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CIENCIA Y CONDUCTA HUMANA

Enfoque Skinneriano de la Conducta

Psicologa para el conductista es una rama objetiva y experimental de la ciencia humana, que
tiene como meta la prediccio n y el control de la conducta. Skinner intenta construir un sistema
emprico que no precise, pra cticamente, de marco teo rico para organizar los datos.

Conductismo de Skinner es un Conductismo descriptivo que coloca su acento sobre las


respuestas. A pesar de esto intenta tener en cuanta todos los datos, no solo las respuestas. Su
enfoque se caracteriza por los siguientes cuatro puntos:

a) Enfoque teo rico y puramente descriptivo: se limita a los hechos, intenta prescindir de todo
marco teo rico, rechazando cualquier explicacio n de los mismos. Desconfa de las explicaciones
teo ricas que van ma s alla de las conductas observables. La misio n de la Psicologa es investigar
leyes entre variables. Se distingue de las dema s explicaciones debido a su control. con una
cuidadosa recogida de los datos se puede conseguir un progreso a una prediccio n y control de la
conducta mayor que con formulaciones teo ricas.

Teoras distraen al investigador del perfeccionamiento de sus experiencias, son improductivas, y


fomentan definiciones verbales que de problemas que no se pueden atacar experimentalmente.

b) Importancia concebida al modelo de CO con relacio n al responderte: distingue entre


respuestas que produce el organismo, de forma pra cticamente automa tica, ante una
estimulacio n concreta (respuestas reflejas), y las que emite dicho organismo sin que exista,
aparentemente, una estimulacio n (operantes). Una operante es una respuesta que surge
esponta neamente en ausencia de cualquier estimulacio n con la que pueda ser especficamente
correlacionada.

En el modelo operante, la respuesta es la condicio n del refuerzo: el organismo debe actuar


sobre el ambiente para conseguirlo; un modelo operante esta relacionado estrechamente con
los mu sculos de fibra estriada, responsables del movimiento del esqueleto y de ciertas
acumulaciones de tejido, como lengua, pa rpado y cuerdas vocales.

Te cnicas de CO se usan ampliamente en las investigaciones neurofisiolo gicas y


psicofarmacolo gicas. AP no se encuentra completamente bajo el control del investigador, sino
que los feno menos que tienen lugar pueden ser descritos perfectamente en te rminos del
sistema.

c) Las leyes generales del AP son las mismas para cualquier organismo, sea cual sea su especie :
En condiciones de refuerzo similar, todos los organismos reaccionan de la misma manera
(palomas, ratas, nin os, monos, etc.). Muestran todos propiedades muy similares en los procesos
de AP. Que las leyes generales sean las mismas para todos no quiere decir que las acciones que
ejecuta un pez tengan que ser las mismas que las de la rata.

El enfoque skinneriano de las leyes del AP puede permitirnos extensivos al campo humano,
resultados en el laboratorio animal, en a reas o condiciones de control que en humanos no
seran posibles; No podemos, adema s, dice Skinner, interpretar una actividad como el resultado
de una actividad psquica superior; por u ltimo dice que es temerario afirmar que no hay
diferencias entre la conducta humana y de especies anteriores.

d) Desconfianza frente a las te cnicas estadsticas: El error experimental es debido a (1) las
diferencias individuales entre los sujetos sometidos a experimentacio n y (2) a la ineficacia de
los procesos de control. Para evitar esto, Skinner propone por una parte utilizar a un u nico
sujeto en cada experiencia y por otra parte, establecer unas condiciones de control
extraordinariamente rigurosas. Los experimentos de Skinner son de larga duracio n y las
reacciones del sujeto son registradas habitualmente, durante cientos de horas.

En la pra ctica, una vez comprobado que determinada manipulacio n de la variable


independiente afecta a la frecuencia de respuestas, se efectu an experimentos similares con un
corto nu mero de sujetos. Cuando se observan alteraciones de conducta parecidas, los resultados
se generalizan. Resultados son tan claros que el uso de estadstica es innecesario.

Skinner y la enseanza

Para e l, la ensen anza de un nin o y el AP de una rata son procesos similares; primero se provoca
la conducta que se desea instaurar, a continuacio n de forma muy inmediata se proporciona el
refuerzo o recompensa. El organismo aprende las respuestas que han sido reforzadas.

Ensen anza es una forma expedita y concentrada de provocar el AP. Ensen ar equivale a
organizar contingencias de reforzamiento.

Skinner y los mtodos teraputicos

Conductas desviadas o poco normales han sido aprendidas por el sujeto a trave s de su
interaccio n con el medio. Tratamiento consistira entonces en eliminar los sntomas del paciente,
logrando que este se desprenda de la conducta desviada, elimina ndola, o haciendo que aprenda
una conducta nueva para tal caso. Este tipo de terapias (behaviour therapy) se ha aplicado con
e xitos en varios casos: deficientes mentales, psico ticos y trastornos del lenguaje.

Crticas a Skinner

a) Por su postura ateo rica; trabajo Einstein con una cuarta dimensio n perceptible
empricamente?
b) Su propia inconsecuencia con dicha postura ateo rica; Para muchos, este libro es el desarrollo
de una teora. Adema s de aceptacio n de la teora del condicionamiento como base estructural de
su sistema. Por u ltimo extrapolar los principios de un CO a trave s de un proceso lo gico, al
cotidiano, esto, creen algunos, es teora.
c) Generalizacio n de resultados a partir de muestras que no son estadsticamente
representativas;
d) Diversos aspectos teo ricos.

Chomsky crtica fuertemente el sistema skinneriano, sobretodo en su tratamiento de la


conducta verbal; Chomsky no la ve como una conducta ma s.
Seccio n I
POSIBILIDAD DE UNA CIENCIA DE LA CONDUCTA

I. PUEDE SERNOS DE AYUDA UNA CIENCIA DE LA CONDUCTA?

El mal uso de la ciencia

Historia muestra la irresponsabilidad con la que se ha utilizado la ciencia. Despojada de su


condicio n de prestigio, la ciencia es tachada de peligroso juguete en manos de nin os que no lo
entienden, la ciencia se ha desarrollado irregularmente. Se ha usado para problemas fa ciles en
un primer momento, aumentando nuestro control en la naturaleza inanimada, pero no nos
prepara para problemas sociales ma s serios que surgen a continuacio n.

Ciencia por ejemplo, hizo la guerra ma s terrible y destructiva, no deliberadamente, pero lo hizo.
Por un lado la ciencia desarrolla industrias en comunidades no preparadas, y en otras las
desaparecen dejando a millones de personas inservibles para un trabajo productivo; debido a
cosas como estas surgen las nociones de abandonar la ciencia, pero no todos esta n dispuestos a
abandonar el saber aceptando el no saber.

La ciencia como correctivo

El problema no es la ciencia, sino que su aplicacio n. Por que entonces no aplicarla a aspectos
humanos? Si podemos observar objetivamente la conducta humana y llegar a entenderla tal
como es, puede ser posible poner en pra ctica una accio n mucho ma s razonable. No hay razo n
para promover una ciencia de la naturaleza, a menos que incluya tambie n proporcionalmente
una ciencia de la naturaleza humana, pues solamente en este caso se puede usar los resultados
sensatamente.

La amenaza a la libertad

La mayora de quienes defienden a la ciencia, quieren evaluar la conducta tal y como es y luego
tomar decisiones eficaces para un mundo ma s feliz. Pero a la ciencia no le interesa captar
hechos y actuar luego con sabidura, la ciencia proporciona su propia sabidura. Si vamos a
disfrutar las ventajas de la ciencia en el campo de los asuntos humanos, debemos estar
preparados para adoptar el modelo pra ctico de la conducta al que la ciencia nos conducira
inevitablemente.

Pero muy pocos de los que defienden la ciencia en humanos esta n dispuestos a llegar a esto.
Ciencia es ma s que descripcio n, es un intento de descubrir un orden, que no es precisamente un
resultado final sino una hipo tesis de trabajo que debe adoptarse desde un principio. Si vamos a
utilizar la ciencia en humanos, hemos de suponer que la conducta humana esta regida y
determinada por leyes. Esto ofende a muchos, ya que se opone a una tradicio n que ve al hombre
como agente libre cuya conducta no e resultado de condiciones antecedentes sino de cambios
interiores esponta neos.

A la ciencia le ha tocado la desagradable responsabilidad de presentar un cuadro ma s realista


(desencantamiento). Una objecio n es que una ciencia de la conducta humana es imposible, otra
es que la ciencia es so lo adecuada hasta cierto punto; ciencia puede decirnos co mo estudiar la
conducta, pero lo que ha de hacerse se debe ver de una forma no cientfica.
La consecuencia prctica

Las te cnicas que usamos normalmente no representan una postura teo rica bien definida, de
hecho son ma s bien confusas. A veces consideramos la conducta como responsable y
esponta nea, otras, reconocemos que la autonoma interior no es del todo completa, etc. No
hemos podido negar la evidencia cada vez ma s patenta de que otras circunstancias externas al
individuo son importantes.

Vemos al mendigo como producto del medio ambiente, pero al rico como plausible, por sus
esfuerzos; consideramos ignorantes a quienes no esta n de acuerdo con nosotros, pero creemos
que nuestras creencias religiosas son ma s que la influencia de un medio ambiente determinado.
Todo indica que nos encontramos en un perodo de transicin. No abandonamos del todo la
filosofa tradicional de la naturaleza humana, y estamos muy lejos de aceptar sin reservas un
punto de vista cientfico.

Si esto solo fuera teo rico no habra que alarmarse, pero las teoras afectan a las pra cticas y
confusio n en las teora significa confusio n en las pra cticas. El concepto de individuo libre y
responsable esta so lidamente establecido en nuestro lenguaje e impregna nuestras costumbres,
normas y creencias. La costumbre es tan natural que raramente es examinada, por el contrario,
una formulacio n cientfica es nueva y extran a. Muy poca gente tiene nocio n de hasta que punto
es realmente posible una ciencia de la conducta.

II. UNA CIENCIA DE LA CONDUCTA

Ciencia es u nica en mostrar un progreso acumulativo. Sus resultados tangibles e inmediatos


hacen ma s fa cil su valoracio n que los de la filosofa, poesa, etc.; esto, claro, no es
necesariamente cierto en todos los campos. Ciencia es el u nico proceso intelectual que
proporciona resultados notables. El peligro radica en que sus asombrosos e xitos pueden
encubrir su verdadera naturaleza, esto es especialmente importante cuando extendemos la
ciencia a un nuevo campo; fsica, qumica, biologa no son ciencias por s mismas sino productos
de esta.

Tampoco la ciencia debe ser identificada con una medicio n precisa o con ca lculos matema ticos,
podemos ser cientficos de una forma elemental sin estas ayudas.

Algunas caractersticas importantes de la ciencia

Ciencia es ante todo un conjunto de actitudes. Es una disposicio n para abordar los hechos ma s
que lo que alguien ha dicho sobre ellos. Ciencia es una disposicio n para aceptar los hechos au n
cuando estos se opongan a los deseos, abogando por la honradez intelectual, cualidad
extremadamente importante para el cientfico. Cualquier falta de honradez conduce al desastre;
cientfico debe informar inclusos sus contradicciones y errores en la teora, cuentan los hechos,
no el cientfico. Es importante permaneces sin respuesta hasta que haya una satisfactoria.

Ciencia es la bu squeda de un orden, de uniformidades, de relaciones va lidas entre los hechos.


Empieza observando episodios aislados, pero inmediatamente pasa a la regla general, a la ley
cientfica (Induccio n). La ciencia avanza de la recopilacio n de reglas o leyes a ma s amplias
ordenaciones sistema ticas. Si no pudie ramos encontrar una uniformidad en el mundo, nuestra
conducta sera fortuita e ineficaz. Ciencia refuerza y complementa esta experiencia al demostrar
un nu mero cada vez mayor de relaciones entre acontecimientos hacie ndolos cada vez ma s
precisa.
La conducta como objeto de estudio cientfico

No se puede acceder a la conducta solo inventando instrumentos. La conducta, debido a su


complejidad, es un tema difcil, esto porque se trata de un proceso ma s que de una cosa, es
cambiante fluida, se disipa. El informe de un caso aislado es solo un paso preliminar, el
siguiente, es el descubrimiento de algu n tipo de uniformidad. Los me todos de la ciencia esta n
ideados para poner en claro estas uniformidades y hacerlas explcitas. Las te cnicas
experimentales y matema ticas utilizadas en el descubrimiento y formulacio n de uniformidades
son patrimonio comu n de la ciencia en general.

Algunas objeciones a una ciencia de la conducta

Ciencia pelea contra predisposiciones precientficas o extracientficas, no solo por un rechazo a


esta sino tambie n por sus limitaciones. El principio de indeterminacio n por ejemplo, dice que el
fsico en ciertas circunstancias no puede reunir toda la informacio n apropiada para su trabajo:
si decide observar un hecho debe abandonar la posibilidad de abandonar otro, entonces hay
hechos que aparecen como imposibles de predecir.

Debido a su complejidad, muchos actos de la conducta pueden estar sujetos al principio de


indeterminacio n, ello no significa que la conducta humana sea libre, sino que escapa del alcance
de una ciencia que prediga o controle. Una respuesta final al problema de las leyes que
gobiernan la conducta tiene que buscarse en nuestra capacidad para demostrar este
sometimiento a las leyes en la conducta del organismo como un todo.

Una objecio n similar tiene cierto cariz lo gico. Se pretende que la razo n no puede comprenderse
a s misma, que la conducta requerid para la comprensio n de la propia conducta debe ser algo
que este fuera de la conducta a comprender. No es necesario adema s que un hombre comprenda
todos los hechos de un campo dado, sino solamente que un hombre comprenda todas las clases
de hechos (clases entie ndase como categoras).

Ciencia esta interesada en lo general, pero la conducta del individuo es necesariamente u nica.
Un ana lisis cientfico de la conducta sustituira finalmente la interpretacio n personal de casos
u nicos. Un argumento similar se utiliza contra el uso de estadsticas en una ciencia de la
conducta. Una prediccio n de lo que el individuo medio hara tiene a menudo poco o ningu n valor
al tratar de un individuo concreto. En general la ciencia es u til para tratar del individuo
solamente en la medida en que sus leyes se refieren al individuo. No es posible que una ciencia
interesada solo en grupos nos ayude a comprender un caso particular, pero una ciencia puede
tratar tambie n de la conducta individual y su e xito tiene que ser valorado por sus logros ma s
que por sus discusiones a priori.

La extraordinaria complejidad de la conducta es, a veces, una fuente ma s de dificultades.


Muchas veces conseguimos reducir la complejidad simplificando condiciones en el laboratorio;
donde esto es imposible se puede usar un ana lisis estadstico para lograr una prediccio n
inferior.

Otra objecio n a la aplicacio n del me todo cientfico al estudio de la conducta: se dice que la
conducta es una materia singular, puesto que una prediccio n hecha acerca de ella puede
alterarla. Para evitar que una prediccio n afecte la conducta de un sujeto, no se le comunica al
sujeto cual es la prediccio n. Tambie n, el estudio distorsiona al estudiado. Al analizar u observar
una conducta, el cientfico debe tener en cuenta que puede afectar la conducta. Para esto la
conducta intenta ser observada con el mnimo de interaccio n. La u ltima objecio n se refiere a la
aplicacio n pra ctica de un ana lisis cientfico.
Si suponemos que la conducta esta regida por leyes, y que los me todos de la ciencia las
descubrira n, es posible que seamos incapaces de utilizarlas a no ser que podamos mantener
ciertas condiciones bajo control. La misio n del estudio cientfico es permitirnos utilizar
o ptimamente el control que poseemos. La simplificacio n de laboratorio (control de variables)
revela la importancia de factores que, de otra forma, podramos pasar por alto. A pesar del
control de laboratorio existen otros, el militar, el religioso, entre otros, que son suficientes para
permitirnos extender los resultados de una ciencia de laboratorio a una interpretacio n de la
conducta humana en la vida diaria, ya sea con fines teo ricos o pra cticos.

III. POR QU ACTAN LOS ORGANISMOS

Una causa equivale a un cambio en la variable independiente y un efecto a un cambio en la


variable independiente. La relacio n causa-efecto se convierte en una relacio n funcional. Esto
no indica co mo la causa produce n efecto sino que se limitan a afirmar que hechos diferentes
tienden a producirse juntos en un cierto orden. Nos interesan las causas, pues con estas
podemos predecir la conducta, y en la medida en que las podemos manipular estas causas,
podremos controlar la conducta.

La necesidad de explicar la conducta humana es tan grande que ha llevado a la construccio n de


teoras inverosmiles. Esto no es nuevo en la ciencia, el estudio de cualquier manera inicia en la
supersticio n; la explicacio n fantasiosa precede a la va lida (la qumica por ejemplo nacio de la
alquimia).

Algunas causas populares de la conducta

Cualquier hecho que coincida con la conducta humana es susceptible de ser considerado como
una causa; por ejemplo la posicio n de los planetas cuando nace una persona. Las personas se
refugian en estas causas con la necesidad de entender la conducta humana y enfrentarse
eficazmente con ella. Es tambie n algo comu n explicar la conducta por la constitucio n fsica del
individuo; proporciones del cuerpo, color de ojos, lneas de la mano, piel, pelo, etc. Esto u ltimo
ha sido estudiado, pero au n cuando existe una correlacio n entre la conducta y la estructura
corporal, no siempre esta claro cual de ellas es la causa de la otra; si puede modificarse el
aspecto fsico, debemos entonces preguntarnos si se da antes la conducta o el aspecto fsico.

Constitucio n gene tica es importante, pero la teora de haber nacido as tiene poco que ver con
hechos demostrados. Herencia no es ma s que una explicacio n ficticia de la conducta que se le
atribuye. Puede ayudarnos a predecir la conducta, pero tiene muy poco valor en el ana lisis
experimental. Conocer el factor gene tico hace que podamos utilizar otras causas mucho mejor;
sabiendo que el individuo tiene ciertas limitaciones inherentes podemos usar nuestras te cnicas
de control ma s inteligentemente. Es posible tambie n que hechos situados en el interior de un
sistema resulten difciles de observar, por esto se les atribuye propiedades sin justificacio n
alguna.

o Causas nerviosas

Profano utiliza al SN como fa cil explicacio n de la conducta. Una posible ciencia del SN se basara
ma s en la observacio n directa que en la deduccio n y describira los estados nerviosos y los
hechos que preceden inmediatamente a la conducta. Sin embargo no podemos controlar el SN
para evidenciar causas de la conducta.
o Causas psquicas internas

Se ha alegado que un solo organismo fsico es controlado por varios agentes psquicos y que su
conducta es la resultante de los diversos deseos de e stos. Los conceptos del yo, superyo , y ello se
utilizan frecuentemente en este sentido. Los hechos a los que se ha recurrido en las primeras
explicaciones mentalistas de la conducta, quedan fuera del alcance de la observacio n. Freud
insistio en la importancia de inconsciente, reconociendo que los procesos mentales importantes
no son observables directamente. La naturaleza ficticia de estas causas internas queda
demostrada por la facilidad con que se descubre que el proceso mental reu ne precisamente las
propiedades necesarias para explicar la conducta. Una ciencia de la conducta no puede esperar
mucho de un me todo tan superficial.

o Causas conceptuales internas

Las causas internas ma s comunes no tienen ninguna dimensio n especfica ni neurolo gica, ni
fsica. Cuando decimos que un hombre come porque tiene hambre o que fuma por que tiene
ha bitos de fumar, pareciera que nos estamos refiriendo a causas de la conducta. Sin embargo, si
se analizan estas frases, resultan ser descripciones meramente redundantes. Estamos
explicando una afirmacio n en te rminos de otra, lo que es peligroso, porque sugiere que hemos
encontrado ya la causa y que por tanto no hay necesidad de investigar ma s alla .

Las variables de las que depende la conducta

Estas variables se encuentran fuera del organismo, en su medio ambiente inmediato y en su


historia. Poseen un status fsico al que esta n adaptadas las te cnicas comunes y hacen posible
explicar la conducta al igual que en ciencia, se explican otras materias. Sus relaciones con la
conducta son a menudo sutiles y complejas.

Llevamos a un sujeto a una habitacio n y colocamos un vaso de agua frente a e l bebera ?;


Hablamos de las probabilidades de que beba y este te rmino puede ser usado para uso cientfico.
Podemos privar por ejemplo de agua al sujeto, o podemos disminuir la probabilidad haciendo
que antes de entrar a la habitacio n beba tanta agua como pueda; en lo anterior lo que se hizo fue
manipular las variables para aumentar o disminuir la probabilidad. Si vamos a predecir si el
sujeto bebera o no, debemos tener un conocimiento de estas variables tan amplio como sea
posible. Si hemos de inducirle a beber hemos de ser capaces de manipularlas. En ambos casos
anteriores, debemos investigar cuantitativamente el efecto de cada variable mediante los
me todos y te cnicas de una ciencia de laboratorio.

Pueden haber otras variables que influyan en el resultado, por ejemplo, que el sujeto tenga
miedo de que le hayan echado algo al vaso de agua, o puede haber sido educado de cierta
manera de no tocar algo que no le pertenece, etc. Si no podemos eliminar de la situacio n los
factores sociales, debemos entonces conocer la historia de sus relaciones con personas que se
parezcan al experimentador. Una prediccio n adecuada requiere el conocimiento de todas las
variables importantes.

En cada caso tenemos una cadena de causas compuesta de tres eslabones: (1) una accio n
llevada a cabo sobre el organismo desde el exterior, por ejemplo, privacio n de agua; (2) una
condicio n interna, por ejemplo, sed fisiolo gica o psquica y (3) una manera de comportarse, por
ejemplo, beber.

Una info independiente sobre el segundo eslabo n nos permitira desde luego, predecir el tercero
sin conocer el primero; el primero puede basarse en la historia anterior del organismo, pero el
segundo es una condicio n actual. A veces deducimos el segundo del tercero, en este caso la
explicacio n es ilegtima.
El segundo resulta inu til en el control de l conducta a no ser que podamos manipularlo. Una
te cnica que permitiera influir en el segundo incrementara nuestro control de la conducta, pero
au n as tendramos que seguir analizando las te cnicas que se han desarrollado hasta el
momento. No sirve que nos digan que para que un organismo beba debe tener sed, a no ser que
se nos diga tambie n co mo debe hacerse. Cuando nos dicen que un sujeto tiene ansiedad, tienen
que decirnos cual es la causa de la ansiedad.

No negamos la existencia de los estados internos, sino que afirmamos que nos son importantes
en un ana lisis funcional. Finalmente hemos de recurrir a las fuerzas que influyen sobre el
organismo desde el exterior. Si no hay un punto de bil en la cadena de causas de forma que el
segundo no venga correctamente determinado por el primero, o el tercero por el segundo, el
primer y tercer eslabo n, han de estar correctamente relacionados.

Anlisis funcional

Las variables externas de las cuales la conducta es funcio n, proporcionan un ana lisis causal o
funcional. Nos proponemos predecir y controlar la conducta del organismo individual, esta es
nuestra variable dependiente, el efecto del que vamos a averiguar la causa. Las variables
independientes (causas), son las condiciones externas de las que la conducta es funcio n. Las
relaciones entre ambas son leyes cientficas. Una sntesis de estas leyes en te rminos
cuantitativos proporciona un cuadro completo del organismo como un sistema de conducta;
esto, dentro de los lmite de una ciencia natural.

Intencio n, significado, agresivo, amable, desorganizado, inteligente, y otros te rminos que


parecen describir propiedades de la conducta, solo se refieren a condiciones que la regulan. Las
variables independientes deben ser descritas en te rminos fsicos, incluyendo las variables
sociales y wea . Limitarnos a hechos puramente observables conseguimos una ventaja
considerable teo rica y pra cticamente. Tratando los estados observables directamente no
necesitamos referirnos ni a un estado interior ni a una fuerza externa. El material a analizar en
una ciencia de la conducta procede de varias fuentes:

1) Nuestras observaciones casuales; tienen especial importancia en las primeras etapas de la


investigacio n.

2) Observacio n de campo controlada; Los datos son tomados con ma s cuidado y las
conclusiones se exponen ma s explcitamente que en la observacio n casual.

3) La observacio n clnica: Las pra cticas normalizadas en entrevistas y test, descubren una
conducta que puede ser fa cilmente medida, resumida y comparada con la conducta de otros.

4) Observaciones de la conducta bajo condiciones ma s rgidamente controladas ; difieren con


frecuencia de la observacio n de campo o clnica a causa del mayor uso que hacen del me todo
experimental.

5) Estudios de laboratorio de la conducta humana; proporcionan material particularmente u til.


Instrumentos de registro nos permiten observar la conducta durante largos perodos de tiempo,
y un registro y valoracio n minuciosos hara n posible un ana lisis cuantitativo eficaz. El distintivo
ma s importante del me todo de laboratorio es el manejo deliberado de variables.

6) Estudios de laboratorio sobre la conducta de los animales inferiores; La conducta humana se


distingue por su complejidad, variedad y grandes realizaciones, pero no por eso procesos
ba sicos diferentes. Ciencia va de lo simple a lo complejo. Estudiamos la conducta animal porque
es ma s simple; procesos ba sicos se revelan ma s fa cilmente, pueden ser registrados durante
largos perodos de tiempo, y la relacio n no se ve determinada por variables sociales en la
interaccio n con el experimentador.

Anlisis de los datos

Si nuestro intere s radica principalmente en los procesos ba sicos, recurriremos al reduccionismo


como prueba de lo adecuado de nuestro ana lisis. Un ana lisis funcional ba sico nos proporciona
una formulacio n u nica de la conducta del individuo que nos permite abordar problemas en
todos estos campos y considerar el efecto que tiene el medio ambiente en el individuo.

La objecio n ma s comu n a un ana lisis funcional completo es simplemente que no se puede llevar
a cabo, pero la u nica razo n por la que se dice eso es porque au n no se ha llevado a cabo (lo que
no quiere decir que no se pueda). Recientemente se ha puesto en pra ctica un ana lisis funcional
que define la conducta como una variable dependiente y propone explicarla en te rminos de
condiciones fsicas observables y manejables. Ha demostrado ya ser una formulacio n
prometedora, y hasta que no se haya puesto a prueba no existe razo n alguna para vaticinar su
fracaso. Conducta humana es tan difcil como la qumica orga nica o la estructura del a tomo.

Seccio n II
EL ANA LISIS DELA CONDUCTA

IV. REFLEJOS Y REFLEJOS CONDICIONADOS

El hombre: una mquina

Conducta es caracterstica primaria de las cosas vivas. Movimiento an ade verosimilitud a


cualquier forma de manifestarse un organismo. Descartes deca que el hombre era una
ma quina, un mu sculo dilata cuando mueve un miembro. Los nervios que van de la superficie
del cuerpo hasta el cerebro podran ser las cuerdas que abren las va lvulas.

Acto reflejo

Descartes acerto al decir que gran parte de la espontaneidad de los seres vivientes era so lo
aparente y que la conducta poda en algunos casos ser inducida a la accio n desde afuera.
Estmulo es el nombre del agente externo, y la respuesta es la conducta controlada por e l.
Juntos formaron lo que se llamo un reflejo. En el organismo ntegro, muchas clases de estmulo
conducen a reacciones casi inevitables de la misma naturaleza refleja; se han estudiado
cuantitativamente muchas caractersticas de esta relacio n.

El tiempo que transcurre entre el estmulo y la respuesta (la latencia), ha sido mencionada con
precisio n. Un reflejo puede llegar a fatigarse debido a ra pidas actuaciones repetidas. La
voluntad o espontaneidad se elimina por su cara cter interno.

El alcance del acto reflejo

Cierta parte de la conducta entonces esta , por tanto, provocada por los estmulos, y la
prediccio n que hacemos de ella es particularmente exacta (Ej, si bebes jugo de limo n, secretas
saliva). Muchas respuestas reflejas son ejecutadas por mu sculos de fibra lisa y gla ndulas. Estas
estructuras esta n relacionadas con la economa interna del organismo y muy probablemente
tendra n intere s, para una ciencia de la conducta.
La conducta que entra en la clasificacio n de reflejo simple es una cantidad muy pequen a de la
conducta total del organismo; el organismo es afectado por el ambiente de muchas maneras que
no son clasificadas como estmulos.

Reflejos condicionados

El reflejo se convirtio en un instrumento de ana lisis muy importante cuando se demostro que se
podan establecer nuevas relaciones entre estmulos y respuestas durante toda la vida de un
individuo. Ej, quien ha vivido entre leones, huye de un rugido al haberlo asociado a un peligro
mortal. Pavlov, sin influenciar al perro de ningu n otro modo, poda tocar el timbre e introducir
comida en la boca del perro. As, pudo demostrar que el timbre haba adquirido la facultad de
provocar la secrecio n y tambie n pudo seguir el proceso a trave s del cual se haba llegado a esto.
Haba reemplazado la psique de la secrecio n psquica por ciertos hechos objetivos en la reciente
historia del organismo.

Tal como Pavlov afirmo , el proceso de condicionamiento es un proceso de sustitucin de


estmulos. Un estmulo neutro anterior adquiere el poder de provocar una respuesta que
originalmente era provocada por otros estmulos. El cambio tiene lugar cuando el estmulo
neutro va seguido o reforzado por el estmulo efectivo. Pavlov estudio el efecto del intervalo de
tiempo transcurrido entre el estmulo y el reforzamiento; investigo hasta que punto las diversas
propiedades del estmulo podan adquirir control y estudio tambie n el proceso inverso, en el
que el EC pierde el poder de provocar una respuesta cuando deja de ser reforzado, la extincin.

Solo una descripcio n cuantitativa puede asegurar que no existe ningu n proceso mental
adicional. El logro de Pavlov fue el descubrimiento, de las importantes relaciones cuantitativas
que nos permiten independientemente de las hipo tesis nerviosas, hacer una descripcio n directa
de la conducta en el campo del reflejo condicionado; llevo lo psquico a lo observable.

El valor de supervivencia de los reflejos

Reflejos esta n ntimamente relacionados con el bienestar del organismo; Que un perro quite la
pata cuando se quema explica los reflejos en un sentido evolutivo. El proceso de
condicionamiento tiene tambie n un valor de supervivencia. Puesto que el medio cambia las
respuestas reflejas apropiadas no pueden desarrollarse siempre como mecanismos heredados.
All donde desaparece la conducta heredada, aparece la modificacio n heredada del proceso de
condicionamiento. De aqu no se deduce que todo reflejo condicionado tenga valor de
supervivencia; puede que el mecanismo funcione mal.

Hay respuestas condicionadas que provienen de contingencias accidentales. La conducta se


debe a una asociacio n real de estmulos, pero el reflejo condicionado resultante no es u til. Estos,
son reflejos irracionales.

Alcance de los reflejos condicionados

De acuerdo con la fo rmula de sustitucio n de un estmulo, debemos provocar una respuesta para
luego condicionarla. Por tanto, todos los reflejos condicionados, esta n basados en reflejos
incondicionados. Condicionamiento an ade nuevos estmulos controladores, pero no nuevas
respuestas, por tanto, aunque utilicemos este principio, no suscribimos una teora del reflejo
condicionado que comprenda todo tipo de conducta. Adiestrar a un soldado por ejemplo,
consiste, en parte, en condicionar sus respuestas emocionales, comer y escuchar mu sica hara
que te guste la mu sica si te gusta la comida.
A veces producimos una respuesta emocional para contrarrestar otra; las flores en los funerales
por ejemplo. Es tambie n un problema pra ctico comu n eliminar una respuesta condicionada. Si
el estmulo incondicionado genera una respuesta demasiado fuerte, puede que sea necesario
introducirlo gradualmente.

V. CONDUCTA OPERANTE

Los reflejos, condicionados o no, se encuentran estrechamente relacionados con la fisiologa


interna del organismo. Sin embargo, a menudo estamos ma s interesados por aquella conducta
que tiene algu n efecto sobre el mundo circundante. Dicha conducta, origina la mayora de los
problemas pra cticos de los humanos y ofrece tambie n un intere s teo rico concreto por sus
caractersticas especiales. Las consecuencias de la conducta pueden volver a influir sobre el
organismo, y cuando esto sucede pueden hacer variar la probabilidad de que la conducta que las
ocasiono se produzca de nuevo.

Curvas de aprendizaje

Thorndike descubrio que cuando se coloca a un gato en una caja repetidas veces, la conducta
que le llevaba a escapar se produca cada vez con mayor frecuencia, hasta que la huda era
ra pida e inmediata; Thorndike llam ley del efecto al hecho de que la conducta quede grabada
cuando se desprenden de ella unas consecuencias determinadas.

Anotando los sucesivos tiempos empleados para salir de la caja y traslada ndolos a un gra fico
compuso una curva del AP. Las curvas del AP no describen, sin embargo, los procesos ba sicos
de la impresio n. Cada instrumento genera su curva del AP. Las curvas de AP muestran co mo las
diversas clases de conductas suscitadas en situaciones complejas, son elegidas, puestas de
relieve y ordenadas de nuevo. El proceso ba sico de desarrollar un solo acto da lugar a este
cambio, pero no se manifiesta directamente por el cambio mismo.

Condicionamiento operante

Es una ventaja suponer que la probabilidad de que la respuesta se produzca oscila


continuamente entre los extremos del todo o nada. Podemos entonces tratar con unas variables
que, no hacen que una conducta dada ocurra, sino que simplemente hacen su atricio n ma s
probable. Las expresiones diarias que implican la nocio n de probabilidad, tendencia o
predisposicio n, describen la frecuencia con que sucede parte de la conducta. Nunca observamos
una probabilidad como tal.

Estar interesado en la mu sica equivale a escuchar y hablar mucho sobre mu sica; al caracterizar
la conducta de alguien en te rminos de frecuencia, damos por supuestas ciertas condiciones
ba sicas: debe ser capaz de ejecutar y repetir un acto dado y ninguna otra conducta debe
interferirse de manera perceptible (no podemos conocer el grado de intere s en la mu sica de
alguien si esta ocupado en otras cosas). El principal problema te cnico de planear un
experimento controlado es tomar medidas para la observacio n e interpretacio n de frecuencias.

Para estudiar la impresio n debemos tener una consecuencia.

Cuando demostramos el proceso de impresio n de esta forma relativamente simple vemos que
ciertas interpretaciones comunes del experimento de Thorndike son superfluas. La expresio n
AP mediante ensayo y error que se asocia con frecuencia a la ley del efecto esta visiblemente
fuera de lugar aqu; incluso el te rmino AP es engan oso; decir que la paloma aprendio a levantar
el cuello para obtener la comida es un relato inexacto de lo ocurrido. La afirmacio n ma s exacta
de e ste proceso es e sta hacemos contingente una consecuencia dada respecto de ciertas
propiedades fsicas de la conducta (el movimiento ascendente de la cabeza), y entonces
observamos que la conducta se produce con ma s frecuencia (lo anterior es impresio n).

Una respuesta ya producida no puede predecirse o controlarse. Podemos predecir solo que
ciertas respuestas similares se producira n en el futuro. Por tanto, la unidad de una ciencia
predictiva no es una respuesta, sino una clase de respuestas. La palabra operante es la que
utilizaremos para designar esta clase. El te rmino pone de relieve el hecho de que la conducta
opera sobre el medio ambiente para producir consecuencias. La conducta levantar la cabeza
es una operante. Una operante se define por un efecto que puede especificarse en te rminos
fsicos.

El te rmino Aprendizaje (AP) puede mantenerse provechosamente en su sentido tradicional


para describir la reorganizacio n de las respuestas en una situacio n compleja. El mismo Pavlov
llamo reforzamiento a todo hecho que fortaleciera una conducta y a todo cambio resultante,
condicionamiento. En Pavlov un reforzante se asocia con un estmulo, en la conducta operante,
con una respuesta.

En el condicionamiento operante fortalecemos una operante en el sentido de hacer que la


respuesta sea ma s probable, o de hecho, ma s frecuente. En el condicionamiento pavloviano o
responderte simplemente incrementamos la magnitud de la respuesta provocada por el
estmulo condicionado y acortamos el tiempo que trascurre entre estmulo y respuesta; un
organismo es condicionado cuando un reforzador (1) acompan a a otro estmulo o, (2) sigue en
el tiempo a la propia conducta del organismo.

En el experimento de la paloma entonces, la comida es el reforzador y el presentar la comida


cuando se emite una respuesta el reforzamiento; mover la cabeza es la conducta aprendida.

Muchas de las consecuencias de nuestras acciones son reforzantes. Nuestra conducta en general
se adapta ra pidamente a medida que adquirimos nuevas respuestas y desechamos las antiguas.
El reforzamiento operante hace algo ma s que proporcionar un repertorio de conductas. Mejora
la eficacia de la conducta y la mantiene en vigor mucho despue s de que su adquisicio n o eficacia
hayan dejado de interesar.

Propiedades cuantitativas

No es fa cil obtener una curva para el condicionamiento operante. No podemos aislar


completamente una operante, ni podemos eliminar todas las particularidades arbitrarias. Para
describir un patro n de conducta, en una paloma por ejemplo, deberamos seguir todos los
movimientos de la cabeza, pero incluso con esto, el informe no estara completo; para una
descripcio n adecuada necesitamos una serie de curvas que incluya todas las posibilidades.

Una situacio n experimental no necesita ser perfecta para proporcionar datos cuantitativos
importantes en el condicionamiento operante. La importancia de feed-back esta clara, el
organismo tiene que ser estimulado por las consecuencias de su propia conducta si el
condicionamiento debe realizarse.

El condicionamiento depende tambie n de la clase, magnitud y proximidad temporal del


reforzamiento, as como de muchos otros factores. Un solo reforzamiento puede tener un efecto
considerable. En condiciones favorables la frecuencia de una respuesta pasa de un nivel bajo a
un nivel elevado estable en un paso brusco. Ma s a menudo observamos un aumento sustancial.
No puede haber un AP ma s ra pido que un incremento instanta neo en la probabilidad de la
respuesta. La superioridad de la conducta humana debe ser, por tanto, de algu n otro tipo.
El control de la conducta operante

Preparamos una contingencia de reforzamiento y exponemos un organismo a ella durante un


perodo determinado; explicamos entonces la emisio n frecuente de la respuesta refirie ndose a
este proceso. Pero cua nto se ha mejorado en la prediccio n y el control de la futura conducta?,
que variables nos permitira n predecir si el organismo respondera o no?

La magnitud del efecto reforzante del alimento en la paloma puede no depender del grado de la
privacio n; pero la frecuencia de la respuesta que resulta del reforzamiento depende del grado
de privacio n en el momento en que se observa la respuesta. La operante puede tambie n
encontrarse bajo el control de un estmulo externo; hemos de advertir sin embargo que ambas
variables han de ser distinguidas del reforzamiento operante en s mismo.

Extincin operante

Segu n el proceso de extincin operante, cundo el reforzamiento deja de producirse la respuesta


ocurre cada vez con menos frecuencia. Esto e parecido a que cuando practicamos una conducta
que ya no vale la pena nos sentimos menos inclinados a comportarnos de nuevo de esta
manera. As mismo, si dejamos de darle comida a la paloma dejara de levantar la cabeza.

La extincio n operante es un proceso mucho ma s lento que el de reforzamiento operante. La


regularidad de la conducta solo puede verificarse a trave s de curvas de aprendizaje y no solo
notando que la conducta disminuye.

El no reforzamiento de una respuesta conduce no solo a la extincio n operante, sino tambie n a


una respuesta comu nmente conocida como frustracin o ira (es decir, el no reforzamiento
puede producir una respuesta emocional). Un nin o cuyo triciclo no responde al pedaleo no
solamente deja de pedalear, sino que muestra su desagrado de manera posiblemente violenta;
volvera a e l cuando la respuesta emocional haya disminuido.

Si se han reforzado solamente unas pocas respuestas, la extincio n se produce ra pidamente.


Existe algo comu nmente llamado resistencia a la extincin, a la cual, para conocerla, es
necesario conocer el proceso de reforzamiento. No existe una relacio n simple entre el nu mero
de respuestas reforzadas y el nu mero que aparece en la extincio n. Una respuesta reforzada con
reforzamiento intermitente puede ser mucho ma s difcil de extinguir que una reforzada con otro
medio.

La te cnica preferida de extincio n es el castigo, el cual implica procesos diferentes y es de eficacia


discutible. El olvido se confunde comu nmente con la extincio n, pero no son lo mismo. En el
olvido el efecto del condicionamiento se pierde simplemente a medida que pasa el tiempo, la
extincio n requiere que la respuesta sea emitida sin reforzamiento. El olvido generalmente no se
produce ra pidamente.

o Los efectos de la extincio n

La extincio n extrema es a veces llamada Abulia, te rmino usado para explicar una falta de
conducta por alguna razo n especial. LA situacio n de una fuerza operante de bil como resultado
de la extincio n requiere a menudo tratamiento. Algunas psicoterapias son enfocadas en
reinstaurar conductas extintas.

Qu hechos son reforzantes?


La u nica caracterstica que define a un estmulo reforzante, es que refuerza. La u nica manera de
ver si un estmulo refuerza es a trave s de una prueba directa. Los hechos reforzantes son de dos
tipos; algunos reforzamientos consisten en agregarle algo a la situacio n (comida, agua, contacto
sexual), a los cuales se les llama Positivos. Aquellos que implican suprimir algo de la situacio n
(un ruido fuerte, una luz muy brillante, fro, etc.), son llamados Negativos. En ambos casos el
efecto del reforzamiento es el mismo; aumenta la probabilidad de la respuesta.

Por otra parte, la presentacio n de un reforzador negativo o la supresio n de uno positivo, es lo


que llamamos comu nmente Castigo. Pasando a otro punto, una conexio n reforzante no necesita
resultar evidente para el individuo reforzado.

Reforzadores condicionados

Generalmente el condicionamiento cla sico (respondente) provoca una respuesta, mientras que
el condicionamiento operante so lo refuerza una respuesta.

Los reforzadores condicionados son frecuentemente el producto de contingencias naturales. Los


estmulos generados por esta conducta precurrente se convierten en reforzadores. A menudo es
importante introducir una serie de hechos entre un acto y un reforzamiento primario para
controlar la conducta con fines pra cticos (puesto que a veces los hechos contiguos a
reforzadores primarios se convierten en reforzadores).

o Reforzadores generales

Un reforzador condicionado se generaliza cuando se halla asociado con ma s de un reforzador


primario. El reforzador generalizado es u til porque la situacio n momenta nea en que
normalmente se encuentra el organismo no es probablemente la ma s adecuada para impulsarle
a la accio n. La fuerza de la operante generada so lo por un reforzamiento puede ser observada
solamente bajo condiciones apropiadas de privacio n.

Aparecen varios reforzadores generales importantes cuando la conducta es reforzada por otras
personas, algunas de ellas son; atencin, aprobacin, afecto, sumisin y fichas (dinero).

La Atencin de la gente es reforzante porque es una condicio n necesaria para otros


reforzamientos por parte de la misma. La atencio n de alguien particularmente susceptible a
proporcionar reforzamiento constituye un reforzador generalizado especialmente bueno.

Sin embargo a menudo la atencio n no basta. Es probable que otra persona refuerce solamente
aquella parte de nuestra conducta que aprueba y cualquier signo de Aprobacin se convierte,
por tanto, en reforzante por derecho propio.

Un reforzador generalizado au n ma s fuerte es el Afecto. Puede estar relacionado especialmente


con el contacto sexual como reforzador primario, pero, cuando cualquiera que muestra afecto
proporciona tambie n otros tipos de reforzamiento, el efecto es generalizado.

Otro reforzador generalizado es la Sumisin de los dema s. Las dimensiones fsicas de la


sumisio n no son generalmente tan u tiles como las de la atencio n, aprobacio n o afecto.

Un reforzador generalizado que se distingue fa cilmente por sus caractersticas fsicas es la


Ficha. El ejemlo ma s comu n es el dinero. Constituye el reforzador generalizado por excelencia
porque, puede ser cambiado por una gran variedad de reforzadores primaros. Es el ma s eficaz
de los reforzadores generalizados.
Finalmente los reforzadores generalizados son efectivos au n en el caso de que los reforzadores
primarios en que se basan no les acompan en ya.

Por qu refuerza un reforzador?

La ley del efecto no es una teora, es solamente una regla para fortalecer la conducta. Por que
refuerza un reforzador? Una teora nos dice que el organismo repite una respuesta porque
encuentra que las consecuencias son agradables o satisfactorias. Pero estos te rminos no son
usados en las ciencias fsicas, por lo que los te rminos deben referirse a algu n efecto sobre la
conducta.

A veces se argumenta que una cosa es agradable si un organismo se aproxima o mantiene


contacto con ella que es desagradable si el organismo la evita o la mantiene a raya. Pero esto no
es tan as, puesto que decir que un estmulo es agradable porque el organismo se acerca a e l,
puede ser solamente otra forma de decir que el estmulo ha reforzado la conducta de
acercamiento.

Otras veces se argumenta que el reforzamiento es eficaz porque reduce un estado de privacio n.
cuanto ma s hambre tenga la paloma, mayor sera la frecuencia con que respondera como
resultado del reforzamiento. Pero a pesar de esta relacio n, no es cierto que el refuerzo reduzca
siempre la privacio n. Todo lo que podemos decir es que el tipo de acontecimiento que reduce la
privacio n es tambie n reforzante.

Recordemos, los reforzadores primarios son el agua, la comida, el contacto sexual y la huida en
caso de peligros. La capacidad de ser reforzado por cualquier feed-back procedente del medio
ambiente sera biolo gicamente ventajosa, puesto que preparara al organismo para operar con
e xito sobre el medio ambiente antes de que se diera un estado de privacio n determinado.
Cuando el medio ambiente cambia, la capacidad de verse reforzado por un hecho dado puede
significar una desventaja biolo gica.

En el fondo, una explicacio n biolo gica es lo ma s que podemos hacer para explicar por que un
hecho es reforzante. Tal explicacio n es de poca ayuda en un ana lisis funcional ya que no nos
suministra ninguna manera de identificar un estmulo reforzante como tal. Debemos
contentarnos con una descripcio n basada en los efectos de los estmulos sobre la conducta.

Contingencias accidentales y conducta supersticiosa

En el condicionamiento operante no es esencial ver una conexio n. Esto es evidente en el hecho


de que alguien puede no ser capaz de describir una contingencia que ha surtido efecto de una
manera clara. Tampoco es necesario que exista una conexio n permanente entre una respuesta y
su reforzamiento. El refuerzo sigue simplemente a la respuesta, no importa como discurra el
proceso.

Se supone que la presentacio n de un reforzador siempre refuerza algo, puesto que coincide
necesariamente con alguna conducta. Vimos tambie n que un solo reforzamiento puede tener un
e xito considerable. Si existe solamente una conexio n accidental entre la respuesta y la aparicio n
de un reforzador, la conducta se llama Supersticiosa.

Para producir una conducta supersticiosa son importantes los intervalos con que se suministra
la comida. Por ejemplo cuando le damos comida a la paloma, esta puede haber estado haciendo
algo como levantar una pata, sin ser esa la accio n por la cual la estamos reforzando, donde esa
accio n de levantar la pata sera para la paloma la conducta que debe hacer para recibir comida
una vez ma s. Sera ma s efectiva la conducta supersticiosa cuando la comida se administre en
intervalos de tiempo corto.
Algunas contingencias que producen conducta supersticiosa no son del todo accidentales.

Metas, propsitos y otras causas finales.

No es correcto decir que el reforzamiento operante fortalece la respuesta que le precede. Lo


que cambia es la probabilidad futura de respuestas de la misma clase. Lo que resulta
condicionado es la operante considerada como una clase de conducta, ma s que la respuesta
considerada como una instancia particular.

En lugar de decir que un hombre actu a a causa de las consecuencias que van a seguir su
conducta, decimos simplemente que actu a a causa de las consecuencias que han seguido a una
conducta similar en el pasado. Esta es, desde luego, la ley del efecto o condicionamiento
operante.

El hecho de que la conducta operante parezca estar dirigida hacia el futuro es engan oso. En
general, buscar algo consiste en emitir respuestas que en el pasado han producido algo como
consecuencia. Si vemos a un sujeto abriendo cajones, buscando bajo las revistas, etc. Podemos
describir su conducta en te rminos completamente objetivos. Si dice estoy buscando los lentes,
esto no es una descripcio n ma s amplia de su conducta, sino de las variables de las cuales su
conducta es funcio n; es equivalente a cuando hice esto en el pasado, encontre las gafas.

Los reflejos y otros modelos innatos de conducta evolucionan porque aumentan las
probabilidades de supervivencia de las especies. Las operantes se adquieren porque van
seguidas de consecuencias importantes para el individuo.

VI. MODELADO Y MANTENIMIENTO DE LA CONDUCTA OPERANTE

La continuidad de la conducta

El condicionamiento operante modela la conducta lo mismo que el escultor una masa de barro.
Una operante no es algo que aparece plenamente desarrollada en la conducta de un organismo,
sino que es el resultado de un proceso de modelado continuo. La conducta se hace mediante
procedimientos continuos. Jama s olvidar la naturaleza esencialmente continua de la conducta.

Cuando reforzamos la respuesta final (recordemos que la conducta se divide en partes en un


condicionamiento) en una secuencia que contiene muchos elementos precurrentes, podemos
fortalecer todas las unidades que contengan los mismos elementos. El fortalecimiento de una
respuesta incrementa la probabilidad de todas las respuestas que contienen los mismos
elementos.

Carecemos de los instrumentos adecuados para estudiar la continuidad de la conducta o la


interaccio n entre las operantes atribuibles a unidades ato micas. Sin embargo, la operante
constituye un nivel va lido de ana lisis porque las propiedades que definen una respuesta son
datos observables.

Reforzamiento diferencial
Como sabemos, podemos distinguir entre producir una unidad nueva relativamente compleja y
efectuar ligeros cambios encaminados a una mayor eficacia en una unidad existente. Se trata de
la diferencia entre saber hacer algo y hacerlo bien. Esto u ltimo es una Habilidad.

La contingencia que mejora la habilidad es el reforzamiento diferencial de ciertas respuestas


con propiedades especiales. Puede que las exigencias meca nicas del medio ambiente lo
proporcionen automa ticamente. Por ejemplo, al aprender a lanzar bien una pelota, ciertas
respuestas deben hacer soltar la pelota de los dedos en el momento de mayor empuje hacia
adelante.

El reforzamiento que desarrolla una habilidad debe ser inmediato, de no ser as se pierde la
precisio n del efecto diferencial; en muchos campos, se fomenta la conducta ha bil dando cuenta
ra pidamente del resultado positivo, el tirador sabe en definitiva si el disparo es bueno o malo
antes de que el objetivo sea alcanzado. Si las contingencias diferenciales cambian, lo hace con
ellas la topografa de la conducta.

Algunos reforzamientos diferenciales hacen que una respuesta sea ma s intensa o ma s fuerte sin
alterar de modo apreciable su topografa. Cuando se arroja un peso ma s alla de una lnea
determinada, cuando se salta el listo n, existe un reforzamiento diferencial.

Cuando una mama se queja de que su hijo llora para llamar la atencio n puede no darse cuenta
de que sus propias pra cticas reforzantes son responsables de ello. Si ella no atiende a su
llamado en cierto tono, el nin o eleva la voz hasta ser atendido. Aqu vemos un reforzamiento
diferencial, aumente inconscientemente la intensidad media de la conducta verbal del nin o, es
decir, el reforzamiento diferencial puede presentarse tambie n inconscientemente.

El mantenimiento de la conducta

Condicionamiento operante y aprendizaje no son lo mismo, esto, porque condicionamiento


operante es ma s que so lo aprender algo. El efecto del reforzamiento operante es desde luego
ma s visible cuando existe un cambio importante en la conducta, cambio que tiene lugar cuando
un organismo aprende a dar una respuesta que no dio o no pudo dar antes.

Reforzamiento intermitente

Una gran parte de la conducta es reforzada tan solo de manera intermitente; No siempre
obtenemos buena comida en un restaurante determinado porque el resultado de los guisos no
siempre es predecible. Como cabra esperar, la conducta que es reforzada so lo
intermitentemente es bastante estable y muestra gran resistencia a la extincin.

Es importante distinguir entre los programas que son dispuestos por un sistema que se
encuentra fuera del organismo y aquellos que son controlados por la misma conducta. Ejemplo
del rimero es cuando reforzamos por ejemplo cada cinco minutos, y un ejemplo del segundo es
cuando reforzamos luego de una serie de respuestas.

o Reforzamiento de intervalo

Si reforzamos la conducta a intervalos, un organismo como un rato n o una paloma se adaptara a


un grado de respuesta casi constante, determinado por la frecuencia del reforzamiento; Si
reforzamos cada minuto el animal responde con rapidez, si lo hacemos cada cinco minutos
responde ma s lentamente y as.
Podemos evitar una baja probabilidad de respuesta inmediatamente despue s del reforzamiento
mediante lo que se llama un reforzamiento de intervalo variable. En lugar de reforzar una
respuesta cada cinco minutos (lo que sera un reforzamiento de intervalo fijo), lo hacemos en
un promedio de cinco minutos, es decir, que los intervalos pueden ser tan cortos como unos
pocos segundos y tan largos como de diez minutos.

Bajo un programa de este tipo, el rendimiento es considerablemente estable y uniforme. Suele


ser muy difcil extinguir una respuesta despue s de un reforzamiento de este tipo.

o Reforzamiento de razo n

Se obtiene un resultado distinto cuando el programa de reforzamiento depende del mismo


organismo, cuando por ejemplo reforzamos cada quinta respuesta. Este es un reforzamiento de
razn fija. Este reforzamiento produce una frecuencia muy alta de respuestas con la condicio n
de que la razo n no sea demasiado alta.

La fatiga es un factor limitativo. Bajo unas razones de reforzamiento que pueden ser
mantenidas, la conducta acaba mostrando una probabilidad de respuestas muy baja
inmediatamente despue s del reforzamiento, tal como ocurre en el intervalo fijo. Se observa una
moral o un intere s ma s bajos inmediatamente despue s de haber completado una unidad de
trabajo.

Los estudios demuestran que para un organismo y una cantidad dada de reforzamientos, existe
una razo n lmite ma s alla de la cual la conducta no puede sostenerse. El resultado de sobrepasar
esta razo n conduce a un grado extremo de extincio n que llamamos Abulia. No se trata de fatiga
fsica, suele llamarse fatiga mental. Esto sucede porque no existe un mecanismo auto regulador.

Esto no sucede en los reforzamientos de intervalo, puesto que cuando la frecuencia de las
respuestas declina, se recibe el reforzamiento siguiente a cambio de menos respuestas. Un
organismo estabilizara su conducta en una frecuencia de respuesta dadas bajo cualquier
intervalo, por lo que el programa de intervalo se protege a s mismo.

EL reforzamiento de razn variable es mucho ma s poderoso que un programa de razo n fija con
el mismo nu mero medio de respuestas.

o Programa combinado

Se puede combinar un reforzamiento de intervalo y otro de razo n, de manera que el


reforzamiento venga determinado tanto por el paso del tiempo como por el nu mero de
respuestas emitidas sin reforzar. En tal caso, si el organismo responde ra pidamente, responde
muchas veces antes de ser reforzado, pero si responde lentamente, so lo se producen unas pocas
respuestas antes de que reciba el siguiente reforzamiento.

So lo podemos reforzar a un organismo cuando manifiesta una frecuencia especfica de


respuestas. Las frecuencias de respuestas superan a aquellas que prevalecen en un programa de
razo n variable.

Actuamos de modo ha bil en este campo so lo cuando estamos en posesio n de una informacio n
definida acerca de la naturaleza y el efecto de los mecanismos responsables del mantenimiento
de la intensidad de la conducta.

VII. DISCRIMINACIO N OPERANTE


Estmulos discriminativos

El condicionamiento operante puede definirse sin mencionar ningu n estmulo que actu e antes
de que la respuesta se produzca. Para reforzar la respuesta de estirar el cuello de la paloma fue
necesario esperar a que ocurriera tal accio n; no la provocamos.

Los estmulos esta n siempre actuando sobre el organismo, pero su conexio n funcional con la
conducta operante no es similar a la del reflejo. En resumen, la conducta operante es emitida,
no provocada.

Podemos poner de manifiesto entonces una conexio n estmulo respuesta que es de algu n modo
comparable a un reflejo condicionado o incondicionado: La aparicio n de la luz sera seguida
ra pidamente por un movimiento ascendente de la cabeza. Pero la relacio n es fundamentalmente
bastante diferente.

Respecto a lo anterior definimos la contingencia diciendo que un estmulo (la luz) es la ocasio n
en que una respuesta (estirar el cuello) va seguida por un reforzamiento (la comida). El efecto
sobre la paloma consiste en que es ma s probable que la respuesta ocurra cuando la luz esta
encendida. El proceso a trave s del cual esto se consigue se llama Discriminacin.

Es una ventaja el hecho de que una respuesta ocurra solamente cuando es probable que sea
reforzada. Si todas las conductas fueran igualmente probables en todas las ocasiones el
resultado sera cao tico.

Utilizamos la discriminacio n operante de dos formas. En primer lugar, los estmulos que ya se
han convertido en discriminativos son manejados para cambiar probabilidades (controlamos la
conducta de un nin o, damos o rdenes, etc.).

En segundo lugar, podemos establecer una discriminacio n para asegurar que un estmulo
futuro, cuando aparezca, va a tener un efecto determinado. Establecemos contingencias que
generan conducta como resultado de la cual los nin os mirara n antes de cruzar la calle, dira n
gracias en el momento apropiado, contestara n correctamente acerca de hechos histo ricos, etc.

Conducta voluntaria e involuntaria

La relacio n entre la operante discriminativa y el estmulo que la controla es muy distinta de la


que existe, en un reflejo entre estmulo y respuesta. El estmulo y la respuesta ocurren en el
mismo orden que en el reflejo, pero esto no garantiza la inclusio n de ambos tipos en una sola
fo rmula estmulo-respuesta. El estmulo discriminativo no provoca una respuesta,
simplemente altera una probabilidad de que ocurra.

Esta diferencia se haya en la raz de la distincio n cla sica entre conducta voluntaria e
involuntaria. Se deca primero que el reflejo es innato, luego que los reflejos eran inconscientes,
otra distincio n cla sica deca que adema s de ser innato e inconsciente, tambie n eran
involuntarios, no queridos. Respecto a esto u ltimo las pruebas no indicaban que eran no
queridos sino que no podan ser evitados, cierta parte de la conducta no poda dejar de
producirse (como por ejemplo salivar al probar un limo n).

De lo anterior, so lo se mostro que haban reflejos involuntarios, lo de innato e inconsciente


pasaron a ser triviales con las pruebas cientficas.

En el presente ana lisis no podemos distinguir entre conducta voluntaria e involuntaria


suscitando la cuestio n de quie n la controla; tampoco podemos hacer la distincio n sobre la base
del control o la falta del mismo, puesto que suponemos que ninguna conducta es libre. Cuando
todas las variables importantes han sido adecuadamente dispuestas, un organismo respondera
o no lo hara ; si no lo hace es porque no puede, si puede, o hara .

La distincio n entre conducta voluntaria e involuntaria se reduce a un problema de tipo de


control. Corresponde la distincio n entre los estmulos que provocan un reflejo y los estmulos
discriminativos. El estmulo que provoca un reflejo parece ser ma s coercitivo.

Si la forma como tiene lugar y las propiedades cuantitativas de la relacio n resultante garantizan
tal distincio n, podemos decir que la conducta voluntaria es operante, y que la involuntaria es
refleja. Si tengo hambre (privacio n) y me dicen vienes a comer? probablemente salive
(involuntario, reflejo), pero si estoy satisfecho (privacio n anulada), quiza diga no, gracias
(voluntariamente), sin conductas involuntarias. Para predecir si me sentare a la mesa con
seguridad, todas estas variables han de estar controladas.

Otra distincio n entre conducta voluntaria (operante) e involuntaria (refleja) es que los reflejos
esta n primariamente relacionados con la economa interna del organismo. Por otra parte la
conducta operante esta relacionada con aquella parte del medio amiente en que las condiciones
para una accio n eficaz son bastante inestables y donde la dotacio n gene tica o instintiva es
mucho menos probable, por no decir, pra cticamente imposible.
o
La conducta refleja se ampla a trave s del condicionamiento respondente y aparentemente, no
puede ser condicionada de acuerdo con el modelo operante. Las conductas de ruborizarse,
segregar saliva, la grimas, sudor, etc., no pueden ponerse bajo el control directo del
reforzamiento operante.

No es tan fa cil determinar si podemos condicionar respuestas puramente reflejas en los


mu sculos de fibra estriada mediante el refuerzo operante. La dificultad radica en que puede
surgir una respuesta operante que imite simplemente el reflejo. Ordinariamente, respirar es un
reflejo, pero podemos dejar de respirar voluntariamente bajo unas condiciones adecuada de
reforzamiento operante

Repertorios discriminativos

Ya vimos que cualquier unidad de conducta operante es hasta cierto punto, artificial. La
conducta es la actividad continua y coherente de un organismo ntegro. En varios de los
repertorios discriminativos que vamos a considerar ahora, la unidad funcional es mucho ma s
pequen a que el estmulo o la respuesta que aparecen en una ocasio n determinada y con los que
normalmente tratamos.

o Dibujar segu n un modelo

Nuestra conducta de respuesta al campo espacial en el que vivimos es tan conocida que
probablemente olvidamos co mo se adquiere. Existen ciertas formas menos conocidas de
conducta en las que, a veces, puede descubrirse con bastante claridad el origen de un repertorio
discriminativo.

Al dibujar segu n un modelo nuestra conducta es el producto de un conjunto de contingencias de


tres factores. Una lnea determinada del modelo que hay que copiar es la ocasio n para que
ciertos movimientos del la piz sobre el papel produzcan una lnea similar.

o Cantar o tocar de odo


Dibujar segu n un modelo equivale a responder al mundo espacial en la medida en que tanto los
estmulos como las respuestas abordan en ambos casos, campos continuos del mismo modo. Al
tocar un instrumento o cantar una meloda de odo, faltan, no obstante, las dimensiones
espaciales.

o Imitacio n

La conducta imitativa no surge a causa de ningu n mecanismo reflejo inherente. La imitacio n se


desarrolla en la historia del individuo como resultado de reforzamientos discriminativos que
muestran la acostumbrada contingencia de tres factores. Podemos condicionar a una paloma
para que ejecute varios actos distintos si otra paloma tambie n los esta llevando a cabo (como
picotear una clavija porque otra paloma l esta haciendo). Esta conducta imitativa ocurre
solamente cuando previamente ha tenido lugar un reforzamiento discriminativo especfico.

Atencin

Este concepto invierte la direccio n de la accio n al indicar, no que un estmulo controla la


conducta de un observador, sino que el observador atiende al estmulo y que, por tanto, lo
controla. No obstante, a veces reconocemos que el objeto llama y mantiene la atencio n del
observador. Cuando reforzamos a una paloma decimos que la luz capta la plena atencio n del
pa jaro.

Pero la atencio n es algo ma s que mirar hacia algo o mirar una serie sucesiva de cosas. Como
todo el mundo sabe, podemos mirar el centro de una pa gina mientras prestamos atencio n a
otros detalles de los ma rgenes.

Aunque la atencio n no es una forma de conducta, esto no significa que se encuentre fuera del
campo de la misma. La atencio n es una relacin de control: la relacio n entre la respuesta y un
estmulo discriminativo. Cuando alguien presta atencio n, se encuentra bajo el especial control
de un estmulo.

Cundo decimos a alguien que preste atencio n a cierta caracterstica del medio ambiente,
nuestro requerimiento (prestar atencio n) es en s mismo un estmulo discriminativo que
complementa al estmulo mencionado para controlar la conducta del observador.

Relaciones temporales entre estmulo, respuesta y reforzamiento.

El medio ambiente esta dispuesto de tal modo que determinadas cosas tienden a suceder a la
vez. El organismo lo esta tambie n de forma que su conducta cambia al ponerse en contacto con
el ambiente. Debemos considerar tres casos principales:

1) Ciertos hechos (como el color y el sabor de una fruta) tienden a ocurrir conjuntamente.
El efecto correspondiente sobre la conducta es el condicionamiento respondente.

2) Ciertas actividades de organismo producen ciertos cambios en el ambiente. El efecto


correspondiente sobre la conducta es el condicionamiento operante.

3) Ciertos hechos son las ocasiones en las que determinadas acciones producen
determinados cambios en el medio ambiente. El efecto correspondiente sobre la
conducta es la discriminacin operante.

Como resultado de estos procesos, el organismo que se encuentra en un ambiente nuevo llega a
conducirse, finalmente, de forma eficaz.
Tambie n es una caracterstica del medio ambiente que los hechos ocurran conjuntamente de
acuerdo con ciertas relaciones temporales:

(1) Un estmulo puede preceder a otro en un intervalo dado, como cuando el rela mpago precede
al trueno. (2) Una respuesta so lo puede producir una consecuencia despue s de un intervalo
dado, como cuando la ingestio n de alcohol va seguida de los tpicos efectos al cabo de un cierto
tiempo. (3) Una respuesta puede tener su consecuencia cuando es ejecutada en un tiempo dado
despue s de la aparicio n del estmulo discriminativo.

Si damos de comer a un organismo diez segundos despue s de haberle presentado un estmulo


neutro, el proceso de condicionamiento sigue esencialmente el modelo habitual. As mismo, una
respuesta puede verse reforzada solamente si se retrasa durante un intervalo de tiempo dado,
despue s de la presentacio n del estmulo.

Un efecto caracterstico de un retraso es conocido, a veces, con el nombre de expectativa o


anticipacio n. Supongamos que el visitante asiduo le da un caramelo a un nin o pocos minutos
despue s de llegar. Si ciertos movimientos del visitante preceden generalmente a la entrega del
caramelo, cualquier movimiento de aque l sera reforzante. El nin o, por tanto, prestara atencio n
al visitante, tal como acabamos de definir el te rmino.

Cualquier conducta del nin o que haya hecho ma s probable la aparicio n del caramelo ha sido
tambie n reforzada y sera intensa.

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