumidor y las consecuencias so ciales.
9 El cultivo de amapola, hermosa flor que en otro tiempo adornaba campos y jardines, hoy
est prohibido debido a las drogas que de ella se extraen. (Monet. Campo de Amapolas en
Argenteuil).
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ACTIVIDADES
Ms all del texto Donde suean las hormigas verdes, lme de Werner Herzog. En esta
pelcula se ve claramente un choque cultural entre un grupo aborigen de Australia y una
compaa de ingenieros occidentales. Proyctala en video y haz una re exin com parativa
entre el choque cultural de espaoles e indgenas en Mxico y el caso australiano
contemporneo que se expone en la pelcula.
Ms all del texto Donde suean las hormigas verdes, lme de Werner Herzog. En esta
pelcula se ve claramente un choque cultural entre un grupo aborigen de Australia y una
compaa de ingenieros occidentales. Proyctala en video y haz una re exin com parativa
entre el choque cultural de espaoles e indgenas en Mxico y el caso australiano
contemporneo que se expone en la pelcula.
En el Per de los incas, las hojas de coca eran un smbolo del Inca, reservado exclusi vamente a
la corte [...] En la Roma preimperial el libre uso del vino estaba reservado a los varones
mayores de treinta aos, y la costumbre admita ejecutar a cualquier mujer u hombre joven
descubierto en las proximidades de una bodega. En Rusia beber caf fue durante medio siglo
un crimen castigado con tortura y mutilacin de las orejas. Fumar tabaco se conden con
excomunin entre los catlicos, y con desmembramiento en Turqua y Persia. [...] Natural
mente, los valores mantenidos
por cada sociedad influyen en las ideas que se forman sobre las drogas. Durante la Edad Media
europea, los remedios favoritos eran momia pulverizada de Egipto y agua bendita, mientras
hacia esos aos las culturas centroamericanas consideraban vehculos divinos el peyote, la
ayahuasca, el ololiuhqui y el teonanactl, plantas de gran po tencia visionaria que los primeros
misioneros denunciaron como sucedneos perversos de la Eucarista.