La Literatura Infantil Como Macrogénero

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 4

LA LITERATURA INFANTIL COMO MACROGENERO por Roberto Ferro

En De la literatura y los restos (2010) Liber ediciones, Bs As,

La literatura, pensada como objeto de conocimiento, aparece como un conjunto


heterogneo, heredado y de lmites inestables. Un conjunto que se constituye ms all
de la diversidad de los objetos, acciones, valores, procesos, instituciones y sujetos que
lo componen. Pero ese conjunto sobre el que ejercemos la crtica y sobre el que
configuramos asedios tericos no es una totalidad, es decir, no es toda la literatura.
Siempre nos estamos refiriendo a subconjuntos de textos literarios, escritores y/o
esquematizaciones articuladas a partir de los ms variados paradigmas. Ese campo
parcial constituye el canon literario, constructo metonmico que, en general, asumimos
como totalidad.

Decamos que los lmites del espacio literario son inestables, acaso se pueda agregar
que la literatura es un territorio en constante mutacin, y que esa mutacin slo se
percibe con ms precisin en sus arrabales. El canon literario, entonces, vara y el
modo ms sencillo de advertirlo es confrontando diversas pocas. De todos modos, y
a pesar de las mudanzas, es posible afirmar que el canon oficial, es decir el modelo
hegemnico de seleccin, es bastante estable y, asimismo tambin que presenta una
estructuracin en sus relaciones que le otorga coherencia. As, la idea de canon, que
implica una coleccin de textos, aparece como algo ms que una simple compilacin
referencial de gustos institucionalizados. El canon que reconocemos como vigente
establece las condiciones de posibilidad para nuestra comprensin de la literatura.

Pero el canon vigente no es en s mismo uniforme, sino que, a su vez, se constituye


de modo parcial a partir de diversas perspectivas. La oficializacin de un canon se
construye institucionalmente mediante la educacin, las instancias crticas de
validacin y las disponibilidades de circulacin. Cada uno de los que participamos en
el espacio literario vamos constituyendo un canon personal, textos con los que hemos
estado en contacto y que valoramos de diversos modos. Estos dos subconjuntos no
mantienen simplemente una relacin de pertenencia inclusiva uno en el otro, es
frecuente que entren en conflicto y debate. El canon literario comprende, al parecer en
su ms amplio sentido, el conjunto de textos que representan a la literatura. Si nos
preguntamos por el lugar que ocupa la literatura infantil en ese conjunto, acaso sea
posible una primera respuesta en orden a las argumentaciones que venimos
exponiendo. El canon literario es un horizonte que se abre y una de cuyas
perspectivas es la accesibilidad que determina la configuracin del canon personal.
Dejando de lado, y esto slo a los efectos de nuestra actual reflexin, los mltiples
componentes que inciden en ese proceso, lo que caracteriza a la literatura infantil es la
activa participacin de mediadores entre los receptores potenciales y los textos
literarios. Son esos mediadores los que conforman la pertenencia al subconjunto
estableciendo un canon accesible. Estos mediadores se distinguen de todos los otros
que componen el espacio literario por su incidencia determinante sobre ese canon
accesible, son ellos quienes ejercen sus preferencias sistemticas, que por supuesto
no son uniformes, lo que permite distinguir dentro del subconjunto literatura infantil, la
convergencia de diversos cnones selectivos. Estos cnones se imponen sobre los
receptores con mayor fuerza institucional que cualquier otro dentro de la literatura,
conforman elencos en cuya construccin los lectores infantiles tienen una menor
participacin si los comparamos con todos los otros tipos de lectores que constituyen
el espacio literario. NO ESTOY DE ACEURDO Es esta caracterstica distintiva, la que
vamos a tomar como punto de partida para reflexionar sobre la literatura infantil en
trminos de macrognero. Los discursos tericos que pretenden dar cuenta de la
razonabilidad de la segmentacin en gneros de los corpus literarios, son teoras
literarias en las que el componente gnoseolgico ocupa un lugar preponderante. Las
teoras de los gneros literarios articulan su diferencia en las diversas perspectivas
con que se proponen resolver un interrogante comn a todas: Qu es un gnero?,
que ha recibido las ms diversas respuestas: ya sea una suma de normas, ya sea la
manifestacin mltiple de una esencia ideal, ya sea un modelo de competencia
compartida, pero ms all de las mltiples variaciones que desencadena ese
interrogante, lo que es comn a cada una de las diversas perspectivas tericas es la
necesidad de articular la relacin que vincula a los textos con los gneros a los que se
los hace pertenecer. Tomando como objeto de reflexin privilegiando a los textos
narrativos, por ser los ms frecuentes del corpus de la literatura infantil, es posible
sealar sus componentes distintivos: en todas las narraciones se cuenta una
historia, la totalidad de esas historias estn marcadas por la presencia de ndices
interpretativos que remiten a un narrador extradiegtico; esos ndices estn siempre
orientados al narratario extradiegtico, es decir el lector modelo, y constituyen rasgos
emblemticos de una verdad general, que ste debe aplicar en su vida. Es decir, los
textos exhiben un triple movimiento, 1) se trata de persuadir al lector de una verdad
esencial, 2) de instarlo a constituir o modificar su comportamiento, 3) contndole una
historia. De acuerdo con estos componentes el cuento infantil implica la presencia de
un destinador, que ocupa el rol virtual de narrador extradiegtico, y de un destinatario,
oyente y/o lector, que a su vez, coincide con la funcin del narratario extradiegtico. El
destinador, habitualmente un relator, es el agente responsable de la historia, de su
interpretacin, de la exhortacin inherente que se deriva; el destinador recibe el texto y
aquello de lo que el texto trata. Por lo tanto, es posible pensar que las condiciones de
posibilidad de la produccin de sentido en la literatura infantil articulan tres niveles
ligados: el narrativo, el interpretativo y el pragmtico. Cada uno de estos niveles se
despliega a travs de un discurso especfico: el nivel narrativo se configura en un
discurso que presenta una historia; el nivel interpretativo dispone un discurso que
apunta a comentar la historia con el objeto de despejar el sentido dominante; y,
adems, lo que es distintivo del nivel interpretativo es la apelacin a un discurso que
haga derivar del sentido ya constituido una regla de accin, que toma la forma de un
mensaje persuasivo que enmascara un imperativo destinado al lector, aspecto ste
correspondiente al componente pragmtico. Un texto narrativo que reconocemos como
perteneciente a la literatura infantil trama tres tipos de enunciados que tienen un orden
invariable: los enunciados interpretativos que siguen a los enunciados narrativos
anteceden a los enunciados pragmticos. Esta trama permite conjeturar las acciones
distintivas del destinador del texto, en tanto que programa demostracin persuasiva
del mundo. Este lugar del destinador es sumamente activo en la literatura infantil,
acaso uno de los ms dinmicos, porque es ocupado alternativamente por los
escritores, y todos los que tienen un rol decisivo en la configuracin del canon
selectivo, es decir aquellos que organizan la accesibilidad al canon literario infantil.
Ms all del reduccionismo que supone la uniformidad que estamos imponiendo a los
textos hacindolos pertenecer a un mismo modelo, es posible establecer dos
vertientes. La primera que despliega el modelo en su totalidad, la historia narrada debe
dar lugar no slo a un sentido, es decir la enseanza, sino tambin la regla de accin:
se trata, dicho en otros trminos, no slo de una gestualidad didctica, sino, asimismo,
de influir en sus acciones presentes o futuras de manera precisa, en particular
apuntando a construir tramas de valores. Por otra parte, el programa del destinador, ya
sea el escritor o los mediadores, relatores o no, consiste en interpretar correctamente
la historia narrada. La segunda vertiente comparte los niveles narrativo e interpretativo,
pero atena y en muchos casos omite el componente pragmtico, de modo que no
expone reglas de accin, por lo tanto no comunica explcitamente valores que puedan
servir para construir una tica, sino mostrar el mundo tal como es de acuerdo a una
perspectiva. La exposicin que sigue exige la explicitacin de tres presupuestos: la
nocin de gnero, de la que derivaremos la de macrognero, se aplica exclusivamente
a textos, es decir entidades finitas y estructuradas compuestas de signos lingsticos
cuando participan otras series semiticas tienen por funcin reforzar el componente
lingstico; todo texto que se incluye en un acto logrado de comunicacin pertenece
a un gnero, por lo tanto, un gnero literario es comparable a un acto de habla
ilocutorio, las categoras genricas son culturalmente dependientes, cada formacin
cultural concreta hace su propia tipologa de textos y decide qu combinaciones de
rasgos sern apartadas del resto, reconocidas como diferentes y portadoras de un
nombre. Para distinguir los diversos tipos de textos y hacerlos participar en situaciones
comunicativas, los miembros de una comunidad lingstica y cultural deben poseer
una competencia que les asegure la puesta en acto de los requisitos genricos. Un
gnero no es una convergencia de componentes temticos comunes, ni tampoco un
conjunto de rasgos formales, sino una combinacin de requisitos referentes a mbitos
diversos. Las reglas que articulan la competencia genrica del lector o escritor, no
todas tienen la misma rigidez, hay principios obligatorios y opcionales. Las
construcciones genricas no slo se distinguen entre s por los requisitos que
establecen, sino por las opciones que presentan. De este modo es posible exponer las
caractersticas especficas del modelo genrico que estamos proponiendo: a) La
situacin comunicativa entre emisor y receptor aparece configurada a partir de una
asimetra de conocimiento del mundo, lo que supone la diseminacin de marcas que
refuercen la actitud de mostrar enseando. La funcin emisor es ocupada
frecuentemente por mediadores, habitualmente los relatores, que a su vez tienen una
participacin determinante en la configuracin del acceso al canon disponible. De esa
asimetra constitutiva de la situacin comunicativa se deriva la posicin de los
receptores, tanto oyentes como lectores, en tanto partcipes de un juego que est
reglado, en gran medida sin su participacin. b) La estructura de ordenacin del texto
trama los componentes narrativo, interpretativo y, eventualmente, el pragmtico,
teniendo como presupuesto la asimetra de competencias de saber expuestas en a). c)
Las relaciones entre texto y mundo estn configuradas a partir de estrategias que
permiten al receptor participar en la elaboracin de sentido del texto, pero esta
actividad, que depende de su competencia para ser realizada, es restringida, ya que
su rol consiste en llenar los espacios dejados en blanco en el texto, pero estrictamente
programados por el entorno. d) Los modos de desplegar la historia, ya sea vinculada a
la lgica de lo maravilloso, lo fantstico o lo realista implican la exigencia de reforzar
los ndices de interpretacin de manera que junto con la historia se dan a leer los
procedimientos de decodificacin. e) El lugar de los receptores en la literatura infantil
es heterogneo, ya que est constituido por una diversidad de competencias que est
directamente articulada con las etapas de crecimiento de los lectores (no considero
aqu otro tipo de diferencias vinculadas a registros especficamente sociales), lo que
supone una competencia que se configura inicialmente como oyente y culmina como
lector. De todos modos la instancia persuasiva y de mostracin ordenada de una
pluralidad jerrquica de sentidos del mundo, es una dimensin compartida por todo el
campo de legibilidad de la literatura infantil. A partir de las siguientes aseveraciones,
que surgen de lo expuesto: un texto que se hace pertenecer a un gnero repite en
gran medida las condiciones de posibilidad modlica que ste le impone; cada
gnero se define como una constelacin ms o menos cristalizada de rasgos que
participan en estructuraciones reconocibles; es posible plantear que el modelo de
gnero que hemos extrapolado de los textos narrativos pertenecientes a la literatura
infantil, exhibe especificidades que son comunes a todo el canon, por lo que, ms all
de las diversas configuraciones formales (poticas, dramticas), todo el conjunto
aparece como un macrognero que se distingue por: la situacin comunicativa que
implica su puesta en lectura; la competencia asimtrica de los participantes; la
importancia del rol de mediadores de los que constituyen las instancias de
accesibilidad al canon; el componente persuasivo que se da indisolublemente ligado
al sentido de los textos. Con este trabajo, ms all del conjunto de certezas que lo
configuran, pretendo abrir una instancia de discusin y de dilogo en la que la
problematizacin de los planteos apoye el avance de la investigacin. Buenos Aires,
Coghlan, junio de 1995

También podría gustarte