REV I STA DE C IN E

Hermano lobo 4 Lee Marvin . La nobleza del granito 73

Fernando Savater Carlos F. Heredero

El gngster de las mi l caras 6 Eurowestem. Fisonoma, tipologa 77

J ess A ngu lo Carlos AguiJa r

Bajo bandera negra 18 Lino Ventura. El malo del arte 83

Jos Mara Latorre Vicent e i\lolina Foix

Militares. El enemigo en casa 23 Donald Sutberland en los m1os setenta. 85

Ricardo A Ida rondo La maldad de lo vulgar
Ca rlos Losilla
Direccin: El Mal, un bigote y mi padre 27
A ntonio Santa marina Natural Bom Di sasters 88
ngel Sala
Padres, padrinos y patrones 32
Esteve Riambau Gary Oldman. 93
La imposibilidad del bien
Christophcr Lec. F lema ing lesa 35 Francisco Plaza
Juan Anton io i'llolina Foix
Jack Nicholson. 96
Robert De Niro. 38 Sssssb! No despierten a la fiera
Un tipo que no es de fi ar Jimmy Entraiges y A urea Ortiz
Equipo de redaccin:
Dono tia Kultura. O ti Rodrg uez Marcha nte
J es~ Angulo y Sara Torres
Bonito planeta, nos lo quedamos! 100
Satn, mon amour 40 Los malos de las galaxias
Fuentes iconogrficas: J est'ts Pa lacios Alex Z in ftlo
Carlos Aguilar,
Bri tish Film lns titute y Con una sonrisa en la cara 45 La eleccin d el mal 106
Dono;,tia Kultura Miguel i\l aras Sa r a Torres
Disdio, maquetacin, portada. 49 Sospechosos habin~a l es. Algunos 110
A los malos del cmic l e~ gusta
el cine
digitalizacin de imgenes
A ngel Co mas hombres malos delthriller modcmo
y arte final:
Art&i\ laiia Anton io Weinric htcr
Cinc de psicpatas y psicpatas de cine 54
Fotolitaje: Antonio Tr as horras Christophcr \Valken. 115
VideoCy; La maldad angelica l
Qu le pasa, doctor? 64 Nu r ia Vida!
Imprime: Jord i Costa
Grfica~ ORVY tlas~trte) Abstracts 118
Dep. Lcg:
El pisto lero de Cheyenne. 70
SS-733-89 Jack Palance en R aces profunda s ndices 122
Q uim Cas as
I.S.S.N.:
1131-9372

Nos reratu e~ una publicacin de

Donos tia J<ultura
Repblica A rge ntina. 2
2000-t DONOSTIA
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 Licntropo

Fernando Savater
.!arinto J lolt'nu akton'rl l':.agun 1'pi1 da /hui.\ 'ase/~ \Ten goi::t'I/Oz eta!u:c;pm u'ar
lwldurre:.ko gt'llt'mko ([k/nre emkw f!:arriemt hd(lkalu da. /Jermgeitik gomko zilll'ZCtleonlw l
IJI'm el(/ u.un' !.!.i:.olso 1/(t!.!.USt .
' " l l

lguicn dijo, y sin duda pantalla Jac into Molina se llam kiosko las f irmaba c ierto Alf
dijo bien, q ue el hombre Paul Naschy, y la so la menc in Manz que era Alfredo Ma nzano y
es lobo para e l hombre. de es te seud nimo suscita una las mejores diatribas antifra nquis-
Con la misma seguridad inm ediata sonri sa d e s impa ta, tas de Ruedo ibrico un tal Luis
cabe afirmar que Jac into Molina comp lic idad y hasta nostalg ia en- Ramrez que en realidad era m i
fue hombre-lobo para muchos de tre mu chos espaoles de mi ge- recordado amigo L uciano Rinc n.
noso tros, q uienes aho ra fr isa mos neracin. Nos viene a las mientes En su personaje de licntropo, Ja-
por arriba o por abajo el medio s i- una poca de se ud nim os, en cinto Moli na-Paul Naschy (no se
g lo. E n los ttulos de crdito d e la que las novelas de vaqueros d el ran, que tampoco Cary G rant se

NOSFERATU 27
llamaba as y el nombre de Jolm pio neros patrios de ese gnero ti tu lada Memorias de 1111 hombre
Wayne no era Jolm s ino Mmion, que Jess Franco de nomina con lobo (Alberto Santos Ed.), en e l
tan macho como fue) tuvo deno- gracia "de caspa y ensayo": el que narra la ancdota de la ancia-
min ac io nes an m s gti cas, propio Jes s Franco o Jess Frank na y muchas otras tambin sabro-
como Waldemar Daninsky. Quiz (s iempre los seud nimos !), el sas: su encuentro con Jarabo, el
el mundo no se di vide entre bue- Am ando de Ossorio con sus resu- clebre serial killer del franquis-
nos y malos o r icos y pobres, citados templarios, Len Kli movs- m o (que por cierto es tudi en el
sino entre aqu ellos cuyo primer ky ... y, naturalmente, Paul Nas- mismo colegio madrileiio en que
hombre-lobo se apellid Talbot y chy. Desde luego nuestro hom- yo conc lu mi bachillerato), una
los que tuvimos q ue conform ar- bre-lobo doms ti co (nunca do- o rga satanista en Alemania, los
nos con un Daninsky para abrir la mes ticado!) d i f c i!mente puede hbitos alimenticios de los ti gres
boca .. . y aullar. ser catalogado entre los gra ndes durante los rodaj es cinemogrfi-
acto res de l spti mo arte, pero in- cos, el d a que vio llorar a Boris
Estoy convenc ido, y que me per- cluso esa torpeza tambin ailadi Karloff y cien cosas ms. Tam-
done la ovej a Dolly, de que la a fi- encanto a sus interpre tac io nes. bin nos recuerda esta o bra que
cin al cine de terror es una de- Era como si uno de nosotros, los Paul Nasehy no slo ha s ido li-
terminac i n ge nt ica. E n el mun- afic ionados rabi osos, se hubiera cntropo sino faran egipcio con-
do perfecto que se avecina, quiz disfrazado de mo nstruo y lograse venientemente momificado, ho m-
alg n nuevo doctor Strangclove la una pelcul a para l so li to. Naschy bre de Cromagnon cntabro, Lu-
extitvar de los cro mosomas para no fue el "autntico" y artstico cifer, G illes de Rais, F u-Manch,
que el ciudadano no disfrute ms ho mbre-lo bo sino e l licntrop o vampiro, Jack e l Destripador, el
que con pelculas chorreantes de amateur que los espectad ores del jorobado de la Morgue, psicpata,
buen g usto y sentimientos polti- gnero quisiram os haber hecho canbal, la Muerte misma y otros
ca mente correctos: por el mo- por lo menos una vez. Yo le envi- muchsimos papeles no menos te-
mento, la enfe rmedad no tiene di o sobre tod o cierta a ncdota, nebrosos y estupendos. La verdad
cura. Pero la vida es injusta. Los que hasta puede ser cierta porque es que tod o lo que ha hecho Ja-
adolescentes que padecen hoy el cosas mucho ms raras han llega- cinto Molina en su vida me parece
morbo en cuestin tienen cientos do a suceder. Cuentan -lo cuenta enorm emente ms d ivertido que
de vamp iros, Freddy K ruegers, el propio Naschy- que durante un ser regis trador de la propi edad,
Aliens y dems delicias que llevar- descanso en el rodaje de La no- ingeniero de minas o cated rtico
se a sus gozosas pesadillas. En che de Walpurgis (1970), un o de filosofia. Ha cumplido de un
los que llamar ge nerosam ente de sus hits ms divertidos, nues- modo u otro, con mayor o menor
mis buenos tiempos, la cosa no tro hombre-lobo nacio nal se fue a aceptac in pblica, todos los suc-
estaba tan fc il. Para un menor de estirar las zarpas por el cemente- i1os negros de los que el niilo que
diecisis aos, ver un buen m ons- rio en que transcurra la acc in ... fuimos y somos los aficionados al
truo en accin era casi tan di fici l pero maquillado de 1icntropo. cinc de terro r nunca se despren-
como contemplar en la panta lla A pareci distra da mente por de- de. Si no un prncipe, por lo me-
-fuera de ella pa ra qu hablar- un trs de una lpida justo cuando nos ha sido un sargento chusque-
estimulante par de tetas. Incluso una anc ianita depositaba su ofren- ro de las tinieblas y por ello mere-
rebasada fe lizmente esa edad fatal da floral en la tumba de l di funto ce e l culto entus iasta que le rinden
de la censura que nos obligaba a esposo. La buena seora estuvo a espectado res fan ti cos de este
fals ificar el DNT an ms que la punto de sufrir un infar to entre mundo y del otro (me refiero a
polica franquista, la ofett a tam- alaridos y hasta demand luego a E uropa y Amrica, claro). Peripe-
poco resultaba abunda nte. Los vi- la productora, ponindole un plei- cias envidiab les que cuenta en sus
ciosos nos solaz bamos con lo to. Lo cual es inj usto, porque bien memor ias, un libro entretenido,
que tenamos a ma no y lo cele- mi rado disfru t de un lwppening algo dad o a la va naglori a -por
brbamos calurosamente. An re- monoplaza muchs imo ms impac- qu no?- y q ue habla de una po-
c ue rdo con inm e ns a g ratitud tante y sobre todo ms corto que ca en que los peores lobos ronda-
A bbot y Cos t cll o contra los los que por aquellos alios so la ma- ban fu era de la pantalla y bien
fa ntasmas ( 1948), en la que vi nu facturar el Living Thcatre. No afeitados, para que no se les nota-
por primera vez a Beta Lugosi, me digan que este episodio no es se. Como ahora mismo, si uste-
Lo n Chaney, Jr. y un mo nstruo cosa que todo buen fo rofo de las des me disculpan la alus i n.
de Frankenste in interpretado por viej as pelculas de la U niversal o de
G lenn Strange que me s irv i de la Hamm cr hubiese -hubiramos !-
aperitivo hasta que lleg el insupe- qucrido protagonizar.
rable Boris KarlofL
Ahora Jacinto Molina ha publica-
La gratitud se extiende a otros do una autobiogra fa, lg icam ente

NOS FERATU 2 7
 Edword G. Robinson

a fig ura del gngster, con

sta o cualquiera otra de-
nominacin, pero en todo
caso haciendo referencia
al de lincuente ms o menos orga-

) ni zado, recorre prc ti ca m ente

toda la hi stori a de l cine. Dos
ejemplos tpicos : una pelcula y
un actor. Sin ser, por supuesto, el
primer film sobre g ngs ters -ni
siquiera el primero en el que su
reali zador, el siempre re ferencial
David W. G riff ith, ab o rd a e l
tema-, The Mus l<eteers of Pig
Alley (1 9 12) es la primera gran
referencia. Griffith nos sita ya
en un barrio bajo, el Lower East
Side de Nueva York, en el que
todo el mundo pug na por sa lir de
la miseria. No siempre po r mto-
dos o rtodoxos, como es el caso
de Snapper Kid, un c laro antece-
dente de los gngsters de los aiios
treinta: violento, sin escrpulos,
s iempre cuidadoso de corro mper
a los representantes de la ley, fre-
cuentador de garitos y que no co-
noce oha forma de escapar de su
msero destino q ue la implanta-
cin de l miedo en los que le ro-
dean. Un pro togngster que ni si-
quiera est exento de los l es que
con el tiempo aeompaiiarn a sus
descend ie ntes: e n este caso su
ostentosa form a de ajus tarse e l
pantaln cuando se prepara a en-
trar en accin o su caracterstica

as m1 caras
manera de aspirar ciga rrill os, que
ta ntos duros emul ar n con e l
tiempo.

Lo n Chaney, uno de los actores

ms inq uie tantes que jams ha

Jess Angulo dado el c ine, crea por s u parte

dos personaj es ig ua lmente an tol-
gicos. M ientras en T hc Penalty
(Wall ace Worsley, 1920) interpre-
Sukonfasw1 omren gwi tl!l ik. onclol1o orriuldm!mt !!/ 111 !!,:'i/l'I'I'('Jf ta a un gngster cuyos deseos de
' ' l
venganza tienen su origen en la
z i/('/11(1 deitu iw11 de11rmn ela lw[!:ei ela lwgeita halllmf!liiH'II innecesaria amputaci n de s us
menc/e('ll or/emt gi::.on-mola bere::.ia osal: f'll : tt/1'11 wr/sotlm'rt piernas sufrida en la adolescencia,
adiera ::.garriette// deskrif}(( mt gut.l'i {)(( 1::.uk p.in nrt/u' ditup,11. E::. en Maldad encubierta (Tod
Bro wning, 1925) interp reta al
s([konlaswuk, e::. desknbapen lwrtsirik, ::.ti uma be/! =.. eku Black B ird q ue da thtlo o riginal
sorrl:'rct -gwrt iko 11 wlt ;:..ur-sorlu /)(( In tm;:, .Jrduteko a'::.akt'o (The Black Bird) a la cinta y que
besfl'nk 1'::. . se desdo bla, para escapar de la

NOSFE RAT U 2 7
polica, en su supuesto hermano Rayney y precursora de B ill y Ho- de un a mane ra m s o m e nos
gemelo, conocido como E l Obis- liday- se converta en la empera- consciente, con aquellos que, ha-
po, un li siado que despliega su ac- triz del blues y la voz cascada y la biendo escapado de la miseria en
ti vidad caritativa por un barrio trompeta de Louis Armst rong no la que ellos mismos se vean atra-
bajo londinense. Tanto es as que conocan o tra sombra que la de pados, haban conseguido acceder
su muerte, bajo la segunda identi- las frenticas orquestas de Duke a un poder e n algun os ca sos
dad, es llorada por todos aqullos E llington. Los "felices veinte" no prcticame nte ilimitado. Tan to
a los que protegi. Mientras, en casaban bien con una estpida ley que ante ellos se doblegaban pol-
cier to m odo, Griffith creaba e l (la ley Volstead, promulgada en ticos, jueces y policas en un es-
primer g ngster con cierta entidad 19 19), que ilcgali zaba la fab rica- canda loso coro de corrup cin.
en la historia del ci ne, Chaney do- cin, comercializacin y consumo Entre e l polica corrupto y e l
taba a sus personajes de un ele- de alcohol. Independientemente g ngster hecho a s mismo desde
mento que heredarn sus suceso- de sus concom itancias moralistas la nada, al fin y al cabo el gran
res de los aos treinta ( 1): una, la torpe "ley seca" no cons igui mensaj e de la j oven y pujante po-
mayor o menor segn los casos, otra cosa que sacrali zar el alco- tencia, el pueblo no tena dudas a
dos is de ambigedad moral. hol. Como tantas veces en la his- favor del segundo. E l crack de
toria la ley daba la espa lda a la 1929 sumi al pas en una crisis
Precursores ms o menos excep- rea lidad. Los garitos y c lu bes di- social y econmica 11csperada. El
cionales aparte, el gngster del versos proliferaron al mismo rit- sueiio dorado mostr sus pies de
que nos vamos a ocupar es el de mo febril que las fortunas crecan barro e hi zo de la Depresin la
los aos trei nta, el que se apodera y las diferenc ias sociales se en- gran p rotagon ista de la primera
de la pantalla con un protagonis- sanchaban. E l negocio del alcohol mi tad de la dcada de los treinta.
mo absoluto y que, nac ido a fina- se convirti en el principal factor La llegada de F ranklin D. Roose-
les de los aos veinte de la mano de enriquecimiento de las mafias velt al poder en 1933 comenza ra
de Joseph Von Sternberg, perece- cada vez ms fuertes y mejor or- a poner las cosas en s u sitio,
r en 194 1 de la mano de Hum- gani zadas, que dominaban a su mientras las bandas de gngsters
phrey Bogar! en E l ltimo refu- vez las apuestas clandes tinas y no se d isputaban su ahora ms ma-
g io (Raoul Walsh, 194 1). Por su- dudaban, s i era necesario, en re- g ro territorio a rfaga de metralle-
puesto, e l gngster sobrevivir ventar huelgas a sueldo de los pa- ta. Ese mismo arlo es derogada la
hasta hoy mismo, y no dejaremos tronos o infiltrarse en organi za- "ley seca", en los ailos en que se
de c ita r alg uno de sus descen- ciones obreras. Al ciudadano de a impone el Cdigo Hays, que su-
dientes temporalmente ms direc- pie se le reserva ba el simple papel pone una censura previa para los
to, pero algo de l muere bajo las de espectador. Habindosele hur- g ui o nes. Slo qu eda ban cuatro
balas, un tanto redentoras, que tado la participacin en el g ran ai'los para que los nazis ocupasen
acaban con el Roy Earl e walshia- pastel, el pueblo se identifica ba, Austria y la economa norteameri-
no. Aunque, en puridad, nuestro
gngster quedar fijado en los pa-
peles que lanzarn al estrellato a
nuestros tres grandes protagonis-
tas: Edward G. Robinson, James
Cagncy y Paul Muni .

F ina li zada la Pri m e ra Guerra

Mundia l, Estados Unidos inicia el
gra n despegue econmico que le
convert ir en la g ran potencia del
siglo XX. Los inmediatos ailos
veinte conoceran un ininterrum-
pido crecimiento que haca pensar
a todo aquel que tuviese la sufi-
ciente ambicin que e l dinero es-
taba a h , esp erndo le para ser
capturado. U na ambicin que ape-
nas conoca de escrpulos y mu-
cho de una euforia que marcara
la dcada feliz . Era la poca del
charl estn y del fox- trot en la que
Bessie Smith -la heredera de Ma
The Penalty

NOSFER A T U 27
 cana se recuperaba bajo el al iento en el de Tony Camonte/Paul Muni htal apari cin en la crnica de su-
de las leyes roosevcltianas de l en Scarface, el terror del ham- cesos. Su poder lleg a ser tal que
New Deal. Roy Earle, el protago- pa (H. Hawks, 1932) . Fidelidad a formaban una suerte de li tc eco-
nista de E l ltimo refugio, mue- la familia que se extiende a la que nmica paralela, codendose con
re el m ismo ao en el que renace practica hacia el amigo que se ha polticos, financiero s, jueces y
el Sam Spadc de E l halcn m a l- iniciado con l en las tropelas de fiscales que en muchas ocas iones
ts (J. Huston, 1941) y en el que juventud y al que a menudo se no eran sino sus obedientes ma-
los j aponeses bombardean P earl ver enfrentado finalmente con el rionetas. En consecuencia, el cine
Harbour provocando la entrada resultado de un eviden te desgarro no poda dejar escapar la ocasin
norteamericana en la Segunda interior. Este g ngster posee una de apropiarse de un personaj e que
Guerra Mundial. autntica obsesin por el lujo y la vena a ser una impecable manera
ostentacin, inevitablemente hor- para retratar u na sociedad en con-
Es nuestro gngster producto de teras. Su ambic in no conoce te- tinua efervescencia. Su condicin
tiempos convulsos . Su ori gen so- cho: "Eso es. \1/s, siempre quie- de personaje rea l, perfectamente
cial, queda dicho, es humilde. ro ms", subrayar e l epilogal datado e identificable, y su deve-
Muchas veces proviene de fam i- Rocco de Cayo La rgo (J. Hus- nir en un amb iente rotundamente
lias de inmigrantes, sobre todo ton , 1948), un esplndido Edward urbano, le colocaban bajo claras
italianas o irlandesas, pero no por G. Robinson, ante la sagaz des- coordenadas histri co-espaciales .
ello renuncia -al contrario, lucha cripcin que de l hace Frank Mc-
por l con ms ahinco- al sue!lo Cioud (Humphrey Bogart). Pero,
americano. Practica una violencia sobre todo, es un personaje real, George Bancroft
generalizada en defensa de ese de- salido de las mismas calles de tan-
recho a triunfar, mientras procura tos ciudadanos grises que con su En 1927 la Paramount estrenaba
mantener a salvo su sanh~ario fa- proyeccin hac ia l le conceden el cuarto largometraje firmado por
miliar. Santuari o en el que la ma- una extraiia aureola popular. el reali zador de origen aust riaco
dre (el padre siempre est ausen- Josef Von Stemberg: La ley del
te) jugar un papel ca rdinal, que Su figura haba entrado de lleno hampa . La p rueba de la poca
llegar al paroxismo en el caso de en la novela negra, protagonizaba confianza que la productora tena
Cody J arret/J ames Caguey, e l obras de teatro y seriales radiof- en la pelcula es que su estreno se
protagonista de Al rojo vivo (R. nicos y se haba convertid o en produjo en una sesin matinal y
Walsh, 1949) y que a lcanzar ni- habitual objeto de la prensa. Y apenas s in publicidad. La secuen-
veles de incesto ms que sugerido esto ltimo no slo por su habi- cia inicial colocaba al espectador
ante un brioso atraco con perse-
cucin inc luida. En la pantalla an
silente se consegua la ilusin de
or el chiniar de las llantas de los
automvi les y el estruendo de los
d isparos. El efecto de l boca a
boca fue instantneo. Esa misma
noche el xito de la pelcula esta-
ba ya claro.

La ley d el ha mpa narra las an-

danzas de l gngster "Bull" W eed,
un rudo delincuente interp retado
por George Bancroft, que se con-
verta as en el primer g ngster de
los treinta con algunos a!los de
ante lacin . Bancroft era un cono-
cido actor de teatro q ue a princi-
pios de los aos treinta haba pa-
sado al cine mudo. Posea una
evidente con hmclencia fisica que
con el tiempo la figura del gngs-
ter ira limando, pero que para el
cine mu do ay udaba a producir
una rpida identificaci n del per-
so naje. Su mirada desafia nte, al
La ley del hampa

IJ. NOSFERATU 27
 Lu ley ;el hampu
tiempo que dob la una mo neda con
dos dedos, es desde luego cual-
q uier cosa menos sutil. Embutido
en trajes que parecen extrados de
los saldos de unos almacenes,
ms que poder exh ibe una fuerza
bruta inquietante. En todo caso el
mundo de "Bull" Weed es ya el
mismo que se pctvetuar en el g-
nero dura nte los ai1os sig uientes:
ambiente urbano, preferentemente
noctmb ulo, fotografiado con un
fuerte cont raste de luces y som-
bras heredado del expresionismo
alem n; garitos bullic iosos en los
q ue el alcohol prohibido corre sin
tregua; reducidos interiores car-
gados de humo y tensin; tiroteos
como los que inician y clausuran
e l film. Como bue n g ngste r
"Bull" Weed es un personaje trgi-
co, condenado de antemano, pero
en su caso no asistimos a la pri-
mera fase habitua l en la tragedia
gangstcril, la del ascenso. Cono-
cemos a "Bull" en su apogeo, po-
deroso, dueo de su parcela des-
de la que frenar en seco las ve-
leidades expansionistas de su ri va l
B uck Mulliga n, aunqu e an no
as istamos a los crudos enfrenta- realizador dirige a Bancroft, son r ed ada ( 1928) como e l "Thundcr-
m ientos posteriores entre bandas desgarradas histo ri as de amor en bolt" Jim Lang de Thunderbolt
enemigas. Desde all se ir desli- las que el protagonista pierde la ( 1929), so n perso naj es q ue se
za ndo hacia el trgico fi nal. vida o la libertad, de una fo rma u mueven en la estela del protago-
otra, por la mujer a la que ama. nista de La ley del hampa, ms
La brutalidad de "Bull" contrasta "Bull" ir a prisin por venga r el cerca de la secuela ms o menos
con la fide lidad de Rolls Royce, intento de violacin de "Feathers", m imtica q ue de un deseo por
todo un intelectual que se dedica a su chica, por parte de Mu ll iga n. parte de Vo n Sternbcrg de pro-
"leer libros" , al que recogi borra- Huido pocas ho ras antes de su fun d izar en el personaje. Otra
cho durante uno de s us atracos. ejecucin, se entregar a la polica cosa es el fogo nero B ill Robcrts
No es, como en otras ocasiones, tras un "estruendoso" tiroteo, que de Los muelles de Nueva York
el am igo de la adolescencia, que sir ve para que "Feathers" y Ro lls ( 1928), la cuarta colaboracin
acompat'i a al g ngster en su as- R o yce hu ya n en busca de s u casi consecutiva -y cronolgica-
censo, hm'tado en esta ocasi n, oporhmidad. Hablamos de malos: mente sih1ada entre las dos ante-
pero rpidamente se convierte en lo es el ho mbre que da su vida rionnente citadas- de Bancroft y
su hombre de confia nza. La am is- por defender el amor entre su no- Von Sternbcrg. En realidad no es-
tad y su un tanto particular senti- via y su mej or amigo? La ambi- tamos en abso luto ante un fi lm de
do de la f ide lidad , perder a l gedad moral provocar siempre gngsters. Los muelles d e Nue-
g ngs ter en muchas ocasiones. severas escisiones en el corazn va York es un melodrama puro y
"Bull" no es un a excepci n, pero del gngster. Es memorable la se- duro, esta vez sin tapujos, pero
su caso es ms complejo. En rea- cuenc ia en la que "Bull" moja su que guarda la suficiente relacin
lidad con La ley del ha mpa Von dedo en leche para alimentar a un con La ley del hampa como para
Sternberg estaba construyendo un gatito. En ella Bancroft consigue traerlo aqu a colacin. Exquisita
melodrama, al tiempo que desbro- un cambio de registro en su ros- fi ligrana potica, retoza sin em-
zaba al camino hacia el cinc negro. tro, que se ilumina anunciando el bargo en e l lodazal porhtario nco-
final inminente. yorkino, participando de una idn-
No slo esta pelcula, sino tam- tica iluminaci n contrastada, de
bin las otras tres en las que el Tanto el "Two Gun" Nolan de La un li rismo desbordante presidido

NOSFE RATU 27
 por la idea de l sacrificio por en el g nero y crear e l primer Pero ni s iquiera Rico Bandello es
amor. Como La ley del hampa, g ran prototipo de gngster. Para un malo de una pieza. l que mm-
Los muelles de Nueva Yorl{ se interpretar a Rico Bandello es ele- ca ha d udado a la hora de quitarse
agarra a la rea lidad de manera in- gido un actor de origen rumano de encima a qui en se interpona
misericorde, algo que, en definiti - que, tras una excelente reputacin en su camino, ve cmo su rosho
va, no slo es uno de los rasgos como actor, e incluso autor, de se desencaj a al borde de las lgri-
bsicos del cine negro, sino ade- teatro, haba hecho en e l cine al- mas -afortunadamente Rico no
ms la clave de su aceptacin po- gunas incursiones sin demasiada caer tan bajo- mientras encaona
pular. De nuevo la rohmdidad f- forhma. Su agresiv idad s in lmi- a su amigo Joe con la pistola, in-
sica de Bancroft llena los mu- tes, apoyada en un fsico que ll e- capaz de matarlo. Ya habamos
dos fotog ramas. Con el sonor o ga hasta lo repuls ivo, y su inago- intuido la latente homosexualidad
(Thunderbolt lo es y los titubeos table sed de poder convierten a su de este Little Caesar s in ms de-
tcnicos del primer sonoro fuero n lado al gngster interpretado por bilidad que la continua tedencia a
su g ran lastre) Bancroft ya no po- Bancroft casi en un gigante bona- proteger a su amigo. Es po r eso
dra ser el g ngster protagonista. chn. Robinson explota un fsico que resulta un ejercicio de lo ms
Cuando aos ms tarde interprete concentrado y potente, un rostro s ugerente imaginar a un Gable
a Me Keefer, el socio de Frazier que no deja resqui cio a lguno a l ti- -entonces mocetn de veintinueve
(Bogart), a los qu e se enfrenta tubeo a la ho ra de ach1ar, una voz ai''tos- a l otro lado del arma de
Rocky Sullivan (Cagney) en An- inquietante perfectamente acorde Rico devolvindole una de sus
gels With Dirty Faces (M. Cur- con su fam osa cara de sapo. Pero cautivadoras sonrisas. La duda, la
tiz, 1938), no cabr la duda de sobre todo Rico se mueve bsica- incapacidad de matar al amigo, le
que su tiempo ha pasado. mente por su ansia de poder. Con devolver al arroyo en el que em-
Hampa dorada as istimos ya de pez, hasta que un pattico gesto
fo rma clara al ciclo ascens i n- de personaje de folletn le lleve a
Edward G. Robinson apogeo-cada que fo rmar el ciclo caer bajo las balas de la polica:
vital de los g randes g ngste rs. "lv/adre de lvlisericordia. Es as
Si Bancroft representa el primer Tras la secuencia inicial que, en cm no acaba Rico?".
gran boceto para el cine de la fi- un m o ntaj e r pido y prec iso,
g ura del gngster, los tres retratos muestra el asa lto a una gasolinera, E. G. Robins on vo lv i a ser
definitorios no tardarn en llegar. encontramos a Rico y su compa- gngste r, por supu es to, y hasta
Se trata, sucesivamente, de Rico ero Joe Massara (Douglas Fair- agente de la ley, por qu no?,
Bandello en Hampa dorad a (Le banks, Jr.: una pena que Mervin incluso el agente de seguros que
Roy, 1930), Tom P owers en The Le Roy no lograse imponer para lleva a Fred MacMurray a la per-
Public E nemy (Wellman, 193 1) y e l papel al joven C lark Gablc, que di c i n (Pe rdicin , B. Wilder,
Tony Carnonte en Scarface, el s eguramente hubi era dado ms 1944). Incluso parodi el mundo
tenor del hampa. Si a este lti- juego al personaje). Ri co se la- de los g ngsters al interpretar al
mo a'ladimos a su inseparable menta de ser un asaltante de tres doctor C litterhouse, que se infilha
Guido Rinaldo, nos encontramos al cuatto: "El dinero est bien en una banda de ladrones para lle-
con cuatro rostros que marcarn pero no lo es todo. Ser alguien... var a cabo un esh1dio c ientfico
e l gnero: Edward G. Robinson, Que un pwlado de tipos haga lo sobre la puls i n criminal del la-
James Cagney, Paul Muni y, en que II quieras". Rico tiene las co- drn y de paso fastidiar al pobre
meno r medida, George Raft. sas claras y cuando prcticamen- Bogatt todava secundario de lujo
te impone su entrada en el gang (T h e A mazin g Dr. C litter-
Tenie ndo e n cuenta sus c laras de Sam Vettori, vemos cm o su house, A. Litvak, 193 8). Y sobre
s impatas de mcr a tas -que se mirada vida recorre e l alfiler de to do e l c rep uscul a r Ro cco de
plasm aran en 1932 con un apoyo corbata, el enonne puro, e l an illo Cayo La r go, esta vez abatido en
c laro y s in fisuras a la candidatura de bri llantes y e l traj e impecable justo desqu ite por un Bogart due-
a la presidencia de Franklin D. de su circunstancial j efe. Acabar i1o y sei'tor del cine negro.
Roosevelt-, no es de extrai\a r que desbancndole, y cuando los pe-
fuese la Warner Brothers la que ri dicos recogen la fo tografa del
abri fuego en un gnero como banquete en el que es homenajea- J a m es Cagney
hemos di cho pegado a la realidad do por su banda, comprar todos
de una sociedad en la que la co- los ejemplares en un infa ntil gesto N i un ai'io tardara la Warner en
rrup cin se mova a sus anchas de narcisismo. Su ascenso es ya dar su segundo aldabonazo en el
p or todas las ins tih1 c iones de l imparable y a travs de l asisti- cine de gngsters con The Public
pas. Hampa dorada recoge e l mos a todo un juego de corrup- E nemy. El Tom P owers que in-
testigo de los filmes de Von Stern- ciones y componendas polticas terpreta James Cagney terminar
berg para, aho ra s , profundizar ms o menos veladas. de afinar el boceto creado por

mINOSFERATU 27
 Jo mes Cagney

George Bancroft y ajustado por

E. G. Robinson. Como Robinson
y co mo Paul Muni, Cag ney pro-
vena del teatro, con especial de-
bilidad por el musical, al que vo l-
vera tambin en cine peridica-
mente (2). De hecho The Public
E nemy es la cuarta pelcula de
Cagney y ni siquiera representa su
primer pape l como gngster. El
ar1o anterior, y antes incluso que
Hampa dorada, la Warner haba
hecho su primera incursin en el
gnero con Doorway to Hell (A.
Mayo, 1930), en la que Cagney
interpretaba al luga rteniente del
rey de la cerveza, papel a cargo
de Lew Ay res y que, quiz dema-
siad o d eudora del melodramatis-
mo de los filmes de Von Stem-
berg, pas un tanto desapercibida.
Para The PubHc E ncmy Cagney
estaba en principio destinado a in-
terpretar el papel de Matt Dovle,
e l amigo de Powers, papel reser-
vado a su vez a Edward Woods.
La visin de la pelcula de Mayo
hi zo que Wellman decidiese inver-
tir los papeles. Sabia intuicin que
permiti dar con el gngster por
excele nc ia de los aos tre inta.
Wellman haba hecho a su vez
una incursin anterior en el mun-
do de la delincuencia o rg anizada
con La frontera de la muerte tales (en rea lidad se trataba de rrio neoyorkino en el q ue paro,
(1929), film que s in duda qued imagcnes de archi vo) a pat1ir de miseria y delincuencia estaban a la
lastrado por e l hecho de ser roda- las que as itimos a un desarrollo orden del da y hrvo que rea lizar
do como mudo y tenerse que re- paralel o entre los primeros golpes un si nfin de trabajos ocasionales
convertir a ltima hora al sonoro. de unos ado lescentes Tom y Matt antes d e comenzar s u duran te
Ambientada en la lucha entre so- y la evolucin histrica del pas mucho tiempo oscura carrera en
c ied ades secretas chinas afinca- que se ve inmerso e n la Gran el mundo del espectculo. Es de
das en la costa Este norteamerica- Guerra, decreta la "ley seca" y suponer, por ello, que a l actor el
na, estaba protagonizada por Wa- comienza su fulgurante desarrollo papel le ven a como anillo al dedo.
llace Bcery, un hombre de regis- econmico durante los ar1os vein-
tros cerca nos a los de George te. E l ciclo v ita l d e ascenso, apo- La crueldad de Tom Powers, ya
Baneroft. geo y cada se di lata, haciendo su rastreable en sus bromas juveni-
aparici n la fa milia -en este caso les, no conoce lmites, pero lo cu-
Con to d os es tos antecede ntes constante a lo largo de toda la pe- rioso es q ue, pese a ello, su as-
T he Public E ncmy abunda por lcula- de una forma determinan- pecto dicharachero le crea una
un lado en un mayor enraizamien- te. Tom Powers se ver continua- imagen ce rcana y hasta clida.
to de la ficc in en la realidad. Por mente enfrentad o a un hermano Cagney combina en su interpreta-
o tro crea un personaje, s i bien que elige el recto camino, incluso cin a la perfeccin fiereza y en-
con un comp onente sdico des- su alistamiento en la guerra, mien- canto. Su rostro d uro como e l pe-
conocido hasta entonces, al mis- tras trata por todos los medios de dernal poda transform arse con
mo ti empo ms complejo y, para- mantener a lejada a la m adre de su un leve gesto. Poda pasar con un
djicamente, atractivo para los es- vida turbulenta. E l propio Cagney casi imperceptible cambio de re-
pectadores. La pelcula arranca haba crecido en una familia de g is tro de la sonrisa cnica a la
con breves secuencias documen- inmig rantes irlandeses, en un ba- franca risotada. Algo que descon-

NOSFERATU 27
 certaba a sus rival es y encandila- la de su hermano, herido por de- El mismo atlo actuar, por prime-
ba al espectador. El tic de golpear fender un uni forme y condenado a ra y nica vez, junto a E. G. Ro-
suavemente con el puo cerrado sobrevivir malamente en el hogar binson en Smart Money (A. E .
(copiado literalmente de su propio famili ar. El g ngster -y Cagney es Grecn, 1931 ), la historia de dos
padre) es sig nificativo al respecto. su ms fiel exponente- rechaza sus am igos que abandonan su tranqui-
Pero estas expresio nes de cariiio orgenes, no po rque renieg ue de la vida rural para abrir una casa
quedan prc ticamente reservadas ellos, si no porque no quiere volver de juegos en la gra n ciudad, una
a su mad re, al inseparable Matt y a ser su prisionero, y de ah su ocasin al parecer desperdiciada
a sus chica s, con las que, por aceptacin popular. de unir a los dos g raneles actores.
otro lado, inaugurar una relacin Aunque, s i se piensa bien, qui zs
misgina que alcanza su mx imo La cada de Tom Powers es fu l- fuese una mi sin imposi ble inten-
ex ponente a l es tre llar de forma minante, como s iempre. Cuando ta r hacer compartir pantalla a dos
vo luptltosamente sdica un pome- una banda rival decide acabar con monstruos ele tal calibre.
lo en la cara de Kitty (Mae C lar- la suya, Powcrs sobrevive a un
ke), que ha osado hacerle obser- ametrall amiento en el que caer su P ese a que muy pronto Cagney
vaciones moralizantes y a la que inseparabl e M att: la muerte del comenz a abo minar de sus pape-
de inmediato cambiar por la des- amigo es, como volver a ocurrir les de gngster y a sentirse prisio-
pampanante Gwen (Jcan Harlow). en Scarface, el terror del ham- nero ele un tipo ele personajes que
Una vez ms el poder es el motor pa, el av iso ele su propia muerte . tan poco tenan q ue ver con l
de su vida y, por supuesto, no Cuando se dirige, armado con dos (3), an interpretara a un buen
piensa detenerse ante i'loi'ios es- pistolas, a venga rle su rostro es nmero de ellos. De entre todos,
crpulos. A medida que su incur- antolgico: ojos bri llantes sin aso- y aunque con urge nc ia, hay que
s i n en e l mundo del alcohol fruc- mo de duda con una mueca con- detenerse en tres personajes.
tifica, Powers participa cada vez gelada, la boca entreabierta, cris-
ms vis iblemente de la ostenta- pada y firme, dejando escapar una Angcls With Dirty Faces con-
c in del gngster: trajes a medida, sonrisa c nica. Prcticamente la tradice sin em bargo alguna de las
coches caros, c lubes e legantes, misma que conservar su cadver afirmaciones anteriores. E l co-
chicas llamativas. Si algo no quie- maniatado, arrojado en la puerta mienzo de la pelcula guarda una
re ser es una figura pattica como de la casa de su madre. clara similitud con el de The Pu-

The Public Enemy

IEINOSFERATU 27
 Angels With Oirty Faces

blic Enemy: imgenes semidocu- se des hace de s u enc mt gos, el tadas de peridicos), desde las
mentales y fijacin de los prota- cura iujcia contra l un a cruzada trincheras de la P rimera Guerra
gonistas en la ado lescencia. Roc- en la prensa. Rocky es detenido y Mundial hasta las consecuencias
ky Su llivan y Jen y CoUllolly (a condenado a la s ill a elctri ca. del crack del veintinueve. Tres ex-
los que ms tarde interpretarn Cmmoll y, que haba conseguido compaeros de armas coi nciden a
Cagney y Pat O'Brien) se dedican que durante el j uicio d enunciase a la vuelta de l fre nte en e l negocio
a haraganear y cometer pequei1os todos los gngsters que conoca, de la proh ibicin. Los papeles se
hurtos, cou tan ma la suerte que le pide ahora un ltimo fa vor: reparten con el esquematismo ha-
aqul es detenido en uno de e llos. cuand o le lleven a la s illa elctrica bitual: Eddie Bartlett (Cagney) es
Inic ia as un a canera penal para- debe mostrarse como un cobarde el gngster q ue inicia su ascenso
le la a su ascenso en los negocios para destruir e l mito que supon e desde la nada; Georgc H ally (Bo-
suc ios que vemos narrada en bre- para los muchachos del banio. En g ati) es el gngster si n escrpu -
ves jlashes. A la salida ele su lti- una secue ncia sobrecogedora, lo s, ni las contradicciones del an-
ma cond ena decide vo lver a su Rocky acepta in terpretar este lti- ter ior, incapaz de la mnima leal-
viej o barri o, tan degradado como mo papel. Cagney, en una secuen- tad; e l abogado Lloyd Hart (Jef-
siempre, donde Conno lly es ahora cia e lptica lo interpreta con la frcy Linn) es el incauto que se ve
un sacerdote dedicado a intentar mis ma tinneza y la misma huma- desbordado por los negoc ios en
salvar a los j venes de los brazos nidad que en otras ocasiones. La que se ha metido y huye despavo-
de la marginacin. Mientras, ges- g ra n novedad est en que, con ri do, no si n antes levanta rl e la chi-
tiona la recuperacin de su dinero este final claramente moralizante, ca a su amigo Bartlctt. E l p roceso
y su puesto en los negocios que Rocky Sulli va n se convierte en ascensin-apogeo-cada de Bar-
haba dejad o en manos de su so- una suerte de esquiro l, capaz de tlett conocer en este caso inclu-
c io, e l abogad o F razier (Bogar!). pactar nada me no s que con e l so la recada. P ara lo que aqu
N i ste ni su j e fe actual M e K ee- mismo orden establecido al que nos interesa nos s ituamos en la
fcr (Ba nc ro ft) ti enen entre sus se ha rebelado durante toda s u ca da. M ient ras H a ll y cont in a
planes cumplir con lo prometido vida. s iendo un prspe ro g ngster y
seis afias antes, por lo que Rocky Linn es un honesto ayudante del
se enfreuta a ellos implicando a The Roaring Twenties (R. Walsh, fiscal (casado con Jea n y con fa-
una pandilla de jvenes que le ven 1939) est minuc iosamente fecha- milia y casa apac iblemente bur-
como a un hroe. Mientras Rocky da (i mgenes documentales, por- guesas), empeado en perseguir a

NOSFERATU 27
 aqul, Bartlett se ha convertido bargo, Cagney tendr la ocasin que su abso luta desconfianza ha-
como consecuencia del crack en de hacer revivi r toda la pica del cia tod os los q ue le rodean le ha
un amargado taxista que ma lvive gngster bastantes ar1os despus, servido siempre de paraguas pro-
con la nica compaa tempora l en e l contexto de un cinc negro tector. Slo la madre ha conse-
de Pauama Smith (Gladys Geor- mucho ms cargado de ambige- guido mantener oculta un a pro-
gc), siempre enamorada de l en dades. Nos referimos al Cody Ja- fund a inseguridad inte ri or . L a
si lenc io, s iempre ig norada. B ar- rret de Al rojo vivo. Janet tendr muerte de la madre hace posible
tlett se autoi mnolar matando a tambin un enemigo interior ms la aparici n de un personaje inha-
Hally en defensa de la familia Lirm f uerte que las luchas intestinas bihral en los primeros tre inta, e l
y morir en un pos terior tiroteo entre los diferentes gangs o su en- del polica infi ltrado. ste, Hank
con la polic a. De nuevo la cara frentamiento con la ley, pero en Fallon (Edmund O'Brien), se las
humana del g ngster Cagney sur- este caso no se tratar de ning una ingenia para ocupar el viejo papel
ge como broche final, pero esta debil idad moral a props ito de su de l amigo de confianza y p rovo-
vez no hay pacto con el enemigo. comportamiento criminal. El ene- car una cada con tintes megal-
Es el amor, como en los persona- migo est en su propio cerebro y manos. Fuera ya de tiempo, Cag-
j es del viejo Bancroft, e l que le ha no es o tro que la dependenc ia en- ney compone un gngster autori-
redimido. La cada indig na en la fermi za hac ia su madre, el nada tario, brutal, misgino, ambicioso.
mediocridad queda enmendada oc ulto moto r de sus acciones . Si el actor s iempre compuso tipos
por una recada ms propia de un Algo que se har do lorosomente en permanente estado de tens i n,
gngster y que guarda cierta se- ex plcito en las terribl es j aq uecas con los nervios a flor de piel, en
mejanza con la del decrpito R ico que le hacen des moronarse pun- e l caso de Cody Jarrct es to es
de Hampa dorada . tua lmente y que ha heredado pre- ms evidente que nunca. Y su fi-
c isamente de su infa ncia. Pelcula nal ser plenamente consecuente
Con estos dos fil mes nos hemos por otro lado ligada a l frtil filn con el lo. Tras el ltimo tiroteo,
situado a final es de los al'i.os trein- del cinc carcelario, Al rojo vivo Janet morir en lo alto de unos
ta. El gngster ya no es de una nos descubre aqu a un gngster enormes depsitos de combusti-
sola pieza. De una forma u otra cuyo motor final -y su perdic in- ble, que esta llarn para no dejar el
Rocky Sullivan y Eddie Bartlett es la venganza del asesinato de su mnimo rastro de su cadver. An-
si rven a la ley. Sus aos gloriosos m ad re. J arre! v ue lve a ser e l tes, con varias balas en e l cuerpo,
estn tocando a su fin. Sin em- g ngster salvaj e y sin piedad, al so ltar su ltima risotada: "Lo

The Roaring Twentles

NOSFERATU 27
 Scarface, el terror del hampa

consegu, Ma. La ci111a del 1111111-

do ". C ualquie r gngste r hubi e ra
filmado una muerte as .

Paul M uni ... y Georgc Raft

La g ran trilog a fundacional del

g ngste r de los trei nta que co-
menzara la Wamer con Hampa
dorada y The Public E ncm y, fue
comple tada p or el fr ancot irador
Howard Hughes con S ca rface, el
terror d el hampa. Hug hes man-
tuvo una dura luc ha con la censu-
ra d e H ays y a unque, como en las
dos a nteriores, introdujo junto a
los carteles de crd ito el inevitable
mensaj e mora lista contra la delin-
cuencia y la neces idad de que
todo el pueblo se uniese contra la
lacra que supona la delincuencia
organi zada, se aprovech de una
cam pai'ia de pre nsa que la defen-
di e n a ras de la 1ibertad de expre-
s i n y consigui estrenarla con
retraso, pero con un x ito fu lmi-
na nte. Para interpre tar a Tony Ca-
monte, p e rsonaje inspirado en el
propio Al Capone, se e lig i a Pa ul
Muni , que haba hecho algn in-
tento de aterrizar e n Hollywood a
final es de los at1os veinte y que,
como Cagney, Robinson e incluso aq ue llo que le molesta. Como un si n ms expli caciones. U na vez
Bancroft, proven a d e l tea tro. ni o , qu ie re lo que ve e n los ms la muerte del amigo desenca-
E ste actor judo de origen cen- otros: ms que el poder, quie re el dena su p ropio fi nal. Tony Camon-
troeuropeo careca de la contun- poder de Lovo y por ello se lo te se enfrenta por prime ra vez
dencia fis ica de sus antecesores, quitar de e ncima; qu iere a Poppy consigo m ismo y huye al te ro
por lo que su compos icin tuvo porque es la chica de Lovo; quie- protector de su refug io de contra-
que armarse d e toda una mara a re una casa lujosa como la d e ventanas de acero. C uando en el
de factores psicolgicos que die- Lovo, trajes como los suyos, co- asedio policial Cesca es he rida de
sen a su fsico la fortaleza de la c hes ... Si su g ra n drama es la in- mu erte, Camonte se desmorona.
que careca d e forma inmediata. consciencia, sta adquirir tintes Son el miedo y la soledad los que
Tony Camonte es qui zs el ms trg icos a nte s us, con ven ie nte- le a rrojan a las balas de la polica.
d esp iado de to d o s nues tro s me nte autoesca moteados, deseos
gngstc rs, pero no e l peor. S i e l incest u osos h acia su he rmana Junto a M uni , el gran descubri-
espectador n o puede acabar de Cesca, precisame nte el ori gen de miento de Scarface, el te rror d el
cons ide ra rlo como un ma lvado su p ug na con la censura d e H ays. hampa es George Raft. Este ac-
abso luto es porque en todo mo- E n este sentido H awks opta co n to r guarda ba todos los parale lis-
mento es evidente que se trata de gra n inteligencia por no recrearse mos vitales necesario s p a ra ser un
un inconsciente. Scarface, el te- nunca en los numerosos asesina- buen gngster. Creci en los ba-
rror del hamp a e ncade n a los tos del fi lm, a l que recubre con rri os b aj os n eoyo r kinos , fue
asesina tos sin tregua. A pe nas hay un continuo juego de elipsis que boxeador (tambin Ja mes Cagney
tie mpo para la re fl ex i n, porque favo recen el verti g inoso ritmo de lo fue) y bailar n de dudosos tu-
sta le parece vedada a un p e rso- la pelcu la. Cuando descubra las guri os. Incluso, con el ti e mpo, l
n aje cla ramente infa ntil. Su ambi- relaciones entre su lugarteni ente mis mo reco no ci qu e mantuvo
cin no conoce, por ello, lmites y Guino Rinaldo (George Raft) y su rel aciones amistosas co n a lg n
simplemente se quitar de encima he rmana Cesca, matar a aqu l que otro capo de la mafia. Pa rece

NOSFERATU 27 1)
 que en algn momento algn pro- la mano de l cadver de algunas de H umph rey Bogart
ductor pens en que Raft podra sus vctimas. Gesto que est en la
convert irse en un nuevo Valenti- lnea de una serie de tics que tra- Quien no rechaz la oferta fue
no. Pero esta pelcula marc su di cionalmente han adornado a los Humphrey Bogart. Su papel como
destino y quizs sea l el prototipo gngsters cinematogrfi cos (el ya el gngster Duke Mantee en E l
de ese gngster de segunda fila, citado de Snappers Kid en T he bosque petrificado (A. Mayo,
horteramente elegante y con un Musl<eteer s of Pig Alley, la mo- 1936) haba sido previamente su
evidente poder de seduccin. De neda doblada por George Ban- primer xito teatral, y fue su
hecho esa capacidad de seduccin croft, la forma de mordisquear el compaero de reparto en las ta-
diri g ida en la d ireccin equivoca- puro o de sei'alar con l entre los blas, Les lie Howard, el que prcti-
da (Cesca, la hermana de Tony dedos de E. G. Robinson) y que camente lo impuso como compa-
Camonte) le costar la vida en su sera retomado posteri ormente en J'i.ero de reparto en la pe lcula.
debut como gngster. Es en esta ms de una ocasin . Desde ese momento sus papeles
pelcula donde imnortaliz su fa- como gngster se s uceden con
moso juego con una moneda que Aunque intervi no en d iversas pel- velocidad de vrtigo. Bogart com-
lanzaba al aire para volver a atra- culas de cinc negro -La lla ve de pone uno tras otro tipos violentos,
par una y otra vez. Se dice que cristal (F. Tuttle, 1935); La pa- casi psicpatas, s in e l m eno r
fue un recu rso de Hawks para s in c iega (R. Wa lsh , 1940); amago de humanidad, tan dados a
mantenerle las manos en movi- Ma npower (R. Walsh, 194 1)-, la traicin como a la codicia y en
miento durante su interpretacin, perdi su oportu nidad de consa- el momento supremo -no olvide-
pero lo cierto tambin es que se grarse como gngster protagonis- mos que es siempre el perdedor-
trata de una fo rma indirecta de ta al rechazar el papel de Roy Ear- escandalosamente cobardes. Sera
presentarle como el villano sin es- le que e l propio Walsh le propuso demas iado prolijo repasar ahora
crpulos dispuesto a dejar a cual- para E l ltimo refugio. Eso s, esta parte ele su fi lmografia, por
quiera en la cuneta a las pr imeras nos dej la impagable parodia de lo que nos rem itimos como ejem-
de cambio, ya que era conocida la "Botines" Colombo en C on fald as plos a lo di cho a propsito de sus
cierta "moda" entre los gngsters y a lo loco ( 1959), la genial cari- intervenciones como Ja mes Fra-
de dejar una pequei'a moneda en catura de Billy Wi lder. zier, George Hally y Rocks en

Al rojo vivo

mINOSFERATU 27
Angels With Dirty Faces, T he ca m b io de qu e pa rttc tp c e n un poda funcionar. El propio Bogart
Roa r ing Tw enties y T he Ama- atraco. No con ocemos su pasado, que acab con l "invent" a su
zing Dr. Clitterhouse. Su c uer- aunque el respeto de sus nuevo s sucesor, el com plejo Sam Sp acle
po fib roso y su mirada turbia re- "a y udantes", uno s p rinc ipiantes, capaz de poner su cdigo mora l
cubra n a la perfeccin un clich n os hace ver que fu e todo un por encima del crimen, pe ro tam-
que poda haberle enterrado. Sin duro. Lo es an, pero en su mirada bin de la ley.
e mba rgo 194 1 fu e s u ai1o d e anidan el desencanto y el cansan-
suerte: en l protago niz E l lti- cio . Falta e n sus ojos ese brillo es-
mo r efugio y E l ha lcn ma lts. pecial que concede el ansia de po- NOTAS
der. Es frgil: pesadillas ca rcelarias
l. No es casualidad que fuese el propio
Y a hemos visto que el conhmdente le atormentan en sueos; es dema-
James Cagney el que encam ase la figura
y trgico gngster que Robinson, s iado h umano: e na morado de la de Chauey en E l hombre de las mil
Cagney y Mm interpretaran en los ado lescente nie ta de unos granj e- caras (J. Pevney, 1957).
dos p rimeros aos de la dcada de ros, pone todo el e mpei1o y pa tt e
los heinta viva ya ai1os de des- de su dine ro e n c urarle una cojera 2. De hec ho consig ui su nico scar
composicin. E l ci ne negro se ha- congnita. Pero este intento ele in- por su interpretacin en Ya nkee Doodle
Da ndy ( M. C urtiz, 1942), y una nomi-
ba dotado de compl icadas claves corporarse a una vida "normal" no
naci n ms por su papel, curiosamente
socio lg icas y tanta ambig edad puede funcionar. Las balas policia- como el gngster Snyder, en ot ro musi-
e ra excesiva para gngsters de una les que fmalm ente saldr n a su e n- ca l, L ove l\Ie or Leave l\le (Ch. Vi dor,
sola pieza. Walsh decidi ce1t ificar c uenho las reclamar l mismo al 1955).
su defuncin. Por mucho que hu- invocar el nombre de Mmy, su l-
biese posteriores cantos de cisne tima oportunidad. 3. Cagney llev siempre una vida han-
quila y apartada en el campo, con su
(como ejemplo hemos mencionado
fami lia, huyendo de los actos mundanos
ya Al rojo vivo), el gngster esta- E l g ngster haba sobre viv ido ms de Hollywo od y dedicndose a cuidar
ba obligado a ceder su protagonis- aos de lo que el pblico n ecesita- sus tierras y criar caballos
mo. En El ltimo refugio Roy ba. Si lo hizo fue p orque la solu-
Earle es ya un gngster maduro al cin ele que el cine negro le susti-
que acaban de sacar de la crcel a hlyese por el agente d e la ley n o
 El cisne negro

Jos Mara latorre

Ltt b;ltt (/(/tesoro. EltttpillII Blootl (f <.J:/.)). Tlw Sea
llttwll ( ffJ..O). La mujer pirttltt (FJ51). Bl f'i.sllt' 11egro
(19-f2). El capitn Kidd (19-fS). El pintltt Bnrbmwg;nt
(19.52), 1'ielllo e11 ltts t'eltts ( /l.J.5) el a Tlw fJira/e.s t~{ f'apri
(JI.J-fY)jilmak gwt~u bakmmk batzm ditu: itsaslapurren.filmak direla.
Cuinon/:::;ekoa, interesetutik lwsi ela estiloroinu. aldoltt egiten da
t'zenhurtt hatetik heslem. Catt::.a bera gerlat::.en da hilrwei dugvkit'nez.
t/mslapurren dnemak ez boiltt bikwken'o emkw;teko mwt akarm.
fxui(({ ul/(1~/ene:::;ko bilcw-sorlo ederm u/ digtt hulerl'.

IIIIIIII~NOSFERATU27
 En un puetio neblinoso, una mu- (Rowland V. Lee, 1945). Sobre corona (que parecen ach1ar por
jer observa un barco que se inter- las imgenes de estas pelculas maldad congnita) y en un pirata
na de noche mar adentro; el en- soplan unos vientos que, m s que competidor (que, a diferencia de
cuadre muestra a la vez la mujer, remover la bandera de los sin pa- aqullos, lo hace por celos y luju-
el barco, el mar y el ambiente del tria ni ley, azota a los personaj es ria). La idea de la villana est re-
muelle. Es te mo mento, uno de los de una fonna tan hiriente que s- presentada por tres personajes: el
ms be llos de Th e Sea Hawk tos, a menud o, si quieren sobrevi- juez que, en Inglaterra, condena a
(Michael Curtiz, 1940), que bas- vir, se ven obligados a pasar por la deportacin a Blood y a su gru-
tara por s solo para expresar el lo que no son o a mostrar sus po de rebeldes, e l gobernador de
sentimiento de una pasin amoro- sentimientos en una especie de Port Royal y el pirata Lc vasseur
sa, se ve reforzado con un ines- "aparte" narrativo o inciso irreal: (excelente labor de Basil Rathbo-
perado complemento potico: el en E l capitn Blood , el travelling ne). Pero existen di fe rencias entre
ho mbre al mando de la nave mira que se alej a de Blood mi entras stos, y no slo la citada: los re-
hacia tierra, y a esa imagen se su- ste observa desde su barco la presentantes de la corona inglesa
perpon e el rostro de la mujer has- chalupa en la que se marcha Ara- estn enfermos (el juez padece
ta que ste queda solo dentro del bella; en E l cisne negro, la a irada una afeccin pulmonar, el gober-
encuadre; a partir de l, la cmara reaccin del pirata Jamie cuando nador est aquej ado de go ta),
retrocede en tra velling hacia e l su compinche Tonuny Blue y una mientras que Levasseur, hombre
mar y la secuencia se cierra con prostituta invaden e l dormitorio de de mar al fin, se convierte en el
un primer plano del hombre, pen- la amada Margaret .. . Las tensio- nico adversario a la al hna de
diente de lo que ha dejado en tie- nes erticas se dan la mano con la Blood y con el que ste deber
rra, y otro de la mujer, que llora . accin y, con c ierta frecuencia, medirse en su propio terreno: los
l es Geoffrcy Thorpe, capitn los sentimientos de los personajes dos piratas cruzan sus aceros al
del galen "Albatros" y uno de los quedan difuminados en el fondo borde de las aguas. De esta mane-
"halcones del mar" al servicio de paisajstico. No es extrao, por lo ra, la maldad de tierra adentro se
la rei na de Inglaterra; ella es Ma- tanto, que no se deba buscar la convietie en la representacin de
ra, sobrina del embajado r de Es- fig ura del villano entre los piratas, un cuerpo socia l enfermo e injus-
paa en ese pas. Ese flujo de pla- ya que su circunstancia personal to; y la del lobo de mar aparece
nos, de una cadencia casi musi- suele ser fruto de la fatalidad o de como el fruto de una eleccin
cal, introduce en el film otro ele- la injusticia .. ., si bien hay tambin equivocada en la que la sonrisa de
mento que no resulta ajeno a la algunos cuyo ni co credo es el Olivia de Havi lland tiene algo de
idea de la pasin amorosa p ero saqueo de navos y el secuestro culpa.
podra ser extrapolable a otros te- de dam as. Mejor que buscar un
mas: la ilusin de la comunicacin arquetipo de la villana en e l cine Tambin la corte de Inglaterra
y su imposibilidad (el tra ve/ling de piratas (reservada, cosa curio- est en el fondo de las villanas de
demuestra que la distancia que se- sa, a los filmes de serie B , aunque T he Sea Hawk: la trama de la
para a los amantes es insa lvable, a su aba nderado sea el patapatalo pelcula, extrada, igual que la de
pesar de que los primeros planos Sil ver de La isla del tesoro) es, E l capitn Blood, de un a novela
crean por un momento la ilusin pues, introducirse en th1los con- de Rafael Sabatini (si bien hacin-
de que no es as). La secuencia c retos, lo cua l p ermite, e ntre dola irreconocible), se detiene en
trae a la memoria La intensidad de otras cosas, disponer de una gale- las in trigas del canciller lord Wol-
los versos de Shelley: "Lamenta- ra humana casi inagotabl e, que fng ham (Hemy Daniel: uno de los
rn algunos mi partida, como yo lleva desde los das de Felipe 11 "malos" ms frecuentes de ver en
el extinguirse de ese da ... ". Di - hasta la amenaza de l barco de va- el cine de los aiios treinta y cua-
cho de esta forma puede parecer por proyectndose sobre las vie- renta, y cuya mandbula cuadrada
extrao , pero estamos ante un jas carcasas de madera -necesita- se enfrent incluso a Margari ta
film de piratas. Sucede algo simi- das del viento en las velas- en las Gautier), di ctadas por su asp ira-
Lar en E l capitn Blood (Micilael que viven los hombres del mar. cin de sentarse en el trono. Si el
Curti z, 1935), E l cisne negro j uez de E l capit n Blood no tihl-
(I-Ienry King, 1942), La muj er El capitn Blood es un thdo ca- bea en servirse de la justicia para
pirata (Jacques Toumeur, 195 1) nnico dentro del cine de piratas. servir a sus intereses, el canciller
y Viento en las velas (Alexander Pero su personaje central, Peter de T he Sea Hawk conspira "pol-
Mackendrick, 1965), pero tam- Blood, puede ser tildado de cual- ticamente" para poner a la reina
bin en otros fi lmes sobre piratas quier cosa menos de malvado. En en contra de sus devotos "halco-
y filibusteros que no disfrutan de esta pelcula de hlito romntico nes del mar" y, por supuesto, en
un lugar tan "honorable" en la ga- la vi ll ana se encuentra localizada, contra de su favorito, Geoffrey
lera de la aventura marina: es el a la vez, en tiena y en mar: en los T horpe. Lgicamente, teniendo en
caso del serie B E l capit n Kidd representantes de la ley y de La cuenta que la intriga respira en las

NOSFE RATU 27 ~~~~

 estancias palaciegas, D aniel com- M ic hac l Curtiz, 1938)-. C ierto: los en escena en un mome nto en e l
pone un villain ms sombro y juegos de sombras solan ser un que todos le daba n por mue rto,
traicione ro que le peuvre Levas- signo de estilo de C urti z, pero en llevando co ns igo una ofe rta de
scur: le mueve la erti ca del poder T h e Sea Hawl< se puede n enten- amnista del re y Carlos y el regalo
a ntes que la tentacin del amor d e de r como otra fo rm a d e hacer de cien acres de ti erra para quie-
la muje r y por ello resulta tambi n s urg ir el sentido de la villan a, tan nes abandone n el ejercic io de la
m s antiptico y siniestro. As adm irable aqu como el recurso a piratera. Para el regenerado Mor-
como los jueces y la tiran a del la e nfe rmedad e n m cap itn gan, los piratas ya son historia y,
rey Estuardo tienen en E l capitn Blood: la figura de lord Wolfin- por lo tanto, de ben ceder paso al
B lood una corresponde ncia en g ha m que se desdobla en la pared progreso; p e ro este hombre con-
sus lacayos e n las co lonias , el es un a expresin de la propia do- fiado no tie ne e n cuenta que es en
canciller y sus c mplices di spo- b lez del personaje. tierra donde germina la v illa na.
nen de hombres a su servicio que La gen te de ti ena es de nuevo la
tratan de obstaculizar al paladn S i Blood luchaba contra la injusti- q ue conspira y apuesta por la trai-
Geoffrey (lo que hace salir e l film cia y Thorpe lo haca e n el nom- cin: el cab allero lngram le facili ta
a ex teriores), pero la pugna se di- bre de su reina, la conducta d el a otro pi rata, Leach (Gcorge San-
rim e realmen te e n int eriores: pirata Jamie de E l cisn e negro de rs), informacin para que pue-
Blood abate a L evasseur en un es- est di ctada por la amistad. En da asaltar barcos ing leses y c ulpar
pacio abierto y Gcoffrey, en cam- esta rara re a 1izacin de H e nry de sus actos al pirata a quien no
bio, se e nfrent a con lord Wolfin- King, el personaje de Jamie no tie- deja n ser "honorable", Morgan.
g bam entre los muros del palacio ne mayor importancia dramtica Cmo Lcach puede ser capaz de
real -un poco como en Robin d e que el de Morgan, un p irata y ex- traicion a r a un hombre qu e ha
los bosques (Wi lliam Keighley y compaero de aqul que apa rece sido pirata como l? En su actitud
hay un co mponente d e o rgullo:
Leach no quiere renunciar a la pi-
ratera y ve en Morgan a un espa
de l rey. Ah es donde interviene
Jami e, para ayuda r al que fue ca-
marada y luc har contra la intriga
que tra ma e l hombre de tierra (re-
presenta nte d el ma l de origen: In-
g la terra y las conjuras que rodean
a la corona y al trono) implicando
al hombre de mar, al pata que no
siente el menor deseo de re nun-
cia r a su forma de vida. La habi-
hm l a mbig edad d el actor George
Sand ers, su elegancia y su cinis-
mo se adhiere n como una segun-
da piel al personaje del pata Bi lly
Leach. Incluso su v illana tien e
algo de re belda, de afirmacin de l
orgullo de ser pirata. Esa elegan-
cia es la que busca, e n vano, e l
grosero Ki dd (Charles L aughto n)
de E l capitn Kidd , contra tando
a un experto en bue nos modales
para que le imparta lecciones y,
as , poder presentarse ante la cor-
te y actuar como representante le-
gal del rey en calidad de escolta
de barcos. E l tosco William K idd,
que es un ser mendaz y c riminal,
no es capaz de extraer nada d e
esas lecciones: est ms cerca d el
"Long " Jo hn Silve r de La isla del
tesoro que de los caballe ros que
' :) ,
han paseado por e l p aisaj e de la
El capitn Kidd

mINOSFERATU 27
piratera. Hay, empero, una im- nico film de piratas en el que la pirata Barbanegra recuerda a E l
portante diferencia: Kidd, alumno sexua lidad se convie rte abierta- capitn Kidd , y no slo por su
sin clase, sera incapaz de servir mente en el motor de la ficcin, naturaleza de serie B. Sus perso-
como modelo para nadie, menos una mujer, Arme (Jean Peters), najes, traidores y asesinos despia-
an para un proceso inicitico (la descubre a la vez la sensua lidad, dados, actan impulsados por la
relacin, ideada por Stevenson, e l amor, el engao, los celos, la codicia y despiertan una feroz an-
entre Sil ver y el jovencito Jim en venga nza, el perdn y la muerte, tipata. Barbanegra -Robert New-
La isla del tesoro) y deber medir rodeada de unos personajes que, ton, recin salido de otra versin
s us fue rzas con otro personaje como ella misma, hacen de su ce La isla del tesoro, realizada
cuyo fro tratamiento en el film lo conducta un coqueteo con la am- en 1950, para Disney, por Byron
convierte en un ser casi tan anti- bigedad. En La muje1 pira ta no Hask in, y a punto de repetir per-
ptico como los villanos que en- existen bondad ni villana en esta- sonaj e en Aventuras de Jobn
carnaba Henry Daniel: e l vengati- do, digamos, puro : ambas estn Silver (1955), otra vez para Dis-
vo Adam B layne. No obstante, en el carcter de todos los perso- ney y Haskin- es descrito como
Laughton, como pirata que mi en- najes, desde esa mujer que, edu- un tipo vesnico que luce lazitos
te, maquina, re malignamente, ti- cada como un hombre por e l rudo rojos en la barba, duerme con los
tubea, engaa, humilla, asesina y Barbanegra, acta movida por e l ojos abiert os, ordena azotar a un
hace pblica ostentacin de su rencor, hasta el traicionero y des- hombre para arrojarle luego sal a
tosquedad, est a punto de lograr agradable "chico" de la pelcula, las heridas, come y bebe como un
hacer de su personaje un arqueti- Piene Franc;:oi s La Rochelle, un cerdo eructando casi al mi smo
po de la villana del pirata "malo". tipo mediocre que des pi erta la tiempo que habla (es justo sealar
donnida sensualidad de Annc pero que Newton consigue, en este
Ms tortuosos son los personajes se comporta en todo momento fi lm irregular, una memorab le
ce La mujer pirata , El pirata con doblez, pasando por el citado composicin que supera a las ele
Barbanegra (Raou l Walsh, 1952) Barbanegra, para qui en la p iratera Laughtou en E l capitn K idd y
y, de forma especial, Viento en est por encima de l sentimiento Wallace Beery en La isla del te-
las velas. En e l primero, tal vez el paterno o tutelar. Por su parte, El soro, expresndose continuamen-

NOSFERATU 27
 te por medio de los ojos). Pero chard Hughes Huracn en Jamai- The Pirates of Capri (Edgar G.
los dems personajes no le van a ca, presenta a los pira tas ms Ulmer, 1949) para concluir. N i el
la zaga: ella, Edwina (Linda Dar- desd ichados que hayan poblado Lafitte de Cecil B. DeMille, reto-
nell), hija de un famoso bucanero, jams los siete mares, sorprendi- mado luego por Anthony Quitm,
vive pensando slo en conseguir dos tanto en das de decadencia ni los risueos piratas de E l temi-
e l tesoro del pirata Morgan; su de la piratera (la llegada de l barco ble burln (Robcrt S iodmak,
dama de compaila es una alco h- de vapor) como en una relacin 1952), ni, menos an, los revisita-
lica de fcil traicin; el narrador ambigua (Maekendrick tena in- dos bucaneros de Roman Polans-
del film se infi ltra en el barco de tencin de rodar "1111 verdadero ki y los villanos de pacoti lla de
Barbanegra con la sola fina lidad film de piratas ", en cuyo fo ndo Ren ny H arlin merecen f igura r
de gana r una recompensa; Wor- estuviera el hecho histrico de aqu. Cabe ai'ladir, en todo caso,
ley, segundo de a bordo con el que en la isla Tort uga, tan mi ti ti- que a la famosa y sobrevalorada
pirata, es un deficiente mental que cada por el cine de aventuras, se pelcula de Siodmak le sucede un
no tihlbea en traicionar a quien practicaba la homosexualidad en- poco como a algunas de Billy Wi l-
sea y como sea; incluso el hom- tre piratas, por cuyo motivo la der: la falta de contrastes neutrali-
bre de confianza de Barbanegra hizo destruir el rey de Francia). za sus efectos. En The Pirates of
no pretende ms que la muerte de Los "malos chicos" del film (y de Capri -una p equea obra maestra
ste, por ms que ante l se des- la novela) no son esos piratas a a menudo ignorada-, la vi llana
haga en sonrisas hipcritas. Pues- los que el azar obsequia con la aparece de nuevo localizada en el
tos a buscar un rostro de villano indeseada compaa de unos ni- Poder y en sus aledaos. Los pi-
en E l pirata Barbanegra, hara i'os, sino estas "dulces criahtras", ratas que dan thtlo a la pelicula,
falta reconstruirlo a partir de to- capaces de llevar sin pestaear a capitaneados por el capitn Sciro-
dos los personajes; el resultado unos hombres al patbulo. El pira- cco (Lo u is Hayward) , son un
sera la expresin de codicia de ta Chvez (Anthony Quinn) se ru- gntpo de pescadores que comba-
Linda Darnell, el bigote y la sonri- boriza cuando la mirada de la nia ten contra la corte borbnica de
sa torcida de Torin Thatcber, los E mil y se posa so bre l. Y s u Npoles, con el fondo de la ofen-
continuos gui os de ojo de Barba- hombre de confianza, Zac (James siva garibaldi na. Construido sobre
negra y la impavidez y atona de Coburn), le expresa su afecto en la idea de la representacin, The
Keith Andes (imperturbable en su silencio, mediante miradas de re- Pirates of Capri enfrenta a Sc i-
papel de narrador). proche que dejan c lara su convic- rocco en su doble vida: la que lle-
cin de que la nia es una intrusa, va como capitn del gmpo de re-
Vie nto en las velas, filmad a a un elemento interpuesto entre am- beldes y la que representa en la
partir de la bella novela de Ri- bos. corte de la reina Maria Carolina, a
la manera de "El Zorro" o de
"Pimpinela Escarl ata" . Su gra n
enemigo es e l jefe de polic a
(Massimo Serato), dueo y seor
de unos torh1osos calabozos don-
de se p ractica la torhtra. La pel-
cula combina esplndidamente la
intriga palaciega, los esfuerzos del
villano polica para desetunascara r
a Scirocco, la msica (bellsimas
composiciones de aire diecioches-
co debidas a N ino Rota) y un
montaje teatral cortesano que,
como en Hamlet, le habla directa-
mente al culpable representando
aquello que ste conoce bien.

El pirata Barbnnegra

I]~ NOSF ERATU 27

 as arengas militares siem-
pre tratan de infundir va-
lor, coraje y pasin ciega
al soldado. El enemigo es
el otro, el que est enfrente, aqul
al que se dispara sin saber quin
es. La guerra crea buenos y ma-
los y los malos son siempre los
otros, el enemigo, los que no per-
tenecen al cdigo de reglas, rec-
tas u obtusas, que dicta el esta-
mento militar. Lo til de esos c-
digos inamovibles, insertados en
la memoria a base de repeticiones
y cnticos en voz alta y con en-
trenamientos interminables, es
que no dejan sitio al razonamien-
to. Y as e l soldado no se da
cuenta de que el enemigo est en
casa. La institucin protectora y
familiar se conviette en la crcel
de extenninio del pobre soldado
cuando los militares se inflan de
cdigos de honor y hacen de la
muette una victoria, y del deber
un cadalso que acaba con aque-
llos a quienes tiene que proteger.

Un militar malo, un militar pose-

do por la "g randeza" de la guerra
y la fidelidad al reglamento ms
absurdo, es el peor enemigo del
soldado, que queda desposedo de Senderos de gloria
lo que ms debe preservar, des-
pus de su vida: su humanidad.
Pero ser humano, tener motiva-
ciones y sentimientos distintos al
ataque ciego y suicida contra el
difuso enemigo, no entra en el
cdigo de la guerra: si no la gue-
rra no funciona. El miedo no est
permitido; la cobarda es lo peor.
El erzen1igv e11 cc1sct
Peor que la muerte. Lo demues-
tran los militares perversos que
prefieren ver muertos a sus sol- Ricardo Aldarondo
dados que pennitirles ser miedo-
sos o cobardes, o sea humanos. ,lli/itw-nwa. ohorea elo betebeharm he::.alako balioekikojPde
La excusa siempre suele ser la itsua batek. ela r'Simnendu militarreko pt'rlsonen arleko
misma: el soldado miedoso pone harremmwn gizalasunik rzrtk) besleltfl, gehicgiken /J(tnchenak
en peligro a sus compaeros. Lo
que pone en peligro en realidad es egiLeko gauw den malt::.urkeria emgiten du. Zineak mkotan
el andamio que sostiene a su su- lwr/11 du gctitzat, esalemko Kubricken Senderos tle
p erior. Y ste lo sabe. El militar Cloritt {Jl'kainean, bertcm SmnueL ]ohnson errealt'zadorcak
perverso prefiere matar a su pro-
pio soldado que dejarle que piense ondoko /u'tzak tjJini zitum A'rk /Jouglasen alwlwt
11 11
o sienta. Ocurre en la esplndida, PaLriotismoa gizaL\HITf'n azkcn babeslekun cla

NOSFERATU 27
 seca y demoledora Rey y patria miento evidente de unas normas Parecidos razonamientos emplean
(Joseph Loscy, 1964), dond e el sin sentido. Nadie se responsabili- los altos mandos que en Sende-
desamparado soldado Hamp (un za de la perversa s ituacin, pero ros de gloria (Stanley Kubrick,
sobrecogedor Tom Courtenay, la instituc in que tiene que velar 1957) exigen que tres soldados
con su delgadez y su inocente y por su soldado lo condena y lo paguen con su muerte la desobe-
triste mirada) es sometido a jui- mata a bocajarro. "An su- diencia de la tropa. El general Mi-
cio, condenado a muerte y fusila- .fles? ", le pregunta Bogarde des- reau (George Macready) llega a
do so lamente por ser humano. pus del fu si lamiento al ver que ordenar que bombardeen a sus
Porque despus de tres aos en Hamp an abre los ojos. "S se- propios soldados quienes, viendo
las trincheras, en el barro, entre flor, lo siento ", responde el solda- cmo sus compaeros cae n
ratas, en los barracones inmundos do antes de recibir el "liberador" como moscas en cuanto salen de
en los que se desarrolla toda la disparo en la cabeza. E l militar las trincheras, son incapaces de
pelcula, disparando y viendo mo- malo no puede plantearse razona- cumplir el ataque que se les ha
rir a todos sus compaeros, en un mientos, slo cumple su deber. encomendado. "No podemos de-
momento decide darse la vuelta y "Somos una pandilla de asesi- jar que los soldados decidan si
volver a casa, huir de todo aquello nos", reconoce el capitn que in- una orden es posible o no. Si re-
y regresar sin pensarlo con esa terpreta Bogarde ante la sentencia. sulta imposible la nica prueba
esposa y esa suegra que le empu- "Comprtese cmno un hombre", vlida sern sus cadveres en sus
jaron a alistarse sin que l tuviera le responde el coronel. El dilema trin cheras. Son despreciables.
ninguna intencin de servir a pa- moral de Bogarde le homa, pero Todo el regimiento. Una pandilla
tria ni rey. lleva la conclusin de siempre, de perros rastreros y llorones",
cuando le dice al soldado conde- dice el general Mireau, cuya co-
Durante el juicio, el capitn (Dirk nado: "Cumpl con mi deber como mtpcin est esplndidamente re-
Bogarde) que le defiende de un t deberas haber hecho, y nos saltada por el orden y la pulcra
tribunal implacable trata de de- hubieras ahorrado todo esto". El grandiosidad que impera en e l
mostrar que sufri enaj enacin coronel ordena que se cumpla la castillo donde el militar monta un
mental, que no era dueo de sus sentencia para "mantener la moral consejo de g uerra a tres soldados
actos. Los militares slo lo ven de la tropa". Como si asesinar a escogidos al azar para que paguen
como un desertor. O es desertor un soldado diera moral a los de- con su muerte la megalomana de
o est loco, slo as se explica ms. Pero los otros soldados, que su superior. Kirk Douglas, militar
para el militar implacable lo que actan como un coro griego paro- sensato, es el coronel que desen-
slo es reaccin natural y huma- diando el juicio y anticipando el fu- mascara la farsa de los generales
na, hasto del honor y la sinrazn silamiento en una terrorfica bona- cmTuptos, aunque no pueda evitar
de un cdigo de valores absurdo. chera, ya lo saben: "Qu ms da los fusilamientos. Pero a diferen-
Pero la institucin tiene que so- que te fusilen", vienen a decir al cia del Dirk Bogarde de Rey y
brevivir y no se puede permitir di- condenado, "si mailcma nos mata- patria, prefiere la fidelidad a sus
sidencias, ni siquiera en ese entor- rn a nosotros en el .frente". O soldados que el deber militar. Ku-
no de podredumbre en el que Lo- sea, el soldado es tanto vctima del brick cita al doctor Samuel Jolm-
sey coloca tan bien a sus perso- enemigo como de la perversin de son cuando pone en boca de Kirk
najes para resaltar el desmorona- la institucin a la que pe1tenece. Douglas su tl"ase "el patriotismo
es el ltimo refugio de los cana-
llas ".

Igua l de intil es la muerte (en la

guena todas lo son) de los solda-
dos de Gallipolli (Peter Weir,
198 1), que son acribillados por
los turcos a los pocos pasos de
salir de la hinchera, enviados a la
muerte en una tanda tras otra por
un oficial que cumple rdenes
(tiene conciencia, entiende que
Mark Lee tenga un poco de mie-
do, pero el sentido del deber la
anula) de un coronel salvaje que
no duda en sacrificar a los solda-
dos australianos para que los bri-
tnicos puedan desembarcar en la
Gnllipolli

E~I NOSFERATU 27
 Patton

p laya s in ser molestados por los

turcos . Un corone l inflexible y
d spota que ni siquiera sabe que
lo s britnicos ya ha n desembarca-
do y su perversa estrategia no tie-
ne sentido. De nuevo e l e ue migo
est, ms que en el frente, aliado.

El miedo no est permi tido p o r e l

cd igo mili tar, pero s la loc ura, la
dem enci a que se apodera de los
ma n d o s bo rrachos d e pod e r y
e mpapados de irresponsabilidad.
E l golpe que l e d a e l gen e ra l
Pa tton e n el l10spital de camp a11a
a un soldado e nfe rmo de miedo le
c uesta al militar la confia nza de
sus superio res, p ero el personaj e
s igue m antenie ndo su categora y
busca ndo lo nico q ue alimenta
su v ida: la guerra y el poder. El
protagonista de Patton (Frank lin
J . Schaffner, 1970), con la cmpe-
q u ei'ec ida fi g ura de l p oten te
George C. Scott da ndo su di scur-
so a nte u na g igantesca bandera
a me ri cana que ocu pa toda la pan-
ta lla, considera a los soldados me-
ros instnnnentos para su iuag ota-
b le ansia de p rotagonism o y pa-
triotismo . Odia e l indi vidua lismo,
"1111 ejrcito es 1111 equipo", no ne-
cesita m entes que pu ed an cuestio-
n ar sus cap ri c hosas decision es,
sino cuerpos que ponga n e n ac-
cin los p lanes de un cnico obse-
sionado consigo m ismo, que cree
ser la reencam ac in de los gran-
des m ilitares d e toda la historia.
No quiere tanto defender a los su- cer la g uena, pero e l mi li tar per- agua nta la situacin y se pega un
yos (el verdadero d eber, supues- verso emp ieza por a nul ar la per- tiro: un soldado que n o soporta la
tamente, de todo m ilitar) s ino ma- sona lidad de los compone ntes de presin de la gue rra es t mejor
tar ciegamente al enemi go, an a ese equ ipo para convertirlos en mue1to, se es el m ensaje. Es la
costa d e sus compatriotas, pa ra mquinas de matar; q ue no su- servidu mbre ms atroz al m il ita-
convert irse en u n h ro e que se fran, ni pad ezcan, ni razonen . As rismo , que Kubri ck pone e n cues-
multiplique hasta e l infi nito en la lo hace e l sargento instructor Hart- tin, pero R id ley Scott aplaude y
H istoria. Y sobre todo mantene r man en la irregular La chaque- m agni fica e n su de leznable y pa-
su demente concepto del d eber, e l t a metlica (Stanley Kub ri ck, tosa La teniente O'Neill (1997),
hono r y la vale nta. D ice al solda- 1987), que pone motes insu lta ntes con la q ue sdicamente pre tende
do miedoso: "Volvers al frente, a sus rec lu tas, les lava el cerebro d ignificar el sufrimie nto.
amigo. Puede que te disparen o te a base de los cnticos g uerre ros
maten, pero vas a luchar. Y si 110 ta n repetid os por el cine a merica- Volviendo a pelculas importantes
te pondr ante 1111 pelotn de f usi- no e n sus entrenamientos mi lita- y que v erdadera mente se internan
lamiento". Bajo los mandami entos res, les aga rra de l cuell o hasta e n la d ificil fro ntera entre la res-
de Patton, la m ue1t e es la nica casi estrangul arles para e liminar po nsabilidad y el deber, es intere-
salida para e l so ldado. cua lqu ier at isbo de felicidad e n su sante el barem o entre la cormp-
rostro, les ense a a rezar a su fu- cin y la honradez en la qu e se
Patton quiere un equipo para ha- s il. Y no se inmuta si a lg uno no mueven los m il itares de Attack!

NOSFERATU 271J
(Robert Aldrich, 1956), demasia- casa y 110 mandar refuerzos como combate Jack Palance con tanto
do olvidada hoy, como la mayor hab a prometido. ahnco como a los alemanes : en
parte de la filmografia de su di- una de las escenas ms impacta n-
rector. En e lla el teniente Costa Curiosamente el miedo, ese miedo tes, en su tiempo ca lificada de re-
(Jack Pala nce) tambin rec ibe el que no se le permi te al soldado godeo en la violencia, Palance tra-
e ncargo de tomar una posicin que lucha cuerpo a cuerpo, es lo ta de disparar con un bazoka a un
suicida, un grupo de casas infes- que ha llevado al capitn Cooney tanque a lemn . Log ra m atar al
tadas de alemanes. Pero este te- (Eddie Albert) a la locura y a la conductor, pero el tanque le deni-
ni ente es tan impuls ivo como verd adera cobard a, aq ue lla que ba y ap lasta su brazo: el soldado
consecuente: jura a su capitn, un prefiere arriesgar la vida de todos que sucumbe a la maquinaria mili-
tipo pusilnime y rastrero, que si s us soldados que la propia, a l tar, a la institucin inalterable.
alguno de sus hombres muere, le contrario que e l impres ionante
matar a l. Para e l teniente Costa Jack Pa lance. Un hombre que ha La locura militarista es tambin e l
estn antes s us ho m bres qu e ascend ido g racias a su amis tad motor de la genial parodia de la
cualquier mandato. Si uno de ellos con un coronel sin escrpulos Guerra Fra Telfono rojo? Vo-
muere, es una tragedia. Le entre- (Lee Marvin) y porque su padre lamos hacia M osc (Stan ley Ku-
ga su casco a un soldado que tie- se empeaba en que fuera valien- brick, 1963), en la que el general
ne que salir al fuego cruzado y l te. Un tipo que ahoga su respon- Ripper (Sterling Hayden), obse-
sale a pelo. Cumple con su deber sabilidad en whisky y se convierte s ionado por los fluidos cOIpora-
cuando ste es razonable; cuando en un criminal a base de volver la les, cree que los comunistas estn
no, persigue a su capitn para pe- cabeza y abandonar a los suyos. envenenando su agua y ordena un
garle un tiro, por haber dejado a Esa maldad pasiva (tambin la ac- ataq ue nuclear a los rusos que
s us hombres acorralados en una tiva de Lee Marvin) es lo que puede acabar con la Tierra, impo-
sible de parar, porque los planes
mi litares no atienden a razones: se
cumplen y ya est.

Miedo y locura, el alimento de la

guerra; el aliento de Francis Ford
Coppola que en su alucingena,
fascinante y sobrecogedora Apo-
calyp se Now (1 979) nos rega la,
con una mezcla de humo r y ho-
rror, dos de los militares ms in-
morales y desqu iciados de la his-
toria del cine, el teniente coronel
Killgore (Robert Duvall) , que de-
clara que le encanta "el olor del
napa/m por la maiiana" mientras
bo mbardea indiscriminada mente
un pueblo vietnamita, tocado con
sombrero del sptimo de caballe-
ra y animando a sus hombres a
que hagan surf sobre las olas que
crea n las bombas; y el coronel
Kurtz (Marlon B rando), a utoas-
cendido desde su poder militar a l
estatus de dictador visio nari o en
plena selva vietnamita .

--........... --.
-_.....
'
------
-----
lTelfono rolo?
Volamos hacia Mosc
 Lo m1scora de lu muerte roja

Antonio San/amarina
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o11dorl'n. :nl' /toharmk aJmlwt.mtukn : 111'11 1'/([ 7/'m /Jurlon -l'k ommolc!t'rt I'Y:tilg'O ::.Jo11
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dllc'IIO /)(ftiw rtnl: l'zl<' aldahemgoo /: mi ::..r'/1 orrl'll. bere hi'IIU kondm'rrt lwrr/ c::..tilbesfl'(/11
efa oska l'ztiu'l< dof!,o fotuto.

NOSFERATU 271J
La primera imagen dad sta que, adems, no admita dos suizos que, a saber por qu
ning n tipo de cortapi sas en su des piste geogr fico, colabo raron
Como las cejas de Boris Ka rloff, vuelo homicida y que, para colmo con los Reyes Ca t licos e n la
los ojos homicidas de Lon Chaney de males, manifestaba una predi- g uerra de Granada-, e l bi go te
o los labios sutilmente crueles de leccin evidente por la epidennis conservaba la misma connotacin
Be la Lugosi, las orejas g randes y femenina. autoritaria que tuvo desde sus ini-
el tino bigote seran los dos ras- cios. Algo dem ostrable tanto por
gos fsicos de Vincent Price que As pues, podra decirse que Vin- su x ito estti co entre los esta-
el miedo grabara primero en mi cent Price era el malo de la pel- mentos militares de todas las po-
memoria, acaso porque ambos se cula en tres sentidos diferentes al cas como por el clebre afeitado
parec an demas iado a los de l menos: como criminal, como ex- que un famoso hombre del tiempo
hombre que estaba sentado a mi hibic ionista irredento de sus cr- de aquellos aos sesenta hizo del
lado contemplando Los crmenes menes y, lo que resultaba ms im- suyo al cn ar sus prev is iones me-
del museo de cera (1953): mi perdonable para el nio qne asist a teorolgicas o, ms s ig nificativo
padre. En aque lla pelcula, cuya en esos momentos a la proyec- a n, po r la presencia de este
vis in atemorizada m e cur de l c i n de sus haz aiias e n ce ra, adorno piloso en las efigies de
espanto de visitar j ams ninguno como aniqui lador de bellas joven- ilustres admiradores de l partido
de esos mausoleos, Vincent Price citas. onanista como Hitler, Franco, Pi-
(en el papel de Jarrot) asesinaba a noche! y cosas as.
sus vctimas para, una vez pasa- Por si esto fuera poco, la similitud
das a la cera, mostrar la belleza, la entre el bigote filmico y el paterno Sea por stas u otras razones, la
verdad truculenta y, de paso, el aada una cierta desazn a todo rea lidad era que Vinccnt resultaba
horror de algunos crmenes fa- el conjunto escultrico. Es verdad un malo en cierto modo familiar
mosos en las salas decadentes de que durante esos atl.os este ador- (para algunos, como habr com-
su museo. En su actividad escul- no capilar no dejaba de ser una prendido el lector, ms que para
trica haba, pues, unas evidentes simple moda masculina como otra otros), con un toque autoritario y,
dosis de exhibicionismo -realzadas cualquiera, pero no es me nos al mismo tiempo, extrao tanto
por las tres dimensiones en las c ietto tambin que, como mues- por su porte como por sus ade-
que se haba concebido y realiza- tran al menos sus orgenes etimo- manes aristocrticos y anglosajo-
do el film- que con fe ra a sus ase- lgicos en castellano -el juramen- nes. Y este ltimo rasgo lo haca
sinatos el impudor del artista sa- to "by Got!" (''por Dios") prodi- tambin, por paradjico que pue-
tis fecho con s u obra. Una activi- gado por los mostachudos solda- da resultar hoy, ms malvado an
para los espectadores hispanos de
esos aos, ya que lo extranjero
-con bigote circunflejo o s in l-
res ultaba sospechosamente prfi-
do (como la ntbia Albin) segn
se predicaba en las escuelas del
espritu nacional. Vincent Price
resul taba, pues, malo por mlti-
ples razones y ning una de e llas
buena.

Una imagen de cine

En los estertores del franquismo

llegaron a las pantallas espaolas,
por caminos di versos, una seri e
de pe lculas de R oger Corman
que, previo adelgazamiento de su
presupuesto para pagar e l abulta-
do cach del actor, tenan a nues-
tro hombre como protagonista de
sus pesadillas. Se trataba de una
serie de adaptaciones de obras de
Edgar Allan Poe que conservaban
del escritor norteamericano ms
Los crmenes del museo de cern

NOSFERATU 2 7
 El hundimiento de la casa Usher

el tono y la atmsfera de los rela-

tos que la letra o, siquiera, el esp-
rihl origina l de los mi smos.

En rea lidad podra decirse que se

trataba de ocho pelculas de terror
truculento que, siguiendo la im-
pronta del gothic style ingls, uti-
lizaban los textos de Poe como
punto de partida para realizar una
especie de parodia de stos dedi-
cada a destroza r -por la conjun-
cin, a veces, de sentimientos tan
e ncontrados como la risa y e l
mied o- los nervios de los especta-
dores y quin sabe s i tambin su
psique o su confortable espritu
crtico.

Vinccnt Price pro tago niz -con

bigo te, con perilla o a cara descu-
bierta- todos ellos excepto La ob-
sesin (1962), pues la AIP (Ame-
ri can lntemational Picturcs) le ha-
ba blindado previ soramente con
un contrato en exclus iva y Ra y
Mi lland -un afio antes de que Cor-
man pusiese rayos X en vez de
colirio en sus ojos- ocupara e l
puesto dejado vaca nte por aqul.
Los papeles inte rpretados por
Vinccnt en la mayora de estos t-
tulos le hicieron aparecer como
un aristcrata o un noble deca- ciones como, de una parte, por el trionismo burl n casaba bien con
dente, en cierto sentido un ro- protagonismo central que los fil- e l carcter de la representac i n
mntico trasnochado, a quien una mes de Connan concedi eron su- qu e se o frec a envuelta en celulo i-
fue rza interior ex traii a -muc ho cesivamente a los dis tintos perso- de a los espectado res.
antes de que e l pesado de Freddy najes interpretados por Vi ncent
Kru egcr surg iese de l fondo de l Price y, de o tra, por la planifica- As pues, podra afirmarse q ue
lago y de la noche- le obligaba a cin de inumerabl es secue ncias cuando el actor daba vida en la
hacer el mal en un mundo qu e en las que ste dominaba, con su pantalla a Roderi ck Usher en E l
pareca reflej ar el mismo estado verbo y su presencia, toda la ac- hundimiento d e la casa Usher
de putrefaccin q ue corroa su ci n como s i se trata se de un ( 1960), a N icholas Medina en E l
alma. gran actor shakespeariano en mi- pndulo de la m uerte (1961 ), al
tad de un escenario en dos dimen- Dr. Erasmus Cravcn en E l enervo
El actor subi un nuevo peldaiio s io nes. (1962) o al prncipe Prspero en
de su carrera pro fes ional y dej La m sca r a de la muerte oja
de ser (aunq ue tan slo una quinta De esta forma no le sera d ifcil a ( 1964) no hac a prct icamen te
parte de su flmografta mantenga alguien educado en univers idades otra cosa que interpretarse a s
algn tipo de conexin sangrienta como Ya te y Oxford, con aires de mismo o, di cho de otra form a,
con el cine de terror) el malo de la gentleman, crtico de arte entre era el actor Vincent Price dando
pelcula, como perso naje de carne asesinato y asesinato, conferen- vida atribulada a l perso naj e de
y hueso, para convertirse en una ciante ilustre y miembro del Mer- Vincent Price creado por l mis-
especie de encarn acin del Mal, cury Theatre cuando otro grande mo . U na circuns tanc ia sta que
como idea abstracta y con ma- como Orso n Well es diri ga la no le pasara desaperc ibida a Ro-
yscula. Una transfo rmacin que compa11a, dar a sus interpretacio- ger Corman que, en el ltimo de
vena reforzada tanto por la cons- nes un tono irnico y algo bufo y los ttulos citados anteriormente y
truccin dramtica de las narra- granguiolesco en los que el his- penltimo de la seri e, construy

NOSFE RATU 27
un a secuencia inolvidab le en la nombre de l gato) devorase al cur- emocio nado en Vincent ( 1982)
que el propio actor (en el papel de si de P ioln o que e l coyote pillase (1), una stop-motion de apenas
Prsper o) se enfrentaba a s m is- de una vez por todas al mald ito c inco minutos de duracin donde
mo incorporand o en este caso e l corrccaminos, Y incent resultaba un nit1o de s iete aos llamado Yin-
perso naje del Otro, de la Muerte casi una especie de hroe en ne- cent Malloy y alter ego del propio
Roja. ga tivo para aque llos que, saltn- Burton cree ser Vi ncent Pri ce y
dose la censura o la frontera, ha- suea con pasar a la cera caliente
Como resulta muy di fcil robar ban visto algunos thllos del tn- a su gorda ta (al di recto r debi
planos a algui en que protagoniza dem Poe-Corman. de molestarle tamb in el sacrificio
casi en exclus iva un c iclo cerrado de bellas jovencitas y las indult
y compac to de pelculas, que in- Ttulos que, di cho sea paso, no en cuanto tuvo la posibi Ji dad en
terpreta, adems, a su propio per- era di fic il relac ionar con la agona sus manos) mientras lee a Edgar
so naje y que se encuentra en el de l extinto po r el s im ple procedi- Allan Poe y vive las avenhtras te-
cenit ele su ac ti vidad profesional, miento de comparar el desmoro- nebrosas de su hroe. El propio
la participacin en estos ttulos ele namiento y gangrena arquitectni- actor, en una m uestra de adm ira-
o tros acto res y actrices archico- ca de la casa Usher con la enfer- cin ms del autor de Ed Wood
nocidos del gnero como Bori s medad que corroa al d ictador y a ( 1994), prest su voz a la narra-
Ka rloff, Peter Lorre (ambos en el su sistema poltico; E l p ndulo cin en qfl dej ando que el espec-
declive de sus carreras crimina- de la muHtc con el vaivn de tador disfm tase con las modul a-
les) o la inquietante Barbara Steele notic ias que, un d a s y otro tam- ciones de su voz cavernosa y con
contribuan a elevar an ms la ya bin, confirmaba n o desmentan la ir ona que hab a dado fa ma a
de por s alta figura de l actor, que de fu ente fid els ima su fa lleci- s us creaciones gticas para la
acabara convertido, tras su pat1i- miento; la Muerte Roja con las pantalla.
cipacin en esta serie de pelcu- pesadillas que -como recogera
las, en una especie de mito de s despus el th do de un libro publi- P ero Vincent -como e l propto
mismo y en la suprema encarna- cado por el Festi val de Cine ele cortometraj e vena a reconocer de
ci n flmica del Mal y de lo Ma- San Sebastin- debiero n de aso lar manera explcita- era ya para en-
cabro. a l caudillsimo d urante toda su tonces algo ms que un s imple
vida, pero sobre todo en esos mo- personaj e o un a voz ino lvidable
En Espafia, donde el ma lo de ver- men tos postreros; y E l cuervo pronunciando el ino lvidable "ne-
dad e ra un serio r baj ito, tripn y con el perso naje que, entre hipos ver more" de l cuervo filso fo.
con la voz atiplada, V incent Price y lgrimas, confi rmar a en televi- Mario Bava j ugaba ya con este
resultaba a lguien exti co que ha- sin que el pndulo haba termina- plus de representatividad genri ca
blaba (por boca de sus persona- do por fi n de derribar la casa Us- cuando le llizo aparecer, sucesi-
jes y entre enarcados sucesivos her. Si el Mal era Vincent y la vamente, en E l Dr. G y su m -
de cejas) de asuntos tan prohibi- bondad Franco, bienvenido fuera quina d e bikinis ( 1965) y Dr.
dos p ara los odos his pni cos el M al, sobre todo si continuaba Goldfoot and th e G irl Bombs
como los crmenes de la Inquisi- manteniendo un c ierto parecido ( 1967) y a lgo parecido hara tam-
ci n o las ventaj as de ser satni- con e l padre de uno. bin Fellini cuando, en el film co-
co y, casi, de Carabancllel y que, lectivo Hstorias exttaordinarias
adems, protagoni zaba pelculas ( 1968), le dio el papel de natTa-
que destilaba n morbo, sang re y La imagen mtica clor.
sensualidad a partes casi iguales.
En Estados Unidos, donde no ha- Sera de nuevo Ti m B urtou, sin
Se sab a ade ms que era cul to y ba lucecitas del Pardo ni de la embargo, q uien -tras prestarle su
refi nado, que pron unciaba confe- Casa Blanca que vigilasen y vela- rostro alargado y sus ojos de hue-
renc ias sobre otro Vi ncent ms sen por la salud moral de sus vo a Yincent Malloy y su cabelle-
fa moso y con una oreja menos, compatriotas, e l actor feticlle de ra revue lta a Eduardo Ma nos tije-
q ue rec itaba a T.S. E lliot y Osear Connan era ta mbi n un hroe, ras- confi rmara q ue Vincent Pri-
W ilde y q ue g raba ba d iscos de pero de otra manera, que apareca ee era el representante m ti co de
poesa que se utili zaba n luego en con reiterac i n en programas ra- ese antig uo cine fa ntstico al darle
lugares tan exticos como Madri d di ofni cos y televisivos y que re- el papel de creado r de este ltimo
para el aprendi zaje del ing ls. Era, citaba poemas de Poe y sonetos personaje en la pelcul a del mismo
pues, todo lo contrari o del hom- de William Shakespeare en Jos t htlo. U n filme que certifi caba la
brecillo del Pardo y por ello mis- shows de Ed Sulli van o Johnny defunci n de un detenninado ma-
mo, en unos momentos en que el Cmson. nierismo a la hora de entender el
cam b io p o lti co pareca pasa r gnero y en el que, en un juego
porq ue Si lves tre (si se era e l T im B urton le rindi un homenaj e ir nico ms del d irector, e l inven-

NO S FERATU 27
tor d e Edward era ya tan slo un en la pantalla d el papel g randil o- NOTA
simple fa bricante de galletas y la cuente que el cinc le haba reser-
l. Debo a Alic ia Potes, y a su hija, la
madre adoptiva de ste, una ven- vado.
grabacin en vdeo de ste y de un se-
dedora de A vo n. La mediocridad gundo cortometraje de Tim Burton y
haba terminado por matar al per- P ero mi ent ras perm anece en la quiero agradecrse lo una vez ms desde
sonaj e ro mntico convirtind o le men te ese recuerd o -y mientras esta nota .
en una leyenda. conti nuo dud a nd o e ntre ser un
po l tico de bigo te o un crtico con
E n los ti empos actuales donde la toda la barba- coufio en que el
lucecita de E l Pardo se ha demo- presen te artc ulo sea de l agrado
crat izad o, pero s ig ue encendida d e Vincent, no sea que como en
en La Moncloa, donde -salvo al- Matar o no matar, ste es el
guna ilustre excepcin- los pl uses problema ( 1973), d onde interpre-
de a utoridad parecen refug ia rse ta a un actor dad o por d ifunto que
no ya en los bigotes, sino en las va asesinando a los crticos que
ba rbas que lucen ministros, su b- destrozaro n su carrera, ste ven-
secretarios, los lderes principales g a un d a de stos a hacerme una
de la opo sicin democrtica y al- v isita y, to rpe de m, me sorpren-
g un os altos cargos de la Adminis- da di cindo le : "Pero si usted est
tracin y do nde ni Vincent ni el muerto!". Y , co mo en aquella pe-
hombre que se le pareca pasean lcula, l me responda: "No. se
sus figuras ent re nosotros, parece es otro error de la crtica de los
q uedar s lo espac io para e l re- muclws que usted comete, querido
cuerdo de ese malvado que no lo amigo. Yo estoy bien. Es usted el
fue tanto y que pareca burlarse que est muerto ".
 El Padrino

Esteue Riambau
Ll'gl' l .tliorm lil(/arrl'([/1 sorf -.t'flrC'!.in {)(1/trrl ~anp.:\ftJH'k mlto/(1/11/oko !oldl'(lk emh1
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,!.!,'(ltdi!t- /(flc/('(lk sor/u :./rl'n. lkusltl'/1 rrfmn poreko gorro/na e/11 /)('koit: o n.: ll'/1 : 1/11'11
wrt.wmaiok ditugu ( 'oJwlaren .lilubil.l'itmll r/11/Tt'kon'ok.

a respetabilidad social que elevara, s in embargo, la figura mu lgada en los ai1os veinte se
caracteriza a los capas de del padrino hasta dime ns iones convirt ieron en los protagonistas
la Mafia hace de ellos mticas y haria de esta saga un del auge experimentado por e l
unos peculiares persona- verdadero refl ejo de la sociedad cinc negro a partir de 1930, la
j es cinematogrficos. Villanos con norteamericana. Matl a sera tillo de los temas re-
las manos limpias, constituyen currentes del gnero. Un persona-
una .famiglia aparte de ntro del Desde que los gngsters elevados je co mo Al C apo ne acced i
cine negro. La triloga de Coppola al estrellato por la Ley Seca pro- tempranamente a la pantalla a Ira-

NO S F ER A T U 27
vs del retrato oblicuo que so- c in pica de los orgenes sic ilia- nalidad del Rey Lear, aunque su
bre l traz Howard Hawks en nos de la Mafia a travs del per- verdadera Cordclia ser Michael, el
Scarface, el te nor del hampa sonaj e de Salva tore Giul iano retra- hijo menor que lo suceder tras sn
( 1930). El protagonis ta de es te tado por R osi en el fi lm homni- mue1te. Demiurgo que mueve los
fi lm inteqJretado por Paul Muni se mo o por Michael Cimino en El hilos del poder -tal como m uestra
llamaba Tony Camonte, pero tan- siciliano ( 1986). Inc luso en po- el carte l publicitario de la pelcula-
to en su f sonomia como en sus cas muy recientes, Hollywood ha y controla a todos cuantos le ro-
maneras se perc iban algunos de abordado las figuras histricas de dean, Vito Corleone es un tirano
Jos rasgos caractersticos de uno infi ltrados o traidores de esta orga- inHexible con sus enemigos pero
de los ms clebres reyezuelos del nizacin, como Joscph D. Pistone tamb in un nostlgico de los viejos
t/1/denl'or/d. en Dounie Braseo ( 1996), de tiempos que est a punto de pagar
Mike Newell, el agente del FBT que con su vida el rechazo de involu-
Desde entonces prol iferaron otros se hizo pasa r por un fiel integrante crarse en el narcotrfico. Es, toda-
personajes simi lares, con d iversos de la Mafia hasta que dispuso de va, un hroe romntico que paga
grados de vinculacin con la reali- suficiente informacin para efec- el precio del poder con el asesinato
dad, pero, inev itable me nte, se tuar una i mportante redada, o de uno de sus hijos y la canoniza-
convirtieron en un quebradero de como el desertor Hcmy Hill que cin de otro como su heredero.
cabeza para los funcionarios del Martin Scorsese -cronista oficial
Cdigo Hays. Se trataba de peli- de Little ltaly desde que dirigi Michael, el nuevo Padrino inter-
grosos criminales, identificables M a las calles ( 1973)- abord en pretado por Al Pac ino, es corona-
por el reguero de cadveres que Uno de los nucstJos (1990). do cuando asume persona lmente
dejaban a su paso pero, s in em- la venganza contra quienes han
bargo, eran percibidos por el p- La aparicin del film de Coppola atentado contra su padre. Antes
blico como hroes que desafiaban en e l panorama del c ine norteame- de ocupar definitivamente el trono
la impopu lar normativa que prohi- ricano de principios de los setenta debe atravesar, sin embargo, una
ba la c irc ul acin de l alcohol. cambi, sin embargo, la percep- d olorosa ceremon ia inicitica que
Eran apuestos, viriles y si, final- cin del cine negro y, por exten- incluye un viaje a los o rgenes
mente, sucumban bajo el peso de s in, los retratos de personajes de -Sicilia- y una prdida de su pri-
la ley era por eshictas exigencias la Mafia efectuados hasta aquel mera esposa qu e, como en e l
de un os guiones que, de o tro momento. La asociacin de d iver- caso de Drcu la -un fuhtro perso-
modo, no habran recibido el visto sas coincidencias producidas a lo naje coppo liano-, le convierte en
bueno de l cdigo de censura au- largo de un laborioso proceso de una bestia sangu inaria y sedienta
toimpuesto por los principales es- gestacin reuni e l trabajo de un de poder. Si su padre mora tras
tudios de Hollywood. escritor -Mari o Puzo- que cono- asustar a su nieto con unos d ien-
ca bien el tema con un reali zador tes posti zos hechos con piel de
El propio Al Capone, en la biogra- -Francis Ford Coppola- cuyo in- naranja, l necesitar, en una es-
fia cinematogrfica protagoni zada ters por las estruchtras fa milia- cena de la tercera parte, un zumo
por Rod Steiger en 1959 y en e l res y los personajes demirgicos de esta misma fn tta para evitar un
crucial episodio descrito por La no era fmto del oporhmismo y un coma diabtico. La neces idad
matanza del da de San Valen- actor -Matlon Brando- que enca- compu ls iva que Michael tiene de
tn ( J967), o el personaj e ficticio jaba como ani llo al dedo en un la sangre le aproxi ma al vampiro
interpretado por Kirk Douglas en pe rso naje tan tierno como im- de Bram Stoker pero tambin a
Mafia ( 1968), completan un arco placable, tan poderoso como vul- los personajes shakespearianos de
crono lgico que recorre la edad nerab le pero, por encima de todo, Macbeth y Ricardo 111. Su perpe-
de oro del gnero has ta qu e la patriarcal en el ms estricto senti- htacin en el poder -desde el mo-
irrupcin de E l Padrino ( 1972) do de la palabra. mento que apadrina a su sobrino-
vari por comp leto este paisaj e. se ed ifica sobre el exterminio de
Proliferaron las secue las ms o En s u composicin de V ito Cor- sus enemigos y, posteriormente,
me nos opo rtuni s tas, como E l leo nc, Puzo, Coppo la y Brando tambin del ases inato de su cuila-
Don ha muerto ( L973), de Ri - dieron a luz a un personaje de re- do y de su propio hermano.
chard F leischcr, o los retratos de sonancias mitolgicas. La primera
personajes histricos a travs de secuencia de la primera parte de Michael, ya en la segunda parte
la diseccin polti ca de L u cl<y la triloga lo canoniza como or- de la triloga, recibe a sus vasallos
L uc ia n o ( 1973) en ma nos de culo de un empleado de pompas tal como lo haca su padre pero, a
Francesco Rosi, la crnica de la fnebres de o ri gen ital iano que diferencia de ste, no morir. Es
delac in perpetrada por Joe Va- certi fi ca su devocin por Amri- un a bes tia solita ria y acorral ada
lacc hi en Los secretos de la ca. A continuacin, al presidir la dispuesta a conservar el poder a
Cosa Nostra ( 1972) o la mitifica- boda de su hija, asume la perso- toda costa. En cambio, los flash -

NOSFERATU 27IJ~
backs que se remontan hasta prin- familia y de las races ancestrales stos vuelven a hacerse evidentes
cipios del s iglo para explicar los que ha perdido al aba ndonar Italia, en la tercera entrega de la seri e.
orgenes de Vito Corleone, acen- a cambio de asesinar a quienes le La lnea sucesoria que iba de V ito
tan el contraste entre ambos per- han impulsado a ello. Michael, en a Michae l Corlcone desemboca
sonajes a la vez que los inscriben cambio, se ve obligado a pagar un aho ra en Vincent, el sobrino bas-
en un retablo donde se refleja la precio cada vez ms a lto para tardo interpretado por Andy Gar-
historia de Amrica. La tierra pro- mantenerse en el poder durante el ca. M ichacl, a su vez, inicia un
metida de la igualdad de oportuni- perodo comprendido entre el fi- desesperado proceso de redencin
dades slo lo ser en tnn inos de nal de la Segunda Guerra Mundial que comienza cuando es conde-
un capitalismo salvaje, donde las y el prembulo a la crisis cubana. corado por el obispo de Nueva
nociones de aparente respetabili- Todo cuanto le rodea apesta a York y culm ina con el asesinato
dad se descomponen progresiva- muerte -el aborto de su mujer, el de su hija cuando sta se interpo-
mente bajo la dictadura de padres asesinato de su hermano tras la ne en la trayectoria de una bala
convertidos en padrinos y estos, a muerte de su madre- y sta asu- que iba dirigida a l. L a verdadera
s u vez, en verdaderos patrones de me un carcter progresiva mente Cordelia mucre, pues, para salvar
un impetio del crimen. rihtal. La tragedia g riega y las re- a su padre, slo entonces plena-
ferencias al Imperio Romano mente consciente de estar atrapa-
No obstante, hurfano y exilado, complementan, en su determinis- do en una htpida telaraa tejida
e l joven Corleone encuentra en la mo, los matices shakespearianos por la fatalidad del destino, la na-
Mafia una figura sustitutoria de la de la saga de los Corleone. turaleza vinculante de la familia, la
renuncia del amor o el bautismo
de un nuevo Padrino a quien pre-
dice: "No podrs volverte atrs.
Sers como yo".

Esta suces in, incitada por la her-

mana de Michael, convertida en
una reencarnacin de Lady Mac-
beth, se produce en una escena
cuya puesta en escena anticipa la
de la llegada de Jonathan Harker
al castillo del co nde Drcula. Na-
vaja en ma no, mientras afeita a su
to, V incent es condenad o a pro-
pagar eternamente el mal que M i-
chael ya recibiera en herencia por
patte de su padre. Desd e enton-
ces ha s ido un muerto viviente,
condenado a viaj ar por la histo ri a
del siglo en busca de una felicidad
impos ible que, en su da, le fue
injustamente negada. Sus debilida-
des -acceder a las spl icas de su
mujer para organizar el estreno de
la pe ra pro tagonizada por su
hijo- son fuente de nuevas cats-
trofes y l mismo morir cuando,
protegido por unas gafas osc uras,
cae fu lminado baj o los intensos
rayo s del sol de Sicilia. D espose-
do defi niti vamente de su trono, e l
joven idealista forzado a conver-
tirse en un desptico vill ano slo
encontrar el eterno reposo en
contacto con la ti erra de sus ante-
pasados.

El Padrino 111

NOSFERATU 27
rteJJ1a inglesa
Juan Antonio Molina loiH
{.<;fono berean o/1/anutako lw/nbat
pel/kula ikusiz geru ere, lm'lsio berri halek
harr/lu eta lilumlu ::a/tzake batzttelan.
G/doilariekjalorrizko lesltta erabth' dttlell
nwduari. pnlnemko oktureak agl'rtzeari
eta abarri ::or zw lwri.

a noche era extremada-

m ente clida y seca y la
pensin pareca un homo.
A lg unos compaeros se-
guan estudiando en sus habita-
ciones para el temible examen de
Revlida del da s igui ente. Otros
prefirieron refrescarse un poco
dando un paseo por el parque. Mi
opcin les pareci a todos des-
concertante: me fui al cine de la
esquina a ver La maldicin de
Frankcnstein ( 1957). Aquel di s-
parate u ocurre ncia ma supuso
inesperadamen te mi p11n~er en-
cuentro con un actor desconoci-
do, C hristophcr Lee, cuya carrera
seguira a partir de entonces muy
d e cerca. Por aquel entonces yo
no haba visto todava la versin
c ls ica de Wha le co n Karloff,
aunque conoca las muchas se-
cuelas de los aos cuarenta q ue
poco o nada tenan que ver con la
novela de Ma1y Shelley, cuya lec-
tura tanto me haba fascinado. Sin en Moulin Rouge ( 1952), por no c inco aos de edad, la consagra-
entrar en otras conside raciones mencionar sus episdicas apa ri- cin definitiva de Lee tuvo lugar
sobre el impacto que me produjo ciones en Hamlet (1948), donde con Drcula (1958), primera de
la pelcula, me llam poderosa- se encontr por vez primera con sus muchas versiones del maligno
mente la atencin el tratami'to Peter Cu shing, o Moby Dicl< vampiro de Transilvania. Frente a
tan distinto del texto original y so- (1 956). la teatralidad, verborrea y enfatis-
bre todo las fuertes personalida- mo de Lugosi, la apostura de Lee
des de sus dos intrpretes, un En el caso de La maldicin de y su creciente tendencia al mutis-
tndem tan perfecto e irrepetible Frankenstein fue prec isamente mo dieron prestancia al personaje,
que ni el mismo Poe fue capaz de su descomuna l envergadura lo real zando su finura intelectual, su
soar algo parecido: el locuaz y que le dio el papel, aunque cierta- irracionalismo instintivo, su feroz
vehemente Peter Cushing y el la- mente le vena como anillo a l autoritarismo (siempre era duei'o
cnico y fl emti co Christopher dedo. Esa prolongada experiencia de la situacin: ah radicaba su
Lee, que a partir de entonces se de personajes prcticamente sin fuerza), y devolvindole por el
convet1iran en los Zipi y Zape del voz le haba obligado a trabajar contrar io la dignidad perdida, su
cine de terror. ms con el cuerpo que con el ros- dimensin trgica, y sobre todo
tro, a emplear ms los msculos su envoltorio carnal, su animali-
Oculto tras la conveniente msca- que el cerebro, permitindole de- dad primordial: en suma, su enor-
ra que apenas le pennita exterio- sarrollar cons iderablemente sus me impacto ertico, su acuciante
rizar sus pensamientos ms nti- dotes mmicas. Su caracteriza- sensualidad, ausente en la prctica
mos, pero ftsicamente ms cerca- cin de la criatura sorprenda so- totalidad de sus predecesores.
no que ningn otro antecesor a la bre todo por su notable acerca-
criatura que ide Mary Shelley, miento fisico y su perfecta ade- En posteriores pelculas, Lee fue
Christopher Lee impresionaba so- cuacin anmica al trgico perso- extremando la visin donjuanesca,
bre todo por su ext raordinar ia naje, que de esta manera recupe- de agresivo y voluptuoso seduc-
presencia fisica en pantalla. De raba su horripilante y sufrida hu- tor, de ese monstmo de feroci-
dnde sala este oscuro actor que manidad, a diferencia de anterio- dad, cuya avidez es el reverso de
tanto iba a cambiar las concepcio- res interpretaciones, autnti cos su frustracin. Poco a poco va
nes del terror cinematogrfico? robots que matan y aterrorizan a acentuando su maldad en la elec-
Nacido en Londres en 1922 (de su vctimas mecnica, inexorable- cin de sus vctimas, lo mismo
ascendencia gitana por parte de mente, a causa de su maldad con- que obra con mayor sig ilo a la
padre e italiana por su madre), gnita e ineludible. S in embargo, a hora de sorprenderlas: en una pa-
durante aos su imponente estatu- diferencia de lo que ocurri con labra, es ms cauto, si bien no
ra le haba relegado a papeles de Karloff, este personaje (que mm- puede evitar la eclosin de un pa-
composicin tan insustanciales ca ms volvera a interpretar) no roxismo cada vez ms acenh1ado
como vistosos: desde el ridculo y iba a ser el que le encumbrara de- y exasperante (esas sbitas apari-
gesticulante oficial (con tricornio finitivamente. ciones hecho un demonio, mos-
y casaca) de El temible burln trando los colullos y con los ojos
( 1952) hasta e l forzado pintor Con cerca de cuarenta pelculas a inyectados en sangre) que empo-
neoimpresionista francs Seurat sus espaldas y ms de treinta y brece su psicologa y le hace a
veces rozar el ridculo. Ms dia-
blicamente perfecto que nunca a
la hora de la embestida, cada
mordisco suyo es una ofrenda
rend ida al deseo y una invitacin a
sus vcti mas para acceder a nue-
vas cumbres de pasin. Y en E l
poder de la saugre de Drcula
( 1969) su perversidad le lleva a
vengarse de las hijas de los liberti-
nos cuya misa negra pennite su
resurreccin, propinando un tre-
mendo varapalo a la hipcrita ins-
tihlcin famil iar victoriana, que
tratar de desintegrar asumiendo
decididamente el mando.

Unido para siempre a l mtico per-

El hombre de la pistola de oro

 La momia

sonaje de Stoker -adems de pro-

tagonizar la desigual versin de
Jess Franco, E l conde Drcula
(1969), intervino en otros filmes
de vampiros, como La maldicin
d e los Karnstein (1962) o E l
tormento de las trece doncellas
( 1967), e incluso se ri de s mis-
mo en Agrrame ese vampiro
(1962) o la c omedia de Jerry
Lewis One M ore Time (1970)-,
Chri stophe r Lee confirm con
creces, en los ai'ios sesenta y se-
te nta , su co nsagra c in co mo
"nuevo Karloff' del cine de terror,
incorporando con brillantez a la
casi totalidad de arquetipos del
gnero como la Momia, Fu-Man-
ch o Rasputn. Incluso en aque-
llos que no protagoni z, no dej
de estar presente, aunque a veces
como mero comparsa . As por
ejemplo, en Las dos caras del
doctor Jekyll (1 960) Lee inter-
preta al libertino amante de la es-
p osa del doctor creado por Ste-
venson, en desigual disputa con el la tortura, cuanto ms sanguinari a cin ( 1990); desalmado pirata en
rejuvenecido y embellecido Hyde, y re buscada mejor. Otro ta nto The Pirates Of Blood River
el cual no vacila en deshacerse de puede dec irse de su Ras putn, (1962), The Devii-Ship Pirates
l utilizando una serpiente pitn. Y donde, sin menospreciar Jos ante- ( 1964) o The Treasure Island
en El monstruo ( 1970), su doc- cedentes aportados por Conrad ( 1990, versin televisiva); extrate-
tor Marlowe no es ms que un Veidt o Lionel Barrymore, Lee re- rrestre en End Of the World
remedo de Jekyll, que se autoad- calca en extremo la lubricidad del ( 1977) o S tarship lnvasions
ministra una droga desinhibidora, personaje, gracias a una interpre- (1977); y finalmente retorcido ce-
revelando as a su alter ego Blake, tacin alucinada. rebro criminal en Corridors Of
cada vez ms feo con cada cam- Blood ( 1958), Doct or Terror
bio, hasta acabar por convetiirse La amplih1d de su galera de villa- (1964), El teatto de la muerte
en un pattico animal asustado. nos no tiene parangn con la de (1965), The Creeping F les h
As mismo, apareca testimonial- ningn otro actor de su genera- (1972), Darl< Places ( 1973) o
mente en Las manos de Orlac cin, ni siquiera Vincent Price. The Keeper (1 976). Mencin
(1960) como e l prfido mago F ue demonaco agente infernal o aparte merece, en este apmiado,
Nero que chantajea al pattico satanista en C ity Of the Dead su interpretacin del megalmano
pianista presuntamente inducido al ( 1960), E rcolc al centro della asesino profesiona l Scaramanga
crimen por haberle sido inje1iadas terra ( 196 1), La maldi cin del en E l hombre de la pistola de
las manos de un asesino. altar rojo ( 1968) y dos de sus oro ( 1974), tpico vill ano de la
mej ores tra bajos, T he W icker saga Bond. E n esta pelcula ms
E l refi nado y sdico F u-Manch, Ma n (1973) y La monja llOseda que en ninguna otra, Lee da rien-
protervo maestro de un imposible (1976); noble decadente y malfi - da suelta a su flema y humor tpi-
"Jardn de los suplicios", fue otro co en 11 castello d e morti vivi camente ingleses, que tanto Uama-
de sus grandes aciertos interpre- ( 1964) o La frusta e il corpo ron la atencin en su afectada in-
tativos. Su sutil alejamiento del ( 1963 ), uno de sus mayores lo- terpretacin del desquiciado se-
canon karloffiano qued bien pa- gros en Ita lia y tal vez e l menos cuaz de l cardenal Riche lieu en
tente en sus siete entregas al con- conocido de todos sus filmes a Los ties mosqueteros (197 3).
vertirlo ms en una entidad msti- causa de su espritu trangresor; Glidamente britnico, pero sin
ca a lo Drcula, vido de placeres inquisidor en El proceso de las menosprecio de l ms desatado
prohibidos, que en el ambicioso brujas (1 969); cientfico loco en hishionismo, Lee ha sido un sin-
oriental que trata de conquistar el La montaa embrujada ( 1974) gular v illano cinematogrfico que
mundo y cuyo nico consuelo es o Gremlins 2, la nueva genera- ha marcado toda una poca.

NOSFERATU 2 7
 Taxi Driver

Urt LtiJo rue 110 es rle.fi(u~

Dti Rodrguez Marchante
Briw1 !Jl' lhlma ela Roger Com1W1ckin lwsi ;:,l'netik bertaltk lllltlwn'ko per/sonmk anl::e:./en
esH'::ia/du da Hoberl /Je.\li'O: lu'lt:..mlmk, gi:.ctl.mrmk. J. .Jko)([/ak, orekaf!:alwok .. 1lt'lrlllarowl
ere bere alzNt!de duna emkusten di!.!.'ll /)e' .\iiok ela hor'c' hc'IH'Sir'll rlllff' lwre r1:.ken /m wk:
~

Jul'kie Brow11 (199-:). Grmule.ft e.f tpenm ztl.S ( 1997) eto Corlillll tle lmmo (JCJ97).

e las muchas caras que Hay un centenar de ej emplos en la puro miedo. Y el otro ejemplo po-
tiene la ma ldad en estado panta lla que ava lan esta opini n, dra ser esa escena de Uno d e los
puro, hay una q ue coin- pero pongamos slo un par de nu estros ( 199 0) cuando in tenta
c ide plenamente con los e llos para abrir fuego; la escena convencer a la mujer de Ray Liotta
rasgos fac ial es de Rob e rt D e de El cabo d el miedo ( 199 1) en de que pase a uno de los almace-
N iro: oj illos pequeilos y lad inos, que acorrala a la entonces niila nes a ver el g nero; e lla ava n7a
so nrisa sard nica qu e no presag ia Julielte Lcwis y le hace un repaso alejndose mient ras l la mi ra y,
nada bueno, leve y amenaza nte le- en la boca con su dedazo qu e ha sonriente, la anima a ent rar al al-
vantam iento de ceja y unas arm- q uedado ya para los anales de las macn ... Un escalofro te recorre
gas que se le forman en varias ms lujuriosas vio lac iones de la todo e l cuerpo con la certeza de
zo nas de las meji llas como trin- panta lla. En ese instante, no hay que va a caer el guadai1azo.
cheras de la guerra que se aveci- nada en el mundo tan agres ivo y
na. Hay algo en De N iro que lo horro roso como e l rostro y e l Hay que decir en honor de Roberl
con vierte en un ej emplar nico dedo de De N iro ... No slo ella, la De N iro que lo suyo no es recien-
dentro de la faun a actoral : nad ie nii1a Lewis, sino hasta e l ltimo te: s iempre ha sabido ser malo. En
sabe ensuciar un plano como l. es pectador se mea enc ima de l sus comienzos con Brian De Pal-

wNOSFERATU 27
ma y Roger Corman y en sus pri- un mayor desprecio por el ri esgo put'i alada de simpata hac ia l. Por
m eras correras con Martn Scor- los pelig ros que siempre implica la eso Robert De N iro es, tambin,
scse. C ua lq u ier directo r que, poesa en la pantalla, que transcu- un revolucionari o: dinam ita lo po-
como stos, pretenda dibujar el rre habihmlmentc por ese hilo del- lticamente correcto.
lado rugoso del alma humana en- gado q ue separa lo s ublime de
contrar en el rostro de De Niro lo ridcul o. Su encarnac i n de l En sus ltimas pelculas -Jacki e
el mej or pincel: el neurtico mar- Frankenstcin, en versin shakes- Brown (Q ue n t in Ta rantin o,
ginal (j unto a Harvey Keitel, otro peariana y megalmana de Ken- 1997), Grandes esperanzas (Al-
que se las trae) de M alas calles neth Branagh, es el ejemplo ms fonso Cuarn, 1997) y C ortina
( 1973); el tarado siempre en vela preciso de hasta dnde es capaz de humo (Bany Levinson, 1997)-,
de Taxi Drive1 (1 976); el prodi- de llegar De N iro para no ir a nin- De N iro investiga en los diversos
gio de desequilibrado en E l caza- gtm sitio. A dife rencia de Boris senderos del mal. Para Tarantino
dor ( 1978) ... O sea, ya en su pre- Ka rloff, a quien se le acab pe- constru ye un ma lvado imbci l,
historia, Robert De N iro llevaba gando la mscara del monstm o, tras nocha do , con un evid e nt e
tahwdas en su cerebro las fl ores un actor de la naturaleza de Ro- desajuste entre su cerebro y su
del mal. bert De N iro no puede evitar el boca, que mata y muere sin pen-
proceso contrario: que sea su per- sar. P a ra C ua r n, en cambio,
Con el tiempo, esas flores en vez sonalidad la que se le pegue al hace un malo ent re comillas, al-
de marchitarse han adqui rido co- monstruo y que resulte imposible guien con unas formas desprecia-
lores an ms v ivos. Hasta e l no verlo por all, dentro de l. bles pero con un fo ndo altruista y
punto de que, en mltiples ocasio- trgico. Y para Levinson, qui z el
nes, usa y abusa de sus perfiles Y la persona lidad de R obert De ms complejo de sus ltimos per-
m alig nos hasta traspasar esa lnea Niro, aunque slo sea de una for- sonajes, interpreta no un "malo"
que separa el hon or de la farsa. ma cinematogrfica (ms an, sub- en esencia, sino un servidor del
Porque De N iro es un claro ejem- liminal), no se corresponde prc- mal, que aj usta los disparates del
p 1o de actor con "mtodo" (es ticamente nunca con eso que se pres ide nte am eri cano a l precio
histrico que l y Harvey Keite l se considera como "mora l america- que sea, s iempre y cuando lo pa-
conociero n e n esa especie de na". Hay pocos casos en la Histo- g uen otros.
"West Point" de la interpretacin ria del C ine, por no decir ninguno,
americana que ha s ido la escuela en el que una estre lla de tanta Pues bien, todo esto es, resumien-
de Lee Strasberg), y l ha usado y magnitud haya sido excluida siste- do, el papeln que le ha tocado
abusado de los "mtodos" m s m ticame nte "del lado bue no " hacer a Robett De Niro en la His-
suicidas para meterse en la piel -curiosamente, en cuanto l diri- toria del Cine: canallas, tarados,
de sus personajes. Record emos gi una pelcula, Una historia del asesi nos, histr icos, destruidos y
cuando se convirti en un saco de Bronx ( 1993 ), se otorg un papel destructores. Y a punto ha estado
g rasa para encarnar e l envilec i- lleno de di gnidad humana-. O di- la v ida real de convertirlo en
m iento fisico y mental de Jack La- cho de otro modo, los que estn proxeneta y en "padrino" de una
Motta en Toro salvaje ( 1980), o al o tro lado de los "valores mo ra- red de prostitucin en Pars. La
cuando se puso en contacto con les" rara vez consiguen ser una c ulpa, segn confes persona l-
Arnold Schwarzenegger para ser el estrella de tanta mag nitud. "Ma- mente en el ltimo F esti val de
animal salvaje de E l cabo del mie- los" de cin e hay, desde luego, Berln, la tu vo un juez que haba
do. Ya nadie en la profesin duda muchos; pero "malos" que hagan visto todas sus pelculas, que co-
de que Robe1t De N iro se corta!a tambalear los habituales pri nci pios noca su lado oscuro y que saba,
e l brazo para hacer de Cervantes y de simpata del pblico en masa, nahtralmente, de lo que es capaz
e l miembro para hacer de John y que consiga n tanta o ms acep- Ro be rt De N iro. l se dec lar
Bo bbit (e l exmarido de Lo rena taci n que e l "bueno", ya no son inoce nt e de todos los cargos ,
Bobbit, aquella mujer que se hizo tantos. pero, entre nosotros, que sabemos
clebre por su dentellada). que en los alrededores de De N iro
Esto se hace evidente y cristali no puede ocunir cualquier barbaridad,
Se p od r a profundi za r muc ho en Heat ( 1995), en esa escena que lo hemos visto desnucar a un
ms, claro est, en las tcticas tensa como la cuerda de un tenor tipo sin cambiar el tono de su voz
blicas que utiliza De Niro para en la que De Nir o y A l Pacino se en medio de un discurso -Los in-
hacer de funda de sus personajes, explican de manera filosfico-ma- tocables de Elliot Ness (1987)-,
pero quiz resulte ms interesante can a sus propias poshuas a cada no nos choca especialmente que
adentrarse en otros terrenos m s lado de la ley. De N iro es, nahtral- anduviera dando la vez y vigilando
arriesgados: Robert De Niro es, mente, el villano de la historia, la cola en un lupanar de lujo pari-
hoy por hoy, el actor potico por pero nadie puede evitar, ni siquie- s i n. R obc rt De N iro, seamos
excelencia. Y el q ue asume con ra P aci no, que le atrav iese una francos, no es de fiar.

NOSFERATU 27
 Highway to Hell

aan,
mon
amour
Jess Palacios

Salan, Lu:::4 'r /Jeelt:::cl){(h .. . i::en ugari ditu. /Jmiw zrtlmti::Jtrik grthe gi::alenren
h/storiako bilaunagusia e/a wtrrmekoa dugu.. Jreugo. ditum aurpegi ugarien azpian eta
::erbt'tzari-piloarmgun , sekrctunk malt::urrenrt ezkulatu n du, gai:::.tokert(!rm benetnko
m11pe~:y: giz.asemearenrt !Jemr('llo.

1. E l Diablo, probablemente M urna u, pasa udo por excursio nes prelaci n de Mefistfeles que nos
al mundo de la brujera, como La ofrece Emil Jannings, muy acorde
Desde sus primeros tiempos el ci- brujera a travs de los tiempos con la tradicin folklrica del
nematgrafo, artefacto nigromu- ( 1922), de Christenscn. Y ya des- trickster, el diablo sinvergenza y
tico, ha venerado la imagen del de ese instante se intuye que e l lascivo, cautivador por su inge-
Maligno y cultivado el mito fusti- celuloide siente una indecente nio, metamorfoseado por la cultu-
co en todas sus for mas, de las simpata por el Diablo. La propia ra popular en arquetipos ms hu-
primitivas versio nes de M lies a la obra maestra de Murnau se sos- manizados como el Till Eulenspie-
magnfica Fausto ( 1926) , de tiene grac ias a la diverti da intcr- gel gennano, el Bre'r Rabbitt de

~I NOSFERATU 27
los afroameri cauos (cuyo avatar Highway T o Hell (199 1), de Ate lo que necesita ... a cambio, claro,
ltimo no sera sino Bugs Bunny) de Jong, redondeada por Hellcop, de su alma. Hasta llegar al ejemplo
y hasta en el pcaro del Siglo de un infernal polica cubierto de es- ms reciente, la delirante Pactar
Oro espaol. Es esta simpata na- carificacio nes satnicas. Ms con el Diablo ( 1997), de Taylor
tural en el hombre hacia quien se chistoso y rufin es el D iab lo in- Hackford, protagonizada por un
aprovecha de s us semejantes, teqJretado por el maquillado y sal- histrinico e inevi tablemente di-
acompaando la maldad de humor tarn Billy Zane en Caballero del vertido Al Pacino, en el papel con
e ingenio, la que ha hecho atracti- Diablo (1994), de Ernest Dicker- mucho de trickster de un Diablo
vos a tantos villanos ci nematogr- son, reelabo racin de ciertas tra- que se hace llamar John Mi lton,
ficos: H annibal Lecter, Freddy diciones gnsticas cristianas refe- dirige una multinacional y disfruta
Kmeger, Beetlejuice, Chucky, el rentes a la Santa Sangre de Cris- con el flamenco tanto o ms que
Joker, el Clown, The Mask y un to, resuelta en clave de gore pero con sus largas parrafadas diabli-
largusimo etctera que incluye al con momentos diablica me nte cas, en las que traza toda una apo-
mismsimo Trickster, de la me- efectivos. Otra hbil combinac in loga incontestable de s mismo.
diocre pero interesante Juego de ambos arquetipos se da en el
mortal (1994), de John Flynn, y Louis Cypher interpretado sobria- Otros villanos han adoptado el ro-
al ms descarado de los diablos mente por Robert De N iro en El paje mayesttico del Satn de M il-
sarcsticos, Jack Nicholson en la corazn del ngel (1 987), de ton: las versiones ms modernas
versi n que de Las brujas de AJan Parker, curiosamente basada de Drcula, las dirigidas por John
Eastwick (1987) dirigiera vigoro- en un a novela del auto r del gui n Badham en 1979 y por Coppola
samente George Miller. de Legend, William Hjortsberg, y en 1992, convierten a su protago-
cuya imagen de un De Niro ele- nista, interpretado respectivamen-
Pero esto no bastara para con- gante y tranquilo deglutiendo de te por Frank Langella y Gary Old-
vel1ir al Diablo en padre de todos un bocado, cual serpiente edni- man, en trgico personaje maldi-
los villanos. Para ello e l cine debe ca, un huevo previamente compa- to, que debe tanto al arquetipo
recurrir tambin al lado trgico y rado al alma humana es un mo- miltoniano del rebelde cado como
grandioso, a l Satn para quien fue m ento ya cls ico del cine de te- al hasfondo byroniano del vampi-
compuesto el Paraso perdido de rror. Con iJa claramente miltonia- ro gtico. De m aldad extrema y
Milton. Junto al humor sardnico na se rebela e l Arcngel Gabriel convincente, no exenta de gran-
y el verbo fci l se necesita siem- contra Dios y el Cielo en la pel- deza, est henchido el perverso
pre la grandeza trgica del ngel cu la de culto T h e Prophecy Warlock, el brujo (1989), inter-
Cado. El Diablo como hroe ne- ( 1995), de Gregory Widden, es- pretado por e l britnico Julian
gativo, como polo opuesto pero pecie de trasposicin de la novela Sands. Pero la encarnacin per-
casi igual de Dios y del Bien. Po- de Anatole France La rebelin de fecta del espri tu de Milton la en-
cas veces ha logrado el cine refle- los ngeles al inframundo de la contramos en un fil m de ciencia
jar el aura del Satn miltoniano, carretera ame ri cana, en la que ficcin, E l imperio contraataca
aunque haya estado cerca de con- Chl'is topher Walken es al final ( 1980), secuela superior de La
seguirlo en Legend ( 1985), don- vencido con la ayuda del propio guerra de las galaxias ( 1977),
de Tim Cuny, cargado con unos Lucifer (Viggo Mortensen), quien en la que Darth Vader, lder del
cuantos kilos de maquillaje, da teme que le sea usurpado el pues- lado oscuro de la fuerza, se des-
vida a un me lodramtico diablo to de Seor de los Infiernos. En la cubre padre cam al del hroe pro-
isabelino, gigantesco y escarlata, lnea de Milton, aunque en modo tagonista, a quien trata de atraer a
adornado con todos los at ributos leen, habra que situar al peculiar su bando, en med io de una escena
tradiciona les del personaje (patas Stefan Arugrim del c ls ico ps ico- de una gra ndeza pocas veces al-
de carnero, perilla y cuernos), hnico Lucifer (Fear No Evil, ca nzada en e l cine fantstico y
qu e trata, infructuosamente, de 1981 ), de Frank LaLoggia, donde q ue habra sin duda satisfecho
tentar a una no del todo inocente ngeles y diablos se enfrentan a tanto a M ilton como a l propio
doncella en su reino subtenneo, 1itmo de msica new wave, para Diablo.
que semeja e l decorado de una desesperacin de los aficionados
obra de W ilde, dise11ado por un ms serios. En ambiente tambin
equipo de artistas decadentes a l totalmente americano, La tienda 2. Mujeres y nios primero
mando de Beardsley. Con alg unos (1993), de F raser Hcston, irregu-
inevitab les y agradecidos toques lar adaptacin de la nove la de Cuando el cinc pretende asustar,
del lrickster pero con predominio Ki ng, nos presenta al amable Le- usar el miedo que todos, creyen-
de la v is miltoniana, Patrick Ber- land Gaunt (Max Von Sydow), tes e incrdu los, sentimos ante el
gin dio vida a un Satans elegante tras cuyo ancia no rostro se es- D iablo y sus cohortes, opta por
y britnico, aunque venc ido por conde un tentado r Mefi st fe les darle el cuerpo y el rostro de
una pareja de teens, en la deliciosa que tiene para cada persona j usto aquellos seres que ms indefensos

NO S FERATU 27
 y tiernos nos parecen: los nil'1os. geddn en La maldicin de Da- den aduc ir una genealoga tan sa-
Desde la obra maestra de Polans- m e n (1978), de Don Taylor, tnica como la Lilith de N ight
ki, La semilla del diablo (1968), hasta que el propio Dios le pare Angel (1989), que no es otra que
que basada en la paranoica novela los pies en El final de Damien la madre bblica de los vampiros,
de Ira Levin culminaba con la ple- ( 198 1), de Graham Baker; y junto aunque e l demo nio a l que se
na aceptacin del pequeo engen- a ellos, e l beb mutante de Estoy enfre nta e l c ura inte rpre tado
dro por patte de su alucinada ma- vivo ( 1973); la pequet1a Ca rrie por Ben Cross en The Unholy
dre, la idea del nacimiento del An- ( 1976); el acomplejado cadete de ( 1988), que provoca sexualmente
ticristo es un tpico del cine fan- Evi lspeak (198 1); Los c hi cos a los sacerdotes para enviar sus
tstico. El exorcista ( 1973), del del maz ( 1984), de King; los tres almas directas al lnfiemo, es el
catlico William Friedkin, at1adira nit1os nacidos en un eclipse de sol que ms can nicamente puede
el tema de la posesin satnica, cb C umpl eaos sangriento competir con los clsicos del cine
conformando el tono general del ( 1980) y muchos ms, incluyen- satnico. Lo cierto es que las mu-
cine sobre el Diablo durante mu- do los plagios italianos y espao- j eres diablicas se escapan un
chos aos. De la hbil combina- les al uso, como La endemonia- poco de nuesho campo, para ins-
cin de ambas ideas surgira la da ( 1975), de Amando de Osso- cribirse en el de los demonios me-
triloga (ampliada va TV a tetra- tio, Exorcismo (1974), de Juan nores: vampiras, vamps y psic-
loga) de La Profeca , iniciada Bosch, o una de las peores pel- patas.
por Richard Do n ne r en 1977. culas de Lucio Fulci, Ma nhattan
Pronto las pantallas se llenaron de Baby (1982), por citar slo algu-
rostros redondos y tiernos, apa- nos ejemplos. 3. En las garras de la secta
rentemente inocentes, pero capa-
ces de las mayores cmeldades: la Mencin apatte merecen las en- No siempre el Diablo se toma la
pequea R egan, poseda por e l carnaciones femeninas del Diablo, molestia de visitamos en persona.
demonio babilnico Pazuzu, que tanto ms diablicas cuanto ms Confa en sus muchos servidores,
acabar con la vida del joven sa- atractivas. Cmo olvidar a lapa- lderes de cultos dispuestos a dar-
cerdote protagonista, tras una or- reja de lesbianas ases inas com- lo todo por l, especialmente la
ga de vmitos y actos blasfemos, puesta por Sylvia Miles y Beverly vida de los dems. Alg unas figu-
para volver a ser ased iada des- D'Angelo, convertidas en demo- ras reales, clebres por su neg ra
pus en la menospreciada Exo r - nios tras su muerte, acosando las- fama como ocultistas, se han vis-
cista IJ: el h ereje ( 1977) de civamente a la protagonista de La to retratadas por el cine de mane-
Jolm Boonnan; el dulce Damien, centinela (1976)? Indudablemen- ra ms o menos clara. Alcister
marcado con el nmero de la Bes- te diab lica es la manti s rubia de Crowley, el ingls que se haca
tia, que causar la muerte de toda El cuarto hombre ( 1983), de llamar la Bestia 666, ya protagoni-
s u familia y proseguir su san- Verhoevcn, interpretada por Re- z en 1926 The Magician , de
g rie nto camino hacia e l Arma- ne Soutendijk. Pero pocas pue- Rex Tngram, adaptacin de la no-
vela que escribiera Maugham tras
conocer al "hombre ms perverso
de Inglaterra". Mocata, el nigro-
mante que se enfrenta a Christo-
pher Lee en The Devil Rides
Out (1968), y Karswe ll, el no
menos siniestro hechicero del cl-
sico de Toumeur La noche del
demonio ( 1957), son tambin, a
pesar de sus orgenes literari os,
personificaciones de C row ley.
Ms recientemente reconocimos
su som bra en El seo de las
ilusiones (1995), de C livc Bar-
ker. Una sombra que se funda
con la del inevitable Charlie Man-
son, cuyos crmenes se convirtie-
ron ipso facto en materia explota-
ble por el celuloide: T he Death-
master ( 1972), de Ray Dan ton,
con Robcrt Quarry como un
gur/vampiro que lleva a sus se-
El exorcista
NOSFERATU 27
 La Profeca

guidores a una orga d e sangre;

Perros rabiosos ( 197 1), con sus
hippies babeantes; L a lt i ma
casa a la izquierda (1972), de
Craven; y otras ms d escaradas
como Manson ( 1972/73 ), d e
Laurcncc Merrick, y T he Helter
Sl<clter M u rder s ( 1988), que in-
cluye una cancin d e l propi o
Manson. El prototipo de todos los
satanistas, Gilles de Rais, inspira-
ra la triloga d e A lari c de Marnac,
personaje creado por Paul Naschy
a imagen y semeja nza del infame
caballero medieval, cuya amistad
con Juana de Arco inquieta desde
hace aiios a Katlu-yn Bigelow. E l
reverendo Jones, que arrastr a la
mue11e a sus seguidores, protago-
nizara G u ya na , el crimen d el
siglo ( 1979), de l mex icano Ren
Cardona, Jr.

Ya en 1929 Christensen, entonces

en Hollywood, haba llevado a la
pantalla Seven Footprints To Sa-
lan , el c ls ico pulp sob re una
secta d iab lica neoyo rquina escri-
to por Merritl, y en 1934 Edgar
G. Ulmcr rea lizara una de las jo-
yas de l gnero, Satan s, en la
q ue Boris Ka rloff interpreta a un
elegante satanis ta, aislado en un
magnfico edificio estilo Bauhaus,
y que nos muestra una de las ms incursiones d e Argento en la bru- cuando las hay suelen referirse a
impres ionantes misas negras ja- j era, la genia l S uspi r ia ( 1977) y pagan ismos tan sangri entos como
ms fi lmadas. Las sectas satni- la fascinante lnferno (1980); La sospechoso s. Especialmente des-
cas, con lderes ms o menos ca- secta ( 1991 ), de Soavi, revis in taca ble es T h e W ickc r Ma n
rismticos, constituyen un gnero de los crmenes de Manson com- ( 1973), ele Robn Ha rdy, d onde
por s so lo: We i r d Wo m a n binados con paganismo clt ico y Christopher Lec encarna a u n no-
( 194 1) y B urn , W itc h, B urn pesadi llas lovec rafti anas ... ble que ha resucitado los cultos
(aka Nigh t of t he Eagle, 1961), celtas en su isla y Eclward Wood-
ambas basadas en la novela de Es c uri oso qu e en rea lidad las ward al polic a que se convertir
F ritz Leiber Esposa hechicera, sectas satnicas reco nocidas, con en vc tima sacri ficial. Un film
cuya tes is es que todas las muje- la Ig lesia de Satn del reciente- muy superior al Darldands
res son brujas ... pero de verdad; mente fallecido Anton LaVey a la ( 1996) de Julian Ric hards, que
T he Witchcs ( 1966), co n m s cabeza, nunca hayan estado impli- obviando la ambigedad de su
mantjas satn icas a la hora del t; cadas en crmenes, suicid ios co- precedente se convierte en torpe
Satn, mou amour (1971), d e lectivos o sacrificios sa ngrientos, manifiesto antinaciona lista. Los
Paul Wendkos, maligna y viciosa salvo en co ntadas excepciones. cultos aztecas han dado lugar a
peliculi lla que confi rma lo que ya Lo cierto es que la mayora d e dos piezas tan s impticas como
sabamos : los ricos y famosos ta les hechos so n provocad os por absurdas: La se rpiente voladora
son todos satanistas; la ps icotr- cultos de tipo cristianoide e inte- ( 1982), de Larry Cohcn, en la que
nica B lood O r gy O f t he S he De- gris ta, tendentes a co n fundi r en los sacrificios humanos a Que-
vils ( 1972) de Ted Mikels, con su se no element os que van del tzalcoat l resucitan a una gigantes-
brujas californ ianas siempre dis- purita nismo a la ufo log a. En el ca serpien te prehistrica, y The
puestas a desnudarse y sacri fcar c inc no abundan las recreaciones Laughing Dead ( 1990), una co-
chicos a Satn; las dos estili zadas de cultos que uo sean sat nicos, y media gore en la que su d irector,

NOSFERATU 271J~
PAG4a44.PM6 43 13.'03198. 22: 15
el escritor S. P. Somtow, inter- Cons tanzo, mafioso mexicano y uno, todos los villanos que en el
preta al lder de un sangriento cul- sacerdote de palo mayombe, que cine han sido. Todos son emana-
to indgena, que arroja corazones coca a sus enemigos en un cal- ciones del Seor de las Tinieblas.
humanos despreocupadamente en dero. Una de las pocas ocasiones Desde el George Sanders de Eva
una pila en sangrc ntadr~ y toca m- en que un culto cristi ano apa rece al d es nud o (1950) al Frank Lan-
sica clsica al piano. Tampoco el retratado negativamente en e l cine gella de la ltima Lolita (1 997),
V ud, la Santera y otros cultos de terror es en Servants Of the desde el Blofeld de la serie Bond
afroamericanos han tenido en ge- Twilig ht ( 1990) , de J effrey al Bas il Ratbbonc de Robn de los
neral un tratamiento muy brillante Obrow, segn novela de Dean bosqu es ( 1938) ... , todos e llos nos
en el cine. Cabe destacar una vez Koontz, cuyo final sorpresa inva- muestran las m il caras de l D iab lo:
ms La serpiente y el Arco Iris lida en gran medida su atrevimien- la lujuri a, la avaricia, la a mbi-
(1987), de Craven, en la que un to inicial. cin .. . Todos los pecados capita-
impresionante Zakes Mokae inter- les, uno a un o. Y aunque parecen
preta a un fo11-fo11 macoute que es perder la partida sobre e l tab lero
a la vez bokor o mago negro, y, 4. Al diablo con todo de la pantalla ci nematogrfica, sa-
naturalmente, Perdita Durango bemos qu e, en ltima instancia,
( 1997), de Alex de la Iglesia, con Para fi nalizar, es necesario insistir ha n ganado. Pues ... en quin
Javier Bardem como el santero en lo obvio. Satn, el Diablo, Lu- pensamos ms al cabo de las ho-
Romeo Dolorosa, inspirado en e l cifer, como quiera que lo llame- ras, los das y los ailos? En los
personaje real de Alonso de Jess mos, es al mis mo ti empo que hroes nobles y puros o en sus
decadentes y viciosos enemigos?
Puede alguien imaginar una pel-
cula s in villanos y, por tanto, sin
Vi llano? Las hay, s. Pero mejor
no hab lar de ellas. En estos tiem -
pos de New Age se nos dice que
todos somos Dios, que to dos lle-
va mos un a parte de Dios en nues-
ho interio r. Puede ser, pero a la
mayo r a nos cuesta creerlo. Al
contrario, no tengo dificultad al-
guna en reconocer al Diablo den-
tro de m. Lo oigo en cada asm-
tico resoplido de Darth Vader a
travs de su neg ra mscara, lo
veo reflejado en la sonrisa oriental
del Dr. Fu-Manch, lo siento rep-
tar por mis venas al suspirar por
elliguero de Marlene Dietrich .. . Y
entonces, como todo adorador de
esa mquina de sueos fa laces
que es el cine, de ese moderno
Baal devorador de almas, de ese
Moloch que se ha quedado con el
nio que una vez fu imos, enton-
ces no puedo dejar de susurrar,
bajito pero con claridad: ''pap,
pap ".

Perdita Durango
 Un ladrn en la alcoba

on una sonr1sa
en a cara Miguel Marias

Trumkdum sotntroz:n du jilmerik benazko eta sen'ocnefm1 ere,

errealis111o-osperik /l((ndieno ela asnw etri istiko edo
Lestt'gon/.:.azko goreno dutenelon ere, bilouok, gvren-unean
hederen, irrihorre solrtt:.w'le edo horrigarri bah eusteko {!;wtza ez
direlo egiozlolzeak.

NOSFERATU 2 7 m
 Orson Welles quiso durante cierto de modo que no hay necesaria- con cierta frecuencia: de placer,
tiempo llevar al c ine la novela de mente contradiccin entre la son- de gu sto, de satisfaccin, de a li-
Eri c Ambler The Smiler wilh a risa -o incluso la risa- y el asesi- v io o por puro nerv ios is mo, o
Kn(fe, un th1lo intraducible que nato, el crimen, la menti ra, la trai- para disimular s u miedo, antes,
tiene todo e l aire de proceder, cin, la intriga, la conspiracin, la durante y despus del crimen, tal
como tantos otros de los mejores, maldad. vez ai'os ms tarde, al evocar su
de algn verso de Shakespeare: delito. Y esto es algo que el cine
podremos decir que un ases ino es Muchos villanos lo han sido de ha registrado incontables veces, y
sonriente, o que some, pero un corazn, con enh1siasmo y dedi- sospecho que no siempre cons-
"sonreidor con un cuchillo" es una cacin, con afn perfeccioni sta, ciente o deliberadamente.
idea visua l y psicolgica fascinante con a lma de artista, con autntica
y certera que no se me ocurre vocacin de malos; otros, menos Se dir que el cine es ficcin ,
cmo expresar e n castellano, y interesados por la calidad, han ac- pero conviene tener siempre pre-
que casi obliga a emplear neologis- hlado con ambicin de recordman sente cunto de lo que nos hace
mos no muy satisfactorios. cuantitativo, con ansia acaparado- ver, tal vez por accidente, es real,
ra de coleccionista insaciable de precisamente porque nos revela lo
No se olvide que un gesto tan ex- crmenes, o movidos por la pura que es t debajo, por encima o
c lu sivamente humano -se dice codicia cuando trabajaban a suel- ms al l de la apari encia.
que los animales no sonren, aun- do. No es preciso que fuesen per-
que a veces lo parezca-, y por lo versos, sdicos ni morbosos, ni el Hay, naturalmente, incluso en la
general agradable, como la sonri- carcter casi esttico de su goce vida real, delincuentes tan corte-
sa, tambin puede ser inquietante: queda reservado a los profesiona- ses, suaves y e legantes como Ja-
es evidente que hay sonrisas des- les del crimen: tambin los aficio- mes Mason en C on la muerte
equilibradas, sdicas o maniticas, nados tienen su o rg ullo, pueden en lo s talones (1959) , Ca r y
cnicas o hipcritas, fatuas o pre- considerarlo como una de las be- G rant en Atrapa a un la drn
sum idas, despectivas o displicen- llas artes y, en otros casos, son ( 1955), de Hitchcock, o Herbert
tes, falsas o tai madas, cuidada y sensibles al vt1igo de las grandes Marshall en Un ladrn en la al-
engaosamente tranquilizadoras, cifras. Unos y otros han sonredo coba ( 1932), de Lubitsch, pero

El hombre que saba demnsiado

lj;tlI NOSFERATU 27
 La noche del cazador

no m e re fi ero a ellos, ni tampoco

a una ilustre sucesin de pcaros,
espas, ladrones de g uante blanco,
hombre s-mosca, fal s i fic ad ores,
es tafa dores, tramposos y hasta
ocasionales asesinos pasionales
como algunos e nc a rnados por
Rex H arrison, George Sande rs,
Claude Rains, Kirk Doug las y
Clifton Webb, adems de los an-
tecitados -y fre no en seco para no
hacer una lista que sera intenni-
nable-, muchas veces s ig ui e ndo
las instrucciones d e J oseph L.
Mankiewicz . Y no, por ci e rto,
porqu e crea al primero de los
mencionados incapaz de matar o,
por lo menos, de hacer que un
esbirro suyo diese muerte en su
nombre, que es siempre ms dis-
ti nguido y ms pulcro.

No, la imagen que me sug iere el

ttulo de Ambler evoca en m is re-
cuerdo s c inematog rfico s ms
bien al extravagante Peter Lorre
de El agente secreto (1 936) y el
primer El hombre que saba de-
masiado ( 1934) de Hitc hcock, o
al afectado y e n ltima instancia
inofe nsivo Joel Cairo que encarn
en El halcn malts (1 94 1) de
Jolm Huston; m e lleva a la somisa
c ri spada y fatali sta del sie mpre
nervioso y abat ido E lisha Cook, nales realmente joviales o dotados Su somi sa puede ser huidi za o
Jr. , tan a menudo vctim a propi- ele sentido del humo r, como el efimera, aboch ornada o esforza-
ciatoria y fallido matador, de lg i- fle mtico protagonista de Ocho da, pe ro ser tanto ms preocu-
co pesimismo y justificado ca rc- senten cia s de muerte (1 949) , pante cuanto ms pe1111ane nte sea
ter aprensivo; o me hace pensar, de Robert H a mer, ni qu e sean y menos j ustificada nos parezca.
quiz sobre todos, en el chules- poco conscientes o irresponsab les Ni siquie ra la fatuidad, la frivoli-
co, j acta ncio so y confiado Dan de sus actos, por falta de educa- dad o la m emez gara ntizan que
Duryea ele alg uno s film es "ne- cin o por efecto de alguna p er- sea in ofensivo el que so me, por
gros" de Fritz Lang como La mu- turbac in menta l transitoria o p er- muy beatfica men te que lo haga .
j er del cuadro ( 1944) y Perver- ma nente. Ta mpoco es un gesto Tam poco la deb ilidad, la blandura
sidad (1945), o de Winches ter que les haga me nos peligrosos o o la falta de vo luntad que ciertas
73 (1950), d e A nth o ny Mann. sa ng uinar ios; po r e l contrario , somisas indica n debe tranquili za r
P orque, convie ne advertirlo ya, pued e ser sei'al de exceso d e con- e n exceso o inspirar con fia nza.
no hay ba rreras genricas, geo- fianza en s mismos o en su im- R ecue rdo grandullones indolentes
grficas ni temporales a la sonrisa punidad final, o de ciega fe y en- y casi som nolientos co mo V incent
de l que asesina, sea e n ca lie nte o trega homicida (muc ho ms q ue Price, de so nri sa excu lpatoria, o
a sa ng re fra, lo haga de improvi- suicida) a la causa por la que lu- el predi cador incorporado por Ro -
so o tras minu ci oso clc ulo, y chan, o ind icio claro de un des- beJ1 Mitchum en La noche del ca-
trabaje por cue nta aj e na o en el equilibrio que puede llegar a la es- zador (1955), de Charles Laugh-
libre ejercicio de su vocacin ms qui zofre nia y hasta a la p ersona li- ton, que obviamente dis fmta ej er-
profunda. dad cscincida in cve rsiblemcn te o c ie ndo de ogro, as co mo varios
fragmentada en m ltip les facetas gordos de aire sede ntario y bona-
Que soman no s ignifica forzosa- incomunicadas e ntre s e igno ra n- chn, desde Victor Buono en El es-
me nte que se trate de unos c rimi- tes de su recproca existencia . trang ulador de muj eres (1963),

NOSFERATU 271J
 de Bmt Toppcr, hasta Raym ond Lady de Winter (Joan Fontaine) nos c ronol g icos o rac ia les,
Burr en Una pistola al amanece que pretende sustituir a la inigua- como demuestra, sin ir ms lejos,
(1956), de Jacques Tourneur, pa- lable Rebecca. la permane nte aunque insegura
sando por Laird Cregar en va ri as sonrisa del villano finalmente ap-
pelculas de Jo hn Brahm y tam- E n cambio, si lo pen sa mos un trida que fue e l camalenico Basil
bin de Henry King, el Burl lves poco, hay pocos asesinos rea l- Rathbone.
de Wind Across the Evetglades mente ser ios en el cine, y pocos
( 1958), de N icholas Ray, y La ms que puedan ca lificarse de Cabe preguntarse, eso s, si esta
gata so bre el tejado de zinc tristes o melanclicos. N i siquiera inesperada revelacin que nos ha
( 1958), de Richard B rooks, e l entre los funcionari os del crimen, proporcionado el cine no se debe-
fofo y pusilnime Peter Ustino v, los asesinos a sue ldo, los m s r m enos a la voluntad de los ci-
el untuoso y ambiguo pero m uy vul gares y annimos sicarios, los neastas y, antes de e llos, a una
amenazador Sidney Greensheet, o que ejecutan mecnicamente, sin sutil observacin de los g uioni s-
el irascible a la vez que indolente pasin ni entendimiento, rdenes tas, que a la simple capacidad de
Charles Laughton, capaz este lti- recibidas. Hay cierto regodeo en la cmara cine matog rfica para
mo, como actor, de llegar a extre- la cme ldad y la intimidacin, del captar la apenas disimulada frui-
mos de indi scutible goce sdico, que han hecho gala muchos to rht- cin con que algunos histriones
desde el capitn Bligh de Rebe- radores vocacionales, un c ierto dan v ida y colorido a los villanos
lin a bordo (1935), de Frank regocijo en el libre ej ercicio de la que les ha tocado interpretar. Es
Lloyd, hasta e l taimado senador maldad, que no se ha analizado una hiptesis indemostrable, por
suref1o de Tempestad sobre \Vas- mu y a fondo , que pocos estn supuesto, pero que qui z conven-
hington (1 962), pasando por el dispuestos a reconocer en s mis- ga no descatiar por completo, ya
nada imparcial juez de El proceso mos y hasta se resisten a admitir que todava no estamos en condi-
Paradine ( 1947), de Hitchcock. en los dems, pero que el cine ha ciones de separar con claridad lo
La r educida es tatura tampoco mostrado insistentemente, una y que se debe a la apo1iacin perso-
lima el filo cortante de la sonrisa otra vez a lo largo del siglo, y en nal, subjetiva y dramatizadora, de
ni el cariz cada vez m s alarmante todos los pases, pero sin subra- quienes fabrican las pelculas, de
que van cobrando las carcajadas yarlo como a lgo notab le, como lo que es pura y simple conse-
maniti cas de James Cagney en dndolo por sabido. cuencia de la reproduccin mec-
Al rojo vivo ( 1949), de Walsh, a nica, en imgenes en movimiento,
medida que se acerca a un estalli- No hace falta que se trate de neu- de aquello que se sita delante de
do delirante de violencia. Y que la rticos como Ti mothy Carey o un objetivo.
somisilla est hundida en los ojos, Clu Gulager o Steve Ihnat -aun-
sin aflorar a los labios, como le que sean, ciertamente, ms pro-
ocune a Burgess Meredith en La pensos a la sonrisa que los btutos
noche deseada ( 1967), de Pre- to scos como T e d D eCorsia u
minger, o Memorias de una don- opacos sin dos dedos de frente
cella (1946), de Jean Renoir, o a como Adam William s-, a veces
John Davis Chandler en varios fi l- con risa de hiena, como Strother
m es de Peekinpah, tampoco re- Martn, ni, por el contrario, refi-
sulta, a decir verdad, excesiva- nados z alameros como Martn
mente tranquili zador. No deja de Landau (puede contemplarse a es-
ser curioso, en cambio, que, pese tos dos ltimos, en fuerte con-
a que no falten en el cine ejemplos traste entre s y con Mason, en
de mujeres criminales o traicione- esa summa hitchcockiana que es
ras, no me vengan a la memoria C on la muerte en los talones,
mal vadas con una sonrisa en los perfecta ilustracin del principio
labios; parece como si ellas -se- de la "divisin del trabajo" entre
gn los cineastas- se lo tomasen las fuerzas del mal). No se trata
ms en serio, o como si las actri- de una sonrisa "profesional" ni
ces no se sintiesen a gusto en vo luntaria -vase e l Drcula
esos papeles negativos. Si acaso ( 1931) de Lugosi, que si causa la
Judith Anderson en Rebeca muerte es slo por un indeseado
( 1940), de Hitchcock, aunque su efecto secundario de la extraccin
gesto predominante sea malhumo- total de sangre de sus vctimas,
rado, se permite de vez en cuando que por otra parte necesita para
una medio sonrisa irnica y des- "sobremorir"- ni de un sntoma
pectiva ante la nueva e ingenua que pueda ser repartido con crite-

):INOSFERATU 27


,
Angel Comas
:lsprdd/koo da :::.i11ertren ela komiktrl'n al'leko hmn'/11([110. 1\om/kietako malt:urmk
:::.inemako aklorc elrt perlsono/elrtn o/nrmu clt'm ela :::.tileko maltwrnrtlmmwnetoko
botzuk konuZ:/etoltk sor/ud/m ..\'olwwhi ere. komikictoko biluuek :ti1eko nwlt:urrek e;pit
e:in dit:aketen ho/111)([/ p,wtut l'p:/n dt't:rtl\l'le.

erman Mankiewicz, el quien le apetezca, pasrselo tan mayores en el cine se pusiese a l

guionista de C iudadano bien co1no le d la gana y hacerse alcance de los niilos en los te-
Ka n e ( 1940) y hermano rico engmlando y traicionando a beos. Aunque la maldad de los vi-
de Joseph, lo dej muy todo el mundo ... Pero alfinaltie- llanos de los dibujos no quedaba
claro en 1937: "En 11/W novela, el nes que matarle". explcita sta no dejaba lugar a
hroe puede fo llar con diez chicas dudas. E ran ma los de papel que
y al fina l casarse co11 1111a virgen. A nte la imposibilidad de que Ho- luego se vistieron con ah1endo de
En un fi lm esto no est permitido, llywood re flejase libremente la celuloide y a quienes se les en-
tanto el hroe como la herona maldad, se ech mano de los mal- masca raba del iberad ame nte con
han de ser vrgenes. El villano, vados de los cmics. Resulta pa- toques de humor sus perversida-
no obs tante, puede follarse a radjico que lo censurado para los des o fe lon as. Pareca que un

NOSFERATU 27
 sus rasgos fi sicos a gngste rs o a
poco ilustres d elincue ntes.

Todos los hroes del cmic tiene n

su malvado o malvados fijos. Es la
co ntrapa rtida o bli gada. C mo
puede mostrarse la belleza si no se
la compara con la fealdad? Cmo
puede g lorificarse lo bueno si no
se mucsha la ma ldad ? En u n me-
d io esque m ti co como el cmic,
en el que una simple v ieta est
llena de ideas y sugereucias, los
me nsaj es se basan en las compara-
ciones d e alternativas opuestas.
Eso no significa que los m ensaj es
de todos los cmics fueseu po lti-
camente correctos; a unque supedi-
tados a este p lanteamiento ta n re-
duccionista, los v illanos podan es-
caprse lcs de las manos de sus au-
to res y resulta r, muc has veces,
m ucho ms interesantes y atrac ti-
malo de cm ic quedaba e n segundo cmics s ie mpre han te nido e l ce- vos que el protagoni sta. Lgica-
pla no, porque se le dibujaba con re bro m uy desarro llado. Son au- me nte muchos de los malos no re-
c ua tro trazos que imp ed a n que tnt icos ge nios . Bajo fo rmas equ- sultaron tan no torios com o otros.
hasce ndi ese su perversa persona li- vocam e nte ino c u as d isf ra zada s Pero si ya es difc il la creacin de
dad. Pero cuando sta se imponia a con los trazos apa rentem en te in- un model o nuevo de hroe todava
las naturales limitaciones del medio, ofensivos d e los dibujos se escon- resulta ms comp licado construir
b1illaban y anasaban como un h u- d a n las taras ms d espreciadas un malvado con personalidad a u-
racn. Es indudable que, en estos por las sociedades conse rvadoras. t nti ca. Aunque e l h roe aca be
casos, los malos sie mpre resultaban E ra n lo s ms g ra ndes v ic io sos, ap arentemeute por triunfar llevn-
m ucho ms interesantes y atracti- los m s cni co s y los que se rea n dose a la chi ca y los honores, e l
vos que los tonto rrones hroes. d e las leyes hu manas y d ivinas, v illa no ilustre queda m s a rraigado
"Un buen hombre puede ser estpi- a unq ue estos conceptos deberan en el recuerdo del espectador e in-
do y aun as ser bueno. Pero uno re la tivizarse. "Alguien que odia a cl uso se le suele dej ar e n stand-by
malo debe tener cerebro" -escribi los perros y los niilos no puede por s i acaso se le piensa resucitar.
Max imo Gorki-. El inocente Supcr- ser malo" -decla r el irreve re nte In cluso s implemente esbozado y
m an no tiene nada que hacer en su W. C. Ficlds- . A mparndose en la presentado co mo e nemigo en un
p ulso con el maquia vlico Lcx Lu- coa rtada de pu blicaciones para ni- cmic, e l mal es infinitamente ms
thor. Batman se ve como e l tonto i'los y jve nes se esbozaba n villa- atracti vo, y sobre todo ms inte li-
de l pueblo ante sus mltip les e ima- nas que el cinc no poda pe rm it ir- gente, que el bie n cuyo defensor
g inati vos enemigos, autnticos ar- se acosado po r la auto-censura de mximo, el hroe, se protege ms
tistas del c rim en ... E l lector/esp ec- los estud ios o los pre visibles a ta- e n las reglas de la sociedad que en
tador nunca aceptara un malvado q ues de las ligas de decenc ia. E u s us pro pios r ec ursos pe rsonales.
que fuese tonto . Ni incluso si se le sus pases a l cine, los ma los de los E l triu nfo del malvado se d e be
presentara en tono de comedia. El c m ics han conservad o estas ca- s1e mpre a l mismo e in cluso en
Joker de l prime r Batman (Tim racter sti cas bsicas casi s iem pre luc ha a vida o muerte contra un
Bm1on, 1989), no deja de ser un t ras un a pare nte trata mi e nto d e e nto rn o ad ve rso y hosti l. En e l
temible psicpata. "S~J' el primer co m edi a. H aga n lo q ue hagan subconscie nte del espectador los
artista total del homicidio que f un- sie mpre caen simpticos. Lo s ig- ac tos c riminales funcionan igual
ciona en el mundo" -proclama ma- ni fi ca ti vo es que lo s ma lvad os que aquellas p e lculas que exaltan
lvolamente N icholson-. ms famosos de los cmi cs que a l villano dura nte todo su me traj e
se han pasado al c ine hayan triun- pero les destruyen en lo s dos m i-
fado princ ipalme nte e n los gne- nutos finales. La moralej a ltim a
E l irresistibl e atractivo del mal ros de te rror y fa ntsticos . Los de no ti e ne ning n peso espec lico
los cmics de los a l'ios 40 slo c rtico en el contexto del discurso
Los villains ms conocidos de los ha n serv id o pa ra dejar pa rte de flmico. En estos casos, la estre lla

~NOSFE RATU 27
NosfeMalosCine.ow
es casi siempre el malo, deliberada vados del cmic pasados al cine r io r encarcelamiento en el espa-
o inconscientemente. "La maldad han venido vari ando con el paso cio. E l apogeo de revis tas como
es 1111 mito inl'entado por la gente del ti empo y, especialmente, gra- Tales From tite J'Pf (E. C. Co-
buena para just({tcar el curioso cias al auge de los efectos espe- mics) y s imilares propici las apa-
atractivo de gente diferente", dijo c iales y del maquil laj e. E n este ri cin de malos ta n encopetados
Osear Wilde. tipo de villanos la influencia fo r- como Jason (Viernes 13, 1980),
mal de l cmic resulta evidente en Michacl Mycrs (La noch e de Ha-
su vestuario y en las onomatope- lloween, 1978) o incluso Freddy
D os ca r as d e u na mism a moned a yas visuales, clara traslacin a l Kruege r ( P esa dilla e n E lm
cine de las dibujadas en el papel. Stleet, 1984). Terror y humor se
De hecho, e igual que el personaje Los tres malos de Supermau, el mezclaban con impactantes resul-
doble del doctor Jekyll y Mr. Hydc, film (Richard Donner, 1978),Te- tados.
el hroe y el malvado de los cmics rence Stamp, Ri chard Kiel
componen las dos caras d e una y Sarah D ouglas, ti ene n Es dificil no obstante de-
misma moneda. ''El hombre no es trazos reconocibles en al- terminar co n exactitud
11erdaderamente uno solo" -dice gunos d e los villanos ef- los lmites de las influen-
Fredric March en el film de Ma- meros de los Marve l Co- c ias de los personajes
moul ian (El hombre y el mon s- mics. Esta herencia estti- nacidos en el cmic en
truo, 1932)-. "El bien y el mal ca del cmic es patente en sus versiones cinemato-
siempre estn en etema lucha en su toda la primera parte del grficas y v iceversa. No
interior. Si pudiesen separarse estas fi lm y especialmente en siempre se respetan sus
dos partes, el mal quedara libre". el juicio de estos ca ractersticas dife-
Para Mamoulian/Stcvenson dejar li- tres enemi- renciales y
bre al mal sera una catstrofe. Esta gos y su m u cho
dualidad contradictoria queda pa- poste- m e n os
tente en personaj es de doble lectura
como el del fantasma de la pera, y
sus modernas variantes del tipo
vengador como Darkman (Sam
Raimi, 1990), E l cuervo (A iex Pro-
yas, 1994), Spawn (Mark A. Z. Di- Batmnn
pp, 1997) o El abominable doc-
tor Phi bes (Robert Fuest, 197 1),
en los que resulta dificil determinar
dnde empieza el bien y dnde ter-
mina el mal y hasta qu punto
la venga nza j ustifica sus malig-
nas acciones. Incluso es patente en
una comedia como La mscara
(Chu ck Russell , 1994), aun q ue
aqu los antago1smos entre bien y
ma l hayan sido sustituidos por los
de timidez y autoconftanza, herede-
dados precisamente del film de Je-
ny Lcwis, E l profesor chiflado
( 1963). La lucha ex terna entre el
bien y el mal, representados por
dos fuerzas di fere ntes, no deja de
ser la misma lucha que acostumbra
a librarse en el interior del ser hu-
mano. Todos estos personajes han
nacido o han sido inlluenciados por
el cmic.

La sinergia d e los medios

Los rasgos estticos de los ma l-

 cuando se hu mani za n di bujos ani- con el del cmic. Ocurre lo mis- mandbula del protagon ista se pa-
nutdos, que tambin tienen sus vi- mo con los del Pingino o e l Jo- reciese tanto a la de James Cag-
llanos. La industria de la comuni- ker de los Batman anteri ores. ney, triunfador entonces en los
cacin cada vez m s impone s us Los villains ele la seri e televisiva thri/lers de la Warner .. . La King
reglas en busca de la mx ima ren- era n de hecho g lori osas g uest Features Syndicatc (propiedad ele
tabilidad. Las interacciones esti ls- stars que se divertan lo suyo en- W. R. Hcarst) tambin se apunt
ticas han s ido constantes a travs carnando, con mucho sentido de l a las aventuras del detecti ve pri-
de sus periplos por cmic, porta- humor, a aquellos malos que les vado con seri es en fo rma de tiras
das de pulps, rad io, seria les de haban encantado en los cmics, de Fight Against Crime y The Big
cinc, series televisivas, dibujos y se convertan en sus autnticos Knock Over y despus, en 1934,
animados y pelculas primero de protagon istas. Esta derivaci n pa- contrat a Dashie ll Hammctt para
seri e B y aho ra ele gran presu- rdica de los malos es la que han que escribiese los guiones de Se-
puesto. Es casi imposible encon- hecho suya los grandes blockbus- ere! Agent X-9, que ilust rara el
tTa r un personaje puro que haya ters actua les. P ara llegar a todos entonces prometedor dibuj ante de
saltado directamente del cmic a l los publ icos -objetivo mx imo de 24 m1os Alcx Raymond. Hammelt
cinc s in interferencias de otros cualqu ie r s up erproduccin qu e compondra un pe rso naj e, X -9,
medios. Superman, por ej emplo, deba amortizarse- se suav iza la que actuaba a l margen de la ley y
nace en 1938 en los Action ca- ma ldad a travs del humor, aun- la j usti cia con mtodos ex pedi ti-
mies. Poco despus se producen que sta contina latente. Ocurre vos propios q ue presagiaban el
dos seriales ele episodios pa ra los en Hombres d e ne g to (Barry fu turo Harry el Sucio. El primer
c ines (protagonizados, en 1948, Sonnenfeld, 1997), aunque el 1m- malo de la seri e era "El domina-
por Kirk Alyn, y en 19 51 po r mor se convierte en insopo rtable- dor", Alfrcd Ha ll, un re finado si-
Gcorgc Reeves), pero a principios mente sangri ento en Ma r s A ttac- barita de modales educados, at il-
de los 40 los hcnnanos F leischer ks! (Tim Burton, 1997). Curiosa- dado, que maneja a su banda des-
(padre y to de Richard y creado- mente, el film de Burton se inspi- de la sombra y que inspir a so-
res de Popeye y Betty Boop) hi- ra, y conserva fi elmente a los vi- fi sticados malos de los fi lmes y
cieron una serie ele dibuj os an ima- llanos, de un a seri e de cromos seriales de g ngsters y espionaje
dos para e l cine. Curi osamente promocionalcs de unos ch icles en (era e nto nces e l apogeo de la
Lex Luthor apenas tena protago- 1962, lo que no deja de ser una Wam cr) y a los ilustradores de las
ni smo. Hackman y Donncr tu vie- variante de los cmics bajo o tro novelas del gnero. Desde 1946 a
ron que trabajar a fondo sus ras- soporte. Por e l contrario, S tar- 1956, Alex Raymond ofreci una
gos diferenciales para componer s hip Troppers (Las brigadas del variada galer a de mal vados de to-
el personaje en la serie cinemato- espacio) (Paul Yerhocven, 1997) dos tipos a travs de su famoso
g r fica (S up e rman, e l film ). carece totalmente de este humor Rip Kirby, un peculiar detecti ve
Luego, el Luthor cinematogrfi co ni siquiera en las feroces ara1'ias, de gafas de concha, que no deja-
influenc i a su vez determ inados inspiradas en al gunos de los c- ron demas iada huella en los mal-
villauos de los cmics. Ms claras mics antes mencionados y en vados del c ine.
son las influencias estticas ele los las hormigas de La humanidad
villanos de Batman , sobre todo en p eli g ro ( Gordo n Doug las,
porque fuero n desarrol ladas ms 1954). Apogeo de los malos del cmic
a fondo en la serie televisiva (emi- en el cinc fantstico y de terror
tida en Estados Un idos dell 2-l-66 La s inergia entre diferentes me-
hasta el 14-3-68) que en el propio dios se ha venido mauifestando Es en el terreno de lo fantstico y
cmic. Es curioso sci1alar que en principalmente desde los comien- en el terror tipo gore donde el
esta serie a lgunos de los vill anos zos del sonoro entre cine de seri e c ine ha desarrollado con mayor
clave fue ron in terpretados por ac- B y seriales, pulps y tebeos. Y s i en tus iasmo ideas y personajes
tores d ifere ntes (normalm ent e apursemos las in fluencias no de- surgidos en los cmics. Amazing
viejas glorias). Por ejemplo, Geor- bera mos o lvidar nun ca qu e un Stories, Nightmare, He /1-rider,
ge Sanders, Otto Prem inger y Elli st01y-board no deja de ser un bo- Thrilling Comics, Hem~)' Metal,
Wallach hicieron de Mr. Frceze, rrador de cmic q ue sirve como Creepy, Eerie, /Veird Tales... e in-
que protagoniz Schwarzeneggcr borrador de trabajo de una pelcu- cluso lvfad, alg unas pu blicaciones
en el ltimo Batmau (Batman y la. El Chicago Journai- Daily fra ncesas y muy especia lmente el
Robin ; Joc l Schumacher, 1997). News p ubli c desde 193 1 tiras cmic underground, estn en la
Precisamente en este personaje se diarias de Dick Tmcy en las que base de los malvados de las cintas
pueden encontrar fci !mente las el delincuente era un s imple punto de ciencia-ficcin o de accin, s in
hue llas de la evolucin esttica de referencia para e l mensaj e mo- o lvidar las influencias bsicas de
marcada por los efectos especia- ralista que proclamaba el hroe. Lovecraft. Una de las ltim as
les aunqu e tenga poco qu e ver Es curioso, no obstante, que la aportac io nes ha s ido S pawu

~NOSFERATU 27
 Spmm

(Mark A. Z. Dipp), con un mal- (sll'ord nnd sorcelJl) modificados

vado , Yiolator, que parece un por un imaginativo trucaje ele ima-
cruce entre El hombre enmasca- gen y sonido. La composicin de
rado y Darth Vader con toques a Ming, el malvado ele Flash Gor-
lo Tim Burton, sin olvidar al pro- don (Mikc Hoclges, 1980), parece
pio protagonista, un ambiguo ven- ca lcada del personaje dibujado por
gador clsico de los cmics. E l A lex Raymond. Revi stas como
quinto elemento (Luc Besson, Hu//, Connn, Clmv o Stalke estn
1997) parece el know how defini- en el origen de la mayor parte de
ti vo de cmo adaptar el cmic al su imag inera. Freddy Krueger
cine. Unos gneros que siempre puede ser una variante moderna
haban sido de serie B se convir- inspirada en algunos malvados de
tieron gracias a fi !mes ele gran estas publicaciones. Curiosamente
presupuesto como La guen a de en el achtal resurg ir del cine poli-
las ga lax i as (Georgc L ucas, caco se ha asistido tambin a un
1976) o Conan, el brbaro (Jolm renacim iento de cmic books del
Mi lius, 1982), en ren tables y ape- gnero, com o Polux o H nrd
tecibles por el gran pblico. Un Boiled, y cargar las tintas en los
rpido anlisis detecta rpidamen- personaj es negativos ha servido
te que la mayora de estas pelcu- de inspiracin a cineastas como
las no dejan ele ser traslaciones, Rodrguez -recurdese algunos de
confesadas o no, de historias y los zombies de Abierto hasta el
planteamientos de los cmic-books. amanecer ( 1995)-.
Primero fue la lucha del cine con-
tra la televisin y ms ta rde su Gracias a la mayor pennisibil idad
hermanamiento, sumados con el del cine de ahora ya se puede hablar
desarrollo de las tcnicas de tru- libremente de los villnnos e incluso
cajes propiciadas por el nacimien- convet1irlos abiertamente en los au-
to de la sella! electrnica los que tnticos hroes de las historias. Es
aceleraron las ventajas de esta si- prec isamente la serie ele James
nergia multimedia. En esta parte Bond la que los ha venido presen-
ele la historia, la actual, cine y c- ta ndo casi siempre en igualdad de
mics estn en la base de una gran condiciones tico-morales con el
inclustria mul timedia que marca protagonista. Son malvados egla-
las lneas de otros productos de tras, se({made men, muy parecidos
g ran consumo Uucgos, parques en esencia a Lex Luthor tanto en
temticos o cualquier otra varian- personalidad como en sus acciones
te clelmerchnndising ) bajo una es- o el enlomo, cmzados con el tipo
trategia comercial comn trazada "maestros del universo" creados
por los grandes conglomerados. por Jules Verne y matcrializndos en
el cine por Vincent Price. El ltimo
La renovacin del malo en el cine malo de la serie (Jonathan Ptyce)
fants ti co, grac ia s a c laras in- tiene rasgos inequvocos del Lu-
fluencias del cm ic. se produjo thor de Superm an. Scaramanga
con el nacimiento de La guerra -Christopher Lee en El hombre de
de las ga laxias y en escala me- la pistola de oro ( 1974)- parece en
nor con la serie Star Trel<, aun- esencia uua evolucin del ya men-
que ambas pelculas y seri e televi- cionado AJfred Hall de la tira X-9.
s iva aprovecharon su popularidad Lo atractivo de la serie es que IJay
para publicar versiones en cmic escasa diferencia entre la moral y la
de sus historias, con lo que la in- tica del personaje etiquetado como
teraccin esttica y de contenido hroe y el considerado como mal-
ha sido constante y en ambas di- vado. Es como si se hiciesen bue-
recciones. El inqu ieta nte Darth nas las palabras de Catwoman al
Vader es un cru ce de muchos Pi ngi no en Batman vuelve (Tim
ma 1vados, e incluso hroes, del Burton, 1992): "Para destmir a
cmic, especialmente de los del Batmn11 debemos convertirle e11 lo
subgnero de "espada y brujera" que ms odia, nosotros".
 Henry, retrato de un asesino

Antonio Trashorras
~ lzken ltogr:i urleetoko ztiwmml per/sottm'rt f!,lll.rik i::.a11 dutr p~ych oki llcrrek adin([ko g([rmnl::.t
suspmlse elu eldurre::.ko ::.til('(t/1. i:.wt ere. hdu'u e/u IJI'Iri:. ugn'ltt ::.m':.la~u gami lwnetako
f!/'llf/'0 biftrtko emgli/wnd/mo iwn duten.ft"lmt'r'/Wi.filnwutuku :.ufnrn ::.tie!rt. Bnwtako
lti/t::.m'/1! lw11diettgwwino efo lutil'tt!!.Hit uinwritutoko wmneko filml'l!f((m a/:.rm egw::..,
l_ l_ (.

ztiwmrm .\'rmiiW I Ball!s. Lmt!wt/{tn. Fmi<h "w!!.tr edo lnniho/ IArter IJP:.o/([ku imdi
1 , L

gogoo11gorriok u/ zi di:.kigu11 konollll'ko jr wm nup:usf([ k ((mko1: ''" dim urf iku !u u11.

sesinos en serie, p SlCO- escalofriante fi gura de la vida real a esta parte, se ha obstinado en
patas y ps icticos, ex- a la cual se re fi eren todos estos utili zar sus ha zaas como san-
terminado res de masas, tnninos, y si tan inmediata y fa- gri enta materi a prima argum ental.
criminales casi s iempre miliannente la hemos llegado a A lg unos de los ms clebres per-
sexuales ... monstruos con mays- identificar es, sobre todo, gracias sonajes cinematogrficos del sig lo
cul as. Todos sabemos a la per- a la recurrencia con que el medio (Jac k e l Des tripador, No rm an
feccin, aunqu e sea de manera in- f lmico durante toda su historia, y Bates, Ttav is B inklc, M ic hae l
tuitiva y generalizada, el tipo de muy especialmente de unos m1os Myers, Jason Voorhes, Freddy

mINOSFERATU 27
Krucge r. .. ) resp onden a d icha ti - t n ico como e l t, la n ie bla o el Zbo nck, 1964) y Der D ir n e n -
pologa, estando a me nu do basa- monstruo de l Lago N css, no es mo r d e r Vo n Lo n don (Je s s
dos, ms o me nos d irectame nte, casua l que de c ua ntos matarifes Fra nco , 1976) -con Klau s K insk i
en las sangrientas ex is te ncias rea- de inocentes han existido el ms e n un p ap e l a s u med ida -, as
les ele no pocos de estos torcidos leg enda rio con tine sie ndo Jack el como una lujosa telese rie produ -
mi tos popula res. Destripador, modelo e insp iracin cida e n 1989 con mot ivo del cen -
de legiones d e posterio res asesi- tenario del m ito .
C irc un sc ribi ndono s al celu loide nos e n serie y prime r gran idelo-
te rrorfico y a determinadas ver- go del arm a blanca que logr p er- T a mbi n hay que me nc io na r la
ti e ntes particu la rme n te o scuras manecer ini de ntificado. P uede que abunda ncia de de ri vaciones, des-
del thriller, la crecie nte imp orta n- a quienes hoy da elabo ra n ran- contexlltalizacioncs y lecll1 ras e n
c ia de l asesino ps icopa tolg ico kings de psychokillers ate ndie ndo clave fan lastique ( 1) a qu e ha
podr amos ide ntificarla como el n icame nte a los n mero s (como s ido some tido e l m ito, y c uyos
ms difano s ntoma de esa te n- s i, por cierto, asesinar fuera com- ejemp los ms dig nos seran, por
de ncia posmodc rni sta a fundir ho- pa ra ble a cog e r r e b o tes e n l a un lado, la mag istral La caj a d e
rror y realidad, inserta ndo el pa- NBA), la figura de l monstruo de Pa nd o r n (G.W. Pa bs t, 1928),
vor en carcasas dram ticas a ve- Whitechapel no acabe de impre- ve rs i n filmica de dos piezas tea-
ces insoportablemente na tural istas sionarles (d espues de todo, ap e- trales (Erdgeist/ EI espritu de la
y cotidi anas, aj enas po r completo n as mat c in co, c omo m uc h o tierra y Die Biic!Jse der Pandora)
a la catarsis sobre na tural que sue- seis veces, n aco recuento compa- de F rank W edekind centrad as e n
le se rvir de conforta ble re fug io rado con las abultadas estadsti- la fig ura de L ul, irresistib le m u-
para los verdaderos m iedos nti- cas d e ms de un seguidor suyo); chacha qu e acaba r siendo ases i-
mos del aficionad o al gne ro. "El s in embargo, lo tristemente deci- nada por su prime r c liente como
mal (encamado en el psychoki- s ivo en la figura del descua tti za- prostituta, J ack e l D es tripad o r
ller, el can bal, el infa nticida, el d or de la ribe ra de l Tmes is radi - (2); y, p or otro, e l enfer mi zo y
sang ui nario enfermo mental) est c en la c reac in de cierto cdi go semi o lv idado la rgome traje Las
entre nosotros", pa rece, a la p os- d e comp o rta mi e n to ps icop ti co ma n os d el d es t rip a d o (Pe te r
tre, la inquie tante, para noide coda (tan furioso como siste mti co, a Sasdy, 1971), uno de los lt imos
q ue acecha tras las roj as vir111des caballo e ntre lo ritual y lo c nico) productos dignos surg idos d e la
d e casi todo el mode m o c ine de destinad o a c rea r escuela; un muy fac tora Hammcr, sa lpicado inclu-
terror. U na conclusin incmoda particula r modo d e encara r tanto so de algn mome nto de turbador
c uya e fectivi dad como catalizador su propi o impul so sa ng ui n a ri o psicologismo , un poco en la lnea
de fi cciones reside, po r desgracia, como su relac in con las impo- de E l fot g r afo d e l p ni co
en lo ferozmen te anaigad a que se te ntes fu e rza s d e l o rde n, qu e ( 1959), en el cua l la h ija d e Jack
halla en nuesho subconsciente de s ie mpre asisti eron a sus evolucio- tra baja de da como medium y de
v c tim as p ote nc ia les y lo fc il- nes un paso por de trs. n oc he se dedica a continuar la
mente q ue cua lqui er mnima ob- tradi cin paterna.
servac i n d e la rea lidad acab a O bseso sex ua l de co mp robado s
desemboca ndo ah. conocimientos quir rg icos y po- Pese a su repentina desaparic in
sedo po r un od io cerv al hacia las de la escena pblica tras u n lti-
L o que sig ue es un repaso, obliga- muj e res ca na lizado fin a lme n te mo cri men reco nocido, la fig ura
tori amente some ro, a lo s principa- hacia e l dego llamie nto y descua r- del D estripador ha segu ido triste-
les la rgometraj es cuyo motivo ar- tizamie n to de pros titutas , todas me nte v iva desd e el sig lo p asado
gume nta l ha g irado alrededor de e llas de baj s imo ni vel eco nmi- gracias a tod a una legin d e se-
tan incmo dos y a l tiemp o atracti- co , las abyectas hazai1as de l v ic- guidores man acos que ado pta ron
vos personajes, as como de sus to ri a no J ac k ha n da d o lug ar a (y co n frecue ncia e nriqu ecie ron
m uc ho me nos gra tos esla bo nes una inge nt e fi lmografia e ntre la co n a p o r taci on es p rop ia s ) l o
pre vios ; es decir, esos c rimi na les que destaca ra n tlltlos como E l esencial de su modus operandi.
verd aderos cuyas a trocidades d ie- ve n ga dor (Ma uri cc E l ve y , La tiendo bajo este comportamie n-
ron lugar a a lgunos de los ms 193 2), Jack e l d es tl'i pa d or to lun tico, y pese a sus muchas
esca lo fria ntes ( por vero s mi les) (John Brahm, J944) -con uno de ra mificaciones esti lsti cas, sie m-
m onstmos de ficcin que hasta la los ms convi ncentes y v iscoso s pre un n ico sentim iento (el m ie-
fecha ha a portado la gran pa ntalla. actores-psicpatas de la historia, do-odio hacia la hembra) ma teria-
el m alog rado Laird C rcgar-, J ack lizado d e una simple y machacona
t h e Rippe r (Robert Bake r-M o n- manera : la agresin, el extenn inio
E l rey Ja cl<. .. y seguidor es ty Berman, 1960) -con gui n de y la vio lacin ltima de la sexu ali-
Jimmy San gste r- , D as U n ge- dad, e inc luso de la corporeidad ,
Tan enquistado en el fo lclore bri- h eu er Vo n Lon d on City (Edwin fcmcn i na.

NO SFER A T U 27 Ell
La mat porque era ma (o por- traord inario d ptico compues to coreogrfi cos y cstctJ CIStas g ia-
qu e no) por El estrangulador de Bostn llos de Dario Argento (8) y hasta
( 1968) -con un inesperadamente Henry, retrato de un asesino
Aparte de mitos como el de Barba pl ausible Tony Curtis como el ( 1988). Por otro, la desquiciada
Azul y el del asesino "cazadotes", manaco De Salvo- (6) y E l es- y visionaria Frenes (A ifre d
cuya ms clebre plasmacin en trangulador de Rillington Place Hitchcock, 197 1), un sobrecoge-
la vida real fue en la persona del (1971) -con John Christie sober- dor ej ercicio de nihilismo creativo
franc s Hcnri Des iree Landr, biamente enca rnado en Richard y ex istcncial, una negra broma
quien a principios de siglo aniquil At te m borough-. prel'iada de humor de celda acol-
a sus once esposas (3), la semilla chada realizada sin rehuir sus im-
misg ina -a veces teiida de un Ya en el campo ele la ms estricta plicacion es ms desagradabl es,
turbio componente fetichista en- fi ccin, y sin tiempo para dete- cuyo esqu izoide asesino (Barry
tocado hacia caractersticas ana- nernos en todo un alud de filmes Fostcr) slo puede ser igualado en
tmi cas concretas, como tlll de- de muy di verso inters en los abyeccin por otro ser repugnan-
terminado tipo de belleza o color cuales es siempre la hembra quien te y sin redencin posible: el ani-
de l pelo ( 4), cu ando no hacia paga el pato de la proli feracin de quilador y agresor sexual protago-
chocantes particularidades anat- todo tipo de torcidas y violcutas nista ele la comedia terminal Ocu-
micas y hasta taras o defonnacio- psiques mascul inas (7), es obliga- rri cerca de su casa (Rmy Bel-
nes flsicas (5)- ha engendrado a tori o mencionar los que pueden vaux, Andr Bonzel y Benoit Poel-
criaturas tan abominables como el ser los dos psycho thrillers basa- voordc, 1992).
bostoniano Albert De Sal vo, quien dos en la agresin a la mujer ms
entre 1962 y 1963 estrangul a inquietantes y en fcrmos de la his- Por ltimo, apuntar lo recurrente
trece muj eres, o e l londin ense toria: por un lado, E l fotgrafo ele otra utilitaria figura dramtica
John Reginald Cluistie, ejecutado del pni co (Mi cha el Powe ll, como es la del "Acechador", tpi-
en 1953 tras dejar una estela de 1959), re fin ado ej ercicio de vo- co de cintas como Someoue ls
cadveres femeninos, cuyo vello yemi smo tan complejo y adelanta- Watchiug Me (John Carpenter,
pbico afe itaba y conserva ba do a su poca que, aunque parez- 1978), Llama un extrao (Fred
para, ms ta rde, recrear mastur- ca incompat ibl e, puede conside- Walton, 1980), C alma total (Phil-
batoriamcnte sus placeres homici- rarse precursor de filmes tan dis- lip Noyce, 1988) o Acosada (Phil-
das. Ambos casos llevaran a Ri- pares como El quimrico inqui- lip Noyce, 1993), un mo ti vo ar-
chard Fleischcr a dirigir el ex - lino (Roman Polanski, 1976), los gumental que emparenta la figura
del homicida moderno con las tra-
dicionales ficciones gticas arti-
culadas alrededor de los apuros
de una herona aislada en un espa-
cio cerrado.

H orror vc ri t

Aunque bien es cierto que los ma-

yores asesin os de masas de la
Historia son estadistas y/o gra n-
des nombres ele la nobleza medie-
val europea como Hitler, Stalin,
Gilles de Ra is, la condesa Erzsc-
bet Bthory o el mismsimo prn-
cipe valaco Vlad Dracul , lo cierto
es que cuando se piensa en los
rompemarcas del homicidio inspi-
radores de fi cciones aud iovisuales
siempre sale a la luz un escabroso
tritmvirato de nombres estadouni-
denses y, desde luego, aj enos a
los libros de texto: Charles Man-
son (9), Henry Lee Lucas y, so-
bre todo, Ed Gein, ste ltimo, sin
eluda , el serial killer au tntico

Psicosis
 Ln matnnzo de Texns 111

ms importa nte de cara a la gran

pantalla y cuya figura ya ha sido y
contina siendo estudi ada, anali-
zada e incluso explotada comer-
cialmente hasta la saciedad.

No obstante, fue un alemn d e los

at"ios 2 0, el en apariencia corts y
reservado vecino, e l marido mo-
d lico y obrero puntual y concien-
zudo Peter Kurten, quien con su
vida oculta volcada en la satisfac-
cin de su en [crma sexualidad a
base de dego llar ni t"ias ( 1O) a tij e-
retazos, eu y o s cadveres luego
violaba, bebiendo incluso a veces
su sangre, inspir la primera obra
maestra del cine psicoptico, nada
menos que E l vampito de Diis- nos si uo se tiene un estmago de hora de mostrar de manera d is-
seldorf (Fritz Lang, 193 1) ( 11 ). horm ign) ritua les o nanistas d e tanciada y documental el do lor en
La pavorosa y al tiempo pattica Ed Gein, con la seccionada anato- la pantalla.
compos ic in de Peter Lorre en ma de va ri as mujeres, tanto
este lograds imo fresco social de muertas como vivas, y su pecu-
la A lemania prenazi (donde, curio- liar relacin con el cadver de su P sicoliteratura
samente, ser el hampa quien aca- madre, los que sirvieron de base a
be atrapa ndo a l psicpata, para Robert B loch para su relato P.~y Dejando de lado (por no ponemos
que as cesen las redadas) marc cho, el c ual, como es de todo s inconvenientemen te fi nos) la tras-
poca, s irviendo desde entonces sabido, fue convertido por A lfred cendencia que en la narrativa es-
de modelo ele interpretacin para Hitchcock en la impactante Psico- crita han tenido ciertos perso najes
cuantos actores afrontaron un pa- sis ( 196 1) . A partir de al, tanto dotados de rasgos inconfundible-
pel de luntico asesino. A partir la gesta original de Gein como las mente psicopticos y cmo estos
de ah, todo un alud de extermina- interpretaciones de s u caso va han acabado dejando su impronta
dores reales han sido llevados a la Bloch-Hitehcock daran lugar a en el celulo ide -caso de Gaston
pantalla (12), de ent re los cuales innumerables pelculas -las mejo- Leroux (14), Arthu r Conan Doy-
nos detendremos slo en cuatro res son dos hi tos del miedo fsico le (15), Edgar Wallace ( 16), Ed-
ele ellos particulatmente significa- y el "mal rollo" fi lmico produci- gar Allan Poe ( 17), Robert Louis
tivos. En primer lugar, el sardni- d os ambos en 1974: la conocidsi- Stcvcnson ( 18) e incluso Dostoievs-
co parisino Maree! Petiot, quien ma La matanza d e Texas (Tobe ky ( 19) o, ejem, Cami lo Jos Cela
durante la ocupacin germana eli- H opper, 1974) y la o lvidada pero (20)-, hay que reconocer q ue en
min e inciner a numerosos ju- interesante Dcrangccl (Jeff Gi llen materia literario-flmica hay un
dos acauda lados para quedarse y A lan Ormsby, 1974)- que ter- nombre que domina por encima
con sus pertenencias, tras haber minaran convirtiendo a aque l car- de todos, y no es otro que el (le
prometido facilita rl es la salida del nicero paleto en toda una celebri- Hannibal Lccter, superps icpata
pas. Doctor Petiot (Christian de dad naciona l, en el American Psy- c reado por el nortea m eric ano
C hallonge, 1990) es una soberbia cho por excelencia de este siglo. Thomas Harris en su novela Dra-
y poco conocida pelcula basada gn rojo y lanzado defin iti vamente
en este complejo personaje ( 13). Otro recordman del ases inato es al estre llato co n su sigu iente origi-
Hemy Lec Lucas, cuyos 360 ase- nal, la celebrrima El s ilencio de
Pero sera a finales de los 50 en s inatos "reconocidos" s irv ieron los corderos (21 ). Tanto Hunter
un pueblecito d e Wisconsin cuan- para que Jolm McNaughton fac- (Michacl Mann, 1987), largome-
do sa ltara a la opinin pblica el turma o tra cima de la sordidez, la traje basado en el primero de di-
caso que, sin duda, marc un an- esencial Henry, r etrato de un chos libros (con un ma g nfico
tes y un despus en el eshtdio de asesino, una obra de mirada ex- Bri an Cox como primera encarna-
los psicpatas criminales, y que, traviada que en verdad leva nta ci n filmica de "Hannibal el Can-
con el tiempo, cambiara la forma ampo llas en el a lma y cuyo estre- bal") como, fundamentalmente, la
en que hasta entonces el cine ha- no sign ific una autntica fractura contundente y megataqui llcra El
ba venido tratando dichos temas. en lo que hasta en tonces se haba silencio de los corderos (Jona-
Fueron los indescriptibles (a l me- considerado como fronterizo a la than D emmc, 1991 ), han erigido

NOSFERATU 27
 la fi gura de este psiquiatra psic- de escritores de notable ttascen- Bombas de relojera, hijas de
pata (de lic iosa paradoja la de la dcncia en la novela negra moder- Lmth, leen killers y asesinos del
mente superior capaz de racionali- na, como son James Ellroy y Do- ms all
za r s u propi o compo rtami e nto nald Westlake, tambin han reali-
monstruoso) en el homicida de zado aportaciones a la mtica del Para terminar echemos un vistazo
fi ccin ms famoso de este fin de p sychoki/ler flmi co a partir de rpido a tres categoras, qui z
siglo, casi un luga r comn pop sendas novelas. El primero vi algo ms especficas que las ante-
(visualizado ya para siempre con cmo su libro Sa11gre sobre la riores, de homicidas filmicos, las
el poco tranquil izador rostro de lu11a era convertido en la fa llida cuales, sin embargo, no han deja-
Anthon y Hopkins) mediante el aunque extraamente escabrosa do de fecundar una abundante
cual asustar a los nios que no cinta Cop, con la ley o sin ella prole de aberraciones cinemato-
quieran irse a la cama. Tampoco (James B. Harris, 1987), mientras grficas.
hay que dejar de seiialar que tanto que el segundo dio luga r con la
e l do de novelas de Harris como estimable y hitchcockiana (en el De entrada, podramos referimos
cada una de las pelculas a que mejor sentido) E l padrastro (Jo- a aquellos enfermos mentales, po-
dieron lugar ofrecen dos psicpa- seph Ruben, 1986) a una franqui- tencialmente agresivos, que, ha-
tas al precio de uno (recordemos cia psicoptica menor a rebufo de biendo incubado durante c ierto
que a Lecter slo lo hemos cono- las series de Viemes 13, Hallo- tiempo motivos ms que suficien-
cido en su obligado "retiro" carce- ween y Elm Street, y, como es tes (al menos en sus transtorna-
lario, y, desde all , sin intervenir lgico en estos casos, rpidamen- das psiques) para el ases inato, en
en la trama principal, ayuda/des- te echada a perder. Con sutiles un momento dado, y puede que
pi sta a los policas que recunen a referencias tanto a Sospecha por un estmulo puramente ca -
l en busca de consejo a la hora (1941 ) y a La sombra de una sual, estallan, creando en su ca-
de atrapar a otros asesinos en li- duda ( 1943) como a The Stran- tarsis una autntica entropa de
bertad), de modo que este ciclo ger (Orson We lles, 1946) (22), El violencia. Lo que se llama un "mal
narrativo acaba as convirtindose padrastto presenta uno de los pronto", vamos. En este gmpo se
en una suerte de crisol de algunas ms originales e inquietantemente inscriben, por ejemplo, los prota-
de las ms extremas y espectacu- plausibles psicpatas moderuos: gonistas de El hroe anda suelto
lares psicopatologas conocidas y, un individuo inflexible en sus con- (Peter Bogdanovich, 1968), Dri-
por tanto, casi como una mu y vicciones morales que se ve im- ller Killer (Abe! Fenara, 1974),
bien documentada gua de inicia- pelido a exterminar a sus seres Taxi Driver (Martn Scorsese,
cin de la locura asesina (aparien- queridos en cuanto stos tienden 1976), Un da de furia (Jo el
cia ele estabilidad extrema y abso- a no ajustarse a sus elevados idea- Schumacher, 1993) o, en plan ri-
luto autocontrol, automuti !acin, les familiares. Despus de cada sas, Justino, un asesino de la
traumas de origen infantil f sico, masacre, cambia de localidad, de tercera edad (La Cuadrilla, 1994)
inteligencia desanolladsima, cani- trabajo y de casa, fmj ndose otra y E l d e ntista (Brian Yu zna,
balismo ... ). nueva familia, la cual dura, por 1996) (24).
supuesto, hasta que sus miembros
Por ltimo, mencionar que un par comienzan a decepcionarle (23). C las ificac in aparte merecera n
tambin las muj eres ps icpatas,
primero, debido a su comprobable
escasez en la vida rea l, al menos
si se las com para en nmero a
sus equi valentes de gnero mas-
culino, y, segundo, por la ext rema
codificac in de los (a menudo
sesgados de misoginia) arqu etipos
narrati vos que han originado en el
cinc. Dejando de lado el extraordi-
nari o islote de verdadera compleji-
dad psicopatolgica y ajeno a la
etiqueta fcil que supone la insana
Repulsin (Roman Pol a ns ki ,
1965), en este apartado el cine ha
ofrecido desde las clsicas "man-
tis", cuyo eptome moderno sera
la Sharon Stone de Instinto bsi-
co (Paul Verhoeven, 1992) (25),
El silencio de los corderos

wNOSFERATU 27
 Justino, un asesino de la tercera edad

hasta las "ama ntes/enamoradas con La noch e de Hallowen cuyo grupo se incluye el que qui-
despechadas " (26), pasando por (Jo hn Carpenter, 1978), efectiva z sea el nico icono tenorfco
las "vengadoras obsesivas " (27) y hasta innovadora rclectura made en verdad universal, y ya clsico,
tipo La novia vesta de negro in USA del gia/lo a lo Argento, aportado por el cine reciente a la
(Franvois Truffaut, 1967), Im- que hi zo del psicpata de rostro historia del gnero. Se trata, ob-
pacto sbito (Clint Eastwood , desconocido Michael Myers (por v iame nte, del subgnero de psic-
1983), ngel de venganza (Abel e ntonces cono cido simpl emente patas del ms all y de su mximo
Ferrara, 1981) o La mano que como "La Silue ta") un cnon a representante, el demonio de los
mece la cuna (Curt s H a nson, partir del c ual no dejaron de sur- su eos, el nuevo hombre del saco
1991) (28), que, e n segn qu ca- g ir imitadores, ms o menos des- de rostro quemado, el chi stoso
sos, pueden despe1tar una genui- afortunados, y advenedizos conti- de l g uante a navajado... Freddy
na simpata compasiva en el es- nuadores n o so li citados d e s u Krueger.
pectador (29). cru zada antiacn (3 1). Pasada
casi una dcada de la nguidec - D esde la se minal Pesadilla en
De gran virulencia come rcial du- mie nto, e l slaslter juvenil h a vuelto E lm Street (Wes C raven, 1984),
ra nte fi nales de los 70 y casi toda reciente mente por sus fueros gra- va ri o s matarifes sobrenaturales
la dcada posterior (30) result el cias a l fe nomena l e inesperado que se negaban a dejar el ases ina-
fe nmeno de los filmes con ado- xito de Scream . V igila quien to p ese a haber fallecido e n e l pla-
l e scentes masa c rados/ as (cas i llanta (Wes Craven, 1996), relati- no fsico han tratado de seguir los
s iempre a c uc hillazos o con lige- va vuelta de tuerca autoreferencial lucrativos pasos de Freddy y su
ras variaciones de instrumentos escrita por el que, d esde e nton- larga serie de largometrajes (33),
cortantes, que di e ron lugar al tr- ces, parece destinado a converti r- pero ning uno cont con acepta-
mino con que p ronto se bautiz se e n nuevo gur d e este tipo de cin suficiente como para unirse
este subgnero: slaslter ) por psi- productos, e l guion ista Ke v in al personaje interpretado por Ro-
cpatas enmascarados de perso- Williamson (32). belt Englund en el Olimpo de las
nalidad (?) a menudo intercambia- secuelas s in fin, donde an reina
b le. La tendencia, no obstante, Es obligado referirse tambin a e n compaa de los ms ve tera-
tuvo un origen de lo ms dig no cierto tipo de asesinos filmicos en no s Myers y Jason.

NOSF E RATU 27 Eill

 De una premisa s imilar parten, cin d e Jekyll & llydc mediante la fi gu- riscal Gillcs de Rais, por cie rto ... otro
por ltimo, alg unos de esos filmes ra del D estripador- y Los pasajeros que tal) orig in tt ulos como la parodia
del tiempo (Nicholas Mcycr, 1979) Barba Azu l (Chris tian Jaque, 195 1) y
en los cuales un aparato u obj eto
-con H. G . \Vells combatiendo a Jack en la interesada aproxi macin ertica Bar-
inan im ado se revela dotado d e la Amrica contempornea, tras viaj ar ba Azul (Edward Dmy tryck, 1972).
vida propia y comienza a causar ambos en una mquina del tiempo in-
bajas en el repm1o (34). Digno de ventada por el primero-. No obstante, 4. En El en emigo de las mbi as (AI-
destacar resulta el caso de Muiie- la fu s in de mitos ms hilarante se en- fred 11itchcock, 1926) se presenta a un
co di a blico (Tom Holland, 1988) cuentra, no cabe duda. en Amazonas trasunto d e Jack el Destripador, con
en la lun a (John Landis, Joe D ante, capa negra y maletn d e mdico, que
y sus aburridas secuelas, en don-
Carl Gottlieb, Petcr l-lo rton y Robcrt slo asesi na los martes y a bellas jve-
de se fundi la aeja trad icin de K. \Vei ss, 1986), donde se apunta la nes de pelo rubio. Como resultado de
la mari oneta ma lvada con la del teora de que la verdadera identidad ele esto, las chicas londinenses comenzaron
psycho moderno, para c rear una Jack sea .. . e l monstruo del Lago Ness. a tc1lir sus cabellos de negro. No hace
figura nueva en la mitolog a del Una visi n curiosa del mito lleg de la falta inc id ir en los cstud iads imos lazos
gnero: la del mueco infanti l po- mano del debutante Rowdy J-lerring to n que en la filmogra fia d el morboso vcn -
01 Jack's Back (1987), mientras que tmdo se establecen entre crimen y sexo,
sedo por el espritu de un mana-
especialmente indigesta fue, por ltimo, as como en la frecuencia con que hem-
co; fi gura que, en una poca de la aportacin o ligo frnico-mesetaria de bras de pelo rubio se encuentran en el
asesinos sin rostro ni carisma y Jack el destripador de Londres (Jos v11ice de la violencia.
poco meuos que inte rcambiables, Luis Madrid, 197 1), con el inev itable
aport uu cierto atisbo d e alegre Paul Naschy a la cabeza. 5. Ino lvidable resulta e l tratamiento de
individualidad .fantastique, que este tema en La escalera de caracol
2. Otras pelculas nacidas a la sombra (Robert S iodmak, 1946), donde una vir-
pronto sa ltara en pedazos con el
de \Vcdekind son Lulu (Rolf Thiele, g inal criada muda sufre el acoso de un
advenimiento del uuevo orden de 1962) y Lul de noche (Emilio Mart- psicpata obsesionado con las muj eres
truculenc ia, gravedad y monocro- ncz Lzaro, 1985). con imperfecciones fi sicas. Dicho film
ma inaugurado por El s ilencio contara en 1975 con un poco destaca-
de los corderos. 3. La figura de Landr ha inspirado, de ble remake televisivo de ig ual ttulo. En
forma ms o menos directa, numeroso s T h e Face Behnd th c i\lask (Robert
filmes, desde las fasc inantes i\l onsieu r Florcy, 1941), en cambio, el enfoque
NOTAS Verdoux (Charles Chaplin , 1946) y La era justo el contrari o, a l presentar a un
noche del caza dor (Charles Laug bton, ps icpata (Peter Lorrc, para variar) de
l. Ejemplos de cross ol'er de mitos vic- 1955) hasta la seca y antiespectacular rostro desfig urado enamorado de una jo-
torianos son Estu dio de terror (James rcconsh'llcci n Landr (C laude Cha- ven ciega.
H ill , 1965) y Asesin ato por decreto brol , 1962), pasa ndo por piezas meno-
(Bob Clark, 1979), con Sherlock Hol- res como E l asesin o de mujeres (\V. 6. D estacar que la de Fleischcr no fue,
mes enfrentado a Jack el Destripador. Lee \Vilcler, 1960). Por su parte, e l Bar- con todo, la primera adaptacin film ica
Otros divertidos cruces se pueden ha- ba A:: u/legendario (es decir, el de l cuen- de los cr menes de De Sa lvo, ya que,
llar en Al borde de la locura (Gerard to de Perrault, a menudo confundido recin capturado, inspi r El estrangu-
Kikoinc, 1988) -demencial re interpreta- con la autntica figura histrica d el ma- lador de mujeres (Bu rt Toppcr,
1963), protagoni zada por el esfrico
Vctor Buono.

7. Por mencionar unas cuantas: The

Snipe1 (Edward Dmytryk, 1952), don-
de un joven ex-combatiente alivia su an-
gustia interior di sparando a mujeres con
un fusi l; C rimen a las siete (Owcn
Cnnnp, 1962), en el cual un joven ho-
micida al menos tiene el deta lle de avi-
sar cuando va a actuar, siempre a las
siete en punto; La noch e de los mil
gatos ( Rcn Cardona, Jr., 197 1), donde
el psicpata de turno decapita a chicas,
conservando sus cabezas en vit rinas,
mientras el cuerpo lo arroja a un pozo
lleno de gatos hambrientos, cenndosc
l mismo las v sceras; La (Jitima casa a
la izquierda ( \Ves Craven, 1972) o In
versi n agropecuaria y g rahlitamente
sdica de E l manata! de la doncella
( 1959); Ojos ( lrvin Keshner, 1978),
con preciosas modelos cayendo como
moscas; Maniac (\V il l iam Lu s ti g,
1980), donde otro asesino de bellezas
se topa con Caroline i'vlunro; Vestida
para matar (Brian De Palma, 1980) o
Pesndilln en Elm Street

~~I NOSFERATU 27
e l trapecista clelthriller ( De Palma) eje- por ella), la masacre de la mansin Po - cicla E l a ses ino d e tontos (Servando
cutando un triple mortal; Sabe que es- lanski no ha producido tanta filmogra fia Go nzlez, 1963).
ts sola (Annancl Mastroianni, 1980), como cabra esperar. Siendo la telev isiva
con jovencitas a punto de casarse reci- H elter S kelte (Tom Gries, 1976) la 12. Los ms interesados pueden hacerse
biendo hachazos a diestro y siniestro; mej or adaptacin de las atrocidades de una ca rtografia muy aproximada de lo
Los ojos d e un extrao (Ken \V icdcr- Manson y sus aclitos, no hay que de- ms horrible del crimen en el siglo XX
horn, 1981 ), con un v iolador y asesino jar de mencionar o tros tntl os que tratan rastreando, por ejemplo, los casos ver-
(en este orden) del montn; E n la c uer- e l tema de forma ms o menos sesgada d icos en que se basan fi lmes como A
da floja (R ichard Tugglc, 1984), donde como Thc Otber S id e of i\ladness sa ng re fra ( Richard Brooks, 1967)
la noche de Nueva Orlca ns se tiiie de (Frank Howard, 1970), el documen tal -cuya autntica semilla ficcio nal la plan-
rojo por culpa de un asesino de prost i- maldito i\lan son (Lawrence Mcrrick, t Truman Capote con su estremecedo-
nttas, tras la estela ele los cls icos; E l 1972), i\ l a nson's Family i\lov i es ra docunovela-, Los asesinos d e la
coleccionista de amant es (Ga ry Flc- (Martn Dahmcr, 1984) o i\Ian so n Su- luna d e miel (Lconard Kastle, 1970),
der, 1997) o la sensacin del momento... p er star (Jim Van Bcbbcr, 1994). Refe- Harry, el su cio (Don S iegel, 197 1),
rencias a la masacre de Sharon Tate y i\ lalas tierras (Terence Malick, 1973),
8. Cuya particular visin de la mana amigos tambin pued en ha ll arse e n T h e i\ l ad 13omber (B ert l. Gordon ,
hom icida desarroll ada a lo largo de dos i\-lultiple i\laniacs ( J o hn \Vaters , 1973), A la caza (Richard Fricdkin,
dcadas, desd e la triloga de los anima- 1970), 1 Drink Your Bl ood (J cr ry 1980), A ngs t (Gcrald Kargl, 1983) -co-
les de principios de los 70 hasta los l- Gross, 1971) o en The Deat hm aster nocida en Espaiia por su pase en Ca-
timos traspis en Trnuma ( 1993) y La (Robert Qua rry, 1972 ). nal+ como "Fear, la angustia del mie-
sndrome di Stend hn l ( 1996), pasan- do"-, Vr tigo morta l (Doug las Hickox,
do por sus tour de (orces en Rojo osc u- 1O. S i hay un tema que se ha tratado 1985), Lla ma d a a un rep or tero ( Phi-
ro ( 1975) y T encbr<' ( 1982), resu lta con pinns en el cine es e l de la pede- lip Borsos, 1985), D esbocado (\Vi lliam
(por espacio) imposible d e desarrollar rasti n criminal, y si no bns ta con ver la Friedkin, 1987), Scbrarum (Jorg Butt-
aqu. En fi n ... Tambin sera interesante timidez de aproximacio nes como Des- gereit, 1993), C itizcn X (Cbr is Gero l-
detenerse en la gramt ica del giallo pre vo a l p a raso (Gera rdo H errero, 1993) mo, 1995), Profundo carmes (Arturo
y post-Argento , person ificada en nom- o la por lo dems salvaje Freeway Ripstein, 1996).
bres como !'via rio Bava -ind iscutido pa- ( 1996).
dre fundador del gnero con ttu lo s 13. Mejor pasar de puntillas por el es-
como La mu chacha qu e sa ba dema- 11. Remakes posteriores de dicha histo- tropicio reali zado con e l personaje ori-
siado (1 962), Se is muj eres para el ri a fi.1cron i\1 (Joseph Loscy, 195 1) y E l g inal por Los crmen es d e Petiot (Jos
asesino ( 1964), C inco muecas para ases ino d e Dsseldorf (Robcrt ll os- Lu is Madrid , 1972), con Paul Naschy a
la luna de agosto ( 1970), cte., cte.-, sein, 1965). Versiones algo modificadns la cabeza.
Fulc i, Erco li o e l alumno aventajado y con el componente paidfilo ms o
Soavi -Aq u:nius ( 1986)-. menos acentuado tambin pueden en- 14. Aunque variando algo de actinid de
contrarse en la sorprendente F.l cebo una a otra versin fi lmica, el comporta-
9. Pese a su fama (quizs precisamente (Ladslao Vajda, 1958) y en In dcscono- miento del "fantasma de la pera" es el

NOSFERATU 27
de un ps icpata. Este personaje, ade- 22. S i bien aqu el protagonista/intmso, queo descarado en Atraccin fatal
m s de dar Jugar a las pelcu las "ofic ia- encarnado por el propio Orson Well es, (Adrian Lyne, 1987) las deseq uilibradas
les" b asadas, con mayor o meno r respe- no Cllb a ser ca li fic ado de ps icp11ta, al pro tagonistas se aferra n a l cuchillo tras
to hacia el orig inal, en la obra de Lero ux menos literalmente, al tmtarse de un cri- haber sido incapaces de asi mi lar lll ex-
-El fa ntas ma d e la pera ( Rupert Ju- minal d e g ucrm n11zi re fugiado en un presin tpicamente yanqu i one nighl
lian, 1925), E l fa ntas ma d e la p era pue blecito est11do unidcnse. stand.
(A11hur Lubin, 1943), El fantasma de
la pera (Terenee Fisher, 1962) y E l 23. C 1mdro ps icopato lgico especia l- 27. Ojo que la obsesin esqui zoide por
fant:-~sma d e I r~ pera (D w igh t H . mente retorcido e inqui etante e l diseiill- el desqu ite no es n i mucho m enos plltri-
Little, 1989)-, tambin ha prestado sus do po r \Vestl llke para este "asesino fll - monio fe menino. Ah estn los ejem -
atributos principales a los torturados m iliar", un pobre hombre, en el fondo, plos de Th e N ig h t l\lo n ster ( Ford
protagonistas de fi lmes como Los cr- mminado mentalm ente por los s ueiios Beebc, 1942), El cabo del terror (Lee
men es d el m u s e o ( M ic hae l Curti z, prcfllbriclldos de es perfect vida hoga- T hompson, 1962), i\ li diminuto ase-
1933), Los crmen es d el museo d e rella enquistada en el inconsciente co - s in o (Eddy Matalon, 1970) - un enano
cera (1953), Nightmare In Wax (Bud lectivo burgus que, qu, cngendmr un decide vengarse de q uienes se han burla-
Towsend , 1969) y E l fanta s ma d e l mo nstruo cllractcrstico. El ambiente de do de l!-, El ps ic p ata (1966), i\ Iatar
paraso (13rian De Palma, 1974). tensi n do msticll tej ido tanto en El pa- o no m a t ar, s t e es el p r ob le m a
dras tro como en sus m encionados refe- ( Do uglas Hickox, 1973), Pero, q uin
15. Sin nada que ver con la novela del rentes de Hitchcock y \Velles entronca mata a los grandes chefs? (Tcd Ko t-
mismo ttulo, el largometraje Estudio tambin con todll una nHllll nmTati va de c he ff, 1978), Sc r ca mpl ay ( Ru fu s
en r ojo (Edwin L. Marin, 1933) nos la paranoia made in USA, especialmente Butl cr Seder, 1984), El cabo del miedo
presenta a un Sherl ock Holmes tras la frtil durante los 80 y princ ipios de los ( Ma rtiu Scorsese, 1991), Ricochet
pista de un serial killer que acta a par- 90, cuya prem isa scrll In contaminacin ( Russell Mulcahy, 199 1) o Jaque al
tir d e las pautas que le proporc iona del hogar por un ps icpata d e aparien- asesino (Carl Schcnkel, 1993) para de-
cierto poem a. cill inmacullldll. C omo muy bien d etec- m ostrar q ue hay muchas razones por
taro n Jo rd i 13nll y Xavier Prez, "a e- lns cua les un hombre tambin puede
16. Particulannente escabrosa resulta la ces, este asesino de vida plcida entre perder lll cabeza en su ansia vengativa.
"ca ligar iana" trama de Los ojos mis te- ecinos ignorantes de su p ersonalidad
riosos d e Londres (\Valter Summers, dual se instala aliado de hogares .falsa- 28. Inc luso, qu Cllrambll, Sean Young
1940) y el remake posterior Los ojos mente paradisacos. Y pasa a convertir- en su humillante papel de Ace Ventu-
muertos d e Londres (A ifrcd Vohrer, se en el principal inductor de los relatos ra , un d etective diferente (Tom Shlld-
1960). ltomologables bajo el lema del 'intruso yc, 1994).
en casa'. Este moli1o temtico se /m
17. Hay que destacar po r s u calidad convertido en infinidad de j i/mes -y, so- 29. Otra excepcin no cata logada podra
tanto E l doble asesinato en la calle bre todo, te/efilmes-, f undamentalmente ser 111 parod in Los ases inatos de m a m
l\lorgue (Robert Florey, 1932) como norteamericanos. y ha cristalizado en (John \Vaters, 1994), 11lgo llS como el
El fantasma d e la calle l\Jorgu e (Roy ttulos como Falsa seduccin, La numo reverso cm ico de El padra stro, con
del Ruth, 1953). que mece la cuna, Dobles parejas, Jl!u- K11thleen T uruer c11rgndosc expeditiva-
j er blanca soltera busca, El abogado mente cualqu ier mnimo obstculo en lll
18. Una curiosa variacin de Jekyll & del diablo y 1111 largusimo etctera " (1. fe licidad de los miembros de su clm1.
H yde, en clave ms ps icopt ica que el Bail y X . Prez: La semilla inmortal.
resto d e las adaptaciones a la pantalla Anagmma, 1997). 30. Si bien antecedentes 11is lados los
d el relato de Stevenson, es Concierto hubo de fonnn salpicada durante d cll-
macabro (Jolm Brahm, 1945) , con el 24. Particularmente grato es e l pobre in- das flnler iores, aunque si.n llcgllr a or ig i-
repuls ivo Laird Crcgar en su ltimo pa- comprendido interpretado por A lex An- nar una liebre por el tem ll. Ah est, sin
pel. gula en el cortometraje i\li rindas asesi- ir ms lejos, nuestra genuina cu/1 movie
nas (Alex de lll Ig lesia, 1992). de c11ra 11 los a fi cionados extrllnj eros La
19. Qu es Crimen y castigo sino la residencia (Narciso lbez Serrador,
histori a d e un psicpata? El c ine ha car- 25. O tras v is iones recientes de este ar- 1969).
gado ms o menos las tintas en este as- quetipo pu eden hall11rse en i\latado1
pecto, sobre todo e n la versin no ho- (Pedro A lmodvar, 1986), El caso d e 3 l . Com o excepcin g ratll cabrll se1lalar
llywoodiense Cr imen y castigo (Pierre la viuda neg ra ( Bob Ra fe lson, 1986), El t ren d el terror (Roger Spott iswoo-
Chenal , 1934). 111 descacharrante E l co lor d e la n och e de, 1979). Ent re las dems, hay que co-
(Richard R ush, 1994) o , en registro n n- menzr por la cauda losa e indescripti-
20. Pascu al Duarte (Ricardo F ranco, lico, Poiso n 1vy (Katt Shea, 1992) y blem ente inepta serie surgida a p11rtir de
1975). Ve n e no e n la pie l (A illn S hapiro, Viernes 13 ( 1980) y seguir con tt ulos
1993), vari antes d el esquema "Atrllc- como Prom N ight ( Pau l Lynch, 1980),
2 1. He aqu otro punto de inflexin, a cin fat al", con apetecibl e prot11gonista El as es in o tras la msca ra (D avi d
partir del cual la form a de contemp lar a 11dolescente. Paulsen, 1980), Co leg ia las v io lad as
los serial killers se vi mod ificada , a l (Jess Franco, 1980), El ases ino d e
menos en el seno de Holl ywood. Ttu- 26. En E l caso d e Lucy Harbin ( 1963), Ro semary (J oseph Z ito , 198 1), l\li l
los co mo Co pycat (Jolm Amiel , 1995), Jo11n Crawfo rd mata 11 su marido y a l gritos tien e la n oc h e (Juan Piqucr,
Seven (David F incher, 1996), incluso el 11m ante de ste ll hachazos; En U n re- 198 1), April Fool's Day (Fred \Va lton,
lamentable The Ugly (1997 ), y, por su- fl ejo d el miedo ( 1973), unll adol escen- 1986), C utting C lass (Rospo Pallen-
puesto, teleserics como l\lille uium o te Sondm Locke eliminll 11 sus m s di- berg, 1989), Popcorn (Mark Herrier,
P rofiler, seran inconcebibles sin el im- rcctlls competidoras e n el mor de su 199 1) y un largus imo etctera . Otms
pacto previo del fi lm de Demmc. propio padre; en Esca lofro en la no- veces, los homic idas no eran t11n rgidos
ch e (Ciint Eastwood, 197 1) y su Sll- y repartan s us m andobl es de fo rmll

NOS FERATU 27
 /

ms democrtica , sin cciiirse exc lusiva- Actualmente, \Vi lliamson trabaja en una 34. Ya hemos visto coches psicpatas
mente al colectivo estudi antil. Es e l Ha lloween 7: The Revenge of Laurie -C hris tine (John Ca rpen tcr, 1983) y
caso de ttulos como Noch e silencio- S trod e, fi lm que traera de vuelta a la su prcdedentc en El asesino invisible
sa, noche sangrienta (Thcodorc Ger- saga nada menos que a Jamie Lec Cur- (Eiliot S il vcrstein, 1977)-, ascensores
shuny, 1973), Psicpata (David Pau!- t s. -E l asce nsor (Dick Maas, 1983)-, fri -
sen, 1980), S ilent Nig bt , Dead ly gorficos -The Refrigerator ( 1992)- y
Night (Charles E. Sellier, 1984) -este 33. Filmes con "asesino d el ms all" y hasta lavadoras -La lavadora asesina
film, que tuvo cuatro secuelas, presen- vocacin de franqui cia que o no llegaron ( 1997)-.
taba a un psicpata vestido de Santa a desarrollar secuelas o lo hicieron de
C !aus que asesinaba con un hacha -, forma poco exitosa fu eron S ho cker,
Amsterdamned, misterio en los ca- 100.000 voltios de terror (\Ves Cm-
n rlles (Dick Maas, 1987), Dr. G iggles ven. 1989), Lecturas diablicas (Tibor
(Manny Cotto. 1992), Exquisitas ter- Takacs, 1989), House 111 (James Isaac,
nunlS (Carl Schcnkel, 1994)... En Espa- 1990), Ca nd yman , el dominio de la
ri a, durante los 90, tambin hemos teni - mente (Bemard Rose, 1992) o Ascsi -
do nuestro p~yc/w cail, salido y co stro- rro del ms a ll (Brctt Leonard, 1995).
so, person ificado en el personaje creado i'vlencin aparte merece el serial killer
por Santiago Segura en sus cortos Evi- paranormal Bob de Twin Pea l<s: Fue-
lio ( 1992) y Evilio vuelve. E l purifi- g o camina conmigo ( David Ly nch,
ca dor ( 1994), as como en la variacin 1992), el suicida largometraje que sigui
Perturbado (1993). a la popular tcleseric homnima. Tam-
bin hace muy poco han llegado dos
32. Desde entonces \V illiamson ha fir- aportaciones ms en este apartado con
mado tambin los guiones de la rompe- la excelente Agrramc esos fanta smas
taqui llas y mucho ms mimtica Sr lo (Peter Jackson, 1996) y Fallen (Gre-
que hicsteis el lllimo verano ( 1997) gory ll ob lit, 1997), donde el psicpata
y Screa m 2 (\Ves Craven, 1998), ade- fan tasmal, encima, tiene la fac ultad de
ms de producir y escribir la tcleserie apropiarse de los cuerpos de personas
de "sustos juveniles" Dawson Creck. vivas.

NOSFERATU 27 EEI
 La islu de las almas perdidas

.'f(~z111rls rzolc1s sobre n1acl cloctors

' cle1ns vz~JrzcJrlrJs corz crl/7P1rl
,, Jortli Costa

Britle O.f 'file Jlonsler (19.')5) jilmeko Fleta Lugost' adinl'koak. "1lwvc no IHmw ~ "hum esnm'z
!Jere aktore-baliabtde lutmlaltk emo:o-apur bat aleml::.ea lorlzm wenean, bemk na/u' izan gabe.
azalpen guzliz mamitsua art' ::.en egiten, gorpuztea egokiht tw ion arketliJo neiiWlOf!./(!fikoaren
JHtluari /)ffmz: mad doclorarmu alegia, komediakfanlrtsque-arm poekari humz tinnt'::.u/::.eko
l!elbumz berei}.'Oilalu ::.uen lopiku generikua 1!/'!lero honi bere idetrik agn:stuenelanko bat::.uk
em 1zeko gamian e::.t7besleko gerlal zen luu'on tresnaren izoem indargabehtz.

NOSFERATU 27
 En The Mad Doctors At Work, es- muertos, crear un a raza de super- ro mn ticos dispuestos a co ntar
cultura en cermica que el ati ista seres o testar en carne ajena las historias de horro r -es decir, gti-
de Wisconsin Clayton Bailey reali- teor as de Darwin se ha converti- cas- con el propsito de adensar
z en colaborac in con Pcter Saul do en un elemento imprescindible la inquiehtd propiciada por la tesi-
en e l 74, dos c ient ficos locos, en cw1 lquier parodia del gnero tura c li mtica. El contexto ilustra
concebidos como rplicas cmica- d ispuesta a subrayar los aspectos esa condicin de fi gura-puente del
turescas de los propios artistas, ms camp del universo fa ntsti co. mad doctor, su funcio n a lida d
des-construyen un cuerpo tendido Incluso en muchos vehculos de como resorte capaz de releva r e l
en una mesa de operac iones: una seri e B no orien tados ex plcita- corpus de creencias supe rsti cio-
pierna elaborada con una ristra de mente hacia lo cmico no resulta sas que en e l re lato gtico opera-
sa lchichas, rganos sexuales fe- muy dific il discernir cul es e l ba como fuente de inquiehtd por
meni nos y masculinos arb itraria- po rcentaj e de sorna y caricatura ese corpus de conocimientos e hi-
mente inj ertados en e l cuctvo, di- invertidos en la defini cin de este ptesis cie ntf icas que ayu da a
versos objetos -bis tures, aguj as personaj e-tipo q ue, por su propia pcrfi lar las amenazas propuestas
hipodrmicas ... - hiri endo la casti- natura leza, estu vo frecuentemente por la li teratura de cienc ia-ficcin.
gada carne de l paciente y un cere- encamado por actores que hicie- Pero cabe detectar tambin en la
bro fuera de sitio son algunos de ron de la pompa y la sobreactua- histrica reunin de Villa Deodato
los detalles que contribuyen en la c i n su primordial rasgo de estilo. el nacim iento de un prejuic io bas-
simptica pieza artstica a articu- tante arraigado a la ho ra de dis-
lar un comentari o irni co alrede- E l hecho de que el 111{1(/ doctor cernir lmites genricos: la idea,
dor de una de las fig uras ms em- haya sido, probablemente, el per- profundamente discutible, de que
blemti cas del c inc fan tstico, el sonaje ms maltratado del gnero la ciencia-ficcin es el salto evo-
mad doctor o c ient fi co loco. Con fa ntstico -maltratado desde fuera lutivo de l relato de honor.
un discu rso artsti co que acredita y desde dentro del propio gnero-
un profundo conocimiento de la enmascara algunos de sus ms in- En e l doctor Frankenste in f01jado
mito loga de seri e B y un vnculo disputab les honores, ta les como por la imaginacin de Mary She-
estrecho con esa agresi n al cuer- s u cond ic i n de fig ura pionera lley en la velada de V illa Deodato
po humano que, a los ojos de Da- dent ro de lo que, a partir de los aparecen todos esos e lem entos
vid J. Skal, convierte e l cubismo at1os 50, se llamara cine ele cien- que, debidamente filtrados por las
y los desastres de la guerra en cia-ficcin y su dimensin de e le- exigencias de la ficc in cinemato-
vasos comunicantes, Clayton Bai- mento- pue nte en tre esas dos grfica, darn vida a l arquetipo
ley -cons tructor de robots con grandes manifestaciones del fan- que nos ocupa. Tomando como
aspiradoras y aparatos de radio de las tirue que son e l terror y la inspi racin y correlato mito lgico
los 50 y artfice de fal sos fsiles ciencia-ficcin, dimensin que, en el Prometeo encadenado ele Es-
de cclope- no pudo evitar en The ocas io nes, resulta ilustrativa de quil o, la escritora concibi a un
1\tfad Doctors A t Work caer en la las tenues fronteras conceptuales personaje cuya dimensin trgica
habitua l tentac i n de convertir al e incluso estticas q ue sepa ran estaba firmemente apoyada en su
"cientfico loco" en elocuente me- ambos frentes. blasfemo pro psito de iguala rse a
tonimia de lo peor -o lo ms r is i- la d ivinidad en su poder ms con-
ble- del gnero fa ntsti co. substanc ia l: la creacin de vida.
Figura amor a l, m ega l m ana y
Personaje de espesor m tico fcil- nada dispuesta a asumir las con-
mente extirpable, el mad doctor D nde nace el concepto de mad secuenc ias de sus actos, Vic to r
ha atravesado la historia del c ine doctor? Si bien podran traerse a Frankcnstein se convierte al final
fa ntstico aportando alg unos mo- colacin algunas fig uras m ito lg i- de la novela en vctima de sus
m entos fun dam entales -i mpres- cas y literari as que, en cierto sen- propias ambiciones encamadas en
cincli blcs, inc luso, pa ra la proria tid o, podran funcionar como pri- una criatura monstruosa y do lien-
de fini cin de l gnero-, pero tam- meros prototipos de lo que, en un te. Q uizs de un modo impreme-
bin ha s ido el perfecto comod n futuro fa miliarizado co n las no- d itado, muchas ele las historias de
para un sinfn de aproximaciones ciones de "progreso" y "tecnolo- mad doctors que poblarn la his-
pardicas capaces de carcomer la g a", se entender a como mad toria del cine fantstico seguirn
digLdad del arquetipo. E l cientfi- doctor, la iluminac in que, a la el patrn trazado po r la odisea in-
co con tendencias megalmanas y postre, ayudara a articular el es- terio r del personaje de Ma ry Shc-
ay udante contrahecho o zombifi- que leto de tan frtil arquetipo ci- lley. O bra de dec is iva influenc ia
cado y sus desvelos para restau- nematogrfico tuvo luga r una llu- en el progresivo espesor concep-
rar la belleza de la hija -o amante- viosa noche de junio de un lej ano tu al de l c ine de c iencia-ficci n,
desfig urada, encontrar el elixir de 1816. No es casual que el escena- Frankenstein o el moderno Pro-
la ctema juventud, resuc itar a los rio fuera una reuni n de poetas me/ea a larga su sombra sobre un

-""
NOS FERATU 27 Ell
 largo nmero de pelculas del g- trospccti vo con la explosin vehe- de ciencia movido por la pasin
nero, diseminando leves ecos de mente, con su dbi l equilibrio en- intelectual, el cineasta aetu'i una
sus hallazgos en ttulos menores y tre lucidez y locura, entre luz y vers in del arquetipo de una radi-
config ura ndo toda un a potica sombra, el actor Coln Clive en- calidad casi terminal, el mad doc-
fantacientfica en los mayores. carn un modelo de mad doctor tor del final del camino, un severo
cinematogrfico que iba a deter- punto y aparte en la larga send a
Con nada menos que tres adapta- minar muchas de las posteriores abierta por James Whale.
ciones cinematogrficas en ti em- m anifestaciones de l arque tipo.
pos del cine mudo -Franke ns- Cuando, libre de los condiciona- Muchos mad doctors cinemato-
tein (1910), de J. Searle Dawley, mientos morales que impidieron a g rficos con a lgo m s que el
Life Without S oul (1915), de los crea dores de la Unive rsa l mondo hueso del arque tipo, gas-
Joseph W. Smiley, y la ital iana Il m ostrar las a ristas ms afila - tado por el uso, bajo su sonoro
mostro di F ranl{enstein (1 920)-, das del mi to, el cineasta Terence nombre de habituales resonancias
la obra de Mmy Shelley inspirara Fi sher confi a Peter Cushing el centro-europeas tuvieron ori gen
la encarnacin cannica del mad papel de doctor Frankenstein en la li terario. En los tiempos en que el
doctor cinematogrfico en la cl- serie de pelculas que la Hammer cine de ciencia-ficcin todava no
sica adaptacin de la Universal: E l dedic al personaje, la figura del haba recibido su nombre -ni su
doctor Frankenstein ( 193 1), de mad doctor pudo ahondar a con- legitimidad como gnero-, el in-
James Wllale. Con su perfecta ciencia en su potencial ms in- flujo de la literatura de Jules Ver-
combinacin de energ a alucinada quietante y transgreso r: priv ile- ne y H. G. Wells permiti a mu-
y latente fragilidad, con su facili- giando su tiniebla anmica por en- chos de los creadores ms sedu-
dad para altemar el registro in- cima de su condicin de hombre c idos por lo imposible que por lo
posible construir un imaginario ci-

C01 EDISON nematogrfico en el que la figura

del cientfico "loco" -o, por lo
menos, excntrico- ocupaba un

NETOC LONDON, APRIL 15. 1910

papel central. En creaciones ver-
neanas como Otto L idenbrock,
Orfanik o el capitn Nemo cabe
ver al antepasado -a veces, no ex -
plcitamente directo- de algunos
de esos personajes del cine fan-
tstico pionero qu e pusieron la
cienc ia al servicio del concepto
rector de la aventura. E n la obra
de Well s, amn de un arquetpico
mad doctor de tan f rtil vida cine-
m atogrfica como el Hombre In-
visible, aparece una figura llamada
no slo a escribir palabras mayo-
res en el ll amado sptimo arte,
s in o a pl antear a lgunas de las
cuestiones ms incmodas en la
historia de la ficcin cientfica: se
trata del doctor Moreau, inmorta-
lizado por Charles Laughton en la
turbia adaptaci n de E rle C. Ken-
ton L a isla de las almas perdi -
das ( 1932).
5CI:N I: fliOM

FRAN KENSTEIN Si el doctor Frankenstein cometa

III .M N. 66 0 4 la bmtal hereja de equipararse a
Dios en su intento de transubstan-
ciar muerte en vida, Moreau utili-
za la ciencia para enfrentar al
DISON FILMS TO BE RELEASED hombre con su mismo origen, re-
ROM MAY 11 TO 18 INCLUSIVE lativizando con sus experimentos
certidumbres evolutivas y confun-

:lINOSFERATU 27
 El doctor Franl<enstein

diendo jerarquas taxonmicas. La

figura de Morcau ilustra, en ci erto
sentido, el estrecho vnculo entre
el 111ad doctor y el hechicero -vn-
culo ms o menos explcito en las
aproximaciones cxpresionistas a l
arquetipo-, en tan to que utiliza la
ciencia para zambu llirse en lo os-
curo, en lo primigenio, y decir
aquello que jams debera ser di-
cho. Como otro 111ad doctor lite-
rario -y tambi n inspirador de al-
gunos de los escasos 111ad doctors
con espesor de la his toria de l
cine-, el doctor Jckyll creado por
Robert Louis Stevenson, el doctor
Moreau hurga en la animalidad la-
tente de nuestro estadio evolutivo
y, en consecuencia, comete un
acto de desm esurada ag resividad:
recordarle al ser humano su pro-
pia, prof1mda contingencia.

Vivimos en una realidad ele serie

B? Alg uien se ha fij ado en el po-
tencial ele alg unos miembros ele
nuestra contempornea li te cien-
tfi ca com o ca r is m ti cos 111ad
doctors de celul o ide? Stephen
Hawking y su sofisti cada silla de
ruedas capa z de hacer pa lidecer
de envidia a cualquier villano de
pelcula de superagentes secretos,
Bill Gales y su sospechosa asep-
s ia sexual, e l recientem ente fa lle-
cido Timo thy Leary y su rostro
de impenitente abductor de cere-
bros ... Es evidente que, en unos marcado por la conquista del es- aY11darnos a entender nuestro pre-
tiempos en que la clonacin de la pacio, la realidad parece indicar- seute: la clave est en Moreau, Je-
oveja Dolly y los propsitos de un nos que e l 2000 tendr ms que kyll. .. y en el doctor Mengclc que
inquieto c ie ntfi co d ispu esto a ver con la direccin de l prog reso encarn Greg01y Peck en la ver-
clonar seres humanos en un pas inaugurada por e l doctor Moreau . sin cinematogr fica de Los ni'ios
con menos fro nteras lega les que La revolucin cientfica del cam- del Brasil, novela de Ira Levin,
Estados Unidos -Mxico?, Ar- bio de milenio no tiene tanta rela- que realiz Fran.klin J . Schaffer
gentina?- ocupan primeras planas cin con viaj es al exterior -al es- en 1978.
de prestigiosos peri dicos, la t - pacio exteri or- como con viajes al
gura del 111ad doctor ha dado el interior, es decir, al o ri ge n, a l
de finiti vo paso hacia la aceptacin misterio mismo de nuestra exis-
social. O, dicho de otro m odo, ha tencia : el concepto clave no es la
dado el salto de la ti ccin a la vida exploracin (del u ni verso desco- Cuentan las biografias que, en su
cotidiana. nocido), s ino la reproduccin. E l juventud, el actor de origen brit-
sujeto que ms desvelos nos pro- nico Lionel Atwi ll quiso estudiar
Si la ms desbocada imaginac i n voca no es el extraterrestre, sino m edic ina . Es pro bable que e n
de principios de s ig lo pareca el clon. En el cine fantstico estn esos tiernos aos ni siquiera se le
concebir un cambio de mil enio los mensajes cifrados que pueden pasara por la cabeza que su futu-

NOSFERATU 2 7 m
 ro p rofesional le iba a encas illar plausible, sino probadamente efi- sig lo. Si en los orgenes de la po-
en papeles ... de mad doctor. C in- caz. tica d el desmembramiento y la
co millas ms all del lugar de na- sangre denamada se halla un po-
c imiento de Atwill y dos ai\o s N o s iempre ciencia real y ciencia sible embrin de mad doctor -el
despus de que el futuro protago - imag inada se han dado la mano ps iclogo fascinado por las posi-
nista de El doctor X (1932) solta- m edi ante tan extraas torsiones bilidades de la locura como es-
ra su primer llanto, vino a este de mueca: en ocasiones, el v n- pectculo-, no es extrao que el
mundo otro actor notable a quien culo entre ciencia y espectculo discurso esttico iniciado por el
el destino condenara a re iterar ha s ido bastan te ms directo. Bas- Granel Guignol haya acabado ge-
eternamente el papel de mad doc- ta con acercarse a los orgenes de nerando una suerte de star system
tor, B oris Karloff. En 1939, Kar- la truculencia como esp ectculo de contrafiguras del mad doctor:
loff protagonizara la serie B de la para encontrarse con un hombre esos maestros del efecto especial
Columbia The Man They Could de c iencia en toda reg la: el psic- de maquillaje -Tom Savini, Dick
Not Hang, que, segn sus res- logo Alfred Binet, director, como Smith, Chris Walas- que han he-
ponsables, apoyaba su terica de nos recuerda David J. Skal en su cho de la cicatri z y la desfigura-
gnero en los experimentos reales fundamental ensayo "The Mons- cin de la came objeto de g ozosa
en tomo a la reanimacin de pe- ter Show. A Cultural History Of contemplaci n esttica mediante
rro s muertos que un tal doctor Horror", del Laboratorio Psicol- un gusto por el detalle d e preci-
Comish realizaba en la poca. A g ico-Fisiolgico de la Sorbo na y sin casi clnica.
modo de extraa justicia potica, habitual colaborador de Andr de
el film inc lua como e lemento pu- L a rde, uno de los ms celebrados
ramente ficticio un corazn artifi- dramaturg o s al servic io d e esa
cial. .. que el ineluctable desarrollo cuna d e la tica y la estti ca de l
de la ciencia mdica ha acabado gore que fue e l Thatre du Grand La transformacin de los ldicos

-- -----'-
convirtiendo en instrumento no ya Guig nol de Pars a principios de cientficos excntricos de los or-
genes del cine fantstico en tor-
vos mad doctors es slo una de
las muchas m anifestaciones visi-
bles de un proceso cultural bas-
tante complej o: la progresiva sus-
titu c in d e las bienhumoradas
fantasas en torno a la flamante
idea del progreso -ingenuas, lumi-
nosas, pero con la idea del peligro
tecnolgico larvada en su interior-
por las fantasas oscuras surgidas
entre e l umbra l de la Prime ra
Guerra Mundia l y la ominosa pos-
guena . E n el momento en que los
suei\os se tornaron pesadillas, el
sabio loco -pero simptico- cedi
su terreno al mad doctor.

A mn de po ne r en cues ti n la
aco moda tic ia pos tura d e l cine
norteameri cano de la poca en el
desarrollo de los cdigos genri-
cos, el cine expresio nista a lemn
apm1 a la confi gurac in cinema-
tog rfi ca d e la fig ura del mad
doctor impo rtantes ma ti ces . Y
quizs en este punto tambin haya
lugar para delatar la presenc ia de
un mad doctor real como posible
elemento catalizador: el ps iquiatra
mili tar que o blig al futuro ca-
guionista de El ga binete del doc-
tor Caligari (19 19) H ans Ja -
El gabinete del doctor Cnligari

ti:~ NOSFERATU 27
 La mosca

nowitz a p asa r por repetidos tests

psiqui tricos que mellaron su mo-
ral, al tiempo que fecundaron su
imag inacin llevndole a crear al
osc uro hipnotista que ej e rc a su
p od e r me nta l sobre el esculido
Cesare.

Ms fa miliarizado con las fue rzas

oscuras y con la m agia que con la
cie ncia propia me nte dicha, el mad
doctor del expresionismo ale m n
-de Caligari a Mabuse, pasando
por Orlac- posea una clara di-
mensin de metfora p oltica que
el c urso de la historia revel d e
virtualidades p c rturbadoram e nte
profticas. E n esos pe rsonajes -y
e n su condicin de maestros de
ma rione tas de personajes subordi -
nados- puede verse el germen de
esos vocac io n a l es "a m os d el
mundo" -no necesari a mente p o-
seedores de l t tul o de mad doctor-
que los seriales no rtea mericanos y
e l posterior cine d e agentes secre-
tos convertira e n intercambiable
nmesis de sus ta mb i n intercam-
biables hroes.
imp ortancia a la hora de lanzar el cos que representan quimricos
tpico del mad doctor a otra di- instrume n tos qu irrgicos pa ra
m ensin: C ronenberg es al mad m uje res mutautes y los util iza e n
doctor lo que el monolito de 2001: un a operacin real. E l cineasta
Casi todo v iaj e que se precie a lo una odisea del espacio ( 1968) a consigue otra metfora de a ltu ra:
largo de la mito loga del fantstico Kc ir D ull ca; es d ecir, el instru- los o nricos obj e tos como perfec-
tiene su pu nto de llegad a en e l me nto que lo trans fo rmar, d efi- to sm bolo de la relacin e ntre
corpus c reati vo de algn cread or nitivamente, e n una un idad supe- ciencia y .fantastique. La ciencia-
de obra todava a b ierta. E l ca na- ri or. 1) En La mosca ( 1986), pe- ficcin es la ciencia vista a travs
di ense D av id C rone nbcrg es, pa ra lcul a que no es ta nto de mad doc- de la ptica defonnante del deli-
honra su ya, el ni co destino posi- tor como de cientfico victimiza- rio. 3) E n C rash ( 1996) un a sec-
b le d e muc hos de los v iajes toda- do p or sus propios hallazgos -otro ta de so fi s t icados perve rs o s
v a tra nsita bles a travs del imagi- lugar com n dentro de l gnero-, sex ua les "ex perimenta" nuevos
nario fantstico. Su uni verso de e l protagon ista colecciona en e l placeres a travs de la liberaci n
ho rro res aspticos, gemel izados a rmario del cuarto de bai1o aque- de energas producida por los ac-
mad doctors transmutados en su- llas partes de su cuerpo qu e su cide ntes automovilsticos. Pe ro el
mos sacerdotes de la inqu ietu d y mutacin ha hecho caducar. Con verdadero mad doctor del li lm no
e nfermedades 1iberadoras, ilustra e ll o, Cronenberg no s lo borda es otro que David C ronc nberg y
uno de los di scursos ms compl e- una escena de casi insoporta ble C ra sh, su ms elaborado experi-
j os q ue ha acogido recientemente hu mo r negro, sino q ue tambi n mento: un autntico tratado v is ual
e l ci ne de gne ro. La presencia lega a la posteridad una imagen sobre e l fetichismo desestructura-
del mad doctor e n su mundo ima- q ue es to do un come nta rio irnico do capaz de preparar nuestras zo-
gi na rio ha cobrado fonnas tan d i- sobre el estado del fant stico en nas crgcnas para ese futuro, in-
versas com o aj e nas a l lugar co- uno s al'ios 80 domi nados por la minente, en que, grac ias a esos
m n y a las servidumbres del ar- tirana del ltex: un museo de des- mad doctors que pueblan no ya la
qu e tipo. Baste aqu me nc ion a r poj os huma nos e n un lavabo im- serie 8, sino la actualidad infor-
s implemente tres d e sus ilumina- po luto. 2) En In se p a rables m ativa, las nociones de "sexo" y
c io nes m s sob resa lie ntes p a ra ( 1988), uno de los gemelos prota- "rep roduccin" no irn necesa ria-
dar una medida a proxi mada de su gon istas ro ba unos objeto s art sti- men te u nidas.

NOSFE RATU 2 7 m
 fe e/( Pctlcu1ce en
Rc1ices }JIoftlllclcl~
Quim Casas
Para Carlos Aguilar

Jack Po/once berrugeila hamargarren lwmarkadako Esta/u Batuetako :nemagint;:,ako perlsonaia

nabwmenen (Jrlean unenetakoa izan gmum. Harni.ko wopegia ela beglimla sarf.:orra, begiturle
w korm ela gorpuzkem kczkagarria ;:,uenlwnek ln"kumk ankerrak ela pt:\tolan"ak anlzcztu ohi :ituen.
Rufe.ypro_fmulu.~en (1953) annak ('skaint;:,a onenc1egiten dionari saltzeu di::kion lullzwle irmo
e/(J ikaragaitw anl::.eztu;:, bere ezaugam' onenak emkutsi ::.kigun.

e Shane, rebautizada con ne!", hasta cubrir todos los h ue- una vez por todas el revlver, em-
bastante tino entre noso- cos de la banda de sonido casi de pequeeca los problemas do ms-
tros con el tt11lo de Ra- la primera a la ltima imagen del ticos de l matrimonio de g ranjeros
ces profund as (1953), film . Se recuerda tambin a A Jan Starrett e, incluso, el pape l de los
se recuerda a Brandon de Wilde, Ladd, actor vo lub le y taciturno, villanos que se agazapaban en la
un nio mb io de aspecto lozano, cuando no directamente tuexpre- sombra, all en la ciudad cercana.
criado con leche y maz por sus sivo, luchando contra su propio Surga entonces la perso nal idad
padres, Va n Hefl in y Jcan A rthur, destino: la llamada de las armas. de Jack Palance, Waltcr Jack Pa-
gritando todo el rato el nombre Su tragedi a perso na l, el d o lo r lance como aparece en los crdi-
del protagonista: "Shane!, Sha- contenido por no poder colgar de tos de la pelcula, Walter Jack Pa-

NOS FERAT U 2 7
lahnu ik como se llamaba en rea li- incorporar a J im W ilson, y para los secundarios es incontestable:
dad. que partiera hacia Italia con el fi n Ben Johnso n en el papel de l sica-
de rodar Los mongoles (1 961). rio arrepentido, Elisha Cook, Jr.
Elemento extrao a la propia co- Aunque fu eron E lia Kaza n -Pni- como el campesino sudista que se
munidad en la que transcurre la co en las calles (1950) y la ver- convertir en primera vctima de
accin, el personaje interpretado sin teatral de Un tranva llama- Wilso n, E mile Meyer como e l
por Palance llegaba al lugar para do deseo- y Robert Aldrich -The ranchero que domina el luga r y
someter a los colonos segn los B ig Knife (1 955) y A ttacld Edgar Buchanan en la pie l de uno
designios del cacique del lugar. (1 956)- quienes mej or exprimie- de los colonos que desecha ya
Sombrero y guantes negros, cha- ron las cualidades de Palance, in- cualqu ier pos ibilidad de anaigarse
leco y pauelo oscuros, pantaln cluso para papeles protagonistas, en una tierra arisca y sangrante. Y
m arrn, camisa blanca, espuelas sus inic ios en Hollywood queda- Palance, por supues to, que inclu-
brillantes y dos colts de cul ata ron marcados indefectiblemente so lleg a ser nominado para el
blanca. La elegancia inquietante por su trabajo, breve, escueto y Osear al mejor secundario junto a
del mal. La encarnacin prototpi- directo, en Races pmfundas. Brandon de Wilde.
ca del villano en los mrgenes del
westem. Races profundas es Es ste uno de esos filmes que Ap rox imadamente 55 minutos
hoy un westem cls ico, aunque en in va lidan parc ialmente la po ltica despus de la llegada de Shane al
su momento entr en la categora ca bierista de los autores, ya que f rtil valle de Wyoming donde
esqu iva de los supenPestem s o su inters y plenitud surgen de la modestos campesinos y podero-
westems ps icolgicos. Psicologa perfecta comunin entre todas las sos rancheros dirimen sus cu itas
sencilla. "Un revlver es bueno o partes implicadas en el proyecto, si11 haber llegado an a extrem os
malo segn quien lo empuiie", sin fisuras dignas de mencin ni ele desmedida violencia, Stevens
asegura Sha ne. "Uno no puede protagonismos ms reconocibles encuadra a Jack Palance a caba-
dejar de ser lo que es", sentencia que otros. No es una pelcul a de llo, en un plano general, dirigin-
des pus. William Jack Pa lance, George Stevens en el sentido au- dose hacia la c iudad. Si la apari-
llamado en el fi lm Jim Wi lson, tora! de l trmino, ya que tiene tan- cin de Shane vara considerable-
nunca dej de ser lo que era, un ta o m s importanc ia que su lac- mente el devenir cotidiano de la
excelente actor de reparto cuyos nica puesta en escena lo que su- pequea comunidad de colonos,
rasgos fsicos lo convertan en in- giere la banda sonora de Victor la inu pcin del villano Wilsou no
t rprete id eal para pers on aj es Young -una de las ms icas ms hace otra cosa que descentrar los
como el del pistolero hiertico de emotivas, en la composicin c l- rasgos individuales -fascinacin
Races profundas. El revlver es sica bajo patr n hollywoodiense, del nio por Shane, inters de la
malo si lo empua l, est claro. junto a la de David Raskin para madre por el pistolero, amistad y
Por cierto, el amigo, socio y pro- Laura ( 1944) y la escrita por compaerismo con e l padre- en
ductor de Kevin Costner tambin Hemy Mancini para Dos en la favor del gran problema colecti-
se llama Jim Wilson. Casualida- carretera (1967)-, el naturalism o vo. En la presencia del ases ino a
des. Uno no puede dejar de ser lo fotogrfico de Loyal Gri ggs -el sueldo interpretado de fonna gra-
que es. limpio plano de l pequ eo Joey ntica por Palance encuentra Sha-
apuntando al ciervo que bebe en ne su espejo opaco. Son, obvia-
Palance naci en el seno de una e l arroyo mientras, a l fondo del mente, las dos caras de una mis-
familia de mineros de o ri gen ucra- encuadre, vemos aparecer a Sha- ma moneda, slo que uno de los
niano. Su rostro grantico es pro- ne montado en su caballo-, la ho- pistol eros pug na por olvidar su
ducto de los go lpes que recibi en mognea escritura de A. B. Gu- condicin y el o tro sobr evive gra-
su etapa de boxeador y de la ope- thrie, Jr. -figura capital, aunque cias a ella. El modelo seguira en
rac in de ciruja plstica a que fue no reva lorizada, de l westem de los westems posteriores como E l Do-
sometido cuando su rostro qued c incuenta, au tor de las novelas rado (1966), en el que John Way-
parcialmente desfigurado al incen- que sirvieron de base a Ro de ne encarnaba al pistolero conc ien-
d iarse su avin, durante la Segun- sa ngr e ( 1952) y Duelo en el ba- c iado y Christopher George a l
da Guerra Mundial. Una cara tra- rro (1959)- y la compen sada d igno rival que segua viviendo
bajada, horadada por la dureza so- e leccin de actores: Van Heflin es como un mercenario libre de im-
bre la lona y la experiencia blica. el fm11ido y bonachn campesino, puestos. Curiosamente, la pelcula
La operacin facial acrecent sus Jean Arthur otorga sa bidura y que sig ui aos despus el mode-
rasgos monglicos, ideales para ternura a su personaje de fiel es- lo de Races profundas, E l jinete
que la Universal y Dougl as Sirk le posa, A lan Ladd se crece (literal- plido ( 1985), difumin este en-
convirtieran en monarca brbaro mente) en su composicin de pis- frentamiento antagnico: el papel
en Atila , rey de los hunos tolero solitario convertido en dolo de Wilson lo ocupan en la pelcula
( 1954), realizada justo despus de del pequeo Joey, y la calidad de de Clint Eastwood un sher(ffy sus

NOSFERATU 27 Eill
 ayudantes, dispuestos a vender el cenas para entrar en materia, ga l- c01de, de ponerse los g uantes an-
uso de sus armas al propietario de vaniza r el iuters de la historia, tes de disparar. Quinta escena,
la compaiia minera que pretende moshar su estilo y ser liquidado tambin al alba, duelo final con
expoliar las tierras de los g ranje- en aras del bienestar y el prog reso Shane en la cantina: la forma que
ros. del valle. tiene Wilson de esperar en solita-
ri o, sentado en una esquina del lo-
Ryker, e l ranc hero autrquico, Primera escena, llegada a la ciu- cal, sumido en unas sombras que
comenta a Shane y Starrett que dad: Wi lson es lo que es, un pis- ilustran tanto la pacienc ia del per-
11
a partir de ahora, cuando nos tolero callado, de semblante hos- sonaje como su condic i n oscura,
peleemos, quedar en el aire el co y mirada llameante. Segunda su permanente estado de alerta.
olor a plvora 11 Hasta entonces, escena, en la cantina con su nue- De poco le servir, por supuesto,
los enfrentamientos hab an sido vo patrn, mientras los granjeros porq ue Shaue sigue siendo ms
de una fisic idad primitiva, a ptn1e- celebran en el exterior el 4 de j u- rpido en el momento de desen-
tazo limpio en la oscura cantina lio: destaca la manera que tiene fu ndar y apretar el gatillo. La es-
de la ciudad. La rivalidad, aunque Palance de mirar al pobre E lisha tela del pisto lero de Cheyenne se
insistente, no haba alcanzado su Cook, Jr., de rerse del apego de diluye mient ras Shane se aleja del
cenit, quiz porque Ryker confia- ste a la denotada confederac in. lugar y el ni11o corre y grita su
ba en atemorizar a los colonos sin T ercera escena, encuentro noc- nombre. Para Palance era el des-
necesidad de recurrir a las annas hlmo en el rancho de los Starrett: pegue de una carrera caracteriza-
de fuego. Pero la frase ilustra per- mientras el g ranjero habla con el da por el gesto brutal y la mirada
fectamente que la disputa ya no ranchero, Shane y W ilson se cs- arrogante, por un esti lo algo enca-
puede reso lverse de ot ra form a. cmtan en la penumbra, se o bser- sillado que, con todo, le permitira
Es el prembulo para la aparici n van, esh1dian y, lo ms importan- fugas notables, caso de su trabajo
en escena de Wi lson, un persona- te, se reconocen como miembros en E l desprecio ( 1963), un sucu-
j e que huele a plvora. Uno de los de l m ismo g remio de l crimen. lento mano a mano con Godard,
ho mbres de Ryker ha de cabalgar Cua rta escena, e l asesinato de La ng, Picco li y B. B., y disloques
todo un da hasta Cheyenne, c iu- Elisha Cook, Jr. al alba, en e l ba- considerables, como el papel de
dad en la que reside el pistolero. n'izal en que se ha convertido la Fidel Castro en C he ( 1969), de
E l p istolero de Cheyenne. A Pa- calle principal de la ciudad: el ges- Ri chard Fleischer.
lance le bastan tan slo cinco es- to, altanero, flemtico e inmiseri-

Races ~rotund os

fi. NOSFE RATU 27

 n viejo axioma que rige
desde tiempos primiti-
vos en la "fbrica de l
actor excntri co" (lase
Hollywood) establ ece que para
ascender desde el purgatorio te-
rrenal de los secundarios hasta el
cielo de la galaxia estelar es preci-
so haberse labrado, previamente,
reputaci n de maldad, dureza y
villana. Con maneras blandas y
miradas de cordero degollado nin-
g n intrprete de reparto consigue
hacerse un hueco al frente de las
carteleras, y no hay ms que
echar una ojeada a la filmografia
de Lee Marvin para ratificar una
vez ms aquella ecuacin.

Lo ciert o, sin embargo, es que

este acto r de fisico corpulento y
faz de granito no haba nacido
exactamente para "duro". Aficio-
nado a la filosofia y a otras disci-
plinas intelecl11ales, su vida cam-
bi de carril cuando, a los dieci-
nueve al'1os, se alist en el cuerpo
de los marines para combatir en la
Segunda Guena Mundial. Herido
en combate y hospitalizado duran-
te trece meses, regres a la vida

civil tratando de ga narse el sus-
tento con los trabajos ms humil-

arv1n
des y variopintos, incluido el de
aprendiz de fontanero, hasta que
en 1947 (a los veintitrs ai1os) de-
but sobre los escenarios en el
Maverick Theatre de Woodstock.

An era un j ovenzue lo g randulln

e e
f.Jcll?oble7.ct clrl grcuu'to
y a lgo torpe de movimientos, de
hecho, las primeras veces que se
asom a una pantalla dentro de las Carlos l Heredero
ya casi olvidadas Teresa (Fred
Z inne ma nn) y You're In the Bere 't.mmrm arllt"tektum motwl/tt'ko l'lrt harr'::.koak cta berc'
Navy Now (Heruy Hathaway), all
be~:p'mdarennu!JIC'::../uk elkarr/ at.n'k'fula :.tiwtlfll. Bcta bemk
por el ai1o 1951. Su presencia fu-
gaz y apenas entrevista en ambas wtlze:./utako perlsonaien ::.t'lalkerirt e/a basakenk p,wb/tustm -/wfl(/o
pelculas -un melodrama blando y e::.kutu hatektil ere.. lnna hat:uez C'la hl'sleez newTi hl'rean /J([//atuz.
una comedia de escaso relieve-
tampoco iba a servirle adems de
nwltzurken pa::./enl::.t'a t'l::.ela::. lanf:::.ertrett itarll!z lor/u ::.uen
gran cosa, por lo que pronto ha- har-111m'la. efa be!t /n mmkt lwrrelw 1 instala /u zenean, bere w na
bra de buscar nuevos derroteros herremsleko modua b/latu wen, w:.enlas/111 moml akatsgabekn.figure
para su incipiente filmografia, y la
verdad es que no tard mucho en
gvgorlusw w emane:.: e.::: :en salcluken'aren kawmtd,/ko lrwdore, bere
dar con el vehculo adecuado. burua bwnio aurkitutako "astakt'Ir'll noblea" bu':: . ik.

NOSFERATU 27
Lo encontr en una mag istral pe- oculta, secreta y casi infantil no- En la primera -un remake de E l
lcula negra, dura como el peder- bleza que pareca consustancial a ltimo refu gio (R aoul Wa ls h,
nal y seca hasta la osamenta (Los su fis ico. 194 1)-, era Marie (Shelley Win-
sobomados, 1953), donde, a pe- ters) quien s ufra los arrebatos
sar de que Fritz Lang sumerga en No s iempre se ha reparado en ese temperamenta les de Babe Kozak,
el fuera de campo de una elipsis la trasfondo, en ese poso ele limpi a un delincue nte arrogante y con
principal hazaa de su personaje, y, a veces, contradictoria integri- pretens iones, novatillo y de mal
sta dejaba so bre las imgenes dad que ni s iquiera excluye la ter- beber, a quien Lee Marvin confi e-
una huella imborrable : el rostro nura y que se hace visible, inclu- r e esa caracterstica brutalidad
quemado y desfi gurado de Debby so, bajo la faz ms cruel y violen- algo patosa y ms bien desmal'la-
Marsh (inolvidable Gloria Graha- ta, bajo los comportamientos m s cla con la que se mova por enton-
me), marcado para s iempre por la atroces de sus p e rsonaj es ms ces. Slo que aqu Hcis lcr vuelve
jarra de caf hirviendo que Vince despiadados. Hay siempre algo de a dej ar fuera de campo (al igual
anoja sobre su cara tras un arre- "noble bruto" en sus composicio- que hizo Lang en Los soboma-
bato de celos. nes y hasta en su manera de mo- dos) la brutal ag resin de Babe a
verse, un eco de buen fondo y de Marie, y tan slo se muestran, a
Pocas veces en la historia del cine bondad esencial en el interior de posteriori, s us desoladoras conse-
un s uceso no visuali zado, una ac- esa apariencia rocosa y ptrea que cuencias sobre el fisico de la chi-
cin elidida por el montaje, ha im- con fe ra a casi todos sus persona- ca.
pregnado de manera tan profunda jes, por muy sa lvaje y criminal que
la esencia de una pelcula y ha llegara a ser la actitud de stos. F leische r es ms expl c ito, en
sell ado con tanta perdurabilidad la cambio, al filmar en e l segundo de
imagen de un actor. Sin embargo, Plenamente consciente de que su estos ttulos la violencia con la
el Vi nce Stone interpretado a ll fi sico y su rostro lo convertan que Dill anebata durante el atraco
por Lee Marvin apenas era toda- frente a la cmara en carne de a la seliorita Braden (Silvia Syd-
va, pese a la "piedra" de su apelli- villano, Lee Marvin no dud en ney) el dinero que sta haba ro-
do y pese a la dura fi sonoma de explotar a fondo ese filn tras el bado antes. Slo que este atraca-
su intrprete, algo ms que un de- impacto de Los sobornados. De dor, al que Lee Marvin confiere
lincuente de tres al cua1io: casi un ah que no resulte cxtrm1o encon- toda la brutalidad de la que es ca-
aprendiz ele gngster, un lugarte- trarle despus metido de nuevo en paz frente a la cmara, tambin
niente chulito y pazguato, ele pe lo la figura del gngster o delincuen- deja pronto al descubi erto toda su
engominaclo y trajecillo pres un- te subal terno, del matn con es- vulnerab ilidad, ya que aparece
. . .
tuoso, tan machista y violento casa ex perienc ia y modales tan s1empre nerv1oso y s1empre aga-
como inseguro y vulnerable. Ni amenazantes como desgarbados, rrado al inhalador del que no se
siquiera la crispacin enfurecida dispuesto siempre a maltratar a las separa en toda la pelcula.
q ue le hace despeinarse cuando mujeres, como sucede en dos pel-
vapulea a Debby, en el preludio de culas ele 1955: 1 Died A T hou- Figuras corno stas colocaron a
s u bestial agresin , le permita sand T imes (Stuart Heisler) y S- Lee Marviu en la estela de una
desprenderse totalmente de una bado trgico (Richard F leischcr). escuel a particularmente fructfera
para el cine americano. Persona-
jes de verbo tacao, rpido y cor-
tante, de emocio nalidad recndita
o silenciada, celosos guardianes
de un secreto mundo interior que
nunca se bace explcito, interpre-
tados por actores q ue trabaj an
desde e l minirnal ismo de unos re-
cursos expresivos mucho ms 11-
s icos que ps icolgicos.

Eran los tough g uys (chicos du-

ros) de los aos treinta y cuaren-
ta, actores que provenan de la
cantera de los secundarios y que,
tras interpretar a una amplia gale-
ra de mafiosos, delincuentes o
desalmados, por lo general dentro
del cine de g ngsters o del cine

Los sobornados
El hombre que mat
a Liberty Va lance

negro, ascend a n a l estrellato y mah.1ra cabellera griscea que ins- actor desplegar el mx imo de su
emprendan as su particular ca- piraba confianza. As se fue for- histrionismo. Su irrupcin en la
mino de redencin: gente como j ando -como producto de estas pelcula con el rostro cubierto, el
Paul Muni, James Cagney, Gcor- ambivalencias- una personal idad largo guardapo lvos blanco, el lti-
ge Raft, John Garfield, Humphrey mucho ms complej a de lo que go amena za nte y la actitud provo-
Bogart, Richard Widmark o Ro- aparentaba, y sobre ella iba a sus- cativa sienta las bases de un per-
bert Ryan, entre muchos otros. tentar su acceso al cstrellato. sonaje que ha quedado como un
icono -a medio camino entre lo
Heredero de aquella tradicin, Lee El encargado de brindar a Mmvin simb lico y lo caricaturesco- del
Ma rv in e mpre nde durante los esa oporhmidad fue nada menos bandido del oeste dentro del wes-
aos cincuenta un sendero por el que John Ford al confiarle dos tem. Retratado deliberadamente
que le acompailan Emest Borgni- personajes memo rab les en sendas como s i fuera una encarn acin
ne , J ames Coburn o C har les pelculas rodadas por el actor de alucinada del mal igno, sus apari-
Bronson, y al que ms tarde se forma consecuti va: El hombre ciones estn envueltas casi siem -
sumar tambin C lint Eastwood. qu e mat a L ibe rty Va lance pre en cierto mis terio de matri z
Su aparienc ia monol tica, sus fac- ( 1962) y La tab erna del irlan- onrica y adqui eren una dimensin
ciones duras y sus modales rudos ds ( 1963), dos thl los que le per- casi fantasmagrica.
chocaron, sin embargo, con sus mitieron sacar a fl ote, adems, fa-
achinados oj os g rises y con la cetas opuestas y en apa ri enc ia E l Liberty Valance de mirada de-
claridad limpia que stos daban a contradicto rias de sus capacida- safi ante, dcsgrei'tado y mal afeita-
s u mirada. La frialdad di stante des interpretativas. do, de so nrisa c nica y burlona,
que impona su imagen flmica, capaz de ensaarse brutalmente
capaz de engendrar repentinas y El matn a quien el ttulo de la con el viejo, indefenso y borra-
ardi entes explosiones de violencia, primera convierte ya de entrada chn director del peridico, has-
tena q ue convi vir con una prc- en una figura mtica permiti al ta matarlo a lat igazos, representa

NOS FERATU 27
ciertamente el culmen de la mal- Y ser por esas m ismas fechas, jer) y que vi ve atrincherado en su
dad y de la vesana en toda la fil- encaramado ya a la cumbre de su vaco interior, de tal forma que ni
mografa de Lee Marvin, pero su carrera, cuando Lee Marvin en- siquie ra el ej erc icio venga tivo
contrafigura ms relevante apare- cuentre la horma de su zapato. O consigue devolverle el aliento de
ce precisamente en la segunda pe- lo que es igua l, esos dos persona- la humanidad perdida.
lcula que rueda bajo las rdenes j es -espejo invertido el uno del
de Ford. Es decir, en las carnes otro- a los que debe interpretar Obligado a la ms drstica y exi-
de Thomas Aloysius "Boats" Gil- simultneamente en La ingenua gente economa de recursos ex-
hooley, ese bruto muj eriego y ex plosiva (Eiliot Silvers te in, pres ivos o p s ico log is tas, Lee
pendenciero, pero de buen cora- 1964): un pistolero mal vado, sin Marvin se las apaa, no obstante,
zn y nobles sentimientos, que se apenas escrpul os, y su borrachin para conshuir ese vaco personal
pelea una y otra vez con Jolm he rmano ge me lo, e nga nchado y esa muerte emocional desde el
Wayne en La taberna del irlan- siempre a la botella, pero capaz de minimalismo sabio de una compo-
ds. abandonar la bebida para enfren- sicin que, ya slo con el apenas
tarse al primero en la escena final perceptible temblor de un mscu-
Nunca hasta entonces la circuns- de l re lato. As que no dejaba de lo interno, consigue restituir e l
pecta animalidad de su fsico ha- tener su lgica, a fin de cuentas, sustrato de las apariencias. Sera
ba sido explotada por e l revs de que fuera precisamente por este sta la ltima vez, sin embargo,
s u apariencia para buscar en ella trabajo de doble vertiente, que ve- que la fisiologa rocosa y endure-
esa vena cmica, cercana casi al na a hacer explcita su ya proba- cida del actor se colocara por en-
slapstick, que Marvin exhibe en da vocacin de bad-good g uy , tero al serv icio de la maldad,
su composicin de un personaje por el que la Academia decidiera puesto que de ah en adelante to-
a l que Ford confiere, adems, una otorgarle el Osear de Hollywood dos sus personajes ms represen-
parte de su primitivo nombre ir- al mejor actor. ta ti vos ll evarn impresa, co n
lands ( 1). Sea como fuere, lo transparente nitidez, el designio y
cierto es que estos dos personajes A partir de ese momento, la fil- la huella de la integridad moral.
(Liberty Va lance y "Boats" Gil- mografa de Lee Marvin comenz
hool ey) ofrecen dos imgenes a girar hacia denoteros ms con- El soldado americano de Infierno
opuestas y complementarias que fortables. Suficientemente demos- en el Pacfico (John Boorman,
hacen visible, por primera vez, trada ya su capacidad para espe- 1968), el melanclico y cantarn
una dicotoma de la cual ya no cular con la violencia al servicio minero de La leyenda de la ciu-
podr desprenderse nunca el ac- del mal, y una vez conquistada la dad sin nombre (Joshua Logan,
tor de entonces en adelante. celebridad gracias a la subterrnea 1969), el viejo y desplazado cow-
ambivalencia que consegua in- boy de Monte Walsh (Wi ll iam
Su vertiente ms dura y cruel re- yectar a sus ms desalmados per- Frakcr, 1970), el vagabundo de El
surgir inmediatamente despus, sonajes, sus nuevos papeles bus- E mperad or del No rte (Robert
de regreso al territorio del cine caron deliberadamente la alquimia Aldrich, 1973) o e l sargento de
negro, con la figura de Charlie: entre la dureza fsica y la bondad Uno rojo: divisin de choque
ese asesino elegante y cerebral, de moral (Los ptofesionales; Ri- (Sam Fulle r, 1983) acabaran
cabellos pulcros y plateados, que chard Brooks, 1966 1 Doce del consagrndole como actor, pero
se pasea por la historia de Cdigo patbulo; Robert Aldrich, 1967) todos ellos estaban ya muy aleja-
del hampa (Don Siegel, 1964) antes de reencontrarse nuevamen- dos de la perfidia y de la crueldad,
cartera en mano y siempre detrs te con e l asesi nato ejercido desde de la violencia temperamental y
de sus gafas negras. Lee Marvin la deshumanizacin ms provoca- salvaje con la que se haba ga na-
se encontraba a sus anchas den- dora. do, durante los aos cincuenta y
tro ele un personaj e que vu elve los primeros sesenta, los galones
aqu al deporte fa vorito de su ms Sucede en el interior de A que- de estrella.
caracterstica galera de malvados marropa (John Boonnan, 1967),
dentro del gnero: la agresin bru- donde un gngster ex-presidiario,
tal co ntra una muj er ; e n este fugado de A lcatraz, ej ecuta con NOTA
caso, mediante el expeditivo pro- impasible y premeditada fria ldad
l. El verdadero nombre de Jolm Ford
cedimiento de sacar a la pobre una calculada venganza contra
era Sean A loysius O'Fecncy.
Angie Dickinson a l exte rior de sus antiguos compaeros. El ac-
una ventana, en lo alto de un edi- tor se encuentra aqu ante a l reto
fi cio, mientras que -con la ayuda de mantener dramti camente en
de s u compinche- la mantiene pie a un personaje emociona lmen-
colgada boca abajo y sujeta por te muerto, que anastra una herida
los pies. incurable (el asesinato de su mu-

NOSFERATU 27
 espreciado por el grueso
de la Crtica intemacio-
nal durante su poca La muerte tena un precio
de apogeo, desde hace
unos diez aos el Eurowestem co-
noce toda una revalorizacin, sig-
nificativamente no menos interna-
cional, por parte de dife rentes
sectores relacionados con el cine,
que por fortuna en el rea biblio-
grfica est manifestndose en no
pocas publicaciones de inters,
desde las revistas monogrficas
surgidas a raz del homenaj e de
conjunto rendido por el italiano
Festival de Udine en 1997 (el n-
m ero de abril de Nickelodeon Ga-
zette, el dem de septiembre de
Bianco e Nero , ambos en el cita-
do afio) a textos aparecidos en
otra s publicac iones peridicas
-por ejemplo el A marcord de
mayo o el Lettere de agosto, los
dos tambin en la Italia de 1997-
sin olvidar libros publicados poco
antes, como e l am ericano Spa-
ghetti Westerns. The God, th e
Bad and !he Violent ( 1993), de
T homas Weisser, e l italiano Al
cuore, Ramn, al cuore. La leg-
genda del westem all 'italiana
(1996), de Luca Beatrice, o e l ja-
pons Macaroni Westem s/Sp a-
ghetti Westem s in Japan (1996), de
Katsumi Ishikuma, por no aadir
los volmenes consagrados a ci-
neastas concretos, desde el g ran
Sergio Leone (en Francia, en Es-
Fzsorlon1fct, polog{a
paa , por supuesto en Italia) a
otros de menor vala, como Ser-
gio Corbucci. Del mismo modo,
Carlos AguiJar
respecto a los efectos en el mbi-
to puramente cinematog rfi co, la
influencia mundial ejercida en su
momento por aque ll as pe lculas
lej os de apagarse lgicamente se Hmnmkadatan ;:;ehar 1~1 tropaka Westrrna
ha incrementado durante esta eu-
foria reivindicativa, tal como dela- amenkarraren parodia kaskartzal liar/u han
t denho del devenir del gnero e l da. l;:pigenero haulwbe ezagutzr=.fuwt
efmero, y bie n decepcionante ahala, wcstcrnok.Jilme muluoz gnrw'az
salvo contadsimas excepciones,
resurgir del Westem en e l cine (tero:::t/k eoen
/j b dtiela Eurooc111
1 ela
americano a mediados de los aos zenbaitzuk. Leouerenak esalerako, gaur
90 (obsrvese que la inspiracin cgungo zinemaginlzako.fimtsezko lanak
de casi todas las muestras de este
blt!/J apuntaba preferentemente al dituguLoJ1-ogatu da.

NOS FERATU 27
 westem europeo antes que al pro- con su pseud nimo hab itual de to aqulla era un hbrido, ms cu-
pio). Evidencindose tambin este Roberto Roberti, y adems prota- r ioso qu e conseguido, e ntre el
particul ar eco, como es natural, go ni zado por la madre, Ed wige concepto americano del gnero y
en muchas de las pelculas, inde- Valcarenghi, con el suyo de Bice un a reinterpretacin personal, all
pendientemente del gnero, roda- Wa le ran, por s i aqu ello fue ra tanteada por Leone, perfectamen-
das por los c ineastas americanos poco. De ah que Sergio Leone te defmida en La muerte tena
que no han cesado nunca de re- firmara su primer westem, Por un un precio, so fisticada con brillan-
conocer pblicamen te su deuda puado de dlares (1 964), con tez en las posteriores El bueno,
esttica con el Eurowestem, y el pseudnimo de Bo b Robertson, el feo y el malo (1966) y Hasta
ms cspec fi camente con su ms en justo reconocimiento a la pa- que lleg s u hora (1968).
sobresaliente y emblemtico culti- terna cualidad pionera ...
vador, el referido Sergio Leone, En verdad compleja, no obstante
c ineastas entre los cuales figuran la perspectiva vertida por Leone
tanto alg unos que cuentan ya con Sang re y polvo con respecto a la tradicin del
una c ierta veteran a -princ ipal- IVestern puede s intetizarse, a
mente Fra ncis Ford Coppola, Como suele ocurrir en tales ca- g randes rasgos, en el s ig nificado
Clint Eastwood (no por nada re- sos, el etTor de considerar Por un ltimo de dos secuencias elocuen-
velado por Leone), John Carpen- pu ado de dlares el inicio del tes de La muerte tena un pre-
ter, Steven S pielberg, Martn Eurowestem parte de una realidad cio y El bueno, el feo y el malo.
Scorsese, Brian De Palma, Philip por oho lado irrefutable. En con- En la una, unos chiquillos espan
Kaufman, Michael Cimino y John creto, advertir que esta pelcula cmo Clint Eastwood y Lee Van
Milius- cuanto "jvenes turcos" propona una cierta revolucin en Cleef intentan amedrentarse mu-
como John Lafia, Quentin Taran- la manera de abordar el gnero, lo tuamente disparando a los som-
tino, Richard Stanley, John Woo cual determin que se borraran breros respectivos; en la otra, Eli
o Sam Raimi, y hasta algn repre- del recuerdo todos los anteriores Wallach fabrica su propio revl-
sentat ivo autor "independiente", westems europeos, porque casi ver escogiendo las piezas que
por ejemp lo Alex Cox y el Jim siempre representaban meras re- considera ms satisfactorias de
J armusch de la interesantsima modelaciones de l planteamiento varios modelos diferentes.
Dead Man (1995). americano, ms o menos afortu-
nadas, ms o menos mimticas, Aqu radica no ya el espritu del
En consecuencia, desde que sur- dependiendo de cada pelcula. De Westem de Sergio Leone s ino su
gi este doble movimiento de rei- este modo, pareca que efectiva- especial concepto del cine, sus-
vindicacin fllmico-hi storiogrfi- mente arrancaba una manera pro- ceptible de ap licarse a cualesquie-
co entre otras mltiples aprecia- piamente europea de abordar el ra gneros. Por un a parte, un
c iones generales o particulares ya que desde siempre venia conside- prisma a la vez embelesado e ir-
pocos discuten a Leone su justifi- rndose "el cine americano por nico, un enfoque a un tiempo re-
cada categora de autor (s, autor) excelencia" (segn el ttulo de uno verente y ldico (los nios estn
con re levancia propia en la histo- de los primeros libros sobre el g- fascinados, mas no conciben una
ri a del cine, por encima de po- nero, publicado por e l francs manera de proceder tan, efectiva-
cas, pases o modas. As mismo, Jeau-Louis Rieupcyrout en 1953). mente, pueri l en unos pisto leros:
muchos de los tpicos y de las " Pero si j uegan como noso-
torpes generalizaciones que circu- Tales apreciaciones en efecto no tros!'') . Por o tro lado, una serie
laban sobre el Eurowestem van estaban desencaminadas, y se co- de e lementos diversos pero con
corri g indose debidamente, empe- rroboraron espectac ularmente posibilidad de reunirse en un con-
zando, s in ir ms lejos, por la des- slo un at1o ms tarde con el si- junto armnico, propio y eficaz
opilante afi rmac in de que el Wes- gu iente western de Leone, La (Wallach ya no cambiar de arma
tem surge en Europa como con- muerte tena un precio ( 1965), durante el resto de la pelcula).
secuencia de las pelculas de Leo- c uyo estru endoso x ito e n los
ne con Eastwood ... cuando la to- c inco continentes provoc ya de En definitiva, y a l igual que tantos
talidad de los pases europeos es- forma decidida e l fenmeno so- otros directores-c in fi los ms o
tn produciendo pelcul as de este ciolgico-i ndus trial bautizado menos de su generacin (es decir,
gnero desde los aos del cine como Spaghetti Westem (de for- qu e debuta ro n cuando e l C ine
mudo. Sobre e l particular, tiene ma bien majadera, la verdad sea contaba la suficiente edad como
una gracia especial descubrir que dicha, aunque tal definicin a es- para poder inspirarse a s mismo),
el autntico primer westem italia- tas alturas resulte hasta entraa- Sergio Leone parti de una tradi-
no, La vampira indiana (1913), ble). A partir de esta pelcula ya s cin ajena adorada artsticamente,
precisamente fue realizado por el que no caban las dudas que toda- cual era el Westem am ericano,
padre de Leone, Vincenzo Leone, va suscitaba la anterior, en cuan- para config1trar una potica per-

(.NOSFERATU 27
 La muerte tena un precio

sonal, como fue su imitadsimo

estilo de Westem . Sirvindose en
cuanto a la sus tancia, con un
arrojo que en manos cinematog r-
fi cas menos diestras habra des-
embocado en e l ms g rotesco de-
sastre, de una simbiosis entre re-
fer entes culturales y estticos que
slo puede tacharse de brillante : la
imaginera acotada por decenios
de westem s ameri canos; un senti-
do del lempo y una valoracin del
silencio heredados del cine japo-
ns; una direccin de actores que
juega con los contrastes entre el
Unde1play y e l Overacting, mag-
nificando las propiedades fisicas
de los intrpretes y aplicando un
tan sutil como genial fetichismo poco sutil, se afirm (y alg unos modo quiere representar el rever-
del vestuario; adems de una serie an lo hacen, con perfecto dere- so realista de los arquetipos in-
de rasgos, intern os y externos, cho) que el director italiano haba morta lizados po r Gary Cooper,
reconociblemente latinos : la pica- degenerado la hem10sa tipologa James Stew art o Jobo W ay ne,
resca, la brutalidad, la mugre, el del IVestem americano (determi- s ino que implica la propuesta de
sudor, el sarcasmo, la rapacidad, nada por la tica elementa l corres- otro mito a su manera igua lmente
el anticlericalismo, el egosmo, la pondiente al contexto, en parte vlido, con arreglo a ing redien-
codicia, la misoginia, il risp etto, verdi ca, en parte mtica) hasta un tes novedosos, desde la caracte-
la vendetta . prosasmo gratuitamente srdido: ri zaci n fs ica a su natura leza
los protagonis tas se cond ucen ( anti)psicolgica.
Optando, a la hora de concretar el slo por su lucro persona l, des-
planteamiento en las imgenes, precian toda clase de sentimientos En este sentido sorprendi parti-
por una exuberancia barroca que, nobles, ig noran los lazos familia- culannente, y no dej a de asom-
de forma imprevista y fascinante, res, en cuanto pueden hacen gala brar, que los cruces y los enfren-
nace tanto de las disposiciones vi- de sus habilidades mo rtferas y de tamientos entre los inslitos per-
suales cuanto de una interpreta- su propia suciedad corporal... de sonajes de Leone por lo comn se
cin musical de stas: las espln- forma que no resulta sencillo es- desatTollan mediante un raro equi-
didas, del irantes composicio nes tablecer di fe rencias morales entre libri o entre comic idad y sadismo,
de Ennio Morricone alientan cada hroes y villanos, salvo aplicando o tro hallazgo plagiado como po-
pelcula de Sergio Leone desde las considerac iones circuns tancia les cos y po r muchos.
entraas, hasta el extremo de que o baremos comparativos.
condicionan la cadenc ia, redon- No es fcil, empero, 11111tar esta
dean el tono, di ctan el montaje, S in la m enor duda, esto es as. esplndida aportacin. Leone lo-
ultiman el significado. Literal y Ahora bien, analiza ndo detenida- g r ma teria li za rla funda me nta l-
m etafri cam ente, Morricone m- mente la interaccin entre los ele- mente apoyndose en un sentido
funde vida a Leone. mentos que come ntamos antes, del Cast sagaz como pocos, que
se dese mboca en con c lusio nes reuna intrpretes de toda c lase de
ms positivas, advirtindose que pases y caractersti cas y valora-
Brutos, sucios, malos Leone de ningn modo pretende ba sus p ropiedades respecti vas
desmitificar los magnficos mol- con una ad miracin art stico-pro-
Ciertamente, el dise o de los per- des tico-estticos de l 1Vestem fesional posiblemente ni ca, casi
sonaj es fue un o de los factores americano, que o bviamente admi- mimndo los con la cmara. Mo-
del cine de Leone -y por exten- ra como nadie, s ino que, insisti- nosilb icos o extrovertidos, fasci-
sin de todos los westem s euro- mos, se dedica a m anejarl os para na rea lmente la f01ma en que los
peos producidos durante la segun- proponer una reconstruccin ge- personaj es de Leone se desa fan y
da mitad de los aos 60- que lla- nri ca, para crear una nueva, has- miden sus fuerzas, las miradas
maron especialmente la atencin ta c ierto punto, visi n de l Oeste. que se cm zan, las agudezas que
en su m o mento y que m s in- De manera que, por ej emplo, el intercam bian, los rasgos en co-
fl uencia han ejercido desde enton- "hombre sin nombre" encarnado mn que los renen eventu almen-
ces. De fo rm a reduccio nista y por C lin t Eas twood de ning n te y las discrepanc ias que j usti ti-

NOSFE RATU 27 ji;JI

 can el combate, el punto en que el pero sustancioso en La muerte en el cine de Leo ne la violencia
respeto se transforma en rivali- tena un precio hab a intervenido surge a raz de motivaciones car-
dad, la manera de matar y de mo- ya en dos westem s de su pas -La nales, y el amor, fisico o ideali za-
rir. Combinndose la expresin carabina de plata (1964), de Ha- do, se suple m ediante la sobrecar-
corporal de cada cual dentro de raid Reinl, y El sheriff implaca- ga de viol encia; de forma que
una composicin que aprecia con ble (1964), de RolfOisen, y roda- siempre es la desnaturalizacin de
sensibilidad plstica las particula- do en las Canari as- y que a partir las funciones socialmente otorga-
ridades del formato Scope. de trabajar con Leone se convirti das a la Mujer en el contexto so-
en uno de los ms caractersticos ciohistrico lo que provoca el es-
A l respecto, brillan especialmente cattivi del Eurowestem, aportando tallido de la violencia, intensifican-
varios actores, los cuales no por su perverso magnetismo y espe- do progresivamente la ferocidad
casualidad deben prcticamente cial personalidad, capaz tanto de v iril, neutraliza ndo las apetencias
toda la, mayor o menor, fortuna la desm es ura como del hieratis- sexuales de los personajes mascu-
de sus can eras a los pape les que mo, en a lg unas de las mejo res linos, desviando a stos hacia el
les brind Leone. En primer lugar, manifestac iones del gnero, como estricto objetivo econmico. Por
evidentemente, Clint Eastwood, Los profesionales del oro otro lado, un tratamiento hiperb-
que proceda de la televisin y (1967), de Giorgio Capitani, El lico, que sobrecoge a la vez que
que estableci, siguiendo con toda hombre, el orgullo y la vengan- invita al distanciamiento. Los dis-
atencin las directrices de Leone, za (1968), de Luigi Bazzoni, que paros en el entrecejo, la cmara
un sing ular concepto de antih- recreaba con fidelidad la historia recrendose preferentemente en la
roe, al cual el intrprete (y desde de Carmen, Yo soy la revolucin expresi n de morboso placer del
hace muchos aos ya tambin di- ( 1968), de Damiano Damiani, asesino que en el terror de la vc-
rector y productor) todava conti- nuevamente junto a Volont, o Y tima, las frases de recochineo
na remitindose, si bien ya con Dios dijo a Can (1969), de An- macabro, los muertos que se re-
muchas va riantes y matices, y to nio Margheriti, sazonada de sisten a morir, La puntera mila-
que no ha dejado de plagiarse por rasgos procedentes del Orrore grosa de unos y otros, la saa in-
todas partes, siempre penosamen- all'italiana. humana. Es decir, la tragedia exa-
te, desde eurowestem s de enton- gerndose hasta el extremo de ro-
ces (alguien se acuerda de aquel A un tiempo desconfiados y desa- zar la comedia, la superacin del
inefable Anthony Steffen?) hasta fi antes, los personajes encarnados pnico mediante el exceso de p -
en dolos del Hollywood contem- a las rdenes de Sergio Leone por nico, el encarnizamiento converti-
porneo, sin ir ms lejos los abu- estos grandes actores (descartan- do en guignol. El miedo de morir
rrids imos Stallone y Schwarze- do por razones de espacio a otros ahuyentado, conjurado a travs de
negger. De igual modo es signifi- con menor nivel de significacin muertes y ms muertes, a cual
cati vo el caso de Lee Van Cleef, a en el contexto, desde stars como m s rebuscada, ms irreal en su
quien dedi camos un apartado pro- Charles Bronson o James Coburn visualmente obvia realidad .
pio, por razones edi toriales. En no a secundarios tipo Mario Brega,
infe1ior medida destaca Eli Wallach, Luigi Pistilli o nuestro Aldo Sam- A todas luces, Sergio Leone no
coprotagonista de El bueno, el brell) implantaron un nuevo estilo slo modific sustancialmente el
feo y el malo, a quien Leone diri- de v iole nc ia c in emato g rfi ca. cine del Oeste.
gi de fonna que exacerbara sus Fundamentalmente en el West,
tendencias histrinicas en una di- aunque prolongada, en todos los
reccin puramente de Commedia sentidos, en esa extrasi ma y su- El hombre en cuyos ojos brilla
all'italiana, con objeto de aadir gerente recreacin interiorista del la muerte
un matiz nuevo para sus westems. cine de g ngsters clsico que fue
Igualmente, no puede descartarse r ase una vez e n Am rica De ta l manera recuerdo que se
al en Italia casi mtico Gian Mara (1983), acaso la ltima superpro- defi na a Lee Van C leef en un pe-
Volont, cuyas magnficas inter- ducc in "rara" de la hi storia del ri dico ita liano, treinta aos ha.
pretac iones de bandoleros mex i- c ine. Dos son los facto res que Es decir, cuando tan entraable
canos en Pot un puado de d- caracteri za n, a g randes rasgos, intrprete suponia toda una atrac-
lares y La muerte tena un pre- esta, tambin, aportacin de Leo- c in de taquilla, en los tiempos de
cio instauraron un punto y aparte ne al cine de gnero, respondien- apogeo del Eurowestem.
en la tradicin de los villanos del do con voz propia el encrudec-
gnero, aportando una inquietante miento de este ing redie nte que Alto y enjuto, de rostro huesudo y
y malsana nota de psicopata sa- surgi en todos los cines mundia- mirada lacerante, sin la menor
domasoquista. Y sin olvidar al ale- les a mediados de los aos 60. duda s ignifica la ms representati-
mn Klaus Kinski, que antes de Por una parte, un elptico compo- va apot1acin del Eurowestem al
desempear un papel secundario nente metasexual, o contraertico: vastsimo acervo de la maldad ci-

tiJI NOSFERATU 2 7
 El bueno, el feo y el mulo
nematogrfica, y, como ya hemos
visto, constih1ye una de las stars
esp ecficamente creadas por Leo-
ne, despreciando su mediocre va-
loracin anterior, en su pas de
o ri gen, los Estados Unidos, y en
el mismo contexto, el cine de g-
nero en general, e l Westem e n
particular.

Nacido e n 1925 en Somerville,

Nueva Jersey, sirv i en la Marina
durante la Segunda Gucna Mun-
dial, inicindose e n la profesin
acto seguido, compaginando co-
me tidos teatrales en compaas de
poca importanc ia, a veces hasta
amateurs, con toda clase de haba-
jos de subsistencia: g ranj ero, con- tiempos remoto s (J 953), d e cabeza Lee Van Cleef para el pa-
table, pen ... D ebuta en el cine e n Eugene Louri, Agente esp ecial pel del militar retirado. Le haba
19 50 y d esde e nton ces has ta (1 955), de Joseph Lewis, o C hina visto en muchos wcstems ameri-
1962 desempea papeles secunda- Cate ( 1958), de Samuel Fuller. canos de los mios cincuenta, y es-
rios en un nmero cons iderable taba convencido de que tena
de pelculas de gnero, mayor- S in embargo, de ningn modo lo- algo especial. As que procur lo-
mente westem s; por lo comn con g raba superar Van C leef estos co- calizarle y acab consig uindolo.
p e rsonaj es de esbirro o matn, a metidos tan modestos. Obviamen- Estaba muy enfermo desde tres
la manera de Jack Elam, por cier- te, para el Hollywood de la poca rulos antes, destrozado por el al-
to otro intrprete ca racte rstico su fsico, como el de Elam o e l de cohol. Acababa de dejar el hospi-
del Oeste americano de los aos tantos otros (de Albert Salmi a tal y en Hollywood ya nadie le
50 recupe rado por Leone, si bien Henry Silva, de Jack Lambert a quera dar trabajo. Estaba deses-
slo para un papel de colabora- Skip Homeier), resultaba d emasia- p erado. Cuando empez a cmni-
cin e n Hasta que lleg su hora. do torvo incluso para acceder a nar ante m, qued impresionado
Algunos de los com etidos d e Van papeles de antagonis ta, reserva- por su porte, su silueta, aquella
C leef de ntro del Westem, a todo dos a intrpretes con una imagen cadencia casi fantasmal al cami-
esto, ti ene n luga r e n pe lc ulas ac- ms so lem ne , m s sofisticada, nar. Tena nariz de guila y los
tualme nte consideradas clsicos con un cierto glamour de ntro de ojos de Van Gogll. Era pe.fecto
del gnero, co mo Solo ante el su apariencia perversa o intimida- para mi personaje".
peligro ( 1952), d e Fred Zin ne- toria . Acaso por esto, el alcohol
marm, Historia d e un co ndenado fue minndole, hasta el extremo E l resto es historia. Sin salir d e su
( 1952), d e Raoul Walsh, La pra- de convertirse e n toda un a ad ic- pe rplejidad, Van C leef acepta en-
dera sin ley ( 1955), de King Vi- cin, por cuya c ulpa el C ine se tus iasmado la re muner aci n de
dor, La ley de la horca (1956), desinteresa todava ms d e l. .. quince mil dlares (lo m is mo que
de Robert Wise, Duelo de tita- percibi Eastwood en P or un pu-
nes ( 1956), de John Sh1rges, Ca- En esta tesitura, la aparicin de ado de dlares) y parte para
zador de forajidos ( 1957), de Serg io Leone en la vida de un to- Roma e n co mpa ila de Leone.
Anthony Mann, E l venga dor sin dava joven pe ro premah1ra mente Meses despus, el estre no de La
piedad (1958), de Hemy King -de e nvejecido Lee Van Cleef resulta muerte tena un precio corrige
la c ual precisamente Leone toma de todo punto providencia l. Aupa- notab lemente la previa categora
la idea para La muerte tena un do por el xito de Por un puado profesional de aque l oscuro y re-
precio del ca rrill n que resu me de dlares, el cineasta italia no se legado actor americano. Al ao s i-
una riva lidad y he rm a na a los hab a planteado una segund a im- guiente, E l bueno, el feo y el
contrincantes-, Riele Lonesome p ortacin a rtstica americana para malo ratifica la rec i n ganada
( 1959), de Budd Boetticher, o E l La muerte tena un precio, pero condicin estelar d e este intrpre-
hombre que mat a Libe rty Va- sus elecciones ideales, Lee Mar- te, inaugurando con firmeza un
lance ( 1962), de John Ford. As vin y Henry Fonda, rechazaron la nuevo tipo de vi llano cinemato-
mism o, su inconfundible figura oferta, por razones di versas. En- grfico.
parti c ip e n c lsicos de otros tonces, con palabras del propio
gneros, como E l monstruo de Leone, "bruscamente me vino a la Sin e m bargo, a l co ntrario q u e

NOSFER ATU 27 E
 1997: Rescate en Nueva York

Ahora bien, durante este pattico

de el ive un cineasta se acord de
lo que significase Lee Van Cleef,
y le escribi un personaje a la m e-
dida, que le sirviera de justo ho-
menaje en una pelcula que reco-
noca en todos Jos niveles su de-
vocin por Sergio Leone . Me re-
fiero, claro est, a John Carpenter
y su irregular pero loable 1997:
Resca te en Nu eva York (198 1).
Prolongada hace poco por la, ya
s, del todo soberbia 2013: Res-
cate en L. A. (1996), igualmente
de Carpenter, aquella pelcula, en
su da mayormente desdeada y
Clint Eastwood, acto seguido Van aos 70 el Eurowestem entra en hoy reverenc iada por cinfilos de
Clecf no r egresa a los Estados una agona ineversible, que lgi- todo tipo, remodel la tipologa
Unidos. Entus ias mado c on s u camente se manifiesta en la filmo- del Eurowestem en clave de c-
triunfo europeo, gracias al cual g rafa del actor, cruzndose tal mic futurista, desde e l protagonis-
log ra alejar e l alcohol durante al- gnero con filones en auge, del mo de una especie de "hombre sin
gunos ai'os, prefiere prolongar la Blacksploitation -Por la senda nombre" en la estela del Clint
caracterizacin que le diseara ms dura ( 1974), de Antonio Eastwoocl de Leone, Plissken "el
Leone en ms eurowestems, culti- Marg heriti, donde el intrprete, a Serpi ente" (Kurt Russell, en la se-
vando sta en sus dos direccio- guisa de guiiio cinfilo, toca la ar- cuela adems coproductor y co-
nes. Por una parte, e l aventurero mnica como haca en el referido guionista), hasta un personaje se-
glido y elegante, por lo comn Solo ante el peligro- al Ktmg Fu cundario a cargo de un trasunto
cazador de recompensas, en la l- -El karate, el colt y el impostor de Klaus Kinski (encarnado por
nea de La muerte tena un pre- (1975), igualmente de Margheriti-. Frank Doubleday y que se llama
cio, por ejemplo encamando e l El alcohol, en pattica consecuen- Romero .. .). Con un relieve parti-
personaje de Sabata en dos pel- cia, vuelve a apoderarse de Van cular, por supuesto, para Lee Van
culas de Gianfranco Parolini, Oto Cleef, que desde entonces trabaja Cleef, fiel a su imagen en un per-
sangriento ( 1969) y Texas 1870 poco y por lo coniente en televi- sonaje de sombro jefe de polica,
(197 1); por otro lado, el criminal sin , impotente para reciclarse ha- que adecuadamente interpretaba,
s in escrpulos a la manera del cia otros derroteros profesionales en todos los sentidos, el propsito
Sentencia de El bueno, el feo y y falleciendo a fmales de 1989. de Carpenter.
el malo, digamos en El da de la
ira (1967), de Tonina Valerii. En La etapa final de su filmografia, 1997: Rescate en Nueva York.
cualquier caso, un antihroe de por lo tanto, apenas arroja ms Sin duda alguna, la historia del
acuerdo con Jos postulados del saldo positivo qu e curiosidades cine no cuenta con otro reconoci-
Eurowestern. para exclusivo deleite de los co- miento tan s incero y sentido al
lecc ionis tas de rareza s, s obre autor Sergio Leone, al actor Lee
Durante este decenio estelar que todo Objetivo: matar ( 1978), de Van Cleef y al estilo genrico que
sigue a su encuenho con Leone, Mario Siciliano, por el morbo que con toda propiedad ya se denomi-
Van Cleef incluso admite ofertas encierra para nosotros Jos hispa- na Eurowestem .
de ese Hollywood que le haba nos ver a este actor en escenas de
condenado a la prctica inanicin, cama con nada menos que la ac-
para rodar, por lo comn en Espa- tual baronesa Von Th yssen (in
i1a, westems hbridos enhe la tradi- puris naturalibus durante unos
cin americana y su re interpre- segundos, para ms inri) y Co-
tacin europea, como Forajidos mando : patos salvajes ( 1985) ,
de Ro Bravo (1969), de Gordon nuevamente de Margheriti, a cau-
Douglas, El Cndm ( 1970), de sa de que Van Cleef se rene pos-
John Guillermin o Capitn apache treramente con Kinski, ambos
(197 1), de Alexander Singer. con veinte aos ms que en su
inolvidable enfrentamiento de La
E mpero, hacia mediados de los muerte tena un precio.

eNOSFERATU 27

IDO
EL n1rLlo clel c1rte

Vicente Molina loiH

Jacru('S Bl'r:kerren Lo.~ mllflllle.4f dl~ Jloulpmutt.\',SCJ (195 -), edl'rlasul/u

erdietsi 11ahi duen urtistarcll elo human horrek ekar die:aieken etekina beslen'k
r'z dut('fl nwrkrt/arir'll arleko olu'ko ga/a::,ka ederkien imclt'katzm doten
.filnwtukou dugu. 1lonukoan IAiw fc'IJ!umk f'giten dumPrf.:atarunw elu
JlodJ~limu':. bahat::.en sm'at:.en ::.aigu hil:orian dugocnmn crlmJ ere.

omo en la vida real, los cadencia o dramaturgos de slida igualmente nutrida y de mucho
malos ms perversos del fo m1acin pica (con alg n crti- lustre.
cine so n los ms prep a- co liter ario: leye ndo se pega
rados; los que saben que todo), en el cine s iempre me des- El cine americano, con esa pasin
estn haciendo e l mal. Y as co- lumbr el suntuoso repertorio de un poco pan,enue que da la j u-
m o las personas ms tortuosas y m alos arts ticos, que no hay que ventud de su cultura, ha mostrado
dailinas que m e he encontrado en confundir con los arti sta s qu e predileccin por las vidas de artis-
la vida eran finos poetas de la de- bordan papeles de malo, categora ta, intercambiables, desde su pt i-

NOSFERATU 27 m
ca ingenua y retributiva, con las rimb om bante posteri d a d . Co n V entura reaparece en e l prim er
v idas de sa nto. La g lorificacin todo, no hay un malo en el c ine vemissage de Modi, pero su ver-
del creador empecinado y solitario que revele mejor la apor a clsica dad era razn de ser cobra se ntido
que - como un vaquero enfrenta- de la Bella Bondad socavada por con la muerte. Despus de haber
do a los salvajes s ioux o a la es- la Horrenda Ma ldad qu e Lino pasado toda la pelcula esperando
tampida del rebaio- lucha por im- Ventura en L o s aman t es de como un espa del arte, este inter-
poner los ideales de la belleza a Montpar n asse ( 1957), de Jac- mediario que slo busca bajar el
los mercaderes del templo de las qucs Becker. precio de la mercanca, sigue al
artes es un motivo frecuente en moribundo por las ca lles no muy
Hollywood . Pero incluso un pin- A fuerza de verle de fuerte, d e iluminadas de Montparnasse, has-
tor-cineasta que ha trabaj ado al noble bruto o de cri atura dada a ta que se desploma. No le asiste:
margen de los g randes estud ios, los bajos fondos, Ventura puede slo le importa certifica r q ue el
Julian Schnabe l, recurre a la fi gu- borrar los rasgos qu e sin du ela attista cuya genialidad l no igno-
ra sacra! d el genio in molado en posee, los de un gra n actor de ra est cadver. Y entonces viene
Jos altares de l fa risesmo en su re- carcter. En la hermosa pelcula el verdadero d ese nlace de Becker,
ciente Basquiat (1996), si bien en de Becker, la nariz cortada a tajo, uno de los momentos ms estre-
este caso los dos personajes ms los lab ios prietos, la ca beza en m ecedores que recuerdo e n la
cerca nos al malo, el Andy Warhol forma de roca, el cuerpo recio y pantalla. Ventura entra precipitado
que interpreta Bowie, el ga lcrista corto, e l fsico en sum a que le en la buhardi lla dond e la dulce no-
Bischofberger de Dermis Hopper, convirti en un todotcrreno de la via Jeaw1c, que ig nora lo que le ha
son, ms que otra cosa, vari antes brutalidad, no le sirve dramtica- pasado al pintor, le recibe y aun
del hada buena con ca ra de bruja. men te. No pega p uiietazos, no se conmueve a l sa ber que ese
sangra l ni hace sangrar a o tros, hombre q ui ere comprar los cua-
Si yo tuviera que elegi r en la mo- no asesina (fsicamente) a nad ie. dros d e s u desdichado amante.
viola de mi memoria la ms po- Es un ma lo reconcentrado y me- Los planos ltimos son de u n
tente escena ilustrativa del choque tafsico, hi str ico tambin, por- Venhaa exa minando febrilmente
del genio con la conjura de los que su papel en la pelcula como las pinturas amontonadas en e l
mediocres ser a la de C ha rl es sombra del pobre Modigliani re- suelo, mientras se saca del bo lsi llo
Laughton -el R emlnandt ( 1936) presenta a los aprovechados mer- bi lletes y monedas y Jeanne repi-
de A lexandcr Korda- mostrando el cantiles y va mpricos que el Arte te, co nfusa por la inslita visin
cuad ro que acaba d e pintar, la a rras tra , co m o un s u b ro gado d e un dinero contante: "Bueno,
"Ro nda nocturn a", a un est upe- monstmo so y necesari o, a lo lar- Mo di es un artista, esto no... ".
facto grupo de burgueses que, no go de toda su historia. Tena que ser Becker, que tanto
reconocindose en los retratos ni fue explotado y sufri ta nto para
s intiendo que el artista Lla hecho L ino Vcnh1ra no sale mucho en hacer su carrera como l quera,
honor a sus atributos sociales, se L os amantes d e Mo ntparnasse, qu ien pintase con una fiereza tan
niegan a pagarle el encargo. "Yo pero l la abre y la cierra, y toda claramente poltica el cuadro de la
no he pintado hombres de rango y e lla est marcada por la aqui lina mald ad qu e crece, como una
posicin, sino hombres slo", les mirada con que este personaje im- planta robusta y venenosa, a la
dice co n ese gesto de desdn do li- preciso, abstrac to cas i, obse rva sombra del gran artista.
do que el actor ingls tan uatmal- en sus contadas intervenciones la
mente pona en la cara. Si h1viera tragedia rihra l d el artis ta geni o,
que quedarme con un Protomalo, pobre, loco y santo. E l arranque
el Malo inteligente y pretcrnahrral, es de una gran maestra cinema-
la eleccin recaera en el magnate togrfica: en un caf muy 11/0 IIt-
periodstico Gai l Wynant que con pam, Grard Phi li ppe, que inter-
su genio habitual enca rna Ray- preta a Mod ig lian i, dibuja del na-
mond Massey en E l manan tial tural a un obrero que posa para l.
( 1949), de King V idor, tan ni etzs- E l pintor tiene una belleza ingenu a
chiano en su vo luntad de trascen- y refi nada y va vestid o para la vie
dencia hero ica como e l p ropio de boheme; e l obrero lleva gorra y
Super-arquitecto visionario Roark ropa muy bastas. Pero la panor-
(Gary Cooper). Sabindose inca- m.ica del caf nos hace ver, en un
paz de la ing rv ida inmortalidad tercer trm ino, al mir n de la es-
que Roark alcanza -literalmente- cena, que no es bell o ni es vulga r,
en el plano fmal de la pelcula, ni bohemio ni proletario. Es Lino
Wy nant/Massey organiza con el Ventura, "le marc/wnd de cada-
herosmo del suicida su propia y vres".

NOSF ERATU 27
 Novecento

e tragarnos a pies junti-

llas las imgenes de No-
vecento ( 1976), la boni-
ta epopeya de Bernardo
Bertolucci , sin duda debera con-
siderarse al canadiense Donald
Sutherland como el responsable
del malvado ms cmel jams apa-
recido en una pantalla. Para em-
pezar, se trata de un fascista re-
domado, un tipo arrogante y sin
sentimientos capaz de las mayo-
res atrocidades, un psicpata irre-
dimible ante e l cual el amanerado
Ralph Fienncs de La lista de
Schindler (1992) semejara un
ngel de bondad. Po r si fuera
poco, responde al adecuado nom-
bre de Attila, el brbaro bajo cu-
yos pies -o eran los de su caba-
llo?- nunca creca la hierba. Y, en
fin , su perversidad no proviene
precisamente de su propia fuerza,
s ino de los amos a los que s irve:
un lacayo, un sicario de la sinra-
zn que ni s iquiera lucha por s
mismo, que slo se mueve -quiz
sin saberlo- por el inters aj eno.
E n una de las escenas ms espe-
luznantes de la pelcula, Attila
rompe la cabeza de un lindo gatito
contra un muro y Be11olucci con-
s igue su metfora ms difana,
pu es en ese momento el rostro
extraamente diablico de Suthcr-
land acaba sugiriendo la ms des-
preciab le de las maldades, aquella
que se utiliza para at01111entar a
los inocentes, a los indefensos.

Pues bien, slo siete aos antes,

un casi desco nocido Donald Su-
therland interpretaba a un mdi -
co estrafa lar io y arro ga nte e n
M.A.S.H. ( 1970), la comedia an- Lrt JtlrLlrfrc{ ele !o vztfgr1r
tibelicista de Robert Altrnau sobre
la guerra de Corea rodada, ob
sorpresa, durante las al garadas de Carlos losilla
Vietnam. Ah nuestro hombre no
Z1ile garaikideko '~ru'ztu" IW!)Usietorikot:::a/ /J([r/llrl i:::rm hado ere. El tyo
es lo que se di ce el malo, pero
tampoco el bueno. En plena eclo- (/p la aguja (1981) bezalako.fi!meelan parle lwrlu ondoren, ua/ez ere,
s in de los antihroes, Sutherland Dona/el ;iutherlwzd. gww modemocn WTllltkeri({ el o gogaitasuna hobekifln
ofrece un rostro cas i grotesco,
adierazlenjakin duten aklorrelaku bat clugu. lturi ere ::.alant:::xm'k gnbe
un a fig ura desgarbada y estpida,
de manera que la supuesta pica hes/e '~ru'ztaken'a''Jimno ba/. bat'ta, elo bes/e edozein hl'zmil osaldatzailea.
del ambiente se des material iza por 1/orlen bien arleko erlazioaz hit::. eg1ina!u' da arh'kulu honetan

NOSFERATU 27 Elll
 comple to tras una sola de sus mi- d e todo y de todos por un a idio- lbrico, ni s iquiera esa mirada vi-
radas: ojos bovinos y exoftlmi- s inc ras ia incomprens ibl e s ihmda a dri osa que delata que su reino no
cos, pelo ralo y desdibujado, ros- medio camino entre e l uni ve rso es de este mundo. Lo que hace
tro afilado y hu esudo, espaldas dadasta del fi"eak y la ms a be- que su presencia e n pantalla resul-
cargadas, caminar incierto, expre- rrante de las nonnalidades, aqu ella te siempre h1rbadora, esquiva, lu-
s i n insomne, su apari encia a la que linda peligrosa me nte con lo nti ca, es precisame nte la extrar1a
vez burlona y desqui ciada no deja monstmoso, pero a la vez son hi- familia ridad de sus rasgos, el bi-
margen para ningn tipo de reac- jos de su tiempo e n el sentido d e gotito mnimo y casposo, el fle-
c in basada e n la rac io nalidad, que, como el taxista a lucinado d e quillo siemp re insuficiente y rebel-
pero tampoco parece emitir juicio Taxi Driver ( 1976) o e l patti- de, la sonrisa oligofr ni ca que
alg uno sobre su entorno. Simple- co espa d e La conversacin asoma por encima de los finos la-
mente est ah, y con eso basta y (1973), por poner dos ejemplos bios. Y de a h que sus pelculas
sobra para que todo lo que le ro- ms que evidentes, pasan por la ms inquietantes, e n ese sentido,
dea se vea trans fi gurado en paisa- v ida sin apenas relacionarse con no sean las que lo c onsagra n
je a bsurdo y surrealista. e lla, miran pero no ven, oyen p e ro como "malo" oficial, sobre todo a
no escuc ha n, reflejan la inconse- pa rtir d e El ojo de la aguja
As pues, s i los setenta, di splicen- c uen cia que les rodea sin aperci- (1981), s ino aqullas e n las que
te tumba destinada a los suer1os birse de que forman parte de ella, su calc ulada vulgaridad, las atro-
rotos de la dcada anterior, supu- de que su presunta inocencia es cidades que parece esco nde r su
s ieron la c ulminacin de la ruphl- e n realidad srdido colaboracio- aparie ncia triste mente co tidi a na,
ra existencial e ntre el hombre y su nis mo. A la vez Attila y su gatito, acaban catapultndolo al territorio
entorno iniciada en Hiroslma y la guena y su reverso. de lo outr, de lo que, procedien-
Nagasaki, es lgico que los p e rso- do de un imaginario est ri ctame nte
najes e ncarnados por Donald Su- En efecto, la pervers idad que pa- realista, se desborda en una cata-
th e rland durante esa poca se rece inherente a la fi gura de Do- rata de sugerencias extraas, sub-
muevan subrepticiame nte enhe el na ld Sutherland no proviene de terrneas, desasosegadoras .
Attila de Novecento y el mdico sus pecu liariaridades fs icas, esas
de M.A.S.H. , a unque s iempre ceja s perenneme nte e n arcadas No es de ex trai'iar, pues, q ue el
ms prx imos al s rdido m arcia- que suelen asocia rlo al prototipo mejor pa pel de "malo" interpreta-
no de esta ltima que al malvado d el demonio malicioso, esos die n- do nunca por Sutherla nd sea e l de
integral de Bertolucci. Parecen le- tes largos y s iempre hmedos que Casanova en la pelcula homni-
janos, muy leja nos, distanciados lo acerca n a la figura de l vampiro ma de Federico Fellini (1977), un
monstruoso fresco barroco sobre
la sexualidad pervertida, la escla-
v ihld de la libido y la irrevers ible
decadencia del homo sapiens. Un
tipo ri s ible y pattico, la nzado a
una ex istencia libertina y s in senti-
do que ni siquie ra e ntie nde, con-
denado a fornicar e ternamente, a
enfrentarse a un universo hostil y
bufonesco en el que nada es lo
que pa rece y al que nada le une,
ni s iquiera el espordico contacto
fisico con sus amantes. En qu
consiste su maldad, pues? Q u
es lo que convie rte a es te pobre
hombre en un dem onio de pe rver-
s idad? Durante toda la pelc ula,
Suthc rl and apa rece travestido en
hbitos llamativos y equ vocos,
e m polvado, maquillado, sus in-
confundibl es cejas convertidas e n
una fina lnea que apunta ma licio-
sam ente hacia arriba, hacia el fa l-
so esplendor de una peluca que a
su vez des taca la inme ns idad de
su frente, la g lauca inexpresividad
M.A.S.H

~~ NOSFERATU 27
 El ojo de la agujn

de los OJOS ... La mo nstruosidad

de Casanova consiste en no ser
nunca l mismo, en vi vir perpe-
tuamente encerrado en su propia
inexistencia, en entablar relacin
con un mundo en descomposi-
cin a travs de una gestua lidad
impostada, en interpretar un papel
que ni s iquiera l mismo se cree.
Y, en consecuencia, la perspica-
cia de la pelcula y de la composi-
cin del propio Sutherland reside
e n aso ciar todo ese entramado
carnava lesco con el presente his-
trico en el que se concibi y
rod, con la muerte de todas las
utopas, con la reconversi n del
hombre contemporneo en simple
monigote de los cada vez ms r - apcrifa que forman K lut e c iales caducas, de rgidas j erar-
g idos mecanismos sociales y me- (197 1), Laberinto mortal ( 1977) quas parentales. Y de ah q ue Su-
di ticos. y La invasin de los ultracuer - therland acabe aduendose de la
pos ( 1978) -dirigidas respectiva- funcin con deslumbrante facili-
A partir de ah, el resto de la fil- mente por Alan J. Paktlla, C laude dad. Aunque aparentemente es el
mografia de Donald Sutherland Chabrol y Philip Kaufman-, la in- personaje de la madre, interpreta-
perteneciente a los aos setenta se vestigacin , la bsqueda, se eri - do por Mary Tyler Moore, el que
estructura al rededo r de un perso- gen en representacin perfecta de domina el infierno familiar, no hay
naje que en realidad no existe, y identidades confusas y desdibuja- ms que mirar a ese padre apoca-
desde ese punto de vista algn da das, personalidades sumidas en do, a ese dechado de vulga rid ad,
habr que reconocerle al cana- un mundo que no quieren enten- a ese tipo que slo desea pasar
d iense la exactitud de sus compo- der por miedo a destruir los agra- desaperc ibido por la v ida, para
siciones, la prec isin de sus retra- dables simulacros que lo adornan. colegir qu e es en l donde se re-
tos, la majestuos idad con que se La negativa a enfrentarse con el sumen todos los males que el fi lm
adueiia de la vu lga ridad cotidiana hecho de que todos son "ladrones se propone ana lizar: la torva pas i-
para diseccio narl a y desenmasca- de cuerpos", pues, los transforma vidad que deja crecer e l cncer de
r arl a. Citemos s lo unos pocos automticamente en culpables, en la incomunicacin, la il usoria au-
casos. En E l fabuloso mundo de involuntarios pcrpeh1adores de un tosatisfaccin que impide ver ms
Alex (1970), s ig nificati vamente, orden castrador y lobotomizante all ele las propias narices. El br-
es un cineasta asaltado por visio- que, en in verosmil pirueta, acaba baro Attila, en fin, bajo la plcida
nes fa ntasiosas y obsesivas, es por aniqui larlos incluso a e llos aparienc ia de un honorab le padre
decir, po r un uni verso parale lo mismos. de fam ilia. O m ejor: la vulgaridad
que acaba hacindole duda r de su inconsciente como origen del fas-
propia identidad, como le suceda La dcada prodigiosa, en fin, se cismo cotidiano.
al Marcello Mastro ianni de Ocho cierra para Sutherland con el ms
y medio (Olio e mezzo, 1963), de extrai1o y a la vez lgico compen-
Fellini. En Amenaza en la som- di o qu e concebirse pueda sobre
bra (1973), ele Nicholas Roeg, el su "persona" cinematogrfica de
"otro mundo" al que pa rece en- esa poca, a saber, e l padre de
frentarse el protago nista, un des- fa mi lia ele Ge nt e co rri e nt e
concertado esposo y expaclre, re- ( 1980), la opera pri111a de Robcrt
sulta fwalmcnte ms fa miliar de lo Redford. E l thdo lo dice todo: la
que parece, aunque l no acabe de "gente corriente" es aquell a que
comprenderlo. En Como plaga oculta en sus entraas los mayo-
d e langosta ( 197 5), de John res horrores de la c iv ili zacin
Schlesinger, un pobre anormal es contempornea, la soledad del in-
devorado por las masas en lo que dividuo en e l interior de la fa milia,
se intuye monstruosa metfora de los demonios del subconsciente y
la dictadura del espectculo, de los fanta smas del pasado, a s u
las apa riencias. Y en la trilog a vez producto de estructuras so-

NOSFERATU 27~~
Terremoto

.
Angel Sala
Lurrikomk, swnPnrhk. 111unkm/([k, meleoritouk ... ,\tumk
lurmzolari cutso rlogoen p:u:.ttren konlm oldurl3f!ll rlt'tu hwe
1ildor nu'litormk. no/o t'l'l' t'JHtietatt'k hrtlo kau){)ko cspa:.iofJ..
1lauek dim zinemoko bdwtrik orn:'i/iu/su. gpldie::..in efo
mokurrenok. lmn1 sunlstiH'II -Wtlsiuri eusteko p.wtut e:. dirl'll
pilukoku (tsoslituok. lwnelml. /Jerm ::;o/i'!rtsunt'k e:: .o t'lo
asnaldi losler elo /)()r/it::.uk. jino!l/t'IIO ltW/1'11 oso ezr/11!}/ll'l'l
1/Utsku/i'nook r/ii'({ e/u, p./drJl;Y,i!l'tk. 1':::. rlu!t ia i111 ez/)(fir111jurn'
f!.'l31Jtll:':::.kiJ{(IS/III f/(}l'l.

a madre naturaleza, la matriarcal, fecunda que a la hora trmi no me parece ms amp lio
Tierra, o como la que- de enfadarse recurre, como en las que e l de catstrofe o hecatombe,
ramos ll amar, s iempre especies ms orga ni zadas, a ver- pudiendo inc luir dentro del mismo
se ha valido de elemen- daderos ejrcitos de devastacin no slo fe nmenos como los te-
tos externos para recordar a esa de caractersti cas y es ti lo mu y rremotos, vo lcanes o huracanes,
incmoda inquilina llamada Hu- masculinos, como son los llama- sino tambin las acc io nes devas-
manidad qu in lleva la sartn po r dos desastres nah1rales. Y prefie- tadoras de bichos de toda clase
el mango. La T ien a es una enti- ro referirme a estos so ldados de que son ms d iftci les de catalogar
dad profund a m ente fe m e nina , lo natura l como desastres, pues el como catstrofe.

NO S F E RATU 2 7
Segn el Diccionario ele Mara muchos filmes ele la poca ms o diferent es sihtacio ncs personales
Moliner, desastre es un "suceso m e nos c ls ica d e Holl ywoo d, que se resolvedm en medio de las
en que hay 111/lcho daiio y destruc- s iendo un elemento que vena a ceni zas 11canclcscentes. lncluso se
cin", au nque en el contenido de solucionar de manera algo bruta puede hablar de desastres cjcmplifi-
este art culo me limitar a hablar los p roblemas p lanteados durante cadorcs, utilizados de teln de fo n-
de los d esastres naturales, aque- el film -recordemos Huracn so- do aleg ri co o re li g ioso, como
llos procedentes de la ag itacin bre la isla (John Forcl, 1937) o siempre sucede con hts adaptacio-
ms o menos voluntaria ele la Tie- Sa u F r a ncisco (W. S. V an Dykc, nes "bblicas" del tipo L a Biblia
rra, fruto del caos reinante en la 1936)-, pasando a converti rse en (Jolm Huston, 1965), en el episodio
propia geologa interna del planeta el nico fin ele la funcin, en los del diluvio, o Sodoma y Gomorra
y del propio Uni verso. mode rnos l'i lmes de desastres, (Robcrt Alclrich, 1963), donde el
donde el vi llano (o sea el terremo- cataclismo es un mal, pero un mal
E l cine se ha hecho eco de los to, volcn o tiburn) pasaba a ser moralmente necesario como com-
d esastres desd e un a ptica mu y el centro de la accin y sus efec- ponente del castigo divil1o.
mach ista, pues, como veremos, la tos son lo ms deseado de con-
caracterizacin de los mismos en templar por e l pblico. En otros fi lmes, e l desastre natu-
la panta lla ha s ido intro ducida ral permite la redencin de a lg u-
desde modelos conceph tales m as- nos personajes, bien sea con el
culinos, presentand o a l desastre El d esastre, villano sec undario sacrificio, como es el caso de l ca-
de pelcula como un agresor fli- pitn Ncmo al final de La is la
co , bru tal, poco sutil, provisto de Como ya he d icho, en muc has misteriosa, o por la va del des-
los atributos del macho desatado, ocasiones el desastre es uno de cubrimiento del amo r (en un sen-
violento e itTetlexivo. De esta ma- los malos en segundo plano del tido co nservador), como le ocu-
nera, muchos filmes han u tilizado fi lm, teniendo ste una vida inde- rre a Clark Gablc en San F r an-
el desastre como cond uctor del pendiente, con sus hroes y villa- cisco, llllO ele los primeros filmes
necesa rio elemento de maldad en nos principa les, ocurriendo qu e, donde e l tcnemoto ya cobr una
la historia, presentando a l suceso en mu c has ocasiones, stos se personalidad tan acusada que es
que produce el caos en la historia aprovechan del fenmeno ms o lo n ico que se recuerda d el film
como el verdadero villano de la menos natura l para conseguir sus (desde luego mucho ms que las
funcin, bien sea como elemento objetivos d e fo rma ms rpida o cancioncitas ele la McDonald ).
puntual o de re lleno, bien a nivel menos sospechosa. De esta for- Pero la principal funcin del de-
de protagonismo, como ocurre en ma, por qu no utilizar un fen- sastre nahtral en el c ine de Ho-
el c ine ele desastres ele los anos meno nahtra l para rea li zar un deli - llywood era aumentar las dificul -
70, renacido en plenos 90. As el to aprovechando la falta de vig i- tad es de los protago nistas para
terremoto, e l volc n o el bicho lancia y persona l? Eso ocurre en conseguir sus objetivos (en la ci-
con malas pulgas puede pasar ele Hard Rain (Mikael Sa lo m o n, tada Viaje al centro de la Tie-
secund a ri o ele luj o, com o las 1997), donde unos ladrones quie- rra ), cuand o no opera ba como
erupciones utili zadas para crea r re n com e ter e l rob o pe r fec to element o ornam ental abstracto,
tensin fin al en fil mes d e avenht- aprovechando las inundac io nes casi s in definici n de ca rcter y
ras como La isla misteriosa (Cy que sufre una poblac i n america- adherido a la trama como elemen-
Enclfielcl, 196 1) o Viaj e al centro na. O tras veces el caos produc ido to de puro espec tculo en funcin
d e la Tierra (Henry Levin, 1959) por la natura leza si rve de justi cia de lucir determ inadas innovacio-
o el oso empreador de la reciente potica a las ma las acc iones ele nes tcn icas de la poca, como la
E l desafo (Lec Tamahori, 1997), a lgu no de los personajes, prod u- estampida d e biso ntes d e La con-
o ser el protagonista total d el fil- ciendo la catarsis de la confirma- qui sta del O es t e (H e nry H a-
me, ent errando entre los escom- cin como hroe de alguno ele los thaway, George Ma rs hall, Jo llll
bros qu e produce las pasiones protagonistas y la mue11e irreme- Forcl, 1962). Un ejemplo con ms
desatadas durante el relato, s iendo diable del bad guy de turn o. As, signi ficacin dramtica resu lta La
un ejemplo perfecto de ello Te- el desastre es un v illano puritica- senda d e los elefa ntes (Wil liam
rremoto (Mark Robso n, 1974) o dor, que ame naza a todos por D ieterle, 1953), donde un s imple
U n pueblo ll amado Dante 's ig ual, pero qu e destruye a l ele- mito da lugar a un melodrama
Peak (Rogcr Donaldson, J 997). mento perhtrbador del g rupo, re- extico rubricado por un desas tre
afir mando a l h ro e com o tal , de tipo alegrico.
De esta fo rma, el d esastre se con- como ocurre e n Lo s llti m o s
cephtaliza generalmente en el cine das de Pompeya (Ernes t B.
d e a ve nturas como un v ill a no Schoeclsack, 1935), pelcula en la El desastre como ptotagonista
ocasional, llegando a ser el prota- que el tema desastroso proporcio-
gonista de la acc in malvada en na un marco en que se d esa rrollan Pero la magnihtd tcnica y dra-

NO SFER ATU 27
mtica de un terremoto, un vol- (esquema bsico del gnero ca- como protagon ista a Lome Gree-
cn o un huracn en la g ran pan- tastrfico), sino que se caracteri- nc, popular por su aparicin en
talla provoc que los desastres za como el v illano principal, que Terremoto . Curio samente, e n
naturales se adueilaran de los fil- provoca r la frus tracin de los toda esta ava lancha de ttulos la
mes, pasando de ser secundarios sueos de los simpticos protago- erupcin volcnica no se incluy
de lujo a g randes estrellas . En nistas, pond r en apuros a niios, hasta muy tarde, cuando la moda
cietia manera, como ya he indica- viejecitos y penos y causar el del desastre ya estaba prctica-
do, el fenmeno se advierte ya en terror entre la platea ante la posi- mente agotada, con un film de t-
ciertos filmes clsicos como H u- bilidad de vivir esas experiencias tulo equ voco como es E l da del
racn sobre la isla o San Fran- alg n da (ms en territorios fin del mundo (James Goldsto-
cisco, pero los elementos ajenos como California propensos a es- ne, 1980), donde un volcn des-
al mismo son todava demasiado tos cataclismos). Pero Terremo- trna un paraso turstico del Cari-
importantes para poder caracteri- to no desperdicia la posibilidad de be. En esta producc in crepuscu-
zar al fenmeno natural como el incorporar mal vados secundarios, lar de lrwin A 11en, el volcn no
villano nico de la historia. Al como es el caso del guardia na- toma de manera clara sus atribu-
mismo tiempo, esos desastres se cional ps ictico interpretado por tos flicos y eyaculantes propios
van presentado con atributos pro- el olvidado Matjoe Gotner, ni de de la fisonoma del fenmeno, te-
piamente masculinos, de fuerza repartir un extrao sentido de la niendo que es perar a la nueva
genuinamente varonil, particular- jus ti cia entre los protagonistas, moda catastrfica de los aos 90
mente violenta, como indica ya El siempre con un adecuado sentido para encontrar todo un falo explo-
diablo a las cuatro (Mervyn Le- moral (al frnal del film, Charlton sivo, un monumento a la prepo-
Ro y, 196 1), do nd e un volcn Heston preferir morir junto a su tencia masculina en e l mbito de
hace de las suyas convirtiendo en esposa que sa lvarse con su aman- la ma ldad natural co mo es el
hroe a un sacerdote (Spencer te). monte de fuego protagonista de
Tracy), o en A l este de Java Un pueblo llamado Dante's
(Bcrnard Kowalski, 1969), donde Con T el'l'emoto, el desastre naht- Peak, posiblemente la ms hbil,
un volcn con multitud de formas ral tom forma como villano cine- inquietante e, incluso, inteligente
estab lece s u protagonismo d e matogrfico casi absoluto, provo- pelcula de desashes de los aos
destruccin de forma vari ada. cando una serie de imitaciones 90, muy superior a su competidora
-no contamos los desastres pro- Volcano (Mick Jackson , 1997),
Pero los fen menos de la madre ducidos por la mano del hombre, donde no hay montaa de fuego
Tierra consiguen tener su particu- como El coloso en llamas (John s ino simples eyaculaciones preco-
lar fuerza masculina en los aii.os Guillennin , 1974)- que incluan ces en medio de un banio de Los
70, con pelculas como Terremo- todo tipo de horrores provocados Angeles en un tono pretendida-
to, donde el desastre no slo tiene por la madre Tierra, llegando los mente documental que quita poder
e lementos propios del cine clsico japoneses a autoinmolarse en E l de maldad a la hecatombe.
de Hollywood, es decir, sirve para hundimiento del Japn (Shiro
resolver s ih~aciones conflicti vas Mori tani, 1975), que incluso en Tampoco los huracanes han teni-
planteadas antes de que ocurra su versin americani zada tuvo do mucho xito dentro del gnero
de las catstrofes, aunque su cl-
sica caracterizacin con nombres
de mujer no ha impedido su impo-
nente virilidad en la panta lla en fil-
mes como C icln (Rene Cardo-
na, Jr., 1977) o e l remake de Dino
de Laurentii s de l fi lm de John
Ford, Hul'ac n (Ja n T ro e ll,
1979). Sigu iendo en los cauces de
los vientos descontrolados, la pe-
lcula que mejor defi ne a l desastre
como villano prepotente y mascu-
lino es Twi st el' (Jan de Bont,
1995), un film do nde el fen meno
natural es protagonista absoluto,
medio de lucimiento de unos in-
crebles efectos especiales y re-
duciendo a los protagonistas hu-
manos al estereotipo ms esque-

El diablo a las cuatro

 Tiburn
del modelo masculino. Tiburn
cre una moda imparablc, con b i-
chos desbocados por doq ui er, d e
los que casi ninguno tena sexo
fe me nino: ni s iq uiera Jos rumores
de que el escualo de Tiburn 2
(Jeannot Szwarc, 1978) fuera la
hembra del bicho del o riginal ha n
sido confirmados. A h te ne mos
v illanos ta n machos como el v e n-
gativo esposo y padre de Orca, la
ball ena asesina (Michael Ande r-
son, 19n), el bfa lo albino que
"penetra" con sus cue rnos a to do
indio que se le po nga po r delante
de E l desafo del bfalo blanco
(J. L ee Thompson, 1977), s in ol-
mtico. En Twister el malo es la nidad de Godzi lla, el rey de los vidar los atributos de masculini-
estrella, es pera mos sus e fec tos m o ns tru os , as como d e su s dad tan evide ntes siempre e n el
d esvastadores y nad ie in tenta de- comparsas Rodan, G hidorab, An- personaje de Ki ng Kong , muy so-
tene rlo, sino estudia rl o, e ntende r- guil as o Gorosaums, cuestin que bredimens ionados en la vers i n de
Jo. Ej empl o de iconogra fia sunea- siempre ha produc ido el problem a 1976 diri gida por Jolm G uille rmin
1isla al serv icio del gran espect- de determina r cmo rayos se re- y producida por Dino de Laure n-
cul o (esas vacas vola ndo alrede- producen estos seres. tiis, a unqu e no se pueda conside-
dor del torn ado son inol vidables), rar al g orila g igante como el v illa-
Twiste1 puede ser llll fi lm vaco Ya e n los afios 70 Tiburn (Ste- no de la histori a, pues su bue n
dra mticam ente, pe ro cj cmplifica- ven Spie lbcrg, 1975) a provecha ba corazn ta mbin fue exagerado e n
dor e n el ca mino d el cataclismo el fe nme no del c inc de catstro- esta ve rs i n. Adems, algui n se
como estrella de l cine de los 90. fes domina nte para individualizar imagina a una Q uccn Kong con-
la traged ia en pe rsonaj es identifi- v incente? Slo un d irector ps ico-
cables, medi a nte los a taques d e tr ni co co mo F ra n Agram a se
E llos tambin son desastt"Osos una bestia desafiante y domina nte, atrevi a rea li zar este sucllo h-
con cla ros a tributos masculin os medo en 1977 baj o e l ttul o de
Pe ro ex isten o tro tipo de villa nos como son el g usto po r la caza y Q ueen Kong.
na tu rales, de enemi gos intoleran- su juego con indi viduos purame n-
tes y poco d ia loga ntes que la ma- te establecidos e n las coordenadas Pe ro la masculinidad en los bic hi-
dre Tierra la nza contra nosotros y
que, e n su mayor a, ti e ne n claros
a tribut os masculinos. D esd e e l
c ine de los aos 50, los mons-
truos que a rrasa ban ciudades tie-
ne n un comporta miento muy va-
ro nil, nunca de terminado de for-
ma expresa, pero s por sus mo-
v imientos y acc iones, como en el
caso de E l monstruo d e tie m p os
re motos (E ugene Louri. 1953) o
T h e 13 Iacl< Scorpi on (Edward
Ludwig, 1957).

El kau eiga japons es ms ex-

p lcito, dej a ndo c laro que la nica
f mina d el grupo es la polilla gi-
gante Mothra -el nico mo nstruo
de l bes ti ari o To ho con buenas in-
te nciones desde su pri mera apa ri-
cin e n Mot h ra (Tshi ro Honda,
196 1)-, d eja ndo cla ra la masculi -

Godzilla contra los monstruos

NOSFE RATU 2 7 ~~~~

tos desatados se llega a desbocar en muc hos casos a presenta r la fre nte con x ito a los marines
de m anera alarmante en pelculas villa na natu ral desde una ptica enfurecidos. Tambin e n Sta t-
de serie B co mo Humanoides del femenina. ship Troope r s (Paul Ve rhoevcn,
abis mo (Barbara Peeters , 1980), 1997), los ex traterrestres se orga-
donde los seres del abismo recla- Otras veces el desastre proviene nizan e n torno a un cerebro, pero
ma n mujeres para procrearse a lo desde e l espacio, desde leja nos esta vez c lara mente masculino,
bestia, llegando a la v iolacin en mundos, bien en forma de impac- con rgano penetrador de cere-
masa y olvidando el romanticismo to brutal, como e n C uando los bros, indicando un ene m igo natu-
de su pariente prximo de los mundos c hocan (Rudolph Mat, ral aliengena de claro predominio
at1os 50 que protagoni z La mu- 195 1), Meteo ro (Ronald N ea me, masculino.
jer y el monstruo (Jack Arno lcl, 1979) o las inminentes Arma-
1953) o en El e nj ambre (lnvin geddon (M ic hac l Bay, 1998) o E n definitiva, los desastres natu-
A llcn, 1979), donde el grupito de Deep Tmp act (Mimi L ede r, rales han ido conquistando desde
abejas mosqueadas (valga la re- 1998), siendo la primera de estas diversas formas y manifestacio-
d undancia) siempre es considera- dos rec ie ntes p rod ucc io nes un nes su cstrellato e n el O limpo de
do como un todo homogneo cla- claro ejemplo de muse/e man mo- los malvados de cine, s iendo ade-
ramente masculino. vie, Bruce Willis contra el pedrus- m{ts unos vi llanos generosos, que
co del espacio, algo que ya impli- han p ermi tido que hombres nor-
Y es que los animales desatados y ca la ausencia de re levantes ele- males y poco aguerridos co mo
hartos de lo s hu manos siempre mentos fe meninos e n el as unto. arquitectos, bomberos de ciudad,
han manifestado su clara villana Pero en otras ocasiones la amena- astrnomos o periodistas (por po-
desde poshtlados masculinos, lle- za espacial se reviste de monstnto ner alg unos eje mplos) se conv ier-
gando al colmo los leones asesi- baboso, normalmente con c iertas tan en hroes capaces de detener
nos ele Los d emonios d e la n o- preferenc ias por las fmi nas d e al villano definitivo, al monstruo
c h e (S tep hc n H opkins, 1996), nuestro p laneta, como ocurre en del milln de ojos, incombustible
donde dos machos fe linos v iven, Alien, el octavo pasaj e ro (Rid ley y m utante como es el ca taclismo
cazan, co men y sabe Dios qu Scott, J 979), donde el monst ruo viri l y cruel surgido desde la ira
ms juntos, o lv idndose ele la protagonista mante na una extrat1a de la naturaleza catica de la que
ex iste ncia de algo llamado leonas. atencin por el strip-tease de Ri- dependemos.
Es e l ltimo punto y seguido de plcy, descubriendo en la segunda
una serie de ejemplos intennina- e ntrega que su civil izacin es ma-
bles en q ue los an imales desata- triarcal, con una rei na al fre nte,
dos mant iene n clara su vi rilidad, pero su orga ni zacin defens iva es
renunciando el cinc de Hollywood claramente mascu lina, para hacer Alien ~
 Drrculu de Brnm Stol<er

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Jpf bie1t

Francisco Plaza

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J'Iir!Nfl'l'll :.a/etr/SIIIII'flll haiek
orde::.kal: ea re /or/11 1'=.an dulf .
it umonos a princ tptos venta, Kevin Costner. El casl ing
l+rl.'iOIIr1ia 111a lt ::.11nm grderi(/
1 de lo s a os nove nta, plantea ahora un gra ve problema:
lwrrelrm . p:wyH'l-mdkia cuando el paranoico Oli- encontrar un actor que pueda en-
t's/.:(li/mfan lwlwm IJII!!::.al: m ver Stone est preparan- carnar al hom bre ms "odiablc"
do JFK, caso abierto (199 1), su q ue pueda imaginarse: un comu-
d11m Hidtwd JI idmark -t'llfl hasi particular visi n del mag nic idio nis ta asesino (o viceversa) capaz
el a Jwnes Stemtrl -i :::mtgotm/J{f ms importante de la breve histo- de truncar con sus disparos la ca-
r'gtt l dion Lee .1/ctrnit-engana tiit ri a de Norteamrica. Para inter- rrera poltica, y de paso la vida,
pretar al incorruptible Jim Garri- de l poltico ms popular de los
ar/1'. also ::..wy)(u'/ln'lwrlun'l.o so n, que pelea cont ra todo y con- tiempos modernos; un supervilla-
Edum e:::.11rirm amaordl'ak 1rt' 1)((du tra todos tratando de esclarecer e l no en la mejor tradi cin Marvel
IJere /ek11a. lnondt'i.' we, p;cu'::./Jok asesinato del bienamado presiden- que debe despertar las antipatas
te, Stone ha escog ido a l hroe del pblico al primer golpe de vis-
badi/11 hmnm'l.-rt awpep;t'l.wa; Cm:1 americano por antonomas ia de los ta. La mezquindad de Lee Harvey
0/dmwt-ek be::.ala.re. ltimos ochenta y primeros no- Oswald no m ereca otro refl ejo

NOSFERATU 27 ( l
 que la una vez ms fascinante (amortajarle?) e n su p e rsonaj e oscila grcil entre el romanticismo
composicin de un Gaty Oldman excesivo y g rang uii1ol esco. ado lescente y la maldad transo-
que huye ndo d e los arquetipos cenica e n estado puro. Re flejo
consigu i dotar ele profundidad y invertido y convex o de James
coherencia a un personaj e que Hacer de bueno no es para ti, Stewart, Oldman consig ue que su
previsibleme nte podra haber que- Gary sola aparicin e n pantalla resulte
dado condenado a un manique s- p o r s misma am e nazadora y
mo exasperante. Los dos ej emplos ante riormente eclipsa a sus pe rsonajes cuando
ci tados slo nos ayudaron a con- se e nfrenta a papeles no demasia-
Si hay un vi llano clave e n este fin firmar lo qu e sospec h bamos do consistentes. As, el descere-
de s ig lo, un he redero directo del desde S id y Nancy ( 1986); a sa- brado rockero he roinmano S id
Dcnni s Hoppe r ele Terciopelo ber, que O lclman dota a todos los V ic ious se converta g racias a la
azul ( 1986), se no es otro que el personajes que interpreta, incluso conviccin con la que Oldman se
actor ing ls. Ms prximo a la hi- a los que a priori pudiera n parecer enfund su piel en un atormenta-
prbole que a la introspeccin in- ms cercanos a una relativa "nor- do hroe existencialista, y la ef-
terpretativa, Olclman pertenece a malidad", ele un e levado grado ele m era r elacin que m antuvo con
esa estirpe ele intrpretes que e n turbiedad. Sus (g racias a Dios) una groupie alcanzaba la intensi-
las antpodas de la conte ncin tra- contadas apariciones co mo prota- dad de un sone to ele Pctrarca.
bajan sus p ersonajes al lmite , gonista pos iti vo, lase la fa llida
siempre asomndose desde el ca- adaptacin del c lsico de Haw-
mino ele los excesos al abismo del thome La l etra escarlata ( 1995) El signo de la locura
ridculo absoluto. Marcado por o su anecdtico intento ele pare-
una infancia difcil y un ca rcter cerse a Bogart en la piel del detec- Adems de esa sensacin de des-
problemtico, alcohlico e n la tive Pat Kcilcy en un episodio d e amparo y pelig rosidad que pode-
vida real (lo que ha convertido su la miniseri c telev isiva Fallen An - mos considerar comn denomina-
vida person al en una sucesin ele gels ( 1993), se sa ldaron con rela- dor en todos los tra bajos de Old-
fracaso s y naufrag ios emociona- ti vos fraca sos artsticos . En la man, los perfi les de sus persona-
les) y f s icamente dctil com o primera de ellas, Oldman interpre- jes aparecen s iempre remarcados
pocos fre nte a una cmara, Old- taba con su habihml e ntrega a un por un mati z decididamente psi-
man parece haber quedado enca- religioso que inc umpla la ley tra- clico y un desequilibrio evidente.
sillado definitivamente? en un ba ndo bblico conocimiento con En recreaciones alejadas de la cl-
p e rfil ele personaje cuyas lneas una apet itosa y recie ntemente en- sica fig ura del malvado, como el
maestras podran s ubsumirse en v iudada D e mi Moore. E l reve- inseguro Jan Tyson ele E l clan de
un estado de excitacin cerca no rendo Dimmesdale desafiaba a la los irlandeses ( 1991), un ator-
al paroxismo y un comp011anen- primigenia y puritana s ociedad mentado socipata vctima d e su
to decididamente p s icopt ico nortea mericana y apareca luchan- tirnico henna no, la "bondad" in-
acompailado siempre de una vul- do por la libertad junto a los nati- trnseca del personaje se ve em-
ne rabilidad surg ida de su propio vos desheredados y e nfrentado a pai'iada por un comportamie nto
desequilibrio. C hulos de putas, te- la b ie npensa ntc comunidad tardo- a lejado de c ualquier pauta ele nor-
rroristas y asesin os son algunos colo ni al de la que, por otro lado y mal idael y que raya la esquizofre-
de los caracteres e n los que mejor paradjicamente, era uno de sus ni a. Recordemos el sufrimiento de
ha e ncajado O ld ma n y con los miembros ms destacados. Inclu- este pe rsonaje fronterizo, ca paz
que ha conseguido sus mayo res so sus personaj es ms alejados de de guardar e n la nevera las manos
cotas de expresin por un lado y un registro perverso reciben la de un cadver y pennitirse juga r
el mayor reconocimien to del p- impronta ele un Olclman c uya in- con ellas, pe ro al mi smo tiempo
bli co por otro. A lejndose de es- qu ie tante mirada obliga al esp ecta- dispuesto a c ualqu ier cosa con tal
tos parmetros, sus in terpretacio- dor a mantener siempre la g uardia ele mantene r la am istad de su viejo
nes en pelculas como Basquiat alta e n espe ra de que algo d es- am igo de la infancia. En Amor a
(1996), e n la qu e inte rpretaba al agradable suceda de un momento quemarropa ( 1993), O ld man in-
artista A lbert M ilo, o Am o1 in- a otro. Baste como clarificacin al terpreta a o tro personaje nada as-
mortal (1994), donde daba vida respec to observar que es en el ctico, el desmadrado Drexl Spi-
ni ms ni menos que al geni al fasc inante Drcula de Bram vey, un macarra blanco que q uie-
Ludwig van Beethoven, son por Stoker ( 1992) de Francis F. Cop- re ser negro, un inadaptado que
dems ejemplares ele lo p oco con- pola donde un personaje interpre- no se s iente a gusto dentro de su
vincente que Olclman puede llegar tado por Oldman aparece ms propia piel y que intenta modificar
a resultar c uando inte nta abando - cercan o a lo que se ent iende por su asp ecto ex terior para dejar de
nar su habihwl campo de accin y un protagonista positivo. Su me- ser l mis mo , peculia rid ad sta
han ser v ido pa ra afia n za rl e fi stoflico prncipe de la tinieblas compartida por el propio ac tor,

E~ NOSFERATU 27
que g usta una y otra vez de modi- por Oldman es No nn an Stans - paso, inv ita a todo espectador re-
fica r su aspecto fsico e n aras d e fic ld, un con1.1pto polic a envue lto ceptivo a disfrutar con sus disla-
conseguir un a mejor caracteriza- e n asuntos poco di fa nos. Su in- tes tan cohe rentes con el espritu
cin que le a yude a construir e l te rpre tacin en este fi lm conti ene ldico y naif' que impregna todo
p e rsonaje. Como o tros g rand es momentos ta n absoluta mente m e- e l fi lm de Luc Besson. Zorg es la
pesos pesados d e la actuac in morables como e l di logo qu e cima de la ma ldad, es mezquino y
desborda nte y desbordada, Old- mantie ne con Natalie Po rtman e n perverso hasta el punto de que su
man g usta de mutar entre papel y e l lavabo de la comisara; recrea- a mbicin que le empuja a querer
papel p asando s in d escanso d el c in monstruosa y posmode rna dominar e l mundo entero termi na
a rrastrado polica adicto a los bar- de la escena de Frankenste in junto p or conve rtirle e n p atticamente
bitricos d e E l profes ion al al lago, e l mod e rno Prome teo- risib le. Oldman acepta e l reto q ue
( 1994) al ro lli zo alca ide Glenn de Oidma n se acerca si bilina mcnte a le la nza su buen am igo Besson y
Homicidio e n primer g r ad o la lo litesca Portma n alcanzando borda esta caracterizacin me ta-
(1995), para desp us volver a cimas de tensin e rtica de dificil perversa convirtindose en un te-
pe rder peso y cambiar e l corte a descripci n. O ld ma n se apu nta lciicco d e s mismo.
cepillo por la frondosa melena ne- as un nuevo ta nto engro sando
gra del relig ioso D immesdale e n con el acoso a menores la larga Y an ms delirante resultaba su
La letra escarlata. li sta de desmanes cometidos por hasta a hora ltima aparic in como
sus personajes. el perverso Tva n Kors huno v e n
La sublimacin del perfil psict ico Air Force O ne ( 1997), en la que
mostrado en la prctica tota lidad ni ms n i menos intentaba secues-
de sus interpre tac iones alcanza trar al m ismsimo preside nte de
s in e mbargo un histrionismo arre- los EE.UU. (ah les duele) encar-
batado en dos d e sus apa riciones nado por un H arrison Fo rd que
ms feli ces y celebradas, en las ve a cmo su av in personal era
que ya con una visin autocom- in vadido por un ma lfi co ex-so-
placiente, O ldma n se perm ite dar v i ti co que an uo se hab a e nte-
rienda suelta a todo un fes ti val de rado del final de la guerra fra.
gestos qu e har a n pa lid ecer al Aunque, por supuesto, al fina l el
m ism simo L ec Strasbe rg. En Ho- bien terminaba vencie nd o , O ld-
micidio e n prime r g rado, Old- mau vo lva a conseguir inexp lica-
man encarna a Warden G lellll, ti- blemente que a pesa r de los exce-
r nico alca ide de la pris in de A l- sos come tid os s u c red ibilidad
ca traz, que no slo cons ie nte los como int rpre te permaneciera in-
malos tratos a los internos, sino tacta.
que llega incluso a infring irlos l
m ismo dando e n todo momento O ldman ha dado recientemen te un
mues tras d e d isfruta r e no rme- paso adela nte en su carrera al de-
mente con su trabaj o. O ldman se Amor n quemnrropa buta r como realizador con la im-
regodea dej ndose llevar por un pactantc N il By Mouth ( 1997),
pe rsonaje ta n excesivo que parece una c rue nta pelc ula de tintes a u-
hecho a su medida, al que d espoja La parodia. S lo 1ara inco ndi- tob iogrficos. Mientras, po dre-
de toda hu manidad y convierte en cionales mos verl e en breve enfrentado a
un exasperante amas ijo de sudor W ill iam Hurt e n la epopeya espa-
y gritos, que alcanza el culmen en Los ltimos ant ihrores interpre- cial Lost In Space (1998), d on-
la escena del inte rrogatorio al que tados por Oldman han tenido sin ele, adi v nc nlo , volver a interpre-
es so me ti do por el joven le trado, e mbargo un decidido tono pa rdi- tar a un supervillano si n escrpu-
interpretado e n e l fi lm por C hris- co. E l malo mals imo Jca n Baptis- los que inte nta ama rgar la v ida de
tian S later, demost ra ndo su con- te E mma nuel Zorg de E l q uinto una fam il ia. Sorpresa, sorpresa.
d icin de acrba ta de la gestuali- ele m ento (1997), vers in si tlies-
dad facial. tra y filonazi d e Krisp n K landcr,
rcsul ta caricaturesco, un a au to-
Pero qui zs sea su magn ftco tra- rrcfe renci a humorst ica co n la
bajo en E l profesional e l mejor que Oldman asume el ro l al que
exponente d e s u caracters ti co parece encadenado a perpe tuidad
modo de interpretar. Excesivo y y, da nd o una forzada vue lta de
excedido hasta el lmite de lo per- tue rca a su propio p e rsonaj e, se
misible, el personaj e interpre tado re sin reservas de s m ismo y, de

NOSFERATU 2 7
 El reSJllundor

1c oson
ls:~sssll /
1Vo rlesJt()rle11
c/r ji"err.z

Jimmy
.. lntraiges
Aurea Ortiz
/htsonaia positihoak anl:::n ll.'an ere, Jack ,\ 'idwlsonek bl'ti
emateu die /f{f/(1/.;o an!J~uotasw1 - ikutu bat. 1limroge/gwn'll
/{({markadan aktnrel::xtn outsider lmwlan hasi ze1wltk r>la
ezagut;:,em ema11go :utn Alguien vol sobre el uitlo
tfpl ruro (/ 1) -;,)) ji/m o egin ::.uenetik, azken lanelaraino
giwki omren a;:,pt"an dalzan aherea /w!Jl'kil'll adil'm: /1'11 rlu<'l l
aktorea rlugu .\ 'id/IJ/son.

IIIIIIII~I NOSFERATU 27
Com o pocos ac to res, Jack N i- lcvolencia. Su notabl e capacidad Oates, son los que gestan su tc-
c holson rc llcj a la ca ra sa lvaj e, para forzar el gesto y lleva rlo has- nica y moldean una etiquctacin
descontrol ada e irracional del ser ta cotas his tr inicas le permite impos ible. Con el fru to de estos
humano. Su rostro puede trans- con s lo despe inarse y abrir el trabajos, heterogneos y desigua-
formarse en el ele un oscuro se- cue ll o de la cam isa componer una les, Nicho lson va perfil ando su
cuaz del demonio con slo eles- de las muchas caras de la maldad, caracterstica labor actora l que le
plega r su famosa somisa y mirar aque lla que desatiende los cdigos permitir en el futuro desarro llar
torvamente. La maldad que puede ele la rac ionalidad, la ms prx ima todo su clestrcza/potenciallh<lbili-
llegar a expresar nunca ser la del al complejo mundo de la s inrazn. dades/ta lent o.
villano con una estrategia para do- Pero la adqu isicin ele este supe-
min<lr la ti erra, ni la del malvado rvi t de patrimon io gestual se en- Su explosiva madurez estall a en
fro e insensible. Desde luego in- cuentra en las frondosas bases de Alguien vol so bre el nido del
sens ibl e, no. Ms bi en todo lo sus primeros trabajos. cuco (M ilos Forman, 1975). A un-
contrario. Si se enfada, mejor no que aq u no es exactamente un
estar cerca. En real idad, sus per- La inicial formac in profes ional malvado (para mala, la enfermera
sonajes m alvados (que no son to- se construye dentro de la produc- Ratchcd), su interpretacin de un
dos los de su carrera, como pu- cin o.OHollywood (en la factora cuerdo que intenta pasar por loco
d iera pensarse, s ino slo unos po- Connan), preferentemen te so bre es un va riopinto catlogo de las
cos) rclleja n una ma ldad instinti- perso najes margi na les, contracul- diversas caras de la locura y e l
va, que proviene del lado ms sal- tura lcs, s iempre con un punto os- gesto como provocacin. La per-
vaje del concepto humano, est curo, s iempre al fi lo del descon- sonalidad de McMurphy viene de-
ms a ll de la razn y de la civili- tro l (marca de fbrica Nicho lson), te rm inada por un hi s tri o nismo
zac in y slo le s irve para satis fa- aunque en general no traspasaban b ien entendido, p e r fecta mente
cer su propia natura leza; su mal- ese l mite . F il mes como E l tiro- adaptado a las necesidades ele la
dad no se enti ende como un me- teo (Monte Hell ma n, 1966), Bus- historia y del personaje, grotesco
dio para conq uis ta r a lgo, s ino cando mi d estino (Dermis H op- y burlesco. Y ar1ade un compo-
como una fi nalidad en s misma. pcr , 1969) o Re b cl Ro u se r s nente que ya nunca le abandonar:
(Ma rt n B. Coheu, 1967), en ge- el de una interpretacin cobijada
Si en un pelcula apa rece N ichol- neral circunscritos a la moda de en la desmesura, pero propensa a
son, el espectador est esperando los jvenes rebeldes y en compa- la di vers i n y socarro nera. La
en qu momento se producir la ila de outsiders como Mon te suelta composicin de v iv idor
inflexin, cundo va a desencade- Hcllman, Dennis Hoppcr, Bruce ocioso , e ntre revo ltoso y apto
narse la reaccin frentica. Jams Dcrn , Roger Connan o Warren p ara la furia, y amenazante sonri-
pod r representar un hroe positi-
vo, si n mancha. A unque no sea
malo, s iempre ser inquietante;
aunque no sea desalmado, siem-
pre se mostrar ladi no. La tensin
nunca le abando na. E n C hina-
tow n (R om an Pola nski , 1974),
empeado en descubri r la verdad
(algo total mente loable y social-
mente necesari o), todos sabemos
que est en el borde, presentimos
que en cualquier momento puede
cru za r la frontera y pasar al otro
lado. De la tranquilidad a la vio-
lenc ia slo hay un tenue paso y l
s iempre parece estar dispuesto a
darlo. Pero deteng monos, mni-
mamente, en e l ros tro del actor:
sonri sa s in atisbos de inocencia,
sardn ica y bmlo na; ojos profun-
dos y pequcr1os; cejas prominen-
tes y mefistoflicas y dos genero-
sos surcos que c ierran sus prmr-
los, son las armas q ue esgrime
para exteriorizar perversin y ma-
Alguien vol sobre el nido del cuco

NOSFE RATU 27 m
 El cartero siempre llama dos veces
Con aquel impresionante recital de
juegos de facciones N icholson se-
ll su vinculacin con el exceso,
aunque su severo patrn le impi-
di era el divertimento, a lgo qu e
nunca ms volvera a ocurrir.

Pero entre los valores sabiamen te

escarbados po r los rea lizadores
que utilizaron al actor, se encuen-
tra un componente sustancial a su
pcara mirada y lasciva so nrisa: la
capacidad de seduccin. La ima-
gen que ofrece Nicholson es la de
una personalidad compleja y, so-
bre todo, turbia. Su poder de se-
du cci n se centra en su aptitud
para expresar un erotismo exento
de refinamientos y sutilezas y la
promesa de una visita al lado os-
curo. As lo present s u amigo
Bob R a f elso n e n E l cartero
siempre Uama dos veces (1981).
sa liberadora le conduj o a ganar de tragedia desatada, aj ustndo lo La necesidad de distanc iar la obra
su primer Osear a la interpreta- a un irreductible punto de sa lvaj e de la primera versin c inemato-
cin. Con la venia de la industria violencia, prcticamente animal, g rfi ca penniti a ambos colegas
N icho lso n obtena licenc ia para q ue acaba conduc iendo el feroz aadirl e (con la impagable ayuda
so ltar s u in corsctable domi nio delirio ele Torrence a una horroro- ele Jessica Lange) sexo salvaje y
COilJOral. sa muerte por co nge lac in . La una patente carnal idad.
mirada perdida, casi en blanco y
Fusionando ese material de parti- hacia el c ielo, junto a un El poder de se-
da y dotndolo de una nueva lec- desencajado rostro ofre- ducci n de Ni-
tura, Stanley Kubrick construy cen la image n preci sa cholson vue l-
E l resplandor ( 1980). Ahora s , ele una fiera disecada
ms que nunca el rostro ele Jack y ya nada peligro-
N icholson pas a reflejar el mal sa, pero podero-
en su estado puro, sin coart adas, sa m ente ame-
e instaur en la mente de todos la nazadora.
idea de que s lo l, N icho lson,
poda hacerlo. Su interpretac in La mi rada de
revel un repertorio completo de Jack fue para
la ferocidad, lo siniestro, lo salva- Kubrick herramien-
j e. E l feroz gesto que fabrica e l ta ele un dobl e trabajo:
rostro de Nicho lson, por la ampli- la de la primitiva anima-
tud de su sonri sa siniestra y por la lidad irracional aboca- Batmnn
cej iju nta ma ldad que desprende s u da a la sangre y la de
mirada, in voca a las ms temibles la muerte vaca
de las pesad illas. Su indisciplinado y seca.
com portam ie nto y des m edida
exageracin encontraron en Ku -
brick la exigente barrera del f-
rreo ta lento del rea lizador. La pau-
sada pero milimtri ca progresi n
de locura de l perso naj e de To-
rrence obliga al actor a un medido
ejerc icio de sujecin expresiva
que se libera en el momento en
que el reali zador perm ite el exceso

NOSFERATU 27
 Lobo

ve a ser el centro de otra pelcula,

Las brujas de Eastwicl< (George
Miller, 1987), aunque alejado de
todo dramatismo y en un tono j o-
coso. El p er sonaj e se aco pla
como anillo al dedo a las caracte-
rsticas del actor, y nuevamente,
como e n otros casos, muestra
do s cara s difere ntes per o no
opuestas. Daryl Van Hornees a la
vez encantador y siniestro, seduc-
tor y repu ls ivo. O frece placeres
sin lmite a las mujeres de East-
wick y les concede una autoesti-
ma perdida, pero su habilidad para
la seduccin es slo una m1imaa
que proviene de su condicin de
diab lo. Su propio placer es la ni- rer (el cido le ha paralizado los malo no pasar a la galera de sus
ca gua de sus actos; en realidad msculos), lo que deri va en una grandes creaciones. Ta l vez el
acta como un niiio maleducado: irre frenable necesidad de insuflar peso del maquillaje es exces ivo, y
s i al go le apetece lo hace, si quie- d iversin en todos sus vandlicos oculta la gran habilidad de un ac-
J)e algo, lo toma, sin cali brar las actos. tor que no necesita mscaras ni
consecuencias. Con este ammzn ad itamentos (ya hemos visto que
Nicholson ti ene la coartada per- E l Joker es el verdadero polo de en Batman no es tal) para mos-
fecta para dar ri enda suelta a toda atraccin de la pelcula. Nuestra tra r el lado te nebroso. Co n la
su gama de lics, muecas y recur- mirada y nuestra atencin estn frondosa caracterizac in, la sen-
sos expres ivos, pero achicando la con l. Donde Batmau es som- sacin de autenticidad que respi-
dos is de maldad. Este malo no va bro, l es alegre y extrovertido; el ran Los anteriores personajes se
en seri o, slo es un diablillo im- severo negro del mmcilago con- pierde y, al margen de la soca.To-
pertinente. trasta con los co lores chill ones nera que consig ue con slo le-
del vesh1ario del Joker; la conten- vantar una ceja, lo nico que se
Pero Nicholson reserv la artille- cin de Batman se estrella contra ve es, j ustamente, la msca ra.
ra pesada para Batman (Tim el cido sentido del humor de su
Burton, 1989). Su papel de Joker antagonista. l es e l amo de la S in duda, es un actor casi s iem-
rene Las condiciones del vi llano funcin, y convencido de e llo est pre histrinico y excesivo. Captu-
que l siempre quiso ser: es malo, d ispuesto a ser e l amo del mundo. rar a la fiera no es tan fc il, re-
es d ivertido y es seductor. Y todo Para tal fi n desp liega sus dotes de qu iere que el d irector sepa muy
ello vivido en el exceso, la exage- seduccin con la chica, la ciudad bien qu es lo que quiere extraer
rac in, el desenfreno y la g randi- y el propio espectador. Batman de l. M ientras Kubrick Le at ab-
locuencia. L~ sonri sa inolvidable puede robarle al final la chica y la solutamente a la disciplina y no le
del actor queaa fijada para siem- c iudad, pero el espectador perma- permi ti des manes, T im Burto n
pre pintada en el rostro defonna- neced siempre rehn ele la fas- concedi li bertad il imitada a s u al-
do del Joker: la marca de identi- c inac in de l Joker/ Nic ho lson . bedro. Sin embargo, los resulta-
dad de Nicholson es la marca de C uando le ofrecieron el papel a dos de ambas pelculas fueron ex-
identidad del Joker. Pero esta pin- Jack N icho lson coment: "El Jo- celentes y no seran lo q ue son
tma, esta mscara, es muy pecu- ker soy yo". Alguien se atreve a s in el carisma de este intrprete.
liar. N o oc ulta, sino qu e exacerba negarlo? Ni sus ms acrrimos detractores
los rasgos de identidad. La verda- pueden dudar ele que su presencia
de ra mscara , la qu e oc ulta ele Tras dejar constanc ia de su inne- es insus ti tu ible y su ta len to in-
verdad, es la de Batman, y su re- gable ca pacidad para insinuar la transfe ribl e c uando se trata de
flejo siniestro? (acaso no es si- animalidad que subyace en lo hu- caph1rar en la pantalla los deste-
niestro Batman?) es el Joker. l mano se le ofrece la oportunidad llos de la maldad instinti va, el pri-
no se esconde tras la mscara de demostrarlo con un personaje mitivismo, los sentimientos pri-
para cometer sus tropelas, sino que es exactamente eso, hombre marios y el ab ismo de la irrac io-
que utiliza su mueca dibujada y an imal a la vez. Acepta protago- nalidad . A la espera de un nuevo
como preludio cmico ele su mal- nizar Lobo (Mike Nichol s, 1994). ejercicio de virh1osismo del exce-
sano deseo de poder. Su forzado Sin embargo, a pesar ele su ido- so, tan slo un deseo: Jack, di -
rictus facial le obliga a no dejar de neidad para e l p c rso naj e, es te virtete, pero no te enfades.

NOSFERATU 27 m
 Viaje a la luna

Los 1ncLlos de
!cLS grJICIXLCLS

Alea linlilo
Espazioan ez ditu1iwrk ere adituko zure oilumk; bduubada, lwrre.regalik saiatu zm~u =ientzia
.fik-:.inko ::Jnea, lwsiem-lwsiemtik, espazio ezezaguneko numstroen hidez. ikamt::en. .1/arti::Jarrek.
enpemdure :;/talek, robot asasinoek eta iw ki mutanleek bete izan dute unibertsoa /:;u kolektiboa:;,
li lhasio-pamnoie:; eta lu'/otz dPslillt'f!,mlul'z.. han rre, /:arre:; harmil(/t~ gaiz.Lakeriak ez du mugrtrik.

1 espacio exterior es infrni- galaxias existe un supervillano al dudablemente los peores del Uni-
to, oscuro y enigmtico. que ya se le ha quedado corto su verso.
Detrs de la estrella ms sistema solar y planea junto a sus
lejana se ocultan galaxias ejrcitos del mal la invasin de Para un villano con vocacin im-
desconocidas en las que rigen le- otros espacios con los que saciar perial no hay tentacin mayor que
yes incomprensibles para la men- sus inagotables ansias de poder. la visin global del espacio que se
te humana. Y en cada una de esas Son los villanos interestelares, in- disfruta en las titnicas naves es-

1 1 NOS FER ATU 27

paciales. Ninguno de ellos puede socorridos en este tipo de pelculas ro. A pesar del x ito entre el p-
evitar estremecerse ante esos im- y uno de los tpicos ms agradeci- blico de este tipo de historias, el
presionantes ventanales con vistas dos por e l pblico de todos los cine no se ocup demasiado de
al planeta de enfrente. La Va tiempos, ms proclive a disfrutar los hombrecillos verdes, dejando
Lctea, en concreto e l S istema de las maldades de los villanos que la ciencia-ficcin en manos de
Solar, planeta Tierra, parece ser de los sufrimientos resignados de alemanes y rusos, que poco inte-
uno de los tenitorios ms codicia- la vctima, en este caso los huma- rs tenan en criah1ras aliengenas
dos por estos piratas del espacio: nos. De cualquier modo, el villano al uso. Salvo los ocasionales ene-
desde tiempos i1m1emoriales he- interestelar ha tomado y toma las migos del Flash Gordon de los se-
mos estado sufriendo sus ataques, ms diversas formas de presenta- riales americanos de los aos 30,
tanto en el mismo planeta como c in, desde c laras metforas de hay que teletransportarse hasta la
en colonias flotantes o naves ex- militares fascistas hasta incorp- dcada de los 50 para descubrir la
ploradoras. Hemos sido atacados reas entidades extraterrestres, pa- inesperada variedad de la fauna
por nuestros vecinos los marcia- sando por ej rcitos de mecarusmos e xtrate rrestre, que a tacar a de
nos, por extraterrestres en vas de regidos por una mente unvoca. forma ininternunpida los EE.UU.
extinc in, por razas antropoides durante la edad de oro de la SF.
sin planeta propio y por seres de Para repasar lo que ha sido uno
todo tipo con malos instintos. Sus de los argumentos ms elementa- Marcianos, venusinos, plutoni a-
mtodos no suelen ser demasiado les del cine fantstico, seccin es- nos y monstmos de lejanas estre-
pacficos, s us ataques no son pacio exterior, que precisamente llas aterrizaron en nuestro planeta
nunca a pequea escala y adems ahora presume de un revitalizador masivamente, aterrori zando a toda
cu entan con un armame nto y y espectacular resurgimiento ci- una generacin de teenagers, car-
unos equipos de lo ms sofstica- nematogrfico, es prcticamente ne del drive-in. Todas las produc-
do. No se les puede combatir con inevitable clasificar tan extenso toras de cine se subieron al carro
nueshos ejrcitos convencionales panorama en distintas categoras de la cienc ia-ficcin, sobrecar-
nj se les pueden plantear treguas de villana interplanetaria, aten- gando las pantallas con thllos de
amistosas, el tiempo corre siem- diendo a las mltiples apariencias todo tipo. Las que contaban con
pre en nuestra contra, las vcti- del malvado en cuestin. No hace grandes presupuestos presentaban
mas se cuentan por miles y los falta decir que la lista de invitados a los ms malvados de todos, los
destrozos son irrecuperables, no est bastante restringida, por lo que deshozaban capitales ameri-
hay forma de esca par, slo un inabarcable de la galera de aludi- canas con sus rayos atmicos,
milagro nos puede salvar. dos, y que responde a criterios de arruinando monumentos naciona-
seleccin inequvocamente perso- les en un abrir y cerrar de ojos.
En el c ine de ciencia-ficcin, los nales, subjetivos y marcianos. Un clsico como La guerra de
villanos intereste lares, salvo ra- los mundos (1953), de B y ron
ros especmenes transgenricos, Haskin, marc toda una tendencia
comparten ese afn invasor que Los vecinos molestos a imitar en incontables veces. En
tanto atemoriza a la sociedad en esta ocasin los malos eran unos
general. Es uno de los temas de la Por proximidad espacial, los pri- extraos cc lopes fungiform es
pica ms c lsica, puesto que las meros en llegar en la carrera por que pilotaban unos espectaculares
guerras y las invasiones constitu- conquistar la Tierra fueron, cmo platillos dorados armados con un
yen uno de los acontecimientos no , nuestros vecinos de Marte. rayo rojo que con su chi1Tido in-
hi stricos ms comunes y tras- Aunque antes se asomaron tmi- olvidable arrasaba ciudades ente-
cendenta les de nuestra civi liza- damente otros ms allegados, gra- ras, emparentando el gnero con
cin. Lo que hace la c iencia- fic- cias al mago de los primeros tru- otro que estaba por llegar, el de
cin o el c ine fantstico en gene- cajes, Georges Mlies, qu ien inva- catstrofes. Lo peor de los imba-
ral es adaptar esos miedos colec- di la pantalla con los primeros tibles extraterrestres de La guc-
tivos a sus registros caractersti- extraterrestres, los selenitas de na d e los mundos era que no
cos. De esta fo rma, el vi llano de Viaje a la lun a ( 1902), bastante parecan tener razn alguna para
las pelculas del espac io es una inofensivos, eso s. su ataque, era la guerra por la
evidente exageracin de la figura guerra, como si de una plaga b-
del megalmano totalitarista que Julio Verne, H. G . Wells y la lite- blica se tratase. Probableme nte
tanto se ha repetido a lo largo de ratura pulp del Amazing Stories ya los villanos interestelares ms pe-
la evolucin de la human idad, con hab an avisado de los peligros de ligrosos de la poca. La fnnu la
ms o menos pa ralelis mos con los marcianos y dems cri ah1 ras se repiti, con menos presupuesto
personajes reales pero con los del espacio, y son sin duda alguna y en blanco y negro, en Earth
mismos objetivos bs icos. El per- los referentes ms directos para Versus the Fl y iu g Sa ucers
sonaje del lder es uno de los ms estas primeras pelculas del gne- ( 1956), de Fred F. Sears. Sin em-

NOSFERATU 27
 Oune
criaturas de H ombres de negro
( 1997), los descacharrantes mar-
cianos con una mala baba atroz
de Mars Attacl<s ! (1997) y los
arcnidos hist1icos de S tarship
Troopers (Las brigadas del es-
pacio) (1997).

Mencin aparte merece la serie del

monstruo extratenestre por exce-
lencia, Alien, el octavo p asajero
(1 979) y sus secuelas. Una combi-
nacin de cine de terror clsico y
e le mentos de la ciencia-ficcin
ms realista protagonizada por uuo
de los demonios ms prfidos y
salvajes de la historia del cine, una
bargo, la mayora de los mal vados Despus de un euorme vaco bestia implacable que secuela tras
visitautes sou de serie B, llevan creativo en el gnero de la c ien- secuela masacra sin compasin !Ji-
trajes de goma, platillos de cartn cia-ficcin, exceptuando las pe- puJantes desprevenidos en naves
y aterrizan en p equeos pueblos ridicas entregas de la serie de herrumbrosas. Cuatro variaciones
discretamente. Roger Corman se Star Trel< con sus habih~al es vi- sobre el mismo tema (y los mis-
encarg de buena parte de estos llanos los Klingons, una suerte de mos personaj es, prcticamente),
ttulos, realiza ndo en su pequea hordas militaristas de lo ms bru- cada una con sus hallazgos pmti-
factora productos en cadena con to, los vampiros espacia les de culares y siempre estimulantes.
el ms variopinto desfile de mons- Life F orce 1 Fuerza vital ( 1985)
truitos abs urdos: s irva n como o el cazador intergalctico de De-
muestra los cucum chos con tena- predador (1987), habra que es- Empe1adores del espacio
zas en It Conquered the \ Vorld perar hasta los aos 90 para gozar
( 1956) y los cabezones con tres de la re vis itac i n de l guer o, No todo son bichos viscosos en
ojos en The Day the World En- echando mano de los prog resos el espacio exterior, existen huma-
ded (1956). Ohos malos ineludi- tecnolgicos de los e fectos espe- nos colonizadores de mundos le-
bles de la poca son el cerebro gi- ciales. En esta nueva generacin janos que combaten por sus im-
gante de The Brain From Planet de monstmos de maldad despia- perios del mismo modo que en la
Arous (1958), los cerebritos vola- dada y aspecto ultramoderno, hay Tiena. Son vi llanos directamente
dores de The Fiend Without A que destacar a los extraterrestres emparentados con los eglatras
Face (1958), el viejo con escafan- pseudo-egipc ios de Stargate, jefes militares que han provocado
dra de T he Man From Planet X puerta a las estrellas ( 1994), algunos de los periodos ms de-
( 1950), Vampira y Tor Johnson en que iniciaron de a lguna forma la leznables de la historia mundial,
Plan 9 F rom Outer Space (1956) nueva ola fa ntstica, las diverti- especialmente Hitler y sus ejrci-
o las mujeres en mallas de Ca t das pero no m enos diab li cas tos nazis. Esta evidente identifica-
Women Of the M oon ( 1954),
ej emplos de cmo el presupuesto
nfimo no est reido con los efec-
tos especiales divertidos y origina-
les. La Guerra Fra, la Segunda
Guerra Mundial y la era atmica
marcaron el trasfondo social en el
que se desarroll aron todas estas
historias con unos tintes propagan-
dsticos demasiado bobalicones
como para ser tomados en seri o. A
pesar de todo sirvieron como ve-
hculo para desviar la atencin de
los yanqui s preocupados por la
amenaza comunista y fomentar un
patriotismo exacerbado a prueba
de invasiones de cualquier tipo.
La guerra de las galaxic1s

NOSFERATU 2 7
 Mars Attacl<s!

cin con los terrores reales de para satisfacer sus v1c1os sexua- mito de Frankenstein, fue tambin
nues tra memoria co lecti va, los les. Este especialmente repulsivo adaptado a los esquemas de la SF,
hace especia lmente desagradables ser lucha por contro lar la produc- cambiando mo nstruo por mqui-
y odiados, lo que contribuye si n cin de especia, un dilatador de la na, e incorporando otro vi llano
duda a hacerlos ms atractivos de mente muy preciado en su gala xia, tipo del gnero, el robot.
cara a l pblico. El ejemplo ms para lo que cuenta con todo un
claro es el maravi lloso Darth Va- ejrcito preparado para la guetTa En la dcada de los 50 legiones de
der de La guerra de las galaxias en los interminables desie1tos vigi- robots ll egaron del espac io sin
(1977) y los posteriores captu- lados por los gusa nos gigantes. El que nad ie supiese a ciencia cierta
los. U n casco con ex plcitas remi- personalsimo lirismo de Lynch ha qui n los haba construido. Estas
niscencias nazis, el negro de su favo recido desde siempre a la gale- simpticas latas andantes tenan
traje casi sacado de un pomo sa- ra de malvados que pueblan su graves dificultades para producir
domaso y una voz e lectrnica mundo biza rro y el Barn Ha rkon- inquiehtd, debido a su rid culo di-
deshumanizada, le convierten en nen es buena prueba de ello. selio, ms propio de los Supers-
uno de los supervillanos m s ido- nicos que de una pelcula de cien-
latrados de la hi storia del c ine. El otro gran villano de este aparta- cia-ficcin. Algunos de estos tor-
Por s i esto fuese poco, en el ter- do est ms cerca de Fu-Manch pes cachi vaches harn las delicias
cer caphtlo, E l retorno del Jedi q ue de dictado res occidenta les, de los ni os en s ubprodu ctos
(1983) , David Prowse, el actor pero conserva la misma actitud camp de la ta lla de Target Earth
que se esconde bajo e l disfraz, se dspota y avasalladora de los ante- (1954), Z ombies Of the Stratos-
quita el casco y nos desc ubre un riOtes. Se trata de Mi ng, el enemi- pher e ( 1952) o un a de las nomi-
repe lente rostro l vido y lleno de go nmero uno de Flash Gordon. nadas a la peor pelcula de todos
llagas, reflejo de su lado oscuro . Este sdico oriental de tH"as afi la- los ti e mpos, Robot Mo n s ter
No son muchos los supervillanos das y tnicas p op posee una habili- ( 1953), en la que e l robot del tht-
que consig uen un g rado de mito- dad especial para idear las torh1ras lo no es sino un go rila con una
mana como e l de Darth Vader, ms refinadas, especialmente con escafandra de buzo en la cabeza.
que ya ha entrado en el santuario las explosivas amigas de Flash. En
de las stars de Holl ywood. la pelcula de colorines y msica En cambio, se las hicieron pasar
d isco de Mike f-lodges, F las h Gor- crud as a los humanos las mqui-
En un a lnea menos fami liar y don ( 1980), M ing fue interpretado nas d iablicas de 2001 : una odi-
bastante ms retorcida se encuen- malignamente por el gran Max Von sea de l espacio ( 1968) y de Bla-
tra otro emperador s in corazn, el Sydow, sin duda lo mejor del fi lm, de Run ner ( 1982), es decir, e l
Barn Harkonnen (Kenneth Mc- destacando sobradamente entre el superordenador HAL y el repli-
Mi llan) en la fanta s a mstica resto del reparto. cante Rutger Haue r. HAL era
Dune ( 1984), de David Lynch. El "s implemente" un o rdenador in-
Barn es un obeso pelirrojo con la mvi l conectado a una nave, pero
cara llena de pstul as supuran tes Mquinas dia blicas el diseo minimalista del aparato y
y di entes rodos que escupe al ha- su peculiar voz (del actor Douglas
blar y flota en el ai re, mient ras E l clsico tema de la criat ura que Rai n) le otorgaron una inquietante
desang ra a efe bos andrgin os se rebela contra s u creador, e l presencia y le convirtieron en uno

NOSFERATU 27
 de los personajes ms recordados mente humana del mtico H. P . que es la pelcula, una obra maes-
de la pelcula de Kubrick. Rutger Lovecraft, existen unos seres in- tra de la fantasa lovecraftiana es-
Hauer, por su patte, interpreta a visibles, incorvreos, que traspa- pacial. Muy cercana a esta con-
un androide, un replicante, en el san todos los sentidos y slo pue- cepcin del terror galctico, aun-
futuro deprimente de Blade Run- den comprenderse desde la abs- que mucho ms oscura y subver-
ner, que tambin decide adquirir traccin mental. Son los mons- siva, est otra gran obra del gne-
identidad propia y deshacerse del truos de la razn que tambin ro, la pesadilla de diseo pop-cre-
control al que estn sometidos los provienen de lo ms oscuro del puscular Terror en el espacio
de su especie. Hauer consigui universo no conocido. C uriosa- (1965), de Mario Bava. En un pla-
una de sus interpretaciones ms mente, tan anti-cinematogrficos neta desierto lleno de luces imposi-
memorables, empapndose de una entes han dado lugar a algunas de bles y fonnas geomtricas, unos
frialdad inhumana y de un sadis- las ms poderosas pelculas fan- seres psquicos hacen enloquecer
mo inmoral que casi acaba con el tsticas de todos los tiempos, ha- a la hipulacin de una nave a la
bueno de HmTison Ford. No sera ciendo avanzar, aos luz, los lmi- deriva, convtindolos en una es-
justo olvidar aqu a Daty l Hannah, tes de la realidad. pecie de vampiros mentales con
como replicante rebelde tambin, instintos asesinos. Tenot en el
dotada de ese morbo cibe1punk y &1 Planeta prohibido ( 1956), espa cio se recuerda siempre como
esa habilidad acrobtica que ena- Leslie Nielsen, Anne Francis y el precedente directo del Alien de
morara a los ms modemos afi- Robby el Robot luchaban contra Ridley Scott, pr1cipahnente por la
cionados a las emociones fuertes. los Monstruos del Id, una subli- curiosa y efectiva combinacin de
macin de los terrores de los pro- gneros, tenor y ciencia-ficcin.
tagonistas producidos por unas
Entidades ms aU de la com- mqui nas subterrneas. Los Tres pequeas pelculas de la SF
prensin humana Monstruos del Id continan sien- americana de los 50 insistieron en
do hoy uno de los grandes hallaz- esta coniente de fantasa inteli-
En la vertiente ms literaria de la gos de la SF, lo cual, consideran- gente y seres amorfos, encum-
cienc ia-ficcin, con una imbona- do que apenas se ven (aparecen brndose en los ms altos p-
ble influencia de las fantasas in- en un par de escenas dibujados diums de la historia del cine con
nombrables e inconcebibles por la sobre el negativo), da idea de lo extraterrestres y siendo objeto de

Planeta prohibido

11:1
J NOSFERATU 27
 Zombies Of the StratOSilhere

varios remakes en aos posterio- los en unos zombis siJ1 sentimien- nos ha trado demasiados disgus-
res: son El enigma de otro mun- tos . Este o tro malvado del espacio tos, catstrofes y matanzas multi-
do (1951), La invasin de los vis it la Tierra en dos ocasiones rudinarias, tantas que resulta c-
ladrones de cuerpos ( 1956) y ms, en 1978 en la eshtpenda ver- mico que el gnero est viviendo
The Blob ( 1958). En la primera, sin tihtlada L a invasin de los en estos momentos una segunda
un platillo volante encontrado en ultracuerpos, con un impagable edad dorada, am1que la mayora
el rtico libera a una criah.tra que y terrorfico Donald Sutherland, y de los productos que nos llegan
se alimenta de la sangre de los en 1994, de la mano del contro- de los EE.UU. (y no del espacio)
exploradores para desarrollarse vertido Abel F errara, Body S nat- haran desencajarse de risa a los
cual vegeta l. En 1982, John Car- chers, tercera, fallida y has ta inocentes pblicos de los aos 50,
penter to mara el relato original de ahora ltima realizacin de la no- si no fuera, quiz, por los horripi-
Astounding Stories, en el que se vela de Jack F inney. Finalmente lan tes efec tos especiales. Nos
basaba la pelcula, para realizar un The Blob, con un informe, voraz acercamos al ao 2.000, el ao en
remake que se conve1tira en una y gelatinoso monstmo, una masa el que deberamos estar volando
de sus mejores pelculas, La antropfaga que diezma un peque- por las calles en naves espaciales,
cosa, que ahora ya 110 tiene forma o pueblo hasta que se cruza con vistiendo traj es plateados y co-
propia, s ino que puede adaptar un jovencito Steve McQueen. La miendo concentrados de comida,
cualquier identidad. La cosa, gra- espectacular criatura repetiJ sus c uando en r ealida d seguimos
cias en gra n medida a los insupe- comilonas en el genial y entraa- asustndonos por los mismos bi-
rables efectos de Rob Bottin, es ble remake de Chuck Russel, E l chos feos de s iempre. Esperemos
si n duda otro de los villanos inter- te1T01 no tiene forma ( 1988), que la decadencia de los fines de
estelares ms impactantes y so- con la ayuda de maravillosos y siglo nos traiga una de esas ccli-
brecogedores de todos los tiem- tmculentos efectos especiales. cas etapas crepusculares de los
pos. Con La invasin de los la- gneros de moda y los malos de
drones de cuerpos, Don Siegel las galax ias nos recuerden aquello
contamin la T ierra con una espe- Hasta que el destino nos alcance de "te n/es miedo, mucho mie-
cie de parsito que atacaba a los do ... ".
humanos durante e l sueo, robn- Desde hace ms de un siglo, la
doles el cuerpo y transformndo- maldad que llega de las estrellas

NOSFERATU 27 u:a
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Sara Torres
11 illiwn S!tukrw wr tn' m 11 : :. rrl<l:!!.:dl'((k os11wlu ::,~un JH'rlsonoin
f!,Ui:.tuo l'glfn durrd1i(!.!. 'llll :::.m/:.lfr/11. p,ni:::.tokerio 1i1leresm (11'/1'/.:o
,!!.Hiu:::.ko lw!torrmn. rwkem sikologiko lu'lturllf :.t wiiN I/1 . Zinmtoko
hilulf usko /u Jl't'/1 oJorrldouk dit ".!!"

a idea de m a !dad nace arbit ri o a veces caprichoso. E l con su mad re, aunq ue es castiga-
como u na categora re li- mal era una cosa en aquellos pri- do por ello co mo s i lo hubiera he-
g iosa, ms tarde se co n- meros ti empos que so lan hacer cho deliberadamente. Ha violado
v ierte en una noci n so- las m ejores pe rsonas del mundo un tab y da lo mis mo que lo
c ia l y mu c ho d esp us term ina tanto como las peores: se trataba haya hec ho queriendo o no: se le
siendo una caracterstica ps icol- ele u na transg res i n, de cru za r piden en cua lquier caso cuentas
gica. A 1 principio, e l mal no es una raya a veces invis ible que los por e llo. Pero a veces el asunto se
"alg uien" ma lo, sino "lo que est d ioses haban marcado y que con complica todava ms, po rque las
ma l", lo que prohiben los d ioses y frecuencia los hombres cruzaba n nor mas de los d ioses en tra n en
los desa fa, lo co ntrario de lo sa- s in a pe nas d a rse c ue n ta. Po r conflicto unas contra otras. H era,
g rado, lo prohibid o po r quienes eje mpl o , Ed ipo no se p ropo ne por ejemplo , defiende la fide lidad
tutelan e l ord en del cosmos a su asesinar a su pad re ni acosta rse conyugal y por ello qui ere casti-

~~!II NO S FERAT U 27
gar a Paris y Helena, mientras que Homero resue lve el problema di- Shakespeare no es el choque en-
otros dioses simpatizan con la pa- ciendo que son diversos dioses tre dos formas contrapuestas de
reja enamorada. La incansable An- los que ciegan a estos guerreros, buena voluntad si no el enfrenta-
tgona cumple un precepto divino apoderndose ele e llos, obnubiln- miento entre una volun tad mala
de fidelidad a su sangre preten- doles y causa ndo su e nfre nta- -es decir, que quiere su propio
diendo a toda costa enterrar a su miento. En el fondo son los dio- provecho caiga quien caiga- y los
hermano, pero tamb in Crconte ses los que se manifiestan y jue- intereses del resto de las personas
tiene motivos religiosos -au nque gan a desafiarse a travs ele sus que se cruzan en su camino. Pero
sea de la religin "modema" que marionetas humanas ... La idea de lo dis tintivo de los ma lvados
nace en Tebas, la de la democracia "culpab ilidad" no est ligada a la shakespearianos es que son siem -
incipiente- para negarl e ese dere- intencin mejor o peor de los su- pre "conscientes" de los meandros
cho. Es importante subrayar que ni j etos -la intenc in slo es relevan- oscuros de s u m a la vo luntad.
Antgena ni Creonte pretenden ob- te cuando el sujeto est solo en el Ellos mismos, como le ocurre a
tener ventajas personales de sus cosmos y es libre en sus accio- Macbeth o a Ri cardo Ill, refl exio-
actitudes contrapuestas. Es decir, nes- sino a la transgresin de al- nan en la agona solitaria de su
que ambos se plantean fonnas dis- g una norma divina que cometen. conciencia sobre lo fe roz de sus
tintas de entender e l deber pero Diga mos que los llamados hoy deseos y sobre las consecuencias
ning uno de ellos demuestra en esa "malos", en la tragedia g riega lo terribles que puede tener entregar-
confrontac in lo q ue nosotros, son qui eran o no, mientras que en se sin freno a el los. Quiz el ms
con categoras actuales, llamara- la mode rnid ad s lo ll a mamos caracter stico de estos ejercicios
mos "mala voluntad". Si se quiere "malos" a quienes deliberadamente espirituales es e l de Ricardo lll,
s imp li ficar, podramos decir que eligen serlo. En cierto sentido, la cuando llega a espanta rse por ha-
los principios de Antgena respon- supervos icin entre el carcter y berse co nvertido e n "ene migo
den a la pura piedad religiosa mien- el destino en los personajes de la para s mismo" y haber converti-
tras que en Crco nte ya se estable- tragedia les hace ms ditic ilmente do su propia compaila -la de l
cen los comienzos de ltnos crite- inteligibles para nuestra mentali- consigo mismo- en la forzosa inti-
rios "sociales" de la transgresin. dad moderna que los mismsimos midad con un crimi nal.
hroes de la llada y la Odisea,
Y aqu est precisamente el pro- cuyas personalidades "arre bata- N o hay nada casual en la opcin
blema trgico para los g riegos de das" (segn Homero, por la pose- de estos malvados por su conduc-
la poca clsica. Segn Hegel su- sin divina) son un anticipo de lo ta criminal. Aunque en di versas
bray convincente mente en su que ms tarde sern las compleji- ocas iones sean los accidentes del
Esttica , lo caracterstico de la dades psicolgicas a las que esta- nacimiento o de la biologa los
tragedia g riega es que no se trata mos hoy acostu mbrados, lo que que proporc ionen el punto de par-
del choque entre un grupo de per- favorece que hayan sido ms ve- tida para el malvado, es el prota-
s onajes bu enos o positivos y ces llevados a la pantalla como goni s ta mis m o q uien despus
otros negativos o ma lvados, sino protagonistas que los enigmticos saca de e ll o s las co n c lus io-
la oposicin irreductible -porque personajes trgicos. nes perversas. Co mparemos por
no dialogada , no "mediada" por ejemplo la toma de decisin de
conces iones y argumentos- entre E l gran invento r de tales complej i- Edmundo, el hijo bastardo que de-
pe rso naj es de buena vo luntad dades psicolgicas en la maldad St!a vengarse del mundo en El rey
p ero qu e parten de princ ipi os es sin duda William Shakespeare. Lear, con la de Ricardo lll, basa-
opuestos. Lo verdaderamente tr- Los m:J vaclos ele Shakespcare se da en su malformac in lisica.
g ico no son los crmenes que co- desentienden de los di oses y ac-
meten los malos queri endo sino nran en un universo en e l que no "Pero yo, que 110 he sido .formado
los q ue perpetran los buenos en hay un plan establecido ni unas para estos traviesos dep ortes 11i
su esfuerzo rnis mo por hacer e l leyes csmicas inviolables. Estn para cortejar a 1111 amoroso esp e-
bien, al chocar unos contra otros solos con sus pas iones, sus inte- jo ... ; y o, groserame11te co11struido y
en sus buenos propsitos. reses y sus apetitos, pero sobre si11 la majestuosa ge11tileza para
todo estn solos frente a su con- pavo11earme a11te 1111a 11i1!/(1 de li-
De hecho, ni siquiera puede ha- c iencia . No s lo no se sienten bertilla dese11voltura; y o, privado
blarse de "buenos" y "malos". Es obligados po r los dioses sino que de esta bella proporci11, desprovis-
malo Aqui les cuando se enoja con tampoco suelen verse mo tivados to de todo e11canto por la p 1jida
Agamenn y est a punto de cau- por los elevados deberes sociales Naturaleza; deforme, si11 acaba1~
sar la derrota de los aqueos en la hacia la comunidad, con la posible e11viado a11tes de tiempo a este la-
guerra de Troya? Es malo Aga- excepcin de Enrique V y del te!lte nun1do; terminado a m edias,
menn cuando priva de su botn Marco Bruto de Julio Csar. En y eso tan impe1.fectame11te y ji1era
de guerra feme nino a Aquiles? cua lquier caso, la tragedia en de moda, que los p erros me ladra11

NOSFERATU 2711l~~
 cuando ante ellos me paro ... j es parten de su debilidad inicial zn, con maldiciones en su boca,
Vaya, yo, en estos tiempos afemi- -genea lg ica el uno y biolgica el lgrimas en sus ojos y en presencia
nados de paz de muelle, 110 hallo otro- pa ra rebe larse c on tra su del objeto sangriento de su ven-
delicia en que pasar el tiempo, a condicin inferior a fuerza de im- ganza, teniendo a Dios y a su con-
110 ser espiar mi sombra al sol, y ponerse a los otros. Para ello, d e- ciencia y a ese atad contm m! Y
llago g losa sobre mi propia defor- ciden aprovecha r a s u favor las y o sin amigos que amparen mi
midad! Y as, ya que no puedo convenc iones hu ma nas y e sa causa, a 110 ser el diablo en perso-
11/0S/rarme como 1111 amante, para confianza in ic ial entre los huma- na y algunas miradas de soslayo!
entretenerme estos bellos das de nos que posibi lita la vida social. Y ain la conquisto! El universo
galantera, he determinado portar- contra la nada1".
me con1o 1111 villano y odiar los "S sonrer y asesinar mientras
frvolos placeres de estos tiempos. sonro. Gritar de sati.s:faccin Tambin M arco Antonio sabe de-
He urdido complots, inducciones ante lo que ({/lije mi corazn. Hu- cir en su clebre d iscurso ante el
p eligrosas, valido de abs urdas medecer mis mejillas con falsas pueblo lo qu e la multitud qu iere
profecas, libelos y sueilos, para lgrimas y transformar mi ros tro or para sentirse a la vez absuelta
crear 1111 odio mortal entre mi her- segin la ocasin" (Ricardo llf). del crimen co ntra Csar y com-
mano Clarence y el monarca" (Ri- prometida con su castigo.
cardo lll) (1 ). " Un padre crdulo y un hermano
noble, cuya naturaleza se halla "Amigos romanos, compatr(otas,
"Naturaleza, eres mi deidad; a tu tan lejos de una mala accin que prestadme atencin! Vengo a in-
ley consagm mis servicios. Por no la sospecha en nadie; sobre humar a Csar, no a ensalzarle!
qu me he de someter al azote de cuya honrada simplicidad cabal- El mal que hacen los hombres
la costumbre y he de permitir a la ga .fcilmente mi intriga! Veo el perdura sobre su memoria1 Fre-
puntillosa exigencia de las nacio- negocio. Si 110 por nacimien to, cuentemente el bien queda sepulta-
nes que se me desherede, por venir tenga yo buenas tierras por inge- do con sus huesos! Sea as con
al 1111111do unas doce o catorce lu- nio. Hallar bueno todo cuanto se Csar! El noble Bmto os //(/ dicho
nas a la zaga de mi hermano ? amolde a ese resultado" (Ed mun- que Csar era ambicioso. S lo
Por qu soy 1111 bastardo? Por do en El rey Lear). .fue, em la suya una falta grave, y
qu razn 1111 espurio, cuando las gravemente la ha pagado. Con la
p roporciones de mi cue1po se ha- Ricardo TIT conquista a Lady Ana venia de Bmto y los dems, pues
llan tan bien conformadas, mi a base de aprovechar sus debilida- Bruto es 1111 hombre honrado,
alma tan generosa y mis maneras des: halaga su vanjdad y la seduce como son todos ellos, hombres to-
tan apuestas como puedan serlo dic indole lo que desea escuchar dos honmdos, vengo a hablar en
las del reto1/o de una mujer honra- cuando el cadver de su amado, el .funeral de Csar. Era mi ami-
da ? Por qu se nos infama con asesinado por Ricardo, est toda- go, para m leal y sincero; pero
este epteto de espurios, con esta va caliente: Bmto dice que era ambicioso. Y
acusacin de bastardos? Bastar- Bmto es un hombre honrado. !'!fi-
da ? /legitimidad? A nosoii'OS, "No muestres en tus labios ese des- nitos cautivos tmjo a Roma, cuyos
que en el hurto lascivo de la Natu- precio, se1/ora, pues se han hecho rescates llenaron eltesom pblico.
raleza extraemos mejor sustancia y para el beso y 110 para el desdn ! Pareca esto ambicin en Csar?
calidad ms vigorosa que las que Si tu vengativo comzn 110 puede Siempre que los pobres dej aban
entm11 en la procreacin de toda p erdonar, mim, aqu le entrego or su voz lastimem, Csar llora-
IIIW tribu de mequetrefes engendra- esta espada de acerada punta! Si ba. La ambicin debera ser de
da en 1111 lecho desabrido, enojoso y te place hundirla en mi sincem co- una sustancia ms dum 1 No obs-
duro, entre el sue1/o y la vigilia! m zn y hacer salir al alma que te tante, Bmto dice que era ambicio-
As pues, legtimo Edgardo, he de adora, ofrezco mi seno desnudo al so, y Bmto es un hombre honrado.
poseer 11/lestro patrimonio. El amor golpe mortal, y humildemente te Todos vsteis que en las Luperca-
de nuestro padre es debido tanto al pido de rodillas que me des la les le present tres veces una com-
bastardo Edmundo como al legti- muerte! No, 110 te detengas! Yo na real, y la rechaz tres veces.
mo. Legtimo! Linda palabra! he matado al rey Enrique... ! Pero Era esto ambicin ... ? No hablo
Bien, mi legtimo; si esta carla pro- f ue tu belleza la que me impul- para desaprobar lo que Bmto ha-
duce su ~(ecto y mi plan se realiza, s ... ! Anda, decdete ahora! Yo bl! Pero estoy aqu para decirlo
Ednwndo el bastardo aventajar al apu1/al al joven Eduardo ... 1 que s! Todos le amsteis alguna
legtimo. Crezco, prospem... Aiw- Pem fite tu cara celestial la que vez, y no sin causa... Yo no ven-
ra dioses, proteged a los bastar- me gui ... ! Cmo! Yo que he ma- go, amigos, a concitar vuestras
dos!" (Edmundo en El r~}' Lem). tado a s u esposo y a su padre, pasiones! Yo 110 soy omdor como
logro cogerla en el momento del Bmto, sino como todos sabis, un
E n ambos casos, los dos persona- odio ms implacable de su cara- hombre fra nco y sencillo, que

IJ~iJ: NOSFE RAT U 27

amaba a su amigo, y esto lo saben cidamentc masculinos. Es ella la nuestra propia falla, hacemos
bien los que pblicamente me die- que va sug iriendo a Macbeth los culpables de nuestra desgracia al
ron licencia pam hablar de l. argumentos que ste qu iere o r, sol, a la luna, y a las estrellas;
Porque no tengo ni talento, ni entre halagos y exa bruptos, para como si .fitsemos villanos por ne-
elocuencia, ni mrito, ni estilo, ni qu e su ambicin termi ne f inal- cesidad, locos por compulsin ce-
ademanes, ni el poder de la orato- mente por desbocarse del todo: leste; pcaros, ladrones y traido-
ria, que enardece la sangre de los res por el predominio de las esfe-
hombres! !labio llanamente y no "... desconjlo de tu naturaleza. ras; beodos, embus/eros y adlle-
os digo sino lo que todos conocis. Est demasiado cargada de la le- ros por la obediencia forzosa al
Os muestro las heridas del bonda- che de la temura lu11na11a para influjo planetario, y como si
doso Csar, pobres, pobres bocas elegir el camino ms corto. Te siempre rue somos malwl(/os fue -
mudas, y les pido que ellas hablen agmdara ser grande, pues no ca- se por empe1/o de la voluntad di-
por m! Pues si yo.fitem Bruto, y reces de ambicin; pero te f alta vina! Admirable sub1e1jugio del
Bruto, Antonio, ese Antonio exas- el instinto del mal, que debe se- hombre mlaiiero, cargar a cuenta
perarla vuestras almas y pondra cundarla. Lo que apeteces ardien- de un astro su caprina condicin!
ww lengua en cada herida de C- temente lo apeteces santamente. Mi padre se uni con mi madre
sar capaz de conmover y levantar No quisieras hacer trampas; pero bajo la cola del Dragn y la Osa
en motn las piedras de Roma!". aceptaras una ganancia ilegiti- Mayor presidi mi nacimiento; de
Todos los ciudadanos: "Nos amo- ma. Quisieras, gran Glamis, po- lo que se sigue que yo sea laimado
tinaremos!" seer lo que te grita: 'Haz esto y lujurioso... Bah! Hubiera sido
(Marco Antonio en Julio Csar). para temerme'! Y esto sientes ms lo que soy, aunque la estrella ms
miedo de hacerlo que deseo de no vi1ginal hubiese pmpadeado en el
Yendo un paso ms all, Shakes- poderlo hacer. Ven aqu, que yo firmamento cuando bastardearon"
pea re inventa un tipo de malvado verter mi CON!fe en lus odos y (Edmundo en El rey Lear).
que ya ni s iq ui era parece mov ido barrer con el bro de mis pala-
por la ambici n como Macbetb o bras todos los obslculos del cr- O como en el caso de l personaje
por la revancha como Edmundo y culo de oro co11 que parecen coro- interpretado por Welles en E l ter-
Ricardo lll . Es el mal en estado narte el Destino y las potestades cer hombre ( 1949), q ue sin ser
puro, e l que hace dailo movido ultmterrenas!" (Lady t\lfacbeth). una creacin de Shakcspeare tiene
por una insondable necesidad ne- todas las reminiscenc ias. En e l
gativa cuya comprensin se nos Pa rece que la fuerza malvada la fondo, cada vez que alguien re-
escapa y q ui z se escapa tambin tiene Macbeth fuera de s mismo, flexio na sin ataduras teolgicas o
a l mismo malvado. Es el caso de en fo rma de mujer a su lado. sociales sobre el misterio aciago
Yago, que conspira contra Otelo de la mala voluntad, est remitin-
-del que no ha recibido ms que Los v illanos de Shakespare for- dose de un modo u otro al gran
favo res- si n esperar lograr ningu- man una galera inolvidable de los dramaturgo ingls. E n c ine ha
na recompensa por su traici n. horrores que ha ten ido p lasmac io- s ido, sin lugar a dudas, Orson
C uando llega la hora final de ex- nes memorab les no slo en los Welles q uien mejor lo ha en-
plicarse y e l angust iado O telo le escenarios s ino tambin en la pan- tendido.Y nosotros, lectores, es-
pregunta a l menos por la causa de talla. Pero e l ma lo shakespeariano pec tadores, nos sentimos an
su procedimiento, Yago se encie- en cine no es slo O livier hac ien- ms fasc inados por lo qu e esos
rra en un mut ismo desafia nte y do de Ricardo 111 o el tenebroso malvados dicen que por lo que ha-
propiamente "diablico": "No me Orson Welles como Macbcth o cen. A fin de cuentas, lo que nos
preguntis nada; sabis lo que sa- Kenn e th Brannah como Yago. hechiza verdaderamente de estos
bis. A partir de este momento, Shakespeare in venta un tipo de personajes shakespea rianos es que
110 pronunciar ni una palabra". mal vado, e l que es consciente de sus dudas y sus tentaciones nos
s u perfid ia y discute con e lla den- resultan estremecedoramcntc fa-
En genera l, los ca nallas shakes- tro de s mismo: el mal vado "ra- miliares. En el silencio de la noche,
pearianos son ej emplos de fuerza zonante", el que brinda explicacio- cua lquiera ele nosotros podemos
de carcter, de determ inacin ne- nes y justificaciones para su con- or el susurro de Yago ... o sentir la
gativa. Pero en tillO de sus casos ducta a veces ta n argumentadas aterradora mirada de Hany Lime.
ms emblemticos, el de Macbeth, que constituyen toda una nueva
parece ser la debilidad de carcter teora antimoral:
de l protagonista la q ue le va cm- NOTA
pujando a cometer sus fec horas, "He aqu la excelente eslupidez
por instigacin de lady Macbeth, del mundo; que, cuando nos ha- l. Todas las citas: Obras completas de
cuyo espri tu en cambio tiene una llamos a mal con la Forluna, lo Shake.speare. AguiJar. MadJid, 1960.
frrea vo lu ntad d e rasgos recono- cual aconlece co11 .frecuencia por Traducidas por Ast:rana Madn, Luis.

NOSFERATU 27 109 -
 Sospechosos hc1bitut1les

odemos empezar con el

inhalador nasal que se
aplicaba Lee Marvin,
con e xcesi va frecuen-
cia, en Sbado trgico (1955) .
Creo recordar que Marvin deca
que cogi el "hbito" por una mu-
j er (1 ), pero lo que nos interesa
del inhalador es su ambiguo valor
como caracterizacin. S i en los
villanos anterio res del cine negro
la maldad somati zada produca ta-
ras -a veces so breexplicati vas:
la fijacin con su 1namma de Ja-
mes Cag ney en A l rojo vivo
(1949) ... -, ahora determina slo
detalles "llamativos"; aunque ya
avisaba Reich de que lo que antes
fueron sntomas pueden pasar a
ser rasgos de carcter. Alejado en
su neutralidad de los tics del villa-
no clsico, el inhalador contribua
sin embargo a colorear la amena-
za que destilaba Marvin y, unido a
la elegan cia del personaje y su
desprecio por las pequeiias gentes
del pueblo cuyo banco haba veni-
do a atracar, le daba un toque dis-
tintivo a su actividad: es ste qui-
z uno de los primeros villanos
modernos, el criminal como eje-
cutivo-viajante.

La evoluci n del villano en elthri-

ller contemporneo est ligada a
la de su opuesto, el detective, el
polic a o, en m enor medida, e l
Afgzn1os l7o111bres 171CJ!os del "civil " que ocupa e l lugar de aqu-
llos al emprender una pesquisa
propia a l verse afectado por la ac-
tl1riller IJ1oc!eJ1lO tividad del criminal. Si decamos,
a propsito de la .femme noir, que
al diluirse el mito de la vampiresa

Antonio Weinrichter su carga ertica se dishibua en-

tre los dems tipos femeninos, el
correlato de esta erotizacin de la
mujer es e l encanallamiento del
Bes/e p:enl'rol'fwt !Jezolo ..film IJel::. bat aurkeztm dt~un bueno.
11/oltwrn/' be::.mi1 nna de/o l'smt doitekl'. l~:gungo
11

As lo demuestra, desde la tipo lo-

thrillcrm, Flet~clierrengnndik Scurseserengwtuitw ela g a del star-system, la fac ilidad
Sil'gelmgandik 'Rmllltinorengwtuinu. gem::. eta t/eres con la que los villanos-tipo pasan
a convertirse e n hroes : desde
handia~oa emkutsi du hiriko hiktflorekiko,.fik:ioaren
Bogart al propio Lee Marvin, pa-
pmlagnnt~sta ela /ieroiurm ourkon" hut.sa bainu imdi osko::. sando por e l carcter "fronterizo"
C're llom>ilotsuo[!,OCl osatzm dtwlorik gaur egun. de iconos del gnero como Mit-

;I NOSFERATU27
chum y llegando, ya en plena de- bano (sin duda para hacerse con rror ( 1962), este tipo de villanos
generac in, al estrc llato de Char- un poco de su libertad de accin han hecho sus deberes y conocen
les Bronson y similares justicieros y disfrutar de una similar exen- todos los detalles de su contrario.
que cruzan la frontera de la ley ci n de responsabilidades), ten- Buscan un duelo privado con su
sin mejorar sus modales. dre mos un a buena ex pli caci n enemy mine.
para alg unos fenm enos que el
h roe contemporneo encuentra En ocas io nes el d uelo se produce
l\li enemigo, m i igua l en su pesquisa. El primero es la no por una obsesin personal s ino
existencia de una especie de villa- porque al ser igua les estos anta-
El hroe positivo de l thriller -m a- no nuevo que, quiz por despecho gon islas (diferenciados slo por
crognero que hereda , ya desde al ver su espacio "mora l" invadido una placa, ya se sabe) estn con-
los ai1os 60, del film noir su colo- por e l (anti)hroe, o ms senc illa- denados a "ente nde rse" . Es e l
racin- tiene una "estatura moral mente por reconocerl e como su caso de Heat (1 995), pelcula que
que se ha ido degradando ( ..) . semejante/su hermano, desarrolla establece la identidad entre el poli-
Individualista, se salta la (letra una obsesin personal y entabla ca Pac ino y el ladrn De N iro,
de) la ley, actia siguiendo su ins- un duelo co n l. En la cuerda quien aqu define bien uno de los
tinto de cazador ms que la nor- floja (1984) (ttulo interesa nt e rasgos de conducta del m alo: slo
mativa, carece de virtudes cvi- tambin respecto a la disponibili- entabla relaci n con una chica si
cas, etc." (2). Es decir, ya no re- dad del hroe individualista: el ins- ello no le impide abando narla en
presenta en prime r t rmino la pector Block carga con dos hijas 30 segl111dos en cuanto vea apare-
apologa del orden ni siquiera la que le deja su mujer tras abando- cer a la pasma .. . De manera labo-
ej e mpl ar idad s ino algo mucho narle) ofrece un ejemplo de villa- riosa Heat se esfuerza por ilustrar
m s a trac ti vo. C omo su ge r a no que s iembra p111ebas dedi ca- lo que ya es una convenc in del
av iesame nte J ea n-Luc Godard, das, o que apuntan directamente, thriller actual: sus protagonistas
"representa el mximo de libertad al hroe, al mostrar c ierta tenden- son dos polos (no tan) opuestos
para un occidental: es un tipo cia a cargarse a las fulanas con de una misma figura de loner, que
que no tiene nada que hacer, que las que ha estado antes el "putero" vive para su trabajo (debe ser un
entra en 1111 caf por un s o por inspector. E l mismo Eastwood se as en lo suyo) y aislado de la so-
un no, que conduce 1111 coche, que enfrentar a una fijac in simi lar c iedad civil, cuyos cdigos no ri-
enciende un cigarrillo, que p uede de Jo hn Malkovich en En la lnea gen para l. En un solo plano, 25
abordar a las personas lwcindo- de fuego ( 1993) , com o lu ego aiios antes, la influyente Hany, el
les preguntas o mandarlas a pa- Brad Pitt con Kevin Spacey en sucio ( 197 1) vena a decir lo mis-
seo si le fastidian ... " (3). Para S eve n ( 1995). Aunque no les mo grficamente. Un zoom de re-
completar la ecuacin debe aa- mueva una ve nga nza p ersonal, troceso vertigi noso en el momen-
dirse q ue este hroe que puede como a Robcrt De Niro en el ex- to en el que Hany Callaban acaba
moverse a su antojo es un ser cesivo remake de El cabo del te- de aba tir a su presa, muestra a
esenc ia lme nte "dispo nible ": su
muje r muri, a m enudo en un
acto de violencia, o quiz le dej
por incompatibilidad con su traba-
j o, lo que le aca rrea una amargura
que dispara sus acerbas rplicas y
justifica sus m todos; y a l mismo
tiempo le deja sin ataduras para
entab lar relaciones con las chicas
que encuentra a su paso. As se
comprende mejor el concepto de
li bertad de que habla Godard,
"una fa lsa libertad de chico malo
y que encima est del lado bueno
de la ley ( .. ). Tiene todas las
ventajas". Entra en escena Harry
"el Sucio" Callaban, e l icono que
dio munic iones a tantos j ust icie-
ros m odernos (4).

Si aceptamos que el "bueno" se ha

acercado a la fi gura del v illano ur-
Seven

NOSFE RATU 2 7
 ambos -so los y pa rec idos- en el La chepa de Ricardo 111 Por mucho que vaya sin afe itar, el
centro de un inmcnso estadio va- bueno sigue siendo el ho mbre s in
co: la sociedad civil est ausente Pero la d ificultad de adscribir so- atributos (ms all del lugar que
de ese escenario donde se d irime cialmente a l antagon ista concuer- oc upa en la ficcin) mientri-ls q ue
el confli cto m tico del gnero. da bien con un segundo fe nme- el malo tiene por defin ic in la ca-
no que caracteri za la nueva activi- pac idad de "somati zar" su co ndi-
Scorpio (Andy Robinson), el ad- dad criminal. Q uiz tam bin como c in. Es una capacidad envidiable
versario de Callaghan en Harry, consecuencia de la me nc ionada que ha at rado a actores que, de
el sucio, era un asesino en serie invasin por parte del hroe ele su otro modo, no se dejaran retrata r
(mujeres y negros) que portaba territorio de "libertad", el vi llano ni a una milla de distancia ele un
melena y e l signo de la paz (!). ha reaccionado hac indose cada policaco comercial, ese tipo de
Era un villano de un a poca en la vez ms florido. Si por un lado actor es que adora n ponerse la
q ue e l po lic ac o poda re flej ar acepta su rol de "doble" del anti- chepa posti za para encarn ar a la
c ierto malestar oficia l ante la con- hroe, por o tro busca di fe renciar- madre de todos los super-vi llanos,
tracultura, los hippies y las mino- se lo ms posi ble de l por la va Ricardo III. As ha nacido una
ras emcrgeutes ... y caer en el de- de la excentricidad. El inhalador galera de malos que tienen en co-
rechismo o desde luego en el anti- de Marvin fue un elemento pre- m n un trabajo sobre el exceso
liberalismo. Hoy en da el gnero cursor q ue acab revelndose in- reali zado por qui cu p uede permi-
urbano es ms correcto poltica- suficiente. E l nuevo villano exhibe trselo: Ma lkov ich en E n la ln ea
mente, a l menos ele puertas aden- deta lles de caracter izac in ms de fu ego, James Woods en E l es-
tro: desde la l tima dcada ha ha- co loristas; su maldad es ms ab- p ecia lista ( 1994), Den n is Hopper
bido villanos rabes e iranes, ja- soluta y perversa; dis fruta con lo en S p eed , m x ima potencia
poneses y, ltimamente, de la ma- que hace y le gusta redondear un ( 1994), Jcremy lrons en J un gla
fia m sa. Recurdese a l respecto la b uen trabajo , d ise i'i a un pla n de crista l. La venga nza ( 1995),
polmica que le montaron a Jona- maestro y disemina c laves y cha- Anthony Hopkins (ahora s) en E l
than Demme porque el asesino ele radas; encarna, en fi n, e l ello eles- s ile ncio de los corderos . U na
E l s ilen c io d e lo s corderos atado cuando no se pone re finado idea que ll ega a lo couceptual en
( 1990) ("no" Hanniba l Lec ter) y racionaliza su act ividad acudi en- el cine de Davi d Lynch y a lo pa-
molest a la com un idad homo- do a argumentos sacados de De rd ico en la serie Batman y s imi-
sexual; similares protestas levant Quincey ("el asesinato como una lares tebeos noir. Lejos estn los
Instinto bsico ( 1992) entre las de las bellas artes", etc.) tiempos de los villanos sobrios
lesbianas o A la caza ( 1979) por -Fernando Rey en French Con-
narrar una serie ele cr menes que La maldad es so bre todo un a nection, contra el imperio de la
enso mbrecan la vida social gay. cuestin de act itud y de estilo. droga (1975)-, aunque la nocin

Speed, mxima Jlotencia

IJIJ NOSFERATU 27
de l criminal como hombre de esti- Uno es posponer lo ms posible la por detallar (porno)grficamente
lo (heredada del gangster.film , si n revelacin de la personalidad del sus estropicios, el thriller actua l
duda) no desaparece, ni mucho villano, s iguiendo un poco el es- ha reg resado a s u vocacin d e
menos, del gnero y es retomada quema del llamado whodunit (ap- crni ca negra: encuentra cada vez
elocuentemente por los blues bro- cope de "quin lo hi zo?"). Es el ms atractivo el mundo altcm ati-
lhers de Tarantino. E n este trabajo caso de Jeff Bridgcs en Al filo d e vo de los criminales, con sus re-
sobre el espacio de exceso del v i- la sospecha ( 1985) o de "X" (la g las propias. Muchas pelculas se
llano in flu ye mucho, s in duda, la pelcula est todava en cartel) en centran en su modo de v ida, en
subordinacin del casting al star- L. A. Confidc n tial (1997). Sos- su cot idianeidad incluso, sin pre-
syslem: cuand o Bruce Willis juega pechosos h abit u a les (1995) es ocuparse demas iado ni por la ley
a hacer lo mismo en C h aca l una brillante variacin a l respecto; ni por quienes sufren las conse-
( 1997), el resultado es ridcu lo. los fa lsos culpables de los guiones cuencias de sus actos (las vcti-
firmados por Joe Estcrzhas son la mas son los grandes ausen tes del
variante ms tramposa; y la pues- gnero urbano). Esta fauna de vi-
Keyser Soze JllllS here ta en escena de los crmenes de llanos s in "antagonistas" ha dado
Seven, la ms pretenciosa. Pero al gnero algunas ele sus mejores
E l film negro es u n fi lm de muer- al esquema del wiJOdunit se so- flo res del mal. Probablemente los
te, decan Borde y Chaumeton en brepone con frecuencia un fun- padres de estos delincuentes que
su texto c lsico sobre este movi- cionamiento heredado del cine de protagoni zan la ficcin americana
miento: es un cine que presenta el terror ("por sus efectos los cono- sean Harvcy Keitel y Robert de
"dinamismo de la muerte violen- ceris"): ap lazar la revelacin no N iro, de bronca por las "malas
ta" (5). (Cuando le preguntaron a impide, antes al contrari o, com- calles" de Little ita~)' en la pe lcu-
Brian de Palma por qu elega a pl acerse en mostrar los e fectos la homnima de Scorsese -q ue
las vctimas de sus pelculas d e letales de la conducta del ases ino, luego seguira e l ascenso y cada
un sexo determinado, respondi: que se convierte as en una va- de otros como ellos en U no d e
"Porque la muerte de una chica riante del monstruo, in vis ible, om- los nuestro s ( 1990) y Casino
es ms .fotognica", colocndose nisciente y, de nuevo, muy cerca- ( 1995)-.
quiz demasiado cerca de la pers- no a qu ien conduce la pesquisa.
pectiva d el verdugo .. .) . El thriller Siguiendo el principio de ig ualdad
contemporneo ha ampliado a l in- Pero como deca lrons en J ung la de oportunidades, ha habido otras
fini to la presentacin de la "gama de cristal. La venganza, "sonle- etnias que han mostrado sus ham-
indita de crueldades" de l .film body fiad ,(lm ": es ms divertido pones en la pantalla: Gary O ldman
noir de posguerra, adoptando al co nocer a los vi ll anos desde el y Sean Penn en El clan de los
respecto dos enfoques antitticos. principio. Junto a la fascinacin i r land eses (1990); un hispan o

NOSFERATU 27~~~~
 Pac ino en E l precio de l p oder j os esq uinados, inventivos, impre- nos recuerdan q ue el villano urba-
(1983) y Atrapad o por s u p asa- visib les. Es el caso del g ngster no es un personaje q ue se defi ne
do (1993); y un incre bl emente C haz Palm in teri - Un a his to r ia por su vio lenta act ivi dad pero no
tac iturn o y lle no de rep resi n del Br onx ( 1993)- o del tim ador se agota en ella .
emocio nal Tim Roth entre la ma- Joe Mantegna -House of Ga m es
fia de o rigen ruso en C uestin de (1997)-, que surgen de una acera
sangre (1 995). Tampoco todos llenos de fil osofia parda. El tram- NO T AS
los delinc uentes ita loamericanos poso Jolm Turturro solicitando
l . ... pero sa sera otra historia, la que
han s ido expansivos, s in embargo: clemencia en M uer te entre las
intent contar en un nmero anterior:
Coppola (en o rden crecieute en flores ( 1990). En la m isma pe l- ver "Cherchez In fcmmc". No.\feralu,
sus "padrinos") y Ferra ra -desde cula, Gabrie l Byrne, el malo inte li- nmero 23 .
K ng of N ueva Yo rk (1 990) a E l gente, que opera por exclusin,
fun er a l ( 1996), pasando por el sin mancharse las manos, dejando 2. Ver mi crtica de H ea t, en Dirigido,
poli malo de B a d Lie ute nant que los dems se devoren entre nmero 242, para un esbozo de algunas
caractersticas del lhriller actual.
( 1992)- los ha n m ostrado c on s. El d o casi cm ico de in fe lices
a lgo par ecido a p ro blem as de secuestradores que fo rman Steve 3. Godard, Jcan-Luc: lnlroduccin a
concienc ia, preoc upados po r la Bu sccm i y Pete r Stor mar e en una 1erdadera his!Oria del cine. Tomo l.
prdida de g racia y una imposible Fargo ( 1996). El camello espiri- Ediciones Alphaville. Madrid , 1980.
redenc i n. hla l Willem Dafoe en P osibilidad Pgi na 30.
d e esca p e ( 199 1). La ca ra de
4. No debe ser casual que en pleno apo-
cordero degollado de Kcv in Spa-
geo de Hany se produjeran intentos re-
L os nuevos b rbaros cey en Sosp echosos habi tuales. vision istas que presentaban detectives
Los ej emplos se podran mu ltipli- ineficaces: Un la rgo adis (1973), La
Los villa nos, los habitantes de los ca r pero es mej o r acaba r es ta no che se mu eve ( 1975).
mrgenes, rep resentan un esti lo ro nda de sospechosos habih1ales
de vida di fe rente y no cabe inter- con Quenti n Ta rantino, q ue ha 5 . Bo rde , Ray mo nd y Cha umeton ,
Eticnne: Pa11orama del cine 11egro. Ed i-
preta rl os con un enfoque conven- hecho con el neothriller lo que
ciones Losange. Buenos Aires, 1958.
cio nal: tras haber pasado a formar A lmodvar con el ncocasti cismo. Pgina 13.
parte de la cultura mayoritaria, el Las secuenc ias inicia les de R e-
tllriller se ha renovado con las ser voir Dogs (1 99 1) y P ulp Fic-
aportacio nes del cine independien- tion ( 1994), con esos largos di-
te, que ha ofrecido una galera de logos que di bujan l neas de fuga
acto res capaces de bordar traba- antes de la ejecuc in del "golpe",

Pulp Fiction

IJIJ NOSFE RAT U 2 7

 Dinero cado del cielo

La, 11U1ldad mzgElical

Nuria Vida/
Bl ctlz mlor (197S) filmmrekt Oscar scm'a t'mbuzi
:ztwtze/ t'k, Cltn:stopher TThlketz-ek Gahkiaretl fonza
gmtt'uk Wllzezlu ditu. Aew Jbrkeko gwm
mc'ltpemt zeko prest dagoetr !:!/mm 1t::J 1.-ctkt'ko
majiosoarena, lui-t'-gaul!ku lmnpim t'ntelektua/wma.
gi::.otlez jcloskor dagoet1 adtw !feluaretm, eskntpulon!.:
gabdo psikopatarena edu dcm/zari
asakktlzai/earena. Berejigura nal)({rtki armmak
umcnl-Lar zt!earm lwgei ur/e !Jete ditu ela guzetan
zclwr e.:. da herPit.rura 1'a batere alclatu. Hwizbat
alc/i'.:. onlze::./u duen dea/mi(Jk bemrektiz behin-betiku
itw ta egin i:::w w ematen c/uelu esm1 lileke.

Retrato de dos caras

Una descripcin naturalista de Christopher Walk.en

nos dara el siguiente retrato: un hombre de cincuen-
ta aos, alto, de c laros ojos azules, rubio cabello y
apariencia tranquila. Estas palabras nos dan una ima-
gen sin duda verdadera del actor. Por qu, sin em-
bargo, al verle en el cine, estos mismos rasgos se re-
velan prcticamente fa lsos?

Cincuenta ai'os, 54 para ser exactos, de acuerdo,

pero en realidad su aspecto es el de alguien sin edad,
alguien que siempre ha sido igual a s mismo, como
si hubiera hecho un pacto con el diablo para no en-
vejecer nunca, sin que por ello se tenga la sensa-
c in de un a eterna juve ntud . La verdad es que
C hristopher Walken nunca fue j oven: s iempre ha
sido como es.
 A lto, s in duda, aunque no se pue- le pregunt: 'Por qu crees qu e York, el 3 1 de marzo de 1943. Su
da decir que es un hombre gran- siempre me dan estos papeles?'. Y madre encarril a sus tres h ij os
de, su aspecto produce la impre- l me contest: 'Porque eres muy hac ia e l mundo de l espectculo
sin de fuerza sobrehumana, una bueno hacindolos, es tan simp le desde muy pcquci1os, presentn-
fu erza qu e se desp rende no de como eso'". dolos en agenc ias de publicidad
sus msculos, s ino de su persona y en pro g rama s de te lev is in.
en conjunto, como si h1viera alre- Walken comenz a posar y a ac-
dedor un a especie d e a ura Lo otro es m alo tuar a los 7 m1os. Primera raz n
engrandecedora que llena las pan- para ser un alien: nunca fue un
tallas cuando l aparece. Efecti va men te Walken es bueno nii1o normal , dej la escuela del
haciendo de ma lo, o quizs ser a barrio, entr en un a escuela espe-
Claros ojos azul es . Es evidente mejor decir, haciendo de l "otro",_ c ia li zada y comenz a trabaj ar
que sus ojos son azules, pero no ese otro que casi sie mpre es ma- siendo nio. Lo que ms le gusta-
de ese azu l esperanzador y coti- ligno porque va contra las reglas, ba era bailar y cantar, y a los 18
diano que produce confort. No, contra lo establecido, contra la aos deb ut en Broad way. Que
s us ojos tienen un az ul plido, moral, contra lo que debe ser. Ya cauta y baila muy bien lo descu-
g lauco, perve rso y gl ido. Oj os sea un mafioso de poca mont a, brimos ai1os ms tarde en el me-
que ve n ms de lo qu e parece, un gngster de g ran estilo o el jefe morable nmero de Dinero cado
que at raviesan e l alma de sus de un clan de delincuentes, ya sea del cielo ( 198 1); su striptease en
opo nentes, que llega n hasta las un aristcrata veneciano abunido la barra ha quedado como uno de
races sin dejar en cambio desve- de su vida, o un arcngel celoso los momentos antolgicos de la
lar uada de lo que sucede detrs del hombre, ya sea uu pervertidor historia del cine, y su capacidad
de ellos. Ojos velados a cualquier de j oveucitas inocentes o un pa- para llevar el ritmo, incluso para
intimidad o sentimiento. d re sin escrpulos.Todos sus per- convert ir en un ballet sin msica
sonaj es le sitan al otro lado, no su s in terp re taciones, qued de
Rubio cabello, casi siem pre, aun- slo de la ley de los hombres, s ino manifiesto en K ing of New York
que no tiene reparos en trans for- de la ley de Dios. Incluso cuando ( 1990). Ya antes haba participado
marlo en blanco impoluto o en ne- quiere ser bueno, no puede llegar a en un baile m emorable, el de la
g ro ala de cuervo, s in q ue por ello serlo. Sus ojos no le dejan. boda de E l cazador, e l ttu lo que
su cabellera, mejor dicho su cabe- le lanz a la fa ma en 1978 dndole
za, pierda ni un solo rasgo de soli- Walken es un misterio, "un alien ", e l nico Osear qu e ha ga nado.
dez, de f is ic idad, casi de ca sco deca el director y periodista Chris All, en una secuencia ino lvidab le,
protector, normalmente peinado Pctit -Vu elo a B erln ( 1984)- en que ocupa casi un tercio de la pe-
liso hacia atrs, si n ninguna con- una de las mejores entrevistas que lcula, Wa lken demostraba que sa-
cesin a las ondas o a la 1igereza le han hecho nunca a Walken. Un ba bailar jun to a un a Me r yl
del viento. hombre que se mueve en ese espa- Streep fascinada por sus ojos an
cio indefinido de la twilight zone inocentes, ojos que an no haban
Aspecto tranquilo con la tranquili- donde psicpatas, arcngeles, se- visto el horror del Vi etn am, que
dad de la serpi ente, la tranquilidad res diablicos, encuentran su lugar an no haban llegado al profundo
del que sabe que tiene en sus ma- idneo. U n hombre del que se sabe infiemo de la ruleta rusa. Fue bai-
nos las riendas de la sih1acin, la muy poco, que v ive a is lado de l lando precisamente como conoci
tranqui lidad de l va mpiro con su fasto de Hollywood, un neoyorqui - a la que es su mujer desde hace
piel transparente, tan plida que se no clsico al que le molesta el he- casi 30 aos, Georgianne, cuando
ven las venas de su sangre circu- cho de que vaya donde vaya "la los dos participaban en una g ira
lando. Un as pecto tan tranqui lo gente me mire como si .fuera de IVest Side Sto1y. En esto tam-
como amenazador. Drcula ". Un Drcula tan especial bin es un afien : un actor que
y nico como e l qu e encarn en vive con la mis ma mujer tantos
ste es un retrato r obot de T he Addiction ( 1996), su segunda at1os, que no tiene hijos pero tiene
Christopher Walken actor, un re- colaboracin con Abe! Ferrara, un tres gatos, es francamente un bi-
trato que explica e l por q u le va m pi ro urbano, que uno puede cho raro en Hollywood. C laro que
proponen casi s iempre papeles de encontrar en c ua lquier esquina. Walkc n no perte nece a Holl y -
m alo , de diab lico , perverso , Pero l no hace nada por alimen tar wood, pertenece a Nueva York, al
cru e l, un retra to que justifica e l esa leyenda. Al contrario. En todas teatro y a las calles de la ciudad
que coufiese eu alguuas eutrevis- sus entrevistas intenta ofrecer un de los rascacielos, donde se siente
tas con tono compungido: "Una aspecto de normalidad absoluta. Y ms cmodo que en las avenidas
vez me quej a 1111 amigo mo de la tiene. de palm eras de Los Angeles. El
que siempre me ofrecieran perso- teatro, cls ico o musical, fue su
najes autnticamente detestables; Walken naci en Q ueens, Nueva formaci n. Walken, como Dafoc,

~~~~ NO SFERAT U 27
 El cazador

co n el que tiene muchos puntos

en comn -entre otros el de hacer
siempre, o cas i siempre, papeles
de malvados s in escrpulos- dis-
fruta con la escena mucho ms
que con el cine. De hecho, para
este hombre que empez a traba-
jar a los 7 at1os, el cine lleg a su
vida muy tarde.

Inquietar ante todo

Su prime ra apar ici n fu e a lo s

29 aos en S up crgo lp e en
Ma nhatta n (1972). No vo lvera a
llamar la atencin del pbli co has-
ta 1977, cuando Woody A llen le
convirti en el inqu ietante henna-
no d e Diane Keato n en A nni e
Hall. Un ai'.o d esp us , a los 34
afias, le llegaba la co nsag racin:
Nick en El cazador, de Michael
Cimino. Parec a qu e des pus de
este papel, su carrera iba a lanzar-
se diJectamente al estrellato. Pero
volv i a surgir el alien que ll eva
dentro. Renun ci a papeles que
no le gustaba n y sig ui ti el a sus
amigos: Cimino en La puerta del
cielo (1980), Cronenb erg en La
zona muerta ( 19 83) , Fo ley en
Hombres frente a fre nte ( 1986).
Y en 1990 se encontr por fin de-
lante d e otro afien tan ex trao ,
malvado y atractivo como l: Abel la noche urb ana, Walken acept metido a polica con pasado re li-
Ferrara , un ho mbre ta n p lid o hacer un papel en una primera pe- g ioso y vis ion es insopo rtab le s;
como l, tan osc uro en sus inten- l cula ti tu la d a T h e P roph ecy Eric Stol z, con su cara d e ngel
ciones como l, tan inclasificable ( 1995) , diri g ida por Grego ry -nunca mejor dicho- y su capaci-
como l. Fe rrara le convirtio en Widden. Qu le imp uls a aceptar dad para roba r a lm a s; Vi g go
"el Rey de Nueva York" (King Of trabajar en este film, menor y di ri - Mortensen, candidato inequvoco
N cw York), c inco a11os ms tarde gido por tm desconocido g uionis- a recibir e l cetro de actor conde-
le hizo el rey de la no che vam- ta? Probablemente su personaj e: el nado a papeles de malo por su f-
prica en The A dd iction y un ao Arcngel San Gabriel. Po r una s ico pe rve rsam ente atrac ti vo , y
m s tarde le e lig i como j e fe del vez, e l eterno mal vado iba a hacer Virg inia Mad sen, actri z q ue por
c lan de E l fun e r a l ( 1996 ) , uu de ngel? S i, p ero cuidado, no de una vez no es la mala , sino la bue-
film dond e se habla de tica, de nge l b ueno . Quiz s un a de las na, si es que hay buenos y malos
Mora l con mayscula, la que obli- cosas que le atrajo de esta hi storia en esta de lirante guerra del c ie lo
ga a mantener un Cdigo de Con- fue el hecho de que fu eran los n- con refl ejo en la Ti erra dond e el
d uc ta , a hace r lo que ha y qu e geles Gabrie l, Uzie l y Simn los Ma l se a lberga en el alma negra de
hace r, no lo qu e se debera ha- malos d e la hi storia, reservndose un mi litar, veterano d e la guerra
cer. el papel de bueno? para un Luci- de Corea (habra s ido bonito que
fer esplndido q ue no quiere ver fuera de Vietnam y asi el N ick de
e l infi ern o in vadido de pesados El cazado r habra aj ustado las
E l ltimo ngel ngeles cados. Eso y el hecho de cuentas con su pasado), q ue a l fi-
trabajar en un f il m ll e no de na l qued a libre de volar para eu-
El mismo ao en q ue Ferrara lo outsiders como l: E lias K oteas, el cam arse en cua lquier otro ser dis-
converta en Peina, el vamp iro de habitual protagonis ta de Egoyan, puesto a ello.

NOSFERATU 2 7
Satans
BROTHER WOLF ( 1953)- and goes on to bring back the actor's reputation as
Master of Evil, earned in the early sixties in Rogcr Corman's
Femando Sa vater
adaptations o f various Poe storics. The last part focus es o n
thc t ribute paid lo the actor by Tim Burton, who in two of his
Actor Jacinto Malina, known in the fi lm world as Paul
fi lms commemorates the most lcgcndary fig ure o f a genrc
Naschy, is thc closest thing we havc on thc llispanic
that has since disappeared.
panorama to a cult actor. Always one to be fa scinated
by cc lluloide's cxtravagant cffec ts, he has playcd roles
ranging from Fu-Manchu to the Devi l, with an enthusiasm
which is much lcss questionable than his actual acting skills. FATHERS, GODFATHERS AND PROTECTORS
For the genre's 40-somcthing fans in this comllr}' Paul Este1'e Riambau
Naschy has been tbc wolf man par exccllc nce, our head
werewolf. The No rth American film noi r of the thirti es discovered
in thc Mafia a gold mine of characters -rea l or fi ction- which
werc to embroidcr the legcndary fi gure o f the gangster. With
THE GANGSTER WlTH THE THOUSA.J.'ID FACES the 1972 rclease of The God fath er, howevcr, the perspcetive
Jesis Angula shi ftcd to a character who was above thc underworld
connections of o rganiscd crime. It took on a mythological
dime nsion w hich has its roots in S hakespearcan theatre or
The article takcs a chronologica l look at thc cnd o f thc
Greck tragedy. The sequels to this film , also made by Francis
t wenties, and particularly on thc early thirt ies, thc pe riod
Ford Coppo la, back this hypothesis by way of Vito Corleonc's
when the gangster in its purc state was created. This purity
heirs, idcnti fy ing one of them -Michael- with Dracula, another
was soon lo be diluted as the decadc progresscd, and as centre
'Coppol ian' hcro trag ica lly conde mncd to travel throu gh time
stage was taken ovcr by a new hero: thc prvate eyc. In a
satiating his b loodthirsty appetite and mai ntain ing his
fragmcnted fas hion , the ovc rall picturc is the surn total o f the
demiurgical powers.
most outstanding gangstcrs o f thc period. Starting with the
characters created at the end of the twenties by Gcorge
Bancro ft , the article movcs o n to thc three most notorious
gangsters of the thi rtics: Rico Dandello (Edward G. Robinson), CHRJSTOPHERLEE: THEPLEGMATIC
Tom Powcrs (James Cagney) and Tony Camontc (Paul Muni), ENGLISHMAN
with secondary character Guino Rinaldo (Gcorges Raft) , and Jua n Antonio Malina Foix
windi ng up the end o f the thirtics with Roy Earle (Humphrey
Bogar!). For years Christophcr Lee was a little-known, impressively-
built, bit part actor whosc v irtually voiccless eharacters forccd
him to fine-tune his mime sk ills. 1-lis roles as the creaturc in
UNDERTHEBLACKFLAG T h e C urse of Frankenstein ( 1957) a ud to an e ven greater
Jos Mara Laton e extent Dracula made him the number one vi llain of Hammer
Productions. Although forever fa ithfu l to his Eng lish matter-
Finding vileness in pira te and filibustcr movies is not easy. of-fa ctncss, Lee ncver disappointed when a scene called for
Thcre isn't j ust one model but severa! (as many as tbcre are pass ion.
films). Wbat is clear, however, is that oftc n times the villains
do not hide bencath the wavi ng and picturesquc flag of lawless
rucn without a country, nor do thcy breathc the sea air: it is ROBERT DENIRO,A GUYYOU CAN'TTRUST
on salid g round earth where thc betrayals and conspiracies Oti Rodrguez Marchante
brew, and where pirates bccome the v ictims o f an unjust soc ia l
arder which they battlc with bonhomie. In this articlc the Face it, Robert De Niro is simply not to be trusted . Ever since
cxceptions are also explored through a handful of films the seventics he has specialised in playing not very
representing the best of this ang le of adventnre: Thc recommcndable types: murdcrers, wackos, rollen swine, and
Treasurc Jsland, Ca )>ta in Blood (193 5), T h e Sea H awk tbc like. His first films with Brian De Palma and particularly
( 1940), Ann e of the lndies ( 1951), The Black Swa n with Martin Scorsesc -i\lean Streets ( 1973), Tax i Driver
(1942), Captain Kidd ( 1945), Blackbeard, the Pirate ( 1976)- made him known as regular walker on thc "wild sidc".
( 1952), High Wind In Jamaica (1965) y T he Pirates of De Niro is one o f the fcw stars wbo has won the hea rts o f the
Capri ( 1949 ). public at large with his "bad guy" charactc rs. His most recent
film s eonfirm that fa ct that he continues his j ourney down the
road of Evil.
SERVICEMEN:THEENEMY ATHOME
Ricardo Aldarondo
SATAN MON AMOUR
Military o ffi cers, responsiblc for the sa fe ty o f c iti zens Jesis Palacios
and for the survival of their rank and fil e, occasionally
in the throngs of war turn into pcrverse bcings, inebriated An unfinished and dizzying study of the Dc vil and his
with madness and power, capable of scnding thc ir own ma in he ne hmen throughout the history of fil mmak ing.
me n to a surc death in a rder to achieve a military objcctive From the classic silent fi lms inspired in Faust to the
or to be moved up in the ranks. Stanlcy Kubrick, Robert Lucife r-likc \'illains o f S tar Wars ( 1977) or the
Aldric h and Joseph Loscy got their inspira tion from e vil adventures of James Bond. Diabolie children and the
mi litary mcn lo makc fi lms w ith a deeply conv inc ing infernally possessed; the Devil amidst meo and men amidst
anti-war message . the Dcvil ; lascivious spirits and entertaining but w icked imps.
Pagan b loody sec ts and dcrnonic cults, their deliriously
eharismatic leaders at the helm : Aleister Crowley, Charl ie
EVIL,A MOUSTACHEAND MYFATHER Manson, Gilles de Rais, Jim Jones .. .. Tempting fc male fic nds
A11tonio San/amarina and nudist witches, Satanists o f arts cinema and B-serics devils.
All togcther they march in a futi le search for the source o f the
Mixing a sarcastic ironic tone with personal memorics, the obvious and suspicious !ove affair between thc Devil and the
filmm akcr evokes his first image of Vincent Pricc -playing movie indust ry.
thc part o f a psychopath ic assassin in House of Wax

NOSFERATU 27
WITH AS~llLEON TH EI R FACE THE GUNMAN OF CHEYENNE.JACK PALANCEIN
\1/i:rtel Marias SHANE
Quim Casas
T hc fac t that we so ofen scc villa ins and eve n murdcrcrs
in lhe movies go about their bus iness wit h a smile on thei r This articlc vindicates thc f g urc uf Jack Palancc -in his role as
face can be rather s urpri sing lo sume people, and take n as classic westcrn rough-and-tough gunslinger- as one of the mos t
even fu rther evidcnce that fictio n fh ns are unre liab le. importan! elements in thc overall succcss of S h a ne ( 1953),
Howe ver, one wonders if such a widespread and persisten! an exccllcnt fil m made by a tightly knit team . Palancc
phcnomcnon is in fact w ilfully and deliberate ly crcatcd ycar pcrfectly defines the allributes o f a charactcr who is the
afer year by scrccnwrilers, flmm akers and actors, or ralhcr is comple te antithesis of the s tory's hero, the rcpcnt cd gunman
proof o f something real which thc lens a lone is ablc lo played by Alan Ladd. Palance only appcars fi ve times in thc
cap ture. Ucorgc Stevens fil m -his lirst ent rance about half-way t hrough
thc film - but it's enough to make t he s tory take a 180-degree
turn and to uncover the violence wa iti ng to be re leased.
THEBADGUYS INTHECOl\UCS LI KETilli
MOVIES, TOO
Angel Comas LEE MARVIN: THE VIRTUOSITY OFCRANITE
Carlos F. Heredero
Thc comic world began in n ucncing cinema quite a long
time ago. A numbcr of comic strip villains ha ve laken the Built like a rock, with a noble gaze, clcan spirit and w ild ways,
leap lo the big screen in the recen! years, and a lot of Lec Marvin inherited t he nat ura l gift o f minimal e.xprcssion
cinema bad guys have taken thcir in spi ration from charactcrs from Hollywood's tough guys from thc thirt ies and fo rti es.
born in the wo rld of com ics. The comi c book corrupl ha ve lluman and vu lnerable cven when hi s ki lli ng instincts s tired up
a lways been more interesting tha n their antagonists, the rep ulsion -Thc Big Heat ( 1953), Th c i\lan Who S hol
good guys. Thcy are splendid and clever eharacters, truc Libe rty \'alan ce (1962), Th e Killcrs ( 1964), l'oint Blanl<
gcniuses in the art o f Evi l. O fen ti mes thcy end up ( 196 7)- Marvin workcd his way to s tardom frst by cultivating
overshadowing the stars of thc s tories. The Joker and Lex wickcdncss, and once this was accomplished, by scarching for
Luthor are much more attractive than Batman and moral intcgrity in h is characters, which ult imately brought
S upennan . Right now, thanks lo a grealer frccdom in modem him into the limelight.
f lmmaking one can speak more freely of villains and even
turn the m into the real heros.
EUROWESTERN: l~CE, FEATURES,
APPEARANCE, TYPOLOGY
PSYCHOPATHFILMS ANDPSYCHOPATHSIN
Carlos AguiJar
FILiVIS
Antonio Trashorras In the second half of the 60s, ltalian director Sergio Leone
revolutionised the \Vestern gcnrc in particular, and the sense
The author of the article looks at the main thematic trcnds of film violcnce on the whole, with his Clint Eastwood
and screenplay constants making up thc so-called psychokillcr pictures. The article focuses on the unique way Leone has of
fil m genre. from fil ms bascd on real-live killers (classics such cha racterising and defining his extraordinary characte rs. He
as Jack the Ripper and the more contemporary Ed Gcin or spotlights thc case of Lee Van Clcc f, an actor who was
Henry Lee Lucas) lo thc gra nd ma niacs crca tcd in litem ture disdained in his native country because of hi s build and his
a nd turned into pop icons, s uch as Hann iba l Lcctcr. ll also problcms with alcohol, who bccame a star due to Europcan
delves into concrete cases such as women killers, the numcrous westerns. Shortly before his dcath, Van C leef enjoyed a virtual
tcen-ager murde r fi lms which came out in the 80s and gaincd fil m tribute thanks to the then young American d irec tor, John
popularity fo llow ing the relcase of the H nlloween and Carpcntcr, who c hose him to play a lending role in Escape
F riday the 13th series. And finally, the relative ly rccent Frorn Ncw York ( 1981).
variation, now complctely at home in the fanta sy genre, of
the psychopath from the grcat bcyond, made popular by the
success o f Frcddy Krueger. LTNO VENTURA, THE VILLAIN IN ART
Vicente Mo lina Foix

WHAT'S UP DOC? A FEW NOTES ON MAD The con frontat ion between the art is t who s trives fo r beauty in
DOCTORS AND OTHER VISIONARIES his work a nd the mcrcha nt who is only intcrcsted in the profit
Jordi Costa that can be made from a piccc of art is a topic cxplorcd by
both litcra ture and film on countlcss occasions. This e las h
Literary godchild of the 20th eentury, when science bctwccn genius and mediocrit)' is renected in films such as
s ubstituted s upcrs tition in terms of crcating anxiety, Remhrn ndl ( 1936), T he Fount a inluad ( 1949) and in
the mad doctor was born in the throngs of romant ieis m particular Jacqucs 13ecker's i\l o ntpa rn assc 19 ( 1957). In this
and rai sed in thc benevolen t s urroundings of the incipient lattcr film Lino Ventura plays a shady charactcr who abuses his
world of sciencc fi ction literature. Hand in hand, the film re lations hip with the tormcntcd Modigliani to come out on tup.
gcnrc has served its followcrs some of the most extravagant
dis hes -from obscurc German exprcssionist tvlessiahs, w ith
bla tant naz i overtoncs, lo the d imin ishi ng importanee of DONALD SUTHERLAND IN THE SEVENTIES:
evolutionary certainties in fil ms like Island of Los! So uls COM.M ONPLACE EVIL
( 1932)-, and la ter bccoming the grey archctype in the plots
Carlos Losilla
of 13 -scrics fil ms or of unmerc iful parodies. Nowadays, with
the figure o f thc mad doctor having carned a certa in socia lly
acceptable reputation -take Bi ll Gales fo r example- it's up to Dona Id Sutherland's fil m acting carccr in the decade of the
sevent ies fo llows an intcnse and complex path which paints a
a film makcr the li kes of David C ronenberg to transcend
p erfcct picturc of a contemporary man, apparently quite
the c lic hs.
common nnd defcncclcss, who deep down insidc is the very
csscnce of the social pervcrsity that surrounds him. In this scnsc,
 films such as Casano,a (1 977) ami Ord in ary Pcopl c (1 980) Plan et (1 956): thcsc are on ly a few of the mos t
are more disturbing ami significan! than Novecento (1976) or rc presentative examples. Today t hc ev il extraterrestrial
The Eye of the Needle ( 1981), in which he plays !he part o f an invadcr gcnrc is experiencing a successful rcsurgencc, althuugh
unmistakably bad "bad guy". In !he fonner, the ins ipid dai ly livcs the rough outl ines havcn't rcally changed much since the 50s.
of thc charactcrs hi dcs indiffcrcnce and passivism that keep him
from rebelling against his milicu. And, of coursc, Suthcrland's
chamctcristic physical peculiarities say the res!. CHOOSfNG EVIL
Sara Torres

NATURAL BORN DISASTERS In Grcck tragcdy there are no evi l charactcrs per se, only
Angel Sala disturbed pcoplc with conOicti ng interests. But it was
playwright \Villiam Shakespcare who was thc tme inventor of
Namral disastcrs havc always bccn thc pcrfect villain, either the modern-day wicked person, that is, the onc who plans the
playi ng a supporting role and letting cvil takc front stagc in the evil deed knowing fully well the implications of the damage he
fonn of somc anthropomorphic cha racter, or as the star, such or she is a bout to do. The Shakespcarcan villains have
as in Earthquake ( 1974) and othcr 70s catastrophe films. psychologica l dcpth ami reflect on their sinister acts whilc
Natural disasters are always v iri le by virtuc of thcir they are perpetrating them . This model has furni shed cine ma
incontincncc and spccd, their ind ifference and callousness. Thcy wit h some of its mosl memorable perverts.
als o le nd themselves to appcaranccs of more or lcss volatile
creatures, who demonstrate their masculine attributcs cithcr by
violating bcauti fu l girls or by s imply leaving femini nity in the COMMON SUSPECTS (SOME OFTHE BAD GUYS
hands of a limited few, as is not uncommon in kaijtt eiga.
JN MODERNTHRILLERS)
Antonio IVl'inrichter
GARYOLDMAN:THEHOPELESSNESS OFGOOD
The article explores some of !he changcs the figure of villai n
Francisco Plaza
has undcrgone in the evolution of the Ame rican thriller from
!he 60s to the genre's rcnovation at the bands of independent
Pimps who want to be black, wardens w ho mi strcat thcir filmmakers. Following !he Godard fonnula in the sense that the
inma tcs, corrupt policemen and lawyers ... these are ju st somc hero of thc urban thriller has now become a "bad guy, but on thc
of the mosl typical charactcrs in thc ca reer of this right s ide of the law", the rcactions of the villaio are analysed in
mult ifaceted actor born in 1958 in New C ross, South London, thc face of this invasion of his space. On one hand, we have the
England. With these wretched characters Gary O ldman has villain who's obscsscd with !he hero and has a prvate duel with
built the fou ndations of a spcctacular act iog career that him (double theme); the n thcrc are thc hcavies wbo waut to
compr ises twe nty-seve n film s (four of these made for distaoce themselves as much as possiblc from thcir antagonist
televis ion) and has been christened (post) mode rn fi lmmaking's by adopt ing cccentric looks ancl behaviour. Two non-ethical
vill ain par excellcnce. He rccently tricd his luck oo the other models of introducing bad guys are comparcd : holding off
s ide of the camera with his debut of Nil By i\ Iouth (1977), rcvcaling their identity as long as possiblc (whodunit) or
which was quite successful las! year at Cmmes. focusing in dircctly on thc altemative world they li ve in; in
both cases the effects of the ir criminal activity is more
graphica lly displayed. Finally, the article looks at some of thc
JACKNICHOLSON: SSSSSH! DON'TWAKE THE vi llains created by indcpe ndeot fil mmakers.
BEAST
Jimmy Entmigiies 1 Aurea Oniz CHRISTOPHER WALKEN: ANGELIC EVTL
Nuria Vida/
Jack Nicholson is one of the actors who has bccn thc best at
unmasking the dark and savage side of humankind. Even
though he plays posi tive characters and hcrocs, he always adds A realis tic portrait o f Chri stopher \Valkeo wou ld show us a
a touch of ambiguity. Even though he's not actually cvil, he is picture that by no means re fl ects what he conveys on scrcen.
always disturbing. A lter his first work in !he Corman factory, The fa ct that he has always played evil beings is precisely
his Oscar-winning role in On e Flcw \'C I' th c Cuckoo's because he has the cal m of a snake that is about to s trike out
Ncst ( 1975) is w hat really brought him into the limclight. The at its prey. \Va lke n is perfect in the sk in of the "other man ":
S hining ( 1980), Thc Po s tman Always Ring s Twic e (198 1) thc one who doesn't play by !he mies, the man w ho swims
and Oatman ( 1989), amo ng many othcrs, ha ve m a de him one against the curren !, who rcjccls what is morally rig bt, who
of the most solicited s tars in Hollywood and one of thc actors doesn't do what he should do. He plays outlaws who are no!
who has done (and st ill continucs lo do) the bes! job of only on the other s ide of law of Man, but are also on the other
ex ploring the fa r s ide of the human soul. s ide of the law of God. Born in Quccns, New York on March
3 1s t 1943, he s tarted in show business at thc age of 7,
appearing in commcrcials and te levis ion programmes. Both
dancer and s inger, Walken debutcd al the age of 18 in
NTCE PLAJ\TET, WE 'LL TAKE lT! (THE BAD GUYS
Broadway musicals, the lessons of which we can scc in scenes
OFTHE GALAXIES) such as the s triptease number in Pcnnics F rom Henve n
Alex Zinfilo ( 198 1). Being married to thc samc woman for 30 ycars and no
having kids are two factors w hich add to his alien status in the
From the very beginning seiencc fi ct ion filmmakers have fi lm world. Primarily a stage actor, he began working in films
played on collective fea r -especiall y the fear o f invadcrs- rather late, al the age of 29, and his real rccogn ition camc al
spicing up thcir picturcs with a hcalthy dose of realistic scare 34 with his role as Nick in C imino's T he Deer Hunter
tactics. From a ll corners of the univcrsc beings of evcry s ize, ( 1978). \Vhat was thought lo be his launch lo fa me endcd up
shape ami colour have landed on our planet with plans much tak ing a strange path simply because \Valken never does what
more destmctive than all thc bad guys pul together could ever people expcc t. Togethcr with A be! Ferrara he has made three
dream up. Psychotic Martians, such as those in i\lars A tt acks! of his bes! films: the Kin g of New York ( 1990), Peina, in
( 1997), empcrors from the dark s ide, like Sta- Wars' The Addiction ( 1996), and the big brother of the c lan of
legendary Darth Vade r ( 1977), electronic crim inal mafiosos in The FuneJ"a l ( 1996). In T hc Prophccy ( 1995)
mastcrm inds like H A L in 2001 : A S pace Odyssey (1968) and he playcd thc Archangel Gabriel, who j ea lous of God's !ove for
impercept ible entities like the Mons tcrs of Id in Forbidd cn men, is pre pared to start a war in hcavcn.

NOS F ERAT U 27
,
lndice onomstico
Agram a, Fran: 9 1 Brooks, Ric hard : 48, 61, 76
Albert, Eddie: 26 Browning, Tod: 6
Aldrich, Robcrt: 26, 71, 76, 89 Buchanan, Edgar: 7 1
Allen, lrwin: 90, 92 Buono, Victor: 47, 60
Allen, Woody: 11 7 Burr, Raymond: 48
Ahnodvar, Pedro: 62, 11 4 Burton, T im : 27, 30, 31 , 50, 52, 53, 99
Altman, Robcrt: 85 Busccmi , Stc vc: 114
A lyn, Kirk: 52 Buttgercit, Jorg: 6 1
Ambler, Eric: 46, 47 Byrne, Gabriel: 11 4
Am iel, John: 62
Ande rson, Judith: 48 Cagney, James : 7, 8, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 17, 48, 52, 75, 110
Anderson, Michael : 91 Camontc, Tony: 33
Andes, Keith : 22 Capitan i, Giorgio: 80
Angelo, Beverly D': 42 Capone, Al: 15, 32, 33
Angulo, Alex: 62 Capote, Tnunan: 6 1
Argento, Dario: 43, 56, 59, 6 1 Cardona Jr. , Ren: 43, 60, 90
Annstrong, Louis: 7 Carey, Timothy: 48
Arnold, Jack: 92 Carpenter, Jolm : 56, 59, 63, 78, 82, 105
Arthur, Jea n: 70, 7 1 Carson, Johnny: 30
Attemborough, Richard: 56 Casanova, Giacomo: 86, 87
Atwill, Lionel: 67, 68 Castro, Fidel: 72
Ayres, Lew: 11 Cela, Cam ilo Jos: 57
Cervantes, Miguel de: 39
Badham, Jolm: 4 1 Chabrol, Claudc: 60, 87
Bai lcy, C layton: 65 Chall onge, Christian de: 57
Baker, Graham: 42 Chand ler, Jolm Davis: 48
Baker, Robert: 55 Chancy, Lo n: 28
Bail, Jordi : 62 Chaney Jr., Lon: 5, 6, 7, 17
Bancroft, George: 8, 9, 10, 11, 12, 14, 15, 16 Chaplin, C harles: 60
Bardem, Javier: 44 Chaumeton , Etienne: 11 3, 114
Bardot, Brigitte: 72 Chena l, Pierre: 62
Barkcr, C livc: 42 Christensen, 13enjamin: 40, 43
Barrymore, Lionel: 37 Christie, Jolm Reginald: 56
Bthory, Erzsebet: 56 Cimino, Michael: 33, 78, 117
Bava, Mario: 30, 104 Clark, 13ob: 60
Bazzoni, Luigi: 80 Clarke, Mae: 12
Beatrice, Luca: 77 Cli ve, Colin: 66
Bebber, Jim Van: 6 1 Coburn, James: 22, 75, 80
Bcckcr, Jacqucs: 83, 84 Cohen, Larry: 43
Beebe, Ford: 62 Cohen, Martin B.: 97
Beery, \Vallace: 11,2 1 Conan D oy1e, Arthur: 57
Beethoven, Ludwig Van: 94 Constanzo, Alonso de Jess: 44
Bclvaux, Rmy: 56 Cook Jr., Eli sha: 47, 7 1,72
Bergi n, Patrick: 4 1 Cooper, Gary: 79, 84
Berman, Monty: 55 Coppola, Francis Ford: 26, 32, 33, 4 1, 78, 94, 11 4
Bertolucci, Bemardo: 85, 86 Corbucci, Sergio: 77
Besson, Luc: 53, 95 Corman, Roger: 27, 28, 29, 30, 38, 39, 97, 102
Bigelow, Kathryn: 43 Cornish , Doctor: 68
Binet, Alfred: 68 Costner, Kcvin: 7 1, 93
Bischofbcrgcr: 84 Cotto, Manny: 63
Bloch, Robert: 57 Courtenay, Tom: 24
Bobbit, Jolm : 39 Cox, Alex: 78
Bobbit, Lorcna: 39 Cox, Brian : 57
Bocttichcr, Budd: 8 1 Craven, \Ves: 43 , 44, 59, 60, 63
Bogarde, Dirk: 24 Crawford, Joa n: 62
Bogart, Humphrey: 7, 8, 10, 12, 16, 17, 75, 94 , 110 Cregar, Laird : 48, 55 , 62
Bogda novich, Peter: 58 Cronenberg, David : 69, 11 7
Bonzcl, Andr: 56 Cross, Be n: 42
Boonnan, Jolm: 42, 76 Crowley, Aleister: 42
Borde, Raymond: 113, 1 14 Cmmp, Owen: 60
Borgnine, Ernest: 75 Cuadri lla, La: 58
Borsos, Philip: 61 Cuarn, Al fo nso : 39
Bosch, Juan: 42 Curry, Tim: 41
Botti n, Rob: 105 Curtis, Jamie Lee: 63
Bowie, David: 84 Curtis, Tony: 56
Brahm, John: 48, 55, 62 Curtiz, Michael: 10, 17, 19, 20, 62
Brannagh, Kcnneth: 39, 109 Cushing, Pete r: 36, 66
Brando, Marlon: 26, 33
Brega, Mario: 80 Dafoc, \Villcm: 11 4, 116
Bridges, Je ff: 11 3 Dahmcr, Martin: 6 1
Bronson, Charles: 75, 80, 111 Damiani , Damiano: 80

NOSFE RAT U 2 7
 D aniel, Henry: 19, 2 1 Garfic ld, John: 75
Dante, Joe: 60 Ganison, Jim: 93
D anton, Ray: 42 Gates, Bill: 67
Darncll , Linda : 22 G ein, Ed: 56, 57
D awlcy, J. Searle: 66 G eorge, Christophc r: 71
DeCorsia, Tcd: 48 George, Gladys: 14
D eM ille, Cecil B.: 22 G ero lmo, Chris: 61
D emme, Jona than : 57, 62, 112 G ershuny, Thcodore: 63
Dcrn, Bmce: 97 Gillen, Jeff: 57
Dickerson, Ernest: 4 1 Giulano, Savatore: 33
Dickinson, Angie: 76 Godard, Jean-Lue: 72, 111 , 114
Dieterle, William: 89 G oldstone, James: 90
Dietrich, Marle ne: 44 Gonzlez, Servando: 61
Dipp, Mark A.Z. : 51 , 53 Gordo u, Bert L: 61
Dmytryck, Edward: 60 Gorki, Maximo: 50
Dona ldson, Roger: 89 Gotner, Marjoe: 90
Douner, Richard: 42 , 51, 52 Grahame, Gloria: 74
Dostoicvski, Fedor: 57 Grant, Cary: 4, 46
Doubleday, Frank: 82 Green, A.E.: 12
Douglas, Gordon: 52, 82 Greene, Lome: 90
Douglas, Ki rk: 23, 24, 33, 47 Greenstreet, Sidney: 48
Douglas, Sarah: 51 Gries, Tom: 61
Dracul, Vlad: 56 Griffith, David \Vark: 6, 7
Duryea , Dan : 47 Griggs, Loyal: 7 1
D uvall , Robert: 26 Guillermin, John: 82, 90, 91
Gulager, Clu: 48
Eastwood, Clint: 59, 62, 71, 75, 78, 79, 80, 81, 82 G uthrie Jr. , A.B.: 7 1
Elam, Jack: 81
Elliot, T. S.: 30 H ackford, Taylor: 41
Ellington, Duke: 7 Hackman, Gene: 52
Ellroy, James: 58 Hamer, Robe11: 47
Elvey, Maurice: 55 H ammett, Dashicll : 52
Endfiel d, Cy: 89 H annah, Daryl: 104
Englund, Robert: 59 Hanson, Curtis: 59
Ercoli, Luciano: 6 1 Hardy, Robin: 43
Esquilo: 65 H arlin, Renny: 22
Esterzhas, Joe: 11 3 Harlow, Jean : 12
Harris, James B.: 58
Fairbanks Jr., Douglas: 1O Harris, Thomas: 57
Felipe 11 : 19 H arrison , Rex: 47
Fellini , Federico: 30, 86, 87 Haskin, Byron: 2 1, 101
Ferrara, Abe!: 58, 59, 105, 11 4, 116, 11 7 Hathaway, Henry: 73, 89
Fields, W.C.: 50 H auer, Rutger: 103, 104
Ficnncs, Ralph: 85 H avi lland, O livia de: 19
Fincher, David: 62 Hawking, Stephen: 67
Finney, Jack: 105 Hawthorne , Natban iel: 94
Fisher, Terence: 62, 66 H ayward, Louis: 22
Fleder, Gary: 6 1 H awks, Howard: 8, 15, 16, 33
Fleischcr, H ermanos: 52 Haydcn, Sterling: 26
Fleischer, Richard: 33, 52, 56, 60, 72, 74, 110 H earst, \Vill iam R.: 52
Florey, Robert: 60, 62 H efliJJ , Van: 70, 7 1
Flynn, Jol111: 4 1 Hege l: 107
Foley, James: 11 7 He isler, Stuart: 74
Fonda, Henry: S I H ellman, Monte: 97
Fontaine, Joan: 4S H errero, Gera rdo: 6 1
Ford, Harrison: 95, 104 Herricr, Mark: 62
Ford, Jo hn: 75, 76, S I, 89, 90 H errington, Rowdy: 60
Forman, Milos : 9 7 H eston, Charlton: 90
Foster, Barry: 56 Hcston , Fraser: 41
Frakcr, \Vill iam: 76 Hickox, Doug las: 6 1,62
Francc, Anato le : 4 1 Hill , 1-lenry: 33
Francis, Anne: 104 Hill, James : 50
Franco, Francisco: 2S, 30 Hitchcock, Alfred: 46, 47, 48, 56, 57, 60, 62
Franco, Jess : 5, 37, 55, 62 Hitler, A dolf: 28, 56, 102
Frank, Jcss (vase Franco, Jess) Hjortsberg, \Vi ll iam: 4 1
Friedkin, \Vi ll imu: 42, 61 H oblit, Gregory: 63
Fuest, Robert: 5 1 H odges, Mike: 53, 103
Fulci, Luc io: 42, 61 Holiday, Bi lly: 7
Fullcr, Sam: 76, 8 1 Ho ll and, Tom: 60
Home ier, Skip : 8 1
Gable, C lark: 10, S9 Homero: 107
Garca, Andy: 34 H onda, lshiro: 91

~~~~ NOSFERATU 27
Ilopkins, Anthony: 58, 1 12 LaVcy, Anton: 43
Hopkins, Stephen: 92 Leary, Timolhy: 67
Hopper, Dennis: 84, 94, 97, 112 Leder, Mimi: 92
Hopper, Tobe: 57 Lee, Christopher: 35, 36, 37, 42, 43, 53
Horton, Peter: 60 Lee, Rowland V.: 19
Hossein, Robert: 61 Lciber, Fritz: 43
Howard, Frank: 6 1 Leonard, Brett: 63
Howard, Lcslie: 16 Leone, Sergio: 77, 78, 79, 80, 8 1, 82
Hughes, Howard : 15 Leone, Vincenzo: 78
Hughes, Richard: 22 Leroux, Gastan: 57
Hurt, Willliam: 95 LeRoy, Mervyn: 10, 90
Hu ~on , John: 8, 47, 89 Levin, Ilcnry: 89
Levin, Ira: 42, 67
Ib11ez Serrador, Narciso: 62 Levinson, Barry: 39
Iglesia, Alex de la: 44, 62 Lcwis, Jerry: 37,51
lhnat, Stevc: 48 Lewis, Joseph: 81
lngram, Rex: 42 Lewis, Julielle: 38
Irons, Jeremy: 11 2, 113 Linn, Jeffrey: 12
Isaac, James: 63 Liotta, Ray: 38
lshikuma, Katsumi: 77 Little, Dwight H.: 62
l ves, Burl: 48 Litvak, Anatole: 10
Lloyd, Frank: 48
Jackson, Mick: 90 Locke, Sondra: 62
Jackson, Peter: 63 Logan, Joshua: 76
Jann ings, Emil: 40 Lorde, Andr de: 68
Janowitz, Hans: 68 Lorre, Peter: 30, 47, 57, 60
Jaque, Christian: 60 Losey, Joseph: 23, 24, 6 1
Jarmuseh, Jim: 78 Louri, Eugcne: 8 1, 9 1
Johnson, Ben: 7 1 Lovecraf, H.P.: 52, 104
Johnson, Samuel: 23, 24 Lubin, Arthur: 62
Jobnson, Tor: 102 Lubitsch, Ernst: 46
Jong, Ate De: 4 1 Lucas, George: 53
Juana de Arco: 43 Lucas, Henry Lee: 56, 57
Julian, Rupert: 62 Ludwig, Edward: 9 1
Lugosi, Bela: 5, 36, 48, 64
Kargl, Gerald: 6 1 Lustig, \Villiam: 60
Karloff, Boris: 5, 28, 30, 35, 36, 37, 39, 43, 68 Lynch, David: 63, 103 , 112
Kastle, Leonard: 6 1 Lynch, Paul: 62
Kaufman, Philip: 78, 87 Lyne, Adrian: 62
Kazan, Elia: 7 1
Keaton, Diane: 11 7 Maas, Dick: 63
Keighley, William: 20 Mackcudrick, Alexander: 19, 22
Keitel, Harvey: 39, 11 3 MacMurray, Fred: 10
Kenton, Erle C.: 66 Macready, George: 24
Keshner, lrvin: 60 Madrid, Jos Luis: 60, 6 1
Kiel, Richard : 5 1 Madscn, Virginia: 11 7
Kikoine, Gerard: 60 Mal ick, Terence: 61
King, Henry: 19, 20, 4 8, 8 1 Malkovich, John: 111 , 11 2
King, Stephen: 4 1, 42 Mamoulian, Rouben: 5 1
Kinski, Klaus: 55, 80, 82 Mancini , Heury: 71
Klimovsky, Len: 5 Mankiewicz, Hennan: 49
Koontz, Dean: 44 Mankiewicz, Joseph L.: 47, 49
Korda , Alexander: 84 Mann, Anthony: 47, 8 1
Kotcheff, Ted: 62 Mann , Michael: 57
Koteas, Elias: 11 7 Manson, Charles: 42, 43, 56, 61
Kowalski, Bemard : 90 Mantegna, Joe: 114
Kubrick, Stanley: 23, 24, 25, 26, 98, 99, 104 Manz, Alf (vase Manzano, Alfredo)
Kurten, Peter: 57 Manzano, Alfredo: 4
March, Fredric: 5 1
Ladd , Alan: 70, 7 1 Margheriti, Antonio: 80, 82
Lafa, John: 78 Marin, Edwin L.: 62
LaLoggia, Frank: 41 Marshall, Gcorgc: 89
Lambert, Jack: 8 1 Marshall, Herbert: 46
LaMotta, Jack: 39 Martn, Strother: 48
Landau, Martn: 48 Martuez Lzaro, Emilio: 60
Landis, Jolm: 60 Marvin, Lec: 26, 73, 74, 75, 76, 8 1, 93, 11 O, 112
Landr, Henri Desiree: 56 Mason, James: 46, 48
Lang, Fri tz: 47, 57, 72, 74 Massey, Raymond: 84
Lange, Jessica: 98 Maslroiann i, Armand: 6 1
Langella, Frank: 4 1, 44 Mastroianni , Marcello: 87
Laughton, Charles: 20, 2 1, 47, 48, 60, 66, 84 Matalon, Eddy: 62
Laurentiis, Dino de: 90, 91 Mat, Rudolph: 92

NOSFERATU 27IID
 Maugham, \Villiam S.: 42 Prez, Xavier: 62
Mayo, Archie: 11 , 16 Pcnault: 60
McDonald, Jeanette: 89 Petcrs, Jcan: 21
MciVIillan, Kenneth: 103 Petiot, 1\ larcel: 57
McNaughton, John : 57 Pet it, Chris: 11 6
McQuccn, Stcvc: 105 Petrarca: 94
Mlis, Georges: 40, 10 1, Pcvncy, J.: 17
Mengele, Joseph: 67 Philippc, Grard: 84
Meredith, Burgess: 48 Piccoli, Michel: 72
Men ick, Laurcnce: 43, 61 Pinochet, Aug usto: 28
Men itt : 43 Piquer, Juan: 62
Meyer, Em ite: 7 1 Pi stilli, Luigi: 80
Meyer, Nicholas: 60 Pi stone, Joseph D.: 33
M ikc ls, Ted: 43 Pitt, Brad: 111
Mi les, Sylvia: 42 Poc, Edgar Atan: 27, 28, 30, 36, 57
Milius, John: 53 , 78 Poc lvoorde, Benoit: 56
M illand, Ray: 29 Polanski, Roman: 22, 42, 56, 58, 61, 97
Millcr, Gcorge: 4 1, 99 Portman, Natalie: 95
Milo, Albert: 94 Potes, Alicia: 31
Milton: 4 1 Powell, Michacl: 56
Mitc hum, Robert: 47, 110 Pre minger, Otto: 48, 52
Modigliani , Amedeo: 83, 84 Price, Vincent: 27, 28, 29, 30, 31, 37, 47, 53
Mokac, Zakcs: 44 Proyas, Alex: 51
Moli na, Jacinto: 4 , 5, 43, 60 Prowse, David: 103
Moliner, Mara: 89 Pryce, Jonathan: 53
Moorc, Dcmi: 94 Puzo, Mario: 33
Moore, Mary Tylcr: 87
Moritani , Shiro: 90 Quany, Robert: 42 , 61
Morricone, Ennio: 79 Quincey, Thomas De: 11 2
Mortenscn, Viggo: 4 1, 117 Quinn, Anthony : 22
Mulcahy, Russcll: 62
Muni , Paul: 7, 8, 11 , 15, 17, 33, 75 Rafelson, Bob: 62 , 98
M unro, Caroline: 60 Raft, George: 1O, 15, 16, 75
Murnau, F. \V.: 40 Raimi, Sam : 51, 78
Rain, Douglas: 103
Naschy, Paul (vase Molina, Jacinto) Rains, C laude: 47
Nea me, Ronald: 92 Rais, Gilles de: 43, 56, 60
Newell, Mike: 33 Ramrez, Luis (vase Rincn, Luciano)
Newton, Robert: 21 Raskin, David: 7 1
Nichols, Mike: 99 Rathbone, Basil: 19, 44, 48
Nicholson, Jack: 4 1, 96, 97, 98, 99 Ray, Nicholas: 48
Nielsen, Leslie: 104 Raymond, Alex: 52, 53
Niro, Robert De: 38, 39, 41, 111 , 113 Rayney, Ma: 7
Noyce, Phillip: 56 Redford, Robert: 87
Reeves, Gcorge: 52
O ' Brien, Pat : 12, 14 Reinl , Harold: 80
O'Feeney, Sean Aloysius (vase Ford, Jolm) Renoir, Jean: 48
Oates, Wanen: 97 Rey, Fernando: 11 2
Obrow, Jc ffrey: 44 Reyes Catlicos, Los: 28
O ldman, Gary: 4 1, 93, 94, 95, 11 3 Richards, Julian : 43
O livier, Laurence: 109 Richelieu, Cardenal : 37
O lscn, Rolf: 80 Ricupeyrout, Jean-Louis : 78
Onnsby, Atan : 57 Rincn, Luciano : 4
Ossorio, Amando de: 5, 42 Ripstein , Arturo: 61
Oswa ld, Lee Harvey: 93 Robert i, Roberto (vase Leone, Vincenzo)
Robcrtson, Bob (vase Leone, Sergio)
Pabst, G. \V.: 55 Robinson, Andy: 11 2
Pac ino,AI:33 ,39,4 1, 111 , 11 4 Robinson, Edward G.: 6, 7, 8, 10, 11 , 15, 16, 17
Pakula, Atan J.: 87 Robson, Mark : 89
Palahnu ik, \V alter Jack (vase Palance, Jack) Rodrg uez, Robcrt: 53
Palancc, Jack: 26, 70, 7 1, 72 Roeg, Nicholas: 87
Pallenberg, Rospo : 62 Roosevelt, Franklin D.: 7, 1O
Palma, Brian De: 38, 60, 6 1, 62 , 11 3 Rose, Bemard: 63
Palminteri, Chazz: 11 4 Rosi, Francesco : 33
Parkcr, Atan: 41 Rota, Nino: 22
Parolini, Gianfranco: 82 Roth , Tim: 114
Patton : 25 Ruben , Joseph: 58
Paulsen, David: 62, 63 Rush, Richard: 62
Pcck, Grcgory: 67 Russell , C huck: 5 1, 105
Peckinpa h, Sam: 48 Russcll , Kurt: 82
Peeters, Barbara: 92 Ruth , Roy de l: 62
Penn, Sean: 11 3 Ryan , Robert: 75

e~NOSFERAT U 27
Sabatini, Rafael: 19 S uthcrland, Dona Id: 85 , 86, 87, 105
Salomon, Mikae l: 89 Sydncy, Silvia: 74
Salvo, Albert De: 56, 60 Szwarc, Jcannot: 91
Sahni, Albert: 8 1
Sambrell, A Ido: 80 Takacs, T ibor: 63
Sanders, George: 20, 44, 47, 52 Tnmahori , Lee: 89
Sands, Julian: 4 1 Tarantino, Quentin: 39, 78, 11 O, 113, 114
Sangster, J immy: 55 Tate, Sharon: 6 1
Sasdy, Petcr: 55 Taylor, Don: 42
Saul, Peter: 65 Thatcher, Torin: 22
Savini , Tom: 68 Thiele, Rolf: 60
Sehaffner, Franklin J .: 25, 67 Thompson, J. Lee: 62, 9 1
Sehcnke l, Cnrl : 62 , 63 Topper, Burt: 48, 60
Schlesinger, John : 87 Tourneur, Jacques: 19, 42, 48
Schnabel, Julian: 84 Towsend, Bud: 62
Schoedsack, Ernest B.: 89 Tracy, Spence r: 90
Schumacher, Joel: 52, 58 Troe ll , Jan: 90
Schwarzenegger, Arnold: 39, 52, 80 Tmffaut, Fran;:ois: 59
Scorsese, Marti n: 33, 39, 58, 62, 78, JI O, 11 3 Tuggle, Richard: 61
Scott, George C.: 25 Tumcr, Kathleen: 62
Scott, Ridley: 25 , 92, 104 Turtuno, John: 11 4
Sears, Frcd S.: 1O1 Tuttle, FranJe 16
Sede r, Rufus Butler: 62
Segura, Santiago: 63 Ulmer, Edgar G.: 22, 43
Sell ier, Charles E.: 63 Uslinov, Peter: 48
Serato, Massimo: 22
Shadyac, Tom: 62 Vajda, Ladislao: 61
Shakespeare, \Vi lliam: 30, 46, 106, 107, 109 Valacchi, Joe: 33
Shapiro, AJan: 62 Valcarenghi, Edwige: 78
Shea, Katt: 62 Valentino: 16
Shelley, Mary: 19, 35, 65, 66 Va lerii, Tonino: 82
Siciliano, Mario: 82 Vampira: 102
Siegel, Don: 6 1, 76, 105, 110 Van C leef, Lee: 78, 80, 8 1, 82
Sil va, Henry: 8 1 Van Dyke, \V.S.: 89
Silverstein, Elliot: 63, 76 Van Gogh, Vincent: 81
Singer, Alexander: 82 Veidl, Conrad: 37
Siodmak, Robert: 22, 60 Ventura, L ino: 83, 84
Sirk, Douglas: 7 1 Verhoeven, Paul: 42, 52, 58, 92
Skal, David: 65, 68 Ve me, Jules : 53, 66, 10 1
Slater, Christian: 95 Vicious, Syd: 94
Smiley, Joseph \V.: 66 Vidor, Charles: 17
Smith, Bessie: 7 Vidor, Ki ng: 8 1,84
Smith, Dick: 68 Vohrer, Alfred: 62
Soavi, Michele: 43, 6 1 Volo nt, Gian Mara : 80
Somtow, S.P.: 44 Von Sydow, Max: 41 , 103
Sonne nfel d, Barry: 52 Von Thyssen, I3aronesa: 82
Soutendijk , Rene: 42
Spacey, Kevin: 111 , 11 4 \Valas, Chris : 68
Spielberg, Steven: 78, 9 1 Waleran , Bice (vase Valca reng hi, Edwige)
Spottiswoode, Roger: 62 Wa lkcn, Chri stopher: 41 , 115, 116, 11 7
Stalin, Jose f: 56 Wa ll ace, Edgar: 57
Stallone, Sylvester: 80 \Va ll acll, Elli : 52, 78, 80
Stamp, Tere nee: 5 1 \Va lsh, Raoul: 7, 8, 12, 16, 17, 21 , 48, 74, 8 1
Stanley, Richard: 78 \Va lton, Fred: 56, 62
Steele, Barbara: 30 Warhol, Andy: 84
Ste ffen, Anthouy: 80 \Vaters, Jolm : 6 1, 62
Ste iger, Rod: 33 \Vayne, Jolm: 5, 7 1, 76, 79
Sternberg, Joseph Von: 7, 8, 9, 1O, 11 Wcbb, Clifton: 47
Stevens. Gcorge: 7 1 \Vedekind, Frank: 55
Stevenson, Robert L.: 37, 5 1, 57,67 Weir, Pe ler: 24
Stewart, James: 79, 93, 94 Weiss, Robert K.: 60
Stoker, Bram: 33, 37, 94 Weisser, Thomas: 77
Stoltz, Eric: 11 7 \Velles, Orson: 29, 46, 58, 62, 109
Stone, Oliver: 93 \Vellman, \Villiam: 1O, 11
Stone, Sharon: 58 Wells, H.G.: 60, 66, 101
Stonnare, Peter: 114 \Vendkos, Paul: 43
St ra nge, Glenn: 5 \Vestlake, Donald: 58, 62
Strasberg, Lee: 39, 95 \Vhale, James: 35, 66
St reep, Meryl: 11 6 Widden, Gregory: 41, 11 7
Sturges, John: 8 1 Widmark , Richard: 75, 93
Sullivan, De: 30 Wicderhorn, Ken: 61
Summers, \Va lter: 62 \Vilde, Brandon de: 70, 7 1

NOSFERATU 27
Wildc, Oscn r: 30, 4 1, 5 1 \Voodward, Edward: 43
Wildcr, Billy: 10, 16,22 \Vors ley, Wall ace: 6
\Vi lder, W. Lee: 60
Wi lliams, Adam: 48 Y oung, Sean: 62
Wi lliamson, Kevin: 59, 63 Young, Victor: 71
Willis, Bmce: 92, 11 3 Yuzna, 13rinn: 58
\Vilson, Jim: 7 1
Winters, Shelley: 74 Zane, Billy: 4 1
Wi se, Robert: 81 Zbonek, Edwin : 55
Woo, Jolm: 78 Zinncmann, Fred: 73, 81
Woods, Edward: 11 Zito, Joseph: 62
\Voods, James: 112

NOSFE RATU 27

lndice de pelculas
A 1/igh ll'iud fu Jamaica (vase Viento en las velas) Al C/ose Range (vase Ho mbres frente a frente)
A la caza: 61, 112 Atila, r ey de los hun os: 71
A Nigllllnare On E/m Street (vase Pesadill a en Elm Stteet) At r accin fatal: 62
A quem arr opa : 76 Atrapa a un ladrn: 46
A sangre fra: 6 1 Atrapado por s u p asado: 114
Abhot Aud Coste/lo Mee/ Frankeusteiu (vase A bbot y Attack!: 25, 71
Costcllo contra los fantasmas) A venturas de John Sil ver: 21
Abbot y Costello co ntra los fanta smas: 5
Abierto h asta el amanecer: 53 Bad Lw1ds (vase Mala s tier r as)
abogado del diablo, El: 62 Bad Lieutcnant: 114
abominabl e doctor Phibes, El: 51 Ba rba Azul (1951): 60
Abomi11able Doctor Phibes, The (vase abominable doc tor Ba rba Azul ( 1972): 60
Phibes, El) Barbe Blue (vase Barba Azul , 1951)
Ace Ventura, Pet Detective (vase Acc Ventur a, un Barbe Blue (vase Barba Awl , 1972)
d et ec tive difere nte) Barquero (vase Forajidos d e Ro Bravo)
Acl" Ventura , un detective diferente: 62 Basic Instint (vase In stinto bsico)
Acosada: 56 Basquiat: 84, 94
Addiction, The: 116, 11 7 Batman: 50, 51, 52, 98, 99
A(hen/1/res Of Robiu Hood (vase Robn de los bosqu es) Batman Fore1er (vase Batman y Robin)
Advise Aud Cousent (vase Tempestad sobre Washington) Batman Retums (vase Bat ma n vuelve)
Ag:rra me ese va mpiro: 37 Batman vuelve: 53
Ag:rrame esos fant as mas: 63 Batman y Robin: 52
Agente especial: 8 1 Beast From 20.000 Fa th oms, The (vase mon stru o d e
agente secr eto, El: 47 tiemp os r emotos, E l)
Ai r Force One: 95 Bib/e, The (vase Biblia, La)
Al borde de la locura: 60 Biblia, La: 89
Al este de J ava : 90 Big Combo, Th e (vase Agente especial)
Al filo de la sos pecha: 11 3 Big Heat. The (vase soborn ados, Los)
Al rojo vivo: 8, 14, 16, 17, 48, 110 Big Knife, Th e: 7 1
Alex In IJ!onder/a/1(/ (vase fabulo so mundo de Alex, E l) Big Red One. The (vase Uno rojo: divisin de choque)
Afien (vase Alien , el octavo pasaj ero) Big S!,y, The (vase Ro de sangre)
Alien, el octavo pasajero: 92, 102 , 104 8/ack Bird, The (vase l\laldad encubierta)
Alien 3: 92 Block Cat, The (vase Satans)
Al/ About E1e (vase Eva al desnudo) Black Scorpion, The: 91
Alguien vol sobre el nido del cuco: 96, 97 Black Sll'an. Th e (vase cisne negro, El)
amant es de i\lontparnasse, Los : 83, 84 Black ll'idoll' (vase caso de la viuda negr a, El)
Amazing Dr. Clitterhouse, The: 10, 17 B/ackbeard, tire pimte (vase pirata Barba negra , El)
Ama=oll Jl'om eu Ou the Moon (vase Amazon as en la B/ackbird, The (vase l\Ialdad encubierta)
lun a) Blackout (Vrtigo morta l)
Amazonas en la lun a: 60 Bladc Runn er: 103, 104
Amen aza en la sombra: 87 Blob, T hc ( 1958): 105
Amor a quenHuTopa: 94, 95 Blob. The ( 1988) (vase terror no ti ene forma , El)
Amor inmortal: 94 Blood Orgy Of the She Devils: 4 3
Ams terdamued (vase A m st erdamned , mi s t er io en los B/oody Birthday (vase C umplea os sa ngriento)
ca n ales) Blue Ve/vet (vase T erciopelo azul)
Amsterd:unn ed, misterio en los ca nales: 63 Body Snatchers: 105
Anderson Tapes, The (vase Supergolpe en l\lan hattan) bosque t>etrificado, El: 16
ngel de venganza: 59 Boston Stmngler, Th e (vase estran gulador de Boston, El)
A11gel Heart (vase coraz n del ngel, El) Brain From Planet Arous, The: 102
Angels Whith Dirty Faces: 10, 12, 13, 17 Brain Sean (vase Ju ego mor tal)
Angst: 6 1 Bmm Stoker's Dracu/a (vase Dr:cu la de Bram Stol<er )
Aune Of the ludies (vase muj er p irata, La) Bramtlos. Tir e (vase vengador sin piedad, El)
Annie Hall : 11 7 Brid e Of tbe i\Io nster: 64
Apoca lyt>se Now: 26 Bronx Tale, A (vase historia del Bronx, Una)
April Fool's Day: 62 Brotherhood, Th e (vase i\ l afia)
Aq uarius: 61 br uj as de Eastwick, Las: 4 1, 99
Armageddon : 92 br uj era a travs de los tiempos, La: 40
ascensor, El: 63 Biichse Der Pandora. Die (vase caja ele Pa nd ora, La)
Asesinato por decreto: 60 bueno, el feo y el m alo, El: 78, 80, 8 1, 82
asesi natos de mam:l, Los : 62 buono, il bmllo e il cattivo. 11 (vase bueno, el feo y el
asesino d e Dsseld orf, El: 61 mal o, El)
asesino d e mujeres, El: 60 Burn, Witch, Burn: 43
asesino de Rosemary, El: 62 Buscando mi destin o: 97
asesino de tontos, El: 6 1
Asesino del m:\s all:\: 63 C'em 111w volta illl'est (vase Hasta qu e ll eg su hora)
:1Sesino invisible, El: 63 C'est arriv ;res de chez vous (vase Ocurri cer ca d e su
asesino tras la m:\scara , El: 62 casa)
asesinos de la luna de miel, Los: 61 Caballero del diablo: 4 1

NOSFERATU 27 IJJ
cabo d el mi edo, E l: 38, 39, 62 conversacin, La: 86
cabo d el terror, El: 62, 111 Comersation, The (vase conversacin , La)
caja de Pandora, L a: SS Cop (vase Cop, con la ley o sin ella)
Ca lm a tota l: 56 C op, con la ley o sin ella: 58
Cnndymmr (vase Candyman, e l dominio ele la me nte) Copycat: 62
Candyman, el dominio de la mente: 63 coraz n de l ngel, E l: 41
Cape Fear ( 1962) (vase cabo del te rror,E I) Corridors Of Blood : 37
Cope Fear ( 1991) (vase cabo d el mi edo, El) Cortina de humo: 38, 39
Capit n Apache: 82 Cosa, La: 1OS
capitn Blood, E l: 18, 19, 20 Couch, Tire (vase C rimen a las siete)
capit:\n K idd , E l: 18, 19, 20, 2 1 Crash : 69
Capwin Apache (vase Capitn A pac he) Crea11tre From tir e 8/ack Lagoon (vase muj e r y e l
Captain Blond (vase capitn Blood, El) m onstru o. La)
Captain Kidd (vase cap it n Kidd , E l) C r eeping Flesh, The: 37
Car, Tire (vase asesino in visible, E l) Oime et clratiment (vase Cri me n y castigo)
carabina de pl a ta, La : 80 Crimen a las siete: 60
Carlito's ll'ay (vase Atrapa do po t su >asado) Crimen y castigo: 62
Carric: 42 crmenes d e Pctiot, Los: 61
eart cro sie mpre llama dos nces, E l: 98 crmenes d el museo d e cera, L os: 28, 62
Casino: 113 crmenes del musco, l os: 62
caso de la viuda negr :1 , E l: 62 Crimson PirMe. Tir e (vase temible burln, El)
caso de Lucy Harbiu, E l: 62 cripta e 1'incubo, La (vase maldicin de los Ka ru stein ,
castcllo de morti vivi, 11: 37 La)
Cat Bol/ou (vase ingen u:1 explosiva, La) Crow, Tire (vase cuervo, El, 1994)
Col On A Hot Tin Roof (vase ga ta sobre el tej ado de zinc, Cruising (vase A la caza)
La) Cruslr, Tire (vase Veneno en la piel)
C:ll Women Of the i\l oon: 102 C uand o los mundos chocan: 92
Catclr A Tlrief(vase Atr:1pn a un ladrn) cuarto h o mbn~, E l: 42
Cnyo Latgo : 8, lO cuer vo, E l ( 1962): 29, 30
Cazado d e foraji dos: 81 cuer vo, El ( 1994): S 1
cazador, E l: 39, 115, 11 6, //7 C uestin de sangr e: 11 4
cebo, E l: 61 C umplea os sa ngrie nto: 42
centineln , La: 42 Cu rse Of Franken s tein, Tir e (vase maldicin d e
C hacal: 11 3 Fra nkc nste in, La)
c haqu eta tuet:llica, La: 25 Curse Of the Crimson Altar (vase m aldicin del a ltar rojo,
C he: 72 La)
c hicos del mafz, Los: 42 Cutting C lnss : 62
Clrild's Play (vase l\lucco diablico)
Children Of tire Corn (vase chicos del maz, Los) Damien, Tire Omen 11 (vase m aldicin de D nmie n, La)
China Gate: 8 1 Dante's Peak (vase pueblo lla m ado Dante's Peak, Un)
C hina town: 97 Dnrk Pl r~ccs : 37
Clrinatown Nigl11s (vase fronter a d e la mncrte, La) Darklauds: 43
C hristiue: 63 Darkmnu : S I
C icln: 90 Danson C r eek : 63
C inco muecas pa ta la lun a de agosto: 6 1 Doy Of tire Locust, Tir e (vase Corn o plaga de la ngosta)
Cinque bambole per la luna d'agosto (vase C in co muecas Da y t he World E ud cd, The: 102
para la luna de agosto) Dead Ca/m (vase Ca lma total)
cisne negro, E l: 18, 19, 20 Dead i\l a n: 78
Cilizen Kmre (vase Ciudadano Kane) Dead Ringers (vase Insep a rables)
C itizen X: 6 1 Dead Zone, Tire (vase zona mue rta, La)
C it)' Of the Dead : 37 Deatbmaste r, T he: 42, 6 1
C iud adano Ka ne: 49 Decp lm paet: 92
clan d e los irla nd eses, El: 94 , 113 Deer Hu/1/er (vase cazado r , El)
Cdigo del ha mpa: 76 Demon Kniglrt. Tales From the O)'pt (vase Caba ll ero d el
co leccionista d e ama ntes, El: 6 1 d ia blo)
Co legia las viola das : 62 d emonios de la noche, Los: 92
colo de la noche, E l: 62 Dentisl, Tire (vase dent ista, El)
Color Of Nig/11 (vase co lor de la noc he, El) d entista, El: 58
coloso en lla m as, El: 90 Depred ador: 102
Comando: patos sa lvajes: 82 Dcr a ngcd: 57
Como plaga de la ngosta: 87 desafo de l b falo blr~n co, E l: 9 1
C on fa ldas y a lo loco: 16 d esafo, E l: 89
Con la muerte en los t alones: 46, 48 Desbocado: 61
Conan tire Barbaran (vase Cona n, el brbaro) d esprecio, El: 72
Con a n, el b:\rbar o: 53 Desvo al paraso: 6 1
Concierto macabro: 62 Devil Al 4 O'Ciock (vase diablo n las cua tro, El)
co nde Drcula, El: 37 Devil Rieles O ut, T he: 42
Cndm, El: 82 Devil's Ad1ocale, Tire (vase Pactar co n el diablo)
Condor, El (vase Cndor, E l) Devil's Advocate, Tir e (vase abogado del dia blo, E l)
conquista del Oeste, La: 89 Devii-Ship Pirates, T he : 37
Consenting Adults (vase Dobles par cj:~ s) din d e furia, Un: 58

NOSFERAT U 27
dla de la ira, El: 82 E n la ln ea de fuego : 111 , 112, 113
da del fin d el mundo, E l: 90 E nd Of the World: 37
diablo a las cu at r o, E l: 90 endemo niada, La: 42
Diary Of A C/wmhennaid (vase i\Icmorias de una enemigo d(' las rubias, El: 60
d on cella) e nigma de otro mundo, El: 105
Die Ha}"(/ ll'ith A Vengeance (vase Jungla de cristal. La enjambre, El: 92
venga nza) rase una vez e n Am ~rica: 80
Dinero cado del cielo: 115, 11 6 Ercolc a l centro della terra: 37
Dirnenmorder Von London, Der: 55 esca lera de caracol, La: 60
Diny Dozen, The (vase Doce del patbulo) Escalofro en la noc he: 62
Dirty Hany (vase Harry, el sucio) Escape Frvm L. A. (v:tsc 2.013: l{escate en L.A.)
doble asesinato de la calle i\ l orgue, E l: 62 Escap e From New York (vase 1997: Rescate e n Nueva
Dobles parejas: 62 York)
Doc(' del patbulo: 75 Escape To Witch Mounta in (monta1ia em brujada, La)
Docks Of New )'ork. Th e (vase mueii ('S de Nueva Yotk, especialista, El: 1 12
Los) Estoy vivo: 42
doctor Fr:mkenstein, El: 66, 67 estrangulador d e Boston , E l: 56
D octor J eky/1 And Mis ter Hyde (va ~ e hombre y el ('St rangulndor de mujeres, El: 47, 60
mon struo, El) estrangulador de Rillington Place, El: 56
Doctor Petiot: 57 Estudio de terror: 60
Docto Terror: 37 Estudio en rojo: 62
Doctor X (vase doctor X, El) Eva al d('snudo: 44
doctor X, El: 68 Evilio: 63
Don ha muerto, E l: 33 Evilio vuelve. El purificador: 63
D on ls Dead. Th e (vase Don h a muerto, E l) Evilspeak: 42
Dun't Look Now (vase Amenaza en la sombra) Exorcismo: 42
Donnie Braseo: 33 Exorcist 11: Tite Heretic (vase Exorcista ll: el hereje)
Dono1an's Reef (vase taberna del irlands, La) Exorcist, The (vase exorcista, El)
Doorway to Hcll: 11 Exorcista ll: el hereje: 42
Dorado, El: 71 exorcista, El: 42
dos caras del doctor J ekyll, Las: 37 Exquisitas tern uras: 63
Dos en la carreter a: 71 Exquisite Tenderness (vase Exquisitas ternuras)
2.001: una odisea d el espacio: 69, 103 Eye Of the Needle, The (vase ojo de la aguja, El)
2.00 1: A Space Odyssey (vase 2.00 1: una odis ea del Eyes OfA Strangler (vase ojos de un extrao, Los)
es pa c io) Eyes Of Laura Ma rs (vase Ojos)
2.013: Rescate en L. A.: 82
Doub/e lndemnity (vase Perdicin) fabuloso mundo de Alex, E l: 87
Dr. G y su m:quina de bikinis, El: 30 Fnce Behind the Mnsk, Thc: 60
Dr. Giggles: 63 Fallen: 63
D r. Goldffot And the Bikini Ma chine (vase Dr. G y su Fallen Augels: 94
rn:quina de bikinis) Falling Down (vase da de furia , Un)
Dr. Goldfoot And thc G irl Bombs: 30 Falsa seduccin: 62
Dr. Jeky /1 And Mr. l~rde 1 Edge Of sanity (vase Al borde de fantasma de la calle i\lorgue, El : 62
la locura) fantasma de In p era, E l ( 1925): 62, 63
Dr. Strangelove Or How 1 Leamed To Stop TVonJing And fantasma d e In pera, E l ( 1943): 62
Lo 1e the 8 omb (vase Telfono rojo? Volamos l~:~cia fantasma de In pera, E l ( 1962): 62
i\Iosc) fantasma de la pera, El (1989): 62
Dr:\cula (1931 ): 48 fantasma del paraso, E l: 62
Dr:\cula ( 1958): 35, 36 Fargo: 11 4
Dr:\cula de Br:un Stoker: 93. 94 Fatal Atmction (vase Atraccin fatal)
Dressed To Kili (vase Vestida para matar) Faust (vase Fausto)
Drillcr Killer: 58 Fausto: 40
Du(')O de titanes: 8 1 Fear No Evil (vase Lucifer )
Duelo en el barro: 71 Fiend Witbout A Face, Tite: 102
Dune: 102, 103 Final Conjlict. The (vase final de Damien, El)
final de Damien, El: 42
... E Dio d isso a Caino (vase Y Dios dijo a C an) Flash G01don: 53, 103
E tomato sabata... lwi chiuso un'a/tra mita! (vase Texas Fluchtpunkt Berlin (vase Vuelo n Berln)
1870) F~, Th e (vase m osca, La)
Earth Ve r sus tite Flyi ng Snucers: 1O1 Forajidos de Ro Bravo: 82
Earthquake (vase Terremoto) Forbidden Planet (vase Plan eta pro hibido)
Easy Rider (vase Buscando mi destino) fotgrafo del pnico, El: 55, 56
Ed Wood: 30 Fountainhead, The (vase manantial, E l)
Elti. amico. c'e Sabaw.. . ltai cltiuso! (Vase Oro sa ngriento) Fmnkenstein (1931) (vase doctor Frankenstein, E l)
Eldora do (vase Dorado, El) Frankenstein (19 10): 66
Elephant fl'alk (vase se nd a de los elefant es, La) Freeway: 6 1
EmpHado del Norte, El: 76 Frenc/1 Connection (vase F r ench Con nect ion , co ntra el
Emperor Of tite North Po/e (vase Emperador del Norte, imperio de In droga)
El) Frc n c h C onnection, co ntra el imperio de In doga :
Empire Strikes Back. Tit e (vase imperio contraataca, E l) 11 2
En In cuerda floja : 6 1, 111 Frenes: 56

NOSFERATU 27 liD
 Fren=y (vase F ren es) Hombres de negro: 52, 102
Friday the 13th (vase Vier nes 13) H ombres frente a frente: 11 7
Frighteners, The (vase Ag rrame esos fant:~ s nw s) Homi cidio en prim er grado: 95
From Dusk Ti// Dall'll (vase Abierto hasta el anw nccet) Honeyrrroorr Killers, Th e (vase ases inos de la lu na d e
frontera de la muert e, La: 11 mitl, L os)
frusta e il co rpo, La: 37 Housc 111: 63
Fu// Meta l Jacket (vase ch aq ueta met: lica, La) Hou se of Ga mes: 114
fun er al, El: 114, 11 7 Ho11se Of Uslrer, Tire (vase hun dimien to de la cas a Ushcr,
Funeral, The (vense fun er al, El) El)
llo11se Of ll'ax (vase crmeucs del musco de cer a, Los)
C. l. J[me (vase ten iente O 'Neill, La) 1/ow tire IJ'est ll'as ll'on (vase conquista del O este, La)
gab inete del doctor C:~ li ga ri , El: 68 Human Morrster, Tire (vase oj os misteri osos d e L ondres,
Galli polli: 2 4 Los)
gata sobre el tejado d e zinc, L a : 48 humanid ad en peligro, La: 52
Geheimcode Jl'ildganse (vase Coma nd o: patos sa lvaj es) Humanoides del abismo: 92
Gente corriente: 87 Hrmrarruit!s From tire Deep (vase Human oid cs del abis mo)
Chost And the Dark11ess, The (vase dem on ios de la noc he, hundim iento de la casa Uslur, El: 29
Los) hu ndim iento d el Japn, El: 90
giomo del/'ira, 11 (vase da de la ira, El) Huuter : 57
Class Key, The (vase llave de cristal, La) Hurac:n: 90
Codfather, The (vase Padrino, El) Hurac: n sobr e la isla: 89, 90
Codzilla co ntra los mon struos : 91 Hrtrrica11e (vase Huracn)
Coodfe/las (vase Uno de los nuestros) 1/rtrricarre. Tire (vase Hu racn sobre la isla)
G r andes espera nzas: 38, 39 Hrmy Srurt!ow11 (vase noche d eseada, La)
Creat Day In the Afonring (vase pistola al am anecer,
Un a) 1 Died A T housand T imes: 74
Creat E.\pectatio11s (vase Grandes espe r a n z :~ s) 1 Drirrk Your 8/ood (vase Perros r abiosos)
Gr emlins 2, la nueva gener acin: 37 1 Krrow Wlra t l'o11 Did Las/ Srmrmer (v ase S lo que
Cremli11s 2, the New Batch (vase G r cmlins 2, la nu eva hic isteis el ltimo verano)
ge nCI'acin ) 1 Matlman (vase L ecturas diablicas)
guerra de las galaxias, La : 41, 53, 102, 103 /, Morrster (vase monstruo, El)
guerra de los mundos, La: 10 1 Impacto sbito: 59
Crmflght Al OK Corral (vase Duelo de titanes) imperio cont raataca, El: 41
Guya na, el crimen del siglo: 4 3 /11 Co/d Blood (vase A sa nfrc fra )
in tire Line Of Fire (vase E n la lnea d e fu ego)
halcn malts, El: 8, 17, 47 Inferno: 43
Halloll'een (vase n oche de Halloween, La) Infierno en el Pacfico: 76
Halloween 7: T hc Rcvenge of Laurie Strode : 63 ingenua explosiva, L a: 76
Hamlet: 36, 106 fnmorral Beloved (vase Amor Inmortal)
Hampa d or ada : 10, 11, 14, 15 Insep arables: 69
1/and That Rocks the Clad/e, The (vase m ano qu e m ece la Instinto bsico: 58, 11 2
cuna , La) intocables de Elliot Ness, Los: 39
Ha11ds Of the Ripper (vase manos del destripador, Las) invas in de los ladrones d e cuerpos, La: 105
Hmrgover Square (vase Co ncierto macab ro) invasin de los ultracuerp os, La: 87, 105
Ha td Rain: 89 l11 vasiorr Of tire Body Srratclrers (vase in vasi n d e lo s
HHry, el sucio: 6 1, 111 , 11 2 ladro nes d e cuerpos, La}
Hasta que lleg su hora : 78, 8 1 l11vasiorr Of tire Body Srrarclrers. Tire (vase in vas in d e los
Hiixarr (vase brujera a travs de los tiempos, La) ultracuer pos, La)
/le Krrows Yo11 Are Alo11e (vase Sab e que ests sola) isla de las almas perdidas, La: 64, 66
Heat: 39, 111 , 114 isla del teso ro, La: 18, 21
Hemerr 's Cate (vase puerta del cielo, La) isla misteriosa, La: 89
He// Jrr rlre Pacijic (vase Infi erno en el Pacfico) lslarrd Of tire Los/ Souls, Tir e (vase is la d e las a lm a s
Heltet Skelter : 61 p erdidas, La)
Helter Skelter i\ lurders, T be: 43 I t Conc1uered the World : 102
Hem:v. Portraif Of A Serial Killer (vase Henry, r etrato de /r's Ali1e (vase Estoy vivo)
un asesin o)
Henry, retrato de un ases ino : 54, 56, 57 Jack el d estripado.-: 55
hroe and a s uelto, El: 58 Jack el destripador d e Londres : 60
Hidewny (vase Asesino del m s all:) Jack the Ripper: 55
Higlr Noo11 (vase So lo nnt e el peligro) Jnck's Back: 60
1/iglr Sierra (vase ltimo r efug io, E l) Jackal, Tire (vase C hacal}
H ighway To Hell : 40, 41 Jack ie llrown: 38, 39
Historia d e un condenado: 8 1 Jagged Edge (vase Al filo d e la sospecha)
historia del Bronx, Una: 39, 114 Jaque al asesino : 62
Historias ex traordinarias: JO Jaws (vase Tiburn)
hombre d e la pistola d e oro, El: 36, 37, 53 Jans 2 (vase Tiburn 2)
hombre de las mil ca r as, El: 17 JFK (vase JFK, caso abierto)
hombre q ue ma t a Liberty Vala nce, El: 75, 8 1 JFK, caso abier to: 93
hotubre qu e saba demasiad o, El: 46, 47 jinete p lid o, El: 71
hombte y el monstruo, El: 5 1 Jormrey To Ce11ter Of tire Earrlr (vase Viaje a l cent ro de la
ho mb r e, el or gullo y la venganza, El: 80 ti err a)

:eNOSFERATU 27
J uego mortal : 4 1 Lulu: 60
Jungfi'ltkallan (vase manantial de la doncella, El) LuiI d e noche: 60
Jungla de cristal. La venga nza : 11 2, 11 3
Justino, un asesino d e la tercera edad: 58, 59 i\1: 61
M ad Bomber, The: 6 1
Kabinett Des Dr. Caligari, Das (vase ga binete del doctor 1\lafia : 33
Ca li gari, El) l\lagician, The: 42
l<a rate, el col! y el impostor, El: 82 Mains d'Orlac, Les (vase m anos d e Orine, Las)
Kccpet, Tbe: 37 !\Jalas ca lles: 33, 39
Key Larg o (vase Cayo L ar go) i\Jalas tierras : 61
Killer Behind the .llask, The (vase asesino tras la mscara, i\Jaldad encubierta: 6
El) maldicin de Dam ien, La: 42
Killers. The (vase Cdigo del hamp a) maldicin de Franl<enstein, La: 35, 36
Kinds Hearts Ami Coron ets (vase Ocho sent encias de maldicin de los K arustein, La: 37
muerte) maldicin del altar roj o, La: 37
King And Country (vase Rey y patria) Ma/tesse Fa/co n, Tire (vase halcn malts, El)
King of New York: 11 4, 116, 117 l\Ja n Fr om Pl anet X, T ite: 102
Kiss the G irls (vase coleccionista d e amantes, El) M an Of Tlwusand Fa ces. Tire (vase hombre d e las mil
Klute: 87 ca ras, El)
Knight Mo1 es (vase J aque al ases in o) i\lan Tltey Could Not Ha ng, Tite: 68
Krakatoa: East Of Ja va (vase Al este d e Java) Man 11'/ro Knew Too Mue/r . Tire (vase hombre cu e saba
demasiad o, El)
L. A. Conf1dential: 1 13 \Jan IV/ro Slrot Liberty Valance, Tir e (vase hombre qu e
Laberinto mortal: 87 mat a Liber ty Va la nce, El)
l:~drn en la alcoba, Un: 45, 46 Man IVitlr tire Golden Gun. Tire (vase ho mbre de la pisto la
Landr: 60 d e oro, El)
Landru (vase Landn) \/an ll'itlrout A Star (vase p rade r a sin ley, La)
largo adis, Uu: 11 4 man antial de la doncella, El: 60
Las/ Days Of P ompeii (vase ltimos d as d e Pompeya, nmnantial, El: 84
Los) 1\lanhattan Baby: 42
Las/ House Ou th e Left, The (vase ltima casa a la i\laniac: 60
izquierda , La) i\Janiac Cop 11 : 6/
Laughing Dead , T he: 43 ma no q ue mece la cuna , La: 59, 62
Laura: 7 1 manos de Orlac, La s: 37
l av:~dora asesina, La: 63 manos d el destripador, Las: 55
Lawless Breed , The (vase Historia de un cond en ado) Manpower: 16
Lecturas diablicas: 63 l\lanson: 43, 61
Legend: 41 i\lanson Supcrstar: 61
Lou (vase profesional, El) i\lanson's Family i\l ovies: 6 1
letra escarlata, La: 94, 95 Marie tait en noir, La (vase novia vesta de negr o, La)
Letzte Rill Naclr Santa Cmz, Der (vase shcriff implacable, l\Iars Attacks!: 52, 102, 103
E l) nuscnra de la muerte roj a, La: 27, 29
ley d e la hor ca, La: 81 msca r a, La: 5 1
Ley del hamp a, La: 8, 9, lO 1\I.A.S.H.: 85, 86
leyenda d e la ciudad sin nombre, La: 76 Mask. Tire (vase m scar a, La)
Lic ntropo: 4 Atasque Of tire Red Deatlr. Tire (vase m sca ra d e la muerte
Lieus de saug. Les (vase Laberinto mortal) r oja, La)
Life Without Soul: 66 Matador: 62
Lije Force (vase Life Force 1 Fuerza vital) matanza d e Texas, La: 57
Life Force 1 F uerz:1 vit :~ l : 102 matanza de T exas 111 , La: 57
Lift, De (vase ascensor, El) matanza del da d e Sa n Valentn, La: 33
Light Sleepers (vase Posibilidad d e escape) i\Iatar o no matar, ste es el problema: 31 , 62
li sta de Schindler, La: 85 Afean Season, Tire (vase Llam ada a un reportero)
Lilfle Caesar (vase H:1111p:1 dorada) \lean Streets (vase i\ 1alas calles)
Lilfle Odessa (vase Cuestin de sa ngr e) M-Eine Stadt Einen M order (vase vamp iro de Dii sseldorf,
Llam a un extrao: 56 El)
Lla mada a un r eporteto: 6 1 i\Iemor ias de un a doncella: 48
ll ave de cristal, La: 16 Men In 8/ack (vase Hom bres d e negro)
Lobo: 99 M eplristo Waltz. Tire (vase Sa tn, mon am our)
Loca/aire, Le (vase c1uim ri co inquilino, El) \fpris, Le (vase desprecio, El)
Lodger, Tire ( 1926) (vase enemigo d e las rubias, El) Aleteor (vase i\I cteoro)
Lodger, Tir e (1932) (vase vengador, El) i\leteoro: 92
Lodger, Tire ( 1944) (vase Jack el dest ripador) i\li di minuto asesino: 62
Lolita: 44 i\lil gritos tien e la n oche: 62
Long Goobye, Tir e (vase largo adis, Un) 1997: Rescate en Nueva York: 82
Long Jo/111 Si/ver (vase Aventuras de J ohn Silver) i\l illenium: 62
Lord Of 1/usions (vase seor de las ilu siones, El) /1/i//er's Crossing (vase i\ In erte entre las flor es)
Lost In Space: 95 l\Iirind as asesinas: 62
Lovc i\lc Or Leavc l\lc: 17 1\'loby Dick: 36
Lucifer: 41 momia, La: 37
Lucky Lucia no: 33 mongoles, Los: 71

NOSFE RATU 2 7 liD

 mongo/i, 1 (vase mongoles, Los) Orca, la ballena asesin a: 91
monja poseda, La: 37 Orca, tire Killing ll'hale (vase Orca, la ball ena asesina)
l\lonsieur Verdoux: 60 Ordina1y People (vase Gente corriente)
mons truo de tiemp os remotos, E l: 8 1, 91 Oro sang riento: 82
monstruo, El: 37 Other Si de of l\ladness, The: 61
montrtia embrujrtda, La: 37 Otlo e m e;zo (vase Ocho y med io)
Monte Walsh: 76
,\fontpamasse 19 (vase a mantes de i\lontp a m asse, Los) Pactar con el Diablo: 41
mosen, La: 69 padrastro, El : 58, 62
mostro di Franl<enstein, 11: 66 Padrino, E l: 32, 33
Mothra: 9 1 Padrino nr, E l: 34
i\loulin Rouge: 36 Paint Your Wagon (vase ley e nd a de la c iud ad sin
muchacha que saba demasia d o, La: 61 no mbre, La)
muelles de Nueva Yo rl<, Los: 9, 10 Pale Ritler (vase jinete plido, El)
l\luerte e ntre las n ores: 11 4 Panic In the Streets (vase P:\nico en las ca lles)
muerte te na un precio, La: 77, 78, 79, 80, 81, 82 Pnico en las calles: 71
l\lujer blanca soltera busca: 62 P aradine Case, The (vase proceso Paracline, El)
muj er del c undro, El: 47 pasajeros del tiempo, Los: 60
muj e pi r ata, La: 18, 19, 2 1 Pascual Duarte: 62
muj er y el monstruo, La: 92 pasin ciega, La: 16
l\lultiple l\Ianiacs: 61 Paths Of GloiJ' (vase Senderos de gloria)
l\luiieco diablico: 60 Patton: 25,
\/urder By Decree (vase Asesinato pm decreto) Peeping Tom (vase fot g rafo del p: ni co, El)
Alurcler In the First (vase Homicidio en primer g rado) Penalty, The: 6, 7
Murclers In the Rue Morgue (vase dobl e asesi nato de la pndulo d e la muerte, El: 29, 30, 31
calle l\ l or g uc, El) Pennies From Hem e11 (vase Dineto cado del ciclo)
l\lusl<eteers of Pig A lley, Thc: 6, 16 Per qua/che dollare in pil (vase muerte tena un precio,
\futiny On tl1e Boull/y (vase Rebe li n a bordo) La)
Mysterious i slam/ (vase isla misteriosrt , La) Per un pugno di dollari (vase Por un puiado d e dlares)
\/ystel:> O.f the Wax Museum, The (vase crmen es del Perdicin: 1O
museo, Los) Perdita Ou rango: 44
Pero, cui n mata a los g randes chefs?: 62
Needjitll 'l11ings (vase tiend a, La) Perros r abiosos: 43, 6 1
Night Angel: 42 Perturbado: 63
Nigh t l\l onster , The: 62 Perversidad: 4 7
Night Mo1es (vase noche se mueve, La) Pesa dilla en E l m Street: 5 1, 59, 60
Night Of The Demon (vase noche del de mo nio, Lrt) Petrijied Forest, The (vase bosque pctriOcado, E l)
Nig ht of the Eagle (vase Burn, Witch, Bnrn) Phmrtom Of the Opera, The (1925) (vase fan tasma de la
Niglll Of the Hrmter, The (vase noche del cazador , La) pera, El, 1925)
Nightmarc In Wax: 62 Plrantom Of tl1e Opera, Tl1e ( 1943) (vase fanta sma de la
Nil By l\ louth : 95 per a , El, 1943)
noche de H:~lloween , La: 51 , 59 Plrmrtom Of the Opera, The (1 962) (vase fanta s ma d e la
noche de los mil gatos, Lrt: 60 pera, E l, 1962)
noche de W a lpurgis, La: 5 Phmrtom Of the Opera. The (1 989) (vase fantasma de la
noche del c:uador, La : 47, 60 pera, El, 1989)
noche del demonio, La : 42 Phantom Of the Paradise (vase fanta sma del paraso, El)
noche drsrada, La: 48 Plrantom Of the Rue Jlforgue. The (vase fanta s m a de la
noche se mueve, La: 114 calle l\ lorguc, E l)
Noc he s ilenciosa, nochr sa ngrienta: 6 3 pirata Barba negra, E l: 18, 2 1, 22
North By Northll'est (vase Co n la muerte en los talones) Pirates of Blood River, The: 37
Novecento: 85, 86 Pira tes Of Capri, T he: 1S, 22
novin vesta de negr o, La : 59 pistola a l aman ecct, Una : 48
Nutty Professor. The (vase profesor chinado, El) Pit And the Pendulum, The (vase pnd ulo de la muerte,
El)
Objcti\'O: matar: 82 Plan 9 From Outer S pace: 102
obsesin, La: 29 Planeta pi'Ohibido: 104
Ocho se ntencias de muerte: 47 Play Mis ty ForMe (vase Esca lofro en la noche)
Ocho y medio : 87 poder de la sang re de Or:cula , El: 36
Ocurri cerca de su casa: 56 Point Blank (vase A quemarropa)
Ogmmo p er se (vase profesionales del oro, Los) Poison hy: 62
ojo d e la aguja, El: 85, 86, 87 Popcorn: 62
Ojos: 60 Por la senda ms dura: 82
ojos de un extraio, Los : 61 Por un pmiado de dlares: 78, 80, 8 1
ojos misteriosos de Londres, Los : 62 l>osibilida d de escape: 1 14
ojos mu ert os de Londres, Los: 62 Postman Always Rings Twice, Tir e (vase cartero siempre
Omen. The (vase Profeca , La) llama d os veces, El)
Once Upon A Tim e In America (vase r ase una vez e n pradeta sin ley, La: 81
Amrica) I)I'Ccio del podet, El: 11 4
One Flew Over the Cuckoo's Nest (vase Alguien vol sobre Predator (vase Depredador)
el nido d el cuco) Premature Buria/, The (vase obses in , La)
On e i\ l ore Time: 37 proceso de las brujas, El: 37

~JNOSFERATU 27
proceso Para clinc, E l: 48 Scarlell Street (vase Perversidad)
P.-ofeca, La: 42, 43 Schiud/er's U st (vase lista d e Schindler, La)
profesion al, El: 95 Schlaugembe Uud das Pende/, Die (vase torment o d e las
profesio n nles, Los: 7 5 trece don cell as, El)
profesionales d t'l oro, Los: 80 Schramm : 61
profesor chillado, E l: S1 Screa m 2: 63
Professionals, The (vase profesionales, Lo s) Scr t>amplay: 62
Profilcr: 62 Scream. Vi gila quien llama: 59
Profondo Ros.w (vase Rojo oscuro) S lo que hic isteis el lltim o ve rano: 63
Profundo ca rm l's : 6 1 Sea Hawk, Tht>: 18, 19, 20
Prom Nig ht: 62 Secret Agent (vase agt>nte sec reto, El)
Prophccy, Thc: 41 , 11 7 sec r etos de la Cosa Nostrn, Los : 33
Psicpata: 63 secta , La: 43
psicpata, F:l : 62 segreti de la Cosa Nos/m, 1 (vase sec r etos de la Cosa
Psicosis: 56, 57 Nost ra, Los)
Psyclto (vase Psicosis) Sei dou ne per /'ossossiu o (vase S eis mujeres para e l
Psychopnt/1, The (vase psicpata , El) asesino)
Public E nemy, The: 10, 11 , 12, 13, 15 Seis muj eres pa ra el a sesino: 6 1
pueblo llamado Dante's Peak, Un: 89, 90 semilla del diablo, L a: 42
me rla del ciclo. La: 117 senda d t> los elefa ntes, La: 89
Pulp Fictio n: 114 Senderos de gloria: 23, 24
Sentine/, 11w (vase centi nela, La )
Q-The rl'inged Serpent (vase serpiente voladora, La) seo r de las ilusiones, E l: 42
Quccn Kong: 91 Serial Mum (vase asesinatos de mam , Los)
Quin sobe? (vase Yo soy la r evolucin) Serpent Al/(/ rile Rainbow, Th e (vase Sl'l'pieute y t'l Ar co
quimri co inquilino, El: 56 Iris, La)
quinto elemento, El: 53, 95 serpit>ntt> voladora, L a: 43
serpiente y e l AtTo Iris, La: 44
rogozzo che snpem troppo, La (vase mu chacha que saba Servants Of the Twilight: 44
d emasiado, La) sella. Lo (vase secta, La)
Raging Bu// (vase Toro sa lvaj e) Seven: 62, 111, 11 3
Races profunda s: 70, 7 1, 72 Slwdow OfA Doubt (vase sombra de una dud a, La)
Rampnge (vase Desbocado) Slwne (vase Races profundas)
Ra1en, The (vase cuervo, E l, 1962) she riff implacabll', El: 80
Rebeca: 48 Sllining. The (vase resplandor, E l)
Rebeccn (vase Reb t'ca) S/10cker (vase Shockcr, 100.000 volt ios de te rror)
Rebel RousHs : 97 S hockcr, 100.000 voltios de terror: 63
Rebelin a bordo: 48 S/10oting. The (vase ti rot eo, E l)
r edada, La: 9 Sicilirm. The (vase sicili a no, E l)
Rejlection Of Feor, A (vase re fl ejo del miedo, Un) siciliano, El: 33
teflejo del miedo, U n: 62 Sid Aud Nnncy (vase Sid y Na ncy)
Refrgcrator, The: 63 Sid y Naney: 94
Rembrandt: 84 Silence O.f the Lambs, The (vase silencio de los cotderos,
Repulsin : 58 El)
Repulsion (vase Repulsin) sile ncio d e los corde ros, E l: 57, 58, 60, 11 2
Rcscn oir Dogs: 1 14 Silent Nig ht. 8/oody Nig/11 ( 1973) (vase Noche silenciosa,
residencia, La: 62 noche sang rienta)
tesplaudor, El: 96, 98 Silent Nig ht , Deadly Nig ht: 63
tetomo d el Jedi, El: 103 Sin Of the Pagan. Th e (vase A tila, rey de los hunos)
Relllm Of the Jedi (vase retorno del J edi, El) sindro me di S tendhal, La: 61
Rey y pat ria : 24 Slirer (vase Acosada)
Ricochet: 62 S mart i\loncy: 12
Ridc Loncsome: 8 1 S niper, T he: 60
Ro de sang re: 7 1 sobornados, Los: 74
Roaring Twenties, T he: 13, 14, 17 Sodom A/1{1 Gomorra/1 (vase Sodoma y Gom orra)
Robn de los bosq ues: 20, 44 Sodoma y Go mor ra: 89
Robot i\ lonstcr: 103 Solo a ntt> el peligro: 81, 82
Rojo oscuro: 61 sombra de una duda, La: 58
Rosemm)"s Baby (vase semilla d el diablo, L a) Some Like Ir 1/ot (vase Con fald as ~ a lo loco)
Rosemary's Ki/1er (vase asesino de Rosemary, El) Someone ls Watchin g Me: 56
Sospecha: S8
Sbado trgico: 74, 11 O Sospechosos habituales: 110, 11 3, 114
Sabt' que ests sola: 6 1 S pawn: 49, S 1, 52
San Francisco: 89, 90 Speciolist. Tl1e (vase especia lista, El)
Satn, mon amour: 43 Speed (vase S p eed, mxima potencia)
Satan s : 43 Specd , mxima potencia: 112
Scmfnce (vase precio del poder, El) Spiml Staircase, The (vase escalera d e caraco l, La)
Scarface, l'l tetTot del hampa: 8, 10, 12, 15, 33 St. Jln/entine's Doy Massncre (vase ma tan za d t>l da de Sa n
Scmfoce, Slwme Of A Nation (vase Scarface, el terror d t>l Va le ntn, La)
hampa) Star Trek: 53, 102
Scar/e/1 Lel/er, The (vase lt>tra escal'lata, La) Stor Wars (vase g ue rra d e la s galaxia, L a)

NOSFERATU 27
Stargate (va e Stargate, puerta a las est rellas) Toten Augetr Von London, Die (vase oj os muert os d e
Starga te, pu <'rta a las estrell as : 102 Loudres, Los)
Starsh ip Invasions: 37 Towering Infemo, The (vase coloso en llamas, El)
Starship Troopers (vase Stat"Sh ip Troopers. Las brigada s Trauma: 61
del es11acio) Tre passi nel delirio (v:~se Histor ias extr ao rd inarias)
Starship Troppers (Las briga das del espacio): 52, 92, Treaswe lslmrd (vase isla d el tesoro, La)
102 Treasure Jsland , The: 37
Sta/e Of Grace (vase el an de los irland eses, El) tren d el terro r, El: 62
Stepfather, The (vase p adrastro, El) tres mosqueteros, Los (1973): 37
Strait-Ja cket (vase en so de Lucy Harbin , El) Tribute To Bad tlfmr (vase ley ele la hor ca, La)
Stranger, T he: 58 trono di fuoco, JI (vase JHoceso d e las bruj as, E l)
Strangler, The (vase estra ng ulador de mujeres, El) Trop p etil, 111011 ami (vase Mi diminuto asesino)
Stur> In Terror, ;1 (vase Estudio de terror) 1hmble In Paradise (vase ladrn en In a lco ba, Un)
Sur/den lmpact (vase Impacto sbito) Tm e Romance (vase Amor a quema tTo>a)
Snpergolpe en i\Ianh attan : 117 Twin Peaks: Fire ll'alk ll'ith Me (vase Twin P eal<s : Fuego
Srtperman (vase Superm an, el film) camina co nmigo)
Supermau , el film: 50, 51, 52, 53 Twin P ea ks: Fu ego camin a con migo : 63
Suspicion (vase Sosp ec ha) Twister: 90, 91
Suspiri a: 43 Two Faces Of Dr. Je/..y/1, Tire (vase dos car:~s d !'l doctor
Swarm hwin ;11/en, The (vase enjambte, El) J ekyll, Las)
Two For tire Road (vase Dos !'n la ca rretera)
taberna del irl ands, La: 75, 76
Take A Hard Ride (vase Por la senda m:\s dura) Ugly, Th e: 62
Target Eart h: 103 tlltim a casa a la izquietda, La : 43, 60
Targets (vase hroe anda suelt o, El) tlllimo r efu gio, El: 7, 8, 16, /7, 74
Taste the Blood Of Drcula (vase poder de la sangr e de t1ltim os Dias de Pompeya, Los: 89
Drcula , El) Undenmrld (vase ley del hampa, La)
Taxi Driver: 38, 39, 58, 96 Ungeh euer Von Londo n C ity, Da s: 55
teatro d e la mu erte, El: 37 Unholy, The: 42
Telfono roj o? Volamos hacia i\Iosctr: 26 Un/aujl tl Entl)' (vase Falsa seduccin)
temible burln , El: 22, 36 Uno de los nuestros: 33, 38, 113
Tempestad sobre Washington: 48 Uno rojo: divisin de choque: 76
Tempi drtri per i vampiri (vase Ag rram e ese V!llll- Untouclrables , Tire (vase int oca bl es d e Elliot Ness,
piro) Los)
Ten Rillington Place (vase estran gula dor de nillington rtomo, l'orgoglio, la l'endella, L' (vase hombre, el orgu llo y
Place, El) la venga nza, El)
Tenebre: 6 1 Usual Suspects, Tire (vase Sospechosos habitu ales)
teniente O'Neill, La: 25
tercer hombre, El: 109 va mpira indiana, La: 78
Terciopelo :nul : 94 va mpiro d e Dsseldorf, El: 57
Ter esa: 73 Veneno en la piel: 62
Terremoto: 88, 89, 90 vengador sin piedad, El: 81
Terror en el espacio: l 04 vengador, El: 55
terror no tiene fo rma, El: 105 Vrtigo rnottal: 61
Terror Train (vase tren del terror, E l) Vestida para matar: 60
Tenore nello spazio (vase TetTot en el espacio) Viaje a la luna: 100, 10 1
Texas 1870: 82 Viaje al centro de la tierra: 89
Texas Chainsaw \/assacre, The (vase matanza de Texas, Viento en las velas: 18, 19, 21, 22
La) Vierde 1'vfmr, De (vase cuarto hombre, El)
Th e Drague/ (vase red ada, La) Viernes 13: 5 1, 62
Theatre Of Blood (vase i\Iatar o no matar, ste es el Vincent: 30
problema) Violen / Satrmlay (vase Sbado trgico)
Theatre Of Death (vase teatro d e la muert e, El) Volcano: 90
Them! (Vase hum anid ad en peligro, La) Voyage dans la Irme, Le (vase Viaje a la In na)
These Thortsmrd /li/1 (vase Du elo en el b:JtTo) Vuelo a Berln : 116
Tltey Orive By Nigltl (vase p asin ciega, La)
Tlting, Tite ( 1951) (vase enigma de otro mundo, El) H'ag Dog (vase Cortina de humo)
Thing, Tite ( 1982) (vase cosa, La) ll'ar Of tite Worlds (vase guerra de los mundos, L:~ )
Tltird tlfan, Tire (vase tercer hombre, El) Warlock (vase Warlock, el brujo)
Tlumderbolt: 9, 1O Warlock, <'1 brujo: 41
Tiburn: 91 Weird Womau: 43
Tiburn 2: 91 Wlren A Stranger Calls (vase Llam a un ex trao)
Tidal fll(lle (vase hundimiento del J apn, E l) H'lren Time Ran Out (vase da d el fin del mundo, El)
tienda, L a: 41 Wlren ll'orlds Collide (vase C u ando los mundos chocan)
Tiglttrope (vase E n la cuerda floja) Wlr ite BujJalo, Tit e (vase d esafo del bllfa lo blan co, El)
Time Ajler Tim e (vase pasaj eros del tiempo, Los) IV/rile Heat (vase Al rojo vivo)
Tilr Star, The (vase Cazador d e forajidos ) IV/ro Js Killing tire Grerlf Cltej~ Of Europe? (Vase P ero,
tiroteo, El: 97 c1uin mata a los gr andes chefs?)
To tite Devil... A Dartglrter! (Vase monja poseda, L:~ ) Wicker Man, Tite: 37, 43
tormento de las trece doncellas, El: 37 Wincheste 73: 47
Toro salvaje: 39 Wiud Across the Everglades: 48

NOSFERATU 27
ll'iunelou 1/ (vase cara bina de p l a t :~, La) Yankee Doodlc Dandy: 17
ll'ilcfles Of Eastll'ick , TI! e (vase brujas de Eas twick, Las) Yo soy la revolucin: 80
Witches, The: 43 You'rc In t he Navy Now: 73
ll'o!f(vasc Lobo)
ll'oman In tl!e IT'iudo w, Tlle (vase mujer del cu adro, La) Zom bies Of the Stratos>hcre: 103, 105
zoua muer ta, La: 117
V Dios dijo :1 C :~ n : 80