Tesis Un Paso Al Frente Final
Tesis Un Paso Al Frente Final
Tesis Un Paso Al Frente Final
UN PASO AL FRENTE
Una historia del Frente Patritico Manuel
Rodrguez (FPMR)
Autores:
Matas Zurita P.
Daniel Brzovic G.
Profesor gua:
Gustavo Gonzlez
Santiago, Chile
2010
- 1- -
1
-
- 2- -
2
-
Agradecimientos
- 3- -
3
-
Introduccin
Sobre el periodo circunscrito entre los aos 1973 y 1990 ha dominado una
perspectiva coherente con el Chile de hoy, caracterizada por miradas interesadas
en la construccin de una sociedad determinada. En este amplio espectro de
mbitos, existen algunos menos visitados que otros y que, a su vez, gozan de una
mayora interpretativa en la produccin de sentido que llega a considerar natural
ciertas posiciones. Este es el caso de lo que se denomin todas las formas de
lucha. La frase pronunciada en 1980 por Luis Corvaln, secretario general del
Partido Comunista, fue materia de discusin vital de largos aos y se sent en la
mesa de miles de chilenos como un camino propuesto para el fin de la dictadura y,
posteriormente, como una tesis derrotada por los hechos.
Lo que en esos aos fue una posicin adoptada por el PC y su fuerza militar
propia, el Frente Patritico Manuel Rodrguez -como una fraccin de las
agrupaciones polticas chilenas que se atrevieron a formar a sus militantes en las
armas-, hoy es analizado en retrospectiva como una desviacin de los comunistas,
desviacin que le signific una incmoda posicin en la transicin. Mientras
algunos de quienes promulgaban la desobediencia civil -trmino adoptado por
posiciones moderadas para desestabilizar la dictadura- avalaron implcitamente y
participaron en la va armada desde posiciones ms ocultas, formaron luego parte
de altos cargos del gobierno posdictatorial, mientras quienes evidenciaron su
- 4- -
4
-
posicin y apoyaron las manifestaciones con algo ms que piedras han sido
marginados del espacio poltico. Sin duda, la validez de la posicin adoptada por
el FPMR ha sido lapidada por la historia de quienes pactaron con la dictadura su
trmino.
Somos parte de una generacin que revivi la historia desde la memoria de otros,
reunindola como un puzzle incompleto de historias de armas y luchas sociales
para el retorno heroico a la democracia. Al crecer, lo heroico dara paso a la duda
y a la relativizacin de esos argumentos en virtud de hechos incuestionables, a los
que, no obstante, se les dio una interpretacin triunfalista en la historia reciente de
nuestro pas.
Buscamos con esta investigacin poner en valor una serie de hechos que llevaron
a madurar diversas variables en un contexto histrico particular que
desencadenaron la opcin por la va armada. La resistencia a la dictadura tuvo
amplio eco en los aos 80 y las movilizaciones sociales cobraban una naturalidad
que vena de sensaciones cotidianas, vivencias diarias de la cara ms brutal de la
dictadura, que los oblig, en algunos casos, a responder con un grito, luego una
piedra, y as sucesivamente
- 5- -
5
-
El FPMR fue un actor relevante en la dictadura, cuya existencia cobra ms
protagonismo en la segunda mitad de los ochenta, perodo que marca el clmax
del fin de la dictadura. Posiblemente no fue de la forma deseada y planificada por
el FPMR, pero 1986 s fue el ao definitivo para avanzar hacia una salida pactada
de la dictadura, donde los intereses de los capitales nacionales y extranjeros
quedaran resguardados, un modelo econmico ya instalado y unas reformas
polticas firmadas por el grupo gobernante en consenso con los nuevos inquilinos
de La Moneda. Este proceso requera, como factor principal, la exclusin del
escenario poltico tanto del Partido Comunista y del FPMR como de otras tantas
plurales manifestaciones de movimiento popular.
- 6- -
6
-
sta ha sido denominada una historia, pues se inserta en un campo discursivo
donde entendemos cabalmente la imposibilidad de hablar de la historia de la
organizacin poltico-militar. Las disputas interpretativas tambin se dan en el
espacio de la memoria que mantienen vivas todava los miembros del FPMR y que
determina los perodos analizados por este trabajo, entendiendo que la historia de
la divisin del Frente y su posterior derrotero implica la dificultad de recoger o
interpretar unos hechos demasiado cercanos, incluyendo rencillas o intereses
judiciales de por medio, lo que se juega muchas veces al intentar de validar ciertas
interpretaciones en virtud de una ganancia personal.
Por las caractersticas de los hechos que revisamos, como en todo acto de releer
la historia, entendemos el serio peligro de caer en lugares comunes, en relatos
difciles de ratificar, en perspectivas parciales y/o convenientes por parte de los
actores entrevistados y los autores ledos. Sobre el Frente se han construido
deliberadamente mitos y falacias, se han echado a correr rumores, se atribuyen
acciones armadas y asesinatos, se han magnificado, disminuido o derechamente
inventado actuaciones personales, peleas y traiciones En fin, se ha urdido una
verdadera mitologa que tardar dcadas en deshacerse, incluso puede que nunca
se consiga, dada la envergadura de la operacin poltica e ideolgica que se
cerni sobre el FPMR para dar con el Chile actual. Por todo esto, a diferencia de lo
hecho por otros trabajos, asumimos que el presente texto constituye una lectura
parcial y fragmentada, que el riesgo de habernos equivocado en el transcurso de
ese trayecto es muy alto; finalmente, que el texto constituye un relato coral de
determinadas y particulares voces, pero que en ningn caso es la sentencia final
sobre la organizacin.
- 7- -
7
-
fuentes orales y escritas. La prensa de la poca fue un referente sobre todo
contextual para el desarrollo de la historia.
- 8- -
8
-
La violencia como alternativa poltica fue un camino, si bien no recorrido por el
conjunto de la sociedad, al menos conocido por muchos. Unos lo corrieron, otros
lo caminaron y otros tantos lo evadieron. La introduccin de la violencia en la
poltica en la disputa por proyectos antagnicos de sociedad ha visitado la historia
del pas en reiteradas oportunidades: partiendo por la formacin del Estado
republicano, luego las luchas interliberales que desembocan en la guerra civil de
1891 y el fin del gobierno de Balmaceda; la matanza de Santa Mara de Iquique;
1925 y el contexto de la Constitucin Poltica; 1948 con la Ley Maldita; 1973 y el
golpe militar; los 80 con todas las formas de lucha, incluyendo la emboscada a
Pinochet; y, ms recientemente, el resurgimiento de la guerra del pueblo mapuche
contra el Estado, como un episodio ms de la mal llamada pacificacin de la
Araucana, una historia de violencia de cinco siglos de duracin.
- 9- -
9
-
Captulo Uno. 1973-1983
- 10- -
1
0
Carabineros y la Armada, respectivamente. La sorpresa por la traicin de
Mendoza hizo que Salvador Allende le dedicara una frase en su recordado
mensaje postrero a pocos minutos de su muerte, la que quedara en la memoria
de todos los chilenos: General rastrero, que slo ayer manifestara su fidelidad y
lealtad al gobierno, espet el presidente poco antes de terminar su ltima arenga.
Era un secreto a voces que la derecha chilena, en alianza con las Fuerzas
Armadas, tomara la ofensiva ante la -a su juicio- insostenible situacin que viva el
pas, para destituir al Presidente y terminar con el proyecto de la Revolucin
Pacfica que tres aos antes haba iniciado Salvador Allende.
El PC se repliega
1
Corvaln, L. De lo vivido y lo peleado. Santaigo: LOM, 1997. Pg. 153.
- 11- -
1
1
potenciales respuestas. Luis Corvaln fue quien tom la palabra. Sereno y
consciente de lo que se estaba jugando en el minuto, esgrimi que hacer un
llamado a la defensa del gobierno sera una causa perdida:
Mientras los tanques y militares se tomaban las calles y los Hawker Hunter
amenazaban desde el aire con su vuelo rasante, tan slo unos pocos adherentes
a la UP intentaban defender al gobierno desde sus poblaciones y fbricas,
premunidos de hondas, molotovs y algunas armas cortas que en ningn caso
2
Ibdem. Pg. 154.
3
"... desde 1963, habamos empezado a formar militarmente a miembros del partido (...) constituimos los
llamados Grupos Chicos, compuestos cada uno de estos por no ms de cinco compaeros. Sus miembros, que
fueron alrededor de mil, aprendieron a manejar armas automticas de distinto tipo y adquirieron
conocimientos de tctica y estrategia militares. Constituimos tambin las Comisiones de Vigilancia de las que
formaron parte ms o menos dos mil compaeros que saban manejar armas cortas y se prepararon para
defensa personal y la lucha callejera y la custodia de locales y dirigentes del Partido. Y, ciertamente, llegamos
a disponer de una cantidad limitada de armas, pero todo ello era marcadamente insuficiente para enfrentar el
levantamiento militar que estaba en marcha. Ibdem. Pgs. 156 157.
- 12- -
1
2
podran repeler o cambiar el destino de lo que se comenz a escribir aquel 11 de
septiembre.
Ms all de la palabrera pica con que Allende, dirigentes del Partido Comunista
y del Partido Socialista trataron de ahuyentar las intentonas golpistas,
amenazando con defender en la calle el gobierno popular, todos estaban en
conocimiento de que era muy poco factible la resistencia al golpe militar por parte
de los sectores populares. Es ms, esperaban ingenuamente y develando un error
garrafal de apreciacin poltica que en caso de una intentona golpista seran las
mismas Fuerzas Armadas con sus facciones constitucionalistas las que apoyaran
la defensa del gobierno de Allende.
El mismo lunes 10, horas ms tarde, una vez concluida la cita de la Comisin
Poltica, se reuni el Comit Central para dar el vamos a la estrategia de
proteccin de los dirigentes diseada a mediados de agosto para esperar el,
entonces, posible golpe. All se determinaron las casas de seguridad donde se
esconderan los dirigentes para burlar los organismos represivos que iran a la
caza de ellos
La decisin estaba tomada: una vez ms, y por tercera vez en su historia, el
Partido Comunista pasaba a la clandestinidad4.
El Once
4
La primera clandestinidad del PC data de 1927 a 1931, producto de la represin de la dictadura de Carlos
Ibez del Campo. La segunda se sucede durante el gobierno de Gabriel Gonzlez Videla, gatillada por la
famosa Ley Maldita o Ley de Defensa Permanente de la Democracia, promulgada el 3 de septiembre de
1948. Esta fase clandestina durara ocho aos.
- 13- -
1
3
escenario. El lugar elegido era estratgico, pues la sede nacional de Teatinos
obviamente sera allanada por militares, tal como ocurri en horas de la maana y
donde murieron las seis personas que custodiaban el local.
Reunidos en la calle Vergara, los presentes -entre ellos Luis Corvaln, Orlando
Millas, Amrico Zorrilla, Jorge Insunza, Mario Zamorano y Vctor Daz-
determinaron el inmediato paso a la clandestinidad de sus miembros. Daz,
entonces subsecretario general del partido, asumira la Direccin en reemplazo de
Luis Corvaln, quien obviamente sera uno de los hombres ms buscados y deba
mantenerse oculto.
5
lvarez, R. Desde las sombras. Una historia de la clandestinidad comunista (1973-1980). Santiago: LOM,
2003. Pg. 71.
- 14- -
1
4
Ayudado por militantes y miembros de las Comisiones de Vigilancia, uno a uno,
los dirigentes del PC fueron pasando a la clandestinidad. En varios sectores de
Santiago se abrieron las puertas de casas de seguridad para resguardar a quienes
las fuerzas militares ya seguan la pista.
Pasajes al exilio
Desde el anterior perodo clandestino del partido haban pasado ya poco menos
de 20 aos. Si bien en 1973 se pens anticipadamente el paso a la clandestinidad,
su ejecucin no fue de las mejores. La gran mayora de los militantes debi aguzar
sus sentidos, activando precarias redes de clandestinidad para evitar la violenta
represin que nunca vislumbraron.
Uno de tantos que fue presa de esta improvisacin fue el periodista Rodrigo Rojas.
Miembro de la Comisin Poltica del Partido Comunista y mano derecha de Luis
Corvaln, era uno de los rostros ms conocidos de su colectividad y, por lo mismo,
uno de los comunistas que despertaba mayor encono en la oposicin.
Rojas, tras un par de das bajo ese techo, logr sortear el peligro y rpidamente
sali al exilio. A diferencia de los otros nombres del Partido, no fue destinado a los
socialismos reales de Europa del Este. Su destino era la mismsima Cuba de
- 15- -
1
5
Fidel, aquella pequea isla que aguantaba el socialismo a unas pocas millas del
gigante yanqui.
- 16- -
1
6
dirigentes y militantes comunistas salan clandestinamente del pas. Otros, sin
embargo, no corran la misma suerte y eran detenidos, mientras algunos, hasta
hoy, permanecen desparecidos.
Gladys Marn Millie, militante comunista de una meterica carrera dentro del
partido, diputada al momento del golpe militar, debi pasar a la clandestinidad, al
igual que sus compaeros. Marn, a la fecha secretaria general de las Juventudes
Comunistas (JJ.CC.), se haba opuesto al repliegue masivo del PC y lider la
diminuta faccin de quienes abogaban por una respuesta activa para defender el
gobierno de Allende del golpe militar.
6
Ibdem. Pg. 69. Extrada de: Gladys Marn. Entrevista realizada por Claudia Korol. Ediciones Amrica
Libre, 1999. Pg. 30.
- 17- -
1
7
En diciembre de 1973, contra su voluntad -lo que demostraba ya rasgos de su
carcter-, Gladys Marn acata la orden y se asila. Su estada en la Embajada de
Holanda fue ms larga de lo presupuestado, pues el gobierno, percatndose ya de
la importancia de Marn en el PC, le neg durante ocho meses el salvoconducto
para salir al exterior. Tras su larga espera la joven dirigente comunista dej atrs
Chile y parti rumbo a Mosc. Lo que no saba Marn, es que sera la ltima vez
que vera con vida a su marido Jorge Muoz, tambin miembro del PC, asesinado
por la dictadura aos ms tarde.
La clandestinidad
La nueva direccin interior del Partido Comunista, encabezada por Daz, intentaba
mantener las labores de seguridad para los militantes clandestinos. La tarea de
dicha directiva estuvo abocada principalmente a evitar la cada de sus miembros
en manos de organismos de inteligencia como la Direccin de Inteligencia
Nacional (DINA) y luego del Comando Conjunto.
- 18- -
1
8
trabajo realizado por otros militantes, fue la medida principal que debieron adoptar.
Adems de la compartimentacin, los militantes deban usar nombres falsos o
chapas escondiendo su nombre real a otras personas, adems de poseer un
manto, es decir, una historia que poda ser la verdadera o una falsa sobre su
oficio o profesin, que permitiera encubrir la labor clandestina que realizaban para
el partido.
se fue el caso del joven militante Carol Flores, quien tras ser detenido en agosto
de 1974, fue liberado dos meses despus convertido en informante de la Direccin
de Inteligencia de la Fuerza Area (DIFA)7. Ms sombras an fueron las cadas,
al ao siguiente, de Miguel Estay Reyno, alas El Fanta, y Ren Bassoa, quienes
tambin se sumaron a los aparatos represivos como delatores. La traicin de
estos militantes result ser mortal para muchos comunistas clandestinos, debido a
que ambos pertenecan a los aparatos de seguridad del PC.
7
lvarez, R. Op. Cit. Pg. 123.
- 19- -
1
9
palabras del propio Pinochet, deban exterminar el marxismo. El MIR, el PS y el
PC fueron los principales objetivos a destruir8.
Manuel Contreras Seplveda, teniente coronel del Ejrcito, fue el elegido por
Augusto Pinochet para encabezar la DINA, organismo que se encarg de realizar
detenciones masivas, torturas, desapariciones, adems de administrar los centros
de detencin creados para albergar a la gran cantidad de prisioneros. Estadio
Nacional, Estadio Chile, Isla Dawson y otros tantos lugares fueron verdaderos
centros de acopio de presos, debido a lo poco selectivo de las detenciones tras el
golpe. Esta masividad inicial de las detenciones permiti que varios de los
dirigentes apresados fuesen luego liberados, sin conocerse siquiera su
participacin en el engranaje del PC.
8
Ibdem. Pg. 32.
9
Sobre la Caravana de la Muerte, ver: Verdugo, P. Los Zarpazos del Puma: caso Arellano. Santiago:
Ediciones Chile Amrica CESOC, 1989.
- 20- -
2
0
Debate interno
10
Partido Comunista. Desde Chile Hablan los Comunistas. Santiago: Ediciones Colo Colo, 1976. Pgs. 23-
25. En rigor, la Democracia Cristiana apoy como partido el golpe militar -ms all de las palabras de
contados dirigentes rechazndolo- e incluso aport con ministros en el primer gabinete de la Junta Militar.
- 21- -
2
1
tienen un lugar cada hombre, mujer o joven de nuestro pueblo, no importa si
ayer estuvo en la oposicin confundido por la propaganda de los
reaccionarios. Millones han visto el fascismo cara a cara y estn dispuesto a
luchar contra l"11.
Los anlisis del PC consideraban fundamental unir a las dos fuerzas polticas ms
importantes desde la segunda mitad del siglo XX a la fecha, para conseguir juntos
la salida inmediata al rgimen militar. Era menester, a juicio de la dirigencia
comunista, reestablecer a la brevedad el carcter democrtico al pas.
En junio del '74, otra declaracin del PC haca el llamado a la DC: Nuestra
disposicin unitaria, amplia y consecuente, de vasto entendimiento democrtico y
popular, nos impulsa a construir una slida unidad de la UP y la DC pero sobre la
base de una lucha antifascista12.
La DC, en tanto, an confiaba en la pronta entrega del poder por parte de la Junta
de Gobierno y, segn sus propios anlisis, ellos seran los principales candidatos a
encabezar un proceso de transicin, liderato que se vera dificultado por cualquier
alianza que incluyera a partidos de la Unidad Popular. Los pocos
democratacristianos que criticaron el golpe militar no eran mayora en su partido.
A pesar de las buenas intenciones del PC, la Democracia Cristiana tena otros
planes para su colectividad. El 24 de septiembre de 1975, El Mercurio publicaba
una carta de Patricio Aylwin, donde dejaba en claro que no exista la ms mnima
posibilidad de un acuerdo de la Democracia Cristiana con partidos de la Unidad
11
Ibdem. Pgs. 31-32.
12
Ibdem. La cita corresponde al artculo La nica base posible de la unidad del pueblo es la lucha
antifascista, publicado el 5 de junio de 1974.
- 22- -
2
2
Popular. El PC vea cmo su intencin de crear un gran Frente Antifascista se
dilataba ms de lo que pensaba originalmente, creyendo que a la larga su posicin
saldra victoriosa. La esperanza de la dirigencia comunista, fiel a la tradicin
histrica del partido, segua puesta en esta alianza para derrotar a la dictadura. El
rgimen militar se afianzaba y la dbil oposicin nada haca para impedirlo.
- 23- -
2
3
2. Las sombras del exilio
Chilenos en La Habana
Hacia los aos de la Unidad Popular la distancia se acort, pues, mal que mal,
eran las dos revoluciones declaradas de Amrica Latina, aunque sus mtodos
fueran distintos.
13
El Movimiento de Accin Popular Unitaria (MAPU) se form a partir de la disidencia de izquierda dentro
de la DC y parte de la Unidad Popular. El MAPU OC es una faccin ms moderada, cercana al PC, que surge
de una escisin en marzo de 1973.
- 24- -
2
4
La Cuba que recibi a los chilenos viva etapas de cambio. La consolidacin de la
Revolucin Cubana implicaba nuevas estrategias de resistencia a los embates
capitalistas. Ante el progresivo agotamiento de la tesis foquista en la mayora de
Sudamrica, se verificaban a la vez renovadas simpatas por el Movimiento
Comunista Internacional y la Unin Sovitica, es decir, el marxismo-leninismo
tradicional.
- 25- -
2
5
La noche se hizo corta y convinieron continuar la charla otro da. Un par de
jornadas despus, los mismos contertulios se presentaron frente a los jefes
cubanos, en lo que sera un encuentro largamente recordado por las futuras
crnicas histricas. Esto sera gracias a Rodrigo Rojas, quien le narrara la
conversacin "calentita" a un pequeo grupo de compaeros, como recuerda hoy
uno de ellos14.
- Ustedes saben que una derrota militar de las Fuerzas Armadas chilenas es
imposible, dado su nivel de cohesin y profesionalismo. La nica salida que creo
posible es la democrtica, a travs de un frente amplio liderado por Frei Montalva.
La idea del Frente Antifascista haba sido la primera estrategia del Partido
Comunista chileno tras el golpe, por lo que las palabras de Fidel, no le eran
extraas a Teitelboim y compaa. La sorpresa, no obstante, lleg tras cartn:
- Para que no les vuelva a pasar lo del '73 -comenz Fidel-, les ofrezco formar en
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba a un grupo de jvenes militantes
suyos. En las FAR se prepararn los jefes del futuro ejrcito democrtico chileno.
14
Entrevista a Manuel Fernando Contreras.
- 26- -
2
6
mente estrategia militar alguna al momento de aceptarle calurosamente al alto
mando cubano su oferta.
As, sin grandes debates tericos y bajo el caluroso sol del Caribe, se marcaba el
inicio de la tarea militar.
15
El concepto de recabarranismo alude a la tradicin del fundador del PC y lder histrico de los
trabajadores en Chile desde principios del siglo XX, Luis Emilio Recabarren. Dicha tradicin pona el acento
en la lucha de masas pacfica en funcin de mejoras de las condiciones de trabajadores, estudiantes y otros
sectores, lo que dentro de la izquierda se entiende por reformismo, es decir, buscar transformaciones a favor
de los actores sociales sin modificar la lgica capitalista, lo que incluye la estrategia electoral (diferenciada de
la va revolucionaria, alternativa que incorpora la teora de la dualidad de poderes leninista, junto con una
estrategia militar para la toma del poder). Sobre el recabarrenismo, ver lvarez, R. La Tarea de las Tareas.
Luchar, unir, vencer. Tradicin y renovacin en el Partido Comunista de Chile (1965-1990). Tesis doctoral
para obtener el grado de Doctor en Historia, Universidad de Chile, 2007. Pg. 120 y ss.
16
El Comando Conjunto era dirigido por el comandante Edgar Ceballo Jones y liderado por el civil Roberto
Fuentes Morrison, alias El Wally. Ver: Contreras, H.; Gonzlez, M. Los secretos del Comando Conjunto.
Santiago: Ediciones Ornitorrinco, 1991.
- 27- -
2
7
del partido y que tuvo como piedra angular el descubrimiento de un punto de
reunin de dirigentes en la clandestinidad.
Corran los ltimos das de abril del 76 cuando organismos de inteligencia del
rgimen militar lograron dar con una de las casas de seguridad del PC en la zona
centro-oeste de la capital. Conferencia 1587 operaba como sede de reuniones
clandestinas. A modo de pantalla, la casona funcionaba como un tranquilo negocio
de marroquinera donde se confeccionaban carteras y artculos de cuero.
La DINA ya haba dado con las principales figuras del MIR y del PS y ahora
buscaba incansablemente a la direccin clandestina de los comunistas. Durante la
madrugada del 30 de abril, agentes de la DINA allanaron la casa de Conferencia.
Juan Becerra Becerra, dueo de la propiedad, fue detenido y torturado en Villa
Grimaldi, terminando por entregar valiosa informacin: los primeros das de mayo
se reunira toda la direccin interior del PC en su casa. De este modo, la vivienda
de calle Conferencia fue convertida en lo que se conoce como una ratonera:
miembros de la DINA esperaron junto a los detenidos que fueran llegando los
dirigentes, aparentando total normalidad. Uno a uno fueron cayendo en la trampa
todos los dirigentes del interior, menos Vctor Daz, quien, como medida de
seguridad, envi un reemplazo a la reunin.
Los detenidos miembros de la direccin del PC fueron llevados a una casa del
sector oriente de la capital, donde se ubicaba el Cuartel Simn Bolvar de la DINA,
desde donde ni uno slo logr salir con vida. Con casi la totalidad de la direccin
clandestina del PC detenida, slo restaba dar con el pez gordo, el entonces
secretario general, Vctor Chino Daz.
- 28- -
2
8
(...) saltaron la reja, levantaron a sus moradores y empezaron a revisar la casa. En
una habitacin dorma un hombre mayor, de 56 aos.
17
Cavallo, A.; Salazar, M.; Seplveda, . La historia oculta del rgimen militar. Santiago: Uqbar Editores,
2008. Pgs. 107-108.
18
As lo confirma la confesin del coronel de Carabineros, Ricardo Lawrence, al juez Vctor Montiglio:
"Recuerdo que en una oportunidad, estando en el cuartel, se present en el lugar, Casa de Piedra, el general
Augusto Pinochet quien lleg a conocer a Vctor Daz, secretario General del Partido Comunista. Recuerdo
que el general Pinochet sostuvo una reunin con Vctor Daz y trascendi que Daz le dijo que cometa un
error al meterse contra el Partido Comunista, porque ello era como tratar de vaciar el mar con un balde".
Revista El Siglo, Santiago, Chile, 5 de mayo, 2006.
- 29- -
2
9
En un certero golpe dirigido al PC, el 15 de diciembre fueron secuestrados en
distintos puntos de Santiago siete dirigentes clandestinos. Fernando Ortiz, a la
fecha el mximo dirigente del interior, caminaba junto a Waldo Pizarro por las
inmediaciones de la Plaza Egaa, en el sector oriente de Santiago. Sin enterarse
an de la detencin de sus compaeros realizada durante el da en otros puntos
de la capital, Ortiz se vio sorprendido por agentes de seguridad encapuchados que
descendieron de tres vehculos sin patente.
Luego de una golpiza en la calle, fueron subidos, junto a Pizarro, a los vehculos
de los organismos de inteligencia. Pocos das despus, su hija Estela, reciba la
confirmacin -va un agente de la DINA- de la detencin y tortura sufrida por su
padre y el lugar de su reclusin: Villa Grimaldi.
Cuando el ao se despeda con este nefasto balance y con una Junta de Gobierno
que se vea infranqueable, una buena noticia alegr a los comunistas en el
extranjero: Luis Corvaln sera liberado, intercambiado por el disidente sovitico
Vladimir Bukoski detenido en la URSS. El PC recobraba a su secretario general
- 30- -
3
0
despus de ms de tres aos de prisin. Y vivo, lo que para la poca no era algo
menor.
Al poco tiempo y a medida que van llegando los dirigentes chilenos exiliados, a
mediados de 1974 se reestructura el Comit Coordinador del Exterior. Volodia lo
encabeza, Gladys Marn se hace cargo de la solidaridad con Chile y Manuel
Cantero, miembro de la Comisin Poltica, asume la organizacin de los militantes
en exterior. Todos ellos tendran residencia en Mosc, mientras Orlando Millas, el
cuarto miembro del Comit, sera destinado a la RDA, encargado de la prensa, la
propaganda y la educacin en el exilio.
- 31- -
3
1
Las principales labores del Comit, tambin conocido como Direccin Externa,
estuvieron focalizadas en la ayuda tanto para los miembros del partido que
lograban salir del pas como para los que quedaban dentro de Chile.
Uno de los mayores problemas que debi sortear fue la comunicacin con el
interior. Luego de la cada de la direccin de Vctor Daz, a mediados del ao '76,
se hizo cada vez ms complicado informarse de la situacin que atravesaba el
pas y entregar la ayuda necesaria para el trabajo poltico interno de los militantes
comunistas.
La sede del Comit Coordinador del Exterior fue la capital de la URSS, Mosc.
All, la ayuda prestada por el PCUS fue fundamental para el establecimiento de los
miembros del partido que salan al exilio y se radicaban en Europa. La ayuda
consista no slo en dinero o un techo, sino que tambin se ofreci preparacin
terica para los miembros del partido. As abrieron sus universidades para que los
militantes comunistas en exilio siguieran estudios relacionados con el marxismo,
adems de la introduccin, incipiente pero novedosa para muchos, de
conocimientos prcticos en armas. Era el prematuro inicio de un coqueteo de aos
con los "fierros".
Crticas al PC
- 32- -
3
2
Una de las primeras crticas pblicas vino slo cuatro meses despus del golpe.
La frase de Boris Ponomariov, miembro suplente del bur poltico del PCUS y
encargado de relaciones internacionales, se repetira una y otra vez durante los
aos posteriores: "Una revolucin ha de saber defenderse", lanz Ponomariov en
enero de 1974. "Los acontecimientos en Chile -continuaba- (...) vuelven a
recordarnos que debemos ser capaces de responder con la violencia
revolucionaria a la violencia reaccionaria de la burguesa"19.
En febrero del '76, Leonid Brezhnev, entonces secretario general del PCUS (al ao
siguiente se hara nombrar Presidente de la URSS), alude directamente al caso
chileno, recalcando la crtica al PCCh. En el marco del XXV Congreso del PCUS,
seal enfticamente que la revolucin fue pillada desprevenida20.
Sin ms remedio que asumir las crticas, Teitelboim y compaa tomaban nota de
los comentarios durante las innumerables reuniones en las que se debati el caso
chileno.
19
Ponomariov, B. Conferencia de la Revista Internacional, 1974. En: Bravo, V. Rebeldes audaces. Pasajes
de la resistencia contra la dictadura en Chile. El caso del Partido Comunista (1973-1986). Tesis para obtener
el ttulo de Maestra en Estudios Latinoamericanos, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 2007. Pg.
94.
20
Ibdem. Pg. 95.
- 33- -
3
3
Brezhnev y Castro, el uso de la fuerza para resguardar sus gobiernos era un factor
central ante la amenaza de Estados Unidos, o incluso de las propias fuerzas
internas que desearan desestabilizar sus regmenes.
En la RDA
Gran parte de los que llegaron a la RDA eran militantes medios, ms algunos
miembros del Comit Central del PC, como Carlos Contreras, Julieta Campusano,
Norma Hidalgo, Carmen Pascual y Rosendo Huenumn, entre otros.
Representando al Comit Coordinador se asent en Berln Oriental Orlando Millas.
Si bien la plana mayor del PC se encontraba en Mosc, la RDA se convirti en el
epicentro de acogida, como tambin mdula de la elaboracin terica del PC.
La vida en la RDA estuvo marcada por claros y oscuros para los chilenos que
tuvieron la posibilidad de vivir su exilio ah. stos fueron recibidos con los brazos
- 34- -
3
4
abiertos y se les prest colaboracin en varios aspectos relativos a su insercin
social, laboral, ms educacin y salud, entre otros beneficios. Sin embargo,
muchos otros no se sintieron a gusto al dejar parte de las comodidades a las que
estaban acostumbrados.
- 35- -
3
5
en algunas armas bsicas, como la Kalashnikov, tambin conocida como AK-47,
el fusil ametralladora utilizado por el Ejrcito Rojo en 1949 y luego en Vietnam,
entre otros conflictos armados.
A fines de abril del '75, las puertas del internado se abran para la llegada del
mximo dirigente en la URSS del PC chileno, Volodia Teitelboim. Su llegada no
pas desapercibida para los pocos huspedes que an quedaban en el recinto. En
la recepcin, Teitelboim solicit en la cafetera la presencia de Carlos Ziga.
- 36- -
3
6
Ziga haba aceptado un cargo de confianza del PC. Se haba convertido, de
cierta forma, en el mdico de cabecera de los miembros de la Direccin y de sus
familias. En ordenadas carpetas reuna los informes de salud de todo el ncleo
familiar de los miembros de la Direccin, y con muchos de ellos lleg a establecer
relaciones de amistad, las cuales conservara por muchos aos ms.
Adems se su rol como mdico de la Direccin del partido, Ziga particip junto a
Claudio Iturra, Mario Insunza, Sergio Ortega y Mario Fleeman, en una campaa
psicolgica que tena como objetivo restarle tensin a la situacin poltica que viva
Chile durante el gobierno de la Unidad Popular. La prensa, en conjunto con la
oposicin, atacaba cada medida impulsada por Salvador Allende, mientras el PC y
el PS respondan en duros trminos21.
- Debes salir del pas, es urgente. Tienes demasiada informacin -esgrimieron los
dirigentes22.
21
Don Nica, que representaba a Jorge Alessandri sentado en un bao, fue una de sus ms recordadas
instalaciones que buscaban rerse de la campaa del terror en contra del gobierno de la UP.
22
Entrevista a Carlos Ziga.
- 37- -
3
7
direccin clandestina del PC. En noviembre se asil en la Embajada de Honduras
y en diciembre logr salir de Chile. Iniciaba as su largo exilio.
Tras casi dos aos, Carlos Ziga llegaba al casino del internado donde lo
esperaba Volodia Teitelboim. En el casino casi vaco, junto a una taza de caf
conversaron trivialidades. Pero Volodia no iba precisamente a charlar del estado
del clima. Antes de terminar su caf, le comenta:
An sin tener muchos detalles, Ziga no lo pens dos veces y acept. Antes de
finalizar mayo del '75 y a pocos das de partir rumbo a la RDA, lo visit Orlando
Millas para comentarle que su familia ya se encontraba en un heims (casa) en
Berln esperndolo. A los pocos das, Carlos Ziga se embarcaba en un vuelo
rumbo a la RDA para integrarse al que se conocera ms adelante como el Grupo
de Leipzig.
El grupo de Leipzig
23
Ibdem.
- 38- -
3
8
Dentro de todas las facilidades y ayuda prestada por el gobierno de Honecker a
los exiliados chilenos, hubo una que no pudieron rechazar: se le ofreci a los
dirigentes del PC abrir un espacio de estudio en la prestigiosa Karl Marx
Universitat (KMU) ubicada en Leipzig, una pequea ciudad del oriente de
Alemania. El objetivo era que un destacado grupo de militantes pudiera dedicarse
a estudiar el caso chileno y las razones del fracaso de la Unidad Popular en el
poder. El nombre que recibi dicho espacio fue el de Latinamaerikanseminar de la
Sektion Geschite, o Seminario Latinoamericano, y estuvo a cargo de los
profesores Manfred Kossok y Eberhard Hackethal.
Los primeros integrantes del grupo fueron Leonardo Fonseca, Carlos Maldonado,
Carlos Cerda y Jos Rodrguez Elizondo, quienes se establecieron a fines del 73
en Leipzig. El trabajo de este grupo debi ser mantenido en estricta reserva para
sus compaeros exiliados en la RDA, pues las diferencias de trato y de calidad de
vida que gozaba este grupo eran considerablemente mejores.
De cierta forma, el rol que cumpla el grupo de Leipzig era entregar antecedentes y
argumentos en sus investigaciones para que la direccin pudiera llevar a cabo las
discusiones sobre el futuro del PC y su estrategia contra la dictadura. Orlando
- 39- -
3
9
Millas, miembro del Comit Coordinacin Exterior radicado en la RDA, era el
responsable de plantear los temas que al partido le interesaba investigar.
- 40- -
4
0
3. Los combatientes internacionalistas del PC chileno
Escalera a Chile
Haca semanas que el rumor ya corra entre los chilenos exiliados en La Habana.
Para los militantes de la Juventudes Comunistas, lo militar empezaba a ser un
tema que no tan slo se oa de boca de los cubanos, en forma de duda, sarcasmo
o reproche. El reiterado por qu no se defendieron?, "cmo dejaron morir solo
a Allende?, ya era un tpico de los propios comunistas chilenos.
Fue este grupo de jvenes estudiantes, calados por las rigurosidades del exilio y la
vida caribea, quienes seran convocados a lo que ellos mismos bautizaran ms
tarde como la Tarea Militar.
- 41- -
4
1
Una tarde de abril se le avis a poco ms de 50 de ellos que deban presentarse
en el Instituto Tcnico Militar de las Fuerzas Armadas de Cuba, un antiguo edificio
con aspecto de convento. La cita era a las ocho de la maana. Sin falta, todos los
convocados se hicieron presentes.
Tras escuchar su nombre, uno a uno enfilaban hacia esa escalera que los llevaba
a otro saln ms pequeo. All se encontraban, frente a una mesa con papeles,
Orel Viciani, miembro de la Comisin Poltica del Partido Comunista, y Rodrigo
Rojas. Cuando los tenan enfrente, Viciani iba directo al grano:
24
Vidal, H. FPMR. El tab del conflicto armado en Chile. Santiago: Editorial Mosquito, 1995. Pgs. 151-
152.
- 42- -
4
2
Militantes chilenos, militares cubanos
Los primeros en ingresar a las FAR, el mismo 16 de abril, fueron los dos hijos de
la dirigente comunista Mireya Baltra, a quien el propio Fidel Castro le haba
ofrecido formarlos militarmente. Al resto de los chilenos, tras unos das, los
pasaron a recoger en un bus militar a la Universidad de La Habana, ante la mirada
extraada de los cientos de estudiantes lugareos.
En Mosc, Gladys Marn tuvo la misin de ofrecer esta "tarea especial" a los 45
militantes de las Juventudes Comunistas que estudiaban en la Universidad
Patricio Lumumba, destinada a los jvenes revolucionarios de todo el mundo. De
ellos slo nueve aceptaron, a los que se sumaran cuadros reclutados desde el
resto de Europa Oriental.
Con el transcurso de las semanas los llamados iran aumentando, debido a que la
azarosa convocatoria inicial trajo, ya desde los primeros das, varias deserciones
de las filas militares. "Estaba el desparramo", cuenta hoy uno de los provenientes
de Mosc. La disciplina, el estilo austero, el rigor fsico y sicolgico y una intensa
preparacin intelectual, pudieron ms que muchos de los aspirantes, cuyo
convencimiento original se fue convirtiendo en desgano y arrepentimiento25.
Para algunos, no tena sentido que los sacaran de las aulas para ir a formarse
militarmente. Recuerda uno de los "soviticos" que Gladys Marn les explic que
como se esperaba que las Fuerzas Armadas chilenas le delegaran el poder a la
25
Tanto Ricardo Paredes como Vasily Carrillo, que cursaron con xito la formacin, as lo recuerdan en
entrevista con los autores.
- 43- -
4
3
Democracia Cristiana, el Partido Comunista negociara "que metieran un
contingente de oficiales que se iban a formar ah, en las Fuerzas Armadas de
Chile, como veedores para que no fuera a pasar lo mismo, y que se generara una
discusin ideolgica en su interior"26.
Slo a unos pocos seleccionados de Europa se les explicaba de este modo, con
precisin, el sentido de su tarea, pues en su mayora eran dirigentes de las JJCC.
Mientras la desercin campeaba, ninguno de ellos abandon: "los soviticos no se
rinden", acuaron ellos con orgullo.
No obstante, el propio PC opt por que ningn dirigente del partido formara parte
de los reclutas, y los primeros encargados polticos del contingente no parecan
tener respuestas ante un escenario cambiante. Slo tiempo despus se gastaran
esfuerzos en convencer a los ms titubeantes para evitar el fracaso de la Tarea
Militar.
Una vez llegados, estrenando sus cortes de pelo al rape, se dividieron en dos
grupos que se formaran en tres especialidades: Infantera, Tanques y Artillera, en
26
Entrevista a Ricardo Paredes.
- 44- -
4
4
un curso especial creado para ellos para nivelar su formacin como cadetes.
Luego pasaran a un Curso de Superacin de Oficiales, que duraba seis meses.
La vida partidaria no les fue ajena. Mientras la dictadura se iba extendiendo y los
golpes de la represin continuaban, en La Habana la actividad poltica era intensa,
y los jvenes oficiales eran parte cotidiana de ella. Vestidos de verde olivo y
aprovechando los permisos ocasionales, su presencia en los actos de solidaridad,
en las reuniones de clula y en las asambleas, no pasaba inadvertida. Orlando
Millas y Volodia Teitelboim, entre otros, los conoceran personalmente durante
visitas a Cuba.
Si en Europa slo unos pocos saban de ellos, en la isla, aunque nadie hablaba
del tema a viva voz, eran parte del orgullo del exilio comunista. Sus uniformes
lavaban en parte la afrenta de la derrota. Las noches de jolgorio, al ritmo del son y
en la mano el ron, enmarcaban el cuadro de estos chilenos medio cubanos,
- 45- -
4
5
inspirados en Jos Mart, el Ch y Fidel, que lejos de estar ocultos para sus
compaeros y compaeras, compartan la educacin poltica y el frenes caribeo.
Pero por ms que se les exigiese llevar una vida como cualquier comunista en la
isla, las pocas certezas respecto de su futuro, que en un principio les inquietaban,
fueron lentamente provocando una crisis en la identidad poltica de los oficiales.
Ellos eran comunistas, sin duda, y su deber estaba con su pas. Por ello, la
pregunta obvia era cundo nos toca ir a pelear a Chile?
El Partido no tena respuesta, toda vez que ni la misma direccin saba muy bien
hacia dnde les conducira esta empresa. Aunque los mximos dirigentes no lo
reconocan, el camino en el interior se pona cuesta arriba. Hacia fines de 1976, la
cada consecutiva de dos direcciones caus una parlisis en el PC, que apenas
lograba sostenerse en pie. Menos haba tiempo para pensar en ellos, cuyo
escenario presupuestado la creacin del nuevo Ejrcito democrtico- empezaba
a diluirse.
- 46- -
4
6
Central del Partido. Cuando estaba a cargo de la revista Ramona, publicacin de
las JJ.CC., fue invitado por Jorge Klein, mdico personal de Allende, y Carlos
Toro, subdirector de Investigaciones, a integrarse al Centro de Estudios de la
Opinin Pblica, CENOP.
Una vez consumado el golpe de Estado, Contreras logr llegar a Mxico a travs
de un hermano que resida all, donde Volodia intercede con el rgimen cubano
para que lo reciban en la isla, con la misin de dar el gallito ideolgico con el MIR.
Contreras se instala en Cuba con camas y petacas, dedicndose a estudiar y
escribir artculos, siempre a la espera de algn evento que sacudiese el lento paso
del exilio.
27
Entrevista a Manuel Fernando Contreras.
- 47- -
4
7
- Vctor Daz ha pedido que vuelvas a Chile para que montes un equipo similar al
CENOP.
Por la misma fecha en la RDA, Carlos Ziga reciba una noticia similar. Al
finalizar una de tantas reuniones del Grupo de Leipzig con la presencia de Orlando
Millas, ste se acerca a Ziga para solicitarle una palabra en privado.
Nuevamente frente a un caf, Millas le relata:
Ziga pide un par de das para conversarlo con su familia, tras lo cual acepta.
Unos meses despus, en marzo de 1976, Millas le comunica que en abril saldr
en direccin a Cuba a hacer un pequeo curso de preparacin para su ingreso
junto al otro compaero solicitado desde Chile.
- 48- -
4
8
semanas alojando en secreto luego de haberse despedido de su familia y amigos
en Cuba, sin que stos supieran lo cerca que estaba.
- 49- -
4
9
Poco ms de un mes despus, ambos aprobaron sin dificultades el curso. Mataron
el resto del tiempo conversando y viendo pelculas, pero por sobre todo leyendo,
angustiados por encontrar una respuesta a la situacin del pas, como rememora
hoy Contreras.
Primero se arregl la salida de Carlos Ziga. Tenan que inventar un manto para
su entrada a Chile, que inclua un largo itinerario por medio mundo, cuya primera
escala era Mxico. Mientras estaba all, Manuel Fernando Contreras permaneci
en la casa de las cucarachas, a la espera de su momento. Sin embargo, cuando
recin haba pasado una semana, Rodrigo Rojas aparece, junto a dirigentes
cubanos, para informarle sobre la cada de Vctor Chino Daz y el resto de la
direccin.
Nada le dice sobre su ingreso; ste slo se postergara hasta nuevo aviso. Ziga
queda varado en el D.F. mexicano, mientras Contreras regresa a su hogar en La
Habana.
Pasaran algunos meses hasta que el destino de ambos quedara sellado. Rojas
se sincera con Contreras: su ingreso queda descartado, en la medida en que la
direccin del interior se est apenas rearmando. La solucin para Ziga fue ms
fcil, pues Rojas lo devolvi al Grupo de Leipzig, forzado nuevamente a la eterna
espera de un turno para regresar a Chile.
- 50- -
5
0
Inquietud en las filas
La asignacin del miembro del Comit Central, Jacinto Nazal, en 1976, como
encargado poltico de los militares chilenos en Cuba, supuso para muchos un
alivio. Los testimonios de la poca lo reconocen como el primer jefe de los
oficiales en ser capaz de aglutinarlos y prestarles las herramientas polticas para
su razn de ser. Fue secundado por un militante de origen argentino, Anbal
Mahur, quienes conformaran la direccin del Partido en la isla a cargo de la tarea
militar.
El numeroso abandono de comunistas chilenos de las filas de las FAR haba sido
contenido hacia 1978. Los que quedaban eran los ms disciplinados, a la vez que
muchos estaban convencidos de la va armada. Tras casi cuatro aos de
preparacin, varios haban alcanzado alto profesionalismo militar. De hecho, uno
de ellos recuerda que a la mayora "les hubiera gustado al volver a Chile ser
milicos.
28
Entrevista a Ricardo Paredes.
- 51- -
5
1
Sin embargo, la ausencia de un futuro claro haba generado diferencias frente a la
dirigencia del partido. La presencia de don Jacinto -como le denominaban- impuls
a algunos a ir concibiendo lo militar en conjunto con lo poltico. Dispersos en
distintas misiones a largo y ancho de la isla, reflexionaban respecto de su propio
futuro, surgan lderes entre ellos y el grupo, entre oficiales y recin llegados
cadetes, se afianzaba. Hacan seminarios informales de discusin y se planteaban
propuestas para su destino en Chile. "Estaban bastante bien formados", recuerda
un exiliado en La Habana que mantuvo permanentes debates de sobremesa con
ellos.
La disgregada legin de chilenos militares en la isla se vio las caras, como haca
tiempo no haca, un sbado de principios junio de 1979. Cada uno de ellos fue
convocado a un importante edificio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Poco
menos de cien hombres conformaban el grupo, entre oficiales, cadetes y mujeres
formadas en medicina como especialistas militares, as como una decena de
militantes socialistas de formacin paramilitar en Cuba.
No haban pasado ms de dos das entre las aulas y el entrenamiento, cuando ven
una caravana de numerosos autos aproximarse. Reunidos en una sala, observan
descender de uno de los vehculos la inconfundible talla del mismsimo
- 52- -
5
2
comandante Fidel Castro. Slo unos pocos antiguos lo conocan de sus inicios en
las academias cubanas, pero para la mayora era la primera vez que lo tenan
enfrente. Vena acompaado de Manuel Pieiro, Barbarroja, encargado del
Departamento Amrica, es decir, de los lazos internacionales del PC de Cuba.
A esas alturas, hasta el menos despierto de los chilenos ya haba cado en cuenta
del porqu estaban all: su destino era el Frente Sur. Guardando la compostura
- 53- -
5
3
para or atentos a Fidel, por dentro no podan con su jbilo. Se iban a convertir en
combatientes internacionalistas, a luchar por la causa de la revolucin, apoyando
a un pueblo que se haba alzado con las armas en contra de una dictadura; ms
similitudes con lo que soaban para Chile, no poda haber. Era el escenario
perfecto.
Por ello, cuando Fidel se retir de la sala satisfecho por la excelente recepcin de
los chilenos, stos se sentan contrariados. Por un lado, rebozaban de alegra por
la misin propuesta, pero a la vez teman que el partido no los autorizara.
Un acto solemne marc su despedida: con honores, fueron dados de baja de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, en cuyas filas se forjaron como
militares revolucionarios. Nadie se lament por ello. Las leyes de la Guerra Fra
obligaban a Cuba a ocultar su apoyo a cualquier nacin latinoamericana, sobre
todo en Centroamrica, el patio trasero de Estados Unidos.
- 54- -
5
4
Finalmente, bajo un manto de secreto para la mayora de la militancia comunista,
los primeros grupos en direccin a Nicaragua estaban listos para la partida. Eran
de alrededor de 30 a 40 hombres, de los cuales unos pocos, de tres a siete, eran
chilenos; colombianos, uruguayos, argentinos, peruanos, brasileos y otros tantos
centroamericanos conformaban el numeroso contingente de combatientes
internacionalistas en apoyo a la revolucin nicaragense. Inclusive, algunos
chilenos civiles en Cuba recibieron una breve instruccin para volar rpidamente a
aquel pas.
Ataviados con una pequea maleta, los chilenos partan desde Punto Cero, en La
Habana, repartidos en grupos multinacionales, rumbo a Ciudad de Panam. All se
perdan en un viaje clandestino cuyo destino no era otro que el Frente Sur
Benjamn Zeledn.
El desarrollo del combate hizo que el Frente Sur, muy a pesar de los inexpertos
compas -como se decan los sandinistas-, pasara de una guerra de guerrillas a
un combate regular, ms apto para un militar formado acadmicamente que para
un campesino convertido en guerrillero.
- 55- -
5
5
El primer contingente de comunistas en llegar al frente de combate estaba
compuesto por unos 14 hombres. Sin embargo, poco menos de una decena de
compatriotas socialistas y miristas, los mismos con quienes compartieron techo
cuando Fidel Castro les anunciara su viaje a Nicaragua, se les haban adelantado
unas semanas.
En los montes del suroeste nicaragense se empez a or, por esos das, el
murmullo de una tal Radio Mosc, transmitiendo el programa Escucha Chile. Eran
los chilenos pegados al aparato en medio de las batallas. Fueron 76 combatientes
que aunque llegaron empaquetados, impecables en su verde olivo, terminaran
exhibiendo desaliados uniformes, a la usanza de sus pares nicaragenses.
Durante los ltimos das de junio, ambas fuerzas intentaron ofensivas sin xito,
permaneciendo en estado de alerta. Recin hacia el 10 de julio, la Guardia
Nacional comenz un fuerte ataque terrestre y areo, quizs el ms potente desde
el inicio de la batalla en la zona. Lograron que los sandinistas retrocedieran,
intentando restablecer la defensa. Los das siguientes, bajo la lluvia de proyectiles,
atestiguaran la mayor cantidad de muertes del contingente internacionalista, as
como el surgimiento de combatientes que destacaron en la lucha.
- 56- -
5
6
De los casi 80 chilenos del contingente internacionalista, tres falleceran en tierras
centroamericanas. El primero de ellos sera el estudiante de medicina y experto en
artillera, Days Huerta Lillo. Ingres a las FAR con el primer grupo. En su puesto
de combate explot una municin enemiga a su lado, matndolo casi
instantneamente. Fue el 26 de junio. Sera el nico en ser enterrado, con
honores, en el Frente Sur, en la Loma 55 o de los Palos Quemados, cubierto con
la bandera de Chile y la rojinegra del FSLN.
Acto seguido, en otro frente de combate, Edgardo Payo Lagos cay gravemente
herido por esquirlas de fuego enemigo. Durante das luch en un hospital de Costa
Rica, sin xito. Tras la victoria sandinista, un tercer chileno, de apodo
Cachencho, morira en un accidente de trnsito. Hubo pocos heridos que
lamentar y casi ninguno con consecuencias graves.
Por entonces, el que se eriga como el lder de los oficiales comunistas era Sergio
Galvarino Apablaza Guerra, "Salvador". Tena 28 aos y era uno de los mayores
del grupo. De origen humilde, fue el nico de sus cinco hermanos que pudo entrar
a la universidad. Siendo estudiante de Pedagoga en Qumica ingres a las
Juventudes Comunistas en 1968, como parte de esa generacin marcada por la
impronta de Allende.
El golpe trunc sus estudios y en mayo del '74 fue detenido, permaneciendo as
por meses: estuvo en Londres 38, el Estadio Chile, la Crcel Pblica, la ex
Penitenciara y Tres y Cuatro lamos. Con la visita aquel ao de Amnista
Internacional, fue convidado a salir voluntariamente de Chile, pero tal como se
haba instruido a los militantes comunistas, se neg. El pasaporte marcado con
una "L" signific su expulsin del pas, el 5 de septiembre, junto a su mujer y dos
hijas.
- 57- -
5
7
Tras su arribo a Panam junto a 125 compatriotas, solicit y recibi asilo en Cuba,
sin prever que terminara egresando de comandante de las FAR y que, incluso,
sera nombrado miembro del Comit Central del Partido Comunista chileno poco
antes de viajar a Nicaragua.
Caravana de la liberacin
29
Testimonio de Carla Pellegrin Friedman, en FPMR. Recuerdos del Futuro, DVD, s/f.
- 58- -
5
8
Felices comenzaron a aparecer los lugareos y los combatientes, las madres, los
nios y los ancianos, todos formando una numerosa caravana. Nadie tema
ataques enemigos. Desperdigados, los chilenos observaban la alegra de un
pueblo que se liberaba, que les agradeca con alimentos y una sonrisa en el
rostro. Organizaron la marcha hacia Managua, capital de Nicaragua, recogiendo
armamentos y planificando una retaguardia, "por si las moscas". Eran quienes
mantenan la compostura, pues los nicaragenses corran a ver a sus familiares
vivos, a examinar si sus casas estaban derruidas.
Un testimonio del paso de los chilenos por el Frente Sur quedara grabado en una
placa de bronce, en la Loma de los Palos Quemados, a los pies de la tumba de
Days Huerta. sta reza: El combate del pueblo chileno se hermana con el de los
pueblos de Amrica Latina que enfrentan al opresor comn: el imperialismo
- 59- -
5
9
norteamericano. Homenaje a los Internacionalistas chilenos cados en la guerra de
liberacin de pueblo nicaragense. 1982. FSLN30.
La nueva tarea
Tras los primeros das del triunfo en Nicaragua, el ejrcito sandinista rpidamente
debi desperezarse y asumir la reconstruccin del pas. Por su lado, los chilenos,
con slo un mes en tierras centroamericanas, ya se haban convertido en
veteranos de una guerra exitosa, y se haban ganado el respeto de sus pares
nicaragenses. Sin embargo, aunque haban liberado a un pueblo, no era el suyo;
aunque estuvieran participando en la construccin de un ejrcito democrtico y
popular, no era en Chile. Seguan teniendo una tarea pendiente.
30
Vidal, H. FPMR Op. Cit. Pgs. 166-167.
31
Iskra se denomin a uno de los primeros peridicos fundados por Lenin en su camino a la revolucin
sovitica. Fundado en abril de 1900, en su epgrafe se lea: de la chispa brotar la llama. Walter, G. Lenin.
Mxico D.F.: Grijalbo, 1959. Pg. 82.
- 60- -
6
0
General, apareciendo en una ocasin en pblico junto al general panameo Omar
Torrijos32.
Algunos afirman que esta segunda generacin result mejor formada en las lides
militares, ya que las condiciones eran mucho ms duras. A muchos, como afirma
Pedro, un ex combatiente, les toc dos aos! estar metidos en esa mierda, a
diferencia del mes que combatieron los hroes, como con irona recuerda hoy33.
32
Ortega, J. La historia indita de los aos verde olivo. La Tercera, Santiago, Chile, 2001. Recurso
electrnico, disponible en: http://www.cubaencuentro.com/es. Consultado el 15 de enero, 2010.
33
Segn muchos que vivieron la experiencia, la novela Piel de lluvia de Galvarino Melo, tambin
combatiente de Nicaragua, relata con fidelidad la vivencia de quienes combatieron a la Contra. La historia
narra la experiencia de un compaero de armas de Melo, aparentemente durante 1984. Melo, G. Piel de lluvia.
Santiago: Mago Editores, 2005.
34
Entrevista a Ricardo Paredes.
- 61- -
6
1
Mientras cientos de militantes se adiestraban en Europa, el ingreso de jvenes a
las academias militares de Cuba no se detuvo durante la dcada de los 80. A esta
modalidad de enseanza, de formacin militar regular, se le sum la formacin
paramilitar, a cargo del Ministerio del Interior, en cursos ms breves de diez a seis
meses. Bajo ambas modalidades, se fueron formando los cuadros necesarios para
introducir la lucha poltico-militar en Chile.
Jacinto Nazal sigui siendo su encargado poltico, pero no por mucho tiempo.
Como representante de las directrices del Partido, se enfrasc permanentemente
y a pesar de sus buenas relaciones- en discusiones con los militares, en
particular con Salvador, que demostraban su disconformidad con el trabajo poltico
dirigido hacia ellos, carente de directrices y definiciones partidistas, adems de la
negativa para su ingreso a Chile. Pero a don Jacinto, derivado as en una suerte
de chaleco antibalas de la Direccin del PC, le preocupaba otra cosa: a su juicio,
la indecisin por parte de la Comisin Poltica llevara a los muchachos "directo al
matadero", como sola decir. Slo el tiempo juzgara sus aprensiones.
- 62- -
6
2
En paralelo a la intensa historia militante de este grupo de chilenos en Cuba, otros
30 compatriotas vivan una experiencia similar en la Europa del Este. Aos
despus, la isla caribea juntara sus caminos.
De un salto al exilio
En una sala donde el peridico El Siglo apilado serva como superficie para dejar
tarros de pintura y tazas de caf, un joven echado en el suelo coloreaba un largo
papelgrafo. Al verlo, interrumpi su labor para inquirir al recin llegado:
Apenas alcanz a esbozar una negativa que explicara su presencia en la sede del
Partido cuando, sin siquiera pensarlo, entre brochazos y consignas polticas
desparramadas en el papel, comenz su formacin. El novel militante de las JJCC
era Julio Csar Quiroz.
- 63- -
6
3
Quiroz sigui el itinerario de un joven comunista ms. Fue encargado estudiantil
en su colegio y en la campaa de Salvador Allende del ao 1969 sera uno de los
tantos militantes de base que colaboraron pegando afiches y rayando muros. El 11
de septiembre de 1973 lo sorprendi durmiendo en la sede del PC en Los
ngeles. Temprano por la maana lleg su hermano mayor, Vctor, primer
militante comunista de su familia, a despertar a los moradores de la sede, quienes
desconocan lo que ocurra en Santiago y Valparaso. Seriamente, el hermano de
Csar inform sobre el inminente golpe de Estado y la llegada del Presidente
Allende a La Moneda para defender del gobierno. Quiroz recuerda con claridad la
recomendacin de Vctor al ver cmo los militares detenan a un compaero:
- Hermanito, esta hue es fascismo. As que usted sabe a donde tiene que ir. Nos
vemos -. Un abrazo sell su cario y caminaron en direccin opuesta.
- 64- -
6
4
Una vez en la capital de la URSS, a fines de 1976, y luego de haber estudiado en
la Escuela Superior del Konsomol Leninista de la Union (BLKCSHA) con decenas
de compatriotas chilenos, se le acerc el to Alberto, miembro de la Direccin del
PC, a hacerle un ofrecimiento que cambiara para siempre el destino de su vida.
La habitacin de Quiroz fue el escenario de la conversacin.
As sell su ingreso a la tarea militar el joven que haca menos de ocho aos haba
iniciado, arrastrado por la curiosidad, su militancia en las filas de las Juventudes
Comunistas. De los 15 estudiantes chilenos en la URSS a quienes se les realiz el
ofrecimiento, slo tres aceptaran.
35
Entrevista a Csar Quiroz.
- 65- -
6
5
preparacin un selecto grupo de 30 estudiantes chilenos. Antes de llegar a la
formacin estrictamente militar, deban rendir un curso de idiomas y otras materias
que duraban un ao en una escuela dependiente del Ministerio de Educacin
blgaro. En este edificio compartan con estudiantes de todo el mundo que
llegaban a Bulgaria a seguir sus estudios acadmicos. El manto o leyenda de los
chilenos, que permita ocultar su verdadero objetivo, era el posterior estudio de
Agronoma en diferentes universidades blgaras.
Suecia, Rumania, Hungra, Alemania e Italia era el origen de la mitad del grupo de
chilenos exiliados antes de encontrarse en Bulgaria. La mayora de ellos sali
junto a sus familias producto de sus antecedentes comunistas. La otra mitad del
grupo que integraban 30 chilenos, eran jvenes que salieron el ao 72 de Chile
producto del Convenio CUTGobierno para estudiar maquinaria agrcola en la
Unin Sovitica. Zaparoshe y Volgograd fueron las ciudades que acogieron a los
chilenos que deban formarse como tractoristas para volver a trabajar algn da a
los campos del centro y sur de Chile. Todos eran hijos de militantes del partido,
comuneros de centros de produccin agrcola que vivan en asentamientos
campesinos. Aos ms tarde, los jvenes tractoristas no dudaron en aceptar la
misin ofrecida por miembros de la direccin del partido y embarcarse a Bulgaria
para proseguir su formacin entre maquinarias y fierros.
- 66- -
6
6
Corra el mes de junio de 1978 y, una vez finalizado el curso que dej a los
agrnomos con una base que les permita desenvolverse sin mayores problemas
en lengua blgara, los jvenes partan en tren rumbo a Veliko Tarnovo, ciudad
ubicada el norte de Bulgaria, a 250 kilmetros de Sofa. La Escuela Vasil Levski,
que deba su nombre a un revolucionario blgaro de mediados del siglo XIX, abra
sus puertas para recibir a los nuevos huspedes. Dejando atrs su manto de
agrnomos, los nuevos visitantes ocuparon las piezas de la escuela y ordenaron
sus pertenencias. Pocos das antes de su ingreso a la academia, el 18 de julio del
'78, entre empanadas, vino tinto y guitarras, firmaron su ingreso tambin al partido.
- 67- -
6
7
Pero hubo una persona que logr crear un lazo mucho ms estrecho con los
militantes que se formaban en Bulgaria. Carlos Toro, ex subdirector de
Investigaciones durante el gobierno de Salvador Allende, se vincul ms all de un
mero contacto formal con los jvenes estudiantes, logrando establecer una
cercana emocional con los muchachos. El general fue el apodo que se gan
Toro debido a los honores militares de dicho rango con el que reciban en la
escuela blgara al dirigente comunista. Era un tipo extraordinario, tenamos una
relacin muy buena, muy estrecha, recuerda hoy Quiroz.
Alicia va en el coche
Corra el mes de agosto de 1981 y luego de tres aos de una exigente y rigurosa
formacin militar, quienes ingresaron como simples jvenes con el sueo de algn
da volver a su pas a luchar contra la dictadura, hoy estaban prontos a graduarse
como tenientes del Ejrcito Blgaro. El regreso a Chile ya no era tan slo un
anhelo.
Fiel a la tradicin marcial, la graduacin de toda escuela militar deba ser coronada
con un ejercicio de gran envergadura que extremara al mximo la resistencia de
sus hombres. 1981 no era un ao cualquiera para Bulgaria. Exactamente 1.300
aos antes se haba formado el Estado blgaro, por lo que dicha generacin de
egresados tuvo el privilegio de ser llamada los Asparujvsi, en honor a Khan
Asparujov, fundador de Bulgaria. Veintiocho chilenos dos desertaron antes de
finalizar su formacin- tenan el honor de pertenecer a una generacin histrica de
militares egresados de las escuelas blgaras. Para lograr con xito su graduacin
militar, deban recorrer poco ms de 200 kilmetros en cuatro das. Desde Veliko
Tarnovo hasta Pliska, a travs de Los Balcanes, tuvieron que marchar los 28
chilenos que aspiraban a lograr su grado militar de tenientes, soportando el fro y
los nevazones que impedan ver ms all de 10 metros.
- 68- -
6
8
Tras finalizar la terrible marcha, la treintena de jvenes se sum al epicentro de la
ceremonia. Las miradas concentradas y los rostros que transmitan el pundonor y
el honor de seguir la marcha, fue interrumpido abruptamente. El silencio de la
montaa, donde el sonido de la bota hundindose en la nieve era el nico
acompaante, fue invadido por el estruendo de un helicptero. Sobre las alturas
de los Balcanes emerga el aparato, desplegando a tierra una escalera de
cuerdas.
- 69- -
6
9
necesario para organizar los cnticos que animaran la marcha. El grupo reunido
comenz nerviosamente a analizar la situacin. Y que hue hacemos?.
Gustavo propuso inmediatamente el himno de la Fuerza Area chilena. Pero
se te lo sabs vos no ms poh, evidenci un compaero. Otro, ms inmiscuido
en la cultura cubana, propuso cantar el himno revolucionario del 26 de julio,
aniversario del Asalto al Cuartel Moncada. Pero ste tambin te lo sabs vos no
ms poh, huevn. Y el resto qu hacemos?.
Al momento en que daban los primeros del paso, una voz de los cubanos da la
orden. Uno, dos, tres!. Veintiocho voces afinadas y respetando el riguroso ritmo
marcial entonaron: Yo quisiera ser un pato/ y tener una laguna/ de vino blanco/ de
vino tinto/ de chicha baya/ de Curacav/ toooma, toma, toma toma toma toma
toooma.... Las miradas cmplices de los chilenos acusaban el xito de la
improvisacin, con una cancin tradicional propia de la VI regin.
Sin mediar coordinacin alguna, una vez finalizada La cancin del pato, una voz
emergi entre los cubanos para anunciar la segunda cancin., Nuevamente el
tono marcial era la caracterstica: Alicia va en el coche, caroln!/ Alicia va en
coche, caroln!/ a ver su pap caroln cacao leo lao!. La marcha encabezada por
un grupo de militares cantando empez a contagiar a los blgaros, que sin
entender espaol, empezaron a tararear y a finalizar los coros, en la medida que
podan imitar los sonidos que una treintena de chilenos entonaban en las alturas
de los Balcanes.
- 70- -
7
0
Al repertorio siguieron Un elefante se balanceaba y algunas canciones ms
propiamente revolucionarias como Montaas y praderas y otros temas conocidos
de la Guerra Civil Espaola. No nos podan callar, recuerda Csar Quiroz. Al
finalizar la marcha, un agradecido ministro de Defensa se acerc fraternal a los
cubanos y les agradeci: Yo haba escuchado canciones revolucionarias de
varios pases del mundo, pero la verdad es que stas me han dejado maravillado.
La decisin baj rpido desde las cpulas del PC. Los militares blgaros no
podan quedar a la deriva, por lo que apenas graduados, les lleg la oferta:
incorporarse a la vida partidaria en Cuba como oficiales. Esa vida no les era ajena.
Durante su formacin, reciban permanentemente revistas y documentos desde la
isla y saban con detalles, de boca del miembro de la direccin, Rodrigo Rojas, del
contingente preparado en aulas militares igual que ellos. Del grupo original, ocho
rechazaron la propuesta; seguiran su destino en el viejo continente.
Pero los blgaros debieron lidiar adems con un trato condescendiente de parte
de sus compatriotas, quienes los acusaban de pendejos por no haber ido a
combatir a Nicaragua. Lo que desconocan era que 21 de los blgaros haban
enviado una carta en 1979 pidindole permiso a Luis Corvaln para incorporarse a
la guerra de liberacin sandinista, sin saber que sus pares en Cuba estaban
siendo enviados con esa misin. El partido les neg la peticin, arguyendo que
deban terminar la tarea encomendada en Bulgaria.
- 71- -
7
1
La tensin fue una constante entre los dueos de casa y los recin llegados
blgaros. Al ncleo de confianza instalado entre Cuba y Nicaragua slo se
incorporaran unos pocos, mientras el resto qued a medio camino entre la lealtad
al partido y la integracin a los oficiales. Quien s se integrara de lleno a este
crculo de hierro fue Jos Valenzuela Levy, Rodrigo, uno de los militares ms
destacados de la preparacin blgara. Por su capacidad y voluntad de trabajo,
rpidamente fue valorado por los oficiales, lo que le valdra aos despus altas
responsabilidades en la tarea militar en Chile.
- 72- -
7
2
4. El embrin de la Poltica de Rebelin Popular
Tensiones en Leipzig
Con expectacin fue recibida la reunin por los miembros del grupo. Lo que ellos
no saban es que uno de los informes y las conclusiones all obtenidas haban
causado resquemor en la Direccin Exterior y que el encuentro no se dara como
ellos esperaban.
La reunin se realiz en una amplia casa en medio del bosque en las cercanas de
Berln. Por la Direccin del PC llegaron Jorge Insunza, Rodrigo Rojas, Manuel
Cantero y Orlando Millas.
En uno de los descansos de la reunin, Rodrigo Rojas separ del grupo a Carlos
Ziga, al momento encargado poltico del Grupo, y preocupado le manifest:
- 73- -
7
3
- No ocurre nada Rodrigo, nada le dijo Carlos Ziga-. Nosotros estudiamos el
tema, hemos reflexionado estos problemas y les decimos la verdad de lo
estudiado. Es lo que pensamos36.
Orlando Millas, enfurecido, se par frente al grupo para rebatirlo. Argument que
en Chile la situacin no daba para ms y que la UP se acababa de reunir hace
pocos das en Mxico, que estaba viva, por lo que se poda augurar una pronta
derrota de la dictadura. Tras esta acalorada intervencin se dio por terminado el
encuentro.
En las cercanas de Berln, tras una larga jornada de exposicin de sus posiciones
y planteamientos, la recepcin de Luis Corvaln no pudo ser peor:
Sin tener donde esconderse de los retos de Luis Corvaln, los miembros del grupo
de Leipzig escucharon incmodos la recriminacin. La interrupcin del mozo del
lugar poda ser su salvacin.
36
Entrevista a Carlos Ziga.
37
Ibdem.
- 74- -
7
4
- Espero no molestar, pero la cena esta servida -dijo el garzn intentando quebrar
el hielo de la situacin.
Sin mediar reflexin, y para ahondar la tensin del momento, Corvaln espet
desde su asiento:
Sin embargo, y a pesar de las limitaciones a su labor intelectual, haba algo que
Corvaln no poda detener: se anidaba en los exiliados chilenos un sentimiento de
molestia, la necesidad de exigir respuestas, de buscar alternativas ante la
pasividad de la dirigencia comunista. El partido estaba alicado. Era un elefante
que se mova con una lentitud horrible en un tiempo marcado por el radicalismo.
Se manejaba con una lentitud pavorosa, desde un defensismo absolutamente
necio38, recuerda crticamente un militante exiliado en Alemania.
El equipo de Rodrigo
38
Entrevista a Carlos Ziga.
- 75- -
7
5
Al poco tiempo de instalados en el exilio, los dirigentes comunistas determinaron
que era necesario reestablecer en el exterior su aparato de inteligencia para
ayudar a la recomposicin del partido al interior del pas. El periodista Rodrigo
Rojas, como miembro de la Comisin Poltica del PC y recientemente llegado a
Berln desde Cuba, sera el encargado de seleccionar a la gente necesaria para
hacerse cargo de dicha tarea en el exilio. Rojas haba sido parte fundamental de la
incorporacin de jvenes militantes comunistas a las FAR, por lo que esta tarea le
calzaba a la perfeccin. Era el hombre del maletn, muy discreto, muy inteligente,
era la persona idnea para hacerse cargo de las tareas de inteligencia39, recuerda
un integrante del Grupo de Leipzig.
La tarea del grupo consista en mantener la comunicacin entre los dirigentes del
interior y el exterior, entregar dinero en Chile, elaborar el trabajo conspirativo y
reclutar militantes para el aparato militar. Adems, sus integrantes se dedicaron a
procesar informacin proveniente de Chile a travs de cartas o de exiliados y as
realizar informes sobre la realidad interna.
Los miembros del equipo de Rodrigo, el aparato de inteligencia oficial del PC,
eran, adems de Rodrigo Rojas, Rubn y Roberto, quienes trabajaron en
labores de inteligencia previas al golpe militar y luego de ste se dedicaron a la
39
Ibdem.
40
Stasi era el acrnimo del Ministerio para la Seguridad del Estado, servicio de inteligencia de la Repblica
Democrtica Alemana, homloga a la CIA de EE.UU. o la KGB de la URSS.
- 76- -
7
6
labor de sacar gente del pas. A ellos se sumara Manuel Fernando Contreras, el
ex integrante del Centro de Estudios de la Opinin Pblica (CENOP).
La casa o ms bien palacio donde estaban ubicados, albergaba las oficinas de sus
siete miembros.
Aqu haba una caracterstica que se nos otorg a nosotros. A nuestra casa en
Berln no poda llegar nadie, ni siquiera Corvaln si no lo autorizbamos nosotros
(...) No llegaba absolutamente nadie. A ese local el nico hombre de la direccin
del partido que lleg fue el que era encargado militar en ese entonces y que nunca
se meti en lo nuestro, que fue Vctor Cantero41. El nico y porque nosotros lo
autorizamos, recuerda Manuel Fernando Contreras, demostrando el poder que
posea dicho grupo dentro del PC.
El Pleno de Mosc
La celebracin del primer Pleno del Comit Central tras el golpe militar, despus
de cuatro aos del ltimo pleno realizado en el ocaso del gobierno de Allende,
tena una connotacin especial. Por una parte, era la oportunidad de hacer el
balance de los errores cometidos en el pasado y, por otra, de delinear las
posibilidades a futuro para acabar con la dictadura.
41
No confundir con Manuel Cantero. Ambos, Vctor y Manuel, eran por entonces miembros de la Comisin
Poltica del PC.
- 77- -
7
7
Las expectativas eran grandes no slo en su entorno, en tanto los dirigentes
comunistas en el exilio saban que sus pares de la URSS y la RDA estaran
atentos a cada palabra que se expresara ah. Pesaba ms la ansiedad de los
propios militantes, los que por fin podran canalizar aos de angustia luego de la
aplastante cada de la Unidad Popular y la vvida experiencia de la persecucin
dictatorial. Los presentes deban demostrar que de los aos de exilio y el anlisis
de los errores del pasado haban sacado algo en limpio.
En el informe al Pleno aparece una tesis que sera fundamental en los anlisis
posteriores, y que asoma como el primer indicio de la dirigencia comunista del
reconocimiento de los errores y las causas de la derrota:
- 78- -
7
8
tarea de todo el partido y por tanto de dominio de sus organismos y
cuadros"42.
42
Partido Comunista. Informe al Pleno del Comit Central, agosto 1977. En: lvarez, R. Desde las
sombras Op. Cit. Pg. 159.
43
Corvaln, L. De lo vivido y lo peleado Op. Cit. Pg. 249.
- 79- -
7
9
escasa capacidad de maniobra demostrada en los ya casi cinco aos despus de
ocurrido el golpe militar.
Tras las largas jornadas de estudio y al retirarse el resto de los integrantes del
grupo, Ziga y Palma hicieron habituales las conversaciones en el piso 21 de la
casa central de la Karl Marx Universitat, donde pasaban gran parte del da. Ah
conversaban durante horas sobre la situacin y sus posibles salidas.
- 80- -
8
0
compaero que despidi a otro, que sala del pas, con estas palabras: 'Dales
saludos a los viejos, pero diles que la pelea esta aqu'"44.
Una labor de apoyo al trabajo del Equipo de Berln encargada a Carlos Ziga
hara que se reuniera nuevamente, luego de su estada en La casa de las
cucarachas, con Manuel Fernando Contreras. Ah, retomaron esas largas
conversaciones de clidas noches caribeas, donde criticaban la pasividad del
Partido y de sus dirigentes.
44
Corvaln, L. Santiago-Mosc-Santiago. Dresdeb: Verlag Zeit im Bild, 1983. Pg. 60.
- 81- -
8
1
5. El lento despertar del interior
Los golpes devastadores sufridos por el aparato clandestino del Partido Comunista
en Chile durante 1976, le significaron el ms fuerte repliegue desde el golpe
militar. Descabezado, herido y cada vez ms disminuido, los aos posteriores
sirvieron para revertir este duro escenario y resituar al PC en la escena poltica.
- 82- -
8
2
Hacia la primavera de aquel ao, el grupo de Teixier entreg la jefatura provisoria
a manos de Nicasio Faras ("Hctor"), Cifr Cid ("Mariana") y Guillermo Teillier
("Jos"). A pesar de recibir un partido sin financiamiento alguno (cortadas las
relaciones con su smil argentino), su tarea fue continuar con su subsistencia,
reorganizando la estructura interna y afinando los aparatos de seguridad y
clandestinidad.
As, el '77 fue el ao de los funcionarios, militantes que sin siquiera pertenecer al
Comit Central fueron capaces de mantener vivo a un agonizante PC. De hecho,
corra en aquellos das el comentario de que "el cambio de equipos de Direccin
del PCCh los decida la DINA"46. Con todo, las condiciones estaban dadas para la
"Operacin Retorno".
45
En rigor, corresponda que a la direccin la escogiera el Pleno del Comit Central, condicin imposible de
cumplir dada la dispersin y el exilio de sus miembros.
46
lvarez, R. Desde las sombras Op. Cit. Pg. 152.
- 83- -
8
3
Este sombro escenario fue haciendo cambiar el temple militante. Los primeros
aos eran de resistencia, a la espera de que los vaticinios de la sacrosanta
direccin del PC sobre la cada "inminente" del rgimen se cumplieran. Pero esta
inminencia se volva eterna. Era muy distinto decir "Pinochet caer" desde las
comodidades del exilio, que creerlo sinceramente bajo las duras condiciones del
trabajo clandestino.
Las condiciones de ac eran terribles, resume hoy un ex militante, haba que ser
muy huen para no darse cuenta que si no te agarrabas con los milicos no ibas a
cambiar nada (). Salas a pegar propaganda, te agarraban y te pasaban la
cuenta. Entonces, hay que salir con alguien que vaya con un fusil o con una
pistolita, y la situacin va obligando al PC a que cada vez ms vaya agudizndose
en las formas de lucha, acercndose ms a la va armada47.
Acciones aisladas de este tipo se repetan a lo largo del pas. Eran su nica
alternativa: Para nosotros se nos haca casi imposible desarrollar formas
47
Entrevista a Ricardo Paredes.
48
Testimonio en Bravo, V. Rebeldes audaces Op. Cit. Pg. 224.
- 84- -
8
4
tradicionales de lucha, afirma otro ex comandante rodriguista, uno poda predicar
todos los das que vamos a ir al paro nacional, pero con qu ropa. Vivamos del
pequeo incidente, de la ancdota, tambin muchas veces transformada en
mito49.
Reaparece el PC
49
Entrevista a Martn Pascual.
- 85- -
8
5
Central Nacional de Operaciones, CNI, dependiente del Ministerio del Interior, que
reemplazara a la cuestionada DINA50.
Hasta la Iglesia demostraba una actitud combativa. Nicasio Faras recordaba una
ocasin en que militantes de base le contaron que, en una parroquia, unos
sacerdotes les espetaron: "miren, ustedes los comunistas se quedaron atrs,
estn muy a la 'cola' de nosotros'. Ellos les preguntaron 'cmo vamos a estar a la
cola de ustedes?'. 'Ustedes se quedaron atrs -repitieron los curas- vean los
documentos del Concilio Vaticano II y Medelln y van a darse cuenta que estn
atrs'. En uno de esos documentos se plantea que cuando estn cerrados todos
los caminos, es necesario el enfrentamiento"51.
La direccin interior tomaba nota y haca suyos estos llamados. "Lo decisivo es la
lucha de masas", anotaban en una declaracin de julio de 1978, "principalmente
de la clase obrera que se ha convertido en el centro de la resistencia a la
dictadura"52.
Para esto, los comunistas desde Chile comenzaron a pujar al exterior para
convencerlos de que la distancia les nublaba la vista, forma elegante de criticar su
inmovilismo -aquel que tanto exasperaba tambin a los oficiales chilenos formados
en Cuba-, y que la va era otra.
50
La CNI se creaba para lavar la imagen del rgimen en tiempos en que sufra las repercusiones del asesinato,
en la ciudad de Washington DC, del ex ministro de la Unidad Popular, Orlando Letelier.
51
lvarez, R. Desde las sombras Op. Cit. Pg. 172.
52
Revista Principios, Santiago, Chile, 27 de julio, 1978. Pg. 39.
- 86- -
8
6
"Operacin Retorno"
Pero a Marn eso no le bastaba. Ya desde 1976 vena presionando por retornar al
interior, convencida de que la verdadera lucha estaba ah y no bajo el fro techo de
la URSS o de Berln Oriental. La cada de las dos direcciones interiores aquel ao
disminuy an ms sus posibilidades frente a los tradicionales dirigentes, que
consideraban un suicidio su regreso a Chile.
- 87- -
8
7
mismo Orlando Millas recordaba haberle escuchado a "Roberto", por vez primera,
la idea de una rebelin popular de masas53.
Los arduos debates derivaron en una estrecha votacin que dio el vamos al
retorno de Marn, quien movi rpido los hilos y se rode de gente de confianza
que la acompaara en su regreso. El tambin miembro de la CP, Manuel Cantero,
sera su principal compaero. Ambos, residentes en la capital de la RDA,
recibieron una serie de cursos breves de inteligencia tanto en las calles de Berln
como en las de Mosc, con una Gladys convaleciente tras una operacin a la
vescula como parte de su transformacin fsica.
De este modo, en febrero de 1978, Gladys Marn regresa a Chile tras cuatro aos
de exilio, ingresando por el Paso de los Libertadores como ciudadana espaola,
53
Millas, O. La alborada democrtica en Chile. Memorias. Volumen IV. Una digresin 1957-1991. Santiago:
Ediciones CESOC, 1996. Pg. 155.
- 88- -
8
8
entrenada en sus modismos y su historia, "llena de aparatos en la boca, en la
cara, para desfigurarme, con postizos en las caderas, con postizos en los senos
para verme ms gorda", recordaba aos despus54.
Cuando pareca estar todo en orden -en otro golpe de gracia para el grupo de
Faras-, a mediados del 78 las funciones directivas fueron traspasadas a los
recin llegados, quienes, junto con Riquelme y Azcar, formaran el definitivo
equipo de direccin interior (EDI). Con el correr del tiempo, seguiran llegando
otros prominentes nombres del Partido, como Hugo Fazio y Mario Navarro.
54
Marn, G. La vida es hoy. Santiago: Editorial Don Bosco, 2002. Pg. 143.
- 89- -
8
9
Mientras en Chile los pobladores y militantes iban ganando confianza en su lucha
contra Pinochet, a miles de kilmetros de distancia, en Leipzig, comenzaban a
gestarse las bases tericas de lo que sera la Poltica de Rebelin Popular de
Masas.
55
Mientras unos reflexionaban sobre cmo superar el momento histrico, otros miembros del grupo de
Leipzig pensaban en su retiro. Jos Rodrguez Elizondo sali al poco tiempo de Leipzig y se desvincul
rpidamente del Partido Comunista. En 1986 ya oficiaba como Director del Centro de Informacin de
Naciones Unidas en Espaa para luego, una vez finalizada la dictadura, incorporarse a las filas de la
Concertacin de Partidos por la Democracia, como director de Asuntos Culturales e Informacin del
Ministerio de Relaciones Exteriores, y luego embajador de Chile en Israel. Carlos Cerda, por su parte, se
doctor en literatura en la RDA y se dedic a su pasin narrativa. Morir en Berln es el nombre de la novela
que narra su experiencia de exilio en la RDA, que lo llev a consolidarse como uno de los grandes escritores
chilenos de fin de siglo. Fallece en 2001.
- 90- -
9
0
En dicha reunin por primera vez se habla de la perspectiva insurrecional que el
PC deba adoptar como poltica contra la dictadura de Pinochet. Las primeras
explicaciones y acercamiento al concepto era algo parecido a una idea de huelga
general armada, segn recuerda uno de sus asistentes. El grupo convers
durante largas horas sobre el problema, pero esa charla no sera una de las tantas
donde se dedicaron a criticar pasivamente a la dirigencia exterior.
Discutimos cmo hacerlo para adelante, cmo seguir con esto y dijimos: bueno,
aqu hay dos caminos, uno que nosotros vamos a elaborar, de pensamiento ms
preciso desde el punto de ver las cosas. Hay cosas que ya sabemos, que hay
cambios, cambios profundos, la dictadura se prolonga y no basta con los medios
tradicionales (...) Ah iniciamos el germen de una fraccin de pensamiento y
accin, recuerda Carlos Ziga.
- 91- -
9
1
mstica, devolverle la dignidad en nombre de los torturados y desaparecidos: era
necesario tocarle el poto a la dictadura, recuerdan sus promotores.
El mrito de la elaboracin terica de este grupo fue que pudo captar esa
subjetividad partidaria existente en el interior y recuperar la mstica militante tan
vapuleada por los primeros aos de dictadura. El desafo sera convertir el
desnimo en manifestacin concreta de repudio contra la dictadura. Haba que
revertir el estado de nimo de las masas.
- 92- -
9
2
6. Todas las formas de lucha
El exterior no se convence
Las intenciones del alto mando comunista de dar curso al Frente Antifascista
tuvieron incluso un captulo desesperado, al dar a conocer un texto que, en los
crculos internos, se conoci como el sacrificio histrico, para parangonar la
expresin del compromiso histrico italiano, en que el Partido Comunista
reconoca el mejor derecho de que la Democracia Cristiana designara al conductor
de la transicin56. Pero aunque el PC estuviera cediendo el liderazgo a Eduardo
Frei y la DC, sta no tena intencin de aliarse con los comunistas.
56
Maira, L. & Vicario, G. Perspectivas de la izquierda latinoamericana. Santiago: Fondo de Cultura
Econmica, 1991. Pg. 133.
57
Revista Principios. "Sobre la necesidad de avanzar con la poltica de la rebelin". Santiago, Chile, n 20,
1981. Pg. 126.
- 93- -
9
3
"'La verdad es que no se vislumbraba una salida para la situacin chilena'",
apuntara un par de dcadas despus Guillermo Teillier. "'Exista la enorme
preocupacin de que aqu en Chile nos daban golpe tras golpe. Empezamos a
discutir ac en el interior, ya estando Gladys a partir de 1978, qu hacer al
respecto. La conclusin a que llegamos fue que no vala la pena seguir tan a la
defensiva, por as decirlo, y que eso iba a provocar que nos fueran descabezando,
matando y desapareciendo gente, y que a la dictadura no le pasaba nada. Es
decir, actuaba con la mxima impunidad. Ah se empez a estudiar la posibilidad
de adoptar una va insurreccional"58.
Pero mientras libraba esta batalla interna con el apoyo de sus bases, otro frente
ms complejo lo libraba con la direccin en el exterior. Si bien el reingreso de
Gladys Marn y su gente fue un fuerte aliciente a la tesis insurreccional, el debate
estaba lejos de zanjarse.
Las representantes del EDI intervinieron aquella vez del mismo modo en que
Nicasio Faras haba hecho, poniendo hincapi en la necesidad de radicalizar la
lucha antidictatorial. El componente militar se introduca en el debate: mientras el
interior haca ver que era hora de incorporar nuevas variantes (teniendo siempre
presente a los compaeros formados en Cuba), los ms tradicionalistas,
defensores de la lnea del Partido, reculaban atemorizados ante la posibilidad de
caer en "desviaciones militaristas" que tanto le criticaron siempre al MIR.
58
Herreros, F. Del gobierno del pueblo a la rebelin popular. Historia del Partido Comunista 19701990.
Santiago: Editorial Siglo XXI, 2005. Pg. 416.
- 94- -
9
4
Marn y Cid regresaron tras este encuentro a Chile, sin llevar sobre su espalda
ninguna decisin. No obstante, ese sera uno de tantos viajes que miembros de la
direccin interior debieron realizar al exterior (adems de la elaboracin constante
de textos y un regular intercambio escrito) para defender, explicar, discutir y
refrendar las reflexiones y acciones en curso.
59
Marn, G. Retorno a la Esperanza. Derrota de la Operacin Cndor. Extrado de: Herreros, F. Del
gobierno del pueblo... Op. Cit. Pgs. 389-390.
- 95- -
9
5
La operacin Oso
Gladys Marn, de paso por la URSS, se comunic con Contreras y Palacios y los
invit al espectculo del momento en Mosc: Don Quijote de la Mancha. A pesar
del gesto de cordialidad demostrado por la dirigenta, rehusaron a asistir. No
estbamos para gestos ni abuenamientos, nosotros bamos a conversar, no nos
interesaban las empatas, recuerda Manuel Fernando.
- Ior, vuelva a Chile, nos parece muy importante que usted regrese. Se va a
vincular con la Direccin del PC. Su trabajo ser promover la guerra psicolgica y
acciones de audacia en el interior.
- 96- -
9
6
Sin alcanzar a responder, Montes se sienta al lado de Contreras y le dice:
Antes de dar por finalizada la reunin, Don Lucho aparta a Contreras y en tono
sigiloso le dice:
ste, sin duda, era un triunfo del Grupo de los Cinco. Ya de regreso en Berln, sus
amigos y compaeros de fraccin le prepararon una despedida a Contreras. A
principios de abril de 1980, en la casa de lvaro Palacios, se reunieron Ziga,
Palma y el festejado, Manuel Fernando, ms otras amistades.
60
La reconstruccin de estos dilogos se realiz a partir de la entrevista a Manuel Fernando Contreras.
- 97- -
9
7
El vino marca Oso con el que llenaron sus copas sera el responsable del
nombre de la operacin que llevara de regreso a Chile a Contreras y, luego, al
resto de los disidentes. Tras emotivos discursos, brindaron por la amistad y
conversaron por ltima vez sobre sus posturas. Manuel hizo pequeos obsequios
a los asistentes, prometiendo cumplir su labor en Chile: Voy a ganarme al
partido. Se daba por iniciada, con el ltimo brindis de la noche, la Operacin Oso.
El discurso de Corvaln
- 98- -
9
8
hasta echar abajo el fascismo. Pinochet no podr mantenerse en el poder por
el tiempo que pretende. El derecho del pueblo a la rebelin pasa a ser cada
vez ms indiscutible61.
El llamado de Corvaln a utilizar todas las formas de lucha abra el camino para
la estrategia a seguir decidida por el PC. La gravedad de los hechos ocurridos en
Chile superaba las convicciones arraigadas por aos en el partido y sepultaba las
esperanzas de una salida pacfica. La constitucin de 1980 fue el impulso que
oblig a los dirigentes del PC a tomar decisiones que sus pares europeos les
haban sealado aos antes. En Cuba, RDA y Bulgaria seguan su formacin
militar cientos de chilenos tal como hace aos. Ahora s tendran una misin. Se
comenzaba a articular as la nueva poltica del PC contra la dictadura de Augusto
Pinochet Ugarte.
61
Corvaln, L. De lo vivido... Op. Cit. Pg. 275.
62
Ibdem. Pg. 276.
- 99- -
9
9
Diferencias permanentes
A partir del discurso de Luis Corvaln, pocos das antes del fraudulento plebiscito
que aprob la Constitucin, se abri la puerta a una poltica de rebelda partidaria
desde las bases, sistemtica y organizada.
Las diferencias entre los actores que encabezaban el Partido Comunista, frente a
los nuevos derroteros que se abran desde 1980, no eran en absoluto
superficiales. El nuevo factor, el componente militar, abra una enorme brecha: "lo
que gener polmica fue el alcance que esta 'incorporacin' tendra: para unos -
fundamentalmente del exterior-, era un 'complemento' a la poltica del 'Frente Anti-
Fascista'; para otros (mayoritariamente del EDI), significaban un cambio profundo
de la lnea, porque incorporaba una va insurreccional que, de alguna manera,
relegaba a segundo plano los tradicionales pactos polticos a los que
acostumbraba el PCCH"63.
63
lvarez, R. Desde las sombras Op. Cit. Pg. 207.
- 100- -
1
0
un tremendo impacto, casi un shock existencial en los militantes ms antiguos.
Significaba decirles a los lderes obreros, a los dirigentes sindicales y a las figuras
del trabajo regional del partido que su estilo de todos los aos anteriores tena que
ser abandonado y cambiado por una conducta nueva en la cual ellos no crean,
contra la cual haban sido educados y para la cual no estaban preparados64.
Tanto Marn como el mismo Guillermo Teillier relataban aos despus cmo
debieron suavizar sus planteamientos para no espantar a la vieja escuela del
Partido. Tal como explicaba la misma Gladys, "recuerdo que se discuta si era un
cambio en la poltica o de la poltica. Nosotros decamos que era un cambio de la
poltica. Haba un temor al cambio. (...) Haban cosas que eran sacrosantas, como
la lnea y el secretario. El secretario se iba cuando se mora, y la lnea era
inamovible"65.
Desde la vereda opuesta, Luis Corvaln haca una crtica velada a quienes
despotricaban contra los "viejos" viviendo su "exilio dorado", develando la tensin
del debate: "Si, al surgir una desinteligencia o planteamiento errneo, se entra por
el camino de la adjetivacin y, sobre todo, de la calificacin de intenciones, el
problema se agrava y el acuerdo se hace ms difcil"66.
Uno de los asistentes a este Pleno, de chapa "Julio", contara que "el asunto que
cre problemas entre la direccin interior y exterior fue lo que se mand del interior
al Pleno clandestino que se hizo en la RDA, y lo que se inform al Pleno por la
64
Maira, L. & Vicario, G. Perspectivas Op. Cit. Pg. 97.
65
Herreros, F. Del gobierno. Op. Cit. Pg. 421. Las cursivas son nuestras.
66
Corvaln, L. Santiago-Mosc-Santiago, Op. Cit. Pg. 62.
- 101- -
1
0
direccin all. Cuando llegamos los que fuimos del interior a ese Pleno, nos
encontramos con que los compaeros de la direccin exterior nos dijeron que no
estaban de acuerdo con ese documento. Era la opinin de los compaeros
Corvaln, Zorrilla, Millas y Volodia. (...) Cuando conversaron conmigo expresaron
muy claramente que el lenguaje se poda interpretar como una cuestin
aventurerista [sic], ultra"67.
Tales tiras y aflojas nunca se extendieron a las bases. Tanto por razones de
seguridad como por el tradicional centralismo democrtico del PC, la militancia
comunista ejecut disciplinadamente las directrices venidas desde arriba, sin notar
hasta fines de los 80 que sus dirigentes nunca llegaron -y nunca llegaran- a
ponerse de acuerdo sobre cmo y hasta dnde implementar la nueva poltica, con
las nefastas consecuencias que estas diferencias tendran diez aos ms tarde.
67
Herreros, F. Del gobierno del pueblo... Op. Cit. Pg. 417.
68
Ibdem.
69
Ibdem. Pgs. 416-417.
- 102- -
1
0
El interior se arma
Pero Garca tambin le cuenta a Contreras que la propia Gladys Marn deseaba
reunirse cuanto antes con l. A los pocos das, caminando por la vereda poniente
de la calle Exequiel Fernndez, se contacta con Eliana Aranbar, eterna
compaera de clandestinidad de Marn. Ella lo lleva en automvil hasta la casa de
la esposa de Johnny, donde lo esperan sus nuevos compaeros de equipo y la
lder del EDI, Gladys Marn.
- 103- -
1
0
Contreras recuerda hoy que "Gladys, en ese momento, entrega una opinin, que
era la de la direccin, y yo ah dije 'aqu me la juego'. (...) Ah me di cuenta que la
gente en Chile no tena idea de lo que pasaba afuera!".
Entonces Manuel Fernando dio rienda suelta a sus aos de discusin acumulada
en Cuba y Europa del Este, tirando toda la carne a la parrilla. A ello le agregaba el
anecdotario del exilio, describiendo la "bolsa de gato" que producan las
divergentes posturas y conspiraciones que florecan dentro el Partido, muchas de
las cuales eran un misterio incluso para Marn. "Cuntamelo todo", le pidi ella
das ms tarde, y a calzn quitado Contreras puso al da a la futura secretaria
general del PC.
70
Artculo denominado: Las nuevas condiciones de la lucha poltica. Cuestiones generales". Extrado de:
lvarez, R.; Pinto, J.; Valdivia, V. Su revolucin contra nuestra revolucin. Volumen I: izquierda y derechas
en Chile de Pinochet. Santiago: LOM, 2006. Pg. 145.
71
Ibdem.
- 104- -
1
0
Ese mismo ao, Gladys Marn debe salir clandestina a Mosc para el pleno del
Comit Central. Molesta por el enorme riesgo que correra, no est de acuerdo
con su viaje. Intuye que se debe tan slo a los temores del exterior por el riesgo
del cambio de lnea que impulsaba, y hasta teme que la retendrn en la URSS.
Mientras Gladys est afuera, un alto cargo del PC en el exterior ingresa a Chile y
establece contacto con Fernando Contreras, proponindole redactar un nuevo
artculo. ste, denominado "Lo militar en la poltica del Partido", fue distribuido
entre las bases y sera un importante punto de inflexin para dar carne al
esqueleto de la nueva poltica en curso. La conceptualizacin de la mera audacia
permiti por fin cohesionar estos impulsos, dando cuenta de un potencial giro
histrico en las estrategias del Partido Comunista chileno.
- 105- -
1
0
El ao '81 se lanza un boletn titulado "T tambin puedes... ser un antifascista". El
texto era un pequeo manual con breves instrucciones para preparar materiales y
ejecutar acciones de sabotaje72. El llamado invocaba no slo a los comunistas,
proyectando el carcter amplio que pretenda darle el PC a la insurreccin.
Apagn en Via
El Festival de Via del Mar de 1981 sufrira la primera gran accin del Frente 17.
Corra su noche inaugural, el 22 de febrero, con Antonio Vodanovic en el
escenario, cuando de sbito todo queda en oscuras, en plena transmisin en vivo.
72
Bravo, V. Rebeldes audaces Op. Cit. Pg. 242.
- 106- -
1
0
Durante largos tres minutos, a travs de las pantallas de televisin de todo Chile,
el Festival se fue a negro.
Esta operacin meditica haba costado enormes esfuerzos. Casi todos los
hombres y mujeres del Frente 17 se movilizaron para apoyar al regional
Valparaso. Sus mtodos fueron artesanales: el apagn se provoc casi en su
totalidad mediante cadenazos, la proclama se grab en el clset de una casa y se
repartieron y reprodujeron los tocacassettes en plena va pblica, a riesgo de ser
capturados. Aquel seero nombre "Manuel Rodrguez" haba sido ideado poco
antes, improvisadamente, sin que se volviera a usar sino un par de aos despus.
73
Herreros, F. Del gobierno del pueblo... Op. Cit. Pg. 411.
- 107- -
1
0
El Frente Cero
Otros militantes ms jvenes llegaban del exterior con una reciente formacin
paramilitar en Cuba. Un grupo, por ejemplo, fue invitado por el partido despus del
ao 80 a estudiar medicina en la URSS. Estando en Mosc les formulaban la idea
de ir a entrenarse afuera, en cursos de no ms de 10 meses.
- 108- -
1
0
cargas en las calles aledaas para cerrar el paso a la fuerza represiva.
Clandestinos, muchos de ellos no eran siquiera conocidos en sus clulas; hasta
reciban recriminaciones por parte de sus compaeros, quienes crean que ellos
no hacan nada para derribar la dictadura.
En Punto Cero
Martn Pascual era un militante comunista que haba logrado permanecer en Chile
durante los 70. Presidente del Centro de Estudiantes del Pedaggico y miembro
de la Direccin de Estudiantes Comunistas, tras el golpe es borrado de las listas
de la Universidad de Chile y pasa a las estructuras clandestinas de la Jota, donde
trabaja en el frente de profesionales y estudiantes antes de pasar, en 1977, al
partido.
El PC confeccion una lista de 30 militantes del interior que viajaran a Cuba para
recibir formacin de combatientes paramilitares. Entre ellos, Martn Pascual, quien
recibi la jefatura del grupo. El segundo trimestre de 1981, el contingente
abandon el pas para recalar en la mtica base Punto Cero, donde se formaban
las vanguardias revolucionarias de todo el mundo.
- 109- -
1
0
All recibiran un curso de dos etapas, explica hoy Pascual, uno que era de
guerrilla rural, sobre la base de tcnicas vietnamitas, y otro de guerrilla urbana,
donde pasabas seis meses en La Habana y trabajabas en operaciones urbanas:
preparar operaciones, hacer exploraciones. Preparabas todo el plan, lo nico que
no hacas era ejecutarlo. Este curso se transformara en el mecanismo ms
recurrente de entrenamiento para cientos de chilenos durante la dcada, incluso
hacia fines de la dictadura.
Como encargado del contingente, Pascual fue citado a una restringida reunin en
una casa de seguridad de la capital cubana, con no ms de cinco o seis personas.
Uno de los asistentes era Salvador, viejo amigo de cuando ambos eran dirigentes
de la Universidad de Chile. Tambin se encontr con un joven con el que, aos
ms tarde, trabajara codo a codo: el subteniente Benjamn.
Tras este encuentro, Pascual se enterara que se era el mismo grupo que,
incipientemente, se preparaba para entrar a Chile. Sin duda, su desconocimiento
de la cotidianeidad del Chile dictatorial era un problema, reconocido incluso por
quien se eriga como el lder de los oficiales: la impresin que tena Salvador, que
la convers conmigo, es que el grupo tena que prepararse para venir, que no
estaban en condiciones a pesar de que tenan todas las ganas. Incluso l deca: si
- 110- -
1
1
a algunos de stos los mandamos as, los vamos a mandar a morirse, confiesa
hoy.
La Pauta
74
Internado por una ciruga sencilla, Frei Montalva muere das despus por una peritonitis aguda y un shock
sptico, segn se inform entonces. Hasta hoy han surgido mltiples antecedentes que confirmaran un
envenenamiento como causa de muerte.
- 111- -
1
1
Hacia 1981, el EDI haba publicado La Pauta, una cartilla escrita por Gladys
Marn, donde no slo se enseaba a elaborar elementales explosivos y a
organizar la defensa de las poblaciones, como se daba en La Victoria, La Legua o
La Pincoya, bastiones en los 80 de resistencia. En el texto se desplegaban los
principales lineamientos de lo que el EDI entenda como rebelin popular:
75
Herreros, F. Del gobierno del pueblo... Op. Cit. Pgs. 431-432.
- 112- -
1
1
La presin contra la dictadura floreca y, as, al PC en el interior se le aparecan
frente a sus ojos las condiciones objetivas para que la insurreccin popular fuera
posible. Para ello, el EDI siempre tuvo en mente a los oficiales y cadetes formados
en Cuba. Despus de aos de practicar y operar en clandestinidad, aprendiendo
sabotajes y autodefensa, ya era hora de empezar a agudizar, en la prctica, las
formas de lucha que Corvaln anunciara en 1980.
As las cosas, con la llegada de Contreras y la puesta en marcha del Frente Cero
se pona en marcha oficial un modus operandi indito en el ADN comunista. Pero
faltaba un empujoncito.
- 113- -
1
1
7. Se viene el Frente
Decisin final
Frente a esta tensin, el PC opt por remover al propio Jacinto Nazal del cargo de
jefe poltico de los jvenes militares. Fue reemplazado por un dirigente de chapa
Adolfo Escobar. Asimismo, los dirigentes del partido iniciaron un proceso de
incorporacin formal a las discusiones a los propios oficiales y cadetes, en un
intento de calmar los nimos.
- 114- -
1
1
Pellegrin forma parte del equipo de direccin poltica partidaria en Nicaragua,
relata Salvador76.
Ocho meses ms tarde, Augusto Pinochet por fin se decidira a poner fin a la ms
simblica medida de la crisis: el dlar fijo. La devaluacin, resistida por la faccin
neoliberal del rgimen militar y que haba costado varias crisis internas y cambios
de gabinete, lleg cuando el globo estaba a punto de estallar. Se llev consigo lo
que quedaba de los bancos y a pequeas y medianas empresas, obligando al
Estado a comprar millonarias carteras de deudas vencidas. Era evidente que los
programas laborales de la dictadura, el PEM y el ms reciente POJH77, no podran
76
Apablaza, G. Carta escrita sobre Rodrigo, octubre de 2002 [en lnea]:
http://www.memoriaviva.net/article.php3?id_article=37. Consultado el 12 de abril, 2010.
77
PEM: Programa de Empleo Mnimo. POJH: Programa de Ocupacin para Jefes de Hogar. Ambas
consistan en programas para paliar la cesanta, basados en trabajos sumamente precarios, mal pagados y
temporales, que encubrieron malamente la pobreza de la poca.
- 115- -
1
1
solucionar la alta cesanta del pas. Los paquetes econmicos eran la moda: uno
tras otro se sucedan, pero nada detena el ritmo tambaleante de la economa.
Un 11 de mayo de 1983 pill a todos estos dirigentes por sorpresa. Contra todo
pronstico, el llamado de la Confederacin Nacional de Trabajadores a paro
nacional cop las principales ciudades del pas con el ruido de los cacerolazos.
- 116- -
1
1
Las poblaciones vivieron una noche de sangre derramada por las balas de la
polica, mientras algunos habitantes del barrio alto regresaban a sus hogares con
los parabrisas rotos a manos de la polica luego de tocar sus bocinas en el centro
y en Providencia. Se trataba, diez aos despus del golpe militar, del primer
estallido masivo y popular, manifestado en mltiples formas. Desde profesionales
de clase media hasta las poblaciones ms perifricas, la respuesta fue amplia y
multifactica. Ningn partido de oposicin, ni el propio Partido Comunista -siempre
rayando entre el optimismo y el voluntarismo respecto de la combatividad de las
masas- previ un escenario tan favorable, y signific un punto de inflexin en
todos los anlisis respecto de la salida posible a la dictadura.
- 117- -
1
1
Era una jugada riesgosa. El MIR haba asesinado, tan slo tres semanas antes, el
30 de agosto de 1983, al intendente de Santiago, el general retirado Carol Urza.
Si el Partido Comunista se una al MIR, reconoca no slo la necesidad de formar
alianzas para compensar las fuerzas de la oposicin, sino que tambin se
diferenciaba de la DC y sumaba votos para la radicalizacin de la lucha
antidictatorial.
- 118- -
1
1
Hacia junio de ese ao, la lista elaborada en Cuba se fue filtrando hasta quedar en
cinco nombres78 que tendran el privilegio de ser los primeros en regresar. stos
comenzaron a llegar a fines de junio de 1983. El segundo del grupo en arribar al
pas fue quien estaba a la cabeza: el joven Benjamn.
78
De los cinco, pblicamente se conocen slo dos, ambos fallecidos: Ral Pellegrin y Moiss Marilao. Los
otros tres son nombrados por sus compaeros como el Huaiqui o Paine, el Popeye y el Mago, aunque existen
divergencias respecto de algunos nombres, incluyendo el de Marilao. Testimonios indican que Popeye sera
Orlando Bahamonde, encargado mximo del desembarco de armas en Carrizal.
- 119- -
1
1
estaba tan deseoso de entrar a la tarea militar que le repeta al padre por favor,
cllate, que no quiero perderme la oportunidad de incorporarme a esta tarea79.
Nazal aseguraba que el nico que ingres por voluntad propia y no partidaria, de
los cientos que tendran formacin militar, fue el bisoo Pellegrin. Algunos
testimonios apuntan que el propio Salvador sugiri que Benjamn fuera el jefe del
destacamento que iniciaba su traslado a Chile.
Ral Pellegrin tuvo que realizar el mismo recorrido que todo militante comunista
haca para volver clandestino al pas. Implicaba pasar por varias ciudades
europeas, construir una leyenda que borrara el paso por Cuba e ingresar a Chile
con otra identidad. Su retorno coincidi, casualmente, con el ingreso legal de su
familia pocas semanas despus, la que ms tarde se enterara sorprendida que
Ral se les haba adelantado.
Uno de ellos era el encargado del Frente Cero: Ignacio Valenzuela Pohorecky,
economista y destacado militante de las Juventudes Comunistas, quien se
convertira en un hombre de confianza de Jos Miguel. Una de sus tantas tareas
79
Friedman, J. Comandante Jos Miguel Op. Cit. Pg. 85.
- 120- -
1
2
consisti en viajar a Europa, con la fachada de una beca de estudios a Madrid.
Con el tiempo, la organizacin lleg a tener infraestructura propia en el viejo
continente, en donde se reciban militantes de paso y se recopilaba la ayuda
internacional de fondos.
Septiembre vio nacer una pequea estructura con jefaturas y algunas unidades
reasignadas a la fuerza militar propia. stas fueron ensayando nuevas acciones
de baja repercusin, que no significaban an un quiebre respecto de las
ejecutadas al calor del PC. Al mes siguiente, segn informaba el equipo de
direccin interior, estos grupos eran alrededor de 45, sumando un total de 100
combatientes distribuidos fundamentalmente en Santiago, Valparaso y
Concepcin80.
80
lvarez, R. La Tarea de las tareas... Op. Cit. Pg. 353.
81
Testimonio del historiador y ex militante rodriguista, Luis Rojas. En: Friedmann, J. Mi hijo Ral Pellegrin.
Comandante Jos Miguel. Santiago: LOM, 2008. Pg. 99.
- 121- -
1
2
No slo de acciones espectaculares se hara cargo el brazo armado del pueblo. El
trabajo militar de masas se tradujo en la creacin de las Milicias Rodriguistas, las
que se sumaran a los ya existentes Comits de Autodefensa de Masas y las
pequeas Unidades de Combate del PC, las que contenan militantes con escasa
o nula formacin militar, dedicndose a la autodefensa durante las movilizaciones
y a acciones de sabotaje pequeas, aunque numerosas.
La tercera veta de la poltica militar del partido era la cua ideolgica a insertar en
las Fuerzas Armadas. El denominado Frente 15 o Clarn llev a obligar a cada
militante de la Jota a realizar el servicio militar durante los '80.
Si el destino de Jos Miguel fue la jefatura del brazo armado, para el lder de los
oficiales, Salvador, qued reservada una plaza dentro del propio Partido
Comunista. Siendo el de ms vasta experiencia militante llegara a Chile tiempo
despus, el 26 de julio de 1984 para incorporarse al trabajo militar de masas a
travs de la Comisin Militar, quedando encargado especficamente de las Milicias
Rodriguistas82.
Arriba el teln
Haca casi tres aos que un tal Comando Manuel Rodrguez haba estremecido la
Quinta Vergara con un apagn. Los encargados de la fuerza militar recogeran
este nombre cuando debieron decidir el nombre del brazo armado del PC.
82
El rastro de Salvador se mantuvo oculto durante muchos aos, lo que hizo creer que su retorno a Chile slo
se cuaj hasta 1987, supuestamente establecido en Cuba hasta entonces debido a sus altos vnculos. Versin
difcil de sostener, ya que si fuera as, slo militantes de base podran haber estado en el interior.
83
Teillier, G. Carrizal o el ao decisivo. Santiago: Editorial Pluma y Pincel, 2005.
- 122- -
1
2
independencia chilena, el guerrillero Manuel Rodrguez. Sin duda, la referencia del
nicaragense Frente Sandinista de Liberacin Nacional influa en esta idea. Otras
versiones apuntan a que sera Jos Miguel, luego de un par de meses de estada
en Chile, el que habra ideado el nombre completo. Incluso, algunos afirman que
otra naciente organizacin armada se les habra adelantado ocupando ese mismo
ao la denominacin que tenan planeada originalmente: Lautaro84.
Este nebuloso origen se despej a fines de 1983. Sera la fecha fundacional del
Frente Patritico Manuel Rodrguez.
84
rdenes, H. Jvenes, rebeldes y armados. Teora, identidad y praxis del MAPU-Lautaro. Seminario para
obtener el grado de Licenciado en Historia, Universidad de Chile, 2007. Pg. 127.
85
Peridico El Rodriguista, Santiago, Chile, diciembre 1988. Pg. 18.
- 123- -
1
2
sus pasos. En su ruta divis en la oscuridad primero a una pareja que haca dedo;
ms tarde, recogi a otro solitario caminante. El grupo de Bernardo estaba
completo de vuelta.
Aquella noche, al menos una hora antes de la estipulada, todas las unidades
operativas se encontraban instalando las cargas de explosivos en la torre de alta
tensin que les corresponda. Los cadenazos y cortes breves de luz quedaban
para las poblaciones. El FPMR pretenda inaugurarse con el primer apagn
nacional desde la instalacin de la dictadura.
Cuando sus relojes dieron las 22:30 hrs., los combatientes de Bernardo haban
llegado ya a Santiago. Los faroles de las calles titubeaban si permanecer
encendidos o no. Las ventanas de las casas, en un momento, pasaron a traducir
slo oscuridad. Lo haban logrado.
Los ocupantes del Fiat se separaron. Su chofer condujo hasta una cabina
telefnica. De un papel sac un telfono escrito a mano, y lo digit. Era la radio
Cooperativa. El sorprendido receptor de la llamada slo atino a or a la tosca voz
que le relataba, como recriminndolo: "las acciones de sabotaje que ocasionaron
las cadas de las torres de alta tensin causando este apagn, corresponden a
una operacin del Frente Patritico Manuel Rodrguez. Hemos comenzado una
campaa de acciones combativas para ayudar a terminar con la dictadura de
Pinochet. Este es el comienzo de un nuevo periodo en la lucha por la libertad de
Chile"86. Colg.
Dos das despus, el Frente hara pblicos sus objetivos al tomarse por unos
pocos minutos la Radio Carrera, afn a la dictadura. "Aspiramos hoy a terminar de
una vez con Pinochet, su rgimen y su secuela de hambre, miseria y represin",
anunciaban aquella vez, "la lucha emprendida por el pueblo continuar hasta la
consecucin de estos objetivos. Antes que stos se concreten, no habr paz ni
86
Ibdem.
- 124- -
1
2
tregua. El FPMR ha llegado a la conclusin que a la dictadura slo ser posible
derrotarla haciendo uso de todas las formas de lucha, incluida la armada"87.
Para despejar las dudas, la crnica poltica de las mismas pginas se preguntaba:
a quin favorece ms este golpe de efecto, que no otra cosa viene siendo el
apagn? (...) la respuesta es: slo al Gobierno. La capacidad operativa de la
accin descoloc a la oposicin centrista. No poda ser la extrema izquierda, que
se haba mostrado incapaz hasta entonces de provocar un apagn de esa
envergadura. Estaban seguros de que era una maniobra oficialista.
87
Ibdem.
88
Revista Anlisis, Santiago, Chile, diciembre 1983. Editorial.
- 125- -
1
2
Captulo Dos. 1984-1985
Verano del 84
En el dormitorio de una casa ubicada a los pies del cerro San Cristbal, Jos
Miguel esperaba la seal de Javier para salir. Se encontrara con el grupo
encargado de preparar la primera conferencia de prensa que dara el Frente
Patritico Manuel Rodrguez desde su aparicin en sociedad. Jos Miguel, como
su mximo encargado, era el destinado a enfrentar las grabadoras aquel enero de
1984.
Sin embargo, el Frente an era mirado con desconfianza, por lo que los
periodistas, temiendo una emboscada de la CNI, no asistieron al punto sealado
por el grupo operativo del FPMR.
De todos modos, Jos Miguel decidi junto a Javier, que no era otro que Ignacio
Valenzuela Pohorecky, encontrarse con los militantes y saludarlos. Encapuchados
y formados, para los jvenes Jos Miguel era -por razones de seguridad-
sencillamente el comandante, a secas. Uno a uno los fue saludando con el tono
firme de quien encabeza una organizacin poltico-militar. Hubo uno que le llam
la atencin, quien fue sealado por Javier como el que haba conseguido la casa.
Pidi hablar con l a solas.
Se trataba de Vctor Daz, el hijo homnimo del subsecretario general del Partido
Comunista. Siete aos despus de la muerte de su padre a manos de la DINA,
enfrentaba su primera misin en el FPMR tras haber pasado por el Frente Cero.
Parte de la sorpresa de Jos Miguel, quien lo haba conocido en Cuba y trabado
una amistad con l, pasaba porque el partido se resista a que los hijos de sus
- 127- -
1
2
mrtires se arriesgaran en primera lnea o, ms an, se vincularan a la fuerza
militar propia. No obstante, ah estaba y lo felicit por ello89.
Hace pocos das haba cumplido seis meses desde su regreso al pas, imbuido
como el encargado del Frente Patritico Manuel Rodrguez. Su cargo implicaba
dos funciones principales. Por un lado, era el nico miembro de la organizacin
que participaba de la Comisin Militar del PC, la que se reuna peridicamente, a
lo que se sumaban contactos casi diarios con Sebastin, el encargado de dicha
comisin.
89
Seis meses despus se volveran a encontrar, cuando Daz, herido en una accin contra el Batalln de
Inteligencia del Ejrcito a fines de junio, debe retirarse de la primera lnea hasta nuevo aviso. Vctor Daz
participara, en septiembre de 1986, como uno de los fusileros en la Operacin Siglo XX. El testimonio de
este encuentro es obra del propio Daz, en Friedmann, J. Mi hijo Ral Pellegrin Pg. 115.
- 128- -
1
2
dichas discusiones en el seno de la Comisin se dejaban de lado, para enfocarse
en la estructuracin del trabajo militar en el PC.
90
Entrevista a Martn Pascual.
- 129- -
1
2
Alberto pas a recoger a Fernando, su jefe, y se encaminaron rumbo al sur por la
carretera. Tomaron un desvo en direccin este a la altura de Granero, cerca de
Rancagua, hasta llegar a la ladera de un cerro. Ambos desmontaron la maquinaria
del auto: el transmisor, una grabadora con el cassette, la batera, dos antenas y un
trpode desmontable con tubos de bronce que alcanzaban los 4,5 metros de altura
para colocar all la antena.
Luego de realizar la misma operacin con la segunda antena (una para cada canal
segn su frecuencia), desmont y esper.
- 130- -
1
3
entusiasmada gritando, en una modesta catarsis de alegra. Parti a otro boliche y
con el mismo ritual, al colocar el canal 13, los locatarios tuvieron idntica reaccin.
Si ya estai en el Frente
- Djate de hueviar, huen. Si hace rato que ya estai en el Frente -le dijo Fernando
a Alberto, cuatro meses despus91. Alberto era en realidad lex Vojkovic, futuro
vocero del FPMR. Entre risas, Vojkovic timbr satisfecho su ingreso al trabajo
militar del partido. Era que no: llevaba un ao y medio presionando por este
traspaso, aunque en realidad, era prcticamente una dcada.
Slo a principios de los '80 asumi tareas de mayor riesgo. Como ingeniero
elctrico, fue designado para ir a Mxico a capacitarse tcnicamente sobre radios
clandestinas. Ah recibi los equipos para montar en Chile la Radio Rebelin.
91
Entrevista a lex Vojkovic.
- 131- -
1
3
Hoy, Vojkovic supone que la tarea de la radio estaba a cargo de la Comisin
Militar, pero entonces no lo saba. A sabiendas de que en el PC se haban echado
a andar formas ms radicales de lucha, retom su antigua insistencia de ser
derivado a las nuevas tareas. Entonces, un da de marzo del '84, su jefe en la
radio le avisa: hay alguien que quiere hablar contigo. Hizo una pausa y cerr:
Parece que te vai a trabajar con los milicos. Das despus hicieron el vnculo con
el que result ser un viejo amigo suyo, a la sazn Fernando, quien lo recibi con
un caluroso: qu bueno que te dejaron venir los viejos!.
Vojkovic se enter de que formara parte, ahora formalmente, del equipo poltico
del Frente, una de cuyas tareas era la propaganda, a la que l se vena dedicando
haca meses. La direccin haba decidido que esa rea pasara por completo
desde el Partido a la estructura del FPMR.
- 132- -
1
3
en ninguna hue: tiene que estar en un alto cargo de la direccin del Partido o en
el trabajo militar.
Su jefe nada le dijo, pero dos das despus lo citan a un caf y aparece nada
menos que el mismo Martn Pascual:
- Qu estai hablando leseras, huevn -le espet, medio molesto, medio resignado.
- Dime que era tan difcil darse cuenta -se defendi Vojkovic, que apenas lo vio
supo por qu estaban ah-. Si lo pens yo, cuntos de la CNI no lo habrn
pensado?
- Est bien, pero a nadie se le haba ocurrido, a nadie. Pero cuando Fernando
cont, qued la cagada y decidieron mandarme para fuera para perder la pista.
- No te quise pegar en la cabeza -lo consol Vojkovic-, pero era ms o menos
evidente.
- Ya, pero trata de no hablar ms huevs92.
El equipo poltico
92
Entrevista a lex Vojkovic.
- 133- -
1
3
A este equipo se sum lex Vojkovic. La labor del grupo consista en la
elaboracin de material para la instruccin y discusin poltica entre los militantes
del aparato, para lo cual preparaban y redactaban documentos que luego eran
devueltos a la Direccin Nacional para su revisin y distribucin. Ocasionalmente,
les toc producir material para escuelas de instruccin e incluso asistir a ellas
como expositores.
Por otra parte, deban ejecutar la agitacin y propaganda (AGP) para difundir la
lnea poltica del Frente, posicionarse en los medios de comunicacin y divulgar
sus acciones militares. Por la concepcin del FPMR como instrumento clave de la
guerra psicolgica contra la dictadura, esta lnea era fundamental.
La prensa rodriguista
- 134- -
1
3
A mediados del '84 ya estaba circulando el peridico oficial del FPMR, El
Rodriguista, que en promedio tuvo una frecuencia bimensual. Ya a fines de ese
ao, a razn del segundo aniversario de la organizacin, se public la edicin
nmero 11. Sus contenidos eran muy amplios: desde las declaraciones oficiales,
recopilacin de sus operaciones, hasta artculos de anlisis nacional e
internacional, cartas de compaeros presos, poesa, msica y humor.
Hacia 1985 se public el Boletn de Prensa n1, que permiti sustituir las
transcripciones de las conferencias de prensa que antes se repartan entre los
medios de comunicacin opositores y oficialistas. Se emita semanalmente, con un
comentario poltico y una enumeracin de las acciones.
Tiempo despus, para reducir costos, la radio se traslad a una casa de seguridad
de un viejo militante del Partido, quien adems oficiaba de locutor de la radio.
Nunca tuvieron problemas de seguridad.
- 135- -
1
3
Luego, Vojkovic retiraba el mster, haca varias copias y deba distribuirlas a los
operadores repartidos a nivel nacional, quienes contaban con sus propios
transmisores, antenas y equipos para reproducir las grabaciones. El mismo
Vojkovic estima que llegaron a tener unos seis u ocho operadores: unos cuatro en
Santiago, y el resto repartidos en Valparaso, Concepcin, Rancagua, adems de
encargado de operaciones especiales realizadas en zonas ms alejadas.
Otra veta de la difusin del FPMR se personific en un tal Jorge Salas. Desde
mediados de 1984 este nombre se empez a hacer familiar entre los periodistas.
Salas, que no era otro que Alex Vojkovic, les daba un punto y se encontraba con
ellos para difundir las operaciones y dar a conocer pblicamente la postura del
Frente. As no demor en convertirse en el vocero oficial de la organizacin, tarea
que ocupara durante casi tres aos.
- 136- -
1
3
2. El fogueo operativo de los militantes rodriguistas
La fragilidad de Pinochet
Como uno de los objetivos era desmoralizar a las fuerzas represivas, Carabineros
fue uno de los primeros blancos de estas operaciones, lo que llev al rgimen a
activar tmidamente las primeras alarmas. Si bien pasaron meses antes de
empezar a reconocerlo en pblico, ojos atentos notaron el salto cualitativo -
militarmente hablando- en los actos de los extremistas.
No slo por eso eran das complicados para la dictadura. La crisis econmica de
1982 no se apagaba y los paliativos eran inoperantes, como el Programa de
Empleo Mnimo que vea reducida hasta la mitad su cobertura. El '83 haba dejado
la secuela de las protestas nacionales y a una oposicin fortalecida gracias al
dilogo ofertado por Onofre Jarpa, como contraparte a los 18 mil soldados
dispuestos para reprimir el paro de agosto. Los dirigentes de la Alianza
Democrtica, adems, eran recibidos con honores de Estado en la asuncin
- 137- -
1
3
presidencial de Ral Alfonsn en Argentina, el primer gobierno democrtico tras la
dictadura militar trasandina.
Eran momentos de fragilidad del rgimen, seales que seran claves para el
anlisis del PC y el FPMR sobre el perodo por venir.
Asoma la cabeza
Aparte del papel que jugaba el MIR aquel entonces, nuevos grupos salan en
escena. Mientras maduraba un sector ms radical al interior del MAPU que dara
vida al Movimiento Juvenil Lautaro93 y surga el destacamento 5 de abril,
93
El Movimiento Juvenil Lautaro, as como su expresin partidaria, el MAPU Lautaro, surge a partir del
quiebre del Movimiento de Accin Popular Unitaria (parte de la Unidad Popular) a partir de enero de 1983,
donde fracciones vinculadas al trabajo de jvenes rompieron con los sectores del partido que terminaran
- 138- -
1
3
perteneciente al PS Almeyda, los informantes en Europa y la colaboracin de la
CIA confirmaban que tambin el comunismo se estaba movilizando. La aparicin
posterior de un tal Frente Patritico Manuel Rodrguez fue la alarma. Pero la
polica del rgimen todava tena el sartn por el mango.
En cambio, la prensa oficialista cubra al FPMR, pero no para los objetivos que
deseaban. Los periodistas de El Mercurio y La Tercera nos escuchaban con
atencin, explica el que sera el vocero del Frente, Jorge Salas, () y
empezaron a poner tambin los diarios de derecha nuestras declaraciones, pero
para sacarnos la cresta.
- 139- -
1
3
estaba logrando, slo faltaba progresar en la legitimidad de sus acciones. Y para
eso, haba que ejecutarlas.
Parte operativo
Segn mltiples testimonios, aquellos meses del '84 fueron de los ms intensos
de la resistencia a la dictadura. Bajo las formas de lucha miliciana o de
operaciones de envergadura militar, adems del importante movimiento de masas
que se haba echado a andar el ao previo, oper una coordinacin de facto entre
los militantes de la izquierda que no se volvera a repetir.
Eran otras las que resultaban ms llamativas para la prensa nacional. Una de ellas
fue la que result con un carabinero muerto y nada menos que 15 uniformados
heridos, en una operacin ejecutada el 30 de marzo por miembros del FPMR,
quienes detonaron una bomba al paso de un bus policial camino a la Primera
Comisara en calle Santo Domingo.
94
En Pohorecky, A. Ignacio Valenzuela. Fundador del Frente Patritico Manuel Rodrguez. Sin editorial, s/f.
- 140- -
1
4
En el curso de esos agitados das, la cercana con el Da del Trabajador justificaba
la intensificacin operativa de las unidades. Se preparaba un 1 de mayo
combativo.
- 141- -
1
4
Cuando varios pobladores comenzaron a entrar al supermercado, los policas sin
uniforme empezaron a salir desde distintos puntos y pronto apareci el primer
piquete. De inmediato, los pocos milicianos armados trataron de repeler a las
fuerzas policiales, iniciando un intempestivo escape que traera consecuencias
fatales. La unidad operativa del Frente brill por su ausencia.
Mximo y Juan Bermdez, padre e hijo, militantes del PC, huyeron desarmados
hacia el interior de las calles. La prensa -incluyendo la opositora- informara que
murieron dentro del supermercado enfrentndose a la polica, encapuchados y con
armas en sus manos, las mismas que habran asesinado al cabo Jos lvarez. La
verdad es que fueron aprehendidos en el sector y, luego, ejecutados a un costado
del ro Mapocho.
La unidad frentista que nunca lleg haba desistido de participar debido a que se
haban enterado que la operacin estaba infiltrada. El tan ansiado copamiento
zonal, que deba ser un ensayo local de la va insurreccional, result un fracaso.
Sera para otra ocasin95.
El caso Cruzat
A las 7:30 en punto del 11 de abril, uno de los 13 hermanos de la familia Cruzat
Valds sali solo de su casona ubicada en Charles Hamilton, en la pudiente
comuna de Las Condes, y camin hasta la vaca esquina con Lo Fontecilla. All
esperaba la lnea Intercomunal 16 en el inicio de su recorrido, para as alcanzar a
95
El relato de este episodio proviene de Humberto Lpez Candia, ex militante del MIR y colaborador del
FPMR, as como futuro informante de La Oficina, quien fuera entrevistado por el periodista Udo Gonalves.
En: Gonalves, U. Los subterrneos de la transicin. S/e.
- 142- -
1
4
jugar ftbol antes de las clases en el Colegio Tabancura, exclusivo establecimiento
creado por el Opus Dei para los hijos de sus devotos, como lo era Manuel Cruzat
Infante.
96
En Dahse, F. Mapa de la extrema riqueza. Santiago: Editorial Aconcagua, 1979. Hacia 1983 controlaba,
entre otras empresas emblemticas, Copec, AFP Provida, Isapre Cruz Blanca y Celulosa Arauco. En Revista
Qu Pasa [en lnea]: http://www.icarito.cl/medio/articulo/0,0,38039290_101111578_147406099_1,00.html.
Consultado el 11 de abril 2010. En este mismo artculo, que consiste en una entrevista al propio Gonzalo
Cruzat, se recogen buena parte de los testimonios que se presentan aqu, complementadas por el archivo
judicial al cual acude el reportaje.
- 143- -
1
4
millones de dlares, poco ms de 100 millones de pesos para la poca. Le orden
que no le avisara a la prensa ni a la polica.
Comando Omega 4
Arriba del Opala, un hombre iba cubriendo con una mano los ojos de Gonzalo
Cruzat. Antes de trasladarlo al que sera su refugio, cambiaron dos veces de
vehculo. En uno de estos intercambios, el pequeo tuvo la oportunidad de ver sus
rostros, los que ms tarde describira a la polica.
El nio era llevado a toda velocidad hacia Paine, al sur de Santiago. All, el equipo
secuestrador tena preparado en una parcela un barretn, es decir, un refugio bajo
la superficie del suelo, para mantener al nio. Meda dos metros por uno y medio,
y careca de luz natural para que el nio no pudiera contar el paso del tiempo.
Escasamente amoblado, un pequeo colchn atravesaba a lo ancho la pieza.
- 144- -
1
4
Tras una hora de viaje, lo bajaron del automvil para introducirlo al barretn, donde
estaba otro hombre que lo recibi. En esa especie de stano, el nio conoci a
quien se hizo llamar Teniente, con el que pasara la mayor parte de su cautiverio.
"Pap, ac me han tratado bien, pero tengo ganas de irme a la casa (). No he
comido nada, porque no tengo ganas. () Pap, ven a buscarme, porque ya he
llorado harto. He estado casi un da encerrado. Pap, no sigas haciendo ms
conversaciones con el Jefe ()97, fueron algunas de las frases que registrara el
pequeo Cruzat en la cinta.
Los hombres, con chapas de cargos militares para hacer coherente la leyenda de
comando antimarxista, agregaron msica de orquesta al cassette y uno de ellos
parti en automvil hacia el sector alto de Santiago. En tanto, Manuel Cruzat les
haba pedido ms plazo para juntar el dinero.
97
Ibdem.
- 145- -
1
4
cassette". Cuando Cruzat escuch en la cinta la voz de su hijo, ya no le quedaron
dudas.
Los supuestos miembros del Omega 4 eran, en realidad, cuatro militantes del
Frente Patritico Manuel Rodrguez. Ellos, junto a una mujer, estaban a cargo de
la compleja y compartimentada operacin que tena por objetivo conseguir un
financiamiento ms slido para la organizacin, an carente de la infraestructura,
dinero y los fierros necesarios para la lucha antidictatorial.
Otro hombre relevante fue Luis Quintana Contreras. Fue el encargado de revisar
los antecedentes para elegir al blanco, para lo cual tom los antecedentes
publicados por la revista Hoy sobre Manuel Cruzat. Tambin hizo algunos de los
seguimientos al nio durante los das previos al secuestro, incluyendo una
conversacin a pie camino al colegio Tabancura.
Millonario rescate
- 146- -
1
4
Slo despus de la quinta llamada desde el secuestro, el jueves 12 de abril, la
negociacin arroj humo blanco. El cabecilla del grupo Cruzat-Larran se atrevi a
tomar la iniciativa: "Quiero hablar con Gonzalo. De lo contrario, dme tres nombres
de los hijos de Germn, el mayordomo. Pregntele a Gonzalo y l se los va a dar.
Tambin les dijo que consultara al nio sobre el nombre de su caballo.
Era ms que los 20 millones que inicialmente haba propuesto, pero slo un tercio
del monto original pedido para el rescate. lvaro acept.
El primer intento para pagar el rescate result ser una slo una prueba para
Cruzat. El empresario se dirigi al bao del Burger Inn de Plaza Italia a las 21:30
del viernes, pero no encontr ningn instructivo. La orden definitiva lleg al da
siguiente. A las 18 horas debi partir raudo a Coln con Manquehue, en Las
Condes, donde encontr en una cabina las instrucciones para el pago del rescate.
El padre de Gonzalo Cruzat fue obediente con las instrucciones, excepto con una
de ellas, la que haba roto desde el principio: la ausencia de policas. La esquina
estaba atestada de carabineros y detectives infiltrados, vestidos de civil, que
- 147- -
1
4
observaban mientras el empresario depositaba en el asiento trasero de su
vehculo un saco de harina con el dinero del rescate, y dejaba las puertas abiertas
y la llave puesta en el contacto. Los mismos policas vieron a los dos hombres que
al rato abordaban el automvil. Debieron aguantarse las ganas de actuar, ya que
las rdenes de arriba -bien arriba- eran de no intervenir. Incluso la CNI particip
extraoficialmente filmando la escena.
Diez minutos despus Cruzat tena que caminar por avenida Coln hacia
Hernando de Magallanes para recoger el auto. Pero no era el turno del nio. No
an.
S, pareca escrito por los chanchos. Una vez listo el mensaje, el Teniente fue a
pasrselo al pequeo Gonzalo. Toma este papelito y se lo pasas a tu pap. Te
vamos a llevar a que tomes un taxi para tu casa ahora, pero si le cuentas algo al
chofer, te vamos a tener que llevar de nuevo a la cueva. Entiendes?.
Tras cartn, el Capitn con el Teniente sacaron al nio del barretn que haba sido
su techo durante cuatro das y medio. Era el atardecer del domingo 15 de abril,
pero Gonzalo Cruzat no se haba dado cuenta del paso de las horas. Pensaba que
con suerte haban transcurrido dos das. Antes de asomarse a la luz del sol, uno
de los hombres le tap sus ojos con una mano.
- 148- -
1
4
A ellos se les uni el Cabo. Los cuatro subieron a un automvil estacionado cerca,
que inmediatamente ech a andar. Poco menos de una hora tardaran en llegar al
centro de Santiago. La casa central de la Universidad de Chile coronaba la
esquina de la Alameda con San Diego, cerca de las 20 horas de la noche
capitalina.
El Capitn abri una de las puertas del asiento trasero del vehculo y sali
despacio, vigilando a su alrededor. Mientras haca bajar al nio, solt la mano que
le tapaba la vista. El pequeo se comport tranquilo, sabiendo que deba obedecer
al Capitn. Caminaron juntos unos metros por la vereda de la Alameda, hasta
llegar a un taxi colectivo, cuyo cartel rezaba Vitacura-Centro. El chofer, de
apellido Zamora, vio a un hombre que vesta un buzo azul con rayas blancas, a la
usanza de Adidas en los '80, al que se le adelantaba un menor de tez blanca y se
sentaba en el asiento del copiloto. El hombre se asom por esa misma ventana:
El Capitn se dio medio vuelta y camin algunos metros para evitar que el chofer
recogiera ms impresiones de su rostro, pero tampoco se alej demasiado para
asegurarse que el colectivo arrancara. As lo hizo el conductor. Cruzat le instruy
que se dirigieran a Charles Hamilton, para llegar poco ms de media hora despus
a su mansin precordillerana. El Capitn sigui con la vista el colectivo hasta que
se perdi a la distancia de la avenida y volvi al automvil donde lo esperaban sus
compaeros.
- 149- -
1
4
Con la partida de ambos autos se pona trmino a una operacin que pareci
impecable, un xito del grupo operativo del comandante Braulio o Salomn, como
se le conoca al interior de la organizacin a Fernando Loco Larenas.
98
Hay aguas divididas frente a este tema. Algunos ms cercanos al PC lo consideran lisa y llanamente un
error, un traspi en la tica revolucionaria asimilable al accionar de la detestable CNI. En cambio, quienes
ms tarde derivaran al FPMR Autnomo lo reivindican como un episodio propio del carcter del combate
antidictatorial de aquel entonces, acciones que deben ser evaluadas desde el punto de vista poltico y que en
sus caractersticas, como en el trato a los secuestrados, diferan simetralmente del trato brutal de la represin
militar.
- 150- -
1
5
Fernando Larenas Seguel manejaba al anochecer un Datsun azul por la avenida
Santa Rosa, en direccin al sur de la capital. Ya estaba al tanto de que, el da
anterior, haba cado una casa de seguridad del Frente en la comuna de La Reina,
donde fue detenido Francisco Pea Riveros. ste haba sido parte de su equipo,
encargado de ejecutar impecablemente el secuestro de Gonzalo Cruzat.
Agudizados sus sentidos, Larenas transitaba por las calles de Santiago activando
todas las tcnicas de seguridad aprendidas en la base cubana de Punto Cero.
Gracias a ellas, no tard en darse cuenta que lo venan siguiendo. Para no dar de
sobre aviso a sus perseguidores, decidi no acelerar. Pero stos no pensaban
perder su tiempo: en segundos, los vehculos de la CNI emboscaron el Datsun de
Larenas, quien no tuvo ms remedio que huir del automvil. Como uno de los jefes
del Frente, el Loco llevaba un arma embutida que no tard en sacar para
enfrentarse con los chanchos, dispuesto a sacar la peor parte.
- 151- -
1
5
Quintana estaba en manos de la polica desde el 23 de agosto 99. Ese da, la
cntrica calle capitalina Arturo Prat se vio convulsionada por el asalto simultneo a
dos armeras, Casa Italiana y Real, ubicadas en los nmeros 169 y 162,
respectivamente. En paralelo, en la calle Rosal 363, la armera El Ciervo tambin
era atacada. La media docena de militantes ejecut la operacin con xito,
recuperando varias armas e implementos, tras lo cual detonaron una pequea
bomba que sirvi de distraccin para su huda en un taxi Datsun robado.
El parte oficial dio cuenta de la muerte en el lugar de dos de ellos: Julio Oliva
Villalobos y Roberto Gonzlez Lizama. El tercero aparecera en las crnicas al da
siguiente. Con cinco balazos en el cuerpo, Ricardo Hermosilla Daz lleg a la
iglesia dirigida por el sacerdote Hernn Correa, quien a medianoche lo traslad al
Hospital Barros Luco. Sobrevivira para pasar cinco aos y medio en la Crcel
Pblica.
La jornada del 23 de agosto de 1984 marc las primeras muertes en las filas del
Frente Patritico. Aos despus, sera recordado como el Da del Combatiente
Rodriguista.
99
Ese mismo da, otras siete personas, la mayora militantes del MIR, fueron asesinadas en distintas
operaciones de la CNI en las ciudades de Talcahuano, Concepcin y Valdivia, constituyndose en una de las
jornadas ms negras de la dcada.
- 152- -
1
5
Luis Quintana. Durante esas semanas permaneci en manos de la CNI y, fruto de
las torturas, entreg el nombre de su jefe operativo, Fernando Larenas, y de otros
miembros del equipo. Cuando su captura fue materializada, ya no era til y fue
entregado a tribunales. La delacin sera conocida despus por la Direccin
Nacional, no obstante su vida fue perdonada.
Por su parte, el Loco Larenas pona fin a una intensa vida combatiente, que lo
haba convertido en uno de los hombres ms apreciados de la organizacin. Su
diagnstico mdico rezaba: deterioro psicoorgnico moderado, alteracin de
personalidad sintomtica, entre otras afecciones.
El trauma cerebral sufrido por Larenas fue de tal impacto que la CNI se rindi a la
imposibilidad de sacarle informacin. As lo ratificaba su abogado, Alfonso
Insunza, al declarar a los medios que su testimonio es incoherente y carece de
todo valor. Resignados, los tribunales permitieron su internacin en una clnica de
reposo ubicada a cuadras de donde fue abatido. Quedara custodiado da y noche
por dos gendarmes. El rgimen militar quedaba atento a su mejora.
- 153- -
1
5
3. El futuro de la PRPM y la sublevacin nacional
Pero de uno u otro lado, ambos actores coincidan en dejarlo fuera del debate. El
PC no se sentaba a comer en la misma mesa.
La apertura poltica gatillada por Onofre Jarpa poco a poco se vea aportillada
tanto a la derecha del rgimen como en la propia AD. Uno de los nudos ms
conflictivos era la proyeccin de vida del Partido Comunista, el que se empinaba
como la figura ms emblemtica de la izquierda agrupada en el Movimiento
Democrtico Popular100.
100
Ya a fines de los 70, el PC haba llegado a sorprender al propio rgimen al dar evidencias de su
reestructuracin. Hacia 1983, sin duda era la colectividad partidaria ms slida de la izquierda, sobre un PS
fraccionado y un MIR golpeado. Sus portavoces aseguran haber reconstruido un Comit Central de ms de
cien personas, un Comit Directivo de alrededor de 50, una Comisin Poltica de ms o menos 20 y un
secretariado de alrededor de cinco dirigentes. Todas estas instancias afirman- actan con militantes en Chile
y en el exterior, con una mayora en el pas. Revista APSI, Santiago, Chile, 10 al 23 de enero de 1984. Pg.
15.
- 154- -
1
5
La derecha liberal, que empezaba a verse incmoda con Pinochet y entenda que
una democracia controlada era mucho ms beneficiosa para sus intereses que un
rgimen autoritario, vea en el debilitamiento y exclusin futura del PC la garanta
de una salida negociada.
101
Revista HOY, Santiago, Chile, n 369. 1984.
- 155- -
1
5
crecimiento de un Partido Comunista cada vez ms jugado en la perspectiva
insurreccional, a travs una suerte de giro a la izquierda con la incorporacin
creciente de elementos armados, conspiraba seriamente contra un fin moderado
del rgimen pinochetista.
Una expresin evidente de esta operacin eran los puntos de vista que adoptaban
revistas como APSI, Hoy y Cauce, vinculadas a la AD. Por ejemplo, la primera de
ellas, a mediados del '84, escriba sobre el PC: La oposicin no se ha dejado
cegar por esta burda caricatura [del anticomunismo pinochetista]. Reconociendo la
significacin electoral y social que representa el Partido Comunista chileno
aunque sin sobredimensionarla, pues dicha fuerza nunca se elev por sobre el
15% del electorado-, ha buscado un tratamiento racional del problema comunista.
Es decir, sencillamente el Partido Comunista no era parte de la oposicin.
El MDP
- 156- -
1
5
autodefensa y de ejecucin de acciones menores en sus Cedros (comits locales)
y Alerces (comits regionales), al mismo tiempo que su fuerza militar propia creca
en militantes y operaba con mayor intensidad.
Una carta de Manuel Chacn, que no era otro que el propio PC, al entonces
presidente de la AD, Ricardo Lagos, era representativa de este debate: Se podr
decir que hay actos de violencia que constituyen un error y que, por lo tanto,
merecen la reprobacin o crtica. Es verdad. Pero tambin es cierto que hay
acciones y conductas no violentas que son tanto o ms reprobables por el dao
que han causado. Tal es, por ejemplo, el caso del famoso dilogo entre la AD y
Jarpa.
La figura poltica por la que opt el Partido Comunista fue la creacin del
Movimiento Democrtico Popular (MDP), que los agrupaba junto al MIR y a
sectores del PS. El MDP al menos permita equilibrar las fuerzas con la Alianza
Democrtica y daba un aire de consenso y masividad a sus propuestas.
Las cartas sobre la mesa permitan al PC, segn su anlisis, optar por presionar
para un viraje hacia la izquierda de la oposicin. En una insercin en la prensa del
Consejo Nacional del MDP, publicado el 31 de mayo del '84, se consignaba un
creciente movimiento de masas: La protesta del 27 de marzo; el paro estudiantil
del 12 de abril; el multitudinario acto del 1 de mayo; la reciente protesta del 11 de
- 157- -
1
5
mayo; la ola solidaria y de movilizacin nacional e internacional que despert la
heroica y dramtica huelga de hambre de los siete mineros de El Teniente; la
digna decisin de los dos trabajadores de Coresa que, demandando su derecho al
trabajo, se mantienen ya por 11 das en huelga de hambre. Todas estas
expresiones eran signos inequvocos de que era posible el quiebre de la dictadura.
La lectura del movimiento popular que tena la dirigencia del PC haca inclinar
poco a poco la balanza hacia las tesis ms radicales, las que todava se
encontraban en disputa en su seno. Desde la Conferencia Nacional de marzo
hasta octubre, los conceptos iban ganando en matices y sus acentos cambiaban.
El FPMR era propiamente del Partido y, por lo tanto, constitua parte de su lnea
poltica y su deber era aplicarla. Pero debido a que pblicamente aparecan como
dos organizaciones distintas, sus declaraciones se desmarcaban de las posturas
moderadas del PC respecto del camino ms probable para la salida de Pinochet.
ste era el mecanismo que, de contrabando, permita a sectores del partido
propugnar los elementos ms radicales de la Poltica de Rebelin Popular y,
adems, ampliar la convocatoria a la insurreccin.
- 158- -
1
5
La llamativa operacin de toma de la Radio Minera del 7 de junio del 84 permiti
lanzar un comunicado pblico de la Direccin Nacional del FPMR, al cumplirse
seis meses de combate junto al pueblo de Chile. En l, la DN afirmaba que no
nos gusta la violencia y hubiramos querido evitarla. Pero no nos falta el valor
para combatir, cuando nos han puesto en la disyuntiva de morir de hambre o
luchar sin claudicar, hasta la victoria, por nosotros y nuestros hijos.
102
Pohorecky, A. Ignacio Valenzuela Pg. 230.
- 159- -
1
5
poltica, pero los combatientes que se fueron integrando entendan al Frente como
una militancia, especialmente los que no venan del partido o de la Jota. En su
interior, se trataba de una organizacin que las haca de partido, pero que no lo
era, pues se acercaba ms a la figura del aparato militar, con jefaturas y
jerarquas. Por lo tanto, desde un inicio se soslay el problema del acceso al
poder, tarea que le competa netamente al PC.
La octava protesta
Cuando el reloj dio las 21 horas en punto, la fra noche de Santiago se llen de las
notas musicales de El Himno de la Alegra. La meloda sonaba a travs de las
radios Cooperativa y Chilena. Era la seal acordada para dar inicio a otra sinfona,
una que irritaba los odos de los uniformados con su sonido metlico. Las
cacerolas empezaron a retumbar, mientras decenas de jvenes se preparaban en
La Victoria para ir a darles la pelea a los pacos.
- 160- -
1
6
salpicada adems con una noticia que llen las calles de rabia: la muerte del
padre Andr Jarlan.
Hasta las seis de la tarde haba estado atendiendo en la casa parroquial a varios
heridos producto de los enfrentamientos. Cansado, se retir a esa hora a leer la
Biblia al segundo piso. Slo una hora despus, apareci en la casa un numeroso
grupo de periodistas perseguidos por radiopatrullas de Carabineros, que
dispararon a discrecin al lugar. Una bala loca cruz dos tabiques y penetr en la
nuca de Jarlan, quien cay boca abajo sobre su Biblia.
Pierre Dubois, sacerdote con quien comparta techo, sali a contarle a los
parroquianos la noticia. Segn el prroco, mucha gente reaccion histrica,
mientras otros tantos iniciaron una velatn en las calles. La Victoria se converta
nuevamente en el escenario ms emblemtico de la resistencia a la dictadura de
Pinochet.
- 161- -
1
6
La octava protesta inici una ruta de dos meses de intensas movilizaciones y
acciones de desestabilizacin por parte de la oposicin, ruta que culminara a
principios de noviembre con fuertes medidas de represin por parte de Pinochet.
El paro de octubre
As las cosas, todo apuntaba a que era posible dar un salto y concretar, por fin, un
paro nacional. El golpe a la actividad econmica sera un aviso claro, para los
dirigentes, de que las condiciones se estaban dando para poner en jaque a la
dictadura.
103
Revista APSI, Santiago, Chile, 10 al 23 de septiembre de 1984. Pg. 7.
104
Coalicin formada por sectores del MAPU y socialistas en proceso de renovacin, que hacia 1988
derivaran a la Alianza Democrtica.
- 162- -
1
6
llegada de la noche gatill la organizacin territorial de los pobladores, ya con ms
experiencia para enfrentar a las fuerzas de seguridad.
Al anochecer, el cierre del Paro Nacional fue marcado por los enfrentamientos con
Carabineros en los sectores populares. Mientras los milicianos desplegaban sus
fuerzas y escaso armamento e infraestructura para defender las barricadas y
zanjas en las calles de acceso a sus poblaciones, distintos combatientes se
repartan en puntos estratgicos para la ejecucin de sabotajes al tendido elctrico
y ataques sorpresivos a cuarteles policiales, como un apoyo a la resistencia
poblacional.
El balance pareca ptimo. Todos los frentes de lucha haban respondido como el
PC esperaba: trabajadores, pobladores, estudiantes e incluso profesionales de
clase media. Pero el mismo optimismo que animaba a la oposicin atemorizaba al
rgimen. Una semana despus, tras dos impactantes operaciones del FPMR que
resultaron con carabineros muertos, al gobierno no le qued salida ms que
recrudecer al mximo la represin.
- 163- -
1
6
Sublevacin nacional
En medio del Estado de Sitio, unos cincuenta militantes del Partido Comunista se
reunieron un da de diciembre de 1984 para un cnclave de vital importancia: el
Pleno del Comit Central, que sera conocido por razones de seguridad- como el
de enero del 85. A la manera del realizado en 1977 y del anuncio de Luis
Corvaln en 1980, este Pleno sera clave para consolidar la tesis radical dentro del
PC.
105
Partido Comunista. Informe al Pleno del Comit Central. En: Democracia Cristiana. Democracia
Cristiana y Partido Comunista. Santiago: Editorial Aconcagua, 1986. Pg. 290.
- 164- -
1
6
pas: alzamientos populares en los principales centros urbanos, con participacin
del proletariado industrial, de los estudiantes, de las capas medias y del
campesinado (). La culminacin de este proceso debiera ser el copamiento por
las masas de los principales centros polticos del pas106.
El concepto de sublevacin nacional por fin acoplaba el discurso pblico del FPMR
con el del Partido Comunista, afinidad que coincida con una luna de miel que
tardara otro ao y medio de vida del Frente para trizarse.
106
Ibdem. Pg. 294.
107
Esta discusin se desarrolla ms a fondo en el Eplogo.
108
Disponible en [en lnea]: http://www.cedema.org/ver.php?id=2918 Consultado el 02 de febrero, 2010.
- 165- -
1
6
Junto con refrendar las demandas de la oposicin de poner fin a la dictadura (en
definitiva, slo habr dilogo si es para poner fin de inmediato al gobierno de
Pinochet, su Junta y su Constitucin) y defender la legitimidad del uso de la
violencia, el Frente difunda su campaa Por la patria, basta ya de Pinochet. En
ella, se defina claramente un anlisis y un camino en completa afinidad con el PC.
La similitud con el Informe al Pleno del Comit Central que vera la luz al mes
siguiente, haca evidente que ambos escritos eran producto de las mismas
discusiones y probablemente de las mismas plumas, sobre una temtica que se
vena discutiendo con intensidad hace un lustro.
- 166- -
1
6
amplificar su impacto, en un secuestro que el FPMR, esta vez, no tuvo empachos
en reconocer.
Secuestro de un periodista
Los periodistas tomaban nota: el arma con capacidad de 155 tiros, planos de una
vivienda y sus alrededores, apuntes de los tiempos de los semforos del sector y
un diario de actividades de la vctima, todos sacados de un bolso olvidado en el
sitio del suceso. Reporteaban El Mercurio y la revista APSI. La Tercera y Anlisis.
Tpico de cuando las noticias las protagonizan los periodistas: era el secuestro del
subdirector de La Nacin, Sebastiano Bertolone, planificado por el Frente
Patritico Manuel Rodrguez a un ao de su fundacin oficial.
109
Revista APSI, Santiago, Chile, 10 al 23 de enero de 1984.
110
Ibdem.
- 167- -
1
6
Seguramente, al compuesto ministro le habrn incomodado las palabras
posteriores del almirante Jos Toribio Merino, miembro de la Junta Militar, quien
con mucho menos cuidado reconoca que hay una guerrilla urbana en el pas,
desde hace aproximadamente ocho meses.
- Toma, para que te entretengas le dijo uno de los dos hombres encapuchados
que le hacan guardia, mientras le extenda un mazo de cartas. Asustado, el
periodista lo acept.
No saba si alguno de ellos haba sido uno de los tres jvenes elegantes que se le
acercaron la noche anterior, a eso de las 21:30 horas, cuando volva a su casa en
uoa con su esposa y su hija de una actividad escolar de fin de ao.
111
Testimonio de S. Bertolone, en ibdem.
- 168- -
1
6
El bolso abandonado aquel martes 18 de diciembre frente al nmero 1829 de la
calle Las Dalias encresp an ms los nervios de Ximena Barrales, esposa de
Bertolone, que volva de su liberacin en Macul. Llam a Carabineros creyendo
que se trataba de una bomba.
Pero aparte del Datsun celeste abandonado en Plaza Egaa, que encontr
Carabineros, ni la polica ni el rgimen daban luces del caso. Das despus, un
menos soberbio Cuadra reconoca no hay novedades todava. Se haba
instalado el tema del terrorismo en la prensa y el timn que el ministro pretenda
manejar con firmeza, se le iba de las manos.
Bertolone recibi el plato de arroz con carne con algo menos de desconfianza.
Haba intercambiado algunas palabras con su guardia y pareca un buen tipo.
Mejor se sinti luego de probar un bocado. La comida, as como la de los das
siguientes, era de buena calidad.
El paso de las horas confirm lo que era obvio: su secuestro era utilitario, no tena
que ver con l. Deca no tener militancia poltica, pero era evidente que su alto
puesto lo comprometa. No hubo interrogatorios, tampoco amedrentamientos. Slo
espera.
- 169- -
1
6
El FPMR haba reconocido desde un primer momento el secuestro. El mircoles
19, militantes hicieron varias llamadas telefnicas al diario La Nacin y a agencias
informativas, pero la disposicin de la dictadura era el silencio total. La familia
tambin callaba. Espordicos mensajes escritos del Frente aparecieron en
algunos restaurantes de la capital aclarando pblicamente su demanda: la difusin
de una proclama en toda la prensa nacional.
Sin mucha certeza, Bertolone calculaba que ya haban pasado algunos das. La
barba ahora acompaaba su bigote, y se haba acostumbrado a pasar el rato
jugando horas al solitario con las cartas o conversando con su encargado. Esta
rutina fue un par de veces interrumpida. En dos ocasiones llegaron ms
encapuchados a decorar la habitacin con banderas del Frente, y lo colocaron
delante de stas para tomarle fotografas junto a uno de ellos armado. Tambin le
toc leer una proclama mientras lo filmaban. En otro momento, le pasaron una
gillette y jabn para que se afeitara.
- 170- -
1
7
- Levntate. Nos vamos.
- Cuando te dejemos en la calle, tienes que contar hasta 200 y recin ah te sacas
la venda de los ojos. Toma un taxi para que te lleve a la parroquia de La Victoria y
habla con el padre Dubois. Aqu tienes mil pesos termin de escuchar, mientras
que le pasaban dos billetes en su mano112.
198, 199 200. Abri sus ojos y no tard en acostumbrar su vista a la noche.
Estaba en la esquina de Franklin con Arturo Prat. A los diez minutos pas un taxi
y, obediente, enfil hacia la poblacin La Victoria, en la comuna de Pedro Aguirre
Cerda. Afuera estaba el prroco Pierre Dubois, quien se encargara de llevarlo en
su propia citroneta a la casa del arzobispo Fresno.
112
Ibdem.
- 171- -
1
7
reconocera como el hito que hizo definitivamente conocido al Frente en la opinin
pblica. Y el mismo Francisco Javier Cuadra se encarg de darlo a conocer, en
declaraciones a la prensa, el 26 de diciembre:
113
Ibdem.
- 172- -
1
7
4. El intenso segundo ao de combate del FPMR
Los rezagados
La importancia del encuentro mereci esa flexibilidad para el jefe del Frente, pues
se trataba de dos viejos amigos de los tiempos de la Escuela Antonio Maceo de
las FAR. Corra principios de 1985 y Vasily Carrillo, despus de un largo recorrido
por Europa y semanas escondido luego de su ingreso clandestino a Chile, por fin
se reencontraba con Jos Miguel para dar inicio a su militancia en el FPMR.
El lento arribo de Carrillo al interior refleja uno de los tantos flancos tensionantes
de la constitucin de la Fuerza Militar Propia para el Partido Comunista. Siendo
parte de la generacin de militantes formados militarmente en Cuba, a su historia
particular se agregaba ser el hijo de Isidoro Carrillo, histrico dirigente sindical de
las minas del carbn de Lota asesinado por la dictadura, lo que implicaba una
situacin delicada dentro del PC. ste no quera que nombres simblicos como el
suyo o el de Vctor Daz, hijo homnimo del asesinado secretario general, llegaran
a ser vinculados con el Frente.
114
Entrevista a Vasily Carrillo.
- 173- -
1
7
Por eso, cuando se comienza a decidir el ingreso de los oficiales hacia el 83,
Carrillo esperaba que llegara pronto su turno, pero en el transcurso de 1984 le
continuaron asignando tareas en Cuba, vinculndolo con quienes llegaban a los
cursos de formacin desde Chile. No fue extrao, as, que manifestara su
molestia: era injusto que estuvieran retornando a Chile una cantidad de
compaeros que, segn mi opinin, tenan los mismos mritos para volver que yo
y a m se me marginaba.
Con los aos, se lleg a tejer la leyenda de que incluso recurri a una huelga de
hambre para presionar por su regreso. Hoy, l lo desmiente, aunque asegura que
s amenaz con abandonar el partido y regresar por su cuenta.
Jos Miguel asign a Matas -chapa de Vasily Carrillo- al sur del pas a
reconocer sectores rurales en la zona cordillerana de la IX y X regiones, como
estudio de teatro de operaciones en rea rural, explica Carrillo, para luego pasar
a estructurar el FPMR en Valdivia. Su vnculo pas a ser Guillermo, miembro de la
Direccin Nacional encargado de la zona rural desde Rancagua.
- 174- -
1
7
Segn consignan informes confidenciales de la poca115, el trabajo militar de
masas del PC sumaba ya 2.500 militantes distribuidos en 500 unidades de
combate, las que, a pesar de su nombre, se limitaban a la autodefensa de las
protestas con armamento casero, precario en su mayora. Por su parte, el FPMR
contaba ya con 460 miembros, repartidos en 46 unidades, grupos o
destacamentos, ms unos 150 ayudistas.
A pesar de las trabas que en ocasiones habran puesto algunas clulas del PC o
las JJCC, muchos coinciden en que la mayora de los nuevos rodriguistas eran
militantes comunistas de base. No obstante, otros apuntan a la necesidad de por
entonces de piratear la colaboracin, como se le llamaba al buscar apoyo por
vnculos personales, debido a que los canales partidarios regulares no operaban
segn corresponda, problema propio de un partido que no asuma en su totalidad
la incorporacin de lo militar.
Un Lobo terrorista
Uno de ellos fue Mauricio Arenas Bejas, el futuro comandante Joaqun, conocido
entre sus compaeros como Lobo, quien se convertira en el primer formalizado
por la Ley Antiterrorista de Pinochet.
115
A ellos tuvo acceso Rolando lvarez. Ver lvarez, R. La Tarea de las Tareas Op. Cit.
116
De este grupo salieron muchos rodriguistas protagonistas de los sucesos posteriores, como fueron Mauricio
Hernndez Norambuena, Ramiro; Luis Arriagada, Bigote; Fernando Larenas, Braulio; Julio Guerra,
Guido, entre muchos otros. Parte de su historia fue relatada por Cristbal Pea. Ver: Pea, C. Los Fusileros.
Santiago: Random House Mondadori, 2006.
- 175- -
1
7
Toda su trayectoria combatiente se haba desarrollado en Valparaso. Estudi
Filosofa en la Universidad de Playa Ancha, donde fue sumariado y expulsado por
sus actividades subversivas, y durante los 70 form parte de las orgnicas
estudiantiles del MIR, para luego derivar en la Jota y el FPMR.
Este testimonio demostr que Arenas pudo salir limpio del episodio, an cuando
las acusaciones, en particular la primera, eran ciertas. Una versin 118 indica que
en julio de 1984 cay detenido poco despus de una accin de propaganda
armada en la avenida Espaa. Al negar sistemticamente los hechos frente a la
polica poltica del rgimen, a pesar de las torturas sufridas en Agua Santa, logr
no slo su victoria judicial, sino adems pasar desapercibido como militante del
FPMR y as continuar operando, pues ahora pasara a la clandestinidad.
117
Revista Hoy, Santiago, Chile, n 375. 1984.
118
Dossier biogrfico sin autor, Mauricio Arenas Bejas [en lnea]:
http://www.archivochile.com/Memorial/caidos_mir/A/arenas_bejas_mauricio.pdf . Consultado el 22 de junio
2010.
- 176- -
1
7
El currculum que la CNI imput a Joaqun era una muestra de que, ms all de
la exposicin lograda por el secuestro a Bertolone, el notable aumento de las
acciones durante el 84 no pas desapercibido. La Tercera, en edicin de
noviembre de ese ao, contabiliz 1.889 acciones desestabilizadoras, algunas de
una envergadura tcnica muy superior a las que hasta entonces haba realizado la
militancia comunista: en total, se realizaron 1.138 atentados con explosivo, 229
sabotajes, 163 asaltos a mano armada, 36 atentados selectivos y 47 sabotajes
mayores119.
Muertes en el Frente
119
La Tercera, Santiago, Chile, edicin 18 de noviembre de 1984.
- 177- -
1
7
militantes del MIR, fueron asesinados por uniformados de Carabineros. Ambos
asesinatos, en medio del Estado de Sitio impuesto por Pinochet desde hace cinco
meses.
Antes de junio de 1985, dos duros golpes asestaran a militantes del Frente, dolido
ya por la cada de Fernando Larenas y la muerte de otros tantos rodriguistas de
base y ayudistas.
La versin real del asesinato que hoy se conoce se contrasta con los torpes
intentos de ocultar el hecho por parte de la polica, la que afirm haberlo detenido
dos veces el 18 de abril: la primera, durante la maana y por estado de ebriedad, y
la segunda pasadas las 23 horas por conductas sospechosas. Lo cierto es que
120
Pohorecky, A. Ignacio Valenzuela Op. Cit. Pg. 198.
- 178- -
1
7
estando en la Segunda Comisara, a las 04:55 a.m. Moiss Marilao logr
arrebatarle el arma de servicio al cabo Alberto Neumann para intentar abrirse paso
frente al sargento Vjar. En el enfrentamiento, murieron el detenido y el cabo
Neumann, cuyo nombre hoy identifica a la Comisara de Fuerzas Especiales de
Temuco.
Segn consigna el Informe Rettig, Marilao falleci de anemia aguda por un disparo
al corazn. De esta forma caa el Jefe zonal de la Novena Regin del Frente
Patritico Manuel Rodrguez. Su importancia radicaba no slo en este alto cargo
de confianza de la Direccin Nacional, sino tambin porque se trataba de uno de
los cinco militantes del PC formados en las FAR y combatiente en Nicaragua que
ingres, a mediados de 1983, para fundar el FPMR. Incluso, se le identifica como
el primero de todos en regresar, incluso antes que Jos Miguel.
Aunque se trat de una operacin decidida por el FPMR, cuya ejecutora fue
Faria, la organizacin neg su autora. La brutal muerte de la estudiante, ms su
desaparicin previa al bombazo, hizo sostenible durante aos la versin de una
detencin por parte de la CNI, que habra montado la colocacin de artefactos
- 179- -
1
7
explosivos en un bao del municipio para luego poner su cuerpo asesinado y
simular un atentado. El modus operandi de la polica pinochetista contribuy a
hacer verosmil la historia.
La decisin era resistida al interior del ncleo de comandantes. Para los que se
oponan, el objetivo no era proporcional a los riesgos. No obstante, Jos Miguel
estaba empeado en la operacin. Se trataba, a su juicio, no slo de un golpe a la
seguridad del rgimen, sino tambin de un imperativo tico. Lo que se propona
era nada menos que rescatar de las manos de la dictadura a Fernando Larenas
Seguel, el comandante Braulio, o sencillamente, el Loco. Decisiones como sta
fueron las que elevaran a la larga al comandante del Frente en su gran referente.
121
Uno de nuestros entrevistados afirm haber discutido duramente con un comandante de la Direccin
Nacional sobre la legitimidad de la accin.
122
Claudio Molina fue parte de los fundadores del FPMR que estaban en Chile. Alcanz a ejercer como jefe
del sector Cordillera de la capital y tambin tuvo tareas logsticas, que seran ms tarde importantes cuando se
incorpor a la operacin de internacin de armas por Carrizal Bajo. Para conocer su historia, revisar el libro
sin publicar del argentino F. Alfn, El Rucio [en lnea]:
http://fernandoalfon.blogspot.com/search/label/El%20Rucio%20-%20Novela. Consultado el 8 de agosto,
2010.
- 180- -
1
8
Los relatos disponibles difieren de cuntos y quines habran participado de la
accin. sta fue dirigida ya sea por Molina o por Ignacio Valenzuela, y como
combatientes, participaron al menos los mencionados Hernndez y Arenas,
adems de Magni, Ricardo Palma Salamanca y Patricio Gonzlez 123. Todos,
excepto Palma, pertenecieron a las fuerzas especiales.
123
Gonzlez era un combatiente nacido en Puente Alto y rodriguista desde 1984, que falleci emboscado por
la polica en Puente Alto, el 10 de diciembre de ese ao, cubriendo la retirada de otros dos compaeros tras
haber robado un auto. La primera escuela de formacin del FPMR llev su nombre.
- 181- -
1
8
a una de las clnicas clandestinas del FPMR, ubicado en una zona costera de la V
regin.
El delicado cuadro de salud de Larenas, empero, no poda ser enfrentado con las
precarias condiciones de una clnica clandestina. Sus compaeros probaron la
dbil memoria del Loco para ver si era posible que sostuviera una leyenda, y an
cuando sus lagunas mentales persistan, su salud obligaba a arriesgarse.
Hacindolo pasar por un mudo, lograron cruzar la frontera hacia Argentina, y luego
de un largo recorrido por Europa, Larenas por fin pudo iniciar un tratamiento bajo
los cuidados de la medicina cubana.
La buena noticia del rescate de Fernando Larenas insufl de nimo al FPMR luego
de los golpes sufridos en los meses anteriores. A mediados del 85 estaba en
plena marcha la campaa Contra la Tirana, el pueblo a la ofensiva, iniciada el 26
de marzo, durante la cual se desplegaba un intenso repertorio de acciones y
operativos para golpear al rgimen de Pinochet.
124
Garca Mrquez, G. La aventura de Miguel Littin clandestino en Chile. Bogot: Editorial Norma, 1986.
- 182- -
1
8
de La Cisterna, que terminaron con seis uniformados muertos y varios heridos.
Desde entonces, dirigentes sociales, sindicales y polticos intentaron articular
nuevas protestas, todas duramente reprimidas. El rgimen estaba en un perodo
de ajustes que no iba a dejar pasar ms jugadas de la oposicin.
Por el frente poltico, la salida del ministro del Interior Sergio Onofre Jarpa puso fin
al estilo aperturista con la oposicin, mientras en febrero de 1985, con el cambio
de gabinete asuma un desconocido Hernn Bchi en el Ministerio de Hacienda.
Con su manejo, basado en lo que se denomin neoliberalismo pragmtico, () la
dictadura inici un ciclo de recuperacin econmica y por ende, un mejoramiento
de sus condiciones en el escenario poltico nacional125.
125
lvarez, R. La Tarea de las Tareas Op. Cit. Pg. 362.
126
As lo rescata Edgardo Boeninger en un seminario realizado en noviembre de ese ao, junto a Jaime
Guzmn y otros. El propio Guzmn valoraba el tono moderado del texto. En: Avetikian, T. Acuerdo
Nacional y Transicin a la Democracia [en lnea]: http://www.cepchile.cl/dms/lang_1/doc_1194.html.
Consultado el 2 de septiembre, 2010.
- 183- -
1
8
partidaria. En conferencia de prensa, declar al respecto: "No suscribimos el
Acuerdo, pero no lo rechazamos. No nos atravesaremos en el camino de las
fuerzas que estn con el Acuerdo Nacional, pese a que no contiene proposiciones
concretas para terminar con la dictadura".
La jugada principal del ao 85, para el Partido Comunista, no pasaba por suscribir
o no el Acuerdo Nacional. Se vena la Jornada Nacional de Protesta convocada
para el 4 de septiembre, 13 aos despus de la ascensin al gobierno de Salvador
Allende. Luego de un ao de reflujo, la movilizacin popular ahora s pareca
resurgir.
La dura represin de los ltimos meses tuvo su corolario en las jornadas del 4 y 5
de septiembre. El resultado: 10 muertos, 80 heridos y ms de mil detenidos; 87
dirigentes acusados de infringir la Ley de Seguridad Interior del Estado y una
escalada de enfrentamientos en las poblaciones que durara incluso hasta la
noche del 11 de septiembre. La Iglesia Catlica termin erigindose en enemigo
acrrimo de Pinochet: El 18 de septiembre el gobierno orden cercar la Catedral
de Santiago e impidi transmitir por radio el Tedum Ecumnico celebrado por el
cardenal Francisco Fresno127.
127
Revista Punto Final, Santiago Chile, n 606. 2005.
- 184- -
1
8
El FPMR jugaba un rol especfico en este escenario. Sus operaciones especiales,
tales como los apagones masivos y los ataques a cuarteles policiales,
descompriman el accionar de las bases y permitan equilibrar el enfrentamiento
con Carabineros y militares. As, el protagonismo se trasladaba directo a las
trincheras, donde surga otro actor: las Milicias Rodriguistas (MR).
Entendidas como parte del trabajo militar de masas, las MR tienen desde un
principio un vnculo orgnico ambiguo. En mltiples documentos parecen
pertenecer y depender tanto del PC como del FPMR128. De ste, aparte de
compartir el nombre, asumen su carcter apartidista al convocar a sus filas a
desarrollar las capacidades de combate y defensa de las masas. Lo que le acerca
al PC es su carcter de base, tanto as que el informe al Pleno del 85 llamaba a
sus militantes a integrarse a ellas.
Muchos cronistas afirman que las milicias eran una suerte de premilitancia
obligatoria para ingresar al FPMR. Si bien esto dista de ser cierto, s ocurra que
muchos milicianos, al destacar en las operaciones o manifestar su voluntad de
adquirir ms responsabilidades, eran reclutados para convertirse en rodriguistas,
128
Historiadores ligados al PC afirman que se trataba de una estructura propia del Partido. Sin embargo,
pblicamente apareca como perteneciente al FPMR, ms all del mote de rodriguista. En el segundo
nmero de su boletn Barricada, aparece un llamado a integrarse a las Milicias firmado por el Frente. Boletn
Barricada, Santiago, Chile, n 2. 1985.
129
Existe un video en la web, reproducido en un captulo de Edicin Impacto de Chilevisin, en el que se
film una accin de recuperacin y reparticin de alimentos a un camin de Sper Pollo en la poblacin La
Victoria, mientras un joven y tmido combatiente de las Milicias Rodriguistas explica cmo se planific y
ejecut. Recurso electrnico disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=vh9GYGC-5tg. Consultado el
30 de junio, 2010.
- 185- -
1
8
lo que se volvi ms frecuente slo en la medida en que las MR se fueron
implementando.
El cabo Ros
Cun extrao fue para muchos ver las fotografas en la prensa opositora: un
hombre rubicundo, de 20 aos, vestido con el uniforme de carabinero, enfrentando
tranquilamente los micrfonos con una bandera del FPMR detrs y dos
- 186- -
1
8
encapuchados acompandolo a cada lado, los comandantes Jos Miguel y
Daniel.
As lo fue tambin para los tres periodistas que, al llegar aquel martes 10 de
diciembre a la conferencia de prensa citada por el Frente, fueron recibidos por el
cabo primero Juan Antonio Ros, de la subcomisara San Joaqun.
No est claro si su desercin pas por cmo fue disuadido por dos jvenes que
resultaron ser activos rodriguistas131, o si sencillamente se trataba un militante
comunista que acat la instruccin de abandonar las filas de la polica para dar un
golpe meditico. Al menos, por entonces, la prensa no se dio el espacio para
cuestionar el hecho, como s era suspicaz con otras acciones del FPMR. Incluso
se dio tiempo de cubrir, en abril del siguiente ao, una nueva conferencia de
prensa del retirado cabo Ros efectuada en Mxico.
130
Boletn de prensa FPMR, Santiago, Chile, 14 de diciembre, 1985.
131
Versin que fue novelada en una publicacin del Frente. Saldas, C. Nacer en Primavera II. Santiago:
Ediciones Rodriguistas, 2003.
- 187- -
1
8
Anunciando la implementacin de la primera campaa del ao decisivo,
denominada Con todo, fuera Pinochet, el Frente Patritico Manuel Rodrguez se
aprestaba a comenzar la etapa ms definitoria de su corta trayectoria y que
terminara por marcarle un lugar protagnico en la historia de la dictadura militar
chilena.
- 188- -
1
8
Captulo Tres. 1986
1. El ao decisivo
Un champagne amargo
Ao nuevo frente al mar. Esa fue la decisin de la clandestina directiva del Partido
Comunista para celebrar la despedida de 1985. En los cerros de Valparaso se
reunan, champagne en mano, los dirigentes que esperaban cambiar su suerte el
ao que comenzaba. Los intereses del general Augusto Pinochet de mantener su
gobierno hasta 1998 haban aumentado y el PC se jugara todas sus cartas por
evitar que eso ocurriera.
- 189- -
1
8
- Ah, es que escucho a mis amigos del exilio.
- Cules? Si son como un milln.
- A los de Holanda.
- Y por qu a los de Holanda?
- Porque nos van a dedicar una cancin. Si la escucho me sentir ms contento.
No te parece?
- Si te hace feliz, adelante, pero aqu estamos nosotros. Salud compadre!132
132
Tellier, G. Carrizal Op. Cit.
133
Ibdem.
- 190- -
1
9
La goleta Chompalhue nunca lleg a su cita internacional, pues quienes debieron
abordarla no fueron capaces siquiera de hacer el primer trayecto que luego los
llevara a las armas. Los tripulantes del Altava decidieron retirarse para evitar
ser sorprendidos por el patrullaje martimo. La seal que indicaba un resultado
positivo de la operacin, la que deba ser enviada a Holanda no se transmiti.
Gracias a la vida, de Violeta Parra, no entregara sus acordes a la Radio
Nederland la noche de ao nuevo. La operacin haba fracasado.
A movilizar
- 191- -
1
9
Con nimo incitador, Zaldvar cerraba la entrevista: Como dice un refrn, a Dios
rogando y con el mazo dando. Aqu no solo se puede rogar. Aqu ya no basta con
rogar; tambin hay que presionar134.
- En nuestro Manifiesto al Pueblo hemos planteado que los chilenos tenemos una
primera y principal responsabilidad: terminar lo ms pronto posible con la dictadura
y darle al pas un rgimen democrtico que interprete los intereses y derechos de
los sectores mayoritarios, y hemos agregado que es posible hacer del ao 1986 al
ao de la victoria democrtica. Hemos dicho que esto no es slo necesario, sino
que tambin posible.
Ms adelante agregaba:
134
Revista APSI, Santiago, Chile, 30 de diciembre de 1985 al 12 de enero de 1986. Pgs. 6-7.
- 192- -
1
9
- Qu quieren decir con todas las formas de lucha?- pregunt el periodista.
- Todo arranca y se centra en la lucha de masas. Esta lucha contiene
desobediencia civil, ingobernabilidad, lucha reivindicativa, ruptura de la legalidad
fascista, paros, huelgas, fortalecimiento de las organizaciones democrticas,
manifiestos, eventos, autodefensa organizada de masas...135
135
Revista Apsi, Santiago, Chile, 10 al 23 de enero, 1986. Pgs. 7- 9.
136
Ibdem.
- 193- -
1
9
condiciones estaban y el Frente Patritico Manuel Rodrguez lo saba. Haba que
actuar.
Ingreso de armas
El que haba sido catalogado por todos los sectores de oposicin a la dictadura
como el ao decisivo no pudo comenzar peor. La ltima noche del ao 1985 deba
concretarse en altamar, en el norte de Chile, un traspaso de armas para ingresar
al pas que sera vital para los planes del PC y su estrategia de desestabilizar el
rgimen militar de Pinochet.
Las noticias del fracaso no fueron bien recibidas por la dirigencia comunista. No se
trataba de una operacin cualquiera. El PC apostaba por hacer de 1986 el ltimo
ao de la dictadura a como diera lugar. En eso no escatimaron esfuerzos. La
ayuda de pases de la rbita socialista fue vital para llevar a cabo el plan que fue
seguido atentamente por los lderes mundiales vinculados a la operacin. Uno en
particular se la jug por completo pese a sus dudas iniciales: Fidel Castro.
- 194- -
1
9
La responsabilidad del fracaso del encuentro en altamar recay sobre Alfredo
Malbrich Baltra. Malbrich fue uno de los primeros chilenos en ingresar a las
Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas, luego que el mismsimo Fidel Castro
le ofreciera a Mireya Baltra, ex ministra del Trabajo y Previsin Social del
presidente Salvador Allende radicada en Cuba, que sus hijos se formaran en
armas.
Los primeros das de enero del 86, Malbrich debi viajar a La Habana a dar
explicaciones de lo sucedido. El ms mnimo error poda tener consecuencias
desastrosas para el gobierno cubano. Este tipo de operaciones no deban dejar
huellas de la intervencin de la isla en otros pases y el desaguisado de tener
esperando una embarcacin llena de armas en aguas internacionales en las
cercana de la dictadura de Pinochet no era un error menor. Tras una serie de
reuniones con el alto mando cubano y dirigentes del PC, donde el tono no fue
precisamente el ms amistoso, Alfredo Malbrich recibi instrucciones precisas
para que no volvieran a suceder imprevistos. No tena ms chances. Se pospona
por un tiempo la operacin para conseguir a la gente adecuada para llevarla a
cabo.
Desde mediados de 1984, Alfredo Malbrich haba sido encargado por Pedro,
comandante del FPMR, para ingresar armas clandestinamente a Chile. Si bien el
partido contaba con algo de material, ste era evidentemente insuficiente para los
objetivos que se tenan en mente. El ingreso de militantes formados en las armas
haca necesaria la internacin de pertrechos que respaldaran sus acciones y le
diera soporte a las operaciones militares. Fusiles, metralletas, bombas y material
explosivo de diversa ndole se requeran en el interior para hacer frente a la gran
capacidad de fuego que posean los militares y los servicios de seguridad de las
Fuerzas Armadas.
- 195- -
1
9
por esta razn que las primeras acciones del Frente debieron responder a una
necesidad de primer orden antes que a su objetivo superior. Los asaltos a
armeras fue una va ensayada, pero debido a alto riesgo de estas acciones, se
fueron descartando con el curso de los meses. Al final, si bien algo se haca con
ese material, no era suficiente para lo que los comandantes del FPMR tenan en
mente.
- 196- -
1
9
Operacin Basta de represin
Por esos das la capital era testigo de un vasto operativo policial. Miembros de
investigaciones, servicios de seguridad y una gran cantidad de policas se
encontraban en las calles realizando registros de identidad, allanando viviendas y
realizando operativos peineta en algunas poblaciones de la zona sur de
Santiago.
- 197- -
1
9
- Usted me podra decir si ac hay una cancha de golf? -pregunt el conductor de
la camioneta a un transente.
- La nica que conozco est en Lo Hermida respondi distrado el joven
contestando as al santo y sea que confirmaba que el vehculo no era seguido.
Podan dirigirse a la casa de seguridad.
Luego de un largo trayecto que dur casi dos horas, la camioneta se estacion en
el patio de una casa. Una seria voz dio las indicaciones, remarcando la
importancia de mantener la cabeza gacha y la vista al suelo. Los periodistas
acataron e ingresaron a la vivienda a tranco rpido. Una vez en su interior, las
visitas fueron recibidas por dos sujetos con el rostro cubierto con pasamontaas y
provistos de subametralladoras UZI. Sbanas blancas y frazadas hacan de
cortinas en la pequea habitacin. Al fondo, a modo de teln, una bandera del
FPMR junto al emblema nacional record inmediatamente a los periodistas
algunas fotografas y comunicados grabados con el inconfundible fondo, que
marcara la estampa del Frente en sus apariciones pblicas desde la
clandestinidad.
Luego de una larga espera, amenizada por sndwich y bebidas, aparecieron los
otros tres periodistas citados, evidenciando en sus rostros el haber realizado el
exhaustivo y riguroso plan clandestino de transporte a la casa de seguridad.
Minutos ms tarde aparecieron en la sala tres sujetos encapuchados. Luego de
saludar cordialmente y agradecer su presencia a los periodistas se presentaron.
Eran comandantes del FPMR: Jos Miguel, Daniel y Enrique.
- 198- -
1
9
estacionada en las cercanas del paradero en que esperaba el transporte pblico.
El sonido rtmico de sus zapatos al golpear el suelo se vio inesperadamente
interrumpido. Ese da el cabo Obando no llegara siquiera al paradero.
Prueba de vida
Pocos das antes, Carabineros de Chile haba inaugurado el mes aniversario del
cuerpo policial creado en 1927 por el general Carlos Ibez del Campo. Abril
deba ser un mes de ceremonias, celebraciones y agasajos, colmado de bailes
institucionales e inauguraciones de placas conmemorativas celebrando los 59
aos de la institucin. El secuestro del cabo Obando interrumpira el festivo
itinerario de Carabineros.
- 199- -
1
9
Rec. La cmara de video instalada tras las sillas en la pequea habitacin
comenzaba a registrar la clandestina conferencia de prensa ofrecida por el FPMR.
Los comandantes, rgidamente sentados y con tono seco, abrieron los fuegos:
Prosigui:
137
Tiempo despus la accin sera reconocida por el FPMR, luego de acusar a Yvenes de haber sido un
sapo (informante de la dictadura) en la poblacin La Victoria.
- 200- -
2
0
En orden y con un poco de timidez los periodistas preguntaron por los motivos del
secuestro en particular de Obando.
138
Revista Anlisis, Santiago, Chile. 15 al 21 de abril, 1986.
- 201- -
2
0
Pasadas las 19 horas se dio por finalizada la conferencia, previo anuncio del
FPMR de la liberacin del cabo Obando en las prximas horas. Los periodistas
abordaron nuevamente el vehculo y en pocos minutos fueron dejados en la
concurrida avenida Vicua Mackenna, en la zona sur de la capital. Exclusiva en
mano los periodistas volaron a las mquinas de escribir. Esa noticia vala oro.
Mientras, los miembros del Frente deban extremar las medidas de seguridad para
la liberacin de Obando en una ciudad sitiada. La promesa realizada a los
periodistas deba cumplirse para demostrar una eficiente capacidad operativa que
burlara la seguridad de los organismos de inteligencia del general Pinochet.
Adems, deban procurar que Obando no fuera asesinado por la CNI al ser
liberado, una de las posibles estrategias de los organismos de inteligencia para
acusar el FPMR y desvirtuarlo, por lo que deban asegurarse de que el cabo diera
inmediatamente seales pblicas de vida.
139
Revista Cauce, Santiago, Chile, n 70 abril de 1986.
- 202- -
2
0
bajada de la noticia sobre la conferencia de prensa clandestina ofrecida por el
Frente. Ms abajo coronaba: Nos parece que tanto la Operacin Basta de
Represin como la realizacin de la rueda de prensa clandestina son un verdadero
jaque a la poltica de seguridad que el rgimen militar ha venido
140
implementando .
Sin embargo, la liberacin por parte del FPMR del cabo Obando, no signific el
regreso a casa para el carabinero. Luego de pasar a la Radio Chilena, tal como le
haban ordenado sus captores, Obando se dirigi a la Escuela de Carabineros,
desde donde fue trasladado al Hospital institucional para realizar los exmenes de
rigor.
Minutos antes, Obando haba sealado por radio que sus captores le haban dado
un buen trato, lo que coincida con la opinin de los periodistas que lo recibieron
en la emisora, quienes afirmaron que lo vieron tranquilo y con pleno
discernimiento. Ms an, a su llegada al Hospital de Carabineros se inform en
primera instancia que Obando se encontraba en buenas condiciones.
Sin embargo, las casi 65 horas que estuvo en cautiverio el cabo Germn Obando
no seran nada comparado a los cuatro das de aislamiento que decret el da
viernes 11 de abril su institucin, pues se argument que se encontraba en
estado de shock, depresivo y con amnesia temporal, segn el comunicado oficial
del hospital. Al da siguiente, los psiquiatras del establecimiento describieron el
estado mental de Obando como crepuscular, por lo que deba mantenerse
aislado y sin contacto familiar durante cuatro das.
140
Ibdem.
- 203- -
2
0
ha estado sometiendo? Dejamos planteada la interrogante para cualquier
eventualidad. Cuando el cabo fue liberado y subi a los estudios de Radio Chilena,
gozaba de buena salud y era portador de una carta para sus compaeros de
armas141.
141
Ibdem.
- 204- -
2
0
2. Preparativos para un mes bisagra
Nace un comandante
Los otoales das de mayo fueron el paisaje que reciba a los miembros de la
Direccin Nacional en una casa de seguridad. Disimulada en la tranquila comuna
de uoa, en el sector oriente de la capital, la casa de seguridad responda
cabalmente a las exigencias de la clandestinidad para llevar a cabo una
importante ceremonia. Tras cumplir con rigurosas normas de chequeo, fueron
llegando, por separado, los tres miembros de la Direccin Nacional que oficiaban
de anfitriones. Un poco ms tarde haca su arribo Jos Joaqun Valenzuela Levy.
- 205- -
2
0
una vez instalados en la Repblica Democrtica Alemana, ingres a la escuela de
cuadros de Wilhem Pieck, donde, como l, fueron formados decenas de jvenes
en el marxismo, adems de iniciados en armas. Siguiendo el recorrido habitual de
los hijos de comunistas, su militancia en el PC la inici por esos aos ya en el
extranjero.
Si bien la formacin de cuadros militares por parte del Partido era un hecho, el
destino prctico de los centenares de jvenes instruidos en los pases de la rbita
socialista an no era algo resuelto. Por esta razn, al finalizar su instruccin en la
RDA, no tuvo ms opciones que aceptar la propuesta partidista de seguir su
formacin, esta vez de forma profesional, en el Ejrcito blgaro. Fue as como a
los 19 aos Jos Valenzuela Levy se integraba a un pequeo grupo de chilenos
que comenzaba su formacin militar en las fras calles de Sofa. Corra el ao
1977 y el joven se integraba a la misin, donde fue recibido por el contingente
chileno recin instalado en la capital de Bulgaria.
Los apodos ganados en su paso por la RDA tuvieron que quedar atrs, pues deba
conocrsele por su chapa. Ricitos, debido a su crespo cabello, o el mecnico
por la suciedad de sus prendas de vestir, no eran apodos dignos de un
revolucionario que se formaba en armas. Rodrigo fue su eleccin, la que
inmediatamente dio paso a como le llamaran con cario sus compaeros en
Bulgaria: el Roro.
- 206- -
2
0
preparacin, otros slo haban cursado octavo bsico o incluso cuarto de
preparatoria.
Estos factores hicieron que la Direccin Nacional del FPMR lo nombrara como el
encargado para su operacin ms ambiciosa. En la casa de seguridad de uoa,
una vez reunidos todos los invitados, los oficiales ascendieron en una modesta
pero solemne ceremonia a Jos Valenzuela Levy a comandante. Roro, que
haba salido de Chile teniendo tan slo 15 aos, desde ese entonces sera el
comandante Ernesto y tendra a su cargo la operacin que coronara el plan
trazado por el PC para acabar con la dictadura militar: terminar con la vida del
general Pinochet.
Esa casa clandestina en uoa era testigo del inicio de la operacin. Quien entr
como un combatiente a la espera de rdenes, sala caminando con una nueva
142
Creada en enero de 1986, era encabezada por el mdico DC Juan Luis Gonzlez y agrupaba a una quincena
de organizaciones sociales de oposicin.
- 207- -
2
0
chapa y con una misin: el comandante Ernesto dirigira la Operacin Patria
Nueva.
Una vez entregado al gobierno, ste solicit un plazo para entregar una respuesta,
el cual venci el 30 de mayo. Como era de esperar, la dictadura de Pinochet slo
contest con descalificaciones a los impulsores del acuerdo, reafirmando todas
sus intenciones de continuar con el rgimen.
Ante este escenario Fanny Pollarolo, miembro del PC y dirigente del MDP, pona a
su movimiento en el mismo plano de movilizaciones. La vocera declaraba a APSI:
- Frente a la respuesta militar que no contesta las demandas del pueblo, tenemos
la absoluta certeza que la gran concertacin que se ha logrado en la Asamblea de
la Civilidad va a contestar al rgimen con un plan de movilizaciones que significa
usar los recursos que tiene el pueblo para acallar las armas143.
143
Revista APSI, Santiago, Chile, 2 al 15 de junio, 1986. Pgs. 7-11.
- 208- -
2
0
Las voluntades se reunan en torno a la intencin de ejercer presin sobre el
rgimen del general Pinochet. Se coordinaron acciones entre los partidos polticos,
actores sociales, los sindicatos pararan y saldran a las calles mientras las
mujeres organizaban cacerolazos.
El ambiente en Santiago estaba tenso ya desde la noche del 1 de julio. Las calles
no podan esconder la ansiedad de las horas previas a una gran movilizacin. El
transporte pblico disminua y las pocas personas que andaban por la calle
caminaban raudas a sus destinos. La represin sera dura, y eso todos lo saban.
La hora del paro haba llegado.
- Instrucciones especiales?
- Bueno...estar atentos a los desrdenes, desmanes.
- Dispuestos a disparar?
- Si las circunstancias lo exigieran, por supuesto. Nosotros defendemos a la patria
y si para ello hay que matar, matamos.
- Por qu los ubicaron aqu hoy da?
- No s, son rdenes. Hasta ahora est tranquilo, pero con los comunistas nunca
se sabe.
- Usted cree realmente que el paro es asunto slo de comunistas?
- Claro que s. Si no, no estaramos armados, no cree?144.
Para el FPMR era una fecha importante. El plan de sublevacin nacional, al que
deban sumarse las masas para derrocar a Pinochet, era un objetivo a cumplir en
ese ao. Esta jornada de protestas del 2 y 3 de julio, manifestacin que una a
todas las fuerzas opositoras, era el escenario propicio para que el Frente saliera a
la calle a apoyar a las masas colaborando con su capacidad tcnica y operativa.
Para el conjunto del PC era un paso ms all del ensayo general. Sin embargo, su
brazo armado qued a la espera.
144
Revista APSI, Santiago, Chile, julio, 1986. Pgs. 2-5. Entrevista a un carabinero en la va pblica.
- 209- -
2
0
An cuando varios grupos en Santiago y regiones estaban dispuestos a actuar
cuando la Direccin Nacional diera la orden, ello nunca ocurri. El FPMR no
saldra a la calle esa noche; haba que cuidarse hasta el momento preciso, para el
cual faltaban unas semanas an.
Una patrulla militar irrumpi a gran velocidad. Los manifestantes huyeron por las
calles y pasajes del sector. Rojas De Negri, que aprovechaba de fotografiar con su
cmara los detalles de la situacin, fue fuertemente golpeado por los efectivos
militares y arrojado al suelo. A su lado lleg Carmen Gloria Quintana, manifestante
detenida que ahora acompaaba al fotgrafo, ambos tendidos en el piso. Sin
mediar explicacin alguna, fueron rociados con el mismo lquido inflamable que los
manifestantes usaran para las barricadas. Los efectivos militares les prendieron
fuego.
- 210- -
2
1
Luego de unos minutos, los uniformados apagaron con frazadas las llamas y
subieron a la patrulla militar los cuerpos, previa orden del teniente de Ejrcito
Sergio Fernndez Dittus. Los cuerpos seran abandonados minutos ms tarde en
una acequia en la comuna de Quilicura, en la zona norte de la capital. Las ltimas
imgenes que captur el fotgrafo de slo 19 aos nunca seran reveladas.
- 211- -
2
1
Respondiendo a la planificacin original, poco a poco se fueron sumando
militantes a las tareas de preparacin de la operacin. No se deban levantar
sospechas, por lo que todo se hara en la legalidad. O casi todo. En la notara de
Oscar Surez, en la ciudad de Coquimbo, con fecha 23 de octubre, Vctor Hugo
Fernandez y Alexis Texier conformaban la sociedad Cultivos Marinos Chungungo
Limitada, que sera la fachada legal bajo la que se instalaran el resto de los
frentistas trabajando como compradores de huiros y algas.
Pedro lideraba el equipo desde inicios de 1985, cuando la directiva del PC decidi
ingresar un gran nmero de armas al pas. Combatir la dictadura era su misin, y
sin armas, no sera posible, dado el ilimitado poder de fuego con el que contaban
las Fuerzas Armadas y de Orden.
- 212- -
2
1
La necesidad de monitorear de cerca la situacin hizo a Pedro instalarse en la
localidad urbana ms cercana. Mientras el centro de operaciones estara en la
costa de Carrizal, desde Vallenar, ciudad situada a poco menos de 100 kilmetros,
Pedro seguira de cerca el operativo. En la calle Serrano 701 se instal la oficina
de planificacin, donde adems se realizaba con sumo cuidado el papeleo legal de
las empresas con el Servicio de Impuestos Internos para no levantar sospechas
de ningn tipo.
- 213- -
2
1
teleserie Matrimonio de papel de Canal 13, donde el actor ocupaba un papel
secundario.
El trayecto hasta ese negocio haba sido largo. Durante meses, otros militantes
haban estudiado distintas alternativas para asesinar a Pinochet. Incluso, se
haban instalado la infraestructura para activar una bomba en Plaza Egaa, por
donde reiteradamente pasaba el general, hasta que se iniciaron obras de
remodelacin del lugar y qued descartado145.
145
Mencin aparte merece el intento de lanzar a control remoto un explosivo desde una habitacin del Hotel
Carrera hasta la oficina de Pinochet en La Moneda, durante 1985, que fracas porque el trpode result muy
endeble para el cohete que sostena. Hasta hoy, nadie se ha adjudicado este intento. Ver Garca Mrquez, G.
La aventura de Miguel Littin Op. Cit.
- 214- -
2
1
Simulando completa normalidad en el inters por el local comercial, se hicieron de
la amasandera. Un pequeo grupo de frentistas seran los encargados de trabajar
en el local, manteniendo las actividades propias del negocio: pan amasado,
empanadas y bebidas eran comercializadas en completa normalidad por Daniel,
Juan Carlos y Carol.
El acucioso estudio de la rutina del general fue una de las tareas que el Frente
acometi con total pulcritud durante el ao decisivo. Los informes entregados a la
Direccin Nacional fueron vitales para tomar la decisin de realizar un atentado
explosivo en la ruta G-25, que une Santiago y el Cajn del Maipo, al ms puro
estilo del atentado de la ETA al almirante Luis Carrero Blanco, entonces
presidente del Gobierno de Espaa, el 20 de diciembre de 1973. Previo arriendo
de un stano en Madrid, miembros del grupo subversivo hicieron explotar el
vehculo que transportaba a Carrero Blanco, terminando con su vida, a slo unas
pocas cuadras de la Embajada de Estados Unidos en Espaa.
- 215- -
2
1
extraccin de material y la llegada de los implementos para la construccin. Un
secreto tnel era construido a inicios de junio de 1986.
Animado por la pulcra maniobra del secuestro del cabo Obando, el Frente se
decidi a actuar nuevamente, apoyado en la gran cobertura del plagio anterior y,
sobre todo, por la forma en que la prensa opositora destac la capacidad del
operativo para confrontar a los servicios de inteligencia dictatoriales.
Esta vez el objetivo no sera Carabineros, era el turno del Ejrcito. El 14 de julio de
1986 miembros del FPMR secuestraron al coronel Mario Haeberle, encargado de
protocolo de la rama castrense. Si bien no era un hombre de confianza de
Pinochet, s era cercano a los altos mandos de la institucin en virtud de su trabajo
diario.
El secuestro fue un xito, pero el Frente no lograra del todo su objetivo. Acusando
el golpe comunicacional recibido por el gobierno con el plagio del cabo Obando,
inmediatamente la Divisin Nacional de Comunicacin Social (Dinacos) del
rgimen decret la prohibicin de publicar informacin sobre el caso, excepto "las
de carcter oficial emanadas del Gobierno, todo ello con el fin de no entorpecer las
investigaciones en curso".
La informacin obtenida por los medios no poda ser publicada, mucho menos la
fotografa del coronel Mario Haeberle con la bandera del FPMR como teln de
fondo. La noche siguiente se produjeron allanamientos masivos en Paine y en La
Pintana, pero ni los peridicos ni la televisin lo consignaron. Las agencias EFE y
UPI fueron quienes reciban los datos directo desde el Frente y la exportaban para
su publicacin en Europa.
- 216- -
2
1
Precisamente EFE fue la agencia que recibi la llamada para la liberacin. Una
voz femenina ofici de portavoz, anunciando el trmino del secuestro, y
planteando la necesidad imperiosa de que la agencia confirmara en terreno la
situacin, consignando una esquina de la capital. Nos interesa que no se
enferme, seal la portavoz.
Si bien los periodistas no lograron confirmar con sus ojos la liberacin, fue Hctor
Luis Maldonado, el vigilante de la industria Easton-Chile, quien ofici como medio
de prueba de la libertad del coronel de Ejrcito. Al ser liberado, Haeberle le solicit
el telfono para dar aviso a su institucin. Antes que llegara EFE, una patrulla lo
recogi y traslad al Hospital Militar.
- 217- -
2
1
3. La hora ms dura del FPMR y el PC
El martes 12 de agosto, en todos los kioscos del pas, una gran fotografa
intentaba representar la magnitud de la noticia. El Mercurio atrajo las miradas de
todos los chilenos esa maana con la exposicin pulcra y ordenada de 348 fusiles
M16, calibre 5,56 mm utilizados en la guerra de Vietnam que haban sido
incautados en Carrizal Bajo. Arsenal para seiscientos guerrilleros, era el ttulo de
la noticia que explicaba el hallazgo del armamento clandestino en la III Regin.
- 218- -
2
1
detenidos. Se desbarataba as la operacin ms grande de internacin de un
arsenal y se pona en riesgo algo ms que la prdida de las armas146.
- Iban a caer muchas vctimas inocentes, fjense que aqu hay 1.300 kilos de TNT,
es decir, con esto se vuela medio Santiago. Esto es slo la punta del iceberg,
porque tienen que haber muchas cosas ms.
146
Luego del hallazgo de la internacin de armas, tanto el Frente como el PC se empearon en endosar la
gestin del operativo a la inteligencia estadounidense. La pirotecnia meditica desplegada por el gobierno
militar y particularmente la actitud de Pinochet ayudaron a construir un argumento que adems los desligaba
de las responsabilidades propias. Un satlite que habra detectado el movimiento de armas se argument por
aos como la causa de la falla de la operacin. Con el tiempo, esa tesis ya no es ms que un dato de la causa,
primero por el informe con los errores cometidos por el Frente en la operacin, y luego, por lo dbil del
argumento: de haber sido detectados por la inteligencia, una vez alertado el gobierno de Pinochet no habra
acudido al lugar con tres hombres armadas sin ningn tipo de apoyo.
- 219- -
2
1
- Calcule usted: Rusia, los otros pases de la cortina de hierro y todos los tontos
tiles del lado que ustedes conocen.
- Qu les puede decir a los que sostienen que no hay violentismo en Chile?
- Les digo: abran los ojos y vean lo que en realidad persiste. Hay en realidad una
preparacin para desarrollar una guerra de guerrillas en forma directa147.
A la misma hora en que todos los chilenos se enteraban por la prensa del hallazgo
de los arsenales, los telfonos de los dirigentes de los partidos opositores
comenzaban a sonar. El accionar del Partido Comunista haba salido de los
mrgenes de lo permitido, y no haba sido comunicado al resto de los partidos, lo
que resultaba obvio debido a la magnitud de la operacin.
147
El Mercurio, Santiago, Chile, 12 de agosto 1986.
148
La Tercera, Santiago, Chile, 12 de agosto 1986.
- 220- -
2
2
los altos dirigentes de los pases involucrados en la operacin. El frente poltico
interno abra una serie de flancos y no se encontraran en buen pie para negociar.
Una accin de esta envergadura no poda tener ese tipo de errores, y menos ser
detectada por un patrullaje rutinario en bsqueda de traficantes de locos. La
cpula del FPMR resinti el golpe, pues saban que se agotaban sus chances, y
que la relacin en el PC se tensionaba ms de lo apropiado.
Ms que las palabras de Pinochet en relacin a los tontos tiles que habran
colaborado con la accin, el comunicado oficial del gobierno revelaba informacin
clave sobre el accionar del Frente en el ao decisivo. Una hoja fue repartida a
todos los periodistas reunidos en la rueda de prensa con el armamento como teln
de fondo. Ah se lea:
- 221- -
2
2
De conformidad al anlisis de los antecedentes reunidos a la fecha, este
material, por su naturaleza y cantidad, estaba evidentemente destinado a
reforzar la infraestructura armada de un plan de violencia extrema previsto
para ser puesto en prctica en el curso del prximo mes de septiembre y
cuyos detalles actualmente bajo estudio- sern dados a conocer
oportunamente a la opinin pblica149.
Como consuelo, la Direccin Nacional del FPMR, alcanz a distribuir parte del
armamento ingresado y ste se encontraba en parcelas de la zona central, casas
de seguridad en la zona sur y talleres mecnicos cercanos al Cajn del Maipo.
Esas armas tenan una finalidad y seran utilizadas segn estaba presupuestado.
El Frente se jugaba su ltima carta y apostaba por el triunfo. Era el todo o nada.
149
El Mercurio, Santiago, Chile, 12 de agosto, 1986.
150
Ibdem.
151
La Nacin, Santiago, Chile, 31 de diciembre. 2006.
- 222- -
2
2
Operacin Siglo XX
- 223- -
2
2
A eso de las 18:20 horas del da domingo 7 de septiembre, Isabelle Mayoraz cogi
el telfono de la Residencial Inesita en San Jos de Maipo para anunciar el paso
de la comitiva por esa localidad.
Uno a uno, los fusileros fueron subindose a los vehculos. Cecilia Magni dio la
seal del vamos en la puerta de la casa, no sin resignacin por no poder participar
de la operacin. Pocos das antes, la Direccin Nacional le haba prohibido
participar de la Operacin Patria Nueva. Las probabilidades de salir con vida no
152
Hertz, C.; Verdurgo, P. Operacin siglo XX. Santiago: Ediciones ChileAmrica CESOC, 1996. Pgs. 142-
143.
- 224- -
2
2
eran muchas, y luego de las cadas de Carrizal, deban proteger al mximo a sus
integrantes ms valiosos. En su reemplazo, Julio Guerra abordaba un vehculo
para dirigirse a la Cuesta Achupallas, ubicada entre el sector de La Obra y el
pueblo de las Vertientes.
El domingo 31 de agosto, fecha original del plan para dar muerte a Pinochet, los
fusileros debieron guardar sus armas pues el general haba sorprendido a todos
regresando de madrugada a Santiago desde su casa de El Melocotn. El
fallecimiento del ex presidente Jorge Alessandri Rodrguez adelant su viaje a
Santiago. Al pasar por frente a la casa de La Obra, los frentistas no se percataron
de la situacin. Todos dorman.
Abrigado con una parka caf y con su mano izquierda envuelta en vendas, el
general Pinochet era secundado por su edecn al ser entrevistado por Televisin
Nacional.
- 225- -
2
2
- Iba con mi nieto, el menor, Rodrigo, que tiene 10 aos. Despus de haber
pasado San Jos de Maipo, antes de llegar a Las Vertientes, hay una parte en que
se angosta el camino, y de ah sali del costado izquierdo, mirando al costado
izquierdo hacia la derecha, un auto con triler, casa, casa, se fren, el auto
frenamos, se inici un tiroteo intenssimo, con metralleta, con fusil, de acuerdo con
el ruido y bazuca, o sea lanzacohetes, y algunas granadas de mano que tiraron
despus. Reaccionaron de inmediata la guardia y mi chofer en forma muy, ehhh
con mucho nimo y de forma muy instantnea reaccion, el edecn lo iba guiando
hacia la parte posterior. A todo esto reciben un fuego intenssimo, por delante.
- Por delante, por los costados, por atrs y por arriba. A todo esto, retrocedamos y
nos disparaban pero en forma instantnea, y nos lanzaban bombas por debajo,
pueden ver hasta que logramos salir del cerco que nos haban formado, y la
seguridad estuvo combatiendo largo rato, despus nosotros no supimos ms
porque nos alejamos de la zona.
- Pero esto prueba que el terrorismo es serio, que es ms grave de lo que estn
hablando, que es ms severo que lo que estn hablando, y que ya esta bueno que
- 226- -
2
2
los seores polticos se den cuenta que estamos en una guerra entre el marxismo
y la democracia, o el caos o la democracia vaya a saber uno.
En efecto, como bien sealaba el dictador, la experticia del conductor del segundo
vehculo de la comitiva, donde viajaba Pinochet, fue una de las razones que le
permitieron salir con vida. El anlisis pericial acerca del golpe que recibi la
ventana del Mercedes Benz en que viajaba demostr su manejo y conocimiento
en materia armamentil. Sin embargo, el relato del general no sera del todo
coherente.
153
El Mercurio, Santiago, Chile, 8 de septiembre, 1986.
154
La versin que apoya la afirmacin de Pinochet respecto de su nieto, es refrendada por Carmen Hertz y
Patricia Verdugo en el libro Operacin Siglo XX.
- 227- -
2
2
Cuando anocheca en Santiago y las calles comenzaban a quedar desiertas
producto del Estado de Sitio promulgado por el gobierno, varios hombres se
reunan para un operativo especial. Un grupo de la unidad antiterrorista Cobra
del Ejrcito responda al llamado televisivo en clave que los servicios de
inteligencia tenan coordinado para casos de emergencia.
Unas pocas horas despus del atentado, un vehculo Nissan Stanza celeste se
desplazaba por Santiago. A eso de las 02:00 a.m. del lunes 8 de septiembre, un
grupo de comandos Cobra con pasamontaas cerc la casa de Felipe Rivera
Gajardo, militante del PC. A la fuerza fue subido a un vehculo. La maana
siguiente su cuerpo era hallado con seis balazos en el cuerpo.
- 228- -
2
2
ingres a su casa sin importar llevarse al padre de familia frente a su hijo. Ellos no
volveran a verlo con vida.
El ao decisivo?
155
Parte Operativo - Operacin Patria Nueva. Comandante Bernardo (Jos Joaqun Valenzuela Levy) [en
lnea]: http://www.archivochile.com/Izquierda_chilena/fpmr/de/ICHfpmrde0036.pdf. Consultado el 11 de
junio, 2010.
- 229- -
2
2
Inmediatamente el partido fue excluido de todo proceso de negociacin y qued
en la absoluta soledad. Sus dirigentes, otrora interlocutores y colaboradores en la
protesta contra la dictadura, hoy ya no eran considerados en el mapa poltico. Si
alguna posibilidad existi de negociar de forma conjunta con otros partidos, el PC
ya no se sentaba en la mesa a conversar.
Las relaciones del Partido con su brazo armado no eran las mejores. La
comunicacin no flua, y mientras los militantes histricos esperaban
subordinacin poltica, los oficiales formados en el extranjero respondan con
indiferencia y en la interna reprochaban la actitud de los viejos. Poco a poco se
manifestaba la prdida de influencia del PC sobre los lderes del FPMR, a su vez
que la vieja mquina poltica del partido ahora se comenzaba a dirigir hacia su
brazo armado.
1986 pudo ser el ao decisivo, pero no precisamente para los fines que buscaba el
PC. El camino hacia una salida pactada de la dictadura asomaba cada vez ms
como una opcin viable. El agotamiento del rgimen militar, sumado a la fuerte
presin estadounidense, fueron encauzando las variables de la historia por un
camino que no transitara el Partido Comunista. Ahora, todas las formas de lucha
no simpatizaban a la particular democracia en ciernes, y las condiciones
demostraban que cada da que pasaba, se vea ms difcil la realizacin de la va
insurreccional.
- 230- -
2
3
Mientras comenzaban las recriminaciones internas y pasadas de cuenta a quienes
apoyaron la va armada, el partido se desdibujaba y su relacin con el FPMR se
comenzaba a convertir en un obstculo. La estructura estaba armada y no sera
fcil desmantelarla.
Por otra parte, la orden impartida por la Direccin Nacional -instruida desde el
propio partido- de salir del pas no fue acatada por la totalidad de los fusileros del
atentado. Desentendiendo la urgencia de su salida, algunos optaron por quedarse
con la avenencia de la DN. A los meses caeran casi una decena de ellos. Los
golpes asestados por los servicios de inteligencia se fueron sumando y las lgicas
operativas del Frente fueron progresivamente descifradas. Algunos de los lderes
rodriguistas ms prominentes estaban identificados o eran fruto permanente de
seguimientos al finalizar 1986.
- 231- -
2
3
Captulo Cuatro. 1987-1989
Efecto domin
Joaqun era, a sus 27 aos, un hombre con experiencia, por decir lo menos. Haba
pasado con su nombre real, Mauricio Arenas Bejas, por las organizaciones ms
importantes de la izquierda chilena, el MIR y el PC, para luego volverse un
combatiente curtido en las filas del Frente Patritico Manuel Rodrguez. Adems
de haber actuado en muchos de los hitos de la historia de la organizacin, tena el
dudoso mrito de ser el primer acusado por la Ley Antiterrorista. Sin duda, lo que
coronaba su trayectoria fue el haber participado como jefe de una Unidad
operativa en la Operacin Siglo XX, con la particularidad de haber sido el nico
fusilero herido tras la accin.
La noche del 19 de febrero de 1986 contempl una escena dramtica que bien
pudo haber sido el final ad hoc para Joaqun. l mismo la recordara como su
fiesta de plomo. Parapetado tras una Ford estacionada en un pasaje sin salida, a
la altura del paradero 14 de Vicua Mackenna, resisti, solo y durante ms de
media hora, una lluvia de proyectiles disparados por los agentes de la CNI y
Carabineros que lo haban estado siguiendo.
- 233- -
2
3
Santiago, junto al ro Mapocho, en condiciones de continuar su intensa militancia y
su adiccin al cigarrillo.
Con la detencin de Arenas, caa el ltimo de los seis fusileros que seran
apresados durante los primeros meses despus del atentado. A ellos se les
sumaran otros nueve militantes rodriguistas detenidos, que cayeron en tres
operativos con efecto domin tras sucesivas delaciones. A ellos se deban sumar
los detenidos por el caso Carrizal, liderados por Claudio Molina, quien cay slo
tres das antes del atentado.
- 234- -
2
3
El tercer botn ms preciado por la CNI fue el mdico Manuel Cabezn Ubilla.
Nunca se estableci su real importancia, sino solamente su rol como encargado
de la logstica sanitaria. La delacin de miembros de su equipo, que operaba en
una clnica clandestina en Las Condes, produjo su detencin. Lo mximo que
estableci la polica era que se trataba del comandante Marcelo, pero nunca
supieron que se trataba de uno de los integrantes originales de la Direccin
Nacional del FPMR, mano derecha de Jos Miguel en las tareas de
aseguramiento logstico.
Sanciones
La Direccin Interior del Partido Comunista estaba molesta. Los jefes del FPMR
haban contradicho varias de sus indicaciones y entonces, hacia febrero de 1987,
las consecuencias estaban a la luz. Dos frentistas, hijos de emblemticos
dirigentes del PC, Vctor Daz e Isidoro Carrillo, estaban en la crcel acusados de
participar directamente en el atentado al dictador. Otros tantos fusileros tambin
se encontraban recluidos, a pesar de que la orden era que todos abandonaran el
pas luego de la operacin.
Estos hechos eran los ms evidentes. Pero lo cierto es que eran las fisuras que
anunciaban un terremoto de proporciones.
- 235- -
2
3
Los dos meses aciagos de 1986, agosto y septiembre, marcaron el punto de
inflexin del curso final de la dictadura. Est suficientemente documentado cmo
la inteligencia y la diplomacia estadounidenses empezaron a intervenir, bajo un
intenso lobby, para promover la salida pactada, sugerida pblicamente por Patricio
Aylwin dos aos atrs156.
156
Corvaln, L. De lo vivido Op. cit. Pgs. 293-295.
157
Esta discusin se desarrolla ms a fondo en el Eplogo.
- 236- -
2
3
Jos Miguel era la figura visible de la contraparte. Sus intervenciones
representaban el sentir de casi todos los comandantes: 1986 no haba sido el ao
decisivo no por excesivo operativismo, sino por la falta de ste. La acusacin se
sintetizaba en que el partido no haba dispuesto todas sus capacidades hacia la
sublevacin nacional y, hoy, ms encima, pretenda revertir el proceso.
El quiebre definitivo
Las medidas eran una dura afrenta contra los lderes rodriguistas. Jos Miguel
insista en convencer a la direccin partidista del camino errado, pero la nica
respuesta que reciba era el silencio, segn acusaba en junio del mismo ao. Ya
no quedaba dudas de que el objetivo del PC era sepultar al FPMR.
158
En este orden: Ignacio Valenzuela Pohorecky (JJCC); Jos Valenzuela Levy (blgaro); Roberto
Nordenflycht (FAR); y Luis Arriagada Toro (JJCC Valpo).
- 237- -
2
3
En respuesta, el ncleo cercano a Jos Miguel, compuesto por varios de los ms
importantes cuadros de la organizacin, comenz a fraguar lo que luego el PC
tildara de trabajo fraccional. El consenso al que llegaron fue claro: si el Partido
persista en romper con la va insurreccional, ellos romperan con el Partido.
Daniel Huerta no era invitado a estas conversaciones. Los otros jefes frentistas
saban que, sin ser cercano a Gladys Marn ni a Teillier, Huerta era un militante
incondicional con el PC. Sin embargo, como miembro de la Direccin Nacional se
termin enterando del trabajo fraccional, por lo que decidi enviar un recado por
el lado a la direccin del PC para informar la situacin.
Cuando la propia Gladys Marn mand a reunirse con l, Huerta inform: le digo
est pasando esto: est pasando que yo siento que las cosas no estn
funcionando con la regularidad, con la transparencia que uno espera, yo siento
que estn haciendo cosas por el lado.
Ms de alguien estar feliz de que el Frente se vaya del Partido. O ms bien, que
el Partido se vaya del Frente. () si se ponen jefes militares que la base no
respeta, los militantes del Frente no se subordinan a ellos160. Las advertencias de
Jos Miguel en una intervencin frente a la Comisin Militar, producida entre
marzo y abril de 1987, anunciaban con claridad la decisin del comandante del
159
Cavallo, A. Historia oculta de la transicin. Santiago: Editorial Grijalbo, 1998. Pg. 100. La historia es
refrendada por Martn Pascual, Daniel Huerta, en entrevista con los autores.
160
En: Salazar, M. Guzmn: quin, cmo, por qu. Santiago: Ediciones BAT, 1994. Vidal H. FPMR Op.
Cit. Pgs. 204-206.
- 238- -
2
3
FPMR y buena parte de sus cercanos. Dado que el PC no pensaba dar marcha
atrs, los caminos se bifurcaban.
Cuando el jefe del Frente Patritico preparaba su ltimo informe como militante del
Partido Comunista, un nuevo golpe de las fuerzas represivas marcara la fecha
ms triste en la historia de la organizacin.
Quin sabe por qu motivo Jorge Salas, el vocero del Frente Patritico Manuel
Rodrguez, record la Matanza de San Valentn, ocurrida 58 aos atrs. Pero
aquel 17 de junio de 1987, frente a sus contactos de la prensa opositora, su
ocurrencia termin nombrando la brutal operacin que la CNI haba iniciado
menos de 48 horas antes, en la vspera de la celebracin religiosa por el
renacimiento de Jess. La llam, apesumbrado, la Matanza de Corpus Christi161.
161
Entrevista a lex Vojkovic.
- 239- -
2
3
Pinochet, quien, por sugerencia de Hugo Salas Wenzel, director de la CNI, habra
aprobado un apretn al Frente162.
Desde las 07:00 a.m. del 15 de junio hasta la madrugada del 16, las fuerzas
represivas se desplegaron sobre Santiago para dar con el paradero y asesinar a
prcticamente todos los frentistas que constaban en sus registros.
162
Queda al debe saber si haban otras motivaciones ms slidas para la operacin, por ejemplo, si fue una
reaccin a una escalada operativa del Frente o un recrudecimiento de la represin posterior a la visita del
Papa.
- 240- -
2
4
menor- seran detenidos por Carabineros. Paradjicamente, eso fue lo que les
salv la vida.
El siniestro accionar de la CNI se cerr con la frase del jefe del Cuartel Borgoo,
lvaro Corbaln, al ministro secretario general de la Presidencia, Francisco Javier
Cuadra, al amanecer del 15 de junio:
- Francisco Javier, te quiero comunicar que ya van 12 -le inform a Cuadra, quien
colg el telfono de su domicilio, aprestndose a ensayar las frases con las que
cubrira el manto de impunidad de la Matanza de Corpus Christi163.
163
Ver la acuciosa investigacin de Pinto, . La historia judicial de la Operacin Albania. Memoria para
optar al Ttulo de Periodista, Universidad de Chile, Santiago, 2008. Un texto que aborda la historia desde
testimonios familiares y del propio FPMR, es el de Aguilera, . Operacin Albania. Matanza de Corpus
Christi. Santiago: s/e, 1996.
- 241- -
2
4
terminaron con la vida de 12 de ellos. Acechaba el peligro de las delaciones y las
infiltraciones.
No slo eran duros los golpes sobre sus militantes. La divisin del FPMR era
inminente y el duro debate de los ltimos meses haba significado un fuerte
repliegue operativo. La accin ms llamativa haba sido la toma de ocho radios y
la agencia AP para dar fin a la tregua por la visita al pas del Papa Juan Pablo II,
pero no era ms que un saludo a la bandera. En cambio, la CNI haba dado
muestras de su amenazante capacidad de tal forma que cal hondo en la
organizacin.
Finalmente, el informe del comandante Jos Miguel vio la luz a fines de junio de
1987. Fue el comunicado oficial anunciando el paso que las decisiones del
partido, como apuntaba Jos Miguel, obligaban a dar. Dirigido a los hermanos y
compaeros del Frente, era un documento cuidadoso de no descalificar al PC,
pero sin duda colocaba a la direccin partidista como la gran responsable de
abandonar (en los hechos) la poltica de SN [Sublevacin Nacional]. Estamos
ante la inminencia de que el F sea apartado del Ajedrez [PC] 164. Si no fuera por el
abandono de la tesis insurreccional, argumentaba Jos Miguel, ningn sentido
tendra otra fuerza revolucionaria en la sociedad chilena.
Esta salida respetuosa era propia del cuidado de un hombre que, a pesar del paso
que estaba dando, se haba formado en la lealtad al partido. La cara amable del
quiebre entre el PC y el Frente Patritico habla de emotivas despedidas y la
persistencia de cierta colaboracin mutua. As lo recuerda Guillermo Teillier, en
ocasin en que Jos Miguel le habra ledo el Informe de junio a la direccin
comunista:
164
Informe del comandante Jos Miguel, junio de 1987 [en lnea]: http://www.fpmr-chile.org/ruptura.html .
Consultado el 31 de mayo, 2010.
- 242- -
2
4
Cuando se produjo el rompimiento, me acuerdo que estbamos (Luis)
Corvaln, Gladys (Marn) y yo, y por ellos estaba Pellegrn. El ley un
documento en que planteaba que no era enemigo del Partido, que ellos
seguan sintindose comunistas, pero consideraban que el partido estaba
equivocado y haban decidido armar un Frente autnomo. Hubo todava
varias conversaciones, algunas muy dolorosas, y concordamos en que por lo
menos no nos haramos dao mutuamente y que trataramos de apoyarnos,
y as fue como apoyamos la salida del pas de muchos de ellos165.
Pero hubo otra cara mucho menos amistosa. Varios informes que provenan de
comisiones intermedias del partido denunciaban supuestas rebeliones e
irresponsabilidades de parte de los frentistas, mientras los ahora ex comunistas
cargaban contra el reformismo del PC. La disputa lleg a su punto clmine con los
rumores sobre quitadas de fierros y gallitos feroces por infraestructura. Se haba
desatado la batalla por los militantes.
Est claro que un grupo de oficiales, jefes operativos y zonales, fueron leales a
Jos Miguel. A ellos se les sumaba uno que nunca haba podido militar en el
FPMR: Salvador termin de acatar su exclusin de la Comisin Militar para
incorporarse a la naciente organizacin.
165
Herreros, F. Del gobierno del pueblo Op. Cit. Pg. 543.
- 243- -
2
4
miembros del rea poltica y logstica, denominado irnicamente el personal civil
adjunto, permanecieron en las filas del PC. Parece ser que ms determinante que
los argumentos, lo que defini las salidas fueron las lealtades personales, la
posicin de los enlaces, incluso el grado de informacin o el informe que se
bajaba, lo que estaba sujeto a circunstancias casi azarosas. Uno a uno, los
miembros del FPMR fueron disuadidos para quedarse o abandonar el partido.
El Frente-Partido
Ms de alguien estar feliz de que el Frente se vaya del Partido. O ms bien, que
el Partido se vaya del Frente. La frase que pronunciara Jos Miguel en junio de
1987 se cumpli a medias. Porque ni el Frente se fue del partido, ni el partido
abandon el Frente.
Para los periodistas de El Siglo, el peridico oficial del PC, segua existiendo un
solo Frente Patritico Manuel Rodrguez. Era evidente el porqu: si hubiesen
narrado las hazaas de un Frente-Partido, hubiesen puesto a la luz la paternidad
del PC sobre el FPMR. Y durante los meses que siguieron al quiebre, la posicin
del partido tena que ser sumamente cautelosa.
166
R. lvarez, en su tesis doctoral, menciona un segundo comandante, pero no dice su nombre y lo califica
como desconocido.
- 244- -
2
4
La nueva Direccin Nacional qued encabezada por l, secundado por un par de
oficiales formados en Cuba que permanecieron fieles al partido y otros dirigentes
sin formacin militar. Uno de estos oficiales explica hoy que su decisin fue
pragmtica: si ya ramos 20 pelagatos, cmo nos bamos a dividir entre 10 y
10?.
- 245- -
2
4
Entre mayo de 1989 y hasta el ao siguiente, diversas fracciones se disputaron la
conduccin del PC en la nueva etapa democrtica. Las posiciones de derecha
dentro del partido, encarnadas sobre todo en dirigentes como Volodia Teitelboim y
Luis Corvaln, buscaban retomar el camino tradicional de participacin en la
poltica formal, a modo de leccin aprendida del fracaso de la rebelin popular. El
equipo de direccin interior, liderado por Gladys Marn, ms all de la discusin
terica, pretenda mantener el liderazgo que haba escapado de las manos de los
viejos. En medio, un sector importante de militantes -los mismos que
constituyeron los grupos de pensamiento en Leipzig y Berln- se la jug por una
renovacin radical del quehacer comunista.
El resultado de estas disputas fue el xodo masivo de militantes del PC, muchos
de los cuales derivaran en los partidos de la Concertacin, mientras otros tantos
abandonan la prctica poltica. Incluso, hombres como Manuel Fernando
Contreras y Augusto Samaniego, quienes haban jugado un rol central para la
creacin de la poltica de rebelin popular, pasaran en 1990 a militar en el Partido
Socialista. Tambin signific la salida del escenario para la vieja guardia partidista,
dando paso a nuevos liderazgos como el Marn, Guillermo Teillier o Lautaro
Carmona. Con el fin de la dictadura, naca tambin un nuevo Partido Comunista,
con nuevas ideas y viejas contradicciones167.
167
Para ahondar en la crisis del PC de 1990, ver lvarez, R. La tarea de las tareas Op. Cit. Pgs. 419 y ss.
- 246- -
2
4
2. El doloroso final del comandante Jos Miguel
Invitacin a conversar
No slo el pleno invierno chileno de 1987 fue testigo del surgimiento del FPMR-
Autnomo. La divisin produjo un obligado ajuste de la estructura orgnica, que
incluy para varios de los comandantes, incluyendo Jos Miguel, una urgente
salida del pas para llegar al otro lado de la lnea del Ecuador.
Dado que el escenario orgnico estaba ms claro, la nueva Direccin Nacional del
Frente Autnomo decide dar un golpe a la ctedra y planea una accin
espectacular, que ridiculice al rgimen pinochetista y los instale como actor. Haba
que realizar un nuevo 14 de diciembre, un hito que demostrara su vigencia
operativa y, por ende, poltica.
Los tres secuestros que durante los ltimos aos haba realizado el Frente
parecan patentados por la organizacin. Es ms, en los casos del cabo Obando y
el coronel Haeberle, decan que eran invitaciones a conversar. Ramiro, a esas
alturas destacado cuadro operativo y hombre de confianza de la jefatura del
FPMR-A, tena la suficiente experiencia como para hacerse cargo de la nueva
invitacin.
- 247- -
2
4
Valparaso. Junto a Joaqun, Guido, Braulio, Milton y Tamara, haba participado de
numerosas acciones especiales. Por cierto, tambin haba sido fusilero en la
Operacin Siglo XX. Ramiro, que en realidad era Mauricio Hernndez
Norambuena, no dud en encabezar la Unidad Ignacio Valenzuela.
El blanco escogido fue el mayor del Ejrcito Csar Antonio Ramrez. Su nombre
lleg a las manos del Frente Autnomo como la verdadera identidad del Prncipe,
un militar que cobr fama no slo por su brutalidad y saa en el trato a los
prisioneros detenidos en el Estadio Chile, apenas consumado el golpe militar de
1973, sino tambin porque se dice que fue el verdugo del mtico cantautor Vctor
Jara. ste era un prontuario suficiente como para justificar la ejecucin de la
Operacin Prncipe.
Aunque en rigor no era el Prncipe que Ramiro buscaba, el mayor Ramrez s era
algo paranoico, lo que le permiti notar inmediatamente cmo su casa era vigilada
por supuestos trabajadores en la va pblica. Al salir a la calle con un arma en la
mano, el plan fue desechado.
El nombre del coronel Carlos Carreo habra sido sugerido por el segundo a cargo
del operativo, Rigoberto, que conoca de cerca el trabajo de la empresa Fbrica y
Maestranza del Ejrcito, Famae, de la cual Carreo era su gerente comercial y
subdirector. Un objetivo mucho ms sencillo, pero tambin, un secuestrado mucho
ms problemtico.
- 248- -
2
4
septiembre168. Pero un da antes, un comando desconocido secuestra al coronel,
lo que provoc la reaccin iracunda del general Pinochet.
Operacin Prncipe
168
Se trata de un episodio turbio de fines de dictadura. Durante las pruebas de las bombas Avispa vendidas a
Irn, stas fallaron haciendo explotar un avin iran y matando a varios soldados. En compensacin, el
rgimen se encontraba negociando unos aviones F-5. Bardini, R., Bonasso, M. & Restrepo, L. Operacin
Prncipe. Santiago: Ediciones Rodriguistas, 2007.
169
Ibdem.
- 249- -
2
4
El dictador optaba entonces por otra va de negociacin. En medio de las
operaciones rastrillo, hubo una que tena una misin fundamental, por lo que tuvo
participacin de cuatro actores castrenses: la comandancia en jefe y la Direccin
Nacional de Inteligencia del Ejrcito (DINE) y la Central Nacional de Informaciones
(CNI), adems del Comando de Aviacin de la institucin.
La sexta vctima rodriguista, esta vez, s tena que ver con el caso Carreo. Karin
Eitel era parte de uno de los equipos encargados de negociar con la familia.
170
Se trata de Manuel Seplveda Snchez, Gonzalo Fuenzalida Navarrete, Julio Muoz Otrola, Julin Pea
Malts y Alejandro Pinochet Arenas.
- 250- -
2
5
Segn reconocera aos despus, tras el ltimo llamado que realiz, el 26 de
septiembre, not que era seguida. Fue detenida a principios de noviembre y
llevada a la crcel de San Miguel dos semanas despus. Sin embargo, todo Chile
conocera su rostro demacrado por la tortura -a pesar de las capas de maquillaje-,
al reproducirse en las pantallas de Canal 7 un interrogatorio donde confesaba,
sedada, asustada e hilvanando palabras inconexas, su participacin en la
Operacin Prncipe.
- 251- -
2
5
pares militares. Ms tarde sera internado en el Hospital Militar bajo la excusa de
una terapia de apoyo, que consisti en el permanente trnsito de funcionarios, ex
compaeros del Ejrcito y otros que le recomendaban o presionaban vilipendiar al
Frente. Pero Carreo se neg. Como cristiano y soldado, haba dado su palabra.
La entrevista exclusiva que diera a fines de marzo de 1988 ofreca una lectura que
anunciaba el camino del Frente Autnomo para 1988: En Chile hay dos mundos.
Uno, el de la clase poltica, que hace su poltica en la cpula, por arriba, en las
oficinas. Y otro, el de un pueblo que est abajo y tiene hambre, que est
humillado, que est desamparado, y que se decidi por la lucha172.
171
Bardini et al. Operacin Prncipe. Op. Cit. Pg. 24-25.
172
Ibdem. Pg. 25.
- 252- -
2
5
electorales. Era el primer paso del itinerario de la Constitucin de 1980, cuyo
prximo hito fechaba en octubre del 88 un plebiscito para decidir la continuidad
del dictador, ahora ungido democrticamente, hasta 1998.
Jos Miguel hablaba con seguridad, a pesar de que esas alturas, el nico partido
que an no se decida por su participacin en el plebiscito era el PC. El jefe
mximo del FPMR-A reproduca, por entonces, un largo camino de
conversaciones y decisiones que buscaron otorgarle un cuerpo propio a la nueva
organizacin.
Pero estaba claro que eso no bastaba. El FPMR se concibi como un brazo
armado y no como una organizacin revolucionaria integral. Haba que convertirse
en un partido. Eso al menos crea Jos Miguel.
173
Ibdem. Pg. 24.
- 253- -
2
5
El documento Acerca del Rediseo Poltico Interno174 no era sino la transcripcin
de la intervencin del comandante Jos Miguel durante una reunin en La
Habana, acompaado de otros miembros del Frente Autnomo. Una frase sera
recurrente para dar sentido a la nueva etapa: el rodriguismo es el marxismo-
leninismo aplicado a las condiciones de Chile. De lo que se trataba era no slo de
hacer ajustes en la planificacin operativa, reordenar la estructura orgnica o
intensificar las medidas de seguridad. La tarea era convertir al FPMR-A en un
complejo partidario, con su propia lnea poltica, tendiente a convertirse en
vanguardia y en conductor de un movimiento de masas. Asimismo, era necesario
construir una identidad propia: el rodriguismo, un estilo distinto de conducir un
partido que, a diferencia del PC, fuera abierto a la crtica y la propuesta de las
bases. Derechamente Jos Miguel hablaba de un PC de nuevo tipo,
parafraseando a Lenin y su disputa con los mencheviques en 1902.
No era un paso menor para el PC. Pero la realidad fue ms fuerte. En sus
memorias, Luis Corvaln reconoca que la inscripcin de la ciudadana super por
lejos sus pesimistas clculos. Hacia junio del 88, segn una encuesta publicada
por el diario La poca, casi el 80% de los hombres y mujeres en edad de votar ya
se haban inscrito175.
174
Pellegrin. R. Acerca del Rediseo [en lnea]: http://www.fpmr-chile.org/rediseno.html. Consultado el 30
de abril, 2010.
175
Corvaln, L. De lo vivido Op. Cit. Pg. 314.
- 254- -
2
5
significaba que no existan las condiciones necesarias para impulsar una rebelin
popular. No obstante, a contrapelo con estas definiciones, la perspectiva del
tiempo s hizo evidente que el mayor error sera bajarle el perfil al plebiscito y
apostarles todas las fichas a un fraude, por un lado, y por el otro concebir la
construccin de fuerzas desde la perspectiva combativa y no del movimiento
social, el que comenzaba por entonces a sufrir su desarticulacin.
El objetivo definido fue concebir una tctica que respondiera a una estrategia
mayscula: poner en perspectiva la revolucin. Para ello, Jos Miguel propona
una poltica independentista, es decir, una convocatoria amplia a la lucha de todo
el pueblo para el derrocamiento de la dictadura. Mientras sta siguiera en pie,
argumentaba, era necesario continuar con las tareas operativas.
176
Entrevista a Tamara, Revista Hoy, 1987 [en lnea]: http://www.fpmr-chile.org/cecilia.html. Consultado
el 01 de septiembre de 2010.
- 255- -
2
5
marido, Rafael Walker, para caminar clandestina por las calles de Santiago, desde
que su nombre surgiera como una de las principales responsables de la Operacin
Siglo XX.
177
Friedmann, J. Mi hijo Ral Pellegrin Pg. 122.
- 256- -
2
5
volver a instalar la posibilidad de la lucha armada y del derrocamiento violento de
la dictadura.
La primera accin de la GPN tambin tendra el sello de los oficiales. Sera una
accin de propaganda armada en un teatro de operaciones semi-rural, un
escenario hasta el momento poco explorado por los rodriguistas. La Direccin
Nacional defini la toma simultnea de cuatro poblados pequeos, enquistados en
la precordillera entre las regiones V y IX, que permitieran una rpida salida. Cada
asalto tendra cuatro pequeos objetivos: golpear a la polica local, controlar
brevemente el pueblo, recuperar armamento y realizar propaganda con los
lugareos. En cosa de minutos, las unidades actuaran durante la madrugada y
luego se replegaran a los cerros aledaos, para reincorporarse lo antes posible a
la lucha urbana.
- 257- -
2
5
La muerte de los comandantes
178
El relato sobre la toma de Los Quees, construido por Carla Pellegrin, en Friedmann, J. Mi hijo Ral
Pellegrin Op. Cit. Pgs. 152 y ss.
- 258- -
2
5
Quince das despus, ms de cincuenta combatientes, ms otra veintena de
ayudistas, estaban dispuestos en sus posiciones. Cuatro pueblos rurales seran
testigos de la vigencia de la va insurreccional. Aquella noche, Pichipellahun
(Lumaco, IX regin), Aguas Grandes (Pitrufqun, IX regin) y la Mora (Cabildo, V
regin) vieron desarrollar de manera impecable la primera operacin de la GPN.
Pero, por trgicas razones, sera el poblado de Los Quees, en la comuna de
Romeral (VI regin), el que llevara este xito al anonimato.
Los 11 combatientes que haban participado en la operacin salieron del pueblo tal
como estaba planificado. Pero las cargas explosivas que dos ayudistas deban
poner como maniobra distractiva nunca fueron detonadas. Ambos haban huido
del lugar. Este paso en falso sera el primero de diversas circunstancias que
facilitaron el trabajo de los carabineros y militares que se enviaron al lugar. El
vasto despliegue policial fue facilitado por un terreno con vegetacin poco tupida y
por la deteccin de algunos rodriguistas en la fase final del repliegue.
- 259- -
2
5
Adems, la sospecha ms dolorosa se ci sobre el comandante Aureliano. A los
cuatro das de la accin, Bigote se separa con otros cuatro combatientes para
facilitar la salida. Carla Pellegrin, hermana de Rodrigo, sostiene que el da antes
que muriera, su hermano tuvo la certeza de que Bigote lo haba traicionado179.
ste fue el nico de los cinco que se separaron del grupo que habra logrado
romper el cerco. Poco despus de aparecerse ante sus compaeros y relatar
cmo escap de las manos de la polica, alcanz a participar en el atentado
frustrado contra el fiscal Fernando Torres, en mayo de 1988, antes de
desaparecer sin dejar rastro luego de ser acusado de alta traicin por el FPMR.
El ao de la transicin
El funeral del comandante Jos Miguel fue un parto de dolor para el rodriguismo,
pero tambin constituy un acto masivo. Como la opinin pblica saba de quien
se trataba gracias a sus numerosas conferencias de prensa, su despedida fue
propia de un dirigente poltico y rompi con el molde de los funerales privados
durante dictadura.
179
Ibdem.
- 260- -
2
6
La noticia de su muerte motiv vastas expresiones de duelo. Su cuerpo fue velado
en la Confederacin de Trabajadores de la Construccin, por disposicin del
Partido Comunista. Estaban presentes la Vicara de la Solidaridad, la Agrupacin
de Mujeres Democrticas y otros tantos movimientos sociales. Haba coronas del
MIR y del PS.
La bandera roja y azul del FPMR cubra el atad con que enterraban a Ral
Alejandro Pellegrin Friedmann. En contraste, su ltima pareja, su compaera en
armas y en la muerte, Cecilia Magni Camino, tendra un funeral radicalmente
opuesto. ntimo, propio de una familia acomodada, la despedida de la comandante
Tamara no fue proporcional a su vida combatiente.
Tras la Matanza de Corpus Christi, el mismo Jos Miguel haba trazado el ejemplo
de cmo reaccionar ante la muerte de un hermano: para los rodriguistas, el dolor
y la rabia no se transforma en llanto, sino en ms fuerza y empuje para salir
adelante181.
180
Ibdem. Pg. 142.
181
Pellegrin, R. Informe. Op. Cit.
- 261- -
2
6
trayectoria desde 1984 como miembro de la Comisin Militar del PC hacan que su
nombre fuera poco conocido dentro de la militancia rodriguista, pero su liderazgo
entre los miembros de la cpula segua en pie.
Sin embargo, el asesinato del Wally vino a ser un oasis dentro de un perodo
fatal. En abril, cayeron detenidos otros dos fusileros que haban permanecido
clandestinos y operando en el sur de Chile, prembulo para otra dolorosa prdida
en las filas rodriguistas.
- 262- -
2
6
transportaba a Augusto Pinochet. Para algunos rodriguistas, se trataba de una
operacin menor.
Al tiroteo con los custodios del aerdromo que comenz esa maana del 20 de
agosto del 89, sigui la inexplicable orden de Eduardo de hacer abandonar los
autos apostados para la salida. Una bala convertira a Roberto Nordenflycht en el
quinto miembro de la Direccin Nacional del FPMR en morir en manos de la
dictadura. Su reemplazante no era un nombre desconocido: Mauricio Hernndez
Norambuena, Ramiro. Un nuevo miembro del ncleo de Valparaso adquira altas
responsabilidades en el mando rodriguista.
182
Una buena referencia del perodo se encuentra en Osorio, V. FPMR 1987-2002: la historia oculta.
Revista La Huella, Santiago, Chile, n 7, marzo 2002. Enrique Villanueva se encuentra, al cierre de esta
investigacin (octubre 2010), detenido en la Crcel de Alta Seguridad por su presunta autora intelectual en el
asesinato de Jaime Guzmn, en 1991. Se autodenomin el primer preso poltico del gobierno de Sebastin
Piera.
- 263- -
2
6
Los meses finales de 1989 veran al Frente Autnomo rearmar fuerzas e intentar
posicionarse dentro del cambiante escenario poltico. Los ltimos esfuerzos
represivos de la dictadura se haban concentrado en ellos, por lo que el resultado
estaba a la vista: decenas de presos polticos y una lista de mrtires ms larga de
lo deseado, conformaban una cuesta difcil de ascender para cualquier
organizacin, y as lo fue para el FPMR-A. Los primeros aos del Chile
posdictadura atestiguaran, a toda pgina, este complejo sendero.
- 264- -
2
6
Captulo Cinco. 1990-1996
La nueva dcada
1990, a diferencia de otros aos, comenzaba con algunas certezas, lo que sin
dudas era bastante, considerando el contexto poltico del pas. Solo 70 das
restaban para que el general Pinochet abandonara el palacio de La Moneda y
Patricio Aylwin asumiera su cargo como Presidente de la Repblica.
Democrticamente electo era el adjetivo que usaban algunos para diferenciar a
Aylwin de la nominacin constitucional que ostentaba Pinochet en el mismo cargo.
- 265- -
2
6
El proceso de privatizacin de empresas pblicas, amparado en la instalacin de
la doctrina neoliberal, fue ejecutado con especial atencin por una serie de
asesores y funcionarios de gobierno. El tema le importaba a Pinochet y los ltimos
das de su gobierno se dedic a dejar bien amarrada la situacin183.
183
Ver Monckeberg, M. El Saqueo de los Grupos Econmicos al Estado chileno. Santiago: Ediciones B,
2001.
- 266- -
2
6
falleci el brigadier Alberto Bachelet de la Fuerza Area producto de un infarto.
Ciento un ao despus del inicio de sus obras, en 1988, un grupo de detenidos
comenzaba a escribir uno de los pasajes ms recordados de su historia.
La divisin del FPMR era una realidad, incluso, tras las rejas. Las miradas de
desconfianza cuando de poltica se hablaba, eran un escenario cotidiano. La
divisin del Frente no fue un proceso tranquilo y as lo sentan sus participantes.
Dentro de la Crcel Pblica el grupo de reunin de cada uno de los presos estaba
dado por relaciones estrictamente polticas. Los PS, MIR, Frente Partido y Frente-
Autnomo paseaban exclusivamente entre integrantes de la misma faccin
interna. Almuerzos, cigarrillos y la distribucin de tareas domsticas eran llevadas
a cabo por los subgrupos dentro de la prisin.
Fue as como durante el segundo semestre del 88, miembros del Frente Partido
deciden cambiar el destino de sus vidas. Sin certezas de la aplicacin de juicios
justos, arriesgaban pasar los prximos 20, 30 aos o tal vez toda la vida privados
de libertad, esa libertad que siempre buscaron alcanzar. Fue as como se decidi
la operacin que les devolvera la oportunidad de vivir fuera de la celda.
- 267- -
2
6
Inteligencia militar
- 268- -
2
6
Las constantes y numerosas cadas de sus integrantes luego de los fracasos de la
internacin de armas y del atentado a Pinochet, sumadas a los detenidos por
sospecha en el caso del secuestro de Carreo, hicieron que el Frente Partido
decidiera buscar la frmula para la huda de sus militantes. Fue as, con un trabajo
entre el interior de la crcel y un grupo de ayuda externo al recinto, como se fue
gestando la idea de la fuga de la Crcel Pblica.
Los planos y lecturas que los ingenieros del Frente y del PC hicieron de los mapas
del Metro de Santiago, vieron la existencia de una capa de tierra entre el tnel del
metro y la calle Balmaceda. Esta era la opcin, y as lo informaron al interior. El
grupo de ayuda externo estara al servicio de lo que se requiriese, no obstante, la
pelota estaba del otro lado del cerco en manos de los reclusos.
La gran evasin
- 269- -
2
6
de mano de obra hizo que el grupo creciera. Veinte hombres, todos ligados al
Frente Partido, se dividan labores dentro de la operacin. Unos cavaban, otros
hacan guardia y otros se encargaban de distribuir la tierra en el entretecho.
Turnos de da y de noche comenzaron a hacer ms patente la posibilidad de salir.
- 270- -
2
7
Terminaba el mes de enero y el tnel se encontraba listo. No obstante, no todas
eran buenas noticias. Santiago Montenegro, uno de los sobrevivientes de la
Operacin Albania, enferm de tuberculosis y fue trasladado al hospital por lo que
no sera parte del grupo que escapara. Era, sin dudas, una baja importante de la
operacin. A los ahora 19 obreros vinculados al Frente Partido, se sumaron 5
invitados a la fuga. Ni uno perteneca el Frente Autnomo.
A eso de las 20:00 horas, empezaron a ingresar uno a uno los frentistas al tnel.
Deban copar la capacidad del mismo para abrir el otro extremo y comenzar la
fuga. As, fueron saliendo del otro lado de la vereda, en el sector trasero de la
Estacin Mapocho. El contacto en el exterior entreg a cada una de las personas
un set de objetos que permitiran pasar desapercibidos en caso de ser controlados
por carabineros al enterarse de la fuga. Billeteras, boletos de micro, cigarrillos,
cinturones, recortes de diario y cartillas de Loto fueron alguno de los objetos
entregados.
Un bus del transporte pblico se detuvo en la avenida aledaa al lugar. Uno a uno,
subieron los fugados. Por la ventana del autobs la ciudad se vea diferente. La
gente regresaba a sus casas apurada. Veinticuatro presos polticos eran los
pasajeros de esa micro que se perda en las calles de Santiago.
- 271- -
2
7
Fuga-dos
- 272- -
2
7
confirmaron que la fuga haba sido descubierta. Apuraron el paso, se escondieron
en pasajes y jardines. Otros con ms suerte, conocan gente por el barrio y
tocaron a sus puertas. No obstante, otro grupo, tendra solo un breve contacto con
la libertad.
La naciente democracia
Flash. El apretn de manos sellaba el traspaso del gobierno militar a uno civil.
Minutos antes, Patricio Aylwin Azcar ingresaba entre aplausos al saln de honor
del Congreso Nacional para recibir, de manos del general Augusto Pinochet
Ugarte, la banda presidencial. La transmisin oficial mostraba a Hernn Buchi, ex
ministro de Hacienda, aplaudiendo sin mucha conviccin. A su lado, una mujer
rubia, de vestido floreado, mantena sus manos cruzadas junto a su cuerpo.
Muchos no celebraban el momento.
- 273- -
2
7
Mientras comenzaba la ceremonia, Pinochet y Aylwin intercambiaron opiniones. Al
sacarse la banda presidencial que ostent durante 17 aos, se escuch un amago
de aplauso que fue rpidamente reprimido por un murmullo llamando al silencio. El
nerviosismo era generalizado. La cara de Pinochet no era la ms amable. El
protocolo no era precisamente el ms aprendido y las miradas de desconcierto
esperando alguna orden se repetan en todos quienes poblaban la testera.
Una contorsin poco prolija hizo que Patricio Aylwin portara la banda presidencial.
Una mirada cmplice acompao la sonrisa del nuevo presidente que sell en un
abrazo con Gabriel Valds, presidente del Senado, el momento histrico que viva
el pas. A su izquierda, lo esperaba Pinochet, que no estaba para abrazos. Un fro
apretn de manos sellaba la formalidad del traspaso del mando de la nacin.
Muy serios, Aylwin con Gabriel Valds a su derecha, esperaron rgidos la salida
del ahora ex presidente. Tal vez no lo crean, pero era cierto. Una vez retirado
Pinochet, se sentaron y la incomodidad desapareci y una sonrisa volvi al rostro
de Patricio Aylwin Azcar, el nuevo presidente de Chile.
- 274- -
2
7
2. Los das cruciales del Frente-Autnomo
No a la impunidad
184
Osorio, V. La historia oculta.... Op. Cit. Pg. 5.
- 275- -
2
7
y de una decisin clara de hacia dnde orientar las fuerzas, esta campaa de
ajusticiamiento era una de las pocas cosas que contaba con el apoyo unnime de
los rodriguistas.
Por esos das, verdad, justicia y reparacin eran palabras que comenzaban a
inundar el vocabulario en el gobierno. Primero tmidamente, luego algo ms
expandido por la presin ciudadana, cuyas pancartas tambin lo hacan notar. Fue
as como gracias al Decreto Supremo del 25 de abril de 1990, se creaba la
Comisin Nacional de Verdad y Reconciliacin, cuyo objetivo principal fue
investigar casos de violaciones a los derechos humanos entre el 11 de septiembre
de 1973 y el 11 de marzo de 1990.
El primer ao no sera fcil para Aylwin. El caso del pago de tres millones de
dlares por parte del Ejrcito a Augusto Pinochet Hiriart, hijo del entonces
comandante en jefe de la institucin, gener una polmica de alcance mayor y
recordada como uno de los momentos ms crticos de la transicin. El caso,
popularizado como Pinocheques fue investigado por una comisin parlamentaria
y, evidentemente, incomodaba a la institucin castrense.
- 276- -
2
7
A la vieja usanza, demostrando a la sociedad que an se encontraba presente y
ms importante an, dando una fuerte y clara seal poltica a la nueva
administracin, el mircoles 19 de diciembre Pinochet Ugarte daba la orden de
acuartelamiento al general Guido Riquelme, comandante de la Guarnicin de
Santiago. Ejercicio de seguridad, alistamiento y enlace sera el eufemismo con
que el comandante en jefe del Ejrcito golpeaba la mesa y bajaba la temperatura a
la investigacin contra Augustito, como se le conoca a su hijo.
Poco tiempo antes de llegar a La Moneda, Patricio Aylwin convers con sus
hombres ms cercanos respecto a la posicin que deba tomar ante Cuba. Varios
de sus asesores tenan contactos en la isla debido a su estada en el exilio, y
haba lnea directa con La Habana. Por esa poca, muchos agradecan
abiertamente la ayuda prestada por el gobierno de Fidel Castro.
Belisario Velasco, Camilo Escalona y Jos Antonio Viera-Gallo habran sido los
responsables del restablecimiento de las relaciones comerciales y polticas entre
Chile y Cuba. El gobierno de Patricio Aylwin abra su economa y negocios a la
isla, no sin que antes Castro prometiera el cese a la ayuda al Frente Patritico
Manuel Rodrguez. La palabra empeada de Fidel no era gratuita: uno de los
suyos estaba en juego.
- 277- -
2
7
El Chele segua operando en Chile y eso lo pona en riesgo. La persecucin a
los extremistas, subversivos y terroristas, al ms puro estilo de la polica
pinochetista, no tardara en llegar, y si bien no exista dentro de la planificacin
institucional un organismo que los enfrentara, en las sombras del Ministerio del
Interior, movindose en el lmite de la ilegalidad, unos hombres comenzaban a
seguir los pasos de los grupos armados.
Su vida corra peligro y Fidel lo saba. Los recursos econmicos seran cortados al
Frente Autnomo por parte de la isla, pero haba un hombre que no se poda
tocar. Juan Maco Gutirrez Fischmann era o al menos haba sido la pareja de
Maria de la Luz Castro, hija nica de Ral, hermano de Fidel 185. El honor de la
familia deba respetarse.
El anlisis poltico que propiciaba Salvador, lder del Frente luego de la muerte de
Ral Pellegrin, deba ser una instancia para que los componentes y visiones
internas se dieran el tiempo necesario para reflexionar y adoptar una posicin en
la nueva escena nacional. La participacin poltica era una de las vas enfrentada
a retomar la Guerra Patritica Nacional, camino que mantena la lucha armada
como opcin poltico-ideolgica.
185
Ral Castro pasara a la presidencia de la Repblica de Cuba tras la enfermedad de Fidel, en 2006.
- 278- -
2
7
previos, no hubo autogolpe y los demcratas se asentaban en la estructura de
gobierno. En ese proceso, an asombrados de haber equivocado tanto su anlisis
de las condiciones polticas, cuando la Concertacin reconoca escritorios y
empezaba a gobernar, el FPMR Autnomo realizaba la tercera reunin de su
Direccin Nacional.
- 279- -
2
7
mapuche. Hacia all fueron a evangelizar varios hombres del Frente
Autnomo186.
186
Hector Llaitul fue uno de ellos. Aos ms tarde se convertira en el lder de la Coordinadora Arauco
Malleco (CAM). Llaitul se form en la V Regin y fue militante del MIR para, tiempo despus de la muerte
de Jos Miguel en 1988, pasar a las filas del FPMR-Autnomo en el contexto de la Guerra Patritica
Nacional. Llaitul fue designado a la Araucana junto a Agdaln Valenzuela.
187
Segn Vctor Osorio, Ramiro se habra descartado de las conversaciones del proceso. Osorio, V. La
historia oculta. Op. Cit.
- 280- -
2
8
El asesinato de Jaime Guzmn
Pocos minutos despus de las 18:00 horas, dos hombres se instalaban en las
cercanas del Campus San Joaqun de la Universidad Catlica. Era el 1 de abril de
1990 y esos hombres no se dirigan precisamente a estudiar. En lo que a ellos
competa, ya estaba todo estudiado.
- Somos contrarios a que personas condenadas por delitos terroristas, puedan ser
indultados por la sola voluntad del Presidente de la Repblica, cualquiera que este
sea.
Por esos das, Jaime Guzmn asuma la vocera de la derecha como senador y
repeta incansablemente sus argumentos en la prensa para evitar que se
materializara dicha reforma constitucional.
- 281- -
2
8
No se sabe si esta frase fue parte o no de los antecedentes para que el Frente
decidiera su ejecucin. Varios nombres participaron de una lista de probables
miembros de gobierno y funcionarios de la dictadura que podan ser asesinados a
comienzos de 1991. De la forma que fuera, Guzmn era el elegido.
A balazos, chaval
Nos vemos la prxima semana. Esa pudo ser tal vez la ltima frase con que se
despidi de sus alumnos de Derecho Constitucional al terminar la clase del 1 de
abril. Una pizarra verde dejaba atrs los ltimos recuerdos del acadmico.
- 282- -
2
8
haciendo estallar el parabrisas trasero del vehculo. En su interior, Guzmn
agonizaba producto de las balas que penetraron su cuerpo.
A eso de las 21:30 horas, fuera del Hospital Militar se lea el parte mdico: El
Hospital Militar lamenta comunicar a la opinin pblica el sensible fallecimiento del
senador don Jaime Guzmn Errzuriz.
Horas cruciales
188
Bernardo asegura en entrevista haber estado con Ramiro al momento de enterarse del asesinato de Jaime
Guzmn y juntos haberse sorprendido por la accin. La Nacin, Santiago, Chile, abril, 1997.
- 283- -
2
8
Guzmn habra desequilibrado la balanza. La descomposicin interna era
generalizada.
- 284- -
2
8
Lo que vendra despus sera un lento desbande. Primero, uno que no lleg ms a
reuniones. Luego, otro que derechamente tir la toalla, y as suma y sigue. El
Frente-Autnomo se iba quedando sin gente, se estaba desangrando. La
descomposicin interna por los hechos hizo a varios de los autnomos
desvincularse de la organizacin. Luego del asesinato de Guzmn, Salvador
guardaba silencio.
Fiel a la tardanza de las evaluaciones del PC, los autnomos aprenderan las
malas costumbres de la orgnica que los vio nacer. Recin a fines de 1993,
apareceran los primeros anlisis de la situacin. Salvador sacaba la voz:
189
El Rodriguista, Santiago, Chile, n 63. Extrado de Osorio, V. La historia oculta. Op. Cit.
190
Confesiones de un fusilero, entrevista con Chilevisin, agosto 2010 [en lnea]:
http://www.chilevision.cl/home/index.php?option=com_content&task=view&id=294548&Itemid=140.
Consultado el 02 de septiembre, 2010.
- 285- -
2
8
la divisin de los autnomos habran sido las razones de Salvador para no haber
hecho de aquel el captulo final del novel FPMR-Autnomo.
Para Ramiro, Jaime Guzmn caba perfectamente dentro del perfil de blancos
polticos para la campaa No a la impunidad que llevaba a cabo la colectividad.
Estaba dentro de las normas, pensaba. Adems, la accin no debi sorprender a
Salvador ni al Chele, pues estos habran sido informados con anterioridad. Al
menos no rebatieron a Ramiro en la reunin de la Direccin Nacional efectuada en
agosto de 1991191.
El decano en jaque
191
Segn Osorio, Apablaza y el Chele habran optado por el silencio para solidarizar con Ramiro, para evitar
el quiebre de la organizacin, puesto que Ramiro haca rato era un hombre valioso para la organizacin.
Osorio, V. La historia oculta. Op. Cit.
- 286- -
2
8
El 9 de septiembre de 1991, en extraas circunstancias, miembros del Frente
Autnomo realizaron una operacin de gran repercusin comunicacional
secuestrando al hijo de uno de los hombres ms poderosos del pas.
Avisos clasificados en clave era la forma para comunicarse con los celadores de
su hijo. Ofertas por gaitas e conos hindes ms un nmero de contacto era la
forma de comunicacin para indicar el monto ofrecido por el rescate. Mientras
Bicheno y Poblete estaban a disposicin de Agustn Edwards, su hijo, Cristin, no
lo pasaba bien.
El cautiverio no fue feliz. Las condiciones para Edwards no fueron las mismas que
tuvieron aos atrs Obando, Haeberle o Carreo. El buen trato, el respeto
- 287- -
2
8
humanitario y la explicacin sensata que radicaba en el conflicto poltico
coyuntural no seran aplicados al hijo del propietario de El Mercurio.
A los pocos das de estar al mando de la investigacin, dio con un dato que le
permitira en tiempo rcord dar con la casa donde se mantena secuestrado a
Edwards. Al revisar la lista de alumnos del Campus San Joaqun, una mujer haba
congelado sus estudios das antes del crimen del senador y su silueta no se haba
visto ms por esos lugares. Siguiendo la pista a Ximena, llegaron prontamente a
Emilio, chapa de Ral Escobar Poblete. En efecto, Ximena era a la sazn pareja
- 288- -
2
8
de Emilio y formaba parte de la fuerza especial. Barraza no actu. Saba que
deba esperar para dar con el pez gordo.
192
Las turbias historias tejidas en torno al accionar de La Oficina permanecen acalladas y se debe an una
investigacin acuciosa sobre ella. El periodista Udo Gonalvez, hacia 1998, realiz una serie de entrevistas al
ex informante Humberto Lpez Candia para la revista Qu Pasa, con las que elabor un libro que an
permanece indito a pesar de su alta relevancia periodstica. El texto se titula Los subterrneos de la
transicin.
- 289- -
2
8
Por otra parte, Belisario Velasco, subs, contaba con otra fuente de informacin
que le confirmaba que Ricardo Palma Salamanca, miembro del Frente Autnomo,
participaba directamente en la operacin. Lenin Guardia era el nombre del
informante exclusivo del ministerio.
Ramiro y Emilio eran seguidos de cerca por los hombres de Barraza. Eran
nombres importantes, pero an no armaban el puzle ntegro de la estructura del
FPMR Autnomo. Cada salida o llamado telefnico interceptado confirmaba la
ascendencia de Ramiro sobre el resto de sus compaeros.
Mientras Barraza segua sigilosamente los pasos de Ramiro sin que ste lo
supiera, las negociaciones avanzaban lentamente. Fue recin a fines de enero
que la oferta econmica realizada por la familia Edwards dejara satisfecho a los
celadores. Un milln de dlares por el rescate seria el precio que pagara el dueo
de El Mercurio.
La cada de Ramiro
- 290- -
2
9
estructura del Frente Autnomo. Ramiro, el Chele, Emilio y el Negro estaban
marcados.
Ramiro intua que las cosas no estaban bien. Orden a su equipo salir del pas
por un tiempo. No obstante, antes de realizarlo, la polica les caera encima.
- 291- -
2
9
La fuerza especial caa casi en su totalidad. Ramiro se salvara de aquella
pesquisa, al igual que Emilio. Sin un grupo operativo de apoyo todo se haca ms
complicado. Hernndez Norambuena tena los das contados.
193
Revista Qu Pasa, Santiago, Chile, 13 de abril de 1996.
194
Mauricio Hernndez Norambuena, tras ser detenido, pas tres aos en la crcel hasta ser rescatado a fines
de 1996. Luego, inici un largo peregrinar por distintos pases de Amrica Latina, hasta que hizo noticia en
Chile nuevamente al ser detenido en Brasil por el secuestro al empresario local Washington Olivetto. Desde
entonces, purga una condena de 10 aos bajo un duro rgimen de seguridad, a la espera de que las gestiones
de extradicin del gobierno chileno rindan frutos. En Chile, lo aguarda una cadena perpetua.
- 292- -
2
9
a sus dirigentes y las mltiples fracciones al interior del Frente Autnomo
provocaban una honda crisis.
- 293- -
2
9
3. El Frente entra en la historia
El ltimo captulo
Por si fuera poco, ambos ya no ocultaban nada. La polica los haba identificado
pblicamente y sus chapas ya eran parte del anecdotario de una historia reciente.
- 294- -
2
9
Debido a la descomposicin interna, a mediados de 1992 uno de los miembros de
la Direccin Nacional abdicaba de la va revolucionaria. El comandante Gregorio,
Ivn Figueroa Araneda, desertaba de la tarea. En circunstancias an no
esclarecidas, desapareci en 1994. Su familia cree que fue ajusticiado.
Por su parte, Salvador sali del pas hasta que las cosas se calmaran. El trabajo
poltico sigui en el interior. El rodriguismo deba redefinirse y buscar en sus
bases la definicin del futuro. Las armas se quedaban en el cajn.
Una golondrina
- 295- -
2
9
Ms all de la espectacularidad de la accin y la limpieza de la misma, la fuga de
la Crcel de Alta Seguridad estuvo lejos de replantearse como una reorganizacin
o el retorno de condiciones prcticas para la lucha armada.
El Frente de los 80, se que super las resistencias para surgir de entre las filas
del Partido Comunista; se, que envalenton poblaciones y se sent en sus
mesas, durante almuerzos auspiciados por recuperaciones de alimentos; o ese
Frente que soberbiamente se atreva a internar miles y miles de armas con
audaces acciones en el norte del pas; o el mismo que a cara descubierta
embosc a la comitiva presidencial buscando ajusticiar al tirano. Ese Frente, el de
Jos Miguel y Tamara, de Ernesto, Benito, Joaqun o Guido, se qued ah, en los
anales de una dcada, anotado entre las pginas de un libro de historia marcado
por la represin y la muerte, por el descontento popular y por la creacin de un
Chile a medida de unos pocos.
- 296- -
2
9
Eplogo
Muertes, exilios y desarraigos han conspirado, hasta hoy, contra una mirada en
retrospectiva que recin, desde hace pocos aos, el rodriguismo de entonces se
esfuerza en construir. En cambio, el Partido Comunista ha resistido el espejo
retrovisor y tanto sus dirigentes como sus documentos oficiales han guardado un
silencio slo interrumpido para recordar con ms o menos complacencia.
Las preguntas que se posan sobre la reflexin final de esta historia no son
demasiado complejas. Ms bien, representan el meollo del asunto. Quin? Por
qu? Es decir, quines son responsables -en un sentido creativo y en uno
culposo- de la vida, obra y muerte del Frente Patritico Manuel Rodrguez? Por
qu tomaron esas decisiones y por qu termin la historia como la conocemos?
195
Friedmann, J. Comandante Jos Miguel Op. Cit. Pg. 113.
196
Vidal, V. Qu fue el Frente Patritico Manuel Rodrguez. Le debemos su rescate histrico [en lnea]:
http://www.memoriaviva.net/article.php3?id_article=43. Consultado el 10 de julio, 2010.
- 297- -
2
9
I. FPMR: el hijo no reconocido del Partido Comunista
Una manera sencilla de explicarse la historia pasa por entenderla a partir de sus
contradicciones. La del Partido Comunista chileno, durante los ochenta, se puede
esbozar ms o menos cmo la disputa entre su ala izquierda y su ala derecha.
Cul sera la sntesis de esta oposicin dialctica? La peor crisis de su historia 197.
Cuando el Pleno de agosto del 77 plante la tesis del vaco histrico respecto
del componente militar, pareca que el PC pasaba por caja a pagar la cuenta. Si
hasta el mismo Partido Comunista sovitico, aquel que en 1956 valid la va
pacfica al socialismo, les restreg en la cara la incapacidad de defender el
197
As lo plantea el historiador Rolando lvarez, cuyo principal tema de investigacin ha sido el transcurso
del PC desde el golpe militar de 1973 a la fecha. Ver: lvarez, R. La Tarea de las Tareas. Op. Cit.
- 298- -
2
9
gobierno. El problema radic en que no basta con nombrar algo para que se
materialice. Los aos posteriores vieron al PC retomar el tema de la violencia con
las mismas cortapisas de antao.
En efecto, el ncleo central que condujo al PC despus del golpe de Estado era el
mismo que asumi ministerios y cargos en el Parlamento y que tuvo la
responsabilidad de encabezar el proyecto de la Unidad Popular. Luis Corvaln,
Volodia Teitelboim, Orlando Millas, Hugo Fazio, Jorge Montes, Rodrigo Rojas,
entre otros, eran tambin una generacin que desarroll la tesis reformistas y era
su fiel representante.
Esta concepcin fue propia de los lmites del PC de entonces. Gladys Marn, que
en la poca era una consolidada militante de las Juventudes Comunistas, criticaba
aos despus la invariabilidad de la lnea poltica. La burocracia partidaria estaba
inscrita en su ADN, y si a eso se le suma la dureza de los golpes represivos,
incluyendo la muerte de dos direcciones en el interior; y la dispersin que
198
El documento de 1975, titulado La ultraizquierda, caballo de Troya del imperialismo, en clara referencia
al texto de Lenin (1902) La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo, insista sobre la tesis
del PC respecto de las desviaciones hacia la izquierda de grupos polticos, como el MIR, culpndolos de
agudizar la crisis que provoc el golpe de Estado, y por entonces, de impedir la conformacin de un Frente
Antifascista para oponerse a la dictadura, debido a sus intenciones de profundizar la lucha militar contra el
rgimen.
- 299- -
2
9
significaba tener militantes clandestinos en el interior y el resto repartidos en el
exilio desde La Habana a Mosc. El perodo entre 1974 y 1980 fue de un debate
limitado, a cuentagotas, dolorosamente enmarcado por conspiraciones y mquinas
polticas que no gustan de recordar.
199
Harnecker, M. Pueblos en armas. Mxico D.F: Universidad Autnoma de Guerrero, 1983.
- 300- -
3
0
no se le puede dejar slo a un grupo de especialistas. se fue el gran error del
partido: lo militar est aqu y la poltica est all.
Era el espritu de derecha del Partido el que penaba. Por ms que el Pleno del
77 asumiera el vaco histrico, parte importante de los dirigentes histricos del PC
identificaron el fracaso de la Unidad Popular en su incapacidad de acercar al
centro, especficamente la DC, para generar estabilidad, an a costa de transar el
programa de la UP. Por lo mismo, la preocupacin de no quedar al margen de la
oposicin fue una constante durante la dictadura, reflejado en su permanente
llamado a la unidad. No se poda espantar a la Alianza Democrtica y haba que
- 301- -
3
0
evitar que sta le llevara el juego a Pinochet, quien segua justificando con el
combate al marxismo y al terrorismo su permanencia en el poder.
200
As lo reconoce Genaro Arriagada, en el artculo La Democracia Cristiana y el Partido Comunista. En:
Democracia Cristiana. Democracia Cristiana y Partido Comunista. Op. Cit. Se trata de un largo tratado
destinado a polemizar con el PC y demostrar sus diferencias histricas. Fue publicado un mes despus del
atentado a Pinochet.
- 302- -
3
0
simpticos, se pasaban por la raja a Pinochet, cortaban la luz, golpeaban aqu,
golpeaban all, claro, uno es feliz. Pero cuando te aparecen cinco mil fusiles ()
[piensan] stos se van a tomar el poder.
El lobby estadounidense jug un rol importante, pues la Casa Blanca vea en Chile
un caso paradigmtico para el subcontinente latinoamericano:
201
Regalado, R. Amrica Latina entre siglos. Dominacin, crisis, lucha social y alternativas polticas de la
izquierda. Australia: Ocean Sur, 2006. Pg. 168.
202
Gonzlez, M. & Varas, F. Chile SI NO. Santiago: Ediciones Melquades, 1988. Pg. 28.
- 303- -
3
0
A todo lo anterior, debe sumrsele la errnea lectura del perodo poltico. Segn
Rolando lvarez, el paro nacional de octubre de 1984 funcion como hecho
coyuntural, que abri paso a la tesis de la sublevacin nacional durante el Pleno
del Comit Central realizado el mismo ao. Pero, a su vez, se convirti en una
subrepticia situacin paradojal: el triunfo de la opcin de izquierda al interior de
su debate interno, justo cuando se lleg al cenit de las movilizaciones sociales y
de debilidad de la dictadura. Es decir, el PC se plante como objetivo la salida
insurreccional cuando el mejor momento de las movilizaciones haba pasado203.
Fue evidente que la jugada del PC no result. Mucho ms tarde que temprano, se
resignaron a participar del plebiscito cuando ya se les haban cerrado las puertas
de la Concertacin de Partidos por el No, y luego de octubre del 88 la crisis se
manifest en su XV Congreso, realizado un ao despus, con la estampida de
militantes hacia la Concertacin. Pero un par de aos antes, segn Rolando
lvarez, la expresin de su crisis haba sido la salida por la izquierda de los
militantes que formaron el Frente Autnomo.
203
lvarez, R. La Tarea de las Tareas. Op. Cit. Pg. 363.
204
Varas, A. De la Violencia Aguda al Registro Electoral: Estrategia y Poltica de Alianzas del PC, 1980-
1987. Documento de trabajo FLACSO, Santiago, Chile, n 362, diciembre 1987. Para lvarez, existan
fisuras permanentes en el anlisis del PC: En estos planteamientos se aprecian las tpicas fortalezas y
debilidades tericas y prcticas del PC chileno. Por un lado, una lnea poltica que se autoperciba y esforzaba
en ser unitaria, basada en el estado de nimo y en la insercin de masas, llena de ripios tericos, ms basada
en el pragmatismo iluminado comunista, que en anlisis sociales profundos. Especficamente, incluso a
mediados de los ochenta, cuando el concepto de neoliberalismo ya era utilizado, el PC sigui relativizando
la profundidad de los cambios sociales y culturales operados por la dictadura. De ah la incomprensin de las
variadas motivaciones del movimiento poblacional para movilizarse y el que se asignara un papel estratgico
a un movimiento sindical claramente debilitado. lvarez, R. La Tarea de las Tareas. Op. Cit. Pg. 361.
- 304- -
3
0
Las apreciaciones sobre el ao decisivo terminaron siendo equivocadas. Quin
sabe hacia dnde hubiera girado el transcurso de la dictadura si no hubieran
fallado las operaciones a mediados de 1986. Pero lo cierto es que la crisis que se
desencaden entre el PC y su fuerza militar, que abre paso un ao despus al
FPMR-A, fue la conclusin de una concepcin militar difusa, a medio camino entre
lo tcnico y la perspectiva insurreccional. Si los oficiales abandonaron el partido
fue producto de una poltica que los consideraba algo accesorio. Cuando esos
mismos oficiales, antes el orgullo internacionalista del partido, pasaron a encarnar
la crisis, a la vez que se imponan las tesis de derecha dentro del PC, sus
dirigentes le quitaron el piso al FPMR, dejando abierta la ventana para su salida.
La perspectiva insurreccional no era una idea novedosa que hayan creado los
militantes del PC chileno de entonces205. La discusin respecto de las vas
posibles de la revolucin, en plena Guerra Fra, encontraba mltiples expresiones
concretas en distintas naciones.
Por su parte, los faros que iluminaban a los oficiales en Cuba eran, aparte del
proceso encabezado por Fidel Castro, las revoluciones en ciernes de Nicaragua,
El Salvador y Guatemala. No slo eran un referente terico. Por lo menos dos
205
Incluso no era una idea novedosa en la historia del propio PC. En 1951, cuando el partido estaba
clandestino debido a la Ley Maldita, una fraccin liderada por el secretario de Organizacin, Luis Reinoso,
fue expulsada debido a que postulaba la formacin de grupos de combate y sabotaje. Fue una expresin
rotunda del reformismo que la caracterizaba.
- 305- -
3
0
generaciones combatieron en Nicaragua y un nmero indeterminado se unira a
las luchas de liberacin nacional en los otros pases centroamericanos.
Hoy, no son pocos los entrevistados que reconocen que en esos procesos haba
una respuesta: todo el partido para la guerra. Esta concepcin se originaba en la
historia de la resistencia vietnamita, primero contra Francia y luego contra Estados
Unidos. El lder militar V Nguyn Gip se convirti en un referente precisamente
porque demostr la importancia de que todo el pueblo se haga parte de la guerra.
Su gran mrito fue la construccin de base popular que sirviera de apoyo logstico
para el ejrcito guerrillero; se trataba de la combinacin de una fuerza
especializada, un ejrcito masivo y una base extensa de apoyo. Todos,
conducidos por un movimiento poltico como el Viet Minh (Liga para la
Independencia de Vietnam) y luego el Viet Cong (Frente de Liberacin Nacional de
Vietnam)206.
206
Ver: Giap, V. N. Guerra del pueblo, ejrcito del pueblo. Buenos Aires: Ediciones la Rosa Blindada, 1971.
- 306- -
3
0
- Cmo explicas t que en las ltimas dcadas hayan ocurrido dos
revoluciones verdaderas, la de Cuba y la de Nicaragua, y que en ninguno de
los dos casos los Partidos Comunistas, que se autodefinen como
vanguardias, hayan estado a la cabeza de esos procesos?
- Estamos convencidos de que la ausencia prctica de una clara conducta de
lucha por el poder es el factor principal que explica esos resultados. Esta
misma cuestin ha estado en la base, creemos nosotros, de las equivocadas
caracterizaciones de ciertos procesos sociales y polticos reformistas en
Amrica Latina como revoluciones207.
Para Handal, el problema del PCS era que su constitucin orgnica como partido
reformista le impeda conocer el problema de lo militar: sus cuadros no saban
cmo organizar el paso a la lucha armada, ni como combinarla con la lucha
poltica. Su formacin era unilateral. () nuestro Partido era capaz de organizar la
lucha sindical, la agitacin y la propaganda poltica, las manifestaciones de masas,
las huelgas, las campaas electorales y dems actividades similares, pero no
ms; as slo podamos ser fuerza de apoyo, estbamos condenados a ser fuerza
de apoyo208.
Junto con un feroz proceso de autocrtica, el VII Congreso del PCS de 1979
desestim la creacin a partir de la comisin militar de un aparato militar distinto
del partido, una especie de dispositivo que debe salir de su misterioso escondite y
entrar en accin cuando llega el momento, ironizaba Handal. La leccin estaba
clara: Por lo general, segn la experiencia de otros Partidos, aqu mismo en el
rea centroamericana, esto termina en un enfrentamiento entre la Comisin Militar
() con el resto del Partido209. El mal ejemplo de los partidos comunistas
centroamericanos llegara tambin lejos al cono sur.
207
Harnecker, M. Pueblos Op. Cit. Pgs. 70-71.
208
Ibdem. Pg. 76.
209
Ibdem. Pg. 75.
- 307- -
3
0
La experiencia nicaragense no dista de la salvadorea, salvo que no hubo un
Partido Comunista protagnico. Como resumira Humberto Ortega, comandante
del Frente Sandinista de Liberacin Nacional (FSLN), fue la conjugacin de tres
factores lo que los llev a la victoria: huelga, sublevacin y ofensiva militar210,
esto es, lucha sindical, lucha popular y un ejrcito guerrillero. As tambin lo
entendi el fallecido historiador chileno-argentino, Luis Vitale: En rigor, la
revolucin comenz con una guerra de guerrillas urbana y rural que se fue
combinando con acciones de masas y huelgas generales hasta transformarse en
un levantamiento armado que abarc a la mayora de los trabajadores 211.
210
Ibdem. Pg. 23. Schafik Handal llegara a ser el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de
Liberacin, desde el Frente Farabundo Mart de Liberacin Nacional (FMLN), y dos dcadas ms tarde, sera
diputado y candidato a la presidencia. Handal muri en 2006 y no alcanz a presenciar cmo, dos aos
despus, la coalicin de la que el PCS forma parte alcanz el gobierno.
211
Vitale. L. De Mart a Chiapas. Balance de un siglo. Santiago: Editorial Sntesis, 1996. Pg. 180.
212
Harnecker, M. Op. Cit. Pg. 24.
213
Fuerzas Armadas Rebeldes, de Guatemala, fundadas en 1962 por el Partido Guatemalteco del Trabajo (ex
PC). Deriv en 1982 en la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca.
- 308- -
3
0
revolucionaria armada, la comisin poltica es al mismo tiempo comisin poltico-
militar.
214
lvarez, R. La Tarea de las Tareas. Op. Cit. Pg. 375.
215
Habla Luis Corvaln Lepe, entrevista Ana Mara Pino. Historia Poltica Legislativa, Biblioteca del
Congreso Nacional, septiembre 2008.
- 309- -
3
0
chancho, si quieres le dices perro, a m me da lo mismo: la sublevacin nacional
es la insurreccin. Si t quieres, nunca le vamos a decir insurreccin armada,
pero lo que pasa es que conceptualmente s lo es y es bueno que lo tengamos
claro.
Ms an, un dirigente como Luis Corvaln, en 2008, segua culpando al Frente del
desarrollo de los acontecimientos: el ao 86 fue un ao muy importante, fue el
- 310- -
3
1
ao de las mayores protestas. Pero los dos hechos anteriores ocurrieron este
mismo ao y estos hechos hicieron que dejara de ser el ao decisivo216.
Es ante ese desenlace al que se rebelan Ral Pellegrin y parte importante de los
oficiales. Entonces, como el PC haba construido el FPMR como un accesorio, fue
muy fcil arrancar esta pieza sobrante para que cobrara vida propia. Este
aparato, relata Rolando lvarez, inclusive antes de crearse formalmente, haba
adquirido una identidad y una cultura poltica propia el llamado rodriguismo- que
continu desarrollndose entre 1985 y 1986. Estallada la crisis a fines de ese ao,
esta identidad y cultura poltica propia, los hizo sentirse ms parte de esa
experiencia que la propiamente comunista217.
216
Ibdem.
217
lvarez, R. Los hermanos rodriguistas. La divisin del Frente Patritico Manuel Rodrguez y el
nacimiento de una nueva cultura poltica en la izquierda chilena. 1975-1987. En: Revista Izquierdas,
Santiago, Chile, n 3, 2009.
- 311- -
3
1
La crisis cal hondo por la muerte del Ral Pellegrin y Cecilia Magni, pero 20 das
antes de su muerte, es decir, el 5 de octubre de 1988, marc el punto de inflexin.
Aos despus, Galvarino Apablaza resuma:
218
Vidal, V. Qu fue el Frente Patritico Manuel Rodrguez. Op. Cit.
219
Regalado, R. Amrica Latina Op. Cit. Pgs. 4-5.
- 312- -
3
1
Hoy no resulta nada de difcil achacar culpas, errores de apreciacin poltica,
pretendidas desviaciones militaristas y un largo etctera de reproches.
Probablemente, muchas de estas consideraciones, propias del anlisis de una
izquierda que rememora y que reordena sus filas, sean acertadas. Basta con ver
los resultados. La misma Direccin Nacional del FPMR-A, en 1992, reseaba que
stos hablan por s solos, pagamos un alto costo en lo humano, poltico y
militar220.
220
Osorio, V. FPMR. Op. Cit.
- 313- -
3
1
- 314- -
3
1
Bibliografa
- 315- -
3
1
Cavallo, A.; Salazar, M.; Seplveda, . La historia oculta del rgimen militar.
Santiago: Uqbar Editores, 2008.
Corvaln, L. Santiago-Mosc-Santiago. Dresdeb: Verlag Zeit im Bild, 1983.
Corvaln, L. De lo vivido y lo peleado. Santiago: LOM, 1997.
Dahse, F. Mapa de la extrema riqueza. Santiago: Editorial Aconcagua, 1979.
Democracia Cristiana. Democracia Cristiana y Partido Comunista. Santiago:
Editorial Aconcagua, 1986.
Friedmann, J. Mi hijo Ral Pellegrin. Comandante Jos Miguel. Santiago: LOM,
2008.
Garca Mrquez, G. La aventura de Miguel Littin clandestino en Chile. Bogot:
Editorial Norma, 1986.
Gonzlez, M.; Varas, F. Chile SI-NO. Santiago: Ediciones Melquades, 1988.
Gonalves, U. Los subterrneos de la transicin. Sin editar.
Harnecker, M. Pueblos en armas. Mxico D.F: Universidad Autnoma de
Guerrero, 1983.
Herreros, F. Del gobierno del pueblo a la rebelin popular. Historia del Partido
Comunista 19701990. Santiago: Editorial Siglo XXI, 2005.
Hertz, C.; Verdurgo, P. Operacin Siglo XX. Santiago: Ediciones ChileAmrica
CESOC, 1996.
Maira, L.; Vicario, G. Perspectivas de la izquierda latinoamericana. Santiago:
Fondo de Cultura Econmica, 1991.
Marn, G. La vida es hoy. Santiago: Editorial Don Bosco, 2002.
Martnez, L. El Frente Patritico Manuel Rodrguez, 1980-1987. Tesis para
optar al ttulo de Profesor de Historia, Universidad de Santiago de Chile, 2004.
Martnez, L. Lo militar y el FPMR en la poltica de Rebelin Popular de Masas:
Orgenes y desarrollo. En Revista Alternativa N 23, Instituto de Ciencias
Alejandro Lipschutz, 2005.
Millas, O. La alborada democrtica en Chile. Memorias. Volumen IV. Una
digresin 1957-1991. Santiago: Ediciones CESOC, 1996.
Melo, G. Piel de lluvia. Santiago: Mago Editores, 2005.
- 316- -
3
1
Palma, R. Una larga cola de acero. Historia del FPMR. 1984-1988. Santiago:
LOM, 2001.
Palma, R. El gran rescate. Santiago: LOM Punto Final, 1998.
Pea, C. Los Fusileros. Santiago: Random House Mondadori, 2006.
Pinto, . La historia judicial de la Operacin Albania. Memoria para optar al
Ttulo de Periodista, Universidad de Chile, 2008.
Pohorecky, A. Ignacio Valenzuela. Fundador del Frente Patritico Manuel
Rodrguez. Sin editorial, s/f.
Regalado, R. Amrica Latina entre siglos. Dominacin, crisis, lucha social y
alternativas polticas de la izquierda. Australia: Ocean Sur, 2006.
Salazar, M. Guzmn: quin, cmo, por qu. Santiago: Ediciones BAT, 1994.
Saldas, C. Nacer en Primavera II. Santiago: Ediciones Rodriguistas, 2003.
Teillier, G. Carrizal o el ao decisivo. Santiago: Editorial Pluma y Pincel, 2005.
Varas, A. De la Violencia Aguda al Registro Electoral: Estrategia y Poltica de
Alianzas del PC, 1980-1987. Documento de trabajo FLACSO, Santiago, Chile,
N 362, diciembre 1987.
Vidal, H. FPMR. El tab del conflicto armado en Chile. Santiago: Editorial
Mosquito, 1995.
Vitale. L. De Mart a Chiapas. Balance de un siglo. Santiago: Editorial Sntesis,
1996.
- 317- -
3
1
Revista APSI, Santiago, Chile, 10 al 23 de enero, 1986.
Revista APSI, Santiago, Chile, 2 al 15 de junio, 1986. Pgs. 7-11.
Revista HOY, Santiago, Chile, N 369. 1984.
Revista HOY, Santiago, Chile, N 375. 1984
Revista Qu Pasa, Santiago, Chile, 13 de abril de 1996
Revista Punto Final, Santiago Chile, N 606, 2005.
Revista Cauce, Santiago, Chile, N 70, abril de 1986.
El Mercurio, Santiago, Chile, 12 de agosto 1986.
El Mercurio, Santiago, Chile, 8 de septiembre, 1986.
La Tercera, Santiago, Chile, 18 de noviembre de 1984.
La Tercera, Santiago, Chile, 12 de agosto 1986.
La Nacin, Santiago, Chile, 31 de diciembre. 2006.
La Nacin, Santiago, Chile, abril, 1997.
Recursos en lnea:
- 318- -
3
1
Habla Luis Corvaln Lepe, entrevista Ana Mara Pino. Historia Poltica
Legislativa, Biblioteca del Congreso Nacional, septiembre 2008. Disponible en:
http://www.luisemiliorecabarren.cl/?q=node/2216
La historia indita de los aos verde olivo, Javier Ortega, La Tercera, Santiago,
Chile, 2001. Disponible en: http://www.cubaencuentro.com/es
Lo militar en la poltica, Augusto Samaniego, ponencia en seminario Medio siglo
de debate tcticos y estratgicos en la izquierda chilena. 1950-2000, USACH,
noviembre 2002. Disponible en:
http://www.archivochile.com/Chile_actual/21_est_ide/chact_estidea0020.pdf
Qu fue el Frente Patritico Manuel Rodrguez. Le debemos su rescate histrico,
Virginia Vidal. Disponible en:
http://www.memoriaviva.net/article.php3?id_article=43
Recursos audiovisuales:
- 319- -
3
1
FPMR. Recuerdos del Futuro, DVD, s/f.
Mauricio Arenas Bejas, dossier biogrfico sin autor. Disponible en:
http://www.archivochile.com/Memorial/caidos_mir/A/arenas_bejas_mauricio.pdf
Parte Operativo - Operacin Patria Nueva. Comandante Bernardo (Jos Joaqun
Valenzuela Levy). Disponible en:
http://www.archivochile.com/Izquierda_chilena/fpmr/de/ICHfpmrde0036.pdf
Informe del comandante Jos Miguel, junio de 1987. Disponible en:
http://www.fpmr-chile.org/ruptura.html
Acerca del Rediseo, Ral Pellegrin. Disponible en: http://www.fpmr-
chile.org/rediseno.html.
Anexo: Entrevistados
- 320- -
3
2
ndice
Introduccin 4
Eplogo 297
- 321- -
3
2
Para: Pamela Pequeo de la Torre, jefa de carrera Periodismo
De: Gustavo Gonzlez Rodrguez, profesor-gua
Asunto: Informe y calificacin de memoria de ttulo
Fecha: 8 de noviembre de 2010
Memoria de Ttulo
UN PASO AL FRENTE
Una historia del Frente Patritico Manuel Rodrguez (FPMR)
- 322- -
3
2
comunistas y a otras expresiones de la izquierda chilena a posiciones y alianzas hoy
desvirtuadas.
Como complemento de todo lo anterior, y para mayor mrito de esta memoria de
ttulo, est el seguimiento de los actores individuales. Actores en tanto dirigentes polticos y
militantes, pero tambin en un sentido figurado, como protagonistas y antagonistas de un
drama histrico marcado por la tragedia. Estn los nombres ya casi rutinarios en un trabajo de
esta naturaleza, que identifican a miembros de las cpulas partidarias y de las estructuras de
mando del proyecto subversivo. Junto a ellos, y como importante contribucin histrica y
periodstica, figuran en el texto los actores secundarios, tanto o ms significativos que los
principales, aquellas y aquellos que desde la elaboracin terica al trabajo conspirativo, desde el
exilio y el interior, desde la interlocucin con las direcciones mximas o desde el trabajo de
hormiga en las poblaciones, desde los fierros o las brigadas de propaganda, estuvieron en la
gestacin, desarrollo y desbande del Frente Patritico Manuel Rodrguez.
As, el lector encontrar en las personas pistas e interrogantes que a fin de cuentas
interpelan igualmente a la transicin chilena. Por ejemplo, miembros del ncleo original del
Grupo de Leipzig que reaparecieron ms tarde como embajadores de los gobiernos
concertacionistas y crticos implacables del PC, ex comandantes que hoy militan en la ecologa
y el altermundismo, y as, cuadros dirigentes replegados hoy en la academia en rupturas suaves
con su matriz marxista-leninista. Y es que, como corresponde a toda buena investigacin
periodstica, esta deja abierto un amplio terreno para futuros trabajos.
Como propuesta textual la memoria de ttulo de Daniel Brzovic y Matas Zurita rinde
tambin tributo al buen periodismo. Escritas en un estilo gil, asertivo y con rigurosidad
conceptual y gramatical, las 315 pginas se leen con facilidad, no aburren y, al contrario,
resultan entretenidas con un adecuado manejo de los desplazamientos temporales, los
momentos de clmax y de otros recursos narrativos.
Atentamente,
- 323- -
3
2
Universidad de Chile
Instituto de la Comunicacin e Imagen
Escuela de Periodismo
INFORME
La Memoria de Ttulo Un paso al frente. Una historia del Frente Patritico Manuel
Rodrguez (FPMR) de los estudiantes Matas Zurita y Daniel Brzovic es un un valioso
trabajo de investigacin y documentacin de la historia poltica contempornea de Chile.
Une a este mrito la capacidad de dar forma a una obra coral de mltiples entradas creando
un relato progresivo coherente, fundamentado y rico en matices, problemas y ngulos de
interpretacin.
La detallada reconstruccin de los avatares del Partido Comunista Chileno son presentados
con elocuencia y eficacia narrativa. El texto organiza los hechos y los presenta a modo de
un gran retrato de acciones, voluntades y destinos muy propios de la novela decimonnica
este efecto acrecienta la fuerza de la narracin, pues ofrece un panorama sicrnico y
diverso.
Una edicin ms precisa de trminos y frases para caracterizar ciertas situaciones habra
sido adecuada, sin embargo este aspecto es menor frente a la claridad y descripcin de los
diversos puntos de accin que asume la Memoria. En trminos de investigacin periodstica
el texto ofrece un ejemplo destacable tanto por su organizacin y redaccin como por su
gama de tpicos tratados. No es fcil escribir historias sobre organizaciones polticas y
menos traducir la compleja y dispar discusin interna que las define, sobre todo, cuando se
enfrentan a circunstancias excepcionales y dramticas.
La compilacin bibliogrfica y la revisin de los antecedentes ms necesarios; la consulta a
fuentes y la combinacin de sus versiones con los documentos oficiales; la caracterizacin
de un proceso de crisis y renovacin; la configuracin de un principio poltico que
reordenara el mapa interior de un partido y las motivaciones ideolgicas y personales de
varios militantes por asumir riesgos profundos son aciertos de la investigacin que permiten
comprender en niveles distintos las transformaciones que estaba sufriendo la poltica y, en
especial, la izquierda chilena.
En este sentido la memoria logra describir con idoneidad las condiciones de accin de una
organizacin poltica; respalda sus afirmaciones claves con material adecuado y rico en
detalles que ayudan a dimensionar las decisiones; compone y reconstruye un horizonte de
poca a partir de testimonios y contextualiza la realidad de un periodo todava lleno de
vacos histricos y silencios ideolgicos. Asimismo un revisin ms precisa de la redaccin
y, sobre todo, minimizar cierta tendencia moralizadora pueden enriquecer este trabajo con
mayores virtudes.
Carlos Ossa
Profesor Informante
- 324- -
3
2