Gayoso y Uceda - Cuando Los Muertos Habl PDF

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CUANDO LOS MUERTOS HABLAN EN MOCHE.

LOS PATRONES FUNERARIOS EN UN CONJUNTO


ARQUITECTNICO DEL NCLEO URBANO

Henry Gayoso Rullier y Santiago Uceda Castillo

INTRODUCCIN m2, tres elementos mayores: la Huaca del Sol, la Huaca


de la Luna (ambos, sus edificios mayores) y el Ncleo
La arqueologa denomina indistintamente Moche o Urbano.
Mochica a una compleja cultura pre-inca, cuyo pueblo
vivi en gran parte de la costa norte del actual Per, La Huaca del Sol se ubica en el extremo oeste de
desde inicios de nuestra era hasta mediados del la ciudad. Es una estructura piramidal de adobe que,
siglo IX. Lo que hasta fines de la dcada de los 80s en su ltimo proyecto arquitectnico, lleg a tener
fue pensado como un Estado Moche monoltico y 345 m de largo, 160 m de ancho y 30 m de altura
centralizado (Larco 1945), ha sido re-interpretado mxima, siendo considerada una de las pirmides de
en los ltimos aos como una serie de entidades barro ms grandes de Amrica. Huaca de la Luna,
polticamente independientes pero interrelacionadas es un complejo arquitectnico compuesto por dos
por la ideologa (Bawden 1995; Castillo y Donnan templos de adobe, ambos ubicados a los pies del Cerro
1994), cuya complejidad social se dio a diferentes Blanco, en el extremo este. El Templo Viejo, que est
niveles, en los diferentes territorios que los moches compuesto por dos plataformas y tres plazas, ocupa
ocuparon (Castillo y Uceda 2008). Una de las variables un espacio de 31.806 m2, donde su estructura mayor,
en las que se observa las particularidades de las la Plataforma I, destaca con sus 100 m de lado y 24
diferentes entidades polticas moches, es la de los m de altura, con forma de pirmide escalonada, y su
patrones funerarios (Kaulicke 2001: 245). eje principal en sentido norte-sur. El Templo Nuevo,
compuesto por una plataforma aterrazada y acaso
El complejo arqueolgico Huacas del Sol y una plaza, se ubica inmediatamente al este del Templo
de la Luna es considerado como uno de los sitios Viejo y su eje principal se orienta de este a oeste; los
moches ms importantes, acaso la ciudad capital del trabajos en este templo son an iniciales. Los muros
denominado Estado Moche del Sur (Castillo y Donnan de ambos templos fueron primorosamente decorados
1994). ste habra ocupado los actuales valles de con motivos iconogrficos policromos. Finalmente, el
Chicama y Moche, ambos considerados como el rea Ncleo Urbano se halla en la planicie que separa las
nuclear, desde donde los moches se habran expandido, dos huacas, donde se ubicaron las reas residenciales,
en su poca de mximo esplendor, hacia los valles de produccin, de almacenaje, administrativas y de
sureos de Chao, Vir, Santa y Nepea. Los restos relaciones sociales recprocas (figura 1).
de la otrora ciudad de Huacas del Sol y de la Luna se
ubican en la zona sur del valle de Moche, en su parte Prcticamente en todas las publicaciones sobre
baja, a 6 kilmetros de la lnea costera y a 5 kilmetros el sitio arqueolgico, se menciona y describe tumbas
de la moderna ciudad de Trujillo. La ciudad se asienta al moches. Sin embargo, el estudio especfico sobre sus
oeste del ro Moche y al este del mtico Cerro Blanco. prcticas funerarias se inici con el trabajo de Donnan
Si bien hubo estudios anteriores muy puntuales desde y Mackey (1978), quienes publicaron un libro sobre
fines del siglo XIX (p.e. Uhle 1915; Topic 1977), el sitio patrones funerarios antiguos, a partir del anlisis de
se ha estudiado de manera intensiva y continua desde tumbas excavadas en el valle de Moche, incluyendo
el ao 1991, gracias al Proyecto Huaca de la Luna, las Huacas del Sol y la Luna; luego Tello, Armas y
de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Chapdelaine (2003), hicieron un estudio comparativo
Nacional de Trujillo. Los estudios del Proyecto han de las prcticas funerarias moches, a partir de tumbas
permitido establecer en el rea arqueolgica nuclear, del Ncleo Urbano y de la Huaca de la Luna, excavadas
que ocupa un espacio de aproximadamente 750,000 entre 1991 y 1998.

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Fig. 1. Mapa General del sitio y detalle de ubicacin del CA35.

Para cumplir con el objetivo de la presente m2; se ubica en la zona central del Ncleo Urbano, unos
investigacin, hemos tomado como muestra un grupo 120 metros al oeste del Templo Antiguo de Huaca de
de tumbas registradas en el Conjunto Arquitectnico la Luna. Ha sido estudiado entre los aos 2000 y 2005
35 (CA35). Este Conjunto tiene un rea total de 495 (Tello et al. 2006; Tello et al. 2008; Tello et al. 2004;

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1, asociados a las fases estilsticas de cermica Moche
III y Moche IV (figura 3). A partir de fechas radio-
carbnicas obtenidas para el Ncleo Urbano (Uceda et
al. 2008), podemos decir que las tumbas asociadas a la
fase estilstica Moche III se ubican cronolgicamente
entre el 240 y el 600 d.C. Para esta fase, contamos con
18 tumbas. Las 7 tumbas Moche IV se ubican entre
el 600 d.C. y el momento de abandono del sitio, hacia
el 850 d.C. No se ha registrado tumbas anteriores al
piso 7, menos an asociadas a la fase estilstica Moche
II, probablemente debido a que el CA35 no ha sido
excavado en su totalidad hasta el nivel estril.
Fig. 2. Fotografa area del CA35.
Caractersticas estructurales de las tumbas
Segn las caractersticas constructivas, las tumbas
del CA35 se clasifican en tumbas de fosa y tumbas de
cmara, siguiendo la clasificacin previa hecha para las
Tello et al. 2005; Seoane et al. 2006). Se ha excavado tumbas del Ncleo Urbano y Huaca de la Luna (Tello
y registrado la mayor parte de su extensin, hasta el et al. 2003:154-155). Si hacemos un cruce entre las
sexto piso de ocupacin, salvo en el ambiente 35-5. En caractersticas constructivas de las tumbas, y el nmero
este ambiente se excav hasta la capa estril, 8 metros de individuos que contienen, son cuatro los subtipos
abajo, logrndose definir 13 pisos de ocupacin cultural de tumbas identificados dentro de los lmites del CA35:
asociados a los estilos cermicos Moche II, III y IV. Un (1) las tumbas de Fosa de entierro Individual (FI); las
muro grueso divide el CA35 en dos subconjuntos: el tumbas de Fosa de entierro Grupal (FG); las tumbas
subconjunto 1, al este, ha sido definido como un rea de Cmara de entierro Individual (CI) y las tumbas de
pblica administrativa, mientras el subconjunto 2, al Cmara de entierro Grupal (CG).
oeste, como un rea residencial y de produccin de
chicha. Es probable que al menos durante el periodo
Moche IV, el CA35 haya formado parte de un bloque Tumbas de fosa
arquitectnico complementado con los CAs 17 y 21 Las tumbas de fosa son las ms simples en trminos
(Chiguala et al. 2006: 199), ambos identificados como estructurales. Para nuestra muestra contamos con 20
talleres de produccin artesanal, probablemente tumbas, de las cuales 18 son FI y 2 son FG (cuadro 1).
controlada por los habitantes del CA35. Los lmites Son hoyos que se excavan en el suelo, de dimensiones
del CA35 no han variado en los ltimos seis pisos de variables, generalmente oblongas. En algunos casos
ocupacin; por lo tanto, es muy probable que dicho tienen la base en forma de v, probablemente debido
Conjunto haya sido, a lo largo del tiempo, la residencia al tipo de herramienta utilizada para su excavacin.
del mismo grupo social. De all la relevancia del estudio Para su construccin, se tuvo que romper pisos de
de su variabilidad a travs del tiempo (figura 2). arquitectura y los rellenos de dichos pisos.

Los resultados obtenidos nos han permitido La variable que parece determinar el tamao de la
establecer patrones de enterramiento tpicamente fosa es el nmero de individuos que contiene, pues las
moches (Donnan y Mackey 1978), pero tambin fosas ms grandes son del subtipo FG. Sin embargo,
algunas variantes particulares. Algunas caractersticas en el caso especfico de las tumbas FI, no es clara
observadas en nuestra muestra coinciden con las cual es la variable que determina el tamao de la fosa
informaciones recuperadas por los cronistas sobre las aunque el rango o estatus, traducido en la cantidad de
costumbres de enterrar muertos, particularmente en ofrendas, parece ser ms importante que el tamao
los pueblos de la Costa Norte. del individuo (incluido edad y gnero). Por ejemplo,
la tumba que contiene la mayor cantidad de cermica
LAS TUMBAS Y SUS (tumba 23), contiene un nio de entre 12 y 18 meses
ASOCIACIONES de edad, y la fosa mide 200 cm de largo por 150 cm
de ancho y 62 cm de profundidad. La fosa de la tumba
La muestra procedente de este Conjunto agrup 11, que tambin contiene un infante de entre 8 y 16
un total de 25 tumbas entre los pisos de ocupacin 7 y meses de edad, tiene apenas 65 cm de largo por 37

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482
Fig. 3. Correlacin de las tumbas del CA35
Estilo Piso Tumba Comentarios
Tipo Subtipo Dimensiones
cm

Moche 7 13 Fosa FI 71x20x38


III
6 12 Fosa FI 160x72x45
25 Fosa FI 175x65
14 Cmara CG F-257x178X125 MMPM
C-226X140X085

11 Fosa FI 65x37x30
10 Cmara CG F-210X167X167 MMPM
C-225x093x070

5 9 Cmara CG F-180x120X108 MMPM


C-116X060X088

20 Fosa FI 196x50
23 Fosa FI 150x200x62 MMPM
4 18 Fosa FI 180x75
19 Fosa FI 80x35
21 Fosa FI 90x50x42
22 Fosa FI 100x58x35
24 Fosa FI disturbada
7B Fosa FG 200x85
3 16 Fosa FI 100x42x40
3 Fosa FI disturbada
4 Fosa FI 170x70x56 MMPM?
Moche 2 5 Cmara CI C-180X87x65
IV
8 Fosa FI 200x93x75 disturbada
15 Fosa FI 62x29x42 disturbada
6 Cmara CG C-210x100x65
Cuadro1. 7A Fosa FG 200x85 MMPM
Caractersticas 1 1 Fosa FI 180x80x70 disturbada
constructivas de las 2 Fosa FI 180x65x90 disturbada
tumbas del CA35.

cm de ancho y 30 cm de profundidad. La tumba del La estatura se estim en 153,3 cm ( 3,82 cm). Sobre
individuo de mayor estatura (tumba 20) tiene slo una los pies se ubic una botella. De la boca se recuper
vasija de cermica y mide 170 x 70 x 56 cm. una lmina gruesa de cobre; sobre la pelvis, una lmina
delgada, asociada a la mano izquierda. Junto a la tibia
Un ejemplo clsico de tumba de fosa es la izquierda, se ubic un hueso de extremidad de camlido
Tumba 4 (figura 4), de subtipo FI. Est asociada al (Tello y Delabarde 2008: 133-134).
piso 3 (Moche III) y tiene como dimensiones: 170 cm
de largo, 70 cm de ancho y 56 cm de profundidad. Tumbas de cmara
El cadver se encontr en posicin decbito dorsal
o supino, con la cabeza al sur y los pies al norte. El Son las tumbas formalmente ms complejas. Se
crneo estaba ligeramente inclinado sobre el hombro denominan as porque su estructura est conformada
izquierdo, mirando al oeste. Los miembros superiores por 4 muros de adobes construidos dentro de una
e inferiores estaban extendidos. Se registr un efecto fosa, sin que la altura de los muros llegue hasta la boca
de pared en ambos lados del cuerpo, lo que indicara la de dicha fosa. Los 4 muros forman una cmara de
presencia de un atad al momento de su inhumacin. dimensin paraleleppeda. Puesto que el primer paso
Se trata de un adulto mayor, posiblemente una mujer. es excavar una fosa, tambin se tuvo que romper pisos

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Fig. 4.
Dibujo de planta y fotografa de la tumba
4, de subtipo fosa individual.

de arquitectura, y los rellenos de dichos pisos, para su figura 5) que tiene hornacinas en los muros este y
construccin. En nuestra muestra, se ha registrado 5 oeste, donde los adobes estn colocados tanto de
tumbas, de las cuales una es del subtipo CI (tumba 5), soga como de canto. Las paredes de los muros de las
y las cuatro restantes son CG (cuadro 1). cmaras estuvieron enlucidas con barro, sin evidencia
de pintura. La base de las cmaras tambin era tratada
Tres de las tumbas de cmara registradas en el mediante un apisonamiento compuesto por una capa
CA35 (tumbas 9, 10 y 14; fase estilstica Moche III) de barro que descansaba sobre una capa de arena, o
presentan un techo compuesto por un nivel de vigas de de arena y tierra.
algarrobo (Prosopis pallida) o de caa de guayaquil
(Guadua angustifolia) dispuestas a lo largo de la cmara Las dimensiones de las cmaras tambin varan,
descansando sobre las cabeceras de los muros norte y y no es clara ninguna variable que las determine. La
sur. Estas vigas a su vez soportaban un nivel de caa cmara ms pequea (tumba 9), de subtipo CG, tiene
brava (Gynerium sagittatum), dispuesto de manera en su interior 116 cm de largo por 60 cm de ancho
transversal a dichas vigas. Sobre el nivel de caas, iba y 88 cm de profundidad. La ms grande (tumba 14),
un nivel de adobes, para finalmente ser sellado por tambin del subtipo CG, tiene en su interior 226 cm de
un relleno, es decir, un nivel de tierra de entre 20 y largo por 140 cm de ancho y 85 cm de profundidad.
97 cm de espesor, hasta alcanzar la boca de la matriz.
Este relleno final estuvo generalmente compuesto por Una tumba de cmara clsica, desde el punto de
tierra y adobes, tanto enteros como fragmentados, vista formal, es la tumba 14. Se trata de una cmara
muy compacto. Tello y Delabarde (2008: 147) asumen de adobes construida dentro de una fosa excavada
que el relleno fue humedecido y apisonado durante desde el piso 6. La fosa tiene 257 cm de largo por
su depsito en la matriz. En los otros dos casos 178 cm de ancho y 125 cm de profundidad. Dentro
(tumbas 5 y 6, fase estilstica Moche IV), las cmaras de ella se habilit la cmara, de 226 cm de largo por
eran simplemente selladas por el mismo relleno de la 140 cm de ancho y 85 cm de profundidad, cuya base
tumba y un piso, sin arreglo de techo alguno (cuadro estaba constituida por una capa de tierra apisonada
1). Los adobes de los muros que configuraban las de unos 5 cm de espesor. Dentro de ella se colocaron
cmaras estn dispuestos, en la mayora de los casos, los cuerpos de tres individuos, de los cuales uno es el
de soga, salvo en el caso de una cmara (tumba 10, entierro original y los dos restantes, re-entierros. La

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Fig. 5. Tumba 10. a. Plano de parte de la cubierta; b. Plano de planta de restos seos y cermica en la cmara; c. Plano de ubicacin de
las hornacinas de la cmara; d. Reconstruccin isomtrica de la cmara.

cmara se rellen con arena semi-compacta, mezclada cuales se coloc una trama de caa brava de manera
con pedazos de piso, adobes quebrados y fragmentos transversal, para finalmente ser cubierto por una capa
de material cultural. La cmara present un techo de adobes. Sobre este techo se coloc un relleno,
compuesto por tres caas de guayaquil dispuestas compuesto de tierra y pedazos de adobe, hasta sellar
a lo largo sobre los muros norte y sur, sobre las la tumba (Tello en prensa: 179-184) (Figura 6).

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Fig. 6. Tumba 14. a. Plano de planta de la cubierta; b. Plano de planta de las osamentas y de la cermica.

Proceso de enterramiento durante el velatorio Ponenle cada dia ropa y vestidos nuevos
sobre los que tiene, sin quitalle nada se deduce a priori que
Los datos etnohistricos proporcionados por los la colocacin del difunto en la mortaja y/o atad se
cronistas coloniales indican que, en el mundo andino, debi hacer en las instancias finales.
la muerte de una persona era un acontecimiento
importante dentro de su familia y de su comunidad, Luego del velatorio, que poda durar varios das
y su importancia variaba segn su posicin social. La dependiendo de la clase social del difunto1, se proceda
importancia social influa en el tiempo de duracin del al entierro. El difunto era llevado por sus parientes y
velatorio, dnde era enterrado, cmo y con qu era amigos en procesin hasta la sepultura, Segn Bernab
enterrado, la cantidad de asistentes a su sepelio, entre Cobo (1964 [1653], captulo VII), Celebraban las obsequias
otros aspectos. Se desconoce en qu momento del acompaando al muerto sus parientes y amigos hasta la sepultura
velatorio el muerto era amortajado y/o colocado en un con cantares lgubres, bailes y borracheras, que duraban tanto
atad. De un dato proporcionado por Bartolom de ms tiempo cuanto era mayor la calidad del difunto.
las Casas (1939 [1550], captulo XV), respecto a que

1 Mientras mayor estatus o rango social tena el difunto, ms das se le velaba, como lo seala Pedro de Cieza de Len
(1946[1553], Captulo LXII): Y guardaron, y aun agora lo acostumbran generalmente, que antes que los metian en las sepulturas
los lloran cuatro o cinco o seis dias, o diez, segun es la persona del muerto, porque mientras mayor seor es, mas honra se le hace y mayor
sentimiento muestran, llorandolo con grandes gemidos y endechandolo con musica dolorosa, diciendo en sus cantares todas las cosas que
sucedieron al muerto siendo vivo. Esto se confirma cuando, por ejemplo, Pablo Jos de Arriaga (1968 [1621], captulo VI)
seala que en algunos pueblos de los llanos (la costa) el muerto se velaba por 10 das. Francisco de vila (1987 [1598],
captulo 27) dice que en los tiempos muy antiguos, cuando un hombre mora, velaban su cadver durante cinco das. Ambos cronistas
basan la duracin del velatorio en la importancia del difunto. As, el difunto descrito por Arriaga parece describir el
velatorio de un individuo de elite, probablemente un principal o un curaca, mientras vila parece sealar el velatorio
de un individuo del comn.

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En el caso de la tumbas de fosa, el proceso directa) de aquellas que no lo estn (relacin indirecta).
de enterramiento parece fcil de deducir. Uno o De los cronistas obtenemos descripciones sobre las
dos sepultureros cavaron la fosa hasta alcanzar asociaciones que acompaaban a los difuntos de
las dimensiones deseadas 2. Luego se procedi a elite. Las tumbas de los difuntos ms importantes
colocar el cuerpo del difunto (o difuntos), el ajuar incluan en su ajuar a sus mujeres, sirvientes, vestidos,
funerario y ofrendas correspondientes. Finalmente, los ornamentos, objetos de cermica, objetos de metal,
sepultureros rellenaron la fosa con tierra hasta sellarla; armas, instrumentos de oficio, comida y chicha, etc.
incluso, se pudo sellar con un piso arquitectnico. Tomaremos como ejemplo, la descripcin que hace
Bernab Cobo, quien describe con qu se enterraba
En el caso de las tumbas de cmara, los sepultureros a los difuntos:
cavaron una fosa hasta alcanzar las dimensiones
deseadas y dentro de ella arreglaron la disposicin de aderezados y compuestos de las vestiduras mas
los 4 muros que dan forma paraleleppeda a la cmara. preciosas, de todas las joyas y arreos con que solan
La disposicin de los adobes depender de la presencia engalanarse cuando vivan, con las armas que usaban
o no de hornacinas. Se nivel la base de la cmara con en la guerra, y en muchas partes con los instrumentos
barro, a manera de piso, y se procedi a la deposicin del oficio que haban ejercitado en vida, como, si era
del cuerpo o cuerpos humanos, y las asociaciones pescador, con las redes y dems adherentes; y a este
correspondientes. Las tumbas de cmara Moche III modo de los otros oficios. Ponan sobre el cuerpo
del CA35 fueron rellenadas hasta la base de la cmara, difunto de sus comidas y bebidas; y con los caciques
luego de lo cual se coloc el techo, para finalmente y seores enterraban parte de sus criados y de las
rellenar el resto de la fosa hasta la boca. Las tumbas mujeres mas queridas; destos, unos ahogaban antes y
de cmara Moche IV fueron rellenadas hasta la boca los echaban muertos, y a otros, habindolos primero
de la matriz, sin colocar techo alguno. emborrachado, los metan vivos en la sepultura, a que
muchos de su voluntad se ofrecan (Cobo, op. cit.,
Este proceso clsico presenta dos variantes en captulo VII).
el CA35, definidas por cuerpos inhumados fuera de
la cmara, pero dentro de la fosa3 (tumbas 5 y 6). En Asociaciones de relacin directa
el caso de la tumba 5, el difunto-ofrenda se entierra
primero, en la base de la matriz de fosa, luego se Aqu incluimos aquellos objetos que estn en
rellena con tierra y se elabora el piso de la cmara. contacto directo con el cuerpo, como objetos en la
Luego se construye la cmara, es decir sus 4 muros, boca, manos y/o sobre diferentes partes del cuerpo;
y en su interior se deposita el cuerpo. En la tumba 6, mscaras, collares, orejeras, narigueras y otros
el proceso es el mismo, con la diferencia de que en el ornamentos puestos en sus sitios correspondientes o al
interior de la cmara se depositan el entierro principal menos dentro de receptculos como atades o fardos
y ms difuntos-ofrenda4. (Kaulicke 2001: 91) (ver cuadro 3).

Asociaciones Ornamentos de metal


Las asociaciones se pueden separar en aquellas Generalmente los ornamentos que forman
que estn en directa relacin con el cuerpo (relacin parte de la indumentaria del difunto son de metal,

2 Se desconoce el tipo de instrumento que utilizaron para tal fin. Para el caso de las tumbas del Periodo Mochica Medio
de San Jos de Moro, en el valle de Jequetepeque, Martn del Carpio (2008: 91) sostiene que El proceso de cavado del
pozo de acceso y la cmara debi hacerse con un instrumento de cobre o madera, una especie de palo cavador que,
por las improntas halladas en las tumbas, debi tener un ancho de hoja de unos 15 cm. Esta labor, segn del Carpio,
se pudo realizar en unas pocas horas.
3 Segn Tello y Delabarde (2008) las evidencias son claras para afirmar que se trata de un mismo evento de entierro, y
no de entierros diferentes superpuestos.
4 Hay un caso en que uno de los ocupantes de la tumba est fuera de la cmara, pero dentro de la fosa de la tumba por
encima de la cmara, pero es un contexto alterado por los moches, por lo cual se desconoce si originalmente esa fue la
disposicin de los cuerpos: es el caso de la tumba 10.

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Tumba Asociaciones directas Asociac. Indirectas

Ubicacin de Ubicacin
Cermica Ornamentos Cermica
Estilo Piso Tumba fragmentos objetos de Otros Animal Otros
(piezas) de Metal (piezas)
cermica cobre

7 13 R, Md, Pri, P X X
12 Pr 2 X
25 X 4 X
6 14 X B,M 8 X
11 X 1
10 X 32 X
9 X B, Md, T X 5 X X
5 20 B, Mi 1
Moche 23 4 Pl X T 5 X
III 18 Ad, Mi, P X
19 M, T, Prd X
21 B, Md 1 X
4
22 Pl X X
24
7B B, Mi 9 X X
16 3
3 3 B, Md, P 3 X
4 B, Pl 1 X
5 X B X 44 X X
8 B, Md 4 X X
2 15
Moche
6 X Mi, P 13 X
IV
7A X Md 3 X X
1 X ni
1
2 ni X

A= antebrazo Pl= pelvis R= rostro i = izquierda


B= boca Pr= pierna M = manos d= derecha
T= trax P= pies
Cuadro 3. Asociaciones directas e indirectas en las tumbas del CA35.

Fig. 8. Ornamentos de metal de la tumba 9. a. Orejeras de oro;


Fig. 7. Vista en primer plano, in situ, de asociaciones de ornamentos b. Colgante en forma de cono; c. Objeto laminar alargado con
del difunto principal de la tumba 9. agujeros.

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principalmente cobre. Slo en siete tumbas se han
registrado ornamentos completos o casi completos de
metal reconocibles. Entre los ornamentos reconocidos
se encuentras restos de mscaras, narigueras, orejeras,
colgantes, collares, cuchillos, as como partes de
ornamentos no identificados, como cuentas, lminas
y discos. La tumba ms rica en ofrendas de metal es
la tumba 9, asociada a la fase estilstica Moche III,
que registra 2 orejeras de oro, un collar conformado
por 12 grandes conos de cobre dorado en forma de
bho y una cuenta alargada de este mismo material;
un par de lminas alargadas con agujeros, de cobre
dorado; un conjunto de pequeos discos de cobre
dorado; pequeos discos y cuatro pequeos objetos
globulares debajo de la mano del individuo principal
(Figuras 7 y 8).

Fragmentos de metal, cermica y conchas


En algunos casos, se ha registrado la costumbre
de colocar piezas de cobre (lminas y fragmentos Fig. 9.
de lminas delgadas y gruesas, piezas pequeas Tumba 13.
enteras y fragmentadas, en algunos casos dobladas, Asociaciones directas
etc.) en la boca del difunto, a veces envueltos en un de fragmentos de
cermica.
fragmento de textil de algodn. Estas piezas habran
sido deliberadamente dobladas o rotas antes de ser
colocadas en las tumbas. Segn Donnan y Mackey
(1978:86) esta costumbre is an extensin of the Salinar
and Gallinazo practice of placing metal objects in the mouth. no discrimina edad ni sexo, pero si el rol funerario
Estos investigadores sealan que esta prctica es muy del difunto, al menos en el CA35: de 36 individuos,
comn en las culturas prehispnicas subsecuentes al menos 12 tenan metal en algunas de las partes
(Ibid.). Sin embargo, su significado simblico, al menos del cuerpo sealadas, pero ninguno de ellos es un
en el mundo mochica, es desconocido5. Esta costumbre acompaante o difunto-ofrenda, por lo cual esta
fue practicada, a decir del Padre Calancha (1934 [1638], costumbre est asociada a los difuntos principales.
captulo 12), hasta algunas dcadas despus de la Otra costumbre que parece ser anloga, es la de colocar
conquista: fragmentos de cermica en vez de metal, pero esto slo
se da, al menos en el 35, en tumbas de fosa (Figura 9).
En los primeros aos de su conversion desenterravan los Existe un caso donde el difunto tiene en las manos
difuntos de las Iglesias o cementerios, para enterrarlos en sus valvas de concha (ver cuadro 3).
guacas, o cerros o llanadas, o en su mesma casa, i entonces beven,
baylan i cantan, juntandose sus deudos i allegados, i les ponian Cinabrio
como antes oro i plata en la boca, y ropa nueva tras la mortaja,
para que les sirva en la otra vida. Esta supersticion mando Si bien el uso del cinabrio (sulfuro de mercurio)
arrancar el Concilio segundo Limense del ano de 1567 (). para fines funerarios estuvo muy difundido en la zona
central andina, no es comn a todos los contextos
La boca no es la nica parte del cuerpo donde se mortuorios. En las Huacas del Sol y de la Luna se ha
colocaban pequeos objetos o fragmentos de objetos registrado cinabrio en las osamentas, en los arreglos
de metal. Tambin se colocaron en antebrazos, (atad, envoltorio) o en las ofrendas asociadas
manos, trax, pelvis, piernas y pies. Esta costumbre (cermica, metal, mates) de algunas tumbas, as como

5 En la zona mesoamericana, los mexicas colocaban en la boca de los cadveres de los seores y nobles una piedra verde
llamada chalchihuitl simulando su corazn (Murillo 2002: 61, 74).

489
Fig. 10. Muestra de vasijas de cermica de tumbas Moche III del CA35. a. Botella asa-estribo con decoracin pictrica; b. botella asa-
estribo escultrica.; c. Cntaro con decoracin pictrica; d. Cntaro con decoracin escultrica; e. Cuenco; f. Canchero; g. Olla; h. Crisol;
i. Miniatura que representa un vaso escultrico.

Fig. 11.
Muestra de piezas de
cermica de tumbas
Moche IV del CA35.
a. Botella de asa lateral;
b. Cntaro con aplicacin
escultrica; c. Cntaro
con decoracin pictrica;
d. florero; e. cuenco;
f. canchero; g. silbato;
h. pututo; i. piruro.

490
en algunos contextos arquitectnicos rituales. Pero no usadas por el difunto en vida. En el estudio sobre
es lo comn. En el caso especfico del CA35, se detect las tumbas del Ncleo Urbano y Huaca de la Luna
en dos tumbas: tumba 5 (radio derecho del individuo previamente mencionado, al hablar sobre el ajuar
principal) y tumba 19 (cuello). cermico, Tello y colegas (2003: 163) aseguran que slo
algunos ceramios de la mejor calidad, que posiblemente
Otros formaban parte de los objetos personales del difunto,
presentaron huellas de uso; en la mayora de los casos,
Adems del material descrito, tambin se pueden no presentaban evidencias de uso y se trataran de
encontrar en las tumbas objetos de piedra y hueso, vasijas fabricadas ex profeso para el entierro. La presencia
principalmente en forma de cuentas que habran de vasijas crudas en algunas tumbas Moche IV de
formado parte de collares. Plataforma Uhle (Chauchat y Gutirrez 2006, 2008)
indicara tambin una tendencia a elaborar piezas de
Asociaciones de relacin indirecta cermica estrictamente para fines funerarios.

En este grupo incluimos ofrendas que, estando Normalmente, las ofrendas de cermica en las
dentro de la estructura funeraria, estn separadas del tumbas de fosa, tanto Moche III como IV, oscilan
individuo aunque ordenados en relacin a l (Kaulicke entre 1 y 4 piezas. Los dos casos excepcionales son
op. cit.). En este grupo destacan la cermica y las las tumbas 7B y 23 (9 piezas cada una). La tumba
ofrendas de animales, especialmente camlidos (ver 23 contiene 1 olla, 1 botella asa-estribo escultrica,
cuadro 3). 2 cntaros y 5 miniaturas8. Esta tumba es la nica
en donde se registran una olla y miniaturas. Es en
Objetos de Cermica las tumbas de cmara donde se ha hallado la mayor
cantidad de cermica por tumba; en lneas generales,
Se ha registrado en total 143 piezas de cermica, el nmero de piezas de cermica en este tipo de tumba
completas o casi completas, asociadas a las fases es muy variable, y no guarda relacin con el nmero
estilsticas Moche III (79 piezas) y Moche IV (64 de individuos que la ocupan. Por ejemplo, la tumba 5
piezas). Las formas de cermica ms recurrentes son posee la mayor cantidad de ajuar cermico, contando
las botellas y los cntaros6. Prcticamente todo el con 44 piezas de cermica, y solamente fue ocupada
grupo de vasijas son finas; la calidad de la cermica es por un individuo dentro de la cmara, y una ofrenda
buena en trminos generales. Sin embargo, la cermica humana bajo la misma, la cual no posee cermica
de las tumbas Moche III (Figura 10) es de mejor asociada. Sin embargo, la tumba de cmara 14, que
acabado que la de las tumbas Moche IV (Figura 11). fue ocupada por 3 individuos, slo cont con 8 vasijas
Cualitativamente, las piezas de cermica registradas asociadas.
son piezas finas, escultricas y/o pictricas, de uso
restringido. En un slo caso, el ajuar cermico incluye Casi todas las tumbas tenan vasijas de cermica.
una vasija de cermica para uso domstico: una olla Sin embargo, cinco no contuvieron vasijas de cermica
(tumba 23, ocupada por un infante)7. como parte de su ajuar funerario (tumbas 13, 18, 19,
21 y 22)9. En los 5 casos se trata de tumbas de fosa
No se han hecho estudios especficos para ocupadas por infantes, de las cuales tres pertenecen a
determinar si los objetos cermicos fueron elaboradas un mismo piso de ocupacin (tumbas 18, 19 y 22, piso
ex profeso para la tumba o son piezas de uso restringido 4). Estos infantes, en 4 casos, presentaron fragmentos

6 En total son 138 vasijas (43 botellas, 74 cntaros, 10 floreros, 3 cancheros, 2 cuencos, 1 olla, 5 miniaturas), 2 piruros, 2
instrumentos musicales (1 pututo y 1 silbato) y una cuchara con mango escultrico. Los floreros son vasos de borde
acampanulado; los cntaros mencionados son pequeos, del tipo jarra; los cancheros son cuencos de borde cerrado con
mango; el piruro es un volante de huso; el pututo es una trompeta con forma de caracol.
7 Las ollas y tinajas estn tradicionalmente asociadas a la coccin de alimentos y la chicha (cerveza de maz); las tinajas
tambin se habran usado para el almacenamiento de la chicha.
8 Originalmente estas piezas fueron definidas como crisoles, por su pequeo tamao (Tello et al. 2005: 235-236).
9 Slo hemos considerado en este punto las tumbas intactas. Las tumbas 1, 2, 15 y 24 tampoco tuvieron cermica al
momento de ser excavadas, pero se registraron completamente disturbadas por huaqueros, con lo cual la presencia o
no de cermica en su contexto original es desconocida.

491
de cermica domstica en asociacin directa al cuerpo, haciendo uso de datos iconogrficos y etnogrficos,
aparentemente de manera anloga a la costumbre de una funcin de psicopompa, es decir, que el animal
colocar lminas o fragmentos de lminas de metal, ayuda a llevar el alma del muerto al inframundo (Goepfert
como ya se ha visto. 2008: 240). Al menos este parece ser el caso para las
ofrendas de camlido, animal que es representado en
Ofrendas de animales la iconografa transportando esqueletos en el mundo
de abajo.
Catorce tumbas presentan ofrendas de animales,
de las cuales 12 son ofrendas de camlido; en un caso Adicionalmente, se puede encontrar en algunas
es un roedor (probablemente un cuy, Cavia porcellus) tumbas otras piezas como piedras trabajadas y pedazos
y en otro caso es un pescado no identificado. Las de cuarzo.
partes de camlido que se ofrendan de manera ms
comn son el crneo, mandbula, vrtebras, costillas y
extremidades. Parece que ciertas ofrendas de animales
LOS INDIVIDUOS ENTERRADOS Y
no habran cumplido una funcin alimenticia en el SU TRATAMIENTO
marco ideolgico funerario moche, como ya fue
En total, son 36 los individuos enterrados en las
observado por Donnan y Mackey (1978: 210), en base
diferentes tumbas registradas en el CA35.
a la pobreza del contenido de carne de las ofrendas de
camlido. Recientemente, Nicols Goepfert analiz
una muestra de ofrendas de animales registradas en Orientacin
tumbas de la Plataforma Funeraria Uhle, al oeste
La orientacin predominante es la S-N, tpica de los
del templo viejo de Huaca de la Luna. Corrobor
entierros moches en el sitio, en la cual el cuerpo est
lo observado por Donnan y Mackey y sugiere,

Tumba Asociaciones directas Asociac. Indirectas

Ubicacin de Ubicacin
Cermica Ornamentos Cermica
Estilo Piso Tumba fragmentos objetos de Otros Animal Otros
(piezas) de Metal (piezas)
cermica cobre

7 13 R, Md, Pri, P X X
12 Pr 2 X
25 X 4 X
6 14 X B,M 8 X
11 X 1
10 X 32 X
9 X B, Md, T X 5 X X
5 20 B, Mi 1
Moche 23 4 Pl X T 5 X
III 18 Ad, Mi, P X
19 M, T, Prd X
21 B, Md 1 X
4
22 Pl X X
24
7B B, Mi 9 X X
16 3
3 3 B, Md, P 3 X
4 B, Pl 1 X
5 X B X 44 X X
8 B, Md 4 X X
2 15
Moche
6 X Mi, P 13 X
IV
7A X Md 3 X X
1 X ni
1
2 ni X

A= antebrazo Pl= pelvis R= rostro i = izquierda


B= boca Pr= pierna M = manos d= derecha
T= trax P= pies
Cuadro 2. Caractersticas biolgicas y de tratamiento del difunto de las tumbas del CA35.

492
Fig. 12. Tipos de posiciones de difuntos, no tpicos, registrados en el CA35. a. Decbito ventral (DV); b. Decbito dorso-lateral (DDL);
c. Decbito ventro-lateral derecho con piernas hiper-flexionadas (DVLd); d. Sentados (SIT).

enterrado a lo largo de la matriz, con la cabeza al sur uno de los pisos de ocupacin. Son menos comunes
y los pies al norte; sin embargo, se han registrado los casos de posicin decbito dorso-lateral o de
4 casos en los cuales el cuerpo est orientado en costado (DDL, izquierda y derecha), decbito ventral
sentido E-W. La predominancia de la orientacin o prono (DV), posicin sentada flexionada (SIT) y
S-N es recurrente para cada piso de ocupacin. La posicin decbito ventro-lateral derecha, con las
orientacin del crneo parece ser irrelevante, pues se piernas hiper-flexionadas (DVLd) (ver cuadro 2).
han registrado casos en que el individuo est con la
mirada al frente, as como al este o al oeste (cuadro La posicin DV no es aplicada en ninguna de las
2). tumbas de la fase estilstica Moche III de nuestra
muestra, slo en las tumbas Moche IV. En los tres
Posicin casos registrados, los individuos estn en tumbas de
cmara y en calidad de acompaantes, como difuntos-
La posicin ms comn del cadver es decbito- ofrenda. En dos casos, boca abajo y en un caso con
dorsal o supina (DD), con las extremidades superiores el crneo mirando al norte (figura 12a).
e inferiores extendidas. En la mayora de los casos,
las extremidades superiores estn recogidas a la altura La posicin DDL (de costado) se aplica en 3
de la pelvis, y las extremidades inferiores recogidas a tumbas de infantes del subtipo FI (Moche III) y
la altura de los pies, uno sobre el otro. Sin embargo, una tumba de adulto de sexo masculino, de subtipo
existen algunas variantes en la posicin de manos y los FG (Moche IV). No parece haber ningn tipo de
pies. Las manos pueden estar tambin paralelas a los relacin entre esta posicin y variables como gnero,
costados, a la altura del fmur; recogidas ambas sobre fase estilstica Moche, tipo de tumba u orientacin
el trax; o una bajo el cuerpo y otra sobre la pelvis. (figura 12b). De igual modo, en el resto de tumbas
Las extremidades inferiores pueden estar tambin del Ncleo Urbano, registradas hasta el momento,
extendidas con los pies paralelos, o ligeramente se han hallado en esta posicin tanto infantes como
flexionadas. adultos de ambos sexos, en las fases estilsticas Moche
III y Moche IV, tanto en tumbas de fosa como de
La posicin DD, con 21 casos de los 36 registrados, cmara, orientados en sentido S-N, aunque tambin
equivale al 60% del total de difuntos del CA35. La en sentido E-W (ver Tello et al. 2003:153, cuadro
preferencia por esta posicin es constante para cada 5.1).

493
Las posiciones SIT y DVLd son an menos comunes
dentro de las prcticas funerarias moches10 y son casos
nicos, hasta el momento, en el Ncleo Urbano. El caso
del individuo colocado en posicin DVLd, corresponde
a la tumba 6, la cual se describir a detalle ms adelante
(figura 12c). El caso de los individuos sentados (SIT)
corresponde a la tumba 9 (figura 12d). Esta tumba se
ubica en el ambiente 35-5. Es del tipo cmara, conformada
por adobes que delimitaban un espacio rectangular de
116 cm de largo por 60 cm de ancho y 88 cm de altura,
orientado en sentido sur-norte. La profundidad de la
cmara tiene evidentemente que ver con la forma de
enterramiento. Al interior se encontraron los restos de Fig. 13. Grfico sobre periodo de vida y sexo de los difuntos del
dos individuos, ambos colocados en posicin sentada, CA35.
con las piernas flexionadas. El individuo 1 era un hombre
adulto de entre 30 y 35 aos de edad, de unos 162,2 cm
de estatura ( 3,42 cm) se encontraba sentado de frente
hacia el norte, recostado en el muro sur de la cmara. individual) como una cantidad mayor (de entierro
Los miembros superiores se extendan junto al cuerpo grupal). Los dos casos de tumbas de fosas de entierro
y se unan en la pelvis, mientras que los inferiores se grupal (tumbas 7A y 7B) son tumbas dobles, es decir,
recogan hacia el trax. Las improntas de textiles en poseen slo dos individuos11. Las cmaras de entierro
los huesos, reducidas a polvo marrn, demuestran que grupal pueden poseer dos (tumbas 5,9 y 10), tres
el cuerpo fue depositado dentro de un envoltorio. El (tumba 14) o cuatro (tumba 6) individuos. En los casos
cuerpo del individuo 2 corresponde a una mujer joven, de tumbas grupales, tanto de fosa como de cmara,
de entre 15 y 20 aos de edad, con unos 140,9 cm ( aparentemente nos hallamos ante entierros mltiples,
3,82 cm) de estatura. El cuerpo se hall en el extremo aunque al menos un caso parece ser un entierro
norte de la cmara, apoyando la espalda en el muro este, colectivo (tumba 14)12.
inclinado hacia el lado izquierdo. Al igual que el individuo
1, el crneo estaba inclinado hacia abajo debido a un Atributos paleodemogrficos
deslizamiento de su posicin original. Los miembros
superiores se hallaron retrados hacia el trax, pero con El grupo de 36 individuos enterrados en las tumbas
los codos retirados del cuerpo; los miembros inferiores del CA35 incluye 2 fetos (5,56%), 17 infantes (47,22%)
estaban flexionados, pero hacia abajo, permitiendo y 17 adultos (47,22%). Tal como se observa en el
que las rodillas se separen y sobresalgan hacia arriba, cuadro 2 y figura 13, hay dos no natos o fetos, ambos
mientras que el pie derecho se superpona al izquierdo registrados en una tumba de fosa grupal (tumba 7B,
(Tello 2003: 176). fase estilstica Moche III, piso 4). Los dos tienen entre
7 y 9 meses lunar in utero. La presencia de una vasija
Nmero de individuos por tumba de cermica escultrica, que representa una curandera,
es sugerente, y podra tener relacin con la mujer que
Tanto las tumbas de fosa como las de cmara, intervino en el parto fallido de uno o los dos fetos
pueden poseer un nico individuo (de entierro (Tello y Delabarde 2008: 141).

10 La posicin sentada es reportada por Max Uhle (en Tello 2003: 176) cerca de Huaca de la Luna, donde encuentra, a 4
metros de la superficie, tanto tumbas individuales como grupales en esta posicin, pero podran ser tumbas chimes
intrusas, pues segn Donnan y Mackey (1978: 242-366) la posicin sentada es comn en entierros chimes registrados
en las Huacas del Sol y de la Luna. Chauchat y Gutirrez (2006) reportan una tumba de tipo FG, de transicin Moche
II-III, en la Plataforma Funeraria Uhle, al pie de la Huaca de la Luna.
11 Hasta el momento, no se registrado ninguna tumba de fosa grupal (FG) en el Ncleo Urbano que contenga ms de dos
individuos.
12 En la teora de la antropologa forense y ciencias afines, los entierros mltiples implican inhumacin simultnea de los
difuntos que ocupan una tumba, que por lo general son individuos que acompaan a un personaje principal; mientras que
los entierros colectivos identifican a tumbas donde las inhumaciones no son simultneas, y tienen un periodo de utilizacin
largo (ver p.e. Alfonso y Alesan 2003: 15).

494
Hay 17 infantes cuyas edades oscilan entre los 6
meses y los 10-14 aos. Aunque estn presentes en
todos los tipos de tumba de la muestra, es en las fosas
individuales donde su presencia es abrumadoramente
mayoritaria. No se dan casos en que la posicin del
cuerpo del infante sea DV, SIT o DVLd.

Dentro del grupo de los adultos, hay cierto equilibrio


en cuanto al gnero. De los 17 adultos identificados, 7
son mujeres, 8 son hombres y en 2 casos el gnero no
se ha podido determinar. Tambin hay un equilibrio
en cuanto a su presencia segn el tipo de tumba. Las
edades oscilan entre los 15-20 aos y los 40-55 aos. Las
mujeres son bastante jvenes, pues sus edades oscilan Fig. 14. Caso atpico de uso de tinaja como atad. Tumba 23.
entre 15-20 y 18-25 aos; mientras que en el caso de los
hombres, las edades oscilan entre 18-25 y 40-55 aos.
Las tallas de los individuos de sexo masculino oscilan
entre 160 y 168 cm mientras que las de las mujeres, entre
140 y 153 cm. En nuestra muestra no existen tumbas la fosa como en el interior de la vasija que contena el
con difunto de sexo femenino orientado en sentido cuerpo del infante. El ajuar cermico est compuesto
E-W. Esta afirmacin preliminar se hace extensiva al por objetos de cermica, objetos de metal, y en menor
resto de tumbas del Ncleo Urbano. medida de otros materiales, adems de ofrendas de
animales (figura 14).
Envoltorio
Actores funerarios: principales y acompaantes
La preservacin de elementos de origen orgnico es
mala debido a la altura de la capa fretica, pero sobre En las tumbas de entierro grupal registradas en el
todo al uso del espacio en el Periodo Chim como CA35 se pueden identificar dos tipos de actores: el
terreno de cultivo. Esto ha impedido que se conserven difunto principal y difunto-ofrenda o acompaante.
componentes como el atad, los envoltorios o mortajas, y
el vestido. Sin embargo, se conservan algunas evidencias, Los difuntos principales son los muertos que han
como por ejemplo las improntas, la descomposicin motivado el ritual funerario. Puesto que tienen la
en espacio colmado de la osamenta, o efecto de pared capacidad de ocasionar la muerte de otras personas
en los huesos, que indican que los cuerpos estuvieron para que los acompaen en su viaje al mundo de los
envueltos en textiles y/o dentro de atades de caas, la ancestros, se suponen personas del ms alto nivel de
igual que en tumbas moches de otras zonas. Al menos la elite. Existen algunos aspectos que confluyen para
en 11 de las 25 tumbas, esta evidencia es clara. En todos identificarlos dentro de una tumba de entierro grupal.
los casos de las tumbas de cmara, al menos el individuo El primero es la orientacin y disposicin del cuerpo;
considerado el difunto principal presenta evidencias de en el caso moche, el cuerpo que se encuentre en
envoltorio y/o atad. En un nico caso, la evidencia sentido sur-norte, decbito dorsal extendido, podra
sugiere que el cuerpo fue depositado desnudo. Es el ser el difunto principal. Un segundo aspecto a tener en
caso del individuo 2 de la tumba 9, del subtipo CG, cuenta son las asociaciones. El difunto principal lleva
una mujer que fue colocada sentada, acompaando a asociaciones directas e indirectas siempre, mientras que
un hombre, tambin sentado. los difuntos-ofrenda, como veremos ms adelante, no.
Las asociaciones indirectas son colocadas, claramente,
Un caso atpico de atad es aquel de la tumba en direccin al difunto principal.
23, del subtipo FI. Es una fosa de 150 cm de largo
por 200 cm de ancho por 62 cm de profundidad, la Los difuntos-ofrenda o acompaantes son inmolados
cual fue sellada por una torta de barro. Dentro de como parte del ritual funerario de entierro, para
la fosa se hall una vasija grande carente de borde y acompaar a los difuntos principales al mundo de los
fragmentada, tapada por la base convexa de otra vasija. ancestros; son ofrendas humanas. Dentro de nuestra
Dentro de ella se acomod el cuerpo de un infante de muestra, al menos 5 individuos presentan evidencias
menos de 6 meses de edad, como dentro de un tero de ser ofrendas humanas. Estos se encontraron
(Tello et al. 2005: 234). Se hallaron ofrendas tanto en inhumados en las tumbas de cmara 5, 6 (Moche IV)

495
y 9 (Moche III). En el caso de la tumba 5, una ofrenda del depsito de los otros cuerpos, por lo tanto sera un
humana fue colocada debajo de la cmara mientras el depsito simultneo. Para Tello y Delabarde (op. cit.),
entierro principal se encontraba dentro de la misma. la posicin es caracterstica, ms de una ofrenda, que
El individuo considerado ofrenda, una mujer, se de un entierro moche. El otro individuo-ofrenda es un
encontraba en posicin decbito ventral, ubicado nio de entre 4 y 5 aos de edad. Se localiz a los pies
bajo el muro este de la cmara y no tena ninguna del individuo principal, en posicin decbito ventral y
asociacin, aunque posiblemente fue inhumado con estaba dispuesto con la cabeza hacia el noreste y los pies
un envoltorio. En el caso de la tumba 6, una ofrenda al suroeste. Los miembros inferiores se encontraron
humana fue colocada debajo de la cmara, y dos extendidos y pasaban debajo de la pierna derecha del
ms fueron colocadas dentro de la cmara, junto al individuo 1. Esta forma de enterramiento tampoco es
entierro principal. Las posiciones de los individuos- comn para los moches y se parece a la inhumacin
ofrenda son sugerentes. El individuo-ofrenda que se de los otros individuos-ofrenda. Todas las ofrendas
hall bajo la cmara, de sexo masculino, se encontr materiales de la tumba se encuentran asociadas al
en posicin decbito ventro-lateral derecha con los difunto principal, inhumado al final (figura 15).
brazos flexionados y las piernas hiperflexionadas, y
el muro oeste de la cmara pasaba por encima de su En el caso de la tumba 9, la ofrenda humana fue
pelvis; su cuerpo se hall sin asociacin alguna. Uno colocada dentro de la cmara, junto al difunto principal.
de los individuos-ofrenda depositados dentro de la Las posiciones de ambos, son poco ortodoxas, pues
cmara es un adulto de sexo femenino, que se ubic al se encontraban sentados. El difunto-ofrenda es un
costado derecho del individuo principal, en la misma adulto de sexo femenino, y su osamenta no mostraba
orientacin (S-N), pero decbito ventral y flexionado. rastros de ningn tipo de envoltorio y no presentaba
Los miembros inferiores estaban hiperflexionados asociaciones. A partir de la diferencia en el tratamiento
hacia el abdomen, con las rodillas al nivel del trax y del los cuerpos, Tello asume que el hombre sera el
los pies por debajo del miembro derecho del individuo personaje principal de la tumba, mientras que la mujer
principal. Esto sugiere que el individuo fue arrojado habra sido sepultada desnuda como acompaante.
y que las piernas fueron flexionadas para permitir el Como ajuar funerario se registr vasijas de cermica,
depsito del individuo principal. La mayora de las ornamentos de metal y ofrendas de camlido (Tello
conexiones estn preservadas y la organizacin de los en prensa). Todas las asociaciones correspondan al
huesos muestra que no hubo perturbacin al momento individuo considerado el entierro principal.

Fig. 15.
Tumba 6. a. Plano
de planta de difunto
principal y difuntos-
ofrenda, as como sus
asociaciones; b. Plano
de planta de difunto-
ofrenda (individuo 4)
bajo la cmara.

496
Manipulacin post-entierro Estos son ejemplos que indicaran la costumbre de
desenterrar difuntos enterrados en lugares distantes,
En el CA35 hay evidencias de manipulacin y que se re-entierran en la ciudad. La prctica de re-
posterior al entierro, realizada por los mismos enterramientos ha sido registrada en otros contextos
moches. Este es el caso de las tumbas 7-A, 14 y 23, moches. En la Huaca Cao Viejo, en el Complejo
consideradas re-entierros, y las tumbas 5 y 10, donde Arqueolgico El Brujo (valle de Chicama), se registr
se ha desenterrado la tumba, manipulado los huesos, una tumba de cmara con evidencias de remocin
y vuelto a enterrar. de la osamenta del personaje principal, remocin de
ofrendas, rotura de ofrendas, desplazamiento de parte
Re-entierros del ajuar afuera de la tumba y desarticulacin de los
esqueletos que acompaaban al personaje principal,
La tumba 7-A, de subtipo FG y filiacin Moche el cual debi ser re-enterrado en otro lugar, como ha
IV, ha sido interpretada por sus investigadores (Tello sido registrado en una tumba de cmara en Huaca
y Delabarde 2008: 140-141) como un re-entierro. Esta Cao Viejo (valle de Chicama) (ver Franco et al. 1998,
ocupada por un adulto de sexo masculino y un infante. Al 2003: 165).
adulto se le hall sin ningn hueso de la mano izquierda,
y los huesos de los pies estaban incompletos; tambin Sin embargo, existe la posibilidad de que no se
se registr una perturbacin en la organizacin de la traten de re-entierros sino de entierros primarios de
osamenta. Adems, al levantar el sacro, se registr dos difuntos que fueron trasladados, luego del velatorio,
carpos de la mano derecha de otro individuo adulto. desde lejos del lugar de entierro. Nelson y Castillo
Los huesos faltantes se habran perdido antes de ser (1997) registraron que la osamenta de la mayor parte de
depositado el cadver en la tumba, aunque no hay los individuos enterrados en tumbas del periodo Moche
ninguna explicacin lgica para la presencia de los carpos Medio, en San Jos de Moro (valle de Jequetepeque)
del otro adulto. La osamenta del nio tambin se hall estuvo desarticulada en zonas como el crneo, los pies,
con algunas alteraciones: la mayora de los elementos las costillas y vrtebras. Estos investigadores aseguran
del trax y de la cintura plvica estaban desplazados, las que cuando se depositaron los cuerpos en las tumbas,
costillas se encontraron en paquete, y el fmur derecho estos se encontraban en un avanzado proceso de
se registr al lado izquierdo, mientras que el izquierdo descomposicin, y que esto se debera a un prolongado
al lado derecho. Algunos fragmentos de la pelvis se ritual funerario pre-entierro de algunas semanas de
ubicaron hacia los miembros inferiores. Puesto que los duracin, incluido el traslado desde zonas distantes a
cuerpos presentan algunas conexiones preservadas, Tello San Jos de Moro.
y Delabarde (2008: 141) sugieren que el enterramiento se
realiz cuando la descomposicin del cuerpo no era total ().

La tumba 14, de subtipo CG, asociado a la fase


Entierro-desentierro-entierro
estilstica Moche III, presenta clara evidencias de La tumba 9, es de subtipo CG y est asociada con
re-entierro. En su contexto primario debi ser una cermica de la fase estilstica Moche III. Las evidencias
tumba individual de un adulto de sexo masculino, que indican manipulacin post-mortem son las
que luego se reabri para colocar dos re-entierros de siguientes: (1) el centro del relleno de la tumba estaba
infantes. Mientras la osamenta del adulto se encontraba ms suelto, compuesto por arena, y dicho espacio
articulada, algunos huesos de los infantes, como se reduca conforme se ingresaba a la cmara; (2) el
por ejemplo el crneo y las extremidades superiores techo de adobes y algarrobo haba sido removido y
e inferiores, se extendan fuera de sus posiciones cortado; (3) el muro este de la cmara fue parcialmente
anatmicas, de lo cual se deduce que estos habran destruido. Para Tello (en prensa: 174) este proceso tuvo
sido trados de otro lugar cuando sus tejidos blandos por finalidad depositar o extraer algn elemento de
ya estaban decompuestos (Tello en prensa: 182) la tumba. Las osamentas de los dos individuos que
ocupan la cmara estn completas y no presentan
La tumba 23, es una tumba FI, donde el cuerpo de huellas visibles de manipulacin por lo que se podra
un infante fue depositado dentro de una vasija grande, suponer que la tumba se re-abri con la finalidad de
posiblemente una tinaja y esta a su vez, dentro de la darle de comer y beber al difunto principal, proceso
fosa. El esqueleto se encontraba en posicin DD, pero que incluy la manipulacin del ajuar. Al menos
sus huesos no se encontraban en posicin anatmica, lo existe evidencia de un cntaro que fue introducido
que indicara que el cuerpo fue depositado parcialmente en la tumba despus que se sella la cmara (Tello en
descompuesto dentro de la vasija. prensa: 177).

497
La evidencia sobre la costumbre de desenterrar las tierra, que sera el relleno original. La tercera evidencia
tumbas para darles de comer a los difuntos y renovar est conformada por las osamentas: se identificaron
su ropa, dentro de un periodo de tiempo establecido, tres individuos dentro de un depsito de huesos
ha sido registrada por diferentes cronistas, a lo largo perturbados, los cuales, en algunos casos estn en
de los llanos y la sierra andina (p.e. Francisco de vila paquete o preservando conexiones anatmicas. En la
1987 [1598], captulo 28; Cieza de Len 1946 [1553], fosa, pero fuera de la cmara (primer nivel, figura 16a),
captulo LXIII; Calancha 1934 [1638], Capitulo 12; Las se encontr los miembros inferiores de un nio; dentro
Casas 1939 [1550], captulo XV). Por ejemplo, Cieza de de la cmara (segundo nivel, figura 16b) se hallaron los
Len dice que usaron en los tiempos pasados de abrir las huesos de los adultos, pero sin los huesos de la pelvis y
sepulturas [el subrayado es nuestro] y renovar la ropa y comida el crneo, lo cual impidi determinar el sexo. El orden
que en ellas haban puesto. En el mismo sentido, Francisco en que se hallaron las vasijas tanto dentro como fuera
de vila seala como decan a propsito de la fiesta de de la cmara, fue muy particular y estara indicando que
Todos los Santos que los huiracochas tambin ofrecan comida de el ajuar funerario tambin fue disturbado. Es muy posible que se
la misma manera que ellos solan hacer a sus cadveres y a sus sacaran y/o ingresaran elementos, incluso los ceramios del primer
huesos [el subrayado es nuestro]; y as, en los tiempos antiguos, nivel podran haber estado originalmente dentro de la cmara
llevaban toda clase de comida, toda muy bien preparada, diciendo: (Tello y Delabarde 2008: 154). Este es un proceso
Vamos a la iglesia! Demos de comer a nuestros muertos!. tafonmico diferente al de la tumba 9. Belkis Gutirrez
(2008) nos ofrece una primera interpretacin de este
La tumba 10, es de subtipo CG y filiacin Moche III. tipo de contextos. Ella reporta procesos de alteracin
Las evidencias que indican manipulacin post-mortem post-entierro en la Plataforma Uhle, ubicada al pie de
son varias. La cubierta de adobes rota es la primera la Huaca de la Luna. Segn Gutirrez hay un orden
evidencia. Una segunda evidencia es las caractersticas pre-establecido que se inicia con el entierro primario,
del relleno: hacia el centro y parte superior, el relleno luego el desentierro del mismo, generalmente cuando
estaba conformado por tierra con pedazos de adobes, de el cuerpo est parcialmente articulado. En dicho
consistencia compacta, mientras que los extremos y la desentierro, se remueve una parte del cuerpo, o la
base estuvieron rellenados con material semicompacto, mayor parte del mismo, quedando algunos huesos como
conformado por arena y algunas concentraciones de prueba de que el cuerpo estuvo en la cmara. El ritual

Fig. 16.
Tumba 10. a.
Restos seos
disturbados del
primer nivel; b.
Restos seos
disturbados del
segundo nivel.

498
termina con el re-entierro sin inhumacin, es decir se sella anchas, acompaados de muchas velas y los alfereces con sus
la tumba manipulada dejndola casi vaca; esto entierros pendones distintivos.
habran estado ligados a eventos El Nio (Gutirrez
2008: 248). A dnde se llevan los huesos extrados? Se El ltimo acto pblico es el entierro en el interior de la
han registrado casos en diferentes zonas del complejo iglesia, posiblemente en una fosa comn () ya que en esta
arqueolgico donde se han hallado partes de cuerpos circunstancia no cabe pensar que se pudiera respetar ninguna
humanos enterrados en contextos no funerarios. Por manda testamentaria referida al lugar de entierro (Gentile
ejemplo, en el CA39, Seoane y co-autores reportan 1994: 72-73).
el hallazgo de 2 crneos as como dos miembros
inferiores en conexin anatmica en una zona de Al respecto, Gentile (1994: 74) sostiene que se trata
almacenes (ambiente 6); igualmente extremidades de una ceremonia para rogar por el agua necesaria para las
humanas de al menos una mujer y dos adolescentes en chacras, donde se compromete a los difuntos a ser
otra zona de almacenamiento (ambiente 13), tambin buenos intermediarios a cambio de un festejo. Gentile (ibid.)
anatmicamente articulados (Seoane et al. 2007: 183). aade que No hay que perder de vista tampoco que, en los
Andes en general, los difuntos no entran en tal categora sino
Siguiendo las evidencias de la tumba 10, quisiramos hasta los tres aos de fallecidos, de manera que al ao, como
sugerir otra posibilidad de interpretacin a la propuesta en este caso, todava no se han ido del todo (para expresarlo de
de Gutirrez. Podra ser que la osamenta fue sacada alguna forma. La procesin de los alfereces llevando las
de la tumba para cumplir algn ritual donde esta fue calaveras adornadas con flores retrotrae sin esfuerzo a las
manipulada, luego de lo cual fue re-depositada. En escenas representadas en huacos mochicas y nasca.
el lapso de tiempo entre la extraccin de la osamenta
y su re-entierro, la manipulacin de los huesos pudo
SNTESIS Y COMENTARIOS
ocasionar el desprendimiento y prdida de algunos
de ellos, por lo que al re-enterrarse, los cuerpos se FINALES
encontraron incompletos. Margarita Gentile reporta,
La informacin arriba presentada, complementada
gracias a un documento etnohistrico, la prctica de
con los cuadros 1, 2 y 3, nos permite hacer un anlisis
desenterrar muertos en 1784, en la ciudad boliviana de
sincrnico y diacrnico, a partir del cual sintetizar y
Cochabamba. An cuando esta ciudad est muy lejana
discutir algunos aspectos interesantes, ligados a rasgos
de la costa norte del Per, los datos que proporciona
particulares de cada piso de ocupacin y variantes
Gentile son muy interesantes. Por ejemplo, cuando
temporales, para finalmente acercarnos a conocer parte
habla de la prctica de desenterrar muertos dice que:
de la identidad social de los difuntos del CA35.
Hasta la tarde brindan y se convidan unos a otros, en el
Sobre el tratamiento del difunto
atrio de la iglesia. Luego pasan al camposanto y comienzan a
desenterrar los cadveres enterrados el ao anterior, tarea que En lneas generales, dentro de cada piso de
dura hasta la noche. Despus dichos cadveres son depositados ocupacin, la posicin predominante de los cuerpos
en la iglesia, en fretros, pero las calaveras, y parece que parte de es decbito dorsal extendido, con la cabeza orientada
algunos cuerpos, se llevan envueltos en mantas, llamadas tambin al sur y los pies al norte. Estos rasgos funerarios son
aqu quepes y llicllas (), a las casas de los alfereces. All se considerados tpicos de Moche (Ubbelohde-Doering
baila cargados a las espaldas los huesos, para que tambin se 1967: 22; Donnan y Mackey 1978: 63, 86, 208; Donnan
festejen, y alegren los difuntos 1995; Armas et al. 2003: 156; Castillo 2003: 90-91),
aunque se observan algunas variantes particulares,
Al da siguiente, al medio da, los alfereces encabezaban una que tambin se han visto en otros contextos del
procesin llevando las calaveras adornadas con flores, sostenidas complejo arqueolgico y en otros sitios moches de la
en pauelos (telas o paos pequeos). Luego sacan los fretros que Costa Norte. Desconocemos cual es la razn por la
estaban dentro de la iglesia, adornados con guirnaldas de flores, cual los enterradores optan algunas veces por colocar
y salen todos en procesin alrededor del camposanto precedidos los cuerpos orientados en sentido este-oeste13, o en
por un sacerdote con capa negra y otros con tnicas de mangas posicin DDL o SIT. Cualquier intento de explicacin

13 Donnan y Mackey (1978: 208) sugieren una relacin entre la orientacin del cuerpo y el sitio arqueolgico para el caso
Moche IV. Mientras que en sitios como Huanchaco, Huacas del Sol y de la Luna o Pacatnamu, la orientacin sur-norte
es predominante; en el caso del valle de Santa, en el sitio de Pampa Banca, los cuerpos estn generalmente orientados
en sentido oeste-este.

499
a la luz de los datos que disponemos, sera mera como variable comparativa, nos lleva a pensar de
especulacin. Sin embargo, es sugerente el hecho de manera preliminar que las tumbas de cmara Moche
que la posicin DV se asocia en nuestra muestra slo III constituye un grupo funerario diferente al grupo
a difuntos-ofrenda, en tumbas de cmara Moche IV. Moche IV. Mientras que en Moche III, los difuntos y
En el resto del Ncleo Urbano slo se ha registrado ofrendas se colocan dentro de la cmara, se rellenan y
una tumba (Moche III de subtipo FG) con dos luego se techan, para finalmente rellenar hasta la boca
individuos en esta posicin, sin mayores asociaciones de la tumba, con manipulacin post entierro; en Moche
e identificados tambin como difuntos-ofrenda. IV, un difunto-ofrenda se coloca debajo de la cmara
(rasgo para el cual no hay antecedentes en el sitio), y
A este punto del anlisis, dos aspectos generales dentro de la cmara el personaje principal, algunas
llaman la atencin: las particularidades sincrnicas y veces con ofrendas-humanas tambin al interior; luego
las variantes temporales. se procede a rellenar la tumba hasta la boca, sin elaborar
techo alguno, y sin manipulacin post-entierro.
a) Particularidades sincrnicas
Sobre la identidad de los difuntos
El piso 6 (Moche III), que report cinco tumbas,
muestra como rasgo comn la ausencia de la Las tumbas que, dentro de un conjunto arquitectnico
costumbre de colocar fragmentos de metal, cermica, debidamente delimitado, estn asociadas al mismo piso
o malacolgico, en asociacin directa con el cuerpo de ocupacin, son relativamente contemporneas y
del difunto, salvo en un caso. Esta costumbre se los individuos que las ocupan podran haber formado
observa recin como una constante a partir del piso 5, grupos consanguneos o de otro tipo de nexo social.
y pudo ser retomada de las culturas Salinar y Gallinazo Mario Millones afirma que existe un corolario a los entierros
(Donnan y Mackey 1978). como decodificadores de parentesco y ste es que efectivamente,
se encuentren en la unidad residencial y que representen al grupo
El piso 4 (Moche III) es muy peculiar, pues slo domstico, o por lo menos abstraigan una coherencia de ste
presenta tumbas del tipo fosa y ocupadas por infantes (Millones 1996: 51). En el mismo sentido, Kaulicke
(a excepcin de una tumba de fetos) de entre 9 y 24 sostiene que para reconocer grupos sociales hay que
meses de edad, sin vasijas de cermica como parte de partir de la hiptesis de que los individuos que comparten
sus asociaciones. No hay ninguna tumba de adultos. una afinidad consangunea o de otro tipo de nexo social estn
enterrados en espacios contiguos. Adems de ello compartirn
El piso 2 (Moche IV) muestra como rasgo comn otros rasgos como posicin, tipo de asociacin y, sobre todo, la
el patrn de enterramiento en las tumbas de cmara, orientacin (Kaulicke 2001: 93).
con una ofrenda-humana por debajo de dicha cmara
y sin techo. Si tenemos en cuenta lo sostenido por Millones y por
Kaulicke, y que los individuos de la muestra estn enterrados
b) Variantes temporales dentro de los lmites del mismo conjunto arquitectnico,
comparten patrones de enterramiento y semejanzas de
Las tumbas de fosa no presentan alguna variante estilo en las asociaciones, se infiere que dichos individuos
significativa entre piso y piso, o entre fases estilsticas. formaban parte del mismo grupo social. La evidencia es
Sin embargo, la forma estructural y de enterramiento contundente al sealar que dichos individuos pertenecan

14 No hay tumbas de sirvientes en el CA35, al menos dentro del rango de difuntos principales. Los nicos individuos
enterrados que se podran considerar sirvientes son los difuntos-ofrenda. Incluso las tumbas ms sencillas tienen
asociaciones que implican cierta capacidad de acceso a recursos socialmente restringidos a la elite. Por ejemplo, la tumba
FI 16 no posee mayor asociacin que tres vasijas de cermica, sin embargo una de ellas es una botella de asa estribo con
representacin iconogrfica, y las otras dos son cntaros tipo jarra. La tumba FI 20 posee un individuo con fragmentos
de cermica en asociacin directa y una sola vasija, pero de buena calidad: es una botella asa estribo con representacin
en alto relieve de la cacera del venado. La tumba FI 18 posee fragmentos de cermica en asociacin directa al cuerpo
del difunto y ofrendas de camlidos. Dentro de este grupo de elite enterrado en el CA35 se observan diferencias. Por
ejemplo, si tomamos en cuenta las caractersticas formales de las tumbas, aquellos individuos enterrados en tumbas de
cmara tendran un mayor status. Por aadidura, las tumbas de fosa, ms simples, parecen estar asociadas a individuos
de menor status. Dentro del grupo de las ofrendas, creemos que las ofrendas humanas tienen un mayor valor, por lo
que aquellos enterrados en cmara con ofrendas humanas, tienen mucho mayor status an. A priori, una mayor cantidad
y calidad de las ofrendas de cermica y metales indicaran tambin un mayor status.

500
a la elite14 del grupo al momento de su muerte. Las un estatus mayor en relacin a los dems miembros
diferencias estructurales (tumbas de fosa versus tumbas del grupo social. Lo que no queda claro an es si los
de cmara) y de asociaciones entre cada tumba, seores de los conjuntos arquitectnicos son seores
indicaran diferencias de estatus al interior del grupo, de parcialidades o de estratos de la misma unidad.
toda vez que el tratamiento mortuorio del individuo es
consistente con la posicin social que ocup en vida Edad y gnero versus estatus y divisin
(OShea 1984: 36). Estas diferencias obedeceran a
los diferentes roles que pudieron cumplir los difuntos sexual del trabajo
durante su vida y hasta antes de su muerte, en el marco En los pisos donde hay tumbas de hombres
de las relaciones sociales y de produccin, algo que adultos, mujeres adultas y nios, las tumbas de los
Saxe (1970: 7) ha llamado identidades sociales. hombres adultos son las que poseen una mayor
cantidad de ofrendas, en especial cermica y metales.
Fue el mismo grupo social el que habit el En el mismo sentido, en 4 de las 5 tumbas de cmara
Conjunto Arquitectnico durante toda su historia el personaje principal es un hombre adulto; en la otra
ocupacional? Parece que fue el mismo durante la es una mujer adulta. Sin embargo, contamos tambin
vigencia de la fase estilstica Moche III, puesto que la con tumbas de fosa de nios o de mujeres adultas
arquitectura interior no presenta cambios significativos con mayor cantidad de asociaciones que algunas
ni tampoco los patrones funerarios. Pero, sigui este tumbas de fosa de hombres adultos. Esto indica
mismo grupo habitando el conjunto durante la fase que si bien el poder fue ejercido por los miembros
estilstica Moche IV? Las diferencias de entierro adultos masculinos de la sociedad mochica, mujeres
entre las tumbas de cmara Moche III y Moche IV y nios pudieron obtener mayor rango o estatus
nos ofrecen dos posibilidades de interpretacin: (1) social que algunos hombres, pero este rango se habra
Si habra sido el mismo grupo, y estas diferencias de adquirido por el grado de parentesco que tuvieron
entierro se habran dado por cambios en la estructura con los hombres adultos que detentaban el poder.
social de los residentes, dentro de la sociedad moche Uno de nosotros lleg a la misma conclusin en
(Uceda 2007); o (2) hubo un cambio de grupo un trabajo anterior, al afirmar que por las ofrendas de
social residente en dicho conjunto arquitectnico cermica y metales, los hombres tuvieron un mayor estatus entre
durante la fase estilstica Moche IV, donde estos los pobladores del Ncleo Urbano que las mujeres y nios
nuevos residentes habran realizado los cambios (Uceda 2007: 31).
arquitectnicos observados por Tello (2008: 447),
ampliando el nmero de habitaciones pero en espacios No existen asociaciones que sir van como
ms reducidos y especializados. Futuros anlisis de indicadores de gnero y de divisin sexual del trabajo,
ADN nos permitirn optar por una de estas dos como si sucede en otros sitios arqueolgicos. Por
posibilidades. ejemplo, en San Jos de Moro (valle de Jequetepeque)
los piruros y otros elementos del hilado y el tejido,
Lo que no queda claro an es el nexo del grupo estn asociados a tumbas de mujeres, mientras que
social, es decir, si este involucra una agrupacin los elementos de trabajo de metal estn asociados a
familiar o de linajes unidas por un nexo de parentesco, tumbas de hombres; puesto que el hilado y el tejido
o de personas que comparten un origen comn; ni fueron actividades asociadas tradicionalmente al sexo
tampoco el tamao del grupo social. Los estudios femenino, mientras que la metalurgia se asocia al sexo
en el sitio para la fase estilstica Moche III son masculino, su presencia en las tumbas son indicadores
muy limitados. Nuestra visin para la siguiente fase de gnero y de divisin sexual del trabajo. En el
estilstica es ms clara, pues ya en otras publicaciones CA35, se encontraron como asociacin directa slo
hemos sostenido que los habitantes de los conjuntos 2 piruros en dos tumbas diferentes: una tumba de
arquitectnicos del Ncleo Urbano, durante la fosa de un infante y una tumba de cmara, asociado
vigencia de la fase estilstica Moche IV, formaran a una mujer. Las evidencias encontradas en otros
parte de diferentes grupos corporativos (grupos de contextos funerarios del sitio indican una presencia
filiacin familiar que poseen grupos no familiares pareja de piruros en tumbas de hombres y mujeres.
adscritos a l) (Uceda 2007: 42) o parcialidades Esto nos llev a meditar, en el caso de Huacas del
(Gayoso 2007: 154, 162) y que las actividades Sol y de la Luna, si efectivamente la presencia del piruro en
desarrolladas al interior de un conjunto arquitectnico una tumba es un indicador de actividad productiva realizada
son efectuadas por algunos de sus miembros bajo la en vida del individuo o nos encontramos frente a un significado
administracin de su elite mayor. Dichas actividades ideolgico que se escapa a nuestro entendimiento (Gayoso
o roles conferan a los miembros que las ejecutaban 2007: 152).

501
Los difuntos-ofrenda 2. Las tumbas corresponden a individuos de la elite
moche, pero de estatus variable. Esta variabilidad
Finalmente, queremos sealar dos criterios que se se debera a los diferentes roles cumplidos en vida
podran utilizar para identificar un difunto-ofrenda por los difuntos, o por su relacin de parentesco
en los contextos funerarios del sitio, a partir de las con personas de roles importantes dentro de las
evidencias en el CA35. Un primer criterio podra ser actividades sociales, polticas y econmicos del grupo
la posicin del cuerpo - que no es decbito dorsal - social al cual pertenecieron. El segundo argumento
aunque esta no es determinante; este criterio parece explicara el alto nmero de entierros de infantes.
dbil aunque no por eso debemos dejarlo de lado.
Lo que s parece determinante es la carencia de 3. Aquellos cuerpos identificados como difuntos-
asociaciones, en especial aquellas de relacin directa ofrenda corresponderan a sirvientes. Por lo tanto,
con el individuo. Por ejemplo, ningn difunto-ofrenda no se trataran de miembros de la elite, pero si de
presenta lminas de metal en la boca u otras partes miembros del mismo grupo social, posiblemente
del cuerpo. Las tumbas con difuntos-ofrenda se por adscripcin.
encuentran tanto en la estilstica Moche III como en la
fase estilstica Moche IV, asociadas a tumbas de cmara. 4. Los contextos identificados como re-entierros o
En la fase estilstica Moche III slo una tumba de entierros de difuntos de procedencia lejana, podran
cmara presenta un difunto ofrenda, mientras que en la indicar que no necesariamente todos los muertos
fase estilstica Moche IV hay una tumba con 3 difuntos vivieron en el CA35, pero si que pertenecan al grupo
ofrenda, uno de ellos colado debajo de la cmara. social que operaba en dicho conjunto. La necesidad
Aunque la evidencia de la muestra es estadsticamente de enterrarse en este conjunto tendra que ver con
baja, esto corroborara la idea propuesta por uno de el hecho de yacer dentro de un sitio considerado
nosotros (Uceda 2007) en el sentido de que entrada sagrado (cercana al templo y al divino Cerro Blanco),
la fase estilstica Moche IV, la elite urbana adquiere es decir, por cuestin de ideologa o de prestigio.
mayor poder que la elite religiosa, la cual se traduce en Este hecho permitira abrir una nueva visin sobre
un mayor acceso a los recursos, entre ellos, las vidas las relaciones entre las elites urbanas y grupos no
humanas. urbanos a los cuales pudieron estar ligados, en el
sentido de grupo corporativo o parcialidad.
Queda pendiente un estudio a mayor escala de
los patrones funerarios en el sitio y en el valle que 5. Las diversas interpretaciones vertidas sobre las
nos permitiran enriquecer el conocimiento sobre las evidencias de manipulacin post entierro no son del
particularidades del sitio, del valle, as como del moche todo excluyentes. Existe la posibilidad de que este
sureo en relacin a otros grupos polticos moches. comportamiento con los muertos sea an mucho
ms compleja, y obedezca a diferentes rituales,
CONCLUSIONES por lo que tanto las interpretaciones planteadas
por Gutirrez como las nuestras se apliquen
1. Las tumbas excavadas en el CA35 son tpicas para el caso del sitio, en diferentes situaciones o
de la cultura moche, pues guardan el patrn de contextos. Vemos que las fuentes de informacin
enterramiento conocido para esta cultura. El etnohistrica, arqueolgica y etnogrfica se
porqu se escoge en algunos casos una orientacin complementan con la evidencia del CA35 como
o posicin diferente a la moche es una respuesta en el resto del sitio, y nos permiten observar una
que se obtendr a la luz de una mayor cantidad de rica y compleja relacin entre vivos y muertos en
datos. el mundo moche y andino.

502
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