Artículo 23
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Artículo 23
COMENTARIO
1
Fernando Elas Mantero, en La Constitucin Comentada, Tomo I, Gaceta Jurdica, 2005, Pg.527
La declaracin sobre la proteccin del Estado al impedido que trabaja ha sido
objeto de incorporacin por la Constitucin vigente. Debemos tener presente
que, en trminos generales, la legislacin no se ha preocupado por la situacin
de los impedidos. Es posible que ello se haya debido a la falta de tradicin
guerrera de nuestro pas y a su intervencin en pocos conflictos blicos. Los
pases que mayor sensibilidad han mostrado por los impedidos han sido
justamente aquellos que cuentan con un fuerte contingente de veteranos de
guerra y se han visto obligados a recompensarlos con beneficios y
conocimientos.
2
Marcial Rubio Correa, Estudios de la Constitucin Poltica de 1993, Tomo II, Fondo Editorial de la
Pontificia Universidad Catlica del Per, Lima, 1999, Pg.212
Artculo 23.- El trabajo, en sus diversas modalidades, es objeto de atencin
prioritaria del Estado, el cual protege especialmente a la madre, al menor de
edad y al impedido que trabajan.
Nadie est obligado a prestar trabajo sin retribucin o sin su libre consentimiento.
La atencin del Estado reclamada en la primera parte del artculo conduce a dictar
disposiciones legislativas de diverso rango, estableciendo las pautas segn las cuales
ha de llevarse a cabo la relacin laboral entre trabajador y empleador. En los albores
del capitalismo, a principios del siglo XIX, no haba casi disposiciones sobre estos
aspectos y la explotacin de los trabajadores fue tremendamente dura y condujo a
revueltas ampliamente estudiadas en la historia de las relaciones sociales y
econmicas. La progresiva reduccin de la jornada de trabajo (originalmente de
diecisis horas al da), el establecimiento de remuneraciones mnimas, de normas
protectivas para ciertos grupos de trabajadores, bien por sexo, edad o tipo de labor,
los descansos peridicos, etc., todas estas fueron normas que se dictaron luego de
reclamos, luchas y muchas veces verdaderas revoluciones. Hoy, con la regimentacin
existente para las relaciones laborales, una norma como la que comentamos parece
evidente por s misma, pero no lo fue a lo largo de la historia. Por eso es adecuado
que exista en la Constitucin.
- A la madre, para asegurar tanto que la gestacin, el parto y los primeros das de
nacido del nio, sean de una adecuada y estrecha convivencia entre madre e hijo,
como tambin para garantizar que la madre de familia pueda tener ciertas
consideraciones adicionales en beneficio de las relaciones con sus hijos. La legislacin
interna de los pases y numerosos convenios de la OIT se ha referido a esta
cuestin204.
205 Cfr. Convencin sobre los Derechos del Nio, arto 32.1: Los Estados Partes
reconocen el derecho del nio a estar protegido contra la explotacin econmica y
contra el desempeo de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su
educacin, o que sea nocivo para su edad o para su desarrollo fsico, mental,
espiritual, moral o social.
- Al impedido, que tiene como todo ser humano derecho al trabajo con las
caractersticas que hemos mencionado al comentar el artculo anterior, pero que
precisamente por su incapacidad, est en desventaja frente a las personas dotadas de
sus facultades normales. Una legislacin protectiva del Estado debe hacer, en la
prctica, que se compense la desventaja comparativa del impedido frente al ser
humano norma 206.
- Fomento del empleo productivo, esto es, crear puestos de trabajo que conduzcan a
la produccin de nueva riqueza y no a servicios o actividades intiles para el
crecimiento, y,
- Educacin para el trabajo, que consiste en la capacitacin del trabajador para ser
cada vez ms hbil en su disciplina, y tambin para que progrese y se especialice en
su conocimiento. La educacin para el trabajo es fundamental en el mundo moderno,
en el que las tcnicas y los procesos, las herramientas y los instrumentos
complementarios de trabajo, evolucionan con mucha rapidez y exigen cada vez una
mayor preparacin profesional.
El tercer prrafo del artculo bajo anlisis rescata el principio de que los derechos
constitucionales y la dignidad del trabajador, no pueden ser puestos en cuestin en la
relacin laboral. Esto quiere decir que ni en el contrato de trabajo, ni en las actividades
cotidianas de la relacin laboral, puede exigirse al trabajador que renuncie a ellas o
que de alguna manera sean perjudicadas. Cualquier acto del empleador que conduzca
a limitar el ejercicio de los derechos constitucionales, o a desconocer, acosar o rebajar
la dignidad del trabajador, acarrear reclamo atendible de ste, por atentar contra una
norma de orden pblico del mayor rango, que es la constitucional 208.
206 Cfr. Declaracin de los Derechos del Impedido: Proclamada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas en su Resolucin N 3447 (XXX) el 9 de diciembre de
1975. Art. 7: El impedido tiene derecho a la seguridad econmica y social y a un nivel
de vida decoroso. Tiene derecho, en la medida de sus posibilidades, a obtener y
conservar un empleo y a ejercer una ocupacin til, productiva y remunerativa, y a
formar parte de organizaciones sindicales.
207 Precisamente, la reforma de la educacin que se puso en marcha en el Per en
1972 bajo el gobierno militar de la poca, quizo hacer de la educacin para el trabajo
la base de los cambios que impuls. Pero la reforma fracas por errores en su
concepcin general, la falta de recursos, de personal idneo para ponerla en prctica,
y por la explicable resistencia de la sociedad para aceptar una reforma que tena
evidentes excesos de planteamientos compulsivos, 208 La aplicacin al caso de lo
previsto en el arto V del Ttulo Preliminar del Cdigo Civil es evidente: Es nulo el acto
jurdico contrario a las leyes que interesan al orden pblico o a las buenas costumbres.
Tambin est prohibido que una persona pueda ser obligada a trabajar sin su libre
consentimiento. La norma es concordante con el principio sealado en el inciso 15 del
artculo 2 de la Constitucin, segn el cual toda persona tiene derecho: A trabajar
libremente, con sujecin a ley. Las formas de trabajo obligatorio que tuvieron que ver
con la esclavitud y la servidumbre han sido ya formalmente eliminadas del Derecho.
Hoy son contrarias al orden pblico. Esta norma ratifica esa afirmacin.