35 - Habacuc PDF

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El Libro del Profeta

HABACUC
INTRODUCCIN

1. Ttulo.-

El ttulo de este libro, como los de otros libros de los profetas menores, es
simplemente el nombre del autor. Habacuc, Jabaqquq en hebreo, se deriva del
verbo jabaq, "abrazar". Algunos han relacionado este nombre con la palabra
acadia jambaququ, nombre de una planta hortense aromtica. El nombre Habacuc no
se halla en ninguna otra parte del AT.

2. Paternidad literaria.-

No se sabe ms de Habacuc de lo que se registra en su libro. No se sabe si,


como en el caso de Ams (ver com. Ams 7: 14), Habacuc fue llamado por Dios de
alguna otra ocupacin, o si fue especialmente preparado para su vocacin en la
escuela de los profetas.

Entre los famosos rollos hallados en Kirbet Qumrn (ver p. 128; t. I, pp.
36-37) hay un rollo que trata de Habacuc. Al examinarlo, se vio que era un
antiguo midrash, o comentario, compuesto de pasajes cortos citados de Habacuc y
seguidos por la interpretacin que el escritor da a los pasajes. La escritura
est bien conservada, pero desgraciadamente hay muchas lagunas o vacos. El
comentario consta de 13 columnas de escritura, y abarca slo los dos primeros
captulos de Habacuc. Este manuscrito ha recibido la fecha de c. 100 a. C.
Resulta contemporneo de los dos rollos de Isaas (p. 129). El Comentario sobre
Habacuc fue publicado en placas facsmiles, con un texto paralelo en caracteres
hebreos modernos, junto con el rollo ms completo de Isaas(rollo 1QIsa de los
Manuscritos del Mar Muerto).

La importancia primordial del Comentario sobre Habacuc para la erudicin


bblica, no consiste en los comentarios en s, por interesantes que sean, sino
en el mismo texto bblico. Este texto, copiado por algn antiguo escriba
sectario (probablemente esenio), es casi tan milenio ms antiguo que los
manuscritos ms antiguos del texto masortico (ver t. I, pp. 38-39). Por lo
tanto, su valor es inestimable para un estudio textual del libro de Habacuc.
Ver com. cap. 1: 4, 17; 2: 1, 4-5, 15-16.

3. Marco histrico.-

Este libro parece haber sido escrito durante un tiempo de terrible apostasa
(PR 285), quiz durante la ltima parte del reinado de Manass, durante el
reinado de Amn o durante la primera parte del reinado de Josas. Es muy
probable que el ministerio de Habacuc siguiera ms o menos de cerca al
ministerio del profeta Nahm. Esta opinin tiene a su favor el lugar en que
est colocado el libro tanto en el canon hebreo como en el griego. En trminos
generales, los males que Habacuc atribuye a su pueblo y de los cuales se queja,
tambin corresponden 1070 con este perodo. Por lo general, la fecha 630 a. C.
ha sido asignada a su profeca por las razones que se hallan enumeradas en la
p. 25. El profeta bien conoca la crisis que Babilonia pronto habra de
provocar a su pueblo por causa de sus pecados, una crisis que finalmente
resultara en el cautiverio de Jud. Habacuc amonest anticipadamente a la
nacin en cuanto a esa crisis, y tambin predijo el castigo divino sobre la
Babilonia idlatra e inicua, el enemigo de Dios y de su pueblo.

4. Tema.-

Aunque Habacuc lamenta los pecados de Jud y sabe que su pueblo merece castigo,
est preocupado por el resultado de las aflicciones de su pueblo. Tambin se
preocupa por el destino del instrumento que Dios usa para imponer ese castigo,
los caldeos, que parecen ser bendecidos con una prosperidad siempre creciente.
Dios responde a las cordiales preguntas de su siervo, y muestra a Habacuc que
el castigo de los israelitas es para su bien final, mientras que la prosperidad
material de los impos, representados por Babilonia, se desvanecer como
resultado del castigo divino. Este libro llega a su apogeo en la "oracin" del
cap. 3, por medio de una descripcin grfica de la suerte de los impos y el
galardn triunfante de los justos.

En este contraste, Dios tiene el propsito de revelar al profeta cmo el


creciente orgullo de los caldeos, y tambin el de todos los impos, conduce a
la muerte, mientras que conduce a la vida la confiada sumisin de los justos
ante Dios por fe. En este nfasis sobre la santidad y la fe, Habacuc se une a
Isaas como un profeta evanglico.

El libro de Habacuc proporciona una solucin al problema de por qu Dios


permite que prosperen los pecadores, comparable con la solucin proporcionada
por el libro de Job al problema de por qu Dios permite que sufran los santos
(ver t. III, p. 494). Habacuc amaba sinceramente al Seor, y con ansia anhelaba
el triunfo de la justicia, pero no poda entender por qu Dios aparentemente
permita que continuaran desenfrenados e impunes la apostasa y el crimen de
Jud (Hab. 1: 1-4; cf. Jer. 12: 1). Dios le informa que tiene un plan para
refrenar y castigar a Jud por su mala conducta, y que para eso va a utilizar a
los caldeos como su instrumento (Hab. 1: 5-11; ver pp. 33-34; cf. Isa. 10:
5-16).

Esta explicacin presenta otro problema en la mente de Habacuc: Cmo puede


usar Dios a una nacin ms impa que Jud para castigar a Jud? Cmo se puede
conciliar un plan tal con la justicia divina? (cap. 1: 12-17).

Temerariamente, y sin embargo con toda sinceridad e inocencia, Habacuc demanda


una respuesta de Dios (cap. 2: 1). Pasando por alto temporalmente la temeridad
de la pregunta de Habacuc, Dios asegura al profeta en cuanto a la certidumbre
de su propsito respecto a Jud (vers. 2-3), y luego le muestra su propia
necesidad de humildad y fe (vers. 4). Dios procede a enumerar los pecados de
Babilonia (cap. 2: 5-19). Conoce muy bien la traicin y la maldad de Babilonia
y le asegura a Habacuc que l, Dios, an rige los asuntos de la tierra. Por eso
todos los hombres, incluso Habacuc, haran bien en callarse "delante de l"
(vers. 20). Es decir, no deben poner en duda la sabidura de los caminos de
Dios.

Dndose cuenta de que se haba extralimitado atrevindose a desafiar la


sabidura de Dios y su voluntad, Habacuc se arrepiente humildemente. Sin
embargo, al mismo tiempo su fervorosa y celosa preocupacin por Jud, como el
instrumento escogido del plan divino en la tierra (ver pp. 28-29), lo induce a
rogar que la justicia divina sea morigerada con misericordia (cap. 3: 1-2).
Sigue a esta oracin una revelacin de la gloria y el poder divinos que
presenta a Dios trabajando para la salvacin de sus hijos fieles, y para la
derrota de sus enemigos (vers. 3-16). Termina el libro con una afirmacin de
confianza de Habacuc en la sabidura y xito final del plan divino (vers.
17-19). 1071

5. Bosquejo.-

I. El problema: La paciencia divina para con Jud y Babilonia, 1: 1- 17.

A. Queja de Habacuc respecto a la iniquidad de Jud, 1: 1-4.

B. Plan de Dios para tratar con Jud, 1: 5-11.

C. Protesta de Habacuc contra el plan de Dios, 1: 12-17.

II. La solucin: Confianza en la sabidura y el xito del plan de Dios, 2:


1-20.

A. Habacuc demanda una respuesta, 2: 1.

B. Dios recomienda confianza en la sabidura y el xito del plan divino,


2: 2-4, 20.

C. Dios enumera los pecados nacionales de Babilonia, 2: 5-19.

III. La respuesta de Habacuc, 3: 1-19.

A. Intercesin para que Dios acte y tenga misericordia 3: 1-2.

B. Una visin de castigo y liberacin, 3: 3-16.

C. Afirmacin de la fe de Habacuc en Dios, 3: 17-19.

CAPTULO 1

1 Al profeta Habacuc, que se queja de la iniquidad de la tierra, 5 se le


muestra la temida venganza por medio de los caldeos. 12 El protesta de que la
venganza se lleve a cabo por medio de los ms crueles.

1 LA PROFECA que vio el profeta Habacuc.

2 Hasta cundo, oh Jehov, clamar, y no oirs; y dar voces a ti a causa de


la violencia, y no salvars?
3 Por qu me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destruccin y
violencia estn delante de m, y pleito y contienda se levantan.

4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale segn la verdad; por


cuanto el impo asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.

5 Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque har una obra en
vuestros das, que aun cuando se os contare, no la creeris.

6 Porque he aqu, yo levanto a los caldeos, nacin cruel y presurosa, que


camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas.

7 Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y su dignidad.

8 Sus caballos sern ms ligeros que leopardos, y ms feroces que lobos


nocturnos, y sus jinetes se multiplicarn; vendrn de lejos sus jinetes, y
volarn como guilas que se apresuran a devorar.

9 Toda ella vendr a la presa; el terror va delante de ella, y recoger


cautivos como arena.

10 Escarnecer a los reyes, y de los prncipes har burla; se reir de toda


fortaleza, y levantar terraplen y la tomar.

11 Luego pasar como el huracn, y ofender atribuyendo su fuerza a su Dios.

12 No eres t desde el principio, oh Jehov, Dios mo, Santo mo? No


moriremos. Oh Jehov, para juicio lo pusiste; y t, oh Roca, lo fundaste para
castigar.

13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; por qu
ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impo al ms justo que
l,

14 y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no
tienen quien los gobierne?

15 Sacar a todos con anzuelo, los recoger con su red, y los juntar en sus
mallas; por lo cual se alegrar y se regocijar.

16 Por esto har sacrificios a su red, y ofrecer sahumerios a sus mallas;


porque con ellas engord su porcin, y engras su comida.

17 Vaciar por eso su red, y no tendr piedad de aniquilar naciones


continuamente? 1072

1.

Profeca.

"Carga" (VM), "orculo" (BJ). Heb. masa, "pronunciamiento" (ver com. Isa. 13:
1).

Profeta.

De los otros profetas menores, slo Hageo y Zacaras declaran que tienen el
ttulo de "profeta".

2.

Hasta cundo?

El profeta estaba muy angustiado debido a la pecaminosidad de su pueblo y sus


inevitables resultados. Por el lenguaje que emplea, pareciera que Habacuc haba
presentado su perplejidad ante Dios durante algn tiempo, y sin embargo Dios no
oa; es decir, aparentemente no haca nada para detener los males en Jud.
Habacuc quiere decir que est ms interesado en la rectitud y la justicia que
lo que Dios parece estar.

Violencia.

Heb. jamas, injusticia, impiedad.

3.

Destruccin.

Heb. shod, "violencia" o "devastacin" que con frecuencia se refiere a


destruccin causada por un saqueo.

Violencia.

Ver com. vers. 2. La ltima clusula del vers. 3 dice as en la LXX: "El juicio
ha ido contra m, y el juez recibe".

4.

Ley.

Heb. torah (ver com. Deut. 31: 9; Prov. 3: 1).

Debilitada.

Heb. pug, "entumecerse", "estar dbil". El profeta atribua la paralizacin de


la efectividad de la ley entre los habitantes de Jud al hecho de que Dios no
detena esa iniquidad. En lugar de "debilitada", la LXX dice "frustrada". Sin
embargo, lo que dice el hebreo del texto masortico est confirmado por la
redaccin del texto hebreo citado en el Comentario de Habacuc, descubierto
entre los Manuscritos del Mar Muerto (p. 1069).

Asedia.

Rodea con malos propsitos (Sal. 22: 12-13). Como resultado, los rectos son
vctimas de los impos y la justicia es "torcida" y pervertida para los rectos.

5.

Entre las naciones.

Dios responde a la queja del profeta. Le ordena a Habacuc que busque entre las
naciones circunvecinas a aquella que Dios usar para castigar a su pueblo por
sus pecados. La LXX comienza este versculo con "mirad, menospreciadores",
texto que Pablo cita en Hech. 13: 41.

Asombraos.

Cuando el castigo de Dios sobrevenga sbitamente, aterrorizar los corazones.

En vuestros das.

Puesto que Habacuc haba preguntado "hasta cundo" (vers. 2) se permitira que
continuara esa iniquidad, el Seor le asegura que la ira divina vendra en el
tiempo de los que entonces vivan.

No la creeris.

Una indicacin de la severidad del castigo venidero.

6.

Los caldeos.

Heb. Kadim (ver com. Dan. 1: 4). Ahora se revela que la nacin de Babilonia
sera el instrumento de la ira divina. Dios la "levantara" para que sirviera
a sus propsitos.

Presurosa.

Heb. nimhar, "impetuosa". Esto predice los rpidos movimientos de las


conquistas babilnicas, bien representadas por el smbolo de las "alas de
guila" de la profeca de Daniel (ver com. Dan. 7: 4).

7.

Su justicia.

Tan poderosos eran los caldeos y tan seguros de s mismos, que no reconocan a
otro poder sino el propio. Se atribuan a s mismos sus grandes proezas (ver
Dan. 4: 28-30).

8.

Leopardos.

Es proverbial la rapidez con que el leopardo captura a su presa (ver com. Dan.
7: 6).

Lobos nocturnos.

O "chacales nocturnos". Estos animales son sumamente feroces por la noche,


cuando merodean en procura de alimento (Jer. 5: 6; Sof. 3: 3).

Se multiplicarn.

El contexto favorece la traduccin de la BJ: "galopan" (que concuerda con la


LXX). Es decir, avanzan para vencer.

guilas.

Heb. nsher, "buitre" o "guila". Moiss haba profetizado que si Israel se


apartaba de Dios, el pueblo sera castigado por sus pecados mediante una nacin
cuyos caballos seran tan rpidos, que adecuadamente se los compara con guilas
(Deut. 28: 47-50).

9.

A la presa.

"Para hacer violencia" (BJ). La "violencia" -previamente mencionada como un


pecado de Jud (ver com. vers. 2)- ahora sera el castigo infligido a Jud por
los caldeos.

El terror.. ella.

"El ardor de sus rostros, como un viento del este" (BJ). Toda esta clusula es
problemtica, pues en el texto hebreo hay dos palabras claves difciles. Dice
en el original: "La megammah de sus rostros qadmah". Megammah podra
significar "totalidad", o "conjunto". Qadmah puede significar "hacia
adelante", "hacia el este" o "viento este". Si se acepta la primera acepcin,
se percibe una figura de valor y arrojo. Si se prefiere la tercera, se
interpreta que sera como un viento desrtico, caluroso y arrasador (ver com.
Jer. 4: 11; 18: 17). 1073

Megammah slo aparece aqu en el AT, y debido a la incertidumbre de su


definicin, la clusula entera se ha traducido de diversas formas en varias
versiones.

Como arena.

Smbolo de la gran cantidad de prisioneros y de los despojos que se tomaran.


Esto concuerda muy naturalmente con el smbolo previo del terrible "viento del
este" que forma dunas.

10.

Escarnecer.
Desde la altura de su suficiencia propia (ver com. vers. 7), los babilonios
menospreciaran a los reyes y prncipes extranjeros y se reiran de ellos.

Levantar terrapln.

Referencia a los terraplenes de tierra preparados para atacar una ciudad (ver
com. 2 Sam. 20: 15; ver las ilustraciones en el t. II, p. 64). La LXX dice:
"Echa un montculo".

11.

Pasar.

Puede significar seguir de largo pasando por el pas, o pasar todos los lmites
orgullosamente.

Ofender.

Dios est "ofendido" porque los babilonios atribuyen su xito a su propia


fuerza y habilidad, convirtiendo a su poder en su Dios (ver com. vers. 7). El
profeta quiere decir que la nacin que es usada para castigar a Jud, ser
castigada por sus propios pecados.

12.

No eres t?

Habacuc, hablando por su pueblo, implora a Dios misericordia para que no


perezcan (vers. 12-17). Mirando ms all de las siniestras perspectivas del
presente, el profeta afirma con fe: "No moriremos" (ver PR 285).

Juicio.

Aqu en el sentido de "castigo".

Oh Roca.

Cf. Deut. 32: 31; 2 Sam. 22: 3, 47). Este ttulo hace resaltar el pensamiento
de que Dios es un seguro e inconmovible sostn de su pueblo. La clusula final
del texto hebreo citado en el Comentario de Habacuc de los Manuscritos del Mar
Muerto (p. 1069), dice: "Oh Roca, como Aquel que lo castiga t le has
ordenado".

13.

Muy limpio eres de ojos.

Puesto que la intachable naturaleza de Dios no puede tolerar el "mal" (Sal. 5:


4-6) y no puede contemplar el "agravio" (Sal. 145: 17), el profeta est
perplejo y no puede saber por qu Dios permite que los caldeos sean
"menospreciadores" de su pueblo. Ellos son idlatras y mucho peores - por lo
menos desde el punto de vista de Habacuc- que Jud. Luego, cmo puede Dios, en
justicia, usarlos para castigar a Jud?

14.

Peces.

El justo con frecuencia es tan mudo e impotente bajo la opresin del impo como
el pez en las redes del pescador.

Reptiles.

Cf. Sal. 104: 25.

No tienen quien los gobierne.

En el Comentario de Habacuc de los Manuscritos del Mar Muerto esta ltima


clusula dice: "Como una cosa reptante sobre la cual gobernar" (Gn. 1: 26).

15.

Sacar.

Quien saca es el "impo" (ver com. vers. 13).

Aqu el profeta muestra simblicamente la forma en que los babilonios vencen a


las naciones. El aparejo de pesca representa a los ejrcitos caldeos. Sin
embargo, esta misma figura podra representar la actividad de cualquier impo.

16.

Har sacrificios.

Lenguaje figurado para indicar que los caldeos no reconocan al Dios verdadero,
sino que atribuan su xito a su propia habilidad (ver com. Hab. 1: 7; cf. Isa.
10: 12-13).

17.

Vaciar?

El profeta pregunta si se permitir que los caldeos prosigan venciendo para


continuar vaciando "su red" tan slo para volverla a llenar con los despojos de
la guerra. El vers. 17 del texto hebreo, citado en el Comentario de Habacuc de
los Manuscritos del Mar Muerto (p. 1069), dice: "Por lo tanto, su espada est
siempre lista para matar naciones sin mostrar misericordia".

COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE

2-7 PR 284

12 PR 285
13 CS 355; Ed 249; FE 252; PR 238; 2T 447; 7T 193 1074

CAPTULO 2

1 Se le muestra a Habacuc, quien espera una respuesta, que debe esperar con fe.
5 El juicio contra los caldeos por su insaciabilidad, 9 avaricia, 12 crueldad,
15 borrachera, 18 y por su idolatra.

1 SOBRE mi guarda estar, y sobre la fortaleza afirmar el pie, y velar para


ver lo que se me dir, y qu he de responder tocante a mi queja.

2 Y Jehov me respondi, y dijo: Escribe la visin, y declrala en tablas, para


que corra el que leyere en ella.

3 Aunque la visin tardar an por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y


no mentir; aunque tardare, espralo, porque sin duda vendr, no tardar.

4 He aqu que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su
fe vivir.

5 Y tambin, el que es dado al vino es traicionero, hombre soberbio, que no


permanecer; ensanch como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se
saciar; antes reuni para s todas las gentes, y junt para s todos los
pueblos.

6 No han de levantar todos stos refrn sobre l, y sarcasmos contra l?


Dirn: Ay del que multiplic lo que no era suyo! Hasta cundo haba de
acumular sobre s prenda tras prenda?

7 No se levantarn de repente tus deudores, y se despertarn los que te harn


temblar, y sers despojo para ellos?

8 Por cuanto t has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te
despojarn, a causa de la sangre de los hombres, y de los robos de la tierra,
de las ciudades y de todos los que habitan en ellas.

9 Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su
nido, para escaparse del poder del mal!

10 Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has


pecado contra tu vida.

11 Porque la piedra clamar desde el muro, y la tabla del enmaderado le


responder.

12 !Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con
iniquidad!

13 No es esto de Jehov de los ejrcitos? Los pueblos, pues, trabajarn para


el fuego, y las naciones se fatigarn en vano.

14 Porque la tierra ser llena del conocimiento de la gloria de Jehov, como


las aguas cubren el mar.

15 Ay del que da de beber a su prjimo! Ay de ti, que le acercas tu hiel, y


le embriagas para mirar su desnudez!

16 Te has llenado de deshonra ms que de honra; bebe t tambin, y sers


descubierto; el cliz de la mano derecha de Jehov vendr hasta ti, y vmito de
afrenta sobre tu gloria.

17 Porque la rapia del Lbano caer sobre ti, y la destruccin de las fieras
te quebrantar, a causa de la sangre de los hombres, y del robo de la tierra,
de las ciudades y de todos los que en ellas habitaban.

18 De qu sirve la escultura que esculpi el que la hizo? la estatua de


fundicin que ensea mentira, para que haciendo imgenes mudas confe el
hacedor en su obra?

19 el que dice al palo: Despirtate; y ala piedra muda: Levntate! Podr l


ensear? He aqu est cubierto de oro y plata, y no hay espritu dentro de l.

20 Jehov est en su santo templo; calle delante de l toda la tierra.

1.

Estar.

Aqu claramente Habacuc demuestra su fe en Dios. Se presenta a s mismo como


quien ocupa su puesto, a la manera de un viga (Eze. 3: 17; 33: 7), en algn
lugar alto para poder ver bien a todo en rededor, a fin de advertir lo que se
aproxime.

Fortaleza.

Heb. matsor, "un baluarte", es decir, un lugar desde el cual se puede resistir
un asedio. En el texto hebreo citado en el Comentario de Habacuc de los
Manuscritos del Mar Muerto (p. 1069) esta palabra lleva el sufijo que significa
"mi".

Velar para ver.

Habacuc se siente seguro de que ha presentado ante Dios una objecin vlida al
plan divino de usar a los caldeos como instrumento del cielo contra Jud (cap.
1: 6, 13). Por eso pide una respuesta. Ver la p 1070. 1075

2.

Escribe.

El Seor responde a la fe de su siervo, y lo anima en su obra. Al tomar forma


escrita, los mensajes de] profeta perduraran.

Tablas.
Heb. laj, tabla o tablilla, generalmente de piedra, a veces de madera. Aqu
probablemente se trate de tablillas puestas en algn lugar pblico, donde todos
pudieran verlas y leerlas.

Para que corra.

La clusula dice literalmente: "para que el lector de ellas pueda correr", es


decir" leerlas fcil, fluida y prontamente.

3.

Por un tiempo.

Mejor, "para su fecha" (BJ). La visin se cumplira a su debido tiempo (cf.


Gl. 4: 4).

Aunque tardare.

En la LXX aparece as esta ltima clusula: "Aunque l demore, espralo; porque


vendr ciertamente y no demorar". De acuerdo con el texto hebreo, aunque el
cumplimiento de la visin acerca de la venida de los vencedores caldeos
pareciera demorarse, se cumplira a su debido tiempo. De acuerdo con el texto
de la LXX, la idea pareciera ser que aunque el enemigo en apariencia se
demorara, vendra tan ciertamente como fue predicho. Se hace alusin al texto
de la LXX, en Heb. 10: 37 y las palabras, junto con una frase de la LXX de Isa.
26: 20, se aplican al segundo advenimiento de nuestro Seor.

La profeca de Hab. 2: 1-4 fue un motivo de gran nimo y consuelo para los
primeros creyentes adventistas conocidos como milleritas. Cuando el Seor no
vino antes de mayo de 1844 como primero se esperaba, los milleritas quedaron
sumidos en profunda perplejidad. Poco despus del chasco inicial, vieron un
significado especial en las palabras del profeta: "Es an visin para su fecha"
(BJ). "Mas se apresura hacia el fin, y no mentir; aunque tardare, espralo".
Confiaron "en el lenguaje del profeta" (1T 52) y prosiguieron proclamando el
clamor de media noche: "Aqu viene el esposo; salid a recibirle!" (Mat. 25: 6;
ver CS 443).

4.

Cuya alma.

La primera parte de este versculo dice as en la LXX: "Si retrocediera, mi


alma no tendra placer en l", texto que corresponde con Heb. 10: 38. Es
interesante notar que el texto hebreo citado en el Comentario de Habacuc
descubierto entre los Manuscritos del Mar Muerto (p. 1069), en este caso
concuerda con el texto masortico.

En su aplicacin primaria, estas palabras reprochan al profeta por su


precipitacin y falta de fe.

Justo.
Heb. tsaddiq, "correcto", "inocente" o "justo", que se usa con referencia a una
persona o cosa examinada y que se halla en buenas condiciones. Esta ltima
clusula manifiesta el carcter del hombre bueno en contraste con el del malo,
descrito en la primera parte del versculo.

Fe.

Heb.'emunah, "constancia", "confiabilidad" o "fidelidad". Se usa aqu para


describir la relacin de uno con Dios. La confianza en Dios emana de la
seguridad de que Dios guiar, proteger y bendecir a los que cumplen con su
voluntad. Habacuc aqu afirma grandiosamente que el que vive por una fe
sencilla y confa en el Seor, ser salvado, pero el alma que "se enorgullece"
por su propia perversidad y orgullo obstinado en el pecado, perecer.

Donde el texto masortico dice "su" fidelidad, la LXX dice "mi" fidelidad,
siendo Dios mismo el que habla. En la cita de este texto que se encuentra en
Heb. 10:38, relativamente pocos manuscritos del NT siguen a la LXX, puesto que
en la mayora de los manuscritos no estn los posesivos "su" ni "mi" que
modifiquen a "fe". Tanto el texto masortico como el de la LXX se basan en
grandes verdades, pues una persona "vivir" aceptada a la vista de Dios por su
confianza y fidelidad para con Dios, lo que a su vez se basa en la fidelidad de
Dios en su trato con sus hijos. Es probable que esta variante en los textos se
deba al parecido de la forma de las letras hebreas waw y yod, tal como se
escriban durante el tiempo de la traduccin de la LXX. Tal como se escriban
en ese perodo, esas letras parecan prcticamente idnticas. Usadas como
sufijos de 'emunah, waw significara "su", y yod "mi".

Aunque en primer lugar este versculo se refiere a los que -debido a su fe en


el Seor- seran salvados de los caldeos y encontraran paz a pesar de que Jud
fuera destruida, en un sentido ms amplio este versculo enuncia una verdad que
es aplicable a todos los tiempos. Ms de una vez Pablo emplea esta declaracin
del AT como el tema de una disertacin sobre la justificacin por la fe (Rom.
1: 16-17; Gl. 3: 11; Heb. 10: 38-39).

5.

Y tambin.

Otra vez se hace notar el contraste entre el carcter de los impos, tal como
se presenta en la primera parte del vers. 4, y el carcter de los rectos,
presentado 1076 en la parte final del mismo versculo.

Dios enumera los pecados de Babilonia (cap. 2: 5-19). Sabe que los babilonios
son traidores e impos, como lo presenta Habacuc (cap. 1: 13). Sin embargo,
Dios todava rige los asuntos de la tierra, y todos los hombres -incluso
Habacuc- haran bien en callar "delante de l" (cap. 2: 20).

Vino.

"Riqueza" (BJ). El texto hebreo citado en el Comentario de Habacuc de los


Manuscritos del Mar Muerto (p. 1069) dice hon, "poder" o "riqueza", en lugar de
"vino".

Soberbio.

O "altivo".

Seol.

Simblicamente se presentan a la muerte y al Seol como que fueran insaciables


(Prov. 27: 20; Isa. 5: 14), y as tambin los babilonios reunieron y juntaron
para s "todas las gentes" y "todos los pueblos".

6.

Todos stos.

Las '"naciones" y los "pueblos" (vers. 5) vencidos por los babilonios.

Refrn.

Ver com. Miq. 2: 4.

Prenda.

Heb. 'abtit, palabra que slo aparece aqu en el AT y que ahora generalmente se
considera que significa "prendas", es decir vestimentas u otras cosas dadas
como garanta por deudas. En otras palabras, se hace la pregunta: "Hasta
cundo continuar acumulando Babilonia lo que debe en derecho y justicia a sus
pueblos subyugados, antes de que esas prendas tengan que ser rescatadas
mediante una airada retribucin aplicada a los habitantes de Babilonia?"

7.

Deudores.

Aquellos a quienes los babilonios haban perjudicado se levantaran y los


atacaran. Histricamente, fueron los medos y los persas quienes saquearon a
los caldeos y destruyeron su imperio.

Despojo.

Ver Jer. 50: 9-10.

8.

Te despojarn.

En su venganza, "todos" los pueblos tomados y saqueados por los babilonios


-principalmente los medos y los persas- destruiran a los caldeos (Isa. 21: 2;
33: 1). La captura de Babilonia vengara la "sangre" que los babilonios haban
derramado cruelmente.
La tierra.

Algunos creen que el profeta aqu se refiere especialmente a la tierra de


Palestina.

9.

Codicia injusta ganancia.

O "gana ganancia inmoral" (BJ) para su casa. Quiz sta sea una referencia a
la familia o dinasta real de Babilonia.

Poner en alto su nido.

Smbolo de seguridad.

Mal.

En este caso significa calamidad (ver com. Isa. 45: 7).

10.

Contra tu vida.

Los ardides del rey caldeo para asegurarse gloria asolando a "muchos pueblos",
significaron su propia vergenza y aseguraron su propia cada (Prov. 8: 36).

11.

Piedra.

Smbolo notable para indicar la enormidad de la culpabilidad de Babilonia. No


slo los hombres sino tambin las cosas condenaran la iniquidad de los caldeos
(ver Luc. 19: 40).

12.

Edifica.

En este tercer "ay" (vers. 6, 9) la condenacin recae sobre los babilonios


debido a que su poder surgi de matanzas e "iniquidades" (ver Dan. 4: 27; cf.
Miq. 3: 10). Babilonia fue agrandada y embellecida con los despojos tomados de
las naciones vencidas. Aunque este versculo se aplica principalmente a
Babilonia, las verdades que encierra son aplicables a todos los tiempos.

13.

Jehov de los ejrcitos.

Ver com. Jer. 7: 3.

Para el fuego.
Todos los edificios y las fortificaciones que los babilonios edificaron
mediante el trabajo forzado de los esclavos, finalmente tan slo seran
combustible para el "fuego", y as tambin se fatigaran "en vano" (ver Jer.
51: 29-30, 58).

14.

Ser llena.

Aqu Habacuc reitera un pensamiento previamente expresado por Isaas (Isa. 11:
9). La cada de Babilonia es un smbolo de la destruccin de todos los impos
en el da postrero.

15.

Que le acercas tu hiel.

"Les aade su veneno" (BJ). En vez de "su veneno", en el texto hebreo citado en
el Comentario de Habacuc de los Manuscritos del Mar Muerto (p. 1060) dice "su
ira". As como el hombre que da de beber a su prjimo para aprovecharse de l,
as tambin los caldeos dieron de beber a sus vecinos, y era tan slo justo que
a su vez bebieran de la copa de la ira de Dios (cf. Apoc. 14: 8, 10).

Mirar.

Este es un smbolo que ilustra (ver Gn. 9: 20-23) la abyecta humillacin a la


que quedaban reducidas las naciones vencidas bajo el rgimen inicuo y tirnico
de los babilonios (cf. Lam. 4: 21).

Desnudez.

En vez de "desnudez", el texto hebreo citado en el Comentario de Habacuc que


aparece en los Manuscritos del Mar Muerto (p. 1069) dice "festivales".

16.

Llenado.

O "saciado". La forma despiadada en que Babilonia trat a los oprimimos 1077


provocara su propia cada. Esto la hara beber plenamente la copa de la
retribucin divina.

Sers descubierto.

"Ensea tu prepucio" (BJ). Literalmente, "s considerado como incircunciso",


del Heb. 'aral, "dejar incircunciso". Es decir, reciban los babilonios el
mismo trato ignominioso que han dado a otros (ver com. vers. 15). En este
versculo, es significativo que el texto hebreo citado en el Comentario de
Habacuc de los Manuscritos del Mar Muerto (p. 1069) muestra una interesante
diferencia con el texto masortico de Habacuc. En vez de 'aral, el Comentario
de Habacuc tiene ra'al, "vacilar' o "tambalearse" (ntese que las consonantes
hebreas son las mismas pero que se han transpuesto).La variante ra'al encuadra
mucho mejor en el contexto, pues usndola se lee la clusula: "Bebe t tambin,
y tambalea". En otras palabras, los babilonios haban de sufrir las mismas
indignidades y crueldades que haban acumulado sobre sus enemigos vencidos. La
LXX concuerda con esta variante, pues en ella se lee "tiembla".

17.

Rapia del lbano.

Mejor, "violencia hecha al Lbano". Recaera sobre Babilonia lo que ella haba
hecho al Lbano (cf. Isa. 14: 48). Algunos consideran que "Lbano" aqu se
refiere al templo de Jerusaln que fue construido con cedros del Lbano (1 Rey.
5; Zac. 11: 1-2). Otros ven una referencia a los cedros cortados durante la
invasin.

18.

De qu sirve?

Con irona el profeta pregunta en cuanto al beneficio que los caldeos obtienen
de confiar en sus dioses (cf. Isa. 44: 9-10; Jer. 2: 11). Vez tras vez se
hace resaltar en el AT la necedad de poner la confianza en "imgenes mudas"
(Sal. 115: 4-8; Jer. 10: 1-5).

19.

Palo.

El palo y la piedra eran los materiales comnmente usados en el antiguo


Cercano Oriente para hacer imgenes.

De oro y plata.

Estos metales preciosos se usaban para embellecer la piedra y el palo (Isa. 40:
19; ver com. Dan. 3: 1).

20.

Jehov.

Todava el Seor est en su casa y ocupa su trono. Todava gua el destino de


las naciones (ver com. Hab. 2: 5; Dan. 4: 17).

Su santo templo.

En forma desafiante, Habacuc presenta la diferencia entre el majestuoso Dios


viviente y los dolos inertes y vanos. El profeta puede haber tenido en cuenta
en primer lugar al templo de Jerusaln como la morada terrenal del verdadero
Dios, y en un sentido ms amplio puede haber pensado tambin en el "templo" de
Dios en el cielo (1 Rey. 8: 27-30; Sal. 11: 4; Miq. 1: 2-3). Debido a la
excelsa majestad de Dios, "toda la tierra" Constituida por los sbditos del Rey
del universo- es invitada a callar silenciosa y humildemente ante l (Sal. 46:
10; ver com. Sal. 76: 8).

Calle.

Es decir, no pretenda poner en duda la sabidura de Dios al guiar el destino


de las naciones, como lo haba hecho Habacuc (cap. 1: 13; 2: 1). El lenguaje
de este versculo a veces se aplica adecuadamente a la reverencia en la casa de
Dios, aunque ste no fue el propsito original de las palabras.

Toda la tierra.

Es decir, todos los hombres incluso el profeta Habacuc (ver com. cap.13; 2: 1,
4).

COMENTARIO DE ELENA G. DE WHITE

1 8T 172

1-4 CS 442; PR 285

2 CS 576; Ev 99; 7T 25

2-3 SR 367

3 NB 64; PE 236; PP 167; 1T 52; 5T 10

3-4 PR 286

4 MeM 56

11 8T 55

14 8T 47, 60

15 MC 263; Te 37, 88, 255, 258

20 CN 512; Ed 238; MC 344; OE 188; PR 35, 286; 8T 285 1078

CAPTULO 3

1 Habacuc en su oracin tiembla ante la majestad de Dios. 17 La confianza de su


fe.

1 ORACIN del profeta Habacuc, sobre Sigionot.

2 Oh Jehov, he odo tu palabra, y tem. Oh Jehov, aviva tu obra en medio de


los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acurdate de la
misericordia.

3 Dios vendr de Temn, Y el Santo desde el monte de Parn. Selah. Su gloria


cubri los cielos, Y la tierra se llen de su alabanza.
4 Y el resplandor fue como la luz; Rayos brillantes salan de su mano, Y ah
estaba escondido su poder.

5 Delante de su rostro iba mortandad, Y a sus pies salan carbones encendidos.

6 Se levant, y midi la tierra; Mir, e hizo temblar las gentes; Los montes
antiguos fueron desmenuzados, Los collados antiguos se humillaron. Sus caminos
son eternos.

7 He visto las tiendas de Cusn en afliccin; las tiendas de la tierra de


Madin temblaron.

8 Te airaste, oh Jehov, contra los ros? Contra los ros te airaste? Fue tu
ira contra el mar Cuando montaste en tus caballos, y en tus carros de victoria?

9 Se descubri enteramente tu arco; Los juramentos a las tribus fueron palabra


segura. Selah Hendiste la tierra con ros.

10 Te vieron y tuvieron temor los montes; Pas la inundacin de las aguas; El


abismo dio su voz, A lo alto alz sus manos.

11 El sol y la luna se pararon en su lugar; A la luz de tus saetas anduvieron,


Y al resplandor de tu fulgente lanza.

12 Con ira hollaste la tierra, Con furor trillaste las naciones.

13 Saliste para socorrer a tu pueblo, Para socorrer a tu ungido. Traspasaste


la cabeza de la casa del impo, Descubriendo el cimiento hasta la roca. Selah

14 Horadaste con sus propios dardos las cabezas de sus guerreros, Que como
tempestad acometieron para dispersarme, Cuyo regocijo era como para devorar al
pobre encubiertamente.

15 Caminaste en el mar con tus caballos, Sobre la mole de las grandes aguas.

16 O, y se conmovieron mis entraas; A la voz temblaron mis labios; Pudricin


entr en mis huesos, y dentro de m me estremec; Si bien estar quieto en el
da de la angustia, Cuando suba al pueblo el que lo invadir con sus tropas.

17 Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el


producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean
quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales;

18 Con todo, yo me alegrar en Jehov, Y me gozar en el Dios de mi salvacin.

19 Jehov el Seor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en


mis alturas me hace andar.

1.

Oracin.
Tal como se usa aqu, esa palabra se aplica a sin salmo, un himno o un canto de
consagracin (ver los sobrescritos de los Sal. 17; 90; 102).

Sigionot.

Se piensa que eran cantos vehementes con cambios frecuentes y emotivos,


expresados mediante rpidas alteraciones en el ritmo. La estructura de la
oracin de Habacuc puede haber reflejado esta clase de poesa. Ver t. III,
633-634. 1079

2.

Tem.

El profeta comienza su "oracin" expresando su temor por la ira divina venidera


y pide a Dios que se acuerde de la "misericordia". Reconoce la sabidura con
que Dios trata a los hombres, sabidura que antes puso en duda (ver com. cap.
1: 2, 13; 2: 1), y reconoce humildemente su propio error.

Aviva.

El profeta sabe que as como Dios castiga a su propio pueblo por su apostasa,
tambin castigar con seguridad a los enemigos de su pueblo. Adems, se da
cuenta que al final Israel ser redimido y toda la tierra "ser llena del
conocimiento de la gloria de Jehov" (cap. 2: 14). Por lo tanto, fervientemente
le ruega a Dios que esa buena "obra" de restauracin sea "reavivada" o
"reanimada". Aunque castigado en espritu, no es menos ferviente en anhelar el
xito de los planes de Dios para Israel (pp. 28-32) de lo que fue al principio
(ver com. cap. 1: 2).

En medio.

Habacuc implora que el propsito redentor de Dios se manifieste "en medio de


los tiempos", no cuando expiren completamente. En otras palabras, el profeta
anhela el cumplimiento de las promesas de Dios de la redencin final.

Acurdate de la misericordia.

Bien sabe el profeta que la principal esperanza del hombre reside en la


misericordia del cielo y no en la bondad humana.

3.

Dios vendr.

En los vers. 3-16 se presenta un cuadro sublime de la venida del Seor para
juzgar y para liberar a su pueblo. Se presenta el cuadro en el marco de la
liberacin del Israel literal, pero tambin se describe la venida de Cristo
para comenzar el reino de justicia (ver CS 345. En cuanto a los principios de
interpretacin, ver pp. 38-40). Con una vvida figura, Habacuc describe el
efecto de esa venida sobre la naturaleza y sobre los impos. Para ilustrar esos
sucesos finales de la historia (ver com. vers. 11), Habacuc usa algunos
ejemplos de la forma en que Dios trat a su pueblo en el pasado.

Temn.

Un distrito que perteneca a una de las divisiones tribales de Edom, o el


nombre para todo Edom (ver com. Jer. 49: 7). Cf. Isa. 63: 1-4.

Parn.

El profeta aqu alude a los majestuosos acontecimientos relacionados con la


entrega de la ley en el Sina (ver com. Deut. 33: 2), usndolos como
ilustraciones de los sucesos del da del juicio. As como Dios vino rodeado de
esplendor para repetir su ley a su pueblo, as tambin aparecer en gloria para
la salvacin de su pueblo y el castigo de los impos. Ver com. Gn. 21: 21.

Selah.

Palabra tal vez usada para indicar algn cambio de meloda o de nfasis (ver t.
III, p. 635).

4.

Escondido su poder.

Cuando aparezca el Salvador, las heridas del Calvario, las pruebas de su


humillacin, aparecern como su mximo honor; all estar su gloria; all
estar "escondido su poder" (ver CS 732; com. vers.3).

5.

Mortandad.

Ahora presenta Habacuc el efecto de la presencia divina. Caer "mortandad"


sobre los impos; en otras palabras, sern destruidos.

Carbones encendidos.

Heb. rshef, "llama", aqu tal vez sea un smbolo de "una plaga"; "la fiebre"
(BJ).

6.

Montes.

Precisamente los smbolos de estabilidad (Gn. 49: 26; Deut. 33: 15) sern
"desmenuzados" en ocasin de este gran acontecimiento. En contraste con los
aparentemente "montes eternos" (BJ) y los "collados antiguos", los "caminos" de
Dios son verdaderamente eternos e inmutables (Nm. 23: 19; Mal. 3: 6).

7.
Cusn.

Algunos consideran que equivale a Cus, otro nombre de la antigua Etiopa (ver.
com. Gn. 10:6). La LXX dice: "Las tiendas de los etopes". Sin embargo, otros
creen que Cusn es una tribu vecina de Madin.

Madin.

Ver com. Gn. 25: 2. Las "tiendas" y los "pabellones" (BJ) podran ser smbolos
de los moradores de Cusn y de Madin.

8.

Te airaste?

Para hacer resaltar el poder divino sobre toda la creacin, Habacuc pregunta
retricamente si Dios estuvo airado con la naturaleza inanimada cuando
manifest su poder.

Montaste.

Simblicamente se presenta a Dios como si viniera con una gran hueste de carros
y caballos, por as decirlo, para defender a su pueblo y aplastar a sus
enemigos (cf. Sal. 68: 17).

9.

Se descubri enteramente.

Es decir, se prepar para la accin. El profeta describe a Jehov como a un


guerrero (cf. Exo. 15: 3) que se prepara para usar su arco.

Los juramentos a las tribus.

Es oscuro el hebreo de este pasaje, lo que ha resultado en marcadas diferencias


de traduccin en las versiones. La LXX dice: "Ciertamente, t doblaste tu arco
a los cetros, dice el Seor". La BJ reza: "T desnudas tu arco, sacias su 1080
cuerda de saetas". Se lee en la VM: "Jurados son los castigos de tu promesa".

10.

Tuvieron temor.

Literalmente, "se retorcieron de dolor". Lenguaje figurado que indica un


terremoto (cf. Exo. 19: 18; Sal. 114: 6-7; ver com. Sal. 114: 4).

Abismo.

Heb. tehom (ver com. Gn. 1: 2).

Manos.
Quiz un sinnimo potico de olas.

11.

El sol y la luna.

Aqu el profeta emplea la historia de cuando el sol y la luna se detuvieron en


los das de Josu (Jos. 10: 11-14; PP 43),como una ilustracin de la venida del
Seor(ver com. Hab. 3: 3).

12.

Hollaste.

Cf. Juec. 5: 4.

Trillaste las naciones.

O "Pisoteas a las naciones" (BJ). Cf. Isa. 63: 1-4; Joel 3: 13; Apoc. 14:
14-16.

13.

Saliste.

El propsito de la venida del Seor es para salvar a su pueblo, su "ungido"


(Sal. 20: 5-6; 28: 8-9).

Hasta la roca.

Expresin que indica que "la casa del impo" ser completamente destruida.

14.

Guerreros.

Heb. paraz, palabra algo oscura. "Nobles" (BJ).

Tempestad.

Cf. Isa. 41: 16; Jer. 13: 24.

Dispersarme.

Probablemente as se identifica el profeta con su pueblo.

15.

En el mar.

Quiz sea una alusin al xodo (Exo.15: 1-19), como smbolo de que Dios
liberara despus a su pueblo (ver com. Hab. 3: 3, 11). En el tiempo del
xodo, Dios sac a su pueblo de Egipto caminando figuradamente por "grandes
aguas" (Sal. 77: 19-20).

16.

Mis entraas.

Es decir, toda mi naturaleza.

17.

La higuera.

En este versculo se presentan los funestos efectos de la invasin babilonia,


la destruccin de "la higuera" y del "olivo", tan apreciados en Palestina,
junto con "las vides" igualmente necesarias, los cereales y el ganado. As
ser tambin nuevamente durante las escenas finales de la historia de la
tierra, cuando ella sea as tambin desolada (ver DTG 97; CS 687-688).

18.

Me alegrar.

Aunque son terribles los acontecimientos que presagia este captulo, termina
con la nota consoladora y reconfortante de gozo y esperanza de la salvacin "en
Jehov". El profeta se infunde confianza a s mismo de que finalmente todo
quedar bien debido a la fidelidad de su Dios (cf. Sal. 13: 56; 31: 19-20;
Miq. 7: 7). Una vez resuelto el problema (ver la p. 1070), el profeta
gozosamente somete su voluntad a la voluntad de Dios.

19.

Pies como de ciervas.

Entre los speros despeaderos y las sendas traicioneras de las montaas, las
patas de las ciervas eran rpidas y seguras (ver 2 Sam. 22: 34; Sal. 18:
32-33).

En mis alturas.

El pueblo de Dios triunfar sobre toda oposicin y morar seguro en las alturas
de la salvacin (Deut. 32: 13; 33: 29; Isa. 58: 13-14; Ams 4: 13). Todas las
preguntas del profeta son respondidas por la fe en Dios, y Habacuc descansa
satisfecho de que finalmente el derecho y la justicia triunfarn para siempre.

Me hace andar.

Aqu, como Moiss, Habacuc se identifica con su pueblo (Exo. 32: 30-32). As
lo hicieron Jeremas (cap. 14: 19-21) y Daniel (cap. 9: 3-19). El xito de
Israel (Isa. 58: 14) es su propio xito.

Jefe de los cantores.


Quiz el director de msica del templo. Es muy probable que el salmo de
Habacuc tuviera el propsito de ser usado en el culto pblico, tal vez con
acompaamiento de "instrumentos de cuerdas".

COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE.

2 PR 215

2-6 PR 286

3 Ed 19; MC 320

3-4 CS 345,699

4 CS 732; PE 53; 8T 285

6 CS 345; PP 11

8, 10-11 CS 345

11-13 PP 543

13 CS 345; PR 287

17-18 CM 243; CS 687; DTG 97; EC 399;

7T 275

17-19 PR 287 1081

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