Manual Del Agricultor 1932 PDF

MANUAL PRACTICO mm
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DEL AGRICULTOR
WmmMM AL ALCANCE DE TODAS LAS mmmmmi
INTELIGENCIAS Y FORTUNAS
por S m i l i a n o S n c h e z F e r n n d e z ,
Prroco de Cistlerna
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Precio: UNA PESETA
- - - 1 9 3 2
IMPRENTA CATLIC
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MANUAL DEL AGRICULTOR
POR
SIMILIANO SNCHEZ FERNNDEZ
PRROCO DE CISTIERNA
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MANUAL
D E l
CULTOR
POR
SIMILIANO SANCHEZ FER|s|ANDEZ
PRROCO DE CISTIERNA
1932
IMPRENTA CATOLICA
Calle de Pablo Flrez, nm. 20
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A GUISA DE P R O L O G O
Dos palabras de historia. E l amor a l campo y a la Agricultura

y Ja situacin angustiosa del agricultor, hizome consagrar duran-
te varios aos a l estudio de la misma, los momentos en que me
vea Ubre del ministerio parroquial; pero el trabajo excesivo de
mi cargo vino a romper con una de mis distracciones favoritas.
Ante la imposibilidad de continuar mis trabajos, hube de resig-
narme a ordenar Jos datos tomados de una y otra parte, dando
origen a l opsculo que ahora os ofrezco.
He de confesar que j a m s conceb la idea de que sta m i obra
viera la luz pblica; y slo accediendo a los insistentes deseos de
varios amigos, he decidido publicarla.
No creo haber hecho un estudio acabado de la Agricultura,
pero s algo i l e instructivo para el agricultor, a quien dedico
este pequeo trabajo, fruto de mis experiencias personales.
EL AUTOR
INTRODUCCION
Aunque el arte de cultivar la tierra es tan antiguo como el

hombre (Adr, fu el primer agricultor); apesar de recomendar-
la Salomn en el libro de los Proverbios, con frases tan expresi-
vas como stas: El que labra la tierra tendr pan en abundan-
cia; sin embargo, es un hecho] que la agricultura p a s por un
largo periodo de postracin.
Pero hoy, en todas partes, especialmente en Europa, se ha des-
pertado por ella gran inters; inters que tambin se manifiesta
en Espaa, cada vez con m s vitalidad y saludables energas.
Porque es un hecho como dice Sully, que todo prospera en un
pas donde florece la agricultura.
Hemos empezado a despertar, es verdad, pero hemos de reco-
nocer, que an nos falta mucho camino que recorrer, para arran-
car a la tierra un mximum de produccin. Varias y complejas
son las causas que nos lo impiden; entre las principales las si-
guientes:
~ 1.a La ignorancia del labrador, en materia tan importante co-
mo es la agricultura.
2.a La desconfianza, hija de la ignorancia, en la compra y
aplicacin de abonos.
-5.a ^os engaos de que han sido victimas por los especulado-
Tes de mala fe, vendiendo abonos falsificados
Finalmente, el divorcio que hay entre la explotacin ganadera
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y e l cultivo del campo. E l labrador rico o pobre, especialmente el

ltimo, no suele tener m s ganado que el necesario para labrar
sus fincas; con lo que sucede: por una parte, que carece de estir
col para abonarlas; por otra, no emplea abonos minerales por
falta de medios, y en la m a y o r a de los casos, por la desconfian-
za de obtener resultados prcticos.
E l Estado y Diputaciones Provinciales podran orillar estos
obstculos con una economa relativa, creando campos de expe-
rimentacin en diferentes regiones de la provinc-a, bajo la direc-
cin de personas peritas. De ese modo los labradores veran p r c -
ticamente las excelencias del buen cultivo en su mismo campo,
pueblo, o al menos en su regin, sirvindoles de estimulo para
abandonar el rutinarismo y emplear los adelantos de la agricul-
tura moderna.
Los sindicatos agrcolas, protegidos eficazmente por las entida-
des referidas, y dirigidos, especialmente en el empleo de los abo-
nos, por los peritos de los campos de experimentacin, seran un
poderoso auxiliar; y el ms seguro y menos costoso, s i el clero,
hallndose mej'or retribuido, pudiera adquirir o b n s de agricultu-
r j y hacer experiencias en los campos de su parroquia.
Pero como este asunto es ajeno a la materia de este trabajo, y
es ' tras muchos nublados, me concreto a indicarlo.
Por m i parte, p o n d r m i granito de arena, en este gran edificio,
dividiendo la materia en varios capituls.
CAPITULO PRIMERO
PREPARACIN FISICA DEL TERRENO
Podemos considerar a la tierra como una gran mquina trans-

formadora, desempeando el labrador el papel de maquinista; y
como el buen maquinista debe conocer las piezas de la mquina,
antes de disponerse a comprender su mecanismo, as el agricultor
debe comenzar por conocer los t e m n o s que cultiva.
Imposible por la gran variedad de tierras, dar un nombre ade-
cuado a todas las cultivables; con todo, se pueden reducir a tres
grupos: arcillosas, silceas y calcreas, segn que prepondere la
arcilla, slice o cal. Si predomina la arcilla, sigue la cal y a esta la
slice, se llamar arcillo-calcarea silcea; y viceversa si domina la
tierra slice o la cal.
Tierras arcillosas.Son terrenos arcillosos aquellos en que
abunda la arcilla; y se conocen porque, estando secos, son duros,
compactos y difciles de laborear; deben labrarse en ocasin opor-
tuna, n i muy secos, ni muy hmedos, y para obtener buenos re-
sultados, con labores profundas.
Terrenos silceos.En los terrenos silceos, domina la slice en
forma de arena; las tierras son sueltas y s p e r a s al tacto; general-
mente carecen de cal, porque se baja al subsuelo con las aguas y
repetidas labores, y como suelen ser pobres, conviene abonarles
con frecuencia. Se laborean en todo tiempo.
Terrenos calcreos.Las tierras calcreas son poco renaces y
se endurecen mucho; secndose, absorben mucha agua, y hmedas,
se adhieren a los instrumentos. Tratndolas con los cidos pro-
ducen m s o menos efervescencia, segn la mayor o menor canti-
dad de cal que contengan, y se disuelven con el cido clorhdrico.
Si estn mezcladas con arena y arcilla, resultan porosas y ligeras,
no absorbiendo agua con exceso y calentndose discretamente.
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Enmiendas.Algunas tierras es conveniente enmendarlas artifi-

cialmente para su mejor laboreo y ms abundante producin. La
primera enmienda que debe hacerse en toda clase de tierras, es la
de regularizar la corriente de las aguas, evitando el estancamiento
y la excesiva velocidad.
Los terrenos arcillosos se corrigen, introduciendo en ellos gran-
des cantidades de estircol u otras materias orgnicas, como c s-
ped de los prados; sembrando forrajes, suministrando materiales
sliceDS, cal bajo la forma de carbonato, marga caliza, enterrando
forrajes en verde, y coa los hornos llamados hormigueros.
Los silceos se corrigen con la arcilla, marga caliza, materias
orgnicas, y tambin con el cultivo de las leguminosas, y dndo-
las buenas dosis de cal.
Laboreo de las tierras. Corregidos los defectos, el agricultor
debe laborear las tierras con trabajos profundos, si el terreno lo
permite; tanto m s , cuanto las races de las plantas profundicen
ms en el suelo, pues de ese modo, conserva mejor la humedad^ y
las races adquieren mayor desarrollo.
Atendiendo a la economa y a los grandes adelantos en la cues-
tin de arados, estas labores deben hacerse con el arado que me-
jor convenga y no con la azada, por resultar muy caras, pues el
arado puede suplir en la mayora de los casos a la azada, toda
vez que hay arados de desfonde con una sola reja, con rejas de
subsuelo para sacar la tierra a la superficie, combinados de des-
fonde y subsuelo, estirpadores para cortar las races, escarifica-
dores, y que mueven la tierra a ms profundidad que la arada, y a
menos que el arado corriente, bisurcos, trisurcos y cuatrisurcos,
patateros, de via y topos, para abrir agujeros y subterrneos y
dar salida a las aguas, propios para labrar praderas permanentes
y antiguas, pues pasando bajo la corteza, remueven la tierra que
hay debajo, aparte de otros muchos para labores especiales.
Entre los arados, no es m i pensamiento incluir, en la inmensa
mayora de los casos el arado de madera, porque le considero
protector de las malas hierbas, y causa de la falta de humedad en
las plantas.
Ordinariamente se dan labores de desfonde cada tres o cuatro
a o s , de cuarenta a cincuenta centmetros con excelentes resulta-
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dos; s se dieran de a metro, servira para mucho m s tiempo el

desfonde, y los resultados seran an mejores, conviniendo los
aos intermedios labrar las tierras con veinte a treinta centmetros
de profundidad.
Los desfondes deben hacerse cuando la tierra no est muy h-
meda, adelantndose unos meses a la siembra, para que tenga tiem-
po de meteorizarse. A las labores de arado, conviene sigan los de
grada, rodillo, etc., no ocupndome m s de estos instrumentos,
porque son muy variados, y todos pueden adquirir conocimiento
de los mismos, pidiendo catlogos a las casas constructoras.
CAPITULO II
PREPARACIN QUIMICA DEL TERRENO
Preparada la tierra fsicamente, es una mquina perfeccionada,

pero como la mquina no produce utilidad, si su fuerza no se
aplica a una industria o arte, as la tierra tampoco da provecho,
si no contiene los materiales necesarios para transformarles en
materia orgnica vegetal.
Es una verdad que las tierras nunca empobrecen, si se les dan
ms substancias nutritivas de las que se extraen con las cosechas;
al contrario, se hacen ms ricas y se desarrollan tanto mejor las
plantas, cuanto ms substancias nutritivas contiene la tierra, por-
que siempre se reserva algunas cantidades; sin embargo, como en
la prctica se acostumbra a extraer con las cosechas ms substan-
cia- de las que se dan, de ah que la inmensa mayora de las tie-
rras se hallan sumamente empobrecidas.
Sabiendo mediante el anlisis qumico qu elementos son nece-
sarios para la construccin del edificio vegetal, conoceremos los
alimentos que necesitan las plantas.
Varios son los elementos de que se componen las plantas, pero
como la mayor parte de ellos les suministra la naturaleza en abun-
dancia, me ocupar solo de los cuatro m s importantes y que es-
cascan en la tierra, como son: zop, potasa, cido fosfrico y cal;
advirtiendo primero que las frmulas de aplicacin, de las que
tratar m s adelante, no se han de entender matemticamente;
pues con frecuencia ocurrirn casos, en los que ser conveniente
reformarlas, habida consideracin de la riqueza del terreno y exi-
gencia de las plantas. As, por ejemplo: si la tierra abunda en po-
tasa y la planta es poco exigente de este elemento, se suprimirn
los abonos potsicos o parte de ellos, siendo aplicable lo dicho de
la potasa a los dems abonos.
Para obtener buenos resultados, es necesario que los cuatro ele-
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mentos cooperen colectiva y proporcionalmente a las exigencias

de las plantas; ninguno obra por s misino, sin el concurso de los
dems, cumplindose la ley del mnimum; pues sucede con ellos,
lo que con una cadena que tiene tanta fuerza, cuanta es la del es-
labn ms dbil.
zoe.El zoe es un elemento esencial al vegetal, caracterstica
de la substancia organizadora y viviente de la clula del proto-
plasma. Todos los r g a n o s jvenes y en vas de formacin son
formados por clulas ricas en zoe. Es indiscutible, por tanto, el
valor alimenticio de este cuerpo simple.
De dos fuentes pueden sacar el zoe las plantas, de la atmsfera
y del suelo. E l suelo presenta a las plantas el zoe en tres formas
diferentes: sales amoniacales, nitratos y materias orgnicas cua-
ternarias.
Se le administra al suelo mediante el humus, que es todo lo que
resta de materia orgnica, ms o menos alterada, mezclada con
los detritus e innumerables bacterias muertas. En una palabra, es
una forma transitoria de lo que tuvo organizacin, conviniendo
que la tierra contenga por lo menos sus dos partes por ciento de
humus y que no exceda de un 10 por 100. E l humus en ciertas pro-
porciones mejora mecnicamente el suelo, haciendo m s esponja-
do el compacto, m s compacto el ligero, conserva la humedad y
su color obscuro le hace mejor conductor del calor.
E l humus hace solubles las sales insolubles; se une qumica-
mente con el exceso de cidos de los perfosfatos y les hace aptos
para fecundar los terrenos. Es foco de innumerables micro-orga-
nismos, que efectan las descomposiciones, combinaciones, divi-
siones, etc., comunicando a la vez salubridad al aire telrico, fun-
damento de la higiene de los terrenos. Ricos manantiales de hu-
mus son el estircol y las plantas enterradas en verde.
Estircol de cuadra.Bajo la denominacin de estircol de cua-
dra, incluyo todos los restos orgnicos de una casa de labranza;
pues en la prctica suelen juntarse todos en el estercolero. E l es-
tircol es el m s antiguo y m s importante de los abonos utiliza-
bles, pues contiene en m s o menos cantidad los cuatro elementos
que necesitan las plantas. Su riqueza vara por muchas causas;
entre ellas, la alimentacin del ganado y cuidados que se le presten
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al estircol, desde que el animal le expele hasta enterrarlo en el

suelo.
Siendo tan grcnde su importancia por la influencia fertilizadora
que tiene, el labrador debe prestarle los mayores trabajos para
evitar perdidas de substancias nutritivas. Es muy interesante a este
fin, que el pavimento de la cuad a sea impermeable, lo que se con-
sigue, o con un cemento especial para este objeto, o con arcilla
apisonada, y sobre ella un adoquinado con pendiente necesaria
para que los orines corran a un canal, que deber terminar en una
cisterna, la que describir al tratar del estercolero.
Sobre la cama de los animales se extender una capa de turba o
tierra en polvo (la arcillosa mejor) y sobre sta tres kilos de paja
por cabeza, siendo los animales grandes, con lo que se impide las
emanaciones de amoniaco. Cuando se hallen empapadas estas
substancias se mandan al estercolero y se repite la operacin.
La paja de mayor poder absorventc es la ms sutil y ligera, se-
gn las experiencias hechas por Napolen Passerini. E l guisante
bien trillado retiene en un kilgramo de paja 3,45 gramos de amo-
niaco. Las hojas, por trmino medio, retienen, 15,00. E l haba, 16,10.
La juda, 6,35. Haspa de trigo, 3,70. Trigo, 1,85. Centeno, 2,30.
Avena, 2,40. Maz, 7,35. E l kilo de tierras turbosas, retiene de 12 a
22 gramos. Las arcillo-calcareas, 6,00 y las arenosas 1,50. Puede
tambin aadirse o usarse el yeso cocido, o preparado del modo
siguiente: de perfosfato al 15 16 por 100, 46 kilos, con 92 de yeso
mezclados y extendiendo medio kilo por cabeza.
Si las substancias anunciadas son muy caras, se mezcla un me-
tro cbico de arcilla en polvo con 150 kilos de perfosfatos al 15
16 por 100, cantidad suficiente para cada cabeza de ganado en un
ao, obtenindose mejores resultados. Esta operacin puede prac-
ticarse tambin en el estercolero, colocando entre cada diez cent-
metros de espesor de estircol una capa de un centmetro de este
compuesto.
Estercolero.El pavimento del estercolero debe ser impermea-
ble como el de la cuadra, rodeado de un canal igualmente imper-
meable para conducir los lquidos a la cisterna, que puede ser co-
mn con la de la cuadra. E l estercolero conviene que sea convexo,
y sino est bajo cubierta, rodeado de rboles para protegerle de
los agentes atmosfricos. El estircol se coloca en capas super-

puestas y comprimidas de modo que la superficie resulte horizon-
tal y los lados verticales, exceptuando aquel por donde el obrero
lleva el estircol que ser un plano inclinado.
Sacado todo el estircol de la cuadra, se ailna la ltima capa y
se extiende una capa de tierra en polvo, prefiriendo la arcillosa,
como queda dicho anteriormente, repitindose la misma operacin
siempre que se saque estircol de la cuadra.
Guando el montn tenga una altura de tres metros, se hace otra
plataforma como la anterior. Si se seca el estercolero, se riega con
los lquidos de la cisterna, valindose de la bomba de Filadelfa o
de otro modo cualquiera.
Cisterna. La cisterna debe ser impermeable, como el estercole-
ro y la cuadra; lo cual se consigue con ladrillos bien cocidos o
piedra, unindolos con cemento y enveunando el interior, con al-
quitrn u otra sustancia que produzca los mismos efectos.
En las pequeas casas de labor, se puede hacer la cisterna, con
una pequea cuba empotrada en el suelo, y quitando una base
sustituyendo los aros de madera a los de hierro, tapando los agu-
jeros con madera, y las rendijas con estopa, esparto, etc., y ro-
dendola de arcilla bien apisonada, se envetuna interior y exte-
riormente con alquitrn y se cubre con una tapadera.
Mtodo para el empleo del estircol.No basta cuidar del es-
tircol en la cuadra y estercolero; hace falta saber el modo de em-
plearlo para que produzca el mximum, en el mnimum de tiempo.
Debe levantarse del estercolero, no por capas horizontales, sino
verticales de cincuenta a ochenta centmetros, para que los carros
lleven un estircol homogneo; pues por capas horizontales, unos
llevaran buen abono, y otros lo que tal vez, no est hecho y lo
pajoso, resultando desigualdad en la produccin de frutos.
La costumbre de remover el estircol y llevarlo con mucha ante-
lacin a las tierras formando pequeos montones, es muy conve-
niente desterrar!^, pues con los agentes atmosfricos pierde sales
amoniacales y materias solubles.
E l reparto del estircol debe hacerse luego de llevarle a las tie-
rras, y a ser posible, debera echarse en el fondo del surco si-
guiendo al arador.
Epoca de enterrar el estircol.Taer, cree muy conveniente en-

terrar el estircol con la primera labor del barbecho, y que lleve
tres labores con la tierra.
La costumbre de enterrar el estircol con la semilla, tiene gra-
ves inconvenientes.
A los cereales, es recomendable aplicar abonos fermentados.
En las tierras medianas y ligeras, es ventajoso emplear el es-
tircol a medio hacer; en las fuertes el pajoso y fresco. Girad, ha
reconocido seis veces m s de zoe, como de sulfato de amoniaco,
en una tierra arcillo-calcarea abonada como queda dicho.
El esiircol ha de enterrarse m s profundamente para las plan-
tas de races profundas, y menos en las de races superficiales. N o
debe emplearse, en general, el estircol en cobertura en las tierras,
habiendo abonos minerales, y muchos menos en los prados, por
las grandes prdidas que ocasionan los agentes atmosfricos.
Cantidad de estircol que se ha de emplear.La cantidad de
estircol a emplear, depende de varias causas; entre las principa-
les, la exigencia de las plantas que se cultiven, y la riqueza del te-
rreno. Como tierras ligeras se desprenden con ms facilidad de las
sustancias nutritivas, necesitan estercoladuras m s dbiles y fre-
cuentes que las tierras fuertes, pues stas, las retienen con gran
energa, y no las sueltan, sino cuando, por decirlo as, estn ya sa-
turadas.
Garola calcula por trmino medio treinta mil kilos de estircol
por hectrea, y para una rotacin de tres a o s .
En algunos casos sin embargo, quiz resulte mejor la esterco-
ladura m s frecuente y en menor escala, dando el complemento
con abonos minerales. El estircol es de accin inmediata con las
sales amoniacales, y duradera con el zoe de reserva en mucha
mayor cantidad.
Materias vegetales enterradas en verde.Son fuentes de humus
y por tanto de materia azoada, los vegetales enterrados en verde,
que se pueden dividir en dos clases; cultivados y enterrados en la
tierra que les produce y trados de fuera. A todas las tierras las
conviene el enterramiento de las plantas en verde, con especiali-
dad a aquellas donde es difcil el acceso con el estircol.
Las plantas mas propias para enterrar, son las que menos azo-
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tan el suelo y m s nutriccin traen de la atmsfera, eligiendo las

que dan mayor cantidad de materia orgnica, como follaje abun-
dante y rico, cultivndose siempre que se pueda las leguminosas.
En las tierras fuertes dan buenos resultados la veza o alberga,
habas, guisantes, alfalfa, alfalfa duplina, trbol de las legumino-
sas; adems se puede sembrar la mostaza negra, el nabo y la colza.
En las tierras ligeras calcreas, conviene el trbol blanco, en-
carnado, esprgula, trigo sarraceno, centeno, y en las no calca-
reas el alrumuz. La mefor planta para una tierra, es la que en ella
o en sus linderos se desarrolla espontneamente; y esta regla tn-
gase en cuenta, para saber las plantas que mejor se adaptan a ca-
da terreno. Cuando la planta se quiere enterrar en verde, la siem-
bra debe hacerse espesa, y si la tierra no tiene fertilidad suficiente,
antes de esparcir la semilla, se abona con superfosfato y potasa,
si se siembran leguminosas, siempre que la tierra contenga cal y
si se siembra otra clase de plantas, con una pequea cantidad de
abonos azoados. Desarrollada la planta, se entierra con el arado,
rodillndola despus, sin plantar nada, hasta que empiece a des-
componerse.
Los abonos verdes convienen mejor a los climas clidos y tie-
rras secas, que a los otros.
Los prados que se roturan, enriquecen la tierra en gran mane-
ra; as, un prado de alfalfa, en tres aos deja en la tierra ciento
cincuenta y tres kilos de zoe, treinta y tres de cido fosfrico,
cincuenta y dos de potasa, y ciento cincuenta y uno de cal. E l
trbol en un a o enriquece la tierra con ciento veintitrs kilos
de zoe, diez y ocho de cido fosfrico, veintitrs de potasa y se-
senta y seis de cal. La esparceta igualmente enriquece la tierra
con 127 kilos de zoe, 28 de cido fosfrico y 72 de potasa, con la
particularidad, de que el zoe lo extraen de la atmsfera en su
mayor parte, el cido fosfrico, potasa y cal del subsuelo, por la
profundidad que alcanzan sus races.
Demostrado que el nitrato que se forma durante el verano, es
arrastrado por las lluvias al subsuelo, es muy til para evitar es-
tas prdidas, sembrar luego que se levante la mies, la alverja de
invierno, trbol encarnado, con lo que se consiguen dos fines; abo-
no en verde o forraje y el que queda indicado.
Las materias verdes tradas de fuera para enterrar y a las que

con m s propiedad que a las anteriores se las puede llamar abo-
nos, se obtienen con poco coste, donde hay eriales, montes; pues
existen grandes cantidades de vegetacin espontnea, como jun-
cos, retamas, brezos, helchos, hojas. E n las regiones pantanosas,
pueden hutilizarse juncos y c a a s . Para aplicar las retamas, bre-
zos y helchos se les divide bien, amontonndoles durante seis
meses prximamente, y luego se cntierran. Las hojas de los rbo-
les, es un abono eficaz para los terrenos calcreos; las hojas de
remolacha, nabos, patatas, caas, y hojas de tapinambor, cuando
no se aprovechan para forraje, son consideradas como abonos.
Aunque el estircol bien cuidado es el mejor abono y el m s
econmico para la tierra, pues adems de fertilizarla, la da fres-
cura, porosidad, disgregacin en las tierras compactas, humedad
y cohesin en las sueltas; sin embargo no llena todas las necesi-
dades de los terrenos y las plantas, siendo necesario completarlo
con los abonos minerales o de comercio, teniendo muy encuenta,
en su empleo, lo que falta al suelo, al estircol y las exigencias de
las plantas.
Si hace falta suministrar zoe a la tierra, se dar este elemento
con el nitrato de sosa, nitrato de cal, sulfato de amoniaco, ciana-
mida de cal, prescindiendo de otras menos abundantes y por tan-
to ms caros.
Nirato de sosa.Es una sal impura que contiene por trmino
medio 157 por 100 de nitrgeno. Es muy soluble en el agua, sin
transformacin en el suelo, le absorben las plantas; el color es
gris,, ms o menos obscuro, y los cristales tienen la forma de cubo.
A l pedir este abono, debe exigirse una pureza del 95 por 100 y r i -
queza del 15 al l por 100 de nitrgeno, sin contener ms del 1 por
100 de perclorato. Puede aplicarse este abono, a toda clase de tie-
rras, pero con mesura en las muy permeables. Generalmente se
aplica en primavera alguna cantidad, al apuntarlos cereales la ter-
cer hoja; y otra, a la formacin de la espiga y del grano, cuidan-
do de que haya humedad, pues de otro modo queda inerte y se
pierde mucho nitrgeno.
Nitrato de cal.Este abono contiene un 13'2 a 13'5 por 100 de
nitrgeno; es m s soluble que ^1 nitrato de sosa; tiene la misma
eficacia y propiedades, aunque puede aplicarse a toda clase de tie-

rras, y es muy indicado para los suelos calcreos. Como este abo-
no se sirve en barriles, sino se gasta el barril de una vez, se cubre
el abono que resta con paja y se vuelve a tapar.
Sulfato de amoniaco.Contiene este abono de 24 a 25 por 100
de amoniaco, que corresponde 20 o 24 por 100 de nitrgeno, cuya
garanta debe exigirse, como tambin que se halle libre del sulfo-
cianuro, lo que se conoce, disolviendo un poco de abono en agua
y aadindole unas gotas de percloruro de hierro; si la solucin
toma un color rojo muy intenso, es prueba de que hay sulfocianu-
ro, y entonces para utilizar este abono, se entierra con anticipacin
la siembra, a fin de que pierda las propiedades txicas.
El sulfato de amoniaco es muy soluble y se difunde con rapidez
extraordinaria; no tiene olor y el color es variable; si presenta un
olor fuerte y picante, debe rechazarse.
E l sulfato de amoniaco se puede emplear en todas las tierras, si
la aplicacin se hace en el momento de absorverlo las tierras, pe-
ro si se usa con antelacin y deben ser excluidas las tierras are-
nosas y clidas. A los cultivos de otoo, se le aplica inmediata-
mente antes de la siembra, si exceptuamos las tierras indicadas.
En los cultivos de primavera, se entierra siempre con la ltima la-
bor preparatoria; en cultivos permanentes, uno o dos meses antes
de comenzarla nueva vegetacin. En los prados es preferible el
nitrato de sosa.
Cianamida de cal.Este abono contiene 20 a 21 por 100 de n i -
trgeno, 55 a 60 de cat, 17 a 18 de carbono, adems de otras ma-
terias, y hasta algo de cido fosfrico. E l color es moreno, y el
olor parecido al gas del alumbrado o aceitileno. Segn Perotti, no
produce buenos efectos, ms que en las tierras ricas y mediana-
mente ricos, en materia orgnica. Se entierra quince das o treinta,
antes de la siembra.
Abonos potsicos.As como el nitrgeno contribuye a que los
organismos foliceos de las plantas se desarrollen considerable-
mente, as la potasa contribuye al desarrollo de la materia verde,
favoreciendo adems segn Noble y otros la nitrificacin.
Los principales abonos potsicos, son el sulfato de potasa, clo-
ruro de potasa, kainita y polisal potsica.
Sulfato de potasa. Este abono, como todos los potsicos, no

tiene olor; en un litro de agu^ a 12. C. se disuelven 105 gramos;
el sabor es salado y amargo a la vez; los cristales tienen la forma
de prismas derechos a base romboidal; es inalterable al aire.
Contun, no garantiza m s que un 48<6 por 100 cuya garanta debe
procurarse conste en factura.
E l sulfato de potasa se emplea en las tierras compactas o me-
dianamente compactas; de secano, con m s de 10 por 100 de cal; si
son bastante hmedas o de regado, conviene mejor el cloruro, pu-
diendo sustituirse este en terreno poco hmedo por la polisal po-
tsica. En tierras secas calcreas y en pas poco lluvioso, es pre-
ferible el sulfato al cloruro.
Cloruro de potasa.Qumicamente puro, es blanco, cristaliza-
do en cubos, de un sabor salado, muy soluble, un litro de agua a
O.0 C , disuelve 300 gramos. Contiene 47*6 por 100 de cloruro;
52'4 por 100 de potasa,no garantizando el comercio ms que una r i -
queza de SO'S de potasa pura.
Este abono se aplica en las tierras medianamente compactas,
con ms de 10 por 100 de cal, siendo hmedas o de regado y en
las calcreas.
Kainita.La kainita en estado bruto, contiene por termino me-
dio, un ^ ' P por 100 de potasa. La garanta que debe exigirse, es
el 12 por 100 de potasa anhidra, libre del cloruro o del magnesio,
que es muy higroscpico, no conservndose bien en los sacos, y a
la vez es nocivo a la vegetacin. Conviene emplearla kainita pre-
parada por la calcinacin.
La kainita es muy indicada para las tierras ligeras que general-
mente son secas, pues aumenta la tenacidad y humedad de las
mismas.
Polisal potsica.La polisal potsica de dos graduaciones: una,
que contiene el 21 por 100 de potasa pura, y otra el SO' por 100,
debiendo exigirse al comercio la garanta de 20 y 30 por 100 res-
pectivamente. Es muy recomendable para las tierras calcreas poco
duras.
Epoca de aplicar los abonos potsicos.Vara la poca de apli-
cacin de estos abonas, segn la clase de tierra y cultivo.
En los cultivos de otoo, debe aplicarse el abono patsico, con
la primera labor preparatoria, condenando U costumbre de distri-

buir el abono con la semilla, especialmente cuando se emplea el
cloruro y la kainita.
En cultivo de primavera y tierras calizas, arenosas o h m e d a s ,
se aplica al dar la ltima labor; en las dems tierras que contienen
suficiente proporcin de cal, arcilla o humus, es preferible enterrar
las sales potsicas, con una labor de otoo, especialmente si se
usa cloruro kainita.
En los prados, la aplicacin se h a r cuando termina el otoo y
la vegetacin est detenida.
Abonos fosfatados.El cido fosfrico es indispensable en la
vegetacin y el agente primordial de la fructificacin.
Las sales fosfatadas m s utilizables son el superfosfato de cal,
fosfato precipitado y escorias de desforforacin, conocido con el
nombre de escorias Thomas.
Superfosfato. Son insolubles en el agua, poco solubles en los
cidos flojos, como cido actrico o ctrico al ^O'IO por 100.
Son varias las clases de superfosfatos, no distinguindose m s
que por su riqueza en cido fosfrico, soluble en el citrato amni-
co, cuya con licin deber exigirse al comprar estos abonos.
La clase que ms conviene usar es al 18'20 por 100 de riqueza
en cido fosfrico. Tambin lo hay doble con una riqueza del 30 al
45 por 100, pero produce poco, y por tanto, me limito a mencio-
narlo.
Fosfato precipitado.Este abono se parece a polvo blanco, d-
bilmente aglomerado y muy homogneo. Los fosfatos precipitados
del comercio, no pasan del 42 por 100, y en general la garanta que
se debe pedir es de una riqueza de 36 a 40 por 100 en cido fos-
frico.
Escorias Thomas.Este abono, es negro o muy moreno; tiene
partculas de hierro y acero, por cuya razn se debe repartir con
un aparato al efecto preparado y cubriendo la boca con un pa-
uelo, a fin de evitar que dichas partculas, entrando con la aspi-
racin se claven en los pulmones. La riqueza de este abono, vara
del 12 al 20 por 100, exigiendo el mnimum de cido fosfrico al
hacer el pedido, as como tambin una finura tal que del 75 al 80
por 100, pase por el tamiz nm. 100, y que el 75 por 100 de la tota-
lidad del cido fosfrico sea soluble en el citrato al 5 por 100.

Contiene adems este abono un 45 a 55 por 100 de cal viva; cir-
cunstancia digna de tenerse en cuenta, al hacer la aplicacin.
Terrenos a los que son muy convenientes cada uno de los otros
abonos fosfatados.El escorias Thomas est indicado para los
terrenos arcillosos compactos, humferos y arenosos; pero si se
encalcan enrgicamente, se emplean los superfosfatos y fosfato
precipitado, muy indicados para los terrenos calcreos.
Se emplean indistintamente los abonos fosfatados en las dems
clases de tierras, no olvidando que el cido fosfrico de ias esco-
rias es menos asimilable que el d ls otros.
Los tres abonos referidos dan buenos resultados en todos los
cultivos, si la tierra no exige abono especial. E l escorias Thomas
es muy conveniente para los prados naturales, con especialidad a
los de regado por la ccntidad de cal viva que contiene, usndolo
siempre que el terreno no sea calizo y permeable, pues de lo con-
trario, est m s indicado el superfosfato.
Epoca de aplicar los abonos fosfatados.En las siembras de
otoo se aplican estos abonos con las labores de preparacin;
igualmente se aplican en otoo para los cultivos de primavera y
verano, y sino fuera posible, con las primeras labores de prima-
vera. En los prados se aplican a fin de otoo, con las sales pot-
sicas gradundolas, a fin de que filtrndose en la tierra con las
aguas durante el invierno, se hallen en la primavera en contacto
con las races.
Cal viva.Muchas son las variedades de cal, de las que no me
ocupo en clasificarlas por ser de todos conocidas.
La cal obra como enmienda y como abono, y aunque abunda
mucho, hay tierras que no tienen suficiente cantidad; y por lo tan-
to, hay que drsela.
La cal obra sobre la materia orgnica, los silicatos y arcilla;
mediante ciertas combinaciones, produce los humatos de cal, que
representan un gran papel en la preparacin de alimentos de los
vegetales.
La cantidad de cal a emplear, vara segn la naturaleza del sue-
lo. El incomparable maestro Garola, aconseja, para un perodo de
tres aos en tierras granticas y silceas, mil ciento a mil cuatro-
24 SI MI M A N O SANCHEZ FERNANDEZ
cientos kilos. En tierras de consistencia media, mil seiscientos a

dos mil trescientos; en arcillosas fuertes hasta tres mil kilos.
Si se trata de roturaciones de tierras granticas y silceas, dos
mil doscientos a dos mil ochocientos kilos. E l mejor regulador de
la cal es la modificacin de la flora primitiva; si no tena legumi-
nosas, y despus se desarrollan, especialmente el trbol blanco,
prueba que es suficiente la cantidad de cal, si no se modifica la
flora, an falta cal al terreno.
Modos de repartir la cal.Entre los diversos modos de repar-
tir la cal, me parece el ms apropiado, el de colocarla en piedras
sobre el terreno; en montones de medio hectolitro o tercera parte
de hectolitro, distantes en todas direcciones unos siete metros y
cubrindolas con tierra, hasta que lentamente se apague. A los
veinte das prximamente o antes si hay mucha humedad, se mez-
cla con la tierra y se extiende, gradendola fuertemente en todas
direcciones; el escarificador, puede aventajar a la grada en esta
labor. E l encalado conviene hacerlo en otoo y quince das antes
de la siembra.
Sulfato de cal o yeso. - Este se considera m s como correctivo
que como abono y tiene la propiedad de poner en movimiento la
potasa. Es muy recomendable para los prados de trbol, alfalfa y
esparceta, en los terrenos ricos en humus; pero en los pobres, son
nulos sus efectos; se emplea en primavera en dichos prados, a ra*
zn de 200 a 300 kilos por hectrea de una vez, y si se emplea en
varias veces, se distribuye dicha cantidad en tantas partas, cuan-
tas veces se repita la operacin.
Distribucin de los abonos qumicos.Importa mucho distribuir
bien los abonos qumicos, conviniendo que tanto stos como la
tierra, estn bien pulverizados, para que se una ntimamente. A fin
de economizar tiempo y gastos, se mezclan las sales potsicas en-
tre s, y con todos los abonos fosfatados y nitrogenados, siempre
que no haya que aplicarles en distinta poca.
E l escorias Thomas sin embargo, puede mezclarse con los nitra-
tos de sosa y cal, con la calciocianamida y con las sales potsi-
cas, pero no con el superfosfato de cal, ni el sulfato de amoniaco.
E l superfosfato de cal, puede mezclarse con las sales potsicas
y con el sulfato de amoniaco, pero hay inconveniente al mezclarlo
con el nitrato de sosa, de cal y de cianamida de cal. De ningn mo-

do debe mezclarse el sulfato de amoniaco con el nitrato de cal.
Con el estircol pueden mezclarse todas las sales potsicas, el su-
perfosfato y el sulfato de amoniaco, pero no con el escorias cal-
ciocianamida, nitrato de sosa y cal.
Para repartir los abonos uniformemente y sin mquina, se mez-
clan con tres cuartas partes de arena o tierra fina y una de abo-
no, y despus de hacer bien el envuelto, se distribuye a boleo, sin
levantarlo mucho, especialmente si hace viento.
Los abonos en los prados se dejan en la superficie; y en los te-
rrenos de cultivo se gradea fuerte a fin de enterrarlos.
La mayor o menor profundidad que ha de darse a los abonos
depende de las condiciones de la tierra y plantas que se cultivan*
En las tierras muy permeables y de regado se deja m s super-
ficial; en las compactas y de secano, se entierra mas profunda-
mente. Para las plantas que se desarrollan y profundizan poco
sus races, se entierra la mitad del abono con una labor ordinaria
y la otra con grada o escarificador. Si las plantas tienen mucho
desarrollo radicular y profundizan mucho, se entierra el abono
con gran profundidad, o profundidad media, segn convenga. En
los terrenos de secano, se entierran los abonos ms profundamen-
te en primavera que en otoo.
Regla general para la compra de abonos.El olor y color no
garantizan el valor fertilizante de los abonos. Si se piden abonos
fosftalos, debe exigirse a la casa vendedora haga constar en la
factura la riqueza en cido fosfrico soluble en el agua y citrato
amnico. En los nitratos, la riqueza en nitrgeno ntrico y en el
sulfato de amoniaco, el nitrgeno amoniacal, y en las sales pot-
sicas, la riqueza en potasa pura.
Para evitar fraudes en los abonos potsicos, se exige el saco de
origen, que debe traer el nombre del abono y estar cerrado con un
precinto de plomo Kalisynolikat, y el cordel no tenga aadido
alguno.
Cuando se sospeche falsificacin, se abre el saco ante dos tes-
tigos, se llena un frasco de abono, sacado hacia la mitad del saco,
se tapa y lacra sellndole con la marca del vendedor y compra-
dor si es posible, o al menos, con la de la estacin de destino, le-
26 SIMILIANO SANCHEZ F E R N A N D E Z
yantando un acta, firmada por los dos testigos, se manda anali-

zar, y si resultare falsificadD, hgase la debida reclamacin.
Con el fin de vitar molestias y tener mayor seguridad de no ser
engaados, lo mejor es pedir abonos a sindicatos, sociedades agra-
rias, federaciones agrcolas, etc.
CAPITULO III
Preparada la tierra mecnica, fsica y qumicamente, creo llega-

do el momento oportuno de entrar de lleno en la resolucin del
problema, de organizar la multiplicacin del ganado con el cultiv
de la tierra entre pequeos labradores; pero antes juzgo de gran
inters sentar ciertas bases:
1. a La mayora de los agricultores, exceptuando algunos de la
parta montaosa, no tienen m s ganado que el necesario para la-
brar sus fincas, no producciendo estircol suficiente para abo-
narla?.
2. a La casi totalidad del estircol producido por los animales,
resulta muy incompleto, por falta del cuidado necesario, para evi-
tar la prdida de sales.
3. a Aun en el caso que los labradores tuvieran estircol nece-
sario para sus fincas y estuviera bien cuidado (caso rarsimo por
desgracia), a n no tendran todo lo que las plantas necesitan para
un abundante desarrollo; de ah la necesidad de completar el es-
tircol con los abonos minerales.
4. a E l agricultor tiene, por otra parte, gran afn en sembrar
muchas hectreas de terreno, sin preocuparse de abonarlos conve-
nientemente, sucediendo ordinariamente que trabaja mucho y rc^
coge poco, por no querer convencerse que produce ms una r e a
bien cultivada y abonada que cuatro mal trabajadas; viviendo en
este error, por no fijarse m s que en el producto del capital en
conjunto y no en lo que cada finca aisladamente produce. Para
evitar este mal, todo labrador debiera llevar un libro registro con
el fin de anotar cada cosecha, la calidad y coste de las semillas,
abonos y gastos de laboreo de las tierras, recoleccin del fruto
hasta ponerlo en condiciones de venta o de consumo y capitalizar
todos los gastos sin excluir alguno, porque oro es lo que oro vale,
y entonces vera claramente las prdidas o ganancias de cada fin-
ca. Estoy seguro de que si los labradores practicaran esta opera-

cin tan sencilla con cada finca, muchas no las sembraran, al me-
nos en algn tiempo, evitando prdidas de trabajo y la cosecha.
Resultara el conjunto del capital tan abundante, o an mayor por-
que el cultivo en lugar de ser extensivo sera intensivo.
CAPITULO IV
ALTERNATIVA DE COSECHAS
Por lo expuesto en las bases precedentes, se ve con claridad

meridiana que las tierras se hallan empobrecidas por las causas
ya indicadas, necesitando por tanto acudir para remediar este de-
fecto a los abonos minerales.
Gomo entre los indicados abonos, los m s caros suelen ser los
nitrogenados, y stos se pueden obtener mediante el cultivo de le-
guminosas forrajeras, que extraen el nitrgeno de la atmsfera y
lo depositan en las races, las que siendo profundas, sacan a la
vez el nitrgeno del subsuelo, as como tambin cierta cantidad de
los dems elementos que necesitan las plantas, enriqueciendo por
otra parte la tierra de sustancia orgnica nitrogenada con sus re-
siduos y races. Los cereales, en cambio, son buenos consumido-
res de nitrgeno; nada mejor, pues, que establecer la alternativa
de leguminosas, forrajeras y cereales; obteniendo con las primeras,
adems de las ventajas dichas, grandes cantidades de forraje para
los animales, pudiendo por tanto aumentar considerablemente las
cabezas de ganado y produccin de estircol, y con los segundos,
mejores cosechas y mayor cantidad de alimento para el hombre;
pero como esta operacin no se puede practicar en todas las tie-
rras, ya.sea por el difcil acceso, u otras circunstancias, se estable-
cern prados que clasificaremos en artificiales, naturales y tempo-
rales; entendiendo por padros artificiales, aquellos que se cultivan
las leguminosas forrajeras; permanentes, cuando se cultivan gra-
nmeas y leguminosas, por tiempo indefinido, y temporales, a los
mismos, pero de duracin determinada.
CAPITUL V
PRADOS ARTIFICIALES
Las leguminosas, como trbol, alfalfa, esparceta, veza, haba al-
tramuz, etc., son acumuladoras de zoe, porque tienen la propiedad
de aprovechar, adems del zoe combinado del terreno, el zoe l i -
bre del aire, que lo ofrece gratis y en gran cantidad la naturaleza,
llegando al mismo tiempo, despus de servirse del zoe atmosfri-
co para atender a sus necesidades, a depositar en el suelo bastan-
te cantidad, y en estado de combinacin para los dems cultivos,
de tal manera que en los terrenos donde se han cultivado las le-
guminosas en buen estado de desarrollo, rara vez falta el abono
azoado, bastando aplicar solo el cido fosfrico, potasa y cal de
bajo precio, en relacin con los abonos azoados, hallndose ade-
ms con facilidad.
Las leguminosas como alfalfa, trbol y esparceta, alcanzan, se-
gn Gasparri, gran profundidad con sus races, pudiendo llegar a
uno raz de alfalfa de diez y seis metros de longitud.
La raz de esparceta, si la tierra lo permite, no baja de un me-
tro, pasando algunas veces de dos. La del trbol violado, fcilmen-
te alcanza sesenta centmetros.
Aunque al principio, estas plantas reciben la alimentacin de
las capas superiores, a medida que se desarrollan, la van extra-
yendo como hbiles mineros de las capas inferiores, razn por la
cual resiste mucho la sequa, pues reciben el agua por la raz, pre-
parando adems la tierra; para que las plantas que las siguen
profundicen m s , con sus races en busca de alimento y humedad;
pues descomponindose las races, despus de la recoleccin, de-
jan la tierra removida y esponjosa, para que penetren con m s fa-
cilidad las races de las plantas que las siguen.
Las leguminosas, adems de las races, dejan residuos foliceos.
La alfalfa, segn clculos aproximados y fundados en la ex-
periencia, dejan, por cada quintal de heno recogido quince kilos
de residuos foliceos y sesenta y dos de races, conteniendo los
32 SMILIANO SANCHEZ F E R N A N D E Z
cien kilos de heno, un valor nutritivo, segn Gasparri, de uno no-

venta y siete de zoe. Pierre, obtuvo 2'02. Garola, calcula que ga-
na la tierra rable en residuos foliceos y races por cien kilos,
0<852 de zoe, O'lS de cido fosfrico, 0*285 de potasa y 01841 de
cal, pudiendo decirse, con pequeas variaciones de la esparceta,
lo mismo que de la alfalfa.
Gana la tierra en sustancias alimenticias con el trbol, entre ra-
ces y residuos foliceos de ramaje enteramente seco, por cien k i -
los, 3,064 de zoe; 0*299 de cido fosfrico; 0^00 de potasa.
Como dichas sustancias son sustradas por las leguminosas de
las capas inferiores, de donde no las sacaron otras plantas de ra-
ces m s superficiales, resulta ventajossimo su cultivo por enrique-
cer la tierra sin gastos.
Cultivo de leguminosas forrajeras.Como no slo del abono,
sino del clima y cultivo, depende en gran manera el buen des-
arrollo de las plantas, y siendo tan importante el que las cosechas
de las leguminosas abunde, porque cuanto mayor cosecha pro-
duzcan, ms riqueza azoada adquiere la tierra, tratar del cultivo
de las ms principales, como son el trbol en sus diversas varie-
dades, alfalfa, alfalfa lupulina, mielga, esparceta, trbol encarna-
nado, veza, algarroba y pie de pjaro.
Trbol violado o pratense.El trbol violado es planta vivaz,
pero no se le hace durar, generalmente m s de dos a o s ; en plena
produccin, da un forraje en verde excelente, pero como meteoriza
a los animales, conviene darlo con cuidado, mezclado con paja o
alimentos secos; en el estado seco y se recolectan en buenas condi-
ciones; es muy nutritivo y bien recibido por los animales. Antes
de florecer, contiene de materias azoadas totales, 70'9; celulosa,
SO'; hidratos de carbono, W l . A l principio de la floracin contie-
ne materias azoadas, 58'8; celuloso, 37'8; hidratos de carbono, ^ .
E l heno de trbol, cortado en flor contiene los principios si-
guientes:
H E N O D E TREBOL CORTADO E N FLOR

Sustancia seca 85'5
Proteina . H'S
S r ? s a s ; 2 * 9
Extractos no azoados 37*1
Celulosa 24
M A N U A L DL AGRICULTOR 33
Protena 8'5
Principios digeribles. I S ^ 8 9 8 . "
K 6 i Extractos
Celulosa no azoados. 2'6
11'3
Valor nutritivo expresado en almidn, por cien
partes de alimento. . . . ; 31*9
La composicin vara segn la poca y procedimientos de re-

coleccin.
Clima y suelo.El trbol pratense, ama las regiones de clima
hmedo, pero en los climas secos, crece bien con el riego; quiere
suelos arcillosos poco compactos, bien mu'lidos, profundos, bas-
tante permeables, de suerte que no se estanquen las aguas y su-
ficientemente calcreos, pero no con exceso.
El trbol como las dems leguminosas de races profundas, de-
be sembrarse despus de la patata, remolacha o zanahoria, a fin
de limpiar las tierras de las malas hierbas; es conveniente prece-
da al trbol, la zanahoria y a la alfalfa la patata.
En climas hmedos, da dos o tres cortes, y con riego puede
an dar ms. Se le aplica el yeso en primavera para movilizar la
potasa y los abonos que indicar ms adelante. La buena semilla
del trbol, debe ser de un amarillo vivo, mezclado de un aspecto
luciente, desconfiando si el color es obscuro.
A l comprar la semilla debe exigirse que est libre de cscuta y
que tenga una pureza de 96 a 97 por 100 y facultad germinativa
del 80 por 100.
Se entierra entre quince y treinta milmetros; en los suelos fuer-
tes a quince milmetros de profundidad y en los ligeros a treinta,
empleando de quince a veinticinco kilos por hectrea, segn las
circunstancias de poca y tierra.
Se siembra generalm2nte con un cereal, conviniendo en otoo
el centeno m s que el trigo, y en primavera, la avena m s que la
abada, pero cualquiera que sea el cereal, ha de sembrarse bas-
tante raso.
Si la superficie del suelo es dura, se gradea en piimavera, y si
se levanta dejando las races en el aire, se la pasa el rodillo.
No debe repetirse la siembra del trbol hasta haber pasado do-
ble nmero de a o s , a los que ha vegetado en la misma tierra.
3
34 SIMILI ANO SANCHEZ F E R N A N D E Z
Necesitando yeso, se le aplican de 200 a 400 kilos por hectrea

en un tiempo clido, hmedo y cuando la tierra est cubierta por
las hojas del trbol.
Trbol blanco.Este trbol es vivaz; se halla expontneamente
en todos los prados, conocindose por sus flores blancas coloca-
das sobre largos pednculos, las caas se arrastran por el suelo
produciendo raices adventicias de trecho en trecho.
E l trbol blanco, es poco ms o menos rico en materias azoa-
das que el pratense, m s que el encarnado. Es m s rstico que el
pratense; soporta mejor el cultivo en los suelos secos y ligeros
as como en los hmedos; donde mejor se desarrolla es en las tie-
rras frescas, ligeras y muy calcreas. Los abonos fundamentales
para este trbol son los fosfatados y potsicos, como para el tr-
bol violado, pero agradecen ms el enyesado. Se cultiva como el
pratense.
En la siembra se emplean de 8 a 15 kilos por hectrea y se en-
tierran menos que el trbol violado por ser ms fino el grano. E l
primer a o se pastea ligeramante en otoo para favorecer el talla-
je. Meteoriza tambin a los animales. Sin contar el a o de siembra,
puede hacerse durar tres aos.
La pureza de la semilla debe ser de 93 por 100 y la facultad ger-
minativa del 74 por 100.
Trbol hbrido.Es vivaz; las hojas las tiene como el trbol
blanco, formando capullos gruesos, de color rosa claro las flores.
Soporta los fros rigurosos, la atmsfera hmeda les es favorable,
dandole mucho la sequa continuada. Resulta bien en los terre-
nos frescos arcillosos, arcillo-arenosos, en los subsuelos mamo-
sos, fros y hmedos, en los turbosos o ferruginosos, pero no en
los secos y pobres. Se cultiva y abona como el violado, no profun-
dizando tantos sus races.
La semilla debe tener una pureza de 95 por 100 y facultad ger-
minativa de 75 por 100, repartindose de 10 a 15 kilos por hect-
rea. E l forraje es muy nutritivo y menos fibroso que el violceo.
Anthilide vulneraria o trbol de las arenas.Este trbol vulgar-
mente llamado amarillo, es planta forrajera bisanual; resiste la
sequa y el fro. Conviene a las tierras ligeras y arenosas o de te-
nacidad mediana, suficientemente calcreas, y con subsuelo per-
meable; prospera en las tierras impropias para la alfalfa y trbol;

al principio del desarrollo le daa mucho las malas hierbas, sobre
todo la grama.
Se reparten veinte kilos de grano desnudo por hectrea, ente-
rrndole ligeramente. Se meteoriza al ganado y el valor nutritivo
es muy bueno.
El caballo especialmente le rechaza algo por cierto sabor amar-
go que tiene en verde; las vacas se habitan bien a el, y henifica-
do, todos los animales le comen bien.
Los abonos fundamentales son los mismos que los de las dems
clases de trbol, de las que tratar al hablar de la alternativa de
leguminosas y cereales segn el sistema de Solari.
Alfalfa.Como el trbol es el rey de las leguminosas forrajeras,
la alfalfa es la reina. Esta planta es de origen meridional, por tan-
to, en iguales condiciones de terreno y cultivo; cuando el clima la
favorece, produce con m s abundancia, da un buen forraje en
verde y heno de gran valor nutritivo que comen bien los anima-
les. Meteoriza los animales como el trbol.
La alfalfa presenta la composicin siguiente:
Alfalfa verde Heno de al-
en flor faifa en flor
Sustancia seca 24 83,5

, Protena 3,9 14,2
^ , . . , ( Grasas 0,8 2,6
Principios b r u t o s . . . ExtractoS no azoados. 1,3 29,2
( Celulosas 7,8 29,5
[ Protena 2,7 9,7
. . . - u i o ) Grasas 0,4 1,2
Principios digeribles. Extractos no azoados. 5,7 18,1
( Celulosa 3,5 13,2
Valor nutritivo expresado en almidn para cien
partes de alimento 8,4 22,4
La alfalfa quiere un suelo permeable y profundo, calcrea y rica
en fsforo y potasa; ama el calor y una humedad moderada; teme
las heladas al principio del desarrollo; el agua estancada la d a a
mucho.
En tierras pobres en fsforo se la abona con trescientos kilos
de superfosfatos o escorias Thoraas por hectrea y a o ; en los
36^SMrL!IAN0 SANCHEZ F E R N A N D E Z
pobres en potasa, con 150 a 200 kilos de cloruro de potasa, y si se

quiere que dure 3 4 aos, se triplica o cuadriplica la dosis.
La buena semilla de alfalfa debe ser amarilla luciente y pesada,
la garanta de estar libre de cscuto, una pureza de 97 por 100 y
facultad germinativa de 87 por 100, repartindose de 25 a 35 kilos
por hectrea. En primavera conviene sembrarla con un cereal,
prefiriendo la avena. Se entierra algo m s que el trbol; si necesita
yeso, se aplican de 200 a 250 kilos por hectrea. La alfalfa de Pro-
venza es m s estimada y los granos son m s gruesos.
Alfalfa lupulina.Esta alfalfa es bisanual; sus flores amarillas
y muy pequeas se renen en una espiga ovalada; crece expont-
neamente en las tierras ligeras, calcreas o areno-ca'careas, aun-
que no produce, ni con mucho, como el trbol y las dems clases
de alfalfa; lleva la ventaja de desarrollarse en los terrenos donde
no se desarrollan aquellos, dando un excelente pasto para las
ovejas. Se siembra como el trbol a razn de 20 a 25 kilos por hec-
trea en otoo o primavera con otras leguminosas o g r a m n e a s .
E l cultivo y abonos son como los de la alfalfa.
Mielga.Es una variedad de alfalfa menos productiva y de gran
duracin. E l ganado la come muy bien, especialmente el lanar.
Produce abundante semilla y resiste mucho a la sequa. Su cultivo
y abono es el mismo empleado para la alfalfa.
Esparceta.Si la alfalfa lleva el nombre de reina en los terrenos
frescos, el mismo nombre puede aplicarse a la esparceta en los
terrenos secanos.
La esparceta crece expontneamente en las rocas, introducin-
dose sus races por las hendiduras de las mismas; es planta vivaz
y profundiza, si la tierra lo permite, algunas veces hasta m s de
diez metros.'
Da un forraje excelente y sano, no meteorizando a los animales.
Aunque el rendimiento es inferior al de la alfalfa, en cambio es
menos exigente, desarrollndose en ciertos terrenos, en los que no
lo hacen otras leguminosas. Prefiere suelos profundos y calcreos,
dando buenos resultados en los arenosos y cascajosos, encaln-
doles si no tienen cal. En esta clase de terrenos he visto por expe-
riencia propia sus buenos resultados. Huye de los terrenos arci-
llosos compactos y en donde hay aguas estancadas.
Los seis primeros meses teme las heladas, soportndolas des-

pus.
Su composicin es la siguiente:
Esparceta Esparceta
verde en flor seca en flor
Sustancia seca 20 83,5

Protena 3,5 13,2
Principios brutos Grasas 0,6 2,5
Extractos no azoados. 7,8 32,5
Celulosas 6,9 28
Protena 2,3 9,6
Principios digeribles. Grasas 4,3 1,6
Extractos no azoados. 4,8 25,3
Celulosa 3,2 11,8
Valor nutritivo expresado en almidn, por
cien partes de alimento 7,6 31,7
Cultivada la esparceta en buenos terrenos y empleando semilla
especial, puede dar dos cortes.
Se cultiva y abona como las dems leguminosas, especialmente
como la alfalfa. La buena semilla debe ser del a o , de color gris
luciente con un reflejo azulado, o bien un moreno luciente con el
interior verde. La pureza debe ser del 98 por 100 y la facultad ger-
minativa del 80 por 100 libre de pinpinela.
La siembra debe ser muy espesa para que ahogue las malas
hierbas, esparciendo 160 a 192 kilos por hectrea se entierra con
la grada. A partir del segundo a o de sembrada, todas las prima-
veras se gradea fuertemente y si le hace falta yeso se le hecha
como a la alfalfa. La siega se h a r cuando empiezan a formarse
los primeros granos.
Forrajeras anuales. - Trbol encarnado.Ordinariamente se
distingue por las hojas bellosas y flores puestas en forma de espi-
ga de buen rojo; es muy precoz; da un solo corte y el alimento es
de buena calidad; no siendo exigente, pues se puede sembrar con
labores de mediana calidad. No meteoriza al ganado.
Le convienen los terrenos poco tenaces, sindoles muy favora-
bles los terrenos y fincas areno-arcillosas y las arenosas; se siem-
bra en otoo o primavera, pero en esta provincia (Len) creo m s
indicada la siembra de primavera con avena muy rala, abonndose
como el trbol ordinario.
Vezas.Hay varias clases de vezas, pero en pases de fuertes

heledas, sera temerario sembrarla en invierno.
Las vezas prefieren las tierras que tengan mucho humus o arci-
llosas si no son muy hmedas. Tambin se desarrolla en los terre-
nos arenosos, granticos o esquistosos siendo frescos.
La siembra se hace ordinariamente en primavera con avena muy
rala para que pueda enramar sobre ella, bastando una labor pre-
paratoria y un gradeo antes de la siembra. Se corta en flor, abo-
nndola como las leguminosas.
La semilla debe tener 98 por 100 de pureza y 95 por 100 de fa-
cultad germinativa, distribuyendo de 150 a 200 kilos por hectrea
y enterrndola con un fuerte gradeo.
Algarroba.La algarroba viene bien en los terrenos silceos,
calizos; resiste la sequa, pudiendo aprovecharse como forraje.
Con el objeto de limpiar la tierra de malas hierbas, puede po-
nerse a la cabeza de una rotacin.
Las almortas o muelas pueden aprovecharse como la algarroba
para forraje.
Guisantes y habas.Estas plantas pueden aprovecharse para
forraje; se desarrollan bien t n los climas hmedos y resisten la
sequa. La siembra se hace a razn de 220 kilos los primeros y
250 las segundas, a b o n n d o l a s como a las leguminosas. Se cortan
en flor si se aprovechan para forraje, no repitindose la siembra
hasta pasados seis o siete a o s .
Serradilla o pie de pjaro.Crece bien esta leguminosa en los
suelos frescos, arenosos, profundos y en los areno-arcillosos no
siendo hmedos; se siembra a razn de 30 kilos por hectrea, cu-
briendo poco la semilla.
Si a pesar de las buenas condiciones de clima, terrenos, abonos
y cultivo, en la raz de las leguminosas no se desarrollan unas pro-
tuberancias, donde anidan y se multiplican millares de bacterias o
microbios, los cuales extraen al zoe gaseoso del aire que circula
en el terreno, dejando en el suelo como un fondo de reserva para
los cereales, entonces se hace necesaria la inoculacin del terreno,
cuya operacin se practicar del modo siguiente: De un campo
donde crezca con lozana la leguminosa que se quiere cultivar, se
extrae de diez a cuarenta quintales de tierra por hectrea, exten-
M A N U A L D EL AGRICULTOR 39
dicndola a voleo en el terreno que se quiere inocular e incorpo-

rndola al mismo con una ligera labor de grada, y si esta opera-
cin resultase cara, puede disolverse en agua la tierra que conten-
ga las bacterias.
Holgara hablar de la preparacin de la tierra para las legumi-
nosas una vez que hemos tratado este punto en el captulo primero.
Plantas parsitas y animales dainos a las leguminosas

Cuscuta. Uno de los peores enemigos de la alfalfa, trbol y
hasta de la esparceta y mielga, aunque con menos vigor en las
dos ltimas, es la cscuta, que se desarrolla con intensidad sobre
el segundo corte del follaje; no tiene hojas y formada de tallos f i -
lamentoso blanco-rojizos, se enrrosca a las leguminosas, viviendo
a sus expensas y a h o g n d o l a s .
Cuando se observe la presencia de cscuta, se corta la parte i n -
festada, recogindola y quemndola fuera de las fincas y se riega
despus la parte segada con sulfato de hierro al 10 por 100, o con
sulfato de potasa, a razn de 200 a 300 gramos por metro cuadrado.
Rhizoatonio violceo.Esta planta parsita se envuelve a la
raz, en forma de filamentos violceos, alimentndose de su savia.
Se destruye, abriendo un foso alrededor de las manchas circu-
lares invadidas, extendiendo una capa de azufre sobre el fondo
y paredes del foso, que debe tener medio metro de profundidad
y despus se rellena de tierra; luego se rotura la parte atacada y
se queman las plantas recogidas, encalando fuertemente la tierra
y no se siembra alfalfa hasta despus de tres a o s .
Tambin se encuentra sobre la alfalfa la roa, el P e r o n s p e r a
rifoleorum y el phacidinum medicgvrrs quz determinan la caida
de las hojas. Estas enfermedades de las hojas pueden tratarse con
una disolucin de sulfato de cobre al 2 por 100, lavando los forra-
jes antes de drselo a los animales, teniendo a pesar de esto mu-
cho cuidado para drselo-
Esprrago de lobo.Esta planta es tambin parsita, desarro-
llndose sobre las races de alfalfa y trbol; produce muchos gra-
nos y muy finos. Se combaten segando luego la pradera, para que
no maduren las semillas y sembrando muy espeso el forraje.
Insectos C r i s o m l i d o . - E l crisomlido de la alfalfa es un colep-
tero que mide de tres a cuatro milmetros de cuerpo ovalado, ca-

beza triangular y ancha, ojos salientes, cuyas barbas de color
amarillo primero y negro despus, comen la hoja del alfalfa, se
destruyen pasando por el alfalfar unos cogedores ligeros de ma-
dera y mango largo, pues caen en el fondo y se les mata, o con un
corte temprano, de suerte que no tengan que comer.
Los insecticidas y cal viva en polvo, distribuida sobre el alfal-
far, produce buen efecto.
Gorgoo.Este insecto es de un centmetro de largo de forma
bomboidea, color terroso, al que se destruye haciendo de trecho
en trecho hoyos de veinte centmetros de profundidad, y como van
all a guarecerse, fcilmente se les mata.
Phitonomus variabilis.Tiene este insecto centmetro y medio de
largo; su color gris avellanado, tejiendo las larvas un capullo so-
bre los tallos; se destruyen segando luego el alfalfar para que se
mueran de hambre, procurando pastarle despus. E l uso de la cal
viva es recomendable. Las babosas y caracoles son tambin ene-
migos de la alfalfa y trbol, destruyndolas con el rodillo.
De los dems animales dainos, me ocupar al hablar de los
enemigos de prados naturales y temporales.
CAPITULO VI
ROTACIONES ORDINARIAS
Conocidas las principales legutrinosas forrajeras, su cultivo y

propiedades (y digo principales porque hay otras muchas que no
describo, a fin de simplificar este trabajo) resta saber las propie-
dades y cultivo de los cereales para establecer en buenas condi
ciones la rotacin en las que conviene observar, segn Raquet, las
reglas siguientes: 1.a A los cereales que ensucian la tierra por
las malas hierbas que se desarrollan a la vez que el cereal, debe
seguir una planta que se escarde, como patata, remolach-, nabo,
etctera. 2.a A las plantas de races profundas deben suceder
las de races superficiales y viceversa. 3.a A las plantas que to-
man de la tierra ciertas sustancias, deben seguirlas que consumen
otras distintas. 4.a Para que la semilla se desarrolle bien, es
necesario que la tierra est bien mullida, limpia de malas hierbas
y que la semilla sea nueva, pisada y cogida de plantas selecciona-
das; sembrada de cinco a nueve veces de profundidad sobre el
dimetro medio del grano y en poca conveniente. Esta regla ge-
neral debe tenerse en cuenta para toda clase de granos.
Trigo.Como el trbol es el rey de las leguminosas, el trigo lo
es de los cereales; aunque se da en toda clase de tierras, excepto
en las arenosas y pobres, prefiere, sin embargo, las arcil'o-slico-
calcareas, provistas de materias orgnicas y minerales, pronta-
mente asimilables.
La tierra se prepara de la manera indicada en los captulos
1. y 2.. Los granos de la buena semilla deben ser gruesos, de
forma ovalada y amarillentos.
El trigo se siembra a voleo, tanto m s ralo, cuanto mejor sea el
terreno, y ms espeso cuando el terreno es m s pobre.
El mejor medio y m s econmico de sembrar el trigo es la m-
quina, pues lo deja a profundidad conveniente en lneas equidis-

tantes para limpiar y mover la tierra con facilidad, mediante el
escarificador o extirpador y distribuyendo los granos con m s re-
gularidad.
Se calculan necesarias para la siembra espesa de 150 a 200 k i -
los de grano por hectrea, la clara de 100 a 140 kilos por hectrea
y la media de 95 a 100 kilos.
Si en primavera la tierra toma costra, de suerte que impide el
crecimiento de la planta se gradea, y si con las heladas se levanta
el terreno, se rodilla, conviniendo escardarle en tiempo oportuno.
Si el trigo sigue a una leguminosa abonada con la frmula de
doble anticipacin, segn el sistema Solari (de que luego tratar,
o sea, de 180 a 200 kilos de superfosfato, del 15-16 por 100, de 180
a 200 kilos de 50 60 por 100 de cloruro de potasa, de yeso igual
cantidad), y vegetando bien se corta en verde, entonces no se le
debe aplicar abono alguno y dar tantos aos trigo cuantos estuvo
en plena produccin la leguminosa, salvo el caso que en la prima-
vera adquiera el trigo un tinte amarillento y entonces se suminis-
trar a la planta 50 kilos de nitrato de sosa por hectrea.
Lo dicho del trigo es aplicable a las dems rotaciones de legu-
minosas y cereales.
Si la leguminosa que precedi no di buenos resultados, as
como cuando al trigo no precedi leguminosa, se distribuirn los
abonos que necesite, teniendo en cuenta la fertilidad de la tierra,
as como el estircol que se le haya dado a la planta anterior, cuya
equivalencia, segn experiencias hechas, se calcula que en 100 k i -
los de estircol bien fermentado, hay 30 kilos de fsforo, 50 de po-
tasa y 98 de cal, que equivalen a 166 kilos de superfosfato, 200 de
cloruro de potasa y 290 de yeso.
Centeno.Se siembra en tierras ligeras, no necesitando labores
tan profundas como el trigo; abonos se le suministran prxima-
mente los mismos que al trigo; sembrndole a voleo se distribuyen
145 kilos por hectrea.
Cebada.La cebada requiere tierra arcillo-calcarea, dndose
en las tierras humferas y pobres de cal, pero en estas se emplea
el escorias Thomas en lugar de los superfosfatos. Se siembra a
razn de 136 a 180 kilos de grano por hectrea.
Avena.Esta planta se da en teda clase de tierras, se abona

como el trigo, excepto la de seis carreras que es m s exigente, y
se esparcen 150 a 200 kilos de semilla por hectrea.
De las enfermedades de cereales, as como de los medios de
combatirlas, no creo necesario tratar, por ser muy conocidas y no
alargar excesivamente este trabajo.
Hemos visto que con el cultivo de las leguminosas se consigue
rica y abundante alimentacin en verde para el ganado en el buen
tiempo y en el invierno un heno .sustancioso, y con los cereales y
dems plantas industriales, se consigue cubrir las necesidades del
hombre, pues toman del terreno el zoe que dejan las leguminosas,
pudindose decer que han sido creadas para dar alimento azoado
a las primaveras, de ah que nada m s racional qu" la alternativa
de leguminosas y cereales, prefiriendo entre otros el sistema So-
lari.
Sistema Solar!.Consiste el sistema Solari en cultivar una plan-
ta acumuladora de zoe como son las leguminosas y a la primera
rotacin una consumidora del mismo como los cereales, anticipan-
do a la primera los abonos que necesitan los dos, as, v. gr.: el
trbol en una tierra de fertilidad mediana, suficientemente calca-
reo, necesita precisamente 200 kilos de superfosfato, y si el suelo
es pobre en cido fosfrico, se aumenta la dsis hasta 400 kilos,
sustituyendo el superfosfato por el escorias Thomas, si el suelo es
pobre en cal, siempre que la tiera quede beneficiada en la misma
cantidad de cido fosfrico, y si la tierra es pobre en potasa asi-
milable, segn la cantidad que falte, as se le dar de 100 a 200
kilos de cloruro, sulfato de potasa o kainita, eligiendo como queda
dicho al tratar de los abonos el que est ms indicado, procurando
que cualquiera que se elija la tierra reciba el mismo beneficio en
potasa que si se le aplicase el cloruro, cuya operacin es fcil,
conociendo la graduacin de los abonos.
El trigo necesita en tierras de regular fertilidad de 250 a 300 k i -
los de superfosfato del 14 al 16 por 100 por hectrea, y de potasa
segn la falta que tenga, acaso ninguna o muy poca cantidad si el
suelo ha sido abonado con estircol.
En tierras pobres necesita de 200 a 500 kilos de superfosfato y
unes 110 de cloruro de potasa, cuidando siempre de aplicar la
misma riqueza potsica con los abonos que mejor convenga a las
tierras.
Conocidas las cantidades de abonos fosfatados y potsicos del
trbol y trigo, se suman las dos cantidades aplicando al trbol las
dos sumas totales.
Como se trata de un asunto importante a fin de exponerlo con
ms claridad, propongo el ejemplo siguiente:
Supongamos que se trata de una tierra pobre, al trbol entonces
le hacen falta para su buen desarrollo 400 kilos de superfosfato
del 14 al 16 por 100 y al trigo 400; la doble anticipacin de super-
fosfato, segn Solari, ser de 800 kilos, que es la suma total de
las dos cantidades, y practicando la misma operacin con las dos
cantidades de potasa, queda abonada la tierra para la recoleccin
del trbol y trigo sin ms abono.
Como no pocas veces ocurren frecuentes dudas en la cantidad
de abonos que se deben aplicar, escusa algunas veces para no es-
tablecer la alternativa de cosecha, puede recomendarse de una
manera general para las dos cosechas la frmula siguiente: De
superfosfato 500 kilos y de cloruro de potasa 200 por hectrea.
La ceniza de buena lea si la hay abundante puede suplir al
cloruro, pues 5 quintales de ceniza ssutituye a uno de cloruro, al
50 por 100 de potasa.
Tiene el sistema Solari la ventaja de no prescribir rotacin al-
guna determinada, dejando al labrador practicar la que m s le
convenga y con las plantas que mejores condiciones renan, te-
nindose en cuenta el clima, terreno y mercado.
Basta observar la ley fundamental de que una planta acomula-
dora de zoe siga a otra consumidora del mismo elemento, dando
a la primera la doble anticipacin de abonos necesaria para las
dos recolecciones.
Si algn labrador no quisiera establecer el sistema Solari en to-
da su labranza puede adoptar cualquiera de las dos alternativas
cuyos resultados han sido comprodados por la experiencia.-
Divididas todas las fincas de la labranza, se destina una de ellas
para alfalfa no incluida en la rotacin. En el primer a o se siem-
bran plantas que necesitan recalzarse con abono necesario para
aquella planta y la que sigue.
En el segundo a o trigo, y en primavera puede sembrarse el

trbol violado entre el trigo, y despus de segado el trigo se le
aplica la doble anticipacin de Solari; en el tercer c o trbol; en
el cuarto trigo o avena.
Cuando el alfalfar va declinando, se rotura, poniendo uno nue-
vo en el terreno que estuvo de plantas que necesitaban recalzarse.
Si las fincas no son apropsito para alfalfa o esparceta, puede
verificarse la rotacin cuadrienal y dividiendo todas las fincas en
cuatro partes iguales, en cuyo caso se cosecha menos forraje y
utilizan menos sustancias fertilizadoras.
Tambin puede establecerse la rotacin bienal. Primer a o , tr-
bol violado. Segundo, trigo, aplicando a la tierra 180 a 200 kilos
de superfosfato, 15-16 por 100, de 180 a 200 kilos de cloruro de
potasa e igual cantidad de yeso, pero entendindose que los abo-
nos deben darse al trbol.
CAPITULO VII
PRADOS NATURALES
Como en todas las tierras no puede a establecerse las rotaciones

indicadas, ya por el difcil acceso, ya por carecer de medio u otra
circunstancia cualquiera, y no es racional que a la tierra no se la
haga producir aquellas plantas para las que tiene mayor aptitud
pues toda tierra produce algo si se la dan abonos necesarios, nada
mejor para obviar este defecto que establecer prados naturales en
aquellos que mejor convenga.
Cultivo de prados naturales.Entiendo por prados naturales
como queda dicho, aquellos en que las plantas gramneas y legu-
minosas se producen expontneamente, o sembrndolas, son de
duracin indefinida; aunque los prados en que las plantas indica-
das se desarrollan expontneamente, tienen la ventaja de cubrirse
de las m s apropiadas al suelo y al clima, sin embargo tienen el
inconveniente de encepar tardamente, cubrindose a la vez de
plantas intiles y perjudiciales que se posesionan del terreno i n -
mediatamente, as que este sistema de prados slo debeemplear-
se cuando por lo accidentado del terreno, mala configuracin o
poca profundidad, no puede hacerse la siembra de buenas se-
millas, procurando en estos casos introducir con el gradeo se-
millas de buena calidad y apropiadas al terreno, destruyendo al
mismo tiempo y antes de la floracin las plantas intiles y perju-
diciales, y si hubiera dificultad para introducir las buenas semillas,
conviene entonces retrasar la recoleccin para que queden en el
prado las semillas de las buenas plantas.
En vista de estos inconvenientes, en todos aquellos campos que
lo permitan, se debe procurar hacer la siembra de semillas de bue-
na calidad apropiadas al terreno y al clima, cosa que aunque a
primera vista parece muy complicada, no lo es tanto conociendo las
48 SMILIANO SANCHEZ F E R N A N D E Z
plantas que deben elegirse, as gramneas como leguminosas, no

olvidando la regla general que a toda tierra conviene la semilla
de aquellas plantas que mayor desarrollo adquieran expontnea-
mente en la misma o sus linderas.
Gramneas a elegir
Dctilo conglomerado.Schwerz dice que el dctilo es la plan-
ta m s ventajosa de las de siega, de gran produccin aunque el
heno es algo basto; prospera en los sitios sombros se desarrolla
en todas las tierras, excepto en las arenosas muy secas; aunque
resiste bien la sequa, prefiere las tierras arcillosas, frescas y r i -
cas; despus de segado, da un buen otoo y su composicin es la
siguiente:
Seco cor-
Forraje tado en
verde flor
Agua 72,0 14,0

Albuminoides 2,6 5,7
, Amidas . . 0,5 0,8
Dctilo conglomerado.. { Grasa bruta. 0,9 1,2
Hidratos de carbono. 17,0 40,4
Celulosa bruta 9,0 30,0
Cenizas , 7,9
La semilla debe tener una pureza de 75 por 100 y facultad ger-

minativa de 70 por 100, o sea un valor agrcola de 52,5 por 100.
Se emplean, sembrndola sola. 40 kilos por hectrea, y con
otras plantas, de 6 a 8 kilos; vive de 5 a 10 aos y se entierra a
un centmetro de profundidad. Florece a fin de mayo o principio
de junio.
Cauela de los prados.Es una de las mejores plantas para
heneficar y pastar, de larga duracin y rinde buenos productos;
se siembra a un centmetro de profundidad no debiendo faltar en
los prados, cuyo terreno sea apropsito; prospera en los terrenos
arcillosos (de aluvin recogen humus y humedad) en terrenos
arenosos con riego; los secos y de poca profundidad no le convie-
nen. Florece a fin de mayo o principios de junio.
Es conveniente segar temprano porque despus endurece.
La buena semilla debe tener de pureza el 95 por 100 y facultad
germinativa el 75 por 100 con un valor agrcola de 71 por 100; se

mezcla con otras semillas agrazn de un 15 20 por 100 de la mez-
cla total. Como la semilla se parece a la del r a y g r s , conviene
estar a lerta para no sufrir engao. Su composicin es la siguiente:
S e g a d a en flor
Agua 14,0
Albuminoides 5,3
Amidas 2,7
Cauelo de los prados, Grasa bruta 1,7
Hidratos de carbono. 44,7
Celulosa bruta 22,2
Cenizas 8,4
Cauela dura.Se halla en las tierras calcreas pobres y la

cauela de las ovejas en las tierras arenosas y pobres, no sirvien-
do ninguna de las dos m s que para pasto de las ovejas.
Fleo de Prados.Es una gramnea rstica y productiva que se
puede cultivar sola o mezclada con otras; florece a fines de junio,
y segndola luego, brota con m s vigor; prefiere los suelos arci-
llosos hmedos, prosperando en los dems si no son muy ridos.
Tiene una duracin de tres a seis a o s y si se corta antes de flo-
recer da heno abundante y nutritivo. La semilla debe tener una
pureza de 97 por 100, facultad germinativa de 90 por 100, y valor
agrcola, 87,3 por 100. Sembrada sola, se distribuyen 18 kilos por
hectrea y en mezcla de 5 a 8 kilos, enterrndola a un centmetro
de profundidad. Su composicin es la siguiente:
H E N O D E L F L E O E N LOS PRADOS
Agua 13,0
Protena bruta 7,0
Fleo de los prados . . < Grasa bruta 2,2
Hidratos 46,0
Celulosa bruta.. . . . 27,3
Raygrs ingls, llamado tambin vallico.Es una de las mejo-

res plantas de pradera; prefiere los terrenos arcillosos y frescos,
prosperando tambin en las tierras siliceo-arcillosas, siempre que
sean frescas y frtiles y an en los suelos slico-arcilloso calca-
reos, conviniendo regarla y procurando que el agua no se cstan-
4
50 SIMILIANO SANCHEZ FERNANDEZ
que. Encepa bien y se apodera luego del terreno, no dejndose

invadir de plantas adventicias.
Rene excelentes cualidades para el pastoreo, debiendo cortarse
antes de la floracin, que suele tener lugar hacia mediados de j u -
nio y dura de dos a cuatro aos. La semilla tiene una pureza de
95 por 100, facultad germinativa de 85 por 100 y valor agrcola de
75 a 80 por 100. Se cultiva sola o en mezcla, repartiendo en pri-
mer caso 60 kilos por hectrea, en el segundo de 3 a 4 kilos para
prados permanentes y naturales, y de 6 a 7 para prados tempora-
les, y hasta 12 en mezcla con el trbol destinado a la henificacin.
Su composicin es la siguiente:
H E N O D E RAYGRS INGLS
/ Agua 14,0
l Albuminoidcs 5,3
] Amidas 1,9
Raygrs ingls. ^ Grasa bruta 1,4
Celulosa bruta 23,8
Cenizas 6,7
Raygras de Italia.Ocupa entre las gramneas el primer lugar
como planta de siega, da productos abundantes y crece con rapi-
dez; su duracin es corta; no pasa de dos aos; es m s exigente
que la anterior en cuanto a la fertilidad del suelo, quiere buenas
tierras de aluvin y suelos calizos frtiles, desarrollndose sin em-
bargo en las tierras arcillosas enmendadas con la cal y el humus
siempre que el suelo sea permeable; no le convienen las tierras
muy hmedas ni las secas y pobres; florece a mediados de marzo
y retoa bien, debiendo recortarse antes de florecer. La buena se-
milla debe tener una pureza de 95 por 100 y facultal germinativa
de 70 por 100, disminuyendo mucho sta si la semilla es de mucho
tiempo; si se la cultiva sola, se emplean 51 kilos de semilla pura
por hectrea; en mezcla y para praderas de dos aos se asocia al
trbol violado en proporcin de 12 a 15 kilos por hectrea y en
los dems duracin no debe entrar por ms de 5 a 8 kilos. Se siem-
bra a mi centmetro de profundiad y su composicin es la i-
guiente:
MAL DEL AGRICULTOR 51
H E N O RAYGRS ITALIANO
Agua. 14,3
Albuminoides 9,0
. Amidas 2,2
Raygras de Italia. . . ^ Grasa bruta 3,2
Hidratos de carbono.. 40,6
Celulosa bruta 22,9
Cenizas 7,8
Fromental.Es una de las plantas m s altas entre las gram-
neas; no se la siembra sola, y en las mezclas no debe entrar en
ms de un 10 15 por 100; conviene a los suelos calcarecs y es
resistente a la sequa; aunque el forraje es amargo, cuando est
solo, en mezcla con otras plantas, es bien apetecido por los anima-
les, teniendo una duracin de 3 a 5 a o s . La pureza de la semilla
si es buena su facultad germinativa es de 70 por 100.
Sembrada sola (cosa que no conviene), se reparten de 80 a 90
kilos por hectrea, y en mezcla para prados, hasta ocho kilos, en-
terrndola de 2 a 3 centmetros de profundidad en tierras frescas
y de 3 a 4 en tierras secas. Su composicin es la siguiente:
H E N O DE FROMENTAL
f Agua 14,0
\ Protena bruta 11,2
Fromental. . J Grasa bruta 2,9
f Materias no azoadas diversas 30,5
V Celulosa 30,1
Avena dorada (avena flavescens).Esta planta da un forraje
abundante, de buena calidad en el primer corte y despus un re-
too. Su duracin es de cinco a seis aos; se desarrolla bien en
todos los suelos, a no ser que sean, o muy ligeros, o muy compac-
tos; le convienen los terrenos medianamente frescos y a n los
secos, si no lo son excesivamente, pero los que ms quiere son los
frescos profundos y ricos en humus.
Florece a mediados de junio. La buena semilla es cara y deber
exigirse una pureza de 50 por 100, con una fuerza germinativa de
40 por 100. Sembrndola sola se distribuyen a la profundidad de
un centmetro, 33 kilos por hectrea, y en mezcla de 3 a 4 kilos.
Su composicin es la siguiente;
152 S I M I L 1 A N 0 SANCHEZ P R N A N D E 2
H E N O D E A V E N A DORADA
Agua 14,0
Albuminoides 4,6
i Amidas 1,2
Avena dorada.. | Hidratos de carbono.. 48 0
Celulosa bruta 21,7
Cenizas 9,3
Pea de los prados.Esta planta es poco exigente para el terre-
no; vive de 5 a 10 aos; resiste bien la sequa y el fro; se desarro-
lla en los terrenos arenosos, siempre que tengan humus y no sean
muy secos; igualmente en los hmedos que no son muy compactos
y cidos; prefiere los terrenos esponjados, ricos en humusy en cal;
florece a mediados de mayo o principios de junio; el segundo cor-
te es poco productivo. Debe cortarse en la floracin. E l grano tie-
ne una pureza de 95 por 100 y facultad germinativa de 50 por 100.
En mezcla se siembra de 5 a 10 kilos por hectrea y sola 20 k i -
los. La recoleccin debe hacerse temprano. Su composicin es la
siguiente:
H E N O DE POA D E LOS PRADOS CORTADO E N FLOR
/ Agua 14,0
' Albuminoides 7,0
Amidas 1,5
Heno de poa. . . i Grasa bruta 1,6
Celulosa bruta.. . 15,1
Cenizas 8,5
Poa comn.Produce esta planta una hierba m s alta que la an-
terior y es menos precoz; se dasarrolla en los suelos frescos, com-
pactos y en los de riego; su duracin es de 5 a 10 aos y resiste
a la sequa. La semilla debe tener 90 por 100 de pureza y 50 por
100 de facultad germinativa. Sembrada sola se reparten 22 kilos
prximamente por hectrea en mezcla de 4 5 kilos. Se corta an-
tes de la floracin que suele ser a mitad de junio. Su composicin
es la siguiente:
H E N O D E POA C O M N
Poa c o m n , . ^ 8 K u a - H 5
l Albuminoides 4,8
[ Amidas 1,3
\ Grasa bruta 2,2
Poa comn. J Hidratos de carbono.. 58,6
/ Celulosa bruta 29,9
\ Cenizas 8,5
Alopecuro de los prados.Es una planta alta que da un forra-
je excelente, prospera en las tierras arcillo-silccas y arcillosas y
frescas, desarrollndose con gran abundancia en las inmediacio-
nes de las presas de riego. Vive de 5 a 10 aos y florece en mayo.
La semilla aceptable debe presentar una pureza de 80 por 100 Sem-
brada sola (lo que no es recomendable) se distribuyen de 25 a 30
kilos por hectrea y en mezcla de 4 a 5 kilos. Su composicin es
la siguiente:
H E N O D E ALOPECURO D E LOS PRADOS
Agua 14,0
[ Materia Azoada . . . . . 6,9
Alopecuro de los prados. . { Sr?sa,bru,ta''' V * J 39,2
' o
r r Hidratos de carbono..
I Celulosa bruta 27,8
. ' Cenizas .... 10,6
Bromo de los prados.Esta planta es de valor mediano; el heno
es vasto y duro; cortado, sin embargo, en buena poca, los anima-
les lo comen bien; resiste al fro y a los m s grandes calores, te-
miendo la sombra y la humedad; prefiere los terrenos calizos y no
quiere las tierras arenosas y muy sueltas; su vida es de 5 a 6 aos;
florece a fin de mayo o principio de junio, debindose de cortarse
antes de florecer. La semilla se entierra a un centmetro de pro-
fundidad, debiendo tener una pureza de 80 por 100 y facultad ger-
minativa de 64 por 100. Sembrada en mezcla, se distribuyen de
4 a 6 kilos; sola, 60 por hectrea. Su composicin es la siguiente:
H E N O D E BROMO DE LOS PRADOS
Agua. 14,0
Albuminoides 6,5
Amidas 2,4
Bromo de los prados. { Grasa bruta 2,2
Celulosa bruta 32,1
Cenizas, 5,6
Agrstides rastrero.Esta gramnea es excelente para pastos

en las tierras hmedas y ligeras; en las secas produce poco; no
teme el fro y crece bien en las tierras turbosas; vive de 5 a 10
a o s . La semilla debe tener una pureza y facultad germinativa de
85 por 100. Se entierra a un centmetro de profundidad. En mezcla
se reparte un kilo o kilo y cuarto de semilla pura y sola 11 kilos
por hectrea. Su composicin es la siguiente:
H E N O DE AGRSTIDES RASTRERO
Agua 15,0
Albuminoides 5,3
Amidas 0,8
Agrstides rastrero. . 1 Grasa bruta 1,7
1 Hidratos de carbono.. 49,5
| Celulosa bruta 20,5
^ Cenizas . 7,2
Grama de olor.Es buena gramnea forrajera, menos por su

rendimiento que por su calidad; mezclada con el trbol raygrs o
poa, produce excelentes pastos, resistiendo a la sequa; prefiere
los suelos hmedos y prspera tambin a la sombra; florece del
15 al 30 de junio y vive de 5 a 10 a o s . La buena semilla debe te-
ner 90 por 100 de pureza y 60 por 100 de facultad germinativa,
enterrndola a un centmetro de profundidad. No se siembra sola
m s que para recoger la semilla, y a ese objeto se reparten 28 k i -
los por hectrea. Su composicin es la siguiente:
H E N O DE GRAMA D E OLOR
/ Agua 14,0
Albuminoides 4,9
Amidas 06
Grama de olor. < Grasa bruta. . . . 1,4
Celulosa bruta 24,6
Cenizas. 8,8
Holco lanudo.Esta gramnea vive de 5 a 10 aos; el forraje

que produce es mediano, no comindole bien los animales cuando
est henificado; en verde es bien aceptado por vacas y ovejas, con-
viniendo hacer su siega antes de florecer. Resiste la sequa y fio-
rece en mayo; henificado, se le echa sal para que mejor le coman

los animales; se desarrolla bien en los terrenos ligeros, ricos en
humus y en las roturaciones de los montes. Entirrase la semilla
a un centmetro de profundidad, debiendo tener un 68 por 100 de
pureza y facultad germinativa 34 por 100. Cultivada sola se repar-
ten de 25 a 30 kilos por hectrea, y en mezcla la proporcin no
debe pasar del 30 por 100. Su composicin es la siguiente:
/ Materias azoadas y brutas.. 9,0
Holco lanudo. . . . ^ s a t h r u } a - ' V 2 , 4
j Hidratos de carbono 31,6
' Celulosa bruta 36,5
Fleo odorfero.Es la planta m s precoz de las gramneas, poco
productiva y cara, comindola mal los animales; no merece, pues,
ocuparse de ella con extensin. Su composicin es la siguiente: .
Agua 14,0
Albuminoides 5,8
Amidas... 1,0
Fleo odorfero,. . . { Grasa bruta 1,8
Celulosa bruta 29,4
Cenizas 5,1
Leguminosas.Las leguminosas que conviene entren en la com-
posicin de los prados naturales, son principalmente: el trbol
blanco, violado, hbrido y de las arenas, alfalfa, lupulina, esparce-
ta, loto corniculado y pimpinela; pero como en la creacin de pra-
dos artificiales he tratado del cultivo de estas plantas, slo indica-
r la cantidad o mezcla con las gramneas.
Trbol blanco.Este trbol se mezcla en las praderas de pasto
de 3 a 4 kilos, y s solo se pasta en otoo, de 1 a 2 kilos.
Trbol v i o l a d o . - L a mezcla de ste se hace de 1 a 3 kilos, eli-
giendo las vsriedades m s vivaces.
Trbol de las arenas.Se siembra de 1 a 2 kilos por hectrea
en mezcla.
Alfalfa, lupulina y esparceta.Estas leguminosas se mezclan
a razn de 1 a 5 2 a 5 kilos por hectrea, siendo mejor cultivar-
las solas.
Loto corniculado.Esta planta se da en los suelos frescos; la se-
milla es cara y se mezcla a razn de 3 kilos por hectrea.
Pimpinela.Se desarrolla en tierra ligera, sobre todo silcea y

seca, entrando pequea cantidad en la mezcla.
Para las mezclas debe tenerse en cuenta, tanto en los prados
naturales como artificiales, las condiciones del terreno, grado de
humedad o de sequa, fertilidad del mismo, aptitud para producir
una planta u otra y conocer el valor agrcola de la semilla, que se
obtiene multiplicando la pureza de ia semilla por su facultad ger-
minativa, siendo por tanto esencial exigir al vendedor haga cons-
tar estos dos datos en la factura de compra. Obtenido el valor
agrcola de una semilla que puede ser variable segn la proceden-
cia, se averigua la cantidad de semilla a distribuir por hectrea,
en cultivo puro, mediante la frmula siguiente:
Vm
D , donde D es la cantidad a averiguar, d, la cantidad
de semilla inscrita en el cuadro que sigue y que corresponde a la
calidad media, Vm, es valor agrcola de la semilla tipo medio, V el
valor de la semilla que se va a sembrar, debiendo tener muy en
cuenta esta frmula si no quiere exponerse a- desengaos, por
creer segn frmula racional que el suelo se cubra bien, no suce-
diendo as por ser la semilla de mala calidad.
Cuadro con los datos necesarios para mezcla de semillas en los prados:
Facultad Valor C A N T I D A D
Pureza germinativa agrcola Sola En mezcla
por 100 por 100 por 100 Kilos Kilos
Avena dorada 40 40 16 33 3 a4
Poa de los prados 95 50 47,5 20 5 a 10
Poa comn 90 50 45 22 4a5
Alopecuro de los prados.. 90 35 31,5 25 4 a6
Raygrs ingls 95 75 71 60 6 a 12
Raigrs italiano. . 95 70 71 5^ 5 a 10
Bromo de los prados 80 64 51,2 60 6 a 12
Agrstides rastrero.. . . . 85 85 72,2 11 1 a 1,5
Grama de olor 90 60 54 28 1 a2
Holco lanudo 68 34 23 30 5 a9
Trbol blanco 96 75 72 12 1 a2
Comn 98 90 88 20 2a4
Hbrido. 97 75 73 14 1,4 a 2,1
Lupulina . 97 85 82,5 21 1 a2
Alfalfa 98 90 82,2 29 1 a3
Esparceta. 98 80 78 180 9 a 18
Facultad Valor C A N T I D A D
Pureza germinativa agrcola Sola En mezcla
por 100 por 100 por 100 Kilos Kilos
Trbol de las arenas 95 90 85,5 20 1a2

Loto corniculado 95 50 42,5 125 2a3
Dctilo 95 70 52,5 40 6a8
Cauela de los prados. 95 75 71 60 9 a 12
Fleo 97 90 87 18 5a8
Avena gigante 70 70 49 80 8 a 12
Aunque el agricultor debe l mismo hacer la mezcla a fin de evi-

tar engaos y adaptar mejor las semillas, sin embargo, como las
frmulas pueden variar mucho, sealar algunas, hijas de expe-
riencias hechas por los ms notables agrnomos para que sirvan
como de gua.
En suelos de aluvin, ricos, En los prados para segar, estableci-
ms o menos calcreos convie- dos sobre aluviones ricos y frtiles:
ne esta frmula: Kilos
Poa comn . . . . . . . . . . 10
Kilos
Fleo 5
Raygrs ingls 10
Poa de los prados 10 Avena gigante 5
Fleo......-- ........ 10 Dctilo 5
Cauelas de los prados. 5
Raygrs ingls 10 Trbol blanco 2
Comn . . . 4
Cauela de los prados. 10
Florido 3
Trbol blanco 10 LnpuHna 2
En los prados establecidos en laderas En prados en ladera, sobre suelos cal-
con suelo rico ms o menos fresco careos, profundos y permeables:
que los precedentes:
Kilos Kilos
Poa comn 10 Poa c o m n . . . . 10

Raygrs ingls. 10 Raygrs ingls. 10
Avena gigante. 10 Avena gigante 5
Dctilo 10 Avena dorada. 10
Trbol blanco. 2 Dctilo 5
Comn 4 Trbol blanco.. 2
Hbrido 2 Comn . 4
Alfalfa 2 Alfalfa 2
Lupulina 2 Lupulina... . 4
Esparceta 10 Esparceta... . 20
En suelos pedregosos muy permea- M. Berthauet, aconseja para los pra-

bles, de fertilidad media, se puede dos de siega en suelos arcillo-calca-
emplear la frmula siguiente:
reos frescos, la frmula siguiente:
Kilos
Avena g i g a n t e . . . . 10 Kilos
Avena dorada 10
Dctilo 5 Poa de los prados 6
Trbol blanco 2 Alopecuro de los prados.. 5,5
Comn 4 Raygrs ingls 13,5
Lupulina 4 Raygrs de Italia 10,2
Esparceta. 30 Trbol comn 4
Trbol de las arenas. 4 Trbol blarco 1,25
En suelos calcreos de regado:
Kilos Kilos^
Poa de los prados. Bromo de los prados. 9

Avena g i g a n t e . . . . Trbol blanco 1,2
Raygrs i n g l s . . . . Comn 2
Dctilo Esparceta 18
En suelos arcillo-silceos muy com- En tierras de aluvin ricas en humus:

pactos: Kilos
Kilos Poa de los prados 4

Poa comn 3,3
Raygrs ing's 12 Cauela de los prados... 9
Poa de los prados 4 Alopecuro de los prados. 1
Cauela de los prados. 9 Fleo 0,9
Fleo 2.7 Trbol blanco 3
Trbol comn 3 Tupulina 2,1
Trbol hbrido 2,1 T1 bol comn.. 1
En tierras arcillo-calcareas:
Kilos Kilos
Poa de los prados.. . . 5 Dctilo 2

Cauela de los prados. 6 Trbol blanco. 3,6
Raygrs ir.gls 5,5 Lupulma, , 1
Avena gigante 4
El mistno Barthanet recomienda en prados de pasto las semillas

siguientes:
En suelos arcillo-silceos hmedos: En suelos calcreos secos:
kilos kilos
Poa de los pradoc. 3 Avena gigante 15

Poa comn 2,2 Bromo 9
Fleo 3,6 Cauela de las ovejas 4,50
Alopecuro de los prados. 1.4 Trbol blanco 2,10
Cauela de los prados 4,8 Esparceta 18
Trbol blanco 3 Trbol de las arenas.. 1,50
Trbol hbrido 1,1 Lupulina 2
Comn 1,2 Pimpinela 3
En suelos silceos ligeros superficiales, En suelos arcillosos superficiales:
las siguientes:
kilos
kilos
Fleo .. .. 1,5
Holco lanudo 2 Dctilo 2
Canela de las ovejas 4,50 Agrstides rastrero. - 1.5
Raygrs i n g l s . . . . 10,50 Raygrs ingls 9
Dctilo 6,00 Trbol hbrido. 2,8
Trbol blanco 2,10 Trbol comn 4
Trbol hbrido 1,40 Achicoria silvestre . . 1.5
Conocidas las semillas y sus mezclas, es necesario hacer las

mezclas en tiempo oportuno, que suele ser de marzo a mayo en
este pas (Len) y saber como se verifica esta oneracin.
Preparada la tierra como queda indicado, se dividen las semillas
por lo menos en dos grupos, colocando en el primero las gram-
neas de grueso volmen como (1 raygrs, avena elevada o gigante,
bromo o las cauelas; en el segundo, las semillas de poco volu-
men, como avena dorada, dctilo, poas, alopecuro; y si se hacen
tres grupos, el tercero comprende las leguminosas y el fleo. Cada
grupo debe tener bien mezcladas las semillas, cubriendo el prime-
ro con un gradeo ordinario, el segundo con rodillo y luego se re-
parte el teicer grupo, que, aunque con la lluvia sera suficiente, es
muy conveniente sinembargo pasar de nuevo el rodillo, practican-
do estas mismas operaciones para la creacin de prados tempo-
rales.
CAPITULO Vll
PRADOS TEMPORALES
Ttulo, como queda dicho, con el nombre de prados temporales,

aquellos en que se siembran gramneas, ya solas, ya en mezcla
con las leguminosas, pzro a base de gramneas, por tiempo limi-
tado.
En muchas comarcas, atendiendo a los buenos resultados de la
alfalfa, trbol y esparceta, no se cultivan las plantas forrajeras,
no dndose cuenta los agricultores, de que no deben sembrarse
muy amenudo las leguminosas sobre el mismo terreno; y como
conviene aumentar los forrajes, no slo por el estircol que pro-
ducen los animales, sino por el elevado precio de las carnes, se
hace necesario gramneas forrajeras en las roturaciones, sea en
mezcla, o solas, creando prados temporales.
La duracin de los prados temporales, depende del clima y tie-
rra; de que se dedique solo a siega, o para pastos tambin; pues
en este caso duran m s .
Antes de roturar un prado temporal que lleg al trmino de su
existencia til, se tiene cuidado de establecer otro de la misma ex-
tensin, para que los forrajes, no disminuyan; as, pues estableci-
da ya la roturacin, cada a o se crea un prado temporal, y se ro-
tura uno de pasto, porque no hay que olvidar, que, despus de ha-
ber segado un prado un a o o dos, al mismo tiempo puede dar
buenos resultados para pastos.
Preparacin de la tierra.Es condicin esencial, que la tierra
est limpia de malas hierbas, lo que se consigue atendiendo a la
siembra del prado, plantas que se escarden, y no dejen prosperar
las adventicias.
Es muy recomendable, el que a una cosecha de avena, siga otra
de remolacha, patata, o maiz sembrando despus un cereal de
primavera con las semillas del prado, practicando la sucesin de
cultivo del modo siguiente:
Segada la avena, se da una labor de desbroce; luego una gra-

deadura pasando luego el rodillo s es necesario, con lo que se
consigue enterrar las semillas de las plantas adventicias, para que
a las primeras lluvias, germinen y se desarrollen. Una vez que to-
dos se han desarrollado y por tanto la tierra est verde, se da una
labor profunda, sin practicar mas operaciones hasta la primavera,
en la que se prepara la tierra para la siembra de remolacha, pa-
tata, etc., no economizando ni estircol ni abonos minerales.
Hecha la recoleccin, se da una labor antes del invierno, pero
no tan profunda como la del ao anterior, y si la tierra reverdece,
se pasa el escarificador para enterrar las plantas que se han des-
arrollado. En primavera y en cuanto el tiempo y suzlo lo permi-
tan, se prepara la tierra con todo cuidado para el cereal, que ha
de acompaar a la semilla de la pradera.
Plantas que deben elegirse.Como en los prados temporales a
diferencia de los naturales, no se busca, formar un csped pro-
piamente dicho, sino cultivar por ms o menos tiempo una o m s
gramneas, ya sola, o con alguna leguminosa, es necesario elegir-
las, teniendo en cuenta el producto que se quiera obtener, suelo y
clima y aplicacin que se les quiere dar, debiendo tener las condi-
ciones siguientes:
1. a Que se extirpen fcilmente.
2. a Que sean de un desarrollo pronto y seguro.
3. a Que den una cosecha abundante y de buen valor nutritivo.
En estos cultivos forrajeros, si ha de durar varios aos, es ne-
cesario asociar varias plantas para sacar mas provecho de ellas.
Las plantas principales que convienen a los prados temporales,
son los siguientes: raygrs ingls, raygrs de Italia, dctilo ape-
lotonado, fleo, avena dorada, bromo de los prados, alopecuro,
cauela de los prados, cauela dura y de las ovejas, holco lanudo,
poa comn, trbol blanco, alfalfa, lupulina, esparceta, tibol de las
arenas.
Cuando se se siembran solas, ya queda explicado, al tratar de
los prados naturales, el clima y terreno que necesitan; sembrndo-
las en mezcla, hay que tener muy encuenta la duracin del suelo y
la aplicacin. E l mejor medio para acertar en la eleccin de semi-
llas es observar las que mejor se desarrollan en los bordes de los
caminos o linderos de la finca donde se quieren sembrar. Desean-

do que la pradera dure un ao, se sembrar el dctilo, r a y g r s de
Italia, avena elevada, trbol comn, trbol blanco, lupulina y alfal-
fa. Para duracin de dos aos, o m s , las cauelas, la avena ele-
vada, fleo, dctilo, r a y g r s de Italia, raygrs ingls, alopecuro de
los prados, esparceta, lupulina, alfalfa, trbol de las arenas y tr-
bol blanco.
La cantidad de semilla a emplear, vara con la naturaleza del
suelo.
R, Deumont aconseja las frmulas de semillas siguientes:
EN TIERRAS CALCAREO SILCEAS
Kilos Kilos
Esparceta 35 Esparceta 30
Pimpinela 6 Lupulina 2
Trbol de las arenas. 4 Trbol blanco... 2
Avena gigante 6 Raygrs ingls. 15
Raygrs ingls 15 Avena gigante. 6
Dctilo 6 Dctilo 5
Kilos Kilos
EN TIERRA ARCILLO CALIZA,
EN TIERRA ARCILLO FRIA
Y ARCILLO ARENOSA
Fleo pratense 3 Trbol blanco 3
Raygrs ingls 15 Trbol violado 2
Cauela de los prados. 10 Lupulina 2
Trbol violado 2 Cauela pratense. .... 10
Trbol blanco 4 Raygrs ingls.. 15
Fleo pratense .. 3
A. Raulin, obtuvo buenos resultados en terreno seco, calizo, y

pedregoso, con esta frmula:
Kilos
Raygrs ingls. 10
Dctilo 10
Poa pratense.. 5
Fleo pratense. - 10
Lupulina 1
Trbol blanco.. 5
Esparceta 6
64 SMIL! ANO SANCHE2 F E R N A N D E Z ^
La roturacin de prados temporales, se hace con una labor de

arado, seguida de pases de rodillo y frecuentes rastrillos.
Destruccin de las plantas perjudiciales en los prados natura-
les y temporales.Para que los prados produzcan frutos abun-
dantes y nutritivos, se deben destruir las plantas poco tiles y per-
judiciales, bien cortndolas debajo del cuello, si son vivaces, para
que no den flor, o a la superficie de la tierra varias veces al ano
si son rastreras, antes de que alcancen veinticinco centmetros de
altura, siendo el medio muy general, el de recurrir a los abonos
minerales, o enmiendas calcreas, pues privndolas de la alimen
tacin que necesitan y dndosela a las plantas tiles, estas se des-
arrollan fuertemente y ahogan a las nocivas; as por ejemplo: en
las tierras ridas se desarrollan plantas perjudiciales, pero si con
la cal se quita el cido de la tierra, mueren por no estar en su ele-
mento.
Plantas a destruir
Cardo.Se hace desaparecer, cortndole antes de florecer, por
la parte del cuello y echando un poco de sal comn sobre la par-
te cortada.
Ramnculo.Debe destruirse esta planta a todorance, a r r a n c n -
dola y enmendando el terreno con cal.
Paciencia.Se destruye arrancndola y encalando el terreno.
Llantn.Conviene quitar esta planta porque produce poco y
ocupa mucho terreno, pudiendo dejarla sola en los terrenos de
pastos pobres y secos.
Mil hojas.Crtese antes de florecer.
Cresta de gallo.Se destruye esta planta segndola antes de la
flor.
Certauro.Como tambin ocupa mucho terreno y produce po-
co, conviene destruirla.
Narciso.Se desarrolla esta planta en terreno hmedo y se la
destruye arrancando los bulbos y saneando el terreno.
Los helchos, juncos y colas de caballo, se destruyen segndo-
les hasta cortarles varias veces, saneando el terreno y encalando.
Pan de cucos.-Hierba de Barrabs.Abunda bastante esta
clase de plantas, y por sus propiedades laxantes, conviene des-
truirlas, recogiendo los bulbos y encalando el terreno.
Cicuta.Es muy venenosa, se destruyen segndola antes de dar

flor, y mejor, si se corta por debajo del cuello de la raz.
HeleborcEs muy venenosa, y por tanto necesario que des-
aparezca.
Digital.vSe da en los terrenos arenosos y granticos, tambin
muy venenosa y necesario arrancarla luego.
Colchica.Aparece hacia el otoo; es frecuente en los prados
altos, frescos, muy venenosa; se hace desaparecer destruyendo la
flor, siempre que aparezca.
A c n i t o . - A u n q u e el ganado no come esta planta, es muy til
que desaparezca. Crece junto a las cercas.
Euforbia.Es bastante comn esta plan y muy venenosa; si se
corta el tallo, sale un lquido viscoso parecido a la leche; se des-
truye arrancando la mata.
Animales nocivos a la pradera

Topos.Estos animales no pueden destruirse, sino por medio
de trampas que les ocasionen la muerte, o tambin a golpes de
azada, cuando se advierta su presencia por el movimiento de la
tierra, y finalmente, adiestrando un perro que les cace; pero como
estn conformes todos, en que el topo es un animal til para la
agricultura, porque destruye una porcin de insectos nocivos a
las plantas, es mejor ahuyentarle del lugar donde cause mucho
dao, y as contine su buen oficio, lo cual se consigue, colocan-
do en los agujeros, trapos empapados en petrleo o alquitrn, cu-
yo olor fuerte les ahuyenta.
Grillo real o grillo talpa.Muchos son los medios existentes
para destruir estos animales; los ms fciles y prcticos son el em-
pleo del holln y abonos qumicos, especialmente los perfosfatos,
abandonando por completo el empleo del estircol.
Puede tambin regarse el terreno con sulfuro de carbono, y es-
pecialmente petrleo de refinar, conviniendo comprimir fuertemen-
te el terreno.
Trabajos que deben prestarse a los prados

Los trabajos que hay que prestar a los prados, son reducidos,
pero muy tiles, y casi necesarios. Lo primero que debe hacer el
66 SIMIL1AN0 SANCHEZ F E R N A N D E Z
agricultor es extender los excrementos de los ganados y cortar

las matas de hierba que no comen, y para que el prado brote por
igual. Si hay rboles recoger las hojas, porque sa acidez perjudica;
y extindase bien la tierra que atropan ratones, topos y hormigas.
Como cuando los prados son calcreos, arenosos o turbosos,
las heladas levantan la capa superficia, debe apisonarse la tierra
con el rodillo al empezar la primavera, especialmente si las plan-
tas son jvenes; y segado el prado, pasar una grada para remo-
ver un poco la superficie del suelo, favoieciendo as la conserva-
cin de la humedad.
En invierno o principio de primavera, deber pasarse la grada
dos veces en forma de cruz, lo mismo que cuando haya que dis-
tribuir abonos en cobertura, hay que gradear el terreno, antes y
despus de la distribucin. Si hay musgo, conviene repartir 300 k i -
logramos de sulfato de hierro por hectrea y dar un gradeo enr-
gico.
Riegos.Los prados destinados a pastos, deben regarse con
gran cantidad de agua en invierno; los riegos del esto reblande-
cen el terreno y los animales perjudican con las patas el csped.
En los prados de siega, aprovecha mucho ms el riego, debien-
do hacerse tambin con grandes volmenes de agua, y cuidando
que las aguas estn bien aireadas, porque entonces provocan a su
paso por los prados, los fenmenos de la oxidacin, y una gran
parte de oxigeno y es remplazada por cido carbnico, favore-
ciendo la asimilacin del zoe por las plantas.
La temperatura de las aguas, no debe ser menor de 6 a 8.0C., y
si no lo fuere, deber ser calentada en depsitos, antes de echarla
a los prados.
Si las aguas son cidas, se las hace pasar por depsitos de cal,
o se la mezcla con los lquidos de la cisterna.
Aunque las ventajas del agua son maravillosas, no conviene
abusar de ella, cuidando siempre de que no se estanque, y apli-
carla a la planta, cuando la necesite.
Los riegos pueden practicarse en todo tiempo; se tendr, sin
embargo, cuidado de no enfriar si el suelo en los riegos de pri-
mavera, para que no se retarde el retoo de las plantas; a este fin,
se hacen los riegos durante la poca del fro, o durante la nochei
se cuidai de que el prado est bien enjuto, para aprovechar los

primeros buenos das de sol, evitando tambin que las heladas
tardas sorprendan las primeras plantas jvenes, cuando la tierra
est saturada de agua.
No convieve regar con aguas lodosas en el esto, porque se em-
barra la hierba y carece de valor. En otoo, que es cuando mejor
conviene los grandes riegos, sin inconveniente puede practicarse el
riego con aguas lodosas; antes al contrario, favorecen, pues lle-
nando el suelo de tierra, benefician el desarrollo de las gramneas.
El agua debe retirarse de los prados, antes de las heladas fuer-
tes a no ser que se pueda cubrir la hierba con una capa de agua
corriente y bastante densa para impedir que se hiele.
Abonos.Deseando obtener un buen producto de los prados, es
necesario alimentarlos bien, pues la hierba tambin esquilma el te-
rreno, y por tanto no es mina inagotable de fertilidad, si no se la
abona.
Los abonos ms apropiados para los prados son los minerales,
pues el estircol no estando bien fermentado, ensucia mucho los
prados, favoreciendo el desarrollo de las malas plantas, bien por
ser apropiado para las que existen, o por contener los mismos gr-
menes perjudiciales, perdiendo por otra parte muchas sales, bajo
la accin de los agentes atmosfricos.
Su aplicacin, pues, est mucho ms indicada para el cultivo
de los cereales o plantas forrajeras anuales. Los lquidos de los
orines de la cuadra y estercolero, mezclados con agua, para evi-
tar su accin corrosiva, produce buen efecto en los prados.
Abonos minerales.Estos abonos son los m s importantes en
las praderas, pues dan alimento a las plantas, influyen en el cam-
bio de vegetacin de la pradera y hacen m s nutritivo el heno.
Es bien sabido que los abonos nitrogenados favorecen el des-
arrollo de las gramneas y los fosfatados, potsicos y calizos, el
desenvolvimiento y dominio de las leguminosas.
En cuanto a la cantidad de abonos a emplear, son varias las
frmulas. G a r c a aconseja para suelos de fertilidad mediana de
250 a 300 kgs. de nitrato de sosa, 200 a 300 kgs. de escorias Tho-
mas y 100 kgs. de cloruro de potasa por hectrea.
Si el suelo es cido, conviene encalar con una dosis regular.
68 S I M I L I A N O SNCHEZ F E R N N E 2
En los suelos ricos en zoe, como es la regla general se puede

disminuir hasta suprimir el abono nitrogenado, sucediendo con
frecuencia esto en las tierras turbosas. En prados donde escasea
la potasa y el cido fosfrico, reparte de 150 a 200 kgs. de cloruro
de potasa, y de 400 a 500 kilos de escorias Thomas, prefiriendo el
superfosfato, si el prado es calizo,
Trelles, ingeniero director del centro experimental de abonos y
gran maestro en esta materia, aconseja las frmulas siguientes:
1. a En tierras muy calcreas, de imperfofaso de cal, 400 a 500
kilgramos, de sulfato de potasa, 150 a 180 kg.
2. a En terrenos muy arcillosos, de escorias Thomas, 500 a 700
kilgramos, de sulfato de potasa, 100 a 150 kgs.
3. a En las dems clases de tierra, aconseja, de escorias Thomas
500 a 700kgs. Kainia igual cantidad.
Los abonos fosfatados se distribuyen en invierno, siguindoles
un fuerte gradeo, y lo nitrogenado, en primavera; no introducien-
do en el prado animal alguno, hasta que hayan pasado 20 30
das, a no ser que la lluvia lave la hierba.
Segn la preponderancia de leguminosas o gramneas, as se ve
el abono que necesita el prado; si las leguminosas adquieren ms
desarrollo y se apoderan del terreno, aniquilando a las gramneas,
es indicio de que falta zoe; sucediendo lo contrario, faltan abonos
fosfatados y potsicos.
Recoleccin y conservacin del heno,La recoleccin debe ha-
cerse cuando las plantas estn en flor; en las cruciferas, m s bien
antes que despus; y en los prados donde hay varias especies, que
florecen en distintos tiempos, deben segarse, cuando la mayor par-
te haya florecido, pues, es la poca en que mejor se compagina el
mximum de cantidad y calidad. Es detestable segar cuando to-
das las espigas han fructificado.
Segado el forraje a mquina en las grandes extensiones, por
resultar ms econmico, y en las pequeas, con g u a d a a , convie-
ne volver por la tarde el cortado por la m a a a , y al da siguiente
despus de quitarse el roco, el cortado por la tarde; y el que se ha
vuelto por la tarde, se^vuelve de nuevo al medio da del da si-
guiente, recogindole ya en montones pequeos huecos para que
termine de secarse y no pierda el color por la accin directa del
sol, practicando la misma operacin por la tarde, con el forraje

que se ha vuelto por la m a a n a .
Con intervalos iguales o m s cortos, segn la regin y tempera-
tura, se renen 4 montones pequeos en uno mayor; y as, acaba-
do de secar completamente el forraje, facilitando adems la carga
para conducirle al pajar o henil, por ser menor el nmero de mon-
tones. Es preferible que el heno peque por seco, pues si est algo
verde, pueden ocurrir fermentaciones y aun incendios en el henil.
Si se tarda en retirar del prado, conviene hacer montones de
forma cnica, bien apisonados, peinando la superficie para que
resbale el agua en caso de lluvia.
Los instrumentos usuales, son los rastros y horcas, o las vol-
teodoras y recogedoras de heno, movidas por traccin animal.
En las leguminosas, alfalfa, esparceta, trbol, etc., no se puede
seguir este procedimiento de recoleccin, resultando mejor hacer
con uno o dos brazados de forraje, recien cortado, una especie de
capillos como los del lino cuando se pone a secar, atando la parte
superior con los mismos tallos y la inferior se procura separar
para que pueda tenerse en pie, as el aire circula y seca el forraje,
sin perder hojas n i color, y cuando llueve, el agua resbala, y como
el aire la seca enseguida, resulta un heno de calidad superior.
Yo he tenido esparceta en estas condiciones durante 10 das de
lluvia, recogindose en excelentes condiciones; y aunque parece
anieconmico este procedimiento, no resulta as, teniendo en
cuenta las ventajas que reporta.
C o n s e r v a c i n . - L a hierba y forraje henificados, se conservan
en heniles o almiares cnicos, reeubiertos con un poco de paja.
Las leguminosas, es recomendable empaquetarlas con una pren-
sa, entre otras razones, porque ocupara menos lagar y perdera
menor cantidad de hojas.
El heno e coloca en el henil, si es posible, por capas diarias
que no sean de gran espesor, esparcindolas bien, sin comprimir
demasiado, cuando el montn ha de elevarse varios metros para
que el aire circule.
Si por la excesiva fermentacin se temiera un incendio, se abre
una galera o agujero en la rnasa, para provocar el enfriamiento.
Entre las capas de heno se reparte a razn de un kg. de sal
70 SIMILIANO SANCHEZ FER N A N D E 2
por 100 de forraje henificado, pues dicen los suizos, que un kg. de
sal hace diez de grasa, impidiendo las fermentaciones ulteriores
el moho y mal olor, especialmente si se ha mojado, conviniendo
en este caso aplicar un polvo tnico y aromtico, llamado
Bouvich, a precio econmico y cada paquete 1350 gramos sirve
para arreglar 20 quintales de heno.
Silos.El forraje verde puede conservarse en silos, como el
trbol, todas las hierbas de los prados, maiz forrajero, paja des-
menuzada de los cereales, residuos del maz, hoja de moral, olmo,
fresno, roble, castao, hojas de remolacha, zanahoria, nabo, pm-
pano de las vias, etc.
El ensilaje, a pesar de algunas ventajas, es sin embargo inferior
a la henifcacin bien hecha; por tanto me concreto a dar una idea
general.
Entre las varias formas de ensilar, la m s sencilla es la excava-
cin hecha en tierra arcillosa de dos metros de ancha por tres de
alta, y segn sea la cantidad de forraje que se desee conservar,
as ser su longitud, procurando que las paredes tengan una incli-
nacin de 8 por 100 prximamente; sin ngulos y de manera que
el interior tenga la forma de una campana invertida.
E l relleno del silo debe hacerse en uno o dos das; tapizando
con ana capa de paja de doce a quince centmetros de espesor, el
pavimento y las paredes, a fin de evitar que se humedezca el forra-
je, el cual se colocar en capas horizontales de 15 a 20 centme-
tros de espesor, bien comprimido, especialmente cerca de las pa-
redes y segn se va colocando en el silo se esparce un 3 4 por
100 de sal, y una vez que la excavacin est casi llena, se extien-
de sobre la superficie que debe ser horizontal, una capa de paja de
15 centmetros de altura , cubrindola con unas doce hileras de la-
drillos comunes, los que aseguran una comprensin de 8 quin-
tales por metro cbico, pudiendo tambin cubrirse con tablas en
sentido transversal, y poniendo pesos, en proporcin de 1.600 k i -
lgramos por metro cuadrado.
Si hay peligro de que se moje, se hace un techado de paja larga,
para que eche el agua fuera.
Para sacar el forraje del silo, se empieza por una extremidad,
dejndole enfriar al aire.
El ganado, al principio, no le come bien, pero la repugnancia

desaparece, mezclndole con forraje ordinario, hasta que llegan a
comerle solo.
Tambin pueden construirse silos con cemento, pero en la gran-
ja agrcola de Palencia he visto, que a pesar de tener silos de ce-
mento, usaban el anteriormente descrito.
CAPTULO A D I C I O N A L
Conocidas las principales plantas leguminosas forrajeras, as

como las gramneas para el establecimiento de prados artificiales,
naturales y temporales, siendo necesario por otra parte que en la
mayora z los casos preceda a la siembra una planta que se es-
carde, a fin de limpiar la tierra de las plantas adventicias, resta
tratar, aunque sea brevemente del cultivo de estas plantas forra-
jeras, considerando como muy importantes-, el nabo, remolacha y
zanahoria forrajeras, pataca y cardo.
Nabo.Varias son las clases de nabo; las ms apropsito son
las anchas aplastadas, redondas, llamadas en Inglaterra turneps;
su valor nutritivo es mayor que el de la remolacha, exige un clima
brumoso hmedo, pero no vegeta bien en suelos hmedos, prefi-
riendo los sanos, silceo-arcil'osos y ligeramente calizos.
La siembra se hace en julio o agosto, a razn de cuatro kgs. por
hectrea, debiendo tener la semilla 95 por 100 de pureza y 90 por
100 de facultad germinativa. Se entierra de 15 a 20 militnetros de
profundidad.
A l salir los nabos, se rodilla ligeramente la tierra con rodillo
articulado, y cuando tienen 3 4 hojas, se les escarda, repitiendo
la operacin a los 15 20 das, entresacndoles de suerte que dis-
ten de 20 a 25 centmetros, segn la variedad, y transcurridos 20
das, se les aporca ligeramente.
Como esta planta a causa de su rpido desarropo es muy exi-
gente en materias fertilizantes, necesito en tierras de mediana fer-
tilidad 30.000 kgs, de estircol bien fermentado, con 400 kgs. de
superfosfato al 14 per 100 de fsforo soluble al citrato. Si la tierra
es muy pobre se aaden 200 kgs. de superfosfato.
La recoleccin se hace durante el invierno, a partir de noviem-
bre, pues resiste bien el fri; y a fin de evitar indigestiones en los
animales, se les da cocidas, apetecindoles mejor.
Remolacha.Las variedades m s recomendables son la blanca

de cuello verde, la de cuello rosa y la Eckenderff, de gran rendi-
miento, vegetando casi por completo fuera de la tierra, y aunque
es de origen meridional, prospera en las zonas templadas, hasta
el grado 54 de latitud al Norte, y como es sensible al fro, se siem-
bra en primavera, pudiendo cultivarse en todos los suelos que sean
profundos, permeables y frescos, prefiriendo las tierras francas
bien expuestas al sol, aunque tambin la conviene las arena cal-
careas ricas en humus.
La semilla debe tener 97 por 100 de pureza y 85 por 100 de facul-
tad germinativa, repartiendo de 20 a 25 kgs. por hectrea, en l-
neas separadas 40 centmetros, 2 de profundidad en tierras fran-
cas y de 30 a 35 milmetros en las secas y ligeras. La siembra se
hace en abril, bastando 8 10 kg , cuando se hace a mano, aun-
que hay que echar 3 o 4 granos en cada hoyo.
La remolacha debe escardarse por lo menos 3 veces; la primera
cuando las hojas tienen unos 4 centmetros de larga; la 2.a pasa-
das 3 semanas, o el mes cuando ms, entresacndola si hace falta
y aplicndola la mitad del nitrato de la frmula que sigue; y a par-
tir de esta poca, hasta que las hojas cubran casi totalmente el
suelo, otra u otras dos veces, para que la tierra se conserve
fresca.
No debe cortarse la hoja de remolacha, durante la vegetacin,
porque se priva a la rez de sustancias nutritivas.
Los abonos indicados para la remolacha son 30.000 kg. de es-
tircol, 200 kg. de nitrato, enterrando la mitad de este abono en
la poca indicada, mas 400 hg. de superfosfato.
A fines de Septiembre, verificado el completo desarrollo de la
remolacha, se arrancan las plantas en buen tiempo para que no
lleven tierra, cortando con una hoz las hojas y parte del cuello
para que no broten luego.
El mayor-medio de conservarla es en silos, pero careciendo de
ellos, puede tenerse en almacenes al abrigo de la helada, humedad,
calor y luz, conviniendo que el piso sea de cemento o piedra y que
est bien ventilado.
Zanahoria forrajera. - Es una planta muy til y en nada tiene
que envidiar a la remolacha. Se cultiva muy poco en E s p a a ; sem-
brada sin embargo, con la remolacha, da grandes rendimientos y

sus races son ms apetitosas y nutritivas.
La tierra y cultivo es como el de la remolacha, con pequeas di-
ferencias, aunque ms exigente en escardas. La siembra a razn
de 4 kg. por hectrea, dejando al entresacarla 12 centmetros de
distancia entre unas y otras.
La mejor frmula de abonos, es de 25.000 kg. de estircol bien
fermentado, 100 kg. de nitrato de sosa, 300 de superfosfato y 100
de cloruro de potasa; y si no hay estircol 200 kg. de nitrato de
sosa, 600 de superfosfato y 200 de cloruro de potasa.
Pataca.La variedad blanca, cuyos tubrculos son mas lisos, es
muy recomendable; prospera en toda clase de terrenos, excepto en
los pantanosos, prefiere los secos ligeros, y aunque resiste la se-
qua, no tanto como se ha ponderado; dura varios aos; si se la
abona y no es atacada de enfermedades, es m s nutritiva que la
remolacha, pero se conserva con dificultad, aunque pueden apro-
vecharse las hojas y las caas en verde, no es conveniente por
disminuir la produccin de tubrculos; para evitar la meteoriza-
cin en las vacas y agaarduras en ios caballos, deben darse coci-
das despus de bien lavadas.
Se siembran 1.500 a 2.000 kg. de tubrculos enteros, en el pri-
mer a o , enterrados de 8 a 10 centmetros, y as quedan tubrcu-
los suficientes para las siembras posteriores, conviniendo emplear
esta planta fuera de rotacin por dejar el suelo muy sucio y sirve
para utilizar los arenosos y pobres.
Si la semilla est arrugada, se tiene en agua 24 horas antes de
la siembra. La tierra se prepara como para las patatas. En cuanto
nace la pataca, se da una gradeadura enrgica y una o dos escar-
das para destruir las hierbas y mantener el suelo esponjado; al le-
vantar los tallos unos 30 centmetros, se les aporca ligeramente.
Los tubrculos se arrancan cuando la hoja se pone negra.
La pataca ama mucho el zoe y la potasa, as que 13 frmula de
abonos es la siguiente: 25.000 kg. de es'ircol fermentado, 200 kg.
de superfosfato, 200 de cloruro o su'fato de potasa, segn conven-
ga al suelo, y de 200 a 300 de nitrato de sosa, aplicando este abo-
no ltimo, la mitad, luego de nacer, y la otra mitad, un mes
despus.
76 SIMTLIANO SANCHEZ FERNANDEZ
Cardo forrajero.Esta planta poco cultivada en E s p a a , en los

ensayos hechos por el ilustre ingeniero Sr. Rodriganer, ha obte-
nido un producto medio de 700 a 110.000 k j . por hectrea, sien-
do por tanto muy conveniente, que los agricultores hagan ensa-
yos de el!a, pues resiste mucho la sequa.
E P I L O G O
Como eplogo y a fin de que el agricultor pueda sacar m s pro-

vecho de este insignificante trabajo, adjunto las siguientes reglas
prcticas:
1. a N o dejarse llevar del capricho o ignorancia, si no instruirse
seriamente en libros, conferencias y revistas que traten de la agri-
cultura moderna.
2. a Observar atentamente el campo propio y el ajeno, pues la
observacin es madre de la ciencia y la experiencia madre de la
vida.
3. a Labrar poca tierra y bien, en la confianza de hallar la base
de redencin econmica en la ciencia y abonos qumicos.
4. a No cargarse con m s gastos de los que pueden soportarse,
labrando nicamente las fincas que se pueden cultivar, segn la
agricultura moderna; arrendando los terrenos que no puedan la-
brarse, y si no pudieran arrendarse dejarles de barbecho algunos
aos, porque no conviene esquilmar la tierra con el antiguo siste-
ma de agricultura.
5. a No se olvide el agricultor del libro-registro en el que figu-
ren todas sus fincas, los gastos y productos de las mismas.
6. a Tenga mucho cuidado con el estircol.
7. a No compre abonos mezclados y exija garantas del elemen-
to fertilizante, solubilidad en todos los abonos y finura, especial-
mente en el escorias Thomas.
k a Tngase los abonos en sitios secos y preservados del aire,
la kainita, nitrato de sosa, sulfato de amoniaco y la potasa.
9. a El nitrato de sosa no se esparce sin que el terreno tenga los
dems elementos de fertilidad, n i sobre las hojas de cualquier cul-
tivo cuando estn mojadas.
10. a Tenga en cuenta que toda sustancia orgnica debe reco-
gerse para abono.
78 SIMILIANQ SANCHEZ F E R N A N D E Z _
11. a Procure dar a cada terreno la semilla que le conviene y

abonos que necesite.
12. a No se olvide de la buena preparacin de la tierra con la-
bores profundas y n i sienta el tiempo que emplee para prepararlo
bien.
13. a Exija en la compra de semillas garanta de pureza y facul-
tad germinativa, y para mayor seguridad, haga los pedidos a los
Sindicatos agrcolas, Asociaciones o Federaciones.
14. a Tenga por entendido que el prado de leguminosas, abona-
do qumicamente, es el camino ms recto para llegar a buen gra-
do de fertilidad; y teniendo hierba, tendr ganado, estircol, cerea-
les y toda clase de bienes en su hacienda.
15. a Las leguminosas son acumuladoras de zoe y los cereales
consumidores del mismo.
16. a No se olvide de que uoin es fuerza y por tanto debe unir-
se a los dems, en Sindicatos, Asociaciodes agrarias, etc.
17. a E l lema del agricultor, como dice Cavadini, debe ser unin
y Cristo, dada la divisin de la propiedad y los escasos recursos
de que puede disponer.
FIN
I N D I C E
CAPITULO PRIMERO Pginas
Preparacin fsica del terreno 9

Terrenos arcillosos 9
Terrenos silceos 9
Terrenos calcreos 9
Enmiendas 10
Laboreo de las tierras y arados 10
CAPITULO I I
Preparacin qumica del terreno 13
Azoe 14
Estircol de cuadra. 14
Estercolero 15
Cisterna 16
Mtodo para el empleo del estircol 16
Epoca para el empleo del estircol , 17
Cantidad de estircol a emplear 17
Materias vegetales enterradas en verde 17
Nitrato de sosa 19
Nitrato de cal 19
Sulfato de amoniaco 20
Cianamida de cal 20
Abonos potsicos 20
Sulfato de potasa 21
Cloruro de potasa 21
Kainita 21
Polisal potsica 21
Epoca de aplicar los abonos potsicos 21
Abonos fosfatados 22
Superfosfatos 22
Fosfato priciptado . 22
Escorias Thomas 22
Terrenos a los que m s convienen cada uno de los tres abonos fosfatados. 23
Epoca de aplicar los abonos fosfatados ; 23
Cal viva 23
Modos de repartir la cal 24
'l NDICE i
Pgmos
Sulfato de cal o yeso 24

Distribucin de los abonos qumicos i 24
Regla general para la compra de abonos 25
CAPITULO I I I
Bases 27
CAPITULO IV
Alternativa de cosechas 29
CAPITULO V
Prados artificiales 31
Cultivo de leguminosas forrajeras 32
Forrajeras anuales.. 37
Plantas parsitas y animales dainos a las leguminosas 39
CAPITULO V I
Rotaciones ordinarias y cereales 41
Sistema Solari 43
CAPITULO V I I
Prados naturales 47
Cultivo de prados naturales 47
Gramneas a elegir ..... 48
Leguminosas para mezclar 55
CAPITULO VIII
Prados temporales 61
Plantas que deben elegirse .. 62
Destruccin de plantas perjudiciales en prados naturales y t e m p o r a l e s . . . . 64
Trabajos que deben prestarse a los prados 65
Riegos 66
Abonos 67
Recoleccin y conservacin del heno 68
Silos ; 70
CAPITULO A D I C I O N A L
Nabos, remolachas, zanahorias, patatas, cardos 73
EPILOGO
Reglas prcticas 77

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MANUAL PRACTICO mm

Precio: UNA PESETA

SIMILIANO SNCHEZ FERNNDEZ

SIMILIANO SANCHEZ FER|s|ANDEZ

Dos palabras de historia. E l amor a l campo y a la Agricultura

Aunque el arte de cultivar la tierra es tan antiguo como el

y e l cultivo del campo. E l labrador rico o pobre, especialmente el

PREPARACIN FISICA DEL TERRENO

Podemos considerar a la tierra como una gran mquina trans-

Enmiendas.Algunas tierras es conveniente enmendarlas artifi-

dos; s se dieran de a metro, servira para mucho m s tiempo el

PREPARACIN QUIMICA DEL TERRENO

Preparada la tierra fsicamente, es una mquina perfeccionada,

mentos cooperen colectiva y proporcionalmente a las exigencias

al estircol, desde que el animal le expele hasta enterrarlo en el

los agentes atmosfricos. El estircol se coloca en capas super-

Epoca de enterrar el estircol.Taer, cree muy conveniente en-

tan el suelo y m s nutriccin traen de la atmsfera, eligiendo las

Las materias verdes tradas de fuera para enterrar y a las que

eficacia y propiedades, aunque puede aplicarse a toda clase de tie-

Sulfato de potasa. Este abono, como todos los potsicos, no

la primera labor preparatoria, condenando U costumbre de distri-

lidad del cido fosfrico sea soluble en el citrato al 5 por 100.

cientos kilos. En tierras de consistencia media, mil seiscientos a

con el nitrato de sosa, de cal y de cianamida de cal. De ningn mo-

yantando un acta, firmada por los dos testigos, se manda anali-

Preparada la tierra mecnica, fsica y qumicamente, creo llega-

ca. Estoy seguro de que si los labradores practicaran esta opera-

Por lo expuesto en las bases precedentes, se ve con claridad

cien kilos de heno, un valor nutritivo, segn Gasparri, de uno no-

La composicin vara segn la poca y procedimientos de re-

Necesitando yeso, se le aplican de 200 a 400 kilos por hectrea

meable; prospera en las tierras impropias para la alfalfa y trbol;

Sustancia seca 24 83,5

pobres en potasa, con 150 a 200 kilos de cloruro de potasa, y si se

Los seis primeros meses teme las heladas, soportndolas des-

Sustancia seca 20 83,5

Vezas.Hay varias clases de vezas, pero en pases de fuertes

dicndola a voleo en el terreno que se quiere inocular e incorpo-

Plantas parsitas y animales dainos a las leguminosas

tero que mide de tres a cuatro milmetros de cuerpo ovalado, ca-

Conocidas las principales legutrinosas forrajeras, su cultivo y

quina, pues lo deja a profundidad conveniente en lneas equidis-

Avena.Esta planta se da en teda clase de tierras, se abona

En el segundo a o trigo, y en primavera puede sembrarse el

Como en todas las tierras no puede a establecerse las rotaciones

plantas que deben elegirse, as gramneas como leguminosas, no

Agua 72,0 14,0

La semilla debe tener una pureza de 75 por 100 y facultad ger-

germinativa el 75 por 100 con un valor agrcola de 71 por 100; se

Cauela dura.Se halla en las tierras calcreas pobres y la

Raygrs ingls, llamado tambin vallico.Es una de las mejo-

que. Encepa bien y se apodera luego del terreno, no dejndose

Agrstides rastrero.Esta gramnea es excelente para pastos

Grama de olor.Es buena gramnea forrajera, menos por su

Holco lanudo.Esta gramnea vive de 5 a 10 aos; el forraje

rece en mayo; henificado, se le echa sal para que mejor le coman

Pimpinela.Se desarrolla en tierra ligera, sobre todo silcea y

Trbol de las arenas 95 90 85,5 20 1a2